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HERMENÉUTICA BÍBLICA PARA NIÑOS, UNA APROXIMACIÓN DESDE LA

NARRATIVA INFANTIL AL LENGUAJE PARABÓLICO MATEO 13, 33

MARCO YAHIR PARADA LOZANO

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA


FACULTAD DE TEOLOGÍA, PREGRADO EN TEOLOGÍA
LICENCIATURA EN TEOLOGÍA
BOGOTÁ D.C.
2011
HERMENÉUTICA BÍBLICA PARA NIÑOS, UNA APROXIMACIÓN DESDE LA
NARRATIVA INFANTIL AL LENGUAJE PARABÓLICO MATEO 13, 33

MARCO YAHIR PARADA LOZANO


Proyecto de grado para optar al título
de Licenciatura en Teología

Director:
JOSÉ SANTOS TORRES, CMF.
Doctor en Teología

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA


FACULTAD DE TEOLOGÍA, PREGRADO EN TEOLOGÍA
LICENCIATURA EN TEOLOGÍA
BOGOTÁ D.C.
2011
Nota de aceptación

4.7

CUATRO SIETE

_____________________________

EDITH GONZÁLEZ
Presidente del jurado

EDITH GONZÁLEZ
Jurado

ÁNGELA SIERRA
Jurado

Bogotá D.C. 26 de agosto de 2011


A la presencia de Dios Padre y Madre de la vida;
A la naturaleza creada y creadora;
Al fruto bendito de mis padres
que me dieron la vida;
A mi esposa: Nancy Liliana
A la familia Claretiana;
A mi familia.
AGRADECIMIENTOS

P. Carlos Julio Rozo Rubiano. Primer director de esta tesis.

P. José Santos Torres, cmf. Director final de esta tesis.

Docente. Nancy Liliana Beltrán Vizcaíno. Quien me apoyó y me animó a finalizar


mis estudios teológicos.

Docente Sandra Rojas Panqueva. Quien me invitó al mágico mundo de la lectura


bíblica infantil.

Colegio Claretiano de Bosa.

Estudiantes de los grados sexto 2011 y séptimo 2010

A todos los que han aportado con su motivación, entrega y trabajo desinteresado a
la propuesta bíblica infantil en diversas partes de Colombia.
CONTENIDO

INTRODUCCIÓN

1. COMPRENSIÓN DE LA INFANCIA pág. 9


1.1 APROXIMACIÓN AL CONCEPTO DE LA INFANCIA pág. 9
1.2 LA COMPETENCIA LECTORA pág. 18
1.3 LA H.B.I. UNA ALTERNATIVA DE PROTAGONISMO INFANTIL pág. 21
2. INFANCIA EN LA BIBLIA
2.1 EL CONCEPTO DE INFANCIA EN EL ANTIGUO TESTAMENTO pág. 27
2.1.1 Algunos aspectos negativos de la infancia en el A.T. pág. 27

2.1.2 Algunos aspectos positivos de la infancia en el A.T. pág. 29

2.2 EL CONCEPTO DE INFANCIA EN EL NUEVO TESTAMENTO pág. 31

2.2.1 Algunos aspectos negativos de la infancia en el N.T. pág. 32

2.2.2 Algunos aspectos positivos de la infancia en el N.T. pág. 33

2.3 JESÚS ADULTO, UNA SEMBLANZA DE SU INFANCIA pág. 35

2.4 EL CONCEPTO DE INFANCIA EN EL EVANGELIO DE MATEO

Y DE LUCAS pág. 38

2.5 EL CONCEPTO DE INFANCIA EN EL EVANGELIO DE MATEO pág. 40

2.5.1 el concepto de filiación en el evangelio de Mateo pág. 42

3. HERMENÉUTICA BÍBLICA PARA NIÑOS UN APORTE A LA

PRÁCTICA PASTORAL DEL COLEGIO CLARETIANO pág. 44

3.1 LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA pág. 46

3.2 DESARROLLO DEL DISEÑO METODOLÓGICO pág. 49


3.2.1 Fase preparatoria. pág. 49

3.2.2 Trabajo de campo. Recolección de la información. pág. 51

3.2.3 Fase analítica. pág. 52

3.2.4 Fase informativa. pág. 58

4. CONCLUSIONES pág. 67

5. BIBLIOGRAFÍA pág. 70

6. Anexos
INTRODUCCIÓN

La teología tiene un desafío desde y con la infancia, pues desde la pastoral se


trabaja para el mundo adulto, con esquemas que profundizan en la madurez de la
fe, hay más interés en el testimonio cristiano y se hace poco énfasis en la tarea de
evangelizar el mundo de la niñez1. Es necesario que desde la pastoral haya un
interés en las estrategias pedagógicas para que los niños y niñas a través del
juego, la lúdica, el canto, las dinámicas y desde su narrativa encuentren para ellos
el mensaje que tiene guardado el Dios de la vida en el texto sagrado de tradición,
aprendan a hacer vida la palabra, recreen su experiencia con respecto al hoy,
sean sujetos protagonistas2 de su propia lectura, se empoderen, sean
participativos, deliberativos, transformadores, sujetos autónomos que logren una
nueva participación en la Iglesia, construyan relaciones de horizontalidad con los
adultos, recuperen el sentido liberador de los textos usados comúnmente para
mantener el dominio y la discriminación de los adultos sobre los niños y las niñas.

Los niños como sujetos, tienen desde su experiencia de vida y fe una comprensión
bíblica con ojos y corazón infantiles, a través de la cual logran comprender y
escuchar lo que Dios les está diciendo hoy en su propio lenguaje, en su propio
mundo. Por eso, desde la hermenéutica bíblica infantil se parte de las
herramientas de la imaginación, los sentidos (ver, escuchar, gustar, tocar, oler), el
deseo, los valores, las riquezas, la celebración, el festejo, los paseos, las huertas
agroecológicas y todos los medios posibles para apropiarse del texto y recrearlo
desde su contextualidad3, como seres en relación, situados, con alegrías y
problemáticas sociales, personales y familiares, las cuales también pueden ser
iluminadas desde los textos bíblicos con el pretexto de la liberación y de la

1
TORRES, Fernando. Como saben los niños… los niños que nada saben. Dimensión educativa. Bogotá. pág. 1
2
En: Revista Casitas Bíblicas infantiles. Bogotá. Barrio Diana Turbay.
3
MERCHÁN Mery Y RAMÍREZ ZELA Edgar. En: revista experiencias bíblicas infantiles No 16 febrero de 2007.
consecución de su protagonismo como gestores de su historia, de su proceso de
dignificación y humanización.

En las prácticas pedagógicas escolares se puede observar que se hace una


interpretación racional de los textos bíblicos, se deja de lado el sujeto como
experiencia que entra en contacto con otra experiencia histórica de liberación. En
la escuela, la mentalidad y la costumbre desvaloran y restan importancia al papel
que juega el niño y la niña como sujetos constructores de su historia 4, se concibe
a la educación como recepción de conocimientos siendo el adulto el único
responsable de la instrucción de la niñez.

En cuanto a su realidad, los niños describen que, sienten que hay intolerancia
hacia la autoridad del mayor, falta de tiempo de los padres para estar con los hijos,
se han escaseado los espacios de crianza y protección, ellos no pueden tomar
decisiones por si solos, falta de escucha y respeto por sus opiniones, poca
comprensión, falta de comunicación, problemas de convivencia. Consideran que
en el mundo de los adultos, los niños son poco tenidos en cuenta, hay violencia
contra la infancia.

Es evidente en los niños la pereza para leer, desmotivación por el texto escrito, no
captan bien las ideas, tiene la precomprensión de percibir la biblia como un texto
muy largo, hay dificultades en la búsqueda de los versículos, no saben cómo
reflexionar o actuar a cerca de un texto bíblico, se les dificulta la comprensión de
algunas palabras, la forma de algunos lenguajes bíblicos poco favorables para el
ambiente infantil. Les gustaría textos bíblicos con más imágenes, uso de un
lenguaje cotidiano, letra grande, representar por medio de obras de teatro,
representaciones, conocimiento de la historia de la biblia, historias interesantes,
significados comprensibles.

4
IBÍT. Pág.1. No 21. Octubre de 2007.
Partiendo de la necesidad de ver la biblia con los ojos y el corazón de los niños y
niñas, según el imperativo del evangelio (Mt 18.3) dirigido precisamente a los
adultos “si no os volvéis y os hacéis como niños pequeñitos, no entraréis en el
Reino de los Cielos” los adultos son quienes deben aprender de los niños; y la
única manera es rehacernos (rehacer la sociedad en la que vivimos, otros dirían
transformarla)5. Cambiando la visión que tenemos hacia el mundo de la infancia y
comprender la voz que clama por participación, inclusión y protagonismo en esta
sociedad.

Hay que tener en cuenta que se tiene una comprensión de la infancia desde la
visión adultocentrica, es decir, se minusvalora la infancia, se le considera inferior,
se da más preponderancia al punto de vista de las personas adultas sobre el
punto de vista de las niñas y los niños. Este fenómeno, permite la pregunta por la
imagen que se tiene de la niñez, pues desde esta comprensión adultocentrica, las
personas adultas entienden su misión como educadoras de la niñez, en donde
ellas saben y enseñan a niñas y niños que no saben y que deben aprender del
mundo adulto, al cual deben aspirar como modelo o parámetro de vida.6

Por otra parte, en el mundo de los adultos frecuentemente se piensa cuando se


trabaja con la niñez, que una cosa es lo que ellos creen que necesitan los niños y
otra lo que en verdad necesitan la niñez. Estos presupuestos se han dado debido
a la poca profundidad del conocimiento de la realidad infantil, pues se hacen
someros análisis de realidad, se parte más bien de presupuestos y existen
variedad de preguntas que tal vez han faltado en la reflexión que se ha hecho
sobre el mundo de la infancia, ¿Qué tanto se conoce su mundo y la experiencia de
niñas y niños?, ¿cuál es el concepto de cosmovisión infantil?, ¿cómo viven?,
¿cómo piensan?, ¿cómo sienten?, ¿escuchamos sus preguntas, sus historias, sus
reclamos?, ¿conocemos sus juegos, sus gustos, sus problemas?, ¿cómo es su

5
REYES ARCHILA, Francisco. Leer la biblia con los ojos de los niños. pág. 213
6
TORRES, Fernando. Como saben los niños… los niños que nada saben. Dimensión educativa. Bogotá. pág. 1
realidad socioafectiva, sus situación económica y social?, ¿se han investigado las
razones por las cuales se vive en la pobreza, la precariedad, la marginalidad y el
maltrato?7, en fin muchas preguntas que permitirían un acercamiento a su
contexto situacional y que ha pasado desapercibido a la hora del trabajo con la
niñez.

El propósito del siguiente trabajo es dar un aporte a la práctica pastoral del


colegio claretiano desde la hermenéutica infantil a la labor educativa que se
desarrolla en esta institución en esta área, también de influir en las diferentes
prácticas pastorales que se desarrollan en otros lugares de Colombia, así mismo,
dar un aporte a lo que se ha venido haciendo en esta práctica de lectura bíblica
infantil.

Las razones por las que surge este trabajo son el interés personal por la lectura
bíblica que responsa a los desafíos de la pastoral donde realizo mi práctica
laboral, de la inquietud y necesidad de los niños con los que trabajo, de la
necesidad de crear una propuesta didáctica que se pueda articular con otras
experiencias de L.B.I. que se desarrollan en diferentes lugares del país, las cuales
han venido desarrollando esta propuesta y la van enriqueciendo con elementos
hermenéuticos, pedagógicos, didácticos.

Unificar una propuesta didáctica para el trabajo con los niños de 6 a 12 años que
tienen interés por la lectura bíblica infantil. Dar a conocer la hermenéutica bíblica
infantil en el colegio y en los contextos donde se trabaje con la infancia, recrear los
textos (Soñar, imaginar, etc.), Interpretar los textos con los ojos y el corazón de la
niñez, protagonismo de la infancia, la relación adulto – infancia en una
comprensión de complementariedad.

7
IBÍD. Pág. 1.
Los objetivos de esta investigación consisten en lograr una aproximación al
concepto de infancia, analizando los imaginarios sociales de la infancia, el
concepto en el mundo griego bíblico, el protagonismo infantil de tal manera que los
niños como sujetos desde la hermenéutica Bíblica infantil HBI se apropien del
texto bíblico, los recreen desde su cotidianidad y extraigan de él, lo que Dios les
revela en su vida.

Profundizar en el concepto de infancia desde el evangelio de Mateo, haciendo una


aproximación a la infancia de Jesús, como una elaboración teológica de la
comunidad, acercándonos al concepto de infancia desde las parábolas para
visibilizar la infancia en ellas y re-descubrir a los niños como sujetos del evangelio.

Dar un aporte teológico a la práctica pastoral del colegio Claretiano desde la


Hermenéutica Bíblica infantil, reconociendo a los niños como sujetos y creadores
de su propia lectura, siendo ellos los protagonistas, de tal manera que se
proponga una didáctica de la HBI que se pueda proponer como ideal para todos
aquellos que leen el texto bíblico de tradición con los ojos y el corazón de los
niños.

Se trabajará el método de la nueva hermenéutica, propia del pensamiento


latinoamericano, entendido como “el esfuerzo por rescatar el presente, el aquí, el
ahora, la esencial dimensión de historicidad del ser situado… el correlato
interpretativo del ser ahí, del acontecer del ser”8 dada la necesidad de una
comprensión desde nuestra realidad, por eso en la pastoral se viene trabajando
con el circulo de interpretación entre texto, contexto y pretexto. Este método se
basa en “La historicidad del ser en cuanto dinamismo y movimiento que precisa
ser interpretada para el encuentro con el ser y con la realidad, en el plano de una

8
PARRA, Alberto, s.j. TEXTO, CONTEXTO Y PRETEXTO. Teología Fundamental. Pontificia
Universidad Javeriana. Facultad de Teología. Bogotá. 2003. p. 23
historia personal y colectiva que ofrezca espacio al crecimiento del hombre, a su
personalización y a su liberación en cuanto posibilidad de ser sí mismo autónoma
e irrepetiblemente9

La circularidad hermenéutica permite la lectura del texto de tradición, desde los


contextos históricos de situación, con el pretexto ético de nuestra liberación en
Cristo. Para el trabajo con los niños es indispensable la ayuda de esta
metodología que permite una cercamiento a su realidad existencial, a su
comprensión buscando que de esta manera “los elementos metodológicos del
texto, contexto, pretexto o de comprensión, interpretación o aplicación operan una
verdadera circularidad entre dichos elementos, significando el movimiento de
interacción de los elementos en juego, es decir la interacción del movimiento de la
tradición y del movimiento del intérprete, de modo que el pretexto de liberación
modifique el análisis de la situación y la comprensión de la tradición; que el texto
santo de tradición modifique el contexto y el pretexto; y que los textos contextos y
pretextos jueguen la comprensión del sentido operativo y transformador de la
existencia y del entorno10

Teniendo el anterior presupuesto teórico se trata de enriquecer la Teología desde


los niños, reconocer el protagonismo de la infancia, leer la biblia con los ojos y el
corazón de los Niños y Niñas, con el fin de enfocar la siguiente investigación en
crear una propuesta didáctica de la H.B.I., que tendría los siguientes pasos: Leer y
escuchar el texto bíblico, contar el texto con sus propias palabras, incluir a los
niños, visibilizar a los niños (Reelaborar el texto bíblico visibilizando la figura de los
niños y las niñas), iluminación del texto bíblico a la realidad personal, familiar,
social, los compromisos y actualización del texto bíblico.

9
IBÍT. p. 23.
10
IBÍT. p. 27.
1. COMPRENSIÓN DE LA INFANCIA

1.1 APROXIMACIÓN AL CONCEPTO DE LA INFANCIA

Existen múltiples conceptos del término infancia, se puede hablar de ella desde el
punto de vista cronológico, antropológico, sociológico, psicológico, etc. Pero no es
posible responder de forma unívoca, será preciso detenerse en cada época y
precisar su contenido y sus numerosos matices11 El propósito será comprender el
concepto en cada momento, para consolidar un significado que responda a las
necesidades de la hermenéutica bíblica infantil.

Los modos de considerar la infancia, la niñez, y a los niños y niñas 12 en distintas


épocas se encuentran presentes en los imaginarios, discursos y prácticas que dan
cuenta de continuidades y discontinuidades de las sociedades y culturas. 13 De
esta manera, se hace un breve acercamiento desde ciertas épocas que reflejaran
el desarrollo del concepto a lo largo de la historia y las implicaciones que ha tenido
en nuestra comprensión actual.

En la cultura clásica, concretamente hablar del niño griego nos lleva


inmediatamente a la infancia de los héroes homéricos, a la leyenda de los niños
educados en la Esparta: el centauro Quirón recuerda a su alumno Aquiles las
vomitonas que le producía el vino que le daban cuando era niño, anécdota
probablemente histórica, que indica el afán de los adultos en quemar cuanto antes
la etapa infantil considerada inútil y sin valor.14 En la Roma antigua, antes de la

11
DELGADO CRIADO, Buenaventura. Historia de la Infancia. Ed. Ariel. 1998. pág. 13
12
En adelante se escribirá niño-a o su correspondiente en plural niños-as, de tal manera que abramos un diálogo con la
infancia desde un lenguaje incluyente.
13
DÍAZ B. Maritza Y VÁSQUEZ CARDOZO, Socorro. Contribuciones a la Antropología de la Infancia Editorial Pontificia
Universidad Javeriana. 2010. Pág. 61
14
IBÍT. . pág. 26
república, existen manifestaciones claras de la existencia social del niño, no solo
como perteneciente a una estirpe y una familia como tal, sino que también se
advierten formas de explotación, como el ser utilizados para ejercer la mendicidad
en las calles de Roma.15

Para los judíos como para los griegos y los romanos, la infancia era considera
únicamente como un peldaño previo hacia la edad adulta, y nadie tenía en cuenta
el valor propio de su peculiar y diferente conciencia infantil, de forma que la niñez
estaba conceptuada como un simple “todavía no”16

En la edad media se observa que la niñez para el común de las personas, lleva de
manera directa a la condición de adultez. (Michael Walter) de la condición misma
de la infancia, entonces se pasa sin solución de continuidad a la de la adultez
misma. En las sociedades antiguas no existen diferenciadores entre las diversas
etapas humanas como las conocemos hoy.17

La revolución industrial, entre los siglos XVIII y XIX, determinó importantes


cambios socioculturales y económicos. Estructuras como las unidades de
producción familiar agrarias desaparecen para dar paso a la producción
manufacturera e industrial. Con esta orientación, se empieza a tener actitudes
diferentes frente al niño. Este adquiere características de mercancía a las que hay
que adiestrar y preparar para que tengan mayor valor económico. Si antes el niño
era considerado un pequeño adulto integrado al trabajo familiar del campo, ahora
se le ve como un ser incompleto que requiere ser preparado en las habilidades
especiales que la nueva organización social y productiva le exige, y recién en la
adultez será considerado como un sujeto.18

15
RINCÓN BERDUGO, Cecilia. Infancia y comunicación. Memorias. Universidad distrital Francisco José de Caldas, 2002.
pág. 139
16
BELDA RAFAEL. Al paso de los niños. Niños en la escritura: una aproximación desde la teología espiritual. Analecta
Calasanctiana. No 79. Enero – Julio 1998. Madrid-España. Pág. 21
17
RINCÓN BERDUGO, Op Cit. pág. 140-143
18
VÁSQUEZ DE AFEMANN, Naldy. La nueva concepción de la niñez. Revista autoeducación. Pág. 11
En el siglo XVII la infancia inicia una vida socia diferenciada, lo que se ha
mantenido hasta mediados del siglo XX. La llegada de la T.V., el internet, etc., ha
diluido la separación, pues la información directa ha quebrado los filtros de la
autoridad parental.19 Como persona y sujeto social de derechos, el niño-a aparece
apenas en el siglo XX.20

La infancia es un concepto moderno que intenta universalizar una síntesis de


dimensiones (edad, dependencia de ciertos cuidados y formas de trato,
particulares necesidades educativas, formas de aprendizaje y desarrollo de
facultades, entre otras), todo lo cual aparece en relaciones comprensibles desde
una mirada cultural.21

La figura del niño-a como tal, comienza a tomar la importancia y consideración que
merece en las investigaciones recientes de la historia de la educación. El perfil del
niño-a en las historias tradicionales aparecía desvaído y lejos de los intereses y de
las preguntas que la pedagogía y sicología plantean en la actualidad. Muy a la
ligera y de pasada se aludía al niño-a escolarizado, al que había que instruir,
disciplinar, domesticar, a fin de convertirlo en miembro útil de la sociedad. Nunca
se hablaba del niño-a de carne y hueso, sino del niño-a ideal, del niño-a dócil al
que el maestro podía modelar a su antojo y exhibir como modelo a padres y
autoridades.22

Actualmente, cuando nos referimos a la infancia, se habla de los menores de 18


años, sabedores de que es un concepto que varía en el tiempo y en el espacio. 23
La ley internacional del 2 de septiembre de 1990 aprobada por la ONU… define a
los niños-as como personas menores de 18 años, cuyos derechos hay que
respetar en todas las situaciones. Los Estados han de garantizar los derechos de
19
URRA, Javier. El futuro de la infancia. Ed. pirámide. Madrid. 2001. Pág. 21
20
DÍAZ B. Maritza Y VÁSQUEZ CARDOZO, Socorro. Contribuciones a la Antropología de la Infancia Editorial Pontificia
Universidad Javeriana. 2010. Pág. 11.
21
RINCÓN BERDUGO, Op. Cit. pág. 23.
22
DELGADO CRIADO, Buenaventura. Historia de la Infancia. Ed. Ariel. 1998. pág. 11.
23
URRA, Javier. El futuro de la infancia. Ed. pirámide. Madrid. 2001. pág. 21.
los niños-as para sobrevivir y desarrollar su máximo potencial; cuidar de su salud y
poder expresar sus puntos de vista y garantizar que reciban la información
adecuada.24

Encontramos a demás, conceptos donde Infancia, históricamente ha nombrado a


los niños y a las niñas con enunciados universalistas como: débiles y dóciles;
ingenuos y puros, o bien malvados y moldeables, etc., valoraciones que obvian el
25
reconocimiento de la diversidad de los niños y las niñas como sujetos.

Se reconoce entonces el término infancia, como una proyección al futuro, pues en


la infancia está el porvenir, también el de las naciones o comunidades de
naciones, pues dependen mucho más de la motivación y empeño en su desarrollo
en el futuro que de la historia en que se asientan.26

Esta comprensión del término infancia nos permite develar el rostro escondido de
los niños-as, cuya definición es compleja y varía de acuerdo a circunstancias,
lugares y contextos. A demás, encontramos en el término infancia, ciertos
imaginarios que nos ayudarán a precisar la visión que se requiere para esta
investigación.

Con la ayuda de la antropología de la infancia, se puede profundizar en estos


imaginarios donde podemos encontrar diferentes apreciaciones de la vivencia de
la infancia, entendiendo que los imaginarios pertenecen al campo de los simbólico
en cuanto constituyen legitimidad social, oscilan entre la relevancia y la opacidad,
es decir, la realidad construida desde esta perspectiva genera un plano de
conocimiento que siempre supone otro que está oculto.27

24
SANTOLARIA, Félix. Historia social en la España moderna y contemporánea. Barcelona 1997. pág. 208.
25
RINCÓN BERDUGO, Cecilia. Infancia y comunicación. Memorias. Universidad distrital Francisco José de Caldas, 2002.
pág. 18.
26
URRA, Javier. El futuro de la infancia. Ed. pirámide. Madrid. 2001. pág. 49
27
IBÍT. . pág. 56
Como la realidad no está a la vista, hay que transparentar las comprensiones de la
infancia, y para esto se debe Indagar por los imaginarios, sus cambios y
posibilidades de ser modificados, requiere desentrañar la creación incesante e
indeterminada en lo social, en lo histórico y en lo psíquico, como ingredientes de
las realidades y para la comprensión de las relaciones entre los discursos y las
prácticas.28

La visión que se tiene de los niños-as es una información social, la cual ha sido
socialmente aceptada, ha sido creada por el imaginario radical social instituyente
que representa cosas, objetos, figuras, formas, imágenes, los cuales son
construidos en unas condiciones particulares, en unas realidades leídas e
interpretadas por un sujeto en un momento histórico y social determinados.29

De esta manera, podemos encontrar que existe dos imaginarios sociales sobre la
infancia: el niño-a carente y el niño-a competente, las cuales vamos a determinar
cómo categorías que enmarcarán el proceso de investigación hacia el
protagonismo infantil.

Al adentrarnos en el fenómeno social de la visión del niño-a y del adulto, nos


encontramos frente a esta realidad que nos pone de manifiesto el proceso
histórico de comprensión de la infancia y su significado. Encontramos el
paradigma adulto – céntrico, del cual se derivan las comprensiones del niño-a
carente y la propuesta que tiende a la construcción del niño-a competente o sujeto
de su propia historia. Los imaginarios actuales de la infancia son el resultado de
una construcción histórica – cultural que define las relaciones adulto – niños-as en
términos de superioridad/inferioridad y competencia/carencia. Esto define lo que
se ha llamado el paradigma adulto – céntrico.30

28
RINCÓN BERDUGO, Cecilia. Infancia y comunicación. Memorias. Universidad distrital Francisco José de Caldas, 2002.
pág. 17
29
IBÍT. . pág. 19
30
IBÍT. . pág. 19
Fruto de este paradigma son las imágenes carenciales o negativas que tenemos
de los niños-as, como, el sector más débil, vulnerable y desamparado de la
sociedad. víctimas inocentes, seres movidos únicamente por pulsiones,
inmaduros, deficitarios, sin uso de razón, sin fe o por lo menos que necesitan ser
iniciados en la fe, sin capacidad de ejercer su derechos y deberes al margen de
los adultos, ingenuos que no saben distinguir entre el bien y el mal. En general son
tratados más como objetos que como sujetos, más como futuro que como
presente.31

El paradigma de la modernidad, la racionalidad adultocentrica asocia al adulto con


la razón y de esta manera, se asocia al niño-a con lo irracional, con toda la carga
negativa que eso tiene. Por eso, es notable que en el contexto sociocultural en el
que se desenvuelven los niños-as está delineado no solo por elementos
materiales, sino también por factores psicosociales (actitudes, representaciones,
atribuciones, estereotipos, percepciones sociales, valores, etc.) que los adultos
imponen y proyectan hacia la población infantil.32

La palabra infancia se asocia con aquellas que nombran acciones, procesos y


objetos tales como balón, muñeca, carro, fuerza, imaginación, fantasía,
creatividad, evolución, futuro, jugar, juguete, predominado de las acciones y los
procesos, lo cual hace pensar que estas categorías son tomadas de la sicología,
especialmente de la que ha trabajado la idea de desarrollo infantil por etapas.33

Otro tipo de palabras referidas a la infancia están vinculadas con sentimientos y


cualidades: ternura, delicadeza, felicidad, frescura, descomplique, inocencia;

31
REYES ARCHILA, Francisco. Los niños en el Nuevo Testamento. Volver el corazón a nuestra niñez. Pág. 1.
32
IBÍT. . pág. 27
33
RINCÓN BERDUGO Cecilia. Imaginarios de la infancia y la formación de maestros. Grupo de investigación infancias.
2008. Editorial magisterio. pág. 63.
expresiones que de alguna manera ponen en evidencia significaciones que
asocian a los niños-as con ángeles, la paz y la pureza.34

Llama la atención que la categoría conocimiento no tiene referencias alusivas a la


infancia, como si se olvidara o no se percibiera que el niño-a reflejan una actitud
de búsqueda constante, un deseo por conocer, por preguntar el por qué de las
cosas, y a demás siempre tienen o construyen una explicación para cada
situación, porque cuentan con una experiencia relacionada con el conocimiento.35

Los imaginarios sociales sobre el concepto de la infancia han sido creados por
mentalidades adultocéntricas, de esta manera se concibe la infancia como una
etapa incompleta del ser humano que debe ser orientada por el adulto para lograr
la madurez y desarrollar las capacidades cognitivas, afectivas y sociales que le
llevarán a su pleno desarrollo. Una etapa en la cual, los correctivos y el castigo
eran indispensables para formar a los futuros adultos en los valores y principios de
la sociedad, particularmente la cristiana.36

Como ejemplo de esta realidad, se puede observar en el mundo occidental


europeo la situación de los niños-as, descrita de la siguiente manera: a mediados
del siglo XIX, hemos de entender que en esta época con toda probabilidad los
niños obreros de nueve y diez años hacía tiempo habían superado la infancia.
Quizá no la habían tenido.37 Esta cruda realidad, la viven muchos pueblos del
mundo, por eso traemos a colación una experiencia en el siguiente siglo cercana a
nuestra realidad.

Durante la primera mitad del siglo XX en Colombia fue evidente la hegemonía de


las ideas positivistas que asumían las lógicas del adulto como las únicas posibles,

34
IBÍT. . pág. 63.
35
IBÍT. . 63.
36
RINCÓN BERDUGO Cecilia. Imaginarios de la infancia y la formación de maestros. Grupo de investigación infancias.
2008. Editorial magisterio. pág. 120
37
SANTOLARIA, Félix. Historia social en la España moderna y contemporánea. Barcelona 1997. pág.187
donde la imaginación infantil y sus diferentes formas de expresión fueron
consideradas como eventos insignificantes.38

En contra de las imágenes carentes de la infancia, fruto del paradigma


adultocéntrico comienza a delinearse desde diferentes ámbitos y puntos de vista,
una imagen diferente de la infancia que sirve como fundamento para la
construcción de un nuevo paradigma. Se habla entonces del niño-a como persona,
competente, sujeto. Protagonista o como sujeto social.39

Al crear o acercarnos a la comprensión de una nueva visión de infancia,


planteamos el reto de manera positiva, de devolverle a los niños-as lo que
creemos le ha sido hurtado por este paradigma adultocéntrico, fortaleciendo así
una nueva imagen de la niñez, más positiva, como clave y condición necesaria
para poder comprender los textos bíblicos de una manera diferente.

La escuela reconoce a los niños-as como sujetos de derecho, reconoce a la


infancia como una categoría social, en la cual los niños-as son parte de los seres
humanos y como tales tienen derechos, mirada que lleva consigo un cambio ante
los sistemas de dominación, autoritarismo, machismo y paternalismo. (Casas,
1998, citado por María Victoria Alzate)40

La imagen de la infancia es una imagen que se remonta a lo post-moderno, de la


transformación, del cambio de la sociedad. La infancia podía proponer el cambio,
nos puede guiar, puede abrirnos el camino a lo nuevo.41 Es necesario la
construcción de un nuevo paradigma donde se hable del niño-a como persona,
sujeto, competente, protagonista o como sujeto social. Clave sobre la cual se
comprenden de una manera diferente los textos bíblicos.
38
IBÍT. . pág. 24
39
REYES ARCHILA, Francisco. Los niños en el Nuevo Testamento. Volver el corazón a nuestra niñez. Pág. 2.
40
RINCÓN BERDUGO Cecilia. Imaginarios de la infancia y la formación de maestros. Grupo de investigación infancias.
2008. Editorial magisterio. pág. 76
41
RINCÓN BERDUGO, Cecilia. Infancia y comunicación. Memorias. Universidad distrital Francisco José de Caldas, 2002.
pág. 178
Se comparten experiencias personales de niños-as que se han apropiado de su
protagonismo42, por ejemplo Indira Bermúdez dice: “para mí el protagonismo
infantil es que todos los niños-as nos sintamos capaces de hacer valer nuestras
ideas, de organizarnos en comunidad para construir la paz en todas partes”.

Otra experiencia es la de Elenita López, educadora de prepatiecito “pequeñas y


pequeños seguidores de Jesús” en el paseo Bolívar-Cartagena, escribe: “el
protagonismo para mi es que los niños-as se integren, no tengan miedo de hablar
y para que seamos capaces de decir lo que sentimos”.

Pensemos que el mundo de los niños-as es inmenso, único, porque no se


proyecta en otros, ni en el tiempo. Los seres del mundo más disciplinados son los
niños-as, no porque hacen lo que se les diga que hagan, sino porque saben lo que
quieren y lo buscan por todos los medios. No conozco nada más persistente que
la voluntad de un niño-a cuando quiere que una pregunta le sea constatada.
Cuando el niño-a pregunta, está tratando de llegar al sentido último.43

La experiencia es aprender a leer la biblia con los niños-as, si prisa y sin querer
controlar cada paso del proceso. Los niños-as son considerados agentes de
lectura, ellos abren el texto con su percepción de niños-as, el mensaje lo
construyen desde sus experiencias de infancia, utilizan símbolos y objetos de su
realidad para representar a los personajes y darles cualidades y características a
cada uno, por medio de preguntas y repuestas se va relatando el texto y van
dándole sentido desde su comprensión infantil.

42
Experiencia de pre y patiecitos bíblicos de Cartagena.
43
RINCÓN Op Cit. pág. 179

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