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GERMAN J. BIDART CAMPOS

COMPENDIO
DE
DERECHO
CONSTITUCIONAL

P RIMERA REIMPRESIÓN

..

SOCIEDAD ANÓNIMA EDITORA,


COMERCIAL, INDUSTRIAL Y FINANCIERA
• •

..

INTRODUCCION

El contacto con colegas docentes y con alunmos nos motivó a elabo-


rar este nuevo libro, destinado, indudablemente, a satisfacer a quienes im-
parten y reciben enseñanza constitucional en nuestras universidades.
Seguramente, hacía falta que. en forma de breviario, condensáramos
un lineamiento n1mimo de nuestro derecho constitucional posterior a la
reforn1a de 1994. La smtcsis no signit1ca que el aprendizaje de la constitu-
ción deba reducirse, por lo que quienes utilicen este tcx10 habrán dé ton1ar
n1uy en cuenta que necesita completarse desde la cátedra y desde el estu-
diantado. Acá solamen1e brindan1os a unos y a otros un panoran1a que
busca despertar atractivos e incitar ampliaciones.
Por de pronto, los alu111nos habrán de tener a su lado la constitución y
los instrun1entos internacionales de derechos humanos que revisten su mis-
n1a jerarquía, para que hagan de eje a los comentarios condensados en el
presente con1pendio.
Como siempre, la in1cnción de ofrecer un ele1nento útil que sirva de
base y piso para muchas añadiduras ha sido la razón de este 1nodesto apor-
te.
Los 150 años de la constitución fundacional de 1853, siempre presen-
te en nuestras valoraciones, vinieron bien para proseguir haciendo camino
al andar. como seguramente repetiría Machado rfesde su poesía. Ojalá que
sean nluchos los que acon1pañen y transiten esta ruta.

El autor
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CAJ>tr"ULO I

NOCIONES PRELIMINARES

El derecho de la constitución

1. -El non1bre de nuestra discíplina es "derecho constitucional", al


rnodo como, sinillannente, se usan las expresiones "derecho civil". "dere-
cho penal", "derecho laboral", etc. O sea que nos estamos refiriendo a un
sector, un ámbito, o un casillero, del mundo jurídíco .
.
A lo mejor la terminología "derecho constitucional" no nos tiene acos-
tun1brados a pensar en profundidad lo que acá significa el sustantivo "de-
recho", seguido del adjetivo "constitucional", por lo que vale la pena dedi-
carle w1 párrafo. Hablar de "derecho constitucional" es tanto como hablar
de "derecho de la constitución", con lo que aludin1os a que la constitución
tiene naLuralezajurídica. O que es "derecho". Y decir que es "derecho"
equivale a a.firmar que la constitución manda, proht'be, permite, obliga,
vincula, tiene eso que se da en llan1ar fuerza nonnativa, o vigor nomiati-
vo. No son consejos, no son direc.tivas. Son normas jurídicas que descri-
ben lo que hay que hacer, lo que no se ha de hacer, lo que se puede hacer.

2. - En síntesis, en el "derecho de la constitución" hallamos derechos de las


personas, de los grupos, de los sujetos colectivos, y deberes, tanto individuales
como colectivos y, fundamentalmente, del propio estado o, si se prefiere, de los
órganos que ejercen el poder del estado.

3. - Vayamos ahora a otro vocabulario. Hemos mencionado el mun-


do jurídico, que es una realidad humana, social, política y jurídica. ¿Qué
hay en ella? Hay nonnas (las de la constitución formal son normas escri-
tas, pero hay otras normas que no están escritas, como las del derecho
consuetudinario); hay conductas humanas i11terrelacionadas de unos suje-
tos con otros; y hay valores. Las normas, las conductas y los valores son

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. .
14 COMPENDIO UE DERECHO CONSTITIJCJONAL ..r. NOCIONES l'RELlMJNARES 15

jurídic~s. y componen las tres din1ensiones del mundo jurídico: el or<ie11 perdido su suprernacía, y que en su lugar funciona una constitución material distin-
11orn1at1vo, ~I Orlien sociológico. y el orden axiológico (o dikelógico, si ta u opuesta (en todo o en parte)..
da1nos por cierto que dikelogía es ciencia de la justicia).

4. - ~onviene destacar q~e la juridicidad a la que estamos refirién- Las fuentes


donos proviene de la relación necesaria que existe en el n1undo jurídico
e~tre éste y la justicia cor110 valor. El mundo jurídico no es neutro ~I valor: 8. - lJas fuentes del derecho constitucional argentino se clasifican
,
s1_empr~ es justo o injusto, más justo o iuenos justo, según su proximidad o as1:
d1stanc1a con el valor justicia. a) Fuenres fonnales:
.\ ,.. a') 11.onnas codificadas en el texto de 1853-1860 con sus reformas de
Hay otros conceptos que hcn1ns de tener presente~. Cuando ha-
:>. - 1866, 1898, 1957 y 1994;
blan1os de derecho ¡Jositivo. hemos de entender que hablamos de un dere-
cho que está vige111e, que funciona, que tiene efectividad· dirían1os: tiene a") 11on11as escritas que se hallan juera del texto codificado, como
vigencia sociológica en y por las conductas humanas. C~ando hablan1os son las leyes a las que por su materia o contenido cabe calificar como leyes
de co11stituci6n.for111al aludin1os a la que está escrita, a laque está codifi- "const.itucio11ales"; por ej.: la rey de partidos políticos, de ministerios, de
cada en su norn1ati va escrita: y cuando hablan1os de co11s1 i1ució11 nuuerial ciudadanía, de habeas corpus. de a1nparo, etc.
o real. nos referin1os a la que funciona y se aplica. tanto con normas escri - a"') 1ra1ados inten1acio11ales, algunos con jerarquía igual a la de la
tas cc~n~o con n?nnas no escritas: o sea, a la que podernos encontrar 0 constitución, y otros solamente superiores a las leyes; por ej., los que enu-
dcscnb1r en la d1111cnsi6n sociol(>gica del nlundo jurídico constitucional. n1era el art. 75 inc. 22 de la constitución; el Acuerdo (o concordato) con la
Santa Sede, de 1966; la Convención de Viena sobre derecho de los trata-
6. - La n1ateria o e! contenido del derecho constitucional se desdo- dos, etc.
bla así: b) Fuentes "iateriales (que dan origen a contenidos en la din1ensi6n
a) un ámbito que se refiere al 111odo o 111anera con10 se sitúan política- sociológica del derecho constitucional, o sea: en la constitución material):
n1cntc los ho1nbrcs en el estado. tanto en la relación del hombre con el b') el derecho consuetudinario (costumbre); por ej., la que muestra
estado como en las relaciones con los demá<1 hombres; que el congreso cumple todas sus con1petencias dictando leyes (o sea, con
b)_un ámbito ref~rido al poder, a sus órganos, sus funciones, sus co1n- forma de ley);
pctcnc1as. y las relaciones de órganos y funciones. b") el derecho espontáneo,/ que surge rápidamente de conductas que
. , Al prin1er án1bito se le suele apodar parte dognuí1ica de la constitu- 4uedan propuestas como "modelo" para ser imitadas por otras similares
c1on. y al otro se lo denomina parte orgánica. en casos análogos y en poco tiempo; la diferencia con el derecho consuetu-
. Hay que tener n1uy presente que no son dos sectores incomw1icados, dinario radica en el lapso que se requiere para crear el producto: el derecho
sino n1uy entramados entte sí, sin fronteras rígidas ni separaciones tajan- consuetudinario necesita largo tiempo y muchas co.nductas similares; el
tes. derecho espontáneo no, y ello porque siempre hay una interconexión con
• el poder que acelera el surgimiento del producto; por ej., tiene origen en el
7. - A la _const~tución escrita se la considera una "ley": ley suprenxa, derecho espontáneo la mala prax\s que des,de la reforma de 1994 ha lleva-
o su¡Jerl~v Esta reunida en un solo cuerpo de normas escritas, y se afrr1na do a un abuso en el dictado de decretos de necesidad y urgencia, en viola- •

que proviene en su origen de un poder con stil~ente. ción al excepcional supuesto que habilita el art. 99 inc. 3° de la constitu-
ción;
La cons~itución escrita que no logra o que pierde s u efectividad aplicativa y, b'") el derecho judicial, o jurisprudencia, que generaliza espontá-
por ende, no llene (en todo o en parte) vigencia sociológica, lleva a reconocer que ha neamente a las sentencias más allá del caso en el que se dictan, principal-


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16 COMPENDIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL NocroNES PREUMINARES 17

• •
mente cuando esas sentencias provienen de la Corte Suprema; por ej .• la La tipología de la constitución argentina
creación del amparo desde 1957 hasta la legislación de 1966 y 1967; la
formulación de los contenidos del derecho de propiedad, o de la categoría 1O. - Un somero examen de la tipología de la constitución argentina
de sentencias arbitrarias; arroja el siguiente resultado:
b"") el derecho inten1acional consuetudinario o derecho de gentes, a) El texto originario, histórico y fundacional data de 1853, como
que a veces da origen, después, a su formulación por escrito en tratados producto de la Convención Constituyente que ejerció el poder constituyen-
internacionales. te oriWiario:.
~

c) Fuentes históricas, que se dividen así: b) ese texto se co1npletó en 1860, cuando también en ejercicio del
c') fuentes doctrinarias o ideológicas, que son todas las que se rela- mismo poder constituyente originario se integró la provincia de Buenos
cionan con el complejo cultural de la constitución; Aires a las otras provincias preexistentes;
1
e") fuentes nornzativas, que son los textos o normas que funcionan c) la codificación articulada en la constitución de 1853-1860 planifi-
como antecedente del articulado de la constitución; có el régimen político con pretensión de continuidad futura, y volcó a su
c"') .fuentes instru111entales, que se resumen en el proceso político- contenido todo cuanto hacían aconsejable los antecedentes'que, al menos
jurídico que funciona como génesis de la constitución. desde 1810, fueron ·perfilando el estilo cultural de nuestra sociedad; esta
génesis permite afir1nar que la constitución de 1853-1860 participa, en ese
sentido, del tipo tradicional-historicista, en cuanto plasmó y legitimó los
Clasificación de las constituciones caracteres fundamentales que se habían venido afincando en la comunidad
social preexistente;
9. -La clasificación de las CORStituciones abre un arco de numero- d) hay suficiente base para sostener que, no por n1era afición raciona-
sas categorías. Ejemplificando, podemos citar: lista, sino por la mencionada tradición histórica, la constitución hizo suyos
a) constitución escrita o codificada en un texto único; cuatro contenidos que cabe calificar como pétreos, en el sentido de que en
b) constitución dispersa, que puede constar de algunas normas escri- tanto no se modifique la estructura social subyacente que les dio apoyo, no
tas dispersas y otras no escritas; o bien ser totalmente no escrita, o total- deben suprimirse, aunque pueden modificarse sin alterar su esencia; esos
mente formada por normas escritas dispersas; cuatro contenidos pétreos son:
c) constitución rígida, que para su reforma exige un procedimiento d') la democracia como forma estatal basada en la dignidad de la
diferente al de la legislación común; persona humana, y en el reconocimiento de su libertad y sus derechos;
d) constitución flexible, que puede reformarse por el mismo procedi- d") elfederalisnio como forma estatal de descentralización territorial
miento de la legislación común; del poder;
· e) constitución pétrea, es la constitución codificada que no puede re- d"') la república como forma de gobierno opuesta a la monárquica;
formarse, sea en algunos de sus contenidos, o en la totalidad de su norma- d"") la confesionalidad del estado como reconocimiento de la Iglesia
tiva; Católica en cuanto persona de derecho público.
f) constitución pactada, cuando surge de un acuerdo o convenio;
g) constitución otorgada, cuando un órgano de poder la establece 11. -La réforma constitucional de 1994, no obstante las numero-
unilateralmente. sas enmiendas introducidas al texto, ha mantenido·fi(ielidad y congruencia
con la constitución originaria en su contenido esencial.
Las categorías de constitución fon11al y niaterial ya fueron mencionadas an-
tes. Por ende, consideramos que subsiste, aunque ampliado a tenor de nue-


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18 COMPENDIO DE DERECHO CONSTilUCTONAL '
NOCIONES PRELIMINARES 19

vas valoraciones y pretensiones so<..'iales, el eje vertebral del primitivo sis- Podemos desglosarlo así:
tema axiológico. con sus principios. creencias, valores y derechos.
a) Cuando alude a los "representantes del puehlo". da a entender que
Al ritmo del tiempo histórico. hay derechos nuevos y contenidos nue-
el pueblo o la sociedad es el titular del ¡Joder constituyente originario;
vos en derechos viejos, y hay un techo ideológico con afiadiduras y actua-
lizaciones que dan fisonomía a un régimen de constitucionalisn10 social b) cuando añade "por voluntad y elección de las provincias ... " reco-
o, si se prefiere, a un estilo de estado social y democrático de dereclio. noce la preexistencia his1órica de las provincias que en 1853 yl 860 die-
ron orí gen a la constitución;
~

12. - En la constitución hay 11on11as operativas que son autosufi- c) cuando se refiere al "cun1plimiento de pactos preexistentes", deja
cientes y autoaplicati vas; y hay nornws prograntáti<;as, que obligan a que e11 claro que el poder constituyente ejercido por el pueblo de las provincias
se les dé desarrollo a través de otras normas y políticas que deben co1nple- en 1853 y 1860 ha tenido base contractual o consensual en los instru-
tarlas para que funcionen plenamente. Cuando los órganos de poder que mentos que fueron preparando, con10 antecedentes, la for111ación y el naci-
tienen a Su cargo ese deber de desarrollar las normas programáticas no Jo n1ie1110 del estado federal argentino.:
cumplen, incurren en violación de la constitución por ornisión, o sea, en
d) cuando enuncia seis fines que, a la vez, aparecen como bienes y
01nisió11 inconstitucional. ·. valores. traza el lineamiento del proyecto político; esos seis fines son:
En la medida de lo posíble, los jueces deben dar aplicación a las no1mas co11sti1uir la unión 11acio11aJ;
prograináticas cu los procesos judiciales que tienen a su cargo, paJa suplir en sus afianzar la justicia;
sentencias aquellas on1isiones que son obstáculo para el desarro llo de ia
progratnaticidad. De ese rnodo se recupera la s11pre1nacía de la éonstit11ci6n. consolidar la JJaz interior;
proveer a la de,fe11sa co11uí11;
pro1nover el bienestar general;
Las rnutacio11es constitucionales
asegurar los beneficios de fu libenaci.
13. - T.as mutaciones constitucion'ales son cambios y rra11sfom1a-
15. - Todo lo que inicialmente había Je hacerse de conformidad con los ver-
cio11es reales que se producen en la constil.ución ntaterial sin que el tex- bos y Jos fines recién citados, persiste y se n1antiene actualizado como propuesta
to de La constitución escrita o fomial se reforme o modifique. Cuando que, día a día, necesita y exige las respuestas que Ja circunstancia de cada tiempo y
una de tales n1utacioncs implica deformación u oposición respecto de las lugar hacen necesarias para que el preámbulo se cun1pla. .
normas de la constitución formal , la tal mutación es violatoria de la cons-
titución y, por ende, inconstitucional..
La interpreta.ción y la integración constitucionales

El preámbulo 16. ~Cuando tenemos w1a constitución con nonnas escritas, inter-
JJretar esas nornias es buscarles el se111ido, o sea, lo que quieren signifi-
14. - El preámbulo de la constitución contiene y condensa las deci- car. Pero, además, hay que interpretar las normas que están por debajo de
siones polfticas fundanientales. En él se comprimen las .pautas del régi- la constitución para averiguar, al con1pararlas con la constitución, lo que
men, los fines y objetivos, los valores y principios propugnados, el plan o •, quieren decir y el sentido que hay que darles.
programa del constituyente.
Cuando se interpretan las normas de la cons.titución en su propio pla-
El preámbulo comparte la juridicidad y la fuerza normativa de la cons-
no, hablamos de interpretacíón "de" la constitución.
titución. Por eso, hay que conferirle aplicación.
f Cuando se interpretan las normas que están por debajo de la constitu-


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20 COMPENDIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL NOCIONES PRELIMINARES 21

ción y se las compara con la constitución, hablamos de interpretación constitucional una norma, sino también cuando se desemboca en una de-
"desde" la constitución. claración que reconoce a una norn1~ con10 compatible con la constitución.

17. -La interpretación puede tener un fm de puro conociniienro 22. - Conviene dejar bien aclarado que los principios generales de la consti-
-por ej., cuando se estudia derecho constitucional-, o un fm aplicativo tución --o los simples principios- y tan1bién los valores, son aplicables no solanlen-
práctico-por ej., cuando los jueces han de resolver un caso dictando una te cuando por integración hay que cubrir un vacío normativo, sino a la vez, y mucho,
sentencia en virtud de normas de la constitución-. cuando hay norn1as a las que dar interpretación. Es así porque p1incipios y valores
del sistema axiológico de la constitució n dan luz para entender y saber cuál es el
sentido de las normas existentes.
18. - Cuando se hace interpretación, nunca se puede ir en contra de
la voluntad histórica del autor de la constitución, pero se puede y se debe
efectuar una inter¡Jretación dinámica que, sin descartar aquella voluntad,
vaya buscando con criterio finalista un sentido actualizado para cada mo-
mento y cada circw1stancia.

19. - Cuando falla una 11orn1a en la constitución o en los planos que


se ~itúan por debajo de ella, hay que cubrir ese vacío, que suele apodarse
laguna. Hay una carencia o ausencia de norma, y para salvar la omisión de
norma hay que hacer una operación de relleno o cobertura, que se llan1a
integración.
En tanto la interpretación presupone que hay una norma a la cual se
interpreta, la integración da por cierto que falta una nom1a y que, para
solucionar un caso detem1inado, hay que integrar el vacío elaborando, para
ese caso, una norn1a.

20. -Aun así, la integración siempre exige también respetar la cons-


titución, de n1odo que para elaborar la norma faltante y dar solución a un
caso, esa norma que se fabrica como cobertura de la norn1a ausente debe
ser co1npatiblc con la constitución. Esto implica que hay que -a la vez-
interpretar la constitución para ver si la norma fabricada como supletoria •

de laque falta está o no de acuerdo con la constitución. De no respetarse la


constitución, la norma sustitutiva de la norma que falta haría incurrir en
inconstitucionalidad a la decisión que para el caso se adoptara mediru1te
integración.

21. - Tanto la interpretación como la integración son inecanismos


que cobran un papel trascendente cuando los jueces ejercen el control de •

constitucio11alidad. La interpretación y, en su caso, la integración, han de


llevarse a cabo en el referido control no sólo cuando se va a declarar in-
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CAPtruLO II

LA SUPREMACIA DE LA CONSTITUCION

Su formulación y sus alcances

l. - Decir que la constitución tiene supren1acía alcanza dos signifi-


• cados posibles; a) con uno queremos afinnar que la constitución nuuerial
es la base o el fundamcn10 que da efectividad y funcionan1iento al orden
jurídico-político de un estado; b) con otro. adosado a la tipología de la
constituciónfon11al, se señala que, por estar revestida de superlegalidad y
supremacía. Ja constitución impone con10 "deber-ser" que todo el mundo
jurídico inferior a ella le sea congruente y compatible, y no la viole ni le
reste efectividad funcional y aplicativa.

2. - Desde la supremacía de la constitución, el orden jurídico se es-


calona en ¡JIanos ele gradación jerárquica: los hay subordinantes y subor-
dinados, de n1odo que cuando se disloca esa gradación se produce una
i11constitucio11alidad en los planos inferiores que no compatibilizan con
los superiores.

3. - La supren1acía de la constiluci6n se liga con la distinción enu·e el poder


constituyente que le da origen, y el poder constituido que, por serle i11fraconstitu-
cio11al, no debe vulnerar a la constituci6n y debe darle cu1nplimiento.

' 4. - Para defensa de la constitución suprema, hace falla que exista y


funcione algún sisten1a de control. El co11tiol constitucional sirve de ga-
ran1ía para declarar que las norh1as y los actos violatorios de la conslitu-
ción son inconstitucionales. El efecto de tal declaración, según cómo sea
el sistcn1a de control, puede linútarse a desaplicar la Iiom1a o el acto incons-
titucionales en et caso donde así se declara y dispone, o adquirir un efecto
general que llegue hasta derogar la norma o el acto inconstitucionales.

24 COMPENDIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL
LA SUPREMAciA DE LA CONSTtrUCIÓN 25
5. -A la fecha, la doctrina de la supren1acía de la constitución necesita asi-
milar algunos reajustes que, sin renegar de la superlegatidad, la coordinan con el µemos de dar por cierto que son.:Y deben ser aplicables y aplicadas porque,
derecho internacional y con el derecho de la integración supraestatal o comunita- de no ser así, la complementariedad que la constitución les adjudica no
ria. Son aggiornamientos necesarios a la hora de interconectar annoniosamente el funcionaría ni tendría sentido algunQ.
derecho internacional y el derecho interno, especialmente en el tema y la materia de
los derechos humanos.
8. -Pero n1~S allá del arduo debate interpretativo que este párrafo
·,tan inocuo ha provocado, la referencia a la primera parte de la constitución
6. - La reforrna constitucional de 1994 ha conferido la misn1a je- "· rlo nos impide, personalmente, aseverar que:
rarquía de la constitución a algunos instrumentos internacionales de dere-
chos l1umanos (declaraciones, y tratados o pactQ&) en el art 75 inc. 22, y a a) los instrumentos internacionales de derechos humanos con jerar-

los que no quedan dotados de jerarquía constitucional los ha definido con10 quía constitucional no forman parte del texto de la constitución; pero
superiores a las leyes. Con tal supralegalidad queda investido el derecho b) se sitúan asu mismo nivel, y eri común ~on la constitución encabe-
de la integración y el derecho con1unitario derivado. zan el vértice del ordenamiento jurídico argentino;
c) esto significa que, también en paridad con la constitución, forman
parte de lo .que cabe denominar el "bloque de constitucionalidad fede-
La supremacía y los instru1nentos internacionales con jerarquía consti- ral".
tucional
9. - Con10 síntesis, olvidemos toda alusión a la primera parte de la constitu-
7. - Hen1os de coordinar la supremacía de la constitución con la je- , ci6n, y demos por verdad que todas las ~partes" de la constitucion (prilnera y
segunda) más los citados instrumentos internacionales de derechos humanos con
rarquía constítucional de los instrumentos inten1acionales de derechos hu-
.. jerarquía constitucional, se integran y articulan en un sistema normativo conjunto y
n1anos previstos en el recién citado art. 75 inc. 22. común, que tiene su.pre111acía sobre todo el ordenamiento infraconstitucional.
El texto respectivo que los 111enciona dice, a continuación, que "no
derogan artículo alguno de la primera parte de esta constitución y deben
entenderse comple1neruarios de los derechos y garantías por ella reconoci- . El control constitucional
dos". ,
¿Qué quiere decir esto? A nuestro criterio interpretativo quiere deci,r Cuando indagamos qué es lo que dentro del funcionamiento
10. -
lo siguiente: · operativo del control de constitucionalidad queda son1etido a él, surge un
' listado de materias en el que se incluye:
a) si ningún artículo de la prin1era parte de la constitución queda dero-
gado por normas de uno o más instrumentos internacionales aludidos en el a) las constituciones provinciales y la de la Ciudad Autónonza de
art 75 inc. 22, conviene añadir que ninguna norma de tales instrumentos . Buenos Aires;
'
es inaplicable o queda descartada por algún artículo de la primera parte de b) tas leyes; •

la constitución; sencillamente, unas normas y otras se suman, sin que, en- c) los tratados inteniacionales que no tienen jerarquía constitucio-
tre sí, alguna sufra derogación o inaplicayión por causa de otra; •
nal;
b) según la Corte Suprema, lo que al respecto expresa el art. 75 inc. d) los decretos, reglamentos y actos adlninistrativos de co11tenido
22 implica que el constituyente hizo un juicio de comparación y corrobora- general;
ción, que le dio como r:es1,1ltado la afmnación ele gue las normas interna- e) los actos ad1ninistrativos individuales;
cionales son compatibles con las de la prin1em parte de la oonstitución;
f) las sentencias;
c) si luego se agrega que han de entenderse como cotnplementarias, g) la actividad de los particulares.

LA SUPREMAciA DE LA CONSTl11JOÓ~ 27
26 COMPENDIO DE DERECHO CO'.\'.STmj CJONAL

b"') la elevación del caso constitucional que efectúa un juez que


11. - El control no funciona respecto de lo que se llama "cuestiones tiene a su cargo un proceso, derivando la cuestión constitucional que surge
¡Jolíticas no judiciables" (por ej., los actos políticos y de gobierno). en tal proceso al órgano esµecializaclo y único (de jurisdicción concentra-
Con10 principio, tan1poco se controla si una reforrna de lli constitu- da) para que resuelva dicha cuestión y, una vez resuelta, le devuelva el
ción es constitucional o inconstilucional (por excepción, y en una situa- proceso al juez de origen que debe sentenciar la causa.
ción muy particular, la Corte ejerció control sobre wla enmienda introduci- e) Cuando preguntamos quién (o qué sujeio) puede promover el con-
da aJ texto en 1994 que tijaba el cese de los jueces en sus cargos al cumplir trol constitucional. encaramos un problema de legitin1aci611 procesal.
75 años: lo hizo en el caso "Fayt", faliado el 19 de agoslo de 1999). ¿Quién inviste o titulariza tal legitimación, como facultad de pron1over el
control de la cuestióu constitucional? Las respuestas son éstas:
12. - El control de las 0111isiones inconstitucionales que, como sa- e') si en el sisten1a existe la acción popular. cualquier persona está
ben1os, se configuran curu1do no se hace algo que la constitución n1anda legitimada;
hacer. no funciona plenamente en nuestro sistema; cuando ha operado po- c") al margen de la acción popular. pueden estar legitimados: el nii-
sitivamente en forma excepcional no alcanzamos a considerar que tal n1o- 11isterio público; el defensor del pueblo; derern~inados órgc~no~ de poder
dalidad de control se haya co11vcrtido en la regla asun1ida por la jurispru- a los que un sistema hace competentes; determinadas asociaciones cuyo
dencia de la Corte. fin consiste en defender derechos e intereses de personas o grupos; el pro-
pio juez de un proceso cuando por el sistema debe elevar la causa a u11
tribunal de jurisdicción concentrada; y fmalmente
Los sistemas y modalidades del control constitucional c'") el justiciable que invoca la titularidad de u11 derecho o un inte-
rés porque alega que sufren agravio a causa de ui1a ley o un acto;
13. - Un esquema de los sistemas de control ofrece los siguientes
agrupamientos: c"") un tercero que, sin investir un derecho o interés personales, se
halla obligado a cunzplir una norma o W1 acto que causan perjuicio a per-
a) En cuanto al órgano, hay: sonas relacionadas con él (por ej .. si el cn1pleador tiene que retener una
a') control ¡Jolítico, a cargo de un órgano político; cuota sindical a un trabajador suyo que no es afiliado al sindicato para el
a") control jurisdiccional, a cargo del poder judicial, que puede ser: que debe retener la cuota).
concentrado, si hay un órgano jurisdiccional único (por ej .. un tribunal o d) Los efectos del control se agrupan en dos grandes rubros:
corte constitucional); difuso, si todos los jueces y cualquiera tienen com- d') cµando la sentencia declarativa de inconstitucionalidad in1plica110
petencia para ejercerlo (por ej:, en Argentina y Estados Unidos); mi.xto, aplícar la norrna al caso en que se dicta, el efecto se.li~ila a ~as partes
cuando tanto un tribunal constitucional con10 los jueces comunes son com- intervinientes en ese proceso; o sea, es un efecto rcstnr1g1do o 111ter-par-
petentes, cada cual según determinadas vías procesales. ... tes, que mantiene (fuera del caso) la vigencia general de la norma dechtra-
b) En cuanlo a las v{as procesales, hay: da inconstitucional;
b') vía directa, de acción o de den1a11da, cuando el proceso judicial d") cuando la sentencia,~nvalida con alcance general la norma decla-
se promueve para iinpugnar la presunta inconstitucionalidad de una norma rada inconstitucional, el efecto se extiende más allá del caso; o sea, es
o un acto; anzplio, extra-partes, o erga~onznes; tal resultado admite producirse ~e
b") vía indirecta, .incidental o de excepción, cuando la cuestión de dos maneras: o vor derogaG¡ón directa y automática; o porque la senlenc1a
constitucionalidad se incluye en un proceso judicial cuyo objeto principal obligue al órgano emisor de la norma inconstitucional a derogarla.
no es el control, sino otro diferente (por ej., un cobro de pesos, o un desalo-
jo, y allí hay que plantear la cuestión constitucional);

28 COMPE.,1>10 DE DERECHO CONSTITL.CIONAL LA SUPREMACÍA DE LA CO~S !CI UCIÓN 29

El sisten1a argentino de control constitucional ma situacló11. (En este sentido,' resolvió que todas 1as personas privadas de
su libertad sin condena tienen derecho a votar en el establecimiento peni-
14. - Un esbozo lineal del sistema de control en el orden federal tenciario de detención; lo hizo en un proceso de an1paro colectivo promo-
argentino arroja el siguie11te resultado: vido por el Centro de Estudios Legales y Sociales al que le reconoció legi-
a) El texto de la constitución no define ni articula al sistema; tan solo timación para articular Ja pretensión.)
a partir de la reforma de 1994 podemos encontrar, aisladamente, una nor-
15. - La mirada que puede rccon·er el vasto ca111po del derecho público pro-
ma en el arl. 43 (dedicada al an1paro) que en su párrafo pri1nero dice: "en vincial, así como de la Ciuda'd Autónoma de Buenos Aires, encuentra marcadas
el caso, el juez podrá declarar la inconstitucionalidad de la norma en que se diferencias con el orden federal, ya que hay normas locales que acogen acciones de
funde el acto u omisión lesiva": inconstitucionalidad (para el caso, con jurisdicción concentrada en el superior tri-
b) En cuanto al órgano de control, el derecho federal argentino ha bunal), así como el efecto erga-011111es de las sentencias declarativas de inconstitu-
seguido el modelo norteamericano de control jurisdiccional difuso, con cionalidad.
posibilidad de acceso final a Ja Corte Suprema por vía del recurso extraor-
dinario;
e) La vía procesal habitual es la i11directa o incidental pero, toman- El niarco de condicionamiento del co11trol
do en cuenta la jurisprudencia de la Corte, tal vía no es la única, pues en
16. - ¿Qué hace falta para que un tribunal judicial se halle en condi-
tomo del año 1985 la Corte comenzó progresivan1entc a atim1ar que tam-
bién hay acciones directas de inconstitucionalidad, como el an1paro. el ciones de ejercer el control constitucional?
habeas corpus, la acción declarativa de certeza del art. 322 del código pro- a) En primer lugar, hace falta que haya una causa o proceso en el que
cesal civil y comercial; e') no obstante, nuestro sistema federal no contiene se sitúe la cuestión constitucional a decidir. Los jueces no actúan de oficio
la acción declarativa de inconstitucionalidad pura; (o sea, por sí mismos), porque su jurisdicción debe ser provocada a efectos
d) El sujeco leg itir11aáo de primera categoría es el titular actual de un de configurar la causa judiciable.
derecho o uri interés legítimo pero, fundamentalmenLe a partir de la refor- b) En segundo lugar, es n1enester que un sujeto con legitimación pro-
ma de 1994, hay situaciones (por ej., en n1ateria de derechos de incidencia cesal alegue o articule la cuestión constitucional (pero en la actualidad la
colectiva) que confieren legitin1ación al "afectado", al defensor del pue- Corte ha dado un scs!!o favorable al control sin necesidad de que haya
~ .

blo, y a las asociaciones que propenden a fu1es conexos con los derechos petitorio expreso de parte interesada).
cuya protección se demanda; no hay que olvidar que, para cumplir las fun- e) Los jueces 110 juzgan la oportunidad, el acierto, la conveniencia o la
ciones que el art. 120 adjudica al ministerio público, a éste se le debe eficacia de la ley.
reconocer también legitjmación, aun cuando explícitamente la constitu- d) Tampoco resuelven cuestiones que, conforme a la jurisprudencia,
ción nada dice al respecto; se enrolan en la categoría de las cuesttones políticas 110 judiciables.
e) El efecco de las sentencias declarativas de inconstitucionalidad se e) A la inversa, la razonabilidad o arbitrariedad de una norma o un
limita al caso, o sea es inter-panes, pero: e') cuando la jurisprudencia de acto caen bajo la mirada del tribilllaJ que tiene a su cargo el control de
la Corte sienta pautas en la materia, el resultado de sus sentencias suele constitucionalidad.
generalizarse por reiteración, o por aplicación que de ellas hacen los de-
f) La declaración de inconstitucionalidad ha de reservarse para los
más tribunales en casos similares (es el viejo adagio: la constitución es lo
casos en que sea imposible compatibilizar una norma o un acto con la
que la Corte dice que es); e") a la fecha registramos unas pocas sentencias
constitución; por eso, se dice que tal declaración es la "última ratio" del
a las que la Corte tes ha asignado un alcance aplicatfvo a personas que, sin
haber sido parte en el proceso donde se dictaron, se encuentran en la mis- orden jurídico.
'
• •
30 CoMPE.:>.'010 DE DERECHO coxSTrruCJONAL

g) I .os jueces no pueden desaplicar una norma vigente si, para hacer-
lo, no declaran su inconstitucionalidad.
h) Como principio, el control no recae sobre el modo o procedimiento
formal que se ha seguido para sancionar una ley, a menos que la transgre- ••
sión sea muy grave y ostensible.

17. -A criterio nuestro:


a) por ley es posible -y Qcseable-que se confiera efecto "erga-omnes" CAPtruLO lll
o "extra-partes" (es decir, general) a las sentencias de Ja Corte que decla-
ran la inconstitucionalidad de normas g~nerales; EL PODER CONSTITUYENTE
b) son inconstitucionales las nom1as de cualquier tipo que, cualquiera
sea el motivo que invoquen, prohíben o inl1iben en alguna clase de proce-
sos el control constitucional. El poder constituyente originarlo y derivado

. 18. - A la !"c~ha hay que recordar que cuando se alega violación a <.h.:rechos, 1. - Cuando a la palabra "poder" Je atribuimos el sig11ificado de com-
hbertades Y garant1as del Pacto de San José de Costa Rica, es viable que después petencia, capacidad.o energía para cumplir tll1 fin, y al adjetivo "constitu-
de agot~· las instan~i~s judiciales e1~ nuestra jurisdicción interna se llev1;1 Ja queja 0 yente" le dan1os el sentido de constituir algo. tenemos bastante biell descripto
denuncia a la Co1111su511 In tera111er1cana de Derechos Hun1anos, Ja que a su vez arpoder constituyente: es el ¡Jocler que constítuye o que da constitución
puede, luego, valorar si el caso ha de ser elevado -o no- a la Corte fnrera111ericana ál estado.
de Derechos H11111anos.
Esto es así porque la República Argentina ha acatado laju1isdi<.:cióu supraestatal 2. - Sus dos grandes divisiones apuntan a un poder constituyente
al 11101nento de ratificar, en 1984, el Pacto de Costa Rica. origina.ria y a un poder constituyente derivado. El originario es el que se
ejerce en la etapa fundacional que -precisamente- da origen al estado en
su na(,'imiento y su estructura organizativa; el derivado es el que se ejerce
para introducir refomms o enntiendas a la constitución .

Del poder constituyente originario se suele decir que tiene como titu-
lar natural al pueblo o a la sociedad. y ello porque al no estar predetermi-
nada una forma política concreta para la co1nunidad que se va a erigir en .
estado, es esa comunidad la que debe elegir la de su preferencia. Ello a
~fectos de conferir legititnidad en el ejerclclo del poder con~tituyente ori-
ginario.
~
> .
. Por supuesto quo el pueblo como titular del poder constituyente originario no
. lo ejerce en forma directa ni por sí n1is1no, sitio Indirectamente a través de la habili·
' tación que, mediante diversos tnccnnisn1os posibles, otorga a determinados sujetos
que se hallan en condiciones de adoptat· con eficacia una consritución dotada de
• suficiente consenso social.
'
3. - Cuando se califica al poder co11stituye11te originario como ili-
,
'
• •

32 COMPENDIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL EL PODER CONSTITUYENTE 33

'
1r1itado es menester, al día de hoy, escudriñar qué significa ese "no tener turait.que exigía la integración. en.un solo estado de todas las provincias
'•
límites". En primer lugar, quiere decir que no tiene límites provenientes de preexistentes ala federación,·<la;base para sostener que el ciclo denuestto
una instancia de derecho positivo superior. En segundo 11:1gar, no significa poder c;onstituyente <l>~igin<aj.o iniciado e11 .1853 quedó abierto Ji asta la
desconocer la suprapositividad del valor justicia (o derecho natural), ni los incog¡ioración de Bu~nos Aires en 1860, año en el que la llamada "refor-
límites que colctteralmente derivan del derecho internacional público-por n1a" ·constitucional no fue ejercicio de poder constitµyente derivado sino
ej., tratados, derecho de gentes, etc.-; finalmente, hay que tomar en cuenta de poder 1
co11stituyente originario. Por ende, la prohibición ·del texto d~
los condicionamientos que, según el lugar, el n1omento, y la cultura social, 1853 que impetlía su "reforma" hasta transcurridos cliez años no ha de ser
provienen de la realidad con todos sus ingredientes concretos; y ello para aplicada para tildar de inconstitucional a los agregados y enmiendas de
no caer en los extravíos de un 1nétodo racionalista que prescinda de cuanto 1860. .
esa misma realidad aconseja o exige para lograr la eficacia del producto
constitucional. 7. - Mucho nlás tarde, a raíz de la r~farnla de 1994, y aunque la "letra" .del
<trt. 30 no fue modificada ni alterada, surg\eron dudas acerca de la rigidez de nues-
4. - El poder constituyente derivado tiene líniites, por dos razones tra ~)nstitución. Fundamentalmente, la afirnlllción de que esa rigidez se ha atenua-
como mínimo: a) porque para su reforma, la constitución señala quién uo 110 ha de llegar, a nuestro criterio, a aseverar que se ha trocado en flexibilidad:
'
tiene competencia para introducir modificaciones y qué procedimiento debe ,Para nútigar -no para sup1intir- la 1igidez, cabe tomar en cuenta algunas co-
seguirse; b) porque sí hay tratad.os in.ten1acionales incorporados al ordena- sas: a1 la refonna de 1994 incluyó varias cláusulas muy "abiertas" o tncompletas
miento interno con anterioridad a larefoIIlla, dichos tratados a veces ímpi- que deJ:>en ser "ce1Tadas" n1ediante leyes del congre.'>o (lo que alcanza para decir
-sc$Ún algunas interpretaciones- que el congreso ahora "con1partc" una dosis de
de11 que posteriormente el derecho interno incluya cierto~ contenidos ín-
poder constituyente con el que ejerció la c<Ynvención de 1994); b) Jos instrumentos
con1patibles (por ej., establecer la pena de muerte). internacionales de derechos hu1na11os que confonne al nuevo art. 75 inc. 22 tienen
la mis1na jerarquía de la con~titución y que dan amplitud al plexo axiológico de
5. - El constitucionalis1110 moderno ha difundido el concepto de que el poder der,e éhos no forman parte de la constituciói1 ni están "dentro" de su articulado, sino
constituyente es superior al poder constituido (del estado), con lo que se aporta un que _c ótnponen, al rrúsmo n'ivel del vértice constitucional, lo que se cleuoniina el
elemento a la teoría de la supremacía de la constitución. hlai¡ue de constitucionalidad .federal.
Ahora bier;i, he1nos de aclarar que sí una constitución erige al derecho interna-

cional como superior a ella, o como investido de su mis1na jerarquía, el poder consti-
tuyente del que ha surgido esa constitución supren1a no la priva a ésta de la calidad Etapas, líniites y refornias efectuadas
de fuente prilnaria y básica. Ello por cuanto ha sido ese poder constituyente el que,
en esa constitución, ha optado por conferir prelación al derecho internacional, o por
instalarlo al rrúsmo nivel suyo. 8.- - El art. 30 co11sagra la rigidez a través de varias pautas.
a) En cuanto al procedin1ie11to o rnecanismo que debe seguirse para
modit1car el texto constitucional, hay que distinguir dos etápas: a') en la
El poder constituyente en el derecho constitucional argentino primera, es el congreso el que toma la iniciativa pará declarLir que la
re/arma es nécesaria y, según sólida doctrina que há de reputarse como
6. - Un so1nero recorrido histórico en tomo de nuestro proceso cons- e rrvertida en fuente de derecho espontáneo, deb~, puntualizar qué ternas'
tituyente admite situarlo en una fecha cierta: el año 1810, en que la eman- cuestiones o normas de la constiluclón incluye ·en el 1istado de reforma; a")
cipación del Virreynato del Río de la Plata da inicio genético a la futura e1J la segunda etapa, es una convención .convocada al efecto la que tiene a
formación territorial y política de la República Argentina, que culmina con su pargo decidir si, dentro del n1arco del listado antedicho,. hace o no hace
la constitución de 1853. epriúendas en las materias y los contenidos para las cuales se ha reunido;
En mirada también histórica, decin1os que, cómo en 1853 quedó se- por derecho espontáneo, la convención reformadora surge cle la elección
gregada la provincia de Buenos Aires, la predisposición geográfica y cul- ·popular, aunque la letra del art 30 no lo especifica.
• •

34 COMPENDIO DE DERECHO CONSTITUOONAL Et PODER CONSTrrl lYEi'\'TE 35

a') La declaración de Ja necesidad de reforma tomaforma de ley, pero 10. - Estos línUtes derivan de la propia constitución. pero hay ade-
no es un acto materialmente legislativo, sino pre-constituyente. más /ínzites he1eró11on1os, o sea. que vienen desde fuera de ella. Son los
a") I~a convención reformadora no puede introducir enmiendas fuera propios del derecho internacional -por ej .. tratados- cuando preexisten a
del tcn1ario concreto que ha fijado el congreso; todo exceso reformador la reforn1a. Así, desde que el Pacto de San José de Costa Rica forma parte
queda incurso en inconstitucionalidad. de nuescro ordenanliento a raíz de su ratificación en l 984, su prohibición
para que los estados que al tiempo de hacerse parte en el tratado no tenían
Si el congreso le ha dado plazo a la convención, ésta no puede hacer la pena de n1uerce queden impedidos de adoptarla después, configura l.!11
reforn1as válidas después de vencido; si al declarar la necesidad de refor- lí1nite: ninguna reforma constitucional podría incluir la pena de muerte en
ma no ha establecido plazo, el congreso no lo puede fijar después. la constitución, ni establecer el deber del congreso de implantarla para
b) En cuanto a la 111ateria, damos por seguro -aunque nuestra opinión determjnados delitos.
tiene suscitados varios disensos y réplicas-que la constitución posee co11-
1e11idos pétreos que, si bien se pueden reformar, no se pueden abolir, su- •" 11. - J. a jurisprudencia de la Corte ha perseverado en su axion1a de
prin1ir ni sustituir por otros opuestos.
. Tal petreidad o petrificación
. surge que la reforn1a constitucional tipifica una cuestión polttica 110 judiciable;
del carácter parcial1nente tradicio11al-liistor:tcista de nuestra constjtución o sea, que no puede ser objeto de revisión o control judicial. Sin en1bargo,
de 1853-1860, o sea, de todo lo que hace parte de su contenido porque después de la reforn1a de 1994, un caso muy especial llevó a la Corte a
proviene, cbn suficiente legitimidad, de nuestro proceso entre 18 lOy J853- déclarar que era inconstitucional la nueva norma que a los jueces designa-
60. dos antes con inamovilidad vitalicia les 11jaba plazo de desempefio sola-
mente hasta cumplir 75 años (sentencia en el caso "l:ayt" del afio 1999).
Esos contenidos n1antienen su naturaleza pétrea nUentras la estructu-
ra social subyacente en la que hicieron base conserve su fisonomía. Esta sentencia viene a ser un aval a lo que significa un punto de vista ~ersonal,
Contamos cuatro: a) la for1na.federal del estado; b) la for1na republi- conforn1e al cual todo aquél que úe acuerdo a nonnas en vigor anteriores a una
cana del gobierno; c) la den1ocracia como forma de estado; d) la reforma adquirió un derecho (por ej., a desempeñar una función para la que se lo
co11fesio11alidad del estado. designó por nueve años), no puede ser privado de ese derecho ni alterado en su goce
por una reforma constitucional ulterior.
TJo prohibido sería: reemplazar el federalismo por el urutarisn10, la
república por la monarquía, la democracia por el tocalitarisn10, la 12. - La reforn1a ele 1994 y la previa declaración de su necesidad
confesionalidad por la laicidad. por el congreso suscitó un amplio debate, acerca del cual diremos muy
brevemente que: a) cuando se declara necesaria una reforma, el congreso
Al día de hoy, el eje troncal de los contenidos pétreos sigue apoyado en la que fija el cemario puede señalar cuál es la fmalidad o el objetivo que toma
fisono1nía global de la sociedad argentina, de modo que a criterio nuestro ninguno
en: consideración para cada punto o artículo, y la convención queda vincu-
de ellos toleraría su elinúnacióu y sustitución por los opuestos.
lada por tal finalidad; o sea, puede no hacer reforma, pero si la hace no
puede cambiar esa fi nalidad; b) es posible que asi mismo el congreso con-
9. - Haciendo entonces una retrospección, decimos que los lf1nites
signe que se habilita la reforma de tal punto o artículo, a condición de que
de nuestro ¡Joder constituyente derivado son varios: a) los con1enidos
a la vez se 1nodifique tal otro con el que tiene relación la finalidad perse-
pétreos que no se ·pueqen abolir; b) los que impiden refom1as sin que el guida; c) no es posible - y deviene inconstitucional- que el congreso qtle
congreso haya decJarado su necesidad; c) los que surgen del tenzario que el establece el temario sometido a rcfor1na le derive a la convcnci6n una en-
congreso le propone a la convención constituyente para que introduzca -o ntienda preelaborada o cerrada, o una norn1ativa ya redactada en su formu-
no- modificaciones; d) el quórutn que precisa el congreso para declarar la lación.
necesidad de la refom1a; e) el plazo para que trab;ije la convención, si es
que el congreso lo ha estipulado al declarar necesaria la reforma. 13. - Una vez que la lla1nada "re.forma" de 1860 es reputada como


• •

36 COMPENDIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL EL PODER CONSTITUYENTE 37

ejercicio del poder constituyente originario que, en ciclo abierto, tuvo tiva tuvo origen en las propias provincias. Después de reformada en 1994 Ja consti-
inicio en 1853, las reformas habidas fueron las de 1866, 1898, 1957 v tución federal, muchas provincias también han realizado las suyas.
1994.
16. - También a raíz de que la reforma de 1994 introdujo una nueva
La de 1949 dejó un producto que quedó sin efecto después de la Revolución categoría de autonomía local para la ciudad de Buenos Aires. se reunió en
Libertadora del año 1955 contra el régimen peronista. l..a de 1972, en una época dt> ésta un cuerpo con c.alidad de "Estatuyente", que dictó el llamado "Estatu-
facto, se autoatribuyó transitoriedad y rigió solamente hasta el golpe de estado de to Organizativo", al que muchos confieren la naturaleza de una constitu-
1976. La de l 957 tuvo un vicio de 01igen, porque se efectuó en un período de facto
ción.
y, por ende, no hubo declaración del congreso (disuelto) sobre la necesidad de la
rcfom1a, la que fue sustituida por el poder ejecutivo de facto. La de 1994 tuvo prohi-
bida por la ley declarativa de la necesidad de reforma toda modificación en los 35
primeros artículos de la constitución, cuyo texto hubo de 1nantcnersc sin variante~.
de manera que las nu1nerosas enrniendas que se introdujeron en 1994 quedaron
ceñidas a: a) los nuevos derechos y garantías que se numeraron desde el art. 36 al
art. 43: b) Ja parte orgánica de la constituci?n. ·

El poder constituyente de las provincias

14. - Las provincias son estados con1ponentes de nuestra federación.


y disponen de poder constituyente para organizarse, dentro de los límites
que in1pone la constitución federal. El art. 5° es muy claro en este sentido:
"cada provincia dictará para sí una constitución ... " "de ac.."Uerdo ... ", y "que
asegure ....
"
Quiere decir que el poder constituyente provincial, tanto el que se
reputa originario con10 el derivado, ofrece la curiosidad de subordinarse
a una instancia superior que lo condiciona, y que es laco11stituciónfedera/
-como ya lo acabamos de recordar-. Este límite no es heterónomo porque
no proviene de afuera: no es colateral ni externo. Sus pautas quedan esbo-
zadas así: a) las constituciones provinciales han de adecuarse al sistenza
representativo republicano y a los principios, declaraciones y garantías
de la constituci611 federal; b) deben asegurar el régimen n1u11icipal, fa -
·'

administración de justicia y la educación prin1aria, con n1ás la obliga-


ción explícita (en virtud del actual art. 123) de que los municipios sean
autó110111os c11 el orden institucional, político, administrativo, económico y
financiero; e) tienen prohibido invadir el área de las competencias federa-

les. ,

15. -A partir del año 1985, sin que se hubiera refornlado la constitución
federal, to1116 curso un ciclo de novísi1no constitucionalismo provincial, cuya inicia-
• •

CAPtnJLO IV

EL ENCUADRE CONSTITUCIONAL DEL ESTADO ARGENTINO

IJos nombres del estado

1. - Nuestro estado surgió en 1853-1860 como estado nuevo, cons-


tituido por las provincias históricanzente preexistentes que se organiza-
ron en federación en cumplimiento de pactos también preexisLcntes, según
reza el preán1bulo.
El art. 35 de la constitución consigna una diversidad de denominacio-
nes o nombres, entre los que el más atractivo y de mejor ancestro histórico
es el de "Provincias Unidas del l~ío de la Plata". Sin embargo, del listado
contenido en ese art. 35 el uso actual ha dado curso a dos: Nación Argen-
tina, y República Argentina.

Los elementos del estado

2. - Los elementos que componen a nuestro estado son cuatro:


a) La población, como conjunto de personas que, en convivencia, com-
ponen nuestra sociedad, formada por nacionales y por extranjeros; es posi-
ble distinguir: a') la población integrada por "habitantes" con permanen-
cia habitual y estable, a la que cabe llamar "pueblo"; a") la población
integrada por residentes sin ltabitualidad permanente; a"') la población
formada por transeúntes., que, no obstante, mientras se hallan en territorio
argentino titularizan derechos y obligaciones de acuerdo con la constitu-
ción.

3. - El vocablo "pueblo" se usa asimismo para denominar a la parte de la


población con derechos políticos; más concretamente, ''pueblo" es acá el cuerpo
electoral.
EL ENCUADRE CONSTITUCIONAL DEL ESTADO ARGENTINO 41
40 COMPENDIO DE DERECHO CONSTn1JCIONAL

Rechazamos la supuesta sinonimia de pueblo y nación.


necesita ser puesto "en acto", o sea, tiene que ser impuJsado y ejercido. De _
ahí que baya que añadir como cuarto elemento al gobierno, porque el pó-
4. - La n.ación como comunidad de personas que, en sentido socio- der sin gobierno es como un motor al que le falta quien lo accione.
lógico, tienen una n1isma nacionalidad (que no necesariamente coincide
con la nacio11alidad "política" que adjudica el derecho positivo), no seor- 9. - d) El gobien1 o --que, valga repetir, no es lo 1nismo que el poder
ganiza ni se transforma en estado. En nuestra opinión, la nación no recibe y no se confunde con él- es el conjunto de personas que, como titulares
organización política ni deviene estado. del poder, y con calidad de gobenzantes, ejercen el poder del estado. Se
los llama también operadores co11stitucio11ales, y vienen diagramados como
En el vocabulario usado por el derecho constitucional argentino, y con base en órganos que despliegan.funciones. La actividad del gobierno se imputa al
el art. 35, "Nación Argentina" es uno de los non1bres oficiales del estado. Asilnis- estado en cuanto persona jurídica a la que los órganos gubeman1entales
mo, se eniplea el término "Nación" con10 alusivo a la entidad política fo1n1ada por representan.
las pro vincias, para así denotar la dualidad federal de "estado federal" y "provin-
cias". 10. - Cuando se habla de "división de poderes" hay que tener en
claro que el poder es uno solo y que no se divide. Lo que se divide son las
5. - En nucsLro vocabulario personal, en vez de "Nación Argentina" funciones y los órganos que, clásica1nenle, forman una tríada: poder eje-
debe decirse República Argentina o Estado Argentino; y en vez de "Na- cutivo, poder legislativo, poder judicial.
ción" como unidad compuesta por provincias debe decirse "Estado fede-
ral". 11. - En el nexo que vincula al gobierno con el poder se habla de una
legitimidad "de origen" y una legitirnidad "de ejercicio". Con la legiti-
6. - b) El segundo elemento del estado es el territorio con10 base midad de origen se alude al título del gobernante, según haya accedido al
física o espacio geográfico, que se compone de: b') el suelo o superficie; poder de acuerdo alas normas o reglas constitucionales o legales; por eso,
b") el subsuelo; b'") el espacio aéreo; b'"') un espacio nzarítinio a partir a los gober1u1rues defacto (de hecho) que no han llegado al poder según
del litoral marítimo. las vías o los procedimientos preestablecidos, se les niega legitimidad de
Según la constitución, el estado federal es el que "arregla" los línti.tes origen. La legiti1nidad de ejercicio se refiere al modo como se ejerce el
internacionales y el que "fija" los interprovincial'es. poder, o sea, que tal legitimidad existe cuando el poder es ejercido para el
bien común público, y se pierde cuando hay apartanliento o violación de
7. - Respecto del tenitorio, ha de distinguirse lo que es do11Linio y lo que es • ese fm.
jurisdicción, porque -por ejemplo-- las provincias costeras poseen el dominio del
espacio marítimo como parle integrante de su tenitorio, pero el estado federal tiene 12. - El art. 36 de la constitución descalifica e incrimina la interrupción por
jurisdicción parcial. en él para fines determinados por la constitución (así, para el actos de fuerza del orden institucional y del sistema de1nocrático, así con10 la usur-
comercio interprovincial e internacional, para la defensa y seguridad del estado, pación que en consecuencia se haga de las funciones gubernamentales. Acá juega
para los juicios que según la norma del art. 116 son de con1petencia de los tribuna- la ausencia de legitimidad de origen.
les federales). En el misroo art. 36 está previsto el derecho de resistencia contra quienes
ejercen los actos de fuerza a que acabamos de referimos.
8. - c) El poderes el tercer elen1ento del estado, con el que la mayor
parte de la doctrina cierra la trilogía porque. a diferencia de nosotros, rio 13. - El poder que al organizarse jurídicamente no deriva la validez
agrega como euarto elemento al gobierno. de su nonnación positiva de una instancia más alta en cuanto orden supe-
El poder --que es poder político porque es del estado- entraña una rior, posee una cualidad que se llama soberanía. La soberanía, entonces,
capacidad o potencia disponible para desarrollar la actividad conducente es una cualidad del poder que, según dijin1os, carece de subordinación o
al fin estatal de bien común publico. Por eso, el poder en cuanto potencia dependencia para organizarse jurídicamente. La soberanía no tiene titular,
42 COMPENDIO DE DERECHO CONSTmJCIONAL EL Ei'llCUADRE CONSTITUCIONAL DEL l:iSTADO .ARGENTINO 43

ni reside en el pueblo (Jo que reside en el pueblo es el poder constiruyeotc liberlad., con respeto a su dignidad, y con efectiva vigencia de los dere-
originario). El estado es o no es soberano según que su poder posea o no la chos.
aludida cualidad de soberanía.
liabíamos anticipado que tal concepto no aparece descripto en la constitución,
no obstante que hay alusiones a la democracia en numerosos calificativos adjudica-
dos al sistema político (por ej., en los arts. 14 bis, 36, 38, 75 incs. 19 y 24).
Formas de estado y de gobierno
18. - Federalisn10 y den1ocracia, en cuanto formas de estado, inte-
14. - Cuando atendemos a normas de la constitución como las de
s~s arts. 1°, 22, 39 y 40, encontran1os formas de estado, fom1as de go-
gran los con1e11idos pétreos de nuestra constitución.
bien10. y for111as que se apodan como semidirectas,
19. - En la estructura que ésta delinea dentro del segmento dedicado
El fe(/ero.lisnto es una/orina de estado. y no de gobierno. La repúbli- a la organización del poder (derecho constitucional del poder), la letra de
ca es unafornia de gobierno. La dernocracia, que no viene definida en la la constitución divide lo que ella llan1a "Autoridades de la Nación" (o sea,
letra de la constil.ución, pero que integra su contenido, es una.for111a de . autoridades del estado) en "gobierno federal" y "gobiernos de provincia"
estado. · (con inclusión, desde la refonna.de 1994, de la Ciudad AutóiiOf!la de Bue-
Las dos formas semidirectas que introdujo fa reforma de 1994 son la 11os Aires).
iniciativa legislativa popular y la consulta popular.

Sobre el tCc!cralis1no ornitiremos ahora todo desan·olJo, porque será objeto del La población: nacionalidad, ciudadanía y eA'1ranjería
capítulo V.
20. - El rubro constitucional dedicado a la población en cuanto ele-
15. - La república es una forma organizativa del gobien10, a la que mento hun1ano del csLado obliga a analizar lo que es la nacionalidad, la
se tipifica con los siguientes caracteres: a) división de poderes (o sea, de ciudadanía y la extranjería. Nacionales, ciudadanos, extranjeros, so11 seres
órganos y funciones); b) elección popular de los gobernantes; c) tempo- humanos que conviven socialmente.
ralidad del ejercicio del poder (o sea, renovación periódica de los gober-
nantes); d) publicidad de los actos del gobierno; e) responsabilidad de los 21. -Ya dijimos que la nacionalidad a la que se rcftere la constitución no es
gobernantes; f) igualdad ante La Ley. Ja nacionalidad en sentido sociológico (o sea, el vínculo espontáneo y natural que a
una persona la hace pertenecer a una nación): la nacionalidad regulada por el derc-
16. - La forma representativa, mencionada y definida en el art. 22 cbo constitucional es la nacionalidad "polltica" que, huelga repetir, depende de lo
de acuerdo al adagio de que "el pueblo se gobierna a sí mismo por medio -. que 1as normas jurídicas disponen.
de sus representantes", no tiene ni puede tener, ajuicio nuestro, existencia
y funcionamiento, sencillan1ente porque una pluralidad tan heterogénea de ,, Esta nacionalidad política se define como la situación jurídica con
personas y gn1pos como es la sociedad (el pueblo) carece de la 1nínima que una persona es in vestida por el derecho positivo en relación al estado.
unidad indispensable, tanto en su composición como en sus fines parcia- según el criterio que ese derecho positivo adopta (por ej., el lugar de naci-
les, para hacer viable fáctican1ente su representación en cuanto totalidad. nliento, la nacionalidad paterna, la naturalización, el domicilio, etc.). Si
reducimos las categorías a las de "ius soli" y "ius sanguinis", decimos que
17. - La dentocracici es una forma de estado porque, como toda for- nuestra constitución ha elegido el "ius soli".
,.
ma de estado, in1plica relación entre el poder y otro elen1ento (que puede \.; .

ser el territorio en el federalis1no, o el pueblo en la democracia) y que, p.or 22. - La ciudadanía, to1nada cienúficamente desde el punto de vista
ser el pueblo, sitúa a las personas que forman parte de él en un régimen de doctrinario, es tan1bién una situación jurídica que depende del derecho
44 COMPl:NDIO DE DERECHO CO/ll"STrnJCIONAL EL ENCU ADRI! CONSTITUCIONAL OP.L ESTADO ARGENTINO 45

positivo, y que ostentan las personas que titularizan el ejercicio de los de- . ·uicio de los ciudadanos de otra
reclws políticos. lnodil1car la condición de c1udad~o en pcfJ ·os porque de dicho ar-
. b fic'o de los ciudadanos propi ·
provincia, n1 en ene 1 1. . . 1 igualdad de todos los ciu-
En nuestra constitución, la ciudadanía está ideruificada con la na- tículo se desprende el pnnc1p10 que consagra a .
cio11alidad, de modo que todos los nacionales son ciudadanos, y vice- dadanos en todas las provincias.
versa; ello se infiere del an. 20, cuando dice que los extranjeros gozan en
. . . (coactivamente) a la mujer casada con
el territorio argentino de los mismos derechos civiles del "ciudadano", o 27. - No sería constitucional unpone1 , inconstitucional que la ley
sea, de quien por haber nacido acá no es extranjero sino "nacional". Ade- . ar dad de éste aunque no seria r
un argentino la nac1on .1 . .' ho de elegir (voluntarian1ente) la naciona !-
más, el inismo art. 20 aclara que los extranjeros no están obligados a ad- previera en caso de matnn101110 el ~c1.ec 1 actual art. 75 inc. 12 prevé la
1nitir la ciudadanía, o sea, la nacionalidad por naturalización. dad argentina del cónyuge. Eslo ultuno porque e
"opción" en beneficio de la nacionalidad argentina.
23. - Deslinden1os, entonces, lo que a la fecha creemos que deriva . , d 1994 hay tratados de jerarquía constitucio-
tanto de Ja consli(ución (incluso después de sureforma en 1994) con10 de 28. - Con la reforn1a e : . i·dad Una de ellas en el
. n nlater1a de nac1ona 1 · '
la ley 346. Hay: a) nacionalidad pqr nacimiento, ll~mada asimisn10 nati- nal que contienen nor1nas e R' " consigna que toda persona tiene dere-
va, na1ural, o de origen, que surge de aplicai; el "ius solí", y que es igual a Pácto de San J~sé d~ Cost; tea, 1c Derechos Civiles Y Políticos, Y la
ciudaclanía (tan1bién natural); b) nacionalidad por opción, a favor de cho a una nacionalidad. El Pac~ ~ tienen normas sinlilares. La na-
Convención sobre Dcrech~s ~~I o, :~onvencí6n sobre la Eliminación
1
11
quienes son hijos de argentinos nativos que nacen en el extranjero y que
"optan" por la nacionalidad paterna o n1atema argentina; c) nacionalidad cionalidad está prevista, ~s1n~1s1~10. ~~ ~~acial Yde Discrinlinación contra
de todas las Forn1as de D1scr1n11nac1 n
por naturalización, que se corifiere al extranjero que la solicita y que reú-
ne las condiciones fijadas en la constitución y en la ley. la Mujer.

24. - La nacionalidad por opción y por naturalización son volunta-


El derecho constitucional de los extranjeros
rias. y quedari sujeLas a eventual pérdida, si concurre una causal razona-
ble. En cambio, estan1os ciertos de que la nacionalidad nativa no adnlite . 1• izan los niisnios derechos civi-
.
pérdida, y si acaso una ley establece lo contrario, hay que decir que esa ley 29. - Nacionales YextrariJeros uru artal . ualdad debe considerarse
, 1 14 y 20 Actualmente, ig
es inconsútucional; ello porque la nacionalidad nativa eslá auton1ática y les, segun os a~s. · .ales l>or otro lado, son muchas las
directanzente atribuida por la constitución a quienes nacen en territorio abarcaú va también de los derechos ~oc1 ano~ con jerarquía constitucional
argentino. • cláusulas de tratados de ~erechos um ser arbitrarias se prohíbe11, inclu-
que entre las discrimjnac1ones que p~r . al ,tn.
yen'la que se sustenta en el origen racial o nac1on o e ico.
25. - Por la identidad entre nacionalidad y ciudadanía, si la nacionalidad
nativa no tolera pérdida, su equivalente ciudadanía natural tampoco. A la inversa,
además de la igualdad de los extranjeros
cuando se pierde Ja nacionalidad por opción o por naturalización se pierden las ~· 30. - Es importante r~o1~ocer que, se or cierto que toda persona, sea o no
equivalentes ciudadanías. que se hallan en nuestro ternt?n~, de~e d~ ~ueda son1etida a jurisdicción argen-
babitante, se baile o no en te111.to1:10 ~ógcnt1nol, s actos que realiza en el país desde el
·' · · d uestra consL1tuc1 l) por 0 h de
26. - Nuestro derecho constitucional acoge la unidad de la naciona- , tjna y al amparo en
. (
. .
· dquiiir un b1en 1n1nue e, q
bl ue implica reconocerle su derec o
b'
lidad; o sea que, salvo la excepción de doble o múltiple nacionalidad (deri- , exterior por CJ., a 1 t 17) Tal protección, por ende, cubre ienes y
vada habitualmente de tratados internacionales), cada persona solamente propiedad a tenor del art. 14 y de arA .. Las personas colectivas o jurídicas
·capitales que extranjeros tienen en rgcnllna.
tiene una nacionalidad. La nacionalidad, además, es una sola para todo -es decir, no físicas- gozan de análoga cobertura.
el país, y lo que es consecuencia de ello: no hay nacionalidcici ni ciudada-
nía provinciales. El art. 8º da a entender que las provincias no pueden 31. - Cuando rcpasan1os el derecl~~ constitucional de los extranje-
ros, comenzamos con su ingreso y adnnsió11.
46 COMPENDIO DE DERECHO CONSTITUt.,ONAL EL ENCUADRE C0NSTn'UC10NAL DEL EST J\00 ARGENTINO 47

Es1a dualidad significa que hay un derecho ··a entrar" al territorio está en territorio argentino. titulariza determinados dereclws{Jlle a ningu·
argenlino (que el art. 14 atribuye a los habitantes), que deriva no sólo de la na persona le pueden ser negados (a la vida. a la salud, al deb~do ~roceso,
igualdad de derecl1os enlie nacionales y extranjeros, sino de la convocato- etc.). Hay, al contrario, otros derechos que no pueden ser eJercados por
ria que hace el preámbulo a lodos los que quieran habitar en el país. Esta quienes. según su calidad de residencia o permanencia. qu~an raz?nabl~­
«entrada" no es un acceso puran1ente físico porque, aden1ás de ·'enLrar", mente excluidos (por ej .. para trabajar es n1enester revesttr una cierta s1-
hace falta que quien ingresa cumpla ciertas condiciones razonables de con- tuación de residencia que. con suficiente raz9nabilidad, esté exigida por la
lRll y admisibilidad, a efectos de alcanzar m1a pem1a11encia Legal. ley).
L~ ad1nisión de exu·anjeros guarda cierta relación con el asilo político y con la 36. - La expulsión de extranjeros - lisa y llana- es para nosotros
protección que el derecho internacronal dispensa a los refugia.dos (que son perso- inconstitucio11al, porque los argentinos no son pasibles de ella, de n1odo
nas que han abandonado su país de origen por ten1or a persecuciones a causa de su
raza, religión, opiniones políticas, nacionalidad, etc.). que la igualdad de derechos civiles que consagra el art. 20 para ambos
h-ace arbitraria la discrinlinación.
32. - Un el tema del ingreso y la adn1isión .de extranjeros hace fuerte . La expulsión inconstitucional es la que se consun1a en desmedro de
presencia la obligación que el art. 25 impone al gobiei-no federal para ' éxtranjeros que. por su situación legal o fáctica, tienen un derecho "a per-
fonze11tar la i1unigració11 (la norn1a la califica oon10 "europea". debido a ·manecer" que el art. 14 reconoce a todos los habilantes. Tal derecho no se
que a ~a época de dictarse la constitución era casi la única posible para pierde ni aun cuando el extranjero delinca.
cun1phr con los fines úliles que la misma norn1a señala: labrar la tierra, No es expulsión (y por ende, no es inconstitucional) la salida, inclus.o
ni~jorar las industrias. etc.). cÓmpulsiva, de extranjeras que ingresan ilegalmente (siempre que tal sah·
Una interpretación histórica1nente actualizada nos lleva a dar por cierto da sea relativamente i.nn1cdia1a, pero no si recién es compelida cuando ha
que ahora la promoción inmigratoria no se recluye en favor de personas de transcurrido largo tiempo desde la entrada ilegal. pues en tal caso bien
origen europeo, sino de todas cuantas cumplan las condiciones que prevé cabe alegar que el extranjero "ilegal" se ha transformado en habitante).
el art. 25. Asimismo, las paulas sobre inn1igración no se limitan a la que es tampoco es expulsión la salida, incluso con:ipulsiva, de_ extranjeros co~
plural o masiva. sino que alcanzan también al ingreso individual de ex- residencia temporaria o transi1oria que se quedan en el pais una vez venc1·
tranjeros. do el plazo ~utorizado para permanecer.
En jurisprudencia a nuestro criterio equivocada, la ~orte consid_eró
. 33. - El art. 14 alude al derecho de perrrzanecer; una vez que 1neo- que la expulsión (para nosotros inadmisible) no es contraria a la c.onslttu·
c1on6 el derecho de enlrar. Hay que ver, entonces, un mínimo de tres supues- .,
ClOn.
tos. que son: a) el de los residentes "ilegales", que ingresaron eludiendo o
no sometiéndose al control y a las condiciones razonables, o que habiendo
_ - 37. -Las denegatorias de permanencia o de radicación que no satis-
entrado legaln1ente por tie1npo determinado, permanecen una vez vencida
la aut~rización para permanecer; b) los residentes "tenzporarios", que facen razonabilidad de causa y fundamento son inconscitucio11ales.
son quienes pern1anecen durante el lapso autorizado, a cuyo término deben
salir, o renovar su residencia; e) fu1almente, los residéntes "per1nanen- 38. - Los tratados internacionales que forman parte del derecho
tes ", que son habitantes de permanencia regular. :,_,~gentino, tengan o no jerarquía constitucional, y que _habilitan 1~ expu1-
.' -sión de extranjeros, no deben aplicarse, porque el propio derecho interna·
34. - El extranjero que se naturaliza argentino deja de ser extranje- ~clona! 11ace p~evalecer en tal supuesto la aplicación de normas - internas o
ro. mternacionales- que son más favorables para la persona. Y ya dijimos
q1,1e, conforme a nuestra interpretación, la constitución impide la expul-
35. - Todo extranjero que, cualquiera sea su calidad de residencia, sión de extranjeros.
• •
48 COMPENDIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL

39. - Es út iJ tan1bién recordar que "salir" del país es W1 derecho y no


una obligación, lo que vale para respaldar la noción de que en los casos
que a juicio nuestro configuran expulsiones inconstitucionales, el estado
se arroga la con1petencia de convertir el ~'derecho" a salir en el "deber" de
irse.
t

Las obligaciones constitucionales CAPtnJLO V

40. - Conviene que el panoraina descriptivo del encuadre constiLu- EL FEDERALISMO ARGENTINO
cional de nuestro estado incluya, aW1que sea so~eramente, una referencia
a lo que damos en llan1ar obligaciones constituo!on~es. Obligación es acá
sinónimo de deber, y pern1ite trasladar al te1np. la tríada que el derecho 'Fisonomía y origen
f
privado compone con: a) obligaciones de dar; b obligaciones de hacer; c)
obligaciones de oniitir. l. - Nuestra constitución adopta la forma federal de estado. Ella
Así como hay derechos in1plícitos, hay ta1nbién obligaciones ünplí- ímporta una relación del poder con el territorio: el poder se descentrali-
citas. ·za políticame11te con base física, geográfica o territorial.
Las obtigaciones constitucionales pueden recaer: a) en el es1ado (fe- Federalisn10 es lo opuesto a unitarisn10. Además, con1bina una fuerza
deral, provincial, municipal, y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires); centrífuga en cuanto descentraliza al poder, con una fuerza ce11rrípeta en
b) en todos los habitantes, sea en relaciones entre particulares, sea en rela- cuanto la pluralidad y autonomía de varios estados se integra en la unidad
ción con el estado; c) en los ciudadanos (si se toma la ciudadanía en sen- de uno solo: el estado federal.
tido restringido, como por ej., para am1arse en defensa de la patria y la Con la reforma de 1994 bay que completar el cuadro: en las provin-
constitución -art. 20- ; para votar-art. 37-). cias hay, y debe haber, n1unicipios con autonomía conforme a Jos arts. 5º y
123; y alas provincias se suma un nuevo sujeto de la relación federal, que
41. - r_a constitución emplea en su texto una serie de palabras que, es la Ciudad Autónonza de Bueuos Aires.
sea con una expresión o con otra, no dejan duda de que se está refiriendo a
obligaciones o deberes del estado, del gobierno, de los órganos de poder, y 2. - La federación argentina surge como estado nuevo con la consti-
a competencias cuyo ejercicio viene impuesto también irnperativaniente, tución de 1853. La provincia disidente de Buenos Aires se incorpora en
o sujeto a condiciones que implican la obliga,ción de atenerse a ellas aun- 1860, y deja clausurado en esa fecha el ciclo de poderco11stituye11te origi-
que, acaso, la competencia no sea en sí misma de ejercicio obligatorio. nario.
Pero ha de recordarse que el federalismo no ha sido una improvisa-
42. - Para el sistema constitucional de derechos humanos es muy ción ni Wla creación repentina, sino que ha estado precedido por un proce-
importat1te Lon1ar en cuenta la reciprocidad de derechos y obligaciones, so que fue gestando su realidad sociológica y política.
para señalar cuáles son las obligaciones que el estado y los particulares
-en cuanto sujetos pasivos- deben cumplir en relación con las personas 3. - En apretado resumen, retrocediendo a la etapa anterior a 1810,
que titularizan derechos con10 sujeto activo. Tales obligaciones pueden hay que mencionar a las ciudades que la coloniz~ción española fue fun-
ser de omisión o abstención, de dar y de hacer (estas dos implican presta- dando en las corrientes del norte, del oeste y de1 Río de la Plata, y que
ciones positivas -por ej., pagar el salario, otorgar horarios de descanso extendierón sus zonas de influencia preparando las futuras regiones terri-
laboral, brindar atención médica paga o gratuita, etc.-). toriales.

J
• •
50 COMPENDIO DE DERECHO COl\Sl'llüClONAL bL FEDERALIS~O ARGENTINO 51

Por otro lado, los órganos de gobiernos locales -sobre todo los cabil- J,;as relaciones federales
dos-proporcionaron al federalisn10 futuro una base n1unicipal o comunal.
Jdeológic(unente, desde la r:evolución de Mayo, se perfilaron dos sec- 7. - Hay tres relaciones típicas en la estructura federal, que son:
tores: el unitario y el federal que, un poco ligcran1ente. lleva a recordar ,,, a) la relación de subordinación, en virtud de la cual los ordenamientos
que el unitarisn10 fue preponderanteme11te monárquico, liberal, centralis- Locales han de ajustarse al ordenamiento federal; de esta relación dan testi-
ta, y de fuerte influencia porteña, en tanto el federalisn10 aglutinaba a la monio los arts. 5º, 31, 12~. 75 incs. 22 y 24, y 128;
rnasa popular e inorgánica de tendencia republicana y federalista. Sin que b) la partici¡Jació11. en virtud de la cual se da cierto espacio a la cola-
esto signifique una coincidencia perfecta, cabe situar al principal núcleo lx>ración de las provincias en las decisiones del gobierno federal; en nues-
representativo de la corriente unitaria en la capil~l, y al pueblo federal en la tra constitución, se inslitucio11aliza en la cá1nara de senadores, que en
campaña. representación de las provincias integra el congreso federal;
4. - La cronología histórica del federalisn10 argenlino reconoce tres c) la coordinación, por su lado, delimita las competencias federales y
fuerzas de integración, que son otros tantos factores de predisposición: a) provinciales mediante una distribución o un reparlo, que n1ere.ce un denso
una fuerza proveniente del niedio físico-natural (fuerza n1esológica), don- desarrollo explicativo.
de la situación capitalina de Buenos Aires jugó con10 polo de atracción de
las provincias. y conformó el diseño de un ámbito territorial preexistente a
1853-1860; b) una fuerza ideológica. que es la doctrina federal, cuya me- El reparto de conipetencias
jor expresión sistematizada fue el pensamiento oriental con base en Arrigas:
e) una fuerza i11scru1nentadora, que fue aportada por los pactos i11terpro- 8. - Hay que empezar por el art 121. según el cual las provincias
vinciales. conservan todo el poder 110 delega.do por la constitución al gobierno
.federal, y el que expresamente se hayan reservado por pactos especiales al
5. - De todo este proceso genético inferimos que el federalismo que tiempo de su incorporación.
el constituyente organizó en 1853-1860 es w1 contenido pétreo de la cons- · En prin1er lugar, la delegación ha sido efectuada por las provincias a
titución, que se puede reformar pero no se puede suprimir. , través de la constitución; o sea, nzedia11te la constitución. .
En segundo lugar, la norma esclarece que el poder de las provincias
preexistió al <Jel gobierno federal, que ha recibido el suyo por delegación
El derecho ''federal" que ellas le hicieron a través de la constitución. De tal n1odo. el poder
provincial fue y es el poder originario.
6. - Nuestra estructura federal ha dado curso a la expresión "derecho fede-
ral". En sentido amplio, esta denominación alude al derecho e1nanado del estado En tercer lugar, el reparto de con1petencias arroja este resultado: a)
federal a través del gobierno federal. competencias exclusivas del estado federal; b) competencias exclusivas

No obstante, en nuestro derecho constitucional hay que hacer un desglose den- de las provincias; e) competencias concurrentes; d) con1petencias exce¡)-
u·o del sentido amplio del derecho federal para dar lugar al llamado "derecho co- cionales del estado federal y de las provincias; e) competencias conipar-
1111ín". El derecho co1nún queda librado para su interpretación y aplicación a los tidas por el estado :federal y las provincias.
tribunales locales (art. 75 inc. 12), y prevalece sobre el derecho provincial. Tal lo
que se desprende del art. 31. Las prohibidas a las provincias constan en los arts. 126 y 127.
Otro rubro del derecho federal merece el nombre de derecho "intra-federal", y
se co1npone de las relaciones de las provincias con el estado federal, y de las relacio- 9. - Vamos a algunos ejemplos.
nes interprovinciales -por ej., los tratados interprovincialcs-. Son competencias exclusivas del gobienio federal: la intervención
• •
52 (:oMPENDIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL EL FEDERALISMO ARGE}.Tll'\0 53

federal; el estado de sitio; las relaciones intemacionaJcs; dictar los códigos Las provincias J
de fondo, ele.
Son competencias exclusivas de fas provincias: dictar la constitución 14. - Las provjncias son las u11id.ades políticas que, con calidad de
provincial. las leyes procesales, las que establecen i1npuestos directos; lo estados, integran nuestra federación. No son soberanas, pero sí son autó-
referente a asegurar el régimen de autononúa de sus municipios y la educa- nonias (para ambas cosas ren1itimos a los arts. 5°, 31, 122 y 123). Histó-
ricamente, son preexistentes al estado federal, aunque solan1ente las cator-
ción prin1aria. Conviene remitir a los arts. 121. 122, 123 y 124.
ce que existían al ejercerse en 1853-1860 el poder constituyente origina-
Entre las co1npetencias concurrentes se hallan los i111puestos indirec- •
no.
tos internos, y las que surgen del art. 125 concordado con el 75 inc. 18,
más las de los arts. 41 y 75 inc. 17. Al estar prevista en la constitución la incorporación y creación de nuevas pro-
Con10 facultades excepcio11ales del estado federal cabe citar la de vincias (ver los arts. 13, 75 inc. 15 y 121) he1IX>s de afirmar que adquieren idéntico
status que las preexis!entes.
establecer in1puestos directos en el marco severo del art. 75 inc. 2º y sola-
n1ente por tien1po determinado. Las catorce provincias preexisten les no pueden supriinirse ni fus.i-0narse, por-
que su realidad e identidad cuentan con raf¿ histórica, de modo que el federalis1no
J.as con1petencias exce¡>cionales <ie las provincias ofrecen poco mar- en cuanto contenido pétreo impide su desaparición.
gen de ejempios; así. dictar los códigos de fondo nüentras no los dicta o
baya dictado el congreso. Para esto, remitin1os al art. 126. 15. - Los lf111ites interp1vvinciales son fijados por el congreso (art. 75 inc.
15). En tal dclimi!ación, respecto de las provincias bis16rica1nente preexislentcs,
10. - Las competencias con1partidas integran una categoría que no dejamos aclarado que el congreso no dispone de discrec1onalidad como para igno-
rar o alterar la di111ensión que a cada una de aquellas provincias le corresponde por
ha sido habitual explicar. No deben confundirse con las concurrentes, pues sus antecedentes históricos.
las concurrentes son las que tanto pueden ~jercer el estado federal co1no '
Los conflictos entre pro1•incias están previstos en el art. 127, que prohíbe la
las provincias, nticntras que las co1npartidas requieren una doble decisión guen·a entre ellas y que deriva a la con1petencia de la Corte Suprenu "dirimir" las
integratoria -por ej., cuando debe intervenir el estado federal y una o más "quejas" entre provincias. (El fallo de la Corte de 1987 en el litigio eotre La Pa1npa
provincias participantes en la fijación de la capital federal (art. 3°), o en la y Mendoza por la inlerprovincialidad del río Atuel es eje1nplo de un caso relevante
creación de nuevas provincias (art. 13}-. en el tema.)
Según el art. 7° los actos públicos y procedinuentos judiciales de una provin-
11. -Así con10 las coinpetencias exclusivas del estado federal se suponen cia gozan de entera fe en las denuís. La jurisprudencia de la Corte añade que se les
prohibidas a las provincias, las exclusivas de las provincias se reputan prohibidas al debe asignar el mismo efecto que son capaces de producir en la provincia de 01igen.
estado federal. El art. 8º prescribe que los "ciudadanos" de cada provincia gozan de los de-
rechos, privilegios e inn1unidades inherentes a ese título de ciudadano en las demás.
12. - Se ha de tener n1uy presente que las competencias exclusivas Asimismo, la extradición de c1inlinales es obligación recíproca de todas las provin-

del estado federal no exigen hallarse taxativamente enumeradas en la cons- c1as.
titución, porque las hay implícitas en los tres órganos de poder: legislati-
vo, ejecutivo, y judicial. Para el congreso, el art. 75 inc. 32 las contempla. 16. - La unidad territorial implica que el territorio del estado fede -
ral es uno solo, no obstante la pluralidad de provincias. Entendemos que el
13. - La observación de la praxis constitucional pone en claro que ha habido gobierno federal no puede alterar el elen1ento territorial de las provincias
una marcada inflación de las co1npetencias federales, a veces en desmedro del re- sh1 consentimiento de sus legislaturas (por aplicación de los arts. 3° y 13).
parto que efectúa la constitución formal. Se trata de una 11111/ación que, cuando viola
la constitución, es inconstitucional. 17. -La integrid.ad de las provincias conduce al siguiente desglose:
a) el dominio de sus bienes no ha sido delegado al estado federal; actual-

-- - - ---- -
• •
'14

Co~PE.l\'010 UI:. DERECHO CO!'STITUCJONAL EL FEDERAUSMO ARGENTINO 55

n1ente. el art. 124 les reconoce el don1inio originario de los recursos natu- el desarrollo econónzico y social, y para establecer órganos con faculta-
rales existentes en sus territorios: b) deslb1dar cuáles de esos bienes son de des destinadas al cumplimiento de sus fines.
don1inio público y de dominio privado de las provincias es con1petencia
del congreso, porque se trata de w1a cuestión propia del código civil; e) es Entende1nos que las regiones no se convierten en una nueva estI11c1ura política
qúe viene a intercalarse en la estructura federal, por lo que ta1npoco los recién cita-
con1petencia provincial la legislación sobre el uso y goce de esos bienes; d)
dos órganos regionales son niveles de decisión poütica.
dontinio y jurisdicción no coinciden (por ej., Jos ríos de las provincias son
de dominio provincial en l.as aguas que corren por sus territorios, pero la Corno síntesis diremos: a) sólo las provincins pueden crear regio-
jurisdicción es federal a efectos de la navegación y el comercio interpro- nes; b) el estado federal no tiene esa facultad pero: b') puede participar en
vincial). tratados entre él y las provincias con fmes de regionalización; e) el congre-
so debe promover políticas diferenciadas para equilibrar el desigual desa-
Un listado de cuanto entra en el dominio y La jurisdicción provinciales puede rrollo relativo de provincias y regiones, según la letra del art. 75 inc. 19
ser este: recursos naturales, subsuelo, tnar territorial, plataforma submarina, espa-
segundo párrafo; aun así, tal política de promoción regional no ímporta
cio aér.eo, ríos, lagos y aguas, ca1ninos, islas (cuandó el álveo es provincial), playas
marinas, riberas inte1iores de los 1íos, etc. Las leyes opuestas a estos principios son,
una atribución para crear regiones; más bien, equivale a Wla especie de
a juicio nuesu·o, inconstitucionales. · demarcación terrítorializada para superar el desequilibrio y la desigualdad
entre provincias y regiones.

Los n1u11ici¡Jios
La ciudad de Buenos Aires
18. - Hen1os yarecordado que el viejo art. 5° de la constitución obli-
gaba -y sigue obligando- a las provincias a asegurar su régi111e11 ntunici- 20. - La reforma de 1994 trazó mi lineamiento mínimo para la auto-
¡Jal. Siempre descubrin1os allí, implícitamente, la autononzía n1unicipal, noniía de la ciudad de Buenos Aires, previniendo la acun1ulación de tal
status con su actual calidad de capital federal.
pero la jurisprudencia de la Corte sostuvo -basta 1989- que sólo eran
descentralizaciones administrativas con cualidad de autarquía. El art. 129 alude a un réginien .de gobien10 aut6norno, con faculta-
.des propias de legislación y jurisdicción, y a la elección popul~ directa
El cam.bio de ese criterio en el citado afio 1989, y el constitucionalis-
del jefe de gobierno. Asimismo, previó que una ley garantizaría los intere-
mo provincial entre 1957y1985 hasta hoy, nos convencen deque en nues-
• ses del estado federal mientras la ciudad fuera capital de la república. Por
tra estructura federal hay una trinidad: provincias, n1u11icipios, estado fe-
ñn, dio curso para que el congreso convocara a los habitantes de la ciudad
deral. para elegir a los integrantes de un cuerpo destinado a dictar el Estatuto
Desde 1994, la reforma constitucional especificó la autononúa muni- Organizativo de las in~tituciones locales.
cipal en los términos del art. 123, y añadió W1 nuevo sujeto de la relación
federal con la Ciudad Autónon1a de Buenos Aires (art. 129). 21. - Conforme a este diseño, nuestra interpretación es la siguienU(:
a) el territorio de la ciudad ya no está total111e11te federa/izado sino sujeto

a jurisdicción federal parcial1ne111e, sólo en lo que se refiere a los intereses
La regionalización que en dicho territorio inviste el estado federal, en razón de residir allí el
gobierno federal y de estar situada la capital federal; b) tal jurisdicción
19. - La misma reforma de 1994 formalizó el reconocimiento de la federal parcial tiene sentido institucional y competencial, pero no territo-
regionalización. El art. 124 atribuye a las provincias (como facultad que rial, porque el lugar no está federalizado; c) la ciudad de Buenos Aires no
para nosotros es exclusiva de ellas) la posibilidad de crear regior1es para alcanza la categoría de provincia, pero su autonomía es más amplia que la
'
• •
56 COMPENDIO DE DERECHO CO~STinJCIONAL EL FEDERALISMO AROf..Vl'INO 57

de los municipios; d) con10 nuevo sujeto de la relación federal, cabe atri- en los territorios nacionales que queden fuera de los límites asignados a las
buirle -según sólidas opiniones- la categoría de municipio "federado", provincias.
sintilar a lo que se suele entender por "ciudad-estado". Actualmente. 110 existen territorios nacionales -antes llamados
gobernaciones-, porque el territorio argentino se ~mpone llhor~ solamen-
1
te ~e provincias, más el de la ciudad de Buenos Aires con su régimen auto-
Los lugares de jurisdicción federal •• , .
nonnco.
22. - El art. 75 i11c. 30 ha attibuido al congreso lafacultad de ejercer El último terrilorio nacional fue provincializado con el nombre de Tíerra del
una legislación exclusiva en el territorio de la capital, y dictar la necesa- Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, y en 1991, como nueva provincia, dictó
ria para cumplir con los fines específicos de los estableciTnfentos de utili- su constitución local.
dad ''·~ional en el territorio de la república. Y añade que las autoridades El sector antártico argentino es un territorio sometido inten1acionalrnente al
provinciales y 1nunicipales conservarán lo~s pod~res de policía e in1posi- Tratado Antártic-0, del que Argentina es parle. ·
ción sobre tales establecimientos, en tahtó no interfieran en el cumplimiento
1
de los 1ines antes señalados. '"' 26. - La cláusula transitoria t •de la constitución reformada en 1994
reivindica la territorialidad argentina de las Islas Malvinas. Georgi.as del
23. - En cuanto a la legislación eTl la capital .federal, hay que ad- Sur y SandwU:h del Sur, 1nás los espacios n1arítimos e insulares corres-
vertir que: a) mientras la capital esté ubicada en la ciudad autónoma de pondientes.
Buenos Aires, tal legislación no es "exclusiva", porque el art. 129 le con-
fiere a dicha ciudad facultades de legislación, y la cláusula transitoria 15ª
l"eservó la legislación cxclusi va sólo hasta que se constituyeran los pode- La intervención federal
res locales propios de la autonomía; b) a partir de tal momento, la con1pe-
tencia legislativa del congreso se limita a garantizar los intereses federa- 27. - Nuestra constitución prevé la garantía federal. Ella significa
les en la ciudad, siempre mientras ella sea capital federal. que el estado federal asegura, protege y vigila la integridad, la autonomía y
la subsistencia de las provincias dentro de Ja unidad coherente de la federa-
24. - En cuanto a lo que, respecto de los establecinzientos de utili- ción a la que pertenecen.
dad nacional, podemos llamar "enclaves" en territorio de las provincias, La propia intervención federal es el recurso extremo y el ren1edio tal
la competencia legislativa del congreso viene calificada por la constitución vez más duro que se depara como garantía federal.
como aquélla que es necesaria y circunscripta a los fines de los mencio- Esta garantía federal queda condicionada al cumplimiento de las pau-
nados establecin1ientos. De este modo, se superó en mucho lo que la letra tas que las provincias tienen obligación de respetar y cumplir, dentro de Ja
del viejo inc. 27 del que fue art. 67 consignaba, y lo que en una mala inter- relación de subordinación que es típica de los estados federales.
pretación judicial había sostenido la Corte entre 1968y1976, cuando juz-
gó que tales "enclaves" eran lugares de jurisdicción federal amplia y exclu-
.
s1va. üpologfa, causas y fines en las distintas clases de intervención
. 28. - La intervención federal procura conservar, defender o restau-
Los territorios nacionales rar -según el caso- la integración autonón1ica de las provincias, cuando
hay dislocamientos o peligros que la perturban o amenazan.
25. - El inc. 15 del art. 75 sigue previendo la competencia del con-
El art. 6º habla de intervenir "en" el territorio de las provincias, y no
greso para legislar en materia de organiza:ción, administración y gobierno
de intervenir "a" las provincias. Ello pemtite pensar que la constitución no
• •

58 COMPENDIO DE DERECHO CONSTII1JCIO:-<' Al. EL FEDERALISMO ARGl::.Vffi'O 59

impone necesaria ni claramente que la intervención haga caducar, sustituir los ejen1plos (en for1na silnilar a la declaración del estado de sitio) 1ná!f elocuentes de
o desplazar a las autoridades provinciales. una 111utación constituci.onal transgresora de la constitución fonnal.
No obstante, el actual an. 75 inc. 31 establece entre las con1petencias
del congreso, la de "disponer la intervención 'a' una provincia o a la ciu- 32. - El art. 6° no individualiza cuál es el órgano del gobierno fede-
dad de Buenos Aires''. ral que tiene competencia para intervenir. El actual cin. 75 i11c. 31 especi-
fica que es competencia del congreso. en tanto el art. 99 inc. 20 establece
29. - Varnos a desdoblar la intervención que puede disponer el go- que si el congreso está en receso puede intervenir el presidente de la repú-
bierno federal: blica, quien simultáneamente debe convocarlo; finaln1ente, la norma del
a) por sí sólo, "para" garantizar lafom10 republicana. de gobierno, o art. 75 inc. 31 dice que el congreso puede aprobar o revocar Ja intervención
repeler invasiones exteriores; que duranre su receso decretó el poder ejecutivo.
b) a requisición de las autoridades constituidas, "para" sostenerlas
33. - La intervención federal es un acto de naruraleza política, pero
o res:ab~ecerlas si han sido depuestas por sedición o por invasión de otra
provincia. ell-0 no significa que escape al control judicial de constitucionalidad. Por
ende, no le reconocen1os la calidad de cuestión política "no judiciablc",
A tenor
,
de esta dualidad, tas causas de la intervención federal se resu- aun cuando ya en 1893 la Corte la definió así en el caso "Cullen e/ JJlerena''.
men as1:
a') garantizar la forma republi- 34. - u1 designación del interventor federal es siempre y en todos
a) sin pee/ido de la provincia } "para" cana alterada, o los casos una facultad del poder ejecutivo (art. 99 inc. 7°). El interventor
a") repeler invasiones exteriores; es un funcionario federal que representa al gobierno federal. Sus atribucio-
nes dependen. en cada caso, del acto concrero de intervención, de la finali-
b) con pedido de las autori- ) b') sostenerlas o b") restablecer- dad y el alcance que se Le ha asignado al disponerla, y de las instrucciones
dades provinciales "para" las cuando hay sedición o inva- precisas que se Je in1parten al interventor por el poder ejecutivo.
sión de otra provincia.

35. - La intervención no exiingue la personalidad jurídica de la provincia ni
. 30. - Según cada situación. la intervención que dispone el gobierno suprime su autono1nía. Ergo, el interventor debe respetar la constitución y el dere-
federal por su propia iniciativa puede ser, a la vez, una facultad y una cho local, apartándose sólo y excepcionalnl.ente si tiene que dar prioridad al derecho
obligación, así como tainbién puede operar como sancionatoria o como federal de la intervención, y ello dehido a la supremacía de la constitución federal.
restauradora.

Tai_nbién resulta viable que a una causal de intervención por iniciativa 36. - En la medida en que caducan autoridades provinciales. el in-
del gobierno federal se le sume otra causal para intervenir a requisición de terventor opera como sustituto y asume sus funciones, con excepción de
las autoridades provinciales. las judiciales. porque aun si la intervención alcanza al poder judicial pro-
Pero en cualesquiera de los supuestos posibles, es 1nenester recordar vincial, las facultades del interventor se limitan a reorganizar la adminis-

que, co1no el art. 6º fija las condiciones y causales para la iI1tervenci6n, el tración de justicia, a ren1over jueces y a designar reemplazantes.
gobierno federal 110 puede ni debe actuar discrecionahnente. Si se evade
el marco del citado art. 6º es fácil sostener que se incurre en inconstitucio-
nalidad. La dinámica del federalismo argentino

31. - La práctica abusiva y frecuente de las intervenciones federales, en nume- 31. - Habíamos adelantado que la dinán1ica de nuestro federalismo
rosos casos sin causa ni sujeción a Ja constitución, lleva a dar por cierto que es uno de dejaba lugar para detectar una mutación constitucional, n1uchas veces
• •
60 COMPENDIO DE DERECHO COJ\'STITUCIONAL EL FEDERAUSMO ARG6NTCNO 61

violatoria de la constitución formal. En ese espacio se suele hablar de Sin entrar a detalles y a citas del articulado, proponemos que para la
desíedcralización. así como de factores proclives a la ccn1ralización. revisión del tema se acuda al siguiente paisaje:
Una lista ejemplificativa de algunos de tales factores lleva a mencio- a) la refonna esboza unfederalisn10 de concertación y parricipación
nar los siguientes: (por ej., en el art. 75 inc. 2°);
a) el abuso de las intervenciones federales y del estado de sitio; b) se introduce como novedad que el senado debe ser cántara de ori.-
b) las é¡Jocas defacto; ge1i para ciertos proyectos relacionados con el federalisn10 (art. 75 incs. 2º
y 19);
c) las crisis econónlicas;
c) la vieja cláusula del progreso (ex art. 67 inc. 16) ha recibido una
d) la concentración del régi111en impositivo en las competencias fede- añadidura en el inc. 19 del art. 75, que fija un parán1etro en el desarrollo
rales;
con equilibrio provincia/ y regional, o sea, toma en cuenta al pluralismo
e) la centralización federal de servicios que son susccplihles de divi- territorial de situación; como sumatoria, de acá se infiere un Hnean1iento
sión territorial; de solidfiridad y leal1ad federales;
J) las políticas econ6n1icas centrales; d) Jas particularid ades provinciales y locales son atendidas en materia
g) las políticas y los co1nportamieutos de los partidos políticos "n.a- educativa (art 75 inc. 19);
cio11a les": e) se retiene el poder de policía y de imposición de provincias y muni-
h) la transferencia de or-ganisn1os de la seguricútd social de las pro- cipios en los establecilnientos de utilidad nacional previstos en el art. 75
vincias a la administración federal. inc. 30);
f) se reconoce a las provincias el donzin,io originario de los recursos
naturales que existen en sus territorios (art 124);
El federalis1110 concertado
g) se les reconoce "conservar" organisnios locales de seguridad so-
cial para los empleados públicos y profesionales;
38. - Si de contrapesos cupiera hablar acá, habríamos de apelar a lo
que se ha dado en denonlinar, por Pedro J. Frías en el ámbito de la dinámi- h) se reconoce la auto11on1ía de los n1u11icipios provinciales (art. 123);
ca federal, el "federalismo concenado". Lo difícil de su definición se su- i) se especifican explícitan1ente algunas con1petencias concurrentes
ple con una noción simple: se trata de concertar o arreglar interjurisdic- entre estado federal y provincias, así como la facultad de las prpvincias
cionalmente aquellas cuestiones que, sin vulnerar la constitución. hallan • para crear regiones y concertar acuerdos i11ternacio11ales en forma limi-
silio para resolverse contractualmente. Tal cooperación -recíproca entre tada (ver art. 75 inc. 2°; art. 41; art. 75 inc. 17; art. 125; arL 124);
estado federal y provincias- halla un buen instrumento en el principio de j) hay con1petencias concurrentes en jurisdicción de las provincias eí1
lealtad federal o buena.fefederal, que preste atención a los intereses del relación con la cláusula sobre los pueblos indígenas (art. 75 inc. 17).
conjunto fedcrali vo.

El federalismo ea la reforma de 1994


r
39. - La reforma de 1994 ha dado lugar, en el mundo de la doctrina,
a dos enfoques divergentes: uno cree que ha habido un fortaleciiniento del
federalismo, en tanto otro valora que en algunos aspectos el federalismo se
ha esfumado.
,

CAPtruLO VI

EL SISTEMA DE DERECHOS

La parte dogmática de la constitución en el desarrollo del constitucio-


nalisn10

l. - A la parte dogmática de la constitución la titulrunos derecho


cons1itucio11al de la /iber1ad porque allí se centraliza un núcleo que coin-
cide con la fom1a de estado democrático, al instalar a la persona ltun1a11a
de acuerdo con su dignidad, su libertad y sus derechos.
Para ello, une -por un lado- la defensa y ¡Jronioción de los derechos,
con - por el otro- la liniiración del estado y del poder en pro de la seguri-
dad de las personas. De ahí que la parte dogmática y la parte orgánica se
hallen intercomunicadas.
'
'1
2. - En la pri1nera etapa del constitucionalismo moderno. el sujeto
¡Jasivo que quedaba obligado a oniitir violaciones a los derechos era el
estado. Esos derechos eran los llamados derechos públicos subjetivos del
hombre "frente" o "contra" el estado.
Paulatinamente, el desarrollo del constitucionalismo logró anipliacio-
nes: a) los particulares también han llegado a ser sujetos pasivos que,
junto con el estado, deben respetar los derechos; b) a la obligación de on1i-
tir violaciones se añaden. según los casos, obligaciones de dar o de hacer.
Del constitucionalismo liberal se pasa aJ constitucionalisn10 social,
y de la den1ocracia liberal ala deniocracin social. A los derechos, ade-
más de protegerlos, hay que pronioverlos, para lo cual muchas constitu-
ciones actuales obligru.1 al estado a ren1over los obstáculos que impiden a
muchos seres humanos acceder al disfrute y ejercicio pleno de sus dere-
chos. A su vez, a los clásicos derechos civiles y políticos se agregan los
derechos econóniicos, sociales y culturales.

J
64 COMPE.'<UÚ.) DE DERECHO CONSTfI1JCIONAL EL SISTEMA DE DERECHOS 65

Un atractivo perfil del estado lo ofrece la calificación que, tomada de o de valores, la naturaleza hurnana, la idea racional del dereoho·jus.t@,
la constitución española. lo define como esra.do social y de1r1ocrático de las necesidades hurnanas en cada situación concreta, la tradición históri;
derecho. ca de c~da sociedad, la cultura social, la ética o moral. etc.
' .
3. - En este marco, el lenguaje actual ha introducido la denonlina- 8. - Que haya p.orn\as declarativas.de derechos no significa que cuan-
ción "derechos humanos" para abarcar a las distintas categorías de dere- do fallflp ?ormas hay;:¡. ausencia de derechos. Las cláusulas de los .derechos
chos que deben recibir recepción en la constitución. Cuando ésta los 110 enumeraclos que muchas constituciones contienen, da prueba de que
positiviza, se suele echar mano de otra expresión, que es la de derechos hay dePechos ünplícitos. O sea, que en un estado den1ocrático el sistema
.fundnnientales. de derechos debe operar tanto con normas como sin normas .

4. - Cuando se hace un reco1Ti<lo histórico en la génesis de las declaraciones 9. -Al despuntar el nuevo siglo y el nuevo mile11io reiteran1os una
de derechos y se arranca de la constilución de Filadelfia en los Estados Unidos, hay fuerte convicción: un sistema de derechos en un marco constitucional de-
que advertir que su texto originario de-1787 e<S> contenía una declaración de dere- mocrático necesita abastecerse con dos fuentes: la propia inten1a, encabe-
cht)S, Y no porque se los menospreciara o ignorara sino, a la inversa, porque se zada por la constitución, y la internacional (dei;echo internacional de los
hallaban tan arraigados en la tradición cultural de la soci<:dad que se consideraba dere~hos humanos). Tal lo que exige el sisten1a de derechos para ser con1-
innecesario, o hasta superabundante, consignarlos en las no1mas escritas. pleto.
Poco después, las diez y cato1·ce prilneras en1niendas nortea1nericanas se aüa- <

dicrou a la constitución, haciendo las veces de una declaración de derechos.


,, IJos derechos en nuestro constitucionalism<• actual
5. - Que.tos derechos se "declaran" equivale a decir que la constitu-
ción a cuyo texto se il1corpora tal declaración, los reconoce, con todos los 10. - El sisten1a de derechos en nuestro constitucionalis1no argenti-
efectos que según cada n1on1ento histórico se adjudica al reco11ocimiento; I)a
no transcurrido por tres fechas: 1853-1860, que es la de la constitución
originariamente, era suficiente no violarlos; después, y ahora, es 111enester históripa; 1957, que es la de la reforma que en el art. 14 bis incorporó un
pronzoverlos. Siempre -ade111ás- ¡Jrotegerlos. cjed,euconstitucionaiis1no social; la de 1994, que teniendo prohibido intro-
du ir~enmjendas a los 35 primeros ar~culos, dio acogimiento a la fuente
6. - Lafuente que poden1os calificar como "ideológ~ca" de la declaración de intén1acional en el art. 75 inc. 22 e inc. 24, a más de conferir la n1is1na
... '· 1~ ;.

derechos tiene, histórican1ente, el sentido de valorar positivamente a la persona jeraiquía de la constitución a varios instrumentos internacionales de dere-
hun1ana. La fu.ente que se define como "formal" halló su lugar en el constitucioná- chgs humanos, y de acentuar fuertemente en la parte orgánica de la consti-
lisn10 de los Estados lJnidos, y no en el francés que, entre otras cosa5, es tuc~l5n la valoración del orden institucional, de la democracia, del pluralis~
cronológicamente posterior.
m~, de la igualdad de oportunidades, de la participación, etc. Es impres-
cindible que, al día de hoy, cuando se confecciona el listado de derechos, se
7. - Cuando se escruta el fundanzento de los derechos se roza a·la interconecten en el articulado las normas de los arts. 14. 20, 14 bis, 15, 16,
filosofía política y jurídica. Al retomar lo ya dicho aeerca de que la decla-·
9 i'l'.2., 26, 17, 7°, 8°, 19, 28, 33, 36, 37, 38, 39, 40, 41, 42, 75 (iI1cs. 17,
ración constitucional de derechos implica reconocerlos, se añade que tal t<.;-\,2.4, 23, 24), 43, 18, 125.
reconocimiento no equivale a una dádiva ni a un otorgaiuienlo que el esta- . ~ . .
'
do le hace alas personas. El estado que reconoce los derechos no los "cons- ,, Una lectura a fondo de tal normativa proporciona un catálogo denso
tituye" como tales, Por ende. los derechos no son "lo que" el estado dice· de derechos, valores y principios en la constitución actual.
que son, ni son "los que" el estado define como siendo derechos. •'
:'- 11. - Alcanzada tal visión integral, y comprobado que entre la parte
La diversidad de enfoques que se apartan del votuntarismo estatal
~9gmátíca (arts. 1° a 43) y la parte orgánica. con más el preán1bulo y las
abre una pluralidad de fundarnentos: el derecho natural, el sistema objeti-

"
• • •

66 COMPENDIO DE DERECHO CO~STITUCJONAL EL SISTEMA DE DERECHOS 67

disposiciones transitorias, hay ahora una muy fuerte realimentación, vale to ocontroversia entre sujetos que disputan entre sí diversos derechos. hay
agregar que es posible atrjbuir raigambre constitucional a algunos princi- que preferir el que "según las circunstancias de ese caso concrero" resulte
¡J1:os de muy útil aplicación, entre los que, sintélitan1ente, citamos tres: n1ás valioso de acuerdo a ellas;
a) el principio "pro hornine:: (a favor de la persona), confonne al f) el titular de los derechos puede o no ejercerlos. porque como princi-
cual una vez que se utiliza la fuente interna y la fuente internacional, sien1- pio le resultan disponibles; en can1bio, el sujeto pasivo debe cumplir su
prc hay que elegir en cada caso concreto la fuente y la nom1a que proveen prestación (de omisión. de dar o de hacer), por lo que. en cuanto a él, los
la solución más favorable para la persona y para el sisten1a de derechos derechos ajenos le son indisponibles;
institucionalmente considerado: g) conforn1e a la jurisprudencia de la Corte, nadie puede sustraer al
b) el principio "¡1ro actio11e" (a favor de la acción), que con enfoque poder judicial la facultad y el deber de hacer respetar la constitución y los
garantista le señala a los jueces el deber de brindar al justiciable en cada derechos, razón por la cual se produce agravio a la garantía de la defensa
proceso la vía que 1nejor favorezca su derecho ala tutela judicial efectiva; en juicio cuando una cueslión justiciable queda excluida compulsivan1ente
e) el principio del "favor debilis "~para que en cada situación en que de la decisión de los jueces;
aparecen derechos controvertidos se ton1e n1u y en cuenta 1a interioridad de h) los bienes jurídicos que quedan con1prendidos y amparados por la
condiciones de la parte más débil. declaración de derechos no in1ponen necesarian1ente la obligación de que
la política criminal del congreso les depare tutela penal por incriminación
y sanción de la lesión que se infiera a tales bienes. salvo cuando es la
Pautas de caracterización lle los derechos propia constitución la que tipifica una conducta como delito (que es el
supuesto de los delitos constitucionales). o cuando algo semejante surge
12. - Las pautas fundamentales son las siguientes: de tratados internacionales.
a) hay derechos e11u111erados y derechos no e11unierados (implícitos);
todo derecho fundan1ental o prin1ario debe considerarse incluido en la cons-
titución; a') en el bloque de conslitucionalidad, fuera del texto de la cons- El sujeto activo y el sujeto pasivo
<Y
titución, hay• derechos que fluyen de instrunientos internacionales -algu-

nos co11jerarquía constitucional, y otros supralegales-(todo ello en virtud 13. - De n1ucho de lo hasta acá expuesto se desprende que el sujeto
de los arts. 14, 33, 75 inc. 22. más los enlaces mencionados en el parágrafo activo o titular de los derechos es la persona hun1a11a que, en el nlarco de
10); la constitución. tanto es un nacional como un extranjero con calidad de
b) los derechos referidos en el párrafo anterior pertenecen tanto a na- habitantes. Asimisn10, hay derechos susceptibles de quedar titularizados
cionales o ciudadanos como a extranjeros (arts. 14, 20 y 75 inc. 22); por entidades colectivas que revisten calidad de sujeto de derecho (así,
por ej .. el art. 14 bis alude a los "gremios", y el art. 42 a asociaciones de
c) tales derechos obligan, como sujeto pasivo, tanto al estado federal
como a las provincias; consumidores y usuarios, en tanto el 43 trae tan1bién referencias de equi-
valente sentido); es i1nportante recordar que el art. 75 inc. 17 depara
d) los derechos no son absolutos sino.relativos; ello significa que son personería jurídica a las co111unidades indígenas.
susceptibles de reglamentació11 razonable, la cual reglamentación deja de
serlo si los altera e incurre en arbitrariedad (art. 28); El sujeto activo cobra relieve cuando se piensa que, de acuerdo a la jurispru-
e) la interpretación de los derechos ha de hacerse, en cada caso, a dencia de la Corte, es él quien puede provocar en su favor el control judicial de
tenor de principios como los que explicamos en el parágrafo 11; e') si bien constitucionalidad. ·
es posible distinguir algunos derechos "más valiosos" que otros, o con
mayor jerarquía, no hay que olvidar que en cada caso en el que hay conflic- 14. - El estado no es titular de derechos (salvo, analógicamente, en

l
• •

68 COMPENDIO DE DERECHO CONSTITUOONAL El SISTEMA DE DERECHOS 69

supuestos como el de su participación en un proceso judicial para que se le Por todo ello hemos de afirmar que: a) la ¡;ersona hunw11a es ahora
resguarde la defensa y el debido proceso). un sujelO investido de personalidad internacional; b) la cuestión de los
derechos hw11anos ya no se recluye en la jurisdicción exclusiva o reservada
15. - Quienes ni son habitantes ni se hallan en ten·itorio argentino pueden del estado, porque sin haberle sido sustraída pertenece a unajurisdicei6n
cxcepcionahneote titularizar derechos relacionados con un punto de conexión obje- concurrente o conipartida entre el estado y la jurisdicción internacional;
li vo y suficiente que tengan con nuestra j urísdicción (por ej., un extranjero residente e) nuestro art. 75 inc. 22 ha asin1ilado lo que surge de los anteriores incisos
en Francia que tenga un inmueble en Córdoba, podrá alegar en su favor el derecho
a) y b).
de propiedad de nuestros arts. 14 y 17).

20. - El estado asume responsabilidad i11ten1aciottal por las obli-


16. - El sujelO pasivo es doble: a) el estado (federal y provincial); b) gaciones que los tratados de derechos humanos le irrogan. No solamente
los demás particulares. tiene que no violarlos y que conferirles efectividad, sino que tiene que im-
Cualquier actividad-por acción u omisión-proveniente de uno o más pedir, prevenir, vigilar, sancionar y reparar las violaciones que los particu-
sujetos pasivos que lesio11a derechos es üico1istitucional. Las garantías se lares puedan inferir a los derechos.
'
deparan para proteger derechos ranto cuando la violación proviene de acti-
vidad estatal con10 de actividad privada. 21. - Los tratados de derechos hun1anos que Jorman parte de nues-
tro derecho interno tan1bién obligan a las provincias, como desde siempre
17. - Las obligacio11es del sujeto pasivo-sean de omitir daño, sean lo tuvo establecido el an. 3 1 de la constitución.
de dar o de hacer- son obligaciones de naturaleza constitucional, y así
como se pone énfasis a favor de los derechos, también hay que tener muy
en claro que, por la correspondencia entre derechos y obligaciones, las El derecho ¡Jrovincial
obligaciones que son recíprocas de derechos revisten igual valor que éslOs.
22. - El derecho provi11cia.l debe dar acogiulicnto al sistenl.3. de de-
18. - Si acaso todavía cncontran1os ciertas situaciones jurídicas subjetivas a reclros, segúi1 lo prescribe el art.. 5º. A la vez, estaiuos convencidos de que
la~ que no se les otorga la naturaleza de derechos, conviene regis u·arlas para depa- en esta1nateriael derecho federal es un piso, por lo que el derecho provin-
rarles las garantías necesarias. Por ej., si a ciertos intereses de los clásicamente cial puede incren1entar los derechos, así con10 en el área del garantisn10
apodados co1no difusos o colectivos no se los incluye en la categoría de "derechos puede mejorar y ampliar las vías procesales (ainparo, habeas data, habeas
de incidencia colectiva" aludidos en el art. 43. corpus, control constitucional).

23. - En materia vinculada a la tutela del a111biente, y a los pueblos indíge-


La fuerue i11ten1.acio11al nas --que, sin duda, integra el orbe del sistema de derechos- la constitución habilita
co1npetencias concurrentes o con1ple11ientarias a favor de las provincias.
19. - El derecho í11ten1acio11al de los derechos hunwnos ha adqui-
rido una presencia vigorosa en el derecho constitucional, sobre todo a par-
tir de la reforma de 1994. Los derechos y la legitinzación
Los tratados de derechos humanos ostentan con10 característica dife- 24. -La legitinzaci6n procesal - o sea, la capacidad para articular
rencial con los tratados clásicos, la de obligar a los estados que se hacen en un proceso judicial una pretensión alusiva a derechos-viene a ser con10
parte en ellos a cumplirlos y darles efectividad en sus jurisdicciones inter- la "llave" con la que se entra a ese proceso. De abí que es in1portante en
nas, además de adjudicar directamente a las personas tisicas Ja titularidad cada caso determinar quién puede actuar como parte actora (legitimación
de los derechos que cada tratado contiene. activa) y frente a quién puede actuar como parte demandada (legitimación

70 (:oMPENDJO DE DERECHO CONST111.lCIO!\AL EL $lSTE.'v1A DE DERECHOS 71

pasiva). de n1odo que ello contigura un tema trascendente que pertenece al Tal es el principio de razo11abiliclall, que hace de con1plen1ento imprescin-
derecho constitucional de los derechos humanos. Desconocer, negar o es- dible al de legalidad. Lo opuesto a la ra1onabilidad es la arbitrariedad.
trangular la legitimación procesal. privando de aquella "llave" a quien quiere Para una comprc11síón sencilla y plena, podemos reformular unidos
y precisa formular pretensiones en un proceso que le atañe, para hacer ambos principios: el de legalidad y el de ruonabi lidad, diciendo: nadie
valer un derecho que cree titularizar, es i11co11stitucio11al. ¡>uede ser obligado a lutcer lo que la ley ''justa" (razonable ) 1w n1anda,
ni privado de lo que la ley "justa" (razonable) 110 prohíbe.
Nueslro art. 28 condensa la regla de ruonabilidad cuando enuncia
El principio de legalidad que los principios, derechos y garantías 110 podrá11 ser "alterados" por
las leyes que reglan1enten su ejercicio. Esa "alteración" equivale a irrazo-
25. - Cuando se echa n1ano del aforisn10 "gobierno de la ley en ve' nabilidad o arbitrariedad y, por ende. a i11co11stitucio11alidad.
de gobierno de los hon1brcs" se está apelando al principio de legalidad: lo
que se 1nanda y lo que se prohíbe necesita ley que prescriba lo que tenc1nos 29. -
Se suele decir que el principio de razonabilídad équivalc a la garantía
que hacer y lo que tenemos que on1itir. O ·sea, no se descarta a los gober- del debido proceso s11stantiv9. Su finalidad es preservar e l valor justicia en el con-
nantes. pero se Jos son1ete a la ley. tenido de todos los actos del poder, y tan1bié11 de lo~ pa1·1iculares.
Nuestro art. 19 lo ha expresado así: nadie ¡;uede ser obligculo a ha- 30. - La arbitrariedad ha sido 111uy elaborada por la jurisprudencia de la Cor-
cer lo que la ley 110 n1a11da ni ¡>rivado de lo que ella 110 Jlroltíbe. le en su categoría de sentencias arbitrarias.
JJa finalidad del principio de legalídad es afianzar la seguridad indivi-
dual y darnos previsibilidad anticipada de lo que han de ser nuestras con-
ductas. Se pretende, así, evitar las decisiones sorpresivas.

Co1110 aclaratoria, hay que dejar establecido que ao sólo la ley obliga y prohíbe: .t"
toda otra fuente distinta de la ley, o inferior a ella, también dispone de co1npotencia,
en la medida que provenga de un órgano habilitado por la constitución. Asimismo,
fuentes no estatales -como lo!i contratos- tienen capacidad de generar obligacio-
nes.

26. - Se lla1na "zona de reserva" de la ley el ámbito donde la regula-


ción de una materia es de competencia legislativa del congreso.

27. - El principio de legalidad guarda nexo con la esfera de libertad j14rídica ' •.
~

según la cuaJ, para Ja persona hun1ana, lo que no le está prohibido le está pen111ti-
do.

El principio de razonabilidad

28. - Ahora bien, cuando la ley manda o prohíbe, nuestro sentido de


justicia agrega que esa ley tiene que ser justa, o -con lenguaje de nuestro
derecho constitucional- "razonable" en lo que manda y en lo que prohíbe.
.
CAPÍTULO VII

LA LlBERTAD Y l.A IGUALDAD JURIDlCAS

La libertad como derecho, y sus contenidos

1. - Toda democracia pcrsonalista contiene W1 espacio suficiente de


libertad jurídicamente relevante, en disponibilidad para la persona huma-
na. Por eso se habla de libertad jurídica, o de la libertad como derecho de
la persona.
Sus aspectos fundan1entales son éstos:
a) Un status ¡Jersonal que le confiere al ser hun1ano la calidad de per-
sona jurídica. con capacidad de derecho; su negación total es la esclavi-
tud como incapacidad total de derecho. A su modo, el art. 15 da albergue a
tal status de libertad. en cuanto suprin1e la esclavitud.
, Un poder de disposición que, en uso y ejercicio de la libertad, sea
b)
susceptible de producir efectos jurídicaniente relevantes (así, si en uso de
mi libertad decido casarme, mi casamiento se compadece con la libertad
únicamente cuando el estado me reconoce el estado civil de casado).
c) Un área de intbnidad o privacidad que se sustrae a toda interferen-
cia arbitraria del estado. La fórmula viene dada por el art. 19 cuando res-
guarda las accione~ privadas que no ofenden al orden, a la moral pública,
ni perjudica a terceros.
d) Un principio a favor de la persona humana, por el que todo lo que
no le está prohibido le está permitido.

2. - Todo cuanto el hombre hace u onlite en su espacio de libertad está den-


tro, y no fuera, del mundo jurídico. No es a-jurídico ni extra-jurídico, sino que se
sitúa en un án1bilo de licitud.

3. - El principio de libertad está expresado en el preánibttlo, cuando propone


-

• •
74 . COMP8'l)JO DE l.>ERECHO CONSTl11lCIONAL LA UOERTAD Y LA lGUALDAD JURfolCAS 75

asegurar los beneficios de la liberrad. I-lay nom1as de tratados de derechos 11un1a- del más variado tipo -por ej .. los pueblos indígenas de nuestro art. 75 in.e.
nos con jerarquía constitucional que, a su 1nodo, reconocen el derecho a la libertad. 17-. Las prohibiciones sobre discrinlinación racial , étnica, religiosa, na-
•cional. econón1ica, ele. - muchas de las cuales constan en tratados de jerar-
4. - Cuando a la libertad la cali11camos con10 "física" estan1os pen- quía constitucional- tienden a amparar la identidad y la diferencia; perso-
sando en que nadie puede ser arrestado (privado de su libertad) sin justa nal y grupal. Subyace acá el derecho a ser "uno nlis1no", es decir, la
causa y sin forn1a legal. Apareja, además, la libertad de locon1oción y cir- misntidad personal.
culación. T~os arts. l 4, 17 y 18 protegen estos contenidos.
La garantía constitucional a favor de la libertad corporal o física es el 8. - Muchos de los aspectos propios de la privacidad encuentran ca-
habeas corpus (an. 43). rril procesal de protección en el habeas daca (art. 43).
Acá también hay tratados internacionales convergentes con nuestra
constitución.
La igualdad y sus proyecciones
5. - Cuando el léxico constitucional apela a la vida JJrivada, a lo que .'

los ingleses llaman "right of pri vacy", o a lo que por nueslro art. 19 deno- 9. - En alguna medida. de la libertad se tleSJJrende la igi4aJdad. Si a
minan1os intimidad o privacidad, está dando hospitalidad a las conductas toda persona debe reconocérseleel derecho a la libertad con los contenidos
"auto-referentes", que por "referirse" al autor de esa conducta no proyec- ya explicados, hay que adnlitir que todos tainbién participai1 de una igual-
tan incidencia dañina para el orden, la n1oral pública, o los derechos aje- dad elententnl de status en cuanto personas jurídicas.
nos. Si tal enfoque atañe a la igualdad civil, es fácil deducir que elimina
las discrin1i11acio11es arbitrarias entre las personas. Pero la igualdad no
Conduelas aulorreferentes no son solamente las que tienen como autor a una es lo mismo que el igualitarisn10, porque hay diferencias justas y razona-
sola persona (lo son también, por ej., las de una pareja en relación con la intimidad bles que no deben arrasarse. Por algo, hemos aludido antes -en reciproci-
de su convivencia, o las propias de un paciente con su médico); tampoco Jo son 'dad- al derecho a la identidad y al derecho a la diferencia.
solan1ente las que se recluyen en la interioridad sin que terceros tengan noticia de
ellas (lo son tainbién, por ej., las de quiet) se viste o se peina a su gusto, de forn1a
qu1< los demás pueden verlo). 1O. - Conviene advertir que:
a) el estado debe reruover los obstáculos de tipo social. c'llllural. po-
6. - Un listado de conductas autorreferentes como contenidos de la lítico y económico que limitan "de hecho" la libertad y la igualdad de to-
libertad de intiniidad sirve para que muchas de ellas se liguen con dere- dos los hombres:
chos inzplícitos. Valga citar, ejemplificativarnente: b) mediante tal remoción el estado ha de hacer viable un orden
a) la elección del proyecto personal de vida; socioeconóniico justo que iguale las posibilidades de todos los hombres:
b) la objeción de conciencia por razones morales o religiosas; c) se ha de pron1over con políticas adecuadas el acceso efectivo al
e) la preservación de la propia ünagen; goce de los derechos personales de las tres generaciones, para todos los
d) el derecho a la identitlad ¡Jersonal, y a ser d(ferente; hon1bres de todos los sectores sociales.
e) la negativa de perso11as con discernimiento para son1eterse a tera-
pias o tratantientos. 11. - a) Un prin1er aspecto de la igualdad se satisface con el recono-
cimiento de la libertad jurídica a todas las personas, y con la abolición de
• 7. - El derecho a In identidad y a la diferencia enriquece mucho la la esclavitud.
convivencia societaria cuando traslada su aplicación a grupos y ntinorías b) A renglón seguido. los dereclws civiles de los arts. 14 y 20 quedan
76 COMPENDIO DE DERECHO COl\STITUClONAL LA UBt::R'fAD Y LA IGUALDAD JUIÚDICAS 77

titularizados
. ,
por todos los habitantes, sin distinción de nacionalidad o ex- 14. - El recorrido que acabamos de hacer conduce a dos afumacio-
tranJer1a. ·: a) en primer lugar, no existe ámbito alguno en el que la igualdad que-
de descartada o relegada o exenta de cumplí miento; pero b) no obstante tal
c) Finaln1entc, la igualdad es la base del unpuesto y de las cargas plÍblicas: an1plitud en la cobertura igualitaria, la constitución ha recalcado algunas
la adnúsibilidad en los empleos no requiere 01ra condición que la idoneidad; y están cuestiones a las que coloca bajo expresas directrices igualitarias -por ej .•
suprinlidos tanto los 1ítulos de nobleza, así como los fueros personales y las pre1To- en orden al desarrollo de provincias y regiones, a los pueblos indígenas.
gativas de sangre y nacirniento.
a lo cultural en sus múltiples aspectos. a la educación. a la nzateria imposi-
No obstante, los derechos políticos quedan, como principio, reservados a los lii•a, a la integración en organizaciones supraestatales, al pluralismo en
nacionales. (Personalmente, propiciamos reconocerlos a los extranjeros que, por su
residencia, tienen calidad de habitantes.)
los partidos ¡Jolíticos, etc.- .
Hay que su1nar las discrin1inacioncs expresamente prohibidas, y la
12. - La refornza de 1994 ha especificado otros aspectos de la igual- llan1ada discriminación "inversa" (en virtud de la que resulta constitu-
dad. Así: cional favorecer a ciertas personas o a ciertos grupos sociale..~ en mayor
proP,orción que a otros, cuando esa "discriminación" procura con1pensar,
a) el congreso debe legislar y promover nzedidas de acción positiva equilibrar y superar la marginación o el relegamiento desigualitario que
que garanticen la igualdad real de oportunidades y ,fe trato; recaen sobre aquéllos a quienes la discrin1inación inversa beneficia).
b) eIJo se ha de enderezar al pleno goce y ejercicio de los derechos;
c) lo enunciado en los anteriores inc,'isos a) y b) se debe particularizar 15. -El repertorio de pautas sobre la igualdad en 1ajurisJJrude11cia
respecto de los 11ifíos, las niujeres, los ancianos y las personas co11 de 1a Corte se condensa así.
discapacidad; a) hay que tratar de igual tnodo a quienes se hallan en iguales situacio-
d) se reconoce y garantiza la identidad y La diferencia de los pueblos nes;
indígenas argentinos; b) es posible crear categorías o grupos a los que se dé trato diferente,
a condición de que el criterio utilizado para discriminar responda a razo-
e) las leyes de organización y de base de la educación tienen que ase-
nes objetivas suficientes (sea razonable y no arbitrario);
gurar la igualdad de opor1u11idades y posibilidades sin discrinlinación
alguna. c) las desigualdades arbitrarias so11 i11consti1ucio11ales.

16. -Para dar algunos ejemplos en los que personalmente tenemos opinión
13. - Si 'lodo lo mencionado fluye del art. 75 en sus incs. 23, 17 y
muy personal hen1os de añadir:
19, hemos de añadir:
a) al día de hoy sería arbitrarianiente dcsigualitario dividir a los hijos en matri-
a) las cláusulas sobre la igualdad, las rniJ10rías y la no discriminación moniales y extramatrimoniales a los efectos de cuantos derechos y situaciones per-
en varios tratados de derechos hun1anos con jerarquía constitucional (art. sonales derivan de la 'filiación;
75 inc. 22); b) es contraria a la igualdad la jurisprudencia contradictoria (o sea, la exis-
b) la igualdad real de oportunidades entre varones y rnujeres para ac- tencia de sentencjas que en aplicación de la nlis1na normativa en situaciones simi-
ceder a cargos electivos y partidarios (art. 37), que se ha de asegurar por lares interpretan de distinta manera dicha nonnativa);
acciones positivas en la regulación de los partidos políticos y del régimen e) es igualitarismo lesivo del pluralismo democrático el que surge de estable-
electoral; cer una fonna únicade111atrú11onio (por ej., la civil) con la que sea posible emplazar
el estado de familia (porque no deja opción razonable par.a que cada pareja pueda
e) la disposición transitoria primera reconoce el respeto al modo de elegir la forma mau·imonial según su preferencia religiosa o moral);
vida de los habitantes de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich d) es desigualitario que la n111jer casada que ha tenido un hijo extran1atrimonial
del Sur. no pueda remover judicialmente (por falta de legitimación) la paternidad que la ley
!

• •
78 COMPl!l\'DJO DE DERECHO CONSTI11JCIONAL

Je _adj~~ca al ~arido respecLo a aquel hijo que biológicanientc no es de él: la discri- _,


nunac1on proviene, enlre oiras razones, de que la ley sí depara legitimación para tal
fin a Olías personas.
.}

17. - Hen1os de proseguir con algunos lineamientos adicionales. Así:


,, a) La i.g~alda~ ante.~i est~d~ se triplica en igualdad ante: a') la ley;
a ) la adn111usrractó11; a ) la 1urisdicción;
CAPITuLO VII)
b) La igualdad ante y entre particulares debe protegerse en la medida
de 1? posible (por ~j .. si un en1pleador discrimina entre personas morenas y
rubias para seleccionar a sus e1npleados); LA l ,IBERTAD RELIGIOSA
b') un ejen1plo lo propone el art. 14 bis cuando, en la relación de e1n-
pleo privado, impone la pauta de igual salario ¡Jor igual 1rabajo; '
Aspectos, contenidos y aplicaciones
. . e) .La i~ualdad a1ue la jurisdicción tiene como b.ase la unidad de ju- "'
r1.sd1cc1ón Gu~ccs naturales) para todas las personas; no hay fueros esPc- ·'1. - En materia de libertad religiosa la const.i tución argentina acoge
~1al~s ~n se~1ttdo pers?1:a1, aunque hay jurisdicciones especiales (por ej. la la cÓnfesionalidad del estado que, dentro de la categoría. por no~o.tros
ª?1n1n1strat1va.y la m~lttar). pero de lo que en éstas se decide debe quedar dciinida como "secularidad", implica asumir, desde la reahdad rel1g1osa
siempre expedita la v1a de ulterior revisión judicial; de la sociedad, un reconocimiento institucional a tenor con la fisonomía
. ~')ya diji~1os que, a nuestro criterio, la igualdad sufre violación por del fenómeno espiritual.
la Jur1sprudenc1a contradictoria. Dada la mayoría numérica y la influencia cultural del catolicismo, la
Iglesia Católica Apostólica Ro111a11a cuenta, constitucionalmente, con el
status de persona jurídica de derecho público "no-estatal", en tanto las
demás iglesias, confesiones o cultos no se hallan en pie de igualdad de
status.

2. - Más allá de las réplicas de que pueda ser objeto nuestro pw1to
de vista, reiterarnos lo que tenemos dicho desde siempre:
a) la "letra" del art. 2º cuando habla de "sostener" . el
.
culto católico
, .
por parte del gobierno federal 110 equivale a un sostenimiento economtco
obligatorio, sino a la diferente naturaleza en la relación de tal cult~ con el
citado gobierno, cuando a esa relación se la compara con la mantenida con
los ocros cultos;
b) el catolicisn10 no es "religión de estado" ni "religión oficial";
· e) el art. 2º de la constitución, junto con el art. 33 del código civil, dan
curso a la noción que, entre las personas jurídicas, confiere a la Iglesia
Católica la condición de ser de "existencia necesaria":
d) el "sostenimiento" aludido en el art. 2º defme la unión "moral"
entre el estado y la Iglesia Católica.
• •
80 COMPENDIO DE DERECHO CO:-!STI11JC..10NAL LA LIBERTAD RELIGIOSA 81

3. - En 1966 la República Argentina celebró un "Acuerdo" con la f) el derecho personal a no soportar compulsión para prestar un jura-
Santa Sede. que tuvo naturaleza de concordato mínin10. In1plic6 el ·'arre- mento que la conciencia rechaza;
glo" del patronato a que entonces aludía el texto de la constitución antes de
su refom1a de 1994. g) el derecho personcil a disponer de tiempo suficiente para asistir a
las prácticas religiosas en los días de culto, y a no ser obligado a trabajar
violando las reglas de conciencia;
En 1994, mantenido el art. 2°, fueron eliminados del texto constitucional todos
los anteriores artículos con referencias confesionales-entre éstos, el que confería al h) el derecho a no sufrir discrin1i11acio11es por razones religiosas;
congreso el deber de pron10ver la conversión de los indios al catolicisn1e>-. i) el derecho a contraer 11zatrin1011io de acuerdo con la propia reli-
gión;
4. - Las constituciones provinciales que no se compadecen con el principio
de confesionalidad que damos por existente y subsistente en la constitución federal, j) el derecho personal a no ser obligado a recibir una enseñanza opuesta
son inconstitucionales. a su propia religión;
k) el derecho de las iglesia.s y confesiones a prestar asistencia religio-
5. - El Concilio Valicano 11 hadeíinido a la libertad religiosa como sa a sus fieles en cualquier parte, incluidos hospitales, cárceles, cuarteles,
un derecho civil de todos los hombres en el estado que, tal como lo disei'ía etc.;
en su Declaración "Dignitatis Humanae", deja inmunes de coerción a las I) el derecl10 de las iglesias y confesiones a forn1ar n1inistros de su
personas tanto por parte de paniculares co:mo de grupos sociales y de cual- culto, y a comunicarse con sus autoridades dentro y fuera del país.
quier potestad humana. Que no se obligue a nadie a obrar contra su con-
ciencia, ni se impida actuar conforme a ella, en privado y en público, solo 7. -
Hen1os de resaltar que, tal con10 se desprende del listado precedente, la
o asociado, pero sicn1pre dentro de los límites debidos. ()bjeci6n de conciencia se encastra en la libertad religiosa.
Nuestra Corte, en el caso "Portillo" <lel año 1989, admitió la objeción de con-
Esta libertad religiosa como derecho frente al estado y a los deinás, que tiene ciencia alegada por un católico que, al impugnar el deber militar del art. 21 de la
titularidad no sólo en la persona individual sino a la vez en asociaciones y comuni- constitución, fue eximido de cnlplcar armas en el servicio militar.
dades religiosas, no exime a la conciencia personal ante Dios del deber de buscar la
verdad. Y oo hay que olvidar que la Iglesia incluye en su haber dogmático a la 8. - Desde nuestro personal concepto, una única fom1a de macrinto-
revelación divina.
11.i o impuestapor el estado para adquirir el estado civil de familia derivado
de las nupcias, es violatoria de la libertad religiosa, porque el derecho de
6. - Los múltiples aspectos que se hilvanan en la libertad religiosa casarse conforme a su culLO requiere que quien contrae un matrimonio re-
hallan ejemplificación en:
ligioso a su elección obtenga el reconocimiento de sus efectos civiles, una
a) la libertad de conciencia; vez que ese matrimonio se inscribe en el registro público correspondiente.
b) la Libertad de culto; .
9. - El reco11oci1niento de iglesias, confesiones y comunidades religiosas
c) el derecho de los padres de decidir la orientación espiritual y reli- admite una razonable reglamentación que establece la registración correspondien-
giosa de sus hijos menores hasta que éstos alcanzan la edad del discerni- 1.te, pero satisfecho tal recaudo el estado no debe imponer el requisito formalista de
miento; que las instituciones religiosas se revistan ficticiamente de Ja máscara de asociacio-
d) todos los derechos que han de titularizar las iglesi,as y cornunida- nes civiles.
des para cumplir sus frnes;
e) eJ derecho personal a no ser obligado a participar en actos o cere- 10. - Como ocurre con todos los derechos,.el de libertad religiosa
monias de culto en contra de Ja propia conciencia, o en actos o ceremonias exige que, constitucionalmente, se computen las normativas que la reco-
con sentido religioso; nocen y la prevén en los tratados de derechos hun1arios, especialmente los
que de acuerdo al arL 75 inc. 22 tienen jerarquía constitucional.
CAPITul..O JX

LA LIBERTAD DE EXPRESION

Su encuadre constitucional evolutivo y sus contenidos


.
l. - La libertad de expresión es W1a exteriorización de la libertad de
pe11sa111ie11to.

El pensanziento en cuanto tal no aparece extcrna1ncnte como libertad jurídica-


mente relevante porque escapa a toda posible relación de alteridad con otro sujeto
distinto al que piensa. El derecho y la libertad ju1idica aparecen l'ecién cuando el
pensa111iento se exterioriza; o sea, cuando se expresa.

, 2. -Actual1nente, no sólo por los avances de la ciencia y la tecnolo-


gía sino, asimisn10, por el derecho internacional de los derechos hun1anos,
cuando en el texto de nuestra constitución ·'1een1os" en los ans. 14 y 32 las
menciones a la "prensa" y la "in1prenta", deben1os expandir en mucho los
contenidos de la libenad de expresión, en un doble sentido: a) para inc-0r-
porar todos los niedios de los que hoy disponemos para expresarnos; b)
para' hacer puente con el derecho a buscar, recibir, transmitir y difundir
i11forntació11, de modo que desemboquemos en la co1nu11icació11 social
como un bien jurídico de naturaleza colectiva.
Oportuna1ncnte hare1nos mención de un in1portanúsimo contenido,
cual es el derecho de rectificación y reS'f)uesta (o derecho de réplica).

3. - Con la reforn1a de 1994 se agregan parámetros de convergencia


con la expresión y la comunicación. Por ejemplo, cuando en el art. 75 se
alude a la investigación y al desarrollo científico y tecnológico, a su difu-
sión y aprovechamiento; a la identidad y pluralüfad cultural; a la libre
creación y circulación tle las obras del autor; al patrin1onio artístico y
los es¡Jacios culturales y audiovisuales (inc. 19); y al derecho a una educa-
. '

84 COMPENDIO DE DERECHO CONSTITIJCIONAL LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN 85

ción i1uercultural para los pueblos indígenas (inc. 17). Por su lado, el art. e) la libertad de creación cirtística;
38 garantiza a los partidos políticos el acceso a la ü~fonnación pública y f) la ex¡;resión cinematográfica;
la difusión ¡Jública de sus ideas. La i~forniación y educación ambienta-
g) la expresión por radio y televisión;
les (arl. 41) y la educación para el consumo (art 42) presuponen la nece-
saria y convergente libertad de expresión. h) los contenidos huniorísticos, có1nicos, de entretenimiento que se
vierten a través de los distintos medios;
4. - La interpretación dinámica de la constitución, y la integración de sus i) la publicidad co111ercial (o propaganda comercial);
vacíos no1mativos, tiene -por ende- que acompañar al seguin1iento evolutivo de Ja j) el derecho de rectificación y respuesta;
libre expresión en todos sus contenidos y 1nanifestaciones.

.~ k) la llan1ada ex¡Jresión ''simbólica", o lenguaje simbólico a través
5. - Co11 anterioridad a 1984-1986, que fueron las fechas de ratifi- de gestos, conductas, etc.;
cación del Pacto de San José de Costa Rica y del Pacto Inten1aciona1 de ~. l) la expresión oral;
Derechos Civiles y Políticos, era lógico entender que cuai1do se extendía a . , n1) la expresión teatral;
los medios de expresión distintos de la "prensa" una tutela "análoga" n) todo cuanto surge de los añadidos incorporados por lareforrria cons-
- pero no igual- a la conferida por el art. 14 a la libertad de prensa, tenía , titucional de 1994 que menciona1nos en el parágrafo 3.
asidero razonable computar se111ejanzas y diferencias. Pero a partir de
!h'
1984-1986 hasta la reforn1a de 1994. hubo de aplicarse a todas las forn1as .. Varios de los aspectos citados en la lista cuentan con expresa mención en la
y los medios de expresión las mis1nas prohibiciones en1ergentes de la cons- Jurisprudencia de la Corte.
titución en relación con la censura previa. Con mayor razón. la jerarquía
constitucio11al de dichos tratados desde la reforma dé 1994 vino a afianzar
' .
la equi¡Jaración de todos los inedias y for1nas de expresión para exi1nir- $1 derecho de "réplica" (rectificación y res¡Juesta)
los de censura ¡Jrevia.
• , 8. - El llainado derecho de réplica reclama una breve explicación.
6. - La libertad de expresión presenta, por lo inenos, tres caras: Tenemos ya la noción de que la expresión.que circula a través de la comu-
'
a) una, como derecho personal; nicación social hace ingresar sus productos al circuito inforn1ativo. Cuan-
do lo que ingresa es -según vocabulario del Pacto de San José de Costa
b) otra, como proyección so9ial e institucional a través de los n1edios ;Rica en su art. 14- un úiforme ·agraviante o inexacto respecto de una
de comunicación masiva conten1poráneos (prensa escrita, radio, telev~ión, persona determinada, hay que dar oportunidad a ésta para que responda o
publicaciones de toda índole, medios infonnáticos, etc.); ·rectifique a través del mismo medio. De no ser así, el público que recibió
c) fmalmente, la naturaleza e1npresaria y lucrativa de J.a actividad el informe inexacto o agraviante oye una sola campana, y su información
que desarrollan los referidos medios. ,. queda incompleta al faltarle la respuesta de la persona afectada.
1' Por ende, es la misma integralidad de la expresión y la co1nunicación
7. - Noticias, ideas, conser¡sos, disensos,. críticas, imágenes, opllµo- .~()cial la que exige dar recepción al derecho de réplica, no para contestar
nes públicas, entran en circulación y componen un espectro de libertad, en j<;leas o doctrinas, sino para responder o rectificar un informe agraviante o
el que no debemos dejar de incluir: ••mexacto.
a) el derecho a no expresarse, o derecho "al silencio"; ' 1

b) la cláusula de conciencia de los periodistas; 9. -En 1992, la Corte dictó una sentencia referida a la réplica en el
caso ''Ekn1ekdjian c/Sofovich".
c) el secreto profesional;
Desde 1994, la jerarquía constitucional deparada al Pacto de San José
d) la reserva de las fuentes de informa.ción; de Costa Rica por la reforma de ese año ha colocado al derecho de recti-

-
¡

• •

86 COMPENDIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL LA LIBl::.RTAl> DE EXPRESIÓN 87

ficación y respuesta en un nlisn10 nivel res¡1ecto de _la libe11ad de expre- cia ba ton1ado de la Corte de Estados lJnidos, establece que cuando se trata de
., ·funcionarios públicos o personas públicas que se sienten afectados a través de la
S!OI/.
prensa y recla1nan civil o penalnJente, esas personas deben probar que la publica-
ción o la crónica fue realizada con "'real nlalicia", es decir, con conocimiento de que
La censura lo que se difundía era falso, o con desinterés te1nerario por averiguar si la informa-
ción era falsa o no.
10. - El art. 14 de la constitución prohíbe La censura previa. Tan1- Esta doct1ina no puede darse por estabilizada en la jurisprudencia de la Corte.
bién la prohíbe el Pacto de San José de Costa Rica. En 1996 se la aplic6 en un caso que, más allá de lo que suele denominarse "perio-
dis1no", versaba sobre una narración incluida en un libro (caso "Morales Solá, Joa-
Enlendcmos que, segw1 lo dijimos en el parágrafo 5, los tratados de quín").
derechos humanos incorporados en 1984 y 1986 equipararon todos los
medios de expresión, de forma que a partir de allí no se pudo diferenciar a
la prensa o i1nprenta de los arts. 14 y 32 de la constitución respecto de la
El artículo 14
expresión vertida a través de otros nledios. Por eso, todos ellos quedan
cuhiertos en pie de igualdad con la prohibición de censura previa.
14. - Cuando el art. 14 de la constitución reconoce el derecho de
Dicho de otra 1nanera: queda prohibida toda censura ¡1revia en cual- publicar las ideas por la prensa sin censura previa se nos hace n1uy cierto
quier caso, ante cualquier situación, res¡)ecto de toda clase lle n1aterial
que presupone dos cosas: que "hay" prensa, y que "debe haber" prensa.
o co111enido que puede ser objeto de eJ.presión o iriforrnación. Esta ¡>ro-
hibició11 va dirigida a todos los órganos de poder. incluidos los jueces. .. Todo para que se haga viable publicar las ideas a través de esa misma
.
prensa.
11. - El Pacto de San José de Costa Rica t!U su art. 13,4 hace un 1nal ernpleo
de la palabra "censura" cuando dice c.¡ue los espectáculos públicos pueden ser so- 15. - El desglose del derecho de publicar ideas por la prensa puede
01eti<los por ley a "censura previa" con el exclusivo objeto dt! regular el acceso a

ellos para la protección moral de la infancia y adolescencia. Esto no es censura, - -
ser el siguiente:
a) Para el autor:
sino una forn1a razonable de control para impedir, por motivos de 111oralidad p1íbli-
ca, que tengan acceso a tales espectáculos los menores de edad. a') frente al estado: inmunidad de censura;
a'') frente al periódico: la pretensión de publicación. sin que el diario
12. - La prohibición de censura previa deja a salvo cuancas respon- quede obligado a publicar;
sabilidades ulteriores de índole penal o civil pueden caber por las expre-
siones vertidas a través de cualquier medio. a"') si el periódico decide publicar: inmunidad de alteración en lo que
publique, o s~a que si el periódico no tiene obligación de publicar pero
Tal responsabilidad reparatoria no existe si el n1edio de co1nunicación ante el publica, debe atenerse a reproducir el texto del autor;
cual una persona se siente afectada ha citado la fuente de la cual ton1Ó la noticia o el b) Para el periódico (en la persona de su propietario o editor):
infonne difundido, o si ha omitido individualizar el nonlbre o Ja identidad de dicha
persona, o si ha utilizado un lien1po de verbo potencial. Talio que, con inuy buen b') frente al estado: la misma inmunidad de censura que tiene el au-
criterio, dejó sentado el fallo de la Corte en el"caso "Ca1npillay Julío e/La Razórt y tor;
otros", de 1986. 1
b") frente al autor: libertad para publicar o no publicar, pero si publi-
ca, obligación de mantener la fidelidad del texto.
La doctrina de la real malicia
16. -La única obligación de publicar es la que impone el derecho
13. - La doctrina de la denominada ..real malicia", que uuestrajurispruden-
de rectificación y res¡Juesta para que el afectado por w1 informe inexacto
• •

88 COMPE.NDIO DE DERECHO CONSTITUOONAL LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN 89

o agraviante rectifique o responda: a través del mismo medio periodístico. El artículo 32


En este caso, el n1edio periodístico tiene el deber de incluir la rectificación
o la respuesta' que el afectado tiene derecho a publicar. 19. - El art. 32 de La constitución consigna que el congreso federal
' no puede dictar leyes que restrinjan la libertad de irnprent<J- ni que esta-
17. - La jurisprudencia de la Corte considera que la libertad de blezcan sobre ella la jurisdicción federal.
prensa es una de las que poseen nlayor entidad constitucional. así con10 La prohibición dirigida a la legislación restrictiva divide las opinio-
sostiene que la prol1ibición de censura prevt~"rio exime dé las responsabi- nes, porque mientr~ con una interpretación extrema (que consideramos
lidades ulteriores ni significa impunidad. ~- ' equivocada) parte de la doctrina entiende que la norma le impide al con-
greso legislar sobre prensa. otro sector asevera que lo prohibido es única-
Asimismo, ha distinguido: el derecho "individual" de infor1uación a través de
n1ente la restricción, pero no la reglamentacjón legal razonable.
la palabra impresa, el sonido y la imagen; el derecho "social" a la información; y el
derecho "de la industria o con1ercio" de la prensa, el cine, la radio y la televisión .-
(caso "Ponzetti de Balbín", fallado en l984). 20. - Enrolados personalmente en la línea que adn1ite la legislación
razonable en materia de prensa (o imprenta), hen1os de añadir:
a) que el congreso puede incluir en el código penal incrimi11aciones y
Los tratados con jerarquía constitucional sanciones para las conductas que defina como delitos que sean suscepti-
bles de co1neterse por medio de la prensa;
18. - El Pacto de San José de Costa Rica depara an1pliacoberturaa b) que el art. 32 con su referencia exclusiva dirigida a la "in1prenfa"
la libertad de expresión, de inforn1ación y de comunicación a través de deja claramente habilitada la legislación del congreso en cuantos aspectos
todos los medios y, aden1ás de prohibir en ellos la censura previa, también o cuestiones de naturaleza federal atai1en a la expresión por nzedio de la
los exime de restriccio11es por vías o rnedios indirectos que cohiben la cir- raclio, la televisión, la cinernatografia, etc.
c,'Ulación de ideas y opiniones. Dijin1os ya que consagra el derecho de rec-
tificación y respuesta (réplica). 21. - L,a segunda parte del art. 32referidaa1ajurisdicci6nfederal
Bl Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos contiene nor- hace pensar que la legislación sobre imprenta (prohibida al congreso) no
mas que, más escuetas que las del tratado recién citado, también protegen puede ser aplicada por tribunales federales, ni siquiera si se trata de delitos
ampliamente la libertad de expresión. futeresa destacar que obliga a prohi- cometidos por n1edio de la prensa. Tal lo que hasta el año 1932 fue juris-
bir mediante ley toda propaganda a favor de la guerra y toda apología del prudencia frrme, con la sola excepción del caso "Calvete" que en 1864
odio oacional, racial o religioso que constituya incitación a ladíscrimina- falló la Corte, y e11 el que aceptó la jurisdicción de los tribunales federales
cíón, la hostilidad y la violencia. para juzgar injurias contra un senador, porque interpretó que estaban en
juego inmunidades parlamentarias.
Asimismo la Convención sobre los Derechos del Ni1io y la Conven-
ción sobre Discri1ninaci6n Racial incluyen cláusulas favorables a la liber- 22. - En 1932 la jurisprudencia sufre un cambio importante, porque
tad de expresión. La última obliga a declarar punible conforme a la ley
adn1ite la jurisdicción de los tribunales federales con carácter exceJJcional
toda difusión de ideas basadas en la superioridad o el odio racial.
en el caso de delitos con1unes cometidos por medio de la prensa cuando
afectan al estado federal, al gobierno federal, a su seguridad, a sus inte-
Vale insistir en que las nonnas internacionales en materia de libertad de ex-
presión, información y comunicación -sobre todo las de instrumentos que tienen grantes y, en general, cada vez que está en juego un bien jurídico de natura-
jerarquía constitucional- han de tomarse muy en cuenta para completar la fuente de leza federal, tutelado en la incriminación.
nuestro derecho interno.
23. - En 1970 la Corte falla el caso "Batalla, Eduardo J.". e in1prime
---------

90 COMPENDIO DE DERECHO CO!\STITIJCIONJ\I,

un giro total a su jurisprudencia centenaria. El nuevo criterio puede


resumirse de la siguiente manera:
a) el art. 32 fue incluido en la constitución en 1860 para evitar que la
libertad de in1pren1a fuera totaln1ente regida por leyes federales y. con10
consecuencia, quedara sometida a la jurisdicción de los tribunales federa-
les;
b) el congreso en ejercicio de su competencia para dictar el código CAPíTULO X
penal puede legislar sobre llelitos conzunes con independencia del medio
einpleado para co1nctcrlos (por ende, también cuando se cometen por 1ne- LA EDUCACION Y LA CUJ~TURA
dio de la prensa). y el juzgamiento corresponde a los jueces federales o
locales según la jurisdicción que en cada caso es procedente.
Derechos y deberes en relació11 con "enseñar y aprender"
24. - De las explicaciones anteriores. conformamos nuestra opinión .
de la siguiente n1anera: el congreso está habilitado ¡>ara dictar leyes que l. - El art. 14 reco11oce el derecho de ensenar y a¡Jre11der. E11 ton10
"reglarne11te11" ruzo11able111ente la libertad de prensa (arts. 14 y 28), y de esta norn1a no se duda de que tiene el alcance de habililar a toda person.a
J>ara crear delitos que se ¡>ueden conzeter ¡>or inedia de la ¡>rensa, inclu- 0 a toda asociación para impartir enseñanza. y a todo habítante para rec1-
yéndolos en la legislación penal uniforme para todo el país (arl. 75 inc. birla. Lo que importa es el efecto jurfdicrunente relevante ~~e surte t~l en-
12). las provincias no. señanza. de n1odo que el estado reconozca los títulos. cert1f1cados, diplo-
mas o constancias de los estudios cursados.
De todo ello se infiere que, en la actualidad. esta fórn1ula de "enseñar
y aprender" cubre contenidos mucho n1ás a1nplios que los que el vocabula-
rio insinúa. Por algo se apela al derecho a la educación y al derecho a la
cultura· al derecho a iJ1fon11arse e investigar en todos los campos del
, saber h~ano, y al derecho a difundir conocimientos, informaciones o
investigaciones.
2. - La refomia de 1994 ha sido profusa en la materia, no s.ólo ~uan­
do en el art. 75 inc. 19 alude a la investigación y al desarrollo científico Y
tecnológico. sino C\lando. adcn1ás, especifica una serie de as~t?~ pun-
tuales a tomar en cuenta para la sanción de las leyes de organ1zacio11 Y de
base de la educación. Por su lado, el inc. 17 hace referencia a 1.a educa-
ción bilingüe e interculturol para los pueblos i11dígenas argentinos.

~ -Tanto un análisis <.le cuanto explícitamente consigna el citado


i9
inc. del art. 75 co1no de lo que fluye in1plícitamentc de las pautas funda-
n1entales de la libertad de enseñanza, conducen a reconocer que los padres
tienen derecho a elegir el tipo de educación que prefieren para sus h~jos,
sin inhibir a los hijos nzenores adultos para que por sí misn1os escojan la
• • •
92 CO~PENDIO DE DERECHO CO~STITUCIONAL LA EDUCAQÓN Y LA CüLTURA 93

• • •
or1cntac1on que gustai1, si discrepan con la elegida por sus padres. El esta- , dres, tutores y guardadores respecto de los 111enores a su cargo, así co1no las propias
do no puede coartar la iniciativa ¡1rivada para crear y hacer funcionar de los einpleadores que en la relación laboral tienen a su~ órdenes a analfabetos.
esr~bl_eci~ientos de enseñanza, ni negarles el reconocimiento, ni imponer
u~ m~1co ti~ de enseñanza obligatoria -ni religiosa ni laica-, ni crear pri-
v1leg1os lesivos de la igualdad a favor de los establecinlientos oficiales. La libenad de e11selia11za

, 4. - Las áreas de libertad así encaradas se deben compaginar con la 7. -La libertad ele ensenanza se exhibe tan1bién con10 W1 derecho,
facultad estatal de diseñar el linea111ient.o de los planes de enseñanza v consistente en la opción posible por un tipo de enseñanza preferido, por su
estudi~ con carácter obligatorio; asimismo, el eslado debe controlar qu~ orientación ideológica o espiritual, por un establecimiento determinado,
no se viole La moral, el orden y la seguridad públicos, y que se respeten los con más -finalmente- el reconocimiento de esa enseñanza por parte del
valores den1ocráticos. La educación pública a cargo del estado tiene que estado.
acoger _los principios de gratuidad y equidad. En cuanto al pluralisnto Como principio, los estableciinientos particulares disponen de mar-
ed.u.ca.tivo, el eslado debe subsidiar o subvenir a la enseñanza que se i1n- gen razonable para seleccionar a quienes aspiran a ingresar a ellos.
parte en establecimientos privados mediante w1 reparto proporcional de
los fondos destinados a la educación. t,a objeción de conciencia debe respetarse para no obligar ni a docentes ni a
escudiantes a participar en actos o ceren1onias que su conciencia religiosa o moral
5. - El ya citado inc. 19 del an. 75 asume con10 eje muchas de las reprueba, ni a prestar juramentos de tal naturaleza,. ni a exteriorizar actitudes o sen-
pautas que acabamos de ejemplificar, y combina una tríada importante cimientos que no con1parten, etc.
cuando r~~arca la r~sponsabilidad indelegablc del estado, Ja participación
de la fam11ta y la sociedad, y el respeto de las particularidades provinciales
y locales. La libertad de cátedra

8. - La libertad de cátedra significa que el derecho a impartir Y a


El derecho "a" la educación recibir la enseñanza no hade quedar sujeto a directivas que impongan un
contenido ideológico determinado, o una orientación obligatoria, que le-
6. - Había1nos adelantado que la expresión "derecho de enseñar y sionen la libre investigación científica y el juicio personal de quien enseña
aprender" expande contenidos muy amplios. Uno es el sugerido por la ex- y de quien aprende.
presión-hoy muy usada- "derecho 'a' la educación".
El 1níniino de enseñanza que el estado tiene competencia para imponer, así
El derecho ele1nental a educarse tie11e un núnimo y un n1á:ximo que como los planes y contenidos de estudio, tienen que dejar margen para que la liber-
c~~árt dados ~or factores diversos: la propia capacidad, la propia preten- tad de cátedra quede·exenta de orientaciones oficiales o políticas.
s1on, los medios individuales y sociales disponibles, y Jas políticas estata- Los profesores y alunmos que se incorporan voluntaria1nente a un estableci-
les. Todo en y con igualdad d.e oportunidades. miento de enseñanza que tiene asumida una orientación o ideología determinada no
pueden invocar la libertad de cátedra para lesionar dicha orientación.
Para dar curso viable al acceso de todos a este derecho a educarse es obvio
qt¡e el estado y ~os particulares deben abstenerse de cuanto signifique i~pedilncn­
tos porque, a la inversa, hay que facilitar y promover aquel acceso en el ámbito de
La reforma de 1994
un pluralismo educativo, dentro del cual el estado tiene que crear establecimientos
oficiales gratuitos. "
9. - La reforma constitucional de 1994 que, como dijimos antes, dio
Conviene, asimisn10, no marginar las responsabilidades que gravan a los pa- desarrollo al derecho de enseñar y aprender.del art. 14, así como a la vieja
,,

-

94 COMPENDIO DE DF.RECHO CONSTITUCIONAL LA EDUC AClÓN Y LA CULTURA 95

atribución del congreso para dictar planes de instrucción general y uni ver- recluyen en la categoría de los clásicos derechos "indi vid~~es", sino que
sitaria (ex inc. 16 del art. 67. que subsiste en el actual inc. 18 del art 75). se explayan hacia los derechos sociales, aparece la conexion con el dere-
nos deriva al siguiente resumen: cho "a la cultura". de muy vastos contenidos.
a) Una ley-111arco --0 varias- de organización y de base que en mate- Para Iinútarnos al texto de Ja constitución. digamos que el art. 75 inc.
ria educativa: a') consoliden la "unidad nacional"; a") respeten las parti- 19 los individualiza así en su párrafo cuarto:
cularidades provinciales y locales: y que a) la identidad y pluralidad cultural;
b) aseguren la responsabilidad indelegable del estado, la participa- b) la libre creación y circulación de las obras de autor;
ción de la fan1ilia y de la sociedad, la promoción de los valores democráti- e) el patrinzonio artístico y los espacios culturales y audiovisuales.
cos. y la igualdad de oportunidades y posibilidades sin discrilninación al-
De nuevo Ja pluralidad cultural reenvía a la cultura de los pueblos
guna; y que
indígenas que, en el inc. 17, alude a la i11terculturalida.d. Y en cuant? al
c) respecto de la enselianza ]Jública estatal garanticen la gratuidad y patrbnonio artístico -comprensivo del histórico, cultural. arqueológ1co.
la equidad, y la autonon1ía y autarquía de las universidades nacionales. .etc.- bien pode111os Ii,garlo con el an1bie11te, p~rque integr.a el entorno,
muchas veces inmaterial, que sirve de en1plazam1cnto de la v1d~hurnana Y
10, - Conl'orn1e al inc. 17 del art. 75, se ha de tener presente el liga- social, recordando que la nom1ativa del art. 41 sobre el at?btente hace
men que a las leyes federales de educaci6n las obliga a garantizar a favor mención del patrin1onio natural y cultural, al que las autoridades deben
de los JJueblos irulígenas el respeto a su identidad. y una educación bilin- proteger, y a cuya protección tienen derecho los habitai1tes.
güe e intercuJ tura!.

l l. - Como añadiduras parciales, recordan1os que el art. 41, cuando Los tratados i11ten1acionales
consagra el derecho al ambiente sano, obliga a las autoridades a proveer a
la i11for111ació11 y la educación a111bientales, lo que apunta a un rol educa- 15. - Numerosas cláusulas de tratados i11ten1acionales de derechos
tivo en la materia. De modo similar, el art. 42, cuando reconoce el derecho hunianos con jerarquía constitucional deparan reconocimiento Y tutela a
de los consumidores y usuarios de bienes y servicios, asigna a las autorida- derechos tales como los vinculados a la educación; a la libertad de los
des un análogo deber para proveer a la educación para el co11su1110. padres para escoger la orientación en la educación de sus hijos; al de~ec~10
a que éstos reciban educación religiosa Y. n1oral con~o~e a sus c~nv1cc10-
12. - La aurononiía y autarquía que la constitución depara a lac; nes · a ele!!ir escuelas distintas de las oficiales; a paruc1 par en la vida cultu-
universidades nacionales reviste el sentido de reconocerlas como perso- ral;' a la JÍbertad de investigar: a la actividad creadora; a la igualdad de
nas jurídicas de derecho púbHco "no-estatales". derechos de la mujer respecto del varón; a la educación de la mujer rural,
• etc.
13. - Es fácil adn1itir que las pautas generales que el inc. 19 del art. De tal normativa internacional se desprende, asimismo, que los dere-
75 fija para las leyes de organización y de base de la educación obligan a chos que hemos estado desglosando encuentran sitio en el espacio de los
las provincias en todo cuanto les compete en materia de enseñ.anza. derechos sociales.

·.
El derecho a la cultura

14. - Una vez que el derecho de enseñar y aprender. la libertad de


enseñanza, el derecho a la educacíón, y todo cuanto les es a11n ya no se •
CA:PfruLU XI

EL DERECHO DE ASOélARSE

Lá Íibeftad de ast>ciación y sus contenidos

1. - El art. 14 reconoce el derecho de libre asociación oort la f6rmula


de "asociarse con fines útiles';. Este concepto de "utilidad" debe inter-
pretarse como referido a w1ji11que110 sea dañilto ¡Jara el bi,en co1nú11. o
sea, neutro o inofertsivo.
Tiehe dos aspectos:
a) Con10 derecho "inclividUctl '', Implica que toda persona dispone de
libertad para: a') formar una asociación; a") ingresar a una asociación ya
existente; a'") no ingresar a una asociación deterlninada. y no lngresar a
ninguna; a'"') dejar de pertenecgt a una asociacl6n de la que se es rnlen1-
bro. En síntesis, aGá se aloja la libertad de asocicirse y de 110 asociarse.
b) En cuanto derecho "de la" asociación, implica reconocerle a ésta
un status jurídico y una zona de libertad jurídicamente relevante que quede
exenta de interferencias arbitrarias del estado.

2. - El reconocimiento estatal puede ir desde e1 oturgatniento formal de la


personalidad jurfdiGa, si la asociación lo solicita, hasta la simple coos1deraci6n de
la asociación como sujeto de derecho sin personalidad jurídica.
Las decisiones adnúnistrativas que otorgan o ruegan reconocimíet1to a una
asociación deben quedar sujetas a posible revisión judü:Íd/..

3. - Nuestro ordenamiento conoce: a) las persona~ jurídicas de dere-


cho público, que pueden ser estatales y 110 estatales; b) las asociaciones
¡Jrofeslo1tales o sindicales con personalidad grenzial; c) la extraterrito-
rialidad de petsonas jUtídicas extra1tjerc1s reconocidas en nuestro pafs en
su calidad de sujetos de derecho, o pata realizar actos aislados.
..

• •

98 (~OMPE..'\DIO DE DERECHO CONSTffiJCIO:-IAL EL DERECHO 1)1;; ASOCIARSE 99

4. - Con la refomta constitucional de 1994, el texto del articulado 8. - Nuestra legislación ha bifurcado habituahnenLc alas asociacio-
incluye también: a) a los partidos políticos (art. 38); b) a las asociaciones nes sindicales: a) las 111era111e11te i11scri¡>tas: b) las reconocidas con perso-
de co11su111idores ."usuarios (art. 42); c). a las asociaciones que propenden nería gremial.
a los fines que el arr. 43 protege mediante la viabilidad del amparo: d) a
los pueblos i11dfge11as que, confom1e al an. 75 inc. 17, deben ser reconoci- 9. - Para dejar sentada brevemente nuestra postura conslituci-Onal, diretnos
dos en su personeáa jurídica. que: a) no reproba1nos como inconstitucional la existencia de entidades con personería
gremial, a condición de que no titularicen en fom1a monopólica la totalidad de los
5. - Así como para la persona física todo lo que no le está prohibido Je queda derechos gre1niales; b) es incons1ilucional t()do sisten1a legal que no deja espacio
permitido, pnra las asociaciones rige la regla de la especialidad, según la cual suficiente al pluralisn10 sindical, porque en realidad implica convertir a las asocia-
tienen capacidad para todo cuanto se hapa comprendido en sus fines propios. Tal lo ciones meramente inscriptas en entidades sin ningún protagonismo propio de las
que surge del código civil, bien que por encilna de él tal principio deriva in1plícita- entidades gremiales.
n1cnte de la constitución.
10. - Mientras en lo estrictamente propio de la agren1iación la Corte
6. - La asociación con10 sujeto activo de la libertad jurídica que dictó una n1uy acertada sentencia en 1967 en el caso "Outón, Carlos J. y
titulariza dispone de: otros" rechazando la sindicación coactiva co1no lesiva del derecho de afi-
a) un status jur{dico que le depara cierta capacidad de derecho, aun lhrrse, de no afiliarse y de desa!iliarse. cuando hubo de decidir el lema de
cuando no tenga personalidad jurídic~ la llan1ada "colegiación obligatoria" de los ¡Jrofesionales a una entidad
b) un poder de clis¡Josición para realizar actos jurídicamente relevan- pública (o colegio) interpreló, en el caso "Ferrari, Alejandro J. e/Estado
tes para el fin propio; Nacional" de 1986, que el Colegio Público de Abogados de la ciudad de
Buenos Aires no era una "asociación" integrada por la adhesión espontá-
c) un área de libertad jurídica inofensiva. para regir con auLonon1ía nea de cada componente, por lo cual tan1poco quedaba violado el derecho
su propia órbita:
a no ser compelido a ingresar a una asociación.
d) un espacio en el que lo que no le está prohibido dentro del sie1npre
En el eje del problen1a hubo de tenerse en cuenta que el Colegio Públi-
mencionado fin propio, le está pernlitido a tenor de la regla de la especia- co tiene a su cargo la matriculación profesional encomendada por el estado
lidad;
mediante la ley, o sea. el control de una actividad con proyecciones públi-
e) un poder disciplinario sobre sus miembros o aftliados. cas -incluso en lo disciplinario y ético-.

Llevada la impugnación a laj11ri.tdicci6n s11praestatal, la Comisión lnterame-


La libertad de asociación sindical ricana de Derechos Humanos consideró -en 1988- que la libre asociación no resul-
taba lesionada por la cok:giación obligatoria de los abogados.
7. - El derecho de libre asociación nos conduce ahora al tenia de la
libertad sindical, que encuentra definición en el art. 14 bis cuando alude a 11. - Las normas internacionales de tratados con jerarquía consti-
la "organización sindical libre y den1ucrática, reconocida por Ja simple tucional prestan reconoci1niento y cobertura a la libertad de asociación
inscripción en un registro especial". respecto de diversas clases de entidades y para n1últiples fines.
La norma citada in1pone claran1ente el pluralisruo sindical y descarta
el unicato, así como pernúte inferir que es inconstitucional obligar a afi-
liarse a un sindicato, aunque acaso se deje opción para elegir a cuál entre
varios. O sea. acá Lambién rige el derecho de "no" asociarse. Como coro-
lario, es inconsútucional toda norma que obligue a los trabajadores no
agre1niados a pagar una cuota sindical.
- -~~ ---

CAPITuLO XII

LA LIBERTAD DE CONTRATAR

El contrato y la autonomía de la voluntad: espacios y límites


.
1. - La libertad de contratar ha de darse por comprendida entre los
derechos in1plfcitos. Sus aspectos lineales son:
a) el derecho de decidir si se va a contratar o no; es decir que acá
aparece el derecho de "no contratar";
b) si se decide contratar, el derecho de elegir con quién:
c) el derecho de regular el contenido del contrato: o sea que éste
viene a ser el ámbito de la llamada autononiía de la voluntad.

2. - Algunas excepciones razonables a ciertos aspectos de la libertad de con-


tratación pueden ser éstos: el deber de contratar un seguro individual o colectivo en
la relación de empleo, en las empresas de transporte, etc.; o de conu·acar a personas
discapacicadas o lisiados de guerra en el empleo privado, etc.

3. - La autonomía de la volWltad nos n1uestra en el contrato una


fuente no estatal de producción jurídica. Sin embargo, según cuál sea el
ámbito en el cual o sobre el cual se contrata, la presencia reglamentaria del
estado se vuelve razonable; tal -porej.- lo que acontece cuando entre las
partes contratantes hay asin1etrías o disparidades, o cuando se trata de
contratos standard con cláusulas de adhesió11, o en la relación de trabajo
para el contrato individual y colectivo, etc. Asilnismo, hade ad1nitirse toda
limitación razonable in1puesta por el orden público, la moral pública, los
derechos de terceros, 1a seguridad pública, o las telaciones propias del de-
recho de familia.

4. - Confo1me a la jurisprudencia de la Corte, una pauta trascendental señala



LA LIBERTAD DECO~IRATAR 103
102 COMPEl\'U!O DE DERECHO CONSTITUCIONAL

. b o en 2002 Y2003 la Corte rescató el derecho de propie-


Sm en1 arg · é<f traídos
que los derechos y obligaciones emergentes de los contratos integran uno de Jos dad frente a la normativa que transforn1ó a pesos los cr itos co11
con1enidos del derecho constitucional de propiedad.
en dólares estadounidenses.
5. - La i11terve11ció11 del estado en los contratos se mueve en dos 1991 la ley de convertibilidad prohibió toda indexación futu-
esferas: 9. -
.
e uand ° en od , did en el valor
o . de reafirmar nuestra tesis de que, no obstante, t a per a .
h b
ra. u 1n1 ~ ·d . derecho de propiedad- la
a) con carácter JJernianeltte y anticipatlo, poniendo ciertos n1arcos a real de la n1011eda hace procedente -para salvaguat ai e 1
la autononúa de la voluntad; c¡ct1ializaci61t 0 el reajuste dinerario.
b) con carácter excepcional y transitorio, en situaciones de emergen- 10 - No ha de olvidarse que, al tnargen del problen1a que suscita l~d~ Jed,y
cia, con un doble efecto: b') sobre contratos celebrados antes que se hallan ue recae
.
sobre el curso
d,
cump
r1núento de contratos celebrados con antenonda
, . do s~
q , .
1: . . . .
. ..ó d ·te que tos J·ueces revisen los cont1atos cuan .
en curso de ejecución; b") sobre los contratos que se van a celebrar en la teona de la 1111prev1,si 11 a nu · . ta
adelanre n1ientras dure la cn1ergencia. roduccn carnbios sustanciales en las condiciones que las partes tuvieron en ~u~n
p d tratar Se llama teoría de la imprevisión porque el acontec1rruen- .
J>or supuesto que la regla de razonahilidad marca los límites de an1- al monlt!nto e con · ·d d do ser
lo que altera el cu1nplimiento del contrato ha de ser de tal entl a que no pu
bas intervenciones.
"previsto" vcrosímiln1ente por adelantado.

6. - Para los contratos en curso de cumplimiento, una ley posterior peca de


retroactil'idad inconstitucional si afecta Jos efectos del contrato, a menos que se
1ra1e de una real en1ergencia, y que la ley que captura contratos anteriores no disnli-
nu ya prestaciones debidas (por ej., n10nto del alquiler, tasa de interés, etc.) sino que,
lransilorian1enlc, se limite a prorrogar plazos o congelar precios.

7. - La juris¡1rude11cia de la Corte nos lleva a registrar fallos co1no


los siguientes:
a) en 1960, respecto de la ley que obligó a incluir "nún1eros vivos"
durante los espectáculos cinen1atográticos. la Corte reputó constitucional
la nledida aun cuando las salas de cine debían contratar (compulsivamen-
te) a quienes iban a llevar a escena el "número vivo", de forn1a que se les
imponía una actividad no elegida; y, además, muchas salas debieron incu-
rrir en gastos para adecuar los escenarios;
b) en 1968, al pronunciarse sobre la ley 16.507 que obligó a reincor-
porar personal cesante en entidades bancarias y similares, declaró incons-
.titucionaJ
,
la imposición de obligaciones que no existían a la fecha de la
cesantía.

8. - Cuando se rastrea desde la década de 1920 a hoy la jurispruden-


cia de la Corte en épocas de en1ergencia. es fácil corroborar que las obje-
ciones de inconstitucionalidad -salvo excepciones- no han tenido éxito.
Una sfutesis actualizada al año 1990 surge de la sentencia en el caso
"Peralta'', que admitió un decreto de necesidad y urgencia por cuya aplica-
ción se convirtieron los depósitos a plazo fijo en títulos públicos.

- - -
. .- - . -- -
CAPíruLO XIII

UN PLEXO DE DERECHOS ENUMERADOS E IMPLICITOS

El derecho de reunión

1. -No obstante la importancia institucional del derecho de reunión,


y los enfoques que siempre ha suscitado en la doctrina y la jurisprudencia,
hay que recordar que nuestra constitución no lo integró al catálogo de los
derechos enumerados. Pero nadie duda de que forma parte de los implíci-
tos.

Ahora bien, cuando el art 22 incrimina a toda fuerza armada o re-


unión de personas que se atribuye los derechos del pueblo y peticiona a su
nombre, deja espacio para interpretar que la reunión pac(jica queda reco-
nocida

2. - Si las reuniones se dividen en públicas y privadas, creemos que


el criterio para distinguir una clase de la otra es éste: pública resulta toda
rew1ión que queda abierta indiscriminadamente al público, o sea, a cual-
quiera; privada es la que no goza de esa apertura.
La diferencia interesa porque las reuniones públicas quedan someti-
da& a la jurisdicción del estado en grado variable, según el fm que se pro-
ponen y el lugar donde se llevan a cabo; de ahí que si se realizan en lugares
públicos (calles, plazas, etc.) suscitan un control razonable más intenso
por razones de policía, y hasta a veces precisan el permiso previo.

Las reuniones en Jos templos, bien que son públicas, se sustraen en principio a
Ja intervención estatal.

3. - El sujeto activo del derecho de reunión se clasifica así: a) la


UN PLEXO DE DERECHOS ENUMERADOS E lMPÚCTfOS 107
106 CoMPE."IDIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL

encarar el tema como derecho a la jurisdicción, o derecho de acceder a la justicia


persona o una asociación~ b) las personas tienen un derecho "propio". ejer- para que resuelva lo que se le peticiona como pretensión. 1
cido colectivamente, de participar en la rellilión; c) hay un aspecto negati-
vo, que es el derecho a no asistir. 10. - Damos por verdad que el derecho de peticionar obliga al órga-
El sujeto pasivo es, fundamentalmente, el estado, pero tan1bién los no requerido a dar una respuesta en tiempo razonable; o sea, a ~~ntestar
particulares en cuanto se tienen que abstener de impedir o alterar la re- sobre lo que se le pide. Pero no implica wi derecho a obtener lo petletonado.
unión, o de interferir en ella obstaculizándola.
11. - Si bien estamos analizando la petición que se dirige a una "autoridad",
4. - La jurisprudencia de la Corte ha dejado en claro que una re- no ha de onutirse \a i<lca de que también hay derecho de "peticionar" a un sujeto
unión no puede prohibirse a caus_a de las ideas, opiniones o doctrinas de (individual 0 colectivo -por ej.: una asociación, un banco, un registro de datos-)
sus promotores, sino únicrunente en razón de sus fines (en caso de ser que no es "autoridad"; por ej.: para recabarle una infornlllción.
éstos contrarios a la constitución, las leyes o la moral pública, o de resultar
Ja reunión peligrosa para el orden y la tranquilidad públic¡:t en una situa-
ción u oportunidad determinadas). El derecho de circular
5. - La reglamentación del derecho de reunión queda sujeta, según 12. - El art. 14 menciona el derecho de entrar, penna11ecer, tra11st-
nuesLia particular opinión, a la legislación del congreso (para todo el pafs) tar y salir del territorio, que es equivalente a la libertad de locomoción o
como todos los otros derechos; pero en otra interpretación muy difundida circulación o n1ovimiento, y que deriva de la libertad corporal o física, en
prevalece la noción de que, por su relación con el llamado "poder de poli- cuanto ésta apareja el desplazanliento y traslado de la persona, así como su
cía" (local), son las provincias y la ciudad de Buenos Aires las que pueden residencia, radicación o domicilio en el lugar que elige.
reglrunentar -cada una en su jurisdicción- el ejercicio del derecho de re-
.,
unron. 13. - El derecho a obtener pasaporte es parte esencial de estos derechos.
Así lo sostuvo la Corte en 1985, en el caso "O.A. e/Estado Nacional".
6. - Las normas de tratados de derechos hu1nanos de jerarquía cons-
titucional concuerdan, en su lineamiento básico, con lo que es propio de 1 14. - Si los derechos mencionados pertenecen al habitante, cabe pre-
nuestro derecho interno. 1
guntarse cómo quien no lo es porque no ha ingresa~o al pafs, _puede invo-
car su titularidad para entrar. La respuesta es obvia: potencialmente, su
El derecho de petición pretensión de entrar lo habil i1a como habitante futuro. De todos modos, el
derecho de entrar queda sujeto a reglarnentación razonable en torno del
7. - El ari. 14 cita el derecho de peticionar a las autoridades. Pero acceso y adnúsión de personas.
.
"toda fuerza armada o reunión de personas que se atribuya los derechos
del pueblo y peticione a nombre de éste. comete delito de sedición" confor- 15. - A partir del ingreso, surge el derecho de pernianecer, también
me al art. 22. con diferentes calidades a tenor de reglamentaciones razonables: como re-
sidente permanente, o en forma transitoria, o como simple turista ocasio-
8. - El sujeto activo del derecho de petición es la persona humana y nal.
las asociaciones, por lo que puede ejercerse individualmente o en grupo. El
sujeto pasivo es siempre el estado a través de sus órganos gubernamenta- La permanencia. con cualesquiera de tales condiciones, permite decir que la
les. persona forma parte, en ese momento, de la pobl~ión del.-es~a~o (~caso de la que se
considera "flotante" u ocasional) y queda sometida a su 1unsdicc1ón.
9. -Cuando el órgano al que se peticiona es un tribunal judicial, hay que
r
108 COMP8'TIIO DE DERECHO CONS11 IUOONAL l JN PLEXO DE DERECHOS El'\'UMERADOS E IMPúOTOS 109

La permanencia confiere el derecho de transitar y circular. El derecho de casarse

16. - El derecho de salir abarca el de hacerlo con intención definiti- 21. - El an. 20 incluye entre los derechos rec-0nocidos a los extra:n-
va. o solamente transitoria. jeros el de casarse conforme a las Leyes. Dada la igualdad entre extranje-
ros y nacionales, cabe decir que estamos ante un derecho de rodos los
Según nuestro punto de vista, la extranjería no confiere al estado la facultad habitantes.
de .ord~nar la s_alida con1pulsiva o de expulsar. Puede, en cntnbio1 obligál' á snlir a El sujeto activo es la ¡Jersona hu11iana. El sujeto pasivo es, funda-
quien 1n~es6 1legalmct1te, sien1pre que entre ese ingt'éSO y la expulsión no haya n1entalmente, el estado, pero a la vez los demás bon1bres en cuanto no
transcurrido un plazo que, por su duración y condiciones, haya convertido en "habi- pueden in1pedir que una persona se case. ni obligarla a hacerlo.
tante" a la persona que accedió sin cumplir las reglamentaciones aplicables.
Este derecho a casarse no da pie para afirmar que las uniones de hecho son
. 17. - En su are. 25 la constitución prohíbe someter a gravamen o ilícitas 0 ilegales, si se trata de personas hábiles para contraer matrimonio que eli-
impuestos el ingreso de extranjeros. . . . ;

gen conv1vu· sin casarse entre s1.

. 18. - Aun cuando los derechos de entrar, permanecer, transitar y sa-


hr pertenecen a las ¡Jersonas flsicas, es posible argun1entar que, analógi- El matrirno11io
camente, las personas jurídicas o asociaciones extranjeras tienen derecho a
establecerse en el país o.a actuar en él como sujetos de derecho. 22. - La regulación estatal del matrimonio da lugar a las siguientes
pautas:
19. - 1,a "ley de tránsito" abre sitio al debate. Podemos afirmar que a) hay una libertad jurídica para casarse y para que, de ese. modo,
el congreso tiene co1npetencia para dictarla en cuanto abarca el tránsito quede emplazado el estado civil de fainilia; ello implica qu~ ~a unión que
inte~jurisdiccional, ya que: a) por un lado, se le hace aplicable analógica- contraen ha de ser reconocida por el estado en sus efectos c1v1les;
mente la cláusula con1ercial del art. 75 inc. 13; b) por el otro, estamos ante b) por ende, el estado ha de habilitar y deparar alguna fomia legal
un derecho que figura en el art. 14 y que puede ser reglamentado. De todas para obtener el resultado expuesto en el inc. a);
m~eras, la ley del congreso no puede ir más allá de lo conveniente y nece- c) asimis1no, es menester regla.mentar un régúne11 pluralista de múl-
sar~o para proteger y asegurar el tránsito interjurisdiccional. dejando a las tiples formas n1atrimoniales para que los contrayentes elijan la de su prefe-
entidades locales todo lo no abarcado por ese o.bjetivo. rencia, también con los efectos del inc. a);
d) no basta -por ej.-que el estado reconozca libertad para con.tr~er un
20. - Los instrumentos internacionales de derechos humanos con matrimonio religioso, porque si el único matrimonio con efectos c1~es es
jerarquía constituc~onal dan cobertura a derechos similares a los que sur- el matrimonio civil (obligatorio para emplazar el estado de fanulia), la
gen. ~e nuestro art. 14, y admiten la expulsión de extranjeros con base en libertad jurídica de casarse de acuerdo a la propia opción resulta innecesa-
decisiones conforme a la ley, pero rechazan Jade nacionales. Un extranjero riamente lesionada;
no puede ser expulsado o devuelto a otro país, sea o no de origen, si su e) establecido el sistema pluralista ya indicado, el estado puede ~ndi_­
derecho a la vida o a la libertad personal corre riesgo de ser violado a causa eionar el reconoci1niento de los n1atrimonios religiosos a que se los inscri-
de raza, nacionalidad, religión, condición social u opiniones políticas. La ba en un registro público.
expulsión colectiva de extranjeros se halla prohibida.
Tales normas surgen fundamentalmente del Pacto de San José de 23. - El n1atrimonio religioso sin matrimonio civil fue reconocido
Costa Rica. por la Corte en 1957 para otorgar derecho a pensión a la viuda que estuvo
unida al causante sólo mediante nupcias religiosas, siendo ambos solteros.
110 COMl'liNDIO DE DERECHO CONSTITIJCIONAL lJN PLEXO Oc DERECHOS ENUMERADOS E Th1PÚCITOS 111

24. - - Pese a su carácter contractual, el matrimonio recibe nun1ero- 30. - Ha de dejarse en claro que "familia" no es solamente La que
sas limitaciones a la voluntad de los contrayentes en razón de la naturaleza está fundada en el matrimonio. Los lújos nacidos fuera del matrimonio
de orden público de las normas que lo regulan. Hay -por ej.- una única componen la familia y, para determinadas prestaciones sociales, las unio-
pauta legal en materia de n1onogamia y de disolución del vínculo. nes de hecho confieren derecho a los integrantes de la pareja conviviente.

25. - En el caso "Sejean" fallado en 1986, la Corte declaró. por ma- 31. - La refom1a constitucioual de 1994 ha incluido en el inc. 23.
yoría, que la indisolubilidad del matrimonio-vigente a esa fecha en nues- pá rra.fo segundo, del an. 75 una referencia al niño y a la madre en materia
tro derecho civil de familia- era inconstitucional. Poco después. la ley de seguridad social. El inc. 19 prevé la participación de la familia en la
introdujo el divorcio vincular. educación.

26. - En cuanto al divorr:io (vincular o no) por 1nutuo acuerdo, se trata de un , 32. - El Pacto de San .losé de Costa Rica, de jerarquía consútucio-
régin1en que deja librada a los e::;posos una vfa y una fonna procesales para resguar- ·fial, obliga a igualar las filiaciones.
dar el secreto y la intimidad de las causales del divorcio. Y aun cuando la sentencia
no puede, entonces, da: razón de los hechos que motivan la decisión judicial (por- Cláusulas sobre el matrimonio. la familia, la filiacíón, la mujer, el
que no queda constanc1a de ellos), crec1nos que no con<;urre causal para tildarla de 1tiño, más.un plexo de derechos y deberes conexos , aparecen en normas de
arbitraria, porque el sistema del a<;uerdo 1nutuo exhibe, en el n1arco del derecho de los tratados de derechos hun1anos co11jerarquía cnnslitucional.
fatnilia, razonabilidad suficiente.
33. - De cuanto hasta acá traemos explicado, deducimos que: a) queda
·.asegurada la igualdad entre varón y nzujer en las relacion~s ~e ~a1nilia, y
La fanzi/ia entre las distintas filiaciones biológicas; b) no se puede discnnunar a los
Iioniosexuales con el argumento (falso) de que carecen de inclinación o
27. - Cuando se encaran las normas sobre la fanúlia, hay que poner- aptitud para formar una fanúlia 111ediante el malrin1onio; c) la abstención
se de acuerdo en definir qué es "familia". Fan1ilia no es una entidad dife- sexual asumida voluntariamente ha de ser respetada. porque no pugna con
rente de las personas físicas que forman parte de ella, sino la denonúna- la norma constitucional de protección a la familia
ción acordada al conjunto de quienes tienen un vínculo parental. Por ende,
la fanúlia 110 es un sujeto de derecho ni una persona jurídica. de lo que se
desprende que cuando se habla de "derechos de La familia" ha de entender- La libertad de comercio e industria
se que se alude a "derechos de las personas físicas en sus relaciones de
familia". 34. - La correlación de los arts. 14 y 20 permite agrupar en un rubro
común a los derechos de conierciar, navegar; ejercer industria lícita, tra-
28. - Tales derechos no se limitan a los reconocidos entre parientes ·bajar y ejercer profesión.
(o sea, dentro de la fan1ilia) sino también a los que, en virtud de una rela-
ción de fan1ilia, se reconocen a sus miembros en relació11 con terceros 35. - En tanto el derecho de trabajar será analizado al tratar el cons-
,.
ajenos a la familia (pdr ej., frente a un empleador para que pague un sala- titucionalismo social, el resto del plexo recién propuesto merece atención
'
rio familiar, o conceda una licencia por maternidad). ' desde la normativa que en la constjtución ha recibido algunas añadiduras
con la reforma de 1994. El esbozo puede ser éste:
29. - El art, 14 bis en su parte fmaJ dispone que Ja ley establecerá a) el congreso es co1npetentc para "reglar" el conzercio marítimo, te-
"la protección integral de la familia. la defensa del bien de fanúlia, Ja com- rresLre y aéreo con otros estados, y el de las provincias entte sí; tal la cláu-
pensación económica familiar y el acceso a una vivienda digna". sula "comercial" del art. 75 inc. 13;
112 C0>4PE.NDIO DE Of:RECflO CONSTITlJCION¡\L UN PL¡iXO DE DERECHOS e.NUMERA.DOS E l~Púqros 113

b) lo es tan1bi~11 para dic~ar ~l cf5digo de comercio para todo el país e) ~ creciJniertffJ ar111611jco de todo el territorio;
(wt. 73 inc. 12);
f) pr,omover polfticas diferenciadas que tienpaq a equiHbrar el des-
e) itsimismo, p~ reglamentar la libre navegación de los rios interio- igual desarrollo relativo de provincias y regiones;
ft!S y flabilitar puertos (art. 75 inc. 10) ~onforme al principio de libre nave-
~ación (art. 26);
Todo este plexo surge del art. 75 incs. 19 y 23.
Es importante tomar en consideración, &sinüsn10, qq~ ªI regular la
d) por iguaJ, para proveer a la prornoción de la industria (a tenor del
coparticipación federal en el reparto impositivo, el art. 75 me. 2º ~~afo
arl. 75 inc. 18), en concurrencia con las provincias (ait 125);
tercero suministrª parámetros imperativos para llevar <:\~abo e~a 4JSlf!bu-
~) ni el copgresp ni las provin(,?j~ pueden afectar ~íl libre circulación ción; pice que;
territorial de bienes, productos, ve!1ículos, buques, e~p. (arts. 9 a 12);
a) será equitativa, soli4aria, y
t) ~l poder ir1lpositivo del congreso y de l.as provincias p4~qc incidir,
b) dará prioridad al logro de un ~ado equivalente de ,de~~rrollo, ca~
de ~µerdo al r~parto cons1jtucio11fll de competencias~ en la aptiv.jdad co-
rnercial e indl!s!.rial; lida.d qe vida e igualdad de oportu1114(ides en todo el terrttQfl.O.
g) similélf incidencia deriva de la compelencia deJ congreso para regu- 37. - La alusión a la lt{Jertad ecor1.ón1ica no pq.~i;te eludirse. Se trata
lar ~l trabajo (arts. 14, 14 bis, y 75 inc. l2); · de la libertad de los pa¡tjculares en el án1bito de la ~¡;ono¡nía.
b) por ig4al, a raíz <!el llamado poáer de policía en razón d~ higiene, L& constitución no define expresrunente un determinado sistema eco-
segl!ridad y moralid~d públicas, también a tenpr '(je la dis[Fibución nómico, pero contien~ lJ.ll principio mínimo de liber~d (a&egµrar sus bene-
competencia! entre el estado federal y las provincias; ficios, según el preáJnpuJo) que re~ulta aplicable para abnr un espacio
i) las regJan1enLaciones locales d~ la actividad comercial e industrial suficiente de libertad, cuyas medidas ordenadoras por parte del estado
"intraproviqcial" no pueden violqr normas emana(l~s del congreso sobre han de hallar cauce para lograr el bienestar general (can1bién pre ambular).
comtln;io e industria, tanto si son leyes federal~~ cuanto si lo son de dere- Seguramente, el prin<;ipio de justicia y progre~o económico oon justicia
cho común (por ej., el código de comercio); social (an. 75 inc. 19) da ingreso al principio oe subsidiaridad, según el
j) ha de tomarse en cuenta lª relación qµe liga a la libertad comercial e cual ~l estado no ha de hacer lo que con eficacia pueden hacer los paftic\l-
inqustrial con los derechos que a consumidores y usuarios reconoce el art. lares, ~quienes ha <le ayudar sin sustituir, absorber o destruir.
42 en el mercado de coqsumo y uso de pienes y servi~ios: - En síntesjs, hace falta una presencia esta1al razo11(1fJle para la gestoría
k) otro ne:¡¡;o a analizar es el c¡-Qe tiende puente llíteia el ~erecl10 de de la política y de la actividad económicas en el marco del esiado de demo-
contratar y el derecho de propiedad. cracia social o estado social de clerecho, así diseñado por la r~fonna de
1994.
36. - Con referencia exclusiva a la refonna de 1994, guardan direc-
38. - En su~t~ria, hay que acudir a la igualdad de oportunidade~ (art. 75
ción hacía ta libertad econó1nica, el comercio, la indµsJria, etc., w1a serie
inc. 23) y a la distribución razonablerp.cntc igualitaria de la libertad, que es l!P
de pautas obligatorias para la legislación y las políticas de estado. principio impl.fgito, de forn1a que el mcrc¡¡do no se torne itrestricto ni la ~pmpeten­
Así, proveer: cia se absolutice. Asimismo, n1uchas "des-regulaciones" acel~radas a parltf4~ 1989
a) al desarrollo humano; han reñido con la reforma constitucional de 1994.

b) al progreso econ6n1ico con justicia social; 39. -En líneas generales, podemos decir que la jurisprudencia de la Corte,
e) a la productividad de la economía nacional; desde una vieja sentencia de 1887 en el caso de los Saladeros de Barracas ("Podestá,
Santiago José y Jeróni1110 y otros e/Provincia de Buenos Aires") dejó sentado el
d) a la generación de en1pleo;
criterio de que la actividad industrial y comercial no puede comprometer con su
' 1•
1

• •
114 CO~PENDIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL

nocividad bienes colectivos como -por ej.- la salud pública. En otras palabras, la
salubridad, la moralidad, el orden público, y los núsn1os intereses económicos legi-
timan la intervención reglarnentaría del estado, aun cuando - a la inversa- no puede
prohibir determinados negocios por considerarlos ruinosos, ni imponer otros que
repute de con vcniencia pública.
En 1967, el caso "E1npresa Mate Larangeira Méndez S.A. y otros" dio lugar a
que la C'orte declarara que la prohibición para cosechar la yerba rnate para el año
1966 según lo estableció un decreto, cuando ya la cosecha se había realjzado y CAPf'ruLO XIV
había originadt) gastos y obligaciones, vulneraba el derecho de trabajar y de gozar
de la propiedad adquirida.
LOS NUEVOS DERECHOS DE LOS J\RTICULOS 41 Y 42

El derecho ambiental

l. - Una lectura atenta del nuevo are. 41 en n1ateria ambiental nos


autoriza a sostener que:
a) La referencia al "derecho de todos los habitantes" a Wl ª"lbiente
sano. con todas las calificaciones que utiliza la norma, personaliza a este
derecho en cada uno, al modo como lo hace el texto del art. 14, pero: a') ha
de tomarse en cuenta que la alusión del art. 43 a los derechos "de inciden-
cia colectiva" (cuando depara la vía del amparo para proteger al ambiente)
asume aden1ás la diniensión colectiva y grupal que reviste el derecho al
ambiente;
b) Se ha de advertir la relación con el derecho de los recursos natura-
les-por ej., en lo que atañe al agua. la flora, la fauna, los bosques, el suelo,
la tierra, etc.- y la titularidad que el art. 124 asigna a las provincias sobre
el dominio oríginario de los recursos naturales existentes en su territorio;
e) El ambiente queda propuesto como sano, equilibraáo, apto para el
desarrollo humano y para las actividades productivas que satisfagan las
necesidades humanas;

d) Cuando se agrega en el art 41 que ello no ha de ~mprometer las
necesidades de las generaciones futuras, se echa 1nano de la expresió11
"desarrollo sustentable", con la que se configura un tipo o modelo de de-
sarrollo duradero para hacer posible la vida de los seres humanos en el
marco de un entorno que cumpla las veces de hábitat; o sea, las políticas
ambientales han de tomar en cuenta el futuro con un claro sesgo de solida-
ridad social;
e) El vocablo "ambiente" merece a nuestro juicio un contenido plúrinio
, •

-
116 Cow>ENDIO DE DERECHO CO~Slf!UCIONAL Los NUEVOS DERECHOS DE LOS ARTfCULOS 41 Y 42 117

y amplio que no se agota en el entorno físico y sus elementos naturales 3. - El art. 41 ha de presuillirse o¡Jerativo. y aplicable aun a falta de
ley, Jo que no significa que resulte i~necesario el desarrollo legislativo;
pero los jueces -como "autoridades1 que son- no pueden a~stener.se de
(agua, atmósfera, biosfera, tierra, subsuelo), sino que abarca todo cuanto
atañe a la vida, subsistencia y desarrollo de los seres vivos (ecosistema y
ecología) y, aden1ás, el patritnonio histórico, cultural, artístico. natural, tutelar el an1biente porque falte la ley o porque la que hay sea 1nsufi.c1ente.
cte., que goza de menciones en el inc. 19 del art. 75.
4. - "Los derechos que protegen al anibiente" cuentan, según el art.
43 eón la vía del a1npato para esa ptoteceión. Puede, por ende, llamarse
Obligaciones que diversifican tutelas anlparo ambiental o amparo ecológico.
2. - Hay una serie de obligaciones constitucionales respecto del am- 5. - La infom1ació11 y educación ambientales se ligan ~u~ :stre-
biente. Vean1os en quiénes recaen y en qué consisten. chamente a la libertad de expresión e información, a la comurucac1on so-
a) Después de enunciar el arl. 41 que todos los habitantes tienen dere- cial, y a la enseñanza. La obligación estatal en tal sentido abarca una vía
cho a un ambiente sano. agrega que tienen el deber de preservarlo. Co1no indirecta, cual es la de prestar ayuda a las asociaciones Y e~tidades que
mínin10, preservar equivale acá a no dañar ni deteriorar. También a cuidar. tienen como finalidad la tutela ambiental en todos los contenidos que ha-
b) La norma grava a las "autoridades". Latamente. aJ estado, tanto cen parte del ambiente.
federal como provincial y n1unicipal, en los tres departan1cntos de gobier-
no, cada uno según sus competencias. Asimismo. al defensor del pueblo,
al ministerio público, y a todos los organismos y reparticiones estatales. Las conipetencias federales y provinciales
Pero, ¿cuál es la obligación? l11art.41 la resume afmnando que proveerán
a la protección de "este derecho" (del que tienen todos los habitantes a un 6. -La parte final del art. 41 establece que al estado federal .le ~n­
an1biente sano, etc.). Desdoblai.1do el deber, cabe afirmar que tanto es de cumbe dictar las "normas de presupuestos mínimos". y a las provincias
0111isión -para no dañarlo- con10 de ¡Jrestaciones ¡Jositivas con el fin de las normas "necesarias para complemenLarlas". Se trata de una categoría
preservarlo, de evitar que otros lo alteren o destruyan, de recomponerlo, especial de co1npete11cias concurrentes, porque las nor_n1as n1ínin1as esc~­
etc., así como comprende el deber de exigir a los p¡¡rrticularcs cada obliga- pan a la competencia provincial, y las co1nple1nentar1as de conlpete~c1a
ción concreta en cada circunstancia en que el ambiente queda con1prometi- local son una añadidura para maximizar lo mínhno. Seguramente, eqwva-
do o perturbado. le a una versión delfederalisnio concertado.
c) En conexidad, el art. 41 imputa a las autoridades antes citadas la
obligación de proveer a la utilización racional de los recursos naturales, a 7. - En cuanto a los daños ambientales susceptibles de incriminarse como
la preservación del patrin1onio natural y cultural (que es parte del ambien- delilos, la competencia es exclusiva del congreso por tratarse de materia penal.
te, según lo dijin1os antes) y de la diversidad biológica; además, el estado
debe proveer a la infor1nació11 y la educación ambientales. 8. _Cuando un problema ambiental es jurisdiccionalme?te divisible y sobre
él recae la respectiva legislación provincial, ésta debe, alln as1, respetar Ja protec-
d) Cuando el siempre citado art. 41 consigna que el dafio anzbiental , .
ción surgida de la ley de presupuestos 1mn1mos.
generará prioritariamente la obligación de reco1nponer según lo establez-
ca la ley, hay que aclarar que tal recon1posición prioritaria nq elimina ni 9. _ En cuanto a Ja ejecución y aplicación de la le.gislación del ~ongreso_. el
reemplaza a la reparaci6n. Asimisn10, h,1y situaciones en que lo que se art. 41 adopta la solución clásica del art. 75 inc. 12 al disponer que dtcba leg~­
"des-con1puso" no puede ser "re-con1puesto". En suma, cuando las cosas ción no altera las jurisdicciones locales. No obstante, creemos que: a) algunos deli-
son susceptibles de volver a su estado anterior, la obligación prioritaria es tos ambientales admiten ser calificados como di:: naturaleza federal Y provocar, por
recomponer. ende la jurisdicción de tribunales federales: b) fuera del ámbito penal, es razonable
supo~er que en ucterntinadas políticas ambientales y medidas protectoras del am-
1'
1

118 COMPEi\IDIO DE DERl!CJIO CONSlllllOONAL Los NUEVOS DERECHOS DE LOS AR1ÍCULOS 41Y42 119

bicnte el estado federal las invista excepcionalmente de judiciabilidad por uibuna- 14. _La lealtad con1ercia1, la propaganda con1petitiva, el deber de veracidad,
lcs federales. '
el espíritu de lucro, la tendencia al consunús1no en mucbos e.su·atos ~oc1ales, Yante
todo la dignidad de la persona y los derechos que le son propios, o?hgan a que en el
1O. - No hay duda de que, al n1argen del reparto competencia] en el orbe del ;,nsumo y los servicios se procure equilibr'.11' la protección de la persona
derecho interno, nuestro estado está habilitado para afrontar cuestiones con el 1nercado, la competencia y la oferta-demanda.
an1bíentales n1cdíante tratados internacionales. Dada ta supralegalidad
de éstos, y su prelación tan1bién sobre el derecho provincial, creemos que 15. _En el "derecho de consumo" hay que ordenar cuanto, conforme~ art.
42, gira en torno de los "derechos" de consu1nidores y u~ua!·los, ta~1to cuando he~en
los tratados en 111ateria ambiental pueden superar to que, en el derecho perfil de derechos personales (o individuales) ~ºn:c> s1 otrecen el de derechos de
interno, es propio de la ley de presupuestos mínimos. incidencia colectiva o de intereses de pertenencia difusa.

l l. - Dentro de las co111petencias pro11inciales, los convenios de reoionaliza- 16. - En la letra del art. 42 según su párrafo primero aparecen:
ción del art. 124 pueden prever la protección del ambiente que se vinc~la con el
d~sarrollo económico y social. Asimismo, los tradicionales "tratados" interprovin- a) el derecho a la protección de la salud (que incluye el derecho a la
c1ales del art. 125, y los convenios internacionales de las provincias en el área del vida y a la integridad);
citado art. 125.
b) el derecho a la protección de la seguridítd pe~s~nal. en cuanto se
halla en juego por la índole y calidad de bienes y serv1c1os;
Consumidores y usuarios: derechos, protecciones y deberes
e) el derecho a la protección de los intereses eco11ón1icos del usuario Y
consumidor;
12. - El nuevo art. 42 traza un marco elástico, pero de parán1etros d) el derecho a la üiformacióT1 veraz y adecuada en la oferta Y provi-
inesquívables, para el 1nercado de consumo y uso de bienes y servicios. sión de bienes y servicios;
No hay duda de que en aquel marco aparece un eje direccional hacia el e) el derecho a la libertad de elección;
sistema ·económico que es propio de la demacra.cía social. Las alusiones a t) el derecho a condiciones de trato equitativo y digno.
la competencia, al control de los monopolios, al consumo, ele., presuponen
la existencia del mercado, pero ello no equivale a sostener que el estado 17. _El segundo párrafo destaca la defensa del consurllidor Y del
r~traiga su presencia razonable en el área de la libertad y de la competen- usuario por parte del estado, al decir-de modo,análogo al art ~,1 en mate-
cia. En su1na, el art. 42 no da pie para alentar una postura abstencionista ria ambiental- que "las autoridades proveeran a la prote~1on d~ esos
del estado. derechos" (los enunciados en el prii;ncr párrafo). Y a renglon seguido la
norma extiende igual obligación de proveer a:
13. - Partamos de la mención que la norma hace al "derecho de los a) la educació1i para el co1isu"10;
consumidores y usuarios" para eslabonarlo con las puntualizaciones que
b) la defensa de la competencia en el mercado;
el art. 42 efectúa en los párrafos segimdo y tercero y, de ahí en más, com-
prender que el ya citado sistema de1nocrático con su plexo de derechos c) el control de los nionopolios;
apw1tala la presencia estatal para evitar desigualdades injustas y para d) el control de la calidad y eficiencia de los servicios públicos;
mantener-o recuperar cuando haga falta-el equilibrio en las relaciones de e) la formación y participación de asociacio11es de consumidores Y
consumidores y usuarios. Todo con una ·finalidad muy clara: incluir la aten- .
usuanos.
ción de las necesidades primarias y fundamentales que, por un interés
jurídico relevante -de naturaleza colectiva- han de ser satisfechas por el 18. _Si de cuanto surge de la letra de la constitución nos e~pla~a­
consumo, los bienes y los servicios. n1os razonablemente a una serie de derechos irnplícitos, podemos 1nclu1r:
., I

lZO C OMPP..lllDIO DE OE!RECHO CONSTI1UCIONAL Los NUEVOS DERECHOS DE LOS AR11CL'LOS 41 " 42 121

a) el derecho de acceder al consumo; mos de control) de las asociaciones de consumidores y usuarios y de las
b) el derecho a un trato 110 discrinzinatorio, sino en igualdad de opor- provincias interesadas.
tunidades;
e) el derecho a la lealtad co11'1ercial. 22. - Es bueno insistir en que: ...
' .

Y como bisagra con el plexo de valores, reaparecen: a) del art. 42 surge una específi2a órbita del derecho de libre asocia-
ción en el espacio de los consumidores y usuarios. con el deber del estado
a) el valor solidaridad;
de proveer a la protección de dicho derecho; a') tales asociaciones han de
b) el vwor cooperación; participar en los organismos de control;
c) el valor seguridad; b) tanto el estado como las citadas asociaciones deben promovét la
d) el valor participación; educación para el consu1no, lo que equivale a difundir ittforntacló11 y
e) el valor tgua/dad; predisponer a las gentes para que sepan discernir y elegir llbren1ente lo que
puede o debe consumirse, de modo que consunudorcs y usuarios estéh en
f) el vaJor justicia.
aptitud suficiente para ejercer y defender sus derechos a tenor del arL 42.
19. :---- En síntesis, a cada uno de los aspectos a cuya protección deben proveer
lalii autoridades, cor,-esponde on reciprocidad la serie de derechos correlativos del 23. - No obstant~ el deber estatal de legislar en la materla, decimos
consumidor y del usuario. que si no lo hace queda a cargo de los juéces conferir aplit~llldad
Hay que indagar bien en caso "ante quién" -como sujeto pasivo- existen o se operativa a la norma bajo análisis porquei no en vano, el att. 43 prevé
hacen valer esos derechos. No hay duda de que el estado es sujeto obligado, pero a directamente la acción de amparo en orden a los derechos relátlvos a la
la ve~ hay una ~~ivaJencia de los derechos cuando son oponibles a quien provee competencia, al usuario y al consumidor.
los bienes y servicios. Así -por ej.- el derecho a la calidad y eficiencia, y a que el
mercado no se distorsione en desmedro de la competencia. En el párrafo primero del
art. _42 hay ~ambién supuestos de similar ambivalencia. que muestran co1no sujetos
pasivos obligados tanto al estado (las autoridades) co1no a los proveedores de bie- El perfil de los nuevos derechos
nei; y aervicios.
'
24. - La recapitulación global de los ¡¡nuevos derechos" emergentes
20. - No ha de perderse de vista que muchos de los derechos en el orbe del
de los arts. 41 y 42 incita a insistir en:
consumo Yuso de bienes y servicios guardan conexidad con los del art. 41 sobre el a) la dimensión colectiva y trartsindividaal que se suma á lo que de
a111bi~nte. Así, _los pre~adores de servicios de agua han de cuidar que el agua no se personal e individual tienen;
poluc1one: las 1ndustnas que procesan productos para la alimentación y la bebida
b) la estrecha intersección con muchísimos otros derechos (libértad
no de~en contanunar el ambiente; los proveedores de carnes y vegetales no han de
incumr en depredación, ni los cultivos han de arrasar el suelo volviéndolo impro- de expresión; de con1ercio e industria; de contrat.ar: de asociación, etc.;
ductivo a cierto plazo, etc. derecho al desarrollo; a la calidad de vida; a la igualdad de oportunidades;
a la reparación del dafio; a la propiedad; al tráfico negocia!; etc.).
21. -El .Pánafo final del art. 42 remite a la legislación para que Todo ello queda atravesado por un eje de const ltucionalisrno social y
establezca procedimientos eficaces en orden a prevenir y solucionar con- por el contenido del sistenta axiológico de la constitución.
tlictos en la triple relación de "consumidores y usuarios-prestadores de
bienes Y servicios.estado". La ley ha de discernir también los marcos
regulatorios de los servicios públicos de competencia "nacional". Para
todo ello la ley tiene que prever la participación necesaria (en los organis-
'
'


'·'
CAPtruLO XV

LOS DERECHOS IMPLICITOS

Una radiografía de encua'd re

1. - Cuando con un enfoque nluy personal, que no elude algún nexo


con las perspectivas iusfilos6ficas que se filtran al derecho constitucio-
nal, decin1os que hay derechos "con" 11or111as y ''sin" nom1as. pisamos
un prin1er un1bral hacia el tema de los derechos no e11u111erados o dere-
chos implícitos.
Convergen a admitirlo: a) el valor justicilt y los restan1es valores del
plexo axiológico; b) la ideología de la constitución; e) el an. 33: d) los
tratmfos i11temacio11ales sobre derechos humanos, tengan o no jerarquía
constitucional: e) el aporte de las valoraciones sociales progresivas.

2. - Todo esto da razón al axioma de que, a la hora de interpretar la


constitución y de cubrir sus silencios e in1pliciludes, hay que echar mano
de la categoría de derechos implícitos, que se halla permanentemente abierta
en su listado maximizador, siempre a tono con otra pauta muy cara, como
es la de que hay derechos nuevos y contenidos nuevos en derechos viejos.

3. - Hay, por ende. una doble implicitud: a) una e$ la que a11ade


derechos "nuevos" -por ej., el derecho al desarrollo (en cuanto la letra de
la constitución reformada menciona el desarrollo. a veces sin adjetivo, y
otras calificándolo con10 humano, o como socioeconómico)-; b) otra deri-
va de proponer que los derechos que tienenfaente intenwcional y no figu-
ran entre los constitucionaln1ente enumerados, se han de dar por alojados
en la cláusula de los derechos implícitos de nuestro art. 33.

4. -Algunos ejemplos ilustran el tema. Así:



Los DERECHOS lMPÚCITOS 125
124 COMPENDIO DE DERECHO CONSTITUCIO:-IAL

a) hay un enjambre profuso de derechos parental.es, o sea, derechos que pro- ll) el derecho a indagar, conocer y emplazar la propiafi./i.ación;
vienen del parentesco; por ej.: los c¡ncrgentes de la patria potestad: el derecho de derecho de reunión;
Ill) el
inantencr y proteger los vínculos parentales; el derecho de "ser adoptaclo" cuando
concun·e la situación razonablen1ente prevista en el ordenrunienlo jurfdico: el dere-
n) el derecho a la tutela judiciítl efectiva;
cho a la procreación responsable; ñ) el derecho de co11tratar;
b) de la garantía del habe<1s data (innominada en el art. 43 que la incluye o) el derecho a la i111agen propia y a la voz personal;
co1no una modalidad del amparo) se inlicrc el derecho a los datos personales, para
preservarlos, rectificarlos, controlar su uso y difusión, etc.; también el derecho de
p) el derecho a la cultura: 1
r
peticionar a los bancos de datos; q) el derecho a la paz;
e) el derecho a la 11erdad, que implica varios ¡lSp~los: a conocer y saber la r) el derecho a la /egiri11111ción procesal;
verdad; a indagarla y buscarla: a recibir información para acceder a la verdad: a que s) el derecho a la calidad de vida y el nivel de vida dignos;
se la averigüe en los procesos judiciales (por ej., para descubrir la verdadera filia-
ción - biológica-: para investigar un delito, :¡u au¡o1ía, etc;., todo a tenor de la pauta t) el derecho de rectificación y respuesta (réplica);
jurisprudencial que indica a los jueces el deber de priorizar la vcrclad material u u) el derecl10 a la libertad jurídica y a la seguridad jurídica;
objetiva sobre la verdad for¡nal).
v) el derecho al desarrollo;
w) el derecho de huelga a favor de sujetos que no son "gremios";
Un HstadQ abi@rto x) todo cuanto halla cabida en los denominados. iut~reses difusos o
colectivos, o de i11cide11cia colectiva, o de pertenencia difusa.
5. - Cuan(lo rastreamos lo que al día de hoy puede y debe incorpo,
1
rarse a la nónúna de derechos implícitos, todo con base en lo que decimos 6. _Desde el caso "Sejean" -resuelto por la Corte en 1986- cabe
en los parágrafos antecedentes, hemos aden1ás de citar: añadir que, de acuerdo a su juri.sprudenc~a, ha d~ repu~se ~?1n~ derecho
a) el derecho a la propia dignt'dad personal; implícito el de recuperar la aptitud nupcial mediante divorcio vmcqlar, Y 11
b) el derecho a la vida; el de contraer nuevo 11iatrin1011io.
o) el derecho a la salud; (ahora lo n1enciona el art. 42 en el ámbito 7. -En varios tratados de derechos humanos con jer~quía consti-
específico de consumidores y usuarios de bienes y servicios); tucional hay cláusulas que tienen 4ue entenderse con10 reenviando a dere-
d) el derecho a la i1Uimi4ad; chos implícitos-por ej., cuando establecen que los ~e~echos de: ~tado no
e) el derecho a la identidad y a la diferencia; (incluido el derecho a la litnitan el goce y ejercicio de otros que surgen de distinta fuent.., (interna o
propia identidao sexual); internacional)-.
1) el derecno a la reparación o aJ resarcimiento del daño;
g) el derecho al honor;
h) el Qerecho' a la integri4ad física. síquica y moral;
1) el clerecho a tener una nacionalidad:
j) el derecho a elegir el proyecto personal de vtda;
k) el derecho a la objeción de conciencia que es inofensiva para ter-
ceros;
l) el derecho a la i11forn1actó11 y la cotttunicación;

- - - -- - - - -- - - - - - - ----
CAPtnJl.O XVI

EL DERECHO DE PROPIEDAD

Su encuadre

1. - El derecho de propiedad ha sido uno de los derechos "individua-


les" que con más intensidad protegió el constitucionalismo moderno, para
luego tenet adjudicada unaju11ci611 social c.on la irrupción del consticucio-
nalismo social en la primera mitad del siglo XX (la propiedad "obliga",
según la constitución ale1nanade Weimarde 1919).

2. - El derecho "a tener propiedad'' se concreta en uJ1 derecho "de"


propiedad sobre un bien deternlinado cuando el derecho positivo confiere
a un sujeto el título respectivo (de propiedad) según un acto jurídico reco-
nocido como adquisitivo de propiedad. De alú que la propiedad aludida en
los arts. 14 y 17 de nuestra constitución enfoquen el derecho respectivo en
su aspecto de propiedad "adquirida".

3. - El sujeto activo abarca a la persona física y a toda entidad o


persona de existencia ideal o colectiva (persona jurídica, asociación con
calidad de sujeto de derecho). Ello sin distinción de nacionalidad o extran-
. '
Jena.
El sujeto pasivo es ambivalente: por un lado el estacio. al que funda-
mentaln1ente se dirige la prohibición de violar la.propiedad privada; por el
otro, los particulares que no deben perturbar el uso y ejercicio del derecho
que ostenta el sujeto activo. Ambos sujetos pasivos están obligados a no
impedir que alguien adquiera propiedad cuando pretende adquirirla legíti-
mamente.

4. - Por su obligación de proniover los derechos, el esLado debe es-


128 COMPENDIO DE DERECHO CONSITruOO:"<IAL EL DERECHO DE PROPIEDAD 129

tructurar úh ordelr socioecori6mico justo, que haga viable el acceso de las h) El derecl10 a que la sentencia se dicte de acuerdo c:1 la ley de fondo
~ersonas_a ,~~1.p~opie6.ad de los bienes necesari?S para podef vivir, ejerci- que estaba vigente al n1onzento de trabarse la litis (salvo que con poste-
tahdo si.! illic1~bva privada, Célhfdrme a la dignidad del sét 11umaho. rioridad una ley de orden público estipule expresamente que se Llebe apli-
Acá hacen presencia lás políticas generales de bienestar y desarrollo. car a los procesos en trámite);
i) En materia de seguridad social-jubilaciones y pensiones- hay que
5. - L~ ~formad~ 1994 reconoció a los pueblos ítldfgenas argenti- distinguir: i ') 1nientras la persol1a se halla en actividad, sólo tiene un dere-
nos la poses1on Y propiedad con1unitaria de las tierras que tradicional- cho "en expectativa" a su jubilación futura, por lo que la ley lo puede
n1ente oc;upan. n1odiiicar y variar, pero: i") cua11do cesa en su actividad, se vuelve invia-
ble que la ley vigente en ese momento deje de regir para su derecho a
jubilarse; i '")una vez que la jubilación es otorgada, el status personal de
Los contettidos jubilado in1plica un derecho irrevocable, pero: i"") el 1non.to o ~aber
jubilatorio 110 es intangible, y puede disminuirse. a condición de que la
. ?· - La amplitud abarcativa de lo que es propiedad en sehtido cons- mem1a no sea confiscatoria por su cantidad; i""') para el haber jubilat.orio,
htu~1o't\al ft..ie estereotipada en la pauta que, conJorme a la jurisprudencia el arl. 14 bis in1pone la pauta de la 111ovilidad, a tenor del principio según
~e la Corte Su~rema. incorpora al contenido de la propiedad todos los el cual la Corte ha señalado que debe existir proporcionalidad entre el monto
tnte~eses aprec1~bles que el hoh1br€! 11uede poseer faera de sí niisnio, de de la jubilación (tanto el originario con10 el que luego se va reajustando
su vr.~a ~de su !1be~ad. Por ende, Lodos lo·s bienes susceptibles de valor por la n1ovilidad) y lo que esa persona ganaba cuando estaba en actividad;
e~onom1to, o apre~1a~les en dinero, alcanzan nivel de derechos ¡Jatrin10- j) El llan1ado efecto liberatorio del pago in1plica que el deudor que
11iales rotulados un1tanamente con10 derecho constitucional de propiedad. paga su deuda conforme a la ley vigente al tiempo de efectuar ese pago
~o hay duda de que le corresponde, entonces, el calificativo de derecho 0 adquiere--<X>mo derecho de propiedad- el derecho a no ser obligado a nin-

bbertad "preferidos" dentro del plexo de los derechos personales. guna clase de pago suplementario;
k) Los dercc11os que se adquieren por causa de niuerle (derecho here-
7. :---- ~oní~rme al mencionado derecho judicial de la Corte, cabe ha- ditario) integran la propiedad (el derecho de testar está reconocido en el
cer el srgwehte listado de contenidos de la propiedad: art. 20);
. a~ El derecho de dorninio y sus des1nembraciones, conforme a la Je- 1) Si bien la irretroactividad de las leyes sólo está prohibida en la
g1slac1ón común;
constitución en materia penal, tan1bién lo está cada vez que la aplicación
. b) Las cot1cesiones de uso sobre bienes del dominio público, y las que de una ley nueva-en cualquier n1ateria- conduce a privar a un sujeto de un
tienen como causa una delegación del estado a favor de particulares (corno derecho ya incorporado a su patri1nonio;
empresas de transportes, de electricidad, de teléfonos, etc.); ll) La ¡Jropiedad intelectual, industrial y comercial cuenta con nor-
c) Los derechos y obligaciones emergentes de los contratos; ma de reconocimiento en el art. 17;
d) Los actos de disposición y uso de la propiedad; m) La norma que en el art. 42 se refiere al derecho de consumidores y
. e) Los derechos "adquiridos" e ingresados al patrimonio (sea por usuarios en el n1ercado de consumo y uso de bienes y servicios traba en
virtud de ley, contrato, acto administrativo, sentencia firme, etc.); nun1erosos aspectos una relación con el derecho de propit:dad;
f) ~a sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada (en tanto esa n) Cuando la reforma de 1994 conten1pla en su art. 75 inc. 19 la in-
senten_c1a no sea nula o írtita, como ocurre si en el proceso ha habido dolo vestigación y el desarrollocient(fi,co y tecnológico, así con10 la libre crea-
o estafa procesales); ción y circulación de las obras de autor, traza un puente hacia el art. 17,
g) Cada acto válidarnente curnplido durante un proceso judicial; especialmente citado en el precedente inc. ll) de esta lista.

130 COMPENDIO OE DERECHO CONSTITUCIONAL EL DERECHO DE PROPIEDAD 131

La depreciación monetaria vado, o las de interés público -como restricciones administrativas, servi-
dun1bres administraúvas, ocupación ten1poránea-conviene tener presente
8. - Un arduo problen1a para el derecho de propiedad se suscita cuando en que con la reforma de J994 en la consritución se.reconocen firniraciones
períodos de int1ación se produce una depreciación rnonelaria que hnplica la pérdi- "sociales" en diversos ámbitos, tales como: a) en el derecho al arnbiR.nte
da o disminución de su real valor adqu,isitivo. Se babia, entonces, de indexar, o sano (art. 41); b) en el derecho de consuniidores y usuarios (art. 42); c) en
revaluar, o actualizar una deuda, tanto si ésta fue originaria1nente contraída en dine-
lo que viene diagran1ado con10 orden social y eco116111ico justo_ Y ya con
ro - por ej., un alquiler, o un scguro-con10 sí se trata de una deuda de valor -por ej.,
la indemnización de un daño, o por una expropiació(}-.
antelación a 1994, hen1os de mencionar las limitaciones referidas a dere-
chos que se relacionan con el trabajo y la seguridad socwl (art. 14 bis).
Con ley que lo prevea, sin ley, y hasta contra una ley que sea prohibitiva, es-
tamos ciertos de que cuando hay depreciación monetaria toda deuda tiene que ser
objeto de indexación para conservar o recomponer el valor intrínseco del crédito,
salvo voluntad en contrruio del acreedor o de ambas partes. Los tratados internacionales
Sin en1bargo, el fallo de la Corte de 1992 en el caso "Yacimientos Petrolífe-
ros Fiscales e/Provincia de Cnn·ientes" no prestó acogida a dicho criterio, y estir¡1ó 12. -El derecho de propiedad no es de los que rnás abundan en el
que la prohibición de la indexación en la ley 23.928-de 1991-no era inconstitucio- derecho internacional de los derechos hun1anos. El Pacto de San José de
nal. Costa Rica le dedica su art. 21. en tanto el Pacto de Derechos Civiles y
Políticos no lo n1enciona. Sí lo hacen la Convención sobre Discriminación
Racial y la Convención sobre Discriminación contra la Mujer.
1n violabilidad
Es fácil coincidir, entonces, en que la propiedad no exhibe acá el perfil
9. - Cuando el art. 17 dispone que la propiedad es inviolable no quiere decir
de una libertad "preferida".
que sea absoluta o que carezca de una función social, sino que debe ser garantizada,
para lo cual la constitución establece que:
a) a nadie se puede privar de su propiedad sino mediante sentencia fundada
en ley;
, b) la 'confiscación de bienes queda borrada para siempre del código penal (y si
es así en cuanto pena, con igual o rnayor razón la prohibición de confiscar rige para
situaciones que se hallan al margen del derecho penal);
c) ningún cuerpo armado puede hacer requisiciones o exigir auxilios de ningu-
na especie.

1O. - Al co1ubinar estas pautas con la que exige indenuiiz.ación previa en



caso de expropiación, se proyecta un principio constitucional general según el cual
cada vez que un derecho patri1nonial cede por razón de interés público o social
frente al estado, o sufre daño por actividad estatal o de los pru·ticulares, el daño debe
ser inde1111tizado. Y ello tanto si la actividad que produce ese dafio es ilícita o ilegí-
tima con10 si es lícita o legítima.

Limitaciones

11. - Dejando de lado las limitaciones a la propiedad en interés pri-

.- .. . -
CAPITULO XVII

l,A EXPROPIACION

Encuadre: requisitos y etapas

l. - l~n curu1lo li1ni1aci611 al derecho de propiedad en el 1ie111po. la


expropiación es un acto unilateral del estado por el cual éste priva de la
propiedad de un bien al titular del derecho sobre el misn10. con fines de
utilillad pública. Hace falta cal(ficación por ley de esa utilidad, e i11de111-
nizació11 ¡Jrevia e integral del valor del bien.

2. - El fundarnenlo de la expropiación no radica en un supuesto "do-


1ninio en1incnte" del estado como atributo de su "soberanía". sino en: a) el
bien co111ú11 público, o la realización del valor justicia como fm del estado;
b) Ja naturaleza relativa de la propiedad privada confu11ció11 social.
En la constitución tiene base en el art. 17.

Es un instituto de derecho público en toda su íntegridad, aun cuando doctrinas


ya superadas le dieron a veces el carácter nlixto que derivaban de aplicar el derecho
privado en todo lo referente al dt:recho indemnizatorio del expropiado.

En el án1bito provincial, las expropiaciones locales se rigen por las


constituciones y leyes provinciales, sin perjuicio de su necesario ajuste a
las pautas de la constitución federal.

3. - No hay que confundir la "ley" de expropiación (federal o local) que rc-


glrunenta el instituto <.le la expropíación, con "cada una" de las leyes que sobre esa
base es dictada para proceder a realizar "una" expropiación concreta y actual.

4. - La calificación que la ley debe hacer de la utilidad pública lle-


va a afirmar que: a) el congreso tiene espacio para decidir en forma dis-
,_..,,_,, _____________
• •

134 COMPEJ\TJIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL


LA EXPROPIACIÓN 135

crecional -pero no arbitraria- la oportunidad, el alcance y Ja conveniencia


que la inde1nnización ha de cubrir el valor "actual" del bien y que debe
de la expropiación. estableciendo la utilidad pública de Jos bienes someti-
pagarse antes de que se transfiera Ja propiedad expropiada;
dos a ella: b) tal exigencia de la utilidad pública funciona con10 una garan-
tía para el derecho de propiedad de los particulares; e) la naturaleza o e) la indemnización tiene que pagarse en dinero, salvo acuerdo de
esencia de lo que es "utilidad pública" divide las interpretaciones doctrina- partes que escoja vías sustilutivas o compensacío11es nó dbierarias.
1
1 rias, porque algunas entienden que in1plica la necesaria transferencia del
bien que se expropia al donzinio público. mientras otras -a las que adheri- 9. - Hay que distinguir dos circunstancias dlfereíites: a) una es la
1nos- consideran que el calificativo "pública" alude a "social" o "general" desposesíó11 o el desapcxlerarniento n1atcrial del bleh ealiflcado de utilidad
en cuanto, de esa n1anera, se satisface un beneficio del "público", es decir, pública y determinado con una i.ndividualizaciótl precisa; b) otra la trahs-
de la comunidad, aunqu<:: el bien no pase al dominio público. ferencia de la propiedaci.
Con la desposesión. el exproplante tortUl posest6ti del bien. Con la
5. - La calificación de utilidad pública no requiere especificar individualiza- . transferencia, se extingue la propieclad del expropi:tdo. Ert situaciones
dan1cnlc los bienes, pero sí exige que sean detenninables. razonablemente urgentes y necesarias, la ley púede prever la despósestóft!
lo que nunca puede es autorizar que la propiedad se transfiera con un.pago
6. - La calificación de la utilidad pública es indispensable p;u·a encuadrar el
a cuenta o provisorio de la inden111Izac1ón, porqué dicho pago (integral)
caso en la categoría de la expropiación: ningún caso cabe en esa categoría si falla la
ley que declara la uLilidad pública de un bien, Pero esto no niega que. por analogía, debe ser previo a la pérdida de la propiedad (aunque 110 a la desposesl611).
se pueda o deba acudir al instituto cxpropiatorio cuando, no habiendo expropiación,
hay que evaluar el resarcintiento por perjuicio a derechos patii1noniales. iO.. -Asimisn10, hemos de considerar otros aspectos. a) La valuacl6n
o tasación del bien se realiza en un momento determinado; pero: b) esa
7. -A nuestro criterio. la calificación de utilidad pública debe que- valuación se puede remitir a una fecha anterior (por ej., la valuación reali-
dar sujeta a control judicial de co11stitucio11alidad. No con1partimos la zada en el afio 1989 puede tomar en cuenta lo que el bien valía en 1983
jurisprudencia según la cual tal calificación es un acto político no judiciablc. cúando se produjo la desposesión). No obstante, desde 1967, la jurispru-
(Por excepción, la Corte ha dejado a salvo la revisión en casos de mani- dencia que la Corte sentó en el caso "Nicchi" ha dejado establecido que si
fiesta arbitrariedad en la calificación.) entre el momento en que se hace la tasación y la fecha anterior a la que la
Nuestra fom1ulaci6n sería ésta: la calificación de utilidad pública tasación teenvía se ha operado un proceso de depreciación monetaría,
por ley sien1pre es "judicial11te11te controlable" (o revisable), pero sólo hay que actualízar la valuación hasta el momento en que se abona la in-
es "descalijicable judicialntente" cuando resulta arbitraria. demnización.

11. - Cuando se califica u la indemnización como integral, tal afirmación se


8. -.Entre las condiciones que ha de satisfacer la i11den1nización, a ha de cotnpletar con oti·a que dice así: la <.;Ompensaci6D ha de ofreccirle al expropia-
más de ser previa, podemos n1encionar: do un equivalente econn1nico que le permita, de ser viable, adquirir otro bien silni-
lat al que piétde por cal.Isa de la expropiación. En otras palabras, ya dijimos que la
a) debe ser justa e integral; no debe em¡;obrecer ni enriquecer al expropiación no debe empobrecer, pero ta1npoco enriquecer al expropiado. De esto
expropiado, sino dejarlo en igual situación económica; aunque se paga en se infiere que la suma dineraria no ad111ite deducciones ní puede gravarse con
dinero, la deuda no es de dinero sino de valor; ello ayuda a entender que i111púestos,
ha de restituir al propiet~ío el ntisrno valor econórnico de que se Jo priva;
b) la sentencia que fija la indemnización tiene que tomar en cuenta lo 12. ~ Asi1nisrno, debe abonarse intereses respecto de la suma dineraria
indemnizatoria. e-01Tes¡)ondiendo liquidiu'los por el lapso que ha co1Tido entre la
que el bien vale a la fecha de ser dictada, porque se supone que es en ese desposeslón del bien y el pago (por lo que, si no hubo desposesión ni ocupación del
momento cuando se transfiere el dominio, lo que equivale a dar por cierto bien por el cxpropiante, no procede pagar intereses).

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136 CO\llPENTJlO DE l>IJRECHO CO:-.ISTITlJClO~AI. LA f:XPROPIAl'IÓ~ 137

Los st1jetos expropiantes 1Vo e.\ e.rpropiable el di//ero, aunque sí el dia.;ro extranjero. Se d1scure si los
cadáveres de seres hu1nanos son expropiablcs. En cuanto a bicni.:s del don1i11io p1í·
bfico prv1·i11cial (que parte de la doctrina repula susceptibles de expropíaci6n) crcc-
13. - En el rubro de Jos sujetos expro¡>iantes hay que niencionar n1os pursonaln1ente que la expropiación pnr el estado federal requiere el consenti-
con10 sujeto activo ''llirecto" y "originario" al estaclo federal, a cada miento de la pro\'incia. No a~í ~i los bienes son de dotninio privado provincial,
provine!ª. yª. la C'iudall Autóno11La de Buenos Aires. 1~1 lo quiere decir que
tales su.1etos llenen con1petencia para decidir la expropiación que se tradu-
ce en una ley declarativa de la utilidad pública de W1 bien. E l procedin1iento expropiatorio

. 14. - La exp1vpiación "indirecta" es una expropiación por delegación: quiere 17. - El procedimiento expropiatorio ofrece dos vías po»ibles: a) una
dec1~ q_ue h.ay algunos sujetos acri1·os de expropiación a los cuales un sujeto directo es la del acuerdo enlre expropiante y expropiado (que se llan1a avcnin1ien-
Y ong11_1ano les delega la racullad cxpropíatoria. Pero para que un sujeto activo to); b) otra es 1ajucliciaf.
expropie por delegación es i1nprescintlible que, previamente. el sujeto directo
delegante (estado federal, provincia, ciudad tic Buenos Aires) dicte una fer declarativa Cuando no hay aveniJ1liento. el estado que pretende eonsun1ar la ex-
de la utilidad. públic<1, en 1116ritu a Ja cu<1 I el sujeto indirecto llcvi.: a cab~J después la propiación tlebe pron1ovcr el juicio correspondiente contrq !!1 propieLario
expropiación. ' con quien no huho arreglo.
So~i su.~etos activos de esta expropiación indirecta los 1J1t111icipios, las c•nlida-
dcs <111tarq111cas y e111presas del estado, y los partir.u/ares a quienes habilita la ley Cuando la jurisprudencia retrae el co111rol judicial del acto di.:cl¡lra li vu de utili-
21.499. dad pública (porque lo reputa una cue~tión política in·cvisablc). la causa de utilidad
pública no hace parte del objeto del proceso cxpropiatorio. Lo más co1nún, enton-
ces, es que ta l objeto se lin1ite al n1n11to de frr i11den1nizació11 y, ¡¡caso, ¡t la dcternli-
nación adntinistraciva <Jcl bien.
Los bienes expropiables
18. - Eljuicío expropiatorio se suele conocer con el no1nbrc de "con-
15. - Una referencia a los bienes expropiables lleva a adelantar con1o tencioso expropia1orio". La se111e11cia tiene carácter "constitutivo". por-
pri.ncipio general el que nos dice que todo lo que es propiedad puede ser que es ella la que co11su111a la fr(111sfere11cia de la propiedttd.
objeto de expropiación. Esto implica que lodo bien de naturaleza patrin1o-
nial y valor econónlico es susceptible de expropiación. (No obstante, al
reco?"er los ru~ros que antes nlenciona1nos como incluidos en lo que se J_,a expropiación inversa
c?~s1de~a propiedad en sentido c:onstitucional, encontran1os alguna excep-
c1on; ast. parece que no puede expropiarse la cosa juzgada. o los actos l9. - Una fonna especial de expropiación es la expropiación "inver-
válidamente cumplidos en W1 proceso judicial. lo que conduce a compren- sa", a la que algunos apodan expropiación "indirecta" o "irr~gular".
der que hay casos de ilnproccdcncia de la expropiación, o en otros térnli- El adjetivo que califica a una expropiación como "inversa" significa
nos. que hay contenidos del derecho de propiedad que 110 son etpro¡Jiables.) que el proc:cdi1nicnto expropiatorio opera al revés: es el expropiado quien
den1anda al estado en cuanto expropiante cuando concurren las situacio-
16. - Sí son expropiables. a titulo de ejemplos: los bienes inmuebles. nes siguientes: a) hay ley declarativa de utifidcul ¡níblica respecto del bien.
1nuebles y scn1ovientes; las universalidades (una en1presa. una biblioteca. pero b) el cxpropianteno inicia la acción judicial expropiatoria, y e) hay
la n1aquinaria de una fábrica); los lugares históricos; el espacio aéreo; el conductas del 1nismo expropiante que in1plícan des¡Joseer al expropiado.
subsuelo (sólido o fluido); los bienes inmateriales (derechos de autor. energía u ocupar el bien. o impedir el li bre ejercicio y la disponibilidad plena por
hidráulica); las iglesias; los bienes de una en1bajada extranjera; las unida- parte del propietario sobre el bien sujeto a la expropiación que no se
des de un inn1ueblc dividido en propiedad horizontal. efecti viza.

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138 COMPE"'-010 DE DERECHO CONSTITVCIONAI. LA EXPROPIACIÓN 139

Todo el lo revel& que ese propietario padece cierta dosis de i11dispo11i- sea, no lleva a cabo Ja expropiación. Vencido ese plazo, la potestad expro-
bilidac/ en el goce d~ su derecho. pietaria incumplida se extingue.

20: - La expropiación inversa tiene pór objeto, entonces, obligar al 24. - La aparente semejanza con la retrocesión se visualiza ~orque
exprop1ante a consun1ar la expropiación y a ¡Jagar la índe1nnización, lo también en el abandono la expropiació11 queda si11 <'fecto. Pero la diferen-
que VJ.J6l ve a dej~ en ~l¡iro que el adjetivo "inversa" alude a ta parte que cia radica en que para la retrocesión hace falta que la expropiación se h~ya
promueve el juicio expropiatorio: acá es el expropiado, y no el expropiante. consuniado en todas sus etapas sin que, posteriormente. se haya cumphdo
con la utilidad pública del bien que se expropió; en tanto en el abando~o ~o
único que hubo fue la ley declarativa de la utilidad pública, a la que s1gu1ó
La retrocesión la i11ercia del expropiante.

21. - Hay otro instituto que en el ámbito de la expropiación tiende a 25. _También la comparación con la expropiación inversa nos recuerda q.ue
hacer efec~ivos los requisitos que la constitución tiene establecidos para su en ésta ha debido haber algún acto turbatorio del expropiante respecto de Ja propie-
procedencia. Es la retrocesión. cuyo disefio lineal exige que: dad declarada de utilidad pública, CQSa que está ausente en el supuesto del abando-
no.
a) la l<..:y ~eclarativa
de utilülad públiclt de un bien haya dado lugar a
I~ consu111ación de la ~xpropiación mediante la transferencia de la pro- 26. - Asin1ismo. una cosa es el abandono en que incurre el e~propiante
piedad Y e.l pago de ~a indemnización; pero b) "despu~s" de esa etapa no inerte. y otra el desisti111ie11co del nlismo en el juicio expropiator10, ya que
se lia ciestinado el bien expropiado al fin para el cual se lo había declara- en el abandono ni siquiera se ha iniciado dicho juicio.
do afectado a la utilidad pública. o se ha destinado a otro fin para el cual no
se había dictado la ley calit1catoria de la utilidad pública. 27. - Si consun1ado al abandono el expropiante quisiera e~p~opiar
Es lógico que el expropiado que denzanda al expro¡Jiance por retro- el bien, debería dictar una nueva ley declaratoria de su utilidad publtca.
cesión Licne que reintegrar el monto de la indemnización que cobró.
28. - Si abandonada la expropiación el expropiante ocupara el bien,
22. - La 1nisn1a palabra "retrocesión" enW1cia que todo vuelve para el expropiado no podría deri1andar la expropi,ación inversa porque lapo-
atrás, o sea. que se retrocede. Ello porque si la causa de utilidad pública testad cxpropiatoria quedó cancelada, y habr1a entonces que echar rnano
no se ha cun1plido, la expropiación clebe quedar sin efecto. de l~ acciones de derecho co1nún.
~a retroc~sión sur~e implícitamente de la ~onstitución, de forma que
aun s1no estuviera prevista y regulada en la ley, habría de recibir operativi-
dad y aplicación por parte de los jueces.

El abandono

. ~3. - Queda todavía otro instituto, que es el abandono de la expro-


piación. Se parece a la retrocesión, pero tiene diferencias. Veamos.
El abandono se configura cuando, después de dictada la ley que cali-
fica a un bien o a varios como afectados a la utilidad pública, el expropiante
deja transcurrir cieno tien1po durante el cual pennanece inactivo. O
CAPÍTULO XVIII

LA TRIBUTACION

La actividad, financiera del estado y el poder tributario

J. - JJa llan1ada actividad tlnanciera del estado -o pública- que se


exterioriza en la obtellción de recursos y en la realización de gastos, apa-
reja. recfprocan1enle, la recaudación fiscal y la afectación de erogaciones.
T~st a actividad financiera queda engarzada en la constitución. y l~jos
de independizarse del ordenan1iento jurídico, tiene respecto de él carácter
inscru1nental. Vale, entonces, afirn1ar que los fines de esa actividad finan-
ciera apuntan a hacer viable el funcionamiento integral del estado demo-
crático en todas sus instituciones y en la efectividad de los derechos.

2. - En esa línea, la política del estado debe guiar su actividad finan-


ciera a tenor d~ pautas como:
a) el desarrollo hurnano; el desarrollo econó1nico-social; el equili-
brio en el desigual desarrollo de provincias y regiones:
b) la solidaridad;
e) la igualdad dé oportunidades y de trato;
d) el progreso económico. con justicia social;
e) la generación ele en1pleo;
f) la productividad de la econo1nía;
g) la defensa del valor de la moneda;
h) el pleno goce de los derechos, con la consideración especial de los
niños, las mujeres, los ancianos y las personas con discapacidad.
¡1 '

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142 COMPEJ'\'DIO DE DERECHO CONS1Tl'UCIONAL 143
LA TRIBlITACIÓN

Tal repertorio surge del arl. 75 de la constitució11 en diversos incisos · , . · ·os que son de ulilizacíón facul·
(2º, 17, 19, 23), y de los arts. 41, 124 y 125. pl}plíco; y del '!!recio: po(.1·q_ue e~ee:e ~:!:ap;~ ~:;;~~rado público 0 por limpieza).
1 1
tativa y no obhgator1a como •

3. -I>or supuesto que estas misn1as pautas debe11 tomatse eh cuenta .. \_ Tarifa no es sinónimo de tasa ni de precio. Tar,ifa es la lista de tasas,y
para la ley de coparticipación.federal, para el presupuesto, y para Ja cuenta precios.
de inversión. En sun1a, todo lo que además consigna el art. 4° sobre el
"tesoro nacional" debe subsumirse e11 ese marco. ··. 7. _El carácter obligatorio de los imput<Sto_s, l~s contribucione;s Yri~
~as debe cu1nplir determinados recaudos consutuc1~nales, ~º;1~ el ~l de
4. - La tributación fiscál acusa muchas conexiones. Así, con el de- ", ípio de legalidad, el de igualdad fiscal, el de no conf1scatone a ' y
rech.o de ¡Jropiedali, con la ¡Jofftica social, con la política. e~onón1ica, con :fmalidad.
la igualdad, con la razonabilidad, con los ingresos públicos, con el ¡Jre- "

su¡;uesto, ele. .• 8 - Por el principio de legalidad, todo tributo tiene que ser estable-
el
En .sentido amplio la tributación fiscal abarca sisten1a de inzpues- . ,.b . e Esa ley debe·comenzar
, eido por ley: nulluni tri utunt sute 1eg ·
su trata-
· , ·ón federal ha
tos, tasas y contribuciones, y se apoya en lo que co1uúnn1ente se llan1a :·miento en la cámara de diputadoS;·en tanto. la d~;o~a:~;~~~ el principio
"poder in1positivo" (o tributario, o tiscal) del estado federal y de las pro-
vincias. , de tener inicio en el senado (arts. lS~y {{ ~:~do)dice que sólo el congreso
i -de legalidad viene expresado en e a . . l art 4º al referirse al tesoro
impone las contribuciones que menciona e .
5. - l{ay "cargas" que no son ní Ílnpuestos, IÚ tasas, ni cont1ibuciones (como nacional. . ,
por ej., los aportes a un régilnenjubilatorio), por lo que suele deno1ninárselas con- ' También hace falta ley para establecer exenciones fiscales.
tríbuciones ''parafiscales". '
. . e el art 99 discierne al poder ejecutivo tiene
6. - El poder tributario del estado apunta a la posibilidad jurídica , ' L~ co1npetenc1a exc:pc1~nal q_u (' 3.ºY Tampoco puede .incluirse en la ini-
prolúbido recaer en n111ter1a tnbutai1a tnc. .
(competencia}de crear y exigir tributos con relación a personas o bienes ciativa popular (art. 39).
que se hallan en la respectiva jurisdicción. El tribuco es, entonces, la de-
tracción que se hace de una porción de riqueza del contribuyente a favor . . al d'
do debe prever: el hecho imponible, los
del estado, e integra el rubro de los "ingresos públicos" . . La ley.ª que estamo~ e~ ~~~ema o la base para deter.minar el ~echo
-su3etos obhgados al pag ' . l as infracciones·y sanciones,
a) El inzpuesto es la prestación patrin1onial, generalmente en dinero, imponible, la fecha de pago, l~ ~xenc1ones, ,
que el contribuyente debe al estado sin contraprestación especial, para sa- . ·el órgano competente para rec1b1r el pago, etc.
tisfacer necesidades colectiva.es y atender con su recaudación a gastos gene-
rales. Quien lo paga, entonces, no recibe benet1cio concreto y directo. .. . 9. - El principio de igualdadfiscal está expresado en el ar~,!~ c~~:~~
b) La contribución -especial o de mejoras- es el tributo debido al dice que la igualdad-es la base del imp~esto, en tanto elo~:~ción ~m on-
estado por quien 0btiene un beneficio 0 ,411 aumento de valor en up. bien de ¿ ''coiltribucion~~ que1eq~i~~~~: ~~~fi::~:~~:~~:n~ibuciones ·dir~ctas
su propiedad, en razón de una obra pública o una actividad estatal. , ga el congreso , Ye ar· · al"fi d "proporcional-
c) La tasa es la prestación que se paga por un servicio público apro- de competeneia excepcional del c?~1greso) l=~ ~u~n~ªla ~gualdad real de
vecltado; hay, como en la contribución, un benet1cro recibido por el contri- n1ente iguales". Es menester tan1b1en tomru.: l t 75 inc 23
·oportunidades y de trato a que alude genéricamente e ar . .
buyente, pero no se da relación algwia con un enriquecimiento proveniente
de actividad estatal. La tasa se cobra para cubrir el gasto del servicio. " La roporcionalidad está referida a la riqueza que se grava.
P . . . · tablece diferentes catego-
Se diferencia d~l canon porque éste se paga por el uso de un bien del dominio La discrilninación está-probib1da s1 el cr~teno que e~le La igualdad no impide
rías de contribuyentes es arbitra.río, pero no s1 es razona .
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LA TRIBUTACIÓN 145
144 COMPG'\il)IQ DE DERECHO CONSTITUCIONAi.

la pmgresividad del i111puesto, pero prohíbe que el congreso cstahlezca tlibuto~


dad), porque cuando se afirtna que los tributos deben ser gcn~rales Y.uni-
rc1i-itorialn1enlc diferentes. fornies se está señalando que la ley que los establece, o que exJ111e de ellos,
Cuando un tributo con·espoade a la jurisdicción provincial, la igualdad no
no puede hacer discriminaciones arbitrarias o irrazona?l~ cuando deter-
queda violada si una provincia lo establece y otra no. mina quiénes son los sujetos obligados a pagarlos o e~1~1~os de hacerlo,
ni al fijar de anten1ano el destino específico. o los benchctanos de la recau-
lO. - El principio de 110 confiscatoriedad apunta direclan1enle al dación.
derecho de propiedad. porque manda n1antencr dentro de lín1ites razona-
bles el quantum (monto) que el tributo toma como parte del patri1nonio o
la riqueza del contribuyente. La jurisprudencia de la Corte reputa que es La relación y la obligación tributarias
confiscatorio el gravan1en que absorbe n1ás del 33% de la n1ateria imponible
-cuando es de capital y no de renta- . 14. - Se llama relación fiscal o tributaria al v{11culo ju~ídicoentre el
estado (o el ente autorizado a exigir el tributo) y el sujeto afec~ado ~r el
En 1nateria de tasas. la no confiscatoriedad indica que la recaudación total de tributo. La obligación tiscal o tributaria es la que pesa sobre dicho ~u_¡eto
la tasa tiene que guardar proporción razonable con el costo también total del servi- obligado a pagar el tributo. Esta obligación de d:1r (ge~eraln1ente dm~~o)
cio público efectiva1nente prestado. se completa con otras (por ej., presentar declaraciones Juradas). La obli~a­
Cuando la superposición o ac1111111/ación de varias contribuciones fiscales que ción de pagar se denomina "deuda tributaria".
soporta un nlis1no contribuyente supera el lí1nilc por enci1na del cual se considera
que un tributo es inconstitucional, es viable ilnpugnar globalnientc a aquella carga El sujeto activo en la relación fiscal es el ~stado-fi~co. El sujeto ~asi­
tributaria en su conjunto, ilnputándole confiscatoriedad a la sun1atoria de todos los vo es el contribuyente (o el agente de retención a quien la ley obliga a
tributos. pagar el tributo que debe el contribuyente).

11. - El principio de finalidad exige que todo tributo tenga un tin de 15. _ El hecho i111poni/Jle es el hecho o conjunto de hechos de si.gni-
interés general. La tributación no tiene como objetivo enriquecer al estado. ficación econón1ica. que la ley describe como tal y establece como origen
sino lograr un beneficio colectivo, común o público. de ta obligación fiscal.
E11 el i1npuesto, el contribuyente no recibe directan1ente beneficio al- Hay hechos imponibles que se n1aterializan o IJ<?rfeccion_a:i en un solo
guno; en la tasa, hay una prestación estatal que beneficia al contribuyente; momento (por ej., en los impuestos aduaneros de 1mportac1on, el hecho
en la contribución especial o de mejoras el contribuyente retribuye un be- imponible es el "despacho a plaza" del artículo importado)~ y h.ay h~chos
neficio o plusvalía que ha obtenido en una propiedad a causa de una obra imponibles "de ejercicio", que abarcan un~ serie ~e hechos o s1tuac1ones
pública o actividad estatal. durante el lapso que Ja ley determina (por eJ., en el impuesto,ª la renta o las
ganancias. que computa las sumas obtenidas durante un periodo, que pue-
12. -Los principios mencionados (legalidad, igualdad, no confisca-
de ser anual).
toriedad y finalidad) se relacionan con el de razonabilidad: la ley.tributaria
debe ser razonable, las discrin1inaciones también, al igual que el monto de 16. _Personalmente decimos con mucha convicción que es in~onsti1t1c~ont1l
las cargas y la finalidad de cada una de ellas. Además, en orden a la políti- convertir en hecho imponible-y por ende, gravarlo- a la~ 1nanifestac1ones de ~1quc­
ca fiscal ha de existir una proporcionalidad adecuada y razonable entre la za que se exteriorizanjiiera del territorio de nuestro estado, lo que ocu~e al unpo-
recaudación de la carga impositiva total y los beneficios que por ella recibe ncr tributos a hicncs situados en el extranjero, o a ganancias que se obtienen en ~l
la comunidad. i.;xtranjero. EUo significa que la jurisdicción fiscal del e..~tado s~ a.gora en s1~ t~rr1_­
torío, y que el hecho imponible debe radicarse dentro de el y no fuera de sus l1nutc~.
13. -Lo que no luce como constitucional es gravar a un sector o
17. _ La deterrninación tributaria es el acto de la administración ·en
grupo social (parcialidad) en beneficio de otro sector o grupo (parciali-

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146 CO~PE.l\TIJO DE DERECHO CONSlllUCIONAL LA TRIDlrfACIÓ:\ 147

el que ésta n1anit1esta y fonnal iza su pretensión fiscal contra un contribu- 23. - El principio conocido como "solve et repete" establece que pára
yente o responsable. estableciendo el monto e intimando el pago. alegar judicialn1en1e la inconstitucionalidad de un tributo hay que cumplir
previamente con la obligación de pagarl-o. La aplicación rígida y severa )

18. - El juzgamiento de los ilícitos fisc,ales de n¡it1;1raleza penal necesita que, del "sol ve et repete" llega a ser incdnstitucional por privación de justicia
pr~via1ncnto al juicio,un acto administrativo con todos los recaudos constitucional- cuando el monto de lo que debe pagarse para poder iniciar el juicio excede
1nente exigibles haya, predeter111i11ado la obligación fiscal.
la capacidad del contribuyente y le impíde acceder a la justicia.
• Tan1poco debe aplicarse con fuerte rigorisn10 el principio del pago
19. - La llan1ada libenatf fiscal nos Ueva a inclinarnos pcrsonal-
n1ente a favor de un criterio interpretativo favorable al contribuyente; o bajo protesta. según el cual para demandar judicialmente el reintegro de
sea. a apoyamos en el principio "in dubio contrafiscum". un tributo se lo ha de haber oblado "bajo protesta".

20. - Las leyes que crean o ntodifican tributos no ¡Jueden ser retro- 24. - Hay doctrina que a la luz del Pacto <le San José de Costa Rica, que
activas, por la sencilla razón de que la ley tributaria debe ser previa o desde 1994 tiene jerarquía constitucional, sostiene que el "solve et rcpete" está
derogado o se ha vuelto i1nprocc<lente, porque dicho Pacto consagra el derecho a un
anterior al hecho hnponiblc. Si un hecho no es imponible porque no hay
proceso razonablc1nenlc rápido para detern1inar derechos y obligaclones del
ley :fiscaJ vigente al tien1po de producirse, hen1os de admitir que hay dere- justiciable, incluidos los de índole fiscal.
cho 11adquirido" a quedar libre de obligación fiscal respecto de ese mismo
hecho. Cuando el hecho imponible es de ejercicio (por ej., impuesto a la 25. - La Corte Supronut abandonú en 1977 un principio que había estableci-
renta o a las ganancias) la ley debe ser anterior a la fecha en que se cierra el do entre 1973 y 1976, conforme al cual la acción judicial por reintegro de impuestos
ejercicio (por ej., el 31 de diciembre) pero no necesariamente ha de ser necesitaba que quien los había pagado acreditara que, a caui;a de ello, había sufrido
anterior a la iniciación del período, pudiendo dictarse durante su transcur- un e111pobrecí111iento.
so.

2 l. - El pago de w1 tributo conforme a la ley vigente al tiempo de ' J_,a tributación en nuestra estructura federal
efectuarlo surte e.fecto liberatorio a favor del contribuyente.
26. - A causa de nuestro federalismo, el poder tributario se halla re-
partido entre el estado .federal y las provincias. Adcn1ás, después de la
El control constitucional reforma de 1994, hay que entender que los nzu11icipios de provincia tienen
reconocido un ámbito de autonomía en el que cada constitución provincial
22. - La creación y aplicación de tributos queda sometida. como lo- debe reglar el alcance y contenido de dicha autonomía en el orden econó-
dos los actos estatales, a control judicial de constitucionalidad. Tal con- ntico y financiero, lo que implica admitir el poder tributario municipal (no
trol puede recaer en: a) la i111posició11 de contribuciones por el congreso; b) por delegación provincial sino de carácter originario). No hay que olvidar,
la recaudación de las mismas. Por ende, el poder judicial se halla habilita- asimismo, que el régimen autónon10 de la ciudad de Buenos Aires también
do para pronunciarse
.
sobre la validez de los gravámenes cuando son im-
'
lo presupone.
pugn~os por inconstitucionalidad; en can1bio, no revisa el criterio, la opor-
tunidad, la conveniencia o el acierto con que el legislador ha manejado su 27. - La constituci.ón sie1npre previó en su ar/. 4" cuáles son los fondos del
polí'.tica fiscal, ni los efectos sociales, económicos, fiscales o políticos. tesoro nacional, y citó entre ellos a los derechos de iinportación y exportación (im-
puestos aduaneros) y las den1ás contribuciones que in1ponga el congreso.
El juicio de arnparo es viable en materia fiscal.
Los gravá111enes provinciales sólo caen bajo control del poder judicial federal 28. -Aunque doctrinariamente sea discutible y opinable, nuestro
si, directa o indirectamente, se oponen a la constitución federal. constitucionalismo se ha manejado siempre con dos categorías de impues-
• •
148 COMPENDIO DE DERECHO CONSTCTlJClONAL 1.A TRI.BUfACIÓN 149

tos: los directos y los inclirectos. Se dice qu~ en los directos el contribu- tes parán1etros: debe ser equitativa, solidaria, y dar prioridad al logro de
yen ce está señalado "de iure'', 1nientras en Los ind,irectos el que es contribu- un grado equivalente de desarrollo, calidad de vida e igualdad de opor-
yente "de iure" transfiere la carga 1iscal a terceros con10 contribuyentes tunidades en todo el territorio.
"de facto".
• •

La referida dualidad se describe así: La. ley-convenio no puede ser 1nodificada unilateralmente, con10 tampoco re-
gla1nentada, y será aprobada. por las provincias .
.
Con10 principio, son de competencia provincial. Personahnente, interpreta1nos·que la coparticipación prevista en el inc. 2º del
A) Inz¡Juestos Por excepción los puede establecer el congreso por art. 75 no es facultativa sino obligatoria, de n1odo gue no depende de Ja voluntad
clirectos tien1po deten1únado, y sien1pre que la defensa, seguri- del congreso establecerla o no.
dad con1ún y bien general del estado lo exijan.
Según el inc. 3°, pueden quedar fuera de la coparticipación las contri-
buciones a las.que el congreso les establezca asignaciones específicas por
Externos (aduaneros), son de con1perencia exclusiva tien1po determinado (para ello, no se ha previsto que sea necesario el acuerdo
B) Ir11puestos del estado federal. con las provincias, pese a que tales afectaciones especiales detraen fondos
indirectos !11ten1os. son de competencia concurrente del estado a la coparticipación).
federal y las provincias. l~n el inc. 2° se adjudica a un organisnto fiscal federal el control y la
fiscalización de lo que dicho inciso establece. JJa ley que lo organice habrá
de asegurar la representación de todas las provincias y de la ciudad de
La co¡Jartici¡Jación Buenos Aires en su con1posi·ción.
29. - I~a reforn1a de 1994 ha previsto explícitamente en el art. 75 En las cláusulas transitorias se había fijado un plazo hasta Ja finalización del
inc. 2° la denontinada co¡Jarticipaciónfederal, más la ley-convenio basa- aiio l 996 para cu1nplir con el inc. 2" del art. 75, pero el congreso no lo hizo y quedó
da en acuerdos entre el estado federal y las provincias, y la disttibución de incurso en.inconstitucionalidad por onúsión.. (Ver disposición trat~siloria sexta.)
las contribuciones copartícipables.

Desde antes de 1994, la. constitución nuiterial ya conocía el régi1nen de copar- La cláusula coniercial
tícipación mediante leyes-contrato (que ahora el art. 75 Ua1na ley-convenio).
31. -Todo \:Uanto explicarnos en desarrollo del poder in1posilivo.
Los inipuestos indirectos extentos (aduaneros) no entran en la copar- no ha de corú'undir dicho poder con la co1npetencia del congreso para re-
ticipación. en tanto son coparticipables los indirectos internos. y los direc- glar el coniercio interprovi11cial e internacional (art. 75 inc. 13). Vimos
tos (pero estos últimos mantienen los requisitos
,.
que a la ley del congreso que el poder in1positivo cuenta con su propia normativa, conforn1e a la
ya vin1os que les impone el inc. 2° del art. 75: por tiempo limitado, y cuan- cual no todas las con1petencias son federales, como sí lo es la 1la1nada
do la defensa, la seguridad común y el bien general lo exijan). cláusula comercial recién citada. Sin entrar a delalles, la distinción condu-
ce a afirmar que a las provincias les queda prohibido reglar el con1ercio
30. - La ley-convenio tiene al senado co1no cániara de origen. Asi- interprovincial e inren1acional, pero no necesariamente les está inhibido el
-
niis1no, la constitución garantizalaauton1atícidad de los fondos derivados poder impositivo local que grava _actividades relacionadas con dicho co-
de la coparticipación, y en 1nateria de su distribución prescribe que se hará mercio. (Por ej. las provincias no pueden convertir en "hecho in1ponible" a
en relación directa a las con1petencias.• servicios y funciones del estado la actividad comercial interjurisdiccional, pero sí el ingreso o la ganancia
federal, de las provincias y de la ciudad de Buenos Aires, con los siguien- que ella reporta.)
• •

150 Co~PE1''0Jo o~ DéREcHo coNSTITL'CTONAL

El réginten aduanero y la circulación "terrirorial"

32. - Surge de las explicaciones que acabainos de hacer en Lorno del


poder impositivo que la constitución ha federalizado la~ aduanas. Desde
el art. 9° al 12. con inás el art. 75 inc. 1° e inc. 10. y el art. 4°, hay sobrada
nor1nativa para ad1nitir dos cosas: a) que toda alusión a las aduanas "na-
cionales" se refiere a apuanas exteriores, quedru1do prohibidas las adua-
nas "interiores" (tanto para el estado federal como para las provincias); b) CAPITULO XIX
que la co111¡Jetencia federal en las aduanas exteriores es exclusiva.
LOS DERECHOS SOCIALES Y EL TRABAJO
El adjctivo ··exteriores" no tiene sentido geográfico o ten·itorial, porque adua-
nas exteriores son las referidas al tráfico internacional, así con10 las "interiores"
(prohibidas) son las referidas al tráíico interno. El constitucionalismo social
33. - Todo esto se interconecta con la circulación ''territorial" que, l. - Desde la prin1era postguerra del siglo XX cobró nacimiento y
por estar prohibidas las aduanas interiores. in1plica libertacf tle circula- auge progresivo el llan1ado constitucionalismo social, que ofrece una plu-
ció11 y de tránsito por todo el territorio, para las personas, los bienes. los ralidad de lineamientos. Así:
buques. los n1edios de transporte, cte. Está en juego la Ubcrtad <.le comer- a) incluye en las constituciones escritas una declaración de derechos
cio, de navegación, y hasta de trabajar, de forma que no se puede convertir sociales ,v eco11ón1icos. abarcando la educación. la cultura, la familia, el
en hecho imponible todo Jo que queda exento en virtud de los ya citados trabajo, la asociación profesional o sindical, la propiedad, la economía, la
ans. 9 a 12. nlás el 26 sobre libre navegación de los ríos interiores. que es minoridad, la ancianidad, la seguridad social, etc.;
n1ateria de reglan1entación por el congreso según el art. 75 inc. 10.
b) asume regulaciones de Ja "cuestión social" que atiende a la relación
34. - Pero hay que diferenciar n1uy bien la circulación territorial de entre capital y trabajo, los factores de producción, los sindicatos y el esta-
la circulación econóniica. Esta últin1a no goza de la exoneración itnpositiva do, la situación del hombre en función del trabajo, etc.;
que tiene la primera, porque según la jurisprudencia de la Corte la circula- ! e) acusa una tendencia a remarcar la función social de los derechos;
ción territorial no Ílnpide que las provincias graven n1ercaderías no produ- d) se preocupa por estructurar un orden social y eco11ó1nico en el que
cidas en ellas una vez que han entrado en la circulación económica local. o se ren1uevan los obstáculos que impiden acceder a una igualdad de oportu-
que se hall incorporado a la riqueza provincial. No obstaIJle, hay que com- nidades y a un ejercicio efectivo de las libertades y los derechos.
putar ciertas prohibiciones. Así. las provincias no pueden imponer gravá-
menes más fuertes a las ventas locales de productos importados o ingresa- 2. -Actualn1ente, damos curso a la denominación de estado social y
dos desde otra provincia. dentocrático de derecho -que utiliza la constitución española de 1978-
,
para diseñar a la organización político-jurídica propia del constituciona-
35. - El peaje que debe pagar el usuario de una obra pública vial (canlino, lismo social en las postrilnerías del siglo XX y en el comienzo del siglo
puente, ruta) no vulnera la circulación Lcrritorial libre mientras no sea un tributo por
XXI.
el mero paso, sino por estar vinculado a servicios o prestaciones a favo1: del usuario,
como es el caso de la construcción y el mantenimiento de una vía de tránsito. Cuan-
do, conforn1e a cierta doctrina, el peaje es considerado una tasa, se advierte que el 3. - Para satisfacer sus fines, tal estado despliega políticas sociales
monto ha de guardar proporción razonable con_ el costo, el uso y la conservación de activas y queda gravado con ¡Jrestaciones positivas -de dar y de hacer-
la obra, y ser uniforme para todos los usuarios que se hallen en las misnus condi- quc se enn1arcan en la solidaridad social, en la liberación, y en el desarrollo
cione~. tanto humano como socioeconómico.
l.

152 COMPENDIO DE DERECHO CO.l"STITUCIOJ\AL Los DERECHOS SOCIALES y EL TRABAJO 153

Aunque ya no está de 1noda, he1nos de recordar que expresiones con10 "estado lente al trabajo. En y con ese sentido. cabe decir que son cainbién titulares
de bienestar" (o estado de la procura existencial) han significado que el clásico bien
del derecl10 de trabajar.
1:0111ún público, o bienestar general de nuestro preámbulo, tiene y precisa conteni-
dos que superan el si111ple "libre goce" de los derechos, y que acogen con10 pauta El extranjero que pretende como habitante titularizar y ejercer el ~erec!10 ~
una distribución razo11ahle111ente igualitaria de la libertad, con nun1Crosos equili- u·abajar debe uaJlarse legalmente radicado en. el país pa.ra colocarse en ~1e ~e igual-
brios de añadidura para lo que pudo ser el estado liberal en los inicios del conslitu- dad v sin discriminación alguna, con los nacionales. S1cuenta con radicación tem-
cionalismo moderno. por:uia, cabe linñtarle su actividad al ámbito ocupacional y p~r el lapso para el cual
se lo haya autorizado. Si se halla en tránsito, par~ce ~ecesar10 ~ue el desarrollo de
una actividad ren1unerada o lucrativa tenga autorización especial.
El derecho de trabajar
I~l sujeto pasivo es doble: el esrado, y los de111ás ho1r1bres. La obliga-
4. - Nuestra constitución histórica no omitió consignar en el catálo- ción de estos sujetos pasivos 110 es igual ni la n1isma en to?os los ~asos;
go de derechos. a favor de habitantes y extranjeros, el derecho de trabajar así. en tanto sieinpre deben respetar la elección que el sujeto acttvo. ha
(arts. 14 y 20). hecho de determinada actividad, la situación cambia cuando en l~ re1~c1ón
El trabajo hu111rt110 se basa en la clignidad de la persona y, lejos de de en1pteo - público o privado- el que es e.ntpleador tiene obl1gac1ones
ser una n1ercancía, es una conducta hun1ana valiosa, en la que se co1npro- específicas e individualizadas para con cada trabajador que se desempeña
n1elen la vida. la salud , la energía, la subsistencia y la seguridad de Ja per- a sus órdenes (pago de salario justo. tien1pos de descanso, etc.).
so11a que trabaja. Por todo ello. el trabajo no debe esclavizar, denigrar,
7. _Cuando el vocabulario usa, y la docu·ina postula, un supuesto der-e~J~o
expoliar ni enajenar a la persona.
"al trabajo", se piensa en el derecho a conseguir ocupación: ~.,ero ¿frente .ª quien
-como sujeto pasivo obligado- alguien puede pretender o ex1g1r.~ue ese ~~!~topa­
5. - El derecho de trabajar in1plica. en priiner Jugar, la disponibili- sivo te provea un einpleo en cuanto sujeto activo de un derecho al trabajo .
dad individual de elegir librernente una actividad. Si tal actividad se de- La .única respuesta que juzgamos posible y razo~ab.le. es ésta: a) el estado
sarrolla de forma independiente y por cuenta propia (o sea, sin depender de debe, de cara a toda la comunidad y no a cada persona 1nd1v1~ualmente, desp~egar
un en1pleador). aparece entonces el derecho de cumplir la actividad elegi- políticas que establezcan un orden social y (iconó11uco qu~ acttve y haga : cces1bles
da. Si la actividad se desarrolla en relación de dependencia. aparece el las fuentes de trabajo para todos en el mercado ocupacional; b). ademas de .tales
vínculo, la relación o el contrato de empleo o de trabajo. ,·
po11ticas ·
ae1ivas y medi"das de acción positiva, el estado debe arbitrar prestaciones
. .
de desaupleo, dentro del régimen de la seguridad social, para prevetur y cubnr el
Con tas n1o<lali<ladcs propias de cada uno en ambos casos, Ja actividad laboral riesgo de desocupación, desempleo, o paro forzoso.
ha de permitir a la persona el disfrute de su rendimiento econónúco.

Por supuesto que las políticas sociales del estado han de tender al El derecho judicial ·
ofrecin1iento de w1 n1ercado ocupacional suficiente y an1plio, donde el jue-
go de la co111petencia se equilibre con la presencia y la rectoría del propio 8. _Un son1ero esquen1a de lajurisprudenciade la Corte ha dado las
estado. El art. 75 inc. 19 prin1er párrafo señalaejemplificativamente una siguientes pautas:
serie de parámetros que es bueno releer. a) E11 el contrato de trabajo es requisito esencial de la justicia la igual
' libertad de las partes conrratantes;
6. - El sujet o activo del derecho de trabajar es el hon1bre. Pero aso- b) cuando la libertad de contratar entra en cont1icto con la li~er:aa
ciaciones, empresas, personas jurídicas (o sea, entes qu~ no son hon1bres) contra la OJJresión del empleado u obrero, ha de prevalec~r ~sta ultima
pueden desarrollar tan1bién una actividad con1ercial. industrial, etc., equiva- porque así lo requiere la serie de principios de un orden social .1usto:

154 Los DERECHOS SOCIALf'}; y 1:1. TRABNO 155


CoMP~NDro oi; DERECHO coNsrn uaONAL

e) e~ e111¡Jleadordebe respetar la personalidad del trabajador, de niodo cías de la empresa (este aspecto juega -por un lado- frente al e1npleador
qu.e .ªJ eJereer su.s atribuc.:ioncs de dirección en la relación laboral no le que debe satisfacer todo lo acá involucrado. y fTente al estado que debe
or1g1ne a aquél nmgún perjuicio material o moral; protegerlo y hacerlo operativo n1ediantc leyes);
d) los créditos salariales tienen naturaleza alin1e11raria, y se relacio- c) Du racióri del trabajo, di versificada en la jornada diaria. el descan-
nan ~on el. derecho de ptopiedad y el de la retribución justa. por Jo cual, si so y las vacaciones pagados, y la protección contra el despido arbitrario;
hay 1nflac16n, es menester indexar o actualizar su n1onto; d) Control de la producción y colaboración en la dirección de la em-
e). el derecho a la ren1uncración se extiende a los honorarios de los presa.
/J:ofes1011ales. dentro de las n1oda1idades propias de la relación del profe-
sional con su cliente.
La estabilidad

El artículo 14 bis 11. - El empleo público cuenta en el art. 14 bis con una nor1na dife~
rencial respecto del en1pleo privado. Es la que atañe a la estabilidad.
. 9. ~El art. 14 bis, afiadido por la reforma constitucional de 1957. Vimos que en el 1inean1icnto recién sintetizado figura la protección
de.Ja el s1gule~tc tesurt1cn: a) el lrabajo tiene y debe tener tutela; b) esta contra el despido arbitrario. En can1bio, para el ernpleo público la ley
tutela surge directa y opcrativan1ente de la constitución, y debe deparada debe asee:urar la estabilidad del enzpleado. ¡,Qué alcance tiene la aludida
~

la ley; c) Ja le.y debe "asegurar" todb lo que el citado artículo enu111era; d) diferencia?
la competen~1a q~c para ello posee el congreso es de ejercicio obligcaorio; l>ara con1entarlo, hay que recordar que la doctrina di vide la estabili-
e) el poder e3ccut1 vo no puede asumirla ni interferirla, salvo en su zona de dad en dos clases o formas: la¡Jropia o absoluta. y la in1propia. o relativa;
potestad reg~ament.aria de la legislación; Del deber de legislar que tiene el la primera apareja prohibición para el. eropl~ador ~e despedir (si11 justa
congr~so es 1nrned1ato, o sea. no deja opción para elegir en qué mon1ento causa), y obligación de reincorporar si despide. IIUentras la segunda no
se legisla; g).Ia demora o la on1isión son inconstitucioruiles, y los jueces protúbe el despido, pero cuando se dispone sin justa causa hay deber de
deben remediarla en cada causa judicial que es de su competencia. indenznizar.
Aunque el deber prin1ario que surge del art. 14 bi~ s..: dirige al congre- Trasladada la cuestión al art. 14 bis, parece que para el eniple.ado
,~o. la Corte ha entendido que tan1bién, y a su modo, alcanza a todos los privado la ley no está obligada a establecer la estabilidad .propia, .pero
otros órganos del gobierno federal que, en la órbita de competencia de ca- tampoco impedida de acogerla razonablen1ente P3:ª ~ctenruna~os tipos.
da uno, han de dar prioridad al espíritu protector de Ianonnativa en juego. clases o casos de empleo privado. Para el e111pleo publico, adveru1nos que
Igual deber se extiende a las provincias, conforme al art. 5º. en lugar de figurar en el art, 14 bis el vocablo "protección contra: ..:·. se
consigna Ja palabra "estabilidad", lo que lleva a sup.o~er con s~1c1ente
certeza qµe acá se la t1tiliza como equivalente a estabilidad propia;.º sea,
El ¡Jlexo de derechos parf\ qµe no se pueda disponer el cese sin justa causa, y para que s~ se lo
hace haya que reintegrarle su empleo al cesante, de modo que estar1an1os
10. - Los derechos emergentes del art. 14 bis pueden ttgrupárse a'lí: ante yn "derecho a no ser privado del empleo (público)". '
a) Condiciones de trabajo, definidas como dignas y equitativas; 12. - La Corte registra jurisprudencia en la que: a) ha reputado que, co1no
.. b}. Ren1u1:eració11 !usra, c~mprcnsiva del salario núnimo vital y in6- principio, la ley no puede establecer la estabilidad propia en el e~npleo privado: b) el
v1l, de igual rc1nuncrac1ón por igual tarea, y de participación en las ganan- art. 14 bis no consagra la estabilidad propia en el ea1pleo púbhcf1 •

Los DERECHOS SOCIAl.P.S y El. TR,\\)A.10


157
156 (:oMPE.l\'DI<) DE UERECHO CONSTITIJCfO:'\AL

13. - La es~ab~lidad del empleado público aludida en el art. 14 bis



Las com¡>etencias en el reparto federa l
obhea
0 a las ¡>rov111c1as a asegurarla a favor de quienes í nte!!r~u1 la planta
18. - La divisoria entre las con1petencias jeclerales y provinciales
de su personal. ~
en cuestiones vinculadas al derecho del trabajo 1nues1ra variaciones.
a) Cuando la norn1ativa incipiente en materia laboral se consideró con10
El desarrollo i11fracons1itucioual una especie de prolongaci6n de las que. en el código civil, eran aplicables
• a la locación de servicios, la Corte estin1ó en 1929 que siendo el salario
algo equivalente al precio del servicio o trabajo convenido, la legislación
. 1~·
~ I>ara el d~sarrollo ~el art. 14 bis hay que tener presente, entre
0 ~as ~os.as. qu~ el cong.reso ucn~ cornpetencia para dictar el código de
provincial sobre salarios n1fnimos resultaba inconstitucional.
rrab~JO v ~e~.ur1dcul social en el an1bito de lo que se calit1ca con10 -dere- b) Cuando surge el "nuevo derecho del trabajo" y se lo reguló en w1a
c~1~ co111un ' y puede hacerlo en forma codificada o mediante leuislación legislación dispersa por el congreso. la unidad leKislativa en la n1ateria
d1spe:sa (~st~ c~1npctencia no cancela la propia de las provincias~para sus cobró refuerzo, y puso fuera de duda que las provincias carecían de com-
em~leados publ1cos. ranto en la órbita laboral co1uo en Ja de la s"rr r'd· d
petencia. Por t!nde, en 1957 la Corte pudo declarar inconstitucional una
social). "eu 1 ,1 ley santafesina que disminuía el horario laboral en el empleo privado cuando
la remuneración se hallaba fijada en función. del tiempo de trabajo; todo
'd _15.. - . La fr:g'.sl~ci6n qu: <lcsa1Tolla el <.:ontcnido esencial de Jos der..:<.:hos sur- ello porque Ja duración de Ja jornada es un elemento que forma parte del
0
,,.i º~. dl:I ~11. 14. bis llene caractcr de orden ptíblico, por lo que la voluntad de las contrato de trahajo, para cuya regulación el congreso posee conrpete11ci(I
part.e:; puede tnCJOrarla pero no tli:;tninuirla ni <lcscartarla Tan1110 'O 1 • .. , exclusiva.
lectivo pucc.lc rebajarla. · <.: e conl!ato co-
c) En orden a la denonlinadapo/icía del trabajo. cuyo án1bito es muy
vasto (porque abarca el control en la aplicación de las leyes laborales. el
. 16: - Si to; c?11venios colectivos se subordinan a la legislación la- cuidado de la salud, la higiene y la seguridad de Los trabajadores. la pre-
boral ~~ o~~en l~ubhco en cu ~nto ésta les significa
un piso que, con10 n1íni- vención de accidentes y eniermedades. etc.) hay un principio genérico que
mo. es .tnd~s~ruble (susceptible de ser elevado contractuahnente), los co11- reconoce la facultad provi11cial de legislar en esa materia, pero aun así no
tratos
· d111d1v1duales
l' de trabajo no pueden disnúnuir lo que, con10 piso.
. pro- todos los deslindes entre lo provincial y lo federal son nítidos en todos los
viene e a 1ey o de la contratación colectiva. casos. Los hay en zonas grises.
d) Lajuris1>rude11cia de la Corte confiere competencia a las provin·
cias para regular la retribución razonable de las profesio11es liberales .
La fuente internacional

. 17. - En ~arios Lratados de lierecllos llunianos con jerarquía consti- La ''t1exibili1..ació11" laboral
tu.c1??ª_1 hay c~~usulas q~c versan sobre ten1as Yaspectos vinculados con el
tr~b~JO. cabe ~1tar. espec1aln1ente, el Pacto Internacional de Derechos Eco- 19. - El derecho constitucional debe estar alerta ante todo lo que.
nom1cos, Sociales y Culturales. desde la llan1ada "globalización" de la economía proyecta "tlexibilizacio-
, A~nque sin j~r~quía constitucional, nuestro derecho del trabajo se nes" laborales que riñen con todo cuanto la constitución ordena en el ám-
h~la vinculado as1m1sn10 por los convenios de la Oroani7ación /nternn. bito del derecho del trabajo.
·
cio11al del Th bOJO ª " ~
· (OIT)' que para un sector de la docrrina, ''"'
sobre todo
des~ués de I~ refonna de 1994 (art. 75 inc. 22), tie11en naturaleza de trata-
dos 1nten1ac1onalt!s.
CAPtnn,o XX

LOS DERECHOS OI{EMIJ\l,ES

Los " gremios" y el pluralismo sindical

l. -El art. 14 bis en su segunda parte está destinado a los "gre-


n1ios". Comienza diciendo que "queda garantízado a los gren1los" todo
cuanto luego enuncia la norma. Pero antes, al cierre del párrafo primero,
hay que recordar que en la referencia a las leyes que "asegurarán al traba-
jador" una serie de derechos allí 111encionados, aparece el principio de "or-
ganización sindical libre y denzocrtltica, reconocida por la sl11zple lnscri¡J-
ción en un registro especial".

2. - Indagar qué son los gren1ios en este vocabúlarlo que emplea t::I
art. 14 bis no resulta sencillo, porque tanto cabe entender qoe "grc1nio"
puede ser una pluralidad o un conjunto de trabajadores dé una húsn1a
actividad (por ej .. el gremio de los portuarios, de los banéarlos, etc.) co1110
una asociación de trabajadores (por ej. un sindiéato).
Pues bien. si optamos por lo último, los gremios a los que alude la
fórn1ula constitucional de "organización sindical libre y democrática" én-
cuadran en el ¡Jluralisnzo sindical.
Sin embargo, se hizo contún ei111uestro derecho colectivo del trabajo
implantar asociaciones con "personería gremial", adjudicándoles la repre-
sentación de los intereses gremiales de una categoría de trabajadores. En-
tonces, cuando no todas las organizaciones de trabaJadores tiencfi tal per-
sonalidad gren1ial. nos preguntan1os: ¿se compadece este sisten1a con la
organización "libre y democrática, reconocida por la simple inscripción en
un registro especial"?

3. - La respuesta breve que condensa nuestro punto de vista es ésta:


• •
160 COMPENDIO DE DERECHO CONSTJ'nJCIONAL
Los DERECHOS GREMIALES 161

la l~y que re~lamcnta la organización sindical puede deparar a una sola


en.tLdad gren11al por categoría de trabajadores la aludida personalidad gre- hacer un desdobla1niento: por un lado. el sujeto que declara Ja huel~á, o
que dispone hacer huelga; por otro lado, los sujetos que J)anicipwi en la
n~i~I: c9n la que le confiere la representación de esa categoría, pero a con-
huelga.
d1c1on de que la Litularidad de los derechos grenlialcs 110 quelle nionopoli-
zada con excl~si~idad total por la entidad con personal id ad gremial; o sea Cuando al sujeto ctctivo que declara y G011duce la huelga se lo id~11tl­
que o~as asociaciones sin personalidad gremial han de quedar habilitadas tica con una asociació11 sindical con personalidad gremial. hay que aclarar
para ejercer algunos derechos gremiales. que, ademas, al 1nenos por aplicación de los derechos implícitos del art.
33, hcn1os de reconocerle el derecho de huelga a un grupo de trabajadores,
.. , 4. - Asf:. dada la n1odalidad que revisten los convenios colectivos de trabajo, y a una asociación sirt personalidad gretnial. Si así era y fue cuando, antes
pat ece n~ccsa110 que para poder darles la proyección obligatoria que abarca a todos de la reforma de l 957, no había norn1a alguna de la cQnsútucion sobre la
l~s ~.aba1adores de una detcrnúnada actividad, ha de haber "uuidad de representa- huelga, tenemos que ad!nitir que ahora que esa norina existe en el art. 14
c1?n de ellos ~r ~arce ~e. u~a tinica asociación: la que posee personalidad gre- bis no podemos estar peor o más restringidos.
nual. ~n ca1nh10, ~1n pe1Ju1c10 de que las asociaciones con personalidad gremial
El otro sujeto activo -que no declara ni conduce la huelga- sino que
~tular1cen el d~recho de huelga, cree111os que también tal derecho puede ser ejerci-
do por una ~nl1úad su1 personalidad gremial en el á1nbito de un sector de trabajado- ¡Jarticipa en ella, es cada ¡Jersona (trabajador) que se adhiere. El dctecl10
res en relación con uno o 1nás en1pleadores. de patticipar en una huelga implica tan1bién el de respetar la libertad per-
sonal de no hacer huelga.
5. - En nue~tra c?11s1itució11 111a1erial, la casi totalidad de los rcgí- La nómina a incluir e1tel rubro del sujeto pasivo de la huelga es ésta:
n1e?es legales exhibe discrepancias con el art. 14 bis, y lejos de institucio- el estado, el empleador y los particulares ajenos al conllicto; la obligación
nalizar la de1nocracia sindical pluralista ha consolidado posiciones jurfdi- común a todos ello¡¡ consiste en respetar la decíslón dei sujeto activo que
c.as excl~yen.tes o dominantes y, para peor, hasta con fuerte presencia polí- declaró la huelga. y la de cada trabajador que participa en ella. Ahora bien,
t1co-par11dana de las asGciaciones con personalidad gremial. hay que agregar como sujeto pasivo a los trabajadores que, sean o no huel-
guistas, deben abstenerse de lesionar entre sí la libertad de los que adhie-
ren a Ja huelga y de los que no adhieren.
[,os derechos gremiales en eJ art. 14 bis
9. - La nor1na constitucional que reconoce el derecho de huelga es
6. - El párrafo segundo del art. 14 bis que venimos comentando enu- o¡Jerativa según la Corte. por lo cual no es inlprescindible que haya regla-
rr,t~ra tres derec?os reconocidos a los gremios: a) Ja huelga, b) Ja conccrta- mentación legal. Cuando se lo reglamenta, las restricciones que se le impo-
c1on de convenios colectivos de trabajo, e) el recurso a la conciliación y al nen tienen que ser razonables (así, puede haber limitaciones severas en el
arbitraje. área del e1npleo público, de los servicios públicos básicos, etc.).

1O. -Cuando hay huelga, Ja autoridad adt11i11islrativa puede calificarla para


la huelga delérminar si es o no es legal, pero esto lo hace desde el punto de vista sindical para
encauzarla. De ahí en más, la repercusión de esa huelga en los contratos individua-
les de trabajo (cuando, por ej., el empleador suspende o despide a los huelguistas)
7. - La huelga no puede entenderse con10 el derecho "individual" de suele dar Jugar a procesos judiciales, en Jos que Ja Corte tiene establecido que la
110 trabajar porque eJ sentido con que la constitución lo consagra es el de calificación adnlini~trativa que se hizo de esa huelga puede y debe en cada juicio ser
una abste11ci611 colectiva de trabajo, o sea un "no trabajar" plural. revisada j11dicia/1nente, y en esa revisión el juez est! obligado a hacer su propia
. calificación, de n1odo que no está obligado a reproducir la calificacióo administra-
8. - Cuando hay que referirse a los sujetos de la huelga, debemos tiva~ y si no hubo calificación administrativa, igualmente el juez tiene que hacer la
suya.

- 'tMS'C
• •

Los DERECHOS GREMIALES 163


162 COMPE!\'DIO DE DERECHO CO~STJTIJCIO:-:AL

La sentencia que ontite calificar la huelga-según lo ha dicho la Cor- trativa del estado y, a partir de allí. su aplicación se extiende no sólo a las
te- está viciada de arbitrariedad. partes contratantes que han intervenido en su celebración sino a toaos los
trabajadores y en1pleadorcs <le la actividad. categoría o zona comprendi-
11. -Los efectos de la huelga en cada contrato individual de traba- das en el convenio; tal es el efecto "erga ornnes". o la generalidad nonnati-
jo son los siguientes: va.
a) ~a huelga no pr~duce automáticamente la ruptura del contrato la- 14. - La esencia o naturaleza del convenio colectivo es contractual,
boral. smo que lo sus¡;ende;
y su producción jurídica ha d~ ser considerada una fuente " 110 estatal",
b) cuando la huelga es declarada ilegal administrativamente, el que no pierde ese carácter por el hecho fonnal-ya aludido-de la hon1olo-
empleador puede inti1nar a los huelguistas a volver al trabajo. y si no vuel- gación estatal. Pero no se debe decir que es una "ley", aunque más no sea
ven puede despedirlos conjustacausa; porque no emana de ningún órgano gubernamental del poder del estado.
c) mientras la relación laboral está suspe11dUia por la huelga, el em-
pleador no se halla obligado a pagar el salario (porque no hay contrapres- 15. - Rciteran1os que el conceder a una sola c::ntidad sindical (con personali-
tación del trabajador); tal es el principio general, que deja espacio a nume- dad gren1ial) la titularidad del derecho a concertar convenios colccl.ivos no ha de
1nonopolizar en esa entidad la totalidad de los dctt'klS derechos gren1íales.
rosos porn1enorcs;
d) el derecho <le huelga no conviene en lícitas a cualesquiera conduc- 16. - El convenio colecli vo no debe menoscabar derechos más favo-
tas de acción directa, pudiéndose sancionar las que incurren en excesos, y rables para el trabajador que surgen <le leyes laborales de orden público, o
las que implican co1nisión de delitos. de los co11cratos individua.fe.~ de trabajo. Desde nuestro punto de vista.
tainpoco puede obligar a trabajadores no a.filiados a conLribuir a un sindi-
12. - Cuando la huelga queda definida como el abandono colectivo y tempo-
cato con cuotas u obligaciones pecuniarias, porque si eso ocurre se les
ral del trabajo y del lugar de trabajo, se abre el debate doctrinario acerca de si el
derecho de huelga con1prende ta1nbién algunas medidas de fuerza que, co1no el viola a dichos trabajadores su derecho de no asociarse.
trabajo a desgano, o el paro de brazos caídos, son cumplidas por los trabajadores sin
dejar su lugar de trabajo. Personaln1eute creemos que quien puede Jo más puede lo 17. - Mientras el plazo de vigencia de un convenio colectivo se halla
me~o~, por lo que medidas de fuerza que, dentro del marco razonable de legalidad y en curso. una ley posterior a su celebración no puede cercenar o suprin1ir
de hc1tud, no encuadran en el 1nolde típico de lo que es huelga, se han de dar por beneficios anteriores. (La jurisprudencia de la Corte registra fallos en dis-
incluídas en el derecho constitucional de huelga. crepancia con este criterio.) En can1bio, un nuevo convenio colectivo que
sucede y ree1nplaza al anterior puede modificar y suprimir beneficios con-
cedidos por este últin10, porque siempre juega el principio de que todo
La contratación colectiva beneficio cuya fuente es un convenio colectivo subsiste mientras dura el
plazo de vigencia del convenio.
13. - Los convenios colectivos de trabajo permiten con facilidad re-
conocer que el art. 14 bis da recepción al llamado "poder nornzativo" de 18. - Los topes constitucionales que es fácil inferir del art. 14 bis y del prin- •

las asociaciones ¡Jrofesionales. Tal poder normativo significa que me- cipio protectorio nunimo del trabajador no toleran ser dejados de lado o rebasados
diante la contratación colectiva se crean normas de carácter general y obli- por ninguna política de Ja Uamadá "flexibilización" laboral, como tampoco adnúlen
gatorio. la preponderancia unilateral de la voluntad patronal.
En efecto, los convenios colectivos tienen como sujetos a una entidad
19. - Lo que se denomina "encuadramiento sindical" es el mecanis-
sindical y a un empleador o grupo de empleadores (o, en caso de existir, a
mo que se dirige a determinar cuál es la asociación sindical que representa
Ulla asociación patronal sin1ílar a las sindicales). Para ser típicamente tal,
al personal que trabaja en una en1presa, en un establecin1iento, o en un
el convenio colectivo requiere la hon1ologación por la autoridad adminis-
• •

164 (~OMPfiNOlO DE DERECHO CONSTCT1JOONAL Los DERECHOS GRE.~ALES 165

sector de acli vid ad. Tal encuadramiento, de no solucionarse por acuerdo de I.a estabilidad e11 el e111pleo dura el tie1npo de la gestión sindical, o un
parles. está a cargo de la autoridad administrativa del estado. breve plazo razonable posterior. y para nuestro punto de vista equivale~ la
estabilidad "propia" que. en caso de despido. obliga al empleador a rern-
Aun cuando el encuadramiento sindical no limita sus efectos a la contraLac1ón
corporar.
coJectiYa, sirve para scfic1lar el árnbito en que el personal se halla iocluillo a los fines
de saber cuál es la asociación gremial y cuál el convenio colectivo con·es¡xindientc!'
22. - 1.a ley tiene que ser n1oderada y razonable en el alcance y los efectos
a dicho personal.
que asigna a la estabilidad sindical. Por un lado, ha de tomar en cuenta qoe el marco
co1nplclo de la garantía sindical tiene no sólo carácter subjetivo o pen>ooa~ par~ _el
trabajador representante, sino ade1nás carácter sindical, por el cual su v1olac1on
La concilüición y el arbitraje incu1Te en lo que se reputa "práctica desleal".
Pero no es constitucionahnentc razunable que en caso de tener que promoverst:
20. - Una clasificación de los co1~fl.ictos o controversias entre traba- un proceso penal al representante grcntial haya que trarnitarse una especie de "ante-
jadores y en1pleadores los divide en individuales y colectivos, según que juicio" ante un organismo aclntinistrati vo.
estén en juego inlcrcscs concretos de uno o varios trabajadores. o inte(cscs
abstractos de una categoría profesional. Tan1bién hay conjlicLos de dere-
cho y ele intereses. según que se refieran a interpretar o aplicar el derecho
vigente, o que tiendan a nlodificarlo o reen1plazarlo por otro. Cuando el
are. 14 bis enuncia entre los derechos gremiales el de recurrir a la concilia-
ción y al arbitraje, nos está dando a entender que queda "pennitido" diri-
mir conflictos colectivos juera de Ja órbita del poder judicial mediante
procedin1ientos conciliatorios y arbitrales.

Si bien estan1os ante un ··uerccho", hay situaciones extrenias en las 4ue una
l!!y reglan1entaria puede i1nponer la obligatoriedad de tratativas conciliatorias o del
arbitraje, cuando el conflicto colectivo tiene capacidad de alterar la paz social. La •

Corte lo ha reconocido.

ú.L represe11ració11 sindical

21. - El art. 14 bis dispensa. aden1ás, garantfas necesarias a los tra-


bajadores que son representantes legales, para que puedan cumplir su ges-
tión sindical. Tales garantías se extienden a la estabilidad en sus en1pleos.
Es una tutela al trabajador en n1érito al& función gremial que desempefla.
Los sujetos protegidos son siempre trabajadores que invisten alguna
representación gren1ial. sea por ocupar cargos electivos o representativos
en asociaciones sindicales o en organisn1os que requieren representación
gremial. sea por actuar como delegados del personal, o por ser nlien1bros
de comisiones internas, o por ocupar cargos sinúlares de naturaleza gre-
mial.
CAPITuLO XXI

LA SEGURIDAD SOCIAL

Su encuadre constitucional
'
1. - La tercera parte del art. 14 bis está dedicada a la seguridad so-
cial.
La expresión "seguridad social", muy en boga en el vocabulario jurí-
dico, Liene varias acepciones. Una, den1asiado elástica, la hace coincidir
con el bienestar general de La sociedad y hay que descartarla; las otras
dos apuntan a riesgvs, contingencias o necesidades de: a) todas las per-
sonas, porque son con1unes a cualesquiera y al conjunto, como la protec-
ción y cobertura de las enfermedades, el desempleo, la vejez, la muerte, el
accidente; b) esa misma protección y cobenura con respecto a los trabaja-
dores. Además, si prioritariament.e se ha tomado en cuenta lo que es riesgo
o infortunio, enfoques n1ás amplios incorporan eventos (como la materni-
dad y las cargas de familia) y situaciones que provocan necesidades (como
los gastos de vacaciones o de estudios).

2. - En todas estas dimensiones hace presencia el valor solidaridad


social, que se exterioriza en prestaciones y beneficios a favor de los suje-
tos a los que incluye un sistema de seguridad social. Lo nomial para el
caso de que abarque a los trabajadores es que éstos deben contribuir o
aportar al fondo con el que se financian las prestaciones, en tanto cuando
la cobertura se extiende a todas las personas y su campo incluye la llamada
r asistencia social, el sistema suele ser gratuito (o sea, los beneficiarios no
deben efectuar aporte alguno, porque los fondosliene11 otras fuentes).

3. - La tendencia actual es la de no poner a cargo del empleador las presta-


ciones que cubren necesidades de los trabajadores, sino la de trasladarlas a organis-

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168 COMPENDIO DE DERECHO CONSTITUCIONAi. LA SEGURIDAD SOCIAL 169

111os de la seg11ridlul social que cuenten con fondos propios para financiar y otorgar soure el tema. Pero la doctrina y la jurisprudencia le han dado, en cambio,
los beneficios. -
un desarrollo nluy vasto y pormenorizado.
4. - Confonne al art. 75 inc. 12 de la constitución, la legislación que da desa-
9. - El derecho a la jubilación se bifurca en:
rrollo a la seguridad social del art. 14 bis integra el llamado derecho con11í11; 0 sea,
no es derecho federal. a) derecho "a" la jubilación.futura, o derecho "en expectativa", mien-
tras la persona se halla trabajando;
5. - La seguridad 'social absorbe lo que se deno1nina derecho de la b) derecho jubilatorio "adquirido" mediante el acto 01orgcu1te del be-
previsión social o derecho previsional, clásicamente estructurado sobre Ja neficio.
base de las jubilaciones y pensiones.
El beneficio jubilatorio concedido consta, a su vez, de dos aspectos:
El citado art. 14 bis consigna que el estado otorgará Jos bene-
6. - a) el s1c1tus de jubilado que titulariza quien ha obtenido el beneficio;
iicios de la seguridad social, que tendrá carácter integral e irrenunciable; este status integra el derecho constitucional de propiedad;
y_ luego añade que ta ley establecerá el seguro social obligatorio, las jubila- b) el goce del beneficio. que consiste en el cobro de una su111a dineraria,
ciones Ypensiones móviles, la protección integral de la fantilia, la defensa norinahnente periódica; tal su1na o monto no es intangible, y puede variar
del bien de familia, la compensación econónlica familiar (que es el llan1a- incluso en 1nenos, a condición de que la reducción que se le imponga no
do salario fanliliar), y el acceso a una vivienda digna. resulte confiscatoria.

7. - Para el seguro social, la norma estipula que hade estar a cargo 10. - Los vericuetos del ten1ajubilatorio no concluyen acá. Hay.que
<.le entidades nacionales o provinciales con autonomía econónlica y fman- analizar varios aspectos del n1011to de Jajubilal:ión, que llevan al siguiente
~ie_ra. En cambio, para lo que latamente se engloba en la expresión "bene- deslinde:
hc1os de la seguridad social", consigna que el es1ado los "otorgará". a) cuando aJ otorgarse el beneficio se tija cuál es su monto, tal canti-
dad debe guardar cierta ¡Jroporció11 razonable con el salario que la perso-
Esto último suscita la eluda de si siempre es el estado el que debe hacerse car- na ganaba mientras estaba en actividad ; de esa 1nanera se satisface el prin-
go ele la cobertura y del pago. Según la jurisprudencia, ciertas prestaciones pueden cipio de la naturaleza sustitutiva que es propia úe la jubilación. en cuanto a
estar a cargo de.I en~~Jeador..Asinlis~?· in1plantados rcgí1nenes jubilatorios surgi-
dos de la pr1 vat1zac1on del sistema, ahnnan1os que su existencia no es inconstitu-
la necesaria proporcionalidad entre el haber de actividad y el haber de pa-
cional en la medida en que subsista también un régimen estatal: pero, ade1ntís, aun sividad que lo reemplaza;
~ara el sistema privado, el estado no puede abdicar de su rol de protección y garan- b) este primer aspecto a la época de concederse la jubilación cuenta
l1a.
con adaptaciones posteriores, todas las cuales vienen presididas por la única
En su1na, "otorgar" los beneficios de la seguridad social no significa, literal- pauta constitucional explícita, cual es la de la n1oviliáaá; durante el lapso
1:ien1e, que es el estado el que siempre y en todos los casos tiene que concederlos, de goce o disfrute del beneficio, su monto tiene que auntentar pero no
sin? que el estado debe organizar y controlar el sistema, y en parte puede dejar que disntinuir, y cuando el art 14 bis no establece ningún siste1na específico
entidades no estatales tengan a su cargo la concesión y el pago de los beneficios. de movilidad. la jurisprudencia tiene exigido que al irse aumentando el
n1onto móvil, cada cantidad tiene que guardar a su vez cierta proporción
razonable con lo que ganaría el jubilado si hubiera seguido trabajando;
Las jubilaciones y pensiones
c) las sucesivas variaciones del sistema de movilidad que procuran
8. - En la realidad de nuestro sistema constitucional, el núcleo bási- mantener el nivel de vida a que estaba habituado el jubilado, hallan dos
co de la seguridad social está compuesto por las jubilaciones y pensiones, excepciones: e') el congelamiento del haber jubilatorio por plazo incierto
a las que el art. 14 bis obliga a ser nzóviles. Es la única norma expresa ha sido declarado inconstitucional por la Corte, de modo que si en situa-
--

• • JJ A SEGURIDAD SOCIAi. 171


170 COMPENDIO DE DERECHO CONSTilüCIONAL

El estado y la seguridad social


cionys de emergencia el haber no se moviliza,.tal congelainicnto exige ser
de duración transitoria breve; c") Ja rebajci del haber jubilatorio que, por 15. _El arl. 14 bis a la luz del sistema axiológico de La constitució~
supuesto, vendría a configurar una movilidad al revés --0 sea para atrás en nos sun1inistra la conclusión de que se impone al estado el deber d~ asurrur
vez de para adelante- requiere ta1nbién causa de grave emergencia y, ade- una presencia regla1nentaria. reguladora y controladora en materia de ~e­
n1ás, que la disminución no sea confiscatoria. guridad social. Tal deber queda refo~~do po~ ~I art. 75 inc. 2~, que ~bl1ga
a legislar y pronzover n1edidas de acc1on positiva. que gara~ti~~.la igual-
11. - Muchas de las ,pautas expuestas son útiles c:n su aplicación durante dad real de oportunidades y de trato, y el pleno go~_e y eJerctc~o de los
épocas de inflación.. Personahnente estan1os seguros de que las prohibiciones lega- derechos, todo ello -en particular- respecto de los n111os. las 1nuJeres, los
les de la indexación no pueden prevalecer sobre cuanto la jurisprudencia de la ('orle
tiene elaborado en tomo del 1noo10 n1óvil y rcajustable de las jubilaciones. ancianos, y las personas con discapacidad.
El misn1o inc. 23 obliga a dictar un régi111en de seguridad social espe-
12. - Cuando el art. 14 bis prescribe que no puede existir super¡>osi- cial e integral en protección del niño en situación de desa1:11paro Yd: su
ción de apones, hemos de entender -según la Corte-que la prohibición se madre, desde el embarazo, durante la lactancia, y hasta finalizar el penodo
dirige a iinpcdir que por una misma actividad laboral la persona deba con- de enseñanza ele1nental.
tribuir a dos o más siste1nas de seguridad social; pero nada obsta que quien No hay que dejar de lado cuanto, en conexidad, emerge de tratados
cumple más de una actividad pague aportes jubilatorios a cada uno y por i11ten1aciouales con jerarquía constitucional.
cada uno de los regímenes correspondientes a tales actividades diferentes.
O sea que lo vedado es la "superposición" pero no la "1nuJliplicidad" de 16. _Vale reiterar que cuando globalmente apelamos a obligaciones
aportes. de "el estado", o cuando las competencias se asignan e~presamente .al .e??·
gres o para que legisle, la jurisprudencia de la Corte, sin saltear la ~tvts1on
13. - Asimismo, la ley que obliga a contribuir a un sist.e1na de seguridad de poderes, tiene señalado que el art. 14 bis vincula a t?dos lo.~ organos
social ha de tomar en cuenta q ue las personas que deben cotizar han de tener una oubenianientales, cada uno en el área de sus competenc1~ propias: como
razonable relación con aquel sistema. Por eso, se reputó inconstitucional que el ~imismo a las provincias cuando en sus jurisdicciones existen reg1rnenes
sector de comerciantes e industriales que vendía instrun1ental usado por los profe-
sionales del arte de curar tuviera que aportar a la caja de previsión que afiliaba a locales.
dichos profesionales.
17. - Si de la exégesis de la normativa constilucional emi~«uno~ a la consti-
'"ción l/Ulleria/, los datos de la realidad dejan lamentable le~t!ffi01110 de que !.a
14. - Las provincias tienen competencia para dictar su propia legis-
seguridad social exhibe múltiples insuficiencias, tanto P.ºr acc1?11 co~o P?r om1~
lación local en materia de seguridad social para sus empleados públicos y ·, q e muchas de esas insuficiencias se han converlldO en 1nconst1tuc1onales.
para tos que ejercen actividades profesionales en su jurisdicción. P-0r ende, s1on, y u 1 "Ch b "
Es señero el voto del juez Fayt en el fallo dictado por la Corte en e caso oco ar ,
pueden crear los organismos o cajas otorgantes de tos beneficios jubilat.orios. del ai'io 1996.
La circunstancia de que el art. 125. de la constjtución reforn1ada en 1994
haya consignado que las provincias y la ciudad de Buenos Aires pueden
"conservar" organismos de seguridad social para los profesionales y los
empleados públicos parece indicar que pueden "mantener" Jos existentes
pero no crear ottos, lo cual conduce a una interpretación equivocada, des-
de que las provincias "conservan" todo el poder no delegado al gobierno
federal y, por ende, también "conservan" (con igual sentido competencia!)
el que siempre se les ha reconocido en la indicada área de ta seguridad
social local.
CAPITTJI .o XXII

IJOS DEllECHOS I>OI~ITICOS

E l régimen electoral y los derechos políticos

1. - Derechos políticos y régin1cn electoral con1poncn Wl te1nario que


pertenece, a su vez, a Ja parte dogn1ática y a la parte orgánica de la C()llsti-
tución. En efecto, cuando a los partidos políticos y al sistcn1a electoral los
relacionamos con derechos de las personas (a asociarse, a votar, a ser ele-
gido, etc.) enfrentamos a la parte.(Íogn1ática. Cu ~mdo el vínculo se traba
con el funcionan1ien10 del poder y con los órganos gubcrn•1111cntalcs, n1ás
la dinánlica política. nos ubican1os en la ¡1ane orgá11ica.

2. -Nuestro punto de vista no califica co1no derechos políticos a los dere-


chos que son susceptibles de ejercerse con fines políticos. Reduciendo la categoría,
cntendc1nos que los derechos políticos son tales únican1entc, cuando: a) los sujetos
que los titularizan ~on ciudadanos (o extranjeros habilitado~) o son entidades polí-
ticas reconocidas co1no tales (por ej., los partidos): y b) no tienen ni pueden tener
otra finalidad que la política.

3. - La mejor ubicación actual de los derechos políticos y del r¿gi-


1nen clect.oral la brinda la dernocracia ¡1articipativa. La participación co11-
voca al protagonismo activo de personas y agrupaciones, que dinamiza al
sisten1a den1ocrático desde su base po¡Jular. Tal participación no se reduce
a los actos electorales, sino que alcanza a \'Ías infonuales que dan presen-
cia a múltiples intereses a través del ejercicio de derechos que no son polí-
ticos pero que pueden revestir finalidad política (petición, reunión, expre-
sión, asociación, etc.). De esta tnanera se logra. entre otras cosas, que la
sociedad conozca y controle las ofertas y los programas electorales.

4. - Por su lado, el derecho electoral no se limita al acto de votar


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174 COMPENDIO DE DERECHO CONSTnliC'JONAL Los DERl:CHOS roú11cos 175

porque, ade1nás del :sufragio, abarca al proceso electoral en toda su secue- El derecho de elegir configura subjetivan1enle el derecho electoral
la y desarrollo para exigirle e imprinlirle legitin1idad. activo; el derecho de ser elegido configura el derecho electoral pasivo.

5. - La participación. el derecho a voto. el derecho a ser elegido. y el En el marco del cuerpo electoral y del electorado activo no cabe incluir a los
órganos de poder que, por diferentes nom1as de la constitución, tienen competencia
sisten1a electoral democrático cuentan con nom1as de reconocimiento en
para designar a portadores o integrantes de dichos órganos.
crarados de jerarquía co11scitucional.
9. -El cuerpo electoral no tiene más entidad que la propia de la
6. - En suma, todo converge a hacer efectiva Ja legitirnidad de ori- ¡J/uralidad o suma de electores. No es un órgano del estado sino, cuando
gen, con10 dependiente de la forn1a y manera en que los goben1antcs acce- más. un sujeto auxiliar del estado o del poder.
den al poder de acuerdo a la ley, y no por la fuerza.
Para integrar el cuerpo electoral hace falta tener la aptitud calificada
El actual art. 36 d<.: la constitución tiene mucho que ver con el te1na, con10 ciudadanía. Cuando el art. 20 de la constitución afrrma que los ex-
en concurrencia con el art. 22. tranjeros gozan de los mis1nos derechos "civiles" de los ciudadanos está
diciendo que no necesarian1entc han de gozar de los 1nisrrios derechos po-
líticos, aunque creemos que no prolu'be que la ley los cont1era.
El artículo 37 y sus proyecciones
10. - Nuestra perspectiva nos lleva a sugerir que los extranjeros no naturali-
7. - IJI art. 37 encara los derechos políticos y el sufragio. así con10 ta zados argentinos que cuentan con un tienlpo suficiente de residencia en el país
igualdad real de oportunidades entre varones y 1nujcres para acceder a car- deben merecér la titularidad del derecho a votar, porque en la 1nedida que fonnan
parte estable de nuc.~tra sociedad poseen interés en cuanto se refiere al gobierno del
gos electivos y partidarios.
estado.
Cuando alude -<:on efecto operativo y directo- a la garantía de los A la inversa, los ciudadanos que 110 son habitantes de nuestro estado porque
derechos políticos, hay que recordar que. además del sufragio. el texto de no viven acá, no deben ser electores de autoridades argentinas, y ello por la muy
la constitución contiene ahora dos formas sen1idirectas en los arts. 39 y 40 simple razón de que si la constitución afirma en su art. 45 que son elegidas por el
sobre iniciativa legislativa y consulta popular. "pueblo", hay que fonnar parte de ese pueblo, y no de la población de otro estado.
Discrepan1os, por eso, con la solución que en 1991 adoptó la ley 24.007.
El sufragio queda calificado como universal. igual. secreto y obliga-
torio.
11. - El electorado pasivo es el conjunto de personas que tienen
Todos estos parámetros, propios de la parte dogn1ática de la constitu- capacidad·polftica para ser designados; tal capacidad equivale a derecho
ción, hacen parte de su sisten1a de derechos y, por ende, obligan tan1bién a electoral pasivo. Nuestra constitución carece de una norma unifom1e, por-
las ¡Jrovi11cias, de modo que el derecho local debe deparar iguales garan- que formula normas propias para los distintos órganos de poder. Con10
tías. y hacer aplicable este art. 37 para el acceso a cargos electivos y parti- principio general, decin1os que cuando la constitución establece las condi-
darios de índole local. ciones de elegibilidad para un cargo o función, esas condiciones no pueden
ser ampliadas ni disminuidas por la ley.
8. - JJa expresión "derecho electoral" cuenta con dos sentidos: a)
objetivanie11te, alude a la regulación de la actividad electoral en cuanlo a 12. - Habíamos dicho que desde el enfoque subjetivo, el derecho
sus sujetos. a su bbjeto, a los sisten1as, etc.; b) subjetiva1ne11te, designa la electoral itnplica la función del sufragio. El sufragio es, para nosotros. una
capacidad de determinados suJetos para votar o para ser elegidos. "función" política de naturaleza electoral y de carácter individual.
El vocablo "electorado" es equivalente a cuerpo elecroral, a elec1ora- Por ende, 110 es una función "estatal" o del poder, todo lo que traduci-
do activo y electorado pasivo. n1os calificándola como función ¡>ública 110 estatal, que da origen a ele re-
"' - "' ..,._ - V 11"1 ..._,., 1"" - , i. • .....- •

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176 COMPENDIO DE DEROCHO CONSlllGOONAI. l~os Dl:.RECHOS POÚTICOS 177

úhos y obligacione11. y que opera co1no una técnica que se utiliza para que 18. - A )a fecha, 'el art. 39 concede derecho pflrE\ que ''los ciudada-
las persopas expres~n su voluntad política a efectos de Ja nonlinación de nos" presenten ¡1royectoJ lle ley en la cá1nara de <tiputados, a los que el
los lituJares de poder. También para l¡i. adopción de d¡;cisiones que no se congreso tiene que dal.'les tratamiento expreso deniro d~ los doce meses.
relacionan con la designación de goben1antes, lo que ocurre en las fom1as Quedan fuera los proyectos sobre refonna constitucional, trªf1l(Jos inter-
scmidirectas (rcfcréridun1, iniciativa, consulta popular. cte.). nacionales, tributos, presupuesto, y inateria penªJ.

13. - Conyien~ re<;al¡.;~r que ~I requisito de idonefr,/all que in1ponc el F;I cungrc~¡.¡ <lebc dictar 14 co1Tespondient~ ley reglrunent<1rj¡1 q~ la iniciativ¡¡
ar~. 16 9on10 única condición para el accttso &los emplep¡; ale~~ tan1bién popular, lo que hizo en 1996 n1\3íliante la n" 24.747.
a los cargos públicos electivos. En el caso, esta idon~jdad se bifurca e11 f,11tenden1os qµe esta ini¡;;iativa ha cte ser "fon:.pµlada", p se¡i., el proy~to <lo ley
idopeidad ética e idoneidad técnica (o sea, la exigida para la función espe- que se propone debt: estar art!cul¡¡do o red:}~tado.
cífica).
19. - Por su lado, el art. 40 regµla la consulta POPLflar, ~s~ablecleQ­
14. - Aµriquc un candidato a cargo electivo sólo posee u11 qerecho do que a iniciativa de la cámara t1e diputados el congreso podrá sonl\!tcr a
"en ~xpectaliva" (que recién se convierte en "adquirido" una vez que la co11sulta µn proyecto de ley; la ley de copvocatoria no pt1ed~ ser vetad~1. y
eJeccjó11 y la acjn1isión a la función se han opeFado). hay que dar por cierto si el voto popular es afirn1a¡jyo, el proyecto queda converti'1o en l~y y su
que las proscripciones y discrin1inaclnnes arbitrarias son inconstituciona- promulgación será automática.
les porque bloquean la postulación y el acceso al cargo. El Pacto de San Se arbitra una dualidad: la consuHa vincula11tf!, y la r¡o vi11culcu11e,
Jos~ de Costa Rica, en su art. 23, 2 respalda esta afirmación. para la cual el voto no es obligatorio; la c.onsulta no vinculante puede ser
• convocada por el congreso o por el presidente de la república dentro de las
15. - Incumbe a los ¡Ja11idos que hacen oferta de candidaturas asu- competencias de cada uno.
nlir el deber de efectuar una buena selección con base en la idoneidad a que
recién hicin1os referencia. El art. 40 discicn1e al congreso el deber de dictar una ley reglamentando lns
n1atcrias, Jos procedimientos y la oportunidad de la consulta popular. Tiene lógica,
a nuestro criterio. suponer que aunque el arl. 40 no menciona n1alcrias sustraídas a
16. - Las prohibiciones y restricciones constitucionales a la reelec-
la consulta, le alcanzan las mismas prohibiciones que para la iniciativa popular
ci611 de gobernantes no implican proscripción ni impedin1enlo violatorios
consigna el art. 39.
de la constitución y del Pacto de San José de Costa Rica.
La regla1nentaci6n se hizo en 200 1 por ley 25.432.

20. - Si parti1nos del principio <le que los derechos políticos hl:lcen
Los nuevos derechos políticos en la reforma de 1994
parte de los lierechos hun1a11os. hay que enfocar la legitin1ació11 procesa/
para su tutela por los jueces. Esta legitimación ha de depararse, como n1í-
17. - La novedad que ahora citaremos atiende a los arts. 39 y 40 que nimo a dos sujetos: a) los ciudtidanos que titularizan derechos políticos;
incorpora dos formas senridirectas de participación polílica en materia de b) los partidos políticos.
derechos políticos: la iniciativa legislativa popular y la consulta ¡Jo¡Ju-
lar. Damos por entendido que para que tales sujetos accedan a un lribunal
postulando su legitin1ación y sus derechos políticos, hay que aceptar con10
Con anterioridad a la reforma de 1994, hubo doctrina que reputaba inconstitu- presupuesto que, con amplitud. los temas que se enlazan a los derechos
cionales a la fo1mas semidirectas, por entender que entraban en colisión con el art. políticos, al derecho elecloral y a los partidos se detinan como cuesriones
22. Nada más lejos de nuestra opinión, como lo dijimos en ocasión de la "consulta judicia.bles, y no como cuestiones "políticas'' que evaden la judiciabilidad.
popular" que se llcv6 a cabo en 1984 para que el cuerpo electoral votara voluntaria- Asin1ismo, la ya aludida legitin1ación procesal debe ser amplia y elástica.
mente por "sf' o por ' 'no" acerca del a1Tcglo del diferendo austral con Chile. para no estrangular el derecho de acceso a la justicia.
..
... --.-~ ....... _... _- ..... --- ... . .. -. ~

• •
178 COMPENPIO DE DERECHO CONS1111.JOONAL

21 . - Coadyuvan a reforzar nuestra propuesta:


a) en el derecho intento. la existencia en jurisdicción federal de tribu-
nales con competencia electoral Uuzgados delª instancia.. y Cámara Na-
cional Electoral); asimismo. la dosis de cuestión constitucional en la 01a-
yoría de los casos que involucran aspectos electorales, de derechos políti-
cos, y de partidos:
b) en el orden ir1ter11acio11al, muchos i11strumentos de derechos hu-
n1anos que se hallan integrados a nuestro ordenarniento y que tienen jerar- CAPín.ILO XXIII
quía igual a la de la constitución integran a los derechos políticos en el
rubro de los derechos hu1nanos, y les disciemenjudiciabilidad mediante el l.OS PARTIDOS POLITICOS
reconocintien to de vías de acceso a la justicia.

22. - En el hislorial de nuestra jw·isprudencia, nos limilan1os a recordar un Su encuadre


1nal antecedente en la sentencia de la Corte recaída en el caso "Gascón Coui, Alfredll
y otros", de 1990, en el que se impugnaban aspectos relacionados con la refonna a
1. - I~a reforn1a constitucional
de 1994 incorporó por primera vez al
la constitución ele la provincia de Buenos Aires, no obstante lo cual a los actores,
que eran ciudadanos convocados a votar en un acto electoral de consulta popular texto un artículo ~l 38- sobre los partidos políticos. En la constitución
vinculante sobre dicha ennlienda, se les negó la legithnación procesal activa para material exist.ieron desde mucho antes, y la jurisprudencia de la Corte ha-
fonnular sus planleos. bía dado base en el arL 1ºa la existencia y pluralidad de los partidos.
En síntesis, podemos aventurar el juicio de que hasta la actualidad el derecho
judicial no nos sunl.inistra un parán1etro seguro y estable en la materia. 2. -El partido político es, para nosotros, un sujeto auxiliar del es-
tado (o del poder) que posee naturaleza de persona jurídica de derecho
público "no estatal". En la estructura del partido hay un conjunLO de per-
sonas con calidad de afiliados: una ideología política que plasma en el
programa y la plataforma partidarias; un t1n político genérico que consiste
en gravitar políticamente conforme al proyecto recién mencionado, y que
• de modo inn1ediato se endereza, n1uchas veces, a la conquista o retención
del poder.

3. - En la dinámica de los partidos y del poder, las relaciones de los


partidos con órganos gubernamentales componen la categoría de relacio-
nes "extraórganos", que podemos dividir así:
a) relaciones en la formación de los órganos de poder, que se advierte
en la oferta de candidaturas para cargos de origen electivo;
b) relaciones en el ejercicio del poder. que aparece en la composición
partidaria de dichos órganos, en las presiones que ejercen sobre el poder y
viceversa (las del poder sobre los partidos), etc.

4. - El derecho judicial emergente de la Corle abunda en reconocí-


·~
- - •
--
• •
180 Co:vtPE:-.nronE DERECHO c0Nsrrruc10NAL Los PARTJDOs POLíTicos 181

núentos. descripciones, ubicación constitucional y garantías de los parti- d) los partidos deben hacer público el origen y destino.de sus fondos y

dos como propios del sistema democrático. patrimonio,
todo dentro del marco de respeto a la constitución, lo que según nues-
5. - La n:glan1Cntación legal y el control de los partidos en un marco d.: ra10- tro punto de vista obliga a los partidos a sustentar una ideología deniocrá-
nabilidad constitucional puede llegar, excepcionalmente, en situaciones de peligro
tíca en subordinación a las instituciones de la constitución y a su siste1na
real y actual para el sis1cn1a den1ocrático, a negar el reconocinúento de uno o 1uás
partidos reñidos con tal sis~ema, o a cancelar el que se les había deparado, todo lo axiológico integral.
cual presupone que el estado asu1ne un control "cualitativo" (o doctrinario) de los
partidos. 9. - De la letra del art. 38 se desprenden derechos como el de libre
No en vano la doctrina califica con10 partido '·anti-sisten1a" al que, 1ni 1neti- expresión, inforn1ación y con1u1úcación social ; el de las núnorías que dan
:tándose con el siste1na dc1nocrático, tiende a su destrucción mediante lo que Duv,~rgcr presencia al pluralis1no intraparlidario en la estructura interna; y el de par-
lJ;m1a lucha "contra" o "sobre" el régi1nen (cuando la democracia exige que la "lu- ticipación electoral. En cuanto a ésta he1nos de señalar con 1nucha convic·
cha" política se dc::a1Tolle ''dentro" del r6gi1nen). ción personal lo siguic111e:
a) el art. 38 asigna literaln1cntc a los partidos "la coinpetencia" para
6. - Los partidos. de n1odo análogo a lo que acontece en las den1á-;
¡~ostular ca1ullda1os, lo que les reconoce un fuerte nexo con el régimen
asociaciones, tienen potler ciisciplinario sobre sus a111iados, con cuyo ejer-
electoral; pero
cicio ra1.onable pueden aplicar sanciones y hasta disponer la expulsión,
medidas éstas que siernprc l1ru1 de quedar sujetas a eventual revisión y b) la duda y la discrepancia aparecen cuando la mentada alusión a la
control julliciales. "conipetcncia" se interprelu de modo diferente: b') para algunos, signiJica
que los partidos 111011o¡Jo/iza11 esa con1petencia. de modo que por fuera ele
7. - Én cuanto al repertorio de pautas que sobre los partidos registra el ya ellos se hace inviable ofrecer candidaturas; b") nosotros no encontrainos
n1encionado derecho judicial de la Corte Suprema, hen1os de afirniar que en el dise- en el art. 38 nada que equivalga a conferir tal exclusividad monopólica a
ño doctrinario cnn que describirnos la naturaleza y la función de los partidos nos los partidos, por lo que, en defitútiva, creen1os que:
i11spiran1os funda1nen1al1nente en !>U bagaje, para así delinear la inter111ediación
que, en cuanto auxiliares del estado, cumplen entre gobernantes y gobernados. c) además de las candidaturas partidarias, el pluralismo democrático
deja espacio razonable para que la ley adicione la posibilidad de otras
can(/idaturas no auspiciadas ¡1or un partido.
El artículo 38
10. -Antes de la refonna de 1994, el fallo de la Corte en el caso
8. - Mucho de lo recién dicho ha encontrado asilo nom1alivo en el ''Ríos Antotúo J.", del año 1987, sostuvo que no era inconstitucional el
art. 38 de la constituci6n, que define a los partidos como i11sti1uciones sistema legal que otorgaba a los partidos en forma exclusiva la non1ina-
fun(fan1enrales del sisten1a deniocrático y, desde tal plataforma. afiadc ción de candidaluras para cargos públicos electivos.
que:
a) su crcaci6n y el ejercicio de sus actividades son libres; 11. - Hay que dejar aclarado que, además de las interpretaciones en
ton1ode la nominación de candidatos aludida en el art 38, el art. 54 consa-
b) se les garantiza la orga11izaci6n y funcionan1iento de1nocráticos, la gra expresamente que para la con1posición del senado con tres senadores
representación de las tninorías, la co1npetencia para postular candidatos a por cada provincia y tres por la ciudad de Buenos Aires, dos bancas co-
cargos públicos electivos, el acceso a la infonnación pública y la difusión rresponden al partido que obtiene n1ayor núniero de votos y la restante
de sus iJeas; al que le sigue en núntero de votos. De esta forn1a. para la fom1ación del
c) el estado contribuye al sostcninúento económico y a la capacita- senado parece claro que la constitución depara a los partidos el monopolio
ción de sus dirigentes; de las candidaturas.

'
--- .... ----

• •
182 (~OMPE\'DIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL

Otros artículos de la constitución obligan a que haya deternúnada pre·


l 2,. -
sencia partidaria en las estructuras gubernarnentales. Así:
a) el art. 85 al diset'íar la Auditoría General de la Nación; •
>

"
b) el art. 99 inc. 3° al referirse aJa Coniisión Bicarneral Pernzanente;
e) en el régi1ncn de ballot.age para la elección directa del presidente y vicepre-
sidente de la república.

13. - Del panoran1a expuesto se desprende, con caráccvr de princi- CAPITuLO XXIV
pio constitucional, que debe haber partidos, y que es la sociedad la que
depara
. el án1bito de su creación y funciona1niento Iíbre y den1ocrático. LAS GARANTIAS

La seguridad

,.
l. - Hay que recordar que el constitucionalismo moderno o clásico
f.
procuró desde su inicio organizar al estado en defensa de las libertades y
los derechos del hombre, lo que equivale a decir que ha tendido a asegurar
al hon1brefrente al estado. Todo el andamiaje constitucional se armó para
proporcionar seguridad y garantías, tal como lo testimonian las dos par-
tes tradicionales en que se divide la constitución: la parte dogmática con su
declaración de derechos, y la parte orgánica co11 la llamada división de
poderes.
.El baluarte último de la seguridad jurídica es, sin duda, el poderjudi.-
cial.

' 2. - Si bien en sentido amplio todo el ordenamiento jurídico garanti-


za las libertades y los derechos, la acepción más restringida de lo que es
f
"garantía" apunta a la disponibilidad que tiene la persona para movilizar
al estado en protección suya, tanto para evitar ataques como para restable-
cer la situación anterior al ataque, o para compensarle el dañ-0 sufrido, sin
dejar de lado la sanción al 'transgr,esor.

r "" • El derecho de la jurisdicción

3. ~Nuestra Corte elaboró el-derecho a lajurisdicciói'I como lo que


ahora se denomina derecho de acceso a la justicia; es decir, el derecho de
acudir aun tribunal en procura de justicia. Este derecho de la persona cali-
ficada como "justiciable" es recíproco de la función del poder que consiste

• •

184 COMPEND!O DE DERECHO CONST!TUCTO~AL LA 'i OARAN'ff¡\S 185

en ad111i11is1ra·r justicia, y que está a cargo de los órganos del poder judi- 9. - El derecho a la jurisdicción exige que la persona que, con sufl·
cial. T...o que en rigor se busca es que, mediante ese primer paso de acceso a ciente razonabilidad, pretende acceder a una vía procesal para el reconoci-
un tribunal , seguido por el desarrollo del proceso judicial (debido proce- miento y la tutela de sus derechos, disponga de lo que se denomina legiti-
so). el justiciable disponga de tutela judicial efectiva. nuición procesal ac1iva. con10 capacidad para provocar y tramitar-el pro-
ceso, y/o para intervenir en él con eticacia.
4. -Queda claro que acudir a un tribunal es pisar el umbral; hay que
recorrer en seguida las etapas del ¡Jroceso. para culminar en la sentencia 1O. - El plexo de derechos relacionados con el acceso a la justicia
que resuelva con justicia la pretensión del justiciable. cuenta con reconocimiento en varios tratados de derechos hunuu1os de
jerarquía constitucional.
5. - T~a Corte tiene dicho en su jurisprudencia que todo justiciable
tiene derecho a que no se excluya con1pulsivamente la intervención sufi-
ciente de un órgano del poder judicial. Los "jueces naturales"

6. ~ La c/e,fensa en juicio exige. entonces, una instancia judicial co1no 11. - La garanúa de los "jueces naturales" tiene el siguiente sigiufi-
n1fnin10 cuando se trata de resolver controversias entre particulares. En el cado: para cada causa o proceso judicial "su" juez natural es el tribunal
¡Jroceso penal. esa instancia ha de ser doble, porque así lo exigen tratados judicial cuya creación, jurisdicci611 y co111¡Jetencia provienen de iuut ley
de derechos hun1anos con jerarquía constitucional; esto signit1ca que ha de anterior al ''hecho" que da origen a aquella causa (o proceso),
existir recurso ante un juez o tribunal superior. El art. J8 dice que nadie puede ser juzgado por contlsiones especia-
les, ni "sacado" de los jueces designados por la ley antes del hecho de la
7. - Los llan1ados "n1étodos alternativos" para dirin1ir conflictos no causa.
pueden in1ponerse obligatoriamente; por ende, es inconstitucional la inter-
'La garanúa del juez natural rige no sólo para el procesó penal! sino
vención forzosa de árbitros o amigables componedores.
para toda clase de procesos.
La ntediació11 prejudicial obligatoria demanda, a nuestro juicio. que
no den1ore de1nasiado la promoción del proceso judicial (si acaso la me- 12. - Nuestro derecho constitucional consagra: a) la unidad de ju-
diación fracasa), y que la instancia de mediación y el mediador no perte- risdicción, que radica exclusivan1cnte en el poder judicial, con las solas
nezcan ni dependan del poder ejecutivo, lo que implica que su organiza- excepciones de los fueros reales y las jurisdicciones especiales (para cuyo
ción y funcionan1iento se han de radicar en la esfera misma del poder judi- caso sien1pre debe quedar expedita una últi1na vía de acceso a un tribunal
cial. judicial; b) la igualdad de todos ante la jurisdicción, lo que eli1nina a los
jueces especiales. tanto a título de privilegio co1no de castigo.
8. - Para saU sf~cer el derecho a la jurisdicción como correlativo del
deber estatal de administrar justicia. el estado debe: a) establecer los órga- 13. -Con la garantía de los jueces naturales se conecta:
nos (tribunales) del poder judicial; b) asignarles jurisdicción y con1pete11-
cia; c) dictar las 11or111as de procediniiento. a) la prohibición del arl. l 09 dirigida al poder ejecutivo, a tóno con la
similar que para el estado de sitio establece el art. 23;
'fales órganos deben ser los '~ ueces naturales" del art. 18 de la constitución, b) la prohibició11 del art. 29;
los cuales, de no existir nq¡ma~ procesales para tramitar un proceso, han de inge- '
c) el principio de división de poderes, que veda toda clase de delega-
1uarse para cub1ir la carencia n9rmativa, como lo hizo ejemplarmente la Cortt: cuan- ción de la función judicial por parte de sus 6cgai1os a otros extraños;
do en 1957 y 1958 dio curso a la acción de amparo contra actos de autoridad y de
particulares sin que entonces hubiera norma alguna en la constitución y en la legis- d) una serie de pautas sentadas por lajurlsprudenciade la Corte, con-
lación. forme a las cuales no se puede excluir co111pulsiva11ie11ie la intervención
• •

186 Co.Ml'Er'l'DIO DE DERECHO CONS I 1I UCIONAL


187

de u11 tribunal judicial para solucionar controversias individuales de 19. - Para los tribunales de alzada rige el mismo principio: han de
naturaleza jurüiica. ser creados con jurisdicción y con1petencia por ley anterior al "hecho" que
dio origen al proceso en la instancia inferior. (Por excepción, admitimos
14. - La garantía del juez natural.obliga también a las ¡Jrovincias en que por ley poslerior se añada una instancia de alzada que antes no existía,
su organización judiciaria, y beneficia a los justiciables que intervienen en porque así se mejora la justiciabilidad.)
procesos ante los tribunales locales .

20. - Los deno1ninadosji1eros reales, de 111ateria o de caus(I, oo son incons-
15. - El Pacto de San José de Costa Rica y el Pacto Inten1acional de titucionales ni vulneran la garantía del juez natural. El más importante de tales
Derechos Civiles y Políticos contienen cláusulas afmes con la garantía del fueros es la jurisdicción 111ilitar, para cuya constitucionalidad la Corte exige que
juez natural. sus sentenci'<lS sean susceptibles de revisión por un tribunal judicial.

La sustracción prohibida La inmunidad de declaración

16. - Cuando el art. 18 prohíbe "sacar" a un justiciable de sus jueces 21. - El art . .18 consigna que nadie puede ser óbligado a declarar
naturales ("designados por la ley antes del hecho de la causa") hemos de contra sí nlisnio. Según la Corte, esta garantía rige solamente en materia
entender que: a) "después" del "hecho" que va a dar lugar (en el futuro) a penal., pero -discrepando con tal interpretación- nosotros aflfIDamos qttt!
una causa judicial, o que b) ya ha dado lugar a una causa (iniciada o pendien- el art. 18 no contiene tal limitación y que, por ende, la prohibición debe
te). e) no se puede carnbillr o alterar la conzpetencia del tribunal (juez extenderse a todo ti¡Jo de causas, aunque no con el mismo rigor. Por eso
natural) al que le fue otorgada por ley anterior a aquel "hecho" para trans- creemos que en el proceso no penal se puede pedir la absolución de posi-
ferirla a otro lribw1al que recibe esa competencia "después" del hecho. ciones (prueba confesional) a la contraparte, pero no puede tenérselas por
absueltas en rebeldía.
17. - Si este es el alcance que alribuirnos a la prohibición de "sacar", resta
añadir que la prohibición de someter a alguien a enjuicianúento por co111isiones Por supuesto que la no autoinculpación significa también destituir de valor
especiales implica impedir que se creen organismos ad-hoc o ex-post facto (des- probatorio a la declaración prestada bajo coacción,_ apre1nios, us_o de dxog.as _para
pués del hecho) o especiales para juzgar deternúnados hechos o a deternúnadas indagar la conciencia, etc. Protege asimisn10 la relac16n confidencial entre el cliente
personas, sin la generalidad y pennanencia que son propias de los tribunales judi- y el profesional.
ciales.
22. - La exención de declarar contra sí mismo da base para deparar
18. - La jurisprudencia de la Corte, más benigna que nosotros en su al periodista o comunicador social la garantía del secreto de las fuentes
interpreración en torno del alcance que reviste la prohibición de "sacar", de información.
tiene establecido que no es indispensable que un tribunal, para satisfacer el
requisito de "juez natural" de una causa, haya recibido jurisdicción y com- 23. - En posición muy solitaria, sostene1nos que no se puede obligar
petencia por ley anterior al "hecho" que da origen al proceso. Pero, de a nadie a prestar el propio cuerpo para obtener una prueba (por ej., la
todos modos, hay un "momento" procesal después del cual ya no es viable '
extracción compulsiva de sangre).
sustraer el proceso al tribunal que está conociendo de él; ese "momento"
es la traba de la litis (para el proceso no penal); para el proceso penal
podría ser -como equivalente- la acusación. La inmunidad de arresto
Asimismo, no es posible retrotraer el proceso a etapas procesales vá-
lidas ya cumplidas para privarlas del efecto producido. 24. - Nadie puede ser arrestado sino en vinud de orden escrita de
• •
188 COMPEJ\'DIO DIO DERECHO CONSIDUCIONAL LASOARANTIAS 189

~utoridad co111¡;etente. Esta cláusula del art. 18 no define cuál es la auto- bilateralitiad o contradicción, para que cada una de aquellas1par1es tenga
ridad competente, pero se interpreta que, como principio, solamente Jo es derecho de defensa y de control de los actos procesales propios y ajenos; e)
la auton·dad judicial, y únicamente - por exrepción- la que no lo es. el princi¡Jio de congruencia prescribe que la sentencia 110 se puede apar-
. _Nuestra Corte tiene dicho que las dos únicas figuras que en la consti- tar, en lo que resuelve. de las pretensiones articuladas por las partes. ni
tuc1~~ dan base a la privación de libertad son el ¡;roceso ¡;enal y el estado para excederse ni para on1itir algo respecto del n1aterial que es objeto del
de sitio (ver, para ése, el art. 23). proceso.

E~ jurisprudencia ~·eciente, la (~orle ha negado que las cárnaras del congreso y En nJateria no penal, el proceso puede sust.an<.:iarse en rebeldía del dcn1anda-
la~ l.egr~laturas locales 1n1pongan a1Testos a terceros invocando ofensa 0 lesión a do, sicn1pre que se hayan cun1plido las fonnas legdles de la notificación de la de-
pnv1Jeg1os parla111enta1ios. manda; en crunbio, en el proceso penal la rebeldía obsta a la tra1nitaci611.

25: -:--- E1Hcndemos que mediante ley razonable se puctle atribuir a Ja a 11 tnri- 29. - La duración del proceso tiene que ser razonable a tenor de
d~1d po~¡cia: 1~ lac.:.ultatl cxcepcio1.1a.I de detener pe~'Sonas en c¡¡sos n1uy especiales de cuál sea la naluraleza de la pretensión que, como siempre, requiere gozar
u1,~~n-c1a, ~delito~ 1nfra~1111t1'.1~~1c10 vehe1ncnte de delito) con Ja ohligación de po- de tutela judicial eficaz; en consonancia, la sentencia se ha de dictar en
111.:1la:; de 1nn1ed1ato a d1spos1c1on de Jucz competente.
tiempo tatnbién oportw10 para que sea capaz de rendir utilidad y elicacia
. Los org1~11is111os .de ~a ad1ui11istración carecen de facultad jurisdi<.:cion¡¡I para al justiciable.
unponer sanciones pn\'aUva:> de libertad que, por su duración, equivalen a pena.~ y
que carecen de posible revisión judicial. Como rcsun1en, queda bien visible el derecho del justiciable a lograr
. Desde el fallo de la Corte del uño 1957 en el caso "Mouviel", los edictos poli- una decisión judicial (sentencia) rápida y efica;,. Tal derecho se viola cuando
ctales no pueden establecer sanciones privativas de libertad. los ltibunalcs dilatan sin térn1ino la decisión de cuestiones planteadas ante
ellos.
. 26. - .Varios tratmlos de derechos hunzanos con jerarquía consti 1u-
c1onal contienen nom1as equivalentes a ésta que comentamos de nuestro 30. - La "formalidad" (o "forn1as") del proceso no ba de incurrir,
art. 18. por exceso. en lo que la Corte descalifica como e;:ceso ritual nzanijiesto.
Ello ¡X>rque la verdad n1atcrial u objetiva tiene que prevalecer sobre la
verdad formal.
El debido proceso
31. - Las formas regulares y básicas del debido proceso son condi-
. . 27. -El punto de arranque se halla, nuevan1ente. en el an. 18: es ción indispensable para que la sentencia que pone fin al proceso goce de la
inviolable la defensa en juicio de la persona y de los derechos. En su iilillutabilidad y del efecto de la cosa juzgada, que se convierte así en un
brevedad, esta frase condensa el núcleo y contenido esencial del debido contenido del derecho de propiedad inviolable.
p~oceso, ~ue es un aspecto del derecho a la jurisdicción y a la tutela judi-
cial efecu va. · 32. - Para dictar la sentencia, los jueces tienen obligación de suplir
el derecho que las partes no le invocan o que le invocan mal; ello porque
28: -:- El esquema sería éste: a) todo Justiciable tiene derecho a un así lo establece el principio del ''iura novit curia". Ell ca1nbio, en cuanto a
proced11nie1110 que no es cualquiera, sino el "debido"; b) si no hay ley los hechos, el juez debe atenerse a los alegados y probados por las partes,
razonable.qu~ lo tenga establecido, el juez de la causa debe arbitrarlo; c) con miras a conocer la verdad material u objetiva.
en la tram1ta~1~n u~! p~o.ceso, el justiciable ha de disponer de oportunidad
para su pan~c1pacL011 utJl y suficiente; d) cuando hay disputa entre partes 33. - El debido proceso se extiende asinúsn10 a la segunda instan-
que coptrov1ertcn sus pretensiones o derechos. el debido proceso exige Ja cia, cuando la hay. Se co11sidera segunda iI1stancia la etapa procesal que. a
• •
191
190 COMPENDCO DE O~Rl!CHO CONSTITIJCIONAL LAS OARMIÍAS

continuaci6n de la primera, se propone rev_isar lo resucito en ella; si la ley ción ante legislaciones de einergencia), así como de Jos derivados de convenios
abre una tercera instancia, hay que involucrarla latan1ente en lo que llan1a- colectívos de trabajo.
mos la instancia 11uiltiple.
En el proceso 110 lJenal, no es inconstitucional la instáncia única; en el El derecho procesal constitucional
proceso penal, hay tratados con jerarquía constitucional que obligan a que
haya doble instancia. 36. - Actualn1ente, ha cobrado auge el llamado derecho procesal cons-

Asimisn10, cuando hay actividad jurisdiccional a cargo de organis1nos titucional. ¿O n1ás bien derecho constitucional procesal?
o tribunales ad111i11istrativos, al igual que a cargo de tribunales nlilitares, Con una u otra denon1inación, se trata de encarar desde el derecho
es indispensable que de lo que en esas instancias se resuelve haya una constitucional todo cuanto precisan los derechos para encarr~ll~se
alzada judicial de revisión. procesaln1ente ante los tribunales de justicia: vías, for1nas, proced1nuen-
Cuando la doble instancia no es exigible, pero está establecida en la tos, garantías que den curso a los derechos para su defensa Y su tutela.
ley. resulta inconstitucional in1pedir el acceso a ella.
37. - Puede llan1arse jurisdicción constitucional a la adtninistració~
Este argu1nento concurre para decir que el "per saltu111" o salto de
de justicia que. n1ediante procesos y recurs~s, presta cobertura a la const 1-
instancias para llegar de esa nlancra hasta la Corte Suprc1na es inconstitu-
cional. a n1enos que esté previsto y reglamentado legalmente con suficien- tución y a los derechos en el sistema garanusta.
te razonabilidad excepcional.
38. - Ya dijimos que para su efectividad, este siste1na c~.ge q~~ quien
pretende la tutela judicial de sus derechos disponga de leg1t1n1ac1on pro-
34. - Aunque los derechos y garantías están con1eridos a los parti-
culares frente al estado, hay que tener n1uy en claro que cuando el estado
cesal para hacerlos valer.
litigct en un proceso como un justiciable equiparable a cualquier otro, se le 39. - La jurisdicción constitucional cuenta l1oy ~n un úJti~o espa-
ha de respetar y garantizar el debido proceso y la defensa en juicio. cio en la jurisdicción supraestatal cuando hay organ1sm?s ~ tnbunal~
internacionales a los cuales acudir después de agotar las Vlas mtemas. En
el siste1na i11teran1ericano existe la Coniísió11 Interar11erica11a de Dere-
La irretroactividad de la ley chos Hunwnos v la Corte Inieranzericana de Derechos Hunwnos.
35. - La retroactividad de la ley suscita problemas constitucionales,
y aun cuando la constitución no contiene -salvo en materia penal- norma
alguna que l'esucl va expresamente cuándo la retroactividad queda prohibi-
da. contamos con una pauta en la jurisprudencia de la Corte, coruorme a la
cual el principio de que las leyes 110 son retroactivas sólo en1ana de la ley,
pero atlquiere rango constitucio11al cuando una ley nueva viene a privar
a alguien de un dérecho ya incor¡Jorado a su patrimonio, porque en ese
caso transgrede la garantía de inviolabilidad de la propiedad del arl. 17.

Este standard resguarda actos administrativos pasados en auto1idad de cosa


juzgada administrativa: actos procesales válidamente cumplidos en un juicio con-
forme a la ley en vigor al tiempo de llevarse a cabo; y los derechos y obligaciones
emergentes de contratos válidamente celebrados entre particulares (salvo la excep-
'
'<


CAPITuLO XXV

LAS GARANTIAS PENALES

Ley y juicio previos

1. - La garantía penal específica del art. 18 reza así: ningún habi-


tante de la nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley
anterior al hecho del proceso. Sintetizado, quiere decir que "no hay delito
ni pena sin ley penal anterior".
El desglose de la norma es éste:
a) debe existir ley del congreso antes del "hecho": a') en nlateria pe-
nal la competencia legislativa es exclusiva del congreso (art. 75 inc. 12) y
prohibida a las provincias (art 126); a'') la ley debe describir el tipo delictivo
(ilícito penal) y contener la pena (sanción); a'") el poder ejecutivo no pue-
de dictar decretos de necesidad y urgencia en materia penal, ni el congreso
delegarle facultades legislativas en ese ámbito, como tampoco es viable
que mediante el derecho de iniciativa legislativa popular se dicten leyes en
materia penal (ver ans. 99 inc. 3°, 76 y 39);
b) la ley aludida en el inc. a) debe ser previa "al hecho del proceso",
entendiéndose que tal "hecho" es la conducta humana que coincide con la
figura legal de la incriminación; o sea, aquí se consagra la irretroactividad
de la ley penal;
c) es menester, todavía, el juicio previo a la condena; en tal juicio, el
debido proceso exige cuatro etapas: acusaci6n. defensa, prueba, y sen-
tencia;
d) la sentencia tiene que estar fundada en ley; tal ley es la que hemos
referido en los incs. a) y b).

2. - Hasta que se dicta sentencia y ésta queda firme, toda persona tiene dere-
.-

• •

194 COMPENDIO DE DERECHO CONSTITIJCIONAL LASGARANTIASPENALES 195

cho a la presunción de inocencia. Es éste un derecho implícito en la constitución, que, en orden a la duración razonable del proceso penal, la garantía de la
que consta en algunos tratados de derechos hutnanos con jerarquía constitucional. defensa en juicio incluye el derecho de todo imputado a obtener un pronun-
El indulto dispuesto 1nientras pende el proceso penal es inconstitucional, a ciamiento que, definiendo su posición frente a la ley y a la sociedad, ponga
menos que el procesado lo consienta o lo solicite. término del modo más breve posible a la situación de incertidumbre y de
restricción de la libertad que comporra el enjuiciamiento penal. O sea que
3. - Los delitos del derecho internacional que se denominan "de existe un derecho a librarse del estado "de sospecha" que, no obstante la
lesa 11umanidad" o "contra el derecho de gentes" plantean el requisito de la presunción de inocencia, deriva de la acusación de haberse cometido un
ley previa de la siguiente manera: a) si el tratado describe claramente una delito.
conducta típica como delictuosa, la "ley previa" queda satisfecha; b) con10
el tratado no establece la sanción penal, hace falta la ley inten1a también
previa al hecho, que fije la pena; e) el estado queda obligado a dictar tal ley 7. - El juicio penal en plazo razonable cuenta con normas en trata-
dos de jerarquía constitucional.
sancionatoria para dar efectividad al tratado.
8. - Respecto de la pena, vale agregar que: a) no hay pena sin cul-
El proceso penal pabilidad. lo que in1plica que la responsabilidad penal presupone como
condición que el sujeto condenado haya ejecutado culpablemente un acto
4. - El proceso penal no tiene que ser entendido como instrun1ento prohibido; b) la pena es personal, o sea que no se transmite a terceros (ver
para penar, sino "para conocer si se debe penar o no". art. 119).
Es necesario que el rninisterio fiscal ejerza la acción penal con la que
9. - El error judicial cuenta con disposiciones en tratados de jerarquía cons-
delimite el objeto del proceso. En los delitos de acción pública (que titulariza titucional para reparar el daño sufrido por quien fue maJ condenado, o fue ilegal-
el ministerio público) se debe reconocer a la víctinza la legitin1ación proce- 1neote detenido o preso. Pero nuestra Corte tiene dicho que la responsabilidad del
sal para querellar. estado por error judicial sólo es viable una vez que el acto judicial originante del
El principio de bilateralidad, contradicción o congruencia requiere dafio es declarado ilegítimo y dejado sin efecto, porque hasta ese momento subsiste
que en el proceso penal se legitime al imputado como autor del delito; que la autoridad de la cosa juzgada.
no se excluya la ineludible intervención del fiscal, y que se dé cobertura al
debido proceso y a la defensa en juicio.
El artículo 118
5. - La privación de libertad durante el proceso solamente es cons-
titucionalmente viable para asegurar, como medida cautelar, que el impu- 1O. - El art. 118 dispone que los juicios crin1inales ordinarios se ter-
tado no obstruya el proceso ni eluda su comparecencia, todo lo que -con- minarán por "jurados", luego que se establezca en la república esta institu-
forme a tratados de jerarquía constitucional- significa que la privación ción. Hacen también alusión al juicio por jurados los arts. 24 y 75 inc. 12.
precautoria de Ja libertad sólo debe motivarse en suficientes razones pre-
1
., ventivas que guarden relación con el fID del proceso penal y el dcscuhri- La forma en que está redactada la frase citada del art. 118 nos lleva a pensar
n1iento de la verdad. En todo los casos en que proceda, la duración de la que la constitución ha concedido al cdngreso un espacio temporal amplio y elástico
privación de libertad ha de ser razonablemente breve. La índole del delito, para decidir en qué 1non1ento considera oportuno y conveniente implantar el juicio
su gravedad, y la pena que la ley le asigna, no son por sí solos un motivo por jurados, lo que de ser así no permitiría afirmar que la inexistencia del jurado
equivale a una omisión inconstitucional. Pero, evidentemente, queda la duda de
razonable de detención preventiva. hasta cuándo es razonable suponer que se prolonga el plazo indeterminado a favor
del congreso, porque en algl1n momento se habría de reputar extinguido y, por ende,
6. - La jurisprudencia de la Corte Suprema tiene sentada la pauta de configurada la inconstitucionalidad por omisión .

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-- - .
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• • •

196 CoMPEi"1DIO DE DERECHO CONSTmJCIO~AL LAS GARM1'ÍAS PENALES 197

11. - El nús1no art. 118 establece que el juicio penal se hade sustan- llamada "reformatio in pejus" (o refornia en perjuicio), y se e11uncia así:
ciar en ta misn1a provincia donde se cometió el delito. Tal regla se conoce eJ tribunal de segunda instancia (o de alzada) al que recurre solamente el
como "forum dclicti commissi", o sea: co1npe1encia territorial de los tri- inculpado para que se mejore su situación penal, no puede empeorar o
•'
bunales penales determinada por el lugar donde el delito fue perpetrado. agravar su situación; esto últin10 sólo es viable si concurre recurso acusa-
torio del fiscal.
La regla requiere una interpretación elástica que, sin desvirtuar el recaudo de

inmediatez geográfica, permita distribµir ra-.:onablemnte la con1petencia territorial. 15. - Una de las n1ás patentes lesiones a las garantías propias del
Y ello tanto para los tribunales provinciales con10 para los federales. En relación proceso penal se consu1na cuando se condena por un hecl10 diferente del
con estos últimos, sería inconstitucional un tribunal penal con competencia territo- que ha sido objeto de acusación y prueba.
rial en todo el país.
•/
16. - Si en vc::zde delitos se trata defa.ltasy contravenciones, y el juzganlienlo
12. -Finalmente, el art. 118 prescribe que si el delito se cometefae- se halla a cargo de organismos administrativos con co1npetencia jurisdiccional, es
ra del territorio argentino "contra el derecho de gentes", el congreso de- imprescindible que exista una vía de posible revisión judicial respecto de la san-
be detenninar por ley especial el lugar en que se ha de seguir el juicio. ., '
c1on unpuesta.

Por una razón de sentido común tenemos dicho, a la inversa, que analógica- 17. - El principio de la ley ¡Jenal niás benigna. que la Corte consi-
tnente debe aceptarse que si el delito contra el derecho de gentes se comete en terri- deraba de rango solamente legal (art 2° del código penal). tiene desde
torio argentino, puede existir jurisdicción a favor de un tribunal extranjero. Por ende, l 994 jerarquía constitucional por emanar de tratados que por el art. 75 inc.
ea ambos supuestos no rige el principio de te1ritorialidad para los delitos contra el 22 se hallan a ese nivel.
derecho de gentes, equiparables a los de lesa hu1nanidad.
Las dos caras del principio son: a) Ja "nueva" ley penal más benigna
es retroactiva; b) la ley "anterior" n1ás benigna es ult raactiva.
Una serie de pautas y principios
18. - El principio del "11011 bis in iden1" también es tomado en cuen-
13. - En el proceso penal no puede existir la instancia única. Al ta por tratados con jerarquía constitucional, aunque con distinto alcance;
contrario, tal como Lrat:ados con jerarquía constitucional lo ordenan, se ha en efecto, según el Pacto de San José de Costa Rica el inculpado "absuel-
1 to" 110 puede ser procesado nuevamente por el mismo hecho. núentras el
de poder recurrir el fallo ante juez o tribu!la/ superior. De ello se des-
prende que en el proceso penal ha de existir instancia doble (o wúltiple: Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos impide el posterior
más de una). juicio tanto si el inculpado fue absuelto como si ya fue condenado.
La jurisprudencia de la Corte posterior a 1988 ha dejado aclarado que En el traslado a nuestro derecho constitucional, opinamos que el "non
la instancia recursiva debe existir al margen del recurso extraordinario, lo bis in ídem" abarca la doble hipótesis de una anterior absolución y una
que significa que si del fallo penal sólo se pudiera acudir a la h1stancia anterior condena.
extraordinaria de la Corte, el recaudo de la instancia doble no estaría satis-
fecho. 19. - En materia de política criminal, a menos que se 1rate de deli-
tos que están previstos y tipificados en.la constitución, o que tienen fuente
Parece lógico inferir que este derecho de acudir a una instancia de internacional, es el congreso el que escoge razonablen1ente cuáles son los
revisión está deparado a favor del inculpado, y no del ministerio fiscal, lo
bienes jurídicos a los que va a dar cobertura penal mediante la incrin1i-
que implica que a este último la ley puede conferirle el derecho de recurrir,
nación y sanción de conductas que los lesionan. Incriminar o no incrin1i-
pero que de no ser así no existe violación constitucional.
nar es, pues, una competencia del congreso.
14. - En el proceso penal rige asimismo el principio que protu'be la Ahora bien, en esa selección hay que dejar bien admitido que el con-
------ -- _.._,_

• •
LAS GARANTfAS PENALES 199
198 Co~PENDIO DE DERECHO coNSTrruc10NAL

greso puede incurrir en i11co11stitucíonalidad, lo que acontece en cualquie- Los delitos constitucionales
ra de los dos ca1npos: el del tipo penal, y el de la sanción penal. En el
primero, ello ocurre cuando incrimina conductas que pertenecen al ámbito 25. - La constitución t.rae cinco normas que tipifican conductas
de la intinzidad o privacidad (lo que se da, a nuestro juicio, convirtiendo en delíctuosas, pero no establecen la sanción penal. Son los acrts. 15, 22129,
delito la tenencia y el consumo personales de drogas en dosis mínimas); y 36 y 119.
en el segundo cuando la pena no guarda proporción razonable con la con- El n1ás llamativo es el are. 29, que tiene una fuerte raíz histórica etl
ducta delictuosa. · cúanto incrin1ina conductas que fueron propias del petfodo correspondien-
te a la tiranía de Rosas.
20. - La pena de muerte sienipre es inconstitucional en nuestro
Así como clijin10s que la política criittinal del c011gteso es la c¡ue decide c¡ué
derecho. Hay tratados de jerarquía constitucional que prohíben restable-
bienes jurídicos van a recibir tutela penal, hen1os de tel!Íinnar qu~ cuando la cons-
cerla en los estados que la han abolido, o que hnpiden extenderla a delitos titución contiene delitos, la ley está obligada a adjudicarles la petitl corresporttliel1-
a los que Ja ley interna no les adjudica actualn1ente tal sanción. te. Asimisn10, la ley penal no puede alterar la descripción típica de Jas conductas
que la cdnslitución incrimina en Jos artículos antes citados.
21. ~ La ejecución de la JJena no es un mero problema de política
criminal, porque la condena guarda nexo con múltiples derechos y garan-
tías, y excede el marco de una mera cuestión penitenciaria. Por ende, el
tribunal que aplica la pena, u otro co1upetente, ha de asuinir o retener el
control judicial necesario, tanto a los fines de una eficaz defensa social y
de Ja seguridad, con10 a los de tutelar la dignidad y los derechos del conde-
nado, y vigilar las condlciones de vida en su encarcelamiento.

22. - En tratados de jerarquía constitucional se alude a la finali-


dad de reforma y readaptación S<Xial de los penados, a la vez que se obliga
a separar a los procesados de los condenados.

Las prohibiciones constitucionales

23. - Ha de tenerse en cuenta la serie de [Jrohibiciones que contiene


la constitución en materia penal. Así:
a) están abolidos los tornientO$ y los azotes (art. l 8);
b) está abolida la peria de 1n.uQrte par ca4sas polfticas (ídem):
e) está abolida la qonftscactón de bienes (art. l 7);
d) las cárceles serán sanas y limpias. para seguridad y no para castigo
(art. 18).

24. - Hay tratados de jerarquía constitucional que prohíben la tor-


tura, y las penas o los tra~os crueles, inhun1anos o degradantes.
CAPtruLO XXVI

LAS LIMITACIONES EN EL SISTEMA DE DJ~l~CHOS

Las limitaciones permanentes y las excep<;ionales

l. - Es un axioma constilucional el que asevera que los derechos no


son absolutos sino relativos, lo que presupone que: a) tienen lín1ites por-
que son ontológicamente "limitados", yb) son ''limitables" por las normas
que, a tenor del art. 14, reglamentan su ejercicio. Todo ello es consecuen-
cia natural de un dato real; sociológican1ente, hay derechos porque hay
convivencia societaria entre las personas que titularizan entre sí esos dere-
chos.

2. - Las l4nitaciones a Jos derc¡chos son de dos clases: algunas son


permanentes, y otrM son excepcionales y transitorias. Mien1ras a los dere·
ellos se los debe interpretar siempre con criterio amplio, a las liinitaciones
se las tiene que interpretar de manera restrictiva.

. 3. - En el derecho constitucional se ha acuñado la expresión "poder


de policía" (police power en el derecho norteamericano) para aludir a la
competencia limitativa de los derechos, y se lo divide según dos concep-
tos: a) el concepto aniplio, propio del "broad and plenary" de Estados
Unidos, incluye en el ámbito del poder de policía a todas las limitaciones
de que son susceptibles los derechos; b) el concepto restringido, en cam-
bio, sólo incluye las limitaciones que, con un objetivo bien específico, tien-
den a proteger la salubridad. la nioralidad y la seguridad públicas.

4. - Si se adopta el concepto an1plio, creemos que es~amos ante el pbder del


estado a secas, por Jo que no vale darle un nombre especial con la expresión "poder
de policía". Si se adopta el concepto restringido, tiene sentido usar una denomina-
202 COMPE.l\"010 DE DERECHO CONSTITUCIONAL LAS LIMIT ACIONF.S EN EL SISTEtvlA DE DERECHOS 203

ción específica, porque nos hallamos ante una porción o un segn1e1110 del poder las emergencias como situaciones de excepción, o a11om1ales, o crfticas.
estatal. Lo que resulta más sencillo es desdoblar el tenia para abordar: a) las enier-
gencias como acontecimientos reales (por ej., la guerra, los desórdenes
5. - El poder de policía esrricto no consiste únican1ente en la facul- domésticos, las crisis econótnicas, etc.); b) los institutos de eniergencia
tad de dictar normas, sino que añade todo acto de autoridad que sea condu- que se ponen en vigor para conjurar y superar a las en1ergencia<; (por ej., el
cente al fin de proteger la salubridad, la inoralidad y la seguridad públicas. estado de guerra, el estado de silio, la ley marcial, la suspensión de garan-

tías, los remedios innominados, etc.).
6. - Cuando se adopta la tesis amplia y, por ende, poder de policía
significa toda clase de limitación a los derechos por cualquier objetivo de 10. - Al trasladar este breve esquema a nuestro derecho constitucio-
bienestar, parece que, con10 principio, Ja competencia es propia del estado nal, encontran1os en la constitución fom1al Ja mención de dos en1ergencias:
federal en virtud de Jos arts. 14 y 28. Cuando se ton1a partido por la tesis a) la guerrtL (alaque exterior) y la co11n1oci611 interna; y b) un instituto de
restringida, la salubridad. moralidad y seguridad públicas incumben, en emergencia común a ambas, que es el estado de sitio. El "estado de gue-
principio, y prin1ariamente, a las jurisdicciones locales. rra" con10 instituto habilitado para una emergencia bélica no oonsta expre-
En convergencia, y co1no tesis personal favorable al criterio estricto, sa1nente' 11i tiene denominación, pero surge implícitan1ente de !as con1pe-
hemos de decir que si bien la competencia es en principio local, el estado tencias previstas para el caso en los arts. 75 inc. 25 y 99 inc. 15.
federal la puede asumir excepcionalmente cada vez que la salubridad, mo-
ralidad y seguridad públicas guardan relación con el bien común de toda la 11. - Fuera de la constitución fom1al, conocen1os las emergencias o
población y repercuten en él. crisis econó1nicas, para las que se adoptan medidas de diversa clase.

7. - En situaciones de eniergencia, la pauta limitativa de los dere- 12. - Con la refor1na de 1994 hay que recordar que el ort. 76 e1nplca la locu-
chos se ajusta a lo que tiene señalado la jurisprudencia de la Corte: la ción ''emergencia pública" para calificar una siluación excepcional en materia de
eniergencia no autoriza el ejercicio de poderes que la co11stitució11 110 delegación legislativa a favor del poder ejecutivo; asinúsmo, el art. 99 ;ne. 3 º prevé
acuerda a Los órganos gubernan1entales. pero proporciona ocasión para las circunstancias también excepcionales que permiten al poder ejecutivo dictar
decretos de "necesidad y urgencia".
que los concedidos se en1plee11 co11 u11 ejercicio pleno y a nienudo distin-
to del ordinario.
13. - El efecto global que cabe atribuir a los institutos de emergen-
8. - En los tratados de derechos huma11os con jerarquía constitu- cia se bifurca así: a) acrecientan ciertas cornpetencias del poder, refor-
cional existen previsiones limitativas de los derechos. Como ejemplo, re- zando las de un órgano o de varios; b) origi11a1i liniitacio11es nzás severas
cordemos que el Pacto de San José de Costa Rica conciene una cláusula que las habituales para los derechos, libert.aáes y garantías.
genérica en el art. 32, donde se enuncia que los derechos están limitados
por los derechos de los demás, por la seguridad de todos y por las justas 14. - Desde nuestro punto de vista, ha de fw1cionar ampliamente el
exigencias del bieri común en una sociedad democrática. Las resrricciones control judici.al de constitucionalidad, tanto para verificar si realmente
que autoriza el Pacto no pueden aplicarse sino conforme a las leyes que se hay emergencia -o no-; si el instituto de emergencia que se halla en vigor
dicten por motivos de interés general y con el propósito para el que han se corresponde con las normas existentes en la constitución -o no-; y si las
sido establecidas (art. 30). medidas adoptadas en consecuencia respon~en a los parámetros de
razonabilidad y liinitación que las justifican -o no-.

J_,as situaciones de emergencia 15. - Hay, según la Corte, condiciones mínin1as para la validez cons-
titucional de los institutos y las medidas de emergencia: a) una situación
9. - Es difícil describir en un concepto genérico y común lo que son real de emergencia, declarada o comprobada; b) un fin real de interés so-

LAS UMITACIONF.S EN EL SlSTE.'v!A DE DERECHOS 205
204 COMPENDIO DE DERECHO COl'S l'l'IUClONAL

una de las dos situaciones recién citadas debe J>oner en peligro el ejerci-
cial y público; e) 1ra11si1oriedad en la regulación excepcional; d) razona- cio de la constitución y de las autoridades creadas por ella; y b) debe
bilidad del medio elegido, o sea, proporción y adecuación entre la medida producir penurbació11 del orden. O sea que no es suficiente que hay~ ata-
dispuesta, el fin buscado. y los n1otivos y causas que han dado origen a la que exterior o conn1oción interna, porque adeniás hai1 de concurrir los
medida de emergencia. requisitos que acabamos de enunciar.


21 . - De ellos se desprende que no estamos ante una con1petenci'a de
La guerra y la paz ejercicio discrecional sino Lodo lo conLrario: el órgano que va a disponer la
declaración del estado de sitio se encuentra ceñido al encuadre que para su
16. - Respecto de la guerra. podemos afir1nar sintéticamente que los procedencia consigna la constitución. Por ende, aunque es innegable la
arts. 6° y 23 en sus alusiones al ataque o la invasión exterior limitan el naturaleza "política" del acto declarativo, y aunque por ello se postule su
marco constitucional de la guerra a la que tiene carácter defensivo. Es la no judiciabilidad, nosotros afirmamos que:
única que parece quedar legitin1ada. La guerra "civil" está prolúbida en el a) no obstante la jurisprudencia en contrario de la Corte, el acto de-
art. 127. clarativo debe caer bajo control judicial de constitucionalidad para verifi-
car si concurren los presupuestos habilitantes; además: a') coincidimos
Como contracara. cuando el preámbulo obliga a "consolidar la
17. - con la Corte cuando considera revisables judicialmente los requisitos de
paz interior" y "constituir la unión nacional" se nos hace fácil, en coordi- con1petencia y de fomza que prescribe la constitución; más a") la exigen-
nación con lo recién dicho acerca de la guerra, detectar en la constitución cia de fijación del plazo de vigencia del estado de sitio y del lugar donde
como derecho in1pücito el derecho "a la paz". A su vez, el deber de "pro- ha de regir;
veer a la defensa contún" nos lleva a pensar que hay que "defender la b) son judiciable.v fas nzedidas concretas que se adoptan en ejecu-
paz". Todo sin olvidar que el art. 27 obliga al gobierno federal a afianzar ción del estado de sitio, a efectos de controlar su razonabilidad;
sus relaciones de paz con las potencias cxlranjeras. e) la duración o subsis1encia del estado de sitio no ha de evadir el
control judicial, porque si bien debe tener plazo fijado, puede ocurrir que
Si avanzamos al derecho i111ernacional de nuestros días, aca-
18. - antes de su vencin1iento hayan desaparecido las causas y razones que en su
so tenga asidero coincidir con quienes sostienen que la guerra es un cri- momento hicieron viable la puesta en vigor del estado de sitio.
men de lesa hurnanidad.
22. -Cuando la causal radica en el ataque exterior, el estado de si-
19. - En un retorno a Ja guerra y la paz en el derecho constitucional argentino tio tiene que ser declarado por el poder ejecutivo con acuerdo del senado
no onútimos postular que la. llan1ada ley 111an:ial con sujeción de los civiles a la (art. 99 inc. 16) (si el congreso está en receso, debe ser convocado); cuan-
justicia nrilitar no solamente carece de encuadre en la constitución, sino que la
do la causa consiste en la conmoción inte111a, el estado de sitio tiene que
viola.
ser declarado por el congreso (art. 75 inc. 29 y 99 inc. 16); (si el congreso
está en receso, la facultad puede ejercerla el poder ejecutivo -art. 99 ~ne.
16- correspondiendo al congreso aprobarlo o suspenderlo -art. 75 111c.
El estado de sitio
29-'; pero aden1ás pensamos que cuando el congreso está en receso, el eje-
cutivo que declara el estado de sitio debe convocarlo inmediatamente).
20. - El estado de sitio es el instituto de emergencia que la constitu-
ción tiene arbilrado para dos situaciones: a) ataque exterior; b) conn10-
.,;. .
cion interior.
23. - Surge, entonces, que:
a) el estado de sitio es una situación de excepción, con causales y
El art. 23 cuida muy bien el diseño de los casos, que quedan condicio- condicionamientos bien definidos;
nados dentro de un marco reglado a tenor de las siguientes pautas: a) cada



LAS UMIT ACIONES E.N EL SISTEMA DE DERECHOS
207
206 COMPENDIO DE DERECHO CONSTITIJCIONAL

29. -Aunque las 1nedidas que Jinútan la libertad corporal y Jos derec~1os s.e an

b) por ende, es trCl11sitorio; consideradas propias del poder ejecutivo, creemos que el congreso ~a regla-
e) debe tener fijado J'lazo de duración y_ lugar determinado; inentar por ley el estado de sitio, pero con parámetros globales Ymuy ~e_x~bles, ya
que cada estado de sitio tiene una fisononúa muy concreta que es dif1ctl captar
d) es conzpetencia exclusiva del gobienio fecieral.
anticipadamente y de modo global hacia el futuro. .. ,
En la competencia del congreso para declarar el, estado de s1tto, podr1a.(p~a
24. - En la constitución material, es uno de los institutos que en sus aplica- •• ese caso particular) establecerse qué derechos qued~nan af~tados; per~ en n1ngun
ciones sucesivas ha acusado mayor aparta1niento, y basta violación, de la co11stitu-
., caso el congreso puede inhibir o limitar la facul~ad privativa. d~l ~residente par.a
C!Oll. arrestar 0 trasladar personas, ni retacear o interfenr el control JUd1c1al de razonabi-
lidad.
25. - En trarados con jerarquía constitucional están previstas las
emergencias y sus posibles ~nstitutos, con suspensión de algtmas garan- 30. - Hemos de comprender que las limitaciones a la.liben~ corpo-
tías. ral y a tos derechos tienen naturaleza de medidas de ~eguriiiad ~Jamás de
penas, por lo que si acaso un arresto o un traslado revisten d~ac~ó~ exage-
rada equiparable a la de una pena, han de ser descalifica~~s 3ud1cialmen~
La linzitación de los derechos durante el estado ele sitio y dejados sin efecto. Además, para satisfacer la razo11ab1hdad, toda medi-
da restrictiva de un derecho ha de circunscribirse al caso ~~creto en q~e el
Nuestra constitución es sobria en su referencia a la linútación
26. - ejercicio del derecho limitado o impedido es capazde.o.ng~arunp~Lzgra
de los derechos durante la vigencia del estado de sitio. Hay una pauta glo- real y actual para el fin específico que ese estado de sitio uene en vtsta.
bal, según la cual quedan suspensas las garantías constitucionales en la
provincia o el territorio donde hay ¡Jerturbaci6n del orden. Y hay una 31. - Cuando la medida restrictiva recae en la libertad corporal, la
pauta específica que prohíbe al presüie111e de la república condenar por vía judicial de impugnación es el habeas corpus.
sí o aplicar penas, limitando su poder a arrestar o trasladar personas de 32. _El arreslo o traslado se vuelven inconstit11cio11al~s, ~ás. allá de lar~-
un punto a otro, si ellas no prefieren salir del territorio argentino.
ab ·11·dad en su causa cuando son dispuestos por funcionarios distintos al pres1-
zon 1 • • ·, · f ltad
dente de la república, que es el único habilitado por la constituc1on, sin acu
27. - La fórmula "suspensión de garantías" ha recibido diversas in- para transferir el ejercicio de su competencia.
terpretaciones, desde la nzuy an1plia que las abarca a todas (a veces aña-
diendo control judicial de razonabilidad respecto de cada medida limitativa), 33. -Además, estan1os seguros de que la facultad de arresto o tras-
hasta la muy estricta que sólo ad111ite la restricción de la libertad corpo- lado no es 'susceptible de reglamentación alguna, así como tampoco.lo es
ral mediante arresto o traslaqo. Entre 1nedio1 Ja tesis más acertada es, a el derecho de la persona arrestada o trasladada para optar por salir del
nuestro criterio, laque ell cada situación concreta va a afectar linútativa- país.
mente sólo a aquellos derechos cuyo ejercicio resulte incompatible con
los fines que en aqueJJa misma situación concreta busca el estado de sitio; 34. - En líneas generales hay que reivindicar la responsa~iliiiad del
y ello. más el control judicial de razonabilidad cada vez que la persona estado por el datio causado a una persona a causa de la.ausencia de razo-
afectada impugna judicialmente la medida que le ha sido aplicada. nabilidad en una o más medidas que la afectaron en su libe:tad o s~s der~­
chos durante el estado de sitio. De ser así, surge el deber zndemnizatorio
28. - El derecho judicial emanado de la Corte Suprema registra un reperto- del estado.
rio de fallos que, en la actualidad, permite rescatar -aunque con modalidades y
alcances no uniformes-un ámbito de posible control judicial de razonabilidad, bien
que limitado a supuestos de arbitrariedad en las medidas restriclivas.
--· ____ ...


1
l

CAPÍTl.JL() XXVII

; EL AMPARO

La eta pa anterior a la reforma constitucional de 1994

1. - Ha sido con1ún conceptuar al amparo con10 la acción destinada


a tutelar Jos derecho.' y libertades que, por ser diferentes de la libertad
corporal o flsica, escapan a la protección judicial por vía del habeas cor-
pus.
El amparo en cuanto garantía reviste la naturaleza de una acción de
i11co11stitucionalidad y de un proceso constitucional.

2. - Hasta la reforma constitucional de 1994 el amparo carecía de


norma en el texto de la constitución. La reforma lo incorporó en el art. 43.
El ingreso del amparo a nuestro derecho constitucional se produjo no
sólo sin norma constitucional alguna, sino además sin norma legal. La
fuente que le dio recepci9n fue la jurisprudencia de la Corte Suprema en
1957 y 1958. Hasta estas fechas, se entendió que el amparo no era viable
l porque faltaba la ley que previera y reglamentara el procedimiento judicial
• aseguir.
'~

3. - En 1957, el leading-case "Siri" acogió un amparo contra un acto


de autoridad pública. A la Corte le bastó afirmar que las garantías exis-
ten y ¡Jrotege11 a los individuos por el solo hecho de estar consagradas
en la constitución, independientemente de las leyes reglamentarias.

Esta aseveración no significó que la garantía del a1nparo constaba
;
como tal en la constitución, sino que, aun sin m,ención ni denominación,
surgía como vía defensiva de los derechos cuando era menester arbitrarla
por su rapidez y eficacia en un caso concreto. O sea que el garantismo
constitucional lo daba por implfcitanzerite incluido.
• •
210 COMPENDIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL EL AMPARO 211

4. -En 1958, el leading-case "Kot" dio curso a un amparo contra como propio del amparo "colectivo". Allí se añade que la acción de am-
actos de particulares, y explayó más el fundamento que un año antes ha- paro .se podrá interponer contra cualquier forma de discriminación, y en lo
bía expuesto en el caso "Siri". Así dijo: siempre que aparezca de 1nodo relativo a derechos que protegen al ambiente, a la competencia, al usuario
claro y manifiesto la ilegitintidad de una restricción cualquiera a uno de y al consumidor, así con10 a derechos de incidencia colectiva en general.
los derechos esenciales de las personas, a.sí como el dw1o grave e irre- En estos supuestos, están legitimados para promover el amparo el sujeto
parable que se causaría ren1itiendo la cuestión ci los procediniientos or- que resulta afectado, así como el defensor del pueblo y las asociaciones
dinarios (adn1inistrativos o judiciales), les corresponderá a. los jueces que propendan a esos fmes. (Cabe entender que, aun sin estar mencionado.
restablecer de irunediato el derecho resrringido por la rápida vía del hay casos en los que también este tipo de amparo puede ser interpuesto por
recurso de amparo. el ministerio público.)

5. -A partir de allí, en 1966 se dictó la ley 16.986 sobre amparo 9. - En el amparo clásico del primer párrafo se esboza un lineamiento
contra actos estatales, y en 1968 se incorporó al código procesal civil y amplio, del que se infiere que para interponer la acción no es menester
comercial (ley 17.454) el amparo contra actos de particulares, regulán- agotar ninguna vía previa. Asimismo, si el acto lesivo tiene apoyo en una
doselo como proceso sumarísimo. nomia general - por ej., una ley- el juez está habilitado para declarar la
inconstitucionalidad de esa norma. Si la lesión deriva directamente de
6. - En esta etapa brevemente descripta se entendió que el amparo debía fun- una ley autoaplicativa que no es intermediada por un acto concreto, cree-
cionar contra actos individuales (de autoridad o de particulares) pero no contra mos que también procede el amparo y la declaración de inconstitucionali-
non11as generales (leyes) que directa o indirectamente vulneraban derechos. No
dad. En lo que, en cambio, hay duda es en la viabilidad del amparo contra
obstarlte tal exclusión, tanto en el caso "Outón", fallado en 1967, como en el caso
"Peralta", fallado en 1990 (para no citar otros) Ja Corte adnlitió la procedencia del decisiones judiciales que, por ser actos estatales, pueden reputarse com-
amparo para controlar judicialmente si una supuesta lesión a un derecho por aplica- prendidas en la mención que de ellos hace la norma cuando describe los
ción de una ley significaba que esa ley causante de tal lesión era contraria a la supuestos de la acción; personalmente no nos merece objeción la respuesta
constitución -o no-. aflflllativa, a condición de que tal tipo de amparo no funcione con10 un
n1edio de sustraer causas judiciales del curso regular de un proceso y del
tribunal que, como juez natural, está interviniendo en éL
El amparo después de 1994
10. - La franja de mayor debate se abre en tomo de la locución que
7. - El actual art. 43 vino a disipar numerosos problemas y dudas. se inserta en el art. 43 cuando alude a la interposición del amparo "siempre
Según el texto, toda persona puede interponer acción expedita y rápida de que no exista otro medio judicial más idóneo". No ha de llegarse al extre-
amparo (en rigor, los calificativos de "expedito" y "rápido" corresponden mo de proponer que siempre y en cualquier caso el amparo se vucl ve una
más bien al proceso de amparo que a la acción) cuando no exista otro vía procesal sustitutiva de todas las demás, y que cada persona se halla en
medio judicial más idóneo, contra todo acto u oniisión de autoridad pú- condición de elegir la de su preferencia. A la inversa, tainpoco cabe imagi-
blica o de paniculares, que en forma actual o inminente lesione, restrinja, nar que el amparo queda descartado por el mero hecho de que haya cual-
altere o amenace con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, derechos y ga- quiera otra vía procesal disponible. En un punto medio de equilibrio, y
rantías reconocidos en la constitución, un tratado o una ley; el juez podrá atendiendo a cada caso y a la naturaleza de la pretensión que se articula
declarar la inconstitucionalidad de la nonna en que se funde el acto u onli- judicial1nente, la solución más prudente y objetiva viene a ser ésta: si una
sión lesivos. Tal Ja letra del párrafo primero, que alude al amparo con1ún, vía procesal, o todas las posibles, no resultan "más idóneas", hay que ad-
o amparo clásico. mitir el amparo en reemplazo de cualquiera otra vía "menos idónea". En
suma, la rnayor idoneidadjuega muy conectada a la eficacia que un deter-
8. - En seguida aparece un segundo párrafo, que se suele considerar minado proceso es capaz de rendir para tutelar el derecho que se supone
• •
212 COMPC.'\TJ)IO OE DERECHO CONS1Tl1JCIONAL
EL AMPARO 2 13

agredido por un acto arbitrario o manifiestamente ilegal; y Ja circunstancia


de que sea necesario aportar y producir prueba, o que la cuestión merezca chos e intereses protegidos tanto pueden derivar de la constitución como
mayor amplitud de debate no revisten - 11oy-entidad suficiente para recha- de un tratado o de una ley; y que es n1enester la existencia de arbitrariedad
zar a priori la procedencia del an1paro. o ilegalidad manifiesta en el acto lesivo, que bien puede consumarse a
través de una amenaza.
11. - Lo que sí es indispensable resguardar en el amparo es la
bilateralidad o contradicción en el proceso, para que quien es imputado 17. - El art. 43 en sus dos prilneros párrafos hasta aquí explicados
como autor del acto lesivo disponga de oportunidad participativa sufi cien- es direcla111entc operativo, por lo que aun en ausencia de ley reglan1entaria
te. tiene que ser aplicado por los jueces. Y por ser una norma federal obliga a
las ¡Jrovincias, que no pueden disminuir o negar la garantía amparista,
pero la pueden mejorar y atnpliar, porque la norma del art. 43 funciona
12. - En nuestra perspectiva personal damos por incluido en el amparo el . , .
caso en que la lesión proviene de una 01nisíón inco11sti1uciona/; o sea, de "no hacer" con10 un piso nurun10.
lo que la constitución ··111anda que se baga" (por ej., omitir el dictado de una ley o
un decreto cuya ausencia bloquea la efectividad de una nonna superior y proyecta 18. - Aunque sin perfilar los rasgos típicos del amparo que es pro-
lesión a uno o 1nás derechos que, debido a esa ausencia nor1nativa, quedan indispo- pio del derecho interno, hay tratados internacionales de rango constitu-
nibles). cional que albergan ilmominadan1ente un proceso judicial que da cabida y
encuadre a nuestro an1paro.
13. -Cuando ingresamos al párrafo segundo del art. 43 que, según
dijimos, describe al amparo "colectivo", ya no se aJude a que "toda perso-
na" pui..:de interponer la acción, sino que se menciona una triple legitüna-
ción a favor de: "el afectado", el defensor del pueblo. y "las asociacio-
nes ... ". De inmediato, circunscribe los bienes y derechos protegidos de la
siguiente manera: a) contra toda.fomza de discriniinación; b) en lo relati-
vo a derechos que protegen al anzbiente, a la competencia, al usuario y
al consurnidor; c) en lo relativo a "derechos de incidencia colectiva en
general".

14. - No es dudoso que aquí han hallado recepción expresa los intereses
difusos o colectivos, y que la "afectación" personal no requiere que el daflo o perjui-
cio recaiga solan1en te en "el afectado", porque también si es co11iún a n1uchos (afec-
tación gn,pai o colectiva) hay que adnútir que en ella queda comprendido e indivi-
dualizado cada uno de esos "varios" o "muchos". Por ende, rechazamos toda inter-
pretación que, añadiendo a la norma algo que la norma no dice, sostenga que para
deducir este amparo el sujeto promotor haya de ser afectado "personal y directo".

15. - Cuando la norma triplica la legitimación del modo ya explica-


do, hay que entender que ninguno de los tres legitimados tiene el monopo-
lio de la accióa.

16. - También en este amparo del párrafo segundo hemos de dar por
1
cierto que procede el control de constitucionalidad; que los bienes, dere-

CAPITuLO XXVIIl

EL HAB EAS DATA

Encuadre, tipologías y alcances

1. - En el temario que el congreso derivó a la convención constituyente cuan-


do declaró la necesidad de la refom1a constitucional no figurabll 1DCncionado el
habeas data con este nombre. Por eso, la reforma lo incluyó in110111inad<111te11t~ en el
ámbito nonnativo del m11paro. Es así co1no este habeas elata innominado quedó
regulado en el párrafo tercero del art. 43.
Antes de 1994, el co11stitucionalis1n.o provincial -además del con1parado-ya
lo habían acogido.

2. - "Esta acción" (a tenor de lo que dice el art. 43) podrá interpo-


nerse por "toda persona" con el objeto de:
a) conocer los datos a ella referidos y la finalidad de su almacena-
miento;
b) exigir la supresión, rectificación, confidencialidad o actualiw.-
ción de esos datos que
c) consten en registros
. o bancos de datos públicos. o privados si
éstos están destinados a proveer inforrnes.
La norma añade que no podrá afectarse el secreto de las fuentes de
infornzación periodística.

3. -A nuestro criterio, aun cuando los registros privados sólo pueden ser
materia de habeas data si están destinados a proveer datos, creemos que si no po-
seen esa finalidad pero suministran información a terceros, han de considerarse
abarcados en la viabilidad del habeas data.

4. - El vocabulario actual alude a derechos infomiáticos constitu-


---- --- - '

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216 COMPENDIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL Er. HABEAS DATA 217

cionales cuando toma en cuenta que la tutela mediante el habeas data co- a) La infom1ación en registros o ficheros referidos a la actividad co-
bre los servicios informáticos, computarizados o no, con toda clase de ut i- ntercial, ernpresarial ofinanciera de las personas, cuando su conocinúen-
to parece de acceso necesario a terceros que se hallan en la red de activida-
lización, aunque no sea automatizada, si el soporte material de los datos es
susceptible de tratamiento automatizado. des similares;
b) La docu1ne11tació11 histórica destinada a consulta e información de
Todo ello obedece al actual desarrollo tecnológico, al tratamiento electrónico investigadores, estudiosos, científicos y personas en general, con fines vin-
de la infonnación, al flujo cibernético, etc., que han hecho necesario resguardar la culados a lo que cabe denominar como cultura social:
privacidad personal en la circulación de la información. De ahí que al encararse el c) La defensa y seguridad del estado, cuando en un caso concreto
bien jurídico protegido por el habeas data sea frecuente, en torno de la intinl.idad, deba facilitarse excepcionaln1entc el acceso a ciertos datos personales re-
aludir a Ja reserva de bienes personales como los vinculados con el honor, la digni·
dad, Ja información "sensible", la verdad, la igualdad, la autodeterminación infor- gistrados.
mativa, la privacidad, etc.
7. - Conviene hacer otro breve repertorio con ciertas características.
5. - La variedad de fisonomías que ofrece el habeas data arroja el Así:
siguiente resumen: a) como principio, la legititnación para pro1nover el habeas data debe
a) Hay un habeas data i11fom1ativo para solicitar: reservarse al titular de los datos, tanto si es una persona física como si se
trata de una entidad colectiva, una asociación, etc.;
a') qué datos personales están registrados;
b) al igual que en el supuesto de los dos primeros párrafos del art. 43,
a") con qué finalidad se han obtenido y registrado; éste referido al habeas data reviste carácter de norma opera1iva, que debe
a'") de quéfue11te se han obtenido (salvo que se trate de fuentes pe- funcionar aunque no baya ley reglamentaria, y obliga a las provincias ;
riodísticas u otras resguardadas por secreto profesional); c) es viable el control judicial de constitucio11alidad de normas ge-
b) Hay un habeas data rec1ificador para: nerales que puedan estar en juego;
b') corregir datos que son falsos o inexactos; d) no hace falta arbitrariedad o ilegalidad manifiesta cuando el habeas
b") actualizar o adicionar datos atrasados o incompletos; data tiene por objeto conocer los datos personales archivados, o se pro-
mueve para rectificarlos, cancelarlos, actualizarlos, etc.
e) Hay un habeas data de preservación para:
e') excluir datos archivados que contienen información personal lla- 8. - El secreto periodístico al que alude la parte final de este tercer
mada "sensible" (por ej., los referidos a orientación sexual, identidad étnica párrafo del arl 43 tiene el siguiente alcance:
o racial, religión, ciertas enfermedades, ideas políticas, etc.); a) impide usar el habeas data para averiguar qué datos personales fi-
e") reservar en la confidencialidad ciertos datos archivados que han guran registrados periodística1ne11te;
sido legalmente acumulados, pero resultan innecesarios y sustraídos para b) impide conocer de dónde fueron obtenidos;
el acceso de terceros, o son susceptibles de causar daño a la persona si son e) incita a considerar corno fuente periodística a la que es propia de
conocidos por terceros; todos los medios audiovisuales y escritos de comunicación social, com-
d) Puede haber ?n habe~s data mixto, que tiende a más de una de las prendidos los informatizados.
finalidades expuestas en los anteriores incisos.
9. - Los tratados de jerarquía constitucional no se refieren expre-
6. - En la enumeración de ámbitos que no quedan resguardados samente al babeas data, pero es fácil comprender que lo abarcan cuando
por el habeas data podemos citar, ejemplificativamente, algunos datos que aluden al recurso sencillo y rápido que debe dispensársele al justiciable
razonablemente admiten reputarse de interés público o general. Así: cuando le resulta necesario.
CAPtruLO XXIX

EIJ HABEAS CORPUS

Lo clásico y lo nuevo en sus tipologías


¡
l. - El habeas corpus es la garantía tradicional que, como acción,
1 tutela la /iberlati,{ísica o cor¡Joral o de toco"1oción, a través de un procc-
din1iento judicial sumarlo que se tramita en fom1a de juicio.
Al decir que el habeas corpus protege la libertad física damos a enten-
der que es la garantía deparada contra actos que privan de esa libertad. o
que la res1ri11gen sin causa o sin formas legales, o con arbitrariedad (de-
tenciones. arrestos. traslados, prohibiciones de deambular, etc.).
AJ día de hoy henlos de añadir que quien se encuentra legítima o le-
galn1ente privado de su libertad (por prisión preventiva, condena penal,
et.e.) también puede deducir un habeas corpus cuando se agravan las con-
diciones de su privación de libertad de manera ilegal o arbitraria; en tal
caso, el babeas corpus no intenta la recuperación de la libertad sino el cese
de las restricciones que han agravado su privación.

2. - Antes de la reforma de 1994, una buena base del habeas corpus


se hallaba en la norma del art. 18 según la cual nadie puedti ser arrestado
,vino en virtud de orden escrita de autoridad competente. En 1984, la ley
23.098 dio desarrollo reglamentario al habeas corp\lS, Ahora, el párrafo
cuarto ':I tinal del art. 43 lo contempla especít1cainente..

" 3. - Las distintas cat~gorías de habeas corpus son éstas;


a) el habeas corpus clásico para rehabilitar la libertad física frente a
actos u omisiones que la restringen o impiden sin orden legal de autoridad
competente;
~ ---------- - -- - - - -- ~ - --

• • •
220 ( ))MPENDIO DE DERECHO CONSTITIJCIO:-'AL EL HABEAS CORPUS 221

b) el habeas corpus preventivo para frenar a111enazas cicnas e inn1i- efecto suspensivo; o sea que nlientras se tramita el recurso el beneficiario del ha-
nentes para la libertad física: beas corpus 111antiene recuperada su libertad.
e) el habeas corpus correctivo contra toda for1na ilegítima que agra-
8. - La ley 23.042 habilitó excepcinnahnente el uso del habeas corpus para
va la condición de una persona legalmente privada de su libertad: revisar sentencias fir1ncs de condena aplicadas a ci viles por tribunales 111ilitares.
d) el habeas corpus restringido contra nio/estias que perturban la li-
bertad de locomoción sin llegar a la privación de libertad (seguimientos. 9. - Aunque la ley 23.098 no previó, en el ámbito federal. el habeas
vigilancias, ele.). corpus contra actos de ¡Jarticulares, consideramos que tampoco niega su
e) el art. 43 ha incorporado co1no novedad el supuesto de procedencia procedencia, de for1na que si en tal supuesto un juez recibe una acción de
en el caso de la desa1Jarició11 forzalla de personas. habeas corpus, debe itnprin1irle trámite sumario (al modo co1no lo hizo la
Corte en 1957-195~ en materia de an1paro a falta de ley que lo reglara).
4. - La legitin1ación ¡Jrocesal para interpo11er un habeas corpus no
10. - En caso de sanciones privativas de libertad que son impuestas por or-
se lin1ila a la persona que acusa restricción en su libertad, sino que se ganis1nos no judiciales que disponen de esa co1npetencia, es sabido que debe que-
extiende a cualquier otra. aun sin estar apoderada por ella. Y a la vez, la dar expedita una vía judicial de revisión ulterior "suficiente". Si acaso tal control
ley 23.098 ha previsto el habeas corpus "de oficio", que confiere al juez la no abastece en un caso dclernrinado ese recaudo de "suficiencia", debe reputarse
habilitación cuando toma c-0nocin1iento por sí 1nisn10 de la afectación gra- viable el uso del habeas corpus.
ve de libertad padecida por una persona, con riesgo de sufrir pcr:iuicio irre-
parable o de ser trasladada fuera del án1bito de la jurisdicción del tribunal. 11. - De toda la serie de situaciones que hemos venido exponiendo
hay que derivar una conclusión. que es ésta: todo lo que no se halla expre-
5. - La ley citada contiene otros dos aspectos interesantes: samente previsto en el art. 43 último párrafo, pero era tenido con10 proce-
a) cuando la restricción a Ja libertad se produce durante el estado de sitio, el dente en la etapa anterior a la refom1a de 1994, induce a a.firmar que si-
juez del habeas corpus tiene con1petencia para controlar, en el caso concreto a deci- guen vigentes cuantas an1plitudes son útiles y convenientes para colmar
dir, la legitimidad del ac to declarativo del estado de sitio (pese a que, según dijimos, omisiones o silencios normativos.
la jurisprudencia de la Corte·ha considerado que se trata de una cuestión polílica no
judiciable); 12. - Asinlismo. el art. 43 últin10 párrafo es operativo, y obliga a las
. . . , .
b) cuando la limitación a la libertad se basa en una orden de autoridad que provi11c1as como piso mu1ltnO.
actúa aplicando una norma legal contraria a la constitución, el juez del babeas cor-
pus está habilitado a declarar inconstitucional dicha nonna " de oficio" (o sea, sin 13. - En tratados de derechos //ur11a11os con jerarquía constitucio-
petición de parte). nal hay normas que, sin usar la denonunación del habeas corpus, prevén la
procedencia de acciones de naturaleza análoga para resguardar la libertad
6. - En el proceso de habeas corpus hay que respetar el principio de corporal.
co11tradicci611 que asegura la bilateralidad, a fin de que pueda participar el
autor del acto lesivo.

7. - El llamado "auto" de habeas corpus es la orden que enlitc el j uez de la


causa requi.Jiendo a la a utoridad presuntamente autora del acto lesivo que inforr11e
acerca del mismo, conminándola -incluso- a presentar a la persona detenida. Que-
da claro, entonces, que el "'auto" de babeas corpus no es la sentencia final que se
dicta en el proceso.
Si tal sentencia hace lugar al habeas corpus y es recurrida, el recurso no tiene
,

CAPtruLO XXX

' LOS TRATADOS INTERNACIONALES

Su panorama internacional y ~onstitucional

l. - En virtud de las dos Convenciones de Viena sobre derecho de


los tratados, de l 969 y 1986, ambas incorporadas al derecho argentino. se
consideran trata.dos todos los acuerdos entre "sujetos de derecho interna-
cional", aunque acaso no seru1 estados sino -por ej.- organizaciones in ter·
nacionales.

Un criterio objetivo para distinguir un trntado de cualquier otro convenio o
contrato inten1acional es el que propone excluir de Ja categoría de los trnu1dos a los
' conveníos que quedan sometidos al derecho interno de un lilstado pnta regirse por
sus disposiciones (por ej., los convenios internncionales que, según el art. 124 de
nuestra constitución, pueden celebrar las provincias).

2. - El itinerario normal de un tratado transita por cuatro etapas:


a) negociación. a cargo del ¡Joder ejecutivo;
b)firnia, a cargo del poder ejecutivo;
c) aprobación, a cargo del congreso (su opuesto es el rechazo);
d) ratificación, a cargo del poder ejecutivo.
Salvo estipulación en contrario, w1a etapa no obliga a cu111plir la si-
guiente.

3. - Otras n1odalidades son las siguientes: a) el estado put!de '1adhe-


rir" a un tratado sin haberlo negociado ni fir1nado; b) hay tratados que
prevén su vigencia y obligatoriedad solamente con su firma, sin ratifica-
ción.

/
- ,,-.. --- ~ _-......;,,;;;¡---~-.--- - - -----

• •

224 Co~PEJ\'DIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL l,us TRATADOS rNTURNACIONALES 225

4. - En nuestro sistema, el acto de celebración de un tratado es un acto co1n- el estado dicte la normativa para darle desarro!Jo, la ley que así lo hace no
plejo porque requiere la concurrencia de voluntades de dos órganos: el presidente y produce la ·'incorporación" del tratado (que ya esrá incorporado por la
el congreso. ratificación) sino que permite sufu11cio11amiento (porque el tratado .por sí
solo·es inco1npleto) (por ej., lanorn1a del ·Pacto de San José·de Costa Rica
5. - El repertorio de norn1as constitucionales aplicables es éste: según la cual la "ley" "debe igualar" las filiaciones, no produce por sí
a) por el art. 99 inc. 11 el presidente concluye y firma tratados, con- mismo tal igualdad, sino que "obliga" al derecho interno a hacerla efecti-
cordatos y otras negociaciones con estados extranjeros y organismos inter- va).
nacionales;
b) por el an. 27, el gobierno federal "está obligado" a afianzar sus 11. - Los tratados ya ratificados deben ser ohjeto de publicación en
relaciones de paz y con1ercio con las potencias extranjeras por medio de el Boletín Oficial. En tal sentido cabe citar la ley 24.080 del año 1992.
tratados "que estén en conformidad con los principios de derecho público
establecidos en la constitución"; 12. - Cuando el arr. 75 in.e. 22 prevé que el congreso puede otorgar jerar-
quía co11stitucio11al a tratados de derechos l11u11anos, he1nos de desdoblar la hipó-
c) según el a11. 75 inc. 22 el congreso aprueba o desecha los trata- tesü¡: .a) si el tratado ya forma parte de nuestro derecho it1ten10 y recibe jetárqufa
dos; si los aprueba, el poder ejecutivo tiene competencia para ratiJicarlos. constitucional de! congreso, logra ese nivel directa e inn1ediatatnente: b) si el ttata-
do todavía no está incorporado a nuestro derecho interno y recibe jerarqu ía constitu-
6. - El congreso aprueba los tratados dictando una ley, pese a que el acto de cional antes de ser ratificado por el ejecutivo, la decisión del congreso no le da
aprobación es de naturaleza política y no legislativa. La "ley" aprobatoria 110 incor- recepción, por lo que la jerarquía constitucional se posterga hasta que se lo ratifi-
pora el tratado a nuestro derecho inten10, porque como principio tal incorporación que.
recién se produce con la ratificación en sede internacional a cargo del poder ejecuti-
vo. 13. - Los llamados acuerdos ejecutivos de tra1r1itación sitnplificada onliten
la aprobación por el congreso y, por ende, cuando de acuerdo al derecho intcrnacio-
7. - Desde nuestro punto de vista, cuando nuestro estado se hace parte en un naJ revisten verdadera naturaleza de tratados, implican violación de nuestra consti-
tratado que con su "sola firma" hnplica obligarse a cumplirlo, el congreso debe tución.
aprobarlo antes de que el ejecutivo lo finnc. Análogamente, es n1enester la aproba-
ción del <X>ngreso cuando· nuestro estado "adhiere" a un tratado que uo ha sido 14. - Cuando el congreso rec1uiza un tratado, lo lógico es dar por cic1'to que
objeto de finna. el ejecutivo no puede ratificarlo; y si pretende renegociarlo debe retroceder a la
etapa inicial de celebración.
8. - Si el congreso, en vez de aprobar un tratado, autoriza al ejecutivo a rati-
ficarlo, entendemos que está dando por i1nplfcita la aprobación. 15. - En materia de reservas a los tratados (que se hallan internacio-
nalmente previstas) y de denuncia de los tratados (también prevista), se
9. - Adhiriendo al nzonisnio, afirmamos que la ratificación de un multiplica la serie de situaciones posibles en cuanto a la intervenci6n del
tratado le confiere ingreso y recepción en el derecho interno. El dualis- ejecutivo y del congreso.
mo, al contrario, diría que después de la ratificación sería indispensable la La constitución e1úoca expresamente en su art. 75 inc. 22 la denuncia
fuente interna (ley del congreso) para que aquel ingreso se produjera (con de tratados de derechos humanos con jerarquía constitucional, dando par-
lo que el congreso, entonces, intervendría dos veces: una para aprobar el ticipaci6n a los dos órganos. Los de ltllegración supraestatal también re-
tratado, y otra para incorporarlo después de la ratificación por el poder quieren aprobación del congreso para ser denunciados por el ejecutivo.
ejecutivo).
16. - Como punto de vista personal, damos por cierto que cuando
10. - Si las normas de un tratado no son autoaplicativas o self- un Lratado de derechos humanos con jerarquía constitucional es denuncia-
executing y precisan que, una vez integrado ese tratado al derecho inten10, do y extingue su vigencia de acuerdo con el derecho internacional, se debe

1
• •

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226 COMPENDIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL [,OS TRA'fADOS INTERNACIONALES 227

considerar que los derechos emergentes de ese tratado niantienen su vi- hay que toinar muy en cuenta cuál es la interpretación que a los menciona-
gencia en nuestro derecho interno. Ello por el principio de irreversibilidad, dos 1nstrun1entos les otorga la jurisprudencia internacional.
confor1ne al cual una vez que uno o más derechos ingresan a nuestro orde-
nan1lento. no es posible darlos por inexistentes o derogados, aunque la 20. - Cuando en la nlisma cláusula se consigna que estos instrumen-
fuente que les dio origen haya desaparecido. tos no derogan arrículo alguno de la pri111era parte de la co11stilución v
que son coniple111entarios, hemos de dar por seguro que: a) se articulan en
17. - Tampoco puede el congreso derogar la ley por la que con anterioridad el sistema de derechos sin que ni aquellos instrumentos ni la constitución
dio aprobación a un tratado que luego ratificó el poder ejecutivo y que, por ende, cancelen normas entre sí; y ello porque b) la complementariedad que al
entró a fonnar parte del derecho interno. sistema
•. de derechos con1enido en la constitución se le añade a causa de los
instrumentos internacionales que tienen su misn1a jerarquía. exige que los
·'. derecl1os de la constitución y los derechos de los instrun1cntos internacio-
La reforma de 1994 nales se sumen y se realimenten recíprocamente.
,,
18. -La. reforrna de 1994 aborda el ten1a de los tratados en el art. · ·21. - En síntesis, nuestro sistema de derechos cuenta con dos fuen-
75 inc. 22 e inc. 24. El inc. 22 enun1era once instrumentos de derechos tes ~ la interna y la i11ter11acio11al.
hunu.u1os a los que asignajerarquía constitucional, y prevé la facultad del
congreso para añadir posteriormente otros. Asimismo, a los tratados sin 22. - Es interesante aclarar que en el supuesto de tratados a los que después
rango constitucional los define como su¡Jralegales. El inc. 24 se refiere a de la rcforn1a de 1994 el congreso les otorga jerarquía constitucional, hay que dar
por{:ie1to que a un tratado que sólo parcialinente contiene norn-.as sobre derechos
los tratados de i11tegraci611 supraestatal. humanos es posible conferirle, en ese segn1ento o sector, la n1entada jerarquía cons-
La lectura de estas cláusulas deja entrever con mucha claridad el enla- titucional. O sea, no es necesario que todo el tratado verse sobre derechos humanos.
ce entrafiable que actualmente cobra el régimen de los tratados con la parte
dogmática y con el sisLCma axiológico de la constitución. No en vano el
viejo arL 27, ya citado antes, pertenece a Ja primera parte del tcxlo de l...os tratados y el derecho interno
1853.
23. -El derecho internacional, desde la Convención de Viena de 1969,
19. -Aun cuando al explicar la supremacía constitucional (cap. 11) contiene dos principios axiales: a) uno da prioridad a los tratados sobre el
ya hicimos alguna glosa en torno de los tratados, no es redundante ahora derecho interno; b) otro establece que el estado no puede alegar que el
reiterar ciertos lineamientos. tratado se suscribió o ratificó en violación al derecho interno (amenos que
tal violación sea n1anifiesta y resulte objetivamente evidente para cual-
Los instrun1entos internacionales de jerarquía constilucional 110
qwer estado según la práctica usual y la buena fe).
están incorporados a La constitución, pero se ubican a su 111ismo nivel en
el bloque de constitucionalidad federal. Asimismo, cuando el inc. 22 los Cuando un tratado ingresa a nuestro derecho interno y está en pugna
erige con jerarquía constitucional, alude a "las condiciones de su vigen- con.una ley anterior, hay que afirmar que esta ley queda incµrsa en incons-
cia", lo que tiene el siguiente significado. "Co11diciones de su vigencia" f.itucionalidad sobreviniente.
quiere decir: a) condiciones que, a la fecha de la reforma de 1994, surgían ' ...'

del previo reconocimiento o ratificación que a dichos instru1ne11tos les ha- 24. - Cuando un tratado supralegal entra en colisión con la constitu-
bía conferido nuestro país; b) co11diciones en que se hallaban vigentes i11- ción, nuestro sistema habilita el control y la declaración de inconstitucio-
temacionaln1ente en el mo111ento de la reforma constitucional; c) condicio- nalidad de la norma internacional contraria. Pero ello implica una incohe-
nes en que subsisten en el ámbito del derecho internacional, para lo cual rencia de nuestro derecho intento, porque el estado que consiente hacerse

l
1
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228 COMPENDIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL Los TRATADOS lNTERNACIONALES 229



parte en un tratado debe, antes de que ello ocurra, cerciorarse de que no de un organismo o un tribunal cuya jurisdicción ha sido consen.tida y acep-
hay incompatibilidad con la constitución. Además. ya vin1os que el dere- tada por nuestro estado, con10 ocurre en el sistema interamericano con la
cho internacional no adrrlitc quedar postergado o descartado a causa de su Comisión lnteramericana y la Corte Interamericana de Derechos Huma-
eventual oposición a la constitución. nos.
e) La interpretación e integración constitucionales han de sintonizar y
25. - Respecto de los instru111e11tos internacionales de derechos hu- armonizar a la constitución con el derecho internacional; sobre todo en
n1a11os con jerarquía constitucional es obvio que. por situarse al misn10 materia de derechos '1un1anos: c') los tratados que forman parte de nues-
nivel de la constitución. no toleran que se los acuse de ser contrarios o rro derecho interno (aunque sólo sean supralegales) y el derecho de genles
violatorios ni, por ende. se sujetan a control judicial de constitucionalidad. han de merecer una interpretación aplicativa que, en coordinación con la
constitución, acentúe la tendencia a la maximización y progresividad del
26. - Conviene recordar que el llan1ado "ius cogens" con10 núcleo plexo de derechos, y e") confiere hospedaje en la cláusula co11Stitucional
del derecho internacional que no admite derogación ni dispo11ibilidad por de los derechos implícitos (arl. 33) a los derechos que emanan de fuente
normas opuestas o distintas de un tratado, cuenta dentro de su contenido internacional o de fuente il1terna, a tono con las reglas del art: 29 del Pacto
con todo lo que en el actual derecho internacional de los derechos hun1ru1os de San José de Costa l~ica.
se refiere a la protección de esos derechos.
29. - Todo incu111¡Jlin1ie1110 y toda violación de un tratado, sea por
27. - A la fecha, hay que ponderar co1no valiosa la jurisprudencia de nuestra
Corte Supremll en cuanto, finaln1ente, ha reconocido la nal11raleza federal de los
acoió1l o por omisión, co1npromete la res¡Jonsabilidad intenzcicional del
tratados, tanto orgánica1nellte por su for111a, co1110 n1alerialmente por su conteniclo. estado. Para tenerlo bien claro, de cara al derecho intemacio11al, vale repe-
Ello significa que un tratado cuya n1ateria tiene naturaleza de derecho coroún en tir insistentemente que el estado que incumple o viola un tratado, o que
nuestro derecho interno (por ej. sí versa sobre tenias de derecho civil) es, no obstan- descarta su aplicación por contrariar a la constitución, no queda excusado
te, parte de nuestro derecho federal. Se trata de una cuestión que, rnás allá de su ni exculpado si alega que su derecho interno le impide priorizar al tratado.
interés doctrinario, suite efectos en 111atcria de recurso extraordillariO. Ello en virtud de que según ya dijimos antes, en el ámbito del derecho in-
ternacional éste tiene primacía respecto del derecho interno de los estados.
28. - La i11terpre1ació11 de los tratados y del derecho internacional También sobre su constitución. ·
no escrito en el derecho interno muestra algunos perfiles que. en añadidura
a todo cuanto hemos sintetizado en torno de la interpretación e integración 30. - 1'ambién hay que traer a colación otro recordatorio: el derecho intem.a-
constitucionales (cap. I), aconseja computar parámetros adicionales. /\sí: cional hu11iani1ario, destinado a aplicarse en los conflictos bélicos para proteger
a) Debe tenerse en cuenta los principios generales, que se dividt!n en: personas y bienes, y el derecho internacional de ws refugiados que tutela a las
a') principios generales del propio derecho internacional (por ej., el de personas que con esa calidad, forman parte de nuestro ordenarrúeoto interno.
protección de los derechos hu1nanos); y a") principios generales del dere-
cho que se suelen reputar de aplicación supletoria, y que tienen origen en el
derecho interno pero, además, son reconocidos y aceptados por las llama- rJa i,Ótegración supraestatal
das "naciones civilizadas". Los principios generales del derecho interna-
cional mencionados en el inc. a') son normas fundamentales del "derecho 31. -La integración su¡Jraestatal, y el llamado derecho cornunita-
de gentes," y acusan origen consuetudinario. rio con10 derivación de ella, cuentan desde la reforn1a de 1994 con el ya
b) Cuando tales principios tienen que ser aplicados por nuestros tri- cita9o inc. 24 del art. 75.
bunales, corresponde que éstos tomen en consideración la jurisprudencia Según la letra de esta norma, nuestro estado está habilitado para "de-
de Los tribunales i11ternacio11ales. muy especialmente: b') cuando se trata legar competencias y jurisdicción" a organizaciones supraestatales me-

(
'
• • •

230 COMPENDIO DE DERECHO CONS'l'l IUCIONAL Los TRATA.DOS lNTERN ACIONALES 231

La ley 24.588 habili1ó a la Ciudad Au1óno111a de Buenos Aires a concertar el


diante tratados de integración. Ello en condiciones de reciprocidad e igual-
tipo de convenios mencionados en el art. 124. Y la constitución de la ciudad ha
dad, y con respeto al orden den1ocrático y los derechos humanos. dado QesruTollo a dicha co1upetencia en su arl. 104 inc. 3°.

32. - Hay que distinguir el "tratado-marco" de integración, que sue- '


37. - Tales convenios internacionales celebrados por las provincias
le reputarse derecho con1wútario "prin1ario", y el derecho comwiitario "se- pueden versar sobre n1aterias de competencia provincial o de competencia
cundario" o "derivado", que se compone de las nonnas que e1nanan de los concurrente con el estado federal.
órganos de la comunidad supraestatal creada por el tratado-n1arco de inte-
gración. Según nuestro inc. 24, que alude a "normas dictadas en su conse- 38. - Si bien decimos que acá no se trata de tratados internacionales, cree-
cuencia" (en consecuencia de la transferencia competencia! efectuada por mos que a los tratados previstos en los arts. 124 y 125 les son aplicables s11pletoria-
el tratado de integración a favor de organizaciones supraestatales), el dere- 111ente las disposiciones del derecho internacional de los tratados cuando hace falta
cho con1unitario secundario o derivado tiene, al igual que el tratado de integrar alguna laguna nommtiva en nuestro derecho interno, o interpretar al tratado
provincial en su naturaleza de tal.
integración, jerarquía superior a las leyes.

33. - Es fácil coincidir en que las nonnas del 1nencionado derecho co1nuni1a-
rio derivado se incorporru1 directa.111ente a nuestro derecho interno, sin intervención
de ningún órgaJ1o de poder interno.

34. -Además, hay que toniar en cuenta todo lo que la constitución tiene se-
ñalado respecto de los mecanismos de celebración y denuncia de los tratados de
. .,
integrac1011.

Los " tratados" provinciales


>

35. - Finaln1ente, el art. 124 -como propio de un estado federal- ha venido a


prever competencias prol'inciales en n1ateria de "tratados", al modo como lo hacía
el ex art. 107, que hoy es el 125, respecto de los lla.inados "tratados interprovincia-
les" (o tratados "internos").
A su vez, el art. 121 habilita otra clase innominada de tratados a los que alude
con la expresión "pactos especiales" de una provincia al tiempo de incorporarse a la
federación.
Al abarcar globaln1ente toda esta tipología, hay que repetir que ninguno de
estos "tratados", "convenios", "pactos", etc., tiene la naturaleza de los tratados in-
ternacionales a tenor de las convenciones de Viena. En nuestro derecho inten10 los
hetnos ubicado en la categoría del derecho intra-federal.

36. - El art. 124 habilita a las provincias a celebrar "convenios in-


ternacionales" que no sean incompatibles con la política exterior del esta-
• do y que no afecten las facultades delegadas al gobierno federal o al crédi-
to público. Ello "con conocinúento" del congreso.
CAPITlJLO XXXI

LA l'ARTE ORGANICA DE LA CONSTITUCION

El poder

l. - La parte orgt111ica de la constitución, a la que asignan1os el no1n-


bre de "derecho constitucional del poder", es la que ordena al poder del
estado. Hay que estructurar y componer los órganos y funciones, y hay que
organizar todo el aparato orgánico-funcional que, en sentido lato, Ilan1a-
mos gobierno.

El poder del estado es un poder sobre hombres, un 111ando de uoo o pocos


individuos sobre muchos individuos, que distingue al gn1po gobernante de la co-
11111nidad gobernada, en la írreductible realidad dicotómica del 111ando y la obe-
diencia.

2. - El derecho constitucional del poder no es ni debe considerarse un com-


partimiento estanco. Por un lado, el ejercicio del poder oo se recluye ni clausura
dentro de la estructura gubernamental que lo pone en ejercicio, porque se expande y
proyecta hacia la sociedad; por otro lado, la parte dcg1nática de la constitución no
se incomunica sino que guarda relación recíproca con la organización del poder. Por
esta tangente, el sistema axiológico integrado por valores, principios y derechos
obliga y linlita al poder que, en consecuencia, es un poder limitado, repartido y
controlado. Latamente, se trata de la reciprocidad entre "derechos de la persona" y
''división de poderes".
,

3. - El poder del estado se ejerce por hombres. A los hombres que


asumen esa tarea se·Ies llama órganos, y su conjunto compone el gobier-
no.

En los órganos estatales se acepta un doble enfoque: a) el "órgano-individuo",



LA PARTE ORGÁNICA DE LA CONSTITUCIÓN 235
234 COMPENDIO DE DERECHO CONSTI11JCIONAL

Los "sq.jetos auxiliares"


que es Ja persona física (una o varias) que realiza la función o actividad del poder:
b) el "órgano-institución", como repartición con una determinada esfera de compe-
tencia.
8. - Encontramos también fu era de Jos tres poderes clásicos, pero
sin tener calidad de órganos, una serie de sujetos auxiliares del poder. A
Así, el "congreso", el "poder ejecutivo" y el "poder judicial" son órga11os-
estos suje1os los reputamos también "extrapoderes" porque no fonnan parte
institución, que el orden de nornias configura y describe, en tanto los diputados y
senadores son los órganos-individuo del congreso; el presidente de la república es
de ninguno de los poderes de la tríada, pero no los in volucran1os entre los
el órga11ó-i11dividuo del poder ejecutivo; y los jueces son los órganos-individuo del "órganos"
, exlrapoderes porque carecen de la naturaleza de órganos es-
poder judicial. tata/es.

Así, se1ían sujetos auxiliares del estado: la Iglesia Católica, el cuerpo electo-
4. - El poder del estado como capacidad o energía para cumplir su
ral, los partidos políticos, los sindicatos, etc. Tales sujetos pueden ser, en su caso,
fin es '·uno" solo, con "pluralidad" de funciones y actividades. Lo que personas públicas o entes "paraestatales" que, como auxiliares del estado, están "al
se divide no es el poder, sino las funciones y los órganos que las cumplen. lado" de él, pero en ese caso hay que decir que tienen naturaleza de personas de
Cuando el derecho constitucional habla de "poderes" -en plural- quiere derecpq público "no estatales". Un ejemplo claro de estas últimas son las universi-
mentar los "órganos institución" con sus respectivas con1petencias. dades nacionales, a las que el art. 75 inc. 19 pá1Tafo tercero les reconoce autonomía
y autarquía.
5. - El órgano-institución tiene un área de conipetencia y un conjun-
to de atribuciones y facultades. La competencia es la asignación de "su"
función a un órgano-institución. El uso del poder "fuera" de la competen- Las relaciones en los órganos del poder
cia provoca exceso o abuso de poder; y el uso del poder "dentro" de la
competencia, pero con un "fin" distinto, la desvíación de poder. En el · 9. - La actividad de los órganos del poder implica relaciones de muy
derecho constitucional del poder, la inconipetencia es la regla y la coni- var!_ada especie, sea dentro del 1nismo órgano, sea de éste en relación con
petencia la excepción. otro, sea en relación con los gobernados.
Llamamos: a) relaciones interórgmzos, a las que se dan "entre" dos
6. - La competencia condiciona la validez del acto, de modo que el emitido o n1ás órganos; b) relaciones intraórganos a las que se dan "de1itro" de
fuera de ella se considera afectado de nulidad. 1111 órgano colegiado o complejo (si el órgano es complejo, o sea, formado
por más de un órgano, las relaciones intraórgano pueden ser simultánea-
mente relaciones "entre" los órganos que componen al órgano complejo);
Los órganos extrapoderes por fin, c) relaciones v.:traórganos son las que vinculan a los llamados
sujetos auxiliares del estado con órganos del poder o con órganos extrapo-
7. - La teoría clásica de Montesquieu ha elaborado una tríada o tri· deres.
nidad de poderes: ejecutivo, legislativo y judicial, y ha incluido en esa
tríada a todos los órganos y todas las funciones del poder. No obstante, - Algunos ejemplos pueden ser los siguientes:
aparecen, a veces, otros órganos que no encajan en ninguno de los tres a) En las relaciones interórganos, las que se dan:
i
poderes citados. El derecho constitucional del poder los coloca, entonces, á') entre el poder ejecutivo y los ministros;
al margen ofuera de ellos, aunque en relación con los mismos. Por estar al a") entre el poder ejecutivo y el congreso;
margen o fuera, se les da el mencionado nombre de órganos "extrapode- a'") entre los ministros y el congreso;
res". a'"') entre el poder judicial y otros órganos del poder.
b) En las relaciones intraórganos, las que se dan:


• • -.

•• • •

236 COMPENDIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL LA PARTE ORGÁNICA DE LA CONSTITUCIÓ;>; 237

b ·) entre las dos cámaras del congreso: en sus dos partes -<iogmática y orgánica- que deben interpretarse de ma-
b") entre órganos del poder judicial; nera annónica y compatible entre sí con el contexto integral:
b"') para quienes consideran que nuestro poder ejecutivo no es unipersonal c) el co11trol de co11stitucio11alidad a cargo de tos jueces. no como
(porque incluyen dentro de él al ministerio), entre el presidente de la república y sus superioridad acordada a éstos por sobre los otros poderes, sino como de-
ministros. fensa de la constitución en sí misma cada vez que padece transgresiones.
c) En las relaciones extraórganos, las que se dan:
e') entre un órgano de poder (por ej., congreso o poder ejecutivo) y un sujeto 13. - En ton10 de la división de poderes, el dereclw judicial derivado de la
auxiliar de poder (que no es órgano de poder, por ej., los partidos, el cuerpo elec10- l'orteSuprema ha sentado numerosos principios; así:
• ral, los sindicatos, etc.): a) Ja doctrina de la li1nitación de los poderes es <le la esencia de ese sistema de
c") entre un ó rgano extrapoderes (que es órgano, por ej., e l ministerio) y un gobierno, que Ílnpone la supremacía de la constitución y excluye la posibilidad de
sujeto auxiliar del poder. la on111ipoteocia legislativa;
b) ~1Íugún departa1nento del gobierno puede ejercer lícitamente otras faculla-
tlcs que las que le han siclo a<.:orda.das exprcsa1nente o que deben considerarse con-
La división de poderes y su finalidad fcrié'las por necesaria in1plican<.:ia <le aquéllas;
e) es una regla elemental de nucsu·o derecho público que cada uno de los tres
10. - Nuestra constitución fonnaJ ha acogido el sistema clásico de la altos poderes que fonnan el gobierno de la nación aplica e interpreta la constitución
Uamada división de poderes. consistente en el reparto de órganos y fun- por sf misn10 cuando ejercita las facullades que ella !es confiere respectivan1ente:
ciones dentro de la tríada que la constitución formal compone con las de- d) para poner en ejercicio un poder conferido por la constitución a cualquiera
nominaciones de "poder legislativo" - "poder ejecutivo" - "poder judi- de los órganos del gobierno nacional es indispensable ad1nitir que éste se encuentra
cial". autoriza.do a elegir los 1nedios que a su juicio fuesen los 1nás conducenlt:s para el
rncjor dese1npeño de aquéllos, sie1npre que no fuesen incompatibles con alguna de
Esto no quita que reconozcan10s la existencia de órganos creados por la propia las limitaciones ilnpuestas por la misma constitución.
constitución, a los que colocamos fuera de la tríada y definimos como extmpoderes.
)4. - La clásica expresión "división de poderes" ~mo acabamos de vcr-
ha sido usa.da babituahnente para aludir al reparto y a la distribución de órganos Y
11. - La división de poderes responde a la ideología de seguridad y
funciones dentro del gobien10.
control que organiza toda una estructura de contención del poder para pro-
No obstante, es importante que tracemos otros Jineantientos de "separación"
teger a los hombres en su libertad y sus derechos. Es importante reconocer
adicionales.
que la estructura divisoria debe interpretarse en tomo de la fmaJidad bási-
a) Recurriendo a Mauríec flauriou, cabe hablar de tres separaciones ineludi-
ca que persigue: evitar la concentración que degenera en tiranía (o au lori-
hles respecto del poder del estado, que son: a') e l poder religioso --0 espiritual-
taris1no), y resguardar la libertad de las personas. propio de las iglesias; a") el poder nlilitar, propio de las fuerzas armadas; a'") el
poder econ6111ico, que tiene su sitio en la sociedad. Ninguno de estos tres poderes
12. - De este breve repertorio de pautas deducimos un eje inaltera- ha de fusionarse, ni confundirse, ni e ntrar en maridaje con el poder estatal, como
ble que resumimos así: ta1npóco éste debe asunlirlos para sf. No obstante, el poder1nilitar tiene que subor-
a) la independencia de cada uno de Iós "poderes" con respecto a los dinarse al poder del estado en e l estado democrático, y el poder del estado tiene que
cjcrcerrectoría y control respecto del poder económico -respetando razonablemente
otros;
el tmbito de libertad que con·esponde al último dentro de la sociedad-.
b) la lünitación de todos y cada uno1 dada por: b ')la esfera propia de b) Glosando a Pedro J. frías decimos tan1bién que hay otra separación o divi-
competencia adjudicada; b") la esfera de competencia ajena; b"') los dere- sión entre poder y sociedad, porque el estado democrá'.tico deja fuera de su poder
chos de los habitantes; b"") el sistema total y coherente de la constitución todo el espacio de libertad necesaria a favor de la sociedad, sin intrusiones arbitra-

• • •

238 COMPENDIO DE DERECHO CO~TITUCIONAL LA PARTE ORGÁNICA DE LA CONSTmJCIÓK 239

rías, para que quede a salvo el sistema de derechos de la persona y de las asociacio- 17. - Al trasladar las nociones expuestas a la gradación o escala
nes. jerárquica de las funciones del poder, la consecuencia es ésta: en esa serie
c) Alberto A. Spota, por su parte, babla de.tres divisiones: c') una primera, de planos del ordenanúento jurídico interno, la Supraordenación y la sub-
entre poder constituyente y poder constituido; c") una segunda, entre estado fede- ordinación tienen que limitarse dentro de la pirámide jurídica a las fuentes
ral y provincias, a la que personalmente agregamos, sobre todo después de la refor- y productos estatales·(o internos). O sea, a las funciones específicas del
n1a de 1994, los 111unicipios de provincia y la CiudadAutónonza de Buenos Aires; po<ler estatal.
c"' ) la tercera, que es la clásica división de poderes dentro del gobierno federal y de
los gobiernos locales.
Si esto se acepta, el escalonaniiento infraconstitucional coloca en el
primer nivel a la legislación, en el siguiente a la administración. y en el
d) Los añadidos que beIOOs incorporado en el inc. c.") del anterior inc. c) dan tercero a la administració11 de justicia. Expresado en otros términos, se
lugar a una cuarta división entre: d') poder provincial y poder 11111nicipal.
dice que la legislación solamente tiene por encima a la constitución; la
administración a la legislación; y la administración de justicia a la legisla-
cién y la administración, de modo que administración y administración de
La clasificación de las funciones del poder y la competencia de los justicia son "sub-legales".
órganos - K;~-

18. -Al no incluir en este esquema piratnidal de gradación a las fuentes


15. - Cuando se ton1a rígidamente la sencilla trilogía de "congreso extraestatales viene bien recordar que - por ej.- uu contrato puede dejar de aplicar
(o parlamento) - poder ejecutivo -poder judicial" se anexa a cada uno de una ley, salvo que ésta sea de orden público; Ull convenio colectivo de trabajo puede
los respectivos órganos su propia función, que por consiguiente también aumentar beneficios previstos en una ley; los tratados prevalecen sobre las leyes (y
se triplica: "función legislativa - función adnzinistrativa - administración algunos tienen la misma jerarquía de la constitución), etc.
de justicia (o jurisdicción)".
19- El "paralelisnto" de las competencias es un principio general
No obstante, la realidad no es tan simple como estas categorías lo según el cual el órgano que tiene competencia para emitir un acto o una
sugieren. Por un lado, el poder ejecutivo cumple unafunción política que no'rma es el que dispone de competencia "paralela" para dejarlos sin efec-
no puede confundirse ni identificarse con la administrativa. Tan1bién el l9.
congreso posee competencias de naturalezapolítica y de naturaleza ad1ni-
nistrativa. Por otro lado, el poder judicial incluye en su órbita, fuera de su Así, las leyes que dicta el congreso se derogan por otras leyes del mismo con-
función estrictamente jurisdiccional, una dosis de función adnzinistra1iva. greso; los decretos o reglamentos del poder ejecutivo, por otros decretos o regla-
Hay, además, actividad jurisdiccional en tribunales que no son judiciales mentos del mismo poder ejecutivo, etc.
sino administrativos y, a su modo, en el congreso cuando lleva a cabo el Sin embargo, este principio no es rígido ni absoluto, y admite excepciones.
juicio político, y en el Consejo de la Magistratura y el jurado de enjuicia-
miento en el mecanismo de juzgamiento para la remoción de jueces. 20. - La zona de reserva de cada poder compone un margen de com-
petencias propias y exclusivas que no pueden ser interferidas por otro po-
16. - Esta indagatoria acerca de las funciones del poder se circunscribe a las der; hay así: a) una zona de reserva de la/ey (o del congreso); b) una zona
que son propias del poder del estado, o sea, a las que con su ejercicio ponen en de reserva de la administración (o del poder ejecutivo); y e) una zona de
acci6nft,entes estatale.$ de producción jurídica (normas, actos, sentencias). i:.eserva del poder judicial.
Decimos esto porque no hay que olvidar que también existe una serie de fuen-
tes "no-estatales", o sea, ajenas al estado, entre las que podemos mencionar a ~ Algunos pocos ejemplos esclarecen el tema. Asf:
título de ejemplo: a) los tratados internacionales; b) los contratos; e) los convenios a) Resen1a de la ley: se precisa ley para crear impuestos, para expropiar, para
colectivos de trabajo; d) las sentencias emanadas de tribunales supraestatales; e) establecer delitos y penas, etc.;
los laudos arbitrales. b) Reserva de la administración: el presidente de la repúb lica y su jefe de

_____
,,,
240 COMPENDIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL LA PARTE! OROÁNlCA DE LA CONS1TIUOÓ;\ 241

gabinete (que es órgano exu·apoder) nombran al personal que la constitución ~r~vé 23. - La ilnputació11 de funciones. a diferencia de la delegacíón,
para la administración pública o para cargos dete11ninados de n(lturalcza pohuca; implica que dentro del ámbito de un mis1110 órgano de poder éste enco-
tienen el respectivo poder reglamcntaiio, etc.; el presidente "delega" en el jefe de •
mienda o atribuye parte del ejercicio de sus competencias a otro órgang del
gabjnelt: las facultades que la constitución señala, etc.:
mismo poder, o a personas físicao que lo integran, o a un órgano "~xtrapo­
c) Reserva del poder judicial: los u·ibunalcs de justicia dictan sentencia en deres" con el que se relaciona; así, el congreso, o una de sus cámar<l$, a una
loi; prol'.esos de su conipctencia, ejercen privativamente el control constitucional,
comisión investigadora o de seguimiento; el presidente de Iª república al
cte.
jefe de gabinete, et.e.
21. - El diagra1na de Ja competencia lleva a proponer que:
24. - Con la refonna co11s1itucio11al de 1994 hay cláusqlas severas
a) Cuando líl constitución señ~¡t a qué órgano pertenece w1a co1npe- que prohíben Ja delegación legislativa (art. 76) o el ejercipio por ~I poder
tencia, quiere decir que, i1nplícitarnente, tal competepcia no puede-como ejecutivo de competencias que pertenecen al congreso (art, 99 inc. 3°);
principio- ser ejercida por otro órgª11o; por ej.: señalflf quién debe dictar wro a renglón seguido se prevén exce,pciones.
las leyes aparejµ señalar quien "no debe" dictarlas; J!c,

b) Cada competencia asignada a un órgano invo1ucra la de interpre-


t<;ry a¡>licar las normas de la constitución que la conceden (cada vez que Los obligaciones constitucionales
el órgano va a ejercer esa núsma con1petencia); de esta pauta se infiere que
todos Jos órganos de poder deben, cuando usan sus competencias constitu- 25. - Cuando el ejercicio de una competencia es obli~f,Orio estan1os
cionales. preservar la supremacía de la constitución; ante obligaciones constitucionales de naturaleza estatal.
'
c) En el marco de ubicación de cada competencia. el órgano que la Hen1os de agrupar algunos ejemplos.
ejerce goza de margen para escoger Jos ntedios razonables que considera a) Obligaciones globa/111e11te itnputadas al "gobierno federal"; así,
más apropiéldos y conducentes, siempre que no resulten incompatibles con las que surgen del arL 5° (en cuanto a la garantía federal a las provincias) y
1 el principio de razonabilidad y con las limitaciones que surgen de la cons- de los arts. 25, 27 y, en general, de las normas que reconocen derechos que
. .,
1 tttuc1on; todos los órganos de poder deben hacer efectivos cuando ejercen su propia
d) Como principio general se puede aceptar que. otorgada una com- competencia;
petencia por la constitución, el órgano respectivo dispone de los llamados ..b) Obligaciones que se i111puta11 al "estado", sin deternúnar el órga-
"poderes im¡Jlícitos" para hacer efectivos los que le han sido expresamen- no. como la del art. 38 párrafo tercero;
te reconocidos.
c) ()bligaciones que se ünputa11 a las "autoridades", sin determinar
el órgano, como en los arts. 41 y 42;
22. - El principio divisorio encierra un reparto de competencias en-
tre órganos separados. Tal adjudicación obliga a plantearse Ja pregunta de d) Obligaciones que se ini¡iutan al ''congreso"; así -a nuestro crite-
si es válido que un órgano transfiera niotu proprio a otro esa competencia, rio- las que emanan de los ans. 14 bis y 24; y las del art 75 inc. 2º (en
total o parcialmente. Es lo que se denominadelegaciótz de competencias, cuantó a la coparticipación impositiva); inc. 6°, inc. 8°; inc. 16; inc. 17;
facultades, o poderes. inc. 16:; (. inc. 23; inc. 32;
e) Obligaciones que se imputan a "cadacárnara" del congreso. como
La delegación que en nuestro derecho se da en llatnar "propia", consiste las emergentes de los arts. 63 a 67 (excluido, en el art. 66, el poder discipli-
-según fórmula judicial de la Corte Suprema- en que una autoridad investida de un nario, que es de ejercicio optativo);
poder deterrniBado hace pasar el ejercicio de ese poder a otra autoridad o persona,
descargándolo sobre ella. Esta forma de delegación, a falta de norma habilitante en f) Obligaciones que se inzputa11 al "gobien10" (que corresponda).
la constitución, es víolatoria de la constitución. como la del art 62;
--
- - - -- - - - --- - ~--- - - =- --== - - - - --- --- ~ - -~ - . -- - _ _.. - .=< - - - -
- '

'
242 CoMPfil.ITIIO DE DERECHO CONSffiUCIONAL LA PAR'fc ORG ÁNIC A DE LA CONSTITUCfÓN 243

g) Obligaciones que se i"iputan al "poder judicial"; implícitamen- quiere, o se abstiene. Por ej.: el llan1ado poder tributario; las del art. 75
te, entendemos que se trata de las que incumben a los tribunales de justicia incisos 22 y 24; 1as de 1os arts. 125 y 126, etc.
para tramitar y decidir las causas que son de su competencia y que se pro- b) -Hay competencias para cu yo ejercicio la constitución parece co11-
mueven ante ellos, con10 asimismo las del Consejo de la Magistratura en ceder al órgano el plazo que éste considere oportuno tornarse para usarla.
los incisos 1, 2 y 3 del art. 114, y las del jurado de enjuiciamiento para dar As:í interpretamos al an. 118 sobre juicio por jurados.
trámite a la acusación efectuada por el Consejo de la Magistratura (art. •
c) Hay competencias que el órgano puede ejercer cuando prudencial-
115); n1ente considera que debe hacerlo; por ej., declarar la guerra, o el estado de
h) Obligaciones que se in1pu1a11 al "poder ejecutivo", co1no las del sitio, o intervenir u11a provincia.
art. 99 incisos 1º, 8º, 10, y 12; d) Hay con1petencias que tienen marcado un co11diciona111ie11to ex-
i) Obligaciones que se ünputan al ''jefe de gabinete", co1no las que preso por la constitución y que. si se ejercen fuera de él, violan la constitu-
surgen del art. 100 incisos 1°, 5°, 6º, 7°, 8º, 10, 12 y 13; y las del art. 101; ción; por ej.; el estado de sitio. la intervención federal. el establecimiento
j) Obligaciones que se in1putm1 ci los ªniinistros"; así, la del art. de'impuestos directos por el congreso, deben sujetarse al marco de situa-
104; ci<n1es, causas y condiciones que claramente está trazado en los arts. 23, 6°
k) Obligaciones que se in1¡Juta11 a las "¡Jrovincias ", con10 las de los y 7Sinc. 2º, respectivamente.
arts. 122 y 123; y la del art. 127 (en cuanto a someter las quejas contra otra .. e) Hay con1petencias para cuyo ejercicio la constitución no señala
provincia a la Corte Suprema); cond.icionan1ientos ni oportunidades. Por ej.: declarar la guerra. •
l) Obligaciones que se imputan a los ''gobeniadores de ¡1rovi11cia ", í) Hay con1petencias que abren variedad de opciones en el momento
como la emanada del art. 128; en que son ejercidas con suficiente margen de arbitrio para el órgano, pero
ll) Hay obligaciones para cuyo cumplimiento la constitución fija un que quedan orientadas y enderezadas por un claro criterio constitucional
plazo; así, el an. 39 para que el congreso trate los proyectos de ley surgi- de finalida.d. Así, la cláusula del progreso del an. 75 inc. 18, y las compe-
dos de iniciativa popular; la del jefe de gabinete que debe informar una vez tencias de ejercicio obligatorio que encontramos en el inc. 19.
por mes a cada cámara del congreso sobre la n1archa del gobierno (art. _g) Hay competencias que, cuando se ejercen, imponen acatar una pauta
101); las referidas en cláusulas transitorias (6ª, para establecer el régimen inesquivable que suministra la constitución. Por ej.: cuando el congreso
de coparticipación; 13ª, para el funcionamiento del Consejo de la Magis- dicta) a ley de ciudadanía, debe necesariamente acoger el principio de la
tratura; 15ª, parar elegir al jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires y nactónalidad "natural" (ius soli); cuando dicta las leyes laborales (o códi-
para dictar la ley de garantía federal; todos estos plazos quedaron incum- go de trabajo) debe "asegurar" los derechos del art. 14 bis.
plidos).
28. - Veamos también algunas de las precauciones especialmente dirigidas a
26. - Cuando las co1npeteucias de ejercicio obligatorio están itnpuestas con cont~ner al ejecutivo: a) el art. 29 fulmina la concesión por parte del congreso al
una imperatividad que no deja margen para que el órgano obligado escoja y decida pre~eu~e (y por parte de las legislaturas a los gobernadores de provincia) de facul-
la oportunidad de hacer efectivo aquel 'ejercicio, y con el incumplimiento se bl~­ • tade;'~xtraordinarias, de la su1na del poder público, y de sumisiones o supremacías;
guean derechos personales, estamos ante una 0111isión inconstitucional o inconsu- b) eva.rt. 109 prohíbe al presidente ejercer funciones judiciales, arrogarse el conoci-
tucionalidad por omisión. ~ento de las causas pendientes o restablecer las fenecidas; e) el art. 23 le veda
condenar por sí o aplicar penas durante el estado de sitio. ·
27. - El panora1na competencíal admite todavía otros comentarios A Autorizada la reelección del presidente y vice por el art. 90, surgen dos prohi-
l adicionales sobre algunas de sus modalidades. Así: 1,iciones: a) al limitar el desen1peño solamente a dos períodos, y b) los cuatro años
del ¡}eóodo hacen expirar el desempeño del cargo, "sin que evento alguno que lo
- a) Hay competencias de ejercicio potestativo: el órgano las ejerce si
1 1

• -
244 COMPE1''DI<l DE UERECHO CONSTITUCIONAL LA PARTE OROÁNJCA DE LA CONSTITUCIÓN 245

haya inte1ru1npido pueda ser motivo de que se le con1plc1e 1nás tarde" (arts. 90 y jo de la Magistratura, y jurado de enjuiciamiento); algurios de estos drga·
91). nos son u11i¡1ersonales Gueces de 1" instancia) y otros son colegiados (Corte,
cámaras de apelaciones, Consejo de Ja Magistratura, jurado de enjuicia-
29. - Una vez que tratados inteniacionales se incorporan al dere- miento).
cho interno. con o sin jerarquía constitucional. surge la obligación co11sti- Antes de la reforma de 1994 ubicábamos entre los órganos extra¡Jo-
tucional de naturaleza i11ternacio11al, referida al cumplin1iento del trata- deres a dos: a) el ministerio; b) el vicepresillente de la república, co1no
do, lo que paralelamente origina res¡1onsabilidad internacional si se órgano extrapoderes respecto del preside11te (forn1ai1do parte ~n catnbio-
incun1ple o se viola -por acción u omisión-. del congreso como presidente nato del senado).
Esto se n1antiene, pero se añaden otros órganos extrapoderes que son:
30. - Queda, fmalmente, la curiosidad de muchos "deberes" (u obli-
a) la Auditoría General de la Nación; b) el Defensor del Pueblo; c) el
gaciones) constitucionales que pesan sobre los órganos de poder con10
prohibiciones. Es el ámbito de lo que tales órganos no "deben" hacer. Lo Mi1iisterio Público.
que se les prohíbe hacer es un lírnite a la conzpetencia. Cuando hablarnos del ministerio en su relación con el poder ~jccutivo,
A título enunciativo. pensen1os en la prohibici611 de censurar la pren- hemos de decir que la refor1na ha dado perfil propio al jefe de gahinete de
sa (art. 14), de alterar reglan1entariamente los derechos y garantías (art. n1inis1ros como nuevo órgano extrapoder.
28), de gravar la entrada de extranjeros (art. 25). de confiscar la propiedad
(art. 17), de imponer tributos a la circulación territorial (arts. 10 a 12). etc. 34. - Una característica nueva que atañe a la división de poderes
radica en que ahora hay órganos de poder de la tríada originaria que tienen
31. - Ha de tomarse en cuenta que nun1erosas prohibiciones son it11- intervención en otros, que co1nponen otros, que participan en el ejercicio
plícitas (por cj., la que pesa sobre un órgano para no invadir co1npetencias de con1petencias de otros.
de otro, la de no dictar sentencias arbitrarias, etc.). Así, Jos "órganos políticos" resultantes de elección JJOJJular partici-
pan1 conforme al art 114, en el ejercicio de las facultades que esa norma
asigna al Consejo de la Magistratura. incluido en el capítulo que la cons-
E l nuevo esquema del poder en la ref orrna de 1994 titución destina al poder judicial. Ello porque tienen representación en la
integración de aquel Consejo. Asimismo, según el art. 115, el jurado de
32. - La refornia constitucional de í994 modificó en n1ucho. la estructura del enjuiciamiento de jueces de los tribunales inferiores a la Corte Suprema
poder si se la co1npara con la histórica de la constitución fundacional de J853-1860. está parcial1nente integrado por legisladores.
Lo iremos detallando a 111edida que hagamos las explicaciones referentes a cada uno
de los órganos. 35. -Sin que sea 101aln1ente análogo al caso recién señalado, la Co111isión.
Bicarneral Pen11anente institucionaliza dentro del congreso un órgano con1p11es10
33. - La trinidad originaria subsiste con su tipología clásica: a) un por legisladores de cada cámara, que ha de integrarse respetando la proporción de
congreso /Jicarneral que tiene naturaleza de órgano cornplejo (porque se las representaciones políticas (o sea, partidarias) de cada una de ellas.
comp<Yne de dos cáinaras, cada una de las cuales es un órgano) y de órgano Tal Con1isión tiene tres competencias: a) intervenir cuando el p-0dcr ejecutivo
colegiado (porque está formado por muchas personas físicas en su con- dicta decretos de necesidad y urgencia, a modo de segui1niento y control antes de
junto bicameral y ~n cada cámara separadamente); b) un poder ejecutivo que los trate el congreso (art. 99 inc. 3ºpárrafecuarto): b) controlar los decretos que
que para nosotros es un órgano unipersonal porque lo forma una sola por delegación del congreso (art. 76) dicta el poder ejecutivo (art. 100 inc. 12); e)
inletvenir cuando el poder ejecutivo pro1nulga patr:ialinente una ley de acuerdo al
persona, que es el presidente de la república; e) un poder judicial que se
art. 80, a efectos de considerar el decreto de promulgación parcial (art. 100 inc. 13).
con1pone de varios órganos (Corte Suprema, tribunales inferiores, Conse-
• •

246 COMPENDIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL LA PARTE ORGÁNICA DE LA CONSTITUCIÓN 247

El poder ejecutivo b) El Defensor del Pueblo (art. 86):


e) El Ministerio Público (art. 120).
36. - Veamos algunos de sus actuales caracteres:
a) Dos prohibiciones enfátican1ente expresas se atenúan en las mis-
n1as nonnas que las contienen mediante excepciones; se trata de la que El poder judicial
impide al ejecutivo e1nitir disposiciones de carácter legislativo, salvo cuando
se trata de decretos de necesidad y urgencia (art. 99 inc. 3º párrafos se- 38. - En el poder judicial. además de las modificaciones para la de-
gundo y tercero) y de la que veda al congreso la delegación legislativa en signación y la remoción de los jueces federales (con el régimen especial
el ejecutivo salvo en la hipótesis prevista en el art. 76. que rige para los de la Cort.e) que surgen de la creación deJ Consejo de la
b) La ley de convocatoria a consulta popular 110 puede ser velada. Magistratura y el jurado de enjuiciamiento, se ha encomendado al primero
(art. 40). una serie de facultades no judiciales que se desglosan de la acumulación
vigente antes de la refom1a.
c) El ¡Jresidente retiene la "titularidad" de la administración general
del país y es responsable político de ella, pero es el jefe de gabinete quien
"ejerce" esa administración (arts. 99 inc. 1° y 100 art. 1°).
Los partidos políticos
d) El 110111brarnie1110 de jueces federales queda 1nodificado: d ') los
miembros de la Corte siguen siendo designados por el ejecutivo con acuer- , 39. -A los partidos políticos se los inserta o toma en cuenta con especial
do del senado, pero éste requiere un quórum de decisión agravado y la protagonismo ea algunos órganos de poder, con10 son el senado, la Auditoría Gene-
sesión en que se presta el acuerdo tiene que ser pública (art. 99 inc. 4°); d") ral 4e la Nación, la Comisión Bicameral Permanente, y en la fórmula para la elec-
Jos jueces de tribunales inferiores son designados previa intervención del ción directa de presidente y vicepresidente.
Consejo de la Magistratura (art. 99 inc. 4° párrafo segundo, y art. 114).
e) El art. 100 inc. 2°, al prever las competencias del jefe de gabinete
de ministros, hace referencia a posible "delegación" de facullades que le Los controles
haga el presidente; similar "delegación" aparece en el inc. 4º.
40. - Se desparrama en el texto constitucional reformado una serie de posi-
t) Hay nombramientos de empleados de la administración que están a bles controles, antes inexistentes, algunos desde el mismo poder, y otros desde la
cargo del jefe de gabinete y no del presidente (art. l 00 inc. 3º). soci~ad. Podemos mencionar, además de los citados en el nº 37:

g) El congreso puede reniover al jefe de gabinete (art. 101). · a) El organisnw fiscal federal para controlar y fiscalizar la ejecución de las
páutas que rigen la coparticipación federal itnpositiva de acuerdo al art. 75 inc. 2°
h) El presidente ha perdido la jefatura local e inmediata de la capital (cotiforme a su párrafo sexto).
federal (por supresión del inc. 3º del que era art. 86, hoy arl. 99).
b) Se prevé la existencia de organismos de control coa participación de las
P.."9c'!incias y de los usuarios y consunúdores para la t1.1tela que a favor de los últi-
rpps obliga a discernir el art. 42.
Los órganos de control
c) El derecho de iniciativa legislativa popular (art. 39) y la consulta popular
(art. 40) abren espacio a la democracia participativa.
37. - La reforn1a de 1994 ha institucionalizado constitucionalmente tres ór-
d) La acción de amparo para proteger derechos de incidencia colectiva en
ganos de control que personalmente reputamos órganos extrapoderes. Son:
general en las cuestiones a que alude el art. 43 párrafo segúndo, y la triple legitima-
a) La Auditoría General de la Nación (art. 85): ción procesal que reconoce, significan una ampliación favorable en el control ju di-

248 CoMPEl\'DIO DE DERECHO CONST1ruc...10NAL LA PAR:rE! ORGÁNICA DE LA CONSTITUdóN

cial Lo mis1n.o cabe decir del habeas data (pán·afo tercero del citado arHculo) y del tico ~on, a este fin {le atrapar penalmente la conducta tipificada, Ios·qüe la
habeas corpus (pán·afo cuarto). constitución diseña y establece.
e) El are. 85 incorpora controles a cargo del congreso y de la Auditoría Gene- También declara la norma que ''esta constitución'' mantendrá su in1·
r{¡l ti-? la Ncu;ión sobre el.sector público nacional y la actividad de la administración IX'.09 aunque su observancia se interrumpiere por los actos dé fueria
pública, respectiv¡unente. incriminados. Y añade que tales actos serán insanabletnenre nulos.

· j Hay dos conduc~s tipificadas con10 delitos: a) las de q'tllenes seah éjecutvres
La. descentralización pol(tica de actos de fuerza contra el orden institucional y el sistema demoerdtico: b) ta de
quiepes, como consecu~ncia de tales actos, us1rrpen (es decir, ejerzan "de fat:to'')
4 f. ~ En orden a !<1 descentralización política, la reforma presenta dos mati- las'funciones que la constitución señala para las autoridades crearlas por eliu, su-
ces: a) explfc~tamente i•econoce la autononúa de los 11111nicipios de provincia (art. puesto para el cual se su1na la responsabilidad civil a la responsabilidad penal.
143), y b) establece el gobierno autónomo de la ciudad de Buenos Aires, erigiéndola ., Las acciones penales para la persecución de ambos delitos sort bnprescriptibles;
en u11 sujeto <;ie la relación federal (art. 129). par~ los que los co1netan hay inhabilitación a perpetuidad para desemi;eñar cargos
pú.bJtcos; y .q_ueda excluido el beneficio del indulto y de la con111utac,ló1t de pertas.
' ,.,.El art. 36 no fija lá sanción penal, pero hace una re1nisi611 citara: será lamlsn1a
El artículo 36 y el poder quélfene prevista el viejo art. 29. F.ste artículo -sobre concesión de facuitades ex-
tra~1·dinarias y la sun1a del poder público- reenvfa a su vez a la pena de la truici6n
42. ~Consideramos que en la introducciórr al estudio d~l poder halla a lir'p~tria, que se halla establecida en el código penal.
ubicación el nuevo art. 36 surgido de la reforn1a constitucional de 1994, ~a acción penal es de ejercicio @bligatorio para el MinL~terlo P1íblico, en la
entre otras razones porque tiende a resguardar la tr{lJJSntisión legal del medi8a en que entendan1os que tal deber dimana ditectan1e11te de la cónstituclón en
poder y, con ella, lalegitbnidad de origen del poder mismo y de los gober- ra~n'de estar también directamente tipificado el delito pot sus t10rrtl.ns. Es válido,
nantes que lo ponen en acción, así co1no la defensa en la constitución. aden1ás, argüir que es titular posible de la ncción cada ciudád<1110, ya que el párra-
fo cuarto del artículo dispone que todos ws ciudadanos tienen el detttclló de resis-
tencia contra quienes ejecutan los actos de fUérlá enunciados en él.
Es sugestiva la ubicación del art. 36. que preserva al poder, dentro del rubro de
los nt(c."Vos derechos y garantías. Por eso, también lo ligan1os al sistema de dere-
chos, ~ 45. - Qué es este derecho de resiste11cia, no viene definido. Tal vez cabe en-
san;il:>larlo con el art. 21, que obliga a todo ciudadano a anntitsé en defensa de la
En efecto; es fácil entender que el orden institucional y el sisterna de1nocráti- constitución.
...
co hallan eje vertebral en dicho sisteina de derechos, y que atentar contra el orden ~-

institucional democrático proyecta consecuencias negativas y desfavorables para '' 46. - El penúltimo párrafo del art. 36 define como.contrarió al siste-
los derecho!>. No en vano en el art. '.36 también viene encapsulado, con definición
expresa, el derecho d,e resistencia dentro del marco genérico que incrimina las con-
ma"den1ocrático al grave delito doloso contra el estado, que conlleve en-
ductas que lesionan al bien jurídico penaln1ente tutelado en forma directa por la riqtleci11zíento pata quien lo c.On1eta.
< '
lt.
constitución, para evitar la ruptura en la transmisión legal del poder.
• . ~ '47. - El árt. 36 afiade que el congreso "sancionará una ley sobre
43. - El art: 36 procura enseñar que el orden institucionaJ y el sistema demo- étita pública para el ejercicio de lafurtción".
crdtico deben ser respetados. Tiene también algo de prevención, de admonición y
de disuasión para que la continuidad constitucional no se interrumpa.
El poder en el der~cho público provincial y en la ciudad de Buenos
44. - La figura penal que de~ribe el art. 36 consiste en interrumpir Aires
la observancia de la constitución por actos de fuerza contra el orden ins- ·.1

titucional y el sistema deniocrático. Orden institucional y ~stema dernocrá- 48. - La parte orgánica de ta constitución viene íl'lcorporada en el texto co1no
'
250 COMPENDIO DE DERECHO CONSTITUOONAL
LA PARTE ORGÁNICA DE LA CONSTfft:CIÓN 251
·'Segund(l Parte", y lleva el título de "Autoridades de /aNació1i". En nuestro léxico
personal decinios "Autoridades del Estado".
Ensambladas an1bas pautas, preferimos decidir la respuesta a favor
del margen 1nás atnplio de autononúa posible para la ciudad de Buenos
El título primero de esta segunda parte se encabeza con el non1bre de "Gobier-
no Federar· y abarca del art. 44 al an. 120.
Aii:es, y por ende deciinos que la ley que razonablcn1ente sitúa en la órbita
federal determinadas con1pe1encías para garantía de los intereses federales
El título segundo se encabeza con el non1bre de "Gobiernos de Provincia", y
in1plica que esas competencias federales quedan iaxativa1nente estableci-
abarca del art. 121 al art. 129. Es en este sector donde el constituyente de L994 ha
incluido el nuevo régimen autonómico de la ciudad de Buenos Aires, la que si bien
das, y que el rema.tiente favorece a la ciudad; de este modo, el espacio de
no tiene categoría igual a la de las provincias, tampoco es un municipio común ni autono1nía de la ciudad de Buenos Aires reconoce una fuente distinta a la
• un territorio íntegramente federalizado . de las provincias. porque según el art. 12 1 son las provincias las que "a
Del precedente diagrama divisorio y de las denominaciones empleadas surge
través de la constitución" han hecho la delegación de poderes al gobierno
claramente que para nuestra constitución son " Autoridades de la Nación" tanto las federal , por lo que retienen lo "no delegado"; en tanto para la ciudad de
que componen el gobierno federal como las que integran Jos gobiernos de provin- Buenos Aires ha sido la misma constitución federal la que ha efectuado la
cia, y el gobierno autónomo de la ciudad de Buenos Aires. distribución de competencias a tenor del art. 129 (y no la ciudad "a través
. de la constitución"), de lo que inferimos que la constitución deja a la ciu-
49. - No obstant.c la autonomía de las provincias, y la que surge del dad todo el residuo de con1petencias que expresamei:ite no adjudica al go-
arL 129 para la ciudad de Buenos Aires, la constitución les traza algunos bierno federal.
parámetros; por ejemplo, la tripartición del poder obliga a acoger el eje
fundamental del principio divisorio; si para las provincias así se entendió 51. - El re¡1arto de cornpete11cias entre el estado federal, las pro-
siempre con base en el art. 5°, tan1bién el nuevo art. 129 lo señala para la vincias y la ciudali de Buenos Aires abre un arco muy amplio de n1aterias,
ciudad de Buenos Aires al hacer mención de su jefe de gobierno de origen entre las que elegin1os éstas:
electivo y de las facultades de legislación y de jurisdicción; el sistenw de a) En cuanto al sistenta de derechos. la obligación que para las pro-
derechos obliga, como piso mínimo; asinl.isrno, queda trasladada la/onna vipcias se desprende del art. 5° representa un piso y no un techo; por ende
re¡Jublicana de gobierno y, en su esencia, el sisten1a denzocrá.tico. decin1os que, sin alterar el reparto de competencias y sin ejercer las que
pertenecen al estado federal, las provincias pueden an1pliar el plexo de
50. - Desde la reforma de 1994 la dualidad de estado federal y pro- derechos.
vincias muestra un rostro parcialn1ente nuevo, porque aparecen las men-
b) Respecto del derecho a la educación y a cuanto le es aledaño, ya
ciones expresas a los n1u11icipios provinci.ales y a la ciudad de Buenos
an~es de la refom1a de 1994 se reconocía a las provincias una serie de
Aires, esta última como un sujeto de la relación federal. competencias para completar y adecuar la ley general de educación a cargo
El lineamiento básico es éste: del congreso; desde la reforn1a, creen1os que e_l art. 75 inc. 19 párrafo ter-
a) Desde la constitución federal se reconoce en el art. 123 la auto110- cero no ha innovado en la materia, máxime cuando: b') el art. 125 diseña a
r11ia de los n1u11icipios de provincia, con lo cual el disefio del poder en favor de las provincias y de la ciudad de Buenos Aires una competencia
jurisdicción de las provincias cuenta con una pauta obligatoria impuesta concurre11te con la federal para pro.mover la educación, la ciencia, el co-
por aquélla. Puede decirse, entonces, que la autonomía municipal surge de nocimiento y la cultura
la constitucional federal, y que las provincias le confieren desarrollo cuan- c) En cuanto a la normativa vinculada con el derecho a111bie111al, el
do organizan su estructura de poder. arr. 41 desglosa las competencias así: c') al estado federal le corresponde
b) Para la ciudad de Buenos Aires, la cuestión institucional se com- dictar la de presupuestos 1ní11inzos de protección. y c") a las provincias, las
plica; b') el art. 129 adjudica a la ciudad un régbnen de gobienio autóno- necesarias para complementarla.
n10, con facultades de legislación y jurisdicción; pero, b") para resguar- d) En orden a la cláusula del art. 75 inc. 17 sobre los pueblos iudíge-
dar los intereses del estado federal mientras la ciudad sea capital, el con- 11.as, su parte final reconoce a las provincias el ejercicio de facultades con-
greso debe dictar una ley. currentes con las del congreso.
11 1


252 C0'.\1PEl\'DIO DE DERECHO CONSTITUOONAL LA PARTE ORGÁJ..:ICA OE LA CONSTITUCCÓN 2-53

e) A las provincias se les confiere la facultad de crear regiones para tado), produciéndose el impedimento funcional del congreso; e) el presi-
el desarrollo econón1ico y social (art. 124). 111e de.facto ha asu1nido las con1petencias del congreso; d) sobre la va-
f) Asi1nismo, las provincias pueden celebrar convenios internacio-
cz en el ejercicio de las n1ismas, la jurisprudencia de la Corte ha sido
ariable.
"ªles con las limitaciones consignadas en el art. 124 (la ley 24.588 extien-
de esta facultad también a favor de la ciudad de Buenos Aires).
(..os dos úllirnos períodos de facto fueron nlUy largos: de 1966 a 1973, y de
976 á 1983.

El poder y las épocas de facto En el siglo pasado , Mitre fue presiden/e de facto cuando, corno gobernador de
• a provincia de Buenos Aires, asu1nió la presidencia <le la república después de
ºsuelto el gobierno federal a raíz de la batalla de Pavón. En 1865, la Corte Suprc-
52. - Nuestro derecho constitucional material ha acuñado una espe- se p1:onunció sobre el ejercicio <le sus facultades invocando el hecho de la revo-
cial situación de emergencia, conocida con el nombre de emergencia revo- ción triunfante y el asentinúento de los pueblos (caso "Martfnez e/Otero").
lucionaría. Es la que corresponde a las épocas de facto, y su ubicación se En l 930 y 1943, reconoció en sendas Acordadas el "título" de facto de los
encuentra en la doctrina de facto, que trabaja sobre dos supuestos: el golpe respectivos presidentes.
de estado y la revolución. Ambos significan la ru¡Jtura de la continuidad
constitucio11a l. 55. - De una adn1isión n1uy estricta que en torno de la validez y la
duración de las nomias legislativas en1anadas del ejecutivo de facto en
Tal ruptura acontece cuando se quiebra el orden de sucesi6n o 1rans111isi6n del reemplazo del congreso disuel10 efectuó la Corte entre J930 y 1947, se
poder. pasó a convalidaciones más an1plias a partir de 1947, pudiendo separarse
Suel~ distinguirse golpe de estado y revolución -por lo menos desde la óptica después diferentes etapas jurisprudenciales con variantes; así, entre 1973
constitucional- en cuanto el prin1ero se linúta a cambiar los titulares del poder dan- y 1976, y luego de 1990 en adelante.
do lugar a la ocupación de éste por vías de fuerza no previstas en la constitución o
en las leyes, nlientras la segunda involucra un can1bio institucional que pr<><;luce En su sentencia del 27 de diciembre de 1996, en el caso "Herráiz,
alteraciones en la estructura constitucional. Héctor Eduardo e/Universidad de Buenos Aires", la Corle sostuvo que las
leyes de facto son válidas ntientras no se las deroga.
La ruplura de la continuidad en la transmisión del poder provoca la
ilegitimidad de origen. . 56. - En un sitnple balance queremos recordar que:
,U .
a) el seguirniento que siempre hicin1os de la doctrina de facto y de su reiterada
53. - La doctrina de facto integró nuestro derecho constitucional material, aplicación en la constitución material nunca nos llevó a admitir una supuesta
sobre todo a través de fuentes de derecho espontáneo y de derecho judicial. "supraconstitucionalidad" de la emergencia provocada por las interrupciones de la
norllllllidad constitucional;
En la doclrina de facto argentina, recién después de Q9ncJuido el período de
facto de 1976-1983, se ha comenzado con generalidad a tildar a los ocupantes del I>) tampoco a considerar a los estatutos y las actas enlitidos en los períodos
,¡¡
poder como "usurpadores". Hasta entonces, sie1npre se lós consideró casi pacífica- 1966-1973 y 1976-1983 co1no extraconslitucionales, o superiores a la c.onstilución,
mente como gobernantes "de facto". o de su nlisn1a jerarquía;
c) la acumulación de poder y la arbitrariedad en su ~jercicio se acentuaron
54. - Las rupturas de la contlnuidad constítucíonal en el siglo XX prógresiva1nente, hasta alcanzar su punto nláximo entre 1976 y 1983;
comenzaron en 1930, y se repitieron en 1943, 1955. 1962, 1966 y 1976. d) las épocas de facto causaron deterioro e ingobernabilidad eo nuestro siste-
El esquema más simple de la época de facto iniciada en cada una qe esas n1a_político, y habitualmente concluyeron fracasando en los fines y objetivos que
fechas hace ver que: a) el presidente de facro ha reemplazado lisa y llana. fueron proclaxnados como justificación inicial cada vez que las fuerzas armadas
n1ente al presidente de iure con iguales competencias; b) las cá1naras del ac9f;ldieron al poder;
congreso han sido disueltas (en 1962 varios rneses después del golpe de e) en la eonstitución material se ejemplarizó desde 1930 Ja competencia de
254 COMPENDIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL LA !'ARTE ORGM'ICA DE LA CO~STITUCIÓN 255

los gobernantes de facto para remover a los jueces de sus cargos, llegándose a des- La diferencia entre factor de presión y factor de poder se nos hace
tituir a los de la Corte Suprema en 1955, 1966 y 1976: lara y fácil: el factor de presión es el que ejerce gravitación o influericia.
t) aunque no fue pacífica la jurisprudencia sobre el status de los jueces que tanto el factor de poder es también una fuerza política pero que en
designaron los gobernantes de facto para cubrir vacantes, sie1npre se reconoció 'Omra continua -aunque acaso sea latente- está presente ~n acto o en
intangibilidad a las sentencias dictadas por los tribunales de justicia en los perío- teocia- en la generalidad de las decisiones que adopta. el poder polí-
dos de facto. . o, porque posee una visión o una posición política de co!ljunto que no se
'rcunscribe a un único aspecto o contenido de las posibles decisiones del
~r:
Las presiones sobre el poder
,Tanto los factores de presión como los factores de poder en cuanto fuerzas
57. - El ten1a de las presiones que se ejercen o recaen sobre el poder es pro- líticas (cuando provienl!n de la sociedad) operan de algún n1odo con10 un control
pio de la ciencia política y de la sociología. No obstante, co1no fen61neno que acon- bre el poder, sea en un área linlitada de decisiones determinadas, sea en la gene-
tece en la constitución 111aterial, no he1nos de onútir unas breves explicaciones. lidad Q°e, muchas o de todas .

:t,;

Una frase de Alfredo Sauvy se vuelve para ello elocuente: la constitu- 59. -Asilnisn10, no hay que olvidar que además de las presiones que provie-
ción dice con clariclad ''quién" ejerce el poder. pero ignora las presio- cn desde la sociedad, otras tienen como autores a operadores gubeman1entales
nes que ¡Jueden ejercerse "sobre él". r ej,, cuando un nlinistro presiona al presidente de la república, o éste a legisla-
res, etc.-. También hernos de recordar que sujetos que se encuentran constitucio-
Esta atim1ación nos hace sostener que: almente institucionalizados pueden actuar co1no factores de presión o de poder
a) cualesquiera sean las presiones y su intensidad, el gobienio sie111- r ej., la Iglesia Católica, los partidos políticos, las entidades sindicales-.
¡Jre queda radicado en el e111plazanzie11to fomialnzente establecido por
la constitución; 60. - En la medida en que el fin y los 111edios que en1pleen los factores de
resión y los factores de poder sean lícitos, las presiones sigcifican un medio de
b) sin transferir sus competencias, ocurre que muchas veces los vitación o influencia que no parece disvalioso. Las excepciones que nos 111erecen
detentadores del poder debilitan o dis"zinuyen su capacidad de decisión n j uicio negativo de valor son, por ejeniplo:
propia, y las decisiones que adoptan quedan condicionadas por las pre- a) las presiones que se ejercen sobre el poder judicial, porque los jueces de-
siones, aJ extremo de que el contenido material de aquellas decisiones pue- estar siempre exentos de interferencias en el ejercicio de su función;
de venirles impuesto desde afuera a los gobernantes por los sujetos
b) la excesiva concentración o acu1nulación de poder (social) en un detenni-
presionantes; o sector Q grupo;
e) en ningún supuesto aceptarnos decir que a raíz de este fenómeno e) la corporativización que pulveriza a la sociedad con una atomización o frag-
exista un gobienzo (o un poder) oculto o paralelo, o un "poder de /Jecho", ntaci6n de grupos que, sin solidaridad convergente al bien común público, pug-
frente al que se seguiría llamando "gobierno oficial" o "gobierno visible"; 1 ~!su propio interés sectorial y fracturan el consenso de base;
..

d) la expresión que parece más adecuada para resaltar la gravitación d) la propensión o proclividad que por parte delos mismos operadores guber-
de las presiones, en especial de las muy fuertes, nos parece ser Ja de ameptales los lleva a veces a congraciarse con detenninados factores de presión o
"contrapoderes ". e pode,r, internos o internacionales, para lo cual la complacencía los lleva a conferir
a las ~clsiones del poder un contenido satisfactorio para aquéllos y para sus intere-
58. -Aun cuando se halla muy incorporada al vocabulario la expre-
sión "grupos de presión", preferin1os reemplazarla por otra, porque a ve-
ces las presiones no provienen de grupos sino de sujetos individuales.
Entonces, nuestro vocabulario alude a ''factores de presión y factores de '
poder".


CAPfruLO XXXII

EL CONGRESO

El "poder legislativo"

1. - Nuestra constitución formal comienza el articulado dedicado a


la parte orgánica o derecho constitucional del poder con las normas sobre
el c.ongreso, encabezando la sección primera del título primero (Gobierno
federal) de Ja segunda parte (Autoridades de la Nación) con el rótulo "Del
Poder Legislativo''.

La palabra "poder" aquí y así empleada, n1ás que connotar una "función" del
poder, está mentando a un "órgano". Es órgano colegiado, porque se compone de
varios individuos (diputados y senadores), y es órgano co1nplejo porque cada una
de sus cámaras tiene naturaleza de órgano.

2. -Aceptando esta categoría, decimos que: a) los actos del congreso que
exigen competencia compartida de ambas cámaras, son actos co111plejos (el acto de
cada cámara compone al acto complejo del congreso): a estos actos, y a la compe-
tencia en cuyo ejercicio se cumplen, los llamamos congresio11ales; b) los actos de
cada cámara que no requieren la competencia compartida de la otra son actos si111-
ples de la cámara que los cumple; por eso, no pueden denonúnarse actos del congre-
so, ni tienen naturaleza compleja.

, La reforma de 1994

3. - Los arts. 44, 45 y 54 han introducido modificaciones en la co1n-


posici6n de ambas cámaras, y el art 54 incorpora aden1ás un cambio im-
portante en el nún1ero y Ja elección de los senadores.

Los arts. 44 y 45 traen dos innovaciones:


• •
258 CoMPEJ'iDIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL
EL CONGRESO 259

a) tuladen diputados por la ciudad de Buenos Aires (en virtud de su "i. -Nuestro art. 45 establece que "un congreso compttesto de dos cárnaras,
régimen autonó1nico-art. 129-); pero d~· dip111adcs de la nación, y otra de senadores de la.s provincias y de la ciudad
b) 1na11tienen diputados por la capital.federal para el caso de que se Bllt'llOS At'res, será investido del poder legislativo de la nación". La cámara de

traslade fuera de la ciudad de Buenos Aires. Utndus, sepún la norma escrita, representa al "pueblo" (o a la nación). Es la dog-
' c;:n de la rep~esentación política en la teoría de la den1ocracia popular.
De esta n1ru1era, la cán1ara de diputados tiene prevista una composi-
l .a nor1na no tiene ni puede tener vigencia sociológica, porque 110 hay repre-
ción tripartita: a) diputados por cada provincia; b) diputados por la ciu- ·ión de todo el pueblo ni de la nación. De la norma sóln tiene vigencia socio-
liad de Buenos Aires; c) diputados por la ca¡Jital federal (en caso de tras- ª la ex[ tencia de una cá11zara de diputados, que no representa al pueblo en su
• lado). UlllO (a lQ§;UIDO, en la constitución material, lps diputados -pero no la cán1ara-
lil!nta1f~ sus partidos políticos). La cámara de senadores representa, según la
El art. 54, en can1bio. ofrece estas variantes:
na ncinna, a las provincias respectivas y a la ciudad de Buenos Aires.
' a) añade senadores por la ciudad de Buenos Aires; pero
b) suprinze los senadores por la ca¡Jitalfederal, que dejará de tener- 6. - LílS provincias no quedan obligadas a reproducir el bicaniarismo
los si se traslada fuera de la ciudad de Buenos Aires. ral. por~ve no concurre la ntisma razón que preside la división del
La composición del senado es bipartita: a) senadores por cada pro- reso en~dos cámaras.
¡.. ~l~ .
'
vincia; b) senadores por la ciudad de Buenos Aires. Por ende, cuando las pautas de la cünstitución federal se proyectan a
Ade1nás: rganizac_ión local del poder hen1os de decir que el bicamarisn10 no es
parte esencial de 11Uestra estructura tripartita del poder.
a) eleva de dos a tres el número de senadores;
b) reenzp/aza con elección directa el sistema 01ediante el cual se ele-
gían los senadores por las provincias (que era el de designación por las perteneir.cra de las bancas del congreso
-,,•:·
legislaturas) y por la capital federal (que era el de elección indirecta por .,

colegio electoral); 7. - Se díscute a quién pertenecen las bancas legislativas: si al legis-


c) reparte las tres bancas de cada jurisdicción del siguiente modo: c') r .que es ti~arde una de ellas o al partido político con cuyo patrocinio
dos senadores al partido que obtiene el n1ayor nún1ero de votos; c") un fo la c~d1datura

del titular.
senador al partido que Je sigue en número de votos. a) Int~nt:nno~ sugerir que los senadores representan a las provin-
\' a la c1.ucíad de Buenos Aires a través del partido al que tanibién
resentqn. La mixtura parece rara, pero no hay por qué rechazar la posi-
El bicamarismo realidad.de una doble representación.
••
J)c aqµí. en más, aunque el art. 54 no defme explícitamente que las
4. - La índole compleja del órgano co11greso nos lleva al ten1a del cas de· lQ~ senadores pertenecen a los partidos a los que representan.
bicanzarisn10 o estructura bicameral del órgano. En 11uestro derecho cons- espaci.o amplio para aseverarlo con certeza.
titucional, el bican1arismo no se apoya en una mera división interna del b) En cambio, los diputados (que en el ordyn normati-vo de laconsti-
órgano y del trabajo que la constitución le encomienda al asignarle s~s ión se Clice que representan al pueblo) representan realmente a sus res-
competencias. Nuestro congreso es bica1neral porque el estado es fede- ti vos partidos. No hay dificultad doctrinaria, entonces, para aceptar que
ral: el bicamarismo federal tiene su 111odelo en la constitución de los Esta- 11 bancas de diputados son de pertenencia de los p<U:tidos que postularon
dos Unidos, y responde ala teoría de que la cámara de representantes (di- la.~ cundidaturas triunfantes. ,
putados) representa al "pueblo", y la de senadores a los estados miembros
. . Este criterio enipúico conduce a propiciar que cuando un diputado se desvincula
o provincias.
p111 cualquier causa del partido que nominó su candidatura. debe perder su banca.
• •

260 COMPENDIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL EL CONGRESO 261

Si se implantara un sistema distinto al de monopolio partidario de las candida- La base de población fijada en el art. 45 puede ser au11ien1ada pero no dis1111-
turas, el diputado electo sin patrocinio partidario no sería representante de un parti- dc lo que resulta que el número de diputados extraído de la población de
do, que tampoco titularizaría su banca. aovincia y de la capital puede ser inferior al que existe antes <le cada censo.

8. - Ilay constituciones provinciales que definen expresamente para sus le- 12. - Si mantene1nos firmemente la opinión de que una ley puede
gislaturas la pertenencia partidaria de las bancas. ar un núnimo de dos di¡Jutacios por cada provincia (aunque Ja base
Respecto del senado federal creemos que: a) las provincias no pueden condi- lación de alguna no alcance n1ás que para designar "uno" solo) tam-
cionar la designación y pennanencia de los senadores federales con un mandato crccn1os con seguridad que es i11consti1ucio11al "agregar" más dipu-
i1nperativo: ni, b) prever revocatoria o cesación en el cargo de senador federal. por sobre esos dos. porque los diputados adicionales vienen a ser
os "regalados", en contradicción con Ja pauta rigurosa del art. 45,
guardar relación c.:on la población.
El congreso y los órganos extrapoderes
3. - La elección de los diputados se efectúa de 1nodo directo va
9. - Dentro de la núsina sección que la constitución dedica al congreso apa- e ¡1luralidad de sufragios, considerándose a las provincias, a Ja ciu-
recen dos órganos que, a nuestro criterio, ya he1nos dicho que consideramos extra- Duenos Aires y a la capital federal con10 distritos electorales de un
poderes. Son la Auditoría General de la Nación y el Defensor del Pueblo.
stado.
ara ser diputado se requiere haber cumplido veinticinco años de edad,
La cámara de diputados cuatro años de ciudadanía en ejercicio, y ser natural de la provincia
elija o con dos años de residencia inn1ediala en ella. Estas condicio-
1O. - Los diputados son, de acuerdo con la letra y el espúitu de la constitu- fijadas en·el arl. 48- deben reunirse "para ser diputado", o sea, al
ción ro1mal, representantes de la "nación" (art. 44) o del "pueblo'' {art. 45). Son de aprobarse el diplon1a del electo por la cán1ara (a diferencia de
elegidos por el pueblo; ·'pueblo" es, a este fin, el electorado activo o cuerpo electo- diciones para ser "elegido" senador. que deben reunirse al tiempo
ral. elección).
El número de habitantes que sirve de índice básico para establecer el número >s diputados duran cuatro años, y son reelegibles, pero la cán1ara
de diputados debe computarse incluyendo a los extranjeros; no es posible lin1itarlo
ucva por mitad cada bienio.
a la población "argentina", porque la norn1a habla de "habitantes", y habitantes son
tanto los ciudadanos o nacionales como los extranjeros.
14. -El art. 51 prescribe que en caso de vacante, el gobierno de la
La base de población de ta que surge el número de diputados se reajusta perió-
dica1nente de acuerdo con el censo general. Este censo ~nfonne al art. 47- "sólo
pondiente jurisdicción hace proceder a elección legal de un nuevo
podrá renovarse cada diez alios"; el censo "debe" realizarse cada diez años, y "no ro. La constitución quiere que la diputación se cubra con una nueva
puede" efectuarse con periodicidad menor. Esta obligación responde al propósito Ión posterior a Ja vacancia; por eso, reputamos inconstitucional Lodo
de que el nún1ero de diputados refleje la cantidad de población de cada distrito a legal que, juntamente con los diputados, obliga a elegir suplentes
electoral. .recn1plazar
( .
a los titulares. No obstante, el derecho constitucional
.
nia-
ha inc-Orporado la práctica de elegir suplentes en la elección de dipu-
11. - U na interpretación coherente y relacionada de los arts. 45 y 46 lleva a para tener sustitutos anticipados en caso de vacantes, por lo que
sostener, con seguridad, suficiente, que después de 1853 ninguna provincia puede ucidas éstas no se realiza nueva elección en los ténninos del art. 51.
tener 111e11os de dos diputados, porque ese núnimo lo tuvo para fornm el primer
congreso. De ahí que, a nuestro criterio, la constitución autoriza a que el congreso r~s j¡Jconstitucional que el diputado que cubre la banca dejada vacante por otro
mantenga por ley ese mismo número mínimo de dos cuando, al reajustar la base de ~uranh: el plazo de cuatro años, vea reducido el suyo por uno menor para sólo com-
población después de cada censo, una provincia queda con un solo diputado. plc:t.ir cl período.
• •

262 CoMP8''DIO DF. DERECHO coNsT1ruc10NAL ELCONGRf:SO 263

La cámara de senadores I J vice¡Jresidente de la re¡Jública es el presi.dente nato del


Con respecto al poder ejecutivo, es un órgano al margen de él
15. - F.I senado se compone de tres senadores por cada ¡Jrovincia y l'rcs-. pero con respecto al senado, lo integra a útulo propio como
tres ¡>or la ciudad de Buenos Aires. Cuando los senadores votan en la te nato. Sin embargo, sólo dispone de "voto" en caso de empate
cámara, la representación no se unitica. como pudiera pensarse en razón • lo que no debe interpretarse como impidiéndole tener "voz".
de que Jos tres representan a un n1ismo ente, sino que cada senador tiene un
voto (art. 54). art. 58 establece que el senado non1brará \Jn presiden le provisorio pará que
en caso de ausencia del vicepresidente, o cuando éste t;jerza las funciones
La senaduría por la capital ha desaparecido. ·111~· de la nación.

16. - l~os
senadores de las provincias ya no so11 elegidos por sus
legislaturas a ¡J/uralidad de sufragios, conforme al anterior art. 46 de la patibilidades y rentllheraci6n de los iegisladores
constitución, sino por el cuer¡Jo electoral; ahora, pues, la elección es di-
recta (art. 54). ('01no disposición com~n a an1bas cámaras, re1aclonadl! con el ejetc1,
rgo parlamehtario, el art. 72 consigna que ningún htle111bro del congreso
J7. - Los requisilos para ser "elegido" senador (que deben reunirse. 1hir ernp,leo o cotnisión del poder ~jccutivo, süi previo cohsentimiento d.e
o respectiva, excepto los c1npleos de escala. Convie11e1asitnis1no, viticuta1·
por eso. en el 1non1ento en que la elección se realiza, y no en el que el de la inco1npi!.tíbllídad con la disposición del arl. 10), incHuida en la pat'té de
senador se incorpora a la cán1ara) son: edad de treinta años. haber sido seis tu1.:ilSn que se tefieré a los 1ninlslros del póder ejecutivo, y que dlc..i c¡ue
años ciudadano de la nación, disfrutar de una renta anual de dos 1nil pesos pucucn St!t senadores ni diputados sin hacer dimislót1 de sus empleo~ de
fuertes o entrada equivalente, y ser natural de la provincia que lo elige o (y. a contrario sensu, que los senadores y diputados lanipoco put:dc11 acu-
con dos aflos de residencia inmediata en ella. Así lo establece el art. 55. cargo parlame1ltario el cargo de nlinístros del pode¡- ejecutivo).
J,os senadores, de acuerdo con el art. 56, ya 110 dura1111ueve al1os en c111plcos de escala que se exce1:>ttlan de la incotnpatibil.idad son lt;s que
el ejercicio de su mandato, si1to seis, y son reelegibles indefinidamente yen un estado o profesión habitual que no se reclbe11 pot favor o ~aéla del
(este adverbio no figura en la cláusula de reelección de los diputados del ntc, y en los que se asciende por antigüedad en fo1n1a graduada.
art. 50). El senado se renueva a razón de una tercera parte de los distritos r ultimo, fuera del espíritu y las rnolivaciones que fundllm.enlan las inco!Tl-
electorales cada dos años. adl':> seüaladas1 el art. 73 e!ltipllla que los eclesiás1iccJ8 regulares no pue-
n1ícn1bros del congreso, ni los goben1ndores de provincia por la de s14
Cuando vaca una ¡1/aza senatorial por muerte, renuncia u otra causa. (tarnpoco por otra).
el gobierno a que corresponde la vacante hace proceder inmediatamente
(este adverbio trunpoco figura en la norma análoga para la cámara de dipu- Los míembros del congreso tienen prevista una re11uiheració11 eti el aJ't.
tados, del art. 51) a la elección de un nuevo miembro. constitución. Esa dotación debe ser fijada por ley, y pagada por el tesoro de

La vacancia por renuncia no se opera por la presentación de la dimisión, sino rctribüci6h de los legisladores -que se cohose con el noinbre de dletn- no
recién a partir del inon1ento en que el se.nado la acepta. Por ende, no se puede desig- n1111olros uh vetdad!!ro pri vlleglo pnrlalnentario, y por eso tlo la inl!1lli1tlos en
nar nuevo senador antes de dicha aceptaci6n, porque Ja banca no está vac¡¡nte. En 1la propia del derecho pat·lartlCntal'lo. Se t.ra1a de una inera compensací611
caso de realizarse tal elección anticipadamente, queda afectada c:le nuUdad e incons- 11crvici1:Js prestados.
titucionalidad.
Cuando un senador deja vacante su banca ni.ientras pende su período, esti.rna-
mos inconstitucional que el nuevo senador que lo reeJDpla.za se.a designado para
completar dicho lapso, porque la constitución asign11 a cada senador y a todos un
tiempo de desempeño de seis años que no es viable de reducción.
CAPíruLO XXXIII

f. ET~ DERECHO PARLAMENTARIO

' Su cQntenido

1. - El derecho ¡Jarlan-ientari.o es la parte del derecho copstituclonal
del poder que se refiere a la constitución, los privilegios y el fupcionam ien-
to de los cuerpos parlan1entarios -en nuestro caso, del congreso y sus cá-
maras-.
De este n1odo, el derecho parlamentario comprende so lan1ente:
a) la constitución del co1~greso en sentido fom1al. o sea, desde l~
sesiones preparatorias hasta la incorporación de los legisladores, abarcan-
do el juicio sobre la validez de la "elección-derecho-titulo" de los mismos,
la aceptación de sus diplomas, el juramento, y la constitución de las auto-
ridades;
b) lo~ llamados privilegios o inmunidades-individuales y colectvos-;
e) el fu11cionan1te1110 del congreso: sesiones y sqs clases, duración,
modo de reunión, carl\cter de las miswas, formas de emisión de los actos
de su con1petencia, quórum, mayoría oe votos, etcétera.

Algunos de estos aspe~tos están regulados por la propia constitµción formal;


otros mediante el reglpn1erito interno de cada cáinara, que ainbas dician por expre-
18 competencia acord¡tda por la constitución (art. 66); muchos surgen de la práctica
o coi¡t4mbre {derecho espontáneo), especialmente por la intercalación de los parti-
dos políticos en la dinámíca del derecho constitucional del poder.

IJas sesiones del congreso

2. - Las sesiones del congreso se dividen en cuatro categorías: tres


• •

266 COMPENDIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL EL DERECHO PARLMiENTARlO 267

previstas en la constilución. y una en los reglamentos internos de las cáma- micio o aprobación de listas. la personería de los partidos políticos,
ras. Las primeras son: a) las ordinarias; b) las de prórroga; e) las ex- lodo ello es competencia exira¡Jarlamentaria, y propia de otros ór-
traordinarias. La cuarta calegoría está dada por las sesiones ¡1re¡Jarato- -especialmente de los órganos judiciales en materia electoral-; e)
rias, que son las primeras en el orden del tiempo porque se anticipan a las que hace al juicio sobre la validez de "título-derecho-elección" de los
ordinarias. ladores por cada cán1ara, estimamos que en ciertas situaciones
·alísimas cabría el control judicial (y ello porque cada cámara es juez,
3. - Las sesiones preparatorias tienen por objeto recibir a los electos que han no juez "exclusivo"): por ej.: si una cámara, después de aceptar el
presentado diplo1na expedido por autoridad competente, y elegir las autoridades de a de un electo, desconociera su validez y revocara la incorporación
cada cámara.
·embro: o si obrara con arbitrariedad manifiesta, etcétera. (La Corte
El j11ra111ento de diputados y senadores es exígido por el are. 67 de la constitu- dcra que es una facultad "privativa" de cada cámara.)
ción, y se presta en e l acto de la incorporación.
. - En ejercicio de la facultad que consagra el art. 64 las cámaras pueden -y
4. - También prevé la constitución una faculcad de las cámaras, que juzg\lf si el electo reúne el requisito de la "idoneidad" para ser diputado o
es privativa de cada una de ellas (competencia propia) y que suele incluir- or (confQnne al art. 16). Inclusive, cuando el art. 61.J utorga a las cámaras el
se entre sus "privilegios" colectivos. Nor1nalmente, se ejerciLa en las se- discialinario para ren1over a SU$ 1nieu1bros por inhabilidad física o moral
siones preparalOrias para constiluir la cámara. Es la que el art. 64 contiene viniente" a su incorporación, fluye ele la norma que si su similar inhabilidad
en la fórmula de que "cada cán1ara es juez de las elecciones. derechos y lcrior" a la incorporación (y la cán1ara la conoce), el legislador electo no debe
títulos de sus niie1nbros en cuanto a su validez". orporado.
'

Cabe observaJ" que el texto dice que cada cán1ara "es juez" pero no dice que sea . - El congreso tiene asignado un periodo ordinario de sesiones, y
juez "exclusivo". Esta acotación debe tenerse presente para analizar si es una facul- ceso entre tales períodos.
tad que ad1nite o no control judicial.
propia constitución formal prevé la internútencia en el ejercicio de las com-
1as del congreso y de sus cámaras, lo cual revela que el poder legislativo no es
Vanossi resume en un cuadro muy gráfico la norma del art. 64:
importante, desde que la dinámica constitucional puede subsistir durante el
tesis de la actividad congresional, cosa que no ocurre con el poder ejecutivo ni
Cada cámara es juez administración de justicia.

elecciones } art. 63 dice que ambas cámaras se reunirán en sesiones ordinarias


derechos de sus miembros s los años desde el l" de niarzo hasta el 30 de novien1bre.
títulos
orno el art. 99 inc. 8° menciona entre las facultades del presidente de
en cuanlO a su validez
pública. Ja de hacer anualn1ente la apertura de las sesiones del con-
• se suscita la duda de si es imprescindibleese acto presidencial para
el cong~eso e11tre en funciones.
5. - Nuestro punto de vista es el siguiente: a) el ser juez con el alcan-
ce antedicho se limita a conferir el "privilegio" de examinar la validez de Nuestra respuesta es ésta: el ejecutivo tiene la "obligaci6n constitu-
"título-derecho-elección", y nada más (por ej., si el electo reúne las condi- al" de convocar las cámaras el 1° de marzo y de abrir sus sesiones
ciones que la constitución exige, y si las reúne en el momento que la cons- Inarias; pero si no lo hace, el congreso tiene competencia para reunirse
titución determina): b) pero no significa que las cámaras juzguen los as- pleno derecho, y debe hacerlo.
pectos "contenciosos" del proceso electoral (por ej.: la validez de los vo-
1•11 el derecho constitucional n1atcrial, la fecha inicial del peiiodo ordinruio no
tos, su anulación u observación, los volOs en blanco, la validez de las actas
lc111pt'C ha sido respetada.
• •
268 COMPENDIO DE DERECHO CONSTI11JCIOKAL EL DERECHO PARLAMENTARIO 269

8. - Fuera del período de sesiones, no queda i11hibido el trabajo par- Asi1nisl110, la refomu1 de 1994 ha previsto que la aprobación eu particular de
lamentario que no requiere la reunión de las cánlaras. Lo que no pueden 1yccto de ley puede ser autorizada por cada cámara a favor de una o rnás
111011cs (art. 79), por lo que la falla de una norma general específica sobre las
éstas es sesionar. pero sí ejercer las competencias que no demandan se~
tones legislativas parece subsanarse i1nplícilamente con esta habilitación.
sión. Así, por ej., pueden reunirse las comisiones, los bloques. las comisio-
nes investigadoras, etcétera.

9. - El art. 63 agrega que "pueden ser convocadas (las cámaras) ex- trabajo parlamentario
Eraordinariflntenle por el presidente de la nación, o prorrogadas sus se-
siones". Coordinando esta normaco11 ladel inc. 9° del art. 99, leemos en él 12. - La fijación del período de sesiones ordinarias más Ja práctica
que el presidente de la república "prorroga las sesiones ordinarias del con- uc el congreso no las prorroga por sí mismo ha conducido a reducir el
greso o lo convoca a sesiones extraordinarias cuando un grave interés de del congreso y a que, en suma. acrezca la preponderancia presidencial.
orden o de progreso lo requiera". l~ntre tanto, y en el marco de la constitución formal, no fallan opinio-
Nuestra interpretación es la siguiente: a) las sesiones extraordinarias quc para el ejercicio excepcional de ciertas competencias consideran
deben siempre ser convocae/as¡Jor el poder ejecutivo, no pudiendo el con- lícitamente habilitada la autoconvocatoriade1 congreso o de alguna de
greso disponer por sí solo su realización; b) la prórroga de las sesiones a cániaras (por ej.: para promover juicio político al presidente durante el
ordinarias puede ser dispuesta tanto por el presiclente de la república so parlamentario).
conio por el n1ismo congreso porque la facultad del presiden1e (que para
este caso no surge del art. 63 sino del 99 inc. 9º) existe, pero no parece I ~. - Creen1os que nuestra constitución formal no contiene ninguna
exclusiva, porque el art. 63 no lo dice. rma general que establez.ca de qué modo trabajan las cámaras para ejer-
r las competencias congresionales (o sea, las que requieren el concurso
1O. - En la ¡Jrórroga de las sesiones ordinarias el congreso continúa an1bas cáinaras).
su período anual, y mantiene la plenitud de la competencia del cuerpo, y
cada cán1ara la propia de sus facultades privativas. En cambio en las sesio- Hay una serie de normas que hacen referencia a las sesiones separa-
nes extraordinarias, cuya convocatoria depende inexorablemente de un 1s. pero al lado de esta serie, otras normas no reseñan el n1odo de trabajo
acto del ejecutivo motivado por un "grave interés de orden o de progreso" r ej.: el art. 30). Por fin, en alguna ocasión la constitución exige expre-
(art. 99 inc. 9°) el congreso no dispone de la plenitud de su competencia, mcnte la reunión de ambas cán1aras en sesión conjunta -que se llan1a
que queda circunscripta a las cuestiones que provocan la realización de la'S amblea legislativa- (por ej.: art. 93 y art. 99 inc. 8°).
sesiones, y que son fijadas por el presidente de la república.
Una vez efectuada la convocatoria y determinado el temario. el poder 14. - Si nos fijan1os en el n1ecanismo de sanción de las "leyes", no
ejecutivo no puede privar al congreso de su competencia para reunirse y be duda de que la constitución ha previsto e impuesto el tratamiento de
tratarlo. )os proyectos de ley (deliberación y aprobación) por cada cámara separa-
dan1ente,· una es cámara de origen, y otra es cámara revisora. Ahora bien:
11. - Nuestro derecho constitucional no conoce - ni en la constitución formal corno nosotros entendemos que no todos los actos del congreso tienen na-
ni en la material- un instituto que ofrece modalidades interesantes en el derecho turaleza de ley, y que aquéllos que no lo son no deben emanarse con "for-
comparado. Se trata de las co1nisio11es pennanentes del parlamento que, como ór- ma de ley", interpretamos que el trabajo parlan1entario separado está orde-
gano transitorio del mis1no, ejercen algunas competencias durante el receso parla-
nado sola111ente para Las leyes (entendiendo por tales los actos con natura-
n1entario para suplir la actividad suspendida en la totalidad del cuerpo.
leza niaterial de ley y forma de ley). Para los casos en que la constitución
Sin embargo, Ja Co111isión Bica111eral prevista en los arts. 99 (inc. 3°) y 100
no arbitra ese procedimiento, creemos que reserva al congreso la opción
(incs. 12 y 13) ha sido calificada como "pennanente" por el propio texto reformado
en 1994 a los fines en él establecidos. del trabajo separado o conjunto.
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270 COMPENDIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL EL DERECHO PARLAMENTARIO 271

Para el trabajo de cada cámara por separado, existe la opción de aplicar, por Se trata de un requisito elemental del principio republicano de publici-
analogía, el procedimiento de sanción que la constitución establece para las leyes.
de todos los actos de gobierno. por lo que no vacilamos en sostener
e las sesiones secretas son inconstitucionales, salvo en casos excepcio-
15. - Lo que sí contempla la constitución después de la reforma de
ísimos de secretos de estado que realmente son tales objetivamente.
1994 es la aprobación en coniisiones de cada cámara de proyectos de ley
en particular, conforme al art. 79.

16. - Para cumplir los actos de su competencia, el congreso tiene parificadas


a ambas cámaras.
Esta igualdad no quita que, en el mecanismo legislativo, uo todas las leyes 19. - Quorunz significa el número de miembros que se necesita para
puedan tener origen en cualquiera de las cámaras; o que la insistencia de una cáma- ue un órgano colegiado pueda conslituirse, funcionar y adoptar decisio-
ra acerca de un proyecto de ley pueda a veces asegurar la sanción; o que el rechazo
total de un proyecto por una cámara hnpida repetir su tratamiento en las sesiones de Nuestra constitución contiene una disposición general y básica sobre
ese año.
uóru)ll1 sin perjuicio de excepciones que ella misma introduce en casos
De esta igualdad de a1nbas cán1aras sólo puede hablarse en el caso de actos del articulares; el art. 64 dice que 11i11guna de las cániaras entrará en sesión
congreso que requieren (precisamente por ser deI congreso) la aprobación de dipu-
lados y senadores. En las competencias privativas y exclusivas de una sola de las
in la niayoría absoluta. de sus tnie111bros.
'
cárnaras, la con1paración con la otra no es posible (y el senado tiene 1nayor cantidad Mayoría absoluta no es. como vulgarmente se sostiene, la "n1itad más
de esas competencias que la cámara de diputados). o", sino "n1ás de la rnitad" de los mienibros, que es cosa distinta, por-
ue si-;x>r ej.-suponemos 187 legisladores, más de la mitad son 94, mien-
17. - Ambas cán1aras, reza el art. 65. e1npieza1i y concluyen sus se- as la mitad n1ás uno son 95.
siones SÍlnu/Lánean1e11te; ninguna de ellas, rnientras se hallen reunidas,
podrá suspender sus sesiones más de tres días sin co11sentimie1110 de la 2b. - La imposibilidad de sesionar sin quórum parece dejar librado a
otra. Ja volmitad de los legisladores el funcionamiento de las cámaras. La cons-
titución no ha ignorado esa hipótesis, y por eso el mismo art. 64 añade que
La coordinación del trabajo parlamentario parece haber exigido esa simultanei- un número menor podrá compeler a los n1iembros ausentes a que concu-
dad y, dada la generalidad de la norma, extendemos su aplicación: a) a todo tipo de rran a las sesiones, en los térnzinos y bajo las penas que cada cániara
sesiones constitucionales (ordinarias, de prórroga y extraordinarias); b) tanto a los
actos del congreso corno a los privativos de cada cámara. establecerá.
En la constitución material esta norma es incun1plida normalme.nte.
Para que la norma no llegue a quedar bloqueada nos inclinamos por la posibi-
lidad de que la niinoría por s[ nlis111a (que para esta situación vendría a ser "cámara
18. - Ninguna norma con.stitucional impone con generalidad el prin- en minoría") disponga los términos y las penas de compulsión, a menos que la
cipio de que las sesiones deben ser públicas. Hay solamente algunas nor- misma cámara (con quórum) o su reglatnento ya tuviera establecida la norma gene-
mas especiales que lo prescriben, como el art. 59 para el juicio político en ral pertinente, en cu yo caso la minoría no podría apartarse de esa norma para reem-
el senado, el art. 99 inc. 4ºpara el acuerdo.del senado enel nombramiento plazarla por otra ocasional.
de jueces de tribunales federales inferiores y, según nuestra interpretaci6n, Como principio, entenden1os que cuando una nonna que exige un quóru1n de
también el art. 83 para la insistencia de las cámaras en proyectos vetados votos para "decidir" no dice expresamente que se trata de los miembros ''presen-
por el poder ejecutivo. tes", aqµel quórum de votos debe coniputarse sobre el total de los que co1nponen la
cámara.
. Los reglamentos de ambas cámaras sí prevén la publicidad de las se-
s1ones.
21. - Diversas normas han especificado en el texto reformado en 1994 un
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272 COMPENDJO DE DERECH~ CONS"ITI UCIONAL EL DERECHO PARLA..MENfARIO 273

quórum especial o agravado para las decisiones propias de las cántaras del congre- tota1 de sus 1nie1nbros; h") con igual quóru111 cada cámara puede dejar sü1 ~feeto
so, tanto relativas a competencias privativas como a las comunes a ambas. esa delegación ; b'") con igual qu6ru111 cada comisión aprueba el proyec.1.0 enco-
Así: mendado por la cántara de su pertenencia.
1
a) El art. 39 prevé que la ley reglamentaria del derecbo de iniciativa popular i) El art. 8 J prevé hipótesis de quórum de votos en el proceso común de san-
legislativa (pero no cada proyecto que en ejercicio del mismo se presenta) habrá de ción de las leyes que en su trámite han tenido adiciones o correcciones; las mayorías
sancionarse con el voto de la 111ayor(a absoluta de la totalidad de núe111bros de allí fij.,adac; son: i') mayoría absoluta de los presentes, o i") dos terr:eras partes de
cada cá111ara; los presentes, según las hipótesis que el a11fculo regula;
b) El art. 40 fija igual quóru111 ele votos favorables para la sanción de la ley j) El arl. 85 consigna que la ley regla1nentaria de la Auditoría General de la
reglamentaria de la consulta popular (pero no para cada ley por la que se somete un Nación tiene que ser aprobada por la 1nayoría absoluta de los 1nie1nbros de cada
proyecto a consulla popular); cár11ara;
e) El art. 75 inc. 2° párrafo cuarto consigna que la ley-convenio en materia im- k) El art. 86 prescribe que la designación y remoción del Defensor del Pueblo a
positiva necesita aprobarse con la 111a.yoría absoluta de la totalidad de r11iernbros cargo del congreso ha de efectul\fSe con el voto de dos terr:eras partes de los rnie111.
de cada cá1nara; bros presentes de cada cánzara;
d) El art. 75 inc. 3° prescribe igual quóri11n de votos favorables para establecer 1) El arL. 99 inc. 3º párrafo cuarto, al regular el trá1nite a que quedan sujetos los
y modificar asignaciones específicas de recursos coparticipables; decretos de necesidad y urgencia dictados por el poder ejecutivo, establece que la
e) El art. 75 inc. 22 se diversifica así; e') para denunciar uno o más instrumen- Intervención final del congreso será regla1nentada en su tránute y en sus alcances
tos internacionales de los que taxalivamcnle enumera como investidos de jerarquía por una ley que precisa ser aprobada con el voto de la 111ayorfa absoluta sobre Ja
totalidad de 111ie111bros de cada cá111ara;
constitucional, hace falta que con anterioridad a la denuncia que le compete al po-
der ejecutivo el congreso la apruebe coa dos terr:eras partes de la totalidad de ll) El art. 99 inc. 4º prevé que el acuerdo del senado para la desionación de Jos
1nie1nbros de cada cániara; e") igual quórurri de votos favorables se necesita para magistrados de la Corte Suprema de Justicia debe prestarse con elvoto de dos
que otros tratados y convenciones sobre derechos hu1nanos (fuera de los que direc- lerc-ios de 111ien1bros presentes de la citada cáinara;
tamente han recibido jerarquía constitucional) gocen en el futuro del rnisn10 rango m) El art. 101 conten1pla dos situaciones respecto del jefe de gabinete de mi-
de la constitución (debe recordarse que para esta hipótesis el inc. 22 también agrava stros: n') para ser interpelado a los fines de una moción de censura hace falta el
el procedimiento, porque es menester que primero el tratado sea aprobado, y luego voto de la n1ayorfa absoluta sobre la totalidad de 1nie11zbros de cualquiera de fas
se le otorgue jerarquía constitucional -a menos que, según interpretamos, ya la os cántaras del congreso; n'') para ser removido es menester el voto de la n1ayorfa
aprobación alcance el quórum exigido para obtener esa jerarquía-); bsoluta de 1nien1bros de cada una de las cámaras;
t) El art. 74 inc. 24 se diversifica así: f ')los tratados de integración supraestatal n) El art. 114 dispone que la ley reglamentaria del Consejo de la Magistratura
con estados de Latinoamérica han de aprobarse con el voto de la 111ayoría absoluta ne que sancionarse con la 111ayorla absoluta de la totalidad de mie1nbros de cada
de la totalidad de nlie1nbros de cada cá1nara; f ")cuando tales tratados se celebren 11u1ra;' 1'

con otros estados no latinoamericanos, el mecanismo se desdobla: primero la decla-


ración de conveniencia ha de aprobarse por la mayoría absoluta de los 11ziembros
?) En la misma ley reglamentaria del Consejo de la Magistratura -y, por ende,
n igual q116rt1111 de votos- se determinará la integración y el procedimiento del
presentes en cada cániara, y después de transcurridos ciento veinte días de ese acto
d o .de enjuicianuento para la ren10cióa de los jueces federales de instancias
declarativo el tratado tiene que ser aprobado por la 1nayorla absoluta de la totali- feriores a la Corle Suprema.
dad de 1niembros de cada cá1nam; f "') la denuncia de cualquier tratado de integra-
ción -que está a cargo del poder ejecutivo- requiere la aprobación previa por 1nayo-
ría absoluta de la totalidad de miembros de cada cámara;
privilegios e inmunidades
g) Las leyes modificatorias del régimen electoral y de partidos políticos deben
aprobarse por mayoría absoluta del total de mie1nbros de las cántaras;
22. - Tal vez el punto neurálgico del derecho parlamentario sea el de
h) El arl. 79 establece que: h') después de aprobarse un proyecto en general en
el congreso, cada cámara puede delegar (debe decirse: imputar) en sus comisiones los llamados "privflegios" parlanzentarios. Estos privilegios ~ue son
la aprobación en particular de ese proyecto, con el voto de la n1ayoría absoluta del una constante en el derecho constitucional del poder comparado- se repu-
1u11 establecidos en interés del parla111ento o congreso como órgano, y se
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274 (OMPfM.llO DIO DERECHO CO~STITUCIONAL EL DERECHO PARLA1\.1E.'<f ARIO 275

alega que tienen con10 finalidad asegurar la independencia. el funciona- 27. - Entre los privilegios personales se cita: a) la inn1unidad de opi-
miento y la jerarquía del n1isn10. Por eso se los llan1a tan1bién i11111u11ida- ón y expresión: b) la inmunidad de arresto: c) el desafuero: d) la dieta.
des. en cuanto preservan al órgano.
Para nosotros, el desafuero es a la vez un privilegio "personal" y un privilegio
Aunque la terminología '·privilegios" o "inmunidades" tiene curso tra-
1~-ctivo": lo p1imcro. porque protege al legislndor; lo segundo, porque implica
dicional en el lenguaje constitucional del derecho parlamentario. creemos a la cámara la disponibilidad de ponl!ro no a sus 1niembros a la orden de un juez.
más correcto el sustituto de "garancías de funcionamiento". Son garan-
La die/a o re1nuneración 110 e:<, a nuestro juicio, un privilegio; sólo reviste el
tías que se otorgan a un órgano de poder, tanto si tales garantías cubren al ácter de una compensación por el servicio.
'·órgano-inslitución" como si protegen a los "órganos-individuo". porque
en a111bos casos tienden a resguardar al congreso y a sus cámaras. que 28. - Las cán1aras tienen poder disciplinario para corregir, reniover
actúan a través de las personas que son sus miembros. ·'Garantías de f un- e.\pulsar a sus 1nien1bros. Cl art. 66 dispone que cada cámara podrá, con
cinnanüentn" son, entonces, tutelas funcionales. s tercios de votos, corregir a cualquiera de sus miembros por desorden
conducta en el ejercicio de sus funciones. o re111over/o por inhabilidad
23. - Si están dadas para el buen fw1cionan1iento del órgano parece sica o n1oral sobreviniente a su incorporación, o hasta e:rcluirfe de su
que debe interpretárselas en el sentido de que no ¡Juede" ser declinadas o no.
re11u11ciadas.
Cualesquiera de las hipótesis de sanción disciplinaria parecen exigir que se
24. - Nue:;tra Corte Supren1a, en el antiguo caso "Aletn" -del a1"io 1893- sos- sguarden el debido proceso y la defensa. para asegurar la razonabilidad de la
tuvo que la constitución no ha buscado garantizar a los núen1bros del congreso con dida.
una inn1u11ídad que renga objetivos personales, ni por razones del in<li viduo misn10
a quien se hace in111une: son altos fines políticos -agregaba- los que se ha propues-
29. - El arl. 66 no incluye el poder disc1plinariofre11/e a lerceros cxlraños a la
to, y si ha considerado esencial esa in1nunidad es precisamente para asegurar no 4mara. Se lo ba interpretado co1110 privilegio i111plícito, consistente en castigar a
sólo la independencia de los poderes públicos entre sí. sino la existencia 1nis1na de los que sin ser legisladores cometen actos que implican una ofensa al parlamenlo, o
las autoridades creadas por la constitución. a alguno de sus núen1bros en su carácter di! tales.
Nosotros desconoce111os 1otali11en1e cualquier poder disciplinario del congreso
'
: 1
25. - Los privilegios parlamentarios suelen dividirse en dos grandes
para imponer penas o sanciones a terceros. Sólo adnú1imos dos cosas: a) un P_Oder
grupos: colectivos y personales; los primeros atañen al cuerpo o cámara isciplinario. lilnitado exclusivamente al 1nanteninúento del orden de lns sesiones
en conjunto y como ·'órgano-institución" para facilitar el ejercicio de su >r ej.: expulsando de la barra a quien lo altere o incurra en ofensa al cuerpo o a un
fu11ción: los segundos se refieren a la situación o actuación individual de gislador: inlpidicndo su pos1crior acceso, cte.-: b) un poder para aplicar sancio-
cada ho1nbre que es n1ie111bro del cuerpo o cán1ara, pero no en protección a s cuando existe una ley previa que tipifica el acto y concede al congreso la facul-
su persona, sino a la fu11ció11 que comparte integrándolo, para tutelar su d represiva, sienlpre que el hecho no sea a la vez delito del código penal, en cuyo
libertad, su decoro y su independencia. caso ni aun con la ley previa puede el congreso ejercer represión (la que sólo es
privativa del poder judicial).
26. - Entre los privilegios colectivos se incluyen: a) el juzganliento
por cada cámara de la validez de "elección-derecho-título" de sus miem- 30. - Nuestra Corte Suprema, al fallar en 1877 el caso "Lino de la Torre",
reconoció a las cárnaras la facullad de reprin1ir hechos ofensivos que 110 están
bros; b) la competencia de cada cámara para hacer su reglamento; e) el tipificados co1110 delitos en el código penal.
poder disciplinario de cada cáJnara sobre sus propios miembros, y aun
En un fallo mucho 1nás reci<.:nte recaído en el caso "Pclácz, Víclor", del 15 de
sobre terceros extraños; d) el derecho de cada cámara de hacer comparecer octubre de 1995, la Corte hizo lugar a un habeas corpus y consíderó jusliciable el
a su sala a los ministros del poder ejecutivo; e) se incluye también como urrcsto que había dispuesto el senado contra quien había efectuado una publicación
privilegio el aceptar las renuncias que voluntariamente hacen de sus car- periodística que la cámara reputó ofensiva para sus miembros. La Corte sentó doc-
gos los legisladores.

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276 CoMPt:.:-uro DE DERECHO co~sT1Tuc10NAL EL DERECHO PARLA..VIENTARJO 277

trina que con1partin1os, confonnc a la cual el poder disciplinario contra terceros sólo Con posterio1idad, otro:-; fallos han aclarado que el art. 68 no sólo cousagra la
procede cuan<lo se entorpece u obstaculiza el cun1plirniento de las funciones de la inmunidad de sanción. sino la i111111111idad de proceso.
cámara.
33. - La aplicación que la JUrisprudcncia de la Corte ha hecho del art. 68 es
3 1. -Reputándose al congreso un órgano eminentemente deliberativo. exacta, presupuesta la vigencia de la norma constitucional. En cambio. valora1ii·a-
la libertad de ex¡Jresión de sus miembros ha sido considerada como im- tlk'11te dicha uonna es criticable, porque la in1punidad total y absoluta con la que w1
prescindible para el desempeño del cargo. Al privilegio consiguiente se lo legislador en ejercicio tle su n1an<lato puede injuriar, calunmiar ofender, etc., no
conoce con el título de "inn1u1lidad'' de opinión, y mediante él, a tenor del parece éticanlente sostenible.
art. 68 de la constitución. ninguno de los mien1bros del congreso puede ser
acusado. i111errogaclo judicialn1e11te ni 1110/estado por las opiniones o los 34. - Para otros hechos distintos tle la expresión, los arts. 69 y 70.
discursos que en1ita desenipeliando su mandato de legislado1: aun consagrando pri vilcgios. ad111ite11 la procedencia de causa jutlicial.
El art. 69 dice que ningún senador o diputado. desde el día Ele su elec-
En docu·ina penal, hay quienes consideran que la non11a del art. 68 consagra no ción 11asta el de su cese, puede ser arrestado, excepto el caso de ser sor-
una "inn1uni<lad" sino una inde11111idad. prendido "in fraganti" en la ejecución de algún crin1en que 1nerezca pena
tlC' nzuerte. i11jan1a11te u otra qflictiva, de lo que se dará cuenta a la cán1ara
La i11denu1idad del caso protege opiniones y discursos (incluyendo r~spectiva con la infom1ación sun1aria del hecho.
otras n1anifcstaciones siinbólicas y aclitudes) en1itidos "en el dcscn1pci'ío
del cargo". Quiere decir que. e11 el tien1po. esas opiniones y esos discursos Es fácil con1prender que el autor de la constitución apuntó con esas
tienen que cn1ilirse desde que el legislador se incorpora a la c<1mara hasta expresiones a iJ1crintinacioncs lle gravedacl. cualquiera sea su nombre en
que concluye su n1andato. Pero enütidos en tal lapso, quedan cubiertos la legislación penal del mon1cnto.
todavía después del cese en el cargo. o sea que lo expresado en el <lcsen1- La norn1a extiende el privilegio. en el rie111po. desde la elección (y no
pcño del ntismo goza de indenmidad vitalicia. desde la incorporación, como interpre1an1os i n1plícitamente para el art. 68)
hasta el cese. Concluido el período de mandato. el privilegio tem1ina.
Discursos y opiniones significan toda expresión oral o escrita vertida en el des
Se trata de inmunidad de detención o privación de la libertad corporal.
en1pefio del cargo, con ocasión del nlis1no y en cumplimiento de su función, aunque
no sea en e l recinto de sesiones, pero sien1pre con suficiente conexidad f1111cional 1:1 artículo abarca dos supuestos: a) uno. que es el genérico. y se refiere a la
con el cargo de legislador. ilu¡Josibilidad de de1e11ció11; h) otro. que es su excepción. y que prevé la
única llipótesis en que la clete11ció11 es posible.
32. - La Corte Supre1na manifestó, en el caso "Fiscal c/Benjatnín Calvete", La inmunidad de arresto 110 es, por e11(fe. .. i11n1unidad de ¡>roceso".
del 19 de sctien1bre de 1864, que esta inn1unidad debe interpretarse en el sentido
f>uede iniciarse la causa penal y tran1itarse n1ientras no se afecte la libertad
más an1plio y absoluto, porque si hubiera un inedia de violarla impunen1ente, él se
cn1plcaría con frecuencia por los que intentaren coartar la libcrLad de los legislado- corporal ni se dispongan medidas de coerción personal.
res, dejando burlado su privilegio y frustrada la constitución en una de sus n1ás
sustanciales disposiciones. 35. - Si adrnitin1os que en el supuesto de delito "in fraganli'' es posi-
En 1960, al fallar el caso "Mario Marlínez Casas", reiteró y especificó su doc- ble la detención del legislador, hay que preguntarse qué ocurre des¡1ués de
trina, que puede resu1nirsc en las siguientes afinnacioncs: a) la in1nunidad del art. la detención, cuando se da cuenta de ella a la cárnara. l,o n1ás verosín1il es
68 (al tie111po <lel fullo era arL 60), destinada a garantizar la independencia funcio- que la cámara. aplicando el art. 70, decida si n1ediruue desafuero suspende
nal de las cá111aras legislalivas, integra en nuestro régi1nen el sistema representativo o no al legislador detenido. y si lo pone o no a disposición del juez penal
republicano; b) el carácter absoluto de la in1nunidad es requisito inherente a su para su juzgan1iento. Quiere decir, enLooces, que la privación transitoria de
concreta eficacia; c) pero los posibles abusos deben ser rcprunidos por los 1nis1nos
legisladores sin afectar la esencia del privilegio.
libertad no puede prolongarse después que la cámara decide no desaforar
al legislador arrestado.
278 (~0.\1PEXDIO DE DERECHO CONSTI11 'CIO;-.;AL EL DERECHO PAR! .A~ENl'AR!O 279

36. - El art. 70 contempla el desafuero: la norn1a habilita un procedi- Cuando resuelve desaforar. Cilbe suponer que no ncccsaria111ente tiene que ha-
nlicnto de alla11a111ie11to del privilegio, para que el juez pueda plena1nente cer a1nbas cosas; podría poner al acusado a disposición del juez sin suspenderlo (a
llll!llOS que, ordenada la privación de libertad, la detención uel legislador le impi-
actuar su competencia en el proceso penal. diera desen1peñarse como tal).
Dice el artículo que cuando se fonne querella por escrito ante las
justicias ordinarias contra cualquier senador o di¡Jtt1ado. examinado el 39. - La jurisprudencia de la Corte, a través de numerosos fallos, ha puntua-
n1érito del sun1ario en juicio público, podrá cada cá11zara con dos tercios lizado el alcance de este privilegio; así, por ej., en el caso"('. R." del 4 de noviem-
de votos. sus¡Jelltier en sus funciones al acusado y ¡;011erlo a dis¡;osici611 bre de 1986, confirn1ó su ante1ior jurisprudencia en el sentido de que la inmunidad
tlel juez co111¡;ete11ie para .su juzgamiento. parlamentaria no i1npide instruir sumario cri1ninal para investigar la conducta de
los legisladores (excepto en el caso del art. 68) en tanto no se afecte la libertad
No se trata de un privilegio de irresponsabilidad sino de un antejuicio; personal de los 1nismos por orden de arresto o prisión, provisional o defirutiva.
consiste, pues, en un i111pedirne11to que ¡>oscerga ciertos actos en el proce-
so ¡Je11al con1ún hasta que se hayan producido otros actos: desafuero, des- 40. - Si al riempo de la elección de un legislador ya está en curso un proceso
titución, etc. Y ni siquiera dilata la iniciación del proceso. sino sólo la penal por un presunto delito cornetido antes, la cán1ara no debería incorporarlo
privación de la libertad o la condena. porque ella, con10 juez de la elección (art. 64), habría de cstín1ar que no reúne la
condición de ''idoneidad" del art. 16.
El térnlino "querella" no dehe interpretarse en un sentido procesal estricto, lo Si, además, el legislador ya estuviera privado de su libertad, la solución sería
que queda den1ostrado por emplear el misn10 artículo, poco rnás adelante, el térmi- la misma.
no sumario. La Corte tiene dicho que la verificación por la cánlara del propósito de En can1bio, si por un delito anterior a la elección el legislador recién es so1nc-
juzgar al legislador cn caso penal se satisface igualmentc con el sun1ario o con la tido a proceso penal después, debe aplícru·se la inn1unidad de a1Testo y el 1nccanis-
.,
acusac1on. n10 del desafuero.

Sin necesidad de desafuero previo, el juez puede incoar la causa pe- 41. -Nuestra valoración nos lleva a decir que no halla1nos razón suficiente
nal; ello surge con evidencia del ar1ículo. que comienza presun1iendo la para que, si cada cá1nru·a puede con·egir, remover o cxp\Jlsar a un legislador por
"formación <le querella", y prosigue refiriéndose al examen del sumario, y h\!Chos tal vez menos graves que un delito, el poder judicial no pueda condenar por
a la puesta a disposición del acusado ante juez con1peten1e. delito sin previo desafuero parhu11entario: supeditar Ja fiualí1ación de la causa judi-
cial mediante sentencia, al "penniso" de la cá1nara a que per1enece el legislador
La cámara examina el sun1ario, incluso desde el punto de vista de la procesado, es n1cnoscabar la ad1ninistración de justicia. De ahí que si bien la juris-
conveniencia política; sino se dispone el desafuero. el juez no puede dictar prudencia ta111bién nos parece en este caso ajustada a Jo que prescriben los arts. 69
sentencia. En esta con1pctcncia, Ja cámara ha de p.ctuar con ética. y no con y 70, a1nbas normas constitucionales no satisfagan nuestro sentin1iento de justicia.
prejuicios partidistas. tanto si concede como si niega el desafuero.
42. -Los privilegios parlamentarios, aun los individuales, por estar
37. - Una vez que la cámara ha dispuesto el desafuero de un legislador, el acordados por la constitución a favor del congreso como órgano del poder
privilegio queda allanado solamente para la causa penal que da origen a la medida, independiente y autónomo, no quedan suspendidos durante el estado de
y no es posible que en virtud de ese desafuero se sustancien "otros" procesos judi- sitio. Así lo declaró la Corte Supre1na en el caso" Alen1" de 1893.
ciales por hechos distintos.
Sin e1nbargo, la Corte Supren1a decidió lo contrario en e l caso "Balbín, Ricar- 43. -1-Ietnos de preguntan1os qué ocurre con los privilegios de los legislado-
do", con fecha 26 de junio de 1950. res cuando éstos -si son abogados- actúan en sede judicial. Compartimos lo decidi-
do por la Corte en L912 en el caso "Manuel Gascón (h)", en el sentido de que tales
38. - El art. 70 enfoca dos facu hades de ejercicio optativo -y no obligatorio- privilegios no obstan a la imposición de sanciones disciplinarias por parte de un
por la cámara; dice que ésta podrá: a) "suspender" al acusado, y b) "ponerlo a tribunal judicial cuando un legislador que actúa en juicio incurre en inconductas
disposición" del juez. lesivas del decoro y la buena adnlinistración de justicia.
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280 CoMPEXDco DE DERECHO co~snT1;c10NAL EL Ut::RECllü PARLAM8''TAR10 281

44. - Otro problema se suscita con los privilegios que las constituciones de b) de esta inforrnación no cabe decir que limite su finalidad a un cono-
pro1'Íl1cia confieren a los legisladores locales. Corrigiendo una opinión anterior, cin1iento de utilidad para el congreso, ya que además puede derivar a una
ahora sostenen1os que aquellos p1ivilegios son oponible!> en todo el territorio del n1oci611 de censura y hasta a la renzoción del jefe de gabinete.
país ante la jurisdicción fedcral y la jurisdicción de otras provincias. El principio de
lealtad federal y buena fe aporta una de las razones existentes para respaldar esta
nueva propuesta. 47. - La insatisfacción, desaprobación o disconformidad de las cá-
maras respecto de los inforn1es que reciben de los ministros, o del poder
45. - a) El art. 7 l dispone que cada una de las cámaras puede hacer ejecutivo a través del jefe de gabinete, solamente reviste el alcance de una
venir a su sala a los n1i11istros del poder ejecutivo para recibir las explica- expresión adversa, pero que 110 resulta vi11cula11te. rú para el o los minis-
ciones e informes que estime conveniente. tros, ni para el jefe de gabinete, ni para el poder ejecutivo. En can1bio.
puede repercutir e influir en la sociedad por 1nedio de las opiniones públi-
En nuestro derecho constitucional del poder, sieu1pre se denominó i11-
cas y de la infor1nación que proporcionan los n1edios de co1nunicación
te11Jelaci611 a este Jlan1ado que efectúan las cámaras para hacer compare-
social.
cer a los ministros.
La Úllica excepción en cuanto al efecto que estainos analizando viene
b) Sin perjuicio de lo dispuesto en el art. 71, ahora el urt. 101 hace
cxpuesla en el art. JO 1 cuando prevé la n1oción de censura y la reo1oción
obligatoria la concurrencia del jefe ele gabinete de 111i11isrros al n1enos una
del jefe de gabinete: la 111oció11 de censura puede provenir de una sola
vez por mes. alternativa1nente, a cada una de las cámaras. La finalidad es
cámara, en cuyo caso no surte efecto dcstitutorio, y la re111oció11 necesita el
inforn1ar sobre la 111archo del gobien10.
voto coincidente de cada cámara.o sea. de las dos.
Asinlisn10. el jefe de gabinete puede ser ituerpelado según la misn1a
norn1a a efectos de tratar una 111oció11 de censura. y puede ser re1novido. 48. - Es posible dividir 1afac11/1ad investigadora en dos: a) la del "congreso"
todo ello con las mayorías previstas para el caso. co1110 cuerpo co1tjunto que reúne a an1bas cárnaras: b) la de ''cada cá1nara" por
e) l=inaln1ente, el art. 100 inc. 11 dispone que aJ jefe de gabinete le separado. En an1bos casos, lo más frecuente y fácil es que la investigación no la
haga el pleno del congreso ni de cada cámara sino una ..conúsión" investigadora
corresponde producir los informes y explicaciones verbales o escritos que
ft>rmada del seno de uno o de olra.
cualquiera de las cámaras solicite al poder ejecutivo.
49. - Un agrupamiento de los principios que rcpuramos fundamentales po·
46. - Después de la reforn1a co11stilucio11.al de 1994. que ha n1antc- dJía sisre1natizarse así:
nido el art. 71 y ha agregado el art. l O1, hemos de diferenciar la interpela- a) El ejercicio de la facultad de investigación no rcquit:re la existencia previa
ción a los ministros y la interpelación al jefe de gabinete. de una ley reglamentaria que regule dicha facultad:
Parece que para los n1i11istros. la interpelación posee únicamente una b) Se trata de una facullad e111ergente de los poderes Ílnplícitos (de cada cánm-
finalidad i11for111at iva. que a nuestro criterio debe ser co11ducente para algo ra, si la investigación está a cargo de ella, o del congreso, si la cun1plc i:.l cuerpo con
que le sea útil al congreso a efectos de ejercer Wla competencia suya, o de sus dos cán1aras);
cumplir su función de control. c)-La investigación así funuada dcbc:guardar relaciónfuncil)na/ de.finalidad
En can1bio, el jefe de gabinete tiene responsabilidad ¡Jolítica ante el 1,;1)n alguna con1petcncia del congreso o de sus cá1naras; y debe desarrollarse de
rnodo compatible con todas las li1nitaciones que la constitución Ílnpone a los órga-
congreso en virtud del art. 100. de lo que irlferimos que:
nos de poder, y con los derechos y garantías personales;
a) en su deber de informar a las cálnaras en los térnúnos del art. 1O1 d) La investigación no puede: d') invadir la zona de reserva del poder ejecuti-
sobre la marcha de gobierno, pueden aquéllas requerirle puntualn1ente cual- vo y del poder judicial; <.l") violar la pri1•acidad de las personas: d"') no existe una
quier informe referido a materias propias de cualquier n1inistro, o el pano- facultad de revelar públicamente informes obtenidos por el solo hecho de hacer
rama de conjunto, o la gestión personal del jefe de gabinete; revelaciones:
282 CoMPESDJO UE DERECHO coNSTITUC10:-;A1

e) El ejercicio de las facu ltades tlc investigación está sujeto a control judicial
de constitucionalidad cuaodo se alega por parte interesada que se ha incu1Tido en
violación a la constitución:
t) Ni la cán1ara in\'es1igadora, ni el congreso, pueden aplicar sanciones a terce-
ros ajenos a dichos cuerpos.

CAPtruLO XXXIV

LA COMPETENCIA DEL CONGRESO


FUERA DEL ARTICULO 75

l~as competencias dispersas

1. - La pri1nera competencia del congreso no incluida en el art. 75 es


la que en el art. 30 establece el 111ecanismo de refor111a de la cons1i1ució11.

los actos que deben cur11plirse con ¡Jarticipación y co11se111ínziento pro-


vinciales

2. - Dada la estructura federal de nuestro régi1nen, el congreso cun1-


ple ciertos actos que son de su con1petencia. con co11se11ti11Lie1110 o partici-
¡>ación de las legislaturas /Jrovinciales. Es decir que hace falta la concu-
rrencia de un órgano provincial y de un órgano del gobierno federal.

Es interesante advertir que en la doctrina se ha elaborado la categoría de "facul-


tades co111partidas" cnu·e estado federal y provincias para connotar aquéllas cuyo
ejercicio requiere un acto integratorio de los dos órdenes gubernaJnentalcs.

3. - En primer lugar. la fijación o el establecimie¡¡to de la capital


federal, donde reside el gobierno federal. requiere que el congreso declare.
mediante una ley especial, la ciudad c¡ipital, previa cesión hecha ¡Jor una
o 1nás legislaturas provinciales, del territorio que haya de federalizarse
(art. 3°).

Interpretamos que para reintegrar a una o nlás provincias el territorio de la


capital federal-o sea, para "dcsfederalizarlo"-también hace falta (por analogía co n
la "fedcralización") el consentimiento provincial.
• •

284 CoMPE."ffilO DCi DERECHO CONSTITüOONAL LA COMPETENCIA DEL CONGRESO FUERA DEL ARTICULO 75 285

4. - El art. 13 determina que podrán adn1itirse 1utevas ¡Jrovincias, a) Coµ ~·conocilniento" del congreso federal (que para nosotros impli-
pero no podrá erigirse una provincia en el territorio de otra u otras, ni de 1aprobación" del congreso) las provi11cias pueden: a') celebrar los tra-
varias formarse una sola, sin el consentimiento de la legislatura de las s ¡Jarciales a que ya se refería el ex art. 107, que ahora subsiste con10
provincias interesatias y clel congreso. Por su parte, cuando el inc. 15 del 125; a'') crear regiones para el desarrollo econón1ico y social confor-
art.. 75 otorga al congreso la con1petencia de fijar los lí1nites de las provin- al arl. 124; a"') celebrar convenios internacionales con el marco y los
cias, se refiere tambié11 a la de "crear" otras nuevas. itcs fij,(!dos por el art. 124.
'
b) Con autorización del congreso federal, las provincías pueden esta-
5. - La previsión de posible forn1ación de una provincia con varias no cree- ·er b~qos con facultad de emitir billetes. Ello surge del art. 126 que, en
mos que pueda aplicarse a las catorce provincias histórica1nente preexistentes, si es
n1an~g?f.iva, les prohíbe hacerlo sin autorización del congreso ..
que seguimos apegados a una interpretación tradicional-historicista de nuestra cons-
titución; pero cabe pensar que Ja misma previsión puede prosperar con respecto a e) f,iua'.ln1ente, si se acepta dentro del 111arco de un federalismo "con-
provincias que adquirieron calidad de tales con posterioridad a 1853-1860. ado'f~ la inclusión corno derecho intrafederal de convenios, acuerdos,
tadQ.$ o normas (también "leyes-contrato") que son resultado de deci-
6. - Hay doctrina que incluye entre los·actos del congreso requeridos ncs coincidentes del estado federal y de las provincias, es válido agrc-
de participación provincial a la "fijación" de líniites inter¡Jrovinciales, su ején1plo con10 uno n1ás de facultades con1parúdas (aw1que acaso
que es una competenciaprevista en el inc. 15 del arl. 75. an compartidas "voluntarian1ente" y no obligatorian1ente).
No parece que pueda generalizarse esta interpretación.
LO.'- Si se pasa revista prolija a todo el articulado constitucional que queda
7. - Cuando el congreso fija los lúnites interprovinciales, cabe pensar en el ra del art. 75, es posible encontrar otras competencias que ejemplifi~ativamente
lí1nite 1narftüno de cada provincia que tiene costa oceánica. Los lítnites marítimos tan1os ,en seguida.
- .~ ....
no son límites "de" provincias ni "entre" provincias, sino línútcs internacionales. Asipúsn10., ha de couiputarse en este rubro todo lo que bajo el nombre de "re-
Por supuesto que el "arreglo" de éstos incumbe ta1nbién al congreso, pero entonces rva de la ley" (y tata111enle, "principio de legalidad") implica una competencia pa-
no resultaría posible que (so pretexto de fijar los límites provinciales) el congreso cuy~gjercicio la constitución exige "ley" del congreso.
estableciera lí1nites marítimos diferenciales respecto de y entre las provincias lin-
EJ;.art. 4ó regula la formación del llamado ''tesoro nacional" cuyos recursos
dantes con el océano.
lu1nerá. Si bien sólo n1enciona al congreso cuando le asigna específicamente la
La con1petencia del congreso en inateria de límites marítimos no incluye la (\e 111petencia para i111poner "contribuciones" y decretar "en1préstitos y operaciones
federalizar Ja porción marítima que, integrando el tenitorio de las provincias, es créill't o", todos los otros ingresos del tesoro que prevé el mismo artículo implican
definida por la ley co1no de do1ninio público. ~erciCfo de facultades que, sin señalarse en él expresan1ente, incumben al congreso
están incluidas en el a.rt. 75.
8. - Cuando se lee e interpreta el art. 75 inc. 2º es fácil ubicar a la Ef.art. 7ó otorga al congreso la facultad de dictar leyes generales que deternú-
coparticipación federal impositiva en la serie de con1petencias comparti- en la forma probatoriá de los actos públicos y procedimientos judiciales de cada
das, aun cuando esta vez no aparezca fuera del art. 75 sino dentro de él. rovincia y los efectos legales que producirán (atento que la misnia norma dispone
que gÓian de entera fe en las demás provincias).
Esta coparticipación requiere: a) que la ley-conve1úo tenga base en acuerdos Ef.art. 9ó asigna al congreso la facultad exclusiva de establecer las tarifas que
entre el estado federal y las provincias, y b) que sea aprobada por las provincias una regirán en las aduanas nacionales.
vez dictada por el congreso.
El art. 14 reconoce los derechos individuales que se gozan conforme a las leyes
que reglan1entan su ejercicio. El carácter relativo de tales derechos los somete a
9. - Reinos de analizar supuestos que caben en el listad() de faculta- lin),.ila~iones (razonables, a tenor del art. 28), que el congreso puede establecer a
des conzpartidas. pero con la n1odalidad de que a veces la competencia deJ través tle Ja legislación. Lo n1.isn10 cabe decir con respecto a los derechos reconoci-
congreso se ejerce después de ejercida una competencia provincial. dos a los extranjeros por el art. 20, y a los incluidos en el art. 14 bis.
286 COMPE.1'/010 DE DERECHO CONSTmJCIONAL LA COMPETENCIA DEI.. CONORESO rt.lERA DEL ARTfCULO 75 287

El ar/. 15 es1ipula que una ley especial reglará las indemnizaciones a que da El arl 42, coordinado con el 43, requiere que la ley prevea la existencia de las
lugar la abolición de la esclavitud. iaciones de consu1nidores y usuarios y su registración, reqUisitos y fol.'lnas de
El arl. 17 otorga al congreso la competencia exclusiva para declarar y calificar anización.
por ley la utilidad pública en caso de expropiación. El art. 45 menciona la fijación por el congreso de la repteSéotación que, des-
Ta1nbién se requiere ley para exigir servicios personales e imponer contribucio- de cada censo, compondrá la cámara de diputados de acuerdo con la pobla-
nes. . ¡.;¡ art. 49 remite al congreso la expedición de una ley eleetoral para proveer a
eccíón de diputados después de la instalación del primer congreso.
El art. 18, al estatuir que nadie puede ser penado sin juicio previo fund&do en
ley anterior al hecllo del proceso, ni sacado de los jueces designados por la ley antes El art. 74 prevé la remuneración de los diputados y senadores de acuerdo con la
del hecho <.le la causa, implica atribuir-al C<?ngreso la competencia exclusiva paru ión que señale la ley.
incrin1inar conductas que constituyen delitos del código penal, y para establecer la El art. 85 prevé una ley para la Auditoría General de Ja Nación.
organiución estable y permanente del poder judicial; lo primero vuelve a aparecer
l art. 86 sobre el Defensor del Pueblo dice que "la otg1ii1izació11 y el ftlnciona-
expresa1nentc en el ar(. 75 inc. 12 -qµe prevé la san~ión del código penal- y lo
10 <le esta institución serán regulados por una ley especial''.
segundo en el art. 108 y en el art. 75 inc. 20, que ordenan al congreso establecer los
tiibunales inferiores. I nrt. ~8 asigna al congreso la facultad de detcnhi11n.r qué fuhcionario público
Asiinis1110, el (lrt. 18 deternlina que una ley establecerá en qué casos y con qué desen1pef\ar la presidencia, en caso de destitución, muerté, dinusi611 o inhabi·
del pr~$idente y vicepresidente.
justificativos podrá procederse al allanamiento y ocupación del do¡nicillo, la co1Tes-
pondcncia epistolar y los papeles privados. I nrt. 92, al aludir al sueldo del presidente y viceptesidel1te, da por sehtado
El art. 19 contiene (en su partí! final) el enunciado del principio de legalidad. itarnente su fijación por el congreso.
El art. 21 contempla la obligación del ciudadano de ar1narso en defensa de la l nrt. !)3 habilita al congreso en pleno (asan1blea legislativa) pata que el pre-
patria y la constitución, confo1mc a tas leyes que al efecto dicte el congreso (y, y vicepresidente de la república presten juratnento constitU~h;inal en manos
además, a los decretos del ejecutivo nacional). ideote del senado.
El art. 24 dispone que el congreso pron1overá la reforina de la actual legisla- l C1rt. 100 menciona a la ley que, con relación al jefe de gabitlete de tnlnlstros
ción on ~odos sus ramos, y el establecimiento del juicio por jurados; esto último es demás ministros secretarios, debe establecer su nún1ero y córupet!!t1cia.
insiscido en el art. 75 inc. 12 (in fine) y en el arL 118, art. 110 se refiere a la determinación por ley del sueldo de los jueces federa-
El art. 26 prevé la libre navegación de lo~ ríos, con sujeción única a los "regla-
n1entos" de autoridad federal, que implican una posible legislación. .s ctrts. 114 y 115 111encionan la ley que ba de regular el Consejo de la Magis-
El art. 36 l\'mite a la ley para; a) fijar el tiempo de inhabilitación para ocupar y el jurado de enjuiciamiento de los jueces federalel! dé tribunales inferiores
cargos o empleos públicos en caso de delito doloso contra el estado que conlleve
enriquecilniento; b) reglrunentar la ética pública para el ejercicio de la función. nrt. 117 depara la con1petencla de establecer reglas y excepciones a la juris-
El art. 37 prev~ que las leyes de partidos políticos y régirnen electoral garanti- apelada de la Corte¡ en general, tanto del citado artículo cotrto del 116 se
cen la igualdad real de oportunidades entre varones y mujeres. la facultad del congreso de rcgula.r In corrtpetencia de los tribunaíes fede·
El t/ rt. 38 abre el espa({io para la legislació11 sobre· partidos políticos. n excepción de la originaria y exclusiva de la Corte, éJ.ue no puede ser a1n-
nl di::;minuida por ley).
El art. 39 se refiere a la ley reglamentaria del derecho de iniciativa legislativa
popular, y a la con1p~tencia (obhgato1·ia) del congreso para dar trámite y tratatniento art. 120 bubilita a dictar la ley para el Ministerio Ptlblico.
expreso a los proyectos cto ley surgidos de aquella iniciativa. nrt. 127 conte1npla la repre~i6n poi· ley de las hostilidades enti'e provincias.
El art. 40, 11obre consulta popular, consigna la competencia del congreso para art. 129 prevé una ley para garantizar los intereses del estado federal nlien-
convocarla y para dlow· la ley reglainentaria de la núsma. clu<lad aut6non1a de Buenos Aires sea capital federal, y la conlpelencla para
El art. 41, sobro derecho ambiental, alude a la ley que establezca la obligación vocar al eleetorado de la ciudad para elegir los representantes encargados de
de reco1nponer el daño ambiental, y a las normas que contengan los presupuestos 1 tar el Estatuto Organizativo.
mínimos de protección del ambiente. 1.A'~ 111"l(culos que contienen i11criluinaciones ( 15, 22, 29, 36 y J19) no fijan Jas
• •
288 COMPENDIO DE DERECHO CONSTITIJCIO~AL

penas correspondientes a los respectivos delitos, pero obligan al congreso a estable-


cerlas denlro de la legislación penal. El art. 119 lo consigna expresamente.
En los arts. 99 y 100 aparecen algunas cornpetencias del poder ejecutivo y del
jefe de gabinete que tienen correspondencia con otras del congreso; asimismo en el
art. 101 para la remoción del jefe de gabinete.

11. - Si siempre fue común destacar que el congreso cumple una función de
con.trol, después de la reforma de 1994 el nuevo art. 85 ha incorporado fuera del art.
75 una co1npetencia explícita. Dice el primer pán·afo del art. 85: "El control extemo
del sector público nacional en sus aspectos patrimoniales, económicos, financieros
CAPfruLO XXXV
y operativos, será una atribución propia del poder legislativo".
El congreso cuenta para ello con un órgano (extra.poderes) de asistencia técni-
E.L ARTICULO 75
ca, que es la Auditoría General de la Nación.

relación con la parte dogmática


Las obligaciones de omisión.como límites a la competencia
l. -En el art. 75 se condensa el agrupamiento que de las competen-
12. - Otro repaso de la constitución pem1ite confeccionar un catálo- dcl congreso hace Ja constitución, aun cuando ya vimos que J1ay otras
a de él.
go de prol1ibicio1ies. Lo que "no se puede hacer" queda al margen de toda
competencia; por eso, el encuadre de las prohibiciones halla n1arco en lo El art. 75 pertenece a la parte orgánica de la constitución, pero es
que denominamos obligaciones cons1itucionales, que en el caso son obli-
gacio11es de (fbstenció11 u onzisió11.
.
sión de un fenón1eno normativo propio de la reforma de 1994 con-
'
nrc en tncorp?rar a 1a parte orgánica w1a serie de valores, ¡Jri11ci/Jios y
Cuando hallan1os prohibiciones genéricas que van dirigidas al estado rhos que obhgadamente reenvían a la ¡Jarte dogniática. Así:
o aJ gobierno federal, es váHdo sostener que alcanzan al congreso. Pero las a) el inc. 2º sobre co¡Jarticipaciónfederaf in1positiva señala las pau-
hay directan1e11te impuestas a él, o a la ley. dc valor que han de to111arse en cuenta para la distribución de la recau-
lón:
Las ciLas no exhaustivas se eje1nplifican con: b) el inc. 17 contiene derechos de los pueblos indígenas argentinos;
Art. 25 (prohibición de graván1enes a la entrada de extranjeros); art. 12 (prohi- e) el lnc_. 19 en s~ cuatro párrafos suma referencias principistas para
bición de leyes preferencia.les entre puertos): a rt. 13 (prohibición de desmembrar la
rcil'TJ soczoeco11ónuco, para el crecinliento y el desarrollo desiguaJitario.
integridad teniLoriaL de Las provincias sin consentinliento de sus legislaturas); art.
la e<lucació11 y la cultura;
14 bis (prohibición de superposición de apo11es en materia de seguridad social);
art. 17 (prohibición de establecer la conliscación de bienes en la legislación penal); d) el inc. 22 alude a inscru1r1er1tos íntenzacionales sobre derechos
art. 45 (prohibición de disminuir la base de población que la norma expresa para lllllOS;
cada diputado); art. 76 (prohibición de delegación legislativa a favor del ejecutivo); e) el inc. 23, a Ja igualdad real y a los derechos;
art. 82 (prohibición de sanción ficta o tácita de leyes): art. 110 (prohibición de
disnlinuir el sueldo de los jueces federales). 1) el inc. 24, cuando prevé los tratados de integración supraestatal,
flién in1pohe pautas valorativas.
13. - El examen de las prohibiciones reviste un interés práctico, en
cuanto hacer lo que ellas impiden irroga inconstitucionalidad en la activi-
dad del congreso, susceptible de control judicial de constitucionalidad. ••1sislcntá rentístico y financieto

2. - El art. 4º de la constitución prevé la formaci6n y los recursos del


• • •

290 COMPl1'<l>l0 DE DHRECHO C-ONSIITUCIONAL EL ARTICULO 75 291

llamado tesoro nacional, enumerando las fuentes de ingreso. Con referen- csla atribución se ha desplazado sin duda hacia el poder ejecutivo. y ha
cia a ellosi el art. 75 contiene diversas cláusulas. caído en el án1bito congresional.
Después de la reforma conviene ton1ar en cuenta dos cosas: a) subsiste
la competencia del congreso para establecer y reglamentar un banco "fede- 8. ....:.. En materia de presupuesto la refonna de 1994 ha inlroducido
ral" con facultad de e1nitir moneda (art. 75 inc. 6°); b) se ha agregado entre <xlificaciones. Por un lado, ha constitucionalizado la iniciativa o prepa-
las competencias del congreso la de "proveer lo conducente... a la defensa. ci(ín por el poder ejecutivo del proyecto de ley presupuestaria. cuando el
del valor de La n1oneda" (art. 75 inc. 19 párrafo primero). . 100 sobre competencias del jefe de gabinete dice en su inc. 6º que le
rrcspQnde enviar aJ congreso el proyecto de ley de presupuesto, previo
3. - El ine. 1º del arL 75 ha sufrido modificaciones de redacción en la tanliénto en acuerdo de gabinete y aprobación del poder ejecutivo.
reforma del que antes era inc. 1° del an. 67. Mucho más breve, ahora dice 1~1 ínc. 8º dice que corresponde al congreso: "Fijar anualmente, confor-
que: a) al congreso le corresponde legislar en n1ateria aduanera y estable- c a la5'pautas establecidas en el tercer párrafo del inciso 2º de este artícu-
cer los derechos de iniportación y exportación, así como las avaluaciones , el presupuesto general de gastos y cálculo de recursos de la administra-
sobre las que recaigan; y b) serán unifom1es en todo el territorio. ón nacional, en base al programa general de gobierno y al plan de inver-
oncs públicas y aprobar o desechar la cuenta de inversión". ·
4. - El inc. 2º del art. 75, mucho más extenso y objeto de sustancial
reforma en el texto de 1994 tiene como núcleo importante la coparticipa- Esta re1nisi6n a las pautas del inc. 2° (que en él están destinadas a la distribu-
ción federal in1positiva. ón de la coparticipación federal) le in1pone al presupuesto un orden de priorida-
' a saber: los criJerios objetivos (como los califica el inc. 2º ) aluden a la eq11i-
5. - El inc. 3º del art. 75 mantiene la competencia de contraer em- ' la sa!idaridad, el logro de un grado equivalente de desarrollo, calidad de vida
JJréstitos (aunque ha suprinudo del ex inc. 3º del art. 67 la alusión a en1- lg11ald~ de oportunidades en todo el te1Titorio.
préstitos "de dinero"). Relacionando Ja norma con el art. 4º, encontran1os
en éste la mención de los "empréstitos y operaciones de crédito que decre- 1.a ley de presupuesto es anual; no es una "super-ley" que pueda pres-
te el congreso para urge11cias de la nación o para empresas de utilidad ndir de los parán1etros axiológicos de la constitución; tan1poco es una
nacional". Yfiscal, por lo que no puede crear, modificar ni suprin1ir tributos.
El inc. 5º del art. 75 autoriza al congreso a disponer del uso y de la
Para 1as inversiones públicas damos por cierto que, aun cuando el inc. 8º no
enaje11ación de las tierras de propiedad nacional, también en consonan- e alusión al inc. 19 del misn10 art. 75, hay que tomar en consideración las pautas
cia con el art. 4°, que incluye entre los fondos del tesoro nacional el pro- e en él se estipulan.
ducto de la venta y locación de tierras de propiedad nacional.
El inc. 14 del art. 75 consigna la competencia de arreglar y establecer 9.-El art. 75 inc. 8º acuerda al congreso la facultad de a¡Jrobar o
los correos generales (se ha suprimido la mención de "las postas"). 'Sechar la cuenta de iriversión. Es evidente que la constitución ha atri-
La nonna se refiere a los correos federales y, por analogía, a los telé- 'do al qongreso un importante papel de control del presupuesto ejecu-
grafos, teléfonos y otros medios de comunicación similares. o, que parte de la doctrina llama control "póstumo", y que no ha de
fundirse con el control durante la "ejecución".
6. - Con los fondos del tesoro nacional el congreso puede acordar subsidios a
las provincias cuyas rentas no alcancen a cubrir sus gastos ordinarios, según sus 10. -En materia 1nonetaria y bancaria:
presupuestos (art. 75 inc. 9°).
Conforme al inc. 6° le corresponde al congreso establecer y reglamen-
tar un ba1ico federal con facultad de en1itirn1oneda. El texto del que antes
7. -Al congreso le incumbe por imperio del inc. 7° del art. 75 "arre-
de la refonna era inc. 5° del art. 67 hablaba de un banco "nacional" con
glar" el pago de la deuda interior y exterior del estado, pero el ejercicio fucuJtad de emitir "billetes".
• • •

292 (~01v1PEND!O DE DERECHO CONSTITtlOONAL EL ARTICULO 75 293

Las ¡Jrovincias no pueden establecer bancos con .facultad de en1isión a\'cga<..ipn, la energía elécttica e hidroeléctrica, los servicios telefónicos, telegráfi-
s, ctc. 1 alcanzando a cosas, productos, mercaderías, personas, pensamientos, í1ná-
sin autorización del congreso (art. 126).
cncs, noticias, etcétera.
El inc. l1, por su lado, asigna iI congreso hacer sellar 1noneda, fijar Aparece acá, conectado con la cláusula con1ercial, el inc. JO del mis1110 art. 75,
su valor y el de las extranjeras. orgaudo al congreso la regla1nentación de la libre navegación de los ríos interio-
Las ¡1rovincias no pueden "acufiar" n1oneda (art. 126). ~ y la habilitación de puertos que considere convenientes, con la linutación del
26, que declara libre para todas las banderas la naveg~ción de los ríos interiores,
El inc. 6º también prevé que el congreso establezca, adernás <,iel banco
n sujeción únican1ente a Jos reglamentos que dicte la autoridad nacional.
federal, 01 ros bancos "nacionales".
Suele tatnbién vincularse la facultad del congreso de adoptar un siste111a uni-
El inc 12 incluye en la legislación general a la ley sobre falsificación r1nc depesos y medidas (art. 75 inc. 11) con el comercio interjurisdiccional y con
de la rnone<ia corriente. 11 trans.acciones. Lacon1petencia ha sido ejercida estableciendo el sistenui 111étrico
Parece verdad que, por su carácter.federal. el banco aludido en el inc. ci111a [. .,tf;..
l '

6° ·debe incorporar a representantes de las provincias en sus órganos de


conducción y administración.
· puebl9S indígenas

13. r-131 inc. 17 se refiere a los "pueblos indígenas argentinos".


El inciso 12 ' .
"Pueblo" sería aquí equivalente a población y, con ese sentido, los "púeblos
l J. - El ínc. 12 condensa varios rubros en 1nateria de legislación, dis- ll'Ígepes argentinos" vienen a definir los sectores de población o comunidades
tribuida en la que es de derecho co1nún -que fundan1entah11ente aparece palc$ que componen al conjunto hu1nano que es elemento de nuestro estado.
en la clásica codificación civil, con1ercial, penal, n1inera y en leyes disper- a) Elcréconocimiento de la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indí-
sas (por ej., en materia laboral y de seguridad social)~ y la que se define as argéntinos ofrece varios aspectos. Uno quizá aparezca con10 sitnbólico y re-
rador. Otro con10 histórico.
co1no derecho fed,eral. El inc. 12 usa a veces la denominación de leyes
"generales". Que ,é~tr¡ica y cultural!nente hayan preexistido los pueblos indígenas implica
e, ncg~yamente, es inviable desconocer o contnuiar la herencia que hoy se acu-
Se nlenciona la ley de naturalización y ciudadanía, la de bancarrotas, la en sus con1unidades y en nueslra sociedad toda; positivamente, quiere decir
:t..¡
la de falsificación de n1oneda y docun1entos públicos del estado, y la del e hay gue protrzoverla. El congreso tiene el deber de no tornarla inocua y de
juicio por jurados. 1fcrirfe'desru1·0110 en cuanto ámbito resulta posible.
l lno~;''el de la integración. Integrar a los pueblos indígenas es no aislarlos ni
regarlos, sino depararles un trato igualítaiio con el resto de la sociedad para
l,a cláusula comercial crlo. parte integrante de ella, sin renuncia ni abdicación a su estilo, a sus difc-
cias, a su idiosincrasia, a su cultura.
12. - En el inc. 13 del art 75, el te'XtO constitucional reconoce lacom- h) El'eongreso debe garantizar a los pueblos indígenas el respeto a su identi-
pete11cia congresional para teglar el conzercio con los estados extranje- d, y e) respeto a una educación bilingüe e intercultural;
.'
ros. y de las ¡Jrovincias entres(. O s~a~ el eornercio ~xteriory el comercio Que llls comunidades indígenas obtengan reconocimiento de su personalidad
interprovincial (o comercio interjurisdiccional). En c;¡¡anto al prin1ero, Ja rldica implica admitir su organización, acorde con la peculiaridad asociativa que
norma juega en concordancia con el régimen aduanero de carácter federal, iniprpRe la índole indigenista.
lan1bién a cargo del congreso. e) 11ay·en seguida un reconociiniento a la posesión y propiedad cornunitarias
lt• /el.\ lierras que tradicionalmente ocupan.
Co1nerclo no es sólo tráfico o' intercambio, sino también con1unicacióp; o se¡¡, El congreso tiene, además, que regular la entrega de otras tierras que sean aptas
comprende el tránsito de personas, el transporte, la transnlisión de 1n~nsajes, l¡i. y su fíoi~ntes para el desarrollo hun1ano.
• •

294 C:oMPENDIO DE DcRECHO CONS!l IUCIONAL EL ARTICULO 75 295

Ninguna de las tie1Tas 111encionadas será susceptible de enajenación, de trans- . Aden1ás, la extensión del progreso y del bienestar a "todas las provin-
111isión, o de gravá111enes y e111bargos. De esta manera se garantiza aquel espacio •a a la cláusula una din1eosión territorial y social que abarca a ta integralídad
geográfico de asentainienlo, do.: n10do congruente con la finalidad de desarrollo a la cu y poblacional de todo el estado.
que hacíamos referencia. tenor del art. 125 constitucional, Lodo este cú1nulo de compecencias es con-
d) Como último punto la nonna alude a asegurar la participación de los pue- lt' con las provincias, que pueden hacer to 1nismo eu sus respectivas jurisdic-
blos indígenas en la gestión referida a sus recursos naturales y a los olros intereses localcs.
que los afecten.
El inc. 17 trae, corno cien·e, una previsión sobre el reparto de competencias - Para el "progreso de la ilustración", el inc. 18 concede al congreso la
entre el estado federal y las provincias. Dice así: "las provincias pueden ejercer de dictar "planes" de instrucción general y universitaria, Esta tcmúnolo-
concurrente111ente estas atribuciones". loha el lineainiento y la estructura de la educación en todos los niveles y
para la enseñanza en jurisdicción federal y provincial, y para la enseñanza
14. - El inc. 17 pcrnlite aseverar que, explícitan1ente, ahora la cons- (no estatal).
titución se hace cargo de los derechos de las 111inorfas, lo que en el texto
constitucional creem.os que es una novedad inusitada respecto del históri- . - El lnc. 18, después de a1mru· su repertorio de competencias arbitra cx-
111e algunos medios para darles cumplimiento. A la mención de "leyes pro-
co y originario.
11" u~ esos fines añade las "concesiones te1nporales de privilegios y reco111-
Por otra parte. hay sime1rías con el plexo de derechos, lo que demues- dc• estl111ulo".
1ra otra vez en la refor1na de 1994 la original conexión de la parte orgánica ta alusión del inc. 18 puede servir para extenderla a favor de los fines que
con la parte dogmática. otros incisos del art. 75; por ej., el 19 y el 23. Es fácil consentirlo cuando se
a el verbo "proveer lo conducente a ... ", que aparece en el inc. 18, con el
15. - Además, hen1os de enfatizar que el nuevo inc. 17 se hace cargo verbo "proveer" y con el verbo "promover", que el constituyente -antes y
del derecho a la diferencia, que es una expresión del derecho a la identi- s de la reforma de l 994- ha utilizado varias veces.
dad personal y que se relaciona íntimamente con él.
19. - Con la reforma de 1994,el i11c. J9prolonga y completa muchos
Esta nueva cláusula revestida del alcance recién aludido para nada riñe
tos encarados por el inc. 18. Se trata de un amplio arco de cuestiones
ni pugna con la abolición y prohibición de las prerrogativas de sru.1gre y de
uladas con el desarrollo," la educación, la ciencia y la cultura, sin
nacimiento que inantienc el viejo art. 16. Acá no se otorgan privilegios ni
de lado otros importantes temas como la política den1ográfica, la
prerrogativas, sino que se asume una justa expresión del pluralismo de-
on1ía, la calidad de vida, la igualdad de oportunidades, la autonomía y
ntocrático y del mencionado derecho a la düerencia, imprescindibles en un uía de las universidades nacionales, la participación social y faini-
estado democrático.
cn La educación, etc.
Es fácil advertir que estos contenidos del inc. 19 se conectan con el
Las políticas para el desarrollo, la cultura, y las cuestiones poblacio- 17 sobre los pueblos indígenas, con el inc. 23 en sus dos sugestivos
nales afos -muy útiles para los derechos humanos-, y con los incs. 22 y 24.
todo ello, el recorrido del inc. 19 en sus cuatro párrafos resulta impres-
16. - El inc. 18 (que fue ioc. 16 del art. 67, y se ha dado en llamar lá cláusula dible~
del progreso) es de una an1Plitud manifiesta y engloba en su enunciado una tenláti-
ca que, sin carácter taxativo, equivale a los contenidos del bien co111ún y de lo que 20, - Vale repetir que los ejes lineales de las políticas públicas hallan
hoy se denomina desarrollo. acá un n\lcleo de naturaleza operativa al que debe dársele desarrollo con-
Proveer lo conducente a la prosperidad del país, al adelanto y bienestar de "to- gruente, y que nuevamente nos revela fuertes reenvíos hacia la parte dog-
das las provincias", y al progreso de la ilustración, abarca aspectos materiales y 111ática de la constitución. Así, una manera especial y diferenciada de aten-
\.. . .
296 COMPENDIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL EL ARTICULO 75 297

der al pluralismo ¡Joblacional encontra1nos en el inc. 17 sobre Jos pueblos Eniplea-Oos verbos para sefíalar la competencia del congreso: legi$lar y pT'(J-
indígenas. Otros sectores de población son objeto ta1nbién de protección ' er. Pro1neqión es movimiento hacia adelante: se "promueven" los derechos cuan-
especial en el inc. 23 ¡Járrafo primero in fine (niños, mujeres, ancianos y c adoptan las medidas para hacerlos accesibles y dispanibles a favor de todos.
personas con discapacidad), y para el régimen de seguridad social en el so exige u~1a base real igualitaria, que elin1ine, por debajo de su nivel, cuanto
inismo inc. 23 'párrafo segundo (a favor del niño y de su madre). ce de toda ' natw·aleza empece a que muchos consigan disfrutar y ejercitar una
lvalcnte.Íibertad real y efectiva.
1lay reminiscencias de normas que en el derecho comparado (caso de Italia y
ila, por eje1nplo) y en nuestro constitucionalismo provincial obligan al estado a
Las políticas de derechos humanos
ver obstáculos iinpeditivos de la libe.rtad y la i~ualdad de oportunidades y de la
lcipaciQn de todos en la comunidad.
21. - No es posible recluir en un casillero todo lo que, en orden a competen- '
cias del congreso, se refiere a los derechos personales. No es osado decir que en el
ejercicio de todas sus co1npetencias el congreso ha de ton1ar n1uy en cuenta todo
cuanto la constitución aporta en rnateria de derechos. No obstante, dentro del art. 75
haremos unas breves menciones.
23. -El inc. 20 del art. 75 se refiere a la.organización del poder judi-
El art. 75 contiene tres incisos claramente alusivos a los derechos hu- fln ef'breve enunciado que concede al congreso la competencia de
manos, que hacen de eje a otras numerosas n1e11ciones del orden den1ocrá- hlccer tribw1ales iJúeriores a la Corte Suprema de Justicia" (correlati-
tico y del sisten1a democrático. Son los incs. 22, 23 y 24. dcl art. 108) se prevén tres aspectos implícitos: a) establecer los órga-
a) El inc. 22 es niuy rico en el tema porque apunta directamente a la dc adiñ.inistración de justicia; b) distribuir la conzpetencia entre los
fuente intenzacional de los derechos humanos, no sólo cuando se ocupa lOS, COn ·sujeción al art. 116; C) dictar las nom1as de ptOCedinii,entO.
de instrumentos internacionales con jerarquía constitucional, sino tan1bién ello ~~ cumple la obligación 'estatal de proveer a los justiciables del
cuando hace referencia a la supralegalidad de los demás tratados. cho a la. jurisdicción.
b) En cuanto a los tratados de integración del inc. 24, la constitución '
24. -.E! núsmo inciso dice que corresponde al congreso crear y supri11iir
fija entr~ las condiciones para que Argentinas~ haga parte de una organi- leos, yfJjar sus atribuciones.
zación supraestatal, la de respeto al orden democrático y a los derechos
Esta fapultad no incluye la de crear entidades descentralizadas y autárquicas
humanos. o de la adnllnístración pública dependiente del poder ejecutivo, ya que a éste le
nccc enofonna privativa.
22. - El inc. 23 condensa políticas específicas. Su texto es uno de los
111ás sugestivos e innovadores, al menos respecto de la "letra" de la consti- 25. - :.'Dar pensiones" se refiere, para nosotros, a los beneficios de carácter
tución documental. Dice a'sí: · /ahle.
''Legislar y prornover 1nedidas de acció~t positiva que garanticen la igual-
dad real de oportunidades y de tra(o, y el pleno goce y ejercicio de los 26. - "Decretar honores" incluye, por práctica, la facultad de autorizar a los
11dnnos á aceptar condecoraciones otorgadas por estados extranjeros.
derechos reconocidos por esta constitución y por los tratados internaciona-
les vigentes sobre derechos humanos, en particular respecto de los niños, las
mujeres, los ancianos y las perso,nas con discapacidad. Dictar ui1 régimen de
seguridad social especial e integral en (Jrotección del niño en situación de
desan1paro, desde el embarazo hasia la frnalización del período de.enseñan-
27, - "Conceder amnistías generales" es disponer el olvido o per-
za elen1ental, y de la madre durante el embarazo y el tiempo de lactancia."
drl11 de delitos; el adjetivo generales significa que la medida no recae en un

• •

298 COMPENDIO DE DERECHO CO~STITUCIO:-IAL EL ARTÍCULO 75 299

reo o individuo detenninado, sino en muchos genérican1ente. teniendo más relaciones internacionales
en cuenta los hechos cometidos que las personas que los con1etieron.
1. El "arreglo de límites" (internacionales) previsto en el art. 75
Tiene n1ás an1plitud y distintos alcances que el indulto (piivativo del poder 15 parece que debe concluir sien1pre a través de un tratado con el
ejecutivo). ya que la amnistía extingue la acción y lll pena, y reputa inocentes a los o lhnítrofe, o de arbitraje acordado en común.
autores del hecho, pudiendo asinlismo disponerse antes del proceso, pendiente el
mismo, o después de concluido por sentencia firme. 2 -- l'ambién en relación con los límites, el inc. 16 obliga al congreso a pro·
Ja seguridad de las fronteras como n1cdida de defensa y de precaución, y si
La amnistía es una con1petencia paralela a la de "incriminar,. y "desin- tal facultad se ejerce en el ámbito interno, por referirse a las fronteras guarda
XH~n con la polftica i ntemacional.
criminar"; por ende, como ésta incumbe privativamente al congreso, pen-
samos que amnistiar es una facultad delegada al estado federal en cabeza
del congreso. De ahí que las amnistías provinciales sean, para nosotros, re¡1resalias
inconstitucionales. (Co$a diferente ocurre con el in~ulto.)
~3. - El ü1c. 26 sufrió modificaciones con la reforma de 1994. En
ter lugar se eliminó la competencia referida a las patentes de corso. En
l ,as relaciones con el poder ejecutivo ndo lugar. la redacción actual alude a "facultar al poder ejecutivo para
enar represalias", y mantiene la atribución de establecer re1!1a1nentos
~

28. -Por el inc. 21 el congreso admite o desecha los motivos de la las presas.
dimisión del presidente o vicepresidente de la república, y declara el caso
de proceder a una nueva elección. Las demás relaciones están fuera del art.
75. inter vención federal

34, - El nuevo i11c. 31 vino a aclarar explícilan1ente la competencia


Las relaciones con la Iglesia católica l congreso en materia de intervención federal a las provincias o a la
da<i de Buenos Aires, atribuyéndosela con una norma nueva, y aña-
29. - Suprimidas en la reforma constitucional de 1994 las anacrónicas nor- endo que aprueba o revoca la decretada durante su receso por el poder
tnas regalistas sobre el patronato, las órdenes religiosas, Jos documentos pontificios cutivo.
y conciliares, y la conversión de los indios al catolicismo, que figuraban en el ante-
rior inc. 67 y cuya vigencia sociológica habí~decaído por el Acuerdo de 1966 con la [)e este modo se despeja toda duda en ton10 del art. 6", que globalmente sigue
Santa Sede, nada queda de ellas en el texto actual. lsi.gnando que el "gobierno federal" interviene en el te1ritorio de las provincias.

Las poderes im plícit~


El estado de sitio

30. - El inc. 29 del art. 75 pone a cargo del congreso declarar en estado de
35. - Por fin, cerrando la enumeración del arL 75, suinc. 32 consagra
sitio uno o varios puntos de la república en caso de con111oció11 interior. También
los denominados poderes ünplícitos. Al congreso compete ''hacer todas
aproeba osuspende a posteriori el estado de sitio declarado durante su receso por el las leyes y reglamentos que sean convenientes para poner en ejercicio los
poder ejecutivo. poderes antecedentes y todos los otros concedidos por la presente constitu-
ción al gobierno de la Nación Argentina".
• •
. 300 COMPENDIO DE DERECHO CONSTITIJOONAL

La fónnula no deja lugar a dudas de que la constitución concede poderes implí-


citos, lo que equivale a afirmar que en la distribución de co111petencias entre estado
federal y provincias, hay "delegación" iu1plfcita a favor del primero.

Sugerimos hacer un desdoblamiento en los poderes implícilos del con-


greso: a) para legislar, hay una norma expresa (el inc. 32) que se los otor-
ga; b) para cunzplir otras actividades no legislativas, no hay norma ex-
presa que los conceda, pero existen en virtud de toda la nlasa de co1npeten- Apéndice al capítulo XXXV
cias asignadas al congreso, en fom1a paralela y conducente a su ejercicio.

36. - Es indispensable advertir que al reconocerse los poderes inxplícitos para


poner en ejercicio los poderes "antecedentes" del congreso, y"todos los otros con- CORRELACION ENTRE ETJ ANTERIOR ARTICULO 67
cedidos" por la constitución al gob1:en10 federal, la constitución no cercena la auto-
nonúa e independencia de los de111ás poderes; o sea, no otorga al congreso una
Y EL ARTICULO 75 ACTUAL
competencia que permita lesionar la división de poderes ni intervenir en el área
propia de co1npetencia o en la zona de reserva de los otros.
rtícu1o 67 Artículo 75
37. - Como el inc. 32 otorga los poderes implícitos al congreso para poner eo
ejercicio los otros concedidos por la constitución "al gobierno de la Nación Argen- c. 1° Reforn1ado
tina", queda algo por añadir porque, según las divisiones que efectúa y n1cnciona el
texto constitucional, "Autoridade$ de la Nación" son ta1nbién (aden1ás del gobier- c. 2° Re.fon11ado
no federal) los gobiernos de provincia. Quiere decir que para poner en ejercicio los ne. 3º Pasa a ser 4º, re.for111ado
poderes que la constitución reconoce a los gobiernos provinciales y al de la ciudad
Inciso 3: nuevo
de Buenos AiTes, el congreso federal también inviste poderes in1plícitos.
Inciso 4: es el anterior inc. 3°, refom1ado
Inc.4º !lasa a ser 5º, sin refonna
Otras competencias Pasa a ser 6°, refonnado
lnc. 5°
38. - La gue"a cuenta con la nonna del inc. 25; los línzites interprovinciales, Inc. 6° Pasa a ser 7°, sin refornia
con la del inc. 15; los correos, con la del inc. 14; los lugares sotnetidos a jurisdic- lnc.7º Pasa a ser 8°, refo11nado
ción.fedeml, con la del inc. 30; los poderes 111ilitares, con las de los incs. 27 y 28. Pasa a ser 9°, sin reforn1a
lnc. 8°
lnc. 9° Pasa a ser 1O, refon11a.do
lnc. 10 Pasa a ser ll,si11 refonna
Inc. 11 Pasa a ser 12, re.fonnado
lnc. 12 Pasa a ser 13, sin refonna
lnc. 13 Pasa a ser 14, refo1111ado
Inc. 14 Pasa a ser 15, sin refor111a
lnc. 15 Pasa parcialmente a ser 16, refonnado
Inc. 17: 11uevo
l! •
302 COMPENDIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL

lnc. 16 !'asa a ser 18, sin refomw


Inc. 19: nuevo
Inc. 17 Pasa a ser 20, reforrnado
Inc. 18 Pasa a ser 21, refom1ado
Inc. 19 Pasa parcialn1ente, y con refornia a
integrar el 22 nuevo ARTICULO 75 ACTUAL
Inc. 20 Suprimido
Inc. 22: nuevo
Inc. 23: nuevo Refor111ado (~.orresponde al anterior inc. 1°
Inc. 24: nuevo del arl 67)
lnc. 21 Pasa a ser 25, sin refonna Reforniado (corresponde al anterior ínc. 2º
Inc.22 Pasa a ser 26, refonnado del art. 67)
lnc. 23 Pasa a ser 27. refonnaclo Nuevo
Inc. 24 Supriniido Mantiene el anterior inc. 3º del art. 67
Inc. 25 Pasa a ser 28, sin refornia • :ci"

Mantiene el anterior inc. 4° del art. 67
lnc. 26 Pasa a ser 29, sin reforn1a • 6º Reforrnado (corresponde al anterior inc. 5°
lnc. 27 Pasa a ser 30, refonnado del arl. 67)
Tnc. 31: nuevo Mantiene el anterior inc. 6° del art. 67
Inc. 28 Pasa a ser 32, sin refor111a Refom1ado (corresponde al anterior inc. 7°
del art. 67)
Mantiene el anterior inc. 8° del art. 67
Reforn1ado (corresponde al anterior i11c. 9º
del arL 67)
Mantiene el anterior inc. 10 del art. 67
lnc. t2 Reformado (corresponde al anterior inc. 11
del art. 67)
lnc. 13 Mantiene el anterior inc. 12 del art. 67
lnc. 14 Reforrnado (corresponde al anterior inc. 13
del art. 67)
lnc. 15 Mcu1tiene el anterior inc. 14 del art. 67
Jnc. 16 Rf!;forn1ado (corresponde al anterior inc. 15
del arl. 67)
304 COMPENDIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL
.. ..
Inc. 17 Nuevo
Inc. 18 Mantiene el anterior inc. 16 del art. 67
Inc. 19 Nuevo
lnc. 20 Re/on1iado (corresponde al anterior inc. 17
del art. 67)
lnc. 2 1 Reforn1ado (corresponde al anterior inc. 18
del art. 67) CAPtnJLO XXXVI
lnc. 22 Nuevo (corresponde parcialn1ente y con reforma LA I~E Y
al anterior inc. 19)
lnc. 23 Nuevo
Inc. 24 Nuevo sanción de la ley en su aspecto sustancial
Inc. 25 Mantiene el anterior inc. 21 del art. 67 1. -Al congreso se lo llan1a órgano legislativo o "poder legislativo",
Inc. 26 Refom1ado (corresponde al anterior inc. 22 4ue legisla. En el reparto orgánico y funcional que la téc;iúcadel poder
del art. 67) ·túa, la función primordial y fundamental de es~e órgano es eniilir la
lnc.27 l'cro 110 la función tínica. El congreso. aden1ás de le~islar, cumple
Reforn¡qdo (corresponde al anterior inc. 23
cioncs adntinistrativas, realiza actividad genuinan1ente política, y a ve-
del art. 67) tun1bién jurisdicoionaJ.
Inc. 28 Mm1tie11e el anterior inc. 25 del arl. 67 l '.n segundo lugar, quiere decir que en la estructura de los órganos de
lnc. 29 MaTLtieTLe el anterior inc. 26 del art. 67 cr. ·'ú11ican1ente legisla el congreso"; no lo hace el ejecutivo ni lo hª-
lnc. 30 Refor111ado (corresponde al anterior inc. 27 n los jueces.
del art. 67)
J>espués de la ref"onna de 1994, las disposiciones de carácter legi$1ativo que
Inc. 31 Nuevo 1 forma de decretos de necesidad y uf8encia djcfa el poder ejecutivo, y los decre-
Jnc.32 Mantiene el anterior inc. 28 del art. 67 1ambién emanados de él por delegación legislativa, vienen precedidos por pro-
1,u·;ones en Jos arts. 99 inc. 3°, y 76, rcspectivairepte, y rodeado~ de un severo
rct1 de excepcionalidad.

1~11 tercer lugar, hoy


se acentúa la necesidad de que el congreso, tanto
n su función legislariva como en la que no lo es, asun1a en plenitud el rol
e control sobre el poder ejecutivo.

2. :.__El proceso legislativo deforrnación de la ley consta de tres eta-


pas o fases:
a) la iniciativa o fonnulación del proyecto;
b) la constitutiva o de "sanción" del proyecto;
e) la de eficacia, o de promulgación y publicación de la ley.
• • •
306 Co~PEN010 DE DERECHO co~srrn:c10NAL LA LEY 307

La iniciativa puede provenir del seno del mismo congreso. o del poder del congreso e1nitidos con forma de ley no tienen naluraleza o contenido ma-
ejecutivo y, con la reforma de 1994, también del cuerpo electoral en la de ley.
Jorn1a prevista en el art. 39 de la constitución. 01110 síntesis, ha de quedar en claro que: a) sola111ente el congreso ejerce la
La etapa constitutiva, consistente en la sanción del proyecto, está a tenoia de legislar 1rn1terwlnienle; pero b) no todas las con1pete11cias a las
cargo del congreso y transita por los cauces que regulan los arts. 78 a 84. viste confon11a de ky son ley en sentido rnaterial.
Después de la reforn1a, también puede insertarse el mecanismo de la con-
sulta popular previsto en el art. 40 de la constitución. 6. - Una conducta ejen1plarizada por el derecho espontáneo consiste en la
ici6n de todos los actos del congreso con .fon11a de ley. El congreso cumple
La etapa de eficacia está a cargo del poder ejecutivo; en los casos en sus actos dictando leyes, es decir, con "forma de Ley".
que la propia constitución dispone excepcionalmente que la promulgación
sea automática, o que el proyecto sancionado no puede ser vetado, o que 7. - La constitución ofrece el siguiente panorama:
queda sancionado como ley (por ej., en los arts. 40 y 83) el margen de
a) soltJ1ne11te prevé en fom1a expresa el procedimiento para la sanción
arbitrio de que dispone norn1almente el ejecutivo en la etapa de eficacia se
reduce mucho.
. es, pero
b) ninguna norma establece expresamente que todos los actos y com-
3. -La doctrina constitucional habla de ley "nzaterial" y ley "for- ncias del congreso deben expedirse con forn1a de Jey.
nzal ". No hallaría1nos inconveniente en que, por analogía, el co11greso utili-
Para distinguir las funciones del poder se han intentado tres criterios: cl inisn10 procedimiento de las leyes cuando cun1pliera competencias
a) el orgánico. que consiste en defmir la función por el "órgano" que la legislativas.
cumple; b) elfomzal, que consiste en definir la función por la "forma" del
acto que exterioriza su ejercicio; c) el ma.terial o sustancial, que consiste 8. - Si pasamos revista al articulado de la constitución, dentro y fuera del art.
en defmir la función por el "contenido" o la esencia del acto, prescindien- vamos a saber que algunas notmas imputan al congreso la función de "legislar",
do del órgano que lo enlite y de la forma con que se reviste. ras ulilizan verbos diferentes. Así, encontramos:

La aplicación del criterio nlaterial a la legislación es la que permite a) ';adn:útir" y "erigir" provincias (art. 13);
distinguir la "ley" en sentido niaterial de la "Iey.fornial". b) "declarar" la necesidad de refonna constitucional (art. 30);
Es fácil decir que ley formal es todo acto al que el congreso le asigna el c) ~'someter" y "convocar" a consulta popular (art. 40);
carácter y la denominación de ley, cualquiera sea su contenido material. En d) "imponer" contribuciones (art. 4° y art. 75 inc. 2°); "decretar" y "contraer"
cambio, no es pacífico el concepto de ley 111aterial. réstitos (art. 4° y art. 75 inc. 4°, respectivamente);
e) "establecer" y "1nodificar" asignaciones específicas (art. 75 inc. 3°);
4. -Nuestra opinión acoge la defmición siguiente: ley "rzaterial" es t) "disponer" el uso y la enajenación de tien·as (art. 75 inc. 5");
solamente la creació1111om1ativa que da origen a un derecho nuevo u ori- g) "establecer" y "reglamentar" un banco federal (ru.t. 75 inc. 6°);
ginario, o sea, a un derecho cuyo contenido no está determinado ni condi-
h) "arreglar" el pago de la deuda, los correos, y los lfnutes internacionales (art.
cionado por otra producción jurídica superior dentro de las funciones del
5 ÍDC.$. 7°, 14, y 15, respectivarnente);
poder del estado (aunque sí lo esté fuera de ese poder por la constitución, ·ti>.

cuya supreLnacía proviene del poder constituyente, o por los tratados in- i) "fijar" el presupuesto, los límites de las provincias, el valor de la moneda, y
s fuerzas armadas (art. 75 incs. 8ª, 11, 15 y 27' respectivamente);
ten1acio11ales, que son fuente extraestatal).
j) "acordar" subsidios (art. 75 inc. 9°);
5. - Definida la ley en sentido material como creación de derecho nuevo u k) "reglamentar" y "hacer reglanientos" (art. 75 incs. 1O, 26 y 32);
originario, salta a la vista que no coincide siempre con la ley formal, porque muchos l) "reglar" el coniercio (art. 75 inc. 13);
• • •
308 (:oMPEJ.'1010 DE DERECHO CONSTffilOONAL LA LEY 309

m) "reconocer", "garanti1..ar", "regular", "asegurar" todo lo referente a los pue- previstos en los arts. 78 a 84. Lograda tal aprobación en las dos, el
blos indígenas (art. 75 inc. 17); to queda sancionado. usándose para la sanción la fórmula estable-
n) ''proveer" y "promover" todo lo que señala el art. 75 incs. l 6, 18 y 19; "pro- n el art. 84: "El Senado y Cán1ara de Diputados de la Nación Argen-
1novcr" y "dictar" (inc. 23 ); reunidos en congreso ... decretan o sancionan con fuerL.a de ley".
ñ) "establecer" tribunales (art. 75 inc. 20);
o) "adlnítir o desechar", "aprobar o desechar" cuando hace referencia a las com- 3. La sanción del proyecto de ley es un acto co111p/ejo. porque requiere el
> de
dos órganos. que son cada una de las cámaras. AclO complejo interno o
petencias del art. 75 incs. 21, y 22, respectivamente:
rgano, porque concurren a formarlo las voluntades de órganos -cámaras- que
p) "autorizar" a declarar la guerra y hacer la paz (art. 75 inc. 25): neccn a un mismo órgano -congreso- ; a csle acto complejo de la sanción de la ley
q) ·•facultar" para ordenar represalias (art. 75 inc. 26): ai\ad~, en la etapa de eficacia. la voluntad de otro órgano -poder ejecutivo con
r) "permitir" la entrada de tropas extranjeras y la salida de las nacionales (an. do 1ninisterial- que p1v1111dga Ja 1ey. con lo que la /ey lambi6n es un acto comple-
75 inc. 28); rerórganos o externo. ya que concurren las voluntades del congreso y del poder

s) "declarar" el estado de sitio, ..aprobar o suspender" el declarado por el ejecu-


,.,;,·o.
tivo (art. 75 inc. 29);
14 . ...... )~l esquema simplificado sería el siguiente:
t) "disponer" la intervención fed1.:ral'', "aprobar o revocar" la decretada por el
ejecutivo (art. 75 inc. 31).
Sanción + Pro1111dgaci6n

9. - Excepcionalmente. aunque se emplee acaso un verbo distinto a


"legislar" debe dictarse una ley cuando el principio de legalidad así lo exi- Cámara de Senado Poder ejecutivo con
ge. como es el caso - por cjen1plo- de la ley penal o la ley tributaria. diputados refrendo ministerial

10. - Lata1nentc se habla de "reserva" de la ley para cubrir competencias


privativas del congreso. La expresión es válida en la medida en que se interprete
Acto complejo Acto complejo
que "reserva de la ley" abarca todas las citadas competencias, aunque no posean
naturaleza material de ley o no hayan de ejercerse dictando una ley ("fonnal"}. interno ex tern()

t t
CONGRESO PODER EJECUTIVO
La sanción de la ley en su aspecto procesal
LF.Y
11. - El ejercicio de la función legislativa como etapa o jase consti- (Acto con1plejo externo)
tuLiva de la ley transita separadan1ente en cada cánzara; la cámara donde
empieza el tratamiento del proyecto se llama "cámara de origen", y la otra
se llama "cámara revisora".
J5. - En el procediinient9 de fonnaci6n y sanción de las leyes que ahora
Cuando en el proceso de fom1ación de Ja ley se Intercala una consulta regulan los arts. 77 a 84, hay algunas innovacionesTespecto de la constitución antes
popular vi11cu/a11te, el cuerpo electoral -que 110 es un órgano del poder de su reforma. Las cncontra1nos en los arts. 77, 79, 80, 81, 82 y 84. Los actuales
estatal-participa desde la sociedad con su voto aJirn1ativo o negativo en el arts. 78 y 83 oo han n10dificado a los que eran 68 y 72.
con1icio, y si es afirmativo convierte en ley al proyecto consultado. Los cambios recaen desde el señalamiento de la cá1nara de or igen, hasta el
derrotero del proyecto en su tránsito por las dos cámaras, y su pro1nulgacíón o su
12. - Cada c{ITT1ara aprueba por sí el proyecto, siguiendo los meca- veto, más el veto parcial y la protnulgación parcial.
... ..
310 COMPENDIO DE DERECHO CONSTITIJOONAL LA LEY 311

Sin entrar al de tal le en 1a explicación de las distintas etapas del proce- lctcncii!S ptivativas con1o a las coniunes a ambas. El detalle puede verse en el
dimiento, cabe señalar que el art 81 imprin1e un tránzite niás acelerado ulo XXXII nº 21.
que el que antes estaba en vigor; el 79 introduce la novedad de la aproba-
ción en particular del proyecto por conzisiones de las cá1naras; se prohíbe 19. _ El procedimiento de f orrnación y sa~z~ió11 de la ley c~Jntempla
la sanción tácita en el arl. 82; y se ha reglamentado la posible pro111ulgaci611 ctos varios: Ja aprobación, el rechazo, las ad1c1ones y correcciones, ~os
parcial en el art. 80. ycctos vetados. Cada uno de tales supues~os cuenta c~n su respecu va
1ati va en la constitución. que ya hemos c1tado, a parur del art. 77 ·
16. - Los arts. 39 y 40 han introducido en el proceso de formación de . .,
20. _ El procedimiento o trámite parlan1entario que la con s,utuc10~
la ley dos formas de partici1Jació11 social posible, que son la iniciativa vé para la sanción de las leyes no pu~e ~~ modo alg~o -:-se~n nues-
Legislativa popular y la consulta JJOpular.
pun 1LO d·e v1·sta- exiinirse de control JUd1c1al
. de const1tuc1011al1dad.
., l' · El
echo judicial que considera a la cuestión como una cuestion po ~ttca no
17. - Acerca de la cá111ara de origen el art. 77 establece: ·ciable está equivocado. Si una ley puede y debe ser declarada 1nc-0ns-
"l-as leyes pueden tener principio en cualquiera de las cán1aras del uciortal en cuanto a su contenido, también puede y de~ serlo cu~do se
congreso, por proyectos presentados por sus nliembros o por el poder eje- sancionado transgrediendo las normas que la consti~~c1ó~ presc~~ para
cutivo, salvo las excepciones que establece esta constitución.'' trániite, porque cualquiera compren~~ que un.a ley sancionada .def~c­
Esas excepciones son las siguientes: osainente no es una ley "sa11cionada en la fora1a que la constitución
a) leyes sobre contribuciones (igual que antes); en cán1ara de diputa- ige.
dos; ver el art. 52; 21. _La constitución refonnadaha incluido tres prohibici~11e~ antes
b) leyes sobre reclutamiento de tropas (igual que antes); en cámara de existentes pero, luego de formularlas normativamente, ha anad1do las
diputados; ver el art. 52; spcctivas excepciones.
c) leyes cuyos proyectos son propuestos por ciudadanos en ejercicio Se trata de:
del derecho de iniciativa previsto en el art. 39; en cámara de di¡Jutados; a) la delegación legislativa a favor del poder ejecutivo (arl. 76);
ver el art. 39; b) la enzisión por el poder ejecutivo de disposiciones de carácter le-
d) leyes mediante las cuales el congreso decida son1eter un proyecto de gislativo (art. 99 inc. 3º párrafo segundo);
ley a consulta popular, confor1ne al art. 40; e11 cánlara de diputados; ver el e) la proniulgación parcial de leyes por el ejecutivo (art. 80).
art. 40; Hay otra prohibición diferente a estas tres, qu~ se ~rige exclusiva-
e) ley-convenio entre el estado federal y las provincias que instituye el mente al congreso, sin relación alguna con el poder eJecuuvo. Es la del art .
régimen de coparticipación ilnpositiva, conforn1e al art. 75 inc. 2°; en cá- 82 sobre la sanción tácita o fleta de las leyes.
mara de senadores; ver el art. 75 inc. 2";
f) leyes que proveen al crecimiento annónico de "la nación" y al
poblamiento de su territorio, y que promueven políticas diferenciadas para Las facultades legislativas del congreso
equilibrar el desigual desarrollo relativo de provincias y regiones confor- .
me al art. 75 inc. 19; en cámara de senadores; ver el art. 75 inc. 19. 22. _ Las tres clases de leyes que dicta el congreso son: a) leyes fede-
rales; b) leyes de derecho coniún; c) leyes locales. Las ~ede~ales Ylas de
18. - Diversas normas han especificado en el nuevo texto un quón1111 especial derecho común tienen ámbito de vigencia en todo el temtor10 del estado.
o agravado para las decisiones propias de las cámaras del congreso, tanto relativas Las locales, sólo en la capital y territorios federales (actualmente no hay
- - - ··-··--- ~-~ - --

• •

312 COMPENDIO DE DERECHO CONSTffiJCIO:'.'AL LA LEY 313

territorios federalizados ínLegramente). A las tres, parte de la doctrina las 28. - El derecho judicial permite elaborar la categoría de "leyes de derecho
califica como leyes "nacionales". A las federales, a veces se las ha llan1ado n.federalizadas". Ello ocurre cuando una ley del congreso sobre derecho co-
también leyes "especiales" del congreso (el art. 75 inc. 12 las menciona dccide, con razón suficiente, "apartar" la n1ateria regulada del ámbito del dere-
como 1·eyes ''generales"). A las de derecho común, leyes "ordinarias". común, con lo que sustrae su aplicación a los tribunales provinciales.
La Corte Supren1a de Justicia lo ha admitido en el caso "Obetti, Pedto c/l>anz.1-
23. -Las leyes federales, de difícil conceptuación genérica, pueden hi, Santiago", fallado en 1960.
serlo po~ razón de la 111ateria (por ej.: fiscal, elecloral. partidos políticos,
nacio~a~1dad, adm~stración de justicia, etc.); de las personas (embajado- 29. -Desde Ja refom1a de 1994 la legislaci611 nacional ''local " pre-
res, muustros plerupotenciarios, etc.), y excepcionalmente de Lugar (fron- ta un perfll distinto al que revestía antes.
teras).
Fue normal decir que las leyes nacionales locales eran las qlle el congreso dic-
con ámbito de aplicación en la capital federal (que era tenilorio federallz.ado
. Guastavi~o define así al derecho federal: "es el sancionado por el legislador
gramente), en los territorios nacionales o gobernaciones (que con la provlncia-
nacional tendiente a la consecución, de modo inmediato, de todos los fines que se
ci6n de Tierra del Fuego hoy ya no exlslt:n, y que estaban bajo jutisdícci61l
atrib~yer~!' al_qongreso y al gobierno federal por el preámbulo y los preceptos de la
con1Jt1tuc1011." eral), y para los lugares del ex art. 67 inc. 27 (qué se hallaban sujetos ajurisdic-
n federal, a veces total, a veces parcial, según los virajes que registró Ja jurispru-
Por concomitancia, son latnbién federales los decretos que reglamentan leyes cia de la Corte).
federales.
Ahora el panorama es otro. Es cierto que la ciudad de Buenos Ail'f!s sigue sien-
capital federal, pero tan1bién lo es que por el art. 129 tiene a11tono111ú1 y faculta-
24. - Las leyes federales son aplicadas judicialmente en todo el país <le legislación y jurisdicción (judicial). Por ende, la legislación que puede dictar
por los tribunales federales. congreso para la ciudad se rr?stringe a lo razonable111ente necesario a efectos de
ronti¡pr en ella los intereses del estado federoL De este nrodo, la legislación
25. - Las leyes nacionales u ordinarias de derecho co111ún son las elusiva" que para la capital sigue previendo el actual art. 75 inc. 30 queda aco-
que sanciona el congreso cuando, en el art. 75 inc. 12, se alude a los códi- da en la disposición transitoria séptin1a, a tenor de ta cual sólo ejerce, mientras la
gos llamados "de fondo", que pueden dictarse en cuerpos unificados o udad de Buenos Aires mantenga la capitalidad, las atribuciones legislativas que
sep~ados (civil, co1nercial. penal, de minería, y de trabajo y seguridad l congreso "conserve" con !UTeglo al art. 129.
social).
30, - Normalmente, la constitución no suele indicar para la diversa
Con la refonna de J994 quedó superada la controversia acerca de si Jos "cÓdi- ariedad de leyes que puede dictar el congreso a qué pautas bien especffi-
?ºs" ~ue n1encionaba el anterior art. 67 ínc. 11 -ahora art. 75 inc. J2- exigían . y concretas ha de responder el conLenido de éstas, por lo que el nlargen
1nclud1blemente la codificación, o admitían una legislación dispersa o adicional. discreción legislativa es amplio. Sin embargo, es muy claro que a veces
constitución carga al legislador con la obligación concreta de adoptar o
. 26. - Las leyes de derecho común son aplicadas judicialmente por spetar w1 principio constitucional en determinadas leyes. Así, y a solo
tribunales federales o provinciales según las personas o las cosas caigan Ululo enunciativo de ejemplo, advertimos que la ley de nacionalidad (art.
en una jurisdicción o en otra (arl. 75 inc. 12). 75 inc. 12) ha de adoptar inexorablemente el principió de la nacionalidad
natural (ius solí); que las leyes a que se refiere el art. 75 en incisos como el
. 27. - Cuando. la materia que es objeto de una determinada legislación --cocli- 17. 18, 19 y 23 han de tender a los tb1es allí establecidos; que la legislación
f1cada o no- se califica como de derecho com6n (por ej.: el derecho comercial, eJ procesal debe, por imperio (implícito) del art. 18, resguardar el debido
derecho penal, el derecho civil), hemos de tener en cuenta que, excepcionalmente, proceso; que el código (o legislación dispersa) sobre trabajo y seguridad
puede contener .non11as de carácter federal. La ley de quiebras como propia del social ha de dar desarrollo al art. 14 bis; que las leyes de amnistía (art. 75
derecho comen."lal es federal -se halle o no íncorporada aJ código de comercio-. En
materia penal hay delitos "federales". inc. 20) han de disponer solan1ente amnistías "generales", etcétera.
- -- - -
.
. - - - - --

• • •

314 COMPENDIO DE DERECHO CONSmUCIONAL

31. - La ley cobra vigencia "normológica" a partir de su promulgación y pu-


blicación, pero puede establecer expresamente para su aplicación una fecha distin-
ra. Si se retrotrae al pasado, es retroactiva. La retroactividad tiene dos límires cons-
titucionales que la impiden: a) uno explicito en materia penal (art 18); b) otro i111-
plfcito cuando afecta el derecho de propiedad (art. 17).

CAPtrtJLo XXXVII

LAS COMPETENCIAS PR IVATIVAS DE CADA CAMARA

. '
u nQtión y ejemplos
"
1~.__El congreso es un órgano con1pl~jo, for1nado por dos cámaras que tienen,
ilni ip_o, cada una separada1nente, la calidad de órgano. Por eso distinguia1os
ntre co11ipetencia y actos "del congreso" (que requieren la concurrencia conjunta
e cada cámara, en sesión separada o en asamblea) y co111pete11-cia y actos de "cada
á11u1ra" (en forma privativa, sin el concurso de la otra).
Las facultades privativas de cada cán1ara se traducen, entonces, en actos que
o son del congreso.

2. - Los llamados privilegios de las cámaras y de sus miembros encierran el


ejercicio de una competencia privativa cuando, para su aplicación y goce, es menes-
ler que la cámara haga algo sin el concurso de la otra.

3, -En las co1npetcncias privativas del senado y de la cámara de diputados


hay que incluir sus "poderes in1p/fcitos", ex.isteotes para ejercer competencias pri-
vativas, o con1petencias del congreso a cuyo ejercicio cada cámara concu1Te en co-
mún eón la otra.

a. - No es e1Tado considerar que cada vez que la constituciód señala cuál debe
ser la cárnara de origen para determinados proyectos de ley, la competencia de esa
cání.á);a para la iniciativa y e> tratanl.iento del proyecto debe reputarse como privati-
va (qp obstante que, a partir de ahí, prosiga el tránúte legislativo en el que toman
inrervención las dos cá1naras).
'
Podemos citár en el te111a los a.rts. 52, 39, 40, y 75 inc. 2º párrafo 4°, e inc. 19
párrafo 2º.

5. -A pesar de la ya señalada igualdad de ambas cámaras, el senado


316 CoMPE.'IDJO DE DERECHO cor-;s'J'1n100NAL LAS COMPETENCIAS PRIVATIVAS DE CADA CAMARA 317

tiene n1ayor número de competencias privativas a través de una serie de b) l ~n


cuanto al procedirniento, el del juicio político en el congreso no
actos que expide él solo. ido n1odificado, pero por lo que decin1os en el precedente sub-inciso
a) El senado 110111bra su presidente ¡>rovisorio (art. 58). ha establecido un mecanismo independiente de enj uiciantiento polí-
para los jueces de tribunales federales inferiores en los ans. 114 y

La diferencia con la cárnara de diputados radica en que ésta elige sus autorida-
des de acuerdo con norrnas hú'raconstitucionales (por cj .: las de su propio reglarnen- e) De lo expuesto surge que actualmente el juicio político 11a quedado
to interno) en tanto el senado lo hace por concesión expresa de la constitución. rvado para las magistraturas y cargos superiores del gobierno federal.

b) El senado autoriza al presidente de la república para declarar en 8. - Estudian1os el juicio político entre las con1petencias propias de
estado ele sitio uno o varios puntos de la república en caso de ataque exte- a cámara porque si bien intervienen las dos cámaras, cada una lo hace a
rior (arts. 61 y 99 inc. 16). lo de función ¡>rivaciva. y con alcances distintos; o sea, no concurren
e) El senado presia acuer<lo para que el presidente de la república mo en la sanción de la ley- a realizar un acto común. sino que cumplen
non1bre: e') a los n1agistrados de la Corte Suprema (art. 99 ine. 4°); y c") a arndan1e11te un acto especial: uJ1a "acusa" y la otra "juzga".
los oficiales superiores de las fuerzas armadas (art. 99 inc. 13 -salvo en a) La cánuira de di¡Julatios declara haber lugar a la formación de cau-
campo de batalla-). Ta1nbién presta acuerdo para que el presidente no1n- dcspués de conocer de la razón que se invoca para el juicio político.
bre y "re1nueva" a los embajadores. 1ninistros plenipotenciarios y encarga- cesita mayoría de dos terceras partes de los mien1bros presentes (art.
dos de negocios (art 99 inc. 7°). 3).

En la etapa ac usatoria que se cumple en la cán1ara de diputados es necesario


un1plir y respclar las reglas básicas del debido proceso.
El juicio político
b) El senado juzga enjuicio público a los acusados por la cárnara de
6. - El juicio político es el procedimiento de destitución previsto para diputados. Previamente, los senadores prestan juran1ento para este acto.
que los funcionarios pasibles de él no continúen en el desempeño de sus Para la declaración de culpabilidad también se exige una n1ayoría de dos
cargos. tercios de los nliembros presentes (art. 59). El fallo del senado no cie11e
Se lo denon1ina juicio "político" porque 110 es un juicio penal que n1ás efecto que "destituir" al acusado (fin principal) y aun declararle in-
persiga castigar (aunque una de sus causales pueda ser delictuosa), sino capaz de ocupar ningún en1pleo de honor, de con11ru1Za, o a sueldo de la na-
se¡Jarardel cargo. Por eso, su trátnite se agota y concluye con la remoción, ción (fin accesorio) (art. 60). De tal modo, se puede destituir sin inhabili-
de donde inferimos que carece de objetivo y finalidad si el funcionario ya tar. pero 110 inhabilitar sin destituil:
no se halla en ejercicio. Aden1ás, para que el senado pueda destituir es necesario que el acusa-
do esté en ejercicio de su función.
7. - La refonna de 1994 introdujo variaciones:
a) .En n1ateria de funcionarios enjuiciables hay una reducción y una .· 9. ~Son pasibles de juicio político, conforme al art. 53: a) el presi-
ampliación, porque: a') en el poder judicial, el juicio se reserva para los dente de la república; b) el vicepresidente; e) el jefe de gabinete y los n1i-
jueces de la Corte, y se suprime para los de tribw1ales federales i11feriores nistros; d) los miembros de la Corte Suprema.
que, por los arts. 114yl15, quedan sometidos a acusación por el Consejo
La serie de funcionarios pasibles de juicio político que trae el arl. 53 no puede
de la Magistratura y a enjuiciamiento por un tribunal o jurado de enjuicia- ser ampliada por ley.
miento ; a") en el rninisterio, se ha incorporado al jefe de gabinete.
No obstante lo dicho, la competencia del congreso en 1nateria de organización
318 COMPENDIO DE DERECHO CO:\'Sm1JCIO~AL LAS COMPETENCIAS PRIVATN AS DE CADA CÁMARA 319

del poder judicial federal y la del art. 120 para regular el 11linisterio plÍblico habilita La co1tstitución no prevé la suspensión del funcional'io ni después de Ja
a la ley para incluir a los micn1bros de dicho ministerio con10 funcionarios que sólo n por la cámara de diputados, ni durante el juzgamiento por el senado.
pueden ser re1novidos de sus cargos mediante juicio poUlico, a efectos de asegurar- que ni una ni otro pueden disponerla. El funcionario pern1anecc en la
les sus inrnunidades funcionales. del ejercicio de sus funciones -a menos que, tratándose de un ministro o de
de la Corte el presidente de la república o el propio tribunal disponga, en
10. - Las '·causas" tle respo11sabilidad-como las denomina el art. del poder disciplinario, la suspensión a las resultas del juicio político-.
53 consritucional-que hacen viable la acusación y la destitución son rres:
a) nial desen1peíío; b) delito en el ejercicio de sus.funciones; c) cr(n1e11es . - L~f\(ndole jurisdiccional del juicio político no lo convierte en un proceso
COnlUlleS. I, porque se trata de una actividad jurisdiccional a cargo de un órgano emi-
nte polftico como es el senado. Por ende, la naturaleza jurisdiccional no
11. - a) Mal desen1peí10 es lo contrario de "buen" desen1peí10. La n el carácter político.
fórmula tiene latitud y flexibilidad amplias. Mientras los delitos en ejerci- a naturaleza jurisdiccional hace obligatoria la aplicación de las pautas
cio de la función o los crí1ncncs comunes circunscriben la causa a una alcs del debido proceso, y así lo tiene establecido el derecho judicial de la
figura penal preexistente en la constitución o en la Jey penal, el n1al desem- Supren1a. Asimisn10, la acusación que efectúa la cámara de diputados ante el
peño carece de un marco defu1itorio previamente establecido. No está des- inipidc a éste juzgar por hechos no incluidos en ella.
criplo el concepto constitucional de mal desempeño.
16. - Cuando la cámara de diputados en cuanto ejerce su función de acusar
Por ello, estimarnos que el mal dese1npeíio puede no ser doloso ni culposo, y a:.c1 la acusación, y por ende el tránlite no pasa al senado, estamos ciertos de
prov~nir-por ej.- de causas ajenas a Ja voluntad del funcionario. Un presidente que por los n1is111os hechos no puede posteriormente reiniciar otro procedimiento
perdiera el uso de la razón, o padeciera una hen1iplejia, y no renunciara o no pudiera satorio.
renunciar, sería pasible de juicio político. ( 'uando en la etapa de enjuicianuento el senado 110 destituye, tampoco es via-
,'
que después reco1nience otro enjuiciamiento por los mis1nos hechos.
En1cnde1nos que el "n1al dese1npcño" no es susceptible de ninguna
reglamentación infraconsti tucional. l7. - El art. 60 estipula que después de la des1itución por juicio polí-
, laparte "condenada" quedará sujeta a acusación, juicio y castigo con-
12. - Cuando el acusado es el presidente de la república, el senado debe se1· e a las leyes ante los tribunales ordinarios. Esto significa claran1ente
presidido por el presjdentc de la Corte Suprema, y no por el vicepresidente; la pre-
e "ro:i.tes" de la destitución por juicio político. es imposible someterla a
caución contenida en el art. 53 obedece a .prevenir que el vicepresidente influya en
la decisión para suceder en et cargo al presidente en caso de destitución. Cuando el oces9 penal ordinario, o lo que es i&"llal, que "micnlras" se hal la en cjer-
acusado es el vicepresidente, la constitución no dice quién preside el senado; nor- cio de su función está exenta de proceso penal.
malmente, se pensaría que deberla hacerlo el presidente provisional del senado,
pero nos pll!ece que también en este caso, por razones de cargo e imparcialidad, la Se trata en realidad de un antejuicio, o privilegio procesal, que establece deter-
presidencia le incumbe al presidente de la Corte Suprema. minadas condiciones extraordinarias para el proceso pcnaJ de una persona, y con-

siste en un in1pe<limento que posterga el proceso común basta que se hayan produ-
13. - El juicio debe ser público. Se trata de un~ función jurisdiccio- cid.o ciertos actos -en el caso, destitución por juicio político-. No es una inmunidad
<

nal y, por ende, ha de rodeársela de las garanLías de defensa y debido pro- penal que derive de la persona, sino una garantía de funcio11a111iento a favor del
ceso. El fallo debe ser niotivado. órgano, como in1nunidad ae proceso.

Si el período de sesiones concluye antes de Ja terminación del juicio, el senado 18. - Que el proceso penal no se puede sustanciar respecto de los funciona-
debe continuar sus funciones de tribunal, sin interrupciones, hasta la finalización rio~ incluidos en el art. 45 quiere decir que tampoco se los puede absolver o sobre-
del juicio político. .~cer durante el desempeño de su cargo, sencillamente porque para llegar a ese re-
sultado hace falta el proceso judicial que la constitución in1pide.


• •

320 CoMPuNDIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL

19. - Tal como nuestro derecho constitucional del poder ha institu-


cionalizado el juicio político, no cabe duda de que es con1petencia exclusi·
va de cada cán1ara del congreso, "acusar" y "destituir".
Nos esta1nos preguntando si después es posible algún recurso ante el
poder judicial; en principio parece que no, porque es al senado a quien
incumbe ponderar la acusación de la cán1ara de diputados, investigar los
hechos. y resolver si el acusado debe o no ser destituido e inhabilitado. CAPITULO XXXVIII
Pero sí aparte lle ese juicio sobre el ''fondo del asunto" -<[UC parece írre-
visable- se incurre en algún vicio grave de.forn1a en el procedimiento, el EL PODER EJECUTIVO
recurso extraordinario ante la Corte Supre1na de.Justicia ha de quedar ex-
pedito, á efectos de preservar la garantía del debido proceso, y el derecho •
de defensa.
residencialismo
20. - 1-lasta 1986 la Corte inhibía -con diversidad de argumentos- el control
judicial sobre las decisiones recaídas en los enjuiciamientos políticos.
1. - EJ "órgano-institución" que la constitución forn1a1 denon1ina
~·r ejecutivo se individualiza en el "¡Jresidente de la Nación Argenti-
El 19 de diciexnbre de 1986 ad1nitió la procedencia del recurso extraordinario
federal en el juicio político a nlie1nbros de la Corte de Justicia de San Juan, y el 29
de dicie1nbre de 1987 dejó sentado el crife1io de la justiciabilidad cuando n1edia
disputa sobre violación de garantías constitucionales (caso "Magín Suárcz."). 2. - El art. 87 enuncia que "el poder ejecutivo de la nación será des-
En otra se1ie de casos referidos a enjuicia1niento político de funcionarios pro- •ñado por un ciudadano con el título de «Presidente de la Nación Ar-
vinciales (no solrunente jueces) consolidó el nuevo sesgo de lajusticiabi/idad, bas- tina»". Una interpretación puramente gramatical deestanor1ua no de-
ta que en 1993 ratifica esta pauta por vez prin1era en el juicio político a un juez lugar a dudas acerca del carácter unipersonal o n1onocrátíco de nuestro
federal (caso "Nicosia"). cr ejecutivo. "Poder ejecutivo" es solamente "el presidente" de la re-
lica.
J>ero lo que decide la toma de posición acerca de la unipersonalidad
ejccutivo es la interpretación del art. 100, que exige el refrendo y lega-
ción ministerial de los actos del presidente, por medio de la fuma, sin
o requisito esos actos carecen de eficacia; esto nos lleva a interpretar
el ntinisterio es un órgano constitucional auxiliar, al n1argen del eje-
tii•o, y por ende, también de la trinidad de poderes que la constitución
titucionaliza (extrapoderes).

3. ~Para nosotros, el poder ejecutivo resutne una triple actividad: 1º) lapo-
lca gubernativa, vinculada a la constitución, pero libre en s u iniciativa y en su
arrollo; 2º) la ad1ninistraci6n, que tampoco es sienipre 1neramente de ejecución,
rquc si bien es sub-legal (o sea, que debe moverse en un plano inferior, vincula-
! por la ley) presupone también en an1plias zonas un poder de iniciativa; 3º) la
1' 1 ·11cíón, o decisión ejecutoria, que recae en la aplicación y el cumplimiento de
1111.1 decisión, sea ésta emanada de otro órgano -congreso o judicatura-o del mismo
111 ~ano ejecutivo.


• •

322 ( ;OMPENDIO DE DERECHO CONSTITUCIONAl, EL PODER EJECUTIVO


. 323

4. - La reforn1a de 1994 ha suscitado debate acerca de si las modificaciones 8. -Además, si se admite que el presidencialisn10 ha variado algo,
introducidas en la organización del poder han atenuado o no al presidencialis1no. La atcnuac':ón,1níni1na queda "literalmente" expresada en tres aspectos:
lectura de las normas que iremos citando puede, según la interpretación de cada a) la P'!º'!·ibición de que el presidente ejerza .facultades delegadas
uno, responder tanto afirmativa como negativamente. Pero, nueva1nente, hay que
el congreso -con las excepciones habilitantes del art. 76-; añadiría-
auscultar la realidad, y desde 1994 a hoy no parece que el presidencialismo haya
cambiado de1nasiado.
/a JJro/iibición de pronzulgación parcial de leye:~ -también con la
pción"prevista en el art. 80-;
Vamos a pasar revista al texto constitucional.
b) la·conzpetencia del congreso pp,ra remover al jefe de gabinete en
5. - Por un lado, el presidente de la república retiene la jefatura del ondiciones del art. 101;
estado y la del gobierno (art. 99, inc. 1°), pero la jefatura de la ad1ninis- '
e) la prohibición de que el presidente dicte decretos de necesidalf y
tración ha recibido un deslinde bastante ainbiguo: el presidente es respon- enci~.-con las excepciones autorizantes del art. 99, inc. 3º- .
sable "político" de la ad1ninistración general del país (art. 99, inc. 1º)y .
el jefe de gabinete de nzinistros "ejerce" esa administración general (art. 9 . .!S-, Existe ot~a serie de paliativos posibles, en conexión con di fe-
100, inc. 1º). tes órganos de poder y extrapoderes. Así:
El presidente conserva el poder reglarne11tario de las leyes en forma a) Jj)l el poder judicial hacemos una subdivisión que presenta n1odi-
igual a la descripta en el viejo arl. 86, inc. 2º (ahora art. 99, inc. 2°), pero el ciones respecto del régimen anterior: a') los magistrados de la Corte
jefe lle gabinete expide: rcm~ mantienen el misn10 mecanismo de designación -por el poder
a) los actos y regla1nentos que sean necesarios para ejercer las facul- 'uli vo con acuerdo del senado- pero el acuerdo ahora requiere dos ter-
tades que a él le atribuye el art. l 00, n1ás s de yotos de sus miembros presentes, y la sesión debe ser pública; a")
. -
b) los que sean necesarios para ejercer las que le "delegue" (debería
a los,jueces de tribunales federales inferiores, los nombranlientos se
ctú~. con ü1tervención mediadora del Consejo de la Magistratura, y las
decir: "ilnpute") el presidente, con el refrendo del nlinistro del ramo al cual n1ociones a través de un jurado de enjuician1iento. ·
se refiera el acto o el reglamento.
b)''Los órganos de control -co1no laAuditoría General de la Nación
6. - El jefe de gabinete tiene algunas facultades "privativas" o exclusivas, el Defensor del Pueblo- pueden ser valorados como elementos de equi-
con10: a) presidir las reuniones del gabinete de ruinistros cuando está ausente el brio ~1scalización y contralor. Algo sinlilar cabe predicar del Ministerio
presidente (art. 1001 inc. 5°); b) refrendar los dec1'e!os que dicta el presidente por úblicd, que ha logrado cortar amarras con el poder ejecutivo.
delegación legislativa del congreso (art. 100, inc. 12); e) tomar a su cargo la inter-
c)~Si examinamos la relación interórganos "poder ejecutivo-congre-
vención y el refrendo en el mecanismo de los decretos de necesidad y urgencia (art.
100, inc. 13, en correlación con el art. 99, inc. 3") y·de los que promulgan parcial-
o", ~parece la facultad de cada cámara para interpelar (a efectos de tratar
mente una ley (art. 100, inc. 13, en correlación con el art. 80). . " a moción de censura) al jefe de gabinete, por el voto de la mayoría
solUta de la totalidad de ntiembros de cualquiera de las cámaras; y para
Si en este tríptico se clausurap las facultades que solamente puede ejercer el
jefe de gabinete, parece que en toda la gania de las demás competencias que le -en1ofirlo con el voto de la mayoría absoluta de los miembros de cada una
atribuye el texto reforniado hay concurrencia con las del presidente, a condición de e ell~.
:·1 ;_
todo confonne al art. 101.
aceptar que éste inviste la·"titularidad" en la jefatura de la administración, y que el .'
jefe de gabinete inviste únicamente su "ejercicio". ,~ arl. 101 obliga ta1nbién al jefe de gabinete a concunir al menos una vez por
En suma, subsiste la relación jerárquica entre el presidente y el jefe de gabi- n1es, álfen1ativrunent~, a cada una de las cárnaras, para informar de la n1a.rcha del
gobir;.mo.
nete, al que nombra y remueve por sí solo (art. 99 inc. 7º). .
7. - El presidente ha perdido la jefatura local e inmediata de la capitalfede- período de sesiones ordinarias del congreso se ha ampliado
r. d) El
ral. desde el 1º de marzo al 30de novien1bre (art. 63), pero esta formalidad no

,1

1
• •

324 CoMPENDlO DE DERECHO CONSTITUOONAL EL l'ODER EJECIJfIVO 325

basta para afirn1ar. sin más. que el congreso se halle en condición de forti- e) l,a renta de dos mil pesos fuertes -o un ingreso equivalente-pudo
ficar sus competencias y. de ese modo, atemperar las presidenciales. algún significado a Ja época de Ja constitución histórica, totalmente
an:cido después. Se trata de w1 requisito que en Ja práctica ha sido
e) La competencia para intervenir a una provincia o a la ciudad de ado y dejado de lado.
Buenos Aires queda ahora explícitamente atribuida al congreso (art. 75
inc. 31). así como la de aprobar o revocar la que, de acuerdo con el art. 99 12. - El art. 89 consigna los requisitos que hacen falta ·'para ser
inc. 20, dispone durante su receso el poder ejecutivo. idv presidente o vicepresidente". El art. 94 dice que ambos "serán
f) La Ley de convocatoria a consulta popular sobre un proyecto de os directamente por el pueblo ... ", de donde surge que el n1omento
ley 110 puede ser vetada; el voto afirmativo del cuerpo electoral la convier- e/eccióll del presidente y vice es el del acto electoral en el que el
te en ley de pro111ulgación auto1nática (art. 40). orado vota por la fón11ula. Es entonces cuando deben estar reunidos
quisitos de elegibilidad.
10. - En cuanto a la habilitación de la reelección presidencial, pode1nos va-
lorar que la rcfonna introducida no es inocente, y que. facilita la tendencia a la con- 1~- - En cuanto a la cluración del período presidencial. aparece en
centración del poder en el presidente. cr h,1gar la reducción del período de dese1npeño del presidente y vice
is años a cuatro; luego viene la supresión de la prohibición de ree/ec-
inn1ediata, reemp'1azándose por la habilitación para ser reelegidos -o
El acceso a l cargo y la permanencia en el mismo crse recíprocamente- por un solo ¡>erfodo consecutivo (art. 90). (Debe
rsc presente la exce¡Jció11 estipulada en la disposición transitoria dé-
11. - El actual art. 89 dice: "Para ser elegido presidente o vicepresi- • que dio duración mayor al período presidencial -desde el 8 de julio
dente de la Nación, se requiere haber nacido en el territorio argentino, o ser 995 al 10 de diciembre de 1999-.)
hijo de ciudadano nativo, habiendo nacido en país extranjero; y las demás ln1erin1os de los arts. 90 y 91 que el período presidencial (salvo el
calidades exigidas para ser elegido senador." ucsto de reelección autorizado) 110 admite prórroga, ni duración ma-
que los cuatro años. pero queda la duda de si es susceptible de acortar-
Antes de la reforrna de 1994, el entonces art. 76 incluía entre las condiciones
para ser elegido presidente la de "pertenecer a la comunión católica apostólica ro- Interpretamos que el lapso fijado descarta y prohfbe, a la vez, anl-
mana".
r o reducir su tiempo. Una permanencia menor de cuatro ai1os exactos
o puede derivar de alguna causal de acefalía definitiva
En la remisión que el arl. 89 hace a los requisitos para ser elegido
senador (fijados en el art 55), cabe decir que: 14, - El presidente y vice gozan por el art. 92 de un sueldo pagado
a) La edad es de treinta ailos. el tesoro nacional. Su monto no puede "alterarse" en el período de sus
b) La ciudadanía con antigüedad de seis años no se aplica al presi- n1bramicntos,

o sea, ni au111e111arse ni disniinuirse.
dente cuando éste ha nacido en el país, porque la posee desde su nacimien-
to. Tampoco rige para el extranjero que, como hijo.de ciudadano nativo, l)urante el período de deseinpeño, agrega el art. 92, ni el presidente ni el vice
" edcn ejercer otro etupleo, ni recibir ningún otro en1olun1ento nacional ni provin-
puede ser elegido conforme al art. 89 que, para tal supuesto, descarta al al. • ' ...... f
~
requisito del art. 55.
Tampoco se aplica el haber nacido en la provincia que lo elige o te- 15. - El art. 93 contiene la nueva fórmula del juramento que han de
ner dos años de residencia inrnediata en ella, porque el presidente no es prestar el presidente y el vicepresidente al tomar posesión de sus cargos
elegido por provincia alguna. ant~ el congreso reunido en asan1blea, respetando sus creencias religiosas.
• •
326 COMPE.'\IJIO DE DFJ<ECHO CONSTOvCIONAL
EL PODER EJcCUT1vo 327
El juramento es un requisito que hace a la validez del tí111/o de jure del presi-
dente. Si se negara a prestarlo, o si hiciera asunción del cargo antes <le prestarlo, el para los dos supuestos previstos en el art. 88 se trata sie111pre y sola-
tftu lo presidencial quedaría viciado y, por ende, sería de facto. e de "cinco" únicas causales, de forma que las "cuatro'· mentadas
segunda parte son iguales (o equivalen) a las "cinco" del vocabulario
cado al comienzo de la norn1a: a) e11fem1edad o inhabilidad (como
Los problemas vinculados con la acefalía atentes), b) ausencia de la capital (y con más razón del país). e)
te. d) renuncia o din1isió11, e) destitución.
1ó. - La palabra acefalía, que proviene de la voz latina "acephalu~" y de la
(l.a ausencia de la ca¡Jital ha de entenderse actualmente como au-
griega "aképalos", significa privado de cabeza o sin cabeza. "Acefalía del poder
ejecutivo" quiere decir que el poder ejccutivo queda sin cabeza, o sea, sin titular: ra liel. país.)
siendo el ~jecutivo uniper.~onal, eso ocu1Te cuando falta el único titular que tiene, es
decir, el presidente. l .a remoción por golpe de c~tado, revolución, o cualquier hecho de fuerza, es
(
c:ausal extracons1i111cional; por eso, quien asu1ne la presidencia es un presidcn-
Que haya quien lo suceda, es otra cosa: la acefalía desaparecerá tan pronto ese
fucto 0y 110 de jure (aun cuando a.surna la presidencia aquél que señala la ley de
alguien recn1place al presidente de la república.
lía).
17. - El art. 88 -que nlantiene el texto del anterior art. 75- enfoca .,
18. ~ Cuai1do una causal de acefalía aJecta al presidente, "el poder
dos supuestos: a) que una causal de acefalía afecte ú11ica111e111e al ¡Jresi-
ti vo será ejercido por el vice¡Jreside11te". según reza la pri1nera parte
dente de la república, en cuyo caso el poder ejecutivo es ejercido por el
vicepresidcnlc (es lo que llan1an1os la "sucesión" del viccprcsídcnte): b) art. 89. Hay acefalía. pero hay un sucesor.
.
que ta1110 el {Jresidente corno el vice estén qfecta,fos por una causal de a) Si la acefalía es dejif/itiva. el presidente cesa y la vacancia debe
acefalía, en cuyo caso le cabe al congreso ·'detenninar" el fu11cio11ario ·rse en for1na per111a11e111e: el vice ejerce el poder ejecutivo por todo el
público que ha de desen1peiiar la presidencia. o del período presidencial pendiente y asu111e el cargo en sí n1ls1110. y
La prin1era parte del art. 88 dice: "en caso de enfem1edad, ausencia 011\•ierte en presidente; no es el vice '·en ejercicio del poder ejecutivo",
de la capical. niuerte, renuncia o destitución del presidente. el poder eje- "el presidente": con eso. desaparece la acefalía, porque det1nitiva-
cutivo será ejercido por el vicepresidente de la nación". n1eel ejecutivo tiene un nuevo ti rular.
Si se lee detenidamente el art. 88. se observa que en la prin1era parte, Coo la transfonuación del vicepresidente en presidente, el órgano vicepresi-
donde se refiere al presidente de la república, habla de "enfernlCdad", '·au- ial.queda a su vez acéfalo; de allí en adelante, habrá presidente y no habrá
sencia de la capital". ·'muerte". "renm1cia" o "destitución" (cinco causales).
En ca1nbio. en la segu11da parte, cuando se refiere al presidente y al vice-
presidente, habla de "destitución", "mu.erte", "dintisión" o "inhabilidad" b) Si la acefalía 110 es definitiva - por ej.: por ausencia o enfermedad
(cuatro causales). sitoria del presidente-el ejercicio que el vicepresidente hace del poder
Haciendo el cotejo, se mantienen dos causales con las mismas pala- utivo es algo así con10 una suplencia, hasta que el presidente reasuma
bras: "muerte" y "destitución"; se can1bia la palabra de otra causal: "dimi- funciones; en esos casos, el více es sólo vicepresidente en ejercicio
sión" en vez de "renm1cia"; desaparece una causal: la "ausencia" de Ja l JJ<?der ejecutivo: no sucede al presidente en el cargo, sino sólo lo re-
capital; y es dudoso si la palabra "inhabilídad" equivale a "enfermedad", JJ[a~a. eh las funciones del cargo.
lo que también convierte en dudoso si la causal "enfermedad" se su prin1e y
se sustituye por otra (inl1abilidad), o si es la n1isma causal con no111bre 19. - El art. 88 prevé que en detcm1inada circwistancia, tanto el pre-
diferente. 1ldc11te con10 el vicepresidente están incursos en alguna de las cinco causales
Estamos ciertos de que, no obstante los matices diferenciales apunta- ya estudiadas, o sea que la sucesión constitucional del vicepresidente que-
da impedida.


,. ..
328 CoMPF.t\'DlO DE DERECHO CONsm·ucJO.l\AL EL PODER EJEC:l11'1VO 329

.El an. 88 dice entonces que en caso de destitución, n1uer1e, dimisión o ful 1a tlefil1itivan1e11te el vicepresidente, el órgano-institución que-
inhabilidad del presídenle y vicepresidente, el congreso deter111i71ará qué gw10-individuo que lo porte. ¿Qué cabe hacer ante ese vacío?:
funcionario público ha de desempeñar la presidencia, hasla que haya ce- 1 a constitución 110 obliga expresamente a elegir nuevo vicepresi·
sado la causa de inhabilidad o un nuevo presidente sea elec10. b ) la constitución 110 proltfbe elegirlo; c) parece mejor elegirlo.
El anículo autoriza, a nuestro juicio, dos interpretaciones igualn1ente la constitución prevé la existencia y la función del vicepresidente;
válidas. La determinación puede hacerla el congreso: a) enfornu1 antici- la falta de vice desarticula las previsiones constitucionales sobre la
pada y general, mediante una ley que para los casos futuros ordene la 1sucesión en el poder ejecutivo; y, adernás, conviene advertir que
sucesión al poder (y así se hizo dictando tas leyes de acefalía 252 y 20.972); tilución supone y regula como situación nomwl la existencia conjunta
b) en cada caso particular, una vez producida la acefalía presidencial e onlio presidente"vice. O sea, que debe haber u11 vicepresidente.
in1pedida la sucesión del vicepresidente.

20. - J.a pritnera ley de acefalía fue la 252, dictada en 1868. En 1975 fue ción presidencial
derogada la ley 252 y sustituida por la n'' 20. 972.
Esta ley dispuso dos etapas para cubrir la acefalía: una provisoria hasta que el 2. - E11 los artículos 94 a 98 se reglan1enta el nuevo sistema de
congreso elija el nuevo presidente, y otra definitiva a cargo del presidente electo p~>r ación del presidente y vicepresidente de la república.
el congreso reunido en asao1blca. Si la causal de acefalía es transitoria, la segunda ! texto nom1ativo dispone que el presidente y el vicepresidente serán
etapa no se cu1nple. os clirecta111ente ¡Jor el pueblo, en doble vuelta (art. 94).
a) Cuando la vacancia del poder ejecutivo es transitoria y el vice no puede t a segunda vuelta electoral, si correspondiere, se realizará entre las
suceder al presidente, la ley prevé el desempe11o te1nporario del poder ejecutivo por 'f<}r111ulas" de candidatos 111ás votadas (an. 96).
alguno de los siguientes funcionarios, en este orden: 1°) el presidente provisorio
del senado; 2°} el presidente de la cá111ara de diputados; 3) el presidente de la
2~. - La doble vuelta no se realiza cuando:
Corte S11pre11m de Justicia. El que asume, ejerce el poder ejecutivo "hasta que
reasunia su titular". u) en el prin1er acLO electoral la fór1nula más votada supera el 45% de
b) Cuando la vacancia es pen11ane111e hay dos etapas: b') en la prin1era, el ~otos "afirmativos válidamente emitidos";
poder ejecutivo es ocupado transitoriar11ente por uno de los funcionarios ya men- h ) en ese prin1er acLO elecLOral la fórmula más votada alcanza el 40%
cionados que prevé el art. lº de la ley, en el orden que ella consigna; b") en la cnos de los votos afLrmativos válidamente emitidos, y además hay una
segunda, el congreso reunido en asamblea elige definitiva111entc al nuevo presiden- rt'ncia n1ayor del 10% respecto del total de votos "afLrD1ativos emíti-
te, entre los senadores federales, diputados federales, y goben1adores de provincia.
válidan1ente" a favor de la fórmula que le sigue en número de votos.
l 'uando no concurre ninguna de estas dos hipótesis, se debe realizar
La vacancia de la vicepresidencia .segundo acto elecLOral para que el electorado activo elija entre las dos
n11ulas rnás votadas en la primera vuelta. La segunda tiene lugar dentro
los 1;rei11ta días de realizada la anterior.
21. - Puede no haber vicepresidente por dos circunstancias: a) por-
que ha hiendo presidente el vicepresidente incurre en alguna de las causales IJ a de tenerse en cuenta que las normas analizadas imponen el voto "porfór-
del an. 88 -enfer1nedad o inhabilidad, ausencia, renuncia, muerte o desti- m11/11 ", es decir, por el binonlio de candidatos que se postulan a Ja presidencia y a la
tución-; b) porque afectado el presidente por una causal de acefalía, quien vl~cpresidencia. No se vota por personas y, en consecuencia, el escrutinio se tiene
es vicepresidente pasa a ejercer la presidencia. En cualquiera de ambas ljlll' realizar por fónnulas y no por personas.
hipótesis, la falta de vicepresidente puede ser definitiva o temporaria.
24. - Queda sembrada una eluda cuando los arts. 97 y 98, al fijar los pareen-
.


,

• •
3~0 COMPENDIO DE DERECHO CONSTI11JC10NAL

tajes de suú·agios en relación con la prin1era y la segunda vuelta, e1nplean la expre-


sión "votos ajin11ativos válida11tente enutidos".¿Qué significa "afirmativos" y qué
significa "válida1nente'"!
~

El proble1na apunta a los votos en blanco; no a los nulos o impugnados.


Voto ajin11ati110 es el que "afirma" algo, pero queda en duda si votar en blanco
también es "afinnar" una abstención o un rechazo respecto de todas las fórn1ulas y
de cualquiera, como expresión de desagrado o de repudio.
. Dentro de lo opinable, preferimos interpretar que la expresión "votos ajin11a- CAPITuLO XXXIX
ttvos válidaniente en1itidos" alude a votos que realmente son favorables posiriva-
111e11te para una fón11ula. De este 1nodo, 110 se han de cor11p11tar los votos en blan- LA COMPETENCIA DEL PODEl{ EJECUTIVO
co. y se han de deducir del total de los válidamente en1itidos.

arácter
1. -El conjunto de facultades que integran la::; co1npcteneias c.Jel poder ejecu-
111• e!-\ la n1cra sun1a de todas y cada una de las enunciadas en el art. 99 de la
tilución, y en el resto del articulado que confiere otras no incluidas en aquél. Al
, nortcan1ericano, e incluso al estilo expresa1neule adoptado en la constitución
esa de 1958, crec1nos que la con1petcncia del poder ejecutivo ilnporta una 11u1sa
1 \' a111plit1 de facultades y atrihucioncs, que no requiere asignación expresa.
a1110s que todo el re1nanente de las competencias pertenecientes al congreso Y a
dicatura (expresas o i111plícitas) se entrega a favor del poder ejecutivo.
l A> que debe quedar claro es que las compt:tencias in1plícilas y las residuales
lli.:gan a alterar la regla que cn el derecho constitucional del poder enuncia que
a los órganO)l del poder estatal "la inco1npetcncia es el p1incipio, y la compcten-

e~ la excepción''.
Asj1nismo, nos parece indudable que el texto ahora en vigor in1pidc desarro-
el análisis de las con1pctcncias del poder ejecutivo sin interconectarlas con las
1J<fe de gabinete de nlinistros. Por tal razón, los arts. 99 -<:on las atribuciones
1presidente- y 100 -con las del jefe de gabinete- aconsejan acu1uular el estudio
an1bas nom1as.

as jefaturas presidenciales

2. - En laconstilución de 1853-60, el poder ejecutivo asunúa cucuro


jefaturas: a) la jefatura del estado; b) la jefatura de La a<ln1inistració11
fJúbl tea; e) la jefatura local e inmediata de lci capital federal; d) la jefatura
tll! las fuerzas annadas.
El art. 86 inc. lº decía: "Es el jefe supre1no de la nación y tiene a su
cargo la ad1ninistración general del país".
-~--


332 COMPEJ\'DIO DE DERECHO C< >NSTITUCIONAL LA COMPETENCIA DEL PODER EJECUTIVO 333

E~ tex~o reforn1ado. en 1994 dice: art 99 inc. 1º: "Es el jefe supren1o de plano s11btegal, o sea, subordinado a la ley, harernos una breve clasificación
la nación, Jefe del gobierno y responsable político de la adn1inistración diferentes tipos o clases de ad1ninistración.
general del· país''. 1) Adnlinistración activa, que es la que ejecuta, decide y obra:
La con1paración nos hace ver que: ) Adnúnistración consultiva, que es la que asesora, preparando generalmcn-
a) se 11iantie11e la jefatura "del estado"; ntenido del acto de la administración activa;
e) Adril.inistración in.tema, es la que despliega su actividad sin entrar en reta-
b) el te.Jo:to actual menciona la jefatura ''del gobien10";
e?l~je(~tura de la adnti11istraci611 tarnbién se n1antiene. aunque hay d) Administración exten1a, es la que en su actividad se 'incula con terceros;
una .d1s11nc1.o.n a efectuar porque: e') el texto anterior estipulaba que el e) Adroinistraciónj11risdiccional, es la que decide cuestiones en for1na similar
p~es1dente '·tiene a su cargo" Ja administración general del país, en tanto lo$jueces ejercen la adnúnistración de justicia, puiliendo distinguirse, como
c.) el texto actual reza que '"es responsable político" de esa administra- ce Ma:rienhoff, entre el mero acto adnl.inistrativo con contenido jurisdiccional,
ción; pero c'") el art. 100 i11c. lº asigna el "ejercicio" de la nlis1na adini- tribunales u organismos administrativos que ejen.:en función jurisdiccional;
nistración aljefe ele gabinete. OAdininistración de contralor; es la que se ejerce para verificar la legilimi-
,
d) la je;fatura local e ilunedia1a de la capital ha sido eli111i11ada; con'\'.eniencia u oportunit..lad de la actividad administrativa (esta fiscalización
s exc~usivan1ente financiera):
e) se nw111ie11e la jefatura de las fuerzas annndas.
g) Administración reglada, es la que se cumple de acuerdo con nor1nas
Si haccn1os otro resumen, surge que: stablecidas, que señalan cuándo y cómo debe actuar la administración:
h) Adnlinistración discrecional, es la que, sin escapar a la sumisi15n a la ley,
a~ h~y tr~s jefaturas e:tpl'.cita1ne~;.e consignadas, que son: a') la jefatura del
es1ado, a ) la 1cfa1ura del gob1e1110; a ) la jefatura de las fuerzas annadas; one de arbiuio niás eláslico y ainplio, como para ponderar la oportunidad, el
'to o Ja conveniencia del acto:
,, b~ hay_una j~fat11ra que i1npli.ca para el presidente la "responsabilidad políti-
ca poi su /~tul.andad, pero.cuyo e¡erc1c10 no está a sil cargo sino del jefe de gabi- i) Administración burocrática, es la que asigna la función a personas físicas
nete; es la ¡e/atura de la ad11tinis1ración. ~ e actóan individualmente;
e) hay una jefatura supri111ida, 4ue es la de la capital. j) A-dnlinistracíón colegiada, es la que asigna la función a varías personas
icas que actúan en conjunto;
. . 3. - En su relación con el jefe de gabinete y con los dc1uás funcionarios ad- k) Administración autárquica, es la que actúa a través de órganos con perso-
n11111str.ativos•. el ~t .. 99 trae dos disposi<;iones: a) respecto del prilnero, el presidente alidadjurídica en forma tal que se trata de una admi1ústración indirecta del estado.
s1~pen11.~a el c1erc1c10 de la facultad del jefe de gabinete respecto de la recaudación
e invers'.ón de las rentas, con .arreglo a la ley o presupuesto de gastos (inc. 100): b) 6. - La adn1inistración es una actividad permanente, concreta, práctica e in-
tanto respecto del.J~fe de. ~ab1netc corno de los jefes de todos los ramos y departa- "1eiliata del estado, que tiende a la satisfacción de las necesidades de la sociedad.
n1entus de la ad.lllln1strac1on, les puede pedir infonues (inc. 17). No toda la adntinistración estatal pertenece al poder ejecutivo ni depende de él
(porque hay adntinistración en el congreso y en el poder judicial), pero no cabe
4. - La adnlinis.tr~ción .pública, aunque depende del poder ejecutivo, no for- duda de que la administración que depende del poder ejecutivo es la fundamental,
ma part~ de él; la.ad~n1str.ac16n se diversifica en órganos y tipos de actividad, que tanto en sentido "orgánico" (estructura). como "funcional" (actividad).
no son el poder eJecu r1 vo sino tan sólo se le subordinan jerárquicamente.
7. - En la función administrativa encontramos actos "de administración",
actos "achninistrati vos", "contratos" ad1ninistrativos, etc. Algunos de esos actos
La administración pública tienen contenido general, y suelen !Janllll'Se regla111entos; y otros contenido indivi-
dual o particular.
. . . 5:-:--- Sentado qu~ ad1~inist~ar excede en n1ucho a ejecutar, porque iniplica
auc1at1\ a -y a veces discrec1onahdad-, y recordado que la a.dntinistración se sitúa 8. - El acto adniinistrativo es, en noción amplia, toda expresión de voluntad
-- - --

LA COMPETC.NCIA DEL POOER EJECIJ l'IVO 335


334 COMPE.'fillO DE DERECHO CO:-ISTTTI'C!ONAL

12. - Con respecto a los reglani.entos de ejecución, o decre~os ~:-/


que, en ejercicio de función administrativa, surte un efecto jurídico que se proyecta r eje(:utivo dicrados en regla11ze111aci6n de las.leyes, ~a const~tuc1011
,fuera del á1nbito de la adnlinistración'(en tanto al que los retiene en su esfera inter- blcce, en su art. 99 inc. 2º, que el presidente expide las mstrucc1.ones Y
na se lo reputa un "acto de ad111inistración"). Jantentos que sean necesarios para la ejecución de la~ leyes, cuidando
11o alterar su es¡Jíritu con excepciones reglan1e11car1as.
9. - La adnlinistración puede descentra/izarse e, incluso, esa descentraliza-
ción puede aparejar autarquía cuando el ente descentralizado adquiere personali-
dad jurídica y evade I¡¡ rc;lación jerárquica (que se suple con el control ad1ninistrati-
13.{~ La jurisprudencia de la Corte tiene exigi?o e l requ!sito de la publica-
JI! los decretos con1o condición para su obligatonedad, habiendo aclarado pos-
\'O). l Quién puede desccnu·alízar y erigir entidades autárquicas? lA qut! órgano
rniente que ello rige únicamente en el caso de decretos dictados en uso de 1.a
pertenece esa competencia?
ltad constitucional que acuerda al poder ejecutivo el art. 9~ inc. 2º de ~a consu-
El congreso sólo puede erigir órganos autárquicos cuando los crea en virtud de ón, nÓ extendiéndose a los decretos que carecen de contenido non1i.atlvo gene-
una con1pctencia constitucional paralela a una "n1ateria" que el propio congreso
puede regular; así, por ej., por sus facultades en n1ateria de educación o bancaria, de
l .a publicación de actos administrativos de alcance general es un requisito de
seguridad social, etc. En lo derná,-, la ley no está en aptitud de desrnen1brar porcio-
nes de Ja adnlinistración que no le ha i<ido atribuida al congreso sino al presidente onna republicana de gobierno.
de la replÍblica. Por eso, en el á1nbito de la adn1inístración que depende del poder
~jecutivo, la creación de órganos descentralizados o autárquicos por ley del congre-
14.- La derogación de una ley priva de vigencia a su decreto reglruncntario.
so es i11,011stit11cio11al, porque viola la "reserva" de la ad1nínistración y la división
de poderes. 15. -El exceso reglanie11ta1io transgresor de la ley que se regla-
enta es sien1pre inconstitucional.

Los reglamentos administrativos 16. _En el derecho constitucional argentino tornó curso la denon1inación de
k~a<;ión "inipropia" para el supu~sto en_ que: a) el congres~ dicta u_na ley en l,a
e traza el /ineantiento de su política le31sla.11.va en la maten a que ~ egula y, a )
10. - El tér1nino "regla1nento" se suele aplicar a toda manifestación
iva al poder ejecutivo la ponnenorización de los aspectos que en dich_a ley sólo
de voluntad de órganos administrativos que crea status generales. imper- recibido un marco general; por lo que, b) se ha interpre~do que en ngor no se
sonales y objetivos mediante 11on11as generales. (Con ese alcance se utili-
za tan1bién para designar actos similares del congreso o del poder judicial;
la de una delegación "legislativa" sino de un ensanch.a1111ento de la .(acul.tadn:·
lcunentaria que es propia del t'.iecutivo, la cual, b') queda con un ámbito di~~tH·
en ese caso, a tales actos se los llan1a reglamentos "legislativos" o regla- le ntás amplio en la 1nedida en que el referido marco de la ley es general Yelastico.
1nentos "j udicialcs".)
El reglamento administrativo es W1 acto adniinistrativo de contenido 17. _Los reglanzentos aut6nonzos no son reglamentos de ejecución
general. e la"Iey; sino reglamentos sobre 11u11erias no r~gulada~ JJOr ley,"y reser-
vadas a fa adnii11isLració11. Recaen sobre matenas propias de la zona de
11. - En sentido estricto, y cualquiera sea la denonlinación que se les asigna reserva" de la administración, que no pueden regularse por ley.
nommtivan1ente, son reglamentos adnlinisu·ativos los que en sus respectivas áreas
de competencia ad.Ininistrativa enliten el poder ejecutivo, el jefe de gabinete, los Una materia propia de reglamento autóno1no es - por e:j.- la regulación del.os
11zinistros, y los organisnws y reparticiones de la ad1ninistración pública. recursos adl/tinistrativos y la organización adnlinistrativa eo el área de la adnun1s-
tración dependiente del poder ejecutivo.
La clasificación cuatripartita más usual y sencilla es la que reconoce
las siguientes categorías: a) decretos reglanzenta1ios de las leyes, o regla- 18. _El reglanzento delegado, a diferencia del decreto reglamenta·
me11tos de ejecución de la ley; b) regla111e111os ciutónomos o independien- rio que ejecuta la ley, y del autónomo que surge de la esfera de reserva de la
tes; e) regla1nentos delegados; d) reg!an1e11tos de necesidad y urgencia.
336 CoMPE:--'DIO DP. DERECHO COXS I 11 UCIONAL LA CO~PETENCIA DEL PODI:R EJECtmVO 337

admiJ1istración, se dicta en n1érito a una habilitación conferida por el po- ~cá se interrumpe la previsión constitucional sobre el destino final
der legislat.ivo. cabe al decreto en el congreso, y ésta es la a¡;ertura que debe cerrar
{,a refonna de 1994 ha previsto la delegación por el congreso al ¡Jo- y espepial que, por prescripción del inciso, necesita sancionarse con
der ejecutivo en el marco de excepción que traza el art. 76. No hay que yoríaabsoluta de Ja totalidad de miembros de cada cán1ara, y que ha
perder de vista la rotunda prohibición genérica que encabeza a esa norma, ular el .trámite y los alcances de la intervención congresional.
ni la que en el art. 99 inc. 3° impide al presidente emitir disposiciones de
carácter legislativo. 20. - Nos parece que queda suficientemente esclarecido que la ley reglameo-
del Lrámite y los alcances de la intervención final del congreso nunca puede
L.a delegación legislativa permitida sólo puede ser efectuada por el r que el silencio del núsmo significa aprobación tácit(I del decreto de ne-
congreso a favor del presidenie. No al jefe de gabinete, ni a los ministros, d y urgencia, ya que el art. 82 contiene una norma, que repulamos general
ni a organismos administrativos. os los casos y para cualquiera, conforme a la cual la voluntad de cada cáma-
111anifestarse expresa111ente, agregando para disipar cualquier duda que "se
19. - l..os regla11'tentos ,fe necesidad y urgencia son los que se dic- ye, en todos los casos, la sanción tácita o fleta ".
tan sobre materias propias de la conzpetencia legislativa, cuando w1a ur-
2 t. - La intennediación de la Conúsión Bicameral es (lb liga to ria, pero su
gencia súbita exige emitir las normas que el congreso no ha dictado, o su-
cho no resulta vinculante para el congreso.
plirlo lisa y llanamente. I~a necesidad y la urgencia son las razones justi-
ticantes para consentir que se margine la división de poderes. y que el eje- 22. - La práctica abusiva en materia de decretos de necesidad y urgencia en
cutivo ejerza una función del congreso. se ha incurrido a partir de la reforma constitucional (incluso porque sin existir
l ~a refornza de 1994 los ha previsto para situaciones especiales (arl. misión Bicamera.l Permanente convocada a intervenir se han dictado en dema-
99 ÍllC. 3°). es décretos) obliga a extremar la severidad en el cumplimiento de las exigen-
que, para la excepcionalidad de esta competencia, consigna el art. 99 iuc. 3º.
En el art. 99 los párrafos tercero y cuarto del inc. 3º encauzan y orde-
nan así el trámite: 23. - Ello conduce, aden1ás, a reivindicar un muy estricto control
a) solamente circunstancias excepcionales que irnposibililen seguir icial de constitucionalidad, de a.i11plio espacio.
el procedirniento legislativo ordiJiario, habilitan el dictado de decretos de A nuestro juicio, puede recaer en:
necesidad y urgencia; pero:
a) la verificación de que ha existido la serie de recaudos que la cons-
a') están absolutan1ente prohibidos en materia penal, tributaria, elec- ción exige: a') circunstancias excepcionales, a") que hacen imposible
toral, y en el régin1en de partidos políticos; uir el tránzite legislativo, y a"') necesida.d y urgencia en la emisión
b) deben emanar del presidenre de la república, por decisión adopta- decreto;
da en acuerdo general de n1inistros, los que han de refrendarlos jw1ta- b) la verificación de que se ha cumplido en todas sus etapas el segui-
mente con el jefe de gabinete de ministros; nto ulterior a su dictado por: b')el jefe de gabinete, y b") la Conzisión
c) el jefe de gabinete de ministros tiene que someter personalmente, a111eral Permw1ente, hasta b'") su ingreso al congreso.
dentro de los diez días, el decreto a consideración de la Co1nisión Bicarneral Cuando aca.'!o no se ha cwnplido la instancia final en la que el congre-
Permanente del congreso; rechaza o aprueba el decreto, tan1bién consideramos viable el control
d) dicha Coniisión debe elevar su despacho en el plazo de otros diez dicial acerca de todo cuanto - hasta ese momento- se le propone al juez
día.' al plenario de cada una de las cámaras para su expreso tratamiento; en causa judiciable por parte interesada; incluso mediante una medida
e) las cán1aras han de considerar ese despacho en forma inn1ediata. cautelar.
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• •

3::\8 COMPENDIO DE DERECHO CO:\STITUCIONAL


LA COMPETENCIA DEL PODER CJECIJl'JVO 339
La participación en el proceso legislativo
h) Si el presidente
:o
ap111eba el proyecto. puede hacer dos cosas: b')
24. - El poder ejecutivo interviene en el proceso de forniación de leyes. St: 1ulgarlu e.r¡>resan1e111e, o b") dejar transcurrir el plazo de diez días
acosturnbra atribuirle, por eso, el título de "colegislador". En realidad no parece s para que se opere la pro111ulgació11 tácita; en cualesquiera de ambas
plenamente exacta la afirn1aci6n, porque la participació~ del presiden~e sólo tiene tesis, ha concurrido la voluntad del poder ejecutivo para consumar la
cabida en la etapa de iniciativa, y en la posterior de eficacia (promulgactón) pero no a de eficacia y convertir al proyecto sancionado por el congreso en
en la intern1edia, que es la "constitutiva". o de creación de dereého nuevo, donde se •• •
centra la función legislativa.
e) El presidente dispone la publicación del texto de la ley. La publica-
integra en nuestro sisten1a la etapa de eficacia para dar vigencia
25. - El arl. 99 inc. 3° prin1er párrafo consigna que el presidente
1ológica y obligatoriedad a la ley, por lo que puede decirse que dicha
"participa de la.forn1ació11 de las leyes con arreglo a la constitución, las a se con1ponc de: c') la ¡Jro111ulgación y c") la publicación.
pronzulga y hace publicar".
"'
En prin1er lugar, el art. 77 le reco11oce la facultad de presentar pro- 27. :- I~a¡Jublicaci611 de la ley viene ahora exigida expresan1ente en
yectos en cualquiera de las cámaras. salvo las excepciones que establece la nst,itu:Ción formal por el art. 99. inc. 3°, prin1er párrafo; y no duda:n1os
constitución. uc ta1nbién
•• . ,
las leyes pron1ulgadas tácitan1e11te e:rigen el rec¡uisito de
Acá hay que hacer un desdoblanliento: publ.lCGCl01l.
t

a) el presidente 110 ¡Juede presentar ¡Jroyectos cuando a') se trata de Con la publicación la ley "es puesta" en el orden nor1110!6gico con vigencia
la iniciativa popular, porque son "los ciudadanos" quienes lo hacen en la 11nlógica, y el iustantc y el acto de "ponerla" puede adquirir efectos aplicatil'os
cán1ara de diputados (art. 39); a") se trata de son1eter a consulta popular lJ<>ralnzente distintos: a) que se aplique a partir ''de allí": b} que se aplique
vinculante un proyecto. porque si es el congreso el que debe decidir hacer- iactivamcnte; e) que se aplique después de un cierto lapso.
lo a iniciativa de la cámara de diputados (art. 40), parece claro que el pre-
sidente no puede in1pulsar dicho proyecto; 28. - Es sabido que la retroactividad es inconstitucional en dos situaciones:
por expresa norn1a del art. 18, en 111ateria penal; b} i111p/ícitarnente, cuando alte-
b) el presidente 110 puede presentar un proyecto en cualquiera de las desconoce, suprime o viola derechos "adquiridos".
cániaras cuando b') se trata de proyectos sobre contribuciones y recluta-
miento de tropas, porque los debe presentar en la cámara de diputados 29. - La vigencia sociológica, como fenómeno del orden de conductas, no
(art. 52); b") se trata de proyectos de ley-convenio en n1ateria ~e copartici- nde de lo que la norma diga, sino de su cumpli1nien10 y eficacia.
pación federal (art. 75 inc. 2°) y de leyes para proveer al crecimiento armó-
nico de la nación, al poblamiento de su terriLOrio. y a políticas diferencia-
das que tiendan a equilibrar el desigual desarrollo relativo de provincias y
regiones (art. 75 inc. 19), porque los debe presentar en el senado.
30. - Nuestro derecho constitucional del poder reconoce al poder eje-
tivola facultad de observar los proyectos de ley sai1cionados por el con-
La fase de eficacia. so. Regula dicha facultad en la parte dedicada a la formación y sanción
las leyes, o sea, en la referente al congreso.
26. - La fase de eficacia se desglosa en varios aspectos.
La coustitución formal ignora la palabra veto que, sin embargo, es común en
a) El presidente exan1ina el proyecto sancionado, conforme al art. 78; ! lenguaje constitucional.
según sea el criterio presidencial, el proyecto sancionado será proniulga-
do o vetado. El veto está previsto en el art. 83 de la constitución. "Desechado ~n el
lotlo o en parte u11 proyecto por el poder ejecutivo, vuelve con sus objecio-

340 CoMPE:-mro DE DERECHO co::-<sT1rrc10!\AL LA COMl'I:.!'E.NQA DEL PODER mcurrvo 341

nes a la cámara de origen". Desechar significa observar. Lo que el poder crdo del senado; de removerlos, solo o con acuerdo del senado, y de
ejecutivo observa es el "proyecto" de ley sancionado por el con~reso. El ·tuar designaciones "en comisión".
presidente observa. Y observa todo el proyecto, o una parte de el. Según el inc. 4° del art. 99, el presidente nombra a nwgistrados de la
ne Supren1a con acuerdo del senado por dos tercios de sus miembros
31. - Hay otra previsión conectada con la proniulgación parcial de scnles, en sesión pública, convocada al efecto. Nombra los denzás jue-
la parte no vetada en el art. 80. Es ésta: el veto parcial que, co1úormc aJ de los tribunales federales inferiores en base a una propuesta. vincu-
arL 80, va acompañado por la proniulgacióu parcial de la parte no vetada, le en te11ia del Consejo de la Magistratura, con acuerdo del senado,
tiene cxpresa1nente establecidos en el art. J ü_0 inc. 13 la forma~i~ad de sesión pública, en la que se tendrá en cuenta la idoneidad de los candi-
decreto, el refn.:ndo conjunto por el jefe de gabmere y los de1nás mtrustros. tos. Un nuevo nombrainiento, precedido de igual acuerdo, será necesa-
y el so1nclimiento a la Co1nisión Bican1eral Permanente (para esto. el art. para n1antener en el cargo a cualquiera de esos magistrados, una vez
80 hace aplicable el procedil11iento que el art. 99 inc. 3º prevé para los cwnplan la edad de setenta y cinco años. Todos los nombramientos de
decretos de necesidad y urgencia). gisgados cuya edad sea la indicada o mayor se harán por cinco afíos, y
Dice tan1bién el arl. 80 que los proyectos desecl1ados parcialniente áll ser repetidos iJ1defirtida1nentc, por el nüsn10 trámite."
no podrán ser a¡Jrobados en la parte restante. Sin e~?argo, las part~s ~

no observadas solaniente ¡Jodrán ser proniuf gallas st tienen autononua La diferencia con el anterior inciso 5° del arl. 86 es notoria.
norniativa y su a¡7robación ¡Jarcia[ no altera el es¡Jíritu ni la unidad del La facultad del presidente -con acuerdo del senado- para designar a. los jue-
proyecto sancionado 7Jor el Congreso. feclerales se ha limitado en varios aspectos:
a) solamente se 11u1ntiene para nombrar con acuerdo del senado a los rnagis-
Es la pauta que ya antes de la reforma de 1994 sentó la Corte ~n el caso '.'Colella dos de la Corte S11pre111a; pero;
c/Fevre y Dasscl S.A.", del año 1967. Vigente ya Ja reforma, dio por aplicable el b} ese acuerdo necesita ahora un q11ór11111 fal'orable agravado, que se fija en
mismo criterio en la hipótesis del a1t. 80 al fallar la causa "Dustos, Julio O. el dos tercios de los miembros presentes de la cámara, debiendo la sesión ser p1í-
Servicios Especiales San Antonio S.A.", el 20 de agosto de 1996. 'ce1 y convocarse a ese efecto;

e) para los den1ás jueces de los tribunales inferiores el procedi{niento de de-


32. - La opción presidencial para proniulgar o vetar es solamente nación con acuerdo del senado viene precedido por la inlcrvención del Consejo
un principio, al que la constitución le pone algunas excepciones. Así, por la Magistratura (previsto en el art. 114), que propone una tema vinculante:
ejemplo: d) la norma añade -con carácter obligatorio- que se tendrá en cuenta la ido-
a) Es clásica la que obliga a promulgar la ley que se convierte en ta1 1daá del candidato, y esta indicación inwerativa alcanza tanto al senado para
porque después de un veto se logra la insistencia de ambas cánzaras sobre star el acuerdo como al presidente para seleccionar dicho candidato entre los tres
puestos por el Consejo de la Magistratura.
el proyecto anteriom1ente sancionado, conforme al art. 83, que ha niante-
Una vez efectuado el nombramiento, los jueces de la Corte sólo pueden ser
nido el texto del anterior arL 72;
n1ovidos por juicio político y los demás por un jurado de enjuiciamiento. O sea, la
b) Es nueva la prohibició11 explícita de veto que establece el art. 40 Juntad de los órganos designantes no puede revocarles el nombramiento.
cuando el congreso decide someter a consulta popular vinculante un pro-
yecto detern1inado. $4. - Es obvio, para nosotros, que si el acuerdo y el nombramiento deben
ferli~e a un cargo judicial deterrninado y concreto, todo lraslado a un cargo dis-
nto al que se halla desempeñando un juez, necesila doblemente el acuerdo y el
Los nombramientos nonlbramiento, por lo que no cabe que el poder ejecutivo traslade a otro cargo igual,
carnbie la sede, el fuero, y nlenos el grado.
33. - El art. 99 reconoce al poder ejecutivo la facultad de realizar
una serie de non1bramientos de ciertos funcionarios y agentes, solo o con 35. - Cuando el ejecutivo pide el acuerdo para non1brat como juez a una
LA <'O!vll'ETENCfA DEL PODER llJf;CUTlVO 343
342 (~Ol-11'1:..'1)10 DE DERECHO CONS11'f't:CIONAL

persona que nn está desempeñándose, o 4ue lo está en un cargo distinto a aquél para
42. - No obstante la cláusula del inc. 7° que atribuye al presidente la
el <.:Ual el acuerdo se solicita, enlt:nde1nos que u1\a vez prestado ese acuerdo pvr el ltatl c.lcnon1brar y "ren1over", creemos que oi ésta ni la del arl. 100 inc.
S\:nado, hace falta el no1nbranúcnto presidencial para integrar el título con1ple10. pcrn1iten prescindir de la garantía de "estabilidad del empleado públi-
qul! contiene el a 11. 14 bis.
36. -El poder ejecutivo 11011ibra •v ren1ueve con acuerdo del senado
a los en1bajadores, nzi11istros plenipote11ciílrios y encargados de nego- -l3. - El inc. 19 del art. 99 prevé los non1bramien1os "en comisión",
cios. Para el personal diplomático. observainos que el acuerdo senatorial la propia constitución denon1ina de esa manera; dice que el presidente
es requisito de desig11aci611 y de re111oció11 confom1e al inc. 7° del ar1. 99. drá f acuitad para llenar las vacantes de los empleos que requieran el
t'r(/o del senado, y que ocurran durante su receso. por medio de "nom-
n1icntos en cornisión'' que expirarán al fin de la próxin1a legislatura.
37. - J.] poder ejecutivo. a tenor del inc. 13 del art. 99 provee co11
acuerdo del senado los empleos 1nilitares en Ja concesión de los empleos o
44. - Se nos ocurre que la misma norma del inc. 19 regula también el caso de
grados de oficiales superiores de las fuerzas armadas. Por sf solo -es de- hramientos para cargos "nuevos" que, por ser de creación reciente, se han de
cir, sin acuerdo del senado, y tan1bién sin refrendo de un n1inistro- lo pue- ut;u· vacantes.
de hacer en cainpo de batalla. .
Juzgan1t1s inviable, porque implica bloquear la participación del senado so
c:-.lo de ejercer Ja facultad presidencial de efectuar no1nbra1nientos en comisión,
38. - El inc. 7° del art. 99 establece que el presidente 11onzbra y re- el poder ejecutivo deje vencer el período legislativo sin solicitar el acuerdo, y
n1ueve por sí sólo al jefe de gabinete y a los n1inistros del despacho. Pensa- •al caducar dicho non1branuenlo vuelva a realizar otro para la misma persona.
n1os que 110 necesita refrendo de olro 111inistro. Es un acto perso11alfsi1110. hay duda de que, de clarsc este proccdi1niento, el designado pern1anccería en su
Po través de sucesivas renovaciones de su non1bra1nienlo, con 1narginanliento
l.1 intervención senatorial, que se hace imprescindible para Ja continuidad o per-
39. - También el inc. 7° otorga la facultad presidencial de nombrar y nencia en la función.
ren1over a los o11ciales de sus secretarías, a los agentes consulares, y a los
dcn1ás en1pleados de la adn1inistración cuyo non1bran1iento 110 estcí regla- 45. - Si el ejecutivo solicita acuerdo a favor de un candidato que no es la
do de otra 111a11era ¡Jor esta co11stit11ción. sona ya designada por él en comisión, el scnado tiene plenitud de competencia
a Jcnegar ese acuerdo declarando que el cargo no está vacante. Sólo después de
40. - Es confusa la distribución que. con la refonna dt: 1994. ha he- ncgatoria senatorial expresa con respecto al nús1no funcionario designado en
1nisiQn por el ejecutivo, podrá el ejecutivo proponer el acuerdo para otra persona.
cho la constitución entre el presidente y el jefe de gabinete en 1nateria de
los 11ombramientos aquí analizados. En efecto, el art. 100 inc. 3º dice que
al jefe de gabinete le corresponde "'efectuar los non1bramientos de los en1-
s relaciones con el congreso
pleados de la adnlinistración, exce¡no los que corres¡Jo1ula11 al ¡Jresiclen-
te".
46. - Acá vainos a ocupamos solan1ente de las relaciones con el congreso
¿Cuáles le quedan al jefe de gabinete, una vez que en el art. 99 se uc: wn puramente "fom1ales", y qut: no significan apo1tar el concurso de la volun-
agrupan los que incun1ben al presidente? <l presidencial para Ja realización de actos del congreso
I>arecería que solan1ente los del personal Uerarquizado y coinún) del
47. - El inc. 8º del art. 99 establece que el presidente hace anualn1ente la
elenco adn1inistrativo que, no obstante estar reglados en el inc. 7º del art. pt·rtura de las sesiones del congreso.
99, no parece necesario personalizarlos en el presidente.
48. - El inc. 9° otorga al presidente la facultad de prorrogar las sesiones
41. - l ,a ley que requiere el acuerdo senatorial para cargos que por la 01dinarias del congreso -que, con10 hemos visto ya, no impide al propio congreso
. .,,,. . .. . 1hsponerla por sí núsmo (o sea se trata de un facultad concurrente)-.
const1tuc1on no exigen ese requ1s1to es 1.11co11stituciona/.

344 CoMPENDIODE DERECHO CONSTiruCIONAL LA COMPETENCIA DEL PODER EJEetmVO 345

Tambíén convoca a sesiones extraordinarias cuando un grave interés de or- 53. - El indulto presidencial se limita a penas impuestas por tribunales/ede-
den o de progreso lo requiera. Esta sí es una facultad privativa del poder ejecutivo. e.~; o sea, no alcanza a las impuestas por tribunales provinciales.

49. - Según el inc. 18 el presidente puede ausencarse del país con pemúso 54. - Al igual que el congreso al disponer una amnistía, el poder
del congreso. cutivo debe actuar éticamente y por notorias razones de equidad cuan-
dispensa un indulto.
50. - El art. 99 no habla de la renuncia del presidente. Pero el art. 75 en su
inc. 2 1 prevé entre las facultades del congreso, la de adnúlir o desechar los "nzoti-
vos'' de su di111isi6n (y de la del vicepresidente). La renuncia presidencial es un acto
personalísi1110 e indelegable, que se cumple sin refrendo ministerial -aunque la relaciones internacionales
constitución tampoco dice nada al respecto-. Pero como la nonna consigna que el
congreso adnúte o desecha los " 1notivos" de l,a dimisión, parece que la renuncia 55. - El presidente como jefe del estado asume la representación
debe ser fundada. I estado con10 persona jurídica en el á1nbito i11teniacional. Aunque
Si el congreso está en receso, creemos que la renuncia del presidente configura ucl1as de las facultades en orden a las relaciones exteriores las ejerce en
uno de los casos de grave interés q ue validan la inmediata convocatoria a sesiones ncurrencia con el congreso, el poder ejecutivo conduce esas relaciones.
exiraordinarias. o parece dudoso, pues, que el presidente 111onopoliza la facultad de vin-
larse con los gobien1os extranjeros.
u

El indulto El poder ejecutivo, asintismo, reconoce a los estados y gobiernos extranjeros,


Sl!gtm, el inc. 11 del art. 99 también recibe los ministros y adnúle los cónsules de
51. - El inc. 5° del art. 99 contiene la facultad del indulto y de la os estados extranjeros.
conmutación. Dice la norma que el presidente puede indultar o conmutar
penas por delitos sujetos a la jurisdicción federal. previo infor1ne del 56. - El inc. 11 del art. 99 dispone que el presidente concluye y
tribunal correspondiente, excepto en los casos de acusación por la cámara i¡;nna tratados, concordatos y otras negociaciones requeridas para el
de diputados. El indulto es conceptuado como el perdón absoluto de la mantenimiento de buenas relaciones con las organizaciones inten1aciona-
pena ya impuesta; y la conmutación, como el carnbio de una pena mayor lcli y las naciones extranjeras. Según el art. 75 inc. 22 el congreso los
por otra menor. a¡>rueba o los desecha. Cuando el congreso los aprueba, el poder ejecuti-
vo tiene co1111Jelencia para ratificarlos en sede internacional.
No cabe duda de que el indulto no puede concederse antes, sino des-
pués de la comisión del delito, porque se indulta La "pena" adjudicada al
delito; es menester no sólo la existencia de un proceso. sino la sentencia f,a intervención federal
firn1e in1poniendo una pena, porque la pena que se indulta no es la que con
carácter general atribuye la norma penal a un hecho tipiiicado co1no delito, 57. - El inc. 20 del art. 99 faculta al presidente a decretar la intervención
sino la que un juez ha individualizado en una sentencia, aplicándola a un federal a una provincia o a la ciudad de Buenos Aires durante el receso del congre-
reo. so, y lo debe convocar simultáneamente.
Por otra parte, el indulto ai1ticipado viola el derecho de toda persona
-aun procesada- a la presunción de su inocencia hasta ser convicto de de-
lito por sentencia firme de juez competente. El estado de sitio

52. - El indulto es un acto de neta y clara naturaleza política, y no 58. - El ioc. 16 del art. 99 prevé la declaración del estado de sitio por el
-como algunos sostienen- jurisdiccional. presidente de la república, con acuerdo del senado, en caso de ataque extl'rior y
por un ténnino lintitado. En caso de conmoción interior, añade la norma, sólo tiene

346 COMPE.'\010 DE DERECHO CO~STITLCIO~Al.

la facultad de declarar el estad<) de sitio cuando el congreso está en receso, porque


es atribución que co1Tesponde a este cuerpo.

La actividad ''política" del poder ejecutivo

59. -Así <.:01110 vi1nos nuclcado en el centro de la con1petencia del podt:r Apéndice al capítulo XXXIX
ejecutivo el ejercicio de la función administrativa co1no diferente de la actividad
política en sentido eslricto, ahora debcn1os dedicar una referencia a dicha actividad
gcnuinan1ente política, que da lugar a los '·actos polítiros", denominados -cuando
los cun1ple el presidente de la república- "actos de gobien10 ". CORREl .ACJON ENTRE EL ANTE:RIOR ARTICULO 86
Son ejen1plo de actos de gobierno: a) la iniciativa de las leyes, su pro1nulgaci6n Y EL ARTICULO 99 ACTUAL
y su veto: b) la apertura del período de sesiones del congreso, su pró1Toga, y la
convocatoria a sesiones extraordinarias: c) lodos los que hacen a las 1'élaciones in-
ternacionales, incluyendo la conclusión y ratit1caci6n de tratados: d) todos los que Artíctdo 86 Artículo 99
hacen uso de los poderes ntilit:.1res y d<.~ gue1Ta: e) la declaración de guen·a y del
estado lle sitio, y el ejercicio de las t'aculladcs que durante los nusmos se efectúa: f) lnc. 1º Re,forn1ado
el indullo y la conrnutaci6n de penas: g) el non!branúento (y la remoción, en su
caso) de todos los funcionado:-: que requieren acuerdo del senado, del jefe <le gabi- lnc.2° Si11 refor111ar
nete y de los ministros (el de los de1nás empleados de la adniinistración es acto Inc. 3°: nuevo
adntinistrativo): h) la expulsión de extranjeros: i) la intervención federal (cuando la Suprinti{/O
lnc.3°
dispone el poder ejecutivo), cte.
lnc. 4° Pasa co11 re,for1na a integrar el '.'"nuevo
~o
1llC.) Pasa a ser 4º, re,fo1711ado
/!,/ acto "institucional" [JlC. 6º Pasa a ser 5°, sin refon11a
60. - No obstante que, por ahora, 1nantenen1os con10 categoría genérica la
lnc. 7° Pasa a ser 6°, refonnado
del ..acto político" y dentro de él la del "acto de gobien10", nos parece relevante lnc. 8º Suprin1ido
aceptar dentro de ella un tipo específico de acto que se vincula directamen1c coil la Inc.9° Su¡Jrinlido
organización y subsistencia del estado. o sea, que se localiza inmediatamente en el
derecho constitucional del poder y traduce relaciones interórganos o intraórganos Inc. 10 Pasa a ser 7°, refonuruio
sin ninguna relación directa e irunediata con Jos particulares. A ese tipo de acto le lnc. 11 Pasa a ser 8º, refonnado
deparan1os la c.4:nonúnacióu asignada por Marienhoff, "de acto i11stit11cio11al ":pero
lo seguimos considerando con10 una clase de acto polltico -el más elevado, por
ÚlC. 12 Pasa a ser 9º, sin re,fon11a
cierto, con10 que afecta a la org:u1ización estatal ntisrna-. I11c. 13 l'asa a ser 1O. re,fomlado
Se incluye enlTe los actos institucionales, a los siguientes: a) declaración de lnc. 14 Pasa a ser 11, refonuado
guerra: b) celebración de tratados y concordatos, negociaciones con organisn1os
internacionales: c) intervención federal: d) declaración de esiado de sitio: e) no1n-
lnc. 15 Pasa a ser 12, refornzado
bra1nicnto de n1agistrados de la Corte Suprema de Justicia: f) actos que concretan Inc. 16 Pasa a ser 13, refonuaclo
las relaciones del ejecutivo con el parlamento -citación para iniciar el período ordi- lnc. 17 Pasa a ser 14, refon11ruio
nario de sesiones, prórroga, convocatoria a extraordinarias, pro111ulgación y veto de
proyectos de leyes-, etc. Inc. 18 Pasa a ser 15, refom1acfo
348 ( 'o~f PEJ\"DlO DE DERECHO CO:\STITUCIOJ'\AL

lnc. 19 Pasa a ser 16. sin re_(onua


Inc. 20 Pasa a ser 17. refon11a(/o
Inc. 21 Pasa a ser 18. refonnado
Tnc. 22 Pasa a ser 19. reforn1ado
Tnc. 20: 11t1evo

ARTTCUT,() 99 ACTUAL

1nc. 1º Refo1111ado (corresponde a1 anterior inc. lº


del art. 86)
lnc.2° Ma111ie11e el anterior inc. 2º del art. 86
loe. 3° l\'uevo (c.:orrespon<le parciahnente al anterior
inc. 4° del art. 86)
Inc. 4° Re_for111atlo (corresponde al anterior inc. 5°
del art. 86)
Inc. 5° J\.1anriene el anterior inc. 6° del art. 86
Inc. 6º Refor11u1do (corresponde al anterior inc. 7°
del art. 86)
Inc. 7° Reforn1ado (corresponde al anterior inc. 10
del art. 86)
Inc. 8º Refor11u1do (corresponde al anterior inc. 11
del art. 86)
Tnc. 9° Mantiene el anterior inc. 12 del arl. 86
Inc. 10 Refor111ado (corresponde al anterior inc. 13
del art. 86)
lnc. 11 Refo1111ado (corresponde al anterior inc. 14
del art. 86)
Inc. 12 Re_for111ado (corresponde al anterior inc. 15
del art. 86)
Inc. 13 Re/orinado (corresponde al anterior inc. 16
del art. 86)
. . .
J50 CoJvlPENDIO DE DERECHO CO:"Sill'UCIONAL

Tnc. 14 Refor111ado (corresponde al anterior inc. 17 •


del arl. 86) •

Jnc. 15 Reforntado (corresponde al anterior inc. 18


Jel art. 86)
Inc. 16 Mantiene el anterior inc. 19 del arL. 86
Inc. 17 Refor111allo (corresponde al ancerior inc. 20
del art. 86)
Jnc. 18 Reforn1ado (corresponde al ancerior inc. 21
del art. 86) 1.0S ORGANOS DEPENDIENTES DEL PODER EJECUTIVO
lnc. 19 Re.forn1ado (corresponde al anterior inc. 20
del art. 86) f isQnomía general
lnc. 20 Nuevo .,
l. -Al ser el poder ejecu1i vo -conform~ a nuestra inlcrpretación- un
'fga110 uni¡Jersonal que es portado únican1ente por el presidente de la
¡níblicá.
,, todo el vasto tejido de con1petencias, funciones y actividades
uc debe cun1plir constitucionaln1ente. o que dependen de él, extiende una
ric de órganos extrapuderes y de organisn1os ad1ninistrati vos que hacen
infraestructura.
Desde siempre, nuestro derecho constitucional del poder incorporó a
sa estructura auxiliar del poder ejecutivo un rninisterio, que es órgano
~\trapoderes porque no integra ninguno de los poderes de la clásica tríada,
sino que se acopla al ejecutivo sin formar parte de ~l.
Actualn1ente, el panoran1a exhibe cambios. en buena parte porque la
rcfonna de 1994 incorporó al jefe de gabinete ele nziuistros.

2. - Existe, asimisn10, un funcionario -el Procurador del Tesoro-


que tfene a su cargo el asesoran1iento jurídico del presidente.

'
El jéfe de gabinete
W'.
'l'


, 3. - Procurando reagrupar sus con1pctencias, en especial a tenor del
art. 100, podemos intentar una rápida clasificación:
a) &pedición de actos y regla1ne111os necesarios para:
a') ejercer las facultades que le acuerda el art. 100, y
- --- ---~=-- -

352 COMPESDIO DE DERECHO CON~íln:OOXAL Los ÓRGANOS DEPENDIENTES DEL PODER EJEClJTIVO 353

a") las que le delegue el ¡Jresidente; todo eJlo conforme al inc. 2º; i") en el correspondiente a decretos dictados en ejercicio de facul1ci-
b) Ejercicio (directo) de las funciones y atribuciones que le delegue s delegadas por el congreso al poder ejecl.iti vo, cohfotme al inc. 11 en
el presidente, según el inc. 4°; lación con el arl. 7 6. para control de la Conlisiótl Bica1neral Permanente;
c) I<esolución, en acuerdo de gabinete, sobre n1alerias que le indique j) Refrendar los decretos del podér ejecutivo'.
el poder ejecutivo, y j') que prorrogan las sesiones ordüu1rías del congreso, y
e') resolución por decisión propia en las n1aterias que estin1e necesa- j") que co11voca11 a sesiones extraordinarias. lodo ello conforn1~ al
rio por su importancia en el ámbito de su competencia; todo el lo conforme c. 3°;
al inc. 4°; j"') que reglan1e111an leyes, según el inc. 8º;
d) Non1branzie1110 de empleados de la adn1inistración, con excepción j"") que ejerza11 facultades delegadas por el congreso al poder ejecu-
de los que correspondan al presidente; vo, según el inc. 12;
e) Coordinación. preparación y convocatoria de las reuniones de ga- j""') que se dictan por razones de necesidad y urger1cia. según el inc.
binete de ministros, y
13; '
e') presidencia de las n1is1nas en ausencia del presidente; todo ello j"'"') que pron1ulga11 parcialn1enre una ley, según el inc. 13;
conforme al inc. 5°:
k) Refrendar los n1e11sajes del presidente que pron1uevan la iniciati-
t) Re111isi6n al congreso de los proyecLos de ley de ministerios y de va legislativa, según el inc. 8º.
presupuesto, una vez que se han tratado en acuerdo de gabinete y han sido
aprobados por el poder ejecutivo; todo ello conforme al inc. 6°; 4. - Si examinrunos cuál es la situación del jefe de gabinete en la
g) Hacer recaudar las rentas del estado y ejecutar la ley de presupues- reltición interórganos ''¡Joder ejecutivo-congreso", se nos aparece la fa-
to, según el inc. 7°; cultad de cada cámara para inter¡Je/ar (a efectos de tratar una moción de
h) Concurrir a las sesiones del congreso y participar, sin voto, en sus censura) al jefe de gabi11e1e, y para renioverlo con el voto de la n1ayoría
debates, según el inc. 9°, y absoluta de los miembros de cada w1a de ellas, todo confon11e al art. 101.
h') producir los in/orines y explicaciones verbales o escritos que sean
solicitados por cualquiera de las cán1aras al poder ejecutivo, según el inc.
S. - El art. 101 de la constitución obliga-además- aljefc de gabine-
11; te a concurrir al co11greso al menos una vez ¡Jor 111es, alternativamente a
cada una de sus cámaras.
h") presentar junto a los demás ministros, al iniciarse las sesiones or-
El objetivo de esa asistencia consiste en "informar" a los legisladores
dinarias del congreso, una n1en1oria detallada del estado de "la nación" en
cuanto a los negocios de los respectivos departamentos, según el inc. 10; sobre la marcha del gobierno.
h"') concun·ir co1no 1nínimo una vez por mes al congreso, alternati- 6. - Ha de tenerse en cuenta que el mismo art. 1O1 prosigue con un
vamente a cada cámara, para infornzar sobre la marcha del gobierno, con-
forme al art. 1O1 ;
,, diferente:
alcance
~) Por el voto ele la 111ayoría absoluta de la totalidad de n1iembros de
i) To1nar intervención en el procedinziento inn1ediato al dictado de cualquiera de las cánzaras puede interpelarse al jefe de gabinete; cada
decretos de necesidad y urgencia para someterlos a la Con1isi6n Bicameral cámáta, separadamente de la otra. inviste esta facultad. que la norma de-
Permanente, conforn1e al inc. 13 en relación con el art. 99, inc. 3°, y nomina "interpelación", y que posee como objetivo el trata11tlento de una
i') en el correspondiente a decretos de pron1u/gaci611 parcial de le- r11oci6n de censura;
yes, conforme al inc. 13 en relación con el art. 80, y b) Por el voto de la mayoría absoluta de los miembros de cada una de
-- ---- - ~

354 COMPENDIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL Los ÓRGANOS DEPEl'<TIIE!\'TES OEL PODER EJECUTIVO 355

las cántaras (o sea, de an1bas) el jefe de gabinete puede ser ren1o~·ido de su dcs1i1uidos 111eiliante juicio polírico (acusación por la cániara de diputados y
cargo; aquí hace falta la coincidencia de las dos cán1aras en la remoción, 11nliento por el senado, Cl11lformc a los arts. 53 y 59).
con el quórun1 de votos indicado. El jefe de gahi11ete, adeniás, puede ser removido por el voto de la n1ayoría
1lu1a de los miembros de cada uaa de las cá111aras del congreso (art. 101).

El minis terio
co111pete11cias y relaciones n1inisteriales
7. - Después de la reforma de 1994, la constitución n1enciona sepa-
11. - frente al poder ejecutivo. cuyos actos refrendan. se acentúa el carácter
radamente al jefe de gabinete y a los demás ministros secretarios de esta-
ltir·o de los ministros. Frenlc a sus respectivos 1ninisterios, prevalece el aspecto
do, además de establecer para el pri1nero la serie de cornpelcncias de los 1inislrativo. 1
1
arts. 100y101. aparte de las genéricas que para los ministros aparecen en
los arts. 102, 103, 104 y 106.
f-J art. 103 disp<>ne que no pueden por sí solos, en ningún caso, 1on1ar resolu- 1
·s, a excepción de lo concerniente al régimen econó1nico y adininistrativo de
fl!sp,ectivos departamentos. l)e todo ello ~e d!!ducc que los 1ninistros, que care- 1
8. - Hablar del 1ninisterio exige preguntarse si con esa palabra de- de competencia para n:glamcntar las leyes, 1a1upoco pueden suplir la ausencia
signamos a la totalidad de los niiI1istros, o a cada uno de ellos scpara<la- disposiciones reglan1entarias con resoluciones.
n1ente. Y nos parece que con el térn1ino mentan1os las dos cosas: el '·co11-
ju1110", y "cada uno" de sus con1ponentes. El ntinisterio es un órgano de 12. - El pr!!sidente puede hacer '·in1putaci6n de funciones" propias del poder
rango constitucional, colegiado y coniJ>lejo. ·u1~vo a favor de los núnistros, sien1pre que no transfiera las que son de carácter
11onalísu110.
Como órgano colegiado y co111plejo. el núnisterio actúa junto al po-
der ejecutivo-presidente de la república- en dos tipos de relaciones: 13. - El a11. 102 dispone que cada nlinisrro es responsable de los actos que
a) mediante el refrendo, que puede ser múltiple, o no; hay ahora nor- uli7,a: y solidaria111ente de los que acuerda con sus colegas.
n1as que prevén el del jefe de gabinete (por ej., art. 100, incs. 8º y 12), y
otras el de éste en conjw1to con los demás ministros (art. 100, inc. 13); 14. - El jefe de gabinete no puede desen1peñar a la vez otro núnisterio (art.
in fine). Los ministros no pueden ser senadores ni dipu1ados sin hacc;:r<limisióu
b) mediante las r-eu1lio11es de gabinete, ahora tan1bién previstas en el
sus cargos (art. 105).
art. 100 inc. 4°, que fueron práctica constitucional cuando, antes de la re-
forma de 1994, no contaban con norma expresa, y que también se han •
15. -Acerca de las relaciones del ministe1io con el congreso La constitución
denominado "acuerdo de 1ninistros" o "acu~rdo de gabinete". •vé tres fundamentales: a) lla11u11niento de uno o varios n1inistros por cada cán1a-
Ta1nbién cada rninistro por sí tiene calidad de órgano. tanto con10 para que concu1Tan a su sala, a efectos de proporcionar explicaciones e infomies
jefe de su n1inisterio con10 en su relación personal con el poder ejecutivo. art. 71); b) concurrencia espontánea de los ministros a las sesiones dt!l congreso,
on participación en los debates pero sin vo10 (art. 106): c) presentación obligatoria
El jefe tie gabinete ostenta, asimisn10, la naturaleza de órgano. por cada ministro de una 111e1noria detaJlada del estado del país en lo relativo a los
negocios de su depaita1nenlo, luego que el congreso abre anuá.lmente sus sesiones
9. -La refornta de 1994 prescribe en su art. 100 que el 11úniero y la (urt. 104).
coni¡Jetencia de los ministros serán establecidos por una ley especial.
La ley de n1inisterios es, por su naturaleza o contenido, una ley de 16. - a) Cuando el jefe de gabinete o un nlÍllistro se encuentran en el seno de
carácter materialmente constitucio11al. una cámara del congreso, sea por asistencia espontánea, sea por llan1anticnto de la
n1is1na, gozan transitoria1nentc de las in11111nidades y de los privilegios que la cons-
titución depara a los diputados y a los senadores.
1O. - Tanto el jefe <.le gabinete como los dernás ntinistros son no111brados y
re1novidos por el presidente (arl. 99 inc. 7°). Todos son. asimismo, susceptibles de b) La circunstancia de que puedan ser pasibles de juicio político significa lJUe

1
• •

356 COMPENDIO DE DERECHO COl\STifUCIONAL

1nientras no quedan destituidos por fallo senatorial no pueden ser juzgados crinú-
naln1ente.
e) Según el art. 107 los rninístros gozan por sus servicios de un sueldo estable-
cido por la ley, que no puede aumentarse ní disminuirse en favor o pe1juicio de los
que se hallan en ejercicio.

17. - El are. 100 habla de "1ninistros secretarios", los que en lenguaje de la


constitución fonnal perrnite que a los ministros se les llame tanlhién "secre1arios''. CAPtruLO XLI
No obstante, el vocabulario se ha habituado, más bien, a reservar el nombre de
"secretario" de estado para tos funcionarios que están a cargo de una "secretaría
EL PODER MILITAR
de estado", que no tiene naturaleza nlinisteríal.
Las secretarías y sub-secretarías no tienen ni pueden 1ener rango de rníniste-
rios, ni quienes las ocupan pueden equipararse a los núnistros previstos en la cons-
titución. fuerzas armadas

l. - Doctrinariamente, se plantea una interesante cuestión en ton10 de la cual


18. - Discrepa la doctrina acerca de la relación entre el jefe de gabinete y el
ar partido: o las fuerzas armadas son "órganos estatales", o son meramente
resto de los ministros. Un sector le reconoce al prin1ero 1111a pree111inencia jerárqlli-
ca sobre los otros, en tanto otro sector la niega. ttjc•tos auxiliares del estado" sin calidad de órganos. La jefatura que la constitu-
ón atribuye al poder ejecuti110 sobre las fuerzas arn1adas parece incardinar a éstas
el filnbito de los órganos estatales dependientes del presidente de la república, y
n1ás probable es que, reconocida la naturaleza de "órganos castrenses". éstos
Otros organismos han incluirse en el rubro de los órganos "extrapoderes".

19. - Con jerarquía distinta a los n1inlste1ios, puede haber y hay otros órga-
nos dependientes del r}oder ejecutivo, de creación y origen infraconstitucional.
a "defensa nacional" y la "seguridad interior''
El poder ejecutivo tiene co1npetencia para crear órganos dependientes con
fines de asistencia o asesora miento técnico-administrativo para todas las cuestiones 2. - La legislación argentina ha distinguido la "defensa nacional" en sentido
propias de su competencia, o afines con ella, y para establecer los que integran el 11trict&, y la "seguridad interior", asignando la primera a las fuerz.as armadas, y la
organigrama de la adnlinistración pública de la que es titular, inclusive erigiendo 11egunda a las fuerzas policiales y de seguridad.
entidades autárquicas.
3. ·-A nuestro juicio debe quedar en claro que ninguna ley puede inlúbir o
1ncnos9abar la jefatura presidencial sobre las fuerzas armadas, que otorga compe-
tencia'~ poder ejecutivo para recun·i.r a ellas y disponer su intervención razonable
en resguardo tanto de la llamada defensa nacional cuanto de la seguridad interna
cuando existe grave perturbación de ambas, imposible de superar por otros medios
regulares. Tal co1npetencia existe con ley o sin ley, y ninguna ley puede impedir su
ejercicio, porque proviene directamente de la constitución.

f,os ''poderes militares" del congreso •

4. - Ha de entenderse que el congreso dispone de los llamados "po-


----

• •

EL PODER MILITAR 359


358 COMPl:.NDIO DE DERECHO CONSIJI UCIO~AL

deres nlilitarcs'' que la constitución le asigna, pero que los 1nisn1os no se r1as armadas; es una jurisdicción creada por ley. en cun1plimierito de
superponen. ni reen1plazan a la jefatura que sobre las fuerzas armadas pctcncias constitucionales, para establecer la constitución, organiut-
titulariza el presidente de la república, Ja cual jefatura tampoco queda co1n- n. competencia y procedimiento de los tribunales militares.
part.ida en modo alguno con el congreso.
9. - El art. 75 inc. 27 confiere al congreso la facultad de dictar nor-
Se puede decir que en lo organizacional la competencia es del con- s "para" la organización y el gobierno de las fuerzas arn1adas (ley
greso, y en lo operacional es del poder ejecutivo. nominada "código de justicia militar").
5. - En orden a los poderes nlilitares. el inc. 25 del arl. 75 reconoce l1l "para" da idea del /i11. Que la ley ha de tener ese fin significa, a los
al congreso la competencia para autorizar al poder ejecutivo a cfeclarar la cctos de nuestro cerna. que so!.an1e11te puede instituir el fuero militar como
ro reál '·para" tutelar bienes jurídicos ele espec(fica y estricta natu-
guerra o hacer la paz.
le~a niilitar.

6. - El inc. 27 del an. 7 5 pone a cargo del congreso fijar las fuerzas Si' se extiende la jurisdiccióll tnilitar más allá de esa finalidad precisa, el ''plus"
a miadas en tiempo de paz y de guerra y dictar las non11as para su organi- nfigui·a un fuero "personal" opuesto a la constitución, y no un fuero real.
zación y gobierno.
Por ende, para reconocer carácter constitucional de fuero real a la jurisdicción
El inc. 28 le otorga [Jerntitir la introducción de tropas e.uranjeras en litar no basta que los hechos que juzga sean infracciones a la ley nillitar que rige
el territorio de la nación, y la salida de .fuerzas nacionales fuera de él. las fuerzas annadas, porque lo esencial y decisivo es que esa ley militar que san-
ona infracciones incluya en su categoría única1t1enle a los hechos que real y es-
'ctc1111ente dañan a la of8aniznci6n castrense, límite que no se guarda cuando
La jurisdicción rnilitar r ej.- se califican con10 i1úr&ecioncs nulitares a delitos comunes que, aunque
uedan ser conexos con el servicio castrense, pertenecen al call'1po general del c.lerc-
ho penal con1ún. Para nosotros, delitos ntilitares son los que dañan bienes jurídi-
7. - Una ardua cuestión se plantea en tomo de la llainada jurisdic-
us de Ja institución arn1a<la, y nada rnás.
ción n1ilitar como fuero real o de causa.
En línea general se ha dicho siempre que la abolición y la prohibición 10. - A nuestro criterio, el código de justicia nlilitar es una ley de naturaleza
constitucional de los.fueros personales no arrasan la posible subsistencia ederal. Si en vez de crear tribunales militares el congreso atribuyera competencia
del fuero militar como fuero "real". "de niateria ", o ''de causa" (que no para juzgar los delitos militares al poder judicial, tendría que asignarla a tribunales
ha sido suprimido), cuyo fundainento radica en la naturaleza de los actos federales.
(y no de sus autores) que sirven de base a los procesos ante la justicia
nli1itar. 11. - En suma, cabe decir que los tribunales militares son órganos
"cxtrapoderes'', que no integrafl el poder judicial, ni tanipoco dependen
8. - Nos parece necesario deslindar dos ámbitos: a) la jurisdicción del poder ejecutivo.
núlit~ meran1ente disciplinaria; b) la jurisdicción niilitar penal. La pri- Con tal característica, no hallan1os óbice en decir que son tribunales
n1era es, sin lugar a dudas, propia y privativa del presidente de la república de La constitución y "jueces naturales" (bien que fuera del poder judicial).
con10 comandante en jefe de las fuerzas artnadas. La segunda, no, porque
se trata de una "jurisdicción e~pecial" -al margen-Oel poder judicial-pero 12. - A partir de la reforma al código n1ilitar por la ley 23.049 y de la
al n1argen también del poder de mando nlilitar del presidente. nueva jurisprudencia de la Corte, desde 1984 la validez constitucional de
La jurisdicción n1ilitar "no disciplinaria" --o sea, la ¡Je11al- está a car- las leyes que organizan los tribunales castrenses depende de la exiscencia
go de rribu11ales rnilitares. y en1a11a de la facultad co11gresio11al -y no de revisión judicial su11ciente de los pronuncian1ientos que dictan: sus
presidencial- de dictar normas para la organización y el gobierno de las sentencias han de ser susceptibles de un recurso ante un tribunal judicial.
• •

360 COMPENDIO DE DERECHO CONSTffUCIONAL EL PODER MlLITAR 361

Los " poderes militares" del presidente tar; se agravia el derecho a la jurisdicción del justiciable, en cuanto al so-
meterlo a los tribunales militares se le cercena el acceso a los tribunales del
13. - El presidente es co1nanda11te en jefe de todas las fuerzas arma- poder judicial.
das (inc. 12 del an. 99). Dispone de ellas y corre con su organización y
distribución según las necesidades de la nación, dice el inc. 14. Declara la
guerra y ordena represalias con autorización y aprobación del congreso El deber 1nilitar de los civiles
(art. 99 inc. 15).
J8. - El arl. 21 de la constitución dice que "todo ciudadano" está obligado a
De estas prcrrogati vas din1ana una masa de atribuciones que se cono-
armarse en defensa ele la patria y de la misma constitución, conforme a las leyes del
ce con el nombre de poderes niilitares y poderes de guerra. congreso y a los decretos del poder ejecutivo.
No inferimos de esta nonna que el congreso esté obligado a implantar el servi-
14. - Además conviene resaltar la facultad que co1no co1nandante en jefe asiste
cio militar coactivo. De hecho, durante un período suficienternente largo a partir de
al presidente para ejercer el poder disciplinario en el ámbito del órgano castrense.
la constitución no existió ley en tal sentido. Tampoco existe en la actualidad (ley
La sanciones aplicadas disciplinariamente no deben exi 11úrse de revisión judi- 24.42,9). Sien1pre fuimos propensos a abolir el servicio obligatorio.
cial, pero sólo ban de "dest:alificarse" judicial1nente cuando exhiben arbitrariedad
tnanificsta

15. - No cabe duda de que los actos presidenciales que, tanto en tic1npo de
paz como de guerra, traducen el ejercicio de los llan1ados poderes 1nilitares y de
guerra, son -como principio- de naturaleza política.

La jurisdicción militar y los civiles


°'
1

16. - El derecho judicial de la Corte Suprema ha admitido entre 1976


y 1983 el sometimiento de civiles a los tribunales militares.
Una fórmula bastante estereotipada en el derecho judicial que comen-
tan1os tiene dicho que, suscitada una situación de e111ergencia, 110 se mues-
tra incompatible con la co11stitució11 la regla excepcional que sujeta a
los civiles a juzgan1iento por los trihunales niilitares.

17. - Nosotros entendemos que la sujeción de civiles a los tribuna-


les militares sietrzpre es inconstitucio11al, aunque haya emergencia. Los
argumentos acumulados son varios: la jurisdicción castrense como fuero
real es de excepción, y jamás puede alcanzar a quienes carecen de estado
militar (como son los civiles); ín1plica una "comisión especial" prohibida
por el art. 18, y una sustracción de los justiciables (civiles) a sus jueces
naturales (que son los del poder judicial); significa violar la división de
poderes, precisan1ente por inhibir la jurisdicción y compete11cia de los tri-
bunales civiles en las causas penales que se asignan a la jurisdicción mili-
CAPfn.ILO XLII

LOS NUEVOS ORGANOS DE CONTROL "EXTRAPODERES''

Int roducción

l. - J~a reforn1a constitucional de 1994 incorporó al texto algw1os


nuevos controles que no e$taban incluidos en la constitución histórica.
Acá hemos de lin1itarnos a explicar los dos órganos que el constituyente
ubicó en el sector dedicado al congreso, bien que personaln1entc no los
colocan1os ..dentro'' de él sino que los caracterizan1os con10 órganos c>x·
trapoderes.
Se trata de la Auditoría General de La Nación y del Defensor del
Pueblo.
No duda1nos que. con ellos, el Ministerio Público con1pone una crilogía
institucional novedosa, pero al Ministerio }>úblico lo estudiaremos con el
poder judicial.

La Auditoría General de la Nación

2. - La Auditoría es definida como órgano de asistencia Técnica del


congreso. con auto1101nía funcional. La locución "autonomía funcional"
se en1plea también para caracterizar al Defensor del Pueblo en el an. 86, y
al Ministerio Público en el art. 120.
En orden a la Auditoría, el sentido de la autonomía se adscribe al
ejercicio de la función que Je incun1be. ya que la norma dice ·'autonomía
.funcional". como para prohibir toda interferencia-así sea del congreso al
cual aquel organis1no asiste téenican1ente-. Por eso dccin1os que es un
órgano extrapoderes.
364 ,, ,, 365
COMPENDIO DE DERECHO CONSTffiJClO.l\AL Los NUEVOS ÓRGANOS L>E CONTROL EXTRAPODF.RES

3. - El art. 85 dice: in11al" y a la ''ad1ni11istració11 pública" (centralizada y descentraliza-


"El control externo del sector público ruicional en sus aspecto, cualquiera sea su n1odalidad organizali va).
trimoniales ' econ6 nucos,
' r-tnanc1eros
' Yoperativos será una atrib .. , s dpa-1 l~I adjetivo "nacional" a continuación de "sector público" equivale,
poder legislativo. ' ucion e nuestro lenguaje personal, a federal. Y federal es tanto el congreso,
o el poder ejecutivo, como el poder judicial, más los órganos extra.po-
. E_l _examen Y la opinión del poder legislativo sobre el desen1 cño
s1_lu~c1011 general de la administración pública estarán sustenta<io:eu lo~ s (jefatura de gabinete, Defensoría del Pueblo. y Ministerio Público).
d1ctan1e11es de la Auditorfa General de la Nación. De ser así, no queda para nada claro si el control se ha de explayar a
os esos ámbitos con el alcance y las finalidades previstos en el art. 85.
~ste org~1ismo de asistencia técnica del congreso, con auto 110111 ía
funcional. "Administración pública". en cambio. admitiría circunscribir su es-
·ó se · integrará
· . del modo que establezca ta ley q· ue reg1amenta su cio al de laque típica1nenLe se tiene como tal~ o sea. a la que depende del
creac1 . º.Y func1onam1ento, que deberá ser aprobada por niayoría absoluta
de los nuembros de cada cámara. El presidente del organis1no será desi - ocier ejecutivo, con lo que ya no habría sitio para controlar la actividad
na~o propuesta del partido político de oposición con n1ayor número
a Je drninistrativa o de adn1inistración en las esferas del congreso y del poder
legisladores en el congreso. dicial.
Un parán1etro bastante razonable sería el que diera por cierto que en
Tend_r~ a su cargo el control de legalidad, gestión y audilor{a de to-
da la activi~ad de la adrninistración pública centralizada y descentrali-
todo órgano de poder, en Lodo órgano extrapoderes, en toda entidad - aun
no ostatal ni federal- que recibe o nianejafondos piíblicos, el control del
zada cualquiera fuera su n1odalidad de organización, Y las denzás funcio-
congreso y el de la Auditoría tendría n1ateria suficienle para su ejercicio.
nes que la ley le otorgue. Intervendrá necesariamente en el trámit d
bación o ecl d l e e apro-
'bl' .~ lazo e as cuentas de percepción e inversión de los fondos 6. - Hernos de dejar a salvo que hay doctrina conforme a la cual el art. 85 ex-
pu ICOS. cluye al propio poder legislativo y al poder judicial de los controles en él previstos.
No obstante, cuando el án1bito de control Loma en cuenta tanto el ··sector pú-
4. ~ ~i se presta debida atención al art 85 queda la impresión cierta hlico" con10 la "ad1ninistración pública", la doctrina viene enseñando que el control
de que divide en dos el ámbito de competencias de la Auditoría: por la Auditoría recae con amplitud sobre la ad11ú11istración ptíblica e11 s11 totali-
a) por un lado, la asistencia técnica del congreso; dad, así como respecto de entes autárquicos, empresas y entidades en las que hay
participación estatal significativa o a las que el estado aporta fondos públicos.
b) por el otro, el control de legalidad, gestión y auditoría en el ámbi- Creemos que no evaden dicho control las entidades privadas que, por causa
to demarcado por el párrafo tercero del an. 85.
de la desregulación, prestan servicios al público.
En el primer caso, la Auditoría dictamina; en el segundo, controla.
7. - En cuanto a las 11niversidades nacionales (autóno111as por el art. 75 inc.
A ~bos .aspectos'. la ley reglamentaria puede aííadir otros, porque el
art. 85 as1 lo uene previsto. 19) el control de la Auditoría solan1cnte queda habilitado en orden a Ja administra-
ción que efectúan de los recursos que derivan del tesoro nacional.
La ob.li~atoriedad que se le impone al congreso de sustentar su exa- Por analogía de razona1niento, e l conh·ol posible de la Auditoría en relación
men Y_ op1n16n en los dictámenes de la Auditoría surge imperativa con las provincias parece tanlbién limitarse a la porción que coparticipan en la
?perativamente de la constitución, al igual que la función de tr l ly dístribución de contribuciones conforn1e al art. 75 inc. 2º.
in1puta a la Auditoría como competencia propia. con o que e

5. - El art. ~5 no ha perfilado con nitidez la totalidad de las áreas a El Defensor del Pueblo
l~ ~ue coloca baJ~ ~ntrol del congreso Yde la Auditoría; el vocabulario
utilizado en Jos distintos párrafos de la norma apunta al "sector público 8. - El art. 86 ha creado la Defensoría del Pueblo. Dice así:
-·~-- - - --=- - --- - - __ -

366 •
C:oMPE\n10 DE DEREC"1-10 co:-:sn11 1c10NAL Los Nl.Jr,vos óRGk-.;os 01-. co~"TROL "8CTRAPODERES" 367

"~~I J)efensor del Pueblo es un órga.110 indepentlie11te instituido en el En ninguna de sus co1npetencias posee facultades de decisión con na-
á1.nbito d~I con~res~ de la 11ación, que actuará con plena autonontía fun- turaleza vinculante y efectos obligatorios.
c1011al, sin rec1b1r 111strucciones de 11i11guna autoridad. Su misión es la
l~fe11.~a v protección de los derechos hunu111os y den1ás derechos, garan- 11. - Hemos de alabar que el art. 86 con.fiera al Defensor la legiti·
t1as e intereses tutelados en esta constitución, y Jas leyes, ante hechos, ac- nu1ció11 procesal en todo cuanto hace a las cuestiones de su competencia.
tos u ontisiones de la adnlinistración; y el control del ejercicio de las fun- En correspondencia con el art. 86. el art. 43 también se la confiere
ciones adntinistrati vas públicas. para pron1ovcr la acción de an1paro prevista en su segundo párrafo.
El_ Defensor del l)ueblo tie11e legitin1ació11 ¡Jrocesal. J~s designado y De ahí que:
re?1ov1do por el congreso con el voto de las dos terceras partes de Jos a) Ja Jegitin1ación del Defensor del Pueblo se entienda con10 extendi-
mien1bros presentes de cada una de las cántaras. Goza de las inmw1idadcs da a toda clase de procesos judiciales. incluso para plantear mediante el
Y privilegios de los legisladores. Durará en su cargo cinco años, pudiendo recurso extraordinario una cuestión constitucional a efectos de su resolu-
ser nuevamente designado por una sola vez. ción por la Corte Supren1a;
T~a organización y el funcionan1iento de esta institución serán regula- b) sin1ilar lcgitin1ación lo habilita para acudir a instaflcias adnzinis-
dos por una ley." ~ trativas e intervenir en ellas a efectos de plantear pretensiones en defensa
El Defensor del Pueblo reviste naturaleza de órgano extra¡Joderes. El de derechos e intereses. de modo equivalente a como lo puede hacer ante
art. 86 Jo ha creado con10 órgano inde¡Jendiente, con ¡>lena au10110111ín los 1ribunales judiciales;
fu11cio11al, Y exe1110 de recibir instrucciones de ninguna autoridad. Por c) en ambas esferas -judicial y adntinistrativa- no es 01enester que:
ende. la ubicación oonnati va congresional no in1plica que forn1e parte del e') actúe por denuncia o requerimiento de parte interesada: e") si actúa en
congreso. y n1ucho n1enos que guarde dependencia respecto de él. virtud de m1a denuncia o un requerin1ienlo de particulares. tan1poco éstos
han de ser necesaria1nente los titulares del derecho o del interés por los que
. 9. - La competencia central está detinidaconstituciona1n1ente, y con- se recaba la intervención del Defensor del i>ueblo;
siste en la defensa y ¡;rorección de los derechos hun1a11os y de Jos der11ás d) en cuanto a la acción pública en 111ateria penal. pensan1os que tie-
derechos, gnrn111ías e intereses tutelados por la co11sti1ució11 y las leves. ne legitimación suficiente para incoarla, sin necesidad de hacerlo a través
ante hechos, actos u omisiones de la administración. · del Ministerio Público.

En el párrafo no aparece la rnención de derechos en1err.cnte:; de los tratados 12. -El control en sentido lato que el art. 86 confía al Defensor del
in1en1acionales~ pe~·o una interpretación a111plia nos bace e~tcnder que cualquier Pueblo para la protección de los derechos y sobre el ejercicio de las "fun-
derecho, garant1a o interés que surgen de un tratado inco1porado al derecho argenti- ciones adr11i11istrativas públicas" abre un espacio an1plio.
no -aun cuando carezca de rango constitucional- provoca la con1peteocia del De-
El área tutelada se enmarca en la actividad -por hechos, acciones u
fensor en caso de padecer las violaciones que especifica la nonna.
omisiones- de Ja adn1i11istració11. Damos por cierto que alude a la admi-
nistraci6n pública -centralizada o descentralizada- que el art. 100 inc. lº
10. - Si hubiéramos de agrupar sintétican1ente las competencias del hace depender en su ejercicio del jefe de gabinete de ministros, y que el art.
Defensor del Pueblo en w1a sola función, dirían1os que ésta consiste en 99 inc. 1ºcoloca bajo la responsabilidad política del preside11te de la repú-
fiscalizar, controlar y proteger todo cuanto queda i11cJuido c11 el ánibito blica.
que el art. 86 coloca bajo su órbita. En todo este conjunto de posibilidades
No dudamos de que también la actividad del congreso, en cuanto se
dan1os por cieno que su acción no se debe limitar a los actos u ontisiones
despliega en el ámbito administrativo. queda sometida a la con1petencia
ya consun1ados, sino que ha de tener a la vez carácter preventivo.
del Defensor del Pueblo.
- - --- - -

•• • •
368 COMPENDIO DE DERECHO CO~S11TIJC!ONAL

13. - Quizás el mayor punto de conflicto radica en relación con el •

poder judicial, porque saben1os que aun cuando su función central es ad-
nlinístrar justicia, también despliega función administrativa.
Por un lado, la independencia del poder judicial parecería inhibir todo
control del Defensor del Pueblo en el área de administración de dicho
poder, incluida la del Consejo de la Magistratura. Por otro lado, si a la
expresión "funciones administrativas públicas" que utiliza el art. 86 se la
interpretara holgadamente, la objeción alcanzaría a disiparse, aµnque sin
elinúnar to1almen1e la duda. CAPfruLO XLIII

En el caso "Frías Molina, Nélida e/Instituto Nacional de Previsipn Social", EL PODER JUDICIAL
del 12 efe setiembre de 1996, la Corte Supre1na negó legitimación al Defensor del
Pueplo para ser te¡lido co1no parte en los juicios que se hallaban pendientes ante el
tripµnal por reclamos de actualización de haberes de jubilación y pensión. u estr.uctqra y carácter

14. - Fuera de la estricta función defensiva de los derechos, Ja insti- 1. - El llam<1do "poder jl.ldicial" se compone de una seri~ de órganos
tución del Defensor del Pueblo tiene a su cargo. por imperio del n1isn10 arl. e fom1an parte del gobierno federal y que ejercen una fqnción del poder
86, el control del ejercicio de las funciones adnzinistrativas Jlúblicas. Este l estado, cual es la denominada "administración de justicia", "jurisdic-
control verifica si el ejercicio de las funciones administrativas presenta o ón" o "función jurisdiccional". A ello se añade ahora el Consejo de la
no irregularidades, aun cuando no irroguen violaclón a los derechos o no agístratura y el jurado de enjuiciamiento.
se proyecten a ellos.
Los órganos del poder judicial que genéricamente llama1nos "tribunales de
15. - Por último debemos decir que el Defensor del Pueblo, como sticia", son los jueces naturales deparados a los habitantes por el art. 18 de la
órgano federal de control, circunscribe su competencia al espacio exclu- onstitución. Así como desde la parte orsánica visualizamos a la administración
sivamente federal, o sea, a las violaciones de autoría federal y ala fiscali- de justicia en cuanto función del poder, desde la parte dcg1nática descubrimos que
zación de las funciones administrativas públicas de alcance federal. Si lo ae
el Clerecho de los habitantes a acudir en demanda de esa administración justicia
configura el derecho a la jurisdicción. Las personas y entes colectivos en cuanto
enuncian1os negativamente. queda claro que no puede intervenir en la zona
disponen de ese acceso al poder judicial se denominan ')usticiables".
que es propia de las provincias.
2. - En primer lugar, conviene advertir que el poder judicial se com-
pone de varios órganos. Jueces y tribunales de múltiples instancias, n1ás
el Consejo de la Magistratura y el jurado de enjuicianziento, integran
Wla estructura vertical; que se corona en el órgano máximo y supremo, que
es cábeza del poder judicial: La Corte Suprema. A estos órganos, bien que
componen el gobierno y tienen a su cargo una función del poder, se los
considera "no políticos", por la diferencia que acusan en relación con el
órgano ejecutivo y con el congreso. Se habla también, por eso, de indepen-
dencia del poder judicial.
Pero el poder judicial, que integra el gobierno federal, también es un
"poder político" porque ~jerce una función del estado.
• •
370 CO~PENDIO DF. J)l!RECHO CONSTITUCIONAL EL PODER JUDICIAL 371

3. - Sería difícil agotar en una enumeración todos los mecanisn1os 1) Establecimiento directo e inmediato de: a) una Corte Supren1a; b)
de organización que, sustrayendo a los órganos judiciales de ataduras a ribunaies inferiores; lo den1ás. queda derivado a la ley, que puede dividir
otros órgm1os y sujetos de la acción política. asientan la independencia del ª" instru1cias; c) un Consejo de la A1agistratura y un jurado de e11juicia-
poder judicial. 1ie11to (arts. 108, 75 inc. 20, 114, 115 y 116).
a) En prin1er lugar, el derecho constitucional del poder ha ordenado 2) Establecimiento de los tribunales creados por la constitución --0
los órganos judiciales enforl'na pern1anente mediante el establecimiento r la ley conforme a ella- con calidad de jueces naturales, y abolición de
de los tribunales de justicia y la elinunación de los tribunales de excepción, 'bunales especiales, comisiones de la misn1a índole, cte. (art. 18)_Tam-
especiales o ad-hoc. A esos tribunales preestablecidos se los denomina ién abolici611 de los fueros personales (o sea, del privilegio de ser juzga-
"jueces naturales". >segú11 el status personal-eclesiástico, nlilitar, universitario-por jueces
b) En segundo lugar, el estatio reivindica ¡Jara sí enj'or111a ¡Jrivativa spcciales) (art. 16).
la función de adn1i11istrarjusticia. Está abolida la justicia privada, porque 3) Prol!ibición de que el presidente d.e la república ejerzaju11cio11es
hay interés púhlico y legítimo en que los individuos resuelvan sus conflic- diciales, se arrogue el conocinúento de causas pendientes o restablezca
tos y pretensiones dentro de la esfera del poder estatal. fenecidas (art. 109). La prohibición rige ta1nbién durante el estado de
itio. (art. 23).
Por justicia "privada" hay que entender la justicia por rnano propia que cada
uno se hace a sí mismo en sus conflictos con otro, pero no las soluciones alternati- 4) Fijación por la propia constitución de las condiciones para ser 111ie111-
vas al proceso judicial que, de no estar co1npron1Clido el orden público, son válidas ro de la Corte Supren1a de Justicia (art. 111 ), y previsión de su ¡>reside11-
cuando las partes en conflicto resuelven, de conlún acuerdo y con pleno consenti- ü1 (arts. 59 y 112).
miento, pactar cu pie de iguaJdad un 1necanisn10 sustitutivo del proceso judicial,
como puede ser el so1netirniento a arbitraje; la ley puede también, razonablemente,
5) Previsión del sistenza de desig11aci611 de los jueces de la Corte por
implantar la etapa de 111ediación como previa al proceso judicial. 1poder ejecutivo con acuerdo del senado, y de los demás jueces inferiores
r el poder cjecuti vo con acuerdo del senado en base a una tema propues-
c) En lercer lugar, la función de administrar justicia en forma pri vati- 11 por el Consejo de la Magistratura (art. 99 inc. 4°).
va, que se asigna a los órganos judiciales, excluye tan1bién totaln1entc su 6) lnconipatibilidad: Los jueces de las cortes tederales no pueden serlo
arrogación y ejercicio por el órgano ejecutivo y por el órgano legislativo. al nlisn10 tiempo de los tribunales de provincia (art. 34).
d) En cuarto Jugar, no se admiten ni son constitucionales las influen- 7) Jurarnento de los 1nie111bros de la Corte Suprerna (arl. 112).
cias o ¡>resiones externas, ni las instrucciones acerca del modo de ejercer 8) Co111pete11cia del poder judicial de la nación (art 116), con reserva
la función. Sólo la constitución y las leyes imponen obligaciones a los de la"8 jurisdicciones locales (art. 75 inc. 12) .
.
Jueces. .
9) Cornpetencia originaria y exclusiva de la Corte Suprenra (art.
e) En quinto lugar, el juez -tanto de jurisdicción federal como local- 117).
tiene estabilidad en su cargo; eJlo quiere decir que es inamovible - si no
sie1npre vit.aliciamente, sí durante el período para el cual ha sido designa- 10) Coni¡>etencia de la Corte Suprema para dictar su reglamento inte-
do-. De este modo, la destitución sólo procede a título de excepción y de rior y nombrar todos sus empleados subalternos (art. 113).
acuerdo a un procedimiento tan1hién especial-por ej.: enjuiciamiento-. 11) I11anzovilidad de los jueces mientras dura su buena conducta (art.
t) En sexto lugar, el ejercicio de la función judicial apareja inconipaLi- 11 Ojf' y remoción de los de la Corte por juicio político (arts. 53, 59 y 60), y
bilidades casi totales con toda otra actividad. de los demás por un jurado de enjuiciamiento (art. 115).
12) Renluneración de los jueces. detemlinada por ley, que no puede
4. - Nuestro derecho constitucional del poder contiene pocas nor- disn1inuirse en forma alguna n1ienrras per1nanecen en sus funciones (art.
mas en la constitución formal sobre el poder judicial. Ellas son: 110).
... . ..
372 COMPENDIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL EL PODER JUDICIAL 373

13) Establecimiento por ley del juicio por jurados (arts. 24 y 75 inc. trol constitu.cional, cumple para tutelar los derechos y garantías persona-
12) y conclusió11 (después de establecida la institución) de todos los jui- les. .. "
'
l

cios criminales ordinarios por jurados (art. 118). Así, cabe recordar que la Corte:
14) Ad1ninistració11 de recursos y ejecución del presupuesto por el a) da desarrollo a Ja doctrina constitucional en diversos campos, a
Consejo de la Magistratura (art. 114). medida c¡ue sus sentencias despliegan la interpretación y la aplicaczón de
15) Previsión de la existencia de un po<ier judicial local en Ja ciudad la constitución;
de Buenos Aires (art. 129). b) ejerce en instancia última el control judicial de constitucionali-
dad. inclfrso cuando el derecho provincial discrepa con la constitución;
La Corte Suprema de Justicia e) actúa como custodio del siste111a de derechos;
'•
d) ~igila que los tratados inten1acionales no se violen, ni por acción
5. - La constitución ha establecido una Corte Supre1na lle Justicia, ni por omisión, para resguardar la responsabilidad inten1acional del esta-
cuya composición no fija directamente. Ello es competencia legal. Pero sí do: ¡,
fija las condiciones para ser nzienibro de ella: a) ser abogado de la nación e) integra los vacíos nor1nativos de la constitución y del derecho in-
con ocho años de ejercicio; b) tener las calidades requeridas para ser sena- fraconstítucional, y confiere desarrollo y contenidos a las normas que,
dor. Estos requisitos del art 111 no pueden, a nuestro criterio, ser amplia- por Sllgeneralidad y apertura, requieren irse completando;
dos -pero tampoco restringidos-por ley.
t) controla la correcta aplicación del derecho, especialmente cuando
6. - La Corte es el órgano supremo y 111áxirno del poder judicial. Es se hace cargo de las sentencias arbitrarias dictadas por tribunales inferio-
·titular o cabeza de ese poder, como el presidente lo es del ejecutivo, y el res - sean federales o locales-.
•¡
congreso del legislativo. Sólo que mientras el ejecutivo es unipersonal o
monocrático, y el congreso es órgai10 con1plejo, la Corte es: a) órgano co- 9. -Asin1ismo, la Corte ba invocado y ejercido ''poderes iniplícitos~'
legiado, y b) órgano en el cual -no obsta11te la titularidad-no se agota el para poner en funcionamiento su competencia.
poder judicial, porque existen otros tribunales inferiores que juntarI1ente V

con la Corte lo integran en instancias distintas, además de órganos que no lO. - Dentro de la estructura del poder judicial, la Corte Suprema inviste
algunas.<1;tribuciones no judiciales. La propia constitución le adjudica en el art. 113
adniinistran justicia pero forman parte del poder judicial (Consejo de la
la de díctar su reglan1ento interno y la de no1nbrar a sÜs empleados subalten1os.
Magistratura y jurado de enjuiciamiento). 1

7. - En el gobierno tripartito que organiza nuestro derecho consti-


La inámovilidad de los jueces
tucional del poder, la Corte también gobierna, o sea, con1parte dentro del )•
poder estatal las funciones en que ese poder se exterioriza y ejerce. Y las
~i ~ -La constitución histórica de 1853-60 consagró para todos los
comparte reteniendo una de ellas, que es la administración de justicia.
jueces del poder judicial federal la inamovilidad vitalicia mientras dure su
Por integrar el gobierno federal con10 titular del podeí· judicial, la Corte debe
buena conducta en el art. 96, que se mantiene ~orno art. 110.
residir en la capital federal conforme a lo prescripto por el art. 3° de la constitu- 'tve~~s se interpr~ta.que ~~ inamo_vilid~ ampara únic":111ente coi¡itra
ción. la 1 ~qc1on" , que esJa v1olac1on máxima. Sm embargo, la mamovilídad
resguarda también la "sede" y el "grado".
~

8. - La Corte se ha denorn.iJ.1ado a sí n1isn1a como "tribunal de ga- 'De.este modo, la inamovilidad vitalicia se integra y romplementa con
rantías constitucionales", para resaltar la función que, en 1nateria de con- la inamovilidad en el cargo ocupado y en el lugar donde se desempeña.
'
.. ,
, .
374 Co:vtPENDIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL El. PODER JUDICIAL 375

12. - Actualmente. el art. 99 inc. 4º ha establecido en su párrafo terce- n1uneraciones, aparte de ve<lar la alteración nominal por "acto del príncipe", im-
ro un térnlino al desempeño de los jueces en razón de su edad: al cumplir nc la obligación constitucional de 1nantener su significado económico y de recu-
setenta y cinco ai'ios cesan, salvo que recaiga un non1bramiento nuevo pre- •rar su pérdida cada vez que ésta se produce con intensidad deteriorantc.
cedido del acuerdo del senado; la nueva designación de n1agistrados cuya
edad sea la indicada u otra n1ayor se puede hacer por cinco años. suscepti- 15. -Asimismo, sostuvo que la referida intangibilidad es una condi-
bles de repetirse indefinidan1ente n1ediante el mismo trántitc. 'ón de la administración de justicia que resulta exigible a las provincias a
s finéS del art. 5° de la constitución.
Esta cláusula fue declarada nula de nulidad absoluta por la Corte
Supre1na en su sentencia del caso "Fayt". de 1999. por entender que la 16. - Queda por descifrar si la garantía de irreductibilidad de las
garantía de ina1novilidad de tos jueces no figuraba en el temario que el muneraciones impide que éstas soporten deducciones por aportes jubila-
congreso propuso para la reJorn1a a la convención constituyente. rlos, cargas fiscales. o cualquier otro conccpLo que, con generalidad,
bliga a los habitantes.
Estamos seguros de que ninguna de tales reducciones viola al art. 11 O,
E l sueldo de los jueces que, los jueces están sujetos a soportarlas conto cualquier otra perso-

De ahí que reputemos equivocada la jurisprudencia que los ha exone- 1


13. -El art. 110 dispone que la ren1uneració11 de los jueces es dcter- rado de tributar el in1puesto a los réditos (o ganancias).
nlinada por la ley, y que 110 puelie ser disn1inuidí1 "en n1anera alguna"
n1ientras pern1anezcan en sus funciones.
a) En prin1er lugar, es indudable que si es la ley la que íija la-retribu- Las facultades disciplinarias del poder j udicial
ción de los jueces. el no poder disminuirla "en manera alguna" tiene cl
sentido de prohibir las reducciones no111inales por "acto del 11ríncipe ", o 17. - El poder disciplinario de los jueces tiene n1úlliples perspectivas, que
sea. las que dispusiera una ley. Por supuesto que si la ley no puede hacer admiten diversidad de visiones.
tales reducciones, mucho nlenos puede hacerlas cualquier otro órgano del a) Una abarca a los funcionarios y e1npleados del poder judicial;
poder. b) otra se dirige a ejercerlo sobre las partes en el proceso, comprendiendo a
los justiciables y a los profesionales que intervienen en él;
b) En segundo lugar. una interpretación dinámica de la constitución
exige que la prohibición de disminución "en manera alguna" se entienda e) otra atiende a la propia dignidad del juez. para sancionar las ofensas y faltas
de respeto hacia él durante el proceso.
referida no sólo a las men11as non1inales o por "acto del príncipe'', sino a
toda otra que, proveniente de causas distintas, implica de¡Jreciación del ., _18. - Con este deslinde, el panorama puede ser éste:
valor real <le la remuneración -por ej .. por inflación-. De tal modo, la
'a) la reforma constitucional de 1994 ha conferido el poder disciplinario sobre
garantía de irreductibilidad resguarda también toda pérdida, de ese valor las jlleces al Consejo de la Magistratura (ai,t. 114);
real en la sign(ficación econóniica del sueldo. b) respecto de los de111ás agentes que componen el personal que se desempeña
en \os í'tribunales de justicia, el poder disciplinario incumbe a cada uno de éstos
14. - La Corte Suprc1na ha establecido que la intangibilidad de los sueldos respecto de su elenco.
de los jueces ei< garant(a de independencia del poder judicial, y que no ha sido
estableciua por razón de la persona de los 1nagistrados, sino en mira a la institución ' 19. - En su resolución de julio l 0 de 2003, cu el caso del juez Magariüos, el
de dicho poller. C'onsejo de la Magistratura dejó sin efecto la sanción (multa) que le había aplicado
En el caso "Bonorino Peró e/Estado Nacional'', faJlado el 15 de noviembre de a dicho juez Ja Corte Suprema, reso1viendo que la Corte carece de atribuciones para
1985, la Corte interpretó que la prohibición de disminuir "en 111anera alguna" las 11plicar sanciones disciplinarias a los jueces, y que el poder disciplinario sobre los

'
-- ~--

• •

376 COMPENDIO DE DERECHO CONSTITIJCTONAL EL PODER JUDICIAL 377

jueces del poder judicial de la nación es competencia exclusiva y excluyente del Los jueces de la ciudad de Buenos Aires
Consejo de la Magistratura (art. 114 de la constitución). (La Corte bahía aplicado la
sanción al jue1. Maga1iüos por decisión del 12 de setie1nbre de 2002.) 24. -AJ entrar a regir la reforn1a de 1994, y pese a la ausencia en el
art 75 inc. 12 de toda mención a los tribunales de la ciudad, la compatibiliza-
20. - En cuanto al poder disciplinario de los jueces sobre los abogados, en la ción coherente de dicho anículo con el an. 129 nos lleva a proponer que:
sentencia del 4 de mayo de 1995 en el caso "Del Sel, Percy Ramón", la Corte des-
lindó las facultades disciplinarias de los jueces y las del Tribunal de Disciplina del a) el espíritu (o filosofía) de la reserva que en favor de las jurisdiccio-
Co-legio Ptíblico de Abogados1 sosteniendo que "las primeras tienen por objeto nes provinciales hizo originarian1ente - y conserva- el ex art. 67 inc. l 1
1nantener el buen orden y el decoro en los juicios son1ctidos a la dirección del juez -hoy art 75 inc. 12- significa que la justicia federal es de excepción y
interviniente, n1ientras que las segundas persiguen un objetivo más amplio que es el recae en razón de lugar, de materia y de partes conforme al actual art. 116,
de asegurar el correcto ejercicio de la abogacía en todos los ámbitos de la actuación pero deja fuera de su ámbito al derecho común;
profesional".
b) el art. 129 depara a la ciudad de Buenos Aires facultades de juris-
dicción, para cuyo ejercicio debe tener tribunales propios;
La unidad de jurisdicción c) si con10 principio la materia de derecho con1ún evade la jurisdic-
ción de los tribunales federales, no concurre razón para que en la ciudad de
21. - Nuestro derecho constitucional acoge el principio de la "uni- Buenos Aires subsistan tribunales federales que la retengan (así se los siga
dad de jurisdicción", que consiste en que: a) la administración de justicia llamando tribunales "nacionales" y no tribunales "federales");
está a cargo exc/usivaniente, y para todos los justiciables, de los órganos d) se refuerza el argun1ento de que solamente subsiste jurisdicción fede-
(tribunales) del poder judicial; b) hay unajurisclicciónjudicial única para ral en la ciudad de Buenos Aires (para legislar, admínistrar y juzgar) cuando
todos; c) por ello, existe simultánean1ente la igualdad de todos los justi- hay que garantizar en ella intereses federales mientras sea capital federal;
ciables ante la jurisdicción (única y la misma para todos); d) esa jurisdic- e) no existe ningún interés federal que quede compron1elido si las cue.'\-
ción judicial "única" es ejercida por tribunales que deben revestir el carác- tiones de derecho con1ún en la ciudad de Buenos Aires son juzgadas por
ter de jueces naturales. tribunales de la ciudad, por lo que retenerlas dentro de la jurisdicción de
los tribunales federales conspira contra el ca rdcter liniil<tdo de la jurisdic-
22. - No obstante estar abolidos los jueces ex post facto o "ad ción del gobierno federal en el territorio de la misma ciudad:
personam", pueden subsistir con determinadas condiciones las llamadas t) reducir la jurisdicción de los tribunales de la ciudad sin ningún inte-
"jurisdicciones especiales" (no judiciales) que aplican su competencia a rés federal que requiera garanlfa, se nos 11ace incompatible con la amplitud
determinadas "laterías -por~¡. fiscal, adolinistrativa, inilitar, etc.-. de la jurisdicción que debe tener el poder judicial de la ciudad si la.coordi-
Admitir jurisdicciones "especiales" fuera del poder judicial parecería namos razonablemente con el régin1e11 de gobierno "autónomo" definido
desmentir el principio de unidad de jurisdicción, desde que la jurisdicción en el art 129, porque "gobierno" (autónomo) es abarcativo de las tres fun-
judicial no sería la única. Sin embargo, la unidad de jurisdicción se salva ciones clásicas del poder, también de la judicial; y "aut6nomo'1 quiere de-
en nuestro derecho constitucional porque las decisiones de las jurisdiccio- cir exento de interferencias ajenas irrazonables.
nes especiales deben contar con posibilidad de revisión (o control) judi-
cial suficiente, lo que en definitiva reenvía la última decisión posible a la 25. - La ley de garanlía de los intereses federales en la ciudad capital (nº
jurisdicción judicial. 23.548) estipuló en su art. 8° que "la justicia nacional ordinaria de la ciudad de
Buenos Aires mantendrá su actual jurisdicción y competencia continuando a cargo
del Poder Judicial de la Nación", y que "la ciudad de Buenos Aires tendrá faculta-
23. - Control "suficiente" quiere decir revisión que abarque no sólo des propias de jurisdicción en materia de vecindad, contravcncional y de faltas,
el derecho aplicable, sino también los "hechos" y la "prueba" del caso contencioso-administrativa y tributaria locales".
al que ese derecho se aplica.
Es fácil objetar las deficiencias de esta normativa.


CAPfnJLO XLIV

• EL MINISTERIO PUBLICO

Su encuadre

l. - Según el art. 120, el Ministerio Público es un órgano i11depelf.-


diente con autonon1ía fu11cio11al y autarquía fi11a11ciera. que tiene por
función promover la actuación de la justicia en defensa de la legalidad, de
los intereses generales de la sociedad, en coordinación con las de1nás auto-
ridades de la República. Está integrado por un Procurador General de la
Nación y un Defensor General de la Nación y los demás miembros que la
ley establezca. Sus nliembros gozan de inmunidades funcionales e intangi-
bilidad de rcn1uneraciones.

2. - El Ministerio Público es el único órgano que. fuera del poder


legislativo, del poder ejecutivo y del poder judicial, no aparece "dentro"
del sector norn1ativo dedicado en la constitución a cada uno de esos tres
poderes clásicos. Posee una sección normativa especial, no compartida.
que es la cuarta, contenida en la segunda parte del texto constitucional
(parte orgánica o derecho constitucional del poder).
De ahí que haya doctrina que, después de la reforn1a de 1994, l1able
de un "cuarto poder", que se agregaría a los otros tres sin insertarse en
ninguno de ellos (legislativo. ejecutivo y judicial).

3. - Para nosotros, et Ministerio Público, si bien 110 forrna parte del


poder judicial, es un órgano auxiliar que se le adosa como órgano extra-
poderes, de n1odo que después de la refom1a de 1994. con sección y norma
propias, mantiene la naturaleza que le habíamos atribuido desde antes de
la reforma, cuando la constitución no contenía norn1a alguna sobre el tema.


-
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~80 C0:.'4PEND10 DE DERECHO CONST!TUCIO:-<AL


EL MINTSTERIO PÚBLICO 381

4. :_El art. 120 solamente menciona a dos de sus funcionarios: el c) defentier los intereses generales de la sociedad en iguales oportu-
Procltrador General tie la Nación y el Defensor General de la Nación. nidades;
'

Todo lo restante queda derivado a la ley. d) controlar, desde el ejercicio de las funciones señaladas, a los otros
órganos del poder y a los del poder judicial, todo ello en la medida y en el
Que el art. L20 individualice al Procurador General y al Defensor General no marco que le traza y le delimita su intervención en los procesos judiciales
puc(:le interpretarse co1no definición de un órgano bicéfalo. Dan1os por cierto que la donde la cuestión que se ventila guarda relación con actos u omisiones de
ley debe desglosar el án1bito propio de cada u110, y considerar que la cabeza. del dicl1os órganos o de los particulares; d') ejercer el control de constitucio-
Mi.Wsterio Público es t1nica y se sitúa en el Procurador Gen.eral de la 1Vación. El nalidad de leyes, normas infralegales, actos y on1isiones del poder y de los
Defensor General ha <,ie depender de él, y tener a su cargo el área que hasta ahora
particulares con igual perftl que el recién descripto;
co11ocíamos como propia de los defensores oficiales ~e pobres, de menores, de
in¡:apaces y de ausentes-. e) asumir judicialme11te las funciones tradicionales del rninisterio
pupilar (defensa oficial de pobres, nle11ores, iI1capaces, ausentes, etc.; y,
5. - La au1onontía jiincional traza, en prin1er lugar, una frontera 'en su caso, representación de los mismos).
~terna que in1pide cualquier injerencia de los otros poderes. E11 segundo f) se le ha de reconocer leg itbnación procesal, aun sin norn1a expresa
término, implica i11ternanienre que las relaciones dentro del organismo . én la constitución o en la ley, a los efectos de todo proceso en el que deba
sen conducidas por quien inviste su jefatura máxima, que es el Procurador ~efender la legalidad o los intereses generales de la sociedad, lo que abarca
General, sin perjuicio de lo que sugerimos con el vínculo que, en subordi- l,fl legitin1ación para interponer Ja acción de a1n¡Jaro prevista en el art. 43
.• rtaaión hacia él, se da en el Defensor General y el ministerio pupilar a su párrafo segundo, aun cuando allí no se'lo consigne expresamente, porque
cargo. ~n toda la descripción que hace ese segn1ento de la nom1a se alude clara-
mente a intereses generales de la sociedad -como, por ejen1plo, es el caso
"'
.u; ,Jra autono1uía funcional -intc1na y externa- implica independizar al Ministe· de los derechos de incidencia colectiva-.
i10,J¡úbli~o de toda subordinación a cualquier otro poder u órgano del estado.
' 8. - En cuanto a la titularidad del ejercicio de la acción piíblica en rnateria
6. - La autarquía financiera parece indicar que la ley de presupues- penal, queda 1nargen para que el Ministerio Público actúe adbptando criterios ra-
tq ,deb~ asignarle los recursos en forn1a separada, y que el mismo Ministe- ZO!'lables de oportunidad para la pro1noción de dicha accíón.
rio Rdhlico tiene a su entera disposición la administración de los mismos.
V

En este aspecto, creemos que en virtud de tal asignación de fondos 9. - El núcleo del art. 120 tiene carácter operativo, pero deja abierto un a1n-
plio espacio a la ley para que ésta desan·olJe todo cuanto no viene directa111ente esta-
pú hl icos está.sujeto a los controles que prevé el art. 85 de la constitución a blecido en la norn1a constitucional. Así, lo referido a las innutnidades para equipa-
cargo del cop,greso y de la Auditoría General de la Nación. rátlas a las del Defensor del Pueblo (que conforme al art. 86 son las mismas de los
fegisladores); al réghnen de designación y remoción, sin1ilar al de los jueces; a la
7. -- l)el art, 120 cabe inferir una división e11 las funciones deJ Minis- ¡/1tn1wnencia en el cargo y su re1nuneración, de n1odo análogo, etc, Con10 ~je orien-
terio 1>úblioo. EsttiS serían: · · tador, subsiste la 1nanda constitucional que preserva la independencia funcional.
a) pro111over la actuación de la justicia. lo que a su vez admite des-
doblar!IL' 1:11: a') para incitar la persecución penal en los delitos de acción
púhlicn: a'') para iniciar procesos no penales cuando -usando el vocabu-
lario que l'111plc11 lu norn\á-es ,necesario hacerlo en defensa de la legalidad
o de los i(ll<.'rc!\l.!l'I gcncrttl<(s de la sociedad;
.
'

b) defe11dcr In legalidad en cada proceso judicial que promueve o


en el que intervlene¡
\

1
CAPITULO XLV

EL CONSEJO DE LA MAGISTRATURA
Y EL JURADO DE ENJUICIAMIENTO

.a ubica ción orgánica y funcional, y la naturaleza de ambos ór ganos

l . - Los arts. 114 y 115 trazan el lineaniien10 reglamentario de dos


l'it'ganos del poder judicial, que son el Consejo de la Magistratura y el jura-
do de enjuiciamiento. l .a ley debe con1pletar lo que no viene especificado
en dicbanormati va constitucional.

2•.- El Consejo de la Magistratura está ubicado norn1ativan1ente


df'l11ro de la sección que la constitución dedica al poder judicial. así como
lá Auditoría. ' General de la Nación y el Defensor del Pueblo se sitúan en la
ción destinada al poder legislativo, y el jefe de gabinete y los demás
nistros en la del poder ejecutivo.

De la Auditoría General, del Defensor del Pueblo, del jefe de gabinete y de los
istros hemos sostenido que, no obstante el sector donde los regulan las normas
la constitución, son órganos extrapoderes.
l)el Consejo de la Magistratura ¿cabe afinnar lo núsmo, o no?
l lay quienes b.an contestado que no fon11a parte del poder judicial, y para ello
den al art. 108, que en fonna tenninante dice que "el poder judici.al de la nación
ejercido por una Corte Supre111a de Justicia y por los deniás tribt(flales infe-
s qoe el congreso estableciere en todo el len·itorio de la uación".
Esta norma subsiste intacta después de la reforma de 1994, y tomada en su
nlidad daría razón a quienes niegan que el Consejo dela Magisu·atura integra el
póder judicial.
No es nuestro punto de vista. En efecto, el arl. 108, alude a la "función" de
1tl1tlinistrarjusticia en las causas que otros artículos atribuyen a la competencia del
¡t<ldcr judicial. O sea, no se refiere a la estructura de órganos que lo fonnan, por lo


384 CoMl>EN010 DE DERECHO coNSTnuaoNAL EL CoNsEJo oi:: LA MAGISTRATURA Y EL JURADO DE ENJUICI.Mt1E11<10 385

que al día de hoy no debe interpretarse con10 negando que, dentro de esa estructura, h) representantes de los jueces.federales de todas las instancias;
haya ottos órganos c¡ue no cumplen función judicial (los que los arts. 114 y 115
ahora encuadran en el segn1en10 de la constitución destinado al poder judicial). e) representantes de los abogados de la matrícula federal; y
d) otras personas del ámbito académico y cienúfico.
3. - Esto nos conduce a reafim1ar que el Consejo de la Magistratu- El número y la forma han de surgir de la ley.
ra no es ull órgano "extrapoderes" que esté fuera del poder judicial, si-
no que '· orgá11ica111e11ce" lo integra. No obstante, la "función de adminis- 7. - Las competencias del Consejo de la Magistratura exhiben dife-
trar justicia" en causas de co1npetencia del poder judicial sigile privati va- rencias entre sí; tres se refieren directamente a lafonnación de los cua-
1nente reservada a la Corte y los tribunales inferiores, según surge del art. dros judiciales; una al poder disciplinario; otra al poder reglanze11tario;
108. y otra a la administración de los recursos econónzicos.
Por eso deci1nos que el Consejo de la Magistratura es un órgallo in- a) En cuanto a Iafor111ació11 de los cuadros judiciales, posee dos atri-
tegrado dentro ele/ poder judicial, con contpetencias (no ju,ficiales) que buciones: a') realizar los concursos públicos para cubrir los cargos de
son propias de dicho ¡Joder, y que antes de la reforma incun1bía:n a Jos ór- jueces en todas las instancias inferiores a la Corte, y seleccionar a Jos
ganos judiciales. candidatos; a") forn1ular ternas vincula111es para proponer el non1bramicn-
to; a'") la tercera facultad que relacionan1os con las dos anteriores es la de
4. -- Simi lar argumentación aplicrunos al jurado de e11juicia111iento JJroniover el enjuiciwnienlo político de los jueces de instancias inferiores
(art. 115) que ha venido a sustituir el enjuiciamiento político por el senado a la Corte.
para los jueces de tribunales federales inferiores a la Corte. b) En lo que hace al poder disciplinario, el Consejo tiene su ejercicio
sobre los n1agistrados.
5. - De todás n1aneras, sí cabe hablar de una ')efatw·a" o cabeza del poder c) El poder reglan1e11tario recae sobre una triple materia: e') para la
judicial, ella sigue a cargo de la Corte Supre1na.
organización judicial; c,.) para asegurar la independencia de los jueces;
e"') para lograr la eficaz prestación del servicio de justicia.
El Consejo de la Magistratura d) Por fm, en lo ad111inisr rarivo-econó11tico, administra los recursos y
ejecuta el presupuesto que la ley respectiva dedica al poder judicial.
6. -El prin1er párrafo del art. 114 diseña laconipetencia del Conse- Las seis competencias admiten reagruparse en tres:
jo con una bifurcación: a) seleccionar a los magistrados, y b) adnzinis-
a) todo lo referente a la selecció11 de candidatos para ser designados como
trar el ¡;oderjudicial. I~uego vendrá el desglose de las atribuciones, todas jueces de tribunales federales inferiores a la Corte, y a') a la iniciativa para pro1110-
vinculadas a esos dos ejes. 1·er su e11juicia111iento ante el jurado de enjuiciamiento; más a") la facultad discipli-
El párrafo segundo traza el lineamiento que ha de tomar en cuenta la naria sobre los mis1nos;
ley reglan1e11taria del Consejo de la Magistratura en lo referido a su coni- · b) el poder reglanzentario;
posición. c) la adrninistración de los recursos econónzicos del poder judicial.
En primer lugar, el desenzpeño de sus miembros es ten-iporario, ya ..
1 que la norma habla de integración periódica. En segundo lugar, ordena · 8. - Se ha de tener muy presente que no tiene co111pete11cia para: a) intervenir
en la designación de los jueces de la Corte: ni b) para promover el juicio político
procurar un equtlibtio entre las representaciones que invisten los funcio-
contra ellos; ni c) para ejercer sobre ellos el poder discipli11ario: ni d) para ejercer
narios del Consejo: poder disciplinario sobre el personal del poder judicial.
a) repn.:sentantes de los órganos políticos resultantes de elección po-
pular -o sea. del congreso y del poder ejecutivo-; 9. -Las competencias que la reforma ha asignado al Consejo de la


386 COMPf'_i\'010 DE DERECHO CONSTITUCIONAL EL CoNsruo DE LA MAGISTRA'IURA Y EL JURADO DE ENnnCJAMIE.'-TO 387

Magistratura son plcnan1ente decisorias, es decir, no son consultivas ni de 12. - El juicio político arbitrado en el texto anterior a la reforma, ahora sólo
asesoramiento. se tnantiene para destituir a los jueces de la Corre S11pre111a de Justicia.
Empalmando esta naturaleza de las decisiones del Consejo con la je-
fatura que la Corte retiene sobre el poder judicial al cual aquél integra'. s.c 13. - El procedimiento actual se desdobla: en unapri111er.a etapa. el
abre un interrogan1c: ¿aquellas decisiones tienen carácter frnal y defin1ll- Consejo de la Magistratura acusa al decidir la apertura del procedimien-
to -y puede suspender al juez- ; en la segu11clti etapa. interviene el jurado
vo. o son recurribles?
de e11juiciamie11to, que puede reino ver, o no. Se trata de una relación entre
Nos afianzamos en contestar que son recurribles, pero resta pensar
dos órganos -Consejo y jurado- que forman parte -ambos- del poder ju- •
cuál tribunal ha de ser alzada para las decisiones del Consejo de la Magis-
dicial, por lo que cabe caliJicar a esa relación con10 üitraórgano.
tratura.
Crec111os que, dada la jerarquía que la reforma le ha deparado, no pue- .14. - El art. 115 solamente esboza en su párrafo prin1ero la integra-
de ser otro sino la Corte Suprenta. La vía de tránsito hacia ella habrá de ser cióq de los jurados de enjuicianliento con una triple composición: legisla-
recursiva. dor(}/~. n1agistrados y abogados de la n1atrícula federal. El detalle queda
l dcriv~do a la ley prevista en el art. 114.
1O. -Sintetizando nuestra posición, decimos que:
El segundo párrafo asevera drásticamente que su fallo serd irrecurri-
a) las decisio11es jurisdiccionales, co1no son las sanciones discipli- ble, y no tendrá más efecto que el destitutorio. Se ha suprimido la "acce-
narias, han de ser susce¡Jtibles tle recurso judicial; a') por analogía. tan1- soria" que estaba incorporada al anterior art. 52, y que consistía en lapo-
bié11 las decisiones sobre acusación para dar paso al enjuician1iento polí- sible imposición por el senado de Ja i11habi/itació11, declarando al juez re-
tico; movido como incapaz de ocupar empleo de honor, de coniianza. o a sueldo
b) ran1bié11 han de serlo las que recaen en la selección y confección del estado.
de tenias de postulantes para cargos judiciales a tln de remediar irregula- En lo dernás. la norma actual mantiene la previsión del anterior art 52
ridades graves en el mecanismo respectivo cuando causan perjuicio a los para el sometimiento eventual del destituido al proceso penal ordinario.
eventuales candidatos-incluidos o excluidos-;
c) los reglan1entos que interfieren en la tramitación de los procesos 15. - La apertura y la sustanciación del procedimiento de remoción nos colo-
judiciales deben quedar sujetos a control, sea por la Corte, sea por cual- can ante Ja posibilidad de que el órgano que tiene a su cargo la competeocia para
.quier tribunal, en la medida en que a una y a otros les resulten aplicables decidir la apertw·a ~·onsejo <.le la Magistratura- suspenda al juez cuyo trámite de
destitución incita mediante acusnci6n.
en una o n1ás causas de su competencia que se sustancien ante ellos; este
control podría ejercerse sin recurso y de oficio en cada causa; 16. - El art. 115 contiene otra previsión institucionalmente impor-
d) en can1bio, todo lo referente a la adnlinistración de los recursos tante. A contar desde la decisión que dispone abrir el procediniiento de
¡1resupuestarios parece 110 o.frecer n1ateria que caiga bajo posible revi- e11juicia111ie11to, el jurado tiene ciento ochellta días para dictar su fallo.
sión judicial. Si en ese lapso no lo hace, deben archivarse las actuaciones y, en su caso,
ay que reponer al juez suspendido.
'
El jurado de enjuiciamiento y la remoción de los jueces 17. -Nos queda la irrecurribilidad del fal lo destitutorio. La norma
lo enuncia tajantemente. y hay que aventurar una opinión sobre su alcance.
l l. - El art. 115 dispone que los jueces de los tribunales inferiores serán Si se la interpreta literalmente, no hay duda de que elltra en pugna
ren1ovidos por las causales expresadas en el art. 53, por un jurado de enj1iicin1nien
co1t el derecho judicial de la Corte Supren1a, que aceptó la revisión judi-
to integrado por legisladores, 111ngistrados y nbogndos de la 11u1trfcula federal.
riaJ cuando el anterior art. 52 omitía definir el punto .


• •

388 COMPENDIO DE DERECHO CONSTITIJCIONAL

En tal caso. es razonable suponer que una vez incorporada la admi-


sibilidad de aquella revisión por la jurisprudencia de la Corte en el derecho
constitucional n1atcrial, hay que dar por cierto que nos hallamos ante un
• requisito constitucio11al i11altercible e inaniovible del sis1en1a gara111ista,
que ni siquiera una reforma de la constitución puede desconocer. so pena
de violar un principio fundamental del sisten1a axiológico de la misn1a
constitución.
Tal es nuestro punto de vista, por lo que a la irrecurribilidad que im- CAPITuLO XLVI
pone el art. 115 Je asignamos únicamente el misn10 sentido que la Corte
iijó en 1993 en el caso "Nicosia": escapa a la competencia judicial el en- l,A ADMINlSTRACJON DE JUSTICIA
cuadre y la valoración que el jurado hace de las conductas que ton1a de
ba...;;e para la remoción, y la decisión n1isma de re1nover; pero sigue siendo
revisable todo lo que atafie a la conipetencia. del órg_ano y las fom1alida- EJ modo y la ocasión de su ejercicio
des de su ejercicio. así con10 a las garantías del enjuiciado en orden al
dehido proceso y el derecho de defensa. ~- 1. - Nunca hemos dudado de que la función de adn1i11istrar justicia
es unafu11ci611 'jurisdiccional" a cargo de los tribuna.les del poder judi-
cial. Por eso, nunca abandona1nos la denonlinació11 de "acinziniscración de
ju:sticia", si bien compartimos otras denon1inaciones que -actualmente-
alguna doctrina reputa 111ás acertadas co1no, por ejemplo, la de ''ünpar-
1ició11" de justicia.

Nuestro poder judicial es, en verdad, un poder. cuya función nuclear


en lo que hace a lo estrictamente judicial es ad111i11istrar (o inzpartir) jus-
ticia, a lo que se suma-ahora- las otras funciones "110 judiciales" a cargo
del Consejo de la Magistratura y el jurado de enjuiciamiento, introducidos
por la reforma de 1994 dentro del ntismo poder judicial.

2. - La administración de justicia como función del poder que ejer-


cen los órganos judiciales se enn1arca y transcurre a través de causas (o
¡JrQcesos) judiciales.

. (Por supuesto que aquí encaran1os solan1ente la función de "adminis-


trar justicia", y no la función "administrativa" que también tiene a su car-
go:el poder judicial en la 1nedida requerida para ejercer la administración
• de justicia.)

· -3. - Algunas nociones vinculadas con el Len1a son las siguientes:


a) Todo juez requiere que su jurisdicción sea incitada. Es decir, no
actúa "de oficio" o niotu proprio (por propia iniciativa). Su función per-
~ ·-. - -----...L....llo....

390 CoMPt:NDIO DE DbRECHO coNsTrTuc1o:"AL LA ADMINISTRAl'IÓ:-1 DE JUSTICIA 391

manece inhibida y latente mientras no hay proceso, y el proceso se inicia a judicial en causas donde ta tutela de un derecho subjetivo configura cues-
impulso de parte, n1ediante la acción. (Las excepciones son n1uy pocas.) tión justiciable;

Las formas habituales de incitar la jurisdic.ción son: a') origi11aria- i) los jueces deben alcanzar en sus sentencias la solución objetiva-
_n1e11re (en primera insLancia) para acceder al proceso mediante acción (o nrente justa del caso con arreglo a las circunstancias del mismo y al dere-
demanda); a") en instancia de revisión (sea ante la misma instancia origi- cho que le resulta aplicable.
nariamente provocada, o ante otra superior) nlediante recurso.
b) Tcxio pronu11cianúento judicial que implica adnlinistrar justicia recae
en una "causa" judiciable, y la forma de resolver esa causa es la se111en- La sentencia
.
cta.

6. -La sentencia recaída en causajudiciable con10 culminación del
proceso, es el modo único y normal de ejercer la función de adnli.nistrar
4. - Nuestro art. 116 constitucional hace la enun1eración de casos
justicia.
que configuran la con1petencia judicial federal, y habla de "causas".
f~a sentencia es una nornu1., emanada del juez en y para un caso con-
El "caso" o la "causa" judicial equivale a "juicio" o "proceso judi- c~~to. O sea, es una nor111a i11dividual. l:il Juez, al dictarla. ··crea" dere-
cial", y para nada se linlita o idenlifica al "caso contencioso", o juicio con- cho, pero ese derecho que crea. 110 es derecho "nuevo" (co1110 sí lo es el
tradictorio. Para nosotros, cabe en el concepto constitucional de "causa" la que crea la ley) porque en su creación el juez extrae la norma individual
acción declarativa de inconstitucionalidad, la acción declarativa de certe- creada por él, del ordenanlicnto jurídico vigente. O sea. que la administra-
za; el juicio llamado de jurisdicción voluntaria, etcétera. ción de justicia es una función sub-legal.
5. - Si procura1nos armar un repertorio de principios básicos que 7. - El juez actúa en ejercicio de una función de individuacwn de la 11ornm
señala el derecho judicial e1nanado de la jurisprudencia de Ja Corte, pode- general "en" y "para" un caso singular y concreto.
mos esbozar los siguientes: El juez, al crear la norma individual de la sentencia, no puede evadirse del
a) los jueces son servidores del derecho para la realización de la jus- n1arco del ordenamiento jurídico vigente; debe apoyarla ea algún sector o parte del
1nismo. De ahí que sea clásica la non11a judicial de la Corte, definitoria de lo que
ticia:
debe ser una sentencia para merecer reconocimienlo como acto jurisdiccional váli-
b) el ejercicio iniparcial de la administración de justicia es un elc- do: derivación razonada del derecho vigente confon11e a las cin::unstancias de la
n1ento indispensable de la defensa enjuicio; causa.
e) la sentencia debe ser derivación razonada del orden jurídico vigen-
te; De todo ello surgen dos requisitos de la sentencia: a) su "zotivación;
b) _sufunda111en1ació11. Se suele tlccir que la sentencia se motiva en los
d) el respeto a la voluntad del legislador no requiere adnlitir solucío- ~

• • • hechos del caso. y se funda en el d~rechQ aplicable. La fundamentación y


nes notoriamente 1n.iustas; la motivación -razonada y razonablemente expuestas por el jue?.- expli-
e) el apartamiento deliberado y consciente de la verdad es incompati- CfPl por qué el caso se resuelve como se resuelve. O sea, por qué la deci-
ble con una adecuada administración de justicia; sión es la que es, y dónde haJla sustento.
'
f) la verdad objetiva o 1naterial debe prevalecer sobre la pura verdad
forn1al; 8. - El derecho judicial de la Corte tiene señalado que la exige11cia
g) la intervención del poder judícial no puede ser excluida compulsi- de que las sentencias tengan debido funda111ento reconoce raíz co11stitu-
vamente a los nnes de solucionar controversias individuales; cio11al.

h) itnporta agravio a la garantía de la defensa la exclusión del pcxier 9. - La carencia de fundamento mínimo, o el fundamento capricho-


• •

392 COMPENDJO DE DERECHO CONSTITUCIONAi.


LA ADMD.1STRACIÓN DE JUSTICIA 393

so o dogmático. insostenible o insuficiente, constituyen un vicio que tipifica c) útil y


eficaz;
uno de los casos de arbirrariedad de sentencia. d) justa;
Es importantísimo destacar que 11ingiín tribu11al puede prescindir de e) ajustada al princi¡Jio de co11grue11cia (que se explicó en el tema del
la 11orr11a que rige el caso ni dejar de a¡1licarla al niisrno, salvo que a esa debido proceso);
norn1a la declare "inconstitucional". f) irn¡1arcial.

10. - Nuestra Corte Supren1a ha elaborado toda una rica teoría acerca de los
No liebe:
'
1
casos en que falla la vcrdade1·a calidad de acto jurisdiccional (o sentencia) a un a) renunciar conscientemente a la verdad objetiva o rnaterial;
pronunciamiento judicial. Es la teoría de la arbitrariedad de sentencia, o de la "sen- b) antepo11er fa verdad fonnal;
tencia arbitraria". Tal descalificación in1plica, para nosotros, un vicio o defecto de
inco11sl.itucionalidad, que nos pernúte hablar de sentencias "inconstitucionales". c) incurrir en exceso ritual 1nani[tes10 (según se explicó en el tema
La sentencia arbitraria es susceptible de recurso extraordinario ante la Corte del debido proceso).
Suprenia.
14. - Hay también ¡Jresupuestos necesarios de la sentencia. Así: a)
11. - Una rápida siste1natización de la jurisprudencia sobre sentencia arbi- que el tribunal que dicta la sentencia haya sido constitucionalmente esta-
traria pcrn1ite sciialar los siguienLCl> supuestos fundan1cnlale$: blecido antes del "hecho'' del proceso, con co111pere11cin para conocer de él
a) sentencia que no se funda en ley (o 1nás an1plia1nente, en el derecho vigen- (es decir, que sea "juez natural"); b) que se haya sustanciado el "debido
te, que no se agota en la ley) con10 por ej.: la que carece de fundatnentos u on1ile proceso" en la causa que la sentencia resuelva.
todo fundaniento o cita legal:
b) sentencia que resuelve en contra de la ley: 15. - Del principio de celeridad razouable del proceso y de 0¡1ortu-
e) sentencia que aplica nonnns no vigentes -porque han sido derogadas, o 11idad de la sentencia, se extrae (dentro del derecho a la jurisdicción) el
todavía no han entrado en vigor, o son extrañas al caso-: derecho del justiciable a obtener una decisión judicial (sentencia) rápida y
ú) sentencia que r>111ite decidir una cuestión esencial para la resolución del eficaz, o sea, "úlil".
caso·
'
e) sentencia que decide "extrapetita" una cuestión ajena al caso: 16. - El juez no puede: a) negarse a .fallar; b) dilatar sin término o
f) sentencia que 0111ite considerar una pnteba rendida cuya consideración es de111orar arbitrarian1ente la sentencia.
esencial para resolver el caso:
g) sentencia que da por probado algo que no lo ha sido: etcétera. 17. -:-- La sentencia pasada en autoridad de "cosa juzgada" no puede
yarevisarseen el futuro. (Remiti111os a lo explicado al tratar Jos contenidos
12. - En cambio, una sentencia no es arbitraria -y por ende, tampoco sus- del derecho de propiedad.)
ceptible de recurso extraordinario- porque sea C1Tó11ca, o pueda discutirse en sus
fundamentos. La iutaugibilidad de la cosa juzgada está condicionada por la regularidad del
proceso en que la sentencia se ha dictado.

Los requisitos de la sentencia 18. - La cosa juzgada írrita o nula proporciona ocasión para ser atacada por
vía judicial, cualquiera sea la solución que arbitren las leyes procesales.
13. - La sentencia debe ser:
19. - El principio republicano de publicidad de los actos estatales rige tan1-
a) n1otivada .vfundada (según lo ya explicado); bién respecto de las sentencias que emanan del poder judicial. Ello significa que no
b) oportuna e11 el tien1po; puede haber secreto en las decisiones judiciales; que hay derecho a informarse res-
~- ~- .___ -
.
1 . . -- - - -~ -
-
'

394 COMPENDIO DE DERECHO CONSTlTIJC!ONAT. LA A.DMJN!STRAClÓN DE JVSTICJA 395

pecto de ellas: y que Jos proccdinlienlos judiciales Lan1poco se e){imen de aquella e) Por fin. hay que dotar de las 11om1as /Jrocesales a que deben ate-
publicidad, salvo reserva en situaciones excepcionales razonables. nerse el juez y las partes.

La ausencia de nornias procesales no es un obstáculo insalvable para que se


La jurisdicción, la acción y el proceso sustancie un proceso. La Corte dio curso al proceso de aniparoen 1957-1958 sin ley
procesal que lo previera, por las razones que se explican al tratar el tema del ampa-
20. - Se debe a Podetti la elaboración de lo que él nlisn10 llan1ó la ro:
trilogía estructural del derecho procesal: jurisdicción, acción y ¡Jroceso.
22. - I.a denegación o /Jrivació11 de justicia se tipifica de cuatro
a) Lajurisdicci611 integra el poder estatal como unafu11ció11 del n1is-
maneras:
n10. Se define con10 la potestad conferida por el estado a determinados
órganos para resolver n1ediante la sentencia las cuestiones que les son so- a) cuando el tribunal se niega a /alfar;
;¡e<

metidas por los justiciables. En Ü.)rma más breve. se dice que es la capaci- b) cuando el tribunal denzora irrazonablenzente o i11defi.nida1nente
cfad de adnlinistrur justicia. su sentencia;
b) Podctti dice que el cle1nento fundan1ental del derecho tfe "acción" '/ c) cuando el justiciable 110 encuentra tribunal conzpetente para que le
es la facultad de pedir protección jurfrfica. re.su el va su pretensión:
d) cuando los tribunales 110 se llalla11 en concficiones de dictar sen-
l,a pretensión de protección o tutela jurídica no significa que el juc:L deba tmicias "eficaces" que rindan utilidad.
acoger favorablemente el petitorio de la parte, sino que debe 101narlo en cuenta y
resolverlo con justicia. 23. - La res¡Jonsabilidad del "estado-juez" no i1ecesita. en nuestra
La acción no debe ya considerarse como el "nlismo derecho subjetivo en cjer- opinión. de ley alguna que le preste reconocimiento, porque encuentra ~n­
cício", o como la faz diná1nica y procesal del derecho subjetivo. La a11to110111ía de la damento en la propia constitución, en cuanto ésta prioriza el afianzanuen-
acción hace decir que con su ejercicio se pretende por el justiciable la tutela de un to de la justicia y los derechos personales.
"derecho" que él alega o supone ser suyo, pero que puede no existir, y cuyo C\'Cnlual
Actualmente, la indemnización por error judicial en caso de condena
reconocimiento -o su denegatoria- sólo surgirán a1 tér1nino del proceso con la scn-
lencia.
pe;nal, cuenta con norn1a expresa en el derecho argentino, porque la prevén
el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (art. 14.6) y el Pacto
de San José de Costa Rica (arl. 10), que tienen jerarquía constitucional.
c) La actividad jurisdiccional que se moviliza a través del proceso
tiene un fin público, que es, precisamente, hacer justicia a los justiciables.
El proceso no es un asunto puran1ente privado, sino un instituto publicístico
Lá "creación de derecho" por los órganos judiciales
con ¡Jarticipación concurrente del juez y de las partes.
24. - Parece hnposible negar que el derecho se crea u origina también por vía
21. - Para satisfacer la administración de justicia - y correlativamentc judicial, o sea, -por laj11risprude11cia de los lribunales. Si a esta creació_n le ~signa­
el derecho de los justiciables a la jurisdicción-el estado debe: a) estable- tno!> el tradicional título de "fuente", la jurisprudencia o el derecho JUd1c1al son
cer los órga11os (tribunales) del poder judicial; b) asignarles jurisdicción fuente del derecho.
y conz¡1etencla; e) cll9tar las nonnas de procedinziento judicial.
a) Los "órganos" son los tribunales judiciales. 25. - En primer lugar, la jurisprudencia vinculatoria es la que por
una obligatoriedad intrínseca en1anada de la constitución o de la1ey, debe
b) Dcspu~s de establecidos los órganos, es menester que la ley les ser acatada en el futuro porque surte efecto erga animes. Ello puede tener
atribuya jurisdicción _v co111pete11cia. distintos grados:

LA ADMINISTRACIÓN DE JUS'nCIA 397
396 COMPENDIO DE DERECHO CONSTITUCTO~AI.

30. - Por eso tan1bién creemos que los tribunales i1~feriores (los fe-
a) sig?ifica una i1~terpreta~ión de derecho sobre Ja norma aplicada,
derales y ta1nbién los provinciales) deben ajustar a la jurisprudencia de la
que en el futuro debcra ser a¡Jltcada tal cual se la inter¡Jretó;
Cone las decisiones que dictan sobre puntos regidos por la constitución.
b) signifi~a un~ intcrpret~:ión de derecho sobre Ja norn1a aplicada. la Cuando esos tribunales son provinciales, tal subordinación responde al
que por esa nusma 1111erpre1ac1on quedalierogada o invalidada o sea que esquema de la estructura federal de nuestro régimen, expresado en los arts.
110 se puecle aplicar 111ás; ' '
Sºy 31 de la constitución, porque el derecho federal (en el cual ubicamos a
c_} si~nific~ una inlcrr~:tación_de derecho sobre la norn1a aplicada que. La jurisprudencia de la Corle en nlateria constitucional) prevalece sobre los
por esa n11sn1a 1nterprctac1on. obliga a otro órgano a derogar la norma, 0 ordenamientos jurídicos provinciales.
a 110 pron1u/garla, o a no ponerla en vigor:, etc.

26. - En segundo lugar, encontramos el sistema del stare decisis


El derecho judicial
confom1e el cual los jueces deben fallar las causas ateniéndose a los precc:
dentes en casos análogos. 31. - Vale agregar que, aclarado el carácter creador lie la jurispru-
dencia como fuente del derecho, hay que analizar en qué orden de prela-
27: - t>or úllin10, puede la jurisprudencia actuar es¡Jontáneaniente ción se ubioa la jurisprudencia constitucional dentro del mundo jurídico.
com~ 1ucntc del derecho para casos generales; basta que por el prestigio
d~l tr1bun_al, o por la índole de la materia decidida, una sentencia adquiera Nuestra Corte ha afirmado que la jurisprudencia tiene un valor aná-
e;e111¡;lar1dad con10 precedente nuis allá del caso resuelto, y sea suscepti- logo al de la ley, porque integra con ella una realidad jurídica; no es una
ble de provocar segui111iento. in1itación o reiteración en situaciones análo- norma nueva sino la 11orn1a interpretada cumpliendo su función rectora
gas del futuro. en el caso concreto que Ja sentencia decide. O sea que el derecho judicial
ac-0mpaña, como "fuente", a la misma fuente (constitución fonnal) que
interpreta y aplica; la creación por vía de jurisprudencia se coloca al lado
Ln unifonnidad de la juris¡Jrude11cia en su encuadre co11stitucio11a/ de la norma interpretada, porque es la misma nonna que ha pasado por la
interpretación judicial. Y la i11ter¡Jretació11 jurisprudencia/ de la consti-
~8. - El propósito estrictamente constitucional que persiwe la uni- 1ución iJuegra la ¡Jropia constitución con su niisnia jerarquía dentro del
fom11da~ de lajuri_sp~?encia es, para nosotros, dar resguardo; efectivi- derecho federal, cuando aquella interpretación emana de la Corte Su-
d~? ª.la !g.uafdad ;und1ca de los justiciables, de forn1a que la i11terpreta- prenza.
c1011 JUlbcral de esa non11a por los distintos tribunales judiciales (locales 0
federales) debe también ser unifonne .en casos análooos. Por ende de la 32. - Cuando rcivindica111os que en detenninados casos una sentencia debe
"legislación única" hay que pasar a la "interpretaciór~ también úni~a" de ser de aplicación obligatolia con carácter general se suele decir que aquel efecto
la ley, ~o.obstante l? p~~alidad de órganos judiciales de aplicación (cuan- ,general viola la di visión de poderes, porque solamente las leyes tienen carácter de
do las c1rcunstanc1as de los casos so11 análogas). normas "generales y obligatorias"; una sentencia, por ende, no podría iinitar la na-
turaleza material de la ley.
29. - :'1'ctuahnente, sin refonna legal alguna, el recurso extraordinario pu1<dc -: • Como breve réplica deéimos que:
Ydebe ~erv11· de cauce proc~a.l para ~le~ar ante la Corte Suprema la rcvisióq de ·' . . • a) si acaso una sentencia reviste carácter de norma general y obligatoria, tal
s~n.~cnc1a~ que, por c~ntra~1cc1ón d~ 1ur1spntdencia. 1•iolan la igualdad jurídica. generalidad obligatoria es sola1nente un e.fecto o consecuencia de la sentencia, que
~a cue~llón consti_tuc1ooal que da.na andanuento al recurso extraordinario sería la no hace a su esencia y que no altera ni desvirtúa la naturaleza que toda sentencia
1_nvocac16n ~e eso 1g1u~ldad jurfdica, l~siona~a en cualquier sentencia que, coinpa- tiene co1no nomia individual; por ende, tal sentencia no implica ejercicio de la fun-
1~da c~n OIJ .ªu o~ras dictadas por el 1?1smo tribunal o por otros, acusara interpreta- ción legislativa, ni vulnera la di visión de poderes; no hay, pues, incoustitucionali-
ción divergente snnullánea de una nusma norma (de cualquier naturaleza) en casos dad;
seme1antes.
398 (~OMPE.'\l>lO DE DERECHO CONSTITUCIONAL

b) de ahí que los fallos llaniados "plenaJios" no sean inconstitucionales.

33. - Una vez que dejamos esbozados nuestros criterios sobre lo que
es el derecho judicial, sobre la posible extensión de los efectos de las sen-
• tencias n1ás allá del caso que resuelven, sobre Ja uniformidad y unificación
de la jurisprudencia para resguardar la igualdad jurídica. ele., no hen1os de
omitir alguna referencia a lo que tiene dicho la Corte Suprcn1a.
a) TaJ vez. en cierto sentido, pueda entenderse que -a su n1anera- nues- CAPITULO XT~Vil

tra Corte con1parte el aforisn10 de los Estados Unidos según el cual "la
constitución es Jo que los jueces dicen que es". En efecto, nuestra Corte EJ, CONTROL Y LA JURlSD!CCION CONSTITUCIONAL
afirn1a que los tribunales infe riores deben toniar en cue{1ta su juris¡1ru-
deT1cia, y para apartarse de ella sin desconocer la autoridad del tribunal
supremo han de controvertir sus fundamentos y proporcionar los propios Su concepto
diferentes.
b) Con todo, ha afiam.ado la noción de que la constituci6n consagra 1. _Por "jurisdicción constitucional" suele entenderse la fun~ión
la igualdad "ante la ley,., por n1anera que la desigualdad derivada de fallos jurisdiccional ejercida para tutelar, mantener y controlar la suprenu1c.1a de
contradictorios no viola la garantía de la igualdad. Como consecuencia, el ta co11 stitución. t ,a referida lutela parece recaer, ~un~an1entahn~nte, ~obre
recurso extraordinario no es. para la Corte, una vía hábil para lograr Ja la actividad que, por ser infractora de la consutuc1ón, se califica como
unificación de la jurisprudencia divergente. i11co11sti1ucional o anticonstitucional.
Hay, como se advierte, un pun10 n1edio o una n1ixtura: por un lado, la Es vocablo análogo, 0 quizá sinónin10, de "jurisdicción" constitucio-
Corte rescata el valor de su jurisprudencia y el scguinliento que han de nal e1 de ''justicia" constitucional.
darle los demás lribunales. Por el otro, al no acoger la noción de que Ja Entendemos que. en un sentido amplio, lajurisdi~ció~ conslituci~nal
jurisprudencia contradictoria afecta y vulnera la igualdad jurídica (que para comprende también la interpretación de la con~t1t~c1ó~, aunque al
la Corte es sola1nente igualdad "ante la ley" según la constitución), declina efectuarla no se arribe a una declaración de inconstrt~c1onahdad. Por .su-
erigir la desigualdad emergente de fallos contradictorios en una cuestión puesto, también La integraci611 de Los vacíos normativos de.la const1tu-
cons1itucional susceptible de ser resuelta mediante el recurso extraordina-
rio federal. Gión.
1. _La jurisdicción constitucional despliega en el derecho procesal consti-
t · al dos ámbitos conexos: a) la organización de las estnl~t11ras (o los órganos)
;t~tjercén dicha jurisdicción (prh~cipahne.ote los Judi.cial~s): Yb) los procesos en
que se deciden, por razón de roatena, cuestiones const11uc1onales.

. 3. -A nuestro juicio, cada vez que en un proceso judicial se inserta~ h~y ~~~
decidir una cuestión cons_titucional, hay en juego, en. es~ aspecto y en su 1ec1p1oca
medida, jurisdicción constitucional, proceso cons/1/uc1onnl, y derecho procesal
constitucional.
De tal encuadre surge que el proceso constitucional es. el que tiene ~r obj~to
)
la "inateria., constilucwnal, de forma que cuando tal materia hace parte de un p10-
ceso, total 0 parcialmente, el proceso es constitucional.


400 COMPENDIO DE DERECHO CONSI 1IUCIONAL EL COl\'TROL Y LA JURISDICCIÓN CONSTITUOOl\AL 401

4. - No nos cabe duda -por eso- de que en el derecho constitucio- traordina.rio. todo lo señalado en el anterior inc. b') niás el ejercicio de la
11al federal argentino existe jurisclícción constitucional, en la 1ncdida en casación constitucional y .federal.
que funciona el control constitucional en sede judicial . b"') en i11sta11cia originaria y en ejercicio de su jurisdicción diri-
Nuestra jurisdicción constitucional puede reputarse abarcadora de dos n1ente del art. 127, la solución de los conflictos y quejas entre provincias,
as peeros: a) uno "negativo", cuando descalifica nonnas o actos contrarios para preservar la paz interior y la "unió11 nacional" aludidas en el preám-
a la constitución y los declara inconstitucionales; b) otro "positivo", cuan- bulo.
do realiza "interpretación" de norn1as constitucionales o infraconstitucio- c) En la medida en que se n1oviliza el control diseñado en los prece-
nales. dentes incs. a) y b), es posible que, según el caso de que se traLe, se dirija a
resolver:
5. - La jurisdicción constitucional en Argentina dentro del ámbito c') cuestiones vinculadas aJ reparto constüucional de con1petencias
federal admite diseñar sus finalidades y su contenido de la siguiente mane- que surge de la división <le órganos y funciones del gobierno federal;
ra:
. e") cuestiones vinculadas al reparto co11stitucio11al de conz¡Jetencias
a) En la medida en que todos los tribunales tie justicia, tanto.federa-
. entre el estado.federal y las provincias;
les co1no provinciales, tienen a su cargo el control constitucional federal
de n1odo obligatorio, deben asegurar: e"') corifUctos de cornpete11cia e11tre órganos del poder judicial que
. . ,
no uenen un superior con1un;
a') la supremacía del bloque constitucional del arl. 31 compuesto
por "constitución federal-leyes del congreso-tratados internacionales" por e"") controversias judiciales en las que la presunta lesión de dere-
sobre el derecho provincial; chos personales se imputa a actividad de los particulares.
a") la estructura jerárquican1ente escalonada del orden constitucio-
nal (conslitución y tratados con jerarquía constitucional, tratados sola1nente La cuestión constitucional
supralegales, leyes, reglamentos administrativos y actos administrativos
de contenido individual, sentencias); • 6. - La cuestión constitucional es sieinpre una cuestión de derecho, porque
1

a"') la tutela de Jos derechos personales contenidos en todo el plexo ·en ella está en juego la interpretación o la supremacía de 1101n1as federales, y no deja
constitucional; de ser así cuando y porque en la 1nisma cuestión constitucional se alojen eventual-
mente cuestiones "de hecho" o "de prueba", ya que en este caso el análisis de los
a"") el seguimiento de la interpretación constitucional emanada del hechos y Ja prueba se hace a la luz de su vertiente de constitucionalidad o inconsti-
derecho judicial de la Corte Supren1ade Justicia. tucionalidad, que es eminentemente una cuestión de derecho.
b) En la medida en que la Corte Suprema de Justicia, tanto en su
--
jurisdicción originaria y exclusiva, cuanto en su jurisdicción apelada (or- 7. - Cuando se disri11gue el control constitucional federal y el con-
dinaria y extraordinaria), es el guardián y el intérprete final de la constitu- trol constitucio11al ¡Jrovincial, hay que encarar la jurisdicción y la con1pc-
ción federal, el control constitucional federal a su cargo en las respectivas tencia de los tribunales federales y de los tribunales locales.
instancias debe asegurar: a) Las cuestiones constitucionales federales sólo provocai1 la juris-
b ') en cualesquiera de ellas, la supremacía constitucional federal por dicción y competencia originarias de los tribunales .federales cuando la
sobre el derecho provincial; la estructura jerárquicamente escalonada del causa judicial queda regida directa e ir11nedíata111ente por derecho fede-
orden constitucional; la tutela de los derechos personales contenidos en el ral.
plexo constitucional; b) Cuando ello 110 ocurre, el juicio debe iniciarse, tramitarse y fenecer
b") en instancia apelada extraordinaria, a través del recurso ex- ante los tribuna les loca les; pero, a fin de resol ver la cuestión constitucio-
"
.. . .
402 COMPENDIO DE DERECHO CONS'!l1'UC10NAI. EL CONTllOL Y LA JURISDICOÓ:'-< CONSTITUCTONAL 403

nal federal, es n1enester que: b') esa cuestión obtenga en jurisdicción local quiere co1no base un proceso o una causa judiciales ·e n los que, al tenerse que dictar
una-decisión del su¡Jerior tribunal de la provincia, y b") producida su ,. rSQnlencia, se hace necesario efectuar aquel control y, .eventualmente, dechu·ar la
jntervención, quede abierta la posibilidad úllh!Ul de acceso posterior a la inconslilucionalidad de una nor1na o de un acto relacionados con la materia de la
causa.
juri.sdicciónfederal (que se da mediante el recurso extraordinario ante la
Corte Suprema).
De acá en adelante surgen los interrogantes y las discrepai1cias: ¿es
c) Cuando en juicios que tran1itan ante tribunales locales existe una
1nenester qu.e .en esa causa exista "petición" (fe ¡Ja He impetrando el con-
cuestión constitucional¡Jrovincial que no excede el marco del derecho lo-
trol mediante tacha de inconstitucionalidad?; o, aJ contrario, ¿aunque falte
cal,
,
el control constitucional se recluye en el án1bito de los tribunales lo-
esta petición, el juez puede declarar la inconstitucionalidad?; o, todavía
cales.
~,. n1ás, ¿aun sin petición debe declararla?
d) Cuando en el supueslo del anterior inc. c) la cuestión constitucional
¡Jrovincial es a Ja vez. y de alguna n1anera, cuestión'co11stitucional.federal, E11 general, la jurisprudencia de la Corte Supren1a ex-ige que medie
la causa respectiva se son1ete a las mismas pautas que hen1os reseñado en :: solicitud de inconstitucionalidad. lo cual significa que: a) la cuestión de
el inc. b). ' inconstitucionalidad debe aFticularse en el petilorio..b) la cuestión de cons~
e) Las cuestiones constitucionales exclusivarnente ¡Jrovinciales que- , titucionalidad debe formar parte cxprcsan1ente de la n1ateria sornetida a la
dan reguladas s0Jan1ente por el derecho provincial. jurisdicción del juez de la causa.
f) En las cuestio11es constitucionales ¡Jrovinciales que, a la vez, son Se interpreta que si la parte no alega la inconslitucionalidad, ésta no integra la
cuestiones constitucionales federales (supuesto del inc. d), los tribunales causa judiciable y, por ende, el juez no la puede incluir en la sentencia sin incurrir
locales no pueden negarse a resolver la cuestión federal; f') si el derecho en decisión "cxtrapetila".
local se los impide. la t1or1na local es inconsiitucionat; f') debe quedar
abierto el posible acceso ulterior a la jurisdicción.federal, m1a vez que ha , 11. - ·{,a prinlera conclusión (heterodoxa, por cierto) que a nuestro
recaído la necesaria decisión del superior tribunal de la jurisdicción l.ocal. criterio deriva de este principio jurisprudencia! es que el control de consti-
, tucionalidad por los jueces pende de la voluntad de las ¡Jartes en el proce-
8. - A parlír de 1986 en el caso "Strada" el derecho judicial de. la Corte ha
" so, o dicho en otros términos, que el juez no lo ejerce '.'de oficio"; la segun-
establecido que para acceder
. .
desde las jurisdicciones provinciales a la jurisclicci6n
federal en instancia ext1:aordinaria ante la Corte Suprema en las causas que contie- ; da conclusión: que no pedir la declaración de inconstitucionalidad implica
'
nen una cuestión constitucional federal, es inexorable que, previa1nente, se agoten una renuncia de parte; la tercera conclusión: que si el juez no puede cono-
las instan.cU:is provinciales ante el superior tribunal de justicia local, con indepen- cer "de
. .
oficio" Ja inconstitucionalidad en una causa, y si las partes pueden
$ renunciar a pedir la declaración judicial, la suprernacía de la constitución
•' ' )

dcucia de que la organí?-ación y legislación provinciales tengan o no previsto en la


causa respectiva un medio procesal para provocar la intervención y la competencia no es de orlien ¡Júblico. Todo esto es e9uivocadQ. ,,
de dicho superior tribunal.
e··
. 12. - En el viejo caso "Los Lagos e/Gobierno Nacional" (d~l año 1941 ), la
9. - Las normas legales que en alguna clase de procesos judiciales :. Corte alegó que el control constitueioruil sin pedi¿f'b il.e'piírte vendría a significar
inhiben el control d~ constitucionalidad, son i11constitucionale-s. Ello por- ,, que los jueces pueden controlar por prepiaibic1M·i va (de oficio) los«1ctos legislati-
que todo trtbun(ll judicial, en cualquier tipo de proceso, puede y debe : vos o los decretos de la adnliuistraeiqn·,;lo que a su criterio ro111pe el equilibrio de
resolver una' cues~i6n
. constitucional vinculada con la causa. poderes por la absorción-del po(lerjudicial en desmedro de los otros dos.
J
, '
13. -En el año.4001, el fallo de la Corte en el caso "Mi Ude Pereyra
' ' 1 1

El control de constitucionalidad sin petición de parte "'· e/Provincia de Comentes" pudo ser interpretado como un alivio ala nece-
sidad de petitorio de parle para habilitar el control de constitucionalidad.
10. -Es sabido que el control de constitucionalidad en nuestro régimen re- En efecto, de los nueve jueces de la Corte cuatro avalaron el control de
--- - - ~ -~- -- -

. .
404 COMPENDIO DE DERECHO CON'ST1TlK.1 0NAL f::_:L COt\'TROL Y LA JURISDICCIÓN CONSTffUClONAL 405

oticio, y dos lo hicieron in1plícitarnente, con lo que, a partir de allí, cabría nalida<i de las actividades que, por configurar cuestiones políticas, que-
decir -con10 núnin10-que la 11egatoria del control de oíicio 11a suavizado dan exentas de control judicial.
su rigidez. d) Si el estado no es justiciable cuando algunas de sus actividades se
escudan tras la pantalla de las cuestiones políticas. la "responsabilidad"
14. - Para propugnar el control "de oficio" recorde1nos que el con- estatal se es/unza, pese ala eventual infracción constitucional en que incu-
trol de constitucionalidad hace parte esencial e ineludible de la función rra.
judicial de interpretación y aplicación del derecho vigente para cada proce-
e) Se obstruye un área del sisten1a garantista ¡;ara la de,fensa de la
so y, por eso, debe efectuarse ¡.Jor el juez aunque no se lo pida la parte,
constitución y de su suprenJ.acía.
porque configura un aspecto del "iura novit curia'', que significa: "el juez
suple el derecho que las partes no le invocan o que le irrvocai1 rnal".
El juez depende de las partes en lo que "tiene" que fallar. pero no en Posibles an1pliaciones
."cón10" debe.fallar. El control aludido importa una cuestión de derecho,
yen ella el juez·no está vinculado por el derecho que las partes le invocan. 17. - Es bueno sugerir una seiie de a1npliaciones de distinto tipo en el con-
En consecuencia, configurada la causa judicial, la declaración de inconsti- trol de constitucionalidad. Así:
tucionalidad es procedente sin petición e.xpresa. cuando en el derecho a) dar holgura y añadiduras a las actuales acciones de inco11stitucio11alidad (o
aplicable el juez descubre la inconstitucíonalidad. vías directas, con10 a1nparo, habeas corpus, acción declarativa, etc.); b) prever para
ciertos casos la acción popular, c) no apelar a la no judiciabilidad dedeternúnadas
cuestione!> calificadas como "políticas" para exinúrlas de control; d) no usar abusi-
Las cuestio11es "políticas" va1nente Ja categoría de facultades '·privativas" con igual finalidad; e) prever n1e-
diante ley el (fecto erga-01nnes o derogatorio gue, respecto de nonuas declaradas
inconstitucionales, pueden producir las sentencias de la Corte Supre1na.
15. - Es sabido que en nuestro derecho constitucional del poder se
denon1inan cuestiones políticas aquéllas que uo so11 judiciables. Este es un horizonte propicio para pensar elasticidades que supone1nos valio·
sas en 1nate1ia de control.
El aspecto fundamental de las cuestiones políticas radica, entonces,
en que la exención de co11trol judicial involucra exención de control de 18. -1V1edianle reforma constitucional, sigue pendiente la opción para crear
constitucionalidad. un Tribunal o Corte Constitucional, al estilo del derecho comparado que registra ese
sisten1a con 1nodalidades diversas.
16. - La retracción del control judicial en las cuestiones políticas
importa, para nosotros, una construcción defectuosa que tiene vigencia
por obra del derecho judicial derivado de la Corte. En tomo del punto,
afinnan1os que:
a) El no juzgamiento de las cuestiones políticas viola el derecho a la
jurisdicción de la·parte afectada, en cuanto le impide obtener una senten-
cia que resuelva la cuestión política propuesta o con1prometida en la cau-
sa; la sentencia ·que se dicta no lo hace, porque se limita a decir que sobre
aquella cuestión el juez no puede pronunciarse.
b) El no juzgamiento de las cuestiones políticas implica también de-
clinar el ejercicio ple110 de la .función estatal de adniinistrar justicia.
c) Con ello se i1npide asin1isn10 renzediar la eventual inconstitucio-
CAPffilLO XLVIII

LA JlJRISDICCJON Y LA COMPETENCIA DE LOS


TRIBUNALES FEDERALES

El "p<xler judicial de la nación"

l. - La jurisdicción .federal es definida por Hugo Alsina con10 la


facultad conferida al poder judicial de la nación (dígase del estado federal)
para administrar justicia en los casos, sobre las personas y en los lugare$
especiahnente determinados por la constitución.

Esta jurisdicción Uudicíal) federal es ejercida por órganos que se llaman tribu-
nales de justicia (o judiciah.:s), cuyo conjunto integra el poder judicial federal (o "de
la nación").
.
Además de la Corte Suprcn1a co1no "cabeza" del poder judicial, hay por crea-
ción de la ley tribunales federales de prin1era instancia Uuzgados) y de segunda
instancia (cáinaras de apelaciones).

2. - A diterencia de los otros dos órganos del gobien10 federal -po-


der ejecutivo y congreso-que están radicados en la capital federal, el po-
der judicial federal no circunscribe el asiento (o la sede) de la totalidad de
sus tribunales a Ja capital federal. Ade1nás de tribunales federales en la
ciudad de Buenos Aires los hay en territorio de provincias. para ejercer
jurisdicción en los casos que. por ratón de 1nateria, personas o lugar, son
de su con1petcncia federal.

La jurisdicción "federal" y La jurisdiccién "provincial"

3. - Genérican1ente, puede hablarse de "jurisdicción" o fuero Jede-


408 COMPENDIO DE DERECHO CONSTTTIJCIO~AI, LA JURISDlCCION Y LA COMPETE.'ICIA DE LOS TRIDUNALES FEDERALES 409

raf en oposición a "jurisdicción" ¡>rovincial, para distinguir el poder judi- en que las "partes" a cuyo favor está discernida la jurisdicción federal pueden pro-
cial federal del poder judicial provincial. Ha sido la dicotomía tradicional rrogarla a favor de tribunales no federales.
en nuestra estructura judiciaria
Si en vez de hablar de ·'poder judicial federal" y "poder judicial ¡Jro- e) Es iuiprorrogable si surge por razón de materia o de lugar. c') Al
vi11cial" apelan1os a '·poder judicial federal" y "poder judicial local'·. hay contrario, es prorrogabfe cuando sólo surge por razón de las personas,
que hacer en el últinlO un desdoblanliento en: a) poder judicial provincial. salvo los casos de competencia originaria y exclusiva de la Corte, que se
y b) poder judicial de la ciudad autónoma de Buenos Aires. reputan absolutamente improrrogables.
El esquen1a graficado sería éste:
5. - Dice el arl. 116 que a la Conc y a los tribunales inferiores les
Federtll corresponde el conoci1niento y la decisión de "todas las causas" que ver-
sen sobre puntos regidos por la constitución, por leyes de la nación (con
a) Provincial (tantas
la reserva del art. 75, inc. 12) y por los tratados con las naciones extranje-
Adnúnistración como provincias hay) ras.
de Justicia Local De aquí en inás, siguiendo la enun1eración de las "dernás" causas y
b)De la ciuclad autó- asuntos, el artículo ya no vuelve a en1plcar la palabra "todas•·, sino que se
nonia lie Buenos Aires cirt'Unscribe a agregar: "de las causas... ; de los asuntos ... ", etc. El uso y el
(única) no uso de la expresión "todas" tiene doble alcance:
a) en prin1er tém1ino, "todas las causas" quiere decir que entre las allí
incluidas 110 se exceptúa ninguna;
Los caracteres tfe la jurisdicción federal b) en segundo ténnino, "todas las causas" quiere decir que dichas
causas deben necesariamente atribuirse a los tribunales federales (al me-
4. - l,a jurisdicción federal está atribuida a los órganos del poder nos en su instancia final), mientras las "den1ás" causas que el art. 116
judicial del estado federal por los arts. 116 y 117 de la constitución. y individualiza sin precederlas del adjetivo todas (salvo las de competencia
regulada en diversas leyes. originaria y exclusiva de la Corte que deslinda el 117), puede11 ser exclui-
La justicia federal divide su competencia por razón de materia, de das de la jurisdicción federal por ley del congreso. en caso de no exístir el
personas (o "pan es"), y de lugar. propósito que iJ1forn1a a dicha jurisdicción.
Ofrece como características principales las siguientes:
6. - Sola111enfe la jurisdicción orittinaria y excl1csiva de la Corte i111pide
a) Es lin1itada y de excepción, lo que quiere decir que sólo se ejerce
total y absolutaozente que la ley In a111p/f(• 11 la dis111i1111ya.
en los casos que la constitución y las ll'.yl'.:-. 1-...:gfa1nentarias sefialan.
Quiere decir que la ley puede: a) "i11.:luir" en la jurisdicción federal otras
b) Es privativa y excluyente, lo que significa que, en principio, no causas no enun1cradal' en el arl. 116; b) "oxcluir" algunas de las enun1eradas. En
pueden los !Iibunales provinciales conocer de las causas que pertcnc<;en a ambos casos, la ley ha de contar con motivos de razonabilidad suficiente. En cam-
la jurisdicción federal. bio, la ley no puede: e) "excluir" ninguna de las tres causas precedidas en el art. 116
de la palabra "todas" (que son las que versan sobre puntos regidos por la constitu-
En términos generales, cabe afim1ar que: b') la jurisdicción federal admite que ción, las leyes federales, y los tratados).
la ley del congreso regule los casos de su competencia, sin que se oponga a ello ta
generalidad de los térnúnos del art. 116, atento que el art. 75 inc. 20 presupone que 7. - El art. 116 utiliza los vocablos causa y asunto, que en el lenguaje cons-
la organización de los tribunales federales por ley del congreso incluye la de atri- titucional y procesal han sido asimilados ta1nbién a caso, proceso, juicio, pleito,
buirles jurisdicción y co1npetencin; b") además de esta regulación legal, hay casos cuestión, etc.
. 411
LA JURISDICCIÓN Y LA COMPETEKCIA DE LOS TRIBL"NALES FEDERALES
410 (~o~WEXDIO DE DERECHO CO:--'S1Tl1JCIO~AI.

I~a jurisdicción federal "apelada" y su relación con la instancia b) respecto de decisiones de los tribunales 111ilitares;
única o múltiple e) respecto de las decisiones que en procesos tran1itados ante tribuna-
les provinciales deben dic1ar los superiores tribunales de provincia para
8. - Nuestra constitución alude a la Cone Su¡Jren1a y a los de111ás abrir la jurisdicción apelada de la Corte cuando las causas contienen una
tribunales inferiores cuya creación es competencia del congreso, pero no cuestión constitucional federal.
divide ni n1ultiplica instancias. La ú11ica adjudicació11 directa de con1pe-
te11cia que e.fecttía es fa originaria y exclusiva de la Corte en el art. J17.
De ello inferimos que: Las causas regidas por el derecho federal

a) la coordinación de los arts. 116 y 117 de la constitución conduce a 10. -En este rubro se agrupan tres clases de causas que en el art. 116
advenir que ella esboza lineah11ente dos clases de causa~: a') las que desde vienen precedidas por la palabra "todas", y que son federales por razón de
el art. 116 ¡Jueden llegar a la jurisclicci6n OJJe/ada de la Corte "según las la ''111ateria ": las que versan sobre puntos regidos por a) la co11stituci6n
reglas y excepciones que prescriba el congreso" (a tenor de la fórn1ula qut: .feGleral; b) las leyes federales; e) los tratados i11ternacio11afes.
usa el art. J 17): a") las de jurisdicción originaria y exclusiva de la Corte,
taxativarnente señaladas en el arl. 117: En la trilogía a ludida no se ago tan las causas federales por razón de "nzate-
b) ton1ado en cuenta tal diseño. las causas de jurisdicción federal ¡Jue- ria '':el propio art. 116 trae cxpresa1ucntc a continuación las de ahn.irantazgo y ju-
risdicción maiítilna, que ta1nbién ¡;on federales por su 111alcria. Las leyes del con-
de11 ser reguladas por ley con instancia única o con instancia 111.úfti¡,fe.
greso han podido asignar a»i1nis1110 a la jurisdicción federal otras causas por razón
pero de su "materia", con10 por ej.: las regidas por el derecho aeronáutico, por el derecho
e) si el art. 117 prevé la jurisdicción apelada de la Corte "según las aduanero, etc.; pero, en rigor, los ·'añadidos" que por razón de materia introduce e l
reglas y excepciones que prescriba el congreso", es indudable que en1rc las congreso responden a la naturaleza federal de las respectivas leyes. y se subsun1cn
causas co1nprendidas en el art. 116, '"algunas" /Ja11 de disponer ¡Jor ley en los casos regidos por '·leyes federales".
de un recurso que les proporcione acceso a la jurisdicción apelada de la
Con e, lo que nos demuestra que 11. - Las causas que versan sobre puntos regidos por las leyes del congreso
obligan a repasar las categorías de leyes que el congreso sanciona: a) leyes federales
d) el congreso 110 tiene facultad para suprirnir totalnte11te la juris- o especiales; b) leyes nacionales ordinarias o de derecho común; e) leyes locales.
dicción a¡Je/ada de la Cone porque, conforme al an. 117 de la constitu- La parte del ar1. 116 que estamos exanlinando excl11ye expresa111ente de lnj11risdic-
ción, debe existir (no en todos los casos, pero síen algunos). ción federal a las causas que versan sobre puntos regidos por el derecho conuín
(inc. b), y que quedan rc;:sguardadas con la reserva del a11. 75 inc. 12, q ue confiere a
Además: los tribunales provincíales la aplicación del derecho común (básican1entc constitui-
e) Desde el bloque de constitucionalidad federal , tratados i11ter11a- do por tos códigos de fondo -civil, penal, co1nercial, de minería, de trabajo y segu-
cionales de derechos flunianos cou jerarquía constitucional obligan a la ridad social-).
doble instancia en e.! ¡;roceso 11enal, y ello tanto cuando los procesos 1ra-
n1itan ru1te tribunales federales con10 locales. 12. - Vale reiterar asimismo que si en una causa regida por el dere-
cho coniún se inserta una cuesiióllfederal, la jurisdicción federal apelada
'
9. - Tambi6n es indispensable que exista una vía recursiva de ac- debe quedar disponible para resólverla.
ceso a la jurisdicción /etler(ll en los siguientes casos:
13. - Son federales todas las causas que versan sobre puntos regi-
a) respecto de decisiones emanadas de tribunales ad111i11istrtuivos ,v
dos por tratados con los otros estados y, genéricamente, por el derecho
organisnios ad111ü1istrativos.federales que ejercen función jurisdiccional
inter11acior1af. De ahí que este tipo de causas involucra también las regu-
(incluso pará sa1isfacer la competencia de los tribunales federales en las
ladas por dérecho internacional consuetudinario (o derecho de gentes).
causas en que "la naci6n" es parte);
412 COMPE..,UIO DE DERECHO CONSTITI; CJONAL LA JURISDICCIÜN Y LA COMPET!iNCIA OC LOS TRJBlJNALES FEDERALF.'> 413

Los tratados intcn1acionales. cualquiera sea la materia que regulan. refiere al estado .federal. en una evidente confusión <le conceptos, ya que uno es
siempre tienen naturale7.a y carácter de derecho federal, trunbién cuando sociológico, y el otro político. Por ende, donde el <Utículo suscitajwisdicción fede-
abarcan materias que en nuestro derecl10 interno son propias del '·derecho ral cuando ··1a nación" es parte, debemos leer: cuando "el estado federal" es parte.
con1ún" (civil, penal. comercial, etc.).
19. - La jurisdicción federal en causas en que el estado es parte se
14. - La co1npetencia de Jos tribunales federales por raz.ón de 111ateria (fede- discien1e ;'ratione personae" (por razón de parte) y, por lo tanto, no intere-
ral) sólo es i11icial111e11te federal y sólo obliga a radicar el proceso ante un tribunal sa la "n1ateria" de la causa (o el derecho que la rige).
federal cuando la causa quc<la "directa1ncnte" e "iamcdiatan1cnte" regida por el
derecho federal: cuando no queda "directan1ente" ni "ínmediata1nente" "'°'c•ida por Tan1poco interesa cuál sea la otra parte que interviene en el juic.:io.
. o
el derecho lcdcral, pero guarda relacil"•n con él, la causa no es inicialniencc de con1-
petencia de los trihunales federales por su 1nateria, y debe tramitar (si así correspon- La jurisdicci6n federal procede tanto cuando el estado federal es parte actora
de) ante un tribunal provincial: pero c:;to obliga a que en este caso haya una instan- cotno cuando es parte de111a11dada. Actenuís, por "nación" no se entiende solamente
cia apelada en jurisdicción federal. el estado federal, sino tan1bién algunas entidades autárquicas y enipresas del esta-
do que, autorizadas por las disposiciones que las rigen para actuar directamente en
15. - Las causas que por razón de "1nateria'' (no federal) s(' sustral'n a la juicio, pueden cornpromecer la eventual rci;ponsabili<lad del estado.
jurisdirción federal, pueden llegar a J'ertenecer a dicha jurisdicción por ra¡.6n de
"personas'' (o panes) o por razón de "lugar", pese a que su 111ateria sea de dere- 20. - En nuestro derecho constitucional del poder, nunca pudo ser
cho co1111í11, o de derecho p1vvi11cial.
dudoso que el estado.federal es justiciable, porque el art. 116 de la cons-
titución incluye entre las "causas judiciales" que son de co1npetencia del
poder judicial federal. aquellas en que la '·1uición" (léase "el estado") es
Las l'ausas del almirantazgo y jurisdicción marítima
pa11e. Afin11ar que el estado "es parte" en una causa judicial significa pre-
1ó. - Por razón de la "materia'', son de competencia de los tribuna- suponer que es justiciable.
les federales las causas de alrnirantazgo y jurisdicción n1arítima.
21. - Sin entrar al detalle de las leyes que regulan las de1nai1das contra el
La voz "aln1irantazgo" proviene del derecho inglés, y se refiere a los estado, creen10s que no es inconstitucional prever en ellas que antes de promover
hechos que acontecen en el n1ar, más allá de las líneas de alta y baja n1arca. juicio contra el estado haya que efectuar en <leternunados casos una recla111ación
Genéricamente, la Corte Suprema ha conceptuado que la n1ateria está ad111inistrativa previa.
dada por "la navegación y el con1ercio marítimos". Las pro1·incias que den1andan al estado federal no quedan sometidas, sin em-
bargo, a observar el requisito de la reclamación administrativa previa ante él (ver
17. - [)entro de las causas de alnlirantazgo y jurisdicción maríti1na doctrina del fallo de la Corte en el caso "Provincia de Salta e/Estado Nacional", del
se incluyen no sólo las relativas a actividad marítima, sino tan1bién a la 25 de julio de 1985).
aeronáutica, confom1e al código aeronáutico.
22. - Entendernos -co1no principio- que ninguna e1nergencia presta susten-
to constitucional suficiente a 11or111as que, aun por plazos cortos, impidan iniciar
Las causas en que la ''nación" es parte o tra1nitar juicios contra el estado, así tengan éstos como objeto el cobro de sun1as
de dinero.
18. - El art. 116 !:¡eflala con10 competencia de la justicia federal los
asuntos en que la "nación" sea parte. 23. - El art 7° de la ley 3952 consagra el privilegio de la inejecución
f onosa de la sentencia condenatoria dictada en juicio contra el estado. Tal
La constitución sigue utilizando ~JTÓneamente el término nación cuando se disposición es, a nuestro criterio, inconstitucional porque hiere por lo me-
'

414 COMPENDIO DE DERECHO C:Ol\STITUCIONAL LA JVRISDJCC!c)N Y LA COMPIITENCIA DE LOS TRIDl."NALES FEDERALES 415

nos varios derechos que la constitución consagra: a) afecta al derecho de parte; es decir. basta que el estado sea parte. En cainbio. en las causas que
pro¡;iedad de la parte que obtiene senlencia a su favor, porque ¿qué senti- ahora hemos de enunciar se emplea otra ternlinología. porque se J1abla de
do efectivo tiene su crédi10. si su satisfacción queda librada al arbitrio y la causas "que se susciten entre... " o ··contra" tales y cuales partes; es decir.
discreción del estado deudor sin posibilidad de coerción?: b) burla el dere- aquí viene indicado cuál es-o debe ser-la pane actora y la parte dentan-
cho a la jurisdicción en su etapa final de obtención razonablen1ente rápi- dada. La tern1inología aludida sólo reviste - por ende- el alcance de seña-
da de una sentencia eficaz y útil. porque ¿qué utilidad y eficacia tiene una lar la bilateralidad de partes que han de intervenir en un proceso para que
sentencia que "declara" un derecho y que no se puede ejecutar?; e) ofende quede comprendido en el art. 116.
a la igualdad ante la ley y al/te la jurisdicción, porque el estado tiene un
privilegio irritante del que carecen los particulares y todos los demás justi- 28. - La letra del art. 116 apunta a causas que se suscitan:
ciables (sean personas físicas o jurídicas). a) entre tios o 111ás provincias;
'
b) entré una provincia y los vecinos de otra;
24. - S0Ja1nente razones inequívocas y fundadas de real e111ergencia pern1i-
ten, por excepción, consitlerar constit11cionales a las h.ryes que, te111pora/n1ente /i- c) entre.vecinos de d~ferentes provincias;
111irada.~
a plazos breves, dilatan o suspenden el c1unpli111iento por parre del estC1do d) entres una ¡1rovi11cia o sus vecinos. y un estado o ciudad<uzo ex-
de las sentencias de condena dic1adas en su contra. trnnjero.
25. - Corno principio general del derecho judicial vigente, citan10s el que
29. - Desglosando la setie de causas por razón de partes que aquí
surge de la jurisprtrdencia de la Corte en el caso "Chiodelti. RenK1 J. y otros e/
Gobierno Nacional" -<.!el ailo 1967-: el carácter declarativo de las sentencia~ contra analizan1os obtenemos las siguientes:
el egtado no significa, en n1odo alguno. una suerte de autorización al estado para a) '·1;rovi11cla" (una o 111ás) con ''provincia" (una o más);
que no las cumpla, porque ello importaría tanto como colocarlo fuera del ortlen b) "provincia" con ''vecinos de oira provincia",·
jurídico. cuando es precisa1nente quien debe velar por su respeto; por ello, el art. 7º
de la ley 3952 no descarta una pertinente intervención judicial tendiente al adc.:cua- e) ··provincia" con "es1ado extranjero";
do acatan1iento del fallo cuando se dilata irrazonablemente su cumplinuento. d) ''1>rovincia" con •·ciudadano ex1ra11jero";
e) "vecinos de u11a provincia" con "vecinos de otra provincia";
26. - El art. 116 -entre las causas que incluye dentro de la jurisdicción fede-
ral de nuestros tribunales- prevé algunas en que es "parte" un estado extranjero; t) "vecinos de una provincia" co11 ··es1ado e:t1ranjero";
o sea, adnlite con10 posible que un estado extranjero litigue ante tribunales argenti- g) '·vecinos de una provincia" con ''ciudadano extranjero".
nos. De aquí inferimos que si los estados extranjeros son justiciables por nuestra
constitución en jurisdicción argentina, la elernental regla de igualdad, reciprocidad 30. - Si prclendiéran1os alargar las causas por razón de partes, in-
y coherencia conduce a afirmar que, a la inversa, la constitución pennite i111plícita-
1nente que nuestro estado sea justiciable ante tribunales extranjeros.
cluyendo aquéllas en que es parte el estado federal, cabría añadir a los
incisos a) a g) las causas entre!
h) el "estado" y los ''vecittos de ufta provincia";
Las otras causas por razón de partes i) el ''estado" y un "cíudadarto extranjero";
'. j) el "estado" y un "estado extranjero";
27. - Analizadas las causas en que el estado es parte resta otro cú-
k) el ''estado" y una "provincia".
n1ulo en que tan1bién dicha jurisdicción está dada por el art. 116 en virtud
de (o en razón de) las personas o ¡;artes. Si se lo lee atentamente, se ad-
vierte una diferencia con el enunciado de las causas (o los asuntos) en que 31. - Las posibles cuatro causas de jurisdicción federal por razón
"la nación'' (el estado) es parte. sin indicarse cuál es -o debe ser- Ja otra
de "personas'' en que aparece una provincia con10 parce a tenor del art.
116,son:
.......................................... --------------~~~~~


LA füRISDICCIÓ~ Y LA CO~C1A DE LOS TRIO~ALE!i FEDERALES 417
416 COMPENDIO Dt DERECHO COXSTITl'CIONAL

nales propios (iJnponiendo, por ej., la reclamación adnlinistrat1va previa en sede


a) una "provincia" con otra u otras; local para poder ser demandadas judicialn1ent.c). Igualniente el procedimiento.
b) una "provincia" y vecinos de otra;
c) una "provincia" y un estado extranjero;
La "vecindad" a los efectos del att. 1z6·
d) una "provincia" y un ciudaclano e.xtra11jero.
Estos cuatro tipos de causas son, además, de competencia originaria 34. -El art. 116 cslablece la jurisdicción federal pata las causas que
y exclusiva de la Con e en virtud del art. 117. se suscitan:
a) entre ... vecinos" de diferentes provincias;
32. - Queda claro, entonces. que hay dos causas en que. pese a ser b) entre "veci11os" de u11a provi11cia y un estado extra11jero;
parte una provincia, es i111procede11te su agregación a las únicas cuatro
e) entre .. vecinos" de una ¡1rovincia y u11 ciudadano e,\.tra1ijero,·
antes citada.o:;. Esas dos son:
d) entre una provincia y "Vecinos de otra".
a) Entre "una provincia y el estacio.federal" (la "nación"), que son de
jurisdicción federal porque es parte el estado (y no porque lo sea una pro-
vincia) (y a nuestro criterio, no son de competencia originaria de la Corte); Las causas e11 que es ¡Jarte un ciudada110 extranjero
b) Entre "una provincia y sus vecinos" (que no son de jurisdicción
federal por razón de personas, aunque puedan serlo por razón de mate- 35. -Son también de jurisdicción 1cderal las causas en que son parte
ria) (y en caso de serlo por razón de rnateria. tatnpoco son de competencia una provincia o sus vecinos con u11 ciudadano extranjero.
originaria de la Corte). Se reputa tal no sl5lo al habitante extranjero. sino también a quien, sin
ser habitante ni tener domicilio en territorio argentino. litiga ante sus tribu-
nales.
La justiciabilidad de las provincias T~a extranjería debe probarse.
De la \1ltin1a parte del art. 116 surge que las causas posibles en que es
33. - Las provincias son ¡1erso11as jurídicas ''estatales", o sea, son
parte un ciudadano extranjero se suscitan entre: a) una provincia y un ciu-
"estados" con personalidad ele derecho público. dadano extranjero: b) vecinos de una provi11cia y un ciudadano extra11-
La justiciabilidad de las provincias merece un desdoblanúento, con- jero (cualquiera sea la vecindad de éste). Podemos añadir: c) el estado
forn1e al cual una provincia puede -según los casos- estar en juicio ante: (federal) y un ciudadano extra1tjero (caso en el que la jurisdicción federal
a) tribunales federales Uurisdicción federal); b) tribunales provinciales surge por ser parte el estado).
Uurisdicción provi11cial o local). Además queda pendiente: d) un estado extranjero y un ciudadano ex-
tranjero. que no está expresamente incluida en el art. 116.
Cuando la provincia es justiciable en jurisdicción federal, la jurisdicción fe-
deral surge de la constituci611 federal; por eso, las normas de derecho provincial
(conslitución provincial, leyes provinciales, etc.) no pueden regularla. De ahí que el
Las causas en que es parte un estado extranjero
dl!recho judicial emanado de In Corte Suprema considere inconstitucional a toda
nonna del derec[io pro11i11cial que regla111e1tta o condiciona la justiciabilidad de
las provincias ante tribunales federales (por ej., las nonnas locales que exigen 36. - Podemos decir que, actualn1ente, en el derecho argentino se
reclamación administratíva previa en jurisdicción provincial para poder demandar acepta:
a una provincia). a) La judiciabilidad de un estado extranjero ante nuestros tribuna-
Al contrario, las provincias pueden reglar razonablemente su acceso a los tribu- les. a condición de que

f
- ~~---- - - ·-

• •

418 COMPENDIO DE DERECHO CONSTITUCIO:\AL


J .A ruR!SDICCIÓN Y LA COMPETENCIA DE LOS TRlBUNALES FEDERALES 419

b) dicho estado la co11sienca, expresa o tácitamente; pero


<:orno propios de la jurisdicción federal, que fueron suprinúdos en la 1nencionada
c) si no la consiente y el acto por el cual se pretende son1eterlo a juicio enmienda.
no tiene naturaleza de acto del poder público (iure imperii). lajudiciabilidad
Eran los siguientes:
procede directan1ente.
a) los "recursos de fuerza" (que eran apelaciones contra resoluciones y proce-
dimientos de los tribunales eclesiásticos):
En el caso "Manauta", de 1994, Ja Corte distinguió:
b) los '"conflictos entre los <lil'erentes poderes públicos de una misma provin-
a) para hacer justiciable a un estado extranjero por "actos de i111perio" hace
cía"·•
falta que ese estado consienta la jurisdh:ción de Jos tribunales argentinos; b) si se
c) las causas que se suscitaren "entre una provincia y sus propios vecinos".
trata <le actos que no son di! imperio ("iure gestionis") ese consentimiento no hace
falta.

J.-ajurisdicción y la competencia de la Corte Suprema


37. - El arl. 116 prevé expresamente la jurisdicción felleral cuando
es parte u11 estado extranjero para los casos que se susciten: . 41. - La jurisdicción federal estipulada en el arl. 116 .determina
a) entre una 1;rovi11cia y un estado extranjero; globalmente las causas y los asuntos que, en términos generales, son de
b) vecinos de una provincia y un. estado extranjero, sin que importe Jurisdicción de los tribunales federales, sin dividir inslaJlcias ni con1peten-
cuál de an1bos es parte actora o parte demandada. cia.s.
La constitución sólo es¡Jeciflca luego -en el art. 117- los casos en
Itnpl ícita1nente. con10 Jos asuntos en que nuestro estado (la "nación")
que esa competencia es originaria y v.:cfusiva de la Corte Suprcn1a de
es parte, tan1bit!n provocan Ja jurisdicción federal, poden1os incluir como
Justicia. Y el propio art. 117 aclara que, salvo "estos casos", en todos los
inciso e): los asuntos en que es parte el estado argentino con u11 estado demás el congreso puede establecer las "reglas y excepciones" que regirán
extranjero.
lajurisdicción "apelada" de la Corte.
38. - Los organis1nos o entes internacionales con personalidad inte1nacional De ello surge que se prevén dos clases de instancias para la Corte: a)
deben asimilarse a los estados extranjeros a efectos de suscitar la jurisdicción fede- originaria y exclusiva, en la que conoce como tribunal de instancia úni-
ral cuando litigan en nuestro estado. ca; b) apelada, en la que conoce causas que le llegan de un tribunal infe-
rior, donde han sido juzgadas (a veces en n1ás de una instancia, e inclusive
por tribunales provinciales, o por tribunales ajenos al poder judicial, como
Las causas crim inales ros militares y los adn1inistrativos).
En instancia de a¡;elació11, la Corte ejerce actualmente su competen·
39. - Nos resta decir algo sobre la con1petencia de la justicia federal en cau- cia de acuerdo con una subdivisión: a) por vía ordinaria y b) por vía ex-
sas penales. Ella puede surgir: a) en razón de 1nateria (federal) por la naturaleza traordinaria. Esta últi1na es la que encarrila el recurso e:araJJrdinario.
(federal) del l1echo c1iminoso; b) en razón del lugar donde se ha cometido; e) en
razó n de 1nateric1 y de persona, por la naturaleza del hecho y la calidad del autor. 42. -El art. 117 en su prin1era parte dice que en los casos agrupados
en el art. 116 la Corte Supre1na ejercerá su jurisdicción por apelación
segúti las reglas y excepciones que prescriba el corigreso; pero... " (y
Las causas suprimidas en 1860 aquí aparece la jurisdicción originaria y exclusiva).
40. - En el texto originario de 1853, el artículo que después de Ja reforn1a de De esta fórmula inferimos:
1860 llevó nú1nero 100 (y entonces era el 97) contenía algunos asuntos y causas a) Que las causas en que resulta co1npete11te la Corte en jurisdicción
apelada dependen de lo que establezca la ley que dicta el congreso regla-
- -··-- --~- - - ---

• •

420 CoMPC.'<DlO DI.: DERECHO CO:-<STITUCIONAL l.A JURISDICCIÓN Y LA COMPETENCIA DE l(lS TRIDl."NALES FEDERALES 421

1nentando esa jurisdicción, de torn1a que: a') no es imposición constitucio- la Corte no puede abreviar los procesos con salteamiento de esas instai1-
nal que "todas" las causas del art. 116 puedan acceder en apelación a la cias:
Corte; pero a") estando previsto en la constitución que debe existir la e) si existiendo diversidad de instancias la propia Corte afirn1a que no
jurisdicción a¡Jelada de la Corte. "algunas" de esas causas han de poder
l llegar a tal jurisdicción, a criterio de la ley del congreso.
puede privarse al justiciable del derecho a usarlas y recorrerlas, parece
imposible que ella misma, al saltearlas, impida que aquél ejerza ese dere-
cho:
d) en la hipótesis de que sean todos los justiciables intervinientes en
Los pot!eres ... inz¡J/ícilos" de lo Corte Suprenza
un proceso los que resuelvan saltear instancias para arribar '~per saltun1'' a
43. - El derecho judicial en1anado de la j urisprudencia de la Corte sostieoe
la extraordinaria de la Corte, hay que decir que el derecho que úenen de
que el tribunal tiene, conlO órgano suprc1no del poder judicial y cabeza de uno de provocarlas y ul.ilizarlas no incluye el de privar a los tribunales de instan-
Jos poderes del estado, poderes ii11plfcitos que le son connaturales e iITenunciablcs cias inferiores a la Corte del ejercicio de su competencia de orden público,
para salvag uardar la eficacia de la ad1ninistración de justicia. que no se halla a disposición del acuerdo de partes para su salteamiento, ni
La intcrprelación, el uso y la aplicación de estos poderes i111plícitos depende para abreviar el carril de acceso final a la Corte.
de la prudencia razonable del propio tribunal en cada <;aso. En su1na, solamente la ley que establece las instancias puede, por pa-
ralelisn10, adntitir las excepciones a su e1nplco. No la Corte ni las partes.

El " per saltum" en la justicia federal

44. - "Per saltum'' (o ·'by pass") significa procesalmente salteruniento


de instancias en un proceso. En otros ténninos, significa alcanzar Ja ins-
tancia última de la Corte Suprc1na sin haber recorrido toda-; las inferiores a
ella que, para cada proceso. están previstas e11 las leyes de procedimiento
aplicables a él.

El leading case del "per saltun1" es el fallo de la Corte Suprl!ma <.!el 6 de


scticn1bre de 1990 en el caso ''Dronú José R., ministro de C>bras y Servicios Públi-
cos de la Nación, s/avocación en autos: Fontela Moisés E. e/ Estado Nacional", que
versaba sobre el trámite de licitación para privatizar la empresa Aerolíneas Argen-
tinas.

.
t

45. - Estan1os rotundamente convencidos de que el "¡1er saltunt" (

sin ley del congreso que lo prevea es inco11stitucional.


Las razones són ~stas:
1

a) una prin1e(~, nu.1y genérica, nos recuerda que la jurisdicción apela-


da ele la Corte funciona según Las reglas y excepciones que establece el
congreso (art. 117);
b) las leyes tienen reglamentadas las instancias procesales de las cau-
sas que pueden llegar en últin10 término a la Corte; sin habilitación legal,
\ \'l

CAPÍl1.íLO XLIX

'• LA JURISDICCION Y LA COMPETENCIA ORIGINARIAS


Y EXCLUSIVAS DE l,A COI~TE SUPREMA

Su encuadre

l. - Después de enunciar en el art.. 116 las causas y los asuntos que


' globaJ1ne11te corresponden a la jurisdicción federal, dice el l 17: "En estos
casos, la Corle Supren1a ejercerá su jurisdicción por a¡;elación según las
reglas y excepciones que prescriba el congreso; pero en todos los asuntos
concenlientes a en1bajadores, ntinistros y có11sules extranjeros. y en los
que alguna 11rovi!lciafuese parte, la ejercerá originaria y exclusivanzen-
te".
2. - Si hiciéramos una especie de redacción aclaratoria del art. 117,
dirían1os que contiene la siguiente fonnulación:
E11 los casos de jurisdicción federal que, de modo genérico, enuncia el
art. 116, la Corte tendrá co1npetencia por apelación según lo que esta-
.
blezca el congreso, aun1entándola o restringiéndola. Pero entre esos mis-
'
n1os casos, hay dos eri que la Corte ejercerá competencia a título origi-
nario y exclusivo: a) asuntos con.cenlientes a embaja11ores, nrinistros y
cónsules extranjeros; b) asu1ubs e11. l'f)S'f;Jzie selJ! patte una provincia.

3. - El art. 117 es CO!'fJ.O,.U,Jia., prolongc-1ción del 116, tanto que por su 1nisma
redacción se aprecia que lo cóhli.núa, en forn1a que casi podrían incluirse ambos en
una sola y misma norma con numeración única. De este modo, los asuntos de com-
petencia originaria y exclusiva'previstós en el are. 111, no son asuntos nuevos, sino
asuntos que la disposición exJrae de entre los que el 116 enco1nendó a la jurisdic-
ción federal de 1nodo genérico.
Cualquiera de las causas enu1}1Cradas , en el 117 debe ser "na causa que enun-
424 COJ\1PENDIO DE DERECHO CONSTTIUCIONAL
.ÍURlSDJCCJÓN ORIGfNARIA DE LA CORTE SUPREMA 425

ció el anterior; y que "pasa" al 117 porque en el 116 ya se le deparó la jurisdicción


federal. t) La Conc mezcla en el art. 117 la "nzateria" de la causa. y a veces
amplía o disn1inuye su competencia originaria y exclusiva "en razón de la
. 4. - Nuestra inlcrpretación personal es ésta~ Que además de origi11a- materia" en casos en que. a nuestro juicio, no debería hacerlo.
r1a, esa competencia es "exclusiva'', importa para nosotros lo siguiente:
a) Que dentro de la jurisdicción.federal, "únican1ente" la Corte co-
.noce de esas causas: Las causas en que es parte una provincia
b) Que, por ser norma inmediatamente operativa de la constitución, el 9. - El art. J17 dice que corresponde a la Corte ejercer su jurisdic-
congreso 110 puede a111pliar ni restringir esa competencia, añadiendo otras ción originaria y exclusivamente en los asuntos (causas) en los que fuese
causas o retaceando las enwneradas en el art. 117; parte una provincia.
. e) Que si esa con1pelencia es intangible para el congreso. es asin1ismo En nuestra interpretación, sólo procede esa con1petencia originaria
u11¡Jrorrogable por las partes; cuando en una causa es parte una provincia con alguna "otra parte" de las
d) Que la propia Corte no IJuede declinar/a, disniinuirla 11i anq;liar- cuatro que menciona el art. 116, de forn1a que no sien1pre que en un juicio
ta· 1
' és parte una provincia" debe abrirse la cornpetencia originaria de la
'
e) ~uc po.r ello, la Corle controla de oficio (o sea. sin petición de Cone, sino única11ie11te cuando. segú11 cuál sea la "otra parte", la causa
parce) la integridad de su competencia originaria y exclusiva. éft que es parte una provincia está asignada a la jurisdicción federal
'Jpor razón de ¡Jersonas" en el art. 116.
. 5. - Resull~ para nosotros in1portantísímo reiterar que la jurisdicción origí-
nana Y exclus1 va Jainás puede depender de la "materia" de la causa, sino únicanicn- 8. - Valga, entonces, repetir cuáles son las cuatro únicas causas del
te de .las "personas" (o parles) a las que concierne la causa, o que como partes art. 116 a que nos venimos refiriendo:
11~terv1~nen e1~ c~.la: por eso es inconstitu~ional 111ezclar en la jurisdicción origina-
a) "provincia" con "provincia";
;,1a la . '~~atena de La causa para <u11pl1ar o para dis111inuir esa jurisdicción. La
1natena no sirve para hacer entrar o salir una causa que es "ratione pcrsonae" y b) "provincia" con "vecinos de otra provincia";
que en el 117 se halla enumerada por extracción del 116. •
c) "provincia" con ''ciudadano e.aranjero";
d) "provincia" con "estado extranjero ".
6. - Veamos si todas nuestras atirmaciones cuentan con el aval de Ja
jurisprudencia de la Corte. Y nada nzás.
a) La Corte admite que dentro de la jurisdicción federal, sólo ella Por eso, para nosotros, no son de co11lpete11cia originaria y exclusi-
ejerce competencia originaria y exclusjvaen los dos tipos de asuntos a que va de la Corte las causas en que litigan: a) provi11cia con sus propios
se refiere el art. 117. vecinos (salvo que el aveci.ndado sea extranjero); b) provincia con el es-
tado federal (la "nación").
b) Tainbién acepta que el congreso no puede anzplillrla ni restringir-
la. 9. - La jurisdicción originaria, y exclusiva de la Corte que prevé el art. 127 de
No acepta que esa1con1petencia excluya necesariamente a la ju-
c) lí\ constitución con carác\er de diri1nenle para resolver las quejas entre provincias,
risdicción provinclal. ' · no configura -pese a su ¡1a,lu¡uleza peculiar- una hipótesis ajena a la de las causas
de una provincia con otra, tanto que las referidas quejas interprovinciales deben
d) Ta~npoco acepta la in-1¡;rorrogabilidad cuando las partes disponen proponerse con forma de demanda judicial.
lo contrario.
e) .La Corte admite coru;olar de oficio (o sea, sin petición de parte) 10. - A los efectos de su competencia 01iginaria la Corte exige que para que
cualquier norn1a o acto que viole su competencia originaria y exclusiva. una provincia pueda ser tenida por "parte" en la forma prevista por el art. 117, la
provincia debe ser parte "no1ninal" y "sustancial".
- --

JURISDICCIÓN ORIGINARIA DE. LA CORTE SUPRE.!VIA 427


426 Co~PENDIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL

ajustado la intervención de la Corte Supren1a al modo como le correspon-


11. - Asinusn10, la con1petencia origínaiia y exclusiva de la Corle en los
cuatro casos en que es parle una provincia, no desaparece por el hecho de que al de de acuerdo al ''derecho de gentes".
juicio concurTan on·os litisconsortes o terceros no aforados.
15. - Esbozado el panorarna de la inmunidad de jurisdicción, tene-
12. - El derecho judicial emergente de la jurisprudencia de la Corte mos que afrontar el problen1a de si la con1petencia originaria de la Cone
Ita ar11pliado y disniinuido -a nu~stro juicio indebidamente- su competen- estatuida en los arts. 116 y 117 se Ji1nita a los supuestos en que el derecho
cia originaria y exclusiva en causas en que es parte w1a provincia, hacien- internacional otorga aquel1a inn1unidad. o si abarca también a los exentos
do jugar la "n1ateria ". de inn1unidad.
a) Como principio, adoptan1os el alcance amplio de nuestra constitu-
a) La ha a111pliado cuando:
ción, y con10 en el caso se trata de competencia originaria de la Corte
a') se trata de causas entre un(l provincia. y sus pro¡1ios vecinos, si la (insusceptible de ampliación ni disminución), decin1os que: a') si una cau-
"materia" es federal (puntos regidos por la constitución, o leyes federales, sa judicial "concierne" realmente a un diplomático, debe entender en ella
o tratados internacionales); la Corte, aunque el derecho internacional no cubra el caso con la inmuni-
a") se trata de causas entre una provincia y el estado .federal, si la dad diplomática; a") si el derecho internacional no la cubre con la in1nuni-
"1nateria" es federal en iguales condiciones. dad, la Corte podrá entendt:r en ella sin necesidad del consentimiento a la
b) La ha disn1i11uido cuando, pese a ser parte una provincia en alguna jurisdicción argentina;
de las cuatro causas que provocarían su competencia originaria y exclusi- b) Nuestro estado -y dentro de él, la Corte- no debe declinar su j uris-
va. la "1nateria" de esas causas versa sobre cuestiones regidas por el dere- dicción en causas concernientes a diplomáticos que le incumben por los
cho provincial. arts. 116 y 117. cuando el caso está exento de inmunidad por el derecho
internacional;
e) Todo ello porque ni la ley, ni el derecho judicial, ni el derecho inter-
Las causas "concernientes" a embajadores, ministros públicos nacional público, pueden ampliar o disntlnuir la competencia originaria de
y cónsules extranjeros la Corte en causas que realmente "conciernen" a diplon1áticos.
'

13. - Los agentes diplo111áticos - al igual que los estados extranje- 16. - La Corte debe conocer del niodo como puede hacerlo un tri-
ros- están investidos por las normas del derecho internacional público de bunal con arreglo al derecho de gentes. Norma tan antigua en nuestro
un privilegio de inntunidad frente a la jurisdicción del estado en que ac- régimen presupone que la causa no es judiciable por la Corte sin previa
túan como representantes del propio. Esa inmunidad los exime de la juris- renuncia al privilegio de exención de jurisdicción (sí existe para el caso).
dicción de los tribunales de justicia del estado ante el cual ejercen su
Entenden1os que no basta la confotmidad perso1ial del en1bajador o rninistro,
función. La violación del privilegio origina responsabilidad internacional
sino que es necesaria la del estado extranjero cuyá representación diplomática ejer-
del estado que lo ha infringido. cen. Ello viene impuesto, además, por el art. 32 de la Convención de Viena sobre
relaciones diplomáticas.
Por la Convención de Viena sobre relaciones consulares, de 1963, de la que
Estiman1os que una vez que se ha prestado conformidad para allanar la inmu-
Argentina es parte, se reéo1'lobe a los cónsules una inn1unidad de jurisdicción res-
nidad, el respectivo estado no puede retractarse.
tringida..
17. - La inmunidad de jurisdicción que nuestro derecho adnlite respecto de
14. - La inn1unidad de jurisdicción de los diplomáticos depende en los diplomáticos ante los tribunales argentinos no viola el derecho a la jurisdicción
su alcance y en sus efectos del derecho ilJJernacional público. Ni el art. que nuestra constitución acuerda a los justiciables, porque qu~da abierto a favor de
116 ili el 117 reenvían a él, pero desde sie1npre el derecho argentino ha
428 COMPENDIO DE DERECHO CONSTITIJCIONAL JuR1so1cc1óN ORJGt);ARIA oe LA CoRTE SuPRE~1A 429

l!stos el acceso a la jurisdicción ante los llibunales locales del estado extranjero al recordando que: a) los arts. 116 y 117 los colocan en paridad de condicio-
cual representa el diplomático.
nes con Jos en1bajadorcs y n1inistros públicos a efectos de hacer surtir la
Si en su propia jurisdicción tainpoco resullara justiciable, el caso se asirnilaría con1petcncia originaria y exclusiva de la Corte en causas o asuntos que les
al de privación de justicia. conciernen; b) pero según el derecho internacional público, no ostentan
carácter de agentes diplomáticos.
Qué es causa ''coucen1ie11te" 23. - Los cónsules no gozan en el derecho internacional de una in-
n1unidad de jurisdicción que tenga iguaJ alcance que la de los diplomáti-
18. - Causas y asuntos "concernientes" a embajadores, et.e., no son cos. El art. 43 de la Convención de Viena sobre relaciones consulares la
únican1enLC aquéllos en que procesalmente y for1nallnente es "parte" uno coniicrc sólo por actos ejecutados en ejercicio de In .función consular. y
de los agentes mentados en el art. 117. aún así contempla algunas excepciones.
Concernir equivale a afectar. Una causa "concierne" a un diplomáti- Sin c1nbargo, "causa concerniente" a cónsules exuru1jeros tiene una
co o un cónsul e11 1a medida en que lo afecta, interesa, y co1npro1nete, sin. an1plitud que no discrinuna hipótesis diferentes para el caso de actos cuin-
distinguir entre las causas referidas a actividad propia de su función oficial plidos en el desempeño de su función y para el de negocios privados o
y las ajenas a ésta (o totalmente referidas a actividad privada). No interesa personales. Por ende, ni la ley ni el derecho judicial pueden válidamente
tan1poco la "111ateria" de la causa (civil, penal. adn1inistrativa, etc.) regular 1a con1petencia originaria de la Corte sobre la base de ese dualis1no
no incluido en las norn1as constitucionales.
19. - Para saber qu6 son "ernbajadores", ''ministros" y "cónsules" (a qu ie-
nes debe "conccrnirles" la causa), estan1os ciertos de que la interpretación de la Sin c1nbargo. hay vieja jurisprudencia de la Corte que restringe su co1npetcn-
nonna constitucional debe necesaria111cnte ren1itirsc:: a las definiciones del derecho cia origi11aria al caso en que están afectados privilegios y exenciones de los cónsu-
internacional público, de forma que a los efectos del correspondiente texto de la les en su carácter plÍbli<"O,
constitución, son "ernbajadores", ·'uúnistros", y "cónsules" extranjeros aquellos
agentes diplomáticos y consulares a los que el derecho internacional considera de 24. - En la medida en que a través de todas nuestras opiniones hcn1os encon-
e1>e rango. trado casos en que la ley o el derecho judicial amplían o disnliuuyen la jurisdicciQn
originaiia de la Corte interpretada a la luz del art. 117, hemos de reconocer simultá-
20. - No hay duda de que los arts. 116 y 117 se refieren a agentes diplomáti- neamente que la extensión o la detracción en el der1..-chc coostitucional material
cos extranjeros, o sea, acreditados por otro estado ante el nuestro, lo que significa configuran una 1111t1ació11 constit11cio11al por interpretación que desfigura y 1·iola a
que las causas concernientes a agentes diplomáticos que nuestro estado acredita en la citad(I non11a de la constitución for111a/. ·
otro, escapan a la previsión especial de estas nonnas.

2 1. - Las demandas que se promueven contra "embajadas'' extran-


jeras están rnaJ enfocadas: una embajada carece de personería y legitima-
ción para estar enjuicio y no es dernandable. Las demandas deben dirigir-
se contra el titular de la embajada (embajador extranjero) o contra el res-
pectivo estado extranjero, segút1 proceda en cada caso.

Las causas co11cen1ienres a cónsules extranjeros

22. - Con respecto a los cónsules extranjeros deben1os cotnenzar


EL RECURSO EXTRAORDINARIO

La apelación ante la jurisdicción extraordinaria de la Corte Supre-


ma

1. - Con10 primera descripción, cabe decir que el recurso extraordi-


nario es un recurso, o sea una vía de acceso a la Corte que 110 es origina-
ria, sino posterior a una instancia previa o anterior. En este sentido. res-
ponde a la previsión constitucional de que baya una jurisdicción no origi-
naria (apelada.) de la Corte según el art. 117.
De todos n1odos, sus características son especiales. Por algo se lo lla-
ma "extraordinario", o sea, "no ordinario".
Esa naturaleza extraordinaria consiste en que es Wl recurso excepcio-
nal, restringido y de n1ateria federal. Puede decirse que es "parcial" por-
que recae sobre la "parte" federal (constitucional) exclusivan1er1te.
No faltan opiniones que ven en la vía que analizamos una especie de
"casación" constitucional o federal.

2. - Los artículos clave del recurso extraordinario son el 14, el 15 y el 16 de la


l9y 4&.

3. - El objeto del recurso extraordinario consiste, lato sensu, en ase-


gurar en última instancia ante la Corte el control de la supren1acía consti-
tucional.
Puede desglosarse este ';control" en dos: a) interpretación constitu-
cional; b) conflicto de constitucionalidad.
- - - -- - . - - ~-- --

4'.'2 Cot-1PEt-'OIO DE DERECHO co~sn·ruaoNAL EL RECURSO .EXTRAORDINARIO 433

La cuestión constitucional y sus clases Ejemplos de cuestión constitucional con1pleja "directa" son: los conflictos
cutre:
4. - La revisión constitucional en instancia extraordinaria en torno a) la constitución federal más Jos tratados con jerarquía GQnstitucional por un
• del objeto propio del recurso ante la Corte. confiere primordial importan- lado, y:
cia a lo que en él se llama "cuestión constitucional" (o caso federal), requi- b) por el otro, una ley del congreso (de cualquier naturaleza: federal, de dere-
sito inexorable sin cuya concurrencia el n1ismo recurso pierde su n1collo. cho cotnún, o local); b ') un tratado intcn1acional sio jerarquía constitucional; b ")
un acto de autoridad federal; b"') una qonna del derecho provincial (constitución
Se puede definír la cuestión constitucional como una cuestión ''de
p,rovincial, ley, decreto, ordenanza municipal, etc.); b "") un acto de autoiidad pro-
de recito" en que, directa o indirectamente, está comprometida Ja constitu- vincial.
ción federal (sea en su ínter¡1retació11, sea en su supren1acía).
Ejenlplos de c11esrió11 constitucional co111pleja "indirect(I" son:

5. - La cuestión constiruciollal se abre en dos grandes rubros o cla- a) conflicto entre nom1as o actos de aµtoridad federales -por ej.; entre un de-
creto reglainentario y la ley reglamentaria-;
ses: a) cuestión constit ucio11al "si111¡J!e "; b) cuestión constitucional '' co111-
pleja ". b) conflicto entre nonnas federales y locales -por ej.: ~ntre una ley federal y
vna ley o decreto provincial-;
La cuestión constitucional i'sirupla" versa siempre sobre la "inter- " c) conflicto entre norn1as nacionales de derecho con1ún y nonnas provinciales
pretación" pura y sin1¡;le ele 11orn1as o actos ele naturaleza "federal".
-por ej.: entre una norn1a del código civil y una constitución o ley provinciales-:
La cuestión constitucional "con1pleja" versa siempre sobre un ··con- d) confliclo entre nonnas federales y actos provinciales:
flicto de constitucionalidall" entre nor111as o actos i11fraco11s1i1ucio11ales
e) conflicto entre actos federales y normas provinciales;
(de cualquier naturaleza) y la constitución federal. 1

f) conf1icto entre actos federales y actos provinciales.


6. - La cuestión co11stit11cionol "sitnple" recae, entonces, sobre la interpre-
tación de: 8. - Es frecuente, cuando se esboza el lineamiento de las cuestiones
a) la propia constitución federal y los tratados con jerarquía constitucional; constitucionales que hacen de base al recurso extraordinario, afrrn1ar que
b) las leyes federales; son extrañas. al mismo por no configurar cuestión constitucional, dos gran-
c) los demás u·atados internacionales;
des grupos:
d) los decretos regla1nentarios de leyes federales; a) Las cuestiones sobre '·interpretación" del derecho con1ú11 o local
e) otras no1mas federales (por ej., reglamentos autónomos del po<ler ejecuti-
(salvo que aparezca conflicto de constitucionalidad originante de cuestión
vo, resoluciones o inslrucciones ministeriales, etc.); federal compleja).
t) los aclos federales de órganos del gobie1no federal. b) Las cuestiones de hecho y prueba (salvo que por -su futima co-
nexión con puntos de derecho federal no sea posible-separarlas dentro de
7. - La cuestión constitucional "co1npleja" se subdivide e11: la cuestión constitucional planteada).
a) con1¡J/eja "directa", cuando el conflicto de constitucionalidad se Se suele agregar que, 'como principio, también le son extrañas:
suscita "directamente," entre una nor1na o w1 acto infraconstitucionales y c) Las cuestiones sobre íntcrpretación del derecho procesal federal.
la constitución·féCJéral;
b) conipleja. ''indirecta", cuando el conflicto se suscita entre norn1as
o actos infraconstitucionales que, dentro de su gradación jerárquica, in- La arbitrariedad de sentencia como cuestión constitucional
fringen "indirectamente" a la constitución federal que establece la prela-
ción de la nor1na o del acto superiores sobre los inferiores. 9. - La construcción jurisprudencia! de la sentencia arbitraria como
. .
EL RECURSO t-:XTKAüRDL'<ARlO 435
4'.\4 Co~PENDIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL

apcrlura del recurso extraordinario no es, para nosotros. una creación "con- "SENTENCIA JWC/O TRIBUNAL
tra lcgem". ni un supuesto que se haya incorporado en fom1a autónon1a e JUDICIAL
independiente al art. 14 de la ley 48. Tratándose de una sentencia que. por
arbitrariedad, es i11co11stitucional, hay n1ás que fundan1ento para sostener dicta- de cual- por
que se trata de una "cuestión constitucional conzpleja. directa". l ") ..definiúva .. da en quier cla- UII federal o
un se siempre proFincial.
10. - Las categorías y tipolegías de la arbitrariedad de sentencia n1ultiplican
supuestos de rnuy variada índole. Sin descender a tal detalle, darcn1os solarnente que baya que debe
algunos cjcm)'los fáciln1ente co1nprensibles. Así, son sentencias arbitrarias: concluido ser el .. tri-
a) las que deciden en contra de la ley (contra-lcgcm); por "sen- bunal su-
b) las que o·rniten exponer y desarrollar el fundamento en que se basan; tencia de- perior de la
c) la que aplican nonnas que no tienen relación con el caso y no se refieren a '' finitíva" causa".
él;
d) las que ontitcn resolver una o 1nás pretensiones articuladas por las partes; Apelable
e) las que re~u e lven pretensiones que no forman parte del objeto del proceso ' 2º) por
porque no fueron articuladas por las partes: RECURSCJ EXTRA(JR/JINARIO ante la Corte Suprema
1) las que dan por probado algo que no está probado en el juicio:
g) las que omiten considerar y valorar pruebas conducentes a la solución del
caso: los requisitos del recurso extraordinario
h) las que incu1Ten en grave violación del debido proceso.
Este sencillo muestrario es suficiente para abarcar la serie de situaciones que, 13. - Suele csque1nalizarse la serie de requisitos para el recurso ex-
analógicamente. pueden encuadrar en Ja hipótesis de la arbitrariedad de sentencia. traordinario en un triple agrupan1iento:
l) R{',(Juisiros '·coniunes ":
a) previa intervención de un tribunal judicial federal o provincial que
El carril: sentencia - juicio - tribunal judicial
haya:
11. - La primera pregu11t.a atiende a saber "contra qué" se recurre en a') tenido lugar en un juicio y

instancia extraordinaria; o dentro de qué "marco" previo debe situarse ese a") concluido con una sentencia;
"algo" contra lo que se recurre. Se recurre "contra" una sentencia, y esa b) decisión en la sentencia de una cuestión que seajudiciable;
sentencia se sitúa "dentro" del "n1arco" de un juicio; la sentencia debe
e) gravarnen o agravio para quien deduce el recurso, con interés ¡Jer-
provenir-con10 principio- de tribunales del poder judicial, sea11.fecie-
sonal en la cuestión;
rales o provinciales.
• d) subsistencia actllal de los requisitos anteriores en el momento en
Ordenando la exposición tenemos: a) sentencia; b) (dictada en) jui-
que la Corte va a sentenciar .la causa.
cio; e) (por un) tribunal judicial.
2) Requisitos "propios":
12. - Un breve cuadro aclara el carril previo del recurso extraordina- a) existencia en la causa de una cuestión (o caso) consJitucional (o
río. federal);


t
• •

436 (:oMPhNDIO DE DERECHO CONSTITl.:CIONAL EL RECURSO EXTRAORDINARIO 437

b) relación directa entre esa cueslión constitucional y la solución que El requisito de senu.:ncia definitiva puc-<lc asimismo ser eximido cuando sobre
la sentencia recurrida ha dado al juicio; la cuestión constitucional anidada en el juicio se dicta una resolución que, sin ser
e) que la sentencia recurrida haya sido contraria (y no favorable) al sen1encia definitiva, reviste "gravedad instiluciouat".
derecho federal invocado por el proponente;
16. - T~a conceptualización sobre el "tribunal superior de la causa"
ú) existencia de:
necesita aclararse desde una subdivisión elemental que deriva de aplicar el
d ') sentencia cle,{i11itiva dictada por sentido de "superior tribunal ele la causa" (de cada una) en jurisdicción
d") el su1Jerior (t1lti1110) tribunal co1upete11te de la causa (para resol- federal, y en jurisdicción de las provincias.
ver la cuestión constitucional). a) En jurisdicción jet/eral, cuya última instancia posible es la de la
3) Requisitos ..for111ales": Corte Suprema, cabe decir que "cada causa" tiene su "superior tribunal"
a) i11troducció11 o¡;ortuna y clara (o planteo "e11 tie111¡>0 ")de la cues- según la índole de esa causa (o proceso) y las instancias que para ella
tión constitucional en el juicio, por parte de quien luego interpone el re- proceden de la ley; nonnaln1cnte, será un tribunal federal de alzada (o cá-
curso (se ll an1a ta1nbién "reserva del caso federal" para el recurso futuro). n1ara de apelaciones), pero en algunos casos podrá ser un tribu11al de pri-
b) 111ru1tenintiento sucesivo de dicha cuestión en todas las instancias mera instancia (juzgado) si es que de su decisión no hay recurso ante un
del juicio; tribunal de segunda instancia (cárnara de apelaciones).
c) i1uer1>osici611 por escrito del recurso contra la sentencia cletiniti - b) En jurisclicción provincial, la cuestión difiere: si en w1 proceso
va. con debido fundan1cnto y con relación con1pleta de las circunstancias tramitado ante tribunales de provincia se aspira a llegar a la Corte Supre-
del juicio que se vinculan a la cuestión constitucional planteada. n1a mediante recurso extraordinario, es imprescindible que, cualquiera sea
el sistema judiciario y procesal de instancias para ese caso, el superior
14. - Conviene ahora abordar el requisito de que el tribunal contra tribunal de esa ¡)rovincia (o corte de justicia) intervenga ¡>revianzente
cuyo fallo se recurre ante la Corte haya dictado sentencia en un ·'juicio", dicta1ldO una sentencia que resuelva la 111is111a cuestión federal que lue-
que podemos equiparar a ¡>roceso judicial. go llegará a la Corte Su¡Jre111a. Tal lo que damos con10 principio inexora-
En el derecho judicial de la Corte, y a los efectos del recurso extraor- ble del derecho judicial de la Corte, en el curso progresivo que arranca del
dinario, juicio es "todo asunto susceptible de ser llevado ante los tribuna- caso "Strada" en 1986 y fue seguido en el caso "Di Mascio" en 1988.
les de justicia n1ediantc alguno de los proc;edimientos establecidos a ese
efecto". 17. - La conclusión es ésta: en ''todos" los procesos que tra"1ita11
El requisito de "juicio" se inserta en la trilogía "tribunal judicial-jui- ante tribunales provinciales y en Los que existe u1ta cuestión federal, el
cio-sentencia definitiva". Ello significa que en el "juicio'' debe haberse superior tribunal de cada provincia tiene jurisdicció11 y competencia de
dictado "sentencia dcfiniti va" por el "tribunal judicial" interviniente; y este ejercicio obligatorio (aunque el derecho provl11cial lo erohíba, o no su-
tribunal debe haber sido "el tribunal superior de fa causa''. nlinistre recursos) ¡Jara decidir esa cuestió11federal con carácter previo
al recurso extraordinario ante la Corte Supren1a.
l5. - Tiene naturaleza de sentencict definitiva la decisión que ¡Jo11e
fin a. la cuestió11 debatida en el juicio, de fornia que tal cuestión no ¡>ue- 18. - Para hacer Yil\blc la jurisdicción federal en su última instan-
da ya renovarse o re.plantearse ni en ese juicio ni e11 otro posterio1: cia, conforme al art. 116 cl1 común con el 117. la regulación del acceso a
Hay que agregar que la Corte considera también con10 sentencias la jurisdicción de la Corte Suprenza desde las jurisdicciones ¡;rovincia-
definitivas a todas las decisiones judiciales que en cua.lquier etapa e/el les es con1pete11cia exclusiva de las leyes del congreso y clel derecho
juicio in1plde11 su co11ti11uació11, o que causa11 un agravio de im¡>osible, judicial de la propia Corte. con el objeto de prescribir cuál es el "supe-
d(fícil o de;ficie11te re¡Jarnción ulterior. rior tribunal de la causa" y cuál la sente11cia '·definitiva" recurrible.
--
'
• •
438 COMPf¡(''J)IO l)f:. DERéCHO C:ONSlTJUCJONAL
439
Er. RECURSO EXTRAORDINARJO

El recurso de queja último a la jurisdicción federal (en nuestro caso. a la extraordinari~ de la


Corte). no impide que en el un1bral de ese eventual acceso la Corte dispon-
19. - Si la concesión del recurso extraordinario es denegada por el 2a de una válvula legal para c1brir o cerrar su intervención. Ello porque
1ribunal ante el cual se debe interponer -que tiene que ser el ·'tribunal su- ~l art. J17 prevé su jurisdicción apelada de acuerdo a las reglas y excep-
perior de la causa" en la que recayó la sentencia "definitiva" que se apela y. ciones que establezca el congreso. y tal es lo que ha hecho el congreso al
en las provincias. el superior tribunal de justicia local- se puede acudir en dictar la ley 23.774.
"queja" directan1e11te ante la Corte Su¡Jren1a.
. . ,
23. - Con10 resumen, dejamos sentado nuestro cnter10 as1:
El recurso de queja -que ta1ubién se ha denominado recurso "de hecho"- debe
reproducir el fu11da1ncnto del recurso extraordinario denegado y, adenuís, atacar el
a) el art. 280 del código procesal según ley 23.774 no es ;nconstitu-
fundrunento de la resolución por la cual lo denegó el tJibunal inferior ("superior cional;
tribunal de la causa"). b) tampoco lo es la habilitación que, con ra~ona.bilidad suficien:e,
¡Jermite a /a Corte rechazar el recurso extraordinario con la sola ctta
del art. 280 mencionado, porque la ren1isión a su sana discreción descarta
El certiorari la arbitrariedad.

20. - La ley 23.774. del año 1990, incorporó el certiorari en el art.


280 del código procesal civil y comercial.
Según la nueva nor1na. la Corte puede, según su sana discrec;611 y
con la sola invocación <iel art. 280, rechazar el recurso extraordinario
en tres supuestos. que están tipificados así:
a) cuando falta agravio federal suficiente;
b) cuando las cuesLiones planteadas son insusta11ciales;
e) cuando esas mismas cuestiones carecen de trascendencia .

Fundamentaltnenle, el certiorari argentino es visto como negativo, porque la
nonna que lo habilita prevé supuestos en que la Corte puede excluir su interven-
ción. Aun siendo así, hay un perfil de certiorari positivo (iiuplícito) porque ante la
diversidad de causas llegadas a la jurisdicción apelada de la Corte, el tribunal que
selecciona cuáles excluye en virtud del art. 280 del código procesal, tainbién opta
por cuáles va a conocer y decidir.

21. - No cabe duda de que, tanto si la Corte e1nplea el certiorari para
restringir como para asumir el a~so de una causa, el certiorari argentino
es un instrun1ento procesal díscrecioria[,en nl<ll1os de la Corte.

22. - La circunstancia de que el art. 116 de la constitución obligue a


que "todas las causas" que por razón de materia componen el bloque de
"constitución. leyes (federales) y Lratados" tengan posibilidad de acceso
1 J.·

CAPtruLO LI

LA JURISDICCION SUPllAESTATAL

La jur isdicción interna y la jurisdicción internacional

l. -Al ratificar la República Argentina la Convcnció11 At11cricana


de Derechos Hun1ai1os, 11 a1nada Pacto de Sai1 José de Costa Rica, acató la
jurisdicción inten1acio11al de la Comisión I11teran1ericana de Derechos
Hun1anos por tiempo indefinido, y la de la Co11e l11teran1erica11a d<! De-
rechos Hunianos bajo condíció11 de reciprocidad, conforme lo estableció
la ley 23.054, aprobatoria de la mencionada convención.

2. - Hen1os sostenido que conforme al art. 116 de nuestra constitu-


ción hay jurisdicción federal in1¡1rorrogable de nuestros tribunales en "to-
das" las causas que versan sobre puntos regidos por los tratados. Ello
plantea duda acerca de si el acatamiento prestado por nuestro estado a la
jurisdicción internacional de la Corte Interamericana configura w1 supues-
to de "prórroga" inconstitucional de la jurisdicción argentina.
A nuestro entender, en el caso 110 se produce prórroga alguna de la
jurisdicción argentina. En efecto:
a) la prórroga supone que en vez de ser juzgado un caso por tribuna-
les argentinos lo es por tribunales extranjeros; cñ el supuesto que analiza-
mos, hay que destacar que: a') la Corte /11term11ericana es un tribunal
i11ten1ac;o11al (supraestatal) y no un tribunal de un estado extranjero; a")
,'
aden1ás, 110 se sustituye el., juzgantiento
'
.......
¡Jor los tribunales argentinos, ya
que para el acceso de un caso a la Corte Interamericana, prevía interven-
ción de la Comisión, los particulares denunciantes de violaciones al Pacto
de San José deben agotar, con10 pri11cipio, las i11stancias internas ante los
tribunales argentinos (las pocas excepciones a este principio no llegan a
desvirtuar nuestra afirmación);
' . .
442 COMP&'-'DIO DE DERECHO CONSTJTUCIONAL

b) eventualn1ente, ello se refuerza al ton1ar en cuenta que ahora el Pacto


de San José de Costa Rica tiene jerarquía constitucional por la reforn1a
de 1994, y que en las "condiciones de su vigencia" a que se refiere el art.
75 iI1c. 22 de la constitución ha de darse por incluido -para Argentina- el
acatanliento a la jurisdicción supraestatal.
,
3. - El acatan1iento argentino a la jurisdicció11 internacional de la •

Corte lnteran1erica11a tan1poco i1nplica instituir una suerte de juicio en dos


instancias (una interna y otra internacional), porque la. Corte lnterlln1.eri- CAPfnrLo LIJ
cana no actúa conzo tribunal tie alzada respecto del tribunal argentino '
que falló en sede interna, ni revisa -por ende- su sentencia. Se trata de EL TITULO SEGUNDÓ DE I~A CONSTITUCION SOBRE
un proceso ü11ernacional que es independiente del tran1itado ante tribunal "GOBIERNOS DE PROVINCIA"
argentino, o sea, de Uil "nuevo juicio" distinto del anterior finiquitado en
sede inten1a.
Los artículos 121 a 129
4. - l)ecir esto signit1ca recordar que la Corte lnterantericana 110
entra al a11dlisis de la constitucionalidad o i11constitucionalidad que de 1. - El título scgu11do de la constitución fue sien1pre una especie de
acuerdo al derecho interno ¡>ueden afectar al acto o la oniisión acusa- abreviatura de co1npetencias que, en parte, siste111atizaba 111ucho de lo que
dos de violatorios al Pacto ante la juristlicción supraestatal, lo que de- contenía el texto constitucional en el resto de sus normas.
muestra que no hay identidad total de "materia" entre lo juzgado en sede Este perfil no ha desaparecido con la reforma de 1994, pero ha recibi-
interna y lo que se juzga en sede internacional. do .retoques con 11i1evas co1n¡>etencias que ahora se agregru1, y con la in-
serción de ese tan1bién 11uevo sujeto de la relación federal que es la ciu-
5. - Nuestra comprensión de la doble juiisdicción -una i11Len1a y otra inter- dad autónon1a de Buenos Aires.
nacional- nos lleva a sostener que ni la Corte Supre1na de Justicia ha dejado de. ser "
"Supre1na" (y ~ltilna instancia en nuestra ju1isdicción interna) ni la Corte Intera1ne- ,
Bien que con insistencia hemos recalcado que la ciudad de Buenos
ricana de Derechos I-Iumanos es un tribunal que revisa -o eventualmente "revoca"-
_,
Aires no se equipara a una provincia, la inclusión del art. 129 en este sec-
sentencias argentinas. Se trata de dos jurisdicciones separadas que no inten•ienen. tor de la constitución reviste el alcance, a nuestro criterio, de servir con10
en un niisnzo proceso. presunción favorable a la autonomía de Ja ciudad cada vez que 11aya que
despejar dudas o interpretar congruenten1ence normas ambiguas, y hasta
para integrar carencias normativas. Ello en todo cuanto hace a la situación
de la ciudad autónoma ~n relación con su condición de capital federal y
con las autoridades y comp.etencías deLgobie,mo federal.
t '·.~ ~(i.. 1 ~
'· 1 ' ,,, ,' A. .

' , HhW~ UJ 'lb 11,, •


• 2. - El tradicional dualism~d~-:.;:'~~de federal-provincias" nos acostumbró a
,, .\111\~ \\'\\ '/(¡\ \')\\ "·
hablar de gobierno federqty:go'"{?)yrrRi>s' provinciales, y de las respectivas con1peten-
cias calificadas con los dds tnistnos aqjetivos.
' 1

La actual intercalación del, .$Cl1biery-io aµt6no1no de la ciudad de Bu~nos Aires,


no sien1pre pe1mite dllJlo por incliifáo implfcitainente con la mención de'los gobier-
nos "provinciales" y sus recíprocas co1npetencias, porque la ciudad Ó.o es una pro-
vincia y no se la equipara, ni por naturaleza ni por competencia.
De ahí que, a veces, y en cuanto baya sen1ejanza de la ciudad con lasprovin-
444 (:oMPE:>.'DIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL Ei. r!Tt:Lo sr.01 r:-.."DO oc¡ LA coNsTITUaó:'.'I 445

cias, pueda gcnérican1ente hacerse referencia a gobiernos "locales .. y a co111pere11- Tan1bién sin reforn1a. el a n. 128 se rciiere al deber federal de los go-
cias "focales", si es que una cuestión determinada habilita a subsunúr en esa cate- bernadores de provincias.
goría con1ún a lo provincial y a lo propio de la ciudad.
El nuevo art. 129 está dedicado al gobierno autónomo de la ciudad de
Buenos Aires.
El articulado
El Estatuto Organizativo de la ciudad de Buenos Aires
~-
- En rigor, el texto que va desde el art. 121 hasta el 129 obliga a
hacer recapitulaciones y rcenvíos. l)e alguna manera, el desarrollo que pro- 4. - El art. 129 dio la denon1inación de ·'Estatuto Organizativo" al
cura1nos dar a toda la constitución en este Co1npcndio contiene los ten1as a ordena1niento que debía dictar - y que dictó en 1996-el órgano de origen
los que acá hay que remitir.
electivo convocado al efecto.
En un recordatorio abreviado, se ha de repasar todo cuanto alude a
nuestro.felleralis1110 - antes y después de 1994-, a las ¡Jrovi11cias. a la ciu- Arduo debate se suscitó en torno de esa denonünacióo. ¿El Estatuto era o no
dad aut6110111a de Buenos Aires, con 1nás el re¡Jarto lle contJJetencias. era u1u1 "constitución" para 1<1 ciudad au16no111a?
El ar1. 121, cuya redacción 110 ha variado con la reforn1a de 1994, Más allá de la discusión Je vocabulario, rccordcn1os que el preá1nbulo del Es-
incita a repetir que con ella aparecieron nuevas con1petencias concurrentes tatuto concluye afinnando que los rl!prcscntantcs del pueblo de la ciu~ad :·sancio-
nrunos y pron1ulgan10s la presente co11slit11ció11 con10 Estatuto ()rganiz.attl'o de la
en los arts. 41 y 75 inc. 17, y que se plas1nó la figura de la "ley-convenio"
ciudad a~ Buenos Aires".
en materia de coparticipación federal impositiva (art. 75 inc. 2º).
En cuanto al art. 122, tan1bién sin modificaciones, cabe decir que la 5. - El articulado comienza así:
norma describe, en convergencia con la primera parte del art. 123, la ex- "Artículo 1º. - La Ciudad de Buenos Aires, conforme al principio fe-
presión de las autonon1ías provinciales. Debe relacionarse, aden1ás. con la
deral establecido en la Constitución Nacional, organiza sus instituciones
garantía federal que depara el art. 5° y con el remedio excepcional de la autó11on1as como den1ocracia parlicipativa y adopta para su gobierno la
intervención federal.
forma republicana y representativa. Todos los actos de gobierno son pú-
El art. 123, reformado, apunla a la supren1acía federal, e instala sin blicos. Se suprin1en en los actos y documentos oficiales los títulos ho11orí-
lugar a duda la autonon1ía de los municipios. ficos de los funcionarios y cuerpos colegiados.
El art. 124 es nuevo, y agrupa una trilogía: la regionalización, los con- TJa Ciudad ejerce todo el poder 110 conferido ¡Jor la Co11sti1ució1i Na-
venios internacionales que pueden concertar las provincias, y el do111iJlio cional al Gobien10 Federal.··
provincial de los recursos naturales.
"Artículo 2°. -1.a Ciudad de Buenos Aires se denonlina de este n1odo
El art. 125 reproduce en su prin1er párrafo el texto del ex art. 107. y en o con10 "CiudadAutó110111a de Buenos Aires".
el párrafo segundo desdobla: por un lado, competencias locales en materia
"Artículo 3°. - Mientras lá Ciudad de Buenos Aires sea Ca¡Jítal de la
de seguridad social y, por el otro. competencias concurrentes entre el esta-
' República su Gobierno coopera con las autoridades federales que residen
do federal, las provincias y la ciudad de Buenos Aires.
.. ,1 en su territorio para el pleno ejercicio de sus poderes y funciones ... "
El art. 126 no ha tenido n1odificaciones, y agrupa ren1isiones a pode-
(La bastardilla es nuestra.)
res prohibidos a las provincias, así corno alusiones a temas varios (con1cr-
cio, navegación, aduanas. bancos, moneda, etc.). El texto del Estatuto es sun1a1ncnte ex1enso; tiene 140 artículos y 24 cláusulas
El art. 127 subsiste sin reforn1a. ln1plícitamente, cabe ligarlo al tenia transitorias. El contenido abarca principios generales; una detallada declaración de
de los línlites interprovinciales. derechos y garantías; una serie de poi íticas especiales que cubren un arco runplio de
446 ( :oMPE1'UIO DE DERECHO CONSllTt:CIONAL

materias y cuestiones, para luego entrar al decalle de la estructura orgánica y funcio-


nal tlel poder.

6. - Una sola reflexión n1erece no ser omitida.


Cuando se promulgó el l~slatuto surgieron objeciones centradas fun-
damentalmente en el argurnento de que. por no ser una constitución. había
excedido sus lín1ites al desarrollar una "parte dogmática" que, según ese
enfoque, le era in1propia y ajena.

La debilidad del alegato cae sin esfuerzo cuando, más allá nuevamente .tlel
no1nbre asignado al I::statulo y has1a de su naturaleza onlol6gica, damos por seguro
que todo ordenanúento jurídico-político deslinado a una comunidad te1,-itorialmente
de1narcada y dotada de autononúa incluye y resuelve necesariamente en su conteni-
do -sea breve o extenso- dos cuestiones: a) la nzanera de situar n las personas en
esa ~01nunidad (parte dog1nática), y b) la organización del poder (parte orgánica).
Si al tértnino "Estatuto Organizativo" que consigna el art. 129 se lo pretendió
circunscribir a la "organización" de la estructura de poder, se olvidó que ade1nás de
un "estado-aparato" sien1pre hay inescindiblen1ente unido un "estado-co11111nidad".
según enseña Pablo Lucas Verdú, y que se trata de las dos caras de una misma
1noneda: la convivencia política.
En la ciudad de Buenos Aires hay seres humanos que convivcn: un "Es1atutQ"
que organiza a la ciudad los abarca y los instala, y cuando organiza al poder lo
organiza ''para" proveer al bienestar de los convi,·ieotes.


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