Está en la página 1de 2

Las personas que no están en el ambiente gamer suelen asociar la palabra videojuego

con chicos obesos que nunca salen de su habitación y que carecen de vida social. Más
allá van cuando escuchan la palabra Esports (deportes electrónicos, en inglés). Aseguran
que eso no puede ser un deporte, porque no hay actividad física o porque compiten
sentados.

Paradójicamente, ese público considera que el automovilismo, en el que el piloto está en


un asiento a la hora competir, o el tiro al arco, disciplina olímpica en el que el que se
dispara parado en un sólo lugar, lo son. Otros aseguran que el ajedrez en su versión
competitiva es un deporte mental (y está reconocido como tal por el Comité Olímpico
Internacional). Entonces... ¿Por qué unos sí y el otro no? Hay un prejuicio generalizado
en cuanto a qué está bien para la mente y qué es una hobby o una pavada.

La imagen que más se viene a la mente si pensamos en alguien que juega ajedrez, es una
clase de genio; un crack de la táctica y la estrategia; una persona que usa su cerebro al
máximo para un juego muy mental. ¿Qué diferencia hay entre el ajedrez y el League of
Legends o el Counter Strike (por citar de ejemplos dos juegos populares acá)? Para
sorpresa de muchos, en estos Esports no gana quien aprieta más rápido un botón, sino
que hay que utilizar tanto o más el cerebro.

Los tres son juegos de estrategia, en los que hay que pensar una táctica en base al estilo
de juego del rival e ir modificándola a lo largo de la partida. Un movimiento en falso
puede hacerte perder pero, en los Esports, a diferencia del ajedrez, tenés que reaccionar
antes que tu rival, y una décima de segundo ya hizo la diferencia.

Los Esports más populares se juegan en equipos y el objetivo suele ser eliminar al rival
o destruir su base. Cuando todos se enfrentan se da un despliegue de reflejos en el que el
jugador debe atacar, defenderse y ayudar a sus compañeros, todo en milésimas de
segundos, mientras el rival hace lo mismo. La cabeza se usa en todo su esplendor.
(LOL, Dota2, Overwatch, CSGO, Paladins, Smite, Fortnite, PUBG, Call of Duty, son
ejemplos claros). Si el ajedrecista es un genio... ¿Por qué el gamer no?

Además, hay otro punto que es clave: los Esports son más populares que la mayoría de
los deportes tradicionales, y los números sorprenden. La final del Mundial de League of
Legends del año pasado se disputó en el estadio Nido de Pájaro, en China. Hubo 40.000
presentes, y ¡75 millones de televidentes!

Equipos como Fnatic, de Europa, tienen más seguidores en Facebook que


Independiente, Racing y San Lorenzo juntos (2,5 millones y 2,1 millones
respectivamente).

Todo esto no pasó desapercibido por el COI, que comenzó a interiorizarse. El 21 de


julio de este año se llevó a cabo una reunión entre el COI, la Asamblea Global de
Federaciones Deportivas Internacionales (GAISF), y representantes de los Esports
(jugadores, entrenadores, dueños de equipos, marcas, etc).

"Fue una oportunidad única para escuchar a una amplia variedad de partes interesadas.
Hubo consenso en que la colaboración futura se basará en garantizar que cualquier
actividad respalde y promueva los valores olímpicos. Estamos en una posición sólida
para coordinar y apoyar el compromiso más amplio del Movimiento Olímpico con los
deportes electrónicos", declaró Kit McConnell, El Director Deportivo del COI.

En Asia, la meca de los videojuegos, es un tema del que ya no se discute. De hecho, este
año formaron parte de los Juegos Asiáticos (el certamen equivalente a los Juegos
Panamericanos). Fueron ocho los títulos en los que se compitió por una medalla: LOL,
PES, Arena of Valor, Starcraft, Heartstone y Clash Royale.

¿Qué más le falta a los Esports?

También podría gustarte