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LUX

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Título

Antología del IX Festival de Poesía Latinoamericana


de Bahía Blanca

LUX

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La reproducción total o parcial no autorizada por los editores viola derechos reservados.
Cualquier utilización debe ser previamente solicitada.

Edición: Matías Matarazzo


Ilustración de tapa:
Ilustración de tapa:Diseño y maquetería: Carlos Mux / Amílcar P. Gutierrez

Proyecto LUX
www.proyectolux.com.ar / edicioneslux@gmail.com
Nicaragua 2070 / (8000) Bahía Blanca / Buenos Aires / Argentina

Impreso en Argentina / Printed in Argentina


©2019 Proyecto LUX

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Título

Timo Berger / Josefina Bianchi / Kevin Castro / Dolores Castro Olivera


Carlos Duarte / Karen Garrote / Santiago “Oxi” Gómez
Tamara Kamenszain / Walter Javier Lescano / Víctor López Zumelzu
Lourdes López / Álvaro Luquín / Ignacio Maroun / Gabriela Marrón
Natalia Molina / Andrés Olgiatti “Antolín” / Cecilia Pavón / Claudia del Río
Caterina Scicchitano / Susy Shock / Gastón Ezequiel Vázquez

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Timo Berger / Alemania

primeros movimientos
a veces me paro, la escalera a medio subir, del metro a la calle. el
mundo se queda suspendido en dos, un mundo del hampa y un
mundo de la superficie, piernas femeninas en medias negras, un
perro de aguas en un chaleco de punto, un chicle escupido y las
ruedas de los autos. luces, sombras. algo entre luces y sombras. el
mundo dividido en dos y pensamientos que me tiran para abajo...
me choco con una muchacha que dice conocerme y me siento
halagado y en vez de pedirle que me recordara de dónde nos
conocemos, le digo, ay, tanto tiempo sin vernos. ¿cómo te va? me
sonríe y pregunta si acaso tendría unas monedas que le faltan para
completar el precio de un pasaje de metro.

comienzo tardío
a Whitman, lo empecé a leer recién ahora
en el brazo de una mujer joven
sentada frente a mí en el vagón del metro
entre sus piernas un Bulldog que acariciaba
en la parte superior del brazo
zarcillos de rosas tatuados

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enmarcando la letra manuscrita de un poema
que hablaba de lilas
jamás había leído al gran barbudo
sólo en traducciones dudosas de amigos
mejor me quedo con la imagen del brazo
lleno de espinas y versos relucientes
del ocaso en que entraba el tren elevado
cruzando un territorio en construcción

no creo en la autoficción, pero...


respecto a eso...
sólo puedo recomendarme a mí
respecto a eso y pensándolo un poco más
sólo puedo recomendarme a mí
…o sea
si me preguntan
si puedo recomendar
a alguien
de tal edad a tal edad
talentoso
polifacético
con los pies en la tierra
y ágil en alemán y español
experto, pero capaz de cautivar un público
no académico,

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a la vez, modesto, pero no tímido...
en fin,
respecto a eso
sólo puedo recomendarme a mí.

la lista
te dejo una lista
con las cosas
que hacer
cuando te tocan la puerta
abrir
recibir el premio
ser feliz
morir en paz (quizás pensando en Parra).

tortuga
no discriminemos
heterotermos
son lindas, las tortugas
comiendo hojas de lechuga
con sus cabezas de pájaro ancestral
armado de un caparazón
donde una vez hubo alas.

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años de aprendizaje
de Maude de Lyon
aprendí
dos cosas:
para un vaso de vino
cero coma dos
se necesitan siete minutos
a veces el mismo tiempo
para el primer beso
y con ella
la siguiente receta
para futuras citas:
una libra de espinaca
un pote de crema, sal
pimienta, nuez moscada
una pizca de ajo fresco
de Chardonnay un chorrito
pero no aprendí a disfrutar
de vino y fideos
tanto como ella en mi casa
cerca de Kleistpark.

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Josefina Bianchi / CABA

Пятна́дцать

Los barcos desaceleran para frenar


se hunden de a poco; los aviones flotan, caen.
La cima de la montaña es sólo cima,
el agua es superficie y el paisaje, difuso.
Las vistas panorámicas son panorámicas
porque todo se empequeñece.
Pensaba en estas cosas mientras esperaba
en el hospital, el vacío no es propiedad
de nadie y solo puede crecer
esperé tanto que las sillas de metal
me eran conocidas, las puertas vaivén
que separan la lentitud de la guardia
del concepto formal de urgencia
decían algo. Esto es algo que solo puedo
entender yo. Es casi un sueño
y todos los caminos para llegar a casa
venden cosas brillantes, inútiles y baratas
las sillas de metal en la sala de espera
decían todo puede florecer

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y ni siquiera tengo hijos
solo paciencia o inercia, en esta sala
¿cuales son las herramientas del jardinero?
preguntale a cualquiera
un corazón es solo tierra y el cuerpo
esperé tanto que por alguna razón
mi respiración se volvió parte
de las sillas de metal, del aire que corre
entre las puertas que dividen
lo urgente de lo importante, que dividen
el silencio de los barcos que se hunden de a poco
y de los aviones que a lo lejos están cayendo.

Оди́ннадцать

Un rompehielos
¿de qué va a agarrarse?
se pregunta ella
si el motor es calor
que dispersa
lo que fue especial
y diseñado por otros.
Un rompehielos
¿de qué va a agarrarse?
se pregunta ella

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mientras hace fila
en el supermercado
si el calor es igual al fuego
que viene de las estrellas
que cubren
su cabeza y la de otros
un rompehielos
¿de qué va agarrarse?
si lo que guía
las direcciones en alta
mar son las estrellas,
las constelaciones, los satélites
capaces de medir
el tiempo
en que una puede estar esperando
en la fila del supermercado
entre vaiven y la deriva
¿tiene algún contenido sexual la espera?
¿la espera es un par de binoculares
para ver una obra de teatro?
Las cajas de preservativos
ubicadas en la góndola “accesorios”
son de distintas formas, sabores
y la chica que cobra y dobla billetes
tiene un pañuelo que el jefe luego
la obliga a sacarse para no romper
lo uniforme y cobra, dobla billetes

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en la caja registradora
para preguntarse
de dónde va a agarrarse un rompehielo.
¿Piensa esta chica en estrellas
cuando piensa en hielo?
¿Sabe que algunas cambian de color
que no existen hace miles de años y nosotros
acá les ponemos nombres, elegimos
una para sentirnos identificados?
Pensar en estrellas es lo mismo
que pensar en sexo
intercambio y deseo, dinero que cubre el cielo
y del que agarrarse.

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Kevin Castro / Perú

quise escribir por ti para ti todos los días de mi vida


pero mi amor es una isla pequeña
a donde van los animales a tomar el sol
cuando se van a morir
donde mi amor se rompe cada vez que lo busco
como si fuera un algo-brillante
una chispa pequeña en medio de la noche
quise escribir para ti por ti solo para ti todos los poemas
columpiándose sobre este acantilado
aquí donde se cae toda mi vida
aquí donde vienen a parar las palabras que nunca te dije
porque tenía miedo de que me rechaces yo
que le tengo miedo a todo que quise escribir por ti
flores abriéndose así al mundo
un sol como el sol
una casa como el sol
un algo como el sol
estoy lleno de misericordia pero mi amor se cae
cada vez que dios se rinde ante todo
cada vez que mis amigos programadores diseñan algoritmos para mí
para que yo esconda mi existencia de todos los ojos de este mundo

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de todas las veces que aunque no quería nada más de la vida las
palabras no brotaron de mi pecho luminosas y sanas
de aquella vez que lloré porque no sabía rezar
de aquella vez que lloré porque nací peruano
quise escribir por ti para ti aquellas veces que te amé todas las veces
/que te amé
pero ya no quise escribir más porque no soy nada
y ya no quise escribir más porque si no soy nada
qué puede el mundo esperar de mí
si no soy nada y mi amor se rompe
qué será de nosotros

(de Freestyle)

En tu nave espacial hay polizontes

delineas el curso de un río para moverte a través del sistema solar


en tu nave espacial que es una luciérnaga en la noche
desde aquí saludamos como niños saludando el vuelo de un F22
/sobre sus cabezas
decimos “hola” agitando fuerte los brazos
y la luciérnaga hace maniobras elípticas que interpretamos como
/“hola”
en tu nave espacial hay polizontes
nos damos cuenta porque el vuelo de la luciérnaga es irregular

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su vuelo es raro
se inclina sobre su costado izquierdo
nos colocamos binoculares y allí los vemos
“hey, mira, polizontes”
la luciérnaga vuela muy alto
nosotros somos buzos y observamos todo desde el fondo del mar
tendidos boca arriba con binoculares
la luz refractada de las estrellas de la noche
tu nave espacial moviéndose a través del sistema solar
dibujando un curso elíptico y raro en el cielo
en tu nave espacial hay polizontes
apostados sobre tu costado izquierdo
hacen que tu vuelo sea irregular
y que al refractarse tu luz atravesando el agua
se pierda entre la luz de las estrellas de la noche
algunas noches los polizontes hacen paradas en planetas y se van
y entonces el vuelo de la luciérnaga es hermoso
dibuja el curso de un río para moverse a través del sistema solar
la gente en las calles dice “hey, mira eso” apuntando con el dedo
/hacia arriba
y levantan las cabezas y aplauden y se sienten mejores personas
por ejemplo alguien no abandona a alguien esa noche
por ejemplo alguien decide no suicidarse y saca la basura
por ejemplo una niña termina su proyecto de ciencias
en tu nave espacial hay polizontes
dicen “¡qué hermosa nave espacial!”
“¡amo el curso de tu nave espacial a través del sistema solar!”

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a veces tú también eres polizonte en tu propia nave
te montas sobre el costado izquierdo de la luciérnaga
nosotros somos buzos y observamos todo desde el fondo del mar
una luciérnaga cayendo en picada
una nave espacial cayendo en picada
un proyectil cayendo sobre un punto aleatorio en el océano
y lloramos pero aquello pasa desapercibido
porque aquí todo es agua
aquí todo fue siempre agua

(de Freestyle)

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Dolores Castro Olivera / Salta

Aló aló
qué fue caballero, cómo va su día
tirando, pué
con mi hermano el oreja esperando la resolución del conflicto
no sé si vio que la cosa arde, más qué va si es cosa e’ mandinga
Se sabe pero, ande mete la cola no hay qué hacerle...
aló mi ñaño ¿amanecieron sus guaguas?
problema es este cerdo, no hay qué darle pa’ que
/manye
veré si le rescato alguito, sí vecino, hazme la favor
se sabe que cuando el chancho grita no hay quién duerma…
señito tenga a bien darme unos sueltos, luego le vengo dando
ya mi niña, que le quepa
(se arremolina un viento)
Se avecina el drama, pase siga, siga nomás.

(Casa triste euforia, Ed. del Dock, 2016)

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Apretá los talones, querido
estirá esa digna estampa entre los escombros
y que no te tiemble el pulso, eh
que a más arremetidas más triunfos, lógica pura
A la postre he desandado demasiado
mastiqué las paredes de mi cueva
durante jornadas enteras
y en mi escondrijo a veces no hubo sitio ni para mí.

Pero esa es otra historia, ¿no?


apretá los talones, cerrá los puños, todo un hombrecito
no mires fuera de foco cuando venga el lamparazo
La tierra está inclinada y eso
tiene que ver con nosotros
¡pero que no se note! Un porte insigne para la eternidad.
Tenés que ser justo y recto, las verdades existen ¡no jodan!
no ponga esa cara ¡le queda tan feo!
¡llora! pero qué cosa. Venga, venga
conozco un lugar donde llorar tranquilo
Pero esto entre nsotros ¿eh?, si alquien se entera arde troya.
Bueno, basta de pucheros.
La tierra está torcida y a nosotros
sólo nos llega chismes de la Gran Tragedia
amarras que flotamos la luz declina

(Crímenes, risas y crímenes, Ed del Doc, 2011)

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Hija de Hiroshima y Nagasaki, en los labios no tengo canciones
traigo gas en las venas que puede ser usado en mi contra.
Chozna de los que vinieron en barco y aún arrasan
traigo una culpa entre huesos que descansarán en costa saqueada.
Una mujer, mi lanza y tu condena
lujuria de un cuerpo que suelta amarras y nos desconoce.
Mil máscaras:
una identidad que me niega ni bien la toco.
Soy de varias familias que me salvaron cien noches
en el pecho las llaves como carga y amuleto.
Malabuena, me rompo, me rearmo
una mano que me sale de la boca y una vagina con pies de donde
/me sale sentido.
Puraoídos para cuando el río trae piedra y se amuralla
Tengo una pierna en desequilibrio y una joven artritis,
una lengua harta, dos tetas que apuntan al cielo,
un lagarto en el hombro y un fiero perro, que de cuando en vez
me tira una moneda
me invita a humillarme
y caigo.
Ni soy ni tengo y otra es mi ocupación.
Mientras los dueños duermen entre alarmas,
planto este deforme cigarro entre mis dedos y lo hago girar bajo la
/luna...
ceniza, ni más ni menos, ahora que ruedan
uno
a uno
los anillos…

(Inédito, 2018)

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Carlos “Cali” Duarte / Pringles-Neuquén

hace frio y está gris


en frankfurt
expuesto
este lugar común
como el frío
más allá de la ventana
me pide que escriba
de acá
(de la contaminación
del daño ambiental
de la minería)
a cielo abierto
-digo-
porque vivo
acá
debo hablar la misma lengua
local
como si el impacto
-no ambiental-
hiciera raíz
en alguna condición
que lustra esencia
¿acaso no saben

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que estoy empecinado
en pensar
cómo será
trazar
el contorno
de lo que queda
de una casa?
¿cómo escribir
el agua transparente
del limay
que tal vez sentí
llevado por el espectro
de la infancia?
de la lluvia
ya todos se olvidaron
del río
no
escribo sobre
el huecú
las ovejas
las lajas
y también podría
escribir sobre frankfurt
el meno
y el viento
que no es el huracán
de benjamin
escribo sobre

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un paisaje
nunca visto
la lengua es el recurso natural
-pienso-
como el petróleo
de acá
para allá
de allá
para acá
como un tapis roulant
se extrae
y se vende
en una imagen está todo
-repiten
y piden-
y para hablar
aterrizo y escribo
sobre
lugares
nunca vistos
cuando la tierra termina
todo puede ser
un paisaje
mientras hace frio
y está gris
en Frankfurt

(De No escribirás el paisaje)

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Karen Garrote / Bahía Blanca

No tires de esa cuerda


de ese cordón que presagia
umbilical los finales
si el cuerpo te lo dice
no insistas no dejes
que un fantasma se duerma en tu colchón
que ocupe tus espacios
se vista con tu ropa
no salgas al patio a respirar
no existe el aire puro
los abrazos que te abrigan
te vacían y te rompen
te ocultan un mundo
donde sin brazos ni huesos
también se puede
salir de entre las grietas
laxa y libre y sola sin culpa
no el sola de
te vas a quedar sola
el sola que
se parece a la caja
donde guardas lo más preciado

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y donde aún queda
espacio vacío.

La sillita roja
de mimbre
en el rincón
al lado
el papel de diario
engrasado

el perro mordisqueaba
como si nada
yo lloraba
y clavaba las uñas
en la pared.

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Oxi / Bahía Blanca-Punta Alta

roadtrip (altantic city, p.a.)

cachorro morocho
pelo salado
vomitando

en la franja de arena
que queda
entre las piedras

mancha roja
aplastada
en el medio de la ruta

al fin entendí a los perros


yendo a la última calle
de atlantic city

escuchando estos pibes


que la curten a lo atlanta
al horno

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de porro, codeína
y otra porquería
con el corazón roto

fumando benson
de prestado
con el brazo colgando

y las flores
de la camisa
trepándome

saco la cabeza
por la ventanilla
y recién a las cinco

el aire con olor


mar y panaderos
te abraza

el agua
imita
al cielo

el cielo
imita
a la tierra

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a la tierra
imita
la vida

a la vida
imita
el arte

el arte
imita
la vida

el cielo
está roto
no da para más

está hinchado
se incendia
el cielo

más
cambian las
cosas

más
se quedan
igual

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siempre habrá
una luz prendida
en la puerta

último antro
primer árbol
mano izquierda

calle
mitre
al 300

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Tamara Kamenszain / Buenos Aires

I
¿Ya hablé de la muerte?
murió mi hermano
murieron mis padres
murió el padre de mis hijos
tantos amigos murieron
y dije y digo que no están más.
¿Eso es hablar de la muerte?
Dejé anotado que se fueron
Les dediqué libros los nombré
por sus nombres me anoticié
de que nadie me contestaba.
¿Eso es hablar de la muerte?
Ensayé todo lo que pude
insistí con estribillos ajenos
“debajo estoy yo” “debajo estoy yo”
pero Pizarnik ya había nacido
enterrada Alejandra Alejandra
se hizo llamar desde chica
y eso sí que es hablar de la muerte.
Yo solamente la cito

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porque nací en una generación
y eso no es hablar de la muerte
si el cuerpo camina solo
plegarse con otros al paso del tiempo
es un deporte literario:
“La muerte y la vida estaban
En un cuaderno a rayas”.

II
Osvaldo Lamborghini es el límite.
No puedo hablar de la muerte
como lo hizo él
pero quiero comunicar al menos
su modo de ser en la poesía.
Cuando el último día de un seminario
les leí a mis alumnos esos versos de él
que dicen:
“Nací en una generación.
La muerte y la vida estaban
en un cuaderno a rayas”
quise regalarles un momento autobiográfico
una foto de época donde se abriera
la evidencia de la imagen como enseñanza realista
pero también en estado de power point
quise proyectar entre ellos y yo
un pacto de autoridad que hable por mí

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de lo que yo no puedo hablar:
de la muerte
de los que no están más
del tiempo que pasa.
Porque hubo habrá hay generaciones
(demás está decir que “hay cadáveres”)
no crean en Rimbaud joven para siempre
hay rockstars pelados hay malditos en muletas
Lamborghini en cambio nació viejo
y eso sí que es hablar de la muerte
a ver si les queda claro.
Vallejo de la muerte extrajo vida
eso también lo enseñé
¿se entiende que no es una estupidez optimista?
Pero “Cadáver lleno de mundo” me consta
es un verso que ya no impresiona
porque ahora el cadáver es lo que hay
no salgamos entonces a cazar fantasmas
innovemos para el oído la dirección de lo dicho
es lo que hay es lo que hay es lo que hay
un estribillo despreocupado nos avanza el milenio
ahora estoy yo debajo
no estoy yo
y está bien que así sea
para que la política se despeje de sus sombras
ahora el héroe muerto vivo de Vallejo
es un vivo muerto de Gambarotta que se llama

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Héroe.
Es lo que hay es lo que hay
una épica de lo que no
hay
muerto el suicidio a nadie se le ocurriría resucitar
eso ya fue ya fue ya fue
otro estribillo que me suena.
¿Será una manera de hablar de la muerte?
Sí.

(La novela de la poesía, 2012)

Lo que empieza donde termina

Para armar un libro hay que hacer


como las modistas que cosen
siempre del lado de adentro
y cuando dan vuelta la tela esas costuras
que ellas trabajaron confiadas
desaparecen para dejar ver
un aceptable
lado de afuera.

(Poemas inéditos 1971-1974)

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Walter Javier Lezcano / Buenos Aires-Bahía Blanca

Tensa calma

Y de pronto el ruido,
la mañana que se llama como vos
se mete de prepo, se llena de luz
aunque no te das cuenta.
El mate con poleo es la excusa
el perfume de la escena
que nadie capta.
El rocío se extiende y el suelo
y su brillo es una mina de diamantes
en bruto.
El sol se insinúa en la calle
digamos, como una brisa oblicua.
Los autos se amontonan
y el sonido
es tal que no parece
una publicidad,
en un día así no subiría
por primera vez a ningún lado.

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En la tele del bar
se muestra lo mismo
El conductor apenas se mueve,
la historia se cuenta sola
una vez más.
Una quietud de sepulcro
anticipa lo que vendrá,
una vez más.

El día después

Cómo no recordarlo
cada paso desparejo
se volaba como una bandera.
O una suite a bajo volumen
saliendo de la radio.
El viento sucedía
y los pájaros
pasaban por el cielo
como una pedrada.
Tanto frío puede hacer.
Se camina
por la plaza como siempre
como si fuera
la misma aunque cambiada.

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Todavía había una madre
aunque siempre
sonarían sus anillos
lavando la vajilla.
Se puede cosechar
antes de tiempo?
Se aleja su mano
para quedarse siempre así,
congelada en su sepia juventud?
Así se vieron caer
la hojas del otoño,
como compañeros.
Una lenta zarabanda repetida
en la guitarra
hongueda del rincón.
Siempre esa voz
de a poco olvidada.
Cómo era su trino? Volaba
dulcemente en la mañana fría?
Cae ahora la noche
su manto,
su trémolo susurro.

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Víctor López Zumelzu / Chile

“Sobre la forma de las hojas nuevas”

¿Acaso debo mover las cortinas de la pieza


para que la densidad de la luz
vuelva a crear el tiempo?

¿Acaso debo guardar tu ropa una a una,


doblar los minutos, acicalar el aire
para que no sea atraído este por la palidez?

¿podrá aquello repararlo?


¿podrá aquello restituirlo?

Un cielo oscuro proyectándose en diferido


sobre la tela de la conciencia
que lentamente descubre el ojo
hacia lo visible

Un lugar en que todos los días termina algo,


los abedules estrenan pequeños brotes verdes
casi imperceptibles

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Un pajarillo se rompe un ala en el asfalto
si quieres puedes tomarlo entre tus manos
pero eso es lo único que hay,
un leve movimiento, un roce,
quizás un gesto de amor
Te digo esto para que no pienses que los surcos
que desgarran la corteza de aquel árbol
es lo único “real”

Los pobres que cruzan esta ciudad


cada mañana con anuncios de supermercados
en sus cuerpos también son reales
Inclusive los peces girando en círculos en el estanque
antes de que la piedra caiga, se hunda
& cambie para siempre el curso de sus vidas
hacen lo necesario para no perder
su estatuto en lo imaginario
avanzan, retroceden en la corriente
envolviéndose en elipsis, en memorias,
reverberaciones
Es que cada idioma está salpicado de referencias
de metáforas absolutas

Es por eso & no por otra cosa


que esta mañana solo podemos ver
lo que creemos que es “real”
para las demás cosas

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no hemos concedido ningún centímetro
en nuestra mente
Las hojas de los abedules & sus raíces en cambio
fueron pensadas aunque no las viéramos
sabíamos que estaban ahí
coagulándose llenas de estratos, de cenizas
a diferencia del tráfico siempre envuelto
en su propio flujo,
el cualreo pensamientos
que confundimos con nuestros pensamientos

esto es lo tuyo, esto es lo mí

Viajando hasta el final del tallo,


allá abajo donde los huesos,
la piedra caliza
sobrevive en el estancamiento,
en la sedimentación
nos tendimos como se tiende la gente común
en el pasto verde
dejando al cuerpo ceder a su natural elasticidad
a su falta de tensión gramatical
& tras ellos un collar completo de deseos
troquelado en la esperanza & la carencia

Si te has dado cuenta


lejos de aquí el espacio se dobla

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los cercos de madera se están pudriendo,
las noticias zumban en el aire nos tocan
& luego se van

Si lo piensas por un minuto incluso


en estas hojas la realidad
teje sus hilos de polvo, sus estalactitas

¿entonces será nuestro cuerpo


un garabato de dolor?

¿el amor un ensayo de lo deseado


por lo no deseado?

Que diferente se ve la cárcel


vista desde la ventanilla de un avión
que ha empezado a descender
& en breve tocara la pista
Al pajarillo le pusimos vendas
e intentamos que vuelva al aire
pero el tiempo es rencoroso
& no perdona las separaciones
A medida que nos acercamos
la distancia nos hace volver
a rectificar nuestra noción de tamaño

45
Julio se demora,
las nubes van & vienen sin pasado
son blancas como líneas de cocaína
Las hojas de los abedules nacen
& nada saben del frío
que las antecede

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Lourdes López / Bahía Blanca

Noche cósmica

Primero vinieron los lobos.


Nos devoraron los rostros,
mientras el viento ayudaba
a llevarse las pieles de nuestras mejillas
hacia las montañas,
donde fueron banderas
para asustarnos.
Pero nuestras máscaras
fueron el escudo contra el olvido.
Rearmamos desde lo fragmentario
una nueva identidad
y nos protegimos del fuego
cuando intentaron meternos en la hoguera.

Luego vinieron los tigres.


Con sus garras nos desgarraron
los abrigos que nos protegían
del frío cósmico,
de la última noche oscura.
Sudamos hielo,

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tiritamos y bailamos,
hasta que las lágrimas
se convirtieron en nuestras lanzas
esculpidas en forma de flechas,
y atacamos el horizonte
para robar el viejo amanecer.

Por último llegaron los pájaros.


No intentaron devorarnos,
ni robar nuestras pieles.
Era un 7 de enero
cuando ellos volaron desde el oeste
(esa vez que el Verano se arrojó a los cielos)
y trajeron el árbol más antiguo
que nos pertenecía desde el inicio de los tiempos.

Lo dejaron caer
y en el aire
se desarmó,
se fragmento,
se desintegró,
rama por rama.
Y así como se dispersaron,
crecieron en todos los planetas,
en todos los astros,
en todos los cuerpos.

48
El universo antes de morir
fue una selva sin fin.

Monstruos

Dicen que en el río


hay monstruos
gigantes,
arrodillados en la orilla
esperando que los peces
les hagan cosquillas
antes de irse a acostar.
Eso me dijeron,
no puedo asegurar nada,
no me sale creer sin ver
y yo
nunca vi un río.

Yuyitos

En el patio hay
una cortadora de césped
marca ‘yuyitos’.

49
A veces los monstruos
llevan el nombre de sus víctimas
tatuados en la piel.

Curanderas

Entre los dientes


el puma
lleva todavía
la sangre amarilla
de un pájaro enfermo.
Entre los ojos
le queda una pluma
que escribe piedad.
No es su asesino:
sólo intentó lamer la herida
para poder curarlo.
Algo así como nosotras,
que somos el puma y el pájaro
sanando y muriendo
al mismo tiempo.

50
Álvaro Luquín / Guadalajara Jalisco México

I
Habríamos cumplido un año.
Decía que me amaba. Era perfecta.

Cada noche me enviaba fotos;


vieras qué cuerpo, qué cara

Pero gracias a un error de dedo


supe por qué no quería audios
ni conversar en video.

En fin, aunque me haya destrozado,


a mi madre todo se lo perdono.

(De Hubo Fiestas ediciones Cinosargo, 2019)

51
II
Lo intestimoniable tiene un nombre, se llama
en la jerga del campo, der Muselmann, el
musulmán.

Giorgio Agamben “Lo que resta de Auschwitz”

Nadie sabe lo que puede un cuerpo descompuesto.


Nadie sabe lo que el campo le hizo al cuerpo.

Singladura.
Nadie vio sus límites.

Nadie digno estuvo y testimonia.


Nadie asume la vergüenza.

Nadie no vio lo que no pudo verse.


Nadie no fue visto.

El campo es quien vive del cuerpo.


Lo indestructible que infinitamente se destruye.

El campo nos quiere, nos cuida, nos anima.

(De Musulmán, Manosanta editores, 2018)

52
III
50 Topos y Epilepsia a tres segundos sobre el córtex.
Su temblor padece de acné y forunculosis
y destruye el efecto de la carbamazepina.

El candor existe solamente en los informes


psicoanalíticos y en el Antiguo Testamento.
Esos animalitos de garras rosadas
que brincan y brincan frente a la pantalla
mejoran las cosas.

Sigue sus instrucciones, mírate saltar.


No te preocupes por tu inmundicia. Los ángeles
defecan sobre la espuma.

(De Grandes Distancias, Filodecaballos, 2017)

53
Duck Hunt

Mi madre acribilla a los patos,


quiere olvidarse de todo.
Se siente exhausta, atrapada.
Que no es por nosotros.
Esta noche jugaré a Circus Charlie
con mi papá.

(De Punto de Control, inédito)

54
Ignacio Maroun / Bahía Blanca

ya no hay rock pero


el punk también ya fue

hay, a lo sumo, trap:


youtube, memes de
los simpsons, dragon ball

una chica anime, con dos dedos en v


muerde su camiseta de boca

sus converse tan gastadas


se parecen a esas sandalias de seda
en las que orientales deambulaban
por pasillos palaciegos
entre el rocío primaveral

entre la práctica de vocabulario japonés


se pierde y por un momento está
en un bar de mala muerte de kyoto

55
imaginando palabras para convencer
a un sarariman de que es poeta

una chica anime


muerde su camiseta de boquita

pone una canción


específica en spotify
prende un cigarrillo;
puede ver que hay pocas nubes
porque alcanza a distinguir entre el naranja
y el blanco, entre lo que se fuma y lo que es filtro

una chica anime


muerde

se sienta en una silla del jardín,


el ruido de la calefacción

ya no hay rock pero


el punk también ya fue,
una chica anime con dos dedos en v
muerde su camiseta de boquita

56
vuelan sus notas en el bloc de la pantalla:
está de acuerdo con lo que dicen

las últimas nubes, violetas


ya pasan

bajo la luz de la noche clara


no tan lejos se escucha
un breve curso de agua

57
Gabriela Marrón / Bahía Blanca

Moriré de cosas veniales

Algunos filólogos dicen que Safo


(poema 31)
describe el amor y sus síntomas
del mismo modo que Homero
en la Ilíada
la muerte de los héroes.

Se le rompe al guerrero la espada.


Se quiebra del yo lírico la voz.

El cuerpo palidece
la vista se nubla
zumban los oídos y el deseo
horada madrigueras
por los poros de la piel
estremecida de sudor.

Algunos filólogos dicen


que nadie pudo morir de amor
antes que Homero ajustara con cuidado

58
los límites difusos de la muerte
entre dáctilos
troqueos y espondeos;

que jamás habría brillado para Safo


el rostro de Anactoria
(poema 16)
si no hubieran destellado las corazas
los yelmos las cesuras las vocales
en la boca trashumante
de rapsodas domadores de palabras
casi pastores de versos
con ojos de perro y corazón de ciervo;

que nadie hubiera podido


hablar hoy de belleza
sin escuadras de naves
sin ejércitos completos
de jinetes
de soldados
de poemas ajenos.

Algunos dicen
que morir de amor requiere
cierta cultura literaria

59
Yo te digo que nadie
se muere
de amor.

No exageres, nena.

Parque de boa vista

Leo que se incendia por completo


el Museo Nacional en Río de Janeiro.

Uno de los mas antiguos,


consigna la prensa.

Ancestrales momias egipcias


ardiendo hasta ser polvo
y mezclarse en la mugre
de este continente ajeno
donde ahora mismo
dos hipopótamos surcan
voluptuosos
algún río colombiano.

Una por una se calcinan


once mil

60
cuatrocientas
vueltas al sol
en cada poro
de la pelvis de Luzia
nuestra hermana
ese fósil.

A lo mejor pienso en vos porque ahora


justo ahora en Brasil
un incendio se traga un museo.

A lo mejor porque Washington Dinah y el humo


que se mete en tus ojos de nuevo.

61
Natalia Molina / Bahía Blanca-Sierra de la Ventana

I
subo a la sonrisa finita
de la luna nueva
me hamaco en la vía láctea
para tomar aire de tanta realidad

detrás de la enredadera
que me sostiene el corazón
hay lluvias que se hacen ríos
en mis ojos

moquean en la mesa tendida del desamor


chavela dijo que la soledad es el precio
que se paga por la libertad

II
el amor está en las flores del cerezo
que plantó mi padre
sus pétalos dan la bienvenida
a la primavera
molina sabe florecer
en la tierra y en el cielo

62
III
en una sala de espera
nos miramos con mamá
tomadas de la mano
le muestro un cuento ilustrado
de un pingüino que estaba triste
porque quería volar y tocar las nubes
y los animales amigos se enciman
como peldaños de una escalera
para cumplirle el deseo
despliego el libro
vuela
la sonrisa de mamá ilumina
la oscuridad de la guardia

IV
suena la bocina del tren carguero
el motor de la heladera
el ronroneo de la gatita nelly omar
los suspiros de la galga rober entre sueños
los pájaros madrugadores
cada latido de este corazón
terco como una mula

luche y vuelve, corazón!


luche y vuelve!
sana-sana, colita de rana

63
si no sana hoy
sanará mañana

De Antología Federal de Poesía (CFI, 2019).

Tierra colorada

Con mirada de niña recorro la tierra colorada. Un sapucay baila en


mi sangre -la patria ancestral-.
Abuela María baila descalza un chamamé en algún rincón de
Corrientes. La guaraní sonríe. Su pollera balancea sueños.
Mi madre nació en esta provincia, como mi abuela, mi bisabuela y
mi tatarabuela.
Ahora nos emparejamos en edad y bailamos una ronda. El río
Uruguay sabe de nosotras.
La tierra colorada nos vuelve a parir. La muerte no existe en este
instante.
-Abrazame, abuela. Abrazanos a mami y a mí. Las tres descalzas en
la tierra colorada somos invencibles. Nos limpiamos el abandono de
las manos y las elevamos al sol.
Bailemos juntas, como si el tiempo fuera a nuestro favor.
Volvamos a tu rancho, abuela. Ese de abobe con tinglado de
chapa en donde cocinabas locro, mientras nos hablabas del señor
del sol. El tipo alto, desgarbado, con sombrero de ala ancha. Nos
amenazabas con que nos iba a llevar si salíamos a la hora de la

64
siesta a los naranjos.
Pero esta vez se va a hacer amigo, y va a recorrer los frutales con
nosotras.
Hoy la vida es una fiesta. Nos volvemos a encontrar.
-Mami, no llores. Mirá cómo baila la abuela.
Celebremos.
Somos esta tierra brava, festiva y caliente.

De Poemas Peronchos, Editorial Maravilla, 2016.

65
Antolín Olgiati / Salta-Buenos Aires

Voy a pensar en un poema indestructible… 

Voy a pensar en un poema indestructible


mientras camino por la Avenida de los italianos
con el viento helado del Río de la Plata.
Estoy perdido.
Nunca fui muy resistente.
Imagino cómo sería caminando por un lugar realmente hostil
como el desierto de Wadi Rum o la Antártida.
Sigo pensando en poemas,
no en cosas concretas que podrían mejorar mi vida.
En poemas que comienzan y acaban en el día.
Nacen y mueren el mismo día.
Intentaré que sean de un material más pesado
pero líquido, como el mercurio.
Intentaré que mis poemas sean de mercurio,
ese es mi metal favorito.
Quiero que lo sientan todos.
También me gustan el osmio y el irilio.
El plutonio está dentro de mis favoritos.
Quiero que mis poemas estén hechos
de aquellos elementos potentes e inestables

66
que todavía no se los puede controlar.
Caminé hasta el Darling Tenis Club.
Estoy perdido.
Tomé el primer colectivo,
fui a la costa, tomé un bote
y remé solitario como el alma de Bart Simpsons.
Estoy cansado porque el mundo se separó de mí.
Después de que termine de escribir este poema
volveré a no tener nada.
Eso nadie lo entiende.

(de “Amigo de los Mutantes”, Desde un tacho ediciones, 2017)

Quiero morir por la mordida de un animal feroz…

Quiero morir por la mordida de un animal feroz


tal vez no un oso pardo ni un tigre de Siberia
si no uno insignificante, pero mortal.
incluso podría ser una especie vegetal muy tóxica
quizás una especie que ni siquiera haya sido descubierta
y a la que después le pongan mi nombre.

En algún lugar del mundo,


en las selvas, bosques,

67
desiertos, océanos, etc.
hay un animal desconocido para cada uno de nosotros
cuyas mordidas y ataques nos salvaran para siempre
de nuestros malos espíritus
como antídotos milagrosos pero devastadores
y a la vez nuestras mordidas fatales
también pueden tener en los otros
Grandes Poderes Curativos.

Hay que vivir buscando,


encontrar para ser encontrado,
viajar, expuesto, pieles rojas chillonas, 
lleno de olores, de musculatura, de señuelos 
como en “Leyendas de Pasión” Brad Pitt,
hay que vivir para ser mordido y hay que vivir para morder.

(de “Las personas no me quieren lo suficiente”,


Ed. Belleza y Felicidad, 2008)

68
Diamante Loco

Todas mis maestras estuvieron en mi contra


desde el principio se pusieron de acuerdo para mandarme a la clase
/de Aprendizaje Lento
en donde siempre fui el ultimo para todo
decían: “su iniciativa va en descenso”.

Cuando salíamos al recreo, tomados de las manos,


cantando el abecedario por toda la escuela,
yo iba pensando: “me gustaría ser un Diamante Loco,
un chispazo, un destello, un resplandor
ganarme el cielo por un poema escrito con crayones.

Después trabajar toda mi vida cavando fosas en el cementerio


o alimentando a los tigres del zoológico,
vivir siempre en la casa de mi mamá,
perdido, fuera de juego,
con arañas en el pelo”.

(de Amigo de los Mutantes, Desde un tacho ediciones, 2017)

69
Cecilia Pavón / Mendoza-Buenos Aires

La libertad de los bares

Recuerdo cuando la libertad de los bares empezó:


Frente a la escuela de mi hijo.
Allí, por primera vez, a las 7.50 am, saqué un libro.
Sacar cientos o miles de libros
En bares desde tiempos inmemoriales
Leer a Chris Kraus, a Manuel Puig, a Eileen Myles…
Aquel era un tiempo muy de leer autores así, el comienzo del
otoño.
Había esperado varios meses que volvieras
completamente esperanzada
porque las señales eran difíciles
pero existían
estabas comprometido con alguien pero me mirabas de una forma
especial
(indescifrable)
cuando nos encontrábamos cada tanto en ese bar
el mismo en el que yo leía esos libros llenos de afecto,
libros cálidos
libros autobiográficos
testimoniales,

70
plagados de confesiones,
libros donde buscaba el calor que no tenía
libros en los que perderme
pero no en una ficción sino en la vida de otro
una escritura hecha con sangre
una vez, en la última hoja de un libro de Francisco Garamona escribí:
Hacer un libro como el de mis ídolas e ídolos no es posible si no volvés.
(…)
Y después volviste
y ahora escribo este poema y siento algo rosado
que se transmite de mi mano al papel
tal vez sea solo una tela de araña mental que es muy específica y
muy hermosa
porque me ahoga
y no hay nada más hermoso que este humo rosado:
agua rosada y pagajosa que confundo
con el amor.
Recuerdo exactamente esa mañana en que fui a Papel Moneda
un local en Villa Crespo
a encontrarme con Juliana.
Ella había comprado un cuaderno gigante de tapas grises
para escribir entre “muchas mujeres”,
citaba a amigas o conocidas y escribían un tramo del texto
cada una por turnos.
Lo mismo hice yo.
Escribimos sobre Jesús y la eternidad,
sobre una casa que de la noche a la mañana

71
se transformaba en un castillo
sin que nadie lo notara,
sobre el rojo de las vísceras
y el negro de los cuadros
y sobre muchas otras cosas
que olvidé.
Es extraño recordar
es como escribir un poema muerto
un poema que empieza con la palabra “Recuerdo”
ya está muerto
¿Existe el arte del recuerdo?
No creo más que en el presente puro.
“Presente perfecto”, se llamaba la primera novela de
Gabriela, que en ese momento era mi mejor amiga.
Ojalá que Juliana nunca deje de ser mi amiga
Ojalá que el presente nunca deje de existir.
Las poetas de USA
todas las mañanas tomamos café en un bar que se llama “Encuentro”
y yo leo libros de poesía provenientes de USA que de alguna manera,
no sé cómo,
llegaron a mis manos.
Todas las mañanas te hablo y te hablo sobre las poetas de USA
mientras vos mirás tu teléfono y cada tanto comentás
que te gusta más Inglaterra,
que Estados Unidos no es un buen país.
Hace una semana, tampoco sé como sucedió,
terminé alojando a una poeta estadounidense en mi casa.

72
Ella meditada una hora por día y prendía ramitas de palo santo,
y compraba cajas y cajas de té de hierbas,
(que cuando se fue me quedaron)
y hacía reuniones por skype con gente en Nueva York,
reuniones de trabajo para acordar lecturas en universidades privadas
por las que le pagaban mil dólares.
Mientas la poeta de USA se quedaba en mi casa,
yo traducía unos poemas de ella que hablaban de una religión secreta
practicada por un pueblo masacrado por ISIS.
(Fue genial tener en mi casa a una mujer que escribe sobre medio
oriente con esa libertad).
La poeta de Estados Unidos una vez tuvo sexo con un marine que
había estado en Irak
y lo hizo solo para completar su libro.
Para darle más fuerza a su libro,
para mantenerlo real, “keep it real”
y cerrarles la boca a todos los “motherfuckers”,
como la escuché decir.
Antes de irse me regaló un vestido
comprado en una tienda de segunda mano de Brooklyn,
y yo me lo puse para ir a una fiesta y fui feliz.

(Inédito)

73
Claudia del Río / Rosario

qué lindo decir abstracto, no saber qué es,


que te lo expliquen, no entenderlo
saber que toda la vida pasarás sin entenderlo.

***

Hay cientos de obreras dentro de mí


Oh! abstracta
Oh! forma cadavérica
Oh! proyecto luz
hoola pintura figurativa
hola tercera dimensión
hola no figurativa
oh! supersónica lumínica
oh! forma del azar manchado
matemática estafada
oh! plisado de colores
hola cuadritos de tinta azul ojo
hola cielo intenso en un caramelo de mar
mientras y
en la mesa,

74
todo está listo para que
la miel sabotee el chocolate
bordó vibrante
verde pistacho
azul agua
oh! vestido blanco Dior
amarillo sol del sur
amarillo amor
amarillo cambiante
verde aguacate
marrón carcarañá
amarillo trópico antiguo
amarillo canario
sol de San Juan
oh! telgopor pintado de dorado
pez arrastrado
por un anzuelo pincel
no sé si es la caña el pincel o las lombrices
o la carne pequeña, fresca
o el pincel son las lombrices y la carne fresca.
Rojo piso
patito de paño lenci mercería
blanco sucio de la memoria
Oh! Celotex Yente,
sin embargo ella escribe como cuadro
Oh! verde esperanza
marrón mangui

75
alegría del hogar
naranja jugosa
ombligo del cielo
naranja papaya oscura la semilla bolita y en cantidad
maracuyá rosa amarillo
manga oliendo, mientras pintan los decoradores modernos
carambola ácida
blanco no nupcial
blanquito piedra
blanquito del feo.
líquida
para amarte líquida
jugoso como pensamiento escrito
líquida sexual
escurre escurridora el color
activa el liquido
Oh! pintura seca
Oh! pintura mojada
la memoria siempre húmeda
Oh! pintura poema
Oh! Trance
pintura de goma
vivo en el plano propaganda.
Hola color de clase.
Oh! salida del tren, vagones históricos
desayuno del color
nacimos negros

76
te van pintando de blanco
Hola paleta birome!
mojito llegando
alita de entrecasa
suspende el ánimo
y otro bis
No, nacimos bicolores negros tricolores rojos rubios
Hola miedo de colores
piedra
salmón
No, descascarados.

***

Ella la 2d
estira los muchos y delgados brazos
para continuar la faena del color
y hacerse diosa en la cascada del mercado.
Hola Pintura 3d!
qué lindo decir abstracto,
y no saber qué es
que te lo expliquen
no entenderlo
saber que toda la vida pasarás sin entenderlo.
Color busca su tela de gotas
manualidad loca volviéndose arte.

77
Hola deportista de la materia
gimnasio extremo en la madera terciada
Caen a la mesa .. en lluvia
esa banda de dioses:
el problema del arte.

78
Caterina Scicchitano / Mar del Plata

Limón

Todo lo que es nube lo toco.

Vinieron unos hombres del piso de abajo a despertarme en un


/sueño.

‘’La cristalidad solo existe en muchas partes’’.

Salimos de paseo en un globo aerostático.


Ahí estás, te dije (en aquel rincón).
Ahí.
Vos sos oro.
Repito: superficie ocre, no.
Bañado en mi lengua de 18 quilates
que antes estuve lamiendo vainilla y limón.

—¿Escuchás el olor que largan los arbustos, allá?


Sentí cómo se expande lo contrario a no nacer.

Un día estabas por venir al mundo y casi que no venías.—

79
¿Te acordás la sensación que tuviste al nacer?
Blanco, negro, gris, azul, verde turquesa, agua, canilla, plateado.
Todo lo que ves y otros no pueden ver cuando están vivos.

Respirar y mantenernos así.

Pausa.
País, contorno de línea, océanos atlánticos, mancha negra, lunares
(proximidad a las estrellas)y tu continuidad.

Ahora que puedo ver

he visto a la gente a los ojos


gracias
he visto a la gente a los ojos
gracias
he visto a los edificios , a la policía a los ojos
a otro hombre a los ojos.
gracias
pasan los poetas y observo las luces a los ojos
de los poetas
con mis ojos grandes
y les digo gracias
las he visto.
las he visto porque me lo permití.

80
ahora veo las cosas a los ojos.
con mis ojos grandes
como zambulléndose en las cosas
jugando

y me miran
y me han visto
pero yo no las veía
porque
las cosas que brillan
las he visto como con la figura de un hombre empañándolas.
y gracias a dios he visto eso.
gracias.
por este mapa
que ahora veo desde arriba
sentada en un avión
y parece la indicación de otro mundo 
o más bien el dibujo de un niño malcriado.

El drone es una máquina sin sexo,


operada por alguien sin género
(ya que no ves quien dispara)
Sus extremidades son cuatro alas sin alma
y un ojo por donde ven el territorio árido 

81
y una criatura sucia corriendo
Al momento de disparar,
el drone no tiene género
a pesar de estar siendo operado por un rostro,
sólo muestra su maquinaria 
Tiene cuatro alas sin alma.
Al momento de disparar,
no tiene rostro
y dispara.

82
Susy Shock / Buenos Aires

Al borde del borde

(a Pedro Lemebel)

Al borde del borde asoma esta hormiga


guacha de olor ámbar,
que rebota en todos los nidos
de la naturaleza santa.

Porque no se puede ser hormiga


y andar de “ligue” con los topos
ni poner cara de oler mierda,
si Pinochet sale de ronda
mitad cerdo, mitad pavo
animalito de Dios.

Que el beso de hormiguero


que puse en el espejo del baño
es un regalo marinero que ya fue.
Media rota, media corrida, “media jodida”;
pero de solero al tono siempre.

83
Ojalá supieras de ese arco iris
en mi alma, esa noche de escuchar
diáfanas en forma de Lágrima Ríos.
o del aullido en la vereda de la libertad
a costa de más llagas y de un vientito verde.

Ojalá oyeras los gritos de tantas,


de doler, es claro, pero mucho más de amar la risa,
como monitos en el tinglado,
como niñas que nunca sabrán nada
y al final del país se lo sabe todo:
de golpe, de palos, de lucha, de muerte.
Y una, sin embargo, se crea el nácar
que cargaremos por el valle,
esa hojita verde de esperanza,
que llevamos en el lomo o bajo la tanga,
en el medio de semejantes tetas
para iluminarnos la cara.

¿O te pensás que somos menos


o aportamos nada,
si le estampamos mariposas revoltosas
a la cara del Che?

Ojalá entendieras antes de correrte


y salir,
antes de vestirte
y salir.

84
Siempre salir:
de mí, de dentro de mí,
de todas las partes de mí.
Que también tejemos la alborada
Mientras tanto: ¡viva Chile, mierda!

SOY

¿Qué soy? ¿Importa? Siempre hay alguien que lo preguntaba


esas noches de arte luminoso de la Casa Mutual Giribone a donde
el límite del escenario se iba haciendo tan finito.
“Soy arte”, digo, mientras revoleo las caderas y me pierdo entre la
gente y su humo cigarro y su brillo sin estrellas y su hambre de ser.
Travesti outlet,
Bizarría del ángel
o el cometa que viene a despabilarte el rato que estemos, el rato
que nos toque en suerte transitar, mientras La Garnier desgarra
su canto a puro inglés narco-anarco-arco (pa´que el imperio lo
entienda en su propio idioma).
Hay máquinas-machines que nos abruman, algunas hasta suplantan
el hambre del amor, el olor del amor, el color del amor, el dolor del
amor,
y yo no quiero eso.

85
Se me salió un taco,
se me corrió el rímel,
se me atascó la voz,
pero nunca el sueño.
Pajarito de Vonnegut en Paternal
cada “Noches Bizarras” crecemos y no importa qué somos, si
alcanzamos a poder serlo… el resto es máquina
y yo no.

(de Poemario Transpirado)

86
Gastón Leandro Ezequiel Vázquez / Buenos Aires-Bahía Blanca

La lingüística forense

permite atrapar
a un terrorista
por su gramática;
a un barredero
con tendencias piromaniacas
a un obstetra anarquista
a una ama de casa zoofílica
o a un político que quiere
saquear las arcas del Estado.

la lingüística forense
de mi poética
dirá que esquivé
la sonda de la vieja abortera
del barrio
que la voz que escribe
es la de mis hermanos nonatos
que en mi carne convive
la adicción, el alcoholismo
el incesto, el sexo compulsivo

87
el deseo profundo de autodestrucción
con el amor a mi madre
y el honor a mi padre
la amistad de mis amigos
y los abrazos de mi amigas.

la lingüística forense
sabrá de todas las calles
en las que me escondí
las drogas que tomé
y de los días en los que pasé
redimiendo mi dolor.

Sabrá qué clase de país habité


antes de que se incendiase.

Y sabrá lo más importante:


que el fuego se inició
en mi sangre.

88
89
90
Pág. 11 / TIMO BERGER (Stuttgart, Alemania, 1974). Es poeta,
productor cultural y traductor. En 2006 funda con Rike Bolte el
Festival Latinale (Berlín) dedicado a la literatura latinoamericana,
el cual dirige hasta la actualidad. Tradujo al alemán autores como
Washington Cucurto, Edgardo Cozarinsky, Fabián Casas y Sergio
Raimondi (Argentina), tanto como Laura Erber (Brasil) y Kalaf
(Angola), Silvio Rodríguez (Cuba) y Luis Chaves (Costa Rica).
Publicó: No soy gay, soy bi (Ediciones del Diego, 1999); Destino
de todos los paraguay y los que quieren ser (Casa de la Poesía,
2002); Literatura Skin (Eloísa Cartonera, 2003); Sex and Sound
(Eloísa Cartonera, 2005); A cien cuadras del centro (VOX, 2006);
Con mis botas kosakas (La Propia Cartonera, 2010); Música Muerta
(Ediciones Litost, 2019).

Pág. 11 / KEVIN CASTRO (Lima, 1993). Escribió Los tiempos


jurásicos (C.A.C.A. Editores, 2013; LUMA Foundation & 89plus,
Zurich, 2014), Norcorea (Neutrinos, 2016 / Sub25, 2017),
y Freestyle (autoedición online, 2019). Ahora escribe una novela
sobre muertos vivientes.

Pág. 11 / DOLORES CASTRO OLIVERA (Jujuy, 1985). Es poeta,


actriz, narradora oral. Publicó: Crímenes, risas y crímenes (Ed. del
Dock, 2011) y Casa triste euforia (Ed. del Dock, 2016). Ha sido
publicada en varias antologías y revistas culturales de su provincia y
de Latinoamérica. Actualmente reside en Jujuy.

91
Pág. 11 / CARLOS “Cali” DUARTE (Coronel Pringles, ). Desde
2010 vive en Neuquén. Estudió Letras en la Universidad Nacional
del Sur, Bahía Blanca. En el año 2001 recibió la beca de la
Fundación Antorchas para participar de talleres coordinado por
Daniel Link y Defina Muschietti. Participó en Estación Limay.
Antología de poetas del Neuquén, y en Poesía argentina, modelo
para armar: 62 voces de la poesía argentina actual. Publicó: La
forma de lo lejos por Suri Porfiado 2017, y No escribirás el paisaje
Rangún, 2019.

Pág. 11 / KAREN GARROTE (Bahía Blanca, 1976). Estudió Filosofía


en la Universidad Nacional del Sur de Bahía Blanca, donde se
desempeña como docente en la cátedra Historia de la Filosofía
Oriental. Realizó estudios de Posgrado en la Universidad de
Tokio, Japón. Publicó los libros Ausencia de té (17grises, 2008) y
Ensayo sobre lágrimas (17grises, 2016). Formó parte de la Escuela
Argentina de Producción Poética (EAPP), programa de formación y
producción de poesía en desarrolló desde el año 2015 en la ciudad
de Bahía Blanca.

Pág. 11 / OXI (Bahía Blanca, 1993) Creció y vive en Punta Alta, donde
fue bautizado como OXI. Es estudiante de las carreras de Letras en la
UNS. Desde el 2013 incursiona en la poesía, en blogs, fanzines. Este
año editó su primer libro “‘13 – ’19: un mixtape de poemas lo-fi.”,
en Hemisferio Derecho Ediciones.

92
Pág. 11 / TAMARA KAMENSZAIN (Buenos Aires, 1947). Su último
libro de poemas es El libro de los divanes (2015). En 2012, con
La novela de la poesía, quedaron reunidos en un solo tomo sus
nueve libros anteriores. Entre sus ensayos se destacan Historias
de amor (2000) y Una intimidad inofensiva (2016). Recibió, entre
otros reconocimientos, el Prier Premio Municipal de Ensayo, la beca
Guggenheim, elPremio Konex de Platino, la Medalla de Honor
Pablo Neruda y, por su obra reunida, el premio de la Feria del
Libro de Buenos Aires al mejor libro publicado en 2012 y el premio
Lezama Lima de Cuba. Sus libros fueron traducidos al inglés,
francés, portugués, alemán e italiano. Imparte cursos, seminarios y
talleres en universidades de la Argentina, México y Estados Unidos.
En la actualidad dirige la Licenciatura en Artes de la Escritura en la
Universidad de las Artes.

Pág. 11 / WALTER LEZCANO (Buenos Aires, 1971). Su único


libroFuegos de Edipo fue publicado por Editorial La Bohemia
en el año 2005. Ha participado tambien en la antologia de
poesía argentina realizada por Casa de Las Américas, Cuba y
de la Antología de Poesía Erótica Argentina realizada por Daniel
Muxica (Ed Manantial). Actualmente reside en Bahía Blanca donde
realiza actividades culturales en la Gerencia de Cultura y Accion
comunitaria de la Cooperativa Obrera.

Pág. 11 / VÍCTOR LÓPEZ ZUMELZU (Curacaví, 1982). Ha


publicado Los surfistas (VOX, 2006; Premio Hispanoamericano de
Poesía 2005 de revista VOX - Diario de Poesía, Amigos de lo ajeno

93
y Álbum del universo bakterial); Anleitung, um sich in der Stadt
zu vertieren (Lanzallamas/Latinale, 2009); Guía para perderse en
la ciudad (Ripio, 2010; VOX, 2012; Liliputienses, 2014; Premio
Municipal de Poesía 2011); Erosión (Alquimia, 2014); Mi hermano
(Vox, 2015), Bocetos de plantas y animales (Liliputienses, 2017),
Los surfistas y otros poemas (Editorial Aparte, 2018), Un tiempo
anterior al frío (Editorial Lux, 2019) En el año 2006, fue becario
de la Fundación Pablo Neruda. Sus textos han sido traducidos
al portugués (Marília Garcia), al inglés (Brandon Holmquest), al
alemán (Rike Bolte) y recientemente al francés (Elise Person).

Pág. 11 / LOURDES LÓPEZ (Bahía Blanca, 1996). Es estudiante


del Profesorado y de la Licenciatura en Letras de la Universidad
Nacional del Sur. Organiza Ciclo Emergentes: un espacio poético,
participativo y popular en Bahía Blanca. Publicó “La revolución
de las flores” (2019, Hemisferio Derecho Ediciones) y participó
de diversos festivales artísticos de la ciudad. En marzo de
2019, presentó “30 horas” - un poema visual - para la muestra
“Barbarie” realizada en Casa de la Cultura (UNS). Es integrante
de la Escuela Argentina de Producción Poética (EAPP) desde
2017. Escribe para Trafkintu y ha colaborado recientemente con
publicaciones en Agencia Paco Urondo.

Pág. 11 / ÁLVARO LUQUÍN, (Guadalajara Jalisco México, 1984).


Estudió Artes Audiovisuales y Filosofía.
Ha publicado los libros Praderas Silenciosas (La Zonámbula), Blanco
Sucio (Filodecaballos) Panóptico (Bonobos), Grandes Distancias

94
(Filodecaballos), Musulmán (Manosanta), Hubo Fiestas (Cinosargo
Editores) y la Antología La gente es el peor invento del hombre
(El Viaje Ediciones). Ha sido becario en un par de ocasiones por el
Fonca y por el PECDA Jalisco.
Su trabajo aparece en antologías nacionales e internacionales.
Puede descargarse en el blog: poesimaexa.wordpress.com

Pág. 11 / IGNACIO MAROUN (Bahía Blanca, 1995). Estudia


Licenciatura en Letras en la Universidad Nacional del Sur. Formó
parte de la Primera Residencia FIPR (2017) y, desde ese año,
mantiene el blog yungwerther.com

Pág. 11 / GABRIELA MARRÓN (Bahía Blanca, 1981). Es docente


en la Universidad Nacional del Sur e investigadora del CONICET.
Tradujo la antología Habeas Corpus. Latín, sexo y traducción (Vox,
2012) y el poemario de Jennifer Strauss Born in the South / Nacidos
en el Sur (Vacasagrada, 2014). Regularmente, publica artículos
en revistas académicas vinculadas con la antigüedad grecolatina,
pero también ha escrito algunos poemas y relatos que permanecen
inéditos.

Pág. 11 / NATALIA MOLINA (Sierra de la Ventana, 1973) Publicó:


Gastronomía amorosa (edición de autora, 2006), Muñeca brava
(Colectivo Semilla, 2007), Menjunje (Hemisferio Derecho Ediciones,
2007), ¿Quién serás? (plaqueta, Acción Creativa en Suárez, 2011),
y Poemas Peronchos (Editorial Maravilla, 2016). Participó de la
antología Poemas de la Resistencia del colectivo Poetas Peronistas

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(Clara Better Ediciones, 2016), de la antología familiar Las ramas
hacia el mundo, compilada por Alicia Partnoy (Hemisferio Derecho
Ediciones, 2016), y de la Antología Federal de Poesía (CFI, 2019).
Fue integrante del equipo de organización de la Feria del libro de
Sierra de la Ventana (2010 al 2012), y del Festival de Luciérnagas
(2013). Partcipó de distintas revistas y publicaciones. Coordina el
taller de Poesía En la Patria de la Infancia en la Biblioteca Popular
Mariano Moreno de Sierra de la Ventana.

Pág. 11 / ANTOLÍN OLGIATI (Salta, 1983). Es músico, poeta y


dibujante. A través del sello platense LAPTRA editó los discos
Diarios íntimos del futuro, (2009), Jóvenes y eternos (2010),
El susurro de las estrellas (2013), y Paraíso cancelado (2018),
entre otros. Es autor de los libros de poesía Las personas no me
quieren lo suficiente (Belleza y Felicidad, 2008), Quiero destruir
algo hermoso (Colección Chapita, 2009), Nunca seré millonario
(Pánico el Pánico, 2012), Demasiado tarde para morir joven
(Eloísa Cartonera/Tammy Metzler, 2014) y Amigo de los mutantes
(Desde un tacho ediciones, 2017); de los cómics Vagabundos de
la nieve”(Pupi Club, 2016), Amigo de los mutantes (Waicómics,
2017), ¿Dónde está Perón? (Galería Editorial, 2017) y Planes para
toda la vida (Maten al mensajero). En 2013 participó de la antología
“30/30, poesía argentina del siglo XXI” editada por la Editorial
Municipal de Rosario. Actualmente vive en Buenos Aires.

Pág. 11 / CECILIA PAVÓN (Mendoza, 1973) desde los 90


vive en Buenos Aires con su hijo Félix. Estudió Literatura en la

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Universidad de Buenos Aires. En 1999 co fundó la galería de arte
y editorial Belleza y Felicidad. Publicó los libros de relatos: Un día
perfecto (2019) Pequeño recuento sobre mis Faltas (2015) Los
sueños no tienen copyright (2010) y los poemarios: Fantasmas
buenos, Querido libro (2018) (2019), La crítica de arte (2016); 
Un hotel con mi nombre (2012); 27 poemas con nombre de
persona (2010). Su poesía ha sido traducida al inglés en A hotel
with my name y Licorice Candies, (The Scrambler Books, 2015 y
2016) y Belleza y felicidad. Selected Writings of Fernanda Laguna
and Cecilia Pavón (Sand Paper Press, 2015). La editorial Edicoes
Jabuticaba de San Pablo prepara la publicación de una antología de
sus poemas en portugués para 2020. 

Pág. 11 / CLAUDIA DEL RÍO (Argentina, 1957). Artista visual,


poeta, educadora y curadora. Vive en Rosario, Argentina. Enseña
desde 1983 en la Facultad de Humanidades y Artes de la UNR. En
los 80 formó parte de circuitos de performance, mail-art y ediciones
múltiples. En 2002 cofundó el Club del Dibujo; desde el 2006, el
proyecto colaborativo Pieza Pizarrón -dispositivo de dibujo, teatro y
pedagogía-. En 2007 inició RUSA: Residencia para Un Solo Artista,
en su casa. Fue invitada como representante argentina a bienales
y residencias en Brasil, Colombia, Uruguay, Cuba, Bolivia y España.
Sus libros: Litoral y Cocacola (Ivan Rosado, 2012), Pieza Pizarrón
(Club del Dibujo, 2013), Ikebana política (Ivan Rosado, 2016.
Reedición, Ivan Rosado, 2019) y Hola, Sol gigante (Iván Rosado,
2018). En 2017-2018 es invitada al Festival de Teatro de Cali junto
a Enrique Lozano, autor de Las Esferas: una dramaturgia para la

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Pieza Pizarrón. En 2019 la Editorial Peter Lang UK publica Ikebana
Política. Notas, cuadernos y ejercicios.

Pág. 11 / CATERINA SCICCHITANO (Mar del Plata, 1992)


Publicó los libros de poesía Be a body (Editorial Gigante, 2014) y
Limonada (Eloísa Cartonera, 2017) y Chaco Mecánico (Ediciones
Nebliplateada, 2019). Estudia psicología y es traductora.
Realizó la traducción al español de Noah Cicero, Gaucho
Bipolar. Fue incluida en las antologías Mil novecientos violeta
(Gaviero, España), Pasarás de moda (Editorial Montea,
México) 1.000 Millones de poesía (antología del Festival de Poesía
de Rosario, Argentina), entre otras.

Pág. 11 / SUSY SHOCK (Buenos Aires, 1968) Hija de padre


pampeano y madre tucumana. Se autodefine “artista trans
sudaca”. Además de escribir notas para suplementos culturales, es
poeta, perfomer, coplera y docente. Como activista formó parte del
Frente Nacional por la Ley de Identidad de Género, promulgada en
2012. Editó su primer libro llamado Revuelo Sur en 2007, en 2011
Relatos de Canecalón y Poemario Transpirado. En 2016, editó un
libro de literatura infantil llamado Crianzas y por último, en 2018,
Anti-princesas Susy Shock. Este año presentó Traviarca, su segundo
disco, realizado junto a La Bandada de Colibríes.

GASTÓN LEANDRO EZEQUIEL VÁZQUEZ (Buenos Aires, 1980).


Estudiante de filosofía en la Universidad Nacional del Sur. Escribe
poesía, narrativa y ensayos. Publicó: Parresía, tomo 1: El camino de

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la ética (HD ediciones). En la actualidad se encuentra trabajando en
Parresía, tomo 2: Estética del fracaso.

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Se
terminó
de imprimir
en septiembre de 2019
bajo el cuidado de Proyecto LUX
8000 Bahía Blanca / Buenos Aires / República Argentina
proyectolux@gmail.com / www.proyectolux.com.ar

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