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Las vías
imprevistas
del
aprendizaje
La sustancia blanca, considerada hasta hace poco
un tejido pasivo, desempeña un papel clave
en el procesamiento de la información
R. Douglas Fields
eva vázquez
L
as nociones que tenemos sobre cómo aprende ese kilogramo flácido de
sustancia gris embutido entre las orejas se remontan a los experimentos
clásicos de Iván Pávlov con perros que aprendieron a salivar al oír una
campana. En 1949, el psicólogo Donald Hebb adaptó la «regla del apren-
dizaje asociativo» de Pávlov para explicar cómo lograban las células cere-
brales adquirir conocimientos. Hebb propuso que, cuando dos neuronas
emiten impulsos simultáneos, se fortalecen las conexiones (sinapsis) en-
tre ellas. Cuando esto ocurre, tiene lugar el aprendizaje. En el caso del perro, esto supondría
que su cerebro sabía que el tintineo precedía al alimento. Esta idea dio lugar a un axioma muy
citado: «Las sinapsis que se activan juntas están conectadas».
Esta teoría se ha consolidado y los datos moleculares sobre dado cuenta de que la prestigiosa sustancia gris que recubre la
el cambio que se produce en las sinapsis durante el aprendizaje superficie del encéfalo —bien conocida a través de ilustraciones
se han descrito con detalle. Pero no todo lo que recordamos es en todo tipo de documentos, desde libros de texto hasta dibujos
consecuencia de una recompensa o de un castigo y, de hecho, la animados— no es la única porción de este órgano que participa
mayoría de las experiencias las olvidamos. Aun cuando las sinap- en el registro permanente de hechos y acontecimientos para su
sis se activen a la vez, no siempre quedan conectadas. Nuestra posterior evocación e iteración. Se ha comprobado que las áreas
memoria depende de la respuesta emocional a una experiencia, situadas bajo esa superficie gris surcada por profundos pliegues
la novedad, el lugar o el momento y nuestro nivel de atención también desempeñan una misión cardinal en el aprendizaje. En
y motivación durante el episodio; luego, mientras dormimos, los últimos años, a través de una serie de estudios realizados
vamos procesando estos pensamientos y sentimientos. Al poner en nuestro laboratorio y en otros hemos aclarado estos proce-
el foco en la sinapsis, nos hemos quedado con una «figura de sos que podrían revelar nuevas vías para el tratamiento de los
trazos» demasiado simplista para explicar el aprendizaje y los trastornos mentales y del desarrollo que se producen cuando
recuerdos generados. surgen problemas de aprendizaje.
Está claro que el refuerzo de una sinapsis no genera por sí Si los cambios sinápticos no bastan, ¿qué sucede entonces
mismo un recuerdo, salvo en los reflejos más elementales de dentro del cerebro cuando aprendemos algo nuevo? Las mo-
los circuitos sencillos. Para crear una memoria coherente se dernas técnicas de resonancia magnética permiten examinarlo
precisan cambios de gran calado en todo el cerebro. Tanto si a través del cráneo. Al escrutar las imágenes así obtenidas, los
se rememora la conversación de la cena de anoche con nues- investigadores comenzaron a advertir diferencias en la estruc-
tros invitados como si aplicamos una pericia adquirida, por tura cerebral de personas dotadas de un desarrollo extraordina-
ejemplo montar en bici, precisamos la actividad coordinada rio de ciertas capacidades. Por ejemplo, los músicos muestran
de millones de neuronas de múltiples regiones diferentes del un mayor espesor en la corteza auditiva que el resto de las
encéfalo para generar una memoria coherente en la que se en- personas. Al principio, se supuso que esas sutiles diferencias
tremezclan emociones, visiones, sonidos, olores, secuencias de predispondrían a los clarinetistas y a los pianistas a destacar
acontecimientos y otras experiencias almacenadas. El aprendi- en la música. Sin embargo, la investigación posterior reveló que
zaje abarca tal cantidad de elementos de nuestra experiencia el aprendizaje modela la estructura del cerebro.
que ha de incorporar necesariamente mecanismos celulares que El tipo de aprendizaje que modifica el tejido cerebral no se
trasciendan los cambios en las sinapsis. Este hallazgo ha impul- limita a las funciones sensomotoras repetitivas, como tocar un
sado la búsqueda de nuevas vías para entender cómo el cerebro instrumento musical. El neurocientífico Bogdan Draganski, en
transmite, procesa y almacena la información hasta conseguir la actualidad en la Universidad de Lausana, y sus colegas fue-
«aprender». En los últimos diez años, los neurocientíficos se han ron testigos del aumento del volumen de la sustancia gris en
EN SÍNTESIS
Se cree que el aprendizaje tiene lugar en los es- El aprendizaje y la memoria precisan un acoplamiento de infor- La mielina desempeña, tal y como se ha des-
pacios de conexión entre las neuronas, llamados mación procedente de muchas regiones distintas del encéfalo. cubierto, un papel esencial en el aprendizaje
sinapsis. Sin embargo, estas tan solo almacenan Esta actividad altera la estructura física de la mielina, el aislante regulando la velocidad con que se transmite
recuerdos de los reflejos más elementales. que envuelve el cableado que conecta las neuronas. la información por las redes neurales.
el cerebro de alumnos de medicina que habían estudiado para encéfalo, incluidas regiones carentes de neuronas o de sinapsis,
FUENTE: «TREADMILLING MODEL FOR PLASTICITY OF THE MYELIN SHEATH», R. DOUGLAS FIELDS
un examen. Se conocen muchos cambios celulares que podrían conocidas en conjunto como sustancia blanca.
expandir el volumen de esa sustancia, por ejemplo, el nacimiento
de nuevas neuronas y de otro tipo de células, que conforman la APRENDIZA JE PROFUNDO
glía. Los cambios vasculares junto con los brotes y las podas de La consciencia nace en la corteza cerebral, la capa externa del
axones y dendritas, que se extienden desde el soma de la neuro- cerebro con un espesor de tres milímetros, así que precisamen-
na, podrían actuar también de manera idéntica. Curiosamente, te aquí es donde la mayoría de los estudiosos esperaba hallar
los cambios físicos del encéfalo durante el aprendizaje suceden las modificaciones inducidas por el aprendizaje. Sin embargo,
a una velocidad bastante mayor de la prevista. Yaniv Assaf, de bajo esta capa superficial, miles de millones de fascículos de
la Universidad de Tel Aviv, y sus colegas demostraron con un axones (fibras nerviosas), sólidamente entrelazados como las
videojuego que bastaba con que los nuevos jugadores dieran fibras entretejidas bajo el cuero de una pelota de béisbol, co-
16 vueltas alrededor de la pista del circuito para que la región nectan las neuronas de la sustancia gris a través de los circuitos
hipocámpica del cerebro cambiase. Los cambios estructurales neurales.
del hipocampo de estos jugadores adquieren todo el sentido, Estos fascículos fibrosos son blancos porque los axones están
porque esta región es imprescindible para el aprendizaje de recubiertos de una sustancia grasa, llamada mielina, que actúa
la navegación por el espacio. En otros estudios, Assaf y, por como aislante eléctrico y multiplica, de 50 a 100 veces, la veloci-
separado, Heidi Johansen-Berg, de la Universidad de Oxford, dad de transmisión de las señales. Las lesiones y enfermedades
se sorprendieron al detectar cambios en partes inesperadas del que afectan a la sustancia blanca constituyen líneas importantes
capas de mielina, como hacen los jugadores de béisbol cuando no solo se liberan en las sinapsis, sino también a lo largo del
apilan sus manos para agarrar un bate y decidir qué equipo axón. Comprobamos, por ejemplo, que los «tentáculos» de los
bateará primero. El minúsculo intersticio que separa dos seg- oligodendrocitos sondean los tramos desnudos (sin mielina) de
mentos contiguos de mielina deja expuesto un tramo desnudo los axones en busca de los neurotransmisores liberados tras la
del axón, donde se concentran canales iónicos que generan los propagación del impulso a lo largo de ellos. Cuando un tentáculo
impulsos eléctricos. Esos espacios de un micrómetro de ancho, toca un axón activo, crea mediante «soldadura por puntos» un
conocidos como nódulos de Ranvier, actúan como repetidores contacto para establecer una comunicación entre el axón y el
bioeléctricos retransmitiendo el impulso eléctrico de un nó- oligodendrocito. Este comienza a sintetizar mielina en ese lugar
dulo a otro a lo largo del axón. La velocidad de conducción de y va envolviendo el axón.
los impulsos aumenta con el número de capas de mielina que Cuando dimos a unos oligodendrocitos cultivados la op-
envuelven el axón y lo protegen frente a la pérdida de voltaje. ción de mielinizar axones con actividad eléctrica o bien axones
Además, conforme los segmentos colindantes de mielina van tratados con toxina botulínica —que impide la liberación de
oprimiendo más el nódulo de Ranvier, el impulso eléctrico se neurotransmisores—, ocho prefirieron los axones con actividad
inicia más deprisa porque se tarda menos tiempo en cargar esa eléctrica, y uno, los silentes. Así, a medida que una persona