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ARTICULO 174 LOTTT

¿QUÉ HACEN LOS TRABAJADORES Y LAS TRABAJADORAS CON MENOS TIEMPO DE


TRABAJO?

Unos de los aspectos más relevantes en esta nueva ley fue la reducción de la jornada laboral, es decir de tiempo
en el cual el trabajador o trabajadora participa bajo una relación de dependencia en el proceso social de trabajo.
Se estableció un nuevo límite. La jornada semanal diurna se redujo de cuarenta y cuatro horas a cuarenta horas,
la nocturna a treinta y cinco horas y la mixta a treinta y siete horas y medio (artículo 173), además del disfrute
de dos días descanso continuos y remunerados por semana a todos los trabajadores y trabajadoras.

Igualmente la Ley estableció en su artículo 174 que se “propenderá a la progresiva disminución de la jornada de
trabajo dentro del interés social y del ámbito que se determine y se dispondrá lo conveniente para la mejor
utilización del tiempo libre en beneficio del desarrollo físico, espiritual, cultural y deportiva de los trabajadores
y trabajadoras, según lo establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.”

La disposición transitoria tercera de la referida ley estableció por otro lado que dicha medida debería entrar
efectivamente en vigencia a partir de año de promulgación de la misma. “Durante este lapso las entidades de
trabajo organizarán los horarios con la participación de los trabajadores y las trabajadoras.” Vale decir que la
reducción de la jornada es una extensión a todos y todas las trabajadoras de un derecho, que por la naturaleza de
las funciones y los avances en las convenciones colectivas ya se disfrutaba con anterioridad en determinados
sectores económicos. Así que desde este 1° de Mayo millones de trabajadores y trabajadoras venezolanas
comenzaron a contar con más tiempo de descanso.

¿Qué significa esta medida para los trabajadores y las trabajadores?. En primera instancia desde la perspectiva
de la salud y seguridad en el trabajo, supone una reducción de la exposición que tiene el trabajador a los
procesos peligrosos que están presentes en el proceso social de trabajo. Y aun cuando estuviesen controlados los
procesos peligrosos, escenario de cual estamos muy lejos, la participación misma de los trabajadores y
trabajadoras en el proceso social de trabajo supone un desgaste, como por ejemplo el tiempo que utiliza el
trabajador para trasladarse a la entidad de trabajo, recorrido que en algunos casos puede durar dos horas. De tal
manera que con esta medida el trabajador y la trabajadora sufre menos desgaste.

En segunda instancia, consecuencia de lo anterior los trabajadores disfrutaran dos días de descanso, continuos y
remunerados, que en principio amplia el tiempo reproductivo, es decir amplia los momentos para que pueda
recuperarse del desgaste al que están expuestos por su participación en el proceso social de trabajo (con énfasis
en los efectos de los procesos peligrosos no controlados). Esa recuperación implica la satisfacción de las
necesidades básicas (Alimentación, reposo, entre otros), así como la realización de actividades de recreativas,
educativas y de participación social (Comunitaria o laboral).

El vencimiento del plazo establecido por la Ley para la implementación de la reducción de la jornada, se
caracterizó por la confusión, en la cuales los empresarios impulsaron una matriz de opinión orientada a
relativizar la norma (sobre todo los vinculados al comercio); una campaña tardía por parte del Ministerio del
Trabajo y la Seguridad Social, con escasa evidencia de participación de los trabajadores y las trabajadoras en la
organización de los horarios tal como lo establecía la disposición transitoria tercera, ausencia de orientación por
parte de la organizaciones sindicales y por un retraso en el Reglamento que debía elaborar la Consejo Superior
del Trabajo (Finalmente se publicó en Gaceta Oficial de N°401.118 en fecha 30/05/2013).

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