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Ministerio Agropecuario y Forestal

MAGFOR

DIAGNOSTICO Y ELEMENTOS DE REFLEXION SOBRE LA INSTITUCIONALIDAD PUBLICA


RELACIONADA CON LA INNOVACION AGRICOLA Y RURAL DE NICARAGUA

René Escoto
Consultor COSUDE

Mayo 2008

Managua
INDICE

ABREVIATURAS ........................................................................................................................................ 1
RESUMEN EJECUTIVO ............................................................................................................................ 3
I. INTRODUCCION...................................................................................................................................... 9
II. MARCO CONCEPTUAL Y ALCANCE DEL ESTUDIO .................................................................. 10
III. ANALISIS DE LA INSTITUCIONALIDAD DEL SIAR .................................................................... 15
III. 1 MARCO JURÍDICO GENERAL DE LA CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN ................................... 15
III.2 LA FUNCIONALIDAD ACTUAL DEL MARCO INSTITUCIONAL ................................................................ 19
Función 1: Reducción de incertidumbre ............................................................................................. 20
Instituciones formales .................................................................................................................................. 20
Otras leyes relevantes ................................................................................................................................. 27
Organizaciones claves de la Función 1 .................................................................................................... 29
Análisis:.......................................................................................................................................................... 32
Función 2: Manejo de Conflictos........................................................................................................ 33
Instituciones Formales y Organizaciones Claves de la Función 2 ........................................................ 33
Análisis ........................................................................................................................................................... 37
Función 3: Provisión de Incentivos. ................................................................................................... 38
Instituciones formales .................................................................................................................................. 38
Organizaciones claves de la Función 3 .................................................................................................... 39
Análisis ........................................................................................................................................................... 41
IV. CONCLUSIONES ................................................................................................................................ 41
V. RECOMENDACIONES ....................................................................................................................... 43
BIBLIOGRAFÍA ........................................................................................................................................ 45
ANEXO I ..................................................................................................................................................... 47
MAGFOR Mayo 2008

ABREVIATURAS

AAA Alineación, Armonización y Apropiación


AAUE Acuerdo de Asociación con la Unión Europea
ACN Asociación Científica de Nicaragua
AIN Asociación Internet de Nicaragua
ALBA Alternativa Bolivariana
AN Asamblea Nacional
APENN Asociación Nicaragüense de Productores y Exportadores de
Productos No tradicionales
ASDI Agencia Sueca para el Desarrollo Internacional
ASOMIF Asociación de Micro Financieras
BCN Banco Central de Nicaragua
BID Banco Interamericano de Desarrollo
BM Banco Mundial
CADIN Cámara de Industria de Nicaragua
CDAR Consejos Departamentales y Regionales Agropecuarios
CATIE Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza
CETEDE Centro Tecnológico de Desarrollo Empresarial
CCI Comisión de Ciencia e Investigación
CNP Consejo Nacional de la Producción
CNE Comité Nacional de Educación
CNR Consejo Nacional de Rectores
CNU Consejo Nacional de Universidades
CONAGRO Consejo Nacional Agropecuario
CONASEM Consejo Nacional de Semillas
ComCyE Comisión de Ciencia y Educación de Nicaragua
CONIPROSIT Comité Nicaragüense en Pro de una Sociedad de la Información
para todos
CONACOOP Consejo Nacional de Cooperativas
CONIMIPYME Consejo Nicaragüense de la Micro, Pequeña y Mediana
Empresa
CONICYT Consejo Nicaragüense de Ciencia y Tecnología
COSUMIPYME Consejo Superior de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa
COSUDE Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación
DGPSA Dirección General de Protección y Sanidad Agropecuaria
DPYME Dirección de la Pequeña y Mediana Empresa
DR-CAFTA Tratado de Libre Comercio America Central-República
Dominicana.
ENABAS Empresa Nacional de Alimentos Básicos
ERCERP Estrategia Reforzada de Crecimiento Económico y Reducción de
Pobreza
FCR Fondo de Crédito Rural
FINDESA Fundación Nicaragüense de Desarrollo S.A
FUNICA Fundación para el Desarrollo Tecnológico Agropecuario y
Forestal de Nicaragua
INAFOR Instituto Nacional Forestal
INATEC Instituto Nacional Tecnológico
IED Inversión Extranjera Directa
INFOCOOP Instituto Nicaragüense de Fomento Cooperativo
INEC Instituto Nacional de Estadísticas y Censos
INDE Instituto Nicaragüense de Desarrollo
IDR Instituto de Desarrollo Rural
I&D Investigación y Desarrollo
IICA Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura
INE Instituto Nicaragüense de Energía

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INIDE Instituto Nacional de Información de Desarrollo


INPYME Instituto de la Pequeña y Mediana Empresa
IRENA Instituto de Recursos Naturales
INTA Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria
INRA Instituto de Reforma Agraria
MAGFOR Ministerio Agropecuario y Forestal
MARENA Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales
MEDE Ministerios de Educación y Deporte.
MHCP Ministerio de Hacienda y Crédito Público
MIFIC Ministerio de Fomento Industria y Comercio
MINSA Ministerio Nicaraguense de Salud
MIPYMES Micro, Pequeña y Mediana Empresas
NTON Normas Técnicas Obligatorias Nicaragüenses
NORAD Autoridad Noruega para el Desarrollo
OAIP Oficina de Acceso a la Información Pública
ONG Organismo No Gubernamental
OMC Organización Mundial del Comercio
OMPI Organización Mundial de la Propiedad Intelectual
PEDRP Política y Estrategia de Desarrollo Rural Productivo
PDRS Política de Desarrollo Rural Sostenible
PINTAR Política de Innovación Tecnológica Agrícola y Rural
PMP Pequeños y Medianos Productores
PND Plan Nacional de Desarrollo
PNDO Plan Nacional de Desarrollo Operativo
PNDR Programa Nacional de Desarrollo Rural
PNTFTA/PTA Programa Nacional de Tecnología y Formación Técnica
Agrícola/Proyecto de Tecnología Agrícola.
PPA Programa Productivo Alimentario
PRORURAL Política y Estrategia de Desarrollo Rural Productivo
PYMES Pequeña y Mediana Empresa
SEN Sistema Estadístico Nacional
SETEC Secretaría Técnica de la Presidencia
SETAC Sub-sistema de educación técnica agrícola y capacitación
SIA Sistema de Información Agropecuaria
SIAR Sistema de Innovación Agrícola y Rural
SINIA Sistema Nacional de Información Ambiental
SINACYT Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología
SIPMA Servicio de Información de Precios y Mercados Agropecuarios
SISEVA Sistema de Seguimiento, Evaluación y Aprendizaje.
SISSAN Sistema de Información de Seguridad Alimentaria
SDE Servicios de Desarrollo Empresarial
SPAR Sector Público Agropecuario y Rural
TIC Tecnologías de Información y Comunicación.
TLC Tratado de Libre Comercio
UPOV Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones
Vegetales
UCA Universidad Centroamericana
UNAN Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua
UAM Universidad Autónoma de Nicaragua
UNI Universidad Nicaragüense de Ingeniería
UPOLI Universidad Politécnica
UCC Universidad de Ciencias Comerciales
UNAG Unión de Agricultores y ganaderos
UPANIC Unión de Productores Agrícolas de Nicaragua
WCT Derecho de Autor
WPPT Interpretación o Ejecución y Fonogramas

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RESUMEN EJECUTIVO

La actualización de la política de innovación agrícola en el ámbito rural requiere definir bien, de


manera participativa e integral, la problemática de la innovación agrícola y agroindustrial a fín de
lograr la eficacia de la intervención y del gasto público dirigidos al “Sistema de Innovación
Agrícola y Rural” (SIAR). El presente documento pretende contribuir a la especificación de la
dimensión institucional de esta problemática, ofreciendo un diagnostico y elementos de reflexión.
Esta tarea es una de las asumidas por el MAGFOR, como rector de la política de innovación
agrícola y miembro del grupo interinstitucional del Sector Público Agropecuario y Rural (SPAR) y
otros actores que están actualmente trabajando para actualizar la política.

Con el propósito de identificar, describir y evaluar la funcionalidad del marco institucional y


jurídico relevante al desarrollo tecnológico y a la innovación, se adoptó como concepto de trabajo
la noción de “sistemas de innovación”. El SIAR es entonces entendido como las interrelaciones
estructuradas, comunicativas, basadas en múltiples formas de conocimientos, pero que al mismo
tiempo son conflictivas, y que adoptan variadas formas (contractuales, cooperación y alianzas,
técnicas, financieras, etc.), entre los actores del ámbito rural nicaragüense.

Estas interrelaciones se dan en dos dimensiones fundamentales: (i) En la estructura de la


producción agrícola en el ámbito rural, conformada por diversas cadenas agroalimentarias y
agroforestales con variados grados de desarrollo e integración que producen tanto para el
mercado nacional como externo, dentro de las cuales se dan aprendizajes por parte de sus
actores; y (ii) En el marco institucional, entendido a la Edquist y Johnson, como: (a) conjunto
común de hábitos, rutinas, practicas establecidas, costumbres y culturas, normas y reglas
formales e informales, o leyes que rigen el comportamiento y regulan las relaciones e
interacciones entre los actores (individuos y grupos), y que por lo tanto afectan positiva o
negativamente el ritmo y la dirección del aprendizaje interactivo; y (b) las organizaciones,
entendidas como estructuras formales creadas conscientemente con un propósito explicito.
Ambas dimensiones afectan el comportamiento y desempeños de los actores públicos y privados
del SIAR. Sin embargo los actores tienen capacidad de respuesta en base al análisis de los
intereses en juego y de su racionalidad comunicativa para cambiar al sistema

En última instancia la función general de las instituciones es el establecimiento de un ambiente


razonablemente estable y predecible para el aprendizaje y el cambio técnico: regulan las
múltiples formas (contractuales, alianzas, colaboraciones, cooperación, redes, etc.) que adoptan
las relaciones e interacciones entre los actores individuales y grupales del SIAR, determinando
de esta manera la sostenibilidad de la adquisición de conocimientos, el aprendizaje interactivo, la
tendencia a la innovación y la capacidad de respuestas a estímulos del mercado, políticas y
desarrollos tecnológicos externos, de sus actores.

El marco institucional formal del sector público agrícola en el ámbito rural de Nicaragua ha
sufrido cambios tanto incrementales como radicales a partir de 1979, siendo en buena parte
reactivos a las condicionalidades negociadas en el marco de las medidas de ajuste estructural en
vez de haber sido guiados por alguna estrategia explícita y ampliamente consensuada de cambio
institucional, basada idóneamente a su vez en una visión integral y funcional de alguna
estrategia nacional o al menos sectorial de desarrollo. En los años 90 se dio un debilitamiento
general del SPAR (junto con una privatización de empresas públicas agrícolas) aunque se
priorizó el fortalecimiento de ciertas áreas estratégicas (tecnología, propiedad, desarrollo rural,
sanidad y ambiental) para focalizarse en pequeños y medianos productores. Al mismo tiempo,
sin embargo, se abrieron espacios para que se desarrollaran las organizaciones gremiales y las
ONG que impulsan el desarrollo agrícola y rural, sustituyendo o complementando en muchas
ocasiones a los servicios proveídos por el SPAR. Hoy en día existen múltiples actores en el
ámbito rural del país, con características, demandas y formas organizacionales diferenciadas. A
partir de año 2004 se vienen realizando cambios marginales para adecuar todo el SPAR al PND-
O y/o a la Política y Estrategia de Desarrollo Rural Productivo/PRORURAL; el SPAR ha estado

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enfrentando el reto de transformarse a medida que se implementa PRORURAL bajo un enfoque


sectorial

La “Ley 290” de “Organización, Competencia y Procedimientos del Poder Ejecutivo” norma y


regula el comportamiento público del SPAR en su actual carácter ampliado: MAGFOR
(incluyendo la DGPSA), INTA, INAFOR, IDR, MIFIC, MARENA, ENABAS y FCR. La Ley otorga
al MAGFOR el papel de rector sectorial, mientras que la función de ejecución es dada al INTA,
IDR, INAFOR e incluso a su propia dirección, la DGPSA. Sin embargo, el IDR es colocado
jerárquicamente bajo la Presidencia, por lo que la rectoría del “desarrollo rural” como tal no esta
asignada a ninguna institución pública. Esta Ley refleja fundamentalmente principios de política
(derivados principalmente del “Consenso de Washington”) respecto al papel, tamaño y
significado del Estado como facilitador, regulador, normador y proveedor de bienes públicos y
con respecto a sus relaciones con el mercado y la sociedad civil. Este paradigma obvió en gran
parte su papel como motivador e impulsor de una transformación socio-productiva,
especialmente su rol como promotor de un pensamiento estratégico con una visión de mediano-
largo plazo, lo que es clave para la gestión de la ciencia, tecnología y la innovación.

La institucionalidad y la innovación institucional es especialmente importante en el sector público


para incrementar el ritmo y mejorar el direccionamiento de la ciencia, tecnología y la innovación
en función del desarrollo agrícola sostenible. Estas actividades están permeadas por
imperfecciones de los mercados ocasionados por asimetrías en la información, bienes y servicios
de consumo no rival y externalidades, la incertidumbre, etc., lo que implica la necesidad de
establecer reglas claras y proactivas, es decir, de instituciones. Sin embargo, tradicionalmente
las discusiones sobre la política de innovación nacional y de la innovación agrícola, han tendido
a concentrarse en “los problemas tecnológicos”, más que en los institucionales, predominando
más las ciencias de la ingeniería agrícola que la interrelación entre las ciencias del conocimiento,
la economía y las jurídicas.

El mayor interés de las políticas públicas sectoriales en las innovaciones tecnológicas agrícolas
que en las institucionales ha pospuesto la promoción deliberada de estas ultimas y/o ha facilitado
la adopción y adaptación de instituciones impulsadas desde el exterior reflejando intereses
internacionales, no siempre lográndose compatibilidad con la realidad institucional formal en
informal (cultura, tradición, valores) del país. La tendencia hacia una dualidad institucional
corresponde con una tendencia hacia un desarrollo agrícola dual (en la productividad y los
ingresos) en el ámbito rural. Surge también la duda de si los actores de los sistemas nacionales
de innovación han comprendido a cabalidad cuándo, dónde y hasta qué punto algunas de estas
instituciones extranjeras se podían realmente transferir de países con mayor avance tecnológico
a países como Nicaragua.

El abordaje jurídico de la innovación ha sido parcial e incompleto, con mayor énfasis desde la
óptica de la educación y del medio ambiente. El poder legislativo ha producido un bajo número
de instrumentos jurídicos, el 89% habiendo sido aprobados apenas a partir de 1994 y
concentrándose en las áreas de educación, incentivos fiscales, organización del Poder Ejecutivo,
políticas publicas especificas (promoción de la competencia, producción mas impía, humedales,
sustancia toxicas, empleo, caza deportiva), TLC, programas públicos especiales y emblemáticos
y las TIC. Ninguno de estos instrumentos aborda de manera explicita e integral el ámbito de la
innovación.

A pesar de los esfuerzos de modernización legislativa, Nicaragua todavía no cuenta con una ley
general vigente de ciencia, tecnología e innovación que establezca principios generales y
específicos así como los instrumentos requeridos para impulsar estas actividades, con el
propósito de facilitar la aplicación de nuevos conocimientos provenientes de dentro o fuera del
país. No obstante, existe un avanzado y moderno anteproyecto de Ley General de Ciencia,
Tecnología e Innovación, impulsado por el CONICYT.

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La primera función de la institucionalidad pretende reducir la incertidumbre, respecto a la


honestidad y estabilidad del comportamiento de otros actores relevantes, que afecta las
actividades de innovación. No existe un marco jurídico-institucional dirigido explícitamente para
brindar esta función al SIAR como tal (ni para el sistema nacional de innovación). Sin embargo,
existen propuestas legislativas relevantes que muestran el interés de algunos actores públicos y
privados del sistema más amplio de innovación en regular las modalidades básicas de manejo
de información por medios electrónicos (TIC). Si están vigentes, sin embargo, numerosas leyes
que influyen directa e indirectamente sobre estos temas.

Los arreglos económicos-institucionales internacionales (TLC, ALBA y otros en proceso de


negociación p.e. con Unión Europea, integración centroamericana, etc.), representan un marco
macro-institucional nacional pesado de obligatorio cumplimiento e implican una agenda
legislativa de permanente adecuación de las leyes nacionales y, aparte de abarcar bastantes
áreas de la política económica nacional, difunden señales difusas en algunos casos, y
contradictorias, en otros casos, para la innovación agrícola. Los cambios institucionales
resultantes, por ejemplo en el SPAR, han sido en buena medida realizados más en función del
incremento de la competitividad basada en ventajas comparativas estáticas y relativamente
menos en la creación de ventajas competitivas dinámicas basadas en la innovación y el
incremento de la productividad. Los costos de transacción para el cumplimiento y armonización
de todos estos marcos jurídicos son cada vez mas altos y sus implicaciones sobre los procesos
nacionales de ciencia, tecnología e innovación son difíciles de predecir. Es necesario establecer
desde ya una base más sólida y coherente tanto para esta función como para las otras dos, de la
institucionalidad relacionada a la innovación, al menos para las nuevas negociaciones.

Hace falta también un marco institucional que facilite la creación y fortalecimiento de redes de
conocimientos nacionales y regionales, proteja las innovaciones organizacionales e
institucionales de los actores del SIAR a través de redes, alianzas (pública-privadas y entre
actores privados) y otras formas de cooperación incluso con actores públicos y privados
externos, y que fomente y regule la cooperación sur-sur en el ámbito de la asistencia técnica.

De igual manera, hay que reconocer que los actores públicos y los más activos del sector
privado y de la sociedad civil del sector agrícola en el ámbito rural han tenido la disposición y la
habilidad para adaptar, cambiar y renovar el marco institucional del SPAR. Esto ha sido más
evidente en el marco del enfoque sectorial y del proceso de AAA. Además se ha logrado
mantener una estabilidad institucional básica hasta la fecha, a pesar de los cambios de gobierno,
para que el sistema institucional pueda realizar esta primera función.

La segunda función tiene que ver con el manejo de los conflictos resultantes de la distribución
desigual de los costos generados por la innovación dentro de las empresas agrícolas y
agroindustriales en el ámbito rural, y promover la confianza entre actores públicos y privados
estableciendo patrones de comunicación y cooperación entre ellos. En Nicaragua se han dado
algunos pasos de formalización de algunos mecanismos institucionales/organizaciones en el
ámbito general de ciencia y tecnología, que han creado una base jurídica mínima para facilitar el
establecimiento de relaciones más estables y confiables entre los actores del sistema nacional
de innovación. A nivel mas general, también se han ido creando diversos mecanismos de
concertación y negociación de los intereses de los diversos actores públicos y privados
(gremiales, empresariales, sociedad civil) del sector agrícola en el ámbito rural, muchos de los
cuales han sido creados por decreto-leyes o por medidas ministeriales para abordar temas
transversales (medio ambiente, sanidad, etc.), sobre rubros específicos o para supervisar
importantes programas financiados por la cooperación internacional. Esto representa un
potencial para el aprovechamiento colegiado de la información y los conocimientos proveído por
las organizaciones que realizan la Función 1, el facilitamiento de la adopción de nuevos valores y
principios en función de nuevas políticas sectoriales, la gobernabilidad sectorial en general y la
implementación de enfoques sectoriales.

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La cantidad y la variedad de ONG y representaciones de actores del sector privado productivo y


de servicios y financieros demuestra la existencia de una creatividad básica de innovación
institucional en el sector agrícola y rural; sin embargo, el Estado no ha desarrollado sus propias
capacidades de innovación institucional, ni ha apoyado fuerte y sistemáticamente el desarrollo de
este tipo de capacidades en sector privado, especialmente entre los sub-sectores pequeños y
mas vulnerables.

Una buena cantidad de leyes con sus reglamentos relacionados a la segunda función plantean
de manera coherente un rol para una variada gama de organizaciones e instrumentos públicos
relevantes para su implementación. Sin embargo, en un país pequeño como Nicaragua la
existencia jurídica de muchos mecanismos (CCI, ComCyE, etc.) probablemente genera mayores
e innecesarios costos de transacción para los no muy numerosos actores públicos y privados
que están relacionados particularmente a la investigación y la educación, más aún en el caso del
sector agrícola en el ámbito rural. Los mecanismos que podrían garantizar integración,
coherencia y coordinación de las políticas nacionales y sectoriales relacionadas a la innovación
además parecen débiles y poco activos

Hace falta algún esquema institucional que apoye la formación y operación de redes flexibles de
innovación y aprendizaje; tampoco se ha desarrollado a profundidad una cultura generalizada de
confianza mutua y cooperación en muchos ámbitos de la vida económica y social, lo que también
afecta y muy gravemente a la investigación e innovación especialmente en las universidades y
centros de investigación. Las percepciones de desconfianza, burocratización y secretismo en la
toma de decisiones técnicas y administrativas que son expresadas dentro de estas
organizaciones señalan como causas a razones políticas-ideológicas, falta de transparencia o
temor de que los beneficios potenciales se repartirán desigualmente.

La tercera función tiene que ver con la provisión de incentivos pecuniarios y no pecuniarios, y/o
canalizar recursos hacia actividades innovadoras. Aunque el Estado nicaragüense utiliza
instrumentos de política monetaria, fiscal y arancelaria para el establecimiento de incentivos
relevantes, todavía no cuenta con un marco jurídico-institucional único, integral y operativo que
explícitamente procure brindar esta función al sistema de innovación nacional y/o al SIAR. El
instrumento jurídico mas relevante es el creador del CONICYT, que lo mandata a gestionar,
obtener y canalizar recursos económicos e incentivar la innovación tecnológica.

Hace falta una legislación coherente que incentive y regule a aquellos actores involucrados en el
financiamiento diferenciado de las actividades de ciencia, tecnología e innovación, de tal manera
que norme el mercado de capitales de largo plazo y de inversiones de riesgo a fin de reducir las
incertidumbres asociadas a las innovaciones tecnológicas, incluyendo las innovaciones de mayor
envergadura en el sector agroindustrial y forestal.

La institucionalidad y los mandatos organizacionales existentes para esta Función 3 no


establecen de manera clara y explícita las reglas del juego para el financiamiento de diferentes
componentes de las actividades de ciencia, tecnología e innovación como son el financiamiento
de gastos fijos y operativos relevantes e incluso para el financiamiento privado o compartido
público-privado de proyectos con beneficios potencialmente apropiables por el sector privado.
Estas reglas deberían reconocer que los actores y las actividades de ciencia, tecnología e
innovación tienen culturas, rutinas, hábitos, metodologías y factores motivacionales propios y
diferenciados, aun si comparten conocimientos básicos en común.

Si bien el nuevo banco de desarrollo PRODUZCAMOS pretende combinar explícitamente la


actividad crediticia con la asistencia técnica, la capacitación y servicios de desarrollo
empresarial, ha dejado completamente de lado el financiamiento de la investigación y de la
educación técnica agrícola. El énfasis del Banco en PMP y MIPYMES no esta tampoco
necesariamente reñido con proyectos asociativos de investigación e innovación tecnológica de
mediano-largo plazo en asociación con actores y redes internacionales; es posible concebir

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instrumentos y productos financieros que permitan canalizar recursos para actividades de


ciencia, tecnología e innovación de tal manera que PRODUZCAMOS vaya mas allá de ser un
versión actualizada de los típicos bancos de fomento de hace varias décadas.

La legislación nacional no facilita a las agroempresas el asignar recursos para la innovación, ni


puede influir en la política interna de financiamiento de la ciencia, tecnología e innovación en el
CNU.

Hace falta mas creatividad e innovación en el diseño y establecimiento de los instrumentos


institucionales que faciliten el uso de recursos nacionales e internacionales para financiar mas y
mejor una agenda nacional de investigación científica y tecnológica.

En conclusión, existe en el país una buena base institucional que puede ser adecuada,
transformada y aprovechada para impulsar el ritmo de innovación y su direccionamiento en
función de prioridades nacionales y sectoriales agrícolas en el ámbito rural. Sin embargo, existen
importantes retos de coherencia y funcionalidad efectiva de las instituciones y organizaciones
existentes.

Independientemente de lo que sucede en la realidad, la percepción pública de existencia de


corrupción y politización de las decisiones judiciales genera falta de predictibilidad y seguridad
jurídica, acrecentando la incertidumbre que ya de por sí es inevitable y que afecta a las
actividades de ciencia, tecnología e innovación.

El área más débil de la institucionalidad para la innovación en el país radica en la tercera función:
institucionalidad y organismos para incentivar y financiar la innovación.

El enfoque de innovación institucional para la innovación agrícola en el ámbito rural, incluyendo


la adopción de instituciones externas y su adaptación a la institucionalidad formal (Constitución
de la República, etc.) e informal (cultura, valores, tradiciones, rutinas, hábitos) del país, requiere
el desarrollo de capacidades específicas en el SPAR para cerrar las importantes brechas
institucionales persistentes en el mercado de la tierra (incompleto y distorsionado por el
problema de la propiedad), de las finanzas rurales (asimetrías en acceso a información), seguro
para riesgos (poca o nula oferta), mercados de insumos (oligopolios o subsidios), y en el
desarrollo gremial-organizacional (ver WB 2008).

Es necesario establecer un marco institucional que fortalezca las capacidades negociadoras de


investigadores y generadores de conocimiento nicaragüenses vis-a-vis la cooperación
internacional, las universidades de países más avanzados y las multinacionales
agroalimentarias, bioenergéticas, biotecnológicas, farmaceúticas, etc.

Es recomendable primeramente impulsar una reflexión participativa y de calidad sobre la


innovación institucional (siendo mas urgente en el sector público) en el ámbito rural en general, y
en el sector agrícola en particular, en función de una estrategia nacional de desarrollo y/o de una
estrategia de desarrollo sectorial/rural, y así evitar potenciales incoherencias, disfuncionalidades,
duplicaciones e ineficiencias institucionales contraproducentes.

El SPAR requiere de una efectiva transformación en su gestión, cultura y formas de realizar su


pensamiento estratégico, tanto a nivel nacional como territorial, incluyendo una gestión conjunta
e integral de sus intervenciones en los sub-sectores agrícolas, agroindustriales e incluso en el
ámbito rural mas amplio en correspondencia con su política de desarrollo rural. Esto implica roles
rectores definidos para MAGFOR, MIFIC y MARENA así como la creación de mecanismos de
coordinación con otros sectores (p.e. educación y salud).

Posteriormente o al menos simultáneamente a estos procesos mas globales se debería discutir y


generar una visión compartida por todos los actores públicos y privados del SIAR sobre la nueva
política de innovación, de tal manera que se pueda ir configurando las instituciones formales y

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organizaciones y mecanismos específicos que permitan la realización de las tres funciones de la


institucionalidad en la facilitación, promoción y direccionamiento de las actividades de ciencia,
tecnología e innovación agrícola en el ámbito rural.

La configuración institucional que se llegue a concebir e impulsar debería corresponder y reflejar


las particularidades del SIAR a nivel nacional como territorial (municipal o cuencas) e incluso por
cadena agroalimentaria, a las capacidades, potencialidades y trayectorias tecnológicas de los
actores públicos y privados de cada uno de los sub-sistemas (investigación, extensión,
educación), y a las políticas nacionales y sectoriales, incluyendo principios de equidad,
participación ciudadana, (especialmente de los sectores vulnerables o que adolecen de falta de
poder de incidencia) y democrática, transparencia, descentralización, desconcentración y
coordinación estrecha con gobiernos locales.

Esto requiere el desarrollo de capacidades (conceptual, metodológica, liderazgo, negociación,


concertación) de innovación institucional en el personal directivo de SPAR, particularmente en el
MAGFOR para poder establecer y formar parte de redes de actores públicos y privados con
capacidades analíticas y conocimientos especializados y traspasar las actividades ejecutorias a
otras instituciones del SPAR.

Las tareas más urgentes son:

1) Completar proceso de pensamiento estratégico y de innovación institucional en el


MAGFOR, con la participación de sus delegados territoriales, incluyendo la asunción del
papel de rectoría del desarrollo rural.
2) Definir el marco institucional que establece la función de pensamiento estratégico para el
desarrollo rural, o al menos para desarrollo agrícola en el ámbito rural.
3) Definir el marco institucional que establece la función de pensamiento estratégico para el
SIAR (un grupo de alto nivel).
4) Revisar sistemática y permanente todos los instrumentos institucionales formales a fin de
asegurar su coherencia, complementariedad y funcionalidad para el SIAR.
5) Completar los vacíos institucionales y organizacionales identificados en cada una de las
tres funciones.

René Escoto 8 COSUDE


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I. INTRODUCCION

El Sector Público Agrícola y Rural (SPAR), liderado especialmente por el MAGFOR e INTA, esta
llevando actualmente a cabo un proceso de actualización de la política de innovación agrícola y
rural. El Gobierno de Nicaragua formuló la Política de Innovación Tecnológica Agrícola y Rural
(PINTAR) en 2004 en el marco de la implementación del Proyecto de Tecnología Agrícola. Los
elementos fundamentales de la PINTAR fueron incorporados en la Política y Estrategia de
Desarrollo Rural Productivo (PEDRP) emitida en 2005 y orientaron además el diseño del
componente de Innovación Tecnológica de PRORURAL (2006-10), siendo este último el
instrumento principal de la PEDRP. La PINTAR tuvo así incidencia en la intervención pública en
el ámbito de la innovación tecnológica aun cuando desde el punto de vista formal y público,
nunca fue lanzada oficialmente de la misma manera como lo ha sido la Política Forestal, la de
Tierra y otras más.

Con el cambio de gobierno, el MAGFOR formuló en el 2007 una nueva propuesta de Política de
Desarrollo Rural Sostenible (PDRS), que tiene elementos de continuidad y de cambio con
relación a la PEDRP, incluyendo el ámbito de la innovación tecnológica: se sigue validando la
importancia estratégica que tiene la innovación para el desarrollo rural y agrícola del país.

Aun cuando la gestión de toda política pública va mucha más allá de la redacción de un
documento, oficializarlo y lanzarlo públicamente, también es importante tener un producto
formalizado que permita a los tomadores de decisión tener un punto de referencia. La
experiencia indica que tanto para la elaboración de documentos de política sólidos y basados en
las mejores practicas y conocimientos modernos relevantes, como para la implementación bien
efectiva de las políticas, además de la participación de la ciudadanía también se requiere de un
grupo de trabajo interinstitucional e interdisciplinario con credibilidad, manejo de conocimientos
actualizados y del saber-hacer de la política pública sectorial y legitimidad suficiente, para
impulsar integralmente estas tareas.

Para la actualización de la PINTAR, o de una nueva política de innovación agrícola y rural en su


sentido mas integral, ya se ha conformado este tipo de grupo de trabajo con técnicos y
funcionarios del MAGFOR, INTA y FUNICA, del Sector Público Agrícola y Rural (SPAR),
contando con la participación del IICA y CATIE. El MAGFOR tiene la responsabilidad, segun la
Ley 290, de conducir el proceso de actualización de la “PINTAR” y de la formulación de su
estrategia de implementación, con el propósito de hacerla mas relevante y estratégica a los
intereses de los diferentes tipos de productores agrícolas y rurales y de otros actores del ámbito
rural, con una visión de largo plazo y un entendimiento del contexto nacional e internacional del
ámbito agrícola-rural. Esta primera fase de actualización de la PINTAR, ha implicado visualizar
cómo, quien y cuando se debería realizar esta tarea.

A partir del segundo semestre de 2007, el equipo técnico del SPAR ha identificado y negociado
los objetivos, resultados y metodología de esta primera fase de actualización de la política de
innovación sectorial. Este grupo ha revisado la literatura oficial, la PINTAR y otros documentos
relevantes; ha redactado documentos y realizado varias sesiones de trabajo de presentación y
discusión de conceptos, diagnósticos y otras perspectivas sobre la innovación tecnológica y su
problemática. Estas actividades han permitido apreciar la complejidad de la problemática de la
innovación agrícola y rural y su interrelación con otras dimensiones de la agricultura y ruralidad
nicaragüense, y por ende con otras políticas públicas nacionales, sectoriales y sub-sectoriales,
así como con otros factores del entorno internacional del país.

El proceso de actualización tiene contemplado que, una vez formulada la propuesta de una
“PINTAR” actualizada, se iniciaría la fase de su discusión con un grupo mas ampliado de actores
relevantes a esta política, para que eventualmente el Gobierno la promulgue y publique de
manera oficial.

René Escoto 9 COSUDE


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La actualización de esta política requiere definir bien la problemática de la innovación agrícola


del país. Un definición de manera participativa y con una visión integral, es ya parte de la
solución y contribuye significativamente a la eficacia de la intervención y del gasto público dirigid
al SIAR. En este sentido es necesario pasar de la percepción generalizada de la problemática de
innovación hacia (i) una definición general y básica del problema, para luego (ii) especificarlo y
formularlo más detalladamente, incluyendo la estructuración de un árbol del problema. El grupo
ha ido avanzando en (i) pero aún, hace falta explicitarlo y consensuarlo, sobretodo si se
pretende que la definición básica tenga carácter económico y social, desde la perspectiva de la
gestión del conocimiento, etc., e incluso que refleje una visión multidisciplinaria. El presente
documento pretende contribuir a la especificación de la dimensión institucional de la
problemática de la innovación agrícola en el ámbito rural.

En este contexto, el MAGFOR, como rector de la política de innovación agrícola, ha asumido


varias tareas, tales como: describir y diagnosticar la situación del marco institucional vigente
desde el punto de vista de su coherencia con la nueva PDRS así como de su funcionalidad para
el sistema nacional de innovación agrícola, identificar las conexiones y asegurar coherencia con
otras políticas publicas relevantes existentes o avanzadas en su formulación, dibujar escenarios
alternativos y proveer de una orientación general, apoyando especialmente en términos de la
gestión de los conocimientos explícitos y tácitos (los que tiene su personal) requeridos para
asegurar que el equipo este al día y produzca una política moderna y visionaria.

El presente documento pretende así contribuir a la actualización de la política de innovación,


ofreciendo un diagnostico y elementos de reflexión sobre la institucionalidad publica relacionada
con la innovación agrícola en el ámbito rural de nicaragua. Para tales efectos, la siguiente
sección presenta el marco conceptual del análisis realizado. Posteriormente se presenta el
análisis de la institucionalidad del SIAR, comenzando con una descripción del marco jurídico
general de la ciencia, tecnología e innovación del país y prosiguiendo con una sección en la que
se presenta la descripción y análisis crítico de la funcionalidad actual del marco institucional
nicaragüense en términos de las tres funciones que se espera que jueguen las instituciones,
según el marco conceptual adoptado. Finalmente se presentan las conclusiones y
recomendaciones que emergen del análisis realizado.

Este estudio ha sido elaborado con el apoyo financiero de COSUDE, para el MAGFOR. Su
contenido solo refleja las opiniones del autor.

II. MARCO CONCEPTUAL y ALCANCE DEL ESTUDIO

Con el propósito de identificar, describir y evaluar la funcionalidad del marco institucional y


jurídico relevante al desarrollo tecnológico y a la innovación (y a su difusión) agropecuaria,
forestal (es decir, “agrícola”) y agroindustrial en el ámbito rural, se adoptara el concepto de
“sistemas de innovación”. Este “sistema” puede ser concebido como una forma de aprovechar y
explotar el conocimiento, tal como lo plantea Edquist, siendo un concepto hoy en día muy
valorado como marco de referencia para el análisis de los procesos de innovación nacional,
sectorial y/o local, incluso tanto para la realización de diagnósticos como para la identificación
de intervenciones públicas dirigidas a facilitar y acelerar los procesos de innovación
agrícola/rural1.

En este documento, a manera de concepto de trabajo y dentro de los limites conceptuales que
se han ido negociando en el grupo interinstitucional del Sector Público Agropecuario y Rural
(SPAR) para efectos de la actualización de la política de innovación agrícola, y desde una óptica
mas global de la política de desarrollo rural sostenible, entenderemos por “sistema de
innovación agrícola en el ámbito rural” (SIAR) como:

1
Ver World Bank 2006.

René Escoto 10 COSUDE


MAGFOR Mayo 2008

Las interrelaciones estructuradas, comunicativas, basadas en múltiples formas de


conocimientos, pero que al mismo tiempo son conflictivas, y que adoptan variadas
formas (contractuales, cooperación y alianzas, técnicas, financieras, etc.), entre los
actores del ámbito rural nicaragüense; interrelaciones que se dan en dos dimensiones
fundamentales:

1. En la estructura de producción agrícola en el ámbito rural, conformada por diversas


cadenas agroalimentarias (p.e. de granos básicos, café, etc.) y agroforestales con
variados grados de desarrollo e integración que producen tanto para el mercado nacional
como externo, dentro del cual se dan aprendizajes por parte de sus actores. Estos
aprendizajes, basados tanto en conocimientos explícitos como tácitos que se generan y
acumulan en las practicas productivas, esquemas organizativos para la transformación y
comercialización de la producción, etc. que realizan los actores de las cadenas, ya sean
individuales o colectivos (PMP, cooperativas, agroindustrias, entre otros), tienden a
reforzar la estructura de producción vigente, pero al mismo tiempo crean las bases para
su transformación.

2. El marco institucional, entendido a la Edquist y Johnson, como: (i) conjunto común de


hábitos, rutinas, practicas establecidas, costumbres y culturas, normas y reglas formales
e informales, o leyes que rigen el comportamiento y regulan las relaciones e
interacciones entre los actores (individuos y grupos), y que por lo tanto afectan positiva o
negativamente el ritmo y la dirección del aprendizaje interactivo; mientras que (ii) las
organizaciones son entendidas como la estructura formal con un propósito explicito, y
son creadas conscientemente.

Ambas dimensiones afectan el comportamiento y desempeño de los actores públicos y privados


del SIAR. Sin embargo los actores tienen capacidad de respuesta en base al análisis de los
intereses en juego y de su racionalidad comunicativa para cambiar al sistema. El SIAR no sigue
por lo tanto un proceso de cambio inconsciente, gradual y mecánico, sino que es en buena
medida estructurado y reestructurado por la acción social de sus actores. El análisis de los
sistemas de innovación como el SIAR, por lo tanto, tiene que ir más allá de una valoración
analítica, descriptita y mecánica de los actores y sus interrelaciones; es necesario abordar los
delicados temas éticos y normativos respecto a su direccionamiento, trayectoria tecnológica,
dilemas e intereses en conflicto (ver Scoons et al 2008). Estas reformulaciones tienen mucho
que ver con las capacidades y oportunidades presentes en el SIAR para el cambio y la
innovación institucional, las que están más visibles en el sector privado en su sentido amplio (ver
Barrios). El SIAR nicaragüense, con todas sus características positivas, retos y deficiencias,
refleja por lo tanto la distribución actual de las capacidades existentes y de las oportunidades,
entre los diferentes actores públicos y privados que lo conforman.

En el Cuadro 1 se visualiza como se puede aplicar este último marco interpretativo de la


institucionalidad relacionada a la innovación agrícola y rural, haciendo un vínculo con el marco
teórico de Edquist y Johnson (1997) que se mencionará mas adelante. En última instancia se
trata de entender la función general de las instituciones en el establecimiento de un ambiente
razonablemente estable y predecible para el aprendizaje y el cambio técnico. Más
específicamente las instituciones regulan las múltiples formas (contractuales, alianzas,
colaboraciones, cooperación, redes, etc.) que adoptan las relaciones e interacciones entre los
actores individuales y grupales del SIAR, determinando de esta manera la sostenibilidad de la
adquisición de conocimientos, el aprendizaje interactivo, la tendencia a la innovación y la
capacidad de respuestas a estímulos del mercado, políticas y desarrollos tecnológicos externos,
de sus actores.

En este documento no se presenta un diagnóstico del SIAR. Existen otros estudios al respecto y
en el proceso de actualización de la política de innovación se han elaborado otros documentos-

René Escoto 11 COSUDE


MAGFOR Mayo 2008

insumos para el debate y discusión (ver Escoto 2007). En general se ha planteado que, entre
otras debilidades y retos, en el SIAR nicaragüense los actores tienen todavía mucho espacio
para articular sus acciones de manera mas intensiva y extensamente, los conocimientos y la
información sectorial podría fluir mas y mejor entre aquellos, las instituciones públicas del SPAR
y otras que influyen en el sector podrían articularse mejor tanto a nivel nacional como territorial,
incluyendo la articulación con los PMP y sus gremios, empresas agrícolas, empresas
agroexportadoras, proveedoras de insumos, etc.

Cuadro 1

Marco interpretativo de las instituciones y organizaciones relacionadas a la innovación


Ámbito de la innovación Organización/actor Institución
Arreglos entre organizaciones Régimen o gobernabilidad de
para la innovación: mercados los procesos de innovación
de servicios tecnológicos tecnológica e institucional y de
Contexto (macro) (investigación, extensión/ la difusión tecnológica:
(Funciones 1 y 2 de Edquist y Johnson) asistencia técnica, educación/ formales (leyes, decretos, etc.)
capacitación) y de insumos y e informales (tradición, cultura,
equipos agrícolas y valores).
agroindustriales.
Jerarquías: públicas, privadas Mecanismos e incentivos
(MIPYMES, agroempresas, pecuniarios y no pecuniarios
Interno (micro) exportadoras, cooperativas) (morales, reconocimiento,
(Función 3 de Edquist y Johnson)
rechazo, influencia,
satisfacción de servicio).

Los retos del SIAR deben sin embargo interpretarse a partir del hecho de que el ritmo y
direccionamiento actual de la ciencia, la tecnología y la innovación agrícola en el ámbito rural del
país, así como la pérdida creciente del control nacional de los fuentes que impulsan la
productividad total de los factores, ha sido el resultado de un conjunto de causas, tales como: la
expansión de la IED (incluyendo en el sector agrícola, agroindustrial y de comercio nacional de
mayoreo de alimentos procesados), la privatización de empresas públicas nacionales de
telecomunicaciones, generación y distribución de energía, la tendencia de empresas privadas a
trabajar con franquicias o sub-contratos con empresas multinacionales, etc.

Tampoco se realiza en este documento un análisis detallado del desarrollo histórico de la


institucionalidad de la agricultura y del ámbito rural del país, una evaluación de la eficiencia y la
efectividad de los organismos y entes que forman parte del SIAR o de los que les toca aplicar el
marco institucional vigente, ni se presenta un diagnóstico de las capacidades de innovación
institucional que el SPAR necesita desarrollar para promover la innovación agrícola en el ámbito
rural.

Solo cabe mencionar que el marco institucional formal del sector público agrícola en el ámbito
rural ha sufrido cambios tanto incrementales como radicales a partir de 1979, siendo en buena
parte reactivos a las condicionalidades negociadas en el marco de las medidas de ajuste
estructural en vez de haber sido guiados por alguna estrategia explícita y ampliamente
consensuada de cambio institucional basada a su vez en una visión integral y funcional de un
estrategia nacional o al menos sectorial de desarrollo. En los años 90 se dio un debilitamiento
general del SPAR (junto con una privatización de empresas públicas agrícolas) aunque se
priorizó el fortalecimiento de ciertas áreas estratégicas (para focalizarse en PMP) como las de la
tecnología (creación del INTA) y la propiedad (INRA) y posteriormente el IDR (antiguo PNDR) y
la DGPSA, separándose la funciones públicas relacionadas al medo ambiente

René Escoto 12 COSUDE


MAGFOR Mayo 2008

(IRENA/MARENA). Al mismo tiempo, sin embargo, se abrieron espacio para que se


desarrollaran las organizaciones gremiales y las ONG que impulsan el desarrollo agrícola y rural,
sustituyendo o complementando en muchas ocasiones a los servicios proveídos por el SPAR.
Hoy en día existen múltiples actores en el ámbito rural del país, con características, demandas y
formas organizacionales diferenciadas.

Hay que reconocer, no obstante, que a partir de año 2004 se vienen realizando cambios
marginales para adecuar todo el SPAR al PND-O y/o a la Política y Estrategia de Desarrollo
Rural Productivo/PRORURAL; el SPAR ha estado enfrentando el reto de transformarse a medida
que se implementa PRORURAL bajo un enfoque sectorial2, reto que es mucho mayor con los
recientes cambios en la política sectorial puesto que esto ha planteado naturalmente la
necesidad de revisar simultáneamente al PRORURAL así como la institucionalidad misma del
SPAR. En cualquier caso es claro que al menos el MAGFOR pretende ahora dirigir su ámbito de
acción mas hacia las actividades de la asociatividad y de los eslabones superiores de las
cadenas agroalimentarias, lo que lo acerca al MIFIC en el tema de la agroindustria, así como
hacia la superación de la pobreza (PPA/Bono Productivo), manteniendo siempre su accionar en
el ámbito productivo. Sin embargo es cada vez más evidente que el crecimiento de la
importancia de las actividades no agrícolas en el ámbito rural representará un reto adicional a la
institucionalidad del sector.

La institucionalidad sectorial actualmente se rige por la “Ley 290” de “Organización,


Competencia y Procedimientos del Poder Ejecutivo”. Esta Ley norma y regula el comportamiento
público del SPAR en su actual carácter ampliado3: MAGFOR (incluyendo la DGPSA), INTA,
INAFOR, IDR, MIFIC, MARENA, ENABAS y FCR. La Ley otorga al MAGFOR el papel de rector
del sector agropecuario y forestal (es decir al agrícola) y diseñador de políticas, mientras que la
función de ejecución es dada al INTA, IDR, INAFOR e incluso a su propia dirección, la DGPSA.
Sin embargo, el IDR es colocado jerárquicamente bajo la Presidencia, por lo que la rectoría
(gestión de política) de “desarrollo rural” como tal no esta asignada a ninguna institución pública
(ver Arce).

La Ley 290 refleja fundamentalmente principios de política (derivados principalmente del


“Consenso de Washington”) respecto al papel, tamaño y significado del Estado como facilitador,
regulador, normador y proveedor de bienes públicos y con respecto a sus relaciones con el
mercado y la sociedad civil. Este paradigma obvió en gran parte su papel como motivador e
impulsor de una transformación socio-productiva, especialmente su rol como promotor de un
pensamiento estratégico4 con una visión de mediano-largo plazo, lo que es clave para la gestión
del conocimiento científico, técnico y para la innovación5.

Sin embargo, e independientemente de su eficacia, las instituciones del SPAR nicaragüense han
logrado mantener unidades de planificación, pero es solo con la relativamente reciente aplicación
del enfoque sectorial6 que aquellas han empezado a ser relevadas en importancia; por otra
parte, el MAGFOR no siempre ha mantenido una fuerte unidad de análisis de políticas aunque si
ha realizado esfuerzos de formulación y negociación de políticas y estrategias sectoriales (p.e.

2
Ver Theinhardt et al, para una valoración de finales del 2006, antes del cambio de gobierno (lo que limita en parte sus
recomendaciones), sobre la adecuación de las instituciones del SPAR y de las “fuerzas impulsoras y obstaculizantes” para que puedan
implementar PRORURAL.
3
Con el Decreto No. 41-2004 de Reforma al Decreto No. 36-92, Creación del Consejo Nacional Agropecuario, de mayo de 2004, el
“Sector Público Agropecuario” (SPA) fue ampliado en su membresía, quedando integrado por el MAG-FOR, INTA, INAFOR, IDR,
MARENA, MIFIC y el Fondo de Crédito Rural (FCR). Hoy en día en la práctica la Empresa Nacional de Granos Básicos (ENABAS)
es considerada otro miembro del SPAR.
4
Especialmente a partir de 1990, en Nicaragua (como parte de un patrón regional) las ONG, firmas consultoras, consultores
individuales y centros de estudios e investigación de universidades y del sector privado se han convertido en actores claves en la
realización de estudios y análisis sectoriales, incluyendo en el tema de la ciencia, tecnología y la innovación.
5
Ver Katz 2007 en Dutrenit et al.
6
El enfoque sectorial, en cualquiera de sus escuelas (ha sido impulsado incluso por el BM), ha significado un desvío importante del
Consenso de Washington. De hecho el BM tuvo la iniciativa de promoverlo en Nicaragua.

René Escoto 13 COSUDE


MAGFOR Mayo 2008

PEDRP, PRORURAL); incluso la Presidencia (via la ex-SETEC) también ha formulado


estrategias como la ERCERP y del PND. En los últimos años se ha observado,
independientemente de las debilidades y retrocesos, una tendencia de los actores públicos del
SPAR a trabajar con el sector privado y la sociedad civil alrededor de una estrategia de
desarrollo sectorial integral (la iniciativa del “Grupo del Tepeyac” con apoyo de España, ver
IDRN). Recientemente el MAGFOR también realizó un ejercicio de pensamiento estratégico con
sus delegados territoriales y elaboró una nueva propuesta de política sectorial, y la Presidencia
esta también reformulando el PND.

El presente documento más bien pretende, entre otras cosas, resaltar la importancia de la
institucionalidad y de la innovación institucional, especialmente en el sector público (lo que ya
había sido reconocido con la creación del INAP en 1980 y en 1994 con la creación del PAMIC,
ver Cuadro 2), para incrementar el ritmo y mejorar el direccionamiento de la ciencia, tecnología y
la innovación en función del desarrollo agrícola sostenible en el ámbito rural del país. Estas
actividades están permeadas por imperfecciones de los mercados ocasionados por asimetrías
en la información, bienes y servicios de consumo no rival y externalidades, la incertidumbre, etc.,
lo que implica la necesidad de establecer reglas claras y proactivas, es decir, de instituciones.
Sin embargo, tradicionalmente las discusiones sobre la política de innovación nacional y de la
innovación agrícola, han tendido a concentrarse en “los problemas tecnológicos”, más que en los
institucionales, predominando más las ciencias de la ingeniería agrícola que la interrelación entre
las ciencias del conocimiento, la economía y las jurídicas. En el ambiente de las políticas
públicas sectoriales las innovaciones tecnológicas agrícolas necesarias (aun si en los últimos
años se están moviendo correctamente de un enfoque productivista hacia uno que busca la
transformación y la comercialización para la generación de mayor valor agregado) han llamado
también más la atención que las innovaciones institucionales. Esto ha pospuesto una promoción
deliberada de estas ultimas y/o ha facilitado la adopción y adaptación de instituciones sugeridas
e impulsadas desde el exterior reflejando otras agendas de cambio e intereses internacionales,
no siempre lográndose compatibilidad con la realidad institucional del país, especialmente con la
institucionalidad informal (cultura, tradición, valores). No sorprende por lo tanto la existencia de
una tendencia hacia una dualidad institucional que corresponde también a una tendencia hacia
un desarrollo agrícola dual (en la productividad y los ingresos) en el ámbito rural.

Con el análisis de la institucionalidad nicaragüense relacionado a la innovación se espera


también poder contribuir a la identificación de las lagunas, correspondencias e incoherencias de
la misma, así como de las oportunidades de reformas institucionales y de mecanismos públicos
de coordinación (especialmente considerando el empleo de enfoques sectoriales relevantes),
alianzas público-privadas, a fin de facilitar e impulsar la creación y apropiación de cuasi-rentas
schumpeterianas por parte de los productores agrícolas y agroindustriales del país, en especial
de los PMP, cooperativas, MIPYMES, etc.

En este sentido hay que empezar por reconocer que a partir de 1990 Nicaragua siguió muy de
cerca (obviamente con sus propias particularidades) el patrón de cambio institucional del
América Latina (ver de las Casas et al): un cambio iniciado y mantenido en un contexto de
aplicación de fuertes medidas de estabilización macroeconómica y ajuste estructural, las que en
conjunto con ciertas condicionalidades, fueron negociadas con los organismos multilaterales y
muchas de ellas apoyados directa o indirectamente por la comunidad internacional (con reservas
en algunos casos).

Tampoco debe pasar desapercibido el hecho que el análisis de la institucionalidad del sector
agrícola si ha sido una actividad recurrente en el SPAR en el marco de los mandatos de
numerosos proyectos y programas que han sido financiados y apoyados por la cooperación
internacional, existiendo un buen numero de documentos elaborados desde diversas ópticas y
con diversos propósitos (ver bibliografía). No obstante, no siempre tales documentos han
reflejado un interés propio (“apropiación”) de las autoridades y otros actores del sector, y en
pocas ocasiones el enfoque del análisis ha sido realmente participativo (más allá de funcionarios

René Escoto 14 COSUDE


MAGFOR Mayo 2008

públicos y representantes de gremios a nivel nacional). En cierta forma, en los documentos se


describe y se refleja mas bien una ausencia de cambio institucional proactivo para enfrentar los
fuertes cambios en el entorno nacional e internacional del sector agrícola y el ámbito rural7.
Ninguno de los documentos elaborados, sin embargo, ha abordado el tema desde la óptica de
los sistemas de innovación8, lo que si constituye el enfoque de este documento.

El presente análisis adopta el marco analítico de Edquist y Johnson, el que plantea que las
instituciones juegan tres funciones con relación al desarrollo de los sistemas de innovación. En la
siguiente sección se identifican, analizan y evalúan las instituciones y algunas de las
organizaciones públicas y privadas nicaragüenses vinculadas a cada función. En vista que el
desarrollo tecnológico esta influenciado por un marco institucional que presenta dos niveles, el
nacional y el sectorial, el análisis hará tal distinción cuando sea necesario.

III. ANALISIS DE LA INSTITUCIONALIDAD DEL SIAR

III. 1 Marco Jurídico General de la Ciencia, Tecnología e Innovación

El abordaje jurídico del tema de la generación de conocimientos científicos y tecnológicos por


parte del Estado Nicaragüense hasta el momento ha sido parcial e incompleto, habiéndolo hecho
solamente de manera explícita desde la óptica de la educación9 y del medio ambiente10, como se
verá mas adelante. Una búsqueda de la palabras “ciencia”, “tecnologia” e “innovación”, en la
pagina web de la Asamblea Nacional (AN) (http://www.asamblea.gob.ni) que tiene en línea la
legislación nacional del período 1933-2007 (mas de 70 años) arroja mas de 300 leyes y decretos
para los primeros dos nociones y (solo) 28, para la última acepción, son mencionadas de manera
relevante. Una somera revisión de la legislación producida resalta el bajo número de
instrumentos jurídicos establecidos por el poder legislativo relacionados a la innovación (Ver
Cuadro 2), los que desde un punto de vista histórico han sido establecidos recientemente: 89%
fueron aprobados a partir de 1994.

Cuadro 2
Leyes y otros instrumentos jurídicos que incorporan el concepto de innovación

Año Instrumento jurídico Interpretación y uso del concepto


Una de las funciones del Consejo era la de “Formular y
presentar al Consejo Superior los proyectos necesarios a la
SE CREA UN CONSEJO SUPERIOR DE
1924 buena marcha y desarrollo de la instrucción general con el fin
INSTRUCCIÓN PÚBLICA
de disminuir el analfabetismo e incorporar gradualmente en el
actual sistema de educación las innovaciones apropiadas”.
Esta Reglamento introdujo un incentivo fiscal a la innovación
tecnológica: Cuando la maquinaria o mueble usados en la
producción, antes de llegar a su total depreciación, dejasen de
Decreto No. 26: REGLAMENTO A "LEY
1975 prestar utilidad para la empresa, por haberlos sustituidos
DEL IMPUESTO SOBRE LA RENTA"
nuevos procedimientos o innovaciones tecnológicas, cuya
adopción sea necesaria para mantener los niveles de
competencia con empresas extranjeras o para introducir

7
Ver Escoto (2007) para una revisión reciente de cambios del entorno relevantes para la actualización de la política de innovación.
8
En FUNICA (2002), Arguello et al presentaron un inventario bastante exhaustivo y además comentado del marco legal y
reglamentario relevante a la “tecnología agropecuaria”. El documento, aunque es un aporte importante y novedoso al estudio de la
innovación, no aborda las implicaciones para el “sistema de innovación”.
9
La Ley (No. 582) de la Educación General incorpora un acápite especial, el TITULO III: Del Desarrollo Científico y Tecnológico.
10
Ver Capítulo IV “De la Educación, Divulgación y Desarrollo Científico y Tecnológico” (Decreto No. 9-96 aprobado en Julio de
1996) del Reglamento de la Ley (No.217) General del Medio Ambiente y los Recursos Naturales.

René Escoto 15 COSUDE


MAGFOR Mayo 2008

mejoras en la calidad del producto impuestas por necesidades


del mercado, la Dirección aceptará deducir una cantidad igual al
saldo por depreciar para completar el valor del bien.
En esta Ley se utiliza de manera pionera el concepto de
innovación institucional autóctona, al plantear en sus
considerandos que “la creación e implementación en la práctica
de un nuevo concepto de la Administración Pública que integre
Decreto No. 15: LEY CREADORA DEL los elementos de participación popular, honestidad, eficiencia,
1980 INSTITUTO NICARAGÜENSE DE creatividad, adecuación a la realidad nacional y, flexibilidad
ADMINISTRACIÓN PÚBLICA (INAP) exige, entre otra cosas “el desarrollo de un programa
permanente de investigación destinado a desarrollar
capacidades nacionales para la generación de tecnología
administrativa propia, identificación de tecnología transferible e
innovación doméstica;
El convenio constituye a la Coordinación Educativa y Cultural
Centroamericana (CECC) como un organismo internacional
cuyos propósitos serían los de promover la cooperación
Registro No. 59: CONVENIO educativa y cultural, estimular el desarrollo integral del hombre,
CONSTITUTIVO DE LA COORDINACIÓN incluyendo el componente cultural dentro de todos los procesos
1983
EDUCATIVA Y CULTURAL educativos, y reafirmar la identidad cultural, en la región, entre
CENTROAMERICANA otras cosas mediante la estimulación del desarrollo de
programas multilaterales y nacionales de investigación,
experimentación, innovación y cooperación tecnológica, tanto
en instituciones públicas como privadas;
Se vuelve a utilizar el concepto de innovación institucional: la
ley establece que una de las funciones del nuevo PAMIC seria
Decreto No. 6-94: CREACIÓN DEL
la de .. e) Fomentar la innovación permanente dentro de las
1994 PROGRAMA NACIONAL DE APOYO A LA
instituciones que atienden al sector mediante la introducción de
MICROEMPRESA (PAMIC)
nuevos servicios, técnicas, comercialización y fomento
empresarial.
Esta ley regula los servicios postales y de telecomunicaciones,
estableciendo los derechos y deberes de los usuarios y de las
operadoras, en condiciones de calidad, equidad, seguridad, y el
LEY (No. 200) GENERAL DE desarrollo planificado y sostenido de estos servicios postales.
TELECOMUNICACIONES Y SERVICIOS Uno de sus propósitos específicos es el de promover la
1995 POSTALES innovación tecnológica y la modernización acelerada de la red
pública telefónica. En general, esta ley tiene implicaciones
específicas para el aprovechamiento de las TIC en general, y
del INTERNET en particular.
Decreto No. 5-95: CREACIÓN DEL
CONSEJO NICARAGÜENSE DE CIENCIA Ver siguiente sección.
Y TECNOLOGÍA
En el Capítulo IV solo se menciona que las invenciones,
Ley No. 185: CODIGO DEL TRABAJO
mejoras e innovaciones en los procesos de producción
1996 (CON SUS REFORMAS, ADICIONES E
industrial, serán objeto de una ley particular, obviando además
INTERPRETACIÓN AUTENTICA)
la regulación de la innovación no industrial.
Este reglamento restringe menos el incentivo fiscal relacionado
a la depreciación por el lado el IR, en comparación con el
Reglamento de 1975 (ver arriba), estableciendo que (Art. 26):
Decreto No. 37-97: REGLAMENTO DE LA “Cuando la maquinaria o muebles usados en la producción,
1997 LEY DE JUSTICIA TRIBUTARIA Y antes de llegar a su depreciación total, dejasen de prestar
COMERCIAL utilidad para la empresa, por haberlos sustituidos nuevos
procedimientos o innovaciones tecnológicas. La Dirección
aceptará deducir una cantidad igual al saldo por depreciar para
completar el valor del bien.”
El reglamento de la Ley 290 que establece la estructura y
funciones del poder ejecutivo menciona el concepto de
Decreto No. 71-98: REGLAMENTO A LA innovación solamente (i) en el caso del MEDE, dándole la
LEY 290, LEY DE ORGANIZACIÓN, función de realizar innovaciones educativas en primaria y
COMPETENCIA Y PROCEDIMIENTOS secundaria; y (ii) del MARENA, otorgándole a la Dirección de
DEL PODER EJECUTIVO Protección de la Biodiversidad la función de elaborar las normas
1998
técnicas para, entre otras actividades, la de registrar los
conocimientos e innovaciones sobre la Biodiversidad.
TRATADO DE LIBRE COMERCIO ENTRE El TLC con México prácticamente no aborda el tema de la
EL GOBIERNO DE NICARAGUA Y EL innovación, limitándose en el preámbulo a “alentar la innovación
GOBIERNO LOS ESTADOS UNIDOS y la creatividad mediante la protección de los derechos de
MEXICANOS propiedad intelectual”.
Decreto No. 97-2001: CONTRATO DE Este proyecto es el conocido como PNTFTA/PTA I que fue co-
2001
PRÉSTAMO NO.1079/SF-NI, PARA EL financiado por el BM, FIDA y COSUDE, el que entre otras cosas

René Escoto 16 COSUDE


MAGFOR Mayo 2008

PROYECTO DE APOYO A LA reflejó los lineamiento básicos de política de innovación


INNOVACIÓN TECNOLÓGICA EN tecnológica existente en el periodo 2000-2001 y permitió
NICARAGUA impulsar la formulación de la nueva PINTAR (que actualmente
se está revisando y actualizando).
Decreto A.N. No. 2875: DE APROBACIÓN Este proyecto estaba dirigido al sector no agrícola y reflejaba
DEL CONVENIO DE CRÉDITO DE principalmente la política de promoción de la competitividad de
FOMENTO No. 3456-NI, ENTRE EL ese entonces. Este proyecto y el anterior no tuvieron una
GOBIERNO DE LA REPÚBLICA DE interrelación profunda y sistemática, en un contexto macro
NICARAGUA Y LA ASOCIACIÓN institucional de ausencia de una ley general de ciencia,
INTERNACIONAL DE FOMENTO, PARA tecnología e innovación.
FINANCIAR EL "PROYECTO DE
APRENDIZAJE E INNOVACIÓN DE LA
COMPETITIVIDAD"
Decreto No. 118-2001: REFORMAS E
INCORPORACIONES AL REGLAMENTO Elimina el otorgamiento a la Dirección de Protección de la
DE LA LEY No. 290; LEY DE Biodiversidad la función de elaborar las normas técnicas para,
2002
ORGANIZACIÓN, COMPETENCIA Y entre otras actividades, la de registrar los conocimientos e
PROCEDIMIENTOS DEL PODER innovaciones sobre la Biodiversidad.
EJECUTIVO
Este Reglamento introdujo una modificación al incentivo fiscal:
“Cuando la maquinaria o muebles usados en la producción,
Decreto No. 46-2003: REGLAMENTO DE antes de llegar a su depreciación total, dejasen de prestar
LA LEY No. 453, LEY DE EQUIDAD utilidad para la empresa por haberlos sustituido con nuevos
FISCAL procedimientos o innovaciones tecnológicas. La DGI aceptará
deducir una cantidad igual al saldo por depreciar para completar
el valor del bien.”
Esta Política asume el Enfoque por Ecosistemas como uno de
sus principios, según el cual la gestión de los ecosistemas de
2003 humedal debe tomar en cuenta entre otras cosas todas las
fuentes de información pertinentes, incluidos los conocimientos,
innovaciones y prácticas de las comunidades científicas,
Decreto No. 78-2003: DE
indígenas y locales, debiendo intervenir todos los sectores de la
ESTABLECIMIENTO DE LA POLÍTICA
sociedad y las disciplinas científicas pertinentes. Uno de los
NACIONAL DE HUMEDALES
lineamientos socioculturales de la política consiste en preservar,
conservar y rescatar los conocimientos, prácticas e
innovaciones de los pueblos indígenas y comunidades étnicas y
locales, relacionadas con la conservación y utilización
sostenible de los humedales.
El Artículo 22 establece que la “Formación Puntual” deberá
responder a las innovaciones tecnológicas que experimente la
prestación de determinado servicio público o el avance de la
Decreto No. 51-2005: REGLAMENTO DE informática. Las municipalidades deberán de solicitarlo a la
LA LEY (502) DE CARRERA Dirección de Carrera y ésta en consulta con las instituciones
ADMINISTRATIVA MUNICIPAL acreditadas en el Sistema Nacional de Capacitación Municipal
(SINACAM) articulará la demanda. Este artículo establece una
vinculación entre la educación técnica, la innovación tecnológica
y, en especial, las TIC.
La política tiene el propósito de proteger la salud humana y el
ambiente, mejorar la calidad de vida y proporcionar la
Decreto No. 91-2005 DE POLÍTICA oportunidad de un desarrollo sustentable y uno de sus objetivos
NACIONAL PARA LA GESTIÓN INTEGRAL específicos consiste en “Apoyar y propiciar iniciativas de
DE SUSTANCIAS Y RESIDUOS innovación tecnológica y producción más limpia, para prevenir y
PELIGROSOS reducir los riesgos que las sustancias y residuos peligrosos
2005 presentan a la salud humana y el ambiente, a lo largo de todo
su ciclo de vida”.
Acuerdo Administrativo No. 06/05 del Establece que la CCI dependerá del CONICYT y su objetivo
Consejo Nicaragüense de Ciencia y será el de elaborar y desarrollar la Agenda Nacional de
Tecnología (CONICYT): CREACIÓN DE LA Investigación Científica del sector gobierno en conjunto con
COMISIÓN DE CIENCIA E todas las Instituciones involucradas en el tema, en busca de
INVESTIGACIÓN DEL SECTOR utilizar la Ciencia, la Tecnología e Innovación, como elementos
GOBIERNO catalizadores para el desarrollo del país. Ver texto.
Establece que el ComCyE dependerá del CONICYT y tendrá
Acuerdo Administrativo No. 05/05 del
como objetivo elaborar y desarrollar la Agenda Nacional de
Consejo Nicaragüense de Ciencia y
Investigación Científica, en conjunto con todas las instituciones
Tecnología (CONICYT): CREACIÓN DE LA
involucradas en el tema, en el ámbito específico de la Ciencia,
COMISIÓN DE CIENCIA Y EDUCACIÓN
la Tecnología e Innovación, utilizando estos elementos como
DE NICARAGUA
catalizadores para el desarrollo del país. Ver texto.
Decreto A.N. No. 4371: APROBACIÓN DEL Este Decreto establece que uno de los puntos de la Agenda
TRATADO DE LIBRE COMERCIO Complementaria en materia de competitividad, consiste en la

René Escoto 17 COSUDE


MAGFOR Mayo 2008

CENTROAMERICA - ESTADOS UNIDOS incorporación formal de la investigación y desarrollo de las


DE AMÉRICA - REPÚBLICA DOMINICANA Universidades al proceso de producción nacional.
(CAFTA-DR) El Poder Ejecutivo es mandatado a preveer que los nuevos
programas de cooperación avalados por el Estado se incluyan
un componente de innovación y/o transferencia tecnológica.
Esta Ley adopta el concepto de la innovación y la investigación
educativa, lo que implica innovaciones y transformaciones
educativas más ágiles, así como innovaciones curriculares,
metodológicas, tecnológicas, didácticas y de organización en
cada nivel y modalidad del sistema educativo.
La Ley también establece que el Subsistema de Educación
Superior constituye la segunda etapa del sistema educativo que
consolida la formación integral de las personas, produce
conocimiento, desarrolla la investigación e innovación y forma
LEY (No. 582) GENERAL DE EDUCACIÓN
profesionales en el más alto nivel de especialización y
perfeccionamiento en todos los campos del saber, el arte, la
cultura, la ciencia y la tecnología a fin de cubrir la demanda de
la sociedad, comunidad étnica y contribuir al desarrollo y
sostenibilidad del país.
Para el caso de la Educación Técnica y Formación Profesional,
establece que uno de sus objetivos será “Desarrollar
aprendizajes que favorezcan la investigación científica, la
innovación tecnológica, para mejorar la calidad en el empleo”.
En el marco de Políticas Específicas Relacionadas con el
Mejoramiento Continuo de la Calidad y Equidad de la
Formación y Capacitación Laboral Ofrecidos por el INATEC y
las Instituciones Privadas de Formación, se establece que “las
Decreto No. 30-2006: DE LA POLÍTICA
instituciones públicas y privadas deben proporcionar las
NACIONAL DE EMPLEO
competencias necesarias a los trabajadores en cada fase del
desarrollo, que respondan a la organización de la producción,
los cambios en el lugar de trabajo, a la innovación y tendencias
de las tecnologías.”
Establece que la Dirección de Educación Técnica del MEDE
2006 debe, entre otras funciones, desarrollar investigaciones básicas
y aplicadas, innovación tecnológica y formar recursos humanos
Decreto No. 25-2006: REFORMAS Y
calificados en las áreas técnicas, y que la Dirección de
ADICIONES AL DECRETO No. 71-98,
Supervisión debe Impulsar cambios e innovaciones en el
REGLAMENTO DE LA LEY No. 290, LEY
Sistema acordes con la transformación curricular de manera
DE ORGANIZACIÓN, COMPETENCIA Y
planificada de acuerdo a las necesidades y recursos de las
PROCEDIMIENTOS DEL PODER
delegaciones, municipios, y centros educativos.
EJECUTIVO
En el caso del MINSA, establece que la Dirección de
Regulación para la Salud debe, entre otras funciones, evaluar la
tecnología e innovaciones en salud.
Establece, algo confusamente, como uno de los criterios,
requisitos y procedimiento administrativo para obtención de las
licencias para la caza deportiva, el tomar en cuenta “el
Conocimiento, Innovaciones, Prácticas y Usos Tradicionales de
Resolución Ministerial No. 011-2006: CAZA
los Pueblos Indígenas, Comunidades étnicas y Locales,
DEPORTIVA
siempre y cuando no sean acciones u omisiones que generen
maltrato físico y similares a las especies; así como, no
promuevan la violación a las especificaciones contenidas en las
normas técnicas aplicables”.
Establece que una de las estrategias de esta política consistirá
en la “Promoción de Inversiones y Transferencia Tecnológica”
dado que “La producción más limpia está estrechamente
vinculada a la innovación técnica y científica, la investigación y
Decreto No. 22-2006: POLÍTICA NACIONAL desarrollo de nuevas tecnologías y conocimientos para mejorar
DE PRODUCCIÓN MÁS LIMPIA la eficiencia ambiental de la producción y el desarrollo de
recursos humanos altamente capacitados en el tema”. Aquí es
establece un relación estrecha entre la ciencia, tecnología, la
investigación y el desarrollo e innovación tecnológica, la
producción y el medio ambiente.
Se crea el Consejo Nacional de Comunicación y Ciudadanía,
Reformas y Adiciones al Decreto No. 71-98: asumiendo entre otras la función de “Diseñar políticas, planes,
REGLAMENTO DE LA LEY NO. 290, LEY programas y acciones para promover una cultura para la
DE ORGANIZACIÓN, COMPETENCIA Y realización de los objetivos del Gobierno de Reconciliación y
2007
PROCEDIMIENTOS DEL PODER Unidad Nacional, mediante la conservación de los valores y
EJECUTIVO Y SU REFORMA DECRETO costumbres nacionales y la realización de la creatividad y
NO. 25-2006 capacidad de innovación de los y las nicaragüenses a ser
fortalecido con la democracia directa de la democracia de

René Escoto 18 COSUDE


MAGFOR Mayo 2008

ciudadanía”.
La Ley establece que podrían haber perjuicios a los intereses
de los consumidores u otros agentes económicos que se
deriven de prácticas no competitivas, impidiendo a los agentes
económicos desarrollar sus capacidades productivas, o lograr
una mayor eficiencia de la actividad económica, o promover la
Decreto No. 79-2006: REGLAMENTO A LA
innovación o fomentar la inversión productiva y que se
LEY NO. 601, LEY DE PROMOCIÓN DE LA
traduzcan en beneficios a los consumidores, en la actividad
COMPETENCIA
respectiva. En estos casos, además, se deberá establecer, para
efectos de identificar el mercado relevante, entre otros
elementos, “La disponibilidad en el corto plazo de contar con
productos sustitutos como consecuencia de la innovación
tecnológica”.

Los 28 instrumentos jurídicos del Cuadro 2 se desglosan por área de incidencia en la siguiente
forma: 4 en educación (la primera vez en que fue utilizado la acepción de “innovación” fue en el
marco de la educación pública en 1924), 3 sobre incentivos fiscales, 8 relacionadas con la
organización del Poder Ejecutivo (Ley 290, CONICYT y Comisiones, gobierno local), 6 con
políticas publicas especificas (promoción de la competencia, producción mas impía, humedales,
sustancia toxicas, empleo, caza deportiva), 2 con TLC, 3 con programas públicos especiales y
emblemáticos y 1 con las TIC. Ninguno de estos instrumentos, sin embargo, aborda de manera
explicita e integral el ámbito de la innovación

Cabe aquí resaltar, sin embargo, la existencia de un avanzado y moderno anteproyecto de Ley
General de Ciencia, Tecnología e Innovación que fue impulsado por el Consejo Nicaragüense de
Ciencia y Tecnología (CONICYT). El anteproyecto plantea articular estas actividades a través de
mecanismos e instrumentos de gestión adecuados a la organización de los sectores que forman
parte de lo que es denominado como el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología (SINACYT),
con el ultimo propósito de facilitar la vinculación, interacción, transferencia de información y
apoyo en la toma de decisiones para contribuir con el desarrollo sostenible de Nicaragua.
Además, el anteproyecto plantea: (a) definir criterios de estratificación de las instituciones; (b)
definir los mecanismos de transferencia de información entre las entidades vinculantes a la
ciencia, tecnología e innovación; (c) establecer mecanismos de apoyo a la toma de decisiones
en materia de ciencia, tecnología e innovación; y (d) establecer un mecanismo de validación que
sustente las acciones que se desarrollen en el campo de la ciencia, tecnología e innovación. El
anteproyecto también propone crear un “Registro Científico, Tecnológico y de Innovación”.

Aunque Nicaragua ha hecho esfuerzos en alcanzar el nivel de calidad de legislación en estas


materias alcanzado por otros países (latinoamericanos), todavía no cuenta por lo tanto con una
ley general vigente de ciencia, tecnología e innovación que establezca principios generales y
específicos así como los instrumentos requeridos para impulsar estas actividades. No existe un
marco legal coherente que facilite la aplicación de nuevos conocimientos provenientes de dentro
o fuera del país.

III.2 La funcionalidad actual del marco institucional

Las tres funciones de la institucionalidad, según Edquist y Johnson, son: (1) reducción de
incertidumbre, (2) manejar conflictos y promover la cooperación, y (3) proveer incentivos y
canalizar recursos. En esta sección, estas funciones serán utilizadas para interpretar y examinar
tanto la legislación relevante existente (incluyendo parte de la detallada en la sección anterior
respecto a la innovación) como otros elementos del marco institucional que esta relacionado
especialmente al SIAR.

René Escoto 19 COSUDE


MAGFOR Mayo 2008

Función 1: Reducción de incertidumbre

Esta función pretende reducir la incertidumbre, respecto a la honestidad y estabilidad del


comportamiento de otros actores relevantes, que afecta las actividades de innovación. Reglas
del juego clara permiten el desarrollo de actitudes que motivan respuestas rápidas y dinámicas al
contexto cambiante del sector agrícola en el ámbito rural, dado que construyen auto-confianza y
confianza en los otros actores del SIAR, establecen capacidades para estar siempre preparados
y estimulan la creatividad. Esta función incluye la provisión o reducción de las necesidades de
información y conocimiento de los innovadores agrícolas y agroindustriales en el ámbito rural del
país así como el apoyo al desarrollo de mercados de servicios tecnológicos y de desarrollo
empresarial (SDE). De manera más específica, estas instituciones y organismos también brindan
servicios de certificación, estandarización, cultura de calidad, capacitación, educación técnica,
asistencia técnica, etc.

Instituciones formales

La revisión de la legislación muestra que no existe un marco jurídico-institucional dirigido


explícitamente para brindar esta función al SIAR como tal (ni para el sistema nacional de
innovación).

Sin embargo, si existen propuestas legislativas relevantes a esta primera función. El CONICYT,
como vimos anteriormente, en conjunto con otros actores, ha elaborado un anteproyecto de ley
general de ciencia, tecnología e innovación; también ha propuesto un conjunto complementario
de anteproyectos de leyes: Ley de Protección de Datos, el que aborda un tema legislativo de
“nueva generación”, pretendiendo la protección de los datos personales almacenados en ficheros
de datos, sean automatizados o no, públicos y privados; Ley de Delitos Informáticos con el objeto
de prevenir y sancionar los delitos cometidos en contra de los sistemas informáticos, datos o
información almacenada en ficheros automatizados o no, o los cometidos a través del uso de
estos sistemas; Ley de Firma Electrónica dirigido a regular el uso de la firma electrónica en los
actos o contratos celebrados entre personas naturales o Jurídicas llevados a cabo por medios
electrónicos; y, finalmente, Ley de Comercio Electrónico con el propósito de regular el comercio
electrónico celebrado entre personas naturales o jurídicas llevado a cabo por medios
electrónicos (ver http://www.conicyt.gob.ni/anteproyectos.htm).

Este esfuerzo muestra que al menos los actores del sistema más amplio de innovación del país
están interesados en establecer y formalizar reglas institucionales nacionales que regulen las
modalidades básicas de almacenaje, uso, transmisión, recepción e intercambio de información
por medios electrónicos (TIC), los que tienden a aumentar su eficiencia, capacidad de
procesamiento y uso masivo (especialmente los celulares). Existe así un nivel de consciencia
básico sobre la importancia de los sistemas de información para el comercio (p.e. las subastas
electrónicas de cafés de calidad), las finanzas (p.e. banca en línea, transferencias electrónicas
internacionales), desarrollo (p.e. rápida comunicación de conocimientos tácitos) y la superación
de la pobreza (p.e. vinculación INTERNET-radio rural), tanto por parte del sector público como
del privado.

Si están vigentes, sin embargo, numerosas leyes que influyen directa e indirectamente sobre
estos temas, especialmente sobre la innovación, al incidir en su ambiente y contexto. A
continuación se describen dichas leyes/reglamentos y se levantan algunas problemáticas que
surgen al analizarlas rápidamente.

Un primer instrumento jurídico establecido es el Decreto No. 102 de 1979, “Ley Creadora del
Sistema Estadístico Nacional y del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC)” y el

René Escoto 20 COSUDE


MAGFOR Mayo 2008

Decreto 888 de reforma al anterior. Este instrumento jurídico le dio al Sistema Estadístico
Nacional (SEN) la responsabilidad de la regulación, planificación, producción, análisis y difusión
de las estadísticas nacionales, a fin de facilitar el análisis económico y social para los planes y
programas de desarrollo.

Otro conjunto de leyes tiene que ver con la interrelación competitividad-innovación. Los artículos
99, 104 y 105 de la Constitución Política, con relación a las prácticas anticompetitivas, plantean
la defensa del concepto de eficiencia en la asignación de recursos y mayores beneficios al
consumidor, así como garantizar la libertad de empresa y la igualdad de éstas ante la ley. En el
marco de las políticas (llamadas “neo-liberales”) promovidas a partir de los 90, se promovió la
libertad económica, la Inversión Extranjera Directa (IED) y la promoción de la competencia como
principio fundamental del modelo económico. Aunque una ley de promoción de competencia era
el instrumento principal para establecer un marco regulatorio estable y transparente que
minimizara y/o evitara las prácticas comerciales anticompetitivas, especialmente la concertación
de precios y la colusión de productores, esa ley no fue aprobada en 16 años, ni las mismas
instituciones multilaterales y bilaterales de la cooperación internacional asociada presionaron
para que se aprobara en comparación con el tipo de incidencia realizado para la implementación
de otras medidas de ajuste estructural.

Fue sin embargo hasta a finales del 2006 que se aprobaron la Ley (No. 601) de Promoción de la
Competencia y su reglamento, con el propósito de “promover y tutelar la libre competencia entre
los agentes económicos, para garantizar la eficiencia del mercado y el bienestar de los
consumidores, mediante el fomento de la cultura de la competencia, la prevención, la prohibición
y sanción de prácticas anticompetitivas”. La Ley creó, como su propio instrumento fundamental
de aplicación, al Instituto Nacional de Promoción de la Competencia (PROCOMPETENCIA),
como una institución pública autónoma de carácter técnico.

Esta Ley vino a complementar la Ley (No. 182) de Defensa de los Consumidores de 1994 y en
su Reglamento (1999), la que tiene el propósito de garantizar a los consumidores la adquisición
de bienes o servicios de la mejor calidad, en sus relaciones comerciales, mediante un trato
amable, justo y equitativo de parte de las empresas públicas o privadas individuales o colectivas.
De esta forma, la Ley 182 protegía ya desde hace más de una década a los actores productivos
del SIAR al reducir la incertidumbre vinculada a la adquisición y adopción de insumos con
tecnología incorporada p.e. vacunas, semillas mejoradas, etc.

La Ley 601 abordó explícitamente dos temas de ciencia, tecnología e innovación, al exceptuar
(es decir permitir comportamientos de mercado no competitivos) su aplicación a las siguientes
consideraciones:

a) El ejercicio de los Derechos de Propiedad Intelectual que las leyes reconozcan a sus
titulares, siempre y cuando estos no incurran en prácticas anticompetitivas según se definen
en la misma ley.

b) Las actividades entre agentes económicos que tengan por objeto lograr mayor eficiencia en
la actividad productiva y/o de comercialización, entre otras, la armonización de estándares
técnicos y de calidad de productos, adopción de marcas colectivas, y cooperación en
materia de desarrollo tecnológico o medio ambiental, mientras no configuren ninguna de las
conductas prohibidas por la Ley.

La Ley de promoción de la competencia pretende controlar a los oligopolios y monopolios, sin


embargo esto podría tener un efecto ambiguo sobre la innovación. Según Schumpeter estas
últimas estructuras del mercado podrían albergar empresas altamente innovadoras, sin embargo
según otros autores las PYMES tienen mayor capacidad innovadora. Este debate se ve reflejado
en el país y en las propuestas de reforma institucional, teniendo como actores visibles tanto a
grandes agroempresas o agroexportadoras oligopólicas o filiales locales de multinacionales de la
industria alimenticia internacional que pueden controlar eslabones estratégicos de las cadenas

René Escoto 21 COSUDE


MAGFOR Mayo 2008

agroalimentarias del país, así como PYMES y cooperativas agroindustriales y otras rurales que
también innovan fuertemente para sobrevivir aun si los costos incurridos no logran ser
contabilizados como Investigación y Desarrollo (I&D); aunque no todas las grandes
agroempresas del país tienen departamentos especializados, si es mas visible y estimable su
gasto en I&D.

En este sentido cabe resaltar el reciente avance en el establecimiento de un marco jurídico


explícito que procura regular el desarrollo y fortalecimiento de las (aproximadamente 150,000)
PYMES, al aprobarse recientemente en lo general, en enero 2008, la Ley 645 de Fomento y
Desarrollo a la Micro, Pequeña y Mediana Empresa. Esta ley con su eventual reglamento podría
contribuir a la reducción de la incertidumbre general que enfrentan los gerentes o propietarios de
las PYMES (agrícolas y no agrícola), incentivando así su “vigilia tecnológica” y haciendo mas
efectivas sus decisiones sobre que innovaciones seleccionar y adoptar en función de la demanda
y de sus capacidades y/o base tecnológica acumulada (incluyendo las calificaciones, experiencia
y competencias suyas y de su usualmente pequeño personal).

Una situación similar se da en el caso de las cooperativas, las que cuentan con la Ley (No. 499)
General de Cooperativas, aprobada en septiembre del 2004, el Decreto 16-2005, Reglamento de
la Ley General de Cooperativas y el Decreto No. 01-2006 de Reformas al Reglamento de la Ley
General de Cooperativas de enero del 2006.

El país también ha contado con leyes sectoriales para los mercados de energía eléctrica,
telecomunicaciones e hidrocarburos que proveen de servicios fundamentales para las
actividades de los actores del sistema nacional de innovación. Algunas de las leyes más
importantes en esta materia son: la ley general de telecomunicaciones y servicios postales (No
200, agosto 1995); la ley de suministro de hidrocarburos y el capítulo VI sobre promoción de la
competencia (No 277/6, febrero 1998); la ley de la industria eléctrica (No 272, abril 1998) y la ley
de reforma a la ley orgánica del Instituto Nicaragüense de Energía (INE) (No 271, abril 1998).

Otra parte del marco institucional con influencia indirecta sobre la innovación está relacionada
con los arreglos económicos-institucionales de carácter internacional que ha firmado Nicaragua,
tales como los TLC (DR-CAFTA, Taiwán, México) y los que están en proceso de negociación,
incluyendo un eventual Acuerdo de Asociación con la Unión Europea (AAUE), las alianzas como
el ALBA, las mismas reglas resultantes del proceso actual de integración centroamericana y
otros acuerdos internacionales relevantes tales como el Acuerdo de la Ronda de Uruguay, del
cual forman parte el Acuerdo Antidumping, el Acuerdo sobre Subsidios y Derechos
Compensatorios, la Resolución N° 12-95 del Consejo de Ministros Responsables de la
Integración Económica y Desarrollo Regional, el cual aprobó el Reglamento Centroamericano
sobre Prácticas Desleales del Comercio (en 1995), todos ellos consistentes con la Organización
Mundial del Comercio (OMC), el Protocolo de Guatemala del Tratado General sobre la
Integración Económica de América Central (1993), el Convenio sobre el Régimen Arancelario y
Aduanero Centroamericano, etc.

Estos arreglos representan un marco macro-institucional nacional pesado de obligatorio


cumplimiento e implican una agenda legislativa de permanente adecuación de las leyes
nacionales y, aparte de abarcar bastantes áreas de la política económica nacional (monetarias,
fiscal, laboral, inversiones, etc.), vierten señales difusas en algunos casos, y contradictorias, en
otros casos, para la innovación agrícola en el ámbito rural del país. Los cambios institucionales
resultantes, por ejemplo en el SPAR, han sido en buena medida realizados más en función del
incremento de la competitividad basada en ventajas comparativas estáticas (mano de obra
barata, explotación de recursos naturales, etc.) y relativamente menos en la creación de ventajas
competitivas dinámicas basadas en la innovación y el incremento de la productividad, y los
cambios relacionados a estos últimos aspectos no corresponden necesariamente a la realidad
del país. El DR-CAFTA, por ejemplo, tiene importante implicaciones sobre la propiedad
intelectual, el comercio electrónico y la inversión extranjera directa (IED): este TLC establece la
obligación de ratificar varios tratados relativos a la propiedad intelectual relacionados al Convenio

René Escoto 22 COSUDE


MAGFOR Mayo 2008

UPOV, el Tratado de Budapest (sobre el Depósito de Microorganismos), a las patentes sobre


formas de vida superiores (genes, semillas y plantas), etc., sin que al mismo tiempo se hayan
desarrollado las capacidades nacionales en esas áreas.

La IED juega un papel estratégico junto con el comercio internacional en el establecimiento del
ritmo y la dirección de la trayectoria tecnológica de un país cuya economía es totalmente abierta
al exterior, como Nicaragua. Ambas fuerzas son al mismo tiempo una fuente y mecanismo
importante de innovación al facilitar: las transacciones tecnológicas con el exterior, la importación
de equipos y bienes de capital con tecnología avanzada incorporada así como el establecimiento
de contactos con contrapartes comerciales e inversionistas externos que están al tanto de los
avances tecnológicos (especialmente los biotecnológicos), el derrame tecnológico hacia
agroempresas nacionales grandes e incluso a PYMES agroindustriales, transferencia de equipos
y conocimiento tecnológico entre las casas matrices y las filiales en Nicaragua, así como la
capacitación de personal (visitas, pasantías e intercambio de información). Estas fuerzas
económicas explican importantes innovaciones tecnológicas en el sector, como las ocurridas con
relación a la producción de etanol en la industria azucarera.

No obstante, ambas fuerzas pueden terminar reforzando las diferencias entre los países
tecnológicamente avanzados (que aprovechan sus círculos virtuosos basados en la gestión del
conocimiento) y los menos avanzados (que tienen que enfrentar círculos viciosos en los que la
pobreza juega un papel bastante determinante) como Nicaragua. En este contexto resalta aun
más la ausencia de un marco institucional integral para la ciencia, tecnología y la innovación,
desarrollado gradualmente y en función de políticas nacionales de desarrollo, que
deliberadamente procure regular el papel de la IED, la cooperación y de los préstamos
internacionales y de los correspondientes procesos de aprendizaje institucional con el propósito
de transformar el sistema de innovación/SIAR en función de los objetivos nacionales. Se
requiere una comprensión de cuándo, dónde y hasta qué punto las instituciones extranjeras se
pueden y deben realmente adoptar y adaptar a las realidades propias de Nicaragua, en lugar de
responder fundamentalmente a las agendas externas.

Por otra parte, y a manera de ejemplo, el ALBA y un eventual AAUE, se basan en algunos
principios, reglas y alcances diferentes a los de los típicos TLCs. Con esta nueva agenda, los
costos de transacción para el cumplimiento y armonización de todos estos marcos jurídicos son
cada vez mas altos para un pequeño país como Nicaragua y sus implicaciones sobre los
procesos nacionales de ciencia, tecnología e innovación son difíciles de predecir.

El tema de la propiedad intelectual es de relativamente mayor interés para los actores


internacionales que pueden capitalizar sus inversiones en I&D (multinacionales agroalimentarias,
empresas biotecnológicas, gobiernos de países industrializados). Aunque este tema es abordado
en Nicaragua en al menos 7211 leyes y decretos, su aplicación es pasiva y defensiva. Las
decisiones mas transcendentales tomadas por el país al respecto han sido: (a) la negociación y
aprobación del “Acuerdo sobre la Protección de los Derechos de Propiedad Intelectual”, suscrito
muy tempranamente12 en enero de 1998 entre Nicaragua y los EEUU; y (b) la adhesión en 2002
al Tratado de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), sobre Derecho de
Autor (WCT) y sobre Interpretación o Ejecución y Fonogramas (WPPT), conocidos como
“Tratados sobre Internet” del año 1996. También son importantes la adhesión a otros acuerdos
internacionales como el Protocolo de Cartagena sobre seguridad de la biotecnología, Convenio

11
Esta cifra resulta de la aplicación del buscador temático de la página WEB de la Asamblea Nacional:
http://www.asamblea.gob.ni/index.php?option=com_wrapper&Itemid=153
12
Esto convirtió a Nicaragua en el único país de la región que tenía un acuerdo bilateral del tema de propiedad intelectual con Estados
Unidos.

René Escoto 23 COSUDE


MAGFOR Mayo 2008

Centroamericano de Biodiversidad, la Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones


Vegetales (UPOV)13 y el de biodiversidad, etc.

La adhesión al OMPI constituyó el contexto en el cual se discutieron y aprobaron un conjunto de


leyes relacionadas a la propiedad intelectual. Estas leyes son usualmente justificadas en
términos de la protección de la “apropiabilidad”14 de las innovaciones que es necesaria para
incentivar a los innovadores. Entre las principales leyes15 con sus reglamentos y
modificaciones16 posteriormente aprobadas, y que son relevantes para el sector agrícola en el
ámbito rural, se encuentran: la Ley (No. 312) de Derecho de Autor y Derechos Conexos
(aprobada en 1999) que entre otras cosas regula los derechos de Autor sobre las obras literarias,
artesanales, artísticas o científicas, la Ley (No. 354) de Patentes de Invención, Modelo de
Utilidad y Diseños Industriales (aprobada en el 2000), que regula la protección de las
invenciones, los dibujos y modelos de utilidad, los diseños industriales, los secretos
empresariales y la prevención de actos que constituyan competencia desleal, y la Ley (No. 380)
de Marcas y Otros Signos Distintivos (aprobada en 2001 ).

A pesar de todas estas leyes, todavía no existe en el país un mercado desarrollado que este
basado en patentes y marcas locales, la preferencia es hacia el uso de conocimientos externos y
predomina el registro de patentes y marcas extranjeras (Alange y Scheinberg). En cualquier
caso, los derechos de propiedad intelectual no han sido de mucha importancia en los países en
vías de desarrollo por varias razones y mas bien se hace necesario que se adapte este tipo de
legislación a las propias necesidades de estos países (ver Banco Mundial 2008), y Nicaragua no
es una excepción en este aspecto.

En el ámbito de los trabajadores del conocimiento que ofrecen servicios de asesoría, asistencia
técnica y consultoría, tanto al sector público como al privado, también se pueden identificar un
conjunto de leyes relevantes. La Ley (No. 505) que regula la “Contratación de los Servicios de
Profesionales y Técnicos Nicaragüenses en los Programas y Proyectos del Sector Público que
se Financian con Fondos Provenientes de Gobiernos u Organismos Internacionales” (aprobada
2005) tiene por objeto regular la contratación preferente de los servicios de profesionales y
técnicos nicaragüenses en la preparación, elaboración y ejecución de los programas y proyectos
del sector público, que contemplen financiamiento mediante préstamos otorgados por gobiernos
u organismos internacionales o nacionales. Esta Ley también regula los contratos relacionados a
los programas y proyectos del sector privado en los cuales el Estado sirva como intermediador
del financiamiento o garante del mismo. La Ley 505 establece que en los programas y proyectos
que se reciban en concepto de donación, deberá ejecutarse la misma política de preferencia de
contratación de profesionales y técnicos nicaragüenses, siempre que no se establezca lo
contrario en sus propios instrumentos.

La ley 505 fundamentalmente regula el aspecto contractual y trata de proteger el mercado


nacional de consultorías cuya demanda es impulsada por la cooperación internacional, lo que es
un avance dada la asimetría y las distorsiones del mercado internacional del conocimiento. Este
mercado ha crecido en el país de manera simultánea con el debilitamiento de las unidades y

13
Ley No. 318 de Protección para las Obtenciones Vegetales tiene el propósito de establecer las normas para la protección de los
derechos de las personas naturales o jurídicas que, ya sea por medios naturales o manipulación genética, hayan creado o descubierto y
puesto a punto, una nueva variedad vegetal, a quien se le denominará el obtentor. MIFIC es la entidad pública encargada de aplicar la
Ley.
14
En realidad la innovación, siendo información, solo puede ser apropiada de manera imperfecta, dado que la conversión de
conocimientos tácitos en explícitos y codificables (externalización) nunca se cumple totalmente; por otra parte, la apropiación de la
innovación que podría estar o no protegida por los innovadores, por parte de otros actores (competencia) sin pagar su costo, se
encuentra también limitada por la necesidad de estos últimos de impulsar un proceso de aprendizaje localizado, específico e
irreversible. De allí surge la importancia de las redes y alianzas para la innovación con sus propios marcos institucionales semi-
formales y que promueven procesos particulares de innovación entre actores (PMP, MIPYMES, cooperativas, etc.) que tienen sus
propias características y dinámicas.
15
La mayoría de estas leyes fueron aprobadas en el 2001.
16
En el año 2006 se modificaron varias de estas leyes.

René Escoto 24 COSUDE


MAGFOR Mayo 2008

capacidades de planificación del SPAR en general y del MAGFOR en particular, asumiendo


estas funciones firmas consultoras, consultores individuales, centros de investigación, etc.,
utilizando una variedad de metodología, herramientas e instrumentos. En los últimos años con el
enfoque sectorial y el diseño e implementación de PRORURAL, la capacidad de planificación del
SPAR fue fortalecida hasta cierto punto y puesta de nuevo a trabajar, aunque todavía hace falta
capacidades para analizar y procesar bases de datos e información a fin de convertirla en
conocimiento útil para los PMP, MIPYMES y cooperativas agrícolas y agroindustriales.
Particularmente, hace falta mucha capacidad en el SPAR para ejercer una función pública de
pensamiento de largo plazo (ver Medina), aunque en general si tiene capacidad para recolectar
información y ha logrado diseñar y poner en línea (Internet) diversos sistema de información
agrícola, de precios y mercados, comercial, institucional, etc. MIFIC y otras instituciones han
hecho lo mismo con información tecnológica, agroindustrial, comercial, mercados y tratados
internacionales, institucional, etc. En ambos casos, la divulgación de información también ha
sido justificada como una medida necesaria para mejorar la libre competencia de los mercados.

Sin embargo, el tema de la gestión del conocimiento en el sector público no esta adecuadamente
regulado todavía. Los técnicos y profesionales nicaragüenses, especialmente los que trabajan en
los ámbitos de la innovación tecnológica (nacional y/o agrícola) y en la innovación institucional,
tienen calificaciones y competencias que en buena parte solo se puede adquirir o transferir
(socializar) a través del aprendizaje (que genera nuevas calificaciones y competencias),
acumulando o interactuando en el ámbito de trabajo público y/o privado. No obstante, a través de
las consultorías, giras de campo, talleres, informes, etc., estos conocimientos tienden a ser
codificados y externalizados, lo que por un lado tiende facilitar el incremento de la velocidad de
su difusión, la innovación y el crecimiento económico y el desarrollo, dado que reduce el tiempo y
los costos de los procesos de adopción y adaptación de nuevas tecnologías (agrícolas,
agroindustriales, etc.) y metodologías de trabajo institucional, y disminuye la incertidumbre y la
asimetría de la información en las transacciones o contrataciones para estudios, investigaciones
y consultorías que generan conocimientos científicos y técnicos.

Sin embargo, por otro lado, esta externalización facilita una apropiación desigual de la renta
tecnológica o “metodológica” que es generada gracias a la base de conocimientos tácitos
acumulados por los profesionales y técnicos nacionales17, sin menoscabo del aporte por los
expertos internacionales. Se ha dejado por lo tanto de lado el tema de la apropiabilidad de los
conocimientos tácitos de los profesionales nicaragüenses que logran ser codificados y
explicitados en los informes presentados por firmas consultoras internacionales o por
investigadores externos que en muchas ocasiones han sub-contratado a los nacionales de
manera informal y a tasas (honorarios) muy por debajo de las internacionales. De hecho hace
falta complementar y armonizar esta ley con la Ley 312 mencionada anteriormente,
especialmente en la medida que los resultados (informes) presentado son de carácter científico
(natural o social).

De hecho, desde la óptica de la gestión de conocimientos y de la innovación, se requiere


ordenar, analizar y sistematizar el contenido de numerosos, variados y ricos estudios que han
sido realizados en las últimas décadas, incluyendo la derivación de “lecciones aprendidas”
relevantes, que permita profundizar las políticas y estrategias sectoriales así como mejorar la
implementación (eficacia e impacto) de los distintos componentes y ejes transversales de
programas sectoriales agrícolas-rurales como PRORURAL, incluyendo las intervenciones
públicas en los ámbitos de la ciencia, tecnología e innovación agrícola en el ámbito rural. Una
buena parte de los conocimientos tácitos involucrados podrían y deberían ser codificados y
explicitados, de tal manera que estén al servicio de las distintas instancias tanto públicas como
privadas (empresariales, sociedad civil) que participan en estas intervenciones, para su uso

17
Ver Huete (2008) para solamente dos casos de los muchos que seguramente han ocurrido en el país: la publicación en Nature sobre
la evolución simpátrida en peces en la Laguna de Apoyo y la publicación en la revista Science sobre la creación de un nuevo lenguaje
por parte de niños sordomudos de los barrios San Judas y Villa Libertad.

René Escoto 25 COSUDE


MAGFOR Mayo 2008

práctico y oportuno; estos conocimientos junto con los conocimientos científicos y tecnológicos
tradicionales deberían además estar insertos y fluir con soltura en los sub-sistemas de
información y conocimiento vinculados al SIAR, tal como el SISEVA, o en redes de información,
como RENIDA, basados en una plataforma moderna de TIC. Cabe mencionar que en las
paginas WEB de las agencias de cooperación de los países donantes se pueden encontrar
numerosos documentos (la mayoría en inglés) conteniendo estudios sobre Nicaragua, pero no
están ni institucional ni electrónicamente vinculados a sistemas informáticos del país y tampoco
son ampliamente consultados (o referidos) por actores nacionales18. Además, mucha información
y documentación ha sido “perdida” con cada cambio de gobierno, e incluso con cambios de
administradores públicos dentro de un mismo gobierno, llevándosela los funcionarios,
consultores o asesores, nacionales o extranjeros, que la han trabajado o comisionado.

En este sentido cabe resaltar la nueva Ley (No. 621) de Acceso a la Información Pública
(aprobada en 2007) que norma, garantiza y promueve el ejercicio del derecho de acceso a la
información pública existente en los documentos, archivos y bases de datos de las entidades o
instituciones públicas, las sociedades mixtas y las subvencionadas por el Estado, así como las
entidades privadas que administren, manejen o reciban recursos públicos, beneficios fiscales u
otros beneficios, concesiones o ventajas. Recientemente (enero 2008) entró en vigencia el
reglamento a esta Ley mediante el Decreto No. 81-2007. La Ley establece una Oficina de
Acceso a la Información Pública (OAIP) en cada institución pública y/o privada obligada a dar
información al público. Esta moderna y avanzada Ley y su Reglamento le da a los actores del
sistema de innovación nacional y del SIAR la capacidad de acceder a información y
conocimientos acumulados en el sector público, además de la posibilidad de hacer disponible al
público la información y conocimiento acumulado en las agencias de cooperación en el caso de
su recuperación ordenada.

Por otra parte, el sector público ya cuenta con la Ley (No. 476) del Servicio Civil y de la Carrera
Administrativa (aprobada en 2003) que pretende garantizar la eficiencia de la administración
pública y los derechos y deberes de los servidores públicos. Esta ley, entre otras cosas,
establece una importante base para la acumulación de conocimientos tácitos y explícitos en el
sector público al darle certidumbre a aquellos servidores públicos que quieren desarrollar una
carrera administrativa, lo que es particularmente importante cuando se trata de los largos
procesos de avance en conocimientos científicos de innovación tecnológica e incluso de
innovación institucional.

Como se puede observar, con las leyes 476, 621 y 505, y una legislación apropiada para
asegurar la apropiabilidad de los conocimientos generados en el marco de los estudios
realizados con fondos de la cooperación, se podría complementar y/o neutralizar los aspectos
dañinos a los intereses nacionales que resultarían de la asimetría en la generación, acceso y
apropiación a la información y los conocimientos científicos y tecnológicos entre Nicaragua y sus
socios comerciales y de la cooperación internacional; asimetría que podría haberse reforzado por
la Ley 312 (Derechos de Autor) y otros instrumentos vinculados. En este sentido cabe también
plantearse el establecimiento de un marco institucional que facilite la creación y fortalecimiento
de redes de conocimientos nacionales y regionales así como de la cooperación sur-sur en el
ámbito de la asistencia técnica. Hace falta un marco jurídico que, a partir de las implicaciones de
los acuerdos TLCs y de ALBA ya negociados, asegure este propósito estableciendo desde ya
una base para las actuales negociaciones para un AAUE y de otros TLCs y para el proceso de
integración regional.

En este sentido hay que resaltar también que el marco jurídico actual que pretende proteger la
propiedad intelectual contrasta con la ausencia de un marco institucional que proteja las
innovaciones organizacionales e institucionales que pudieran darse en el país,

18
El sector público, como el SPAR, tiene también que desarrollar sus capacidades analíticas y de gestión del conocimiento, para
aprovechar toda esta información y conocimiento.

René Escoto 26 COSUDE


MAGFOR Mayo 2008

desincentivándolas, por ejemplo entre MIPYMES, cooperativas, organizaciones de la sociedad


civil, etc., a través de redes, alianzas (pública-privadas y entre actores privados) y otras formas
de cooperación e iniciativas conjuntas incluso con actores públicos y privados externos.

Otras leyes relevantes

Regresando a la Ley 582, la Ley General de Educación (aprobada en 2006), ésta regula todas
las actividades educativas públicas y privadas desarrolladas el país y establece los lineamientos
generales de la Educación y del Sistema Educativo Nacional (integrado por los subsistemas de:
educación básica y media, educación técnica y profesional, educación autonómica regional,
educación extraescolar y educación superior), y las atribuciones y obligaciones del Estado. Esta
ley plantea que unos de los fines de la educación será precisamente el “acceso a la Ciencia, la
Técnica y la Cultura, el desarrollo de la capacidad crítica, autocrítica, reflexiva, analítica y
propositiva que fortalezca el avance científico y tecnológico nacional, orientado al mejoramiento
de la calidad de vida de la población, a la participación ciudadana en la búsqueda de alternativas
de so a los problemas y al progreso social y económico del país”. La Ley 582 también establece
al Consejo Nacional de Educación como el órgano público superior para armonizar y articulación
todos los subsistemas educativos, aunque no establece vinculaciones de intercambio de
información o conocimiento con los subsistemas de asistencia técnica y extensión del sistema de
innovación nacional; tampoco lo hizo con relación al sub-sistema de investigación mas allá de lo
mencionado anteriormente en el Título III de esta Ley.

La Ley 582 también establece al Subsistema de Educación Técnica y Formación Profesional,


con el mandato de brindar atención educativa a los jóvenes y adultos que deseen continuar
estudios en este nivel para incrementar y consolidar sus capacidades intelectuales, científico-
técnicas, formación integral y el fortalecimiento del ser humano, a fin de que puedan continuar
estudios superiores o participar eficientemente en la vida del trabajo, dando al Instituto Nacional
Tecnológico (INATEC) el rol de administrar al subsistema; su Ley Orgánica le mandata, entre
otras cosas (ver mas adelante), a autorizar y registrar la apertura y funcionamiento de centros,
institutos, escuelas y politécnicos públicos y privados, que se incorporen al Sub-Sistema de
Formación Profesional. Entre los objetivos del subsistema esta el de desarrollar aprendizajes que
favorezcan la investigación científica, la innovación tecnológica, para mejorar la calidad en el
empleo, y formar y capacitar en competencias científico técnico y valores requeridos para
impulsar el desarrollo socio económico y productivo del país.

Respecto al Subsistema de Educación Superior, la Ley 582 le asigna la función de consolidar la


formación integral de las personas, producir conocimientos, desarrollar la investigación e
innovación y formar profesionales en el más alto nivel de especialización y perfeccionamiento en
todos los campos del saber, el arte, la cultura, la ciencia y la tecnología a fin de cubrir la
demanda de la sociedad, comunidad étnica y contribuir al desarrollo y sostenibilidad del país.
Si las instituciones universitarias se rigen por la Ley 89 de Autonomía de la Educación Superior,
la Ley 582 establece al Consejo Nacional de Rectores (CNR) integrado por lo rectores de
universidades públicas y privadas, como el órgano superior especializado y consultivo en materia
académica relacionada al Subsistema de Educación Superior. El CNR define las políticas y
estrategias de desarrollo universitario y la adopción de políticas de coordinación y articulación del
subsistema.

Siempre en el ámbito de la educación y la capacitación, la política nacional de empleo (Decreto


30-2006), como se vio en el Cuadro 2, regula a las instituciones públicas y privadas que
capacitan a los trabajadores entre otras cosas en función de la innovación tecnológica; sin
embargo, esta política deja de lado el papel de la educación superior en la formación de
competencias profesionales de cara al avance científico-técnico internacional, lo que es mas bien
abordado en la Ley (No. 582) General de Educación.

René Escoto 27 COSUDE


MAGFOR Mayo 2008

Por otra parte, la Agenda Complementaria del CAFTA-DR (ver Cuadro 2) establece que la
currícula de graduación de los futuros profesionales deberá dar énfasis a la transmisión del
conocimiento para los productores pequeños y medianos y artesanales de nuestro país,
interactuando sus horas prácticas y tesis a través de dichos programas, vinculando asi
directamente la educación superior con la asistencia técnica.

El país también cuenta con la Ley (No. 219) de Normalización Técnica y Calidad (aprobada
1996), la que pretende fomentar el mejoramiento continuo de los procesos de producción y
calidad de los productos y servicios ofrecidos a los consumidores y usuarios, ordenar e integrar
las actividades de los sectores público, privado, científico-técnico y de los consumidores para la
elaboración, adopción, adaptación y revisión de las normas técnicas, establecer un
procedimiento uniforme de elaboración de normas técnicas, similar al usado internacionalmente,
y establecer laboratorios de pruebas, ensayos y calibración como parte del sistema de
acreditación empleado por los organismos correspondientes. Esta ley contribuye al proceso de
difusión de innovaciones, reduciendo la incertidumbre, ampliando el mercado de los productos
agrícolas y agroindustriales, bajando los costos unitarios de producción y aumentando los
rendimientos de escala y la productividad. El país tiene ya un buen conjunto de Normas Técnicas
Obligatorias Nicaragüenses (denominadas NTON, ver
20
http://www.mific.gob.ni:81/docushare/dsweb/View/Collection-123) .

La Ley 219 es complementada por la Ley (No.225) de Metrología (aprobada en 1996) y tiene por
objeto adoptar y desarrollar el Sistema Internacional de Unidades, conocido internacionalmente
con las siglas "SI", basado en el sistema métrico decimal y en sus unidades básicas, derivadas y
suplementarias. Con base en este sistema internacional se establecerán los patrones nacionales
de las unidades básicas de medida, así como regular en lo general los aspectos relativos a la
metrología.

En lo que se refiere específicamente al sector agrícola, existe un conjunto de leyes que entre
otras funciones, obligan a proveer información, certificar la calidad y/o regular el uso y
disposición de insumos agrícolas que tienen tecnología incorporada. Estas leyes y sus
reglamentos y decretos relacionados fueron identificadas y analizadas por el estudio de FUNICA
(Schaltteger, Arguello et al 2002)21; algunas de estas leyes son abordas en otras partes de este
documento, siendo las restantes principales las siguientes: Ley (No. 280) de Producción y
Comercio de Semillas, Ley (No. 274) Básica para la Regulación y Control de Plaguicidas,
Sustancias Tóxicas, Peligrosas y Otras Similares, Ley (No. 217) del Medio Ambiente y Recursos
Naturales, Ley (No. 291) Básica de Salud Animal y Sanidad Vegetal (especialmente el Título VI),
Ley (No. 462) de Conservación, Fomento y Desarrollo Sostenible del Sector Forestal (aprobada
en 2003), Ley No. 40 de Municipios (1988) y las Reformas e Incorporaciones a la Ley No. 40,
Ley de Municipios Leyes No. 40 y 261, y la Ley No. 318 de Protección para las Obtenciones
Vegetales (aprobada en 1999). Todas estas leyes regulan los siguientes ámbitos de la
innovación agrícola: semillas, agroquímicos, biotecnología y biodiversidad, forestal, suelos y
aguas, certificación de productos orgánicos, normas y estándares sobre la calidad de alimentos y
registro realimentos procesados, desechos sólidos y líquidos, tierras, gobierno local, etc.

En el ámbito de las TIC, la Ley (No. 200) General de Telecomunicaciones y Servicios Postales
(aprobada en Julio, 1995) establece el marco regulatorio para estos servicios, pretendiendo
establecer un contexto competitivo y eficiente en el uso del espectro radioeléctrico nacional por
parte de los oferentes nacionales e internacionales, así como los derechos de los usuarios.

19
Recientemente el MIFIC puso a consulta un conjunto amplio de normativas NTOM, la mayoría de las cuales son agrícolas y
agroindustriales y del ámbito rural, ver http://www.mific.gob.ni:81/docushare/dsweb/View/Collection-121 .
20
Recientemente el MIFIC puso a consulta un conjunto amplio de normativas NTOM, la mayoría de las cuales son agrícolas y
agroindustriales y del ámbito rural, ver http://www.mific.gob.ni:81/docushare/dsweb/View/Collection-121 .
21
Ver pie de página no. 8.

René Escoto 28 COSUDE


MAGFOR Mayo 2008

Dada la importancia de los servicios financieros para la innovación, especialmente desde el


punto de vista de largo plazo, cabe mencionar la existencia de dos leyes que dan mayor
certidumbre a aquellos innovadores del sector agrícola y agroindustrial del país que buscan
financiamiento para su proyectos: la Ley (No. 316) de la Superintendencia de Bancos y de Otras
Instituciones Financieras y la Ley (No. 561), Ley General de Bancos, Instituciones Financieras
No Bancarias y Grupos Financieros (aprobada en 2005). Si bien esta Ley también contribuye a
otras de las funciones de la institucionalidad para la innovación22, juega un papel importante en
asegurar que los actores del SIAR accedan a información sobre los oferentes de servicios
financieros y de seguros, especialmente sobre la salud de sus estados financieros.

Finalmente, dada las características históricas específicas de Nicaragua, cabe resaltar la


importancia del ordenamiento de la tenencia y la consolidación de derechos de propiedad para la
innovación agrícola y rural en función del uso productivo y sostenible de la tierra. Todos los
países requieres de un marco institucional que propicie el desarrollo del mercado de la tierra en
condiciones más competitivas, tanto para facilitar una mejor distribución de la tierra como para
ampliar su tasa de utilización, con su consecuente efecto en la demanda de bienes y servicios
tecnológico23s. La incertidumbre sobre derechos de propiedad a la tierra desincentiva la
innovación caracterizada por el uso mas intensivo y sostenible para el largo plazo del factor
productivo de la tierra. La Constitución, establece en el artículo 5 “De los principios
fundamentales,” el reconocimiento a las distintas formas de propiedad sobre la tierra; en sus
artículos 102 y 103, garantiza la participación en la economía nacional, de todas las formas de
propiedad, pública, privada, asociativa, cooperativa y comunitaria, siempre y cuando sus
intereses estén supeditados a los intereses superiores de la nación y cumplan una función social;
y en los artículos 44, 99 y 108 se garantizan los derechos de propiedad inmueble, prohibiéndose
la confiscación de bienes y garantizándose la propiedad de la tierra a todos los propietarios que
la trabajen productiva y eficientemente. Nicaragua también ha suscrito una serie de instrumentos
relevantes a nivel multilateral en cuanto al ejercicio de los derechos a la Tierra.24

Organizaciones claves de la Función 1

El SEN está formado por el INEC (hoy denominado Instituto Nacional de Información de
Desarrollo –INIDE-, la rectoría del BCN), los servicios estadísticos de los Ministerios y sus
dependencias departamentales, así como por los de la Corte Suprema de Justicia, de los Entes
Autónomos y servicios descentralizados, de las Municipalidades, los de las Empresas
Gubernamentales y otras entidades productoras de estadísticas de interés nacional autorizadas
por el INIDE. Los propósitos del SEN son los de: (i) proporcionar información y elementos de
juicio estadísticos para la formulación y ejecución de la política nacional a corto, mediano y largo
plazo; (ii) realizar los trabajos de recopilar, elaborar, analizar y publicar la información estadística
del país; (iii) asegurar la comparabilidad de la información estadística mediante la unidad
metodológica y técnica; y (iv) proveer la información estadística oficial. Existe también un nuevo
anteproyecto de ley creadora del INEC/INIDE.

Bajo este marco, el MAGFOR tiene a su cargo varios sistemas de información: (i) el Sistema de
Estadísticas Agropecuarias, que maneja información sobre siembras, cosechas, producción,
rendimiento y precio de los cultivos, a nivel nacional y regional; (ii) el Sistema de información

22
Más adelante se abordará específicamente la institucionalidad relacionada con la provisión de incentivos para la innovación, es
decir, la Función 3, lo que vuelve a relevar el papel del sector financiero para el aceleramiento de la innovación.
23
Ver Tollini, pag. 12.
24
La Declaración Universal de Derechos Humanos, La Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre (OEA), la
ratificación de la CEDAW sobre la no discriminación contra las mujeres, el Convenio de las Naciones Unidas de Lucha contra la
Desertificación en los Países afectados por sequía grave o desertificación, en particular en África, El Convenio de Diversidad
Biológica, La Resolución VI de la Conferencia Mundial de la Alimentación de 1974, El Plan de Acción de Nairobi de Desertificación
y Sequía; y La Carta Mundial de los Suelos.

René Escoto 29 COSUDE


MAGFOR Mayo 2008

geográfica del sector agropecuario y forestal; (iii) el Servicio de Información de Precios y


Mercados Agropecuarios (SIPMA) que maneja información de precios y mercados a nivel
nacional e internacional; (iv) el Sistema de Información de Seguridad Alimentaria (SISSAN) que
maneja información de producción, comercialización, salud, nutrición, educación, pobreza y
vulnerabilidad; y (v) el Sistema de Información Agropecuaria (SIA), que fue creado precisamente
en el marco de PNTFTA/PTA I pero que en realidad no ha sido desarrollado mas para servir de
manera particular al SIAR (ver Dumazert 2007). Las otras instituciones del SPAR también
generan y manejan sistemas de información con variados grados de desarrollo (ver Dumazert),
destacándose el Sistema Nacional de Información Ambiental (SINIA) manejado por el MARENA.
Recientemente se ha reactivado la Red Nacional de Información Ambiental del SINIA.

En su conjunto todos estos sistemas reflejan tanto la necesidad de responder a las necesidades
de información derivadas de los compromisos económicos-comerciales mencionados en la sub-
sección anterior, como demandas provenientes del sector ambiental y social (seguridad
alimentaria). En los últimos años se vienen realizando esfuerzos para mejorar la recolección de
la información, la creación de base de datos, la calidad de la información que fluye en ellos y su
utilización para la realización de estudios y la toma de decisiones de políticas.

Existen además varias redes de información relevantes a la innovación, tal como la Red Nacional
de Información y Documentación Agraria de Nicaragua (Renida: http://www.una.edu.ni/renida). La
sociedad civil y sus ONG tienen también un portal relevante:
http://www.lasociedadcivilnicaragua.org.

El MIFIC, por su parte, tiene el mandato de aplicar varias leyes, tales como las números 182,
219, 225, 312, 354, 380 y 601 a través de la Dirección General de Competencia y Transparencia
en los Mercados (el instituto PROCOMPETENCIA prácticamente no esta funcionando aún). El
MIFIC también tiene la responsabilidad de administrar los acuerdos comerciales internacionales
vigentes con terceros países a través de la Dirección de Aplicación de Tratados. Mucha de estas
leyes tienen sus comisiones especiales, como la Comisión Nacional de Normalización Técnica y
Calidad, etc. El MAGFOR/DGPSA también juega un papel importante en la definición de la
NTON agrícolas.

Por otra parte, aunque se cuenta con el marco jurídico y los sistemas de información
mencionados anteriormente, todavía hace falta generar, de manera mas sistemática y
comprensiva, las estadísticas y de estudios de mercado de calidad que son necesarios tanto
para identificar prácticas monopólicas u oligopólicas que violan las leyes o para implementar
políticas públicas correctivas, como para que el sistema nacional de innovación y el SIAR
funcionen mejor. Los PMP y las cooperativas, MIPYME agrícolas y agroindustriales en particular
todavía tienen relativamente poco acceso a información científica y tecnológica.

La Ley No. 621 de Acceso a la Información Pública recientemente creó los siguientes
mecanismos: (i) la Comisión Nacional de Acceso a la Información Pública integrada por un
representante de la Coordinación de Acceso a la Información de cada Poder del Estado y
Gobiernos Regionales Autónomos de la Costa Atlántica y por 5 representantes de las
Coordinaciones de Acceso a la Información de los Gobiernos Municipales, con el objeto de
formular políticas públicas, promover la divulgación y cumplimiento de la Ley y la formación y
capacitación de los recursos humanos; (ii) la Coordinación de Acceso a la Información Pública:
en cada Poder del Estado, Gobiernos Regionales Autónomos de la Costa Atlántica y Gobiernos
Municipales, siendo la segunda instancia para conocer y resolver los recursos de apelación ante
la negativa de solicitudes de acceso a información pública; y (iii) la Comisión Permanente
Conjunta, conformada por el Instituto Nicaragüense de Cultura (INC) y INIDE para atender los
requerimientos de las instituciones públicas sobre documentos a ser suministrados al banco de
datos nacional y elaborar las directrices de resguardo y preservación de la documentación que
integre el banco de datos nacional.

René Escoto 30 COSUDE


MAGFOR Mayo 2008

Existen actores públicos y privados (especialmente oferentes de SDE) que apoyan a las
MIPYMES. En el sector público se encuentran la Dirección de la Pequeña y Mediana Empresa
(DPYME) del MIFIC, el Instituto de la Pequeña y Mediana Empresa (INPYME), Consejo
Nicaragüense de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (CONIMIPYME), Consejo Superior de la
Micro, Pequeña y Mediana Empresa (COSUMIPYME), INATEC, etc. Por su parte la autoridad
para la aplicación de las leyes de la cooperativas es el Instituto Nicaragüense de Fomento
Cooperativo (INFOCOOP, el cual tendrá como uno de sus miembros al Consejo Nacional de
Cooperativas (CONACOOP); ambos fueron recientemente constituidos en diciembre del 2007.

Al MEDE, junto con el INATEC y el CNU, le toca la aplicación de la Ley 582. El INATEC tiene las
funciones de (a) definir las políticas nacionales de formación profesional (educación técnica y
capacitación profesional); (b) administrar, organizar, planificar, ejecutar, controlar y evaluar las
actividades del Subsistema de Formación Profesional como parte integrante del Sistema
Educativo Nacional; (c) impulsar el desarrollo coherente y armonioso de los recursos humanos
calificados que requiere el desarrollo socio económico del país; y (d) desarrollar la formación
profesional en relación directa con los requerimientos de los sectores económicos nacionales y
los intereses individuales de las personas.

Existen en el país numerosas empresas privadas y ONG que brindan a los PMP, MIPYMES y
cooperativas y grandes empresas agrícolas y agroindustriales, servicios de información
tecnológica, capacitación y educación técnica agrícola y de desarrollo rural, promoción de la
cultura de calidad normalización y certificación (orgánicas, etc.) y otros SDE (ver González 2004
y Consejo Asesor de la Sociedad Civil ante el BID). El INATEC ofrece servicios de capacitación
(bachilleratos) técnica agrícola que facilita la innovación. Estos oferentes conforman el sub-
sistema de educación técnica agrícola y capacitación (SETAC) que empezó a interrelacionarse
de una manera más sistemática durante la implementación del PNTFTA/PTA I durante el periodo
2001-5, pero que no ha logrado estabilizar y profundizar su asociación con los servicios de
asistencia técnica e investigación en parte debido a que el marco institucional descrito tiende
mas bien a incentivar su operación aislada dentro del SIAR.

A nivel de la educación superior, existen numerosas universidades publicas y privadas que


brindan servicios de educación e incluso servicios de consultoría (UCA/NITLAPAN, UNAN, UAM,
UNI, UPOLI, UCC, etc.), las que bajo la coordinación del CNU están en un franco proceso de
modernización institucional (acreditación, reconversión curricular, etc.).

La DGPSA, aunque es una entidad bien especializada esta integrada en el MAGFOR por la Ley
290, habiendo sin embargo tenido tradicionalmente bastante autonomía de acción. La DGPSA
juega un papel importante en la armonización de las normas y regulaciones nacionales con las
internacionales y regionales, y por lo tanto influye críticamente en los procesos de adopción de la
tecnología incorporada en los insumos agrícolas importados (semillas, agroquímicos, etc.) y
producidos localmente (p.e. certificación de la producción privada y regulación del mercado de
semillas básicas).

Entre las principales asociaciones gremiales y empresariales que manejan información y además
brindan servicios (tipo SDE, asistencia técnica) a sus afiliados se encuentran: Unión de
Agricultores y ganaderos (UNAG), Unión de Productores Agrícolas de Nicaragua (UPANIC),
Asociación Nicaragüense de Productores y Exportadores de Productos No tradicionales
(APENN); Cámara de Industria de Nicaragua (CADIN), la Asociación Internet de Nicaragua
(AIN), el Instituto Nicaragüense de Desarrollo (INDE) con su conglomerado conformado por el
Centro Tecnológico de Desarrollo Empresarial (CETEDE)25, la Fundación Nicaragüense de

25
El CETEDE adscrito al INDE, tiene el propósito de transferir conocimientos y buenas prácticas del uso de las TIC, fomentar la
innovación, la I&D, la comercialización y la explotación de la información estratégica para el fortalecimiento competitivo de las
MIPYMES. CETEDE brinda servicios de desarrollo empresarial (SDE) especialmente relacionados a las TIC.

René Escoto 31 COSUDE


MAGFOR Mayo 2008

Desarrollo S.A (FINDESA), el programa PROSEDE, etc. Muchas de estas asociaciones también
realizan la segunda función (ver siguiente sección).

El CONICYT contribuye relativamente menos a esta primera función en lo que se refiere a la


producción agrícola en general, aunque si tiene un poco mas de incidencia en al ámbito de la
agroindustria avanzada.

La Ley 476 es implementada por el MHCP, a través de la Dirección General de la Función


Pública y en consulta con la Comisión Nacional del Servicio Civil. Las Leyes 316 y 561 son de la
competencia de la Superintendencia de Bancos.

En lo que se refiere al tema de la tierra, la Ley No. 290 de Organización, Competencia y


Procedimientos del Poder Ejecutivo faculta al: (i) MAGFOR a formular y proponer la política de
distribución, propiedad y uso productivo de las tierras rurales del Estado y para formular
programas de protección del sistema ecológico, con énfasis en la conservación de suelos y
aguas; (ii) al MARENA para las políticas de uso sostenible de los recursos naturales del Estado,
lo cual incluye las tierras estatales; (iii) al MIFIC para el aprovechamiento de los recursos
naturales del Estado en coordinación con los organismos del ámbito y con las organizaciones
sociales; y (iv) al Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (INETER), para ser el rector del
del ordenamiento y desarrollo territorial, así como la administración del catastro físico del país
(con base a la Ley General de Catastro). Por otra parte, la Ley (No. 40) de Municipios y sus
Reformas, faculta a las municipalidades para planificar, normar y controlar el uso del suelo y del
desarrollo urbano, suburbano y rural.

Análisis:

Muchas de las leyes y organizaciones mencionadas anteriormente han sido introducidas,


adoptadas y adaptadas en el país, habiendo sido discutidas y aprobadas en la AN, por iniciativas
que en muy buena parte ha provenido de actores externos. Independientemente de su valor para
el desarrollo del sistema nacional de innovación en general, y del SIAR en particular, no deja de
ser sensato el preguntarse si los actores de estos sistemas han comprendido a cabalidad
cuándo, dónde y hasta qué punto algunas de este tipo de instituciones extranjeras se pueden
transferir de países con mayor avance tecnológico a países como Nicaragua. Adicionalmente a
este problema de compatibilidad, no esta tampoco claro si este cuerpo de leyes (inevitablemente
incompleto) es coherente en sí mismo y si en cualquier caso podría mantener una coherencia
interna en vista de los cambios en las políticas públicas y en las nuevas alianzas y acuerdos
económicos y comerciales internacionales asumidos por el país.

La importación institucional realizada refleja el hecho que el país ha tenido efectivamente una
amplia apertura institucional en las últimas décadas en un contexto caracterizado especialmente
por un fuerte rol jugado por la cooperación internacional. De igual manera, hay que reconocer
que los actores públicos y de los más activos del sector privado y de la sociedad civil del sector
agrícola en el ámbito rural han tenido la disposición y la habilidad para adaptar, cambiar y
renovar el marco institucional del SPAR. Esto ha sido más evidente en el marco del enfoque
sectorial y del proceso de AAA (que proviene de las iniciativas de Monterrey, Paris, etc.). Sin
embargo, es válido preguntarse hasta que punto en los últimos años se podría haber afectado la
coherencia necesaria del sistema institucional del país, especialmente en lo que se refiere a la
ciencia, tecnología y la innovación. Esta reflexión es igualmente válida para las otras dos
funciones de la institucionalidad de la innovación en el país.

En el caso de la primera función, la evidencia revisada anteriormente parece mostrar que al


menos se ha logrado mantener una estabilidad institucional básica hasta la fecha, a pesar de los
cambios de gobierno, para que el sistema institucional pueda realizar su función de reducción de
incertidumbre y de provisión de información; sin embargo, existen lagunas, incoherencias y retos

René Escoto 32 COSUDE


MAGFOR Mayo 2008

importantes en la aplicación efectiva del marco jurídico debido entre otras cosas por los altos
costos de transacción y la escasez de recursos humanos calificados.

Función 2: Manejo de Conflictos

Esta función tiene que ver con el manejo de los conflictos resultantes de la distribución desigual
de los costos generados por la innovación dentro de las empresas agrícolas y agroindustriales
en el ámbito rural, y promover la confianza entre actores públicos y privados estableciendo
patrones de comunicación y cooperación entre ellos.

Instituciones Formales y Organizaciones Claves de la Función 226

En Nicaragua se han dado algunos pasos de formalización de algunos mecanismos


institucionales/organizaciones en el ámbito general de ciencia y tecnología, que han creado una
base jurídica mínima para facilitar el establecimiento de relaciones más estables y confiables
entre los actores del sistema nacional de innovación.

En 1995 se creó el CONICYT como un ente publico científico-técnico, autónomo y


desconcentrado27 con los objetivos de: (i) estudiar y coordinar las acciones y recursos
disponibles de las instituciones de ciencia y tecnología (CyT) y gestionar, obtener y canalizar
recursos económicos, materiales y humanos, y establecer mecanismos e incentivos para la
formación de los recursos humanos requeridos, para promover procesos de investigación
científica e innovación tecnológica que incrementen la capacidad de los sectores productivos del
país, así como para la organización del “Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología” que estas
instituciones conforman28; (ii) asesorar a la Presidencia en la definición participativa del marco
institucional y normativo y de las políticas y programas nacionales de CyT; (iii) promover y
suscribir acuerdos o convenios de cooperación y asistencia con otros países, y con y entre
instituciones nacionales e internacionales relacionadas con la CyT; y (iv) promover la
transferencia a las empresas productivas de los resultados de las investigaciones y del desarrollo
experimental, así como la adaptación y transferencia de tecnologías que permitan el uso racional
de los recursos naturales, preservando el medio ambiente. En el CONICYT, además del MIFIC,
participan instituciones del SPAR relacionadas a la innovación: MAGFOR e INTA, además de
otras relacionadas al desarrollo rural: MARENA, INATEC, INPYME, APENN, y UNAG.

En el año de 2005 (ver Cuadro 1), CONICYT creó:

(1) La Comisión de Ciencia e Investigación (CCI) del sector gobierno, estando


conformada por al menos cuatro de los miembros del CONICYT, representantes del
MINSA (directores docentes), MARENA, UNI y el INTA (esta Comisión no tiene hasta el
momento una vida operativa visible e influyente) y su objetivo consiste en elaborar y
desarrollar la Agenda Nacional de Investigación Científica del sector gobierno en
conjunto con todas las instituciones involucradas en el tema, en busca de utilizar la
Ciencia, la Tecnología e Innovación para el desarrollo del país. Actualmente esta
conformada además por MIFIC, INETER, Policía Nacional, Fundación SODISRASNIC,
INTA, MECD, MAGFOR, ENACAL, INAFOR, UNA, CONAPAS, CIRA/UNAN,

26
En el caso de esta función, la institucionalidad formal establece directamente a las organizaciones claves, razón por la cual abordan
de una sola vez.
27
Su ubicación institucional ha sido inestable por decisiones políticas: originalmente adscrito al MIFIC, luego la Vicepresidencia y
finalmente sus funciones fueron distribuidas entre MIFIC y la Vicepresidencia.
28
Este objetivo hace que CONICYT sea también categorizado como una organización que ejerce la tercera función de la
institucionalidad relevante a la innovación.

René Escoto 33 COSUDE


MAGFOR Mayo 2008

NICASALUD. La CCI ha establecido cuatro áreas estratégicas: salud, medio ambiente,


educación y TIC (en alianza con la Dirección General de Tecnología del MHCP);

(2) La Comisión de Ciencia y Educación de Nicaragua (ComCyE), conformada por la


Universidad Americana (UAM), INATEC, UNI y MEDE, dejando abierta la incorporación
adicional de representantes de las universidades, centros educativos de educación
básica y de educación técnica así como miembros representantes del Comité
Nicaragüense en Pro de una Sociedad de la Información para todos (CONIPROSIT) y
miembros del Foro Nacional de Educación y del Comité Nacional de Educación (CNE).
El objetivo de la ComCyE, como el de la CCI, consiste en trabajar un Agenda Nacional
de Investigación Científica, solo que incluyendo también a los actores relevantes no
públicos; la ComCyE ha logrado establecer espacios de coordinación entre los
vicerrectores y/o directores de investigación de casi todas las universidades del país, así
como de otros actores relevantes.

Como se mencionó anteriormente, la Ley (No. 582) de la Educación General incorpora un


acápite especial, el Título III: Del Desarrollo Científico y Tecnológico, el que tiene dos capítulos
relevantes, aunque confusos, que pretenden definir las funciones de un sub-grupo de actores del
sistema nacional de innovación conformado por oferentes de servicios de investigación y
docencia, a saber:

a) El Capítulo III, que establece que “los Centros e Institutos de Estudio e Investigación
Científica y Tecnológica” deben estar dedicados a “impulsar, dirigir, orientar y ejecutar la
realización de investigaciones en todas las áreas del conocimiento y especialmente las
aplicadas a los problemas que enfrenta la sociedad en aras de aportar soluciones a los
problemas existentes” y que el Consejo Nicaragüense de Ciencia y Tecnología
(CONICYT) estará adscrito a la Presidencia del Consejo Nacional de Educación (CNE).
b) El Capítulo IV, que estable que “los Centros e Institutos de Estudio e Investigación”,
tienen por finalidad desarrollar investigaciones científicas, proporcionar la formación
especializada para la producción del conocimiento, la formación científica, desarrollar las
actitudes, conciencia ética, solidaria, reflexiva, criticas, capaces de mejorar la calidad de
la vida consolidar el respeto por las instituciones y la vigencia del orden democrático.
Estos Centros o Institutos deberán responder a las necesidades profesionales,
científicas, sociales y económicas de interés general para la nación, sin pretender
sustituir en ningún caso aquellas instituciones de educación superior o universidades
que conforme a la normativa vigente también tienen la facultad de extender títulos
propios.

En el año 2006 se creó la Asociación Científica Nicaragüense (ACN) (ver http://www.bio-


nica.info/sociedadcientifi/index.htm), con los propósitos de promover el diálogo entre la
comunidad científica nacional e internacional enlazando a investigadores de todas las áreas,
apoyar al gobierno y a la sociedad nicaragüense en la toma de decisiones sobre diversos
ámbitos de la ciencia y la tecnología, promover la producción de conocimiento que conlleve a la
solución de problemas concretos de interés nacional, fomentar la educación científica en todos
los niveles, destacar nacional e internacionalmente el trabajo de los científicos nicaragüenses y
fomentar la colaboración internacional.

Al igual que en el caso de la educación, en el ámbito de la legislación ambiental, el Reglamento29


de la Ley (No.217) General del Medio Ambiente y los Recursos Naturales, establece que las
autoridades encargadas de promover el desarrollo científico y tecnológico del país (CONICYT),
con la colaboración del MARENA y en consulta con sectores de la comunidad científica y la

29
Ver nota 10 arriba.

René Escoto 34 COSUDE


MAGFOR Mayo 2008

sociedad civil, elaborarán, actualizarán y pondrán en ejecución un Programa Nacional de Ciencia


y Tecnología Ambientales para el Desarrollo Sostenible. Con esta medida no se ha establecido
un centro de investigación especializado (como en el caso de la ley de educación), sin embargo
el Programa establecido, aun si no es un mecanismo de coordinación como tal, si puede
funcionar con un instrumento de concertación de intereses y acciones alrededor del avance
científico y de la innovación tecnológica ambiental.

En el país también se han ido creando diversos mecanismos institucionales públicos o semi-
públicos formales dirigidos a la concertación y negociación de los intereses de los diversos
actores públicos y privados (gremiales, empresariales, sociedad civil) del sector agrícola en el
ámbito rural. Muchos de estos mecanismos han sido creados por decreto-leyes o por medidas
ministeriales, en numerosas ocasiones habiendo sido creados para abordar temas transversales
(medio ambiente, sanidad, etc.), sobre rubros o cadenas agroalimentarias específicas o para
supervisar importantes programas financiados por la cooperación internacional (como el
PNTFTA/PTA I en el ámbito de la innovación tecnológica agrícola). La existencia de todos estos
mecanismos constituyen un potencial para el aprovechamiento colegiado de la información y los
conocimientos proveído por las organizaciones que realizan la Función 1, el facilitamiento de la
adopción de nuevos valores y principios en función de nuevas políticas sectoriales, la
gobernabilidad sectorial en general y la implementación de enfoques sectoriales.

Recientemente (diciembre 2007) mediante el Decreto No. 114-2007, Creación de los Consejos y
Gabinetes del Poder Ciudadano, se crearon los Consejos y Gabinetes del Poder Ciudadano con
el propósito de que la población proveniente de los diferentes sectores sociales del país ejerza la
democracia participativa y directa, se organicen y participen activa y directamente en el
desarrollo integral de la nación y apoyen los planes y las políticas del ejecutivo.

Hacia el interior de Ejecutivo, aun cuando últimamente no tiene una vida institucional muy activa,
también existe formalmente el Consejo Nacional Agropecuario (CONAGRO) creado por Decreto
No. 36-92 desde el año de 1992, como el foro oficial de coordinación y consulta del SPAR. Tiene
el mandato de apoyar y asesorar al Ministro del MAGFOR en el sometimiento a las entidades e
instancias del Gobierno que corresponda las propuestas de estrategias, políticas y regulaciones
de índole sectorial agropecuaria, así como de coordinar y armonizar las políticas, programas,
proyectos y acciones que ejecutan las entidades del SPAR. El CONAGRO esta conformado por
el MAGFOR (que lo preside), MARENA, MIFIC, INTA, INAFOR, IDR y FCR; la
DGPSAF/MAGFOR funge como su Secretaría Técnica. Con el propósito de crear expresiones
territoriales de CONAGRO y en el marco de PRORURAL, mediante el acuerdo 1/2006 de
CONAGRO se reactivaron los Consejos Departamentales y Regionales agropecuarios (CDAR),
como foro de base, en los Departamentos de León, Juigalpa, Estelí, Boaco, Matagalpa,
Chinandega, Carazo y Rivas.

A principios del 2005 se constituyó, dentro del proceso de implementación de un “enfoque


sectorial amplio”, el Consejo Nacional de la Producción (CNP), para los temas de desarrollo rural
productivo, lo que incluye el tema de la innovación tecnológica agrícola y rural; el mandato del
CNP consiste en (i) concertar y consensuar políticas, planes, programas y acciones dirigidas al
desarrollo rural productivo del país, entre el Gobierno, el Sector Privado y la Sociedad Civil; e (ii)
Implementar acuerdos emanados del Consejo en el ámbito de la responsabilidad de sus
miembros. El CNP es presidido por el MAGFOR (la DGPASF es la secretaría ejecutiva) y está
conformado actualmente por actores públicos (MIFIC, todo el SPAR, INATEC y Asamblea
Nacional), privados (gremios), de la sociedad civil, académico/investigativos, territoriales
(Comité Departamental/Regional de Desarrollo y Comité Municipal de Desarrollo) y de la
cooperación internacional (como observadores); el CNP debe articularse con la Comisión de
Producción del CONPES (Consejo Nacional de Planificación Económica y Social) y el Gabinete
de la Producción y Competitividad.

René Escoto 35 COSUDE


MAGFOR Mayo 2008

La Sub-mesa de Desarrollo Rural Productivo fue establecida con el propósito de establecer un


espacio de dialogo y coordinación sectorial entre representantes del SPAR y de los organismos
de cooperación internacional, en torno a las acciones de cooperación técnica – financiera y a las
inversiones publicas dirigidas al sector, fundamentalmente via PRORURAL. Forman parte de la
Sub-mesa, por parte del Sector Público, todo el SPAR y otras instituciones públicas como MIFIC,
MHCP, etc.; por parte de la Cooperación externa participan casi la totalidad de las agencias que
cooperan en el desarrollo agrícola y rural del país, y por parte del Sector Privado y Sociedad Civil
participan como observadores tres representantes electos por el Consejo Nacional de la
Producción.

En el país se ha desarrollado una alianza pública-privada en la producción y comercialización de


semilla, contando los actores del subsistema de semillas con el Consejo Nacional de Semillas
(CONASEM) creado por la Ley de Producción y Comercio No. 280/1998, con el amplio propósito
de promover, normar, regular y supervisar las actividades relacionadas a la investigación,
producción y comercialización de semillas y plantas de viveros, así como fomentar su
producción, comercialización y utilización”. El CONASEM juega un papel clave en la
coordinación interinstitucional necesaria para un buen funcionamiento del Sistema Nacional de
Semillas30.

La Fundación para el Desarrollo Tecnológico Agropecuario y Forestal de Nicaragua (FUNICA) es


un organismo interinstitucional civil, apolítica y sin fines de lucro que pretende crear y fortalecer
capacidades para el desarrollo rural, con énfasis en tecnología agropecuaria, forestal y
ambiental, enfocada a la competitividad, equidad y el mercado; entre otros objetivos, FUNICA
pretende constituirse en un foro de consenso donde el sector público, privado, universidades y
ONG discuten, promueven e inciden en la formulación y ejecución de políticas de desarrollo
tecnológico. La Fundación actualmente esta conformada por organismos públicos y privados de
varios sectores: 4 instituciones públicas, 4 ONG, 5 universidades, 2 gremios de profesionales y 7
asociaciones de productores. Por otra parte, la fundación Fortalecimiento del Sector Privado para
la Formulación de Políticas Agrarias (PROVIA)31 es una institución agro-empresarial que
pretende impulsar el desarrollo del sector agropecuario y forestal de Nicaragua, facilitando la
coordinación y ejecución de las políticas y estrategias de los subsectores, desarrollando las
capacidades del sector privado para analizar las políticas sectoriales.

El Instituto Nicaragüense de Apoyo a la Pequeña y Mediana Empresa (INPYME), creado en


1994 por el Decreto No. 6-94 fortalecimiento de la competitividad de las MIPYME, el fomento y
desarrollo de nuevos emprendimientos, ejecutando políticas, programas y proyectos orientados a
ellas desde un compromiso social y ambiental, y promoviendo además una cultura de
cooperación entre ellas. Igualmente en el sector de servicios financieros existen asociaciones
gremiales como ASOMIF (ONG micro financieras).

Aunque las ONG ejecutan muchas actividades de desarrollo agrícola y rural, no tiene una
organización “gremial” formal en esos ámbitos; sin embargo, si forman parte las crecientes y
variadas redes temáticas existentes en el país (agricultura orgánica, en laderas, comercio justo,
MIP, aprovechamiento forestal sostenible, plantas medicinales, etc.)32; estas últimas estando
especializadas en actividades de innovación tecnológica agrícola.

La mayor parte de los PMP no cuentan con organismos formales que los representen a nivel
nacional. Organizaciones gremiales generales como UNAG y UPANIC, o por rubro como

30
El INTA es un productor estratégico de semilla básica y registrada; el sector privado reproduce y comercializa semilla certificada
por la DGPSA entre los productores.
31
PROVIA fue una iniciativa de empresarios agropecuarios y forestales que fueron actores principales del Proyecto de
Fortalecimiento del Sector Privado para la Formulación de Políticas Agrícolas ejecutado por el Instituto Interamericano de
Cooperación para la Agricultura (IICA). Hoy en día PROVIA no tiene una vida organizacional muy activa y se ha concentrado en la
realización de estudios..
32
Ver Barrios (2007) y Consejo Asesor de la Sociedad Civil ante el BID (2006).

René Escoto 36 COSUDE


MAGFOR Mayo 2008

APENN, UNICAFE, UNILECHE y ANPROSOR, representan a productores agropecuarios a nivel


nacional y/o local pretendiendo además incidir en las políticas públicas sectoriales; pero también
en algunos casos asumen un doble papel gremial-empresarial, conformando de manera paralela
instrumentos económicos-empresariales p.e. CAFENICA, CENILAC y APLARI que son
cooperativas o asociaciones de cafetaleros y queseros y plataneros; también existen
organizaciones que representan a medianos y grandes productores agropecuarios
especializados, p.e. ACEM (cafés especiales), APROLECHE (lecheros), así como gremios de
grandes empresarios agroindustriales p.e. en el caso del azúcar (CNPA), arroz (PRO ARROZ) y
otros como EXCAM, ANAPA y CANISLAC y CADIN (ver Barrios). Todas estas organizaciones,
además de conformar alianzas técnico-económicas para competir mejor en los mercados
internacionales usualmente como actores de los eslabones de cadenas agroalimentarias
específicas, realizan también actividades de la Función 1 brindando incluso SDE a sus
asociados, incluyendo servicios tecnológicos.

En su conjunto, la cantidad y la variedad de ONG y representaciones de actores del sector


privado productivo y de servicios SDE y financieros del sector agrícola (ver Barrios), demuestra
la existencia de una creatividad básica de innovación institucional en este sector en el ámbito
rural del país; sin embargo, como se observó anteriormente, aunque el Estado ha utilizado el
concepto, no ha desarrollado sus propias capacidades de innovación institucional, ni ha apoyado
fuerte y sistemáticamente el desarrollo de este tipo de capacidades en sector privado,
especialmente entre los sub-sectores pequeños y mas vulnerables.

Finalmente, el código del trabajo del país regula el mercado laboral, brindando una estabilidad
mínima al menos al trabajo formal, pero, como vimos anteriormente (ver Cuadro 2),
prácticamente deja de lado el tema de la interrelación entre innovación, la productividad y las
relaciones empleador-trabajador.

Análisis

Una buena cantidad de leyes con sus reglamentos relacionados a la segunda función plantean
de manera coherente un rol para una variada gama de organizaciones e instrumentos públicos
relevantes para su implementación. En el país existen por lo tanto numerosos mecanismos que
pueden permitir la concertación de intereses alrededor de la ciencia, tecnología y la innovación,
por parte de los actores del SIAR. Sin embargo, en un país pequeño como Nicaragua la
existencia jurídica de mecanismos como la CCI, ComCyE, los propuestos por la Ley 582, el
Reglamento de la Ley 217, y otros, probablemente genera mayores e innecesarios costos de
transacción para los no muy numerosos actores públicos y privados del sistema nacional de
innovación que están particularmente relacionados a la investigación y la educación, más aún en
el caso del sector agrícola en el ámbito rural. Los mecanismos que podrían garantizar
integración, coherencia y coordinación de las políticas nacionales y sectoriales relacionadas a la
innovación además parecen débiles y poco activos. Por otra parte, es evidente que hace falta
algún esquema institucional que apoye la formación y operación de redes flexibles de innovación
y aprendizaje; tampoco se ha desarrollado a profundidad una cultura generalizada de confianza
mutua y cooperación en muchos ámbitos de la vida económica y social; este fenómeno también
afecta y muy gravemente al ámbito de la investigación y la innovación especialmente en las
universidades y centros de investigación. Las percepciones de desconfianza, burocratización y
secretismo en la toma de decisiones técnicas y administrativas que son expresadas dentro de
estas organizaciones señalan como causas a razones políticas-ideológicas, falta de
transparencia o temor de que los beneficios potenciales se repartirán desigualmente (ver Alange
y Scheinberg).

René Escoto 37 COSUDE


MAGFOR Mayo 2008

Función 3: Provisión de Incentivos.

Esta función tiene que ver con la provisión de incentivos pecuniarios y no pecuniarios, y/o
canalizar recursos hacia actividades innovadoras.

Instituciones formales
Aunque el Estado nicaragüense posee instrumentos de política monetaria, fiscal y arancelaria
que pueden utilizar para el establecimiento de incentivos relevantes, todavía no cuenta con un
marco jurídico-institucional único, integral y operativo que explícitamente procure brindar esta
función al sistema de innovación nacional y/o al SIAR. Lo más relevante a nivel general es el
instrumento jurídico creador del CONICYT que lo mandata a gestionar, obtener y canalizar
recursos económicos e incentivar la innovación tecnológica. Solo existe una propuesta (del
mismo CONICYT) de anteproyecto de ley de ciencia y tecnología que plantea la creación de un
“Fondo Nicaragüense de Ciencia, Tecnología e Innovación” para financiar programas y proyectos
de investigaciones científicas y tecnológicas, actividades de innovación, la adaptación y difusión
de nuevas tecnologías, y la creación de fondos de capital semilla para el desarrollo de empresas
de innovación. Por otra parte, MIFIC acostumbra a financiar directamente proyectos de
innovación de MIPYMES a través de programas y no del CONICYT (por estar este adscrito a la
Vice-Presidencia).

Hace falta por lo tanto una legislación coherente que incentive y regule a aquellos actores
involucrados en el financiamiento diferenciado de las actividades de ciencia, tecnología e
innovación del país, de tal manera que norme el mercado de capitales de largo plazo y de
inversiones de riesgo a fin de reducir las incertidumbres asociadas a las innovaciones
tecnológicas, incluyendo las innovaciones de mayor envergadura en el sector agroindustrial y
forestal. Como se podrá observar en los siguientes párrafos, la institucionalidad y los mandatos
organizacionales existentes para esta Función 3 no establecen de manera clara y explícita las
reglas del juego para el financiamiento de diferentes componentes de las actividades de ciencia,
tecnología e innovación como son: el financiamiento estable de los gastos fijos (administrativos,
mantenimiento); el financiamiento competitivo de los gastos operativos de programas y proyectos
estratégicos (bienes públicos); y el financiamiento privado o compartido público-privado de
proyectos con resultados y beneficios que son potencialmente apropiables por el sector privado.
Estas reglas del juego deberían reconocer que los actores y las actividades de ciencia,
tecnología e innovación tienen culturas, rutinas, hábitos, metodologías y factores motivacionales
propios y diferenciados, aun si comparten conocimientos básicos en común.

Existen también ciertos instrumentos jurídicos en temas sustantivos que ofrecen incentivos a la
innovación. Por ejemplo, el Decreto 104 “Reglamento de Incentivos Forestales” pretende entre
otras cosas fomentar el incremento del valor agregado, mejorar la tecnología, fomentar la
investigación y fortalecer el sector forestal con la atracción de inversiones.

Anteriormente se mencionó que existe ya una legislación moderna relacionada con los servicios
financieros (Leyes No. 316 y 561) que trata de regular, aunque por otras razones, a las entidades
bancarias y financieras formales que de una u otra manera podrían financiar o ya financian
algunas actividades de ciencia, tecnología e innovación. Sin embargo, todavía hacen falta la
discusión y aprobación de algunas leyes que tienen incidencia sobre la innovación, tales como:
Ley de Fideicomiso, Ley de Sociedad de Garantías Recíprocas, Ley de Leasing y Ley de Factura
Cambiaria.

Ley No. 89 de Autonomía de las Instituciones de Educación Superior (aprobada en 1990) y el


compromiso constitucional de entregar el 6% del presupuesto de la Republica a las
universidades, hacen que el Estado nicaragüense, a diferencia de otros estados
latinoamericanos, se convierte de hecho en un financiador importante de las actividades de

René Escoto 38 COSUDE


MAGFOR Mayo 2008

ciencia, tecnología e innovación de la economía nacional y del sector agrícola y agroindustrial del
país; las universidades así financiadas brindan servicios (inclusive para el sector privado) de
investigación, asistencia técnica y educación agrícola (sub-sistemas del SIAR) y para el
desarrollo rural. En este sentido, Nicaragua se comprometió, en el marco del Decreto A.N. No.
4371 que aprueba el CAFTA-DR (mencionado anteriormente), a que la Asamblea Nacional
condicionaría eventualmente a que un porcentaje racional de las asignaciones previstas en el
presupuesto a las Universidades sea destinado a I&D. Lo que hace falta en una política explícita,
consultada y transparente de financiamiento de la innovación por parte del CNU y sus
universidades miembros, en función de prioridades nacionales, aunque las universidades ya
están empezando a discutir el tema (ver Huete y FUNICA 2008). No obstante, no existe todavía
un marco institucional superior que asegure una separación entre las actividades de definición de
prioridades, promoción y financiamiento de la investigación, por una parte, y las de ejecución de
las mismas, por la otra, en el seno mismo del CNU; separación que no debe significar una
disociación entre las actividades de ciencia, tecnología e innovación al interior de las
universidades del CNU y mucho menos entre ellas y los otros actores del SIAR, incluyendo
especialmente el sector productivo. Tampoco se han establecido normas internas que regulen y
fomenten la calidad de la investigación mediante evaluaciones mas rigurosas y transparentes de
los productos de las investigaciones (Huete).

La Ley No. 344 de Promoción de Inversiones Extranjeras estableció que el “capital” del
inversionista que sería protegido incluye la “tecnología” adquirida, sin embargo en el reglamento
de la Ley (Decreto No. 74-2000) se excluye esta noción, de tal manera que se introduce una
incoherencia conceptual y además se pierde la oportunidad de regular los incentivos de uno de
los flujos mas fuertes de financiamiento e introducción de tecnología al país, siendo el otro el del
comercio internacional (importaciones).

Desde el punto de vista de incentivos fiscales, la legislación tributaria es muy pobre al respecto y
no ha cambiado prácticamente nada desde 1975. Como se observó en el Cuadro 2, el fomento
de la innovación es visto solamente desde el punto de vista de la depreciación de bienes de
capital con tecnología incorporada. Las leyes de propiedad intelectual mencionadas
anteriormente también en principio podrían contribuir a establecer incentivos estables para la
innovación al asegurar la apropiabilidad de la renta tecnológica de inventos patentizados.

Organizaciones claves de la Función 3

FUNICA ha sido prácticamente la única entidad mixta público-privada que ha financiado la


investigación y la asistencia técnica privada para fundamentalmente pequeños y medianos
productores, con un enfoque de fortalecimiento de capacidades para el desarrollo rural,
innovación tecnológica agrícola y medioambiental, la competitividad, la equidad y el desarrollo de
mercado de servicios tecnológicos. PROVIA ha ejecutado estudios utilizando fondos de agencias
de cooperación. Las universidades del CNU son el actor del SIAR que mas realizan
investigaciones, seguidas por centros y unidades adscritos a algunos ministerios del SPAR
(MAGFOR, MARENA) y por algunas ONG. El uso del mecanismo de fondos competitivos (como
los manejados por FUNICA) han incentivado a las universidades al proponer proyecto de I&D.
Recientemente, en mayo del 2008 se lanzó al Instituto de Biotecnología de Nicaragua (INBION)
como una alianza pública-privada flexible y virtual con el propósito de que los científicos
nacionales puedan presentar a la cooperación internacional programas de investigación
consensuados33.

33
INBION esta conformado por las universidades UPOLI, UNAN-Managua, UNAN-León, UNI, UNA y la Escuela de Agricultura y
Ganadería de Rivas (EIAG), jnto con INTA y la empresa Generifar S.A.

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MAGFOR Mayo 2008

Existen muy poco financiamiento de las actividades de I&D, CyT e innovación por parte de las
numerosas organizaciones financieras bancarias (muchos pertenecientes a ASOBAMP) y no
bancarias (muchas asociadas a ASOMIF) existentes en el país, entre otras razones por los
largos periodos de maduración que caracterizan a este tipo de actividades, aunque si se han
implementado importante proyectos que han proveído fondos para la innovación (ver Alange y
Scheinberg), tales como el PNTFTA/PTA I y II, el Proyecto de Aprendizaje e Innovación de la
Competitividad” (ver Cuadro 2).

Por otra parte, cabe mencionar que, paradójicamente, aun cuando el país no ha contado con un
marco jurídico adecuado promotor de la actividad microfinanciera, Nicaragua se ha convertido en
los últimos cinco años en un referente de las buenas prácticas microfinancieras en la región
centroamericana. Sin embargo, aun cuando las microfinancieras han crecido
(independientemente de la controversia sobre el nivel de las tasas de interés) en su
financiamiento de los PMP y MIPYMES agrícolas y agroindustriales en el ámbito rural, todavía
tienen fuera de su alcance la posibilidad de financiar el tipo de proyectos asociativos de
innovación de largo plazo mencionado anteriormente, por lo que permanece un importante vacío
institucional para la provisión de incentivos pecuniarios y no pecuniarios, y/o canalizar recursos
para la innovación tecnológica. Este vacío contrasta con la institucionalidad existente para el
fomento del desarrollo de la MIPYMES y de las cooperativas agrícolas y agroindustriales (ver
arriba).

Recientemente, se aprobó (noviembre 2007) la Ley (No. 640) Creadora del Banco de Fomento a
la Producción (PRODUZCAMOS), con el propósito de fomentar la producción de los micros,
pequeños y medianos productores del sector agropecuario e industrial, administrando, recibiendo
y colocando recursos que se destinen al otorgamiento de créditos. PRODUZCAMOS será la
única entidad publica especializada en recibir, canalizar, y desempeñar la administración
financiera y crediticia de los fondos de la comunidad internacional destinados al otorgamiento de
créditos para la promoción, fomento y desarrollo de la producción nacional en sus diversas
expresiones y etapas del proceso productivo. Aparentemente esto pondrá un limitante seria al
desarrollo de las microfinancieras. Esta Ley establece que uno de los objetivos del Banco deberá
ser fomentar y garantizar el uso de los servicios públicos o privados de asistencia técnica,
experimentación y transferencia de tecnología que se brindan al sector productivo. Sus créditos
de fomento a la producción deberán estar acompañados por asistencia técnica, para lo cual se
creará una Unidad de Asistencia Técnica que deberá constatar que la asistencia sea utilizada
debidamente por el beneficiario del crédito como parte del mecanismo de seguimiento, caso
contrario el Banco deberá dar por vencido el crédito y deberá proceder a su cobranza inmediata.

La asistencia técnica de PRODUZCAMOS deberá al menos contemplar: (i) asistencia genética y


médico-veterinaria para la ganadería, porcinocultura, avicultura y además implementando la
inseminación artificial; (ii) producción y uso de semillas mejoradas de alta productividad de maíz,
frijol, sorgo, arroz, café, cacao, maní, ajonjolí, papa, hortalizas, frutales y otros; (iii) atenciones
culturales para las actividades agropecuarias; (iv) asistencia a programas de implementación de
viveros para la reforestación; (v) orientación de la producción hacia la comercialización interna y
externa; (vi) asistencia en obras de infraestructura para micro, pequeñas y medianas unidades
empresariales de producción; (vii) fomento de la visión empresarial; e (viii) impulsar seminarios
de capacitación.

Si bien PRODUZCAMOS pretende combinar explícitamente la actividad crediticia con la


asistencia técnica, la capacitación y servicios de desarrollo empresarial, ha dejado
completamente de lado el financiamiento de la investigación y de la educación técnica agrícola.
El énfasis del Banco en PMP y MIPYMES no esta tampoco necesariamente reñido con proyectos
asociativos de investigación e innovación tecnológica de mediano-largo plazo en asociación con
actores y redes internacionales; es posible concebir instrumentos y productos financieros que
permitan canalizar recursos para actividades de ciencia, tecnología e innovación de tal manera
que PRODUZCAMOS vaya mas allá de ser un versión actualizada de los típicos bancos de
fomento de hace varias décadas.

René Escoto 40 COSUDE


MAGFOR Mayo 2008

La IED es un actor importante en la introducción de tecnología en el país, así como lo son las
organizaciones internacionales de cooperación mediante el financiamiento de programas y
proyectos, tales como COSUDE, NORAD, IICA, ASDI, CATIE, BM, BID, etc.

Existen también numerosos ONG que formulan proyectos y movilizan fondos de la cooperación
internacional para el desarrollo agrícola y rural, así como para la superación de la pobreza y el
manejo sostenible de los recursos naturales, convirtiéndose incluso en oferentes de SDE para
PMP y sus organizaciones, realizando así tanto la función 1 como la 3.

Análisis

El diseño de políticas públicas y el financiamiento público de la innovación son necesarios en


Nicaragua dado que el sistema bancario nacional no ofrece financiamiento para cubrir el riesgo
tecnológico. Por otra parte la legislación nacional no facilita a las agroempresas el asignar
recursos para la innovación, en parte explicando esto la no contabilización de aquellos recursos
que son en realidad invertidos en actividades de “I&D”, incluso por parte de las MIPYMES. Como
se pudo observar, no existe legislación que influya en la política interna de financiamiento de la
ciencia, tecnología e innovación en el CNU, mientras que los centros o sistemas de investigación
de las universidades tampoco ofrecen recursos para financiar proyectos de investigación de sus
propios docentes y los que se ofrecen no siempre cubren los honorarios del docente-
investigador, desincentivándolo (ver Huete).

Aunque se han diseñado y desarrollado algunos instrumentos institucionales y organizaciones


para la realización de esta tercera función, es evidente que hace falta mas creatividad e
innovación en el diseño y establecimiento de estos instrumentos para facilitar, normar e impulsar
a los actores del SIAR a incrementar el ritmo de la innovación en la dirección del desarrollo
agrícola sostenible en el ámbito rural. PRODUZCAMOS pueden jugar un buen papel pero
también se percibe el riesgo de ser utilizado de tal manera que se dañe las capacidades
instaladas por las microfinancieras y su potencial actual de financiar la innovación,
especialmente de los PMP y cooperativas agrícolas y agroindustriales. En cualquier caso no se
ha establecido aun un marco institucional integral y coherente que facilite y conduzca a que
recursos nacionales financien en mayor medida y de manera mas autónoma una agenda
nacional de investigación científica y tecnológica y que al mismo tiempo facilite, incentive y
establezca mejores condiciones de negociación para el apalancamiento de recursos externos
públicos y privados complementarios.

IV. CONCLUSIONES

El presente documento ha revisado fundamentalmente la institucionalidad formal y las


correspondientes organizaciones vinculadas a las tres funciones que las instituciones realizan
con relación a las actividades de ciencia, tecnología e innovación, en el caso de Nicaragua. En el
país se ha dado bastante desarrollo institucional, en buena parte importada (y algunas veces con
muy poco espíritu crítico y de defensa de los intereses nacionales) en el contexto de
negociaciones con actores externos y/o en el marco de políticas de ajuste estructural. Existe por
lo tanto una buena base institucional que puede ser adecuada, transformada y aprovechada para
impulsar el ritmo de innovación y su direccionamiento en función de prioridades nacionales y
sectoriales agrícolas en el ámbito rural.

Sin embargo, la coherencia y funcionalidad efectiva de las instituciones y organizaciones


existentes no esta garantizada, y el país enfrenta enormes retos en lograrlas en vista de los TLC
y otros acuerdos económicos y comerciales que han sido suscritos con países de dentro y fuera
de la región centroamericana. No esta tampoco claro si este cuerpo de leyes (inevitablemente
incompleto) es coherente en sí mismo y si en cualquier caso podría mantener una coherencia

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MAGFOR Mayo 2008

interna en vista de los cambios en las políticas públicas y en las nuevas alianzas y acuerdos
económicos y comerciales internacionales asumidos por el país. No obstante, los actores
públicos y los más activos del sector privado y de la sociedad civil del sector agrícola en el
ámbito rural, han mostrado disposición y habilidad para adaptar, cambiar y renovar el marco
institucional del SPAR. Esto ha sido más evidente en el marco del enfoque sectorial y del
proceso de AAA (que proviene de las iniciativas de Monterrey, Paris, etc.).

En el caso de la primera función, la evidencia revisada anteriormente parece mostrar que al


menos se ha logrado mantener una estabilidad institucional básica hasta la fecha, a pesar de los
cambios de gobierno, para que el sistema institucional pueda realizar su función de reducción de
incertidumbre y de provisión de información; sin embargo, existen algunas, incoherencias y retos
importantes en la aplicación efectiva del marco jurídico debido entre otras cosas a los altos
costos de transacción y la escasez de recursos humanos calificados.

La institucionalidad de la segunda función (manejo de conflictos) esta caracterizada por la


existencia de un buen instrumental jurídico y organizativo bastante coherente. Sin embargo, en
algunos casos parece haber muchos mecanismos que tienden a generar costos de transacción
adicionales a los actores del SIAR. Los mecanismos que podrían garantizar integración,
coherencia y coordinación de las políticas nacionales y sectoriales relacionadas a la innovación
además parecen débiles y poco activos. Por otra parte hace falta establecer un marco jurídico
que apoye la formación y operación de redes flexibles de innovación y aprendizaje. No obstante,
es la institucionalidad informal (cultura, hábitos, tradiciones, valores) la que mas incidencia tiene
en el SIAR, siendo las percepciones de desconfianza, burocratización, predominancia de
intereses de mercado y secretismo dentro y entre las organizaciones encargadas de esta función
lo que más afecta negativamente la concertación de intereses.

Independientemente de lo que sucede en la realidad, la percepción pública de existencia de


corrupción y politización de las decisiones judiciales genera incertidumbre e inseguridad jurídica,
acrecentando la incertidumbre general que ya de por sí es inevitable y que afecta a las
actividades de ciencia, tecnología e innovación. La política pública de innovación institucional,
especialmente en lo que se refiere al rol de la Asamblea Nacional como foro de generación de
consensos en la aprobación de políticas de Estado que trasciendan la coyuntura y los gobiernos,
debería por lo tanto estar dirigida a la creación de un clima de confianza, que reduzca los riesgos
y la incertidumbre asociados a cambios políticos y al poder judicial.

En el caso del tercera función 3 (incentivos), la evidencia muestra que no se ha establecido aun
un marco institucional integral y coherente que facilite y conduzca a que recursos nacionales
financien en mayor medida y de manera mas autónoma una agenda nacional de investigación
científica y tecnológica y que al mismo tiempo facilite, incentive y establezca mejores condiciones
de negociación para el apalancamiento de recursos externos públicos y privados
complementarios. Esta es el área mas débil de la institucionalidad para la innovación en el país.

El análisis refleja también la importancia del novedoso enfoque de la innovación institucional


para la innovación agrícola en el ámbito rural, incluyendo la adopción de instituciones externas y
su adaptación a la institucionalidad formal (Constitución de la República, etc.) e informal (cultura,
valores, tradiciones, rutinas, hábitos) del país. La innovación institucional es una tarea
permanente que requiere el urgente desarrollo de capacidades específicas en el SPAR para
enfrentar los retos de las importantes brechas institucionales que todavía persisten en el
mercado de la tierra (incompleto y distorsionado por el problema de la propiedad), de las
finanzas rurales (asimetrías en acceso a información), seguro para riesgos (poca o nula oferta),
mercados de insumos (oligopolios o subsidios), y en el desarrollo gremial-organizacional (ver WB
2008).

De igual manera, la revisión de la institucionalidad formal vigente indica claramente la necesidad


de establecer un marco institucional que fortalezca las capacidades negociadoras de

René Escoto 42 COSUDE


MAGFOR Mayo 2008

investigadores y generadores de conocimiento nicaragüenses vis-a-vis la cooperación


internacional, las universidades de países mas avanzados en la generación de conocimientos y
las multinacionales de las industrias agroalimentarias, bioenergéticas, biotecnológicas, de las
medicinas, etc.

V. RECOMENDACIONES

Un primer punto de partida para identificar y proponer algún proceso específico de cambios
institucionales para la innovación debería ser el enmarcarse en un proceso más amplio de
reflexión participativa sobre la innovación institucional (siendo mas urgente en el sector público)
en el ámbito rural en general, y en el sector agrícola en particular, en función de una estrategia
nacional de desarrollo y/o de una estrategia de desarrollo sectorial/rural. Saltar este proceso y
esta reflexión repetirá los mismos errores del pasado y generará de nuevo potenciales
incoherencias, disfuncionalidades, duplicaciones e ineficiencias institucionales
contraproducentes. El SPAR, por ejemplo, requiere de una efectiva transformación en su gestión,
cultura y formas de realizar su pensamiento estratégico, tanto a nivel nacional como territorial,
incluyendo una dinámica interinstitucional interna que permita gestionar conjunta e integralmente
las intervenciones públicas en los sub-sectores agrícolas y agroindustriales en el ámbito rural,
así como los papeles rectores del MAGFOR, MIFIC e incluso del MARENA para la dimensión de
la sostenibilidad ambiental. Y esto es particularmente aun mas importante si el enfoque de la
política pública será uno de desarrollo rural, dado que entonces será necesario ampliar las
funciones del MAGFOR y crear mecanismos de coordinación con otros sectores (p.e. educación
y salud).

La tarea anterior es compleja y su “rentabilidad económica” en el corto-mediano plazo tiende a


ser difusa y por lo tanto no permite ganar con facilidad adeptos, sobretodo entre quienes
financian al sector, ya sea el tesoro nacional (MHCP y AN) como la cooperación internacional. El
MAGFOR había iniciado un proceso de pensamiento estratégico con la participación de sus
delegados territoriales en 2007 que no ha sido continuado y algunas otras instituciones del SPAR
también han realizado recientemente ejercicios de planificación estratégica sin haber contado
antes con políticas nacionales o sectoriales bien definidas. Todos estos ejercicios deberían de
enmarcarse primeramente en el punto de partida mencionado anteriormente y deberían tener
una buena calidad en su conducción.

Estos procesos deberían ser altamente participativos, con flujos y articulaciones horizontales,
evitando a toda costa un enfoque de arriba hacia abajo, centralizado, a fin de generar mayor
legitimidad, apropiabilidad, relevancia y sostenibilidad de los cambios institucionales propuestos.
De esta manera se logrará también que el SPAR sea más efectivo con los servicios que ofrece a
los PMP, cooperativas y grandes empresas agrícolas y agroindustriales, proveedores de SDE,
gremios, consumidores, etc.

Idóneamente, entonces, posteriormente o al menos simultáneamente a estos procesos mas


globales es que se debería discutir y generar una visión compartida por todos los actores
públicos y privados del SIAR sobre la nueva política de innovación. Esta visión debería tomar en
cuenta el dinámico contexto económico, social, ambiental político, nacional e internacional, del
sector agrícola (de las cadenas agroalimentarias) y del ámbito rural (incluyendo de las
actividades no agrícolas, la emigración rural y las remesas), de tal manera que se pueda ir
configurando las instituciones formales y organizaciones y mecanismos específicos que permitan
la realización de las tres funciones de la institucionalidad en la facilitación, promoción y
direccionamiento de las actividades de ciencia, tecnología e innovación agrícola en el ámbito
rural.

La configuración institucional que se llegue a concebir e impulsar debería corresponder y reflejar


las particularidades del SIAR a nivel nacional como territorial (municipal o cuencas) e incluso por

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MAGFOR Mayo 2008

cadena agroalimentaria, a las capacidades, potencialidades y trayectorias tecnológicas de los


actores públicos y privados de cada uno de los sub-sistemas (investigación, extensión,
educación), y a las políticas nacionales y sectoriales, incluyendo principios de equidad,
participación ciudadana, (especialmente de los sectores vulnerables o que adolecen de falta de
poder de incidencia) y democrática, transparencia, descentralización, desconcentración y
coordinación estrecha con gobiernos locales.

Un requisito importante para que los cambios institucionales conduzcan a una mayor efectividad,
eficacia y relevancia del SPAR, es el desarrollo de capacidades (conceptual, metodológica,
liderazgo, negociación, concertación) de innovación institucional en el personal directivo de
SPAR, de acuerdo a los mandatos de cada una de las entidades públicas que la conforman. El
MAGFOR, principalmente, debería priorizar el desarrollo y puesta en funcionamiento de estas
capacidades, establecer y formar parte activa de redes de actores públicos y privados con
capacidades analíticas y conocimientos especializados y traspasar las actividades ejecutorias a
otras instituciones del SPAR.

Toda política institucional tiene siempre un costo de oportunidad, y en una era del conocimiento
como la que caracteriza actualmente al siglo XXI, es muy caro para el país y el sector agrícola en
el ámbito rural que el organismo rector, desde una visión de largo plazo, no cuente con los
recursos y no ejerza con mucho mayor fuerza y proactividad su función propulsora del desarrollo
institucional y organizacional, del pensamiento estratégico y de las negociaciones
internacionales, de manera consensuada y con la participación de los escasos talentos humanos
que están distribuidos en distintas organizaciones publicas y sobretodo en las privadas
(universidades, centros de investigación, firmas consultoras, ONG, etc.) con los que cuenta el
país. La gestión del conocimiento y la innovación requiere de una visión política nacional que
supere las categorizaciones de técnicos y profesionales en términos ideológicos-políticos, más
aun en un país pequeño como Nicaragua. Esto es precisamente lo que han hecho aquellos
países que han dado saltos significativos en su desarrollo, y su postergación significa también la
prolongación de la pobreza y el ensanchamiento de la distancia entre nuestro país y las
capacidades, niveles de productividad y ritmos de innovación de los otros países y asociaciones
de países con los cuales Nicaragua tiene intercambios económicos y comerciales.

Desde esta perspectiva se debería realizar las siguientes tareas que surgen del análisis de este
documento:

1) Completar proceso de pensamiento estratégico y de innovación institucional en el


MAGFOR, incluyendo la asunción del papel de rectoría del desarrollo rural.
2) Definir el marco institucional que establece la función de pensamiento estratégico para el
desarrollo rural, o al menos para desarrollo agrícola en el ámbito rural.
3) Definir el marco institucional que establece la función de pensamiento estratégico para el
SIAR, indicando exactamente como se conformaría un grupo de alto nivel, donde estaría
ubicado, como colaboraría exactamente los talentos del sector privado (incluyendo los
provenientes de los pequeños productores y asalariados que están organizados),
centros académicos y de investigación, ONG y expertos individuales, como definiría la
agenda de trabajo y como se financiaría34 la misma; esto implica revisar el ComCyE y la
CCI adscritos al CONICYT en su relación con el sector agrícola en el ámbito rural.
4) Desde la óptica de las políticas públicas relevantes, especialmente la de innovación
agrícola en el ámbito rural, hay que revisar sistemática y permanente todos los
instrumentos institucionales formales a fin de asegura su coherencia interna, inter-
complementariedad y funcionalidad para las actividades de innovación de los actores
nacionales del SIAR.
5) Completar los vacíos institucionales y organizacionales identificados en cada una de las
tres funciones.

34
El Fondo Común de un grupo de donantes de PRORURAL tiene bastantes recursos disponibles para este tipo de actividades desde
el 2006 y ya se han elaborado propuestas de mecanismos y procesos para su utilización.

René Escoto 44 COSUDE


MAGFOR Mayo 2008

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René Escoto 46 COSUDE


MAGFOR Mayo 2008

ANEXO I

Marco interpretativo de las instituciones y organizaciones relacionadas a la innovación


Ámbito de la innovación Organización/actor Institución
Arreglos inter-organizacionales Régimen o gobernabilidad de los
para la innovación: mercados de procesos de innovación tecnológica e
servicios tecnológicos institucional y de la difusión
(investigación, extensión/asistencia tecnológica: formales (leyes,
técnica, educación/capacitación) y decretos, etc.) e informales (tradición,
de insumos y equipos agrícolas y cultura, valores).
agroindustriales. Los artículos 99, 104 y 105 de la
Constitución Política,
MIFIC, DPYME, INPYME, Ley No. 601, Ley de Promoción de la
CONIMIPYME, COSUMIPYME, Competencia
INATEC, INFOCOOP, CONACOOP, Anteproyectos de: ley general de ciencia
MEDE, CNU UCA/NITLAPAN, UNAN, y tecnología, Ley de Protección de
UAM, UNI, UPOLI, UNAG, APENN, Datos, Ley de Delitos Informáticos, Ley
CADIN, Unión de Productores de Firma Electrónica, Ley de Comercio
Agrícolas de Nicaragua (UPANIC), Electrónico.
INDE, CETEDE, FINDESA, Los artículos 99, 104 y 105 de la
PROSEDE, CONICYT MHCP, AN. Constitución Política
SEN, Sistema de Estadísticas Ley (No. 601), de Promoción de la
Agropecuarias, Sistema de Competencia y su reglamento.
información geográfica del sector Ley 645 de Fomento y Desarrollo a la
agropecuario y forestal, Servicio de Micro, Pequeña y Mediana Empresa.
Información de Precios y Mercados Ley (No. 499) General de Cooperativas,
Agropecuarios (SIPMA), Sistema de Decreto 16-2005, Reglamento de la Ley
Información de Seguridad Alimentaria General de Cooperativas y el Decreto
(SISSAN), Sistema de Información No. 01-2006 de Reformas al Reglamento
Agropecuaria (SIA), Sistema Nacional de la Ley General de Cooperativas.
de Información Ambiental (SINIA), Ley (No.200) general de
Red Nacional de Información telecomunicaciones y servicios postales.
Ambiental del SINIA, Red Nacional de Ley de suministro de hidrocarburos y el
Información y Documentación Agraria capítulo VI sobre promoción de la
de Nicaragua (RENIDA) competencia (No 277/6), ley de la
industria eléctrica (No 272), ley de
Contexto (macro) reforma a la ley orgánica del Instituto
(Funciones 1 Edquist y Johnson) Nicaragüense de Energía (INE) (No 271)
TLC (DR-CAFTA, Taiwán, México
Alianzas ALBA.
Ley (No. 312) de Derecho de Autor y
Derechos Conexos.
Ley (No. 380) de Marcas y Otros Signos
Distintivos.
Ley (No. 505) regula la “Contratación de
los Servicios de Profesionales y
Técnicos Nicaragüenses.
Ley (No. 621) de Acceso a la
Información Pública.
Ley (No. 476) del Servicio Civil y de la
Carrera Administrativa.
Ley 582, la Ley General de Educación
Ley (No. 219) de Normalización Técnica
y Calidad
Ley (No. 280) de Producción y Comercio
de Semillas, Ley (No. 274) Básica para
la Regulación y Control de Plaguicidas,
Sustancias Tóxicas, Peligrosas y Otras
Similares, Ley (No. 217) del Medio
Ambiente y Recursos Naturales, Ley
(No. 291) Básica de Salud Animal y
Sanidad Vegetal (especialmente el Título
VI), Ley (No. 462) de Conservación,
Fomento y Desarrollo Sostenible del
Sector Forestal (aprobada en 2003), Ley
No. 40 de Municipos (1988) y las
Reformas e Incorporaciones a la Ley No.
40, Ley de Municipios Leyes No. 40 y
261, Ley No. 318 de Protección para las

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MAGFOR Mayo 2008

Obtenciones Vegetales
Ley (No. 316) de la Superintendencia de
Bancos y de Otras Instituciones
Financieras y la Ley (No. 561), Ley
General de Bancos, Instituciones
Financieras No Bancarias y Grupos
Financieros.
Decreto No. 102 de 1979, “Ley Creadora
del Sistema Estadístico Nacional y del
Instituto Nacional de Estadísticas y
Censos (INEC)”
Ley (No. 182) de Defensa de los
Consumidores de 1994
Ronda de Uruguay.
Resolución N° 12-95 del Consejo de
Ministros Responsables de la
Integración Económica y Desarrollo
Regional.
Protocolo de Guatemala del Tratado
General sobre la Integración Económica
de América Central (1993), el Convenio
sobre el Régimen Arancelario y
Aduanero Centroamericano.
Ley (No. 354) de Patentes de Invención.
Decreto No. 81-2007
Ley (No.225) de Metrología (aprobada
en 1996
Mecanismos Manejo de Conflictos

MAGFOR, INTA, MARENA, INATEC, Ley (No. 582) de la Educación General


INPYME, APENN, UNAG, CNE, Reglamento de la Ley (No.217)
CONAGRO, INTA, INAFOR, IDR, Decreto No. 36-92
FCR, DGPSAF/MAGFOR, CNP, Acuerdo 1/2006 de CONAGRO.
CONPES, Asociación Científica Ley de Producción y Comercio No.
(ACN), CONICYT, Consejos 280/1998
Contexto (macro) Departamentales y Regionales Decreto No. 6-94 fortalecimiento de la
(Funciones 2 de Edquist y Johnson) agropecuarios (CDAR), MHCP, competitividad de las MIPYME
Consejo Nacional de Semillas
(CONASEM), INTA, FUNICA,
PROVIA, ASOMIF, UPANIC,
UNICAFE, UNILECHE, ANPROSOR,
CAFENICA, CENILAC, APLARI,
ACEM, APROLECHE, CNPA, PRO
ARROZ, EXCAM, ANAPA,
CANISLAC, CADIN.
Jerarquías: públicas, privadas Incentivos pecuniarios y no
(MIPYMES, agroempresas, pecuniarios
exportadoras, cooperativas)
Leyes No. 316 y 561
CONICYT, FUNICA. INBION, Ley No. 89 de Autonomía de las
PROVIA, CNU, ASOBAMP, ASOMIF, Instituciones de Educación Superior
Interno (micro) PRODUZCAMOS, NORAD, Ley (No. 640) Creadora del Banco de
(Función 3 de Edquist y Johnson) COSUDE, IICA, ASDI, CATIE, BM, Fomento a la Producción
BID (PRODUZCAMOS).
Decreto A.N. No. 4371 que aprueba el
CAFTA-DR.
Ley No. 344.
Decreto No. 74-2000
Ley (No. 640)

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