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MAGFOR
René Escoto
Consultor COSUDE
Mayo 2008
Managua
INDICE
ABREVIATURAS ........................................................................................................................................ 1
RESUMEN EJECUTIVO ............................................................................................................................ 3
I. INTRODUCCION...................................................................................................................................... 9
II. MARCO CONCEPTUAL Y ALCANCE DEL ESTUDIO .................................................................. 10
III. ANALISIS DE LA INSTITUCIONALIDAD DEL SIAR .................................................................... 15
III. 1 MARCO JURÍDICO GENERAL DE LA CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN ................................... 15
III.2 LA FUNCIONALIDAD ACTUAL DEL MARCO INSTITUCIONAL ................................................................ 19
Función 1: Reducción de incertidumbre ............................................................................................. 20
Instituciones formales .................................................................................................................................. 20
Otras leyes relevantes ................................................................................................................................. 27
Organizaciones claves de la Función 1 .................................................................................................... 29
Análisis:.......................................................................................................................................................... 32
Función 2: Manejo de Conflictos........................................................................................................ 33
Instituciones Formales y Organizaciones Claves de la Función 2 ........................................................ 33
Análisis ........................................................................................................................................................... 37
Función 3: Provisión de Incentivos. ................................................................................................... 38
Instituciones formales .................................................................................................................................. 38
Organizaciones claves de la Función 3 .................................................................................................... 39
Análisis ........................................................................................................................................................... 41
IV. CONCLUSIONES ................................................................................................................................ 41
V. RECOMENDACIONES ....................................................................................................................... 43
BIBLIOGRAFÍA ........................................................................................................................................ 45
ANEXO I ..................................................................................................................................................... 47
MAGFOR Mayo 2008
ABREVIATURAS
RESUMEN EJECUTIVO
El marco institucional formal del sector público agrícola en el ámbito rural de Nicaragua ha
sufrido cambios tanto incrementales como radicales a partir de 1979, siendo en buena parte
reactivos a las condicionalidades negociadas en el marco de las medidas de ajuste estructural en
vez de haber sido guiados por alguna estrategia explícita y ampliamente consensuada de cambio
institucional, basada idóneamente a su vez en una visión integral y funcional de alguna
estrategia nacional o al menos sectorial de desarrollo. En los años 90 se dio un debilitamiento
general del SPAR (junto con una privatización de empresas públicas agrícolas) aunque se
priorizó el fortalecimiento de ciertas áreas estratégicas (tecnología, propiedad, desarrollo rural,
sanidad y ambiental) para focalizarse en pequeños y medianos productores. Al mismo tiempo,
sin embargo, se abrieron espacios para que se desarrollaran las organizaciones gremiales y las
ONG que impulsan el desarrollo agrícola y rural, sustituyendo o complementando en muchas
ocasiones a los servicios proveídos por el SPAR. Hoy en día existen múltiples actores en el
ámbito rural del país, con características, demandas y formas organizacionales diferenciadas. A
partir de año 2004 se vienen realizando cambios marginales para adecuar todo el SPAR al PND-
O y/o a la Política y Estrategia de Desarrollo Rural Productivo/PRORURAL; el SPAR ha estado
El mayor interés de las políticas públicas sectoriales en las innovaciones tecnológicas agrícolas
que en las institucionales ha pospuesto la promoción deliberada de estas ultimas y/o ha facilitado
la adopción y adaptación de instituciones impulsadas desde el exterior reflejando intereses
internacionales, no siempre lográndose compatibilidad con la realidad institucional formal en
informal (cultura, tradición, valores) del país. La tendencia hacia una dualidad institucional
corresponde con una tendencia hacia un desarrollo agrícola dual (en la productividad y los
ingresos) en el ámbito rural. Surge también la duda de si los actores de los sistemas nacionales
de innovación han comprendido a cabalidad cuándo, dónde y hasta qué punto algunas de estas
instituciones extranjeras se podían realmente transferir de países con mayor avance tecnológico
a países como Nicaragua.
El abordaje jurídico de la innovación ha sido parcial e incompleto, con mayor énfasis desde la
óptica de la educación y del medio ambiente. El poder legislativo ha producido un bajo número
de instrumentos jurídicos, el 89% habiendo sido aprobados apenas a partir de 1994 y
concentrándose en las áreas de educación, incentivos fiscales, organización del Poder Ejecutivo,
políticas publicas especificas (promoción de la competencia, producción mas impía, humedales,
sustancia toxicas, empleo, caza deportiva), TLC, programas públicos especiales y emblemáticos
y las TIC. Ninguno de estos instrumentos aborda de manera explicita e integral el ámbito de la
innovación.
A pesar de los esfuerzos de modernización legislativa, Nicaragua todavía no cuenta con una ley
general vigente de ciencia, tecnología e innovación que establezca principios generales y
específicos así como los instrumentos requeridos para impulsar estas actividades, con el
propósito de facilitar la aplicación de nuevos conocimientos provenientes de dentro o fuera del
país. No obstante, existe un avanzado y moderno anteproyecto de Ley General de Ciencia,
Tecnología e Innovación, impulsado por el CONICYT.
Hace falta también un marco institucional que facilite la creación y fortalecimiento de redes de
conocimientos nacionales y regionales, proteja las innovaciones organizacionales e
institucionales de los actores del SIAR a través de redes, alianzas (pública-privadas y entre
actores privados) y otras formas de cooperación incluso con actores públicos y privados
externos, y que fomente y regule la cooperación sur-sur en el ámbito de la asistencia técnica.
De igual manera, hay que reconocer que los actores públicos y los más activos del sector
privado y de la sociedad civil del sector agrícola en el ámbito rural han tenido la disposición y la
habilidad para adaptar, cambiar y renovar el marco institucional del SPAR. Esto ha sido más
evidente en el marco del enfoque sectorial y del proceso de AAA. Además se ha logrado
mantener una estabilidad institucional básica hasta la fecha, a pesar de los cambios de gobierno,
para que el sistema institucional pueda realizar esta primera función.
La segunda función tiene que ver con el manejo de los conflictos resultantes de la distribución
desigual de los costos generados por la innovación dentro de las empresas agrícolas y
agroindustriales en el ámbito rural, y promover la confianza entre actores públicos y privados
estableciendo patrones de comunicación y cooperación entre ellos. En Nicaragua se han dado
algunos pasos de formalización de algunos mecanismos institucionales/organizaciones en el
ámbito general de ciencia y tecnología, que han creado una base jurídica mínima para facilitar el
establecimiento de relaciones más estables y confiables entre los actores del sistema nacional
de innovación. A nivel mas general, también se han ido creando diversos mecanismos de
concertación y negociación de los intereses de los diversos actores públicos y privados
(gremiales, empresariales, sociedad civil) del sector agrícola en el ámbito rural, muchos de los
cuales han sido creados por decreto-leyes o por medidas ministeriales para abordar temas
transversales (medio ambiente, sanidad, etc.), sobre rubros específicos o para supervisar
importantes programas financiados por la cooperación internacional. Esto representa un
potencial para el aprovechamiento colegiado de la información y los conocimientos proveído por
las organizaciones que realizan la Función 1, el facilitamiento de la adopción de nuevos valores y
principios en función de nuevas políticas sectoriales, la gobernabilidad sectorial en general y la
implementación de enfoques sectoriales.
Una buena cantidad de leyes con sus reglamentos relacionados a la segunda función plantean
de manera coherente un rol para una variada gama de organizaciones e instrumentos públicos
relevantes para su implementación. Sin embargo, en un país pequeño como Nicaragua la
existencia jurídica de muchos mecanismos (CCI, ComCyE, etc.) probablemente genera mayores
e innecesarios costos de transacción para los no muy numerosos actores públicos y privados
que están relacionados particularmente a la investigación y la educación, más aún en el caso del
sector agrícola en el ámbito rural. Los mecanismos que podrían garantizar integración,
coherencia y coordinación de las políticas nacionales y sectoriales relacionadas a la innovación
además parecen débiles y poco activos
Hace falta algún esquema institucional que apoye la formación y operación de redes flexibles de
innovación y aprendizaje; tampoco se ha desarrollado a profundidad una cultura generalizada de
confianza mutua y cooperación en muchos ámbitos de la vida económica y social, lo que también
afecta y muy gravemente a la investigación e innovación especialmente en las universidades y
centros de investigación. Las percepciones de desconfianza, burocratización y secretismo en la
toma de decisiones técnicas y administrativas que son expresadas dentro de estas
organizaciones señalan como causas a razones políticas-ideológicas, falta de transparencia o
temor de que los beneficios potenciales se repartirán desigualmente.
La tercera función tiene que ver con la provisión de incentivos pecuniarios y no pecuniarios, y/o
canalizar recursos hacia actividades innovadoras. Aunque el Estado nicaragüense utiliza
instrumentos de política monetaria, fiscal y arancelaria para el establecimiento de incentivos
relevantes, todavía no cuenta con un marco jurídico-institucional único, integral y operativo que
explícitamente procure brindar esta función al sistema de innovación nacional y/o al SIAR. El
instrumento jurídico mas relevante es el creador del CONICYT, que lo mandata a gestionar,
obtener y canalizar recursos económicos e incentivar la innovación tecnológica.
Hace falta una legislación coherente que incentive y regule a aquellos actores involucrados en el
financiamiento diferenciado de las actividades de ciencia, tecnología e innovación, de tal manera
que norme el mercado de capitales de largo plazo y de inversiones de riesgo a fin de reducir las
incertidumbres asociadas a las innovaciones tecnológicas, incluyendo las innovaciones de mayor
envergadura en el sector agroindustrial y forestal.
En conclusión, existe en el país una buena base institucional que puede ser adecuada,
transformada y aprovechada para impulsar el ritmo de innovación y su direccionamiento en
función de prioridades nacionales y sectoriales agrícolas en el ámbito rural. Sin embargo, existen
importantes retos de coherencia y funcionalidad efectiva de las instituciones y organizaciones
existentes.
El área más débil de la institucionalidad para la innovación en el país radica en la tercera función:
institucionalidad y organismos para incentivar y financiar la innovación.
I. INTRODUCCION
El Sector Público Agrícola y Rural (SPAR), liderado especialmente por el MAGFOR e INTA, esta
llevando actualmente a cabo un proceso de actualización de la política de innovación agrícola y
rural. El Gobierno de Nicaragua formuló la Política de Innovación Tecnológica Agrícola y Rural
(PINTAR) en 2004 en el marco de la implementación del Proyecto de Tecnología Agrícola. Los
elementos fundamentales de la PINTAR fueron incorporados en la Política y Estrategia de
Desarrollo Rural Productivo (PEDRP) emitida en 2005 y orientaron además el diseño del
componente de Innovación Tecnológica de PRORURAL (2006-10), siendo este último el
instrumento principal de la PEDRP. La PINTAR tuvo así incidencia en la intervención pública en
el ámbito de la innovación tecnológica aun cuando desde el punto de vista formal y público,
nunca fue lanzada oficialmente de la misma manera como lo ha sido la Política Forestal, la de
Tierra y otras más.
Con el cambio de gobierno, el MAGFOR formuló en el 2007 una nueva propuesta de Política de
Desarrollo Rural Sostenible (PDRS), que tiene elementos de continuidad y de cambio con
relación a la PEDRP, incluyendo el ámbito de la innovación tecnológica: se sigue validando la
importancia estratégica que tiene la innovación para el desarrollo rural y agrícola del país.
Aun cuando la gestión de toda política pública va mucha más allá de la redacción de un
documento, oficializarlo y lanzarlo públicamente, también es importante tener un producto
formalizado que permita a los tomadores de decisión tener un punto de referencia. La
experiencia indica que tanto para la elaboración de documentos de política sólidos y basados en
las mejores practicas y conocimientos modernos relevantes, como para la implementación bien
efectiva de las políticas, además de la participación de la ciudadanía también se requiere de un
grupo de trabajo interinstitucional e interdisciplinario con credibilidad, manejo de conocimientos
actualizados y del saber-hacer de la política pública sectorial y legitimidad suficiente, para
impulsar integralmente estas tareas.
A partir del segundo semestre de 2007, el equipo técnico del SPAR ha identificado y negociado
los objetivos, resultados y metodología de esta primera fase de actualización de la política de
innovación sectorial. Este grupo ha revisado la literatura oficial, la PINTAR y otros documentos
relevantes; ha redactado documentos y realizado varias sesiones de trabajo de presentación y
discusión de conceptos, diagnósticos y otras perspectivas sobre la innovación tecnológica y su
problemática. Estas actividades han permitido apreciar la complejidad de la problemática de la
innovación agrícola y rural y su interrelación con otras dimensiones de la agricultura y ruralidad
nicaragüense, y por ende con otras políticas públicas nacionales, sectoriales y sub-sectoriales,
así como con otros factores del entorno internacional del país.
El proceso de actualización tiene contemplado que, una vez formulada la propuesta de una
“PINTAR” actualizada, se iniciaría la fase de su discusión con un grupo mas ampliado de actores
relevantes a esta política, para que eventualmente el Gobierno la promulgue y publique de
manera oficial.
Este estudio ha sido elaborado con el apoyo financiero de COSUDE, para el MAGFOR. Su
contenido solo refleja las opiniones del autor.
En este documento, a manera de concepto de trabajo y dentro de los limites conceptuales que
se han ido negociando en el grupo interinstitucional del Sector Público Agropecuario y Rural
(SPAR) para efectos de la actualización de la política de innovación agrícola, y desde una óptica
mas global de la política de desarrollo rural sostenible, entenderemos por “sistema de
innovación agrícola en el ámbito rural” (SIAR) como:
1
Ver World Bank 2006.
En este documento no se presenta un diagnóstico del SIAR. Existen otros estudios al respecto y
en el proceso de actualización de la política de innovación se han elaborado otros documentos-
insumos para el debate y discusión (ver Escoto 2007). En general se ha planteado que, entre
otras debilidades y retos, en el SIAR nicaragüense los actores tienen todavía mucho espacio
para articular sus acciones de manera mas intensiva y extensamente, los conocimientos y la
información sectorial podría fluir mas y mejor entre aquellos, las instituciones públicas del SPAR
y otras que influyen en el sector podrían articularse mejor tanto a nivel nacional como territorial,
incluyendo la articulación con los PMP y sus gremios, empresas agrícolas, empresas
agroexportadoras, proveedoras de insumos, etc.
Cuadro 1
Los retos del SIAR deben sin embargo interpretarse a partir del hecho de que el ritmo y
direccionamiento actual de la ciencia, la tecnología y la innovación agrícola en el ámbito rural del
país, así como la pérdida creciente del control nacional de los fuentes que impulsan la
productividad total de los factores, ha sido el resultado de un conjunto de causas, tales como: la
expansión de la IED (incluyendo en el sector agrícola, agroindustrial y de comercio nacional de
mayoreo de alimentos procesados), la privatización de empresas públicas nacionales de
telecomunicaciones, generación y distribución de energía, la tendencia de empresas privadas a
trabajar con franquicias o sub-contratos con empresas multinacionales, etc.
Solo cabe mencionar que el marco institucional formal del sector público agrícola en el ámbito
rural ha sufrido cambios tanto incrementales como radicales a partir de 1979, siendo en buena
parte reactivos a las condicionalidades negociadas en el marco de las medidas de ajuste
estructural en vez de haber sido guiados por alguna estrategia explícita y ampliamente
consensuada de cambio institucional basada a su vez en una visión integral y funcional de un
estrategia nacional o al menos sectorial de desarrollo. En los años 90 se dio un debilitamiento
general del SPAR (junto con una privatización de empresas públicas agrícolas) aunque se
priorizó el fortalecimiento de ciertas áreas estratégicas (para focalizarse en PMP) como las de la
tecnología (creación del INTA) y la propiedad (INRA) y posteriormente el IDR (antiguo PNDR) y
la DGPSA, separándose la funciones públicas relacionadas al medo ambiente
Hay que reconocer, no obstante, que a partir de año 2004 se vienen realizando cambios
marginales para adecuar todo el SPAR al PND-O y/o a la Política y Estrategia de Desarrollo
Rural Productivo/PRORURAL; el SPAR ha estado enfrentando el reto de transformarse a medida
que se implementa PRORURAL bajo un enfoque sectorial2, reto que es mucho mayor con los
recientes cambios en la política sectorial puesto que esto ha planteado naturalmente la
necesidad de revisar simultáneamente al PRORURAL así como la institucionalidad misma del
SPAR. En cualquier caso es claro que al menos el MAGFOR pretende ahora dirigir su ámbito de
acción mas hacia las actividades de la asociatividad y de los eslabones superiores de las
cadenas agroalimentarias, lo que lo acerca al MIFIC en el tema de la agroindustria, así como
hacia la superación de la pobreza (PPA/Bono Productivo), manteniendo siempre su accionar en
el ámbito productivo. Sin embargo es cada vez más evidente que el crecimiento de la
importancia de las actividades no agrícolas en el ámbito rural representará un reto adicional a la
institucionalidad del sector.
Sin embargo, e independientemente de su eficacia, las instituciones del SPAR nicaragüense han
logrado mantener unidades de planificación, pero es solo con la relativamente reciente aplicación
del enfoque sectorial6 que aquellas han empezado a ser relevadas en importancia; por otra
parte, el MAGFOR no siempre ha mantenido una fuerte unidad de análisis de políticas aunque si
ha realizado esfuerzos de formulación y negociación de políticas y estrategias sectoriales (p.e.
2
Ver Theinhardt et al, para una valoración de finales del 2006, antes del cambio de gobierno (lo que limita en parte sus
recomendaciones), sobre la adecuación de las instituciones del SPAR y de las “fuerzas impulsoras y obstaculizantes” para que puedan
implementar PRORURAL.
3
Con el Decreto No. 41-2004 de Reforma al Decreto No. 36-92, Creación del Consejo Nacional Agropecuario, de mayo de 2004, el
“Sector Público Agropecuario” (SPA) fue ampliado en su membresía, quedando integrado por el MAG-FOR, INTA, INAFOR, IDR,
MARENA, MIFIC y el Fondo de Crédito Rural (FCR). Hoy en día en la práctica la Empresa Nacional de Granos Básicos (ENABAS)
es considerada otro miembro del SPAR.
4
Especialmente a partir de 1990, en Nicaragua (como parte de un patrón regional) las ONG, firmas consultoras, consultores
individuales y centros de estudios e investigación de universidades y del sector privado se han convertido en actores claves en la
realización de estudios y análisis sectoriales, incluyendo en el tema de la ciencia, tecnología y la innovación.
5
Ver Katz 2007 en Dutrenit et al.
6
El enfoque sectorial, en cualquiera de sus escuelas (ha sido impulsado incluso por el BM), ha significado un desvío importante del
Consenso de Washington. De hecho el BM tuvo la iniciativa de promoverlo en Nicaragua.
El presente documento más bien pretende, entre otras cosas, resaltar la importancia de la
institucionalidad y de la innovación institucional, especialmente en el sector público (lo que ya
había sido reconocido con la creación del INAP en 1980 y en 1994 con la creación del PAMIC,
ver Cuadro 2), para incrementar el ritmo y mejorar el direccionamiento de la ciencia, tecnología y
la innovación en función del desarrollo agrícola sostenible en el ámbito rural del país. Estas
actividades están permeadas por imperfecciones de los mercados ocasionados por asimetrías
en la información, bienes y servicios de consumo no rival y externalidades, la incertidumbre, etc.,
lo que implica la necesidad de establecer reglas claras y proactivas, es decir, de instituciones.
Sin embargo, tradicionalmente las discusiones sobre la política de innovación nacional y de la
innovación agrícola, han tendido a concentrarse en “los problemas tecnológicos”, más que en los
institucionales, predominando más las ciencias de la ingeniería agrícola que la interrelación entre
las ciencias del conocimiento, la economía y las jurídicas. En el ambiente de las políticas
públicas sectoriales las innovaciones tecnológicas agrícolas necesarias (aun si en los últimos
años se están moviendo correctamente de un enfoque productivista hacia uno que busca la
transformación y la comercialización para la generación de mayor valor agregado) han llamado
también más la atención que las innovaciones institucionales. Esto ha pospuesto una promoción
deliberada de estas ultimas y/o ha facilitado la adopción y adaptación de instituciones sugeridas
e impulsadas desde el exterior reflejando otras agendas de cambio e intereses internacionales,
no siempre lográndose compatibilidad con la realidad institucional del país, especialmente con la
institucionalidad informal (cultura, tradición, valores). No sorprende por lo tanto la existencia de
una tendencia hacia una dualidad institucional que corresponde también a una tendencia hacia
un desarrollo agrícola dual (en la productividad y los ingresos) en el ámbito rural.
En este sentido hay que empezar por reconocer que a partir de 1990 Nicaragua siguió muy de
cerca (obviamente con sus propias particularidades) el patrón de cambio institucional del
América Latina (ver de las Casas et al): un cambio iniciado y mantenido en un contexto de
aplicación de fuertes medidas de estabilización macroeconómica y ajuste estructural, las que en
conjunto con ciertas condicionalidades, fueron negociadas con los organismos multilaterales y
muchas de ellas apoyados directa o indirectamente por la comunidad internacional (con reservas
en algunos casos).
Tampoco debe pasar desapercibido el hecho que el análisis de la institucionalidad del sector
agrícola si ha sido una actividad recurrente en el SPAR en el marco de los mandatos de
numerosos proyectos y programas que han sido financiados y apoyados por la cooperación
internacional, existiendo un buen numero de documentos elaborados desde diversas ópticas y
con diversos propósitos (ver bibliografía). No obstante, no siempre tales documentos han
reflejado un interés propio (“apropiación”) de las autoridades y otros actores del sector, y en
pocas ocasiones el enfoque del análisis ha sido realmente participativo (más allá de funcionarios
El presente análisis adopta el marco analítico de Edquist y Johnson, el que plantea que las
instituciones juegan tres funciones con relación al desarrollo de los sistemas de innovación. En la
siguiente sección se identifican, analizan y evalúan las instituciones y algunas de las
organizaciones públicas y privadas nicaragüenses vinculadas a cada función. En vista que el
desarrollo tecnológico esta influenciado por un marco institucional que presenta dos niveles, el
nacional y el sectorial, el análisis hará tal distinción cuando sea necesario.
Cuadro 2
Leyes y otros instrumentos jurídicos que incorporan el concepto de innovación
7
Ver Escoto (2007) para una revisión reciente de cambios del entorno relevantes para la actualización de la política de innovación.
8
En FUNICA (2002), Arguello et al presentaron un inventario bastante exhaustivo y además comentado del marco legal y
reglamentario relevante a la “tecnología agropecuaria”. El documento, aunque es un aporte importante y novedoso al estudio de la
innovación, no aborda las implicaciones para el “sistema de innovación”.
9
La Ley (No. 582) de la Educación General incorpora un acápite especial, el TITULO III: Del Desarrollo Científico y Tecnológico.
10
Ver Capítulo IV “De la Educación, Divulgación y Desarrollo Científico y Tecnológico” (Decreto No. 9-96 aprobado en Julio de
1996) del Reglamento de la Ley (No.217) General del Medio Ambiente y los Recursos Naturales.
ciudadanía”.
La Ley establece que podrían haber perjuicios a los intereses
de los consumidores u otros agentes económicos que se
deriven de prácticas no competitivas, impidiendo a los agentes
económicos desarrollar sus capacidades productivas, o lograr
una mayor eficiencia de la actividad económica, o promover la
Decreto No. 79-2006: REGLAMENTO A LA
innovación o fomentar la inversión productiva y que se
LEY NO. 601, LEY DE PROMOCIÓN DE LA
traduzcan en beneficios a los consumidores, en la actividad
COMPETENCIA
respectiva. En estos casos, además, se deberá establecer, para
efectos de identificar el mercado relevante, entre otros
elementos, “La disponibilidad en el corto plazo de contar con
productos sustitutos como consecuencia de la innovación
tecnológica”.
Los 28 instrumentos jurídicos del Cuadro 2 se desglosan por área de incidencia en la siguiente
forma: 4 en educación (la primera vez en que fue utilizado la acepción de “innovación” fue en el
marco de la educación pública en 1924), 3 sobre incentivos fiscales, 8 relacionadas con la
organización del Poder Ejecutivo (Ley 290, CONICYT y Comisiones, gobierno local), 6 con
políticas publicas especificas (promoción de la competencia, producción mas impía, humedales,
sustancia toxicas, empleo, caza deportiva), 2 con TLC, 3 con programas públicos especiales y
emblemáticos y 1 con las TIC. Ninguno de estos instrumentos, sin embargo, aborda de manera
explicita e integral el ámbito de la innovación
Cabe aquí resaltar, sin embargo, la existencia de un avanzado y moderno anteproyecto de Ley
General de Ciencia, Tecnología e Innovación que fue impulsado por el Consejo Nicaragüense de
Ciencia y Tecnología (CONICYT). El anteproyecto plantea articular estas actividades a través de
mecanismos e instrumentos de gestión adecuados a la organización de los sectores que forman
parte de lo que es denominado como el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología (SINACYT),
con el ultimo propósito de facilitar la vinculación, interacción, transferencia de información y
apoyo en la toma de decisiones para contribuir con el desarrollo sostenible de Nicaragua.
Además, el anteproyecto plantea: (a) definir criterios de estratificación de las instituciones; (b)
definir los mecanismos de transferencia de información entre las entidades vinculantes a la
ciencia, tecnología e innovación; (c) establecer mecanismos de apoyo a la toma de decisiones
en materia de ciencia, tecnología e innovación; y (d) establecer un mecanismo de validación que
sustente las acciones que se desarrollen en el campo de la ciencia, tecnología e innovación. El
anteproyecto también propone crear un “Registro Científico, Tecnológico y de Innovación”.
Las tres funciones de la institucionalidad, según Edquist y Johnson, son: (1) reducción de
incertidumbre, (2) manejar conflictos y promover la cooperación, y (3) proveer incentivos y
canalizar recursos. En esta sección, estas funciones serán utilizadas para interpretar y examinar
tanto la legislación relevante existente (incluyendo parte de la detallada en la sección anterior
respecto a la innovación) como otros elementos del marco institucional que esta relacionado
especialmente al SIAR.
Instituciones formales
Sin embargo, si existen propuestas legislativas relevantes a esta primera función. El CONICYT,
como vimos anteriormente, en conjunto con otros actores, ha elaborado un anteproyecto de ley
general de ciencia, tecnología e innovación; también ha propuesto un conjunto complementario
de anteproyectos de leyes: Ley de Protección de Datos, el que aborda un tema legislativo de
“nueva generación”, pretendiendo la protección de los datos personales almacenados en ficheros
de datos, sean automatizados o no, públicos y privados; Ley de Delitos Informáticos con el objeto
de prevenir y sancionar los delitos cometidos en contra de los sistemas informáticos, datos o
información almacenada en ficheros automatizados o no, o los cometidos a través del uso de
estos sistemas; Ley de Firma Electrónica dirigido a regular el uso de la firma electrónica en los
actos o contratos celebrados entre personas naturales o Jurídicas llevados a cabo por medios
electrónicos; y, finalmente, Ley de Comercio Electrónico con el propósito de regular el comercio
electrónico celebrado entre personas naturales o jurídicas llevado a cabo por medios
electrónicos (ver http://www.conicyt.gob.ni/anteproyectos.htm).
Este esfuerzo muestra que al menos los actores del sistema más amplio de innovación del país
están interesados en establecer y formalizar reglas institucionales nacionales que regulen las
modalidades básicas de almacenaje, uso, transmisión, recepción e intercambio de información
por medios electrónicos (TIC), los que tienden a aumentar su eficiencia, capacidad de
procesamiento y uso masivo (especialmente los celulares). Existe así un nivel de consciencia
básico sobre la importancia de los sistemas de información para el comercio (p.e. las subastas
electrónicas de cafés de calidad), las finanzas (p.e. banca en línea, transferencias electrónicas
internacionales), desarrollo (p.e. rápida comunicación de conocimientos tácitos) y la superación
de la pobreza (p.e. vinculación INTERNET-radio rural), tanto por parte del sector público como
del privado.
Si están vigentes, sin embargo, numerosas leyes que influyen directa e indirectamente sobre
estos temas, especialmente sobre la innovación, al incidir en su ambiente y contexto. A
continuación se describen dichas leyes/reglamentos y se levantan algunas problemáticas que
surgen al analizarlas rápidamente.
Un primer instrumento jurídico establecido es el Decreto No. 102 de 1979, “Ley Creadora del
Sistema Estadístico Nacional y del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC)” y el
Decreto 888 de reforma al anterior. Este instrumento jurídico le dio al Sistema Estadístico
Nacional (SEN) la responsabilidad de la regulación, planificación, producción, análisis y difusión
de las estadísticas nacionales, a fin de facilitar el análisis económico y social para los planes y
programas de desarrollo.
Otro conjunto de leyes tiene que ver con la interrelación competitividad-innovación. Los artículos
99, 104 y 105 de la Constitución Política, con relación a las prácticas anticompetitivas, plantean
la defensa del concepto de eficiencia en la asignación de recursos y mayores beneficios al
consumidor, así como garantizar la libertad de empresa y la igualdad de éstas ante la ley. En el
marco de las políticas (llamadas “neo-liberales”) promovidas a partir de los 90, se promovió la
libertad económica, la Inversión Extranjera Directa (IED) y la promoción de la competencia como
principio fundamental del modelo económico. Aunque una ley de promoción de competencia era
el instrumento principal para establecer un marco regulatorio estable y transparente que
minimizara y/o evitara las prácticas comerciales anticompetitivas, especialmente la concertación
de precios y la colusión de productores, esa ley no fue aprobada en 16 años, ni las mismas
instituciones multilaterales y bilaterales de la cooperación internacional asociada presionaron
para que se aprobara en comparación con el tipo de incidencia realizado para la implementación
de otras medidas de ajuste estructural.
Fue sin embargo hasta a finales del 2006 que se aprobaron la Ley (No. 601) de Promoción de la
Competencia y su reglamento, con el propósito de “promover y tutelar la libre competencia entre
los agentes económicos, para garantizar la eficiencia del mercado y el bienestar de los
consumidores, mediante el fomento de la cultura de la competencia, la prevención, la prohibición
y sanción de prácticas anticompetitivas”. La Ley creó, como su propio instrumento fundamental
de aplicación, al Instituto Nacional de Promoción de la Competencia (PROCOMPETENCIA),
como una institución pública autónoma de carácter técnico.
Esta Ley vino a complementar la Ley (No. 182) de Defensa de los Consumidores de 1994 y en
su Reglamento (1999), la que tiene el propósito de garantizar a los consumidores la adquisición
de bienes o servicios de la mejor calidad, en sus relaciones comerciales, mediante un trato
amable, justo y equitativo de parte de las empresas públicas o privadas individuales o colectivas.
De esta forma, la Ley 182 protegía ya desde hace más de una década a los actores productivos
del SIAR al reducir la incertidumbre vinculada a la adquisición y adopción de insumos con
tecnología incorporada p.e. vacunas, semillas mejoradas, etc.
La Ley 601 abordó explícitamente dos temas de ciencia, tecnología e innovación, al exceptuar
(es decir permitir comportamientos de mercado no competitivos) su aplicación a las siguientes
consideraciones:
a) El ejercicio de los Derechos de Propiedad Intelectual que las leyes reconozcan a sus
titulares, siempre y cuando estos no incurran en prácticas anticompetitivas según se definen
en la misma ley.
b) Las actividades entre agentes económicos que tengan por objeto lograr mayor eficiencia en
la actividad productiva y/o de comercialización, entre otras, la armonización de estándares
técnicos y de calidad de productos, adopción de marcas colectivas, y cooperación en
materia de desarrollo tecnológico o medio ambiental, mientras no configuren ninguna de las
conductas prohibidas por la Ley.
agroalimentarias del país, así como PYMES y cooperativas agroindustriales y otras rurales que
también innovan fuertemente para sobrevivir aun si los costos incurridos no logran ser
contabilizados como Investigación y Desarrollo (I&D); aunque no todas las grandes
agroempresas del país tienen departamentos especializados, si es mas visible y estimable su
gasto en I&D.
Una situación similar se da en el caso de las cooperativas, las que cuentan con la Ley (No. 499)
General de Cooperativas, aprobada en septiembre del 2004, el Decreto 16-2005, Reglamento de
la Ley General de Cooperativas y el Decreto No. 01-2006 de Reformas al Reglamento de la Ley
General de Cooperativas de enero del 2006.
El país también ha contado con leyes sectoriales para los mercados de energía eléctrica,
telecomunicaciones e hidrocarburos que proveen de servicios fundamentales para las
actividades de los actores del sistema nacional de innovación. Algunas de las leyes más
importantes en esta materia son: la ley general de telecomunicaciones y servicios postales (No
200, agosto 1995); la ley de suministro de hidrocarburos y el capítulo VI sobre promoción de la
competencia (No 277/6, febrero 1998); la ley de la industria eléctrica (No 272, abril 1998) y la ley
de reforma a la ley orgánica del Instituto Nicaragüense de Energía (INE) (No 271, abril 1998).
Otra parte del marco institucional con influencia indirecta sobre la innovación está relacionada
con los arreglos económicos-institucionales de carácter internacional que ha firmado Nicaragua,
tales como los TLC (DR-CAFTA, Taiwán, México) y los que están en proceso de negociación,
incluyendo un eventual Acuerdo de Asociación con la Unión Europea (AAUE), las alianzas como
el ALBA, las mismas reglas resultantes del proceso actual de integración centroamericana y
otros acuerdos internacionales relevantes tales como el Acuerdo de la Ronda de Uruguay, del
cual forman parte el Acuerdo Antidumping, el Acuerdo sobre Subsidios y Derechos
Compensatorios, la Resolución N° 12-95 del Consejo de Ministros Responsables de la
Integración Económica y Desarrollo Regional, el cual aprobó el Reglamento Centroamericano
sobre Prácticas Desleales del Comercio (en 1995), todos ellos consistentes con la Organización
Mundial del Comercio (OMC), el Protocolo de Guatemala del Tratado General sobre la
Integración Económica de América Central (1993), el Convenio sobre el Régimen Arancelario y
Aduanero Centroamericano, etc.
La IED juega un papel estratégico junto con el comercio internacional en el establecimiento del
ritmo y la dirección de la trayectoria tecnológica de un país cuya economía es totalmente abierta
al exterior, como Nicaragua. Ambas fuerzas son al mismo tiempo una fuente y mecanismo
importante de innovación al facilitar: las transacciones tecnológicas con el exterior, la importación
de equipos y bienes de capital con tecnología avanzada incorporada así como el establecimiento
de contactos con contrapartes comerciales e inversionistas externos que están al tanto de los
avances tecnológicos (especialmente los biotecnológicos), el derrame tecnológico hacia
agroempresas nacionales grandes e incluso a PYMES agroindustriales, transferencia de equipos
y conocimiento tecnológico entre las casas matrices y las filiales en Nicaragua, así como la
capacitación de personal (visitas, pasantías e intercambio de información). Estas fuerzas
económicas explican importantes innovaciones tecnológicas en el sector, como las ocurridas con
relación a la producción de etanol en la industria azucarera.
No obstante, ambas fuerzas pueden terminar reforzando las diferencias entre los países
tecnológicamente avanzados (que aprovechan sus círculos virtuosos basados en la gestión del
conocimiento) y los menos avanzados (que tienen que enfrentar círculos viciosos en los que la
pobreza juega un papel bastante determinante) como Nicaragua. En este contexto resalta aun
más la ausencia de un marco institucional integral para la ciencia, tecnología y la innovación,
desarrollado gradualmente y en función de políticas nacionales de desarrollo, que
deliberadamente procure regular el papel de la IED, la cooperación y de los préstamos
internacionales y de los correspondientes procesos de aprendizaje institucional con el propósito
de transformar el sistema de innovación/SIAR en función de los objetivos nacionales. Se
requiere una comprensión de cuándo, dónde y hasta qué punto las instituciones extranjeras se
pueden y deben realmente adoptar y adaptar a las realidades propias de Nicaragua, en lugar de
responder fundamentalmente a las agendas externas.
Por otra parte, y a manera de ejemplo, el ALBA y un eventual AAUE, se basan en algunos
principios, reglas y alcances diferentes a los de los típicos TLCs. Con esta nueva agenda, los
costos de transacción para el cumplimiento y armonización de todos estos marcos jurídicos son
cada vez mas altos para un pequeño país como Nicaragua y sus implicaciones sobre los
procesos nacionales de ciencia, tecnología e innovación son difíciles de predecir.
11
Esta cifra resulta de la aplicación del buscador temático de la página WEB de la Asamblea Nacional:
http://www.asamblea.gob.ni/index.php?option=com_wrapper&Itemid=153
12
Esto convirtió a Nicaragua en el único país de la región que tenía un acuerdo bilateral del tema de propiedad intelectual con Estados
Unidos.
A pesar de todas estas leyes, todavía no existe en el país un mercado desarrollado que este
basado en patentes y marcas locales, la preferencia es hacia el uso de conocimientos externos y
predomina el registro de patentes y marcas extranjeras (Alange y Scheinberg). En cualquier
caso, los derechos de propiedad intelectual no han sido de mucha importancia en los países en
vías de desarrollo por varias razones y mas bien se hace necesario que se adapte este tipo de
legislación a las propias necesidades de estos países (ver Banco Mundial 2008), y Nicaragua no
es una excepción en este aspecto.
En el ámbito de los trabajadores del conocimiento que ofrecen servicios de asesoría, asistencia
técnica y consultoría, tanto al sector público como al privado, también se pueden identificar un
conjunto de leyes relevantes. La Ley (No. 505) que regula la “Contratación de los Servicios de
Profesionales y Técnicos Nicaragüenses en los Programas y Proyectos del Sector Público que
se Financian con Fondos Provenientes de Gobiernos u Organismos Internacionales” (aprobada
2005) tiene por objeto regular la contratación preferente de los servicios de profesionales y
técnicos nicaragüenses en la preparación, elaboración y ejecución de los programas y proyectos
del sector público, que contemplen financiamiento mediante préstamos otorgados por gobiernos
u organismos internacionales o nacionales. Esta Ley también regula los contratos relacionados a
los programas y proyectos del sector privado en los cuales el Estado sirva como intermediador
del financiamiento o garante del mismo. La Ley 505 establece que en los programas y proyectos
que se reciban en concepto de donación, deberá ejecutarse la misma política de preferencia de
contratación de profesionales y técnicos nicaragüenses, siempre que no se establezca lo
contrario en sus propios instrumentos.
13
Ley No. 318 de Protección para las Obtenciones Vegetales tiene el propósito de establecer las normas para la protección de los
derechos de las personas naturales o jurídicas que, ya sea por medios naturales o manipulación genética, hayan creado o descubierto y
puesto a punto, una nueva variedad vegetal, a quien se le denominará el obtentor. MIFIC es la entidad pública encargada de aplicar la
Ley.
14
En realidad la innovación, siendo información, solo puede ser apropiada de manera imperfecta, dado que la conversión de
conocimientos tácitos en explícitos y codificables (externalización) nunca se cumple totalmente; por otra parte, la apropiación de la
innovación que podría estar o no protegida por los innovadores, por parte de otros actores (competencia) sin pagar su costo, se
encuentra también limitada por la necesidad de estos últimos de impulsar un proceso de aprendizaje localizado, específico e
irreversible. De allí surge la importancia de las redes y alianzas para la innovación con sus propios marcos institucionales semi-
formales y que promueven procesos particulares de innovación entre actores (PMP, MIPYMES, cooperativas, etc.) que tienen sus
propias características y dinámicas.
15
La mayoría de estas leyes fueron aprobadas en el 2001.
16
En el año 2006 se modificaron varias de estas leyes.
Sin embargo, el tema de la gestión del conocimiento en el sector público no esta adecuadamente
regulado todavía. Los técnicos y profesionales nicaragüenses, especialmente los que trabajan en
los ámbitos de la innovación tecnológica (nacional y/o agrícola) y en la innovación institucional,
tienen calificaciones y competencias que en buena parte solo se puede adquirir o transferir
(socializar) a través del aprendizaje (que genera nuevas calificaciones y competencias),
acumulando o interactuando en el ámbito de trabajo público y/o privado. No obstante, a través de
las consultorías, giras de campo, talleres, informes, etc., estos conocimientos tienden a ser
codificados y externalizados, lo que por un lado tiende facilitar el incremento de la velocidad de
su difusión, la innovación y el crecimiento económico y el desarrollo, dado que reduce el tiempo y
los costos de los procesos de adopción y adaptación de nuevas tecnologías (agrícolas,
agroindustriales, etc.) y metodologías de trabajo institucional, y disminuye la incertidumbre y la
asimetría de la información en las transacciones o contrataciones para estudios, investigaciones
y consultorías que generan conocimientos científicos y técnicos.
Sin embargo, por otro lado, esta externalización facilita una apropiación desigual de la renta
tecnológica o “metodológica” que es generada gracias a la base de conocimientos tácitos
acumulados por los profesionales y técnicos nacionales17, sin menoscabo del aporte por los
expertos internacionales. Se ha dejado por lo tanto de lado el tema de la apropiabilidad de los
conocimientos tácitos de los profesionales nicaragüenses que logran ser codificados y
explicitados en los informes presentados por firmas consultoras internacionales o por
investigadores externos que en muchas ocasiones han sub-contratado a los nacionales de
manera informal y a tasas (honorarios) muy por debajo de las internacionales. De hecho hace
falta complementar y armonizar esta ley con la Ley 312 mencionada anteriormente,
especialmente en la medida que los resultados (informes) presentado son de carácter científico
(natural o social).
17
Ver Huete (2008) para solamente dos casos de los muchos que seguramente han ocurrido en el país: la publicación en Nature sobre
la evolución simpátrida en peces en la Laguna de Apoyo y la publicación en la revista Science sobre la creación de un nuevo lenguaje
por parte de niños sordomudos de los barrios San Judas y Villa Libertad.
práctico y oportuno; estos conocimientos junto con los conocimientos científicos y tecnológicos
tradicionales deberían además estar insertos y fluir con soltura en los sub-sistemas de
información y conocimiento vinculados al SIAR, tal como el SISEVA, o en redes de información,
como RENIDA, basados en una plataforma moderna de TIC. Cabe mencionar que en las
paginas WEB de las agencias de cooperación de los países donantes se pueden encontrar
numerosos documentos (la mayoría en inglés) conteniendo estudios sobre Nicaragua, pero no
están ni institucional ni electrónicamente vinculados a sistemas informáticos del país y tampoco
son ampliamente consultados (o referidos) por actores nacionales18. Además, mucha información
y documentación ha sido “perdida” con cada cambio de gobierno, e incluso con cambios de
administradores públicos dentro de un mismo gobierno, llevándosela los funcionarios,
consultores o asesores, nacionales o extranjeros, que la han trabajado o comisionado.
En este sentido cabe resaltar la nueva Ley (No. 621) de Acceso a la Información Pública
(aprobada en 2007) que norma, garantiza y promueve el ejercicio del derecho de acceso a la
información pública existente en los documentos, archivos y bases de datos de las entidades o
instituciones públicas, las sociedades mixtas y las subvencionadas por el Estado, así como las
entidades privadas que administren, manejen o reciban recursos públicos, beneficios fiscales u
otros beneficios, concesiones o ventajas. Recientemente (enero 2008) entró en vigencia el
reglamento a esta Ley mediante el Decreto No. 81-2007. La Ley establece una Oficina de
Acceso a la Información Pública (OAIP) en cada institución pública y/o privada obligada a dar
información al público. Esta moderna y avanzada Ley y su Reglamento le da a los actores del
sistema de innovación nacional y del SIAR la capacidad de acceder a información y
conocimientos acumulados en el sector público, además de la posibilidad de hacer disponible al
público la información y conocimiento acumulado en las agencias de cooperación en el caso de
su recuperación ordenada.
Por otra parte, el sector público ya cuenta con la Ley (No. 476) del Servicio Civil y de la Carrera
Administrativa (aprobada en 2003) que pretende garantizar la eficiencia de la administración
pública y los derechos y deberes de los servidores públicos. Esta ley, entre otras cosas,
establece una importante base para la acumulación de conocimientos tácitos y explícitos en el
sector público al darle certidumbre a aquellos servidores públicos que quieren desarrollar una
carrera administrativa, lo que es particularmente importante cuando se trata de los largos
procesos de avance en conocimientos científicos de innovación tecnológica e incluso de
innovación institucional.
Como se puede observar, con las leyes 476, 621 y 505, y una legislación apropiada para
asegurar la apropiabilidad de los conocimientos generados en el marco de los estudios
realizados con fondos de la cooperación, se podría complementar y/o neutralizar los aspectos
dañinos a los intereses nacionales que resultarían de la asimetría en la generación, acceso y
apropiación a la información y los conocimientos científicos y tecnológicos entre Nicaragua y sus
socios comerciales y de la cooperación internacional; asimetría que podría haberse reforzado por
la Ley 312 (Derechos de Autor) y otros instrumentos vinculados. En este sentido cabe también
plantearse el establecimiento de un marco institucional que facilite la creación y fortalecimiento
de redes de conocimientos nacionales y regionales así como de la cooperación sur-sur en el
ámbito de la asistencia técnica. Hace falta un marco jurídico que, a partir de las implicaciones de
los acuerdos TLCs y de ALBA ya negociados, asegure este propósito estableciendo desde ya
una base para las actuales negociaciones para un AAUE y de otros TLCs y para el proceso de
integración regional.
En este sentido hay que resaltar también que el marco jurídico actual que pretende proteger la
propiedad intelectual contrasta con la ausencia de un marco institucional que proteja las
innovaciones organizacionales e institucionales que pudieran darse en el país,
18
El sector público, como el SPAR, tiene también que desarrollar sus capacidades analíticas y de gestión del conocimiento, para
aprovechar toda esta información y conocimiento.
Regresando a la Ley 582, la Ley General de Educación (aprobada en 2006), ésta regula todas
las actividades educativas públicas y privadas desarrolladas el país y establece los lineamientos
generales de la Educación y del Sistema Educativo Nacional (integrado por los subsistemas de:
educación básica y media, educación técnica y profesional, educación autonómica regional,
educación extraescolar y educación superior), y las atribuciones y obligaciones del Estado. Esta
ley plantea que unos de los fines de la educación será precisamente el “acceso a la Ciencia, la
Técnica y la Cultura, el desarrollo de la capacidad crítica, autocrítica, reflexiva, analítica y
propositiva que fortalezca el avance científico y tecnológico nacional, orientado al mejoramiento
de la calidad de vida de la población, a la participación ciudadana en la búsqueda de alternativas
de so a los problemas y al progreso social y económico del país”. La Ley 582 también establece
al Consejo Nacional de Educación como el órgano público superior para armonizar y articulación
todos los subsistemas educativos, aunque no establece vinculaciones de intercambio de
información o conocimiento con los subsistemas de asistencia técnica y extensión del sistema de
innovación nacional; tampoco lo hizo con relación al sub-sistema de investigación mas allá de lo
mencionado anteriormente en el Título III de esta Ley.
Por otra parte, la Agenda Complementaria del CAFTA-DR (ver Cuadro 2) establece que la
currícula de graduación de los futuros profesionales deberá dar énfasis a la transmisión del
conocimiento para los productores pequeños y medianos y artesanales de nuestro país,
interactuando sus horas prácticas y tesis a través de dichos programas, vinculando asi
directamente la educación superior con la asistencia técnica.
El país también cuenta con la Ley (No. 219) de Normalización Técnica y Calidad (aprobada
1996), la que pretende fomentar el mejoramiento continuo de los procesos de producción y
calidad de los productos y servicios ofrecidos a los consumidores y usuarios, ordenar e integrar
las actividades de los sectores público, privado, científico-técnico y de los consumidores para la
elaboración, adopción, adaptación y revisión de las normas técnicas, establecer un
procedimiento uniforme de elaboración de normas técnicas, similar al usado internacionalmente,
y establecer laboratorios de pruebas, ensayos y calibración como parte del sistema de
acreditación empleado por los organismos correspondientes. Esta ley contribuye al proceso de
difusión de innovaciones, reduciendo la incertidumbre, ampliando el mercado de los productos
agrícolas y agroindustriales, bajando los costos unitarios de producción y aumentando los
rendimientos de escala y la productividad. El país tiene ya un buen conjunto de Normas Técnicas
Obligatorias Nicaragüenses (denominadas NTON, ver
20
http://www.mific.gob.ni:81/docushare/dsweb/View/Collection-123) .
La Ley 219 es complementada por la Ley (No.225) de Metrología (aprobada en 1996) y tiene por
objeto adoptar y desarrollar el Sistema Internacional de Unidades, conocido internacionalmente
con las siglas "SI", basado en el sistema métrico decimal y en sus unidades básicas, derivadas y
suplementarias. Con base en este sistema internacional se establecerán los patrones nacionales
de las unidades básicas de medida, así como regular en lo general los aspectos relativos a la
metrología.
En lo que se refiere específicamente al sector agrícola, existe un conjunto de leyes que entre
otras funciones, obligan a proveer información, certificar la calidad y/o regular el uso y
disposición de insumos agrícolas que tienen tecnología incorporada. Estas leyes y sus
reglamentos y decretos relacionados fueron identificadas y analizadas por el estudio de FUNICA
(Schaltteger, Arguello et al 2002)21; algunas de estas leyes son abordas en otras partes de este
documento, siendo las restantes principales las siguientes: Ley (No. 280) de Producción y
Comercio de Semillas, Ley (No. 274) Básica para la Regulación y Control de Plaguicidas,
Sustancias Tóxicas, Peligrosas y Otras Similares, Ley (No. 217) del Medio Ambiente y Recursos
Naturales, Ley (No. 291) Básica de Salud Animal y Sanidad Vegetal (especialmente el Título VI),
Ley (No. 462) de Conservación, Fomento y Desarrollo Sostenible del Sector Forestal (aprobada
en 2003), Ley No. 40 de Municipios (1988) y las Reformas e Incorporaciones a la Ley No. 40,
Ley de Municipios Leyes No. 40 y 261, y la Ley No. 318 de Protección para las Obtenciones
Vegetales (aprobada en 1999). Todas estas leyes regulan los siguientes ámbitos de la
innovación agrícola: semillas, agroquímicos, biotecnología y biodiversidad, forestal, suelos y
aguas, certificación de productos orgánicos, normas y estándares sobre la calidad de alimentos y
registro realimentos procesados, desechos sólidos y líquidos, tierras, gobierno local, etc.
En el ámbito de las TIC, la Ley (No. 200) General de Telecomunicaciones y Servicios Postales
(aprobada en Julio, 1995) establece el marco regulatorio para estos servicios, pretendiendo
establecer un contexto competitivo y eficiente en el uso del espectro radioeléctrico nacional por
parte de los oferentes nacionales e internacionales, así como los derechos de los usuarios.
19
Recientemente el MIFIC puso a consulta un conjunto amplio de normativas NTOM, la mayoría de las cuales son agrícolas y
agroindustriales y del ámbito rural, ver http://www.mific.gob.ni:81/docushare/dsweb/View/Collection-121 .
20
Recientemente el MIFIC puso a consulta un conjunto amplio de normativas NTOM, la mayoría de las cuales son agrícolas y
agroindustriales y del ámbito rural, ver http://www.mific.gob.ni:81/docushare/dsweb/View/Collection-121 .
21
Ver pie de página no. 8.
El SEN está formado por el INEC (hoy denominado Instituto Nacional de Información de
Desarrollo –INIDE-, la rectoría del BCN), los servicios estadísticos de los Ministerios y sus
dependencias departamentales, así como por los de la Corte Suprema de Justicia, de los Entes
Autónomos y servicios descentralizados, de las Municipalidades, los de las Empresas
Gubernamentales y otras entidades productoras de estadísticas de interés nacional autorizadas
por el INIDE. Los propósitos del SEN son los de: (i) proporcionar información y elementos de
juicio estadísticos para la formulación y ejecución de la política nacional a corto, mediano y largo
plazo; (ii) realizar los trabajos de recopilar, elaborar, analizar y publicar la información estadística
del país; (iii) asegurar la comparabilidad de la información estadística mediante la unidad
metodológica y técnica; y (iv) proveer la información estadística oficial. Existe también un nuevo
anteproyecto de ley creadora del INEC/INIDE.
Bajo este marco, el MAGFOR tiene a su cargo varios sistemas de información: (i) el Sistema de
Estadísticas Agropecuarias, que maneja información sobre siembras, cosechas, producción,
rendimiento y precio de los cultivos, a nivel nacional y regional; (ii) el Sistema de información
22
Más adelante se abordará específicamente la institucionalidad relacionada con la provisión de incentivos para la innovación, es
decir, la Función 3, lo que vuelve a relevar el papel del sector financiero para el aceleramiento de la innovación.
23
Ver Tollini, pag. 12.
24
La Declaración Universal de Derechos Humanos, La Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre (OEA), la
ratificación de la CEDAW sobre la no discriminación contra las mujeres, el Convenio de las Naciones Unidas de Lucha contra la
Desertificación en los Países afectados por sequía grave o desertificación, en particular en África, El Convenio de Diversidad
Biológica, La Resolución VI de la Conferencia Mundial de la Alimentación de 1974, El Plan de Acción de Nairobi de Desertificación
y Sequía; y La Carta Mundial de los Suelos.
En su conjunto todos estos sistemas reflejan tanto la necesidad de responder a las necesidades
de información derivadas de los compromisos económicos-comerciales mencionados en la sub-
sección anterior, como demandas provenientes del sector ambiental y social (seguridad
alimentaria). En los últimos años se vienen realizando esfuerzos para mejorar la recolección de
la información, la creación de base de datos, la calidad de la información que fluye en ellos y su
utilización para la realización de estudios y la toma de decisiones de políticas.
Existen además varias redes de información relevantes a la innovación, tal como la Red Nacional
de Información y Documentación Agraria de Nicaragua (Renida: http://www.una.edu.ni/renida). La
sociedad civil y sus ONG tienen también un portal relevante:
http://www.lasociedadcivilnicaragua.org.
El MIFIC, por su parte, tiene el mandato de aplicar varias leyes, tales como las números 182,
219, 225, 312, 354, 380 y 601 a través de la Dirección General de Competencia y Transparencia
en los Mercados (el instituto PROCOMPETENCIA prácticamente no esta funcionando aún). El
MIFIC también tiene la responsabilidad de administrar los acuerdos comerciales internacionales
vigentes con terceros países a través de la Dirección de Aplicación de Tratados. Mucha de estas
leyes tienen sus comisiones especiales, como la Comisión Nacional de Normalización Técnica y
Calidad, etc. El MAGFOR/DGPSA también juega un papel importante en la definición de la
NTON agrícolas.
Por otra parte, aunque se cuenta con el marco jurídico y los sistemas de información
mencionados anteriormente, todavía hace falta generar, de manera mas sistemática y
comprensiva, las estadísticas y de estudios de mercado de calidad que son necesarios tanto
para identificar prácticas monopólicas u oligopólicas que violan las leyes o para implementar
políticas públicas correctivas, como para que el sistema nacional de innovación y el SIAR
funcionen mejor. Los PMP y las cooperativas, MIPYME agrícolas y agroindustriales en particular
todavía tienen relativamente poco acceso a información científica y tecnológica.
La Ley No. 621 de Acceso a la Información Pública recientemente creó los siguientes
mecanismos: (i) la Comisión Nacional de Acceso a la Información Pública integrada por un
representante de la Coordinación de Acceso a la Información de cada Poder del Estado y
Gobiernos Regionales Autónomos de la Costa Atlántica y por 5 representantes de las
Coordinaciones de Acceso a la Información de los Gobiernos Municipales, con el objeto de
formular políticas públicas, promover la divulgación y cumplimiento de la Ley y la formación y
capacitación de los recursos humanos; (ii) la Coordinación de Acceso a la Información Pública:
en cada Poder del Estado, Gobiernos Regionales Autónomos de la Costa Atlántica y Gobiernos
Municipales, siendo la segunda instancia para conocer y resolver los recursos de apelación ante
la negativa de solicitudes de acceso a información pública; y (iii) la Comisión Permanente
Conjunta, conformada por el Instituto Nicaragüense de Cultura (INC) y INIDE para atender los
requerimientos de las instituciones públicas sobre documentos a ser suministrados al banco de
datos nacional y elaborar las directrices de resguardo y preservación de la documentación que
integre el banco de datos nacional.
Existen actores públicos y privados (especialmente oferentes de SDE) que apoyan a las
MIPYMES. En el sector público se encuentran la Dirección de la Pequeña y Mediana Empresa
(DPYME) del MIFIC, el Instituto de la Pequeña y Mediana Empresa (INPYME), Consejo
Nicaragüense de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (CONIMIPYME), Consejo Superior de la
Micro, Pequeña y Mediana Empresa (COSUMIPYME), INATEC, etc. Por su parte la autoridad
para la aplicación de las leyes de la cooperativas es el Instituto Nicaragüense de Fomento
Cooperativo (INFOCOOP, el cual tendrá como uno de sus miembros al Consejo Nacional de
Cooperativas (CONACOOP); ambos fueron recientemente constituidos en diciembre del 2007.
Al MEDE, junto con el INATEC y el CNU, le toca la aplicación de la Ley 582. El INATEC tiene las
funciones de (a) definir las políticas nacionales de formación profesional (educación técnica y
capacitación profesional); (b) administrar, organizar, planificar, ejecutar, controlar y evaluar las
actividades del Subsistema de Formación Profesional como parte integrante del Sistema
Educativo Nacional; (c) impulsar el desarrollo coherente y armonioso de los recursos humanos
calificados que requiere el desarrollo socio económico del país; y (d) desarrollar la formación
profesional en relación directa con los requerimientos de los sectores económicos nacionales y
los intereses individuales de las personas.
Existen en el país numerosas empresas privadas y ONG que brindan a los PMP, MIPYMES y
cooperativas y grandes empresas agrícolas y agroindustriales, servicios de información
tecnológica, capacitación y educación técnica agrícola y de desarrollo rural, promoción de la
cultura de calidad normalización y certificación (orgánicas, etc.) y otros SDE (ver González 2004
y Consejo Asesor de la Sociedad Civil ante el BID). El INATEC ofrece servicios de capacitación
(bachilleratos) técnica agrícola que facilita la innovación. Estos oferentes conforman el sub-
sistema de educación técnica agrícola y capacitación (SETAC) que empezó a interrelacionarse
de una manera más sistemática durante la implementación del PNTFTA/PTA I durante el periodo
2001-5, pero que no ha logrado estabilizar y profundizar su asociación con los servicios de
asistencia técnica e investigación en parte debido a que el marco institucional descrito tiende
mas bien a incentivar su operación aislada dentro del SIAR.
La DGPSA, aunque es una entidad bien especializada esta integrada en el MAGFOR por la Ley
290, habiendo sin embargo tenido tradicionalmente bastante autonomía de acción. La DGPSA
juega un papel importante en la armonización de las normas y regulaciones nacionales con las
internacionales y regionales, y por lo tanto influye críticamente en los procesos de adopción de la
tecnología incorporada en los insumos agrícolas importados (semillas, agroquímicos, etc.) y
producidos localmente (p.e. certificación de la producción privada y regulación del mercado de
semillas básicas).
Entre las principales asociaciones gremiales y empresariales que manejan información y además
brindan servicios (tipo SDE, asistencia técnica) a sus afiliados se encuentran: Unión de
Agricultores y ganaderos (UNAG), Unión de Productores Agrícolas de Nicaragua (UPANIC),
Asociación Nicaragüense de Productores y Exportadores de Productos No tradicionales
(APENN); Cámara de Industria de Nicaragua (CADIN), la Asociación Internet de Nicaragua
(AIN), el Instituto Nicaragüense de Desarrollo (INDE) con su conglomerado conformado por el
Centro Tecnológico de Desarrollo Empresarial (CETEDE)25, la Fundación Nicaragüense de
25
El CETEDE adscrito al INDE, tiene el propósito de transferir conocimientos y buenas prácticas del uso de las TIC, fomentar la
innovación, la I&D, la comercialización y la explotación de la información estratégica para el fortalecimiento competitivo de las
MIPYMES. CETEDE brinda servicios de desarrollo empresarial (SDE) especialmente relacionados a las TIC.
Desarrollo S.A (FINDESA), el programa PROSEDE, etc. Muchas de estas asociaciones también
realizan la segunda función (ver siguiente sección).
Análisis:
La importación institucional realizada refleja el hecho que el país ha tenido efectivamente una
amplia apertura institucional en las últimas décadas en un contexto caracterizado especialmente
por un fuerte rol jugado por la cooperación internacional. De igual manera, hay que reconocer
que los actores públicos y de los más activos del sector privado y de la sociedad civil del sector
agrícola en el ámbito rural han tenido la disposición y la habilidad para adaptar, cambiar y
renovar el marco institucional del SPAR. Esto ha sido más evidente en el marco del enfoque
sectorial y del proceso de AAA (que proviene de las iniciativas de Monterrey, Paris, etc.). Sin
embargo, es válido preguntarse hasta que punto en los últimos años se podría haber afectado la
coherencia necesaria del sistema institucional del país, especialmente en lo que se refiere a la
ciencia, tecnología y la innovación. Esta reflexión es igualmente válida para las otras dos
funciones de la institucionalidad de la innovación en el país.
importantes en la aplicación efectiva del marco jurídico debido entre otras cosas por los altos
costos de transacción y la escasez de recursos humanos calificados.
Esta función tiene que ver con el manejo de los conflictos resultantes de la distribución desigual
de los costos generados por la innovación dentro de las empresas agrícolas y agroindustriales
en el ámbito rural, y promover la confianza entre actores públicos y privados estableciendo
patrones de comunicación y cooperación entre ellos.
26
En el caso de esta función, la institucionalidad formal establece directamente a las organizaciones claves, razón por la cual abordan
de una sola vez.
27
Su ubicación institucional ha sido inestable por decisiones políticas: originalmente adscrito al MIFIC, luego la Vicepresidencia y
finalmente sus funciones fueron distribuidas entre MIFIC y la Vicepresidencia.
28
Este objetivo hace que CONICYT sea también categorizado como una organización que ejerce la tercera función de la
institucionalidad relevante a la innovación.
a) El Capítulo III, que establece que “los Centros e Institutos de Estudio e Investigación
Científica y Tecnológica” deben estar dedicados a “impulsar, dirigir, orientar y ejecutar la
realización de investigaciones en todas las áreas del conocimiento y especialmente las
aplicadas a los problemas que enfrenta la sociedad en aras de aportar soluciones a los
problemas existentes” y que el Consejo Nicaragüense de Ciencia y Tecnología
(CONICYT) estará adscrito a la Presidencia del Consejo Nacional de Educación (CNE).
b) El Capítulo IV, que estable que “los Centros e Institutos de Estudio e Investigación”,
tienen por finalidad desarrollar investigaciones científicas, proporcionar la formación
especializada para la producción del conocimiento, la formación científica, desarrollar las
actitudes, conciencia ética, solidaria, reflexiva, criticas, capaces de mejorar la calidad de
la vida consolidar el respeto por las instituciones y la vigencia del orden democrático.
Estos Centros o Institutos deberán responder a las necesidades profesionales,
científicas, sociales y económicas de interés general para la nación, sin pretender
sustituir en ningún caso aquellas instituciones de educación superior o universidades
que conforme a la normativa vigente también tienen la facultad de extender títulos
propios.
29
Ver nota 10 arriba.
En el país también se han ido creando diversos mecanismos institucionales públicos o semi-
públicos formales dirigidos a la concertación y negociación de los intereses de los diversos
actores públicos y privados (gremiales, empresariales, sociedad civil) del sector agrícola en el
ámbito rural. Muchos de estos mecanismos han sido creados por decreto-leyes o por medidas
ministeriales, en numerosas ocasiones habiendo sido creados para abordar temas transversales
(medio ambiente, sanidad, etc.), sobre rubros o cadenas agroalimentarias específicas o para
supervisar importantes programas financiados por la cooperación internacional (como el
PNTFTA/PTA I en el ámbito de la innovación tecnológica agrícola). La existencia de todos estos
mecanismos constituyen un potencial para el aprovechamiento colegiado de la información y los
conocimientos proveído por las organizaciones que realizan la Función 1, el facilitamiento de la
adopción de nuevos valores y principios en función de nuevas políticas sectoriales, la
gobernabilidad sectorial en general y la implementación de enfoques sectoriales.
Recientemente (diciembre 2007) mediante el Decreto No. 114-2007, Creación de los Consejos y
Gabinetes del Poder Ciudadano, se crearon los Consejos y Gabinetes del Poder Ciudadano con
el propósito de que la población proveniente de los diferentes sectores sociales del país ejerza la
democracia participativa y directa, se organicen y participen activa y directamente en el
desarrollo integral de la nación y apoyen los planes y las políticas del ejecutivo.
Hacia el interior de Ejecutivo, aun cuando últimamente no tiene una vida institucional muy activa,
también existe formalmente el Consejo Nacional Agropecuario (CONAGRO) creado por Decreto
No. 36-92 desde el año de 1992, como el foro oficial de coordinación y consulta del SPAR. Tiene
el mandato de apoyar y asesorar al Ministro del MAGFOR en el sometimiento a las entidades e
instancias del Gobierno que corresponda las propuestas de estrategias, políticas y regulaciones
de índole sectorial agropecuaria, así como de coordinar y armonizar las políticas, programas,
proyectos y acciones que ejecutan las entidades del SPAR. El CONAGRO esta conformado por
el MAGFOR (que lo preside), MARENA, MIFIC, INTA, INAFOR, IDR y FCR; la
DGPSAF/MAGFOR funge como su Secretaría Técnica. Con el propósito de crear expresiones
territoriales de CONAGRO y en el marco de PRORURAL, mediante el acuerdo 1/2006 de
CONAGRO se reactivaron los Consejos Departamentales y Regionales agropecuarios (CDAR),
como foro de base, en los Departamentos de León, Juigalpa, Estelí, Boaco, Matagalpa,
Chinandega, Carazo y Rivas.
Aunque las ONG ejecutan muchas actividades de desarrollo agrícola y rural, no tiene una
organización “gremial” formal en esos ámbitos; sin embargo, si forman parte las crecientes y
variadas redes temáticas existentes en el país (agricultura orgánica, en laderas, comercio justo,
MIP, aprovechamiento forestal sostenible, plantas medicinales, etc.)32; estas últimas estando
especializadas en actividades de innovación tecnológica agrícola.
La mayor parte de los PMP no cuentan con organismos formales que los representen a nivel
nacional. Organizaciones gremiales generales como UNAG y UPANIC, o por rubro como
30
El INTA es un productor estratégico de semilla básica y registrada; el sector privado reproduce y comercializa semilla certificada
por la DGPSA entre los productores.
31
PROVIA fue una iniciativa de empresarios agropecuarios y forestales que fueron actores principales del Proyecto de
Fortalecimiento del Sector Privado para la Formulación de Políticas Agrícolas ejecutado por el Instituto Interamericano de
Cooperación para la Agricultura (IICA). Hoy en día PROVIA no tiene una vida organizacional muy activa y se ha concentrado en la
realización de estudios..
32
Ver Barrios (2007) y Consejo Asesor de la Sociedad Civil ante el BID (2006).
Finalmente, el código del trabajo del país regula el mercado laboral, brindando una estabilidad
mínima al menos al trabajo formal, pero, como vimos anteriormente (ver Cuadro 2),
prácticamente deja de lado el tema de la interrelación entre innovación, la productividad y las
relaciones empleador-trabajador.
Análisis
Una buena cantidad de leyes con sus reglamentos relacionados a la segunda función plantean
de manera coherente un rol para una variada gama de organizaciones e instrumentos públicos
relevantes para su implementación. En el país existen por lo tanto numerosos mecanismos que
pueden permitir la concertación de intereses alrededor de la ciencia, tecnología y la innovación,
por parte de los actores del SIAR. Sin embargo, en un país pequeño como Nicaragua la
existencia jurídica de mecanismos como la CCI, ComCyE, los propuestos por la Ley 582, el
Reglamento de la Ley 217, y otros, probablemente genera mayores e innecesarios costos de
transacción para los no muy numerosos actores públicos y privados del sistema nacional de
innovación que están particularmente relacionados a la investigación y la educación, más aún en
el caso del sector agrícola en el ámbito rural. Los mecanismos que podrían garantizar
integración, coherencia y coordinación de las políticas nacionales y sectoriales relacionadas a la
innovación además parecen débiles y poco activos. Por otra parte, es evidente que hace falta
algún esquema institucional que apoye la formación y operación de redes flexibles de innovación
y aprendizaje; tampoco se ha desarrollado a profundidad una cultura generalizada de confianza
mutua y cooperación en muchos ámbitos de la vida económica y social; este fenómeno también
afecta y muy gravemente al ámbito de la investigación y la innovación especialmente en las
universidades y centros de investigación. Las percepciones de desconfianza, burocratización y
secretismo en la toma de decisiones técnicas y administrativas que son expresadas dentro de
estas organizaciones señalan como causas a razones políticas-ideológicas, falta de
transparencia o temor de que los beneficios potenciales se repartirán desigualmente (ver Alange
y Scheinberg).
Esta función tiene que ver con la provisión de incentivos pecuniarios y no pecuniarios, y/o
canalizar recursos hacia actividades innovadoras.
Instituciones formales
Aunque el Estado nicaragüense posee instrumentos de política monetaria, fiscal y arancelaria
que pueden utilizar para el establecimiento de incentivos relevantes, todavía no cuenta con un
marco jurídico-institucional único, integral y operativo que explícitamente procure brindar esta
función al sistema de innovación nacional y/o al SIAR. Lo más relevante a nivel general es el
instrumento jurídico creador del CONICYT que lo mandata a gestionar, obtener y canalizar
recursos económicos e incentivar la innovación tecnológica. Solo existe una propuesta (del
mismo CONICYT) de anteproyecto de ley de ciencia y tecnología que plantea la creación de un
“Fondo Nicaragüense de Ciencia, Tecnología e Innovación” para financiar programas y proyectos
de investigaciones científicas y tecnológicas, actividades de innovación, la adaptación y difusión
de nuevas tecnologías, y la creación de fondos de capital semilla para el desarrollo de empresas
de innovación. Por otra parte, MIFIC acostumbra a financiar directamente proyectos de
innovación de MIPYMES a través de programas y no del CONICYT (por estar este adscrito a la
Vice-Presidencia).
Hace falta por lo tanto una legislación coherente que incentive y regule a aquellos actores
involucrados en el financiamiento diferenciado de las actividades de ciencia, tecnología e
innovación del país, de tal manera que norme el mercado de capitales de largo plazo y de
inversiones de riesgo a fin de reducir las incertidumbres asociadas a las innovaciones
tecnológicas, incluyendo las innovaciones de mayor envergadura en el sector agroindustrial y
forestal. Como se podrá observar en los siguientes párrafos, la institucionalidad y los mandatos
organizacionales existentes para esta Función 3 no establecen de manera clara y explícita las
reglas del juego para el financiamiento de diferentes componentes de las actividades de ciencia,
tecnología e innovación como son: el financiamiento estable de los gastos fijos (administrativos,
mantenimiento); el financiamiento competitivo de los gastos operativos de programas y proyectos
estratégicos (bienes públicos); y el financiamiento privado o compartido público-privado de
proyectos con resultados y beneficios que son potencialmente apropiables por el sector privado.
Estas reglas del juego deberían reconocer que los actores y las actividades de ciencia,
tecnología e innovación tienen culturas, rutinas, hábitos, metodologías y factores motivacionales
propios y diferenciados, aun si comparten conocimientos básicos en común.
Existen también ciertos instrumentos jurídicos en temas sustantivos que ofrecen incentivos a la
innovación. Por ejemplo, el Decreto 104 “Reglamento de Incentivos Forestales” pretende entre
otras cosas fomentar el incremento del valor agregado, mejorar la tecnología, fomentar la
investigación y fortalecer el sector forestal con la atracción de inversiones.
Anteriormente se mencionó que existe ya una legislación moderna relacionada con los servicios
financieros (Leyes No. 316 y 561) que trata de regular, aunque por otras razones, a las entidades
bancarias y financieras formales que de una u otra manera podrían financiar o ya financian
algunas actividades de ciencia, tecnología e innovación. Sin embargo, todavía hacen falta la
discusión y aprobación de algunas leyes que tienen incidencia sobre la innovación, tales como:
Ley de Fideicomiso, Ley de Sociedad de Garantías Recíprocas, Ley de Leasing y Ley de Factura
Cambiaria.
ciencia, tecnología e innovación de la economía nacional y del sector agrícola y agroindustrial del
país; las universidades así financiadas brindan servicios (inclusive para el sector privado) de
investigación, asistencia técnica y educación agrícola (sub-sistemas del SIAR) y para el
desarrollo rural. En este sentido, Nicaragua se comprometió, en el marco del Decreto A.N. No.
4371 que aprueba el CAFTA-DR (mencionado anteriormente), a que la Asamblea Nacional
condicionaría eventualmente a que un porcentaje racional de las asignaciones previstas en el
presupuesto a las Universidades sea destinado a I&D. Lo que hace falta en una política explícita,
consultada y transparente de financiamiento de la innovación por parte del CNU y sus
universidades miembros, en función de prioridades nacionales, aunque las universidades ya
están empezando a discutir el tema (ver Huete y FUNICA 2008). No obstante, no existe todavía
un marco institucional superior que asegure una separación entre las actividades de definición de
prioridades, promoción y financiamiento de la investigación, por una parte, y las de ejecución de
las mismas, por la otra, en el seno mismo del CNU; separación que no debe significar una
disociación entre las actividades de ciencia, tecnología e innovación al interior de las
universidades del CNU y mucho menos entre ellas y los otros actores del SIAR, incluyendo
especialmente el sector productivo. Tampoco se han establecido normas internas que regulen y
fomenten la calidad de la investigación mediante evaluaciones mas rigurosas y transparentes de
los productos de las investigaciones (Huete).
La Ley No. 344 de Promoción de Inversiones Extranjeras estableció que el “capital” del
inversionista que sería protegido incluye la “tecnología” adquirida, sin embargo en el reglamento
de la Ley (Decreto No. 74-2000) se excluye esta noción, de tal manera que se introduce una
incoherencia conceptual y además se pierde la oportunidad de regular los incentivos de uno de
los flujos mas fuertes de financiamiento e introducción de tecnología al país, siendo el otro el del
comercio internacional (importaciones).
Desde el punto de vista de incentivos fiscales, la legislación tributaria es muy pobre al respecto y
no ha cambiado prácticamente nada desde 1975. Como se observó en el Cuadro 2, el fomento
de la innovación es visto solamente desde el punto de vista de la depreciación de bienes de
capital con tecnología incorporada. Las leyes de propiedad intelectual mencionadas
anteriormente también en principio podrían contribuir a establecer incentivos estables para la
innovación al asegurar la apropiabilidad de la renta tecnológica de inventos patentizados.
33
INBION esta conformado por las universidades UPOLI, UNAN-Managua, UNAN-León, UNI, UNA y la Escuela de Agricultura y
Ganadería de Rivas (EIAG), jnto con INTA y la empresa Generifar S.A.
Existen muy poco financiamiento de las actividades de I&D, CyT e innovación por parte de las
numerosas organizaciones financieras bancarias (muchos pertenecientes a ASOBAMP) y no
bancarias (muchas asociadas a ASOMIF) existentes en el país, entre otras razones por los
largos periodos de maduración que caracterizan a este tipo de actividades, aunque si se han
implementado importante proyectos que han proveído fondos para la innovación (ver Alange y
Scheinberg), tales como el PNTFTA/PTA I y II, el Proyecto de Aprendizaje e Innovación de la
Competitividad” (ver Cuadro 2).
Por otra parte, cabe mencionar que, paradójicamente, aun cuando el país no ha contado con un
marco jurídico adecuado promotor de la actividad microfinanciera, Nicaragua se ha convertido en
los últimos cinco años en un referente de las buenas prácticas microfinancieras en la región
centroamericana. Sin embargo, aun cuando las microfinancieras han crecido
(independientemente de la controversia sobre el nivel de las tasas de interés) en su
financiamiento de los PMP y MIPYMES agrícolas y agroindustriales en el ámbito rural, todavía
tienen fuera de su alcance la posibilidad de financiar el tipo de proyectos asociativos de
innovación de largo plazo mencionado anteriormente, por lo que permanece un importante vacío
institucional para la provisión de incentivos pecuniarios y no pecuniarios, y/o canalizar recursos
para la innovación tecnológica. Este vacío contrasta con la institucionalidad existente para el
fomento del desarrollo de la MIPYMES y de las cooperativas agrícolas y agroindustriales (ver
arriba).
Recientemente, se aprobó (noviembre 2007) la Ley (No. 640) Creadora del Banco de Fomento a
la Producción (PRODUZCAMOS), con el propósito de fomentar la producción de los micros,
pequeños y medianos productores del sector agropecuario e industrial, administrando, recibiendo
y colocando recursos que se destinen al otorgamiento de créditos. PRODUZCAMOS será la
única entidad publica especializada en recibir, canalizar, y desempeñar la administración
financiera y crediticia de los fondos de la comunidad internacional destinados al otorgamiento de
créditos para la promoción, fomento y desarrollo de la producción nacional en sus diversas
expresiones y etapas del proceso productivo. Aparentemente esto pondrá un limitante seria al
desarrollo de las microfinancieras. Esta Ley establece que uno de los objetivos del Banco deberá
ser fomentar y garantizar el uso de los servicios públicos o privados de asistencia técnica,
experimentación y transferencia de tecnología que se brindan al sector productivo. Sus créditos
de fomento a la producción deberán estar acompañados por asistencia técnica, para lo cual se
creará una Unidad de Asistencia Técnica que deberá constatar que la asistencia sea utilizada
debidamente por el beneficiario del crédito como parte del mecanismo de seguimiento, caso
contrario el Banco deberá dar por vencido el crédito y deberá proceder a su cobranza inmediata.
La IED es un actor importante en la introducción de tecnología en el país, así como lo son las
organizaciones internacionales de cooperación mediante el financiamiento de programas y
proyectos, tales como COSUDE, NORAD, IICA, ASDI, CATIE, BM, BID, etc.
Existen también numerosos ONG que formulan proyectos y movilizan fondos de la cooperación
internacional para el desarrollo agrícola y rural, así como para la superación de la pobreza y el
manejo sostenible de los recursos naturales, convirtiéndose incluso en oferentes de SDE para
PMP y sus organizaciones, realizando así tanto la función 1 como la 3.
Análisis
IV. CONCLUSIONES
interna en vista de los cambios en las políticas públicas y en las nuevas alianzas y acuerdos
económicos y comerciales internacionales asumidos por el país. No obstante, los actores
públicos y los más activos del sector privado y de la sociedad civil del sector agrícola en el
ámbito rural, han mostrado disposición y habilidad para adaptar, cambiar y renovar el marco
institucional del SPAR. Esto ha sido más evidente en el marco del enfoque sectorial y del
proceso de AAA (que proviene de las iniciativas de Monterrey, Paris, etc.).
En el caso del tercera función 3 (incentivos), la evidencia muestra que no se ha establecido aun
un marco institucional integral y coherente que facilite y conduzca a que recursos nacionales
financien en mayor medida y de manera mas autónoma una agenda nacional de investigación
científica y tecnológica y que al mismo tiempo facilite, incentive y establezca mejores condiciones
de negociación para el apalancamiento de recursos externos públicos y privados
complementarios. Esta es el área mas débil de la institucionalidad para la innovación en el país.
V. RECOMENDACIONES
Un primer punto de partida para identificar y proponer algún proceso específico de cambios
institucionales para la innovación debería ser el enmarcarse en un proceso más amplio de
reflexión participativa sobre la innovación institucional (siendo mas urgente en el sector público)
en el ámbito rural en general, y en el sector agrícola en particular, en función de una estrategia
nacional de desarrollo y/o de una estrategia de desarrollo sectorial/rural. Saltar este proceso y
esta reflexión repetirá los mismos errores del pasado y generará de nuevo potenciales
incoherencias, disfuncionalidades, duplicaciones e ineficiencias institucionales
contraproducentes. El SPAR, por ejemplo, requiere de una efectiva transformación en su gestión,
cultura y formas de realizar su pensamiento estratégico, tanto a nivel nacional como territorial,
incluyendo una dinámica interinstitucional interna que permita gestionar conjunta e integralmente
las intervenciones públicas en los sub-sectores agrícolas y agroindustriales en el ámbito rural,
así como los papeles rectores del MAGFOR, MIFIC e incluso del MARENA para la dimensión de
la sostenibilidad ambiental. Y esto es particularmente aun mas importante si el enfoque de la
política pública será uno de desarrollo rural, dado que entonces será necesario ampliar las
funciones del MAGFOR y crear mecanismos de coordinación con otros sectores (p.e. educación
y salud).
Estos procesos deberían ser altamente participativos, con flujos y articulaciones horizontales,
evitando a toda costa un enfoque de arriba hacia abajo, centralizado, a fin de generar mayor
legitimidad, apropiabilidad, relevancia y sostenibilidad de los cambios institucionales propuestos.
De esta manera se logrará también que el SPAR sea más efectivo con los servicios que ofrece a
los PMP, cooperativas y grandes empresas agrícolas y agroindustriales, proveedores de SDE,
gremios, consumidores, etc.
Un requisito importante para que los cambios institucionales conduzcan a una mayor efectividad,
eficacia y relevancia del SPAR, es el desarrollo de capacidades (conceptual, metodológica,
liderazgo, negociación, concertación) de innovación institucional en el personal directivo de
SPAR, de acuerdo a los mandatos de cada una de las entidades públicas que la conforman. El
MAGFOR, principalmente, debería priorizar el desarrollo y puesta en funcionamiento de estas
capacidades, establecer y formar parte activa de redes de actores públicos y privados con
capacidades analíticas y conocimientos especializados y traspasar las actividades ejecutorias a
otras instituciones del SPAR.
Toda política institucional tiene siempre un costo de oportunidad, y en una era del conocimiento
como la que caracteriza actualmente al siglo XXI, es muy caro para el país y el sector agrícola en
el ámbito rural que el organismo rector, desde una visión de largo plazo, no cuente con los
recursos y no ejerza con mucho mayor fuerza y proactividad su función propulsora del desarrollo
institucional y organizacional, del pensamiento estratégico y de las negociaciones
internacionales, de manera consensuada y con la participación de los escasos talentos humanos
que están distribuidos en distintas organizaciones publicas y sobretodo en las privadas
(universidades, centros de investigación, firmas consultoras, ONG, etc.) con los que cuenta el
país. La gestión del conocimiento y la innovación requiere de una visión política nacional que
supere las categorizaciones de técnicos y profesionales en términos ideológicos-políticos, más
aun en un país pequeño como Nicaragua. Esto es precisamente lo que han hecho aquellos
países que han dado saltos significativos en su desarrollo, y su postergación significa también la
prolongación de la pobreza y el ensanchamiento de la distancia entre nuestro país y las
capacidades, niveles de productividad y ritmos de innovación de los otros países y asociaciones
de países con los cuales Nicaragua tiene intercambios económicos y comerciales.
Desde esta perspectiva se debería realizar las siguientes tareas que surgen del análisis de este
documento:
34
El Fondo Común de un grupo de donantes de PRORURAL tiene bastantes recursos disponibles para este tipo de actividades desde
el 2006 y ya se han elaborado propuestas de mecanismos y procesos para su utilización.
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Research Systems, Washington.
ANEXO I
Obtenciones Vegetales
Ley (No. 316) de la Superintendencia de
Bancos y de Otras Instituciones
Financieras y la Ley (No. 561), Ley
General de Bancos, Instituciones
Financieras No Bancarias y Grupos
Financieros.
Decreto No. 102 de 1979, “Ley Creadora
del Sistema Estadístico Nacional y del
Instituto Nacional de Estadísticas y
Censos (INEC)”
Ley (No. 182) de Defensa de los
Consumidores de 1994
Ronda de Uruguay.
Resolución N° 12-95 del Consejo de
Ministros Responsables de la
Integración Económica y Desarrollo
Regional.
Protocolo de Guatemala del Tratado
General sobre la Integración Económica
de América Central (1993), el Convenio
sobre el Régimen Arancelario y
Aduanero Centroamericano.
Ley (No. 354) de Patentes de Invención.
Decreto No. 81-2007
Ley (No.225) de Metrología (aprobada
en 1996
Mecanismos Manejo de Conflictos