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Objetivo: objeto conseguir que se declare arbitraria e ilegal, y posteriormente nula y sin efecto, el
secuestro judicial del periódico que Pelletier pretendía publicar, secuestro que se llevó a cabo el
La interpretación que hizo el Tribunal de Senlis del decreto de 19 de septiembre de 1870 y como
“Que la Ley de 16-24 de agosto de 1790, título 2, art. 13 dispone que: «Las funciones de
los tribunales ordinarios son distintas y seguirán siendo independientes de las funciones
prevaricación, alterar del modo que fuere las operaciones de los cuerpos administrativos,
ni citar a declarar a los administradores por hechos relacionados con sus funciones»; Que
el decreto de 16 de Fructidor del año III añade lo siguiente: «Se reiteran las prohibiciones
impuestas a los jueces de conocer, sea del modo que fuere, de las actuaciones de la
civiles a los administradores por hechos derivados de sus funciones, disponía que: «Los
agentes del gobierno, a excepción de los ministros, no podrán ser perseguidos por hechos
derivados de sus funciones salvo que así lo decida el Consejo de Estado, en cuyo caso, las
conjunto de estos textos establecía dos prohibiciones distintas que, pese a derivarse
conocer de los actos de la Administración, cualesquiera que éstos fueren, constituía una
agentes del gobierno sin previa autorización, destinada sobre todo a proteger a los
acción judicial contra dichos agentes por hechos relacionados con sus funciones, aun
delitos cuya competencia incumbía a los tribunales ordinarios; Que este motivo de
inadmisión era competencia exclusiva de los tribunales ordinarios y no podía dar nunca
Considerando que el decreto dictado por el gobierno de Defensa Nacional, que deroga el
art. 75 de la Constitución del año VIII, así como toda disposición de las leyes generales y
especiales que tenga por objeto obstaculizar las demandas dirigidas contra los
funcionarios públicos sea cual fuere su nivel, no tuvo más efecto que el de suprimir el
motivo de inadmisión resultante del defecto de autorización con todas sus consecuencias
legales y devolver así a los tribunales ordinarios su plena libertad de actuación dentro de
los límites de sus competencias; pero que es posible que haya tenido también como
resultado la ampliación de los límites de su jurisdicción, suprimiendo la prohibición,
poderes y las normas de competencia que de ésta se derivan. Considerando, por otra
parte, que procede en este caso aplicar la legislación especial sobre el estado de sitio;
Comisario de Policía en Creil, tiene por objeto conseguir que se declare arbitraria e ilegal,
y posteriormente nula y sin efecto, el secuestro judicial del periódico que Pelletier
pretendía publicar, secuestro que se llevó a cabo el 18 de ene. de 1873 al amparo de la ley
los poderes excepcionales que le confería el art, 9 n.º 4 de la ley de 9 de agosto de 1849
sobre el estado de sitio, y cuya responsabilidad incumbe al gobierno que le delegó dichos
poderes. Considerando que la demanda de Pelletier se fundamenta exclusivamente en este
acto de alta policía administrativa; y que, salvo en el caso de dicho acto, el demandante
no imputa a los defensores ningún hecho personal que, por su naturaleza, pueda
ordenaron o que colaboraron en su puesta en marcha; Considerando que, desde todos los
puntos de vista antes expuestos, el tribunal de Senlis carecía de competencia para conocer
En este fallo se puede evidenciar la sentencia donde aparentemente se reconoce por primera vez
la falla del servicio; como impero la autoridad, apoyándose del estado de sitio, para relacionar
un poco este fallo a nuestro país Colombia, podemos decir que el estado de sitio se encontraba
legalmente regulado en la constitución de 1886, en su artículo 121 el cual decía: "Artículo 121.
En los casos de guerra exterior, o de conmoción interior, podrá el Presidente, previa audiencia
del Consejo de Estado y con la firma de todos los Ministros, declarar turbado el orden público y
en estado de sitio toda la República o parte de ella. Mediante tal declaración quedará el
presidente investido de las facultades que le confieran las leyes, y, en su defecto, de las que le da
el Derecho de gentes, para defender los derechos de la Nación o reprimir el alzamiento. Las
límites, dicte el presidente, serán obligatorios siempre que lleven la firma de todos los ministros.
El Gobierno declarará restablecido el orden público luego que haya cesado la perturbación o el
peligro exterior; y pasará al Congreso una exposición motivada de sus providencias. Serán
responsables cualesquiera autoridades por los abusos que hubieren cometido en el ejercicio de
facultades extraordinarias".
Bajo el amparo del estado de sitio, el gobierno Colombiano intentó controlar el avance de la
sistemáticamente de los derechos humanos y las libertades ciudadanas por parte de algunos
agentes del Estado. Su permanencia en las Instituciones Colombianas, 70 de los 105 años que se
reemplazado por los estados de excepción contemplada en el artículo 112 de la Carta Política
Colombiana.
responsabilidad del Estado; en efecto, si se analiza la jurisprudencia del Consejo de Estado, esta
Bibliografía
Jurisprudencia Administrativa del Consejo de Estado Francés, (2015) las grandes sentencias de