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LA RIQUEZA DE LAS NACIONES

Es la obra más celebre del economista y filosofo escoces Adam Smith, Publicada el 9 de marzo de
1778 es considerado decisivo para la historia y ha sido reconocido como el primer libro moderno
de economía, esta obra ha ocasionado un fuerte impacto en nuestra forma de vida.

Este libro describe cómo la división de trabajo y la expansión del comercio


proporcionan mucha más producción, bienestar social y riqueza, lo cual es
indiscutible. También plantea que la producción mayor disminuye el precio de
los productos dentro del mercado. Mientras que esto suceda, la expansión del
comercio aumenta la demanda, lo que conlleva finalmente al incremento en la
producción de forma satisfactoria, permitiendo que aumenten los contratos de
nuevos trabajadores, los salarios y a su vez el mejoramiento de la calidad de vida
de un país. Otro factor importante que desarrolla esencialmente la productividad
de la mano de obra, es la inversión del capital fijo en maquinarias e
infraestructura. Se trata de una inversión que al comenzar se hace para beneficiar
a los accionistas, sin embargo, a largo plazo también le proporciona beneficios al
trabajador, al aumentar la productividad. En relación a la actuación del gobierno,
Adam Smith piensa y manifiesta que solamente debería de ocuparse de la
defensa nacional e impartir justicia, formalizar organismos que beneficien a la
comunidad e infraestructura, mientras que esto no le de ningún tipo de
rentabilidad a los inversionistas privados. Resalta, que los gobiernos que suelen
gastar mucho más de sus ingresos, solo producen deudas que afectarían a las
futuras generaciones e indicó con una amplia visión que, las grandes deudas solo
oprimen y seguramente arruinarán a las naciones más grandes de toda Europa.
Las imprecisiones de este libro, son propias de la época del autor y contiene
argumentos que hoy en día parecen simples, pero nadie puede contradecir que el
ahorro, la inversión y la expansión del comercio, además de las sanas finanzas
públicas, pueden llegar a beneficiar la riqueza de las naciones.

LA MANO INVISIBLE
La idea de la mano invisible presentada por Adam Smith en La Riqueza de las
Naciones es una ilustración de cómo la ley de la oferta y la demanda
benefician al conjunto de la sociedad de una manera indirecta.

Sostiene que la libre competencia es la mejor manera de funcionar de la


economía.

Actuar en interés propio no solo es beneficioso para el individuo sino también para
toda la nación. La gente tiene una tendencia natural hacia el interés propio. Su
carnicero o tendero local no le ofrece carne ni productos por amabilidad, sino por
interés propio; es decir, están interesados en el dinero que les pagas por sus bienes.
Este mismo interés propio también los impulsa a tratar de ofrecer siempre
productos de alta calidad, ya que de lo contrario podría llevar su negocio a otro lado.
Pensar en su propio interés a largo plazo les impide también abusar de los clientes, al
cobrar precios exorbitantes u ofrecer productos de baja calidad.
Tal autorregulación es un beneficio del comercio.  El interés propio de un individuo
puede ayudar a la sociedad en general. Cuando tenemos capital para invertir, ante
todo preferimos colocarlo en las industrias nacionales en lugar de las extranjeras, ya
que esto se siente más seguro. Dado que somos egoístas, siempre invertiremos
nuestro capital de una manera que produzca la mayor ganancia para nosotros,
nuestra inversión de capital esencialmente está guiando a la sociedad a producir
más en general, lo que resulta en una mayor riqueza para la nación.
Es como si una mano invisible   nos estuviese llevando a promover los intereses de la
sociedad, ¡aunque nunca fuese nuestra intención individual!

Críticas a Adam Smith


Adam Smith ha sido criticado por su idea de que la economía de mercado es la
herramienta para alcanzar el bienestar social, mientras cada uno busca su propio
interés (reflejado en la mano invisible). Sin embargo, nunca creyó que el
mercado fuese perfecto o funcionase automáticamente por arte de magia. Es más,
admitió que un mercado de comercio totalmente libre era una utopía. Smith
tampoco apoyó un sistema anárquico, sin normas ni leyes, sino una economía de
mercado donde se permitiera en libre comercio. También han surgido críticas hacia
Adam Smith por considerar al ser humano como un individuo frío y egoísta, sin ninguna
ética y solo preocupado por sus intereses materiales. Nada más lejos de la realidad.
Smith fue precisamente catedrárico de Filosofía Moral en la Universidad de Glasgow
quien en su libro la Teoría de los sentimientos morales» describe el sentimiento del ser
humano de la empatía como su mayor virtud.

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