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EL MITO DE CHIMINIGAGUA

Cuentan los abuelos, que antes de que existiera algo en el universo. Existió la madre BAGUE, la
madre BAGUE no era gente, ni cosa alguna. Ella era una gran nube de muchos colores que iba y
venía, ella era pensamiento y memoria. Cuentan que la madre BAGUE en algún momento
desprendió varios destellos de luz, uno de ellos en forma de luz y encerrado en una esfera gigante,
a este gran destello lo llamaron CHIMINIGAGUA.

A CHIMINIGAGUA, le gustaba flotar por la inmensidad del espacio, expulsando rallos de luz,
creando soles en diferentes partes del espacio. Llevaba luz en donde había oscuridad, generando
equilibrio en diferentes espacios, quedando en igualdad de condiciones con la oscuridad, juntas
siendo parte de la creación.

En algún tiempo, CHIMINIGAGUA, se sentía muy solo y entonces creo dos aves gigantes de colores
muy llamativos. Las aves estaban encargadas de expandir el aliento o aire a todo lo creado, el aire
era lucido y resplandeciente; el aire tenía que llegar hasta los espacios en donde no existía ni la
luz, estas aves tenían hermosas plumas que reflejaban la luz, representan la potencia solar y
tenían forma de guacamayos.

Cuando los guacamayos empezaron a volar por el espacio, Las galaxias se empiezan a crear en
forma de espirales, luego de eso surgen los planetas, ordenados de forma en la que
CHIMINIGAGUA se los imaginaba.

Desplazándose por el lugar, CHIMINIGAGUA observo que todo estaba muy quieto, entonces con
un fuerte estornudo generó alternancia al tiempo-espacio, luz-sombra, día Y noche. Con esta acto
de CHIMINIGAGUA, Empezó a darle orden al universo en el que nos encontramos.

CHIMINIGAGUA, Es la Representación de la luz resplandeciente, la pulpa dorada o el hijo dorado,


el recorre todo el espacio observando sus primigenias creaciones, dando orden a su inmensa
creación que está en el universo.

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