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Resumen de Gineco
Resumen de Gineco
para liberar y fecundar. Para llegar a este estadio, el folículo atravesará las etapas de primario, secundario y
terciario.
Ovogonias (folículos primordiales) → ↑ tamaño y se rodean de capa granulosa. Por fuera está dispuesto
concéntrico el tejido conjuntivo (teca) → folículo primario.
Al iniciarse la maduración, las células epiteliales planas → cilíndricas, ↑ dimensiones → capas
superpuestas → folículo secundario → superficie del ovario → secreción → una cavidad llena de líquido.
cúmulo ovígero ↑ dimensiones aumentan progresivamente; el folículo primitivo → secundario → terciario
→ superficie del ovario. E
El ciclo ovárico: maduración de un folículo primordial y la constitución del cuerpo amarillo. Duración: 4
semanas y la ovulación marca su división en dos periodos:
– 1º, fase folicular o estrogénica, de 14 días de duración.
– 2º, posovulatorio o fase luteínica, de 14 días de duración en el ciclo de 28 días.
Ciclo uterino y mecanismo íntimo de la menstruación
Hormonas del ovario
Los estrógenos, la progesterona, los andrógenos, la relaxina, los sexágenos y la inhibina.
estrógeno progesterona
vagina Mantienen la acidez del medio vaginal. ↓ # de células superficiales vaginales y las agrupa.
endocervix ↑ Producción y la filancia del moco cervical. El moco se hace más denso o compacto.
endometri ↑ Tortuosidad de las glándulas. Acumulación de
o glucógeno en las células.
miometrio estimula la contractibilidad del musculo liso Tiene acción relajante de la musculatura uterina.
ovario Aumentan la sensibilidad a la acción de la LH. Inhibe la ovulación y restringe el desarrollo
folicular.
mamas Crecimiento de gland. mamaria (cond. galactóforos). Actúa sobre los acinos glandulares
general Crecimiento del aparato genital femenino en todas ↑ Temperatura de 0,8 a 1 °C post ovulación y al
sus partes. inicio del embarazo.
↓ crecimiento óseo lineal y ↑ el cierre epifisario. Actúa sobre los tejidos y los órganos influidos en
Retención NaCl y agua. su crecimiento por los estrógenos.
Depósito de grasa en las caderas y los glúteos.
↑ Crecimiento del vello axilar y pubiano.
Retroalimentación al hipotálamo.
Ciclo cervical: El moco cervical es más abundante, fluido y filante (6-10 cm) a medida que avanza la fase
proliferativa, y si lo dejamos secar, cristaliza en forma de hojas de helecho, todo lo cual ocurre a expensas
del influjo de los estrógenos. 2º fase: disminuye rápidamente la filancia, la fluidez, la cristalización y la
penetrabilidad del moco cervical, al inhibir la progesterona la acción de los estrógenos sobre dicho moco.
Ciclo vaginal: Estrógeno activa el crecimiento, la maduración y la descamación del epitelio vaginal y
exocervical→ fase proliferativa aumentan la descamación epitelial, la acidez vaginal, la cantidad de células
maduras de la capa superficial y el grosor del epitelio. Esto se evidencia por el estudio cíclico del contenido
vaginal y puede representarse por las llamadas curvas de cornificación o de tanto porciento de células
superficiales, cariopicnóticas y por el índice acidófilo. Cuando se realiza el estudio del contenido vaginal en
la primera fase del ciclo, las células se ven dispersas y aisladas, el número de leucocitos se reduce y el ex-
tendido vaginal “limpio”.
2º fase: células desprendidas se agrupan y constituyen verdaderos grumos, adoptan formas especiales,
plegadas o en forma de barquitos, disminuye algo la descamación, aumentan los leucocitos y predominan
las células de tipo intermedio; el extendido se ve “sucio”, sobre todo en la fase premenstrual y disminuyen
el índice cariopicnótico y el acidófilo.
Embarazo Normal:
Placenta
Es un órgano transitorio que cumple diversas funciones, y que muy temprano asume funciones endocri-
nometabólicas de gran importancia al elaborar un grupo de hormonas cuyos niveles exceden, en
determinados casos, los niveles más elevados que se logran en la vida de la mujer.Entre sus funciones
figuran:
– Función metabólica:
• El metabolismo.
• La síntesis y el metabolismo hormonal.
• La termorregulación.
• Mantenimiento de una zona amortiguadora inmunológicamente inerte entre feto y madre
– Función circulatoria.
– Función endocrina.
– Función de transporte.
La capacidad de intercambio entre la placenta y el feto dependerá:
– De la superficie de la membrana placentaria.
– Del grosor de la membrana.
– Del volumen minuto a ambos lados de la membrana.
– De la constante de difusión.
Circulación materna
La compresión de la cava es una causa común de una frecuencia cardiaca fetal anormal durante el trabajo
de parto. En el último trimestre, las contracciones uterinas obstruyen su propia sangre a nivel de L-3 y L-4
(efecto Posseiro) cuando la madre está en posición supina, lo que se resuelve virándola del lado izquierdo;
sin embargo, solo el 10 % de las mujeres tienen una inadecuada circulación colateral y desarrollan ese
síndrome de hipotensión supina caracterizado por depresión del rendimiento cardiaco, bradicardia e
hipotensión. Los valores del volumen de circulación uterina y perfusión placentaria son directamente
proporcionales al aumento del volumen plasmático materno. La hipovolemia materna relativa se encuentra
en asociación con las mayores complicaciones de la gestación.
Función endocrina
– Secreción de la unidad feto-materna.
– Secreción placentaria.
– Secreciones fetales.
Cambios generales:
Sistema digestivo: el apetito ↓, náuseas y vómitos. Luego el apetito ↑.
Cavidad oral.
↓ pH de la cavidad oral → caries dentales, no por pérdida de calcio.
Encías hipertróficas y con hiperemias y sangran con facilidad: por ↑ aumento de los estrógenos, y
deficiencia de vit C.
↑ salivación.
Mot. GI ↓ por ↑ de progesterona, la cual ↑ motilina que estimula el músc. liso intestinal.
Estómago, esófago, intestino y vesícula:
HCl es variable y ↑ en el 1º trimestre. Gastrina ↓ pH gástrico → ↑ el V gástrico y producción de mucus.
↓ peristaltismo esofágico → reflujo gástrico por lento vaciado; dilatación o relajación del cardias →
sensación de gastritis o acidez. Este reflujo gástrico hasta el final de la gestación.
Vesícula hipotónica y su vaciado será lento e incompleto → estasis de la bilis y la formación de litiasis.
↓ albúminas sérica. ↓ índice albúmina-globulina es normal en la gestación.
Riñón y tracto urinario. Los riñones ↑ tamaño y peso; pelvis renal dilatada.
Uréteres dilatados, se elongan e incurvan → orina residual de 200 mL desde la semana 10. El uréter
derecho más dilatado que el izquierdo.
IFG ↑ un 50 % en la gestación; pico: 32 semanas y llega a valores de 172 ± 23 mL. Cifras normales: 20
semanas posparto.
↓ urea 8,17 ± 15 mg/100 mL, ↓ creatinina 0,46 ± 0,13 mg/100 mL, Proteinuria de 0,2-0,3 g/d
Sistema hematológico: Volumen de sangre ↑ acorde a la talla materna, el número de gestaciones, los
partos anteriores y si esta es una gestación única o múltiple.
Características:
– Es progresivo (de 45-50 %).
– Comienza en el primer trimestre.
– Es rápido en el segundo trimestre.
– Es en meseta a partir de las 30 semanas.
– Presenta un pequeño declive en las últimas 10 semanas de gestación.
Pérdidas maternas en el parto (500-600 mL) y en la cesárea (1 000 mL).
La ↑ de los eritrocitos es de unos 450 mL.
Médula ósea: hiperplasia normocítica, con ↑ del trabajo hemoformador, por liberación de la EPO que
provoca ↓ de la T1/2 de hematíes en un 50 % (120-60 días) y, por tanto, se eleva la actividad de la MO. Los
leucocitos ↑ hasta 15 000/ mm 3 en el 3º trimestre. Las plaquetas ↑ + ↑ consumo de plaquetas. Los
niveles de prostaciclina, inhibidores de la agregación plaquetaria y del tromboxano A 2, están ↑ en la
gestación. Los factores de la coagulación↓ 1,5 - 4 g/L en el 1º trimestre hasta 4 a 6,5 g/L al final de la
gestación.
El factor XI ↓ al final de la gestación, y el factor XIII se ↓ por encima del 50 %.
Fibrinólisis ↓. Plasminógeno ↑.
Sistema cardiovascular
El diafragma se eleva → corazón se desplaza hacia arriba y a la izquierda, con rotación de su eje
longitudinal, el latido apical se mueve lateral. La capacidad cardiaca ↑ hasta 70-80 mL, porque hay
hipertrofia y ↑ de V miocardio.
Eje eléctrico desplazado a la izquierda.
Soplos en foco pulmonar, no hay thrills y el grado del soplo no rebasa el nivel de II/VI. Son sistólicos
solamente.
El rendimiento cardiaco ↑ 40 %, su acmé en las 20-24 semanas de EG. El ↑ puede ser > 1,5 L/min de los
niveles pregestacionales. Se debe a la compresión del útero sobre la vena cava inferior y, de ahí, el ↓ RV al
corazón.
Los latidos cardiacos al final de la gestación ↑ 15 latidos/min; aunque esto puede ser variable y estar
afectado por el ejercicio, el estrés o la temperatura.
TA ↓ poco: es un pequeño cambio TAS, TAD ↓ reducida desde las 12-26 semanas (5-10 mm Hg). La TAD
sube a sus cifras pregestacionales alrededor de las 36 semanas de EG.
La PVC no tiene variación en la región superior del cuerpo de las gestantes; aunque se eleva cuando está
sentada, parada o en decúbito supino, y al acostarse en decúbito lateral izquierdo regresa a cifras
normales.
La placenta y el útero ↑ Qs porque su resistencia es menor que en la circulación sistémica. Q renal ↑ hasta
400 mL/min y hacia la piel, sobre todo en la zona de las manos y los pies
La PVC PIA; adicionalmente el Vs cardiopulmonar ↑ 300-500 mL en las contracciones.
Metabolismo: índice de LDL y HDL ↑ en la gestación.
La atención prenatal consiste en un conjunto de consultas, acciones de salud y cuidados previos al parto,
cuyo propósito es que termine cada gestación en un parto feliz y seguro, y un recién nacido vivo sano, de
buen peso y sin complicaciones maternas.
Objetivos principales
– Lograr que ninguna mujer fallezca a causa de una gestación (directa o indirecta).
– Disminuir la morbilidad y la mortalidad perinatales, incluidos el bajo peso al nacer y las secuelas de la
hipoxia intrauterina.
– La premisa fundamental de la atención prenatal (APN) es la captación precoz, antes de la semana 12 de
edad gestacional.
Características: precoz, periódica, continua, completa, dispensarizada, integral, regionalizada, en equipo y
con la participación activa de la comunidad.
Metodología de la atención prenatal
Primera consulta
Es la de captación de la gestante y quizás la más importante de todas las consultas, porque en esta el
médico debe ser capaz, mediante el interrogatorio y el examen físico completo, de detectar los riesgos que
la gestante pueda presentar o que permanecían ocultos, e iniciar entonces la profilaxis de los riesgos de la
gestación, fundamentalmente el bajo peso al nacer, la toxemia y la prematuridad.
Interrogatorio
Debe precisar si la mujer es eumenorreica o no, la fecha de la última menstruación (FUM) y los síntomas
subjetivos de la gestación, así como conocer si se trata de una gestación planificada por la pareja o es una
gestación fortuita. En este interrogatorio se determinarán, además:
– Antecedentes patológicos personales (APP).
– Enfermedades o complicaciones en gestaciones anteriores.
– Tipos de partos y peso de cada uno de los hijos, así como tipos de abortos. Datos de la fecha cronológica
en que estos fueron realizados.
– Medicamentos que ingirió o ingiere hasta estos momentos, dosis, ingestión de psicofármacos y
determinar la conducta que se debe seguir.
– Antecedentes patológicos familiares (APF), además de precisar si la madre o hermanas tuvieron toxemia
en sus gestaciones o existen antecedentes de gemelaridad.
Examen físico integral
El examen físico integral comprende, tanto su aspecto general como el examen físico del abdomen, y de los
aparatos cardiovascular, respiratorio y renal. En este paso es muy importante la valoración ponderal que se
puede realizar por el método de índice de masa corporal (IMC) de acuerdo con la fórmula de peso en
kilogramo: La clasificación nutricional para gestantes adultas será la siguiente:
– Bajo peso (menor que 18,9 kg/m 2): requiere entre 35-45 cal/kg de peso.
– Normopeso (18,9 a 25,5 kg/m2): requiere entre 30-35 cal/kg de peso.
– Sobrepeso (≤ 25,6 a 28,5 kg/m2): requiere entre 25-30 cal/kg de peso.
– Obesa (> 28,5 kg/m2): requiere entre 20-25 cal/kg de peso.
Examen ginecológico
Mamas.
Se valorará tamaño, turgencia, presencia de los tubérculos de Montgomery, existencia de calostro, así
como tamaño y forma de los pezones. Si son planos, se realizará charla educativa y ejercicios para la futura
lactancia materna.
Inspecciones de genitales. Descartar enfermedades infecciosas, despigmentaciones, tumoraciones y
situación de la uretra. Examen con espéculo para visualizar la vagina y el cuello uterino, para detectar
infecciones, características del cuello ‒situación, tamaño, permeabilidad o no del orificio cervical externo‒.
Se puede realizar la citología orgánica si la gestante no la tuviera realizada y también la prueba de Schiller,
si fuera necesario.
Tacto bimanual. Se deben precisar las características del cuello, y del útero. Se determinarán el tamaño, la
forma y consistencia, así como todos aquellos signos probables de gestación:
– Signo de Hegar I: los dedos de ambas manos se tocan a través de la zona ístmica (reblandecida).
– Signo de Gauss: independencia entre cuello y cuerpo uterino.
– Signo de O’Schander: latido de la arteria cervicova-ginal tactable en la zona del fondo lateral del istmo.
– Signo de Noble-Budin: abombamiento del útero a través de los fondos de los sacos laterales de la vagina.
– Signo de Piscacek: prominencia tactable hacia uno de los cuernos uterinos por la implantación ovular
hacia esa zona.
Indicaciones en primera consulta
Charla educativa, sobre la importancia de la dieta de la gestante de acuerdo con su valoración nutricional.
Se remitirá a la atención estomatológica, será valorada por el psicólogo de su área de salud y se indicará la
vacunación con toxoide tetánico alrededor de las 26 semanas.
Exámenes complementarios:
– Hemograma completo: se repetirá Hb. y Hto. en cada trimestre.
– Grupo sanguíneo y factor Rh.
– Glicemia en ayunas y posprandial a las 2 h. Se repetirá entre las 28-30 semanas de EG.
– Serología, que se repetirá para la consulta de reevaluación.
– Examen de orina, que se realizará para cada consulta.
– Prueba para descartar infección por VIH-sida.
– Exudado vaginal.
– Heces fecales.
– Fondo de ojo si fuera hipertensa conocida.
– Urocultivo si existieran APP de pielonefritis.
– Otros complementarios:
• Alfafeto proteína, entre las 15-19 semanas
• Estudios ultrasonográficos del programa (US) a las 12-13 semanas, 22-26 semanas
• Antígeno de superficie B y C, alrededor de las 24 semanas.
• Electroforesis de la Hb entre las 15-19 se-manas cuando se realiza la alfafeto proteína
Seguimiento de reconsultas
No es posible abarcar en un libro de texto básico toda la gama de situaciones y problemas individuales que
pueden ir apareciendo durante la evolución de una gestación, pero sí debemos recalcar que en cada
consulta debemos tener presente un grupo de tareas:– Escuchar todas las inquietudes de la gestante, así
como las del esposo, la madre y la suegra.
– Educarla en todos los aspectos higiénico-dietéticos de la gestación, el parto y el puerperio. Iniciar la
educación sobre la lactancia materna. Dosificar en cada consulta qué aspecto del embarazo se va a explicar
de acuerdo con su EG.
– Valorar la presencia de infecciones vulvovaginales o no, lo que debe ser motivo de interrogatorio en cada
consulta, porque en ocasiones las mujeres no lo declaran.
– Valorar las tres curvas de la atención prenatal: de peso, de altura uterina y de tensión arterial (TA)
Curva de peso. La educación de las gestantes debe comenzar desde su captación, y nuestro objetivo es
lograr que todas aumenten de peso, pero de acuerdo con el índice de masa corporal. El aumento de peso
no debe ser en forma brusca después de las 20 semanas de EG. Toda gestante debe ↑ como mínimo 8 kg
de peso durante toda la gestación. Se aceptan como cifras totales entre 12-15 kg. El aumento de peso
fluctuará entre 1-2 kg cada mes, aproximadamente 0,5 kg/semana.
Curva de altura uterina
Altura uterina: 1 cm/semana, después de 14 semanas. Una alteración de la altura uterina nos dará un signo
de más o de menos.
Signo de más. > 2 cm por encima de la altura uterina normal para esa EG. Causas:
– Error de cuenta. – Obesidad. – Macrosomía fetal. – Gestación múltiple.– Polihidramnios.
– Tumores y embarazo. – Mola hidatiforme. – Malformaciones fetales.
Signo de menos. > 2 cm por debajo de la altura uterina normal para esa EG. Causas:
– Error de cuenta. – Desnutrición materna. – Aborto retenido. – Muerte fetal. – CIUR. – Mola
embrionada. – Malformaciones fetales.
Curva de tensión arterial:
La hipertensión arterial (HTA) se clasifica de la forma siguiente:
– Trastornos hipertensivos dependientes de la gestación (a partir de las 20 semanas de EG): •
Preeclampsia (leve y grave). • Eclampsia.
– Enfermedad hipertensiva crónica (existía antes de la gestación o se conoció antes de las 20 semanas).
– Hipertensión crónica con preeclampsia sobreañadida.
– Hipertensión transitoria o tardía.
La profilaxis de la enfermedad hipertensiva de la gestación debe ir dirigida a:
– Detectar en la labor de terreno a las pacientes de riesgo: edad menor de 20 años o más de 35 años,
nulípara, APF de hipertensión, bajo peso u obesas y patrones culturales bajos.
– Educación nutricional desde la consulta de captación.
– Detectar a tiempo los signos iniciales y las formas leves de la enfermedad.
– Ingreso de la paciente para precisar diagnóstico, estado de la enfermedad y para su atención en equipo.
Parto normal
Presentación. Es la parte del feto que se presenta al canal del parto y es capaz de desencadenar el trabajo
de parto. El 95 % son cefálicas y el 4 % son podálicas o pelvianas, que pueden ser de cara, frente y, muy
rara, de hombros.
Punto de referencia:
Cefálica: occipucio.
De cara: mentón.
Pelviana o podálica: sacro.
Factores que influyen en la presentación (materna y fetal): tumores del útero, anomalías de este órgano,
tumores de ovario, anormalidades de la pelvis materna, el tamaño del feto y tumores o anomalías fetales.
Localización de la placenta y cantidad de líquido amniótico,
Causas que desencadenan el parto:
– Musculares. – Hormonales. – Nerviosas. – Placentarias.– Fetales.
Causas musculares
Causas hormonales: Unidad feto placentaria, al envejecer la placenta → ↓ progesterona (hormona
inhibidora de la contractilidad de la musculatura lisa). Oxitocina, PG.
Causas nerviosas: estrés, dolor o tensión emocional pueden desencadenar un parto, especialmente si está
próximo a la fecha del parto y los estrógenos > progesterona.
↑ secreción de oxitocina por descarga refleja de los núcleos supraóptico y paraventricular.
Estímulo del tacto intracervical
Causas placentarias y fetales
Descripción clínica del parto
La labor de parto se divide en tres etapas:
– Periodo de dilatación. – Periodo de expulsión. – Periodo de alumbramiento.
Periodo de dilatación. Desde el inicio de la labor de parto hasta la dilatación completa (10 cm). Es la fase
más larga del trabajo de parto y tiene una duración de 8-12 h en las nulíparas y de 6-8 h en las multíparas.
Periodo de expulsión. Desde la dilatación completa hasta el nacimiento del bebé y varía desde pocos
minutos hasta 2 h, sobre todo en las nulíparas.
Periodo de alumbramiento. Desde el nacimiento hasta la expulsión de la placenta, y se espera que esto
ocurra en un periodo de 30-40 min.
Inicio del parto: contracciones cada 2-3 min y duran de 30-45 s, y como resultado existen modificaciones
del cuello uterino.
El promedio de duración del primer periodo varía entre primigrávida y multíparas.
Los tres factores que contribuyen a que las contracciones borren y dilaten el cuello son:
– La presión hidrostática de la bolsa de las aguas.
– La tracción que sobre las fibras del cuello uterino ejercen las del cuerpo.
– La dilatación activa por la disposición espiral de las fibras musculares del útero.
Dilatación cervical:
Primíparas: comienza por el orificio cervical interno, mientras el externo ofrece una mayor
resistencia, de modo que antes de comenzar la dilatación del orificio cervical externo, el cuello ya se ha
borrado.
Multíparas: el cuello uterino no necesita el borramiento para que se produzca la dilatación, se van
dilatando simultáneamente y, a la vez, se van acortando los dos orificios hasta fundirse en uno solo.
La bolsa de las aguas puede romperse espontáneamente durante el periodo de dilatación. Cuando esto
ocurre antes de iniciarse la labor de parto, se plantea que ha ocurrido una ruptura prematura de
membranas (RPM). Si la ruptura de la bolsa ocurre al principio de la labor de partos o antes de las 6 h de
comenzar las contracciones, se dice que es ruptura precoz de membranas; pero si sucede en el periodo
expulsivo, entonces es ruptura tardía. La bolsa de las aguas: protege al feto de las compresiones que le
producen las contracciones, ayuda a la dilatación cervical y evita la penetración de gérmenes en la cavidad
ovular.
El periodo de dilatación consta de dos fases:
– Fase latente: comienza con las contracciones y se prolonga hasta los 2,5 cm de dilatación; es de unas 8 h
de duración y no debe pasar de 20 h en las nulíparas y de 14 en las multíparas.
– Fase activa:
• Fase de aceleración inicial. Hay una pendiente más pronunciada de 2 h y la parturienta completa hasta 4
cm de dilatación.
• Fase de máxima inclinación. La dilatación va de 4-9 cm, dura 2 h.
• Fase de desaceleración. Se alcanzan los 10 cm y dura de 2 h en las nulíparas y de 1 h en las multíparas
Se plantea que la fase latente de descenso va desde el grado de penetración inicial en el estrecho superior,
hasta que se entra en la fase de máxima aceleración. La fase activa del descenso se correspondería con el
comienzo de la fase de máxima aceleración hasta la fase de desaceleración y terminaría con la expulsión.
En el alumbramiento, se expulsa la placenta con sus anejos ovulares: el resto del cordón umbilical y las
membranas ovulares; la mujer puede presentar escalofríos y temblores. El útero se encuentra ahora
reducido de tamaño y su fondo se puede palpar al nivel del ombligo; las contracciones uterinas del
alumbramiento dan lugar al desprendimiento natural de la placenta. El útero contraído se apoya en la
placenta y se eleva hacia el lado derecho hasta el reborde costal.
Mecanismos de desprendimiento de la placenta:
Schultze o Baudolocque. Duncan.
hematoma central periférico
hemorragia posterior a placenta antes de placenta
cara de placenta fetal (inserción de cordón) materna con cotiledones
c/ 15 min x 2 horas, luego c/30 min x 2 horas: Chequeo integral c/1 hora (4horas traslado puerperio)
Opsomenorrea: Alteración del ciclo bifásico que se prolonga más de lo habitual, con frecuencia mayor de
40 días. Las menstruaciones se suceden con intervalos de 36 a 90 días.
Hipomenorrea: Es aquel sangramiento menstrual escaso de menos de 50 ml.
Trastornos menstruales por exceso
Proiomenorrea: Alteración del ciclo sexual bifásico. El sangrado ocurre a un intervalo < 21 días.
Hipermenorrea: Es una alteración de la cantidad (más de 120 ml/día). Si es un exceso o prolongación del
sangramiento uterino por más de 7 días que ocurre a términos regulares, entonces es una polimenorrea.
Otros trastornos
• Hiperpolimenorrea.
• Polihipermenorrea.
• Oligohipomenorrea.
• Hipoligomenorrea.
Existen también otros trastornos tales como:
• Metrorragia: sangramiento uterino irregular independiente del ritmo menstrual.
• Criptomenorrea: ausencia de la salida al exterior de la sangre menstrual. Se debe a la presencia de un
obstáculo al nivel del himen, la vagina o el cuello del útero.
• Sangramiento intermenstrual: sangramiento en cantidad variable que ocurre entre un periodo menstrual
regular casi siempre no excesivo.
• Sangramiento premenstrual (spoting): escaso sangramiento que ocurre semanas antes de la menstruación.
Prolapso genital: El término prolapso (descenso de una víscera), originalmente aplicado al útero,
puede aplicarse también a lesiones combinadas de la vagina-vejiga y vagina-recto, por
desplazamiento parcial de estos por lesión de los tabiques o fascias que los separan, y da lugar al
cistocele y rectocele, respectivamente.
Cistocele: A esta afección también se le denomina hernia de la vejiga y ocurre cuando la base de
ella produce el descenso de la pared anterior de la vagina o colpocele anterior, debido a una lesión
de la fascia vesicovaginal y según la intensidad del descenso se distinguen tres tipos:
– En el cistocele pequeño desciende la porción retrouretral de la vejiga, lo cual se reconoce porque
cuando la paciente realiza el esfuerzo de pujar, la pared vaginal anterior desciende hacia la vulva.
– En el cistocele mediano, desciende el trígono y el cuello vesical; la pared anterior de la vagina
asoma a la vulva sin que la enferma puje.
– En el cistocele grande, desciende también el repliegue interuréter y se forma una bolsa constituida
por el fondo, el trígono y el cuello vesical. Desde el punto de vista clínico, se le conoce porque la
pared vaginal anterior sobresale de la vulva, aun en estado de reposo.
Cuadro clínico: Depende del grado del descenso. El cistocele pequeño casi es asintomático, pero
los de mediano y gran tamaño, en cambio, producen una sensación de peso en la vulva que se
exagera con la estancia de pie, la marcha, los esfuerzos y durante la micción, así como provocan
síntomas urinarios infecciosos causados por la retención urinaria que originan. En otras ocasiones,
se produce incontinencia urinaria al rectificar el ángulo retrovesical. Otras veces puede haber
dificultad en la micción, lo cual se resuelve con la reducción de la zona prolapsada al empujarla
hacia arriba.
Diagnóstico: No ofrece ninguna dificultad en la inmensa mayoría de los casos y se hace mediante
la simple inspección de la mujer, pero no es excepcional en mujeres en edad reproductiva. Se
distinguen tres grados de prolapso según el descenso del útero:
– Primer grado: cuando el útero desciende y ocupa parcialmente la vagina, pero el “hocico de
tenca” no llega a la vulva.
– Segundo grado: cuando el “hocico de tenca” asoma ya por la vulva y aparece en un plano más
adelantado que esta.
– Tercer grado: cuando todo el útero está situado en un plano más anterior que el de la vulva.
Cuadro clínico: El de primer grado puede ser asintomático o producir solamente sensación de peso
vaginal o dificultad en el coito, en dependencia del descenso del útero y de su movilidad. En los
prolapsos de segundo y tercer grados, el síntoma fundamental es el descenso solo o acompañado del
descenso herniario de la vejiga o del recto en la vulva, que provoca dolor o sensación de peso. Los
genitales externos, al observar el abombamiento de la pared vaginal anterior, que se exagera al
hacer pujar a la enferma, lo que también sirve como diagnóstico diferencial respecto a los tumores
del tabique vesicovaginal o a los quistes de la vagina que no se modifican con el esfuerzo. Si
quedaran dudas, basta con introducir una sonda en la vejiga y palparla a través de la pared vaginal
prolapsada.
Tratamiento: Los cistoceles pequeños y asintomáticos no se operarán, sobre todo si se trata de
mujeres jóvenes con función reproductiva activa. Las mujeres con cistoceles grandes o medianos,
casi siempre sintomáticos, se intervendrán quirúrgica-mente para su reparación y, si son multíparas,
se debe complementar este procedimiento con la esterilización quirúrgica o la inserción de
dispositivos intrauterinos, ya que un parto posterior daría al traste con la intervención reparadora.
Rectocele o colpocele posterior: es el descenso de la pared rectal anterior que empuja la pared
vaginal posterior, por una lesión de la fascia rectovaginal. Se clasifica según su tamaño: pequeño, si
no llega al introito vaginal; mediano, si alcanza la vulva, y grande, si sobresale de ella.
Cuadro clínico: Los síntomas son escasos, se reducen a sensación de peso y presencia de cuerpo
extraño; en ocasiones pueden existir trastornos de la defecación y de las relaciones sexuales.
Diagnóstico: El diagnóstico es sencillo, pues mediante la inspec-ción se observa la salida de la
pared vaginal posterior espontáneamente, y es más evidente al realizar el esfuerzo de pujar o por el
tacto rectal, dirigiendo el dedo hacia la zona prolapsada para palpar la lesión del suelo perineal.
Tratamiento: Los rectoceles pequeños y asintomáticos no se operan. Los rectoceles medianos y
grandes sintomáticos requieren de un tratamiento quirúrgico, colporrafia posterior con miorrafia de
los elevadores del ano y anticoncepción complementaria.
Prolapso uterino: Es el descenso del útero, que puede ser más o menos pronunciado y que incluye
generalmente los órganos vecinos (recto y vejiga). Se presenta con más frecuencia entre la sexta y
séptima décadas de la vida.
Además de los síntomas genitales, existen los extragenitales, sobre todo los urinarios, que van
desde la incontinencia hasta la dificultad en la micción. Es frecuente la cistitis provocada por
infección de la orina que queda retenida en la vejiga. Casi siempre se asocian la constipación, las
hemo-rroides y la molestia rectal, sobre todo cuando existe un rectocele de gran tamaño. Como en
los prolapsos de segundo y tercer grado el cuello se proyecta al exterior, se pueden producir
erosiones que frecuentemente se infectan y causan sangramientos escasos. En los casos de larga
evolución se presentan ulceraciones cervicales y de la pared vaginal de considerable extensión que
requieren el ingreso y el tratamiento intensivo.
Diagnóstico: Se realiza a partir del interrogatorio donde la paciente refiere los síntomas señalados
en el cuadro clínico. Con el examen físico es fácilmente compro-bable, a partir del grado de
intensidad que muestra características clínicas diferenciadas:
– Primer grado: en el examen físico del prolapso uterino de primer grado se encuentran el suelo
pélvico relajado y la salida mayor o menor de una porción de las paredes vaginales. El útero, por lo
común, está retrodesviado, y el cuello uterino muy bajo y hacia adelante, cerca del orificio vaginal
o en él; al toser o pujar la paciente, sobresalen más el útero y las paredes vaginales.
– Segundo grado: el cuello se presenta en la vulva y protruye al pujar la paciente; está acompañado
de las paredes vaginales y, algunas veces, de la vejiga. Pueden existir erosiones en el cuello en
mayor o menor grado y algunas veces, úlceras.
– Tercer grado: se observa un tumor casi tan grande como el puño, que sobresale la vulva y queda
colocado entre los muslos. En la porción inferior está el cuello uterino.
Al diagnosticar el prolapso uterino, pudieran surgir confusiones con cualquier tumoración que se
halle en la vagina o se proyecte al exterior (cistocele o rectocele, descritos anteriormente) o con un
mioma pediculado que esté en la vagina o sobresalga hacia fuera. También es característica la
elongación idiopática del cuello uterino, en el cual el cuerpo uterino está casi en posición normal en
la pelvis y la histerometría está aumentada; en la inversión uterina el útero se encuentra invertido y
se palpa como una tumoración de la vagina, con ausencia del cuerpo uterino en su sitio normal. Por
último, hay que recordar que el quiste de Gartner es de consistencia quística y está localizado en la
pared vaginal.
Tratamiento: Puede ser conservador o quirúrgico.
En aquellos casos en que existe contraindicación operatoria, se puede aplicar la reducción del
prolapso y su mantenimiento, mediante pesarios de anillo de forma circular que, introducidos en la
vagina, sirven de sostén al útero. El tratamiento quirúrgico, en aquellos casos de prolapso de primer
grado no se requiere, a no ser que se acompañe de rectocistocele, y entonces, se resuelve con la
colpoperinorrafia. En el prolapso de segundo grado, operación Manchester (amputación del cuello
con histeropexia ligamentosa y colpoperinorrafia; en el prolapso de tercer grado histerectomía
vaginal. A las pacientes ancianas que no tengan relaciones sexuales y su estado general sea precario
colpocleisis.