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UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS

ESCUELA DE PSICOLOGÍA
LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA

Escuela de Psicología
Psicología Educativa

Asignatura:
Psicolingüística
TAREA NO V
Antecedentes de la lingüística
Participante:
Jhoan Manuel Heredia Pérez
Matricula:
201810627

Facilitador:
Belkis Duran M.

02/11/2020
Desarrollo
Explica en que consiste el planteamiento de Sapir--Whof(relatividad lingüística)
Tradicionalmente, el ser humano ha entendido el lenguaje como un medio de
comunicación a través del cual es posible establecer una vinculación con el
mundo y nos permite expresar aquello que Esta concepción ve el lenguaje
como un medio de expresión de lo que ya está dentro. Sin embargo, para la
teoría del lenguaje de Sapir-Whorf, este tiene una importancia mucho mayor,
teniendo un papel mucho más importante a la hora de organizar, pensar o
incluso percibir el mundo.
Cuando el lenguaje configura el pensamiento
Según la teoría del lenguaje de SapirWhorf la comunicación humana a nivel
verbal, el uso del lenguaje en el ser humano, no se limita a expresar nuestros
contenidos mentales. Para esta teoría el lenguaje tiene un papel de gran
relevancia a la hora de configurar nuestra forma de pensar e incluso nuestra
percepción de la realidad, determinando o influyendo en nuestra visión del
mundo.
De este modo, las categorías gramaticales en los que el lenguaje clasifica el
mundo que nos rodea hacen que nos ciñamos a un modo concreto de pensar,
razonar y percibir, estando éste vinculado a la cultura y contexto comunicativo
en la que nos vemos inmersos a lo largo de la infancia. Dicho de otro modo, la
estructura de nuestro lenguaje hace que tendamos a utilizar unas estructuras y
estrategias interpretativas concretas. Asimismo, la teoría del lenguaje de
SapirWhorf establece que cada lengua posee términos y conceptualizaciones
propias que no pueden ser explicadas en otras lenguas. Dicha teoría enfatiza
pues el papel del contexto cultural a la hora de ofrecer un marco en el que
elaborar nuestras percepciones, de modo que somos capaces de observar el
mundo dentro de unos márgenes impuestos socialmente.
Algunos ejemplos
Por ejemplo, el pueblo esquimal está acostumbrado a vivir en entornos fríos
con gran cantidad de nieve y hielo, poseyendo en su lenguaje la capacidad de
discriminar entre diversos tipos de nieve. En comparación con otros pueblos,
conscientes de la naturaleza y contexto en el que viven, siendo capaces de
percibir matices de la realidad que a un occidental se le escapan. Otro ejemplo
puede verse en algunas tribus en cuyo lenguaje no existen referencias al
tiempo. Dichos individuos tienen severas dificultades para conceptualizar las
unidades de tiempo. Otros pueblos no poseen palabras para expresar
determinados colores, como el naranja. Un último ejemplo, mucho más reciente
puede darse con el término umami, concepto japonés que se refiere a un sabor
derivado de la concentración de glutamato y que para otros idiomas no tiene
una traducción concreta, siendo de difícil descripción para una persona
occidental.

El vínculo entre lenguaje y pensamiento: ¿determinación o interacción?


Aquellos pasajes en los que Sapir se ocupa de explicar cómo entiende él la
relación lenguaje-pensamiento constituyen las áreas más difusas de su obra.
De la lectura atenta de estos fragmentos concluimos que, para este autor,
existen dos niveles en los que lenguaje y pensamiento interaccionan: (a) un
primer estrato, correspondiente a lo cotidiano, en el que el sistema lingüístico
trabaja a modo de mecanismo de etiquetación de la realidad; y (b), un segundo
estadio, situado en un nivel de mayor complejidad, en el que la lengua está
indisolublemente ligada al pensamiento convirtiéndose en el molde que le da
forma [Sapir (1921a), p. 14]. En este estrato “conceptual” ambos avanzan de la
mano en un acto de complementación en el que el progreso del simbolismo
lingüístico repercute en el avance del pensamiento [Sapir (1921a), p. 15]10. Si
bien en una primera fase el pensamiento proporciona una serie de átomos
conceptuales que permiten la construcción del simbolismo lingüístico, una vez
que se ha operado la distribución lingüística, el lenguaje se vuelve hacia el
pensamiento moldeándolo en función de su estructura [Sapir (1921a), p. 17].
Desde este punto de vista, cada c ódigo lingüístico supone una manera
particular de observar e interpretar la realidad, ya que será el patrón de nuestra
lengua el que nos oriente a la hora de seleccionar qué es relevante en nuestra
experiencia con miras a su comunicación. Tal y como explica Sapir, el simple
hecho de ver caer una piedra puede ser analizado de formas muy distintas
dependiendo del sistema lingüístico que vayamos a emplear para su
descripción. Un hablante de chipewa deberá prestar atención al carácter
animado/inanimado del objeto que cae. Por su parte, un hablante de kwakiutl
deberá fijarse en si la piedra es vista o no por la persona que habla y tendrá
que reflejar en la lengua el grado de cercanía con respecto al hablante [Sapir
(1924), p. 158].
La inconmensurabilidad interlingüística y la imposibilidad de la
traducción
En varias ocasiones Sapir se ha referido a la “inconmensurabilidad” de las
lenguas. Esto ha sido interpretado por un número importante de lingüistas
como una afirmación de la radical diferencia entre los sistemas lingüísticos y de
las visiones de mundo a ellos asociadas y como una defensa de la
imposibilidad de la traducción. El fragmento que recortamos a continuación no
podía ser más claro al respecto [también Peña (2000)]:

2 -Establece la diferencia entre comprensión y producción


La comprensión lingüística es un proceso de construcción bastante complejo.
Para comprender el lenguaje se precisa interpretar y reconstruir la intención
comunicativa del hablante a partir del continuo de sonidos que se perciben. Es
decir, nosotros cuando hablamos con alguien emitimos determinados sonidos
que tienen un significado determinado; es trabajo del oyente descifrar este
mensaje y comprenderlo.
Mientras que la producción del lenguaje o capacidad de hablar es unas
características distintivas y enigmáticas de la especie humana. Pese a ello, y a
que el análisis de los principios que rigen el habla constituye un componente
esencial de la actividad lingüísticas, la producción del lenguaje ha sido un
proceso poco conocido.
 La razón está en la dificultad de la utilización de métodos experimentales. Así,
el investigador aborda un proceso que sólo es observable en la última fase. No
puede controlar variables de influencia en el input (ideas, creencias, etc.), ni
restringir tipos de respuesta al sujeto, sin limitar la validez de sus conclusiones.
En cualquier caso sí se dispone de un output (la cadena de sonidos que
constituyen el habla) que sí es observable y medible.
Bibliografía
Casas, M. X. (2003). El relativismo lingüístico en la obra de Edward Sapir. Mexico: Planeta.

online-psicologia. (21 de 10 de 2017). online-psicologia. Obtenido de La produccion del


lenguaje: https://online-psicologia.blogspot.com/2011/03/la-produccion-del-
lenguaje.html

psicologiaymente. (08 de 04 de 2013). psicologiaymente. Obtenido de La teoría del lenguaje de


Sapir-Whorf: https://psicologiaymente.com/inteligencia/teoria-lenguaje-sapir-whorf

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