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LAS VACACIONES DE LA MUERTE

HAN TERMINADO

Corría por las calles desesperado, tratando de esquivar a su perseguidor,

procurando que su huida se extendiera hasta la aurora, momento en el que

pensaba, no podría alcanzarlo, de reojo pudo ver como otras tres personas

parecían imitar su intrépida acción, no quería mirar atrás enterándose de la

proximidad del inexorable acechador, hubo de ver treinta días antes el

impasible rostro desposeído de piel y carne que bajo su capuchón negramente

largo parecía sonreír eternamente, la palidez de sus ahora compañeros de

escape fue comparada con el tinte anémico que surco su cara al ver de frente

la hoz que se alzaba con la intención de extinguir su aliento, sin embargo,

perplejo como los demás habitantes a su alrededor observo como levitando se

alejo deteniendo su incansable oficio, perplejos vieron como la parca había

decidido tomarse un tiempo para sí, cansada de la infinidad de su trabajo, del

desagradecimiento que le demostraban los mortales sin tener en cuenta el

desprovisto interés de su causa al detener la tortura de vidas cuyo único fin era

tener otro instante de vida para disfrutar los lujos que quisieran poseer. No

obstante, todo tiene su final y luego de un periodo en el que reino el caos a

falta de quien pudiera encargarse de la trascendente tarea, regresaba con el fin

de continuar con su faena y antes de llegar a la siguiente esquina cayeron

como frutos maduros al tiempo que todos se enteraban que la muerte había

regresado de sus vacaciones.

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