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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular Para la Educación Universitaria, Ciencia y


Tecnología
Universidad Nacional Experimental De La Gran Caracas UNEXCA
(Núcleo Liceo Andrés Bello)
Sección: 30121

Población y economía en el pasado indígena

Integrantes

Castillo Rocymar 21.437.893

Peña Génesis 20.978.822

Suarez Carmen 12.081.703

Caracas, Octubre 2020


Historia económica y social de Venezuela

El autor Federico Brito Figueroa se identifica dentó de la corriente de


pensamiento del materialismo histórico porque estudia la historia de
Venezuela contemporánea desde el punto de vista económico como
también las relaciones de trabajo y los medios de producción y todo esto lo
vínculo con los monopolios norte americanos todo esto partir de la década
de 1950 hasta finales de la década de los 70.

El autor plantea en el libro “la historia económica y social de


Venezuela” que nuestro país está en desventaja en la relación Venezuela
empresas transnacionales que hacen vida en nuestro país en donde el
autor los conceptúa como monopolios norteamericanos y que los mismo
generan consecuencias grises al país por que la concentración de capital y
el dominio de nuestros medios de producción son la herramienta capitalista
para que el imperio domine nuestra economía y que todo esto genero una
serie de fenómenos de tipo demográficos y sociales que crearon el vínculo
de dependencia de nuestro país con los países desarrollados y que en el
gobierno de Marcos Pérez Jiménez se afianzaron en nuestro país estos
grupos monopólicos.

El autor Brito nos habla de política y dependencia en donde refiere


que los monopolios internacionales específicamente los norte americanos
aprovechan la década desde 1948 a 1958 en donde estuvo presente la
dictadura de marcos Pérez Jiménez con el dilema espiritual de “paz social”
untada con petróleo y sangre.

La formulación de teorías confirman que la practica social y la


experiencia histórica presenta contradicciones del mundo capitalista que
son suficientemente conocidas y que se relacionan con la naturaleza de la
formación económica y social capitalista, aquí evidenciamos que el autor
trata de establecer firmemente que el capitalismo se contradice
fundamentalmente capital y trabajo, entre fuerzas productivas y relaciones
de producción, La competencia y la anarquía de producción, el autor nos
plantea que se desempeñó un papel importante como ejemplo de desarrollo
mediante la implantación del sistema socialista y que la dependencia de
Venezuela es más profunda que cualquier otra área de América latina y que
los cambios estructurales en consecuencia del movimiento de liberación
nacional con una perspectiva socialista.

El Petróleo en la vida Venezolana

Desde 1917 las compañías petroleras angloamericanas


intervinieron de una forma u otra en los asuntos nacionales, favoreciendo
sus propios intereses. Salvador de la Plaza dedicó gran parte de su trabajo
a demostrar el saqueo del petróleo venezolano y los desequilibrios
provocados en el desarrollo histórico del país. Comprendió pronto que la
posición internacional adquirida por Venezuela debido a la importancia de
su producción petrolera, sería el factor fundamental en orientar los asuntos
económicos y políticos de la nación.

De su análisis destaca el énfasis por revelar los vínculos entre el


significado económico del petróleo y el resto de la sociedad. En particular,
revelar la invisibilidad y las consecuencias de las redes que se tejían entre
lo petrolero y lo político. En 1945, cuando el partido Acción Democrática de
Rómulo Betancourt pactó con las petroleras el derrocamiento del
Presidente Medina Angarita en represalia por las reformas y la Ley de
Hidrocarburos de 1943, Salvador de la Plaza daba cuenta en diversos
escritos del significado negativo que el petróleo había adquirido en el
transcurrir de la historia contemporánea de Venezuela. Pensaba, por tanto,
en la urgente necesidad de corregir esos efectos.

Hay, de hecho, dos argumentos principales que subyacen a lo largo


de su obra. En primer término, consideraba que la riqueza petrolera debía
traducirse fundamentalmente en bienestar social para el país, viendo en las
compañías extranjeras el obstáculo central para alcanzar ese objetivo. En
segundo lugar, pensaba que la clase dirigente estaba en la obligación de
tener siempre presente el hecho de que se trataba de la explotación de un
recurso no renovable, extinguible. En consecuencia, consideraba
primordial no sólo limitar su explotación, sino maximizar la inversión de los
ingresos que percibía el Estado para construir una sociedad cada vez
menos dependiente de esa renta. Construir, pues, una sociedad sin la
presencia de las empresas extranjeras, donde el Estado tomara las riendas
de la industria de los hidrocarburos. Pensaba que era ésta precisamente la
vía para que el país dejara de ser en el futuro una nación petrolera.

"Tenemos que dejar de ser un país petrolero, pero no en palabras y en declaraciones, sino en

hechos", escribió en 1960. Sus argumentos, sin embargo, jamás tuvieron


receptividad entre los sectores que dirigieron el país antes y después de la
nacionalización petrolera en 1976. Cuando el Estado tomó al final el control
de la industria, la ausencia de un proyecto nacional autónomo a largo plazo
derivó en la irresponsabilidad del despilfarro y la corrupción generalizada.
Aún más, paralelamente al aumento de los precios del crudo en los
mercados internacionales, la pobreza se extendió inusitadamente entre la
mayoría de la población. Defendió Salvador de la Plaza igualmente las
políticas de la OPEP desde su fundación en 1960. La consideraba un
instrumento de soberanía de los países propietarios del tercer mundo. Un
instrumento para arrebatar el control de las compañías sobre la oferta y los
precios del crudo a nivel mundial. Una conquista en el plano del orden
económico internacional que podría permitir a los países miembros la
posibilidad real de garantizar el bienestar de sus ciudadanos.

En 1960, por ejemplo, defendió a través de su columna semanal en


el diario El Nacional de Caracas el proyecto de enviar petróleo a Cuba. "La

forma de pago se encuentra con solo quererla encontrar", escribió en uno de sus artículos.
El énfasis de Salvador de la Plaza, por otra parte, en conservar un recurso
agotable, radicaba sin duda en su constante preocupación por las
generaciones futuras. Así, en la última década de su vida desarrolló
algunos planteamientos que hoy día pueden considerarse ecológicamente
notables. Un claro ejemplo fue su aguda crítica a los sistemas de
contabilidad nacional, insistiendo permanentemente para que fuera incluida
una partida que considerara como pérdida para la nación el agotamiento
de los yacimientos petroleros. Es decir, contabilizar los límites del
crecimiento económico generado por la producción petrolera. Un
planteamiento que políticos y economistas aún se niegan a aceptar.

En agosto de 2005, el Presidente Hugo Chávez anunció los nuevos


planes de inversión y desarrollo en la industria petrolera. El ambicioso
programa prevé, además de la consolidación de las empresas regionales
Petrocaribe, Petrosur y Petroandina.

El petróleo ha significado históricamente para el país desequilibrios


de todo orden. El mayor riesgo es que la gran escala del nuevo plan
petrolero pueda crear otros en términos económicos, políticos, sociales,
culturales y ambientales. La explotación petrolera, sin duda, ha causado
importantes daños ecológicos en regiones como la cuenca del Lago de
Maracaibo. Ha sido fuente permanente de corrupción y contribuyó a crear
una economía altamente dependiente del exterior, en detrimento de las
economías y los recursos locales. Conformó, por así decirlo, una
ciudadanía rentista que redujo el ejercicio de sus derechos a su
participación en los beneficios petroleros distribuidos arbitrariamente por el
Estado. Cuando éstos se desviaron hacia el pago de la deuda externa, la
población quedó indefensa, a merced de las políticas neoliberales que
asumieron los gobiernos sin renunciar nunca a la corrupción.

La Trata De Negros En Venezuela

La América Latina de hoy, al igual que Asia y África, es producto de


un proceso histórico en el que el Período Colonial dejó huellas profundas.
Si vemos a la población latinoamericana actual, enseguida nos damos
cuenta del mestizaje que poseemos, descendemos de indígenas y
españoles, africanos y europeos, árabes y asiáticos.

La herencia africana y la de sus descendientes en la cultura


venezolana es un hecho indudable. La población venezolana puede
considerarse parte europea, africana e indígena, se ha conformado a partir
de esa unión. Sin embargo, hoy en día se conoce poco sobre el tema de
los afrodescendientes y su aporte a la Historia de Venezuela, es decir que
hay poca información y la que existe está dispersa y poco ordenada. Es
necesario no sólo conocer el legado indígena, sino también, de todos
aquellos grupos étnicos que contribuyeron a conformar la nación actual,
entre ellos, los afrodescendientes.

En el caso de Venezuela, dentro del comercio de América del Sur,


la esclavitud se impone con la extracción de perlas y es la población
indígena en un primer momento la encargada de hacer este trabajo en
condiciones de esclavitud. Basándose en el sistema de encomiendas y
repartimientos, para obtener tierras y hombres para desarrollar la economía
de plantación, donde la mano de obra esclava africana era necesaria para
el trabajo en las plantaciones, en su caso la caña de azúcar como producto
principal. Otro factor que contribuye, es la religión con la predica de la
inferioridad como seres humanos y la culpa del pecado por ser infieles. La
iglesia católica también era poseedora de esclavos, algunos adquiridos a
través de la compra, mientras que otros los obtenían a través de
donaciones de particulares. La trata de esclavos negros en pocos años,
adquirió una importancia económica de primer orden, y sin mayores
escrúpulos los países europeos se fueron sumando a este comercio de
personas. De allí comenzará un flujo constante de esclavos, tiempo en el
cual millones de africanos atravesaron compulsivamente, en barcos
negreros el Océano Atlántico, para ser vendidos a los colonizadores de
América. Es evidente que el escenario del esclavo presagiaba un destino
inminente ante su mundo limitado al trabajo forzado y obligado. Los
esclavos por ser considerados una mercancía, se intercambiaban por
productos agrícolas, ganado y objetos de escaso valor económico, lo cual
corrobora la ideología que establecía que el negro no era humano sino un
objeto.

La entrada de los negros a territorio venezolano, comenzó a


introducir esclavos en el siglo XVI, En el caso del actual territorio
venezolano los esclavos eran traídos de una de las regiones más
sobresalientes de África. Sobre esto Miguel Acosta Saignes (1978) dice
que: “La cultura negro-africana predominante en Venezuela fue quizás la Bantú”. En Venezuela,
los puertos de La Guaira (Estado Vargas); Cumaná (Estado Sucre); Puerto
Cabello (Estado Carabobo) era donde se realizaban las subastas para las
ventas de seres humanos traídos de África.

Para finalizar el análisis Venezuela no puede negar el papel que


cumplieron los africanos y sus descendientes desde que llegaron a este
territorio.

Nota del autor

Federico Brito Figueroa (1979) estima que: “En el siglo XVI entraron aproximadamente 6.595 negros
esclavos, en el siglo XVII aumenta considerablemente a 10.147 esclavos y para el siglo XVIII 34.099
negros, entre licencias y contratos de 50.841 negros”
Aporte personal Carmen Suarez 12.081.703

Los aportes de los afrodescendientes fue muy importante puesto que


busco ser reconocidos en el rol protagónico de la etnia africana, elemento
importante para el conocimiento la cultura de nuestros antepasados, ya que
debe incorporarse de la enseñanza actual de la Historia de Venezuela, cuyo
propósito es valorar su accionar, aunque fue un grupo maltratado por los
conquistadores y las oligarquías nacionales, logró mediante la insurrección,
introducir elementos de su cultura a los países que los cobijaron. Es decir,
que el afrodescendiente, a pesar de ser un individuo negado, e invisibilidad
por la historiografía, siempre ha estado presente en el que hacer histórico,
como lo demuestra su participación en la segunda mitad del siglo XIX,
cuando se logró la abolición de la esclavitud.

En otro orden de ideas, Venezuela un país con múltiples


asentamientos indígenas distribuidos en el territorio nacional y de las
costumbres arraigadas en sus comunidades, conllevó un gran
enfrentamiento y conflicto social y cultural, a consecuencia de la aparición
del petróleo, y la ocupación y realización de actividades de exploración y
explotación en espacios físicos donde se encontraban asentados
originalmente dichas comunidades indígenas.
Análisis Crítico: Rocymar Castillo 21.437.893

Venezuela es un país que desde sus inicios como país libre e


independiente del yugo español, es capaz de ser una potencia en todos los
aspectos, social, económico y político, dejando atrás todas las ideas
absurdas que forman parte del pasado de los Venezolanos, nuestros
ancestros quienes fueron esclavos, vendidos, intercambiados y tratados
como objetos de explotación laboral para beneficiar a los más poderosos,
situación repetitiva aunque de manera menos explícita durante el auge
petrolero, donde las tierras venezolanas fueron explotadas por extranjeros.

Si bien somos un país en desarrollo, tenemos la inteligencia, la


experiencia y herramientas necesarias para surgir ante cualquier obstáculo
que se coloque en frente, seguimos luchando en contra del imperialismo
que aun cuando no existe la esclavitud, ni los terratenientes ni la conquista
de tierras, quieren adueñarse de lo que con tanto esfuerzo de nuestros
próceres es del pueblo.

Venezuela aun es un niño de manera figurativa, pero ese niño


crecerá y será más fuerte que el resto por se caracteriza de suelos fértiles
heredados de la época agropecuaria, grandes reservas de petróleo
descubiertas en el siglo XX, y una población que da todo por mejorar la
historia de un país que nos ha regalado todo para ser el mejor país del
mundo.
Aporte Personal Génesis Peña 20.978.822
Esta obra es un análisis bien estructurada de la realidad de
nuestro país en este periodo que comprende desde 1948 hasta finales de
1970 en donde los ingresos deberían haber sido mayores y debieron ser
mejor administrados por los gobernantes y esto genero fenómenos sociales
y económicos que retrogradan el desarrollo de nuestro país, porque la
concentración de capital y el monopolio capitalista solo beneficia a estas
elites pluperversas y en esta obra se hace notar con cifras y hechos, y que
no había una planificación y organización tributaria que respondiera al país
para sus gastos internos siendo el petróleo es nuestro y el porcentaje de
regalías era mínimo con respecto a la materia prima , Y que es insólito, que
los gobiernos de turno no lucharan por los beneficios que le tocaban al país
por ingresos petroleros y que el problema se estudia con una perspectiva
estudiando la sociedad venezolana mediante el método del materialismo
histórico y se aborda con una subjetividad lógica del autor pero bien
centrada en reconocer que el país no recibía los beneficios que se merecía
y que eran justo como dueño de los medios de producción por que los
monopolios dominaban y nos hacía dependiente del imperio norte
americano y de otras potencias para concluir esta obra es majestuosa en
todo los sentidos porque es un estudio bien realizado de la realidad
nacional en este periodo con bases metodológicas bien de lineadas y con
cohencias y mucho conocimiento de la historiografía nacional

La obra de Salvador de la Plaza pareciera estar ausente en la


elaboración de la base ideológica e histórica de la Revolución Bolivariana.
Su pensamiento, no obstante, impregna indudablemente la política
nacionalista del gobierno y el espíritu de soberanía de la Constitución de
1999. Se refleja también en el esfuerzo que ha hecho Venezuela para
contribuir a la recuperación de la OPEP como cartel de países propietarios.
De la misma manera, está presente en la solidaridad manifiesta con Cuba,
los países latinoamericanos y las poblaciones de Estados Unidos afectadas
por los huracanes que reciben petróleo venezolano en condiciones
especiales.
Venezuela tiene hoy día la gran oportunidad histórica en la que
pensaba Salvador de la Plaza para crear instrumentos, políticas e
instituciones capaces de construir la transición hacia una sociedad real
postpetrolera. Un serio y elevado debate nacional, comprometido con las
generaciones futuras, debe incluir respuestas alternativas a los problemas
nacionales, pero también al orden económico mundial que amenaza con
expulsar a la especie humana del planeta. Es éste, sin duda, el enorme reto
de la Revolución Bolivariana.
Bibliografía
-Brito Figueroa 1979, Historia Económica y Social de Venezuela Tomos I al
IV. Edición Biblioteca U.C.V.

-Varios autores: 1990 La economía Contemporánea de Venezuela. Edición


50 Aniv del BCV.

-Andrade Jaramillo Marcos 2008. De la Trata a La Esclavitud. Biblioteca del


Educador venezolano. Fondo editorial IPASME.

-De La Plaza Salvador 1980. El Petróleo en la vida venezolana. Fondo


editorial Salvador De La Plaza.

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