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evaluar el riesgo de las inversiones

Medir el riesgo de una inversión nos sirve entonces para conocer cuán viable es
obtener una rentabilidad con dicho instrumento. Esta tarea depende del análisis de
diferentes variables, aunque hay formas más simples de identificar el riesgo y así
poder tomar una decisión.

A continuación, te mencionamos tres factores que debes evaluar para determinar el


riesgo de tus inversiones:

Revisa las variaciones históricas


La volatilidad es la rapidez y magnitud con que cambian los precios de un activo. Si
hay muchos cambios durante un año, pero estos cambios son pequeños, hay una
volatilidad baja; si las diferencias en su precio han sido mayores en el mismo
tiempo, la volatilidad es mayor.

Para hacer esta medición puedes utilizar hojas de cálculo y realizarlo de forma
simple con una fórmula; este número te dará un indicio de lo que puedes esperar si
inviertes en dicho activo, y en cuánto tiempo puedes ver algún retorno.

Analiza los factores externos


La volatilidad es provocada por factores como el tipo de cambio, las tasas de interés
y los movimientos del mercado.

Tener un panorama claro y actualizado de estas variables es clave para evaluar cómo
pueden comportarse tus inversiones a corto y mediano plazo, y así, tomar una mejor
decisión.

Revisa los plazos


En términos generales, a mayor plazo tienes más posibilidades
de mejorar tu rendimiento.

Al mismo tiempo, mientras más prolongado sea el plazo de tu inversión, deberás


mantenerte atento siempre a los movimientos del mercado y otras variables durante
ese tiempo para sortear diferentes riesgos, por lo que será una tarea de tiempo
completo.

Con el tiempo pueden presentarse otros factores que quizás no hayas tomado en
cuenta al principio, así que considera seguirte informando durante este proceso.
Por último, debemos señalar que el riesgo no es siempre algo negativo, o
necesariamente algo malo.

Por regla general, una inversión de alto riesgo también genera mayores
rendimientos, contrario a una inversión de bajo riesgo. A

sí que no descartes algunas oportunidades cuando se te presenten, cuidando siempre


de contar con un respaldo en un portafolio diversificado.

Importancia de evaluar los riesgos de las inversiones

Este tiempo de incertidumbres económicas por la pandemia es propicio para aprender más sobre
el mercado de valores. En esta ocasión te contaremos los riesgos que debes evaluar antes de
invertir y algunos consejos para mitigarlos.

Lo primero que debes tener claro en tu mente es que todas las inversiones tienen un riesgo, aunque
lo importante es conocer cuál es nuestro apetito como inversionistas para asumir cada uno de
esos riesgos. Aquí te mencionamos los más importantes:

Riesgo de liquidez: ocurre en el mercado de renta fija, cuando el bono no se puede vender a un


precio razonable, sino por debajo de lo que costó, para poder hacer líquida la inversión y buscar el
dinero de inmediato.

Riesgo de depreciación: se puede observar en el mercado de renta variable, en las acciones de las
empresas. Ocurre cuando la política monetaria no aporta de manera correcta para elevar los
precios de los bonos del mercado de valores. Para evitar que la inversión se vaya depreciando en el
tiempo, es importante saber en qué momento conviene liquidar la inversión.

Ahora bien, ¿qué debe hacer el inversionista para mitigar esos riesgos?

Una de las principales responsabilidades de los corredores de valores o especialistas de mercado


de valores es explicar a los inversionistas recién iniciados todas las preguntas acerca de cómo
funciona el mercado y sus instrumentos de inversión, así como determinar el perfil de
inversionista de cada interesado.

También recomendarán cuáles son los momentos precisos para vender y para aprovechar un


nuevo producto que se va a emitir con mejor rentabilidad.

Sin embargo, también son deberes del inversionista vigilar sus inversiones, informarse y observar
cómo va la economía y las empresas en las que invierte.

Otra tarea que le corresponde al inversionista es estudiar las calificaciones de riesgo que tienen
las inversiones y preguntarle al corredor de valores qué tan líquido es el bono que va a adquirir y si
tiene buena salida.

Con la ayuda del experto, un inversionista debe determinar cuáles son sus límites a las pérdidas y a
las ganancias, y diversificar la inversión entre varios tipos de instrumentos, ya que esta es la mejor
forma de mitigar cualquier tipo de riesgo.

En resumen según la clase de inversor o trader en cuestión existen diferentes


maneras de definir los riesgos de una operación y diversos enfoques tienen sus
propias ventajas y contras. Sin embargo el punto central es que la evaluación de
riesgos es una parte esencial de la toma de decisiones inteligentes en los mercados y
es importante encontrar una metodología acorde con nuestros propios objetivos y
necesidades.

Riesgo de inversión: la
guía completa sobre la
gestión de riesgo en el
trading
La rentabilidad y el riesgo van de la mano en la inversión
financiera. La gestión del riesgo podría ser la diferencia
entre beneficios o pérdidas pero... ¿cómo medir el riesgo?
Respuestas a esta y otras preguntas a continuación.

¿Qué es el riesgo de una inversión?


El riesgo financiero es la posibilidad de que una inversión elegida
no brinde la rentabilidad esperada. Esto puede dar lugar a un
beneficio menor del esperado o a la pérdida del total o de una
parte de la inversión inicial, pero también puede significar, en
algunos casos, que la pérdida supere la inversión inicial.
Riesgo de mercado
El riesgo de mercado es la posibilidad de que su cartera sufra
pérdidas por las fluctuaciones de los factores de riesgo del
mercado. Estos componentes del mercado con frecuencia son
volátiles y ejercen una presión significativa sobre los precios.
Generalmente, los factores clave de riesgo de mercado son:

 Precio de las acciones

 Tipos de interés

 Tipo de cambio de divisas

 Precios de las materias primas

Estos cuatro factores pueden ejercer una gran presión en los


mercados. Otra forma de referirse al riesgo de mercado es
'Volatilidad', es decir, la rapidez y magnitud en que pueden darse
los cambios en los precios del mercado.

Riesgo de liquidez
La definición de liquidez describe la facilidad de transformar un
activo en efectivo sin afectar su precio, de manera contraria,
puede entenderse el riesgo de liquidez como la posibilidad de no
poder operar en un activo sin afectar a su precio. Por lo general,
suele ser un problema mayor en mercados emergentes o de bajo
volumen, y hay dos tipos:
Liquidez del activo
Esto hace referencia a la disponibilidad del activo para ser
operado. Por ejemplo, si nadie quiere comprar, el accionista no
puede vender sus activos o tiene que venderlos a un precio
menos favorable.

Por lo general, si hay muchos inversores activos se creará una


buena liquidez, dado que probablemente haya una mezcla de
compradores y vendedores que están dispuestos a operar.
Cuanto más líquido es un mercado, más fácil es comprar o vender
el activo.

La liquidez del activo es una parte importante del riesgo de


mercado.

Liquidez de fondos
Hace referencia a la capacidad del inversor de cumplir sus
obligaciones financieras tan pronto como sea necesario. Por
tanto, el riesgo de la liquidez de fondos es la posibilidad de que,
durante un cierto periodo de tiempo, una de las partes implicadas
en la operación no disponga de fondos para abonar sus
obligaciones.

Con frecuencia, la liquidez de fondos se aplica a mercados en los


que los activos se comercializan en paquetes de gran volumen, o
en los que los propios activos tienen un valor particularmente
elevado.

Si hay más gente dispuesta a comprar que a vender, esto crea


más demanda que oferta (escasez) y hace que los precios suban.

Si hay más gente dispuesta a vender que a comprar, esto crea


más oferta que demanda (sobreoferta) y hace que los precios
bajen.

Medir el riesgo de su inversión


Una vez que ha identificado los riesgos potenciales asociados a
su trading, es fundamental conocer cómo se mide el riesgo. Al
medir el riesgo, es esencial considerar sus intereses, pero
también sus posibilidades.

Evaluar su riesgo
Al realizar operaciones es muy importante evaluar de forma
realista el nivel de riesgo que puede asumir.
Una vez que ha evaluado el riesgo, puede calcular la cantidad
que desea asignar a sus distintas inversiones. Las diversas
formas de inversión tienen diferentes niveles de riesgo, por tanto,
una cartera equilibrada debe tener una forma parecida a la de una
pirámide.
Pirámide del riesgo de la inversión
Una vez que ha decidido cuánto riesgo puede asumir, puede
utilizar la pirámide del riesgo de inversión para agrupar sus
activos en franjas de acuerdo a su nivel de riesgo. Los productos
menos arriesgados se encuentran en la base de la pirámide, y
componen la mayor parte de su cartera.

Veamos un ejemplo de una cartera de inversiones:

La base de la pirámide
Esta es la parte más ancha de la pirámide, sirviendo de apoyo
para el resto. Aquí podría colocar la mayor parte de su capital de
inversión en activos que tengan un riesgo bajo y una rentabilidad
fiable.

La parte central de la pirámide


Esta parte se compone por las inversiones de riesgo medio, con
rentabilidad estable y un potencial apreciable. Estos beneficios
son más arriesgados que los de la base de la pirámide, pero
serían relativamente seguros.

El pico de la pirámide
La cumbre está formada por las inversiones de mayor riesgo. El
dinero que emplea en estas inversiones debería ser dinero que
pueda perder sin repercusiones financieras graves.
La pirámide es una guía y no un conjunto de normas. Algunos
inversores asumen más riesgo que otros, así que usted
necesitará reflexionar cuidadosamente sobre su preferencia de
riesgo. Reflexione sobre el tiempo y el dinero del que dispone y
sobre el nivel de rentabilidad que espera lograr.

Formas de gestionar el riesgo


Actitud ante el riesgo
No puede concebir una estrategia de operaciones
razonablemente sensata sin meditar cuidadosamente sobre su
enfoque del riesgo. Al fin y al cabo, incluso las inversiones
relativamente seguras pueden tener un cierto grado de riesgo,
dado que existe la posibilidad de que pierda su dinero si el
mercado evoluciona en su contra.

Todos tenemos nuestra propia percepción del riesgo y, por eso,


una inversión que una persona considere una oportunidad
interesante, puede parecerle peligrosa a otra. Es importante
sentirse cómodo con el nivel de riesgo que se afronta.

Siguiendo unos sencillos pasos para controlar su exposición,


podría resultarle más fácil adoptar una postura realista ante el
riesgo. Aquí tiene algunos métodos que puede utilizar:

Diversificar las inversiones


La diversificación puede ayudar a minimizar el riesgo poniendo su
dinero en un abanico más amplio de diversas inversiones. En
otras palabras: “no ponga todos los huevos en la misma cesta”.
Existen dos ventajas clave al mantener una cartera diversificada:
Reducir el impacto de las pérdidas individuales
Si pone todo su capital de inversión en las acciones de una única
empresa, se arriesga a perder la mayor parte de su dinero, o todo,
si esa compañía quiebra. En cambio, si compra acciones en
distintas empresas, las pérdidas que sufra a causa de la quiebra
de una de ellas no tendrán un efecto tan devastador sobre su
inversión global.

Sin embargo, el hecho de repartir su capital entre una serie de


acciones diferentes tampoco le puede proteger por completo. Sus
ganancias o pérdidas seguirían siendo susceptibles al impacto de
cualquier factor económico que afecte a todo el mercado que
contenga sus acciones. Esto nos lleva a…

Distribuir su inversión
Esta es la clave de una cartera equilibrada y se conoce
como asignación de activos. Hace referencia a la forma en la
que distribuye su dinero entre las distintas clases de activos, por
ejemplo, cuánto tiene en acciones, bonos, propiedades y
cualquier otro tipo de inversión.

Habitualmente, estas clases de activos evolucionan de forma


independiente unos con respecto a otros, o incluso evolucionan
en sentidos opuestos dependiendo de su relación económica.
También puede diversificarse dentro de la misma clase de
activos, por ejemplo, invirtiendo en mercados de distintos países,
o con empresas que operen en distintos sectores.

Riesgo seleccionado
Podría optar por operaciones menos arriesgadas, si conllevan la
posibilidad de obtener ganancias importantes. Por ejemplo, puede
optar por una posición larga en un activo volátil si el análisis
técnico le sugiere que es posible volver a dosificarlo de forma
inminente. Consulte nuestro curso de análisis técnico para
obtener más información sobre esto.

Naturalmente, no existe ninguna garantía de que la tendencia que


haya observado en el análisis vaya a continuar, pero combinando
su análisis de gráficos con una evaluación de su nivel particular
de riesgo puede tomar una decisión informada sobre cuáles son
las operaciones arriesgadas que merecen la pena para usted.

Uso de Stops
Un stop loss le permite limitar sus posibles pérdidas fijando el
punto en el que se cerrará su operación si el precio evoluciona en
su contra. Consulte nuestro curso de órdenes para saber más.
Ratio Riesgo - Rentabilidad
Es sensato comparar el retorno esperado de la inversión respecto
al riesgo que usted está corriendo al operar. Para calcular su ratio
riesgo/beneficio, deberá comparar el dinero que arriesga con la
ganancia potencial.

Si el riesgo son 200€ y la ganancia que espera es 400€, el ratio


riesgo/beneficio sería de 1:2.

Ejemplo práctico: riesgo/beneficio


Digamos que compra 200 acciones de Citigroup a 27 dólares
americanos ($) cada una, lo que equivale a una inversión de
5.400$. Usted añade un stop de pérdidas en 25$ (cuando su
inversión valdría 5.000$) para asegurarse de que no pierde más
de 400$.

De acuerdo al análisis que usted realiza de los gráficos, espera


que el precio llegue a 31$ en los próximos meses.

Volviendo a su stop loss, en este caso, usted está dispuesto a


perder 2$ por acción (400$) a cambio de la posibilidad de ganar
4$ por acción (800$) al cerrar su posición.

Dado que usted podría duplicar la cantidad que ha arriesgado, se


puede decir que su ratio riesgo/beneficio es 2:1.
Probablemente tenga que realizar pruebas y confiar en el
'ensayo/error' para encontrar su ratio óptimo.

Descubra cómo identificar su nivel de riesgo, cómo definir sus


objetivos y más en nuestra guía para desarrollar un plan de
trading.

Evitar las emociones en el trading


A la hora de tomar una decisión relativa a sus operaciones, es
importante distinguir los factores emocionales que pueden influir
en su manejo de la operación. No tiene sentido actuar por
intuición o por corazonadas, a no ser que haya un análisis
racional detrás de ellos.

Para saber más sobre cómo las emociones pueden influir en la


toma de decisiones y qué errores evitar, visite nuestra guía
sobre psicología del trading.

Ceñirse a la estrategia diseñada requiere disciplina para evitar las


decisiones emocionales. Saber cuándo materializar las pérdidas o
recoger los beneficios es esencial para una estrategia de trading
efectiva, especialmente en mercados volátiles.

Elaborar un plan estructurado le puede ayudar a gestionar el


riesgo, ya que facilita la identificación de objetivos y la definición
de una estrategia.
Operar los mercados conlleva riesgos, sin embargo, cada
producto le ofrece oportunidades específicas y es conveniente
conocer qué productos, y en qué circunstancias, se adaptan mejor
a su estilo de trading. ¿Y si pudiera tomar el control del
apalancamiento y el riesgo total de su operativa? Descubra
las barrera y los beneficios del knockout en su trading.

Descubra el trader profesional que lleva dentro, o amplíe sus


conocimientos, en este curso gratis sobre la planificación y
gestión del riesgo.

Ahora bien; si empresas o particulares que no obstante contar con el conocimiento de los
riesgos al invertir o los medios para tratar de prevenirlos o minimizarlos, hacen caso omiso
de ello, se enfrentarán estas a una mayor incertidumbre en los resultados de las
inversiones, lo cual podría tener como resultado pérdidas económicas que pueden poner en
riesgo la estabilidad del negocio. En resumen, el resultado de la mala valuación de riesgos,
son las pérdidas financieras.

La medición del riesgo financiero es vital para todo proceso de capitalización. Tanto que
superpone los demás elementos (rentabilidad y tiempo) a razón de que en él se identifica la
probabilidad de que las cosas no salgan de la manera en que se planearon, y por ende, la
opción de que se presenten pérdidas.

¿CÓMO MEDIR EL RIESGO FINANCIERO DE UNA


INVERSIÓN?

La medición del riesgo financiero es vital para todo


proceso de capitalización. Porque cuantifica un
resultado distinto al planeado y elaborar estrategias.
Publicado el 4 mayo, 2015 por Josías Ortiz González en Inversión // 0 comentarios
Los tres elementos básicos de la inversión son: Rentabilidad, riesgo y tiempo. Cada uno de estos
representa un aspecto preponderante dentro de la estrategia de inversión que se tenga. No
obstante, de estos tres elementos el riesgo define la mayor parte de la decisión de capitalizar
un proyecto determinado, a razón de que en él está la sostenibilidad del emprendimiento.

En ese sentido, nos interesa abordar el tema de la medición del riesgo financiero en una
inversión. Por su importancia y valor dentro de todo el engranaje de la generación de
beneficios. Ofreciendo algunas pautas y herramientas para determinar, de manera cuántica, el
nivel de riesgo que se puede asumir.
Tabla de Contenido
 ¿Qué es el riesgo financiero?
 Tipos de riesgos financieros
 ¿Cómo medir el riesgo financiero de una inversión?
 Conclusión
¿Qué es el riesgo financiero?
El riesgo es la probabilidad de un evento adverso y sus consecuencias. El riesgo financiero se
refiere a la probabilidad de ocurrencia de un evento que tenga consecuencias financieras

negativas para una persona u organización.[1]


En esta definición hay dos elementos de alta relevancia: Evento adverso y sus consecuencias.
En otras palabras, toma en consideración qué puede salir mal, pero más que todo permite
identificar una o varias alternativas estratégicas para saber qué hacer cuando lo planeado
tiene un resultado distinto al anticipado.
Es por esta razón que saber medirlo es importante. Porque logra cuantificar una potencial
realidad adversa y tomar medidas para subsanar dichos resultados.

Tipos de riesgos financieros


El concepto de riesgo se puede aplicar a cualquier evento adverso, y por ende existe una
amplia variedad de ellos. Sin embargo, desde la perspectiva de las inversiones existen tres
tipos:

 Riesgo cambiario: Cambios o fluctuaciones que hacen variar la tasa de cambio en la


moneda.
 Riesgo de tasa de interés: Volatilidad que puede presentar la diferencia entre la tasa
activa y pasiva de las instituciones financieras.
 Riesgo de mercado: Es aquel que está asociado al mercado bursátil y sus diferentes
instrumentos (acciones, bonos, etc)

¿Cómo medir el riesgo financiero de una inversión?


Tomando todo esto en consideración la medición del riesgo financiero de una inversión va a
estar relacionada de manera directa a la moneda en que se invierta, la tasa de interés del mercado
y por último el tipo de instrumento que se utilice.
En ese sentido, existen dos maneras en que se puede medir el riesgo: Histórico y

Calificadoras de Riesgo.

El primero está relacionado a qué ha pasado el tipo de instrumento de inversión en el tiempo,


cómo ha variado y qué factores han incidido para que se comporte de la manera en que lo ha
hecho. Para llevarlo a cabo se requiere de ciertos elementos técnicos y experticia, además de
tener acceso a los históricos de dicho instrumento.

Sin embargo, es posible desarrollar un análisis básico a través de alguna hoja de cálculo
electrónico y accediendo los informes públicos de la empresa que emite dicho instrumento, y
he identificar el comportamiento que ha tenido en el tiempo. Tomando en cuenta los diferentes
picos (altos y bajos) y creando promedios de estos, pero más que todo analizando qué
sucedió para que estos estuvieran presentes en el histórico del mismo.
Por otro lado, las calificadoras de riesgos son la segunda fuente de información para medir el
riesgo de una inversión. Ellas se encargan de hacer los diferentes análisis y clasificarlos por

niveles de riesgos.

Estos, para simplificar su entendimiento, clasifican esos niveles por las literales A, B, C, D y E;
con los símbolos + y –; los cuales definen el nivel de confianza que cada instrumento tiene
respecto de las informaciones que proveen dichas empresas partiendo de:

 Solvencia
 Deuda a largo plazo
 Deuda a corto plazo
 Obligaciones y seguros
 Etc.
Conclusión
La medición del riesgo financiero es vital para todo proceso de capitalización. Tanto que superpone
los demás elementos (rentabilidad y tiempo) a razón de que en él se identifica la probabilidad
de que las cosas no salgan de la manera en que se planearon, y por ende, la opción de que
se presenten pérdidas.
En ese sentido, todo(a) inversionista debe apropiarse de las herramientas disponibles y que
toman en cuenta el riesgo financiero de las inversiones, para entonces establecer las
estrategias correspondientes para el buen desempeño de la capitalización.

La relación entre
riesgo y rendimiento
en tus inversiones
Por lo general, los mexicanos tenemos aversión al riesgo. Nos asusta
invertir, pensamos que es complicado.

Joan Lanzagorta17 de julio de 2017, 18:49


Muchas personas piensan que el riesgo en las inversiones es la


posibilidad de perder dinero. En realidad no es así: el riesgo
simplemente es una medida de volatilidad. De esta manera una
inversión muy estable (por ejemplo, un pagaré a 28 días con tasa
fija) se considera de bajo riesgo, mientras que una volátil (como
invertir en acciones que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores)
se considera de alto riesgo, porque el precio de estos activos se
cotiza todos los días, y en ocasiones las variaciones son muy
amplias.

Si pensamos en términos no financieros, poner un negocio propio


puede ser igualmente una inversión de muy alto riesgo, ya que
tenemos poca certeza si funcionará o no. Si lo hace, la recompensa
puede ser muy positiva.

Por lo general, los mexicanos tenemos aversión al riesgo. Nos


asusta invertir, pensamos que es complicado y no queremos
arriesgar nuestro dinero. Sin embargo, muchos de los que deciden
dar el paso lo hacen sin medir las consecuencias: dan un salto al
vacío. Eso definitivamente no es bueno. Se vale tomar riesgos y de
hecho hay que hacerlo, pero deben ser riesgos medidos. Debemos
saber qué es lo que podemos esperar hacia el futuro y sólo dar ese
paso si podemos vivir con las consecuencias si las cosas no salen
como esperábamos.

De esta manera, una inversión es más riesgosa cuanto más volátil


sea. ¿Qué es la volatilidad? Se puede definir, en términos muy
intuitivos, como la variabilidad sobre el rendimiento esperado de
nuestra inversión. Para seguir con nuestros ejemplos, un pagaré a
28 días con una tasa fija tiene una volatilidad casi nula: esa
inversión cada día valdrá más, hasta su vencimiento. Los
rendimientos son completamente conocidos y predecibles.

Pero cuando invertimos, por ejemplo, en distintas acciones de la


Bolsa Mexicana de Valores, ellas suben y bajan todos los días. A
largo plazo podemos saber qué esperar: la historia nos lo dice, en
general este tipo de inversiones, en el largo plazo, ofrecen un
rendimiento entre siete y 10 puntos porcentuales por arriba de la
inflación, en ocasiones incluso más. Pero es incierto y en el corto
plazo habrá periodos de fuertes alzas y también de bajas muy
importantes.

La buena noticia es que el riesgo es una variable que podemos


medir y decidir si es o no para nosotros. También lo podemos
manejar a través de la diversificación. En otras palabras podemos
construir un portafolio, combinando distintos tipos de activos,
para conseguir una volatilidad que podemos aceptar. De hecho,
hay infinidad de portafolios posibles que pueden comportarse
durante todo el tiempo con un riesgo acotado. Así, toda la teoría
de inversiones está basada precisamente en buscar aquella
combinación que sea capaz de maximizar nuestro rendimiento
esperado, dado el nivel de riesgo que hemos decidido asumir.

Se dice fácil y con ciertas simplificaciones lo es: todo el mundo


puede lograrlo sin necesidad de ser experto.

Hay muchísimos portafolios modelo que resisten la prueba del


tiempo. Lo que sí es una realidad es que a mayor riesgo, mayor
será el potencial de rendimiento (aunque no siempre, también es
posible construir portafolios de altísimo riesgo y un rendimiento
mediocre, si no sabemos lo que estamos haciendo).

¿Cómo saber qué nivel de riesgo es aceptable para nosotros? Esta


pregunta sí que no es fácil de contestar, porque nuestra tolerancia
al riesgo cambia con el tiempo y con la cantidad de dinero que
invertimos. Por ejemplo, si alguien invierte 1,000 pesos en la
Bolsa y de repente empieza una crisis mundial que genera caídas
en los mercados de 40% en promedio, quizá después del primer
mes el valor de su portafolio sea de tan sólo 600 pesos.

Esta persona podría decir: Bueno, me fue mal, pero 400 pesos
menos no es mucho dinero . Imagínense si hubiese invertido 10
millones: estaría posiblemente muy asustado y ese miedo le haría
vender todo en el peor momento (cuando quizá tendría que estar
comprando más, ahora que las acciones han caído tanto y están
baratas). La naturaleza humana es muy curiosa sin duda.

Desde luego, podemos tener una idea de nuestra tolerancia al


riesgo a través de los cuestionarios de perfilamiento, aunque
muchos de ellos son un chiste y están diseñados exclusivamente
para cumplir con la regulación y no para ayudar al cliente.

Lo más importante es siempre saber qué esperar. Si de antemano


sabemos que una caída de 50% en el valor de nuestro portafolio
puede ser posible, pero también que nuestro horizonte de
inversión es mayor a 20 años y los mercados se suelen recuperar
(siempre lo han hecho) hay personas que podrían tolerarlo y
mantener disciplina. Hay otras que prefieren dormir más
tranquilos por las noches, teniendo un portafolio de menor
volatilidad, aceptando rendimientos potenciales quizá menores,
pero también más estables.

Te invito a visitar mi página: http://www.PlaneaTusFinanzas.com,


el lugar para hablar y reflexionar sobre finanzas personales.

CONCLUSIONES y RECOMENDACIONES En general, la gente piensa en los riesgos


financieros como algo negativo, cuando en realidad es debido a ellos que se pueden obtener
buenos rendimientos. Sin los riesgos, todos los inversionistas obtendrían el mismo retorno,
cumpliendo con la expresión “a mayores riesgos, mayores beneficios”. Los inversionistas
exitosos piensan en los riesgos como oportunidades y no como amenazas. Claro que éstos
siempre deberán estar controlados de acuerdo al perfil de inversión de cada uno. Todos
sabemos que existen riesgos al hacer una inversión, aunque no siempre se tienen
identificados los diferentes tipos y cómo afectan al valor de nuestra inversión. Muchas veces
éstos están relacionados, pero tienen diferentes orígenes y formas para controlarlos. Trataré
de identificar aquéllos que son más importantes y algunas medidas para mitigarlos La certeza
son los hechos económicos conocidos y concretos, de los que se dispone de todos sus datos,
de forma que cumplen todas las condiciones de definición y reconocimiento como elementos
de los estados financieros. Este conocimiento viene dado porque el hecho ya ha sucedido o
porque aún sin acaecer no existe duda alguna de que va a ocurrir RIESGO Y DECISIONES
DE INVERSIÓN BAJO INCERTIDUMBRE La diferencia entre riesgo e incertidumbre La
distinción clásica entre riesgo e incertidumbre es que un elemento o análisis implica riesgo si
se conocen los resultados alternativos posibles, mientras que en la incertidumbre se
desconoce la distribución de frecuencia de los resultados posibles. Esto ocurre probablemente
porque se posee información deficiente para tomar la decisión, no se tienen ningún control
sobre la situación y entonces no se conoce como puede variar o la interacción de la variables
del problema.
7 riesgos de toda inversión que no debes perder de vista

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Riesgo sistémico o de mercado

Es un tipo de riesgo que afecta al mercado en su conjunto, independientemente de cuáles


sean las empresas en las que se invierta o del sector al que pertenezcan. Por ejemplo, las
guerras, las crisis económicas o los cambios en los tipos de interés son riesgos de mercado
porque afectan a todo tipo de inversiones.

Riesgo no sistémico

Es un riesgo particular de cada empresa, es decir, un riesgo condicionado por una serie de
factores propios y únicos en cada compañía. Este tipo de riesgo no afecta al mercado en su
conjunto, solo a la empresa en cuestión. Por ejemplo, la imposición de un arancel en el país
de destino sería un riesgo no sistémico para una empresa exportadora.

Riesgo de liquidez

La liquidez es la facilidad con la que un activo se convierte en dinero. Al invertir asumimos un


riesgo de liquidez porque tal vez no haya ningún comprador dispuesto a adquirir nuestros
activos cuando decidamos venderlos. Esta situación conduciría al vendedor a intentar vender
más barato, reduciendo su beneficio o incluso incurriendo en pérdidas.

Riesgo de crédito

También se le conoce como riesgo de default o riesgo de contrapartida. Hace referencia a una
situación en la que la entidad a la que le has prestado dinero no es capaz de devolverlo. En
otras palabras, ocurriría cuando el inversor cumple su obligación en la operación de
compraventa pero la otra parte no.

Riesgo legislativo

Se trata de un riesgo ajeno a los mercados. El riesgo legislativo recae sobre los gobiernos,
pues son estos los que tienen autoridad para modificar o crear leyes que puedan afectar a las
distintas empresas. Para evitarlo lo recomendable es invertir en empresas que operen en
países estables y bajo legislaciones que ya estén en vigor (y no pendientes de ser
promulgadas).

Riesgo de tipos de interés

Es un riesgo sistémico a tener muy en cuenta. Al invertir, siempre hay un riesgo muy
importante asociado a que los tipos de interés sufran variaciones. Afecta a todo tipo de
activos, pero se hace especialmente notorio en las inversiones de renta fija, como los bonos o
las acciones preferentes.

Riesgo de inflación

Si la tasa de inflación de una economía crece, corremos el riesgo de que supere la


rentabilidad de nuestra inversión. Por ejemplo, si la inflación se sitúa en el 5% y nuestra
rentabilidad media es del 4%, estaríamos perdiendo capacidad adquisitiva. El retorno de la
inversión sería negativo y nuestro poder de compra menor.

Aunque estos son los riesgos más importantes a los que hace frente cualquier inversor, no
son los únicos. También se asumen riesgos operativos debido a fallos humanos o
informáticos, riesgos por caídas de precios de los activos o riesgos derivados de una posible
catástrofe natural o de un atentado terrorista.

La lista de factores que deberíamos tener en cuenta a la hora de estructurar nuestra cartera
de inversión es enorme. No dudes en plantear en los comentarios cualquier duda que te surja.

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