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#AsegúrateDeCambiarTusHábitos

EL DUELO POR EL
CAMBIO DE VIDA
Un duelo es la reacción que se da cuando nos
enfrentamos a la pérdida de algo valioso como un ser
querido, una mascota, el empleo o la vivienda, entre
otros, pero también puede ser un cambio involuntario
en la cotidianidad, en nuestro estilo de vida, como nos
ocurre en la actualidad. Estas son algunas
recomendaciones para afrontar esta situación.
Sentir, entender y
superar el momento
El duelo se manifiesta por modificaciones en el pensamiento, las emociones y
la actividad; esto requiere tiempo y un proceso para volver al equilibrio normal.
A pesar de entender claramente que es por cuidarnos, las sensaciones de
miedo, desesperanza y pérdida del control pueden apoderarse de nosotros y
llevarnos a alteraciones severas del ánimo.

Para disminuir ese riesgo debemos tener en cuenta:

Hablar abiertamente, con las personas que están en casa, sobre las
emociones y los pensamientos que estamos teniendo. Descubriremos
que todos estamos igual; expresemos lo que sentimos.

Podemos notar que los miembros de la familia están irritables, más


callados o aislados; no debemos tomarlo de manera personal, es la forma
123
de expresar las angustias que también tienen. Pero si consideramos que
nos están maltratando, buscamos ayuda; por ejemplo, nos comunicamos
con una persona amiga o, si es severo, marcamos el 123.

A veces podríamos tener deseos incontrolables de llorar; tenemos


derecho y debemos hacerlo. Lo importante es que sepamos superar ese
momento, no quedarnos en él. Para ello, podemos empezar a hacer
actividad física después de habernos desahogado y dejarla como una
rutina saludable para todos los días.
Cuando vivimos solos, más fácilmente podría embargarnos la sensación
de soledad. No esperemos que otros nos llamen; tomemos el teléfono y
marquemos a la familia o a aquellos que también están solos. Con el uso
de la tecnología podemos incluso vernos y compartir un café.

No permitamos que otras personas juzguen o minimicen lo que estamos


diciendo o sintiendo; expresemos de manera amorosa y respetuosa que
tenemos derecho a hacerlo y que nos afectan esos comentarios.

A pesar de estar en un espacio aparentemente limitado, podemos


preservar el contacto con el mundo: pasar un rato sentados en el balcón o
junto a una ventana abierta y saludar y sonreír a las personas que veamos.
Con esto generaremos nuevos lazos al ver que los demás responden.

Una de las formas más importantes para evitar la sensación de


desesperanza y abandono es arreglarnos diariamente como si fuéramos a
salir o a tener la visita más importante; podemos incluso perfumarnos y
estrenar esa ropa que teníamos guardada. La principal visita para mi vida
soy yo mismo(a).

Mantengámonos actualizados frente al contexto actual, pero veamos este


tipo de información una sola vez al día y de manera limitada. El resto del
tiempo podemos ver otros programas: educativos, de humor, series,
documentales, entre otros. No saturemos la mente solo con noticias de
las circunstancias, aparentemente, negativas que estamos viviendo.

En la casa cambiemos de sitio: no permanezcamos todo el tiempo en el


cuarto, disfrutémosla toda estando en varios espacios, modifiquemos las
actividades y la percepción de las circunstancias. Ocupemos esos sitios
del hogar que pocas veces usamos.

Tomemos esta situación como un nuevo proyecto: todo lo nuevo nos


generará ansiedad y emoción; por eso, establezcamos una rutina diaria
que incluya la hora de levantarnos, el baño, las comidas, tiempo para
actividad física y mental, para compartir con los demás, para el ocio y
para nosotros y nuestras reflexiones.
Este, como los demás momentos de la vida, es perfecto para tener un
propósito; por ejemplo, leer esos libros que teníamos en espera, hacer
ejercicio, visitar los museos interactivos y aprender. Otro gran propósito
puede ser conectarnos más con los que viven en casa; realmente
conversar con cada uno de ellos.

Hemos recibido gran cantidad de información relacionada con lo que


está pasando, mucha con sentido del humor (chistes, memes): no nos
sintamos culpables, la risa siempre será un excelente medio
para relajarnos.

Finalmente, cabe resaltar que todas estas recomendaciones contribuyen a


nuestro bienestar en estos momentos; sin embrago, si anímicamente nos
sentimos muy mal, podemos llamar a una de las líneas destinadas para este tipo
de situaciones, en las cuales contaremos con el apoyo de personas dispuestas a
ayudarnos.
SURA, al igual que tú, desconoce el momento en que esta situación pasará y las
consecuencias que tendrá; no obstante, sí puede garantizarte que está
haciendo lo mejor para que tú y tu familia se encuentren muy bien. Es
importante que nos ayudes quedándote en casa; de lo contrario, no lo
lograremos. Esto es un trabajo de todos y estamos seguros de que contamos
contigo para salir adelante.

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