El presente resumen pretende destacar las principales ideas acerca de la
gestión pública en Venezuela en los últimos meses, relacionadas con el comportamiento de la pandemia en el país y cómo el gobierno de Venezuela ejecutas acciones para organizar a la población en tiempos de emergencia sanitaria. Partiendo de la conceptualización de la gestión pública y cómo desde los principios constitucionales, la gestión pública en Venezuela desde una visión democrática y social ha permitido controlar la propagación del Covid-19.
Definiendo primeramente lo público, la palabra viene del latín “publicus” que
en su concepto más básico es: de la potestad, jurisdicción y autoridad para hacer algo, como contrapuesto a privado. Perteneciente o relativo a todo el pueblo. Acto público, compuesto de una lección de hora y defensa de una conclusión que se tenía antes del ejercicio secreto para recibir el grado mayor. Estas definiciones han sido consideradas desde la antigua Grecia, pero con una mirada distinta a la actual.
Algunos autores como Rabotnikof, Geuss y otros, definen lo público como
principalmente a lo colectivo, en el sentido abierto, accesible, visible, transparente. Adicionalmente en Roma, el término público aparece como aquello que concierne a todos los individuos, así como el poder que regula lo concerniente a todos, identificando las propiedades comunes de los ciudadanos incluyendo templos, acueductos, muros de la ciudad y calles. De ésta forma podemos decir que, a lo largo del tiempo, éstas definiciones daban un sentido especial y particular a lo público y privado pero que no se había identificado lo público como una acción de gobierno garante de responder a la necesidad de todos. En Venezuela, con la vigencia de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en 1999, la nueva racionalidad plantea asumir a lo público como una Nación basado en accionar valores como símbolos que refuerzan la identidad. Este nuevo concepto de Estado, cobra otra lógica, ya que la relación política entre gobernantes y gobernados se identifican por lo menos en una sola persona y el gobierno se resuelve en el autogobierno. Esto se evidencia en todas las formas de organización social que han permitido la resistencia del pueblo en tiempos de confinamiento social y de bloqueo.
Partiendo de lo anterior mencionado, y desde que se conoció el primer caso
de contagio en el país, el gobierno ha tomado una serie de decisiones en pro de la seguridad y bienestar del pueblo venezolano, desde el decreto de cuarentena nacional, suspensión de vuelos internacionales y nacionales, concentraciones masivas, ubicación inmediata de todas las personas contagiadas provenientes de los vuelos internacionales, prohibición de salida de la población adulta mayor a 60 años, suspensión de todas las actividades laborales, exceptuando los sectores médicos, transportes, servicios públicos y las policías del país pasaron al control del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.
Progresivamente se adoptan nuevas medidas más restrictivas para la
población, el uso del tapabocas obligatorio para poder ingresar a los sistemas de transporte público, restricciones más fuertes para la movilidad hacia los estados donde existen casos positivos, distanciamiento social entre las personas de 1,5 metros e inicio de desinfección de zonas de alto riesgo. En el ámbito social, la educación es uno de los sectores más resaltantes, ya que luego de la suspensión de las clases el 16 de marzo, se creó el plan toda familia una escuela con programación especial de actividades académicas en varios formatos digitales con el apoyo especial del Fondo de las Naciones Unidad para la Infancia. En cuanto al ámbito de salud, el gobierno ha tomado una serie de medidas como el inicio del reforzamiento del sistema público de salud, la activación de 46 hospitales centinelas a nivel nacional, donde se atienden únicamente los pacientes positivos. También el gobierno estableció alianzas con China y Cuba para la obtención de material médico, de protección y medicamentos para el tratamiento del virus y realizar procesos de diagnósticos, así como acuerdos internos con las clínicas privadas, fármacos y hoteles del país.
El Gobierno de Venezuela ha tenido un apoyo incondicional de asistencia
médica de la comisión de médicos chinos especialistas, en el reforzamiento de vacunas contra polio y tuberculosis y en el uso de la unidad de Bioseguridad del Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel en el estado Táchira. Esto complementa el conjunto de medidas para contrarrestar y mantener la curva de contagio en Venezuela. A nivel económico, el gobierno decidió realizar despliegue de la red nacional de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción y complementar el plan “Yo Compro en Casa”. Adicionalmente, se activaron una serie de bonos especiales para los trabajadores de economía informal y de la empresa privada a través del Sistema Patria, la suspensión de alquileres de comercios y de vivienda principal, de créditos del país y la moratoria de pago durante 6 meses.
Todo este conjunto de medidas económicas, de salud y de seguridad, están
orientadas a la protección del pueblo venezolano en consonancia con la política de gestión pública de valores y principios éticos-políticos. Comparando los resultados del comportamiento del virus en Venezuela con otros países, se puede observar y evidenciar que las medidas mencionadas han sido acertadas y que el número de fallecidos es menor que en aquellos países donde lidera el modelo neoliberal. Esto desde el punto de vista de gestión pública en Venezuela, es la clave del éxito en la contención del virus y su efecto en el poco porcentaje de fallecidos. Ahora falta evaluar a largo plazo, las situaciones que vendrán a consecuencia de la pandemia y el confinamiento social, a nivel económico, social y de salud.