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Panaderia
Panaderia
Gabriel es un joven de 22 años que creció en una familia de clase media, llego a
cursar solo
el primer semestre de administración de empresas en la universidad puesto que desde
sus 17
años tomo la decisión de iniciar su propio negocio. Comenzó con una idea que le dio
su
abuela, vender empanadas, el mismo las hacía con la ayuda de su mamá y salía muy
temprano
los fines de semana a la sociedad portuaria de la ciudad de Barranquilla a
ofrécelas. Mas
adelante se le ocurriría montar una panadería responsable, comprometida y dispuesta
a
complacer los antojos de sus clientes, que desde el 2014 se estableció como empresa
y hasta
hoy tiene 4 años reconocida como “La garosa".
Sus padres trabajaban para darle apenas lo necesario, Gabriel no tenía lujos, solo
lo básico
para que cualquier persona subsista. Sin embargo, Gabriel veía que algunos de sus
amigos
podían darse gustos tales como irse de viaje y comer en restaurantes costosos
gracias a sus
padres y en plena adolescencia es algo que cualquier joven podría envidiar, pero él
fue
consciente de su situación y en lugar de quejarse y exigir a sus padres algo que no
podían
darle entonces empezó a vender productos en su colegio de manera clandestina (ya
que era
algo prohibido en aquella institución).
Con apenas 17 años a Gabriel le empezó a ir bien y para lo que vendía veía las
ganancias que
esperaba en ese entonces, aun así Gabriel no se sentía bien con la idea de estar
bajo la
clandestinidad y tampoco estaba del todo conforme con las ganancias que obtenía,
quería
algo más por lo cual tuvo que dejar la pena a un lado y el qué dirán porque como
dice el
dicho “la pena no da plata” y decidió salir a las calles a vender empanadas, a su
vez tuvo que
dejar la rumba con sus amigos para levantarse temprano a venderlas en la zona
franca de la
ciudad en una pequeña cava para empezar a hacer realidad su sueño.
Ese suceso no lo detuvo, pero pudo darse cuenta de que haciendo lo mismo a largo
plazo no
sería suficiente ni sostenible para él además de que no estaba ganando lo
suficiente y todavía
tenía que hacer muchos sacrificios. Entonces empezó a ampliar su visión, ver más
allá y
observar en que mercado podría meterse y sin pensarlo tanto, ni buscar algo
extraordinario,
encontró en algo tan simple como el pan que a su vez es un producto de primera
necesidad
en la canasta de los colombianos, pudo hallar dos formas de marcar la diferencia.
Al mismo tiempo se dio cuenta que estos clientes no tenían la opción de tener un
pan con
características específicas, ya que no existía un panadero que escuchara sus
necesidades y
pusiera a prueba sus requerimientos para obtener un pan adecuado para sus
preparaciones,
como por ejemplo el pan de hamburguesas (de los que más vende actualmente) el cual
necesita una miga que se pueda sellar bien en la plancha para que no absorba la
humedad de
la carne y los vegetales y así pueda permanecer firme hasta el último mordisco y no
solo eso,
cada restaurante con su receta requiere un tipo de pan diferente pero con estas
mismas
características.
Entonces Gabriel se comprometió firmemente con sus clientes tanto como para
satisfacer sus
antojos individualmente y ofrecerles productos que no encontrarían en las
panaderías que
estaban acostumbrados a ver, con el concepto de “arma tu pan” y al mismo tiempo con
sus
clientes más grandes que requerían un servicio más personalizado, atento y sobre
todo muy
puntual. Después de atacar estos dos fuertes que dieron a conocer a “La garosa”
como
nombró su panadería, pudo dedicarse también a ofrecer servicios como desayunos y
meriendas para eventos, reuniones y otras ocasiones.
Para hacer todo lo anterior una realidad no todo es color de rosa, tampoco fue
fácil puesto
que siempre se presentan obstáculos y retos en el camino de un emprendedor que lo
pondrán
a prueba y tendrá que enfrentarlos y verlos como oportunidad para hacer crecer su
empresa.
Por supuesto que a Gabriel se le presentaron obstáculos y tiene muy claro lo
anteriormente
mencionado, pero considera que el principal obstáculo que tuvo a la hora que crear
su
empresa fue tomar la decisión de empezar a actuar, de dejar la vergüenza a un lado
y tomar
la determinación de empezar, ser constante para vencer las excusas y los problemas
que
tendría en todo este camino.
Las redes sociales fueron fundamentales para dar a conocer su negocio y su idea de
“arma tu
pan” fue un éxito en ellas además de que sin saber de marketing se dio cuenta que
hacer los
pedidos de este tipo de pan bajo encargos y con fechas que él ponía, generaba más
interés,
expectativa y antojo a los clientes. Esto obviamente disparó sus ventas y generó
reconocimiento lo cual lo motivó a aprender mucho mas de la panadería y de los
inconvenientes que iba teniendo para mejorar, planear estrategias y seguir
ofreciendo más
calidad en sus panes.
Por esta forma de pensar es que Gabriel no ha visto como problema o impedimento el
no ser
un profesional en las áreas de conocimiento que requiere su negocio, pues considera
que
todos los días hay algo que aprender gracias a los obstáculos. Al principio cuando
la
producción empezó a crecer, lo ayudaban sus amigos, el mismo los enseño a hacer los
panes
y poco a poco empezó a contratar verdaderos panaderos con los cuales iba
aprendiendo a
medida que conseguía más clientes importantes, atendía mejor las necesidades y
ganaba cada
vez mayor reputación.
Como hemos mencionado anteriormente, Gabriel es un joven de clase media por ende no
esperaría que sus padres o el resto de su familia lo apoyaran económicamente para
invertir
en su negocio, desde el principio eso lo tenía muy claro además por su corta edad
no podía
pensar todavía en un préstamo al banco. Pero el se considera la oveja negra
emprendedora
de la familia así que empezó solo con sus empanadas y pensando que así ganara poco
o
mucho dinero lo más importante era saber administrar muy bien los recursos que
disponía en
el momento.
Eso implicaría también que debía sacrificar gastos como salir a rumbear con sus
amigos y
comer en restaurantes costosos, lo cual es una decisión difícil para un joven de su
edad y
aunque sus amigos no lo entendían él siempre pensó que era mejor invertir ese
dinero para
obtener mucho más en vez de gastarlo en una sola noche en cosas que no le aportaban
mucho
y tampoco lo veía como una necesidad.
Al comienzo Gabriel fue atendiendo las necesidades de su negocio tales como tener
un horno
adecuado y utensilios de repostería solo reinvirtiendo la utilidad que le dejaban
las
empanadas que el mismo hacia y que de la misma manera había comprado la freidora
que
también vendió para dedicarse a la panadería. Poco a poco y con paciencia fue
levantando su
panadería, el concepto de “arma tu pan” fue un éxito así que con el tiempo empezó a
necesitar
empleados. Primero acudió a sus amigos, los capacito con lo que él sabia hasta el
momento
y los ayudaron a cumplir la demanda. También se ganó la confianza de sus clientes
puesto
que estaba cumpliendo puntualmente con ellos, eso hizo que “La garosa” ganara buena
reputación.
Sus padres también lo apoyaban con el trabajo que iba demandando cada vez mas La
garosa,
el padre por su parte lo ayudaba con la compra de insumos y entrega de pedidos, su
madre
supervisaba y ayudaba en el trabajo. Todos terminaron involucrándose en el
emprendimiento
de Gabriel. Al darse cuenta de todo el esfuerzo y compromiso que tenían con La
garosa sus
padres decidieron cederle un buen espacio en su propia casa para que por fin
estableciera
formalmente su panadería y punto de venta en el cual ya podría contratar sus
panaderos y
tener el equipo necesario que más adelante compraría con sus ahorros.
Hasta el momento nos hemos podido dar cuenta de que Gabriel empezó en este mundo
del
emprendimiento y los negocios sin tener una experiencia formal en el área, tampoco
conto
con familiares y personas cercanas que en un principio lo guiaran a empezar este
camino.
Simplemente la ha venido adquiriendo sus conocimientos y habilidades de manera
empírica
gracias a la actitud que siempre ha tenido, con la disposición de aprender del día
a día, ensayar
a punta de prueba y error y todo esto le ha proporcionado las herramientas
necesarias para
avanzar y sacar adelante a “La garosa”.
Por otro lado, y de lo mas importante que resalta Gabriel que es esencial para
emprender es
que es necesario tener un propósito, no hacerlo por moda o por un afán de momento,
no es
sólo pensar en nuestro propio beneficio económico, pues él nos dice que: “un
negocio que
sólo produce dinero es un negocio muy pobre”. Tener un propósito nos ayuda a darle
valor a
lo que hacemos y ser feliz con lo que logramos en nuestra vida para así poder
impactar en la
vida de los demás tanto de los que tenemos a nuestro alrededor como de las personas
y
familias que trabajan con nosotros y con las cuales tenemos una gran
responsabilidad.
Conclusiones
El caso de Gabriel nos pareció muy interesante nos motivó mucho estudiarlo ya que
vemos
como apenas un adolescente de 17 años nos da un ejemplo de vida porque decidió no
quejarse
ante las necesidades que tenía, que a pesar de que no eran urgentes, logró poner
toda su
energía, tiempo y esfuerzo en salir adelante y superarse emprendiendo su propio
negocio,
que al principio sólo fue un medio para darle paso a la idea que lo llevaría a
crear una empresa
en la cual terminó involucrando a su familia, a sus amigos y que hoy en día apenas
empieza
a darle los frutos por lo que trabaja día a día incansablemente.