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2. Orientaciones
1. Tal vez pienses que hay diferentes clases de amor. Uno para esto y otro para aquello.
Que es posible amar a una persona de una manera y a otra de otra. Pero el amor es uno, no
tiene clases ni niveles; en el Amor no hay diferencias ni distinciones. Es mismo en toda
circunstancia. Es el Corazón de Espíritu y es también la esencia de Sus Hijas e Hijos.
2. Quien no entiende el significado del amor piensa que a veces puede amar y otras
odiar. Que puede amar a una persona y negar amor a otras, sin afectar la esencia del Amor.
El amor no juzga, puesto que es Uno. No tiene opuestos, su plenitud es la Unidad y hace
que Padre e Hijo sean lo mismo. Si hiciera distinciones, significaría que los Hijos del Amor
están separados de su fuente. No hay diferencia entre la esencia de nuestro ser y el Amor,
porque el Amor que nos creó comparte su esencia con nosotros. No hay otro Amor.
3. Las creencias del mundo ocultan el significado del amor y lo mantienen en secreto.
Por eso no hay que buscar la esencia de nuestro Ser en el mundo, sino dentro de nosotros.
El Amor es evidente para quienes oyen la Voz del Espíritu en su interior. Con la práctica de
esta lección daremos el paso más ambicioso hacia el objetivo de la Unidad. Si logramos
entender lo que es el Amor, estaremos acortando un tiempo que no se puede medir en
años, en el camino a la unidad.
5. Con esta lección entenderemos que no hay que esperar el futuro para alcanzar la
unidad. El Amor supera el tiempo y deja atrás el pasado. Un mundo nuevo nacerá en su
mente y lo veremos crecer fuerte y saludable, para derramar su bendición sobre quienes
abandonen la creencia de que el mundo había sido creado con culpas y pecado.
6. No podemos excluir a nadie de nuestro amor porque todos y todas somos parte de Él.
Todos y todas nos liberaremos y seremos hermanos y hermanas en el Amor de Dios. Cada
vez que se encuentre con alguien, piense que esa persona también vino a aprender lo
mismo que usted y comunícale mentalmente este mensaje: Hay un solo Amor: el de Dios,
el suyo, el mío y el de todos.