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Doctorado en Ciencias de la

Educación
La investigación educativa desde una
perspectiva mixta.

Nombre del Alumno (a)


Genny Johanna Barajas Cárdenas
Matrícula: MCDO17100.

Nombre de la Tarea
3.3 Documento: “Aplicación de los métodos
mixtos”
Módulo # 13: Unidad 3, Método mixto.

Nombre del Profesor (a)


Dr. Roberto Rodríguez Moreno
Fecha: Octubre 7 del 2.018
DOCUMENTO: “APLICACIÓN DE LOS MÉTODOS MIXTOS”

Introducción:

El paradigma de los MMR surge como una posibilidad de establecer un puente

entre los paradigmas cualitativo y cuantitativo, y es tan reciente su aparición que aún se

encuentra en proceso de construcción y consolidación. De ahí que se reconozcan sus

grandes avances y sus alcances en el ámbito evaluativo, pero también sus múltiples

retos que van desde la selección de diseños adecuados para garantizar la esencia y

permanencia de ambos enfoques hasta la consolidación como un paradigma, de

acuerdo con su sustento epistemológico, o como una metodología, en función de su

aplicación práctica. Una de las mayores apuestas, si no la más importante, de los MMR

es la posibilidad de combinar en diseños únicos, las fortalezas de los dos paradigmas

con el fin de resolver problemas de investigación que no podrían ser abordados por un

solo paradigma.

En ese sentido el investigador tendrá que determinar con precisión cuál es el

mejor diseño y cuáles son los criterios que este debe cumplir para ser considerado

“válido” dentro de los presupuestos epistemológicos de los MMR y claro, dentro del

estatuto científico. En lo que a evaluación educativa se refiere, las contribuciones de los

métodos mixtos son evidentes, por lo que diferentes investigadores establecen

asociaciones directas entre estos dos campos (Fitzpatrick, Sanders, & Worthen, 2004;

Greene, 2013; Pérez, 2014). Lograr una valoración fundamentada en presupuestos y

técnicas provenientes de dos ópticas, resultará mucho más consistente que la visión

parcial ofrecida por la adopción a una de ellas y de hecho, la naturaleza del objeto de
evaluación y del proceso mismo, reclaman un tratamiento que reconozca esas múltiples

dimensiones. Finalmente, es importante reconocer los alcances de los MMR, porque

permiten ver la realidad en su complejidad y su profundidad, pero también tener mirada

crítica frente a las posibilidades de asumir una investigación de esta envergadura y con

el cuidado de no caer en mixturas superficiales y poco funcionales.

La justificación para la selección de un paradigma y de un método debe ir más

allá de la tendencia, la moda o el interés del investigador; debe ser un juicioso ejercicio

de análisis y revisión de las posibilidades del método para responder al problema

planteado desde su especificidad. Asimismo, la evaluación de un proceso investigativo

desarrollado en el marco de un determinado paradigma debe superar las barreras del

fundamentalismo para dar cabida a otras miradas que, sin sacrificar la consistencia y

rigurosidad, permitan otras comprensiones y especialmente otras reflexiones y

transformaciones, más en un ámbito como el educativo, que exige profundos cambios.

Todo esto nos convoca a pensar en las múltiples exigencias que envuelve un

ejercicio de evaluación, porque además de asumir una posición clara con respecto a su

desarrollo y comprensión, se hace necesario determinar un procedimiento adecuado

que parta del reconocimiento de las implicaciones sociales de la misma y de la

responsabilidad que conlleva; siempre dentro de un marco metodológico y axiológico

que determina la mirada y orienta las acciones. Para terminar, habrá que analizar

entonces las posibili- dades que tienen los MMR de consolidarse en el campo de la

educación y dar cuenta de los problemas tan complejos que allí se suscitan; como bien
lo afirman algunos de investigadores (Onwuegbuzie & Johnson, 2004): el tiempo de los

MMR ha llegado.

Los métodos mixtos pueden convertirse en un enemigo de la coherencia

científica o en una poderosa herramienta de descripción, comprensión y explicación de

los fenómenos educativos. En la medida en que apostamos por la segunda alternativa,

se pueden retener tres importantes ideas: - La pluralidad de los métodos mixtos; no es

por azar que a lo largo de este artículo se ha conservado el plural en la expresión

“métodos mixtos”. Toda la riqueza de estos métodos reside en que no existe un solo

modo de emplearlos, sino diferentes y variados. Es por ello que hemos velado por la

generalidad del protocolo propuesto para el uso de los métodos mixtos, sin que su

empleo se transforme en la imposición de una de sus modalidades por sobre las otras. -

La contextualización de los métodos mixtos; en relación estricta con la pluralidad de los

métodos mixtos, el contexto de investigación y las características del objeto de estudio

son quienes deben guiar el proceso de formalización de los métodos y no una idea pre-

concebida.

Cada estudio es un universo estructurado y posee, desde el punto de vista

metodológico, sus propios elementos constitutivos que son, a su vez, un reflejo del

objeto de estudio; los métodos aspiran a acercarse lo más posible a la realidad

fenomenal que desean retratar. - La sistematicidad de los métodos mixtos; sin

pretender asemejarse a los métodos empleados por las ciencias exactas, la

explicitación de las elecciones metodológicas que emplean métodos mixtos se debe

realizar con rigurosidad. En este sentido, es la “desconfianza metodológica” (OLIVIER


DE SARDAN, 2014) que hace progresar la ciencia y, evidentemente, toda empresa con

finalidades transformativas y sociales vinculada a la investigación. Solo de esta manera

los métodos mixtos pueden aportar respuestas completas que, al revelar sus “secretos”

metodológicos, pueden ser sometidas al debate científico. Finalmente, resta decir que

toda metodología puede ser entendida como parte de un paradigma epistemológico en

el sentido que ésta vehicula una idea de conocimiento (que se busca, que se postula).

Junto a Kuhn (1983) cabe preguntarse ¿son los métodos mixtos una “revolución” en

cuanto a la visión del mundo, en cuanto a la comprensión de los fenómenos educativos

desde su complejidad?
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Moscoso, Javier Núñez. (2017). Los métodos mixtos en la investigación en

educación: hacia un uso reflexivo.

López, Sandra Milena Díaz. Los Métodos Mixtos de Investigación: Presupuestos

Generales y Aportes a la Evaluación Educativa.

Hamui-Sutton, Alicia. (2013). Un acercamiento a los métodos mixtos de investigación

en educación médica. Investigación en educación médica.

Balcells, Marta Castañer; Foguet, Oleguer Camerino; Argilaga, M Teresa Anguera.

(2013). Métodos mixtos en la investigación de las ciencias de la actividad física

y el deporte.

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