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LOS HECHOS
La situación no fue
nada fácil, pero los obreros
finalmente lograron un
acuerdo con las autoridades
ante quienes reclamaban
comida, bebida y ropa, y que
se elevara con urgencia su
nota de reclamos ante las
máximas jerarquías del
Estado, el Primer Ministro
(sustituto en ausencia del
rey)[i] y el propio Faraón. El
reporte del escriba comenta:
Los obreros pasaban hambre y los alimentos eran de mala calidad. El límite
de tolerancia de aquellos primitivos trabajadores se había rebasado, razón por la
cuál tomarían una decisión histórica: dejar de trabajar reclamando el pago de sus
haberes. La llamada primera huelga de la historia comenzaba[ii]. ¿Cuándo
ocurrió esto? ¿Cómo ocurrió? ¿Cuáles fueron las consecuencias? Y finalmente,
¿fue una verdadera huelga? ¿Podemos hablar de huelga en aquellos tiempos
lejanos?.
Vista de
los restos
del
poblado de
los
EL PROBLEMA
EL DESARROLLO DE LA HUELGA
“Año 29, segundo mes de la segunda estación, día 10. Este día el
bando cruzó los cinco muros de la necrópolis, gritando: ‘¡Tenemos
hambre!’ (...) y se sentaron a espaldas del templo” de Tutmosis III en el
límite de los campos cultivados”.
“(...) Hemos llegado a este lugar por causa del hambre y de la sed,
por la falta de ropa, de pescado, de hortalizas. Escríbanlo al Faraón,
nuestro buen señor, y escríbanlo al Visir, nuestro superior. ¡Háganlo para
que podamos vivir!”
Esto llevó a que se les dieran las raciones del mes anterior. Pero
obviamente no dejaron de reclamar las del mes en curso. Reunidos al día
siguiente en la “fortaleza de la necrópolis” (el cuartel de soldados) obtuvieron la
intervención del jefe de policía, Mentumosis, quien les hizo la promesa de ir con
ellos hasta el templo de Tutmosis:
“(...) Miren, les respondo: suban a sus casas y recojan sus útiles;
cierren sus puertas y traigan a sus esposas e hijos. Yo iré al frente de
ustedes al templo de Tutmes y les permitiré estar allí hasta mañana”.
“(...) No nos iremos. Digan a sus superiores, cuando estén con sus
acompañantes, que ciertamente no hemos cruzado los muros a causa del
hambre solamente, sino que tenemos que hacer una acusación importante
porque ciertamente se están cometiendo crímenes en este lugar del
Faraón”
Actuando de común acuerdo pararon sus actividades ante la visita del visir
Ta. Esto dio esperanzas de ver solucionada la situación y de hecho permitió que
los obreros consiguieron la entrega de las raciones completas que se les
adeudaban, pero se les ordenó no volver a declararse en huelga, bajo pena de
ser castigados en caso de desobediencia. Diríamos hoy, se declaró ilícita la
huelga. Ta envió a un oficial con este mensaje para los interventores de la
necrópolis:
“(...) Miren, les daré estos cincuenta sacos de grano para que vivan
hasta que el Faraón les dé sus raciones”.
Pero este cierto respaldo de las autoridades no duraría mucho. Para ahondar
los problemas el visir Ta se ausentaría hacia el Delta con motivo del “Festival
Sed”, lo que llevó a que los pagos volvieron a atrasarse. Y más tarde Ta parece
haber estado envuelto en el complot contra el envejecido faraón, Ramsés III. Si
bien se desconoce el desenlace de este episodio algunos investigadores
observan que a partir de ese momento comenzaron los robos en las tumbas
reales y privadas, como consigna un papiro en época posterior:
EL SIGNIFICADO HISTÓRICO
• Cesación concertada de
actividades
• Reclamos por pagos atrasados
CARACTERÍSTICAS DE • Reiteración de la medida
LA HUELGA: • Denuncias de corrupción y
sacrilegios
• Plataforma reivindicativa usada
como arma política
• Metodología de sentadas y
ocupaciones