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1Tes. 5:21
Examinadlo todo; retened lo bueno.
Santiago 1:17
Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el
cual no hay mudanza, ni sombra de variación.
Todo lo que Dios quiso revelarnos está en la biblia y todo lo que no se ajusta a lo
que ya Dios ha revelado, está supuesto a ser procesado para ser descartado.
En Num. 12:6-8
Y él les dijo: Oid ahora mis palabras, cuando haya entre vosotros profeta de Jehová, le
apareceré en visión, en sueños hablaré con él.
Dios habla por diferentes maneras, entre estas maneras están incluidos los sueños, ahora
bien, no todos los sueños son de parte de Dios, pueden ser producto de nuestro
subconsciente y a su vez de las vivencias diarias que se van acumulando en nuestra
memoria (algunos estudiosos del cerebro indican que hay una parte del cerebro donde se
almacenan de manera temporal, las vivencias del día a día, para luego ser borradas).
Dios puede tratar con alguien para darle un mensaje personal o para enviarlo a otras
personas, pero quien recibe el mensaje debe saber discernir, cuando es un sueño que le
habla a la misma persona que lo tiene o es un sueño para otras personas, porque cuando
Dios envía un mensaje a otras personas a través de alguien en particular, Dios confirmará
a otras personas que él es quien está hablando.
Por ejemplo, en Hechos Cap. 10: Dios le habló a Cornelio, pero también le habló a
Pedro, acerca del mismo asunto.
En conclusión
Si hay algo que no entendemos, y Dios no nos ha dado respuestas en la biblia, pudiéramos
dejarlo en lo oculto de Dios, como dice Deut. 29:29: Las cosas secretas pertenecen
a Jehová nuestro Dios; más las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos
para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley.