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“Año de la Universalización de la Salud”

AUTOESTIMA EN
ADOLESCENTES GESTANTES

 Asignatura:
 Ciclo académico:
 Escuela Profesional:
 Apellidos y Nombres:
 Docente:

Lima, ………………………………..

2020
“Año de la Universalización de la Salud”

Contenido
I. INTRODUCCIÓN....................................................................................................................3
II. MARCO TEÓRICO..................................................................................................................4
2.1. Marco Histórico de la Autoestima............................................................................4
2.2. Dimensiones de la autoestima.................................................................................5
2.3. Características de la Autoestima.............................................................................5
2.4. Niveles de Autoestima..............................................................................................7
2.4.1. Alta autoestima...................................................................................................7
2.4.2. Baja autoestima.................................................................................................8
2.5. Contexto Nacional del embarazo en adolescentes...............................................9
2.6. Conceptos generales sobre la adolescencia...............................................................10
2.6.1. Adolescencia temprana (10 a 13 años)........................................................10
2.6.2. Adolescencia media (14 a 16 años)..............................................................11
2.6.3. Adolescencia tardía (17 a 19 años)...............................................................11
2.7. Embarazo en la adolescencia................................................................................11
2.8. Consideraciones psicosociales en los embarazos adolescentes.....................13
2.8.1. Factores Predisponentes................................................................................14
2.8.2. Factores determinantes.......................................................................................15
2.9. Actitudes hacia la maternidad.........................................................................................15
III. MATERIALES Y MÉTODOS...............................................................................................16
IV. CONCLUSIONES..............................................................................................................17
V. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS...........................................................................................17
“Año de la Universalización de la Salud”

I. INTRODUCCIÓN

La elaboración del presente trabajo de investigación está motivado por


nuestra inquietud debido al incremento de embarazos en adolescentes a
temprana edad.

La adolescencia, es un período de transición, una etapa del ciclo de


crecimiento que marca el final de la niñez y anuncia la adultez, dicho
término se usa generalmente para referirse a una persona que se
encuentra entre los 13 y 19 años de edad.

Para muchos jóvenes la adolescencia es un período de incertidumbre e


inclusive de desesperación; para otros, es una etapa de amistades
internas, de aflojamiento de ligaduras con los padres, y de sueños acerca
del futuro.

Sin estadísticas oficiales, el comportamiento de los adolescentes se refleja


en los hospitales públicos. Allí se realizan encuestas, las que arrojan como
resultado que la edad promedio en que las adolescentes tienen su primera
relación sexual es casi a los 15 años; y los chicos un año antes.

Pero en la cuestión de la primera vez de los peruanos, los especialistas


consultados encuentran una relación entre la edad del debut y el nivel de
educación.

Por lo ya mencionado entendemos que el embarazo de las adolescentes


es producto de una escasa e insuficiente información y educación sexual,
por lo tanto es muy importante que el adolescente conozca todo lo
relacionado al sexo y los roles, porque es necesario para que éste se
pueda adaptar a su ambiente y a los individuos que lo rodean, para que
comprenda las responsabilidades y deberes que va a tener, y también
para poder desempeñar esa función sexual "aprobada por la sociedad".
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II. MARCO TEÓRICO


II.1. Marco Histórico de la Autoestima
El primer intento de definirlo fue en los años 1980 cuando se publicó el
libro ‘’Principios de la Psicología’’ de William James, esta iniciativa se
impulsó en la década de los 80, ya que se publican libros que hacían
referencia a esa palabra, e incluso algunas investigaciones científicas,
haciéndonos conocer desde un ‘’yo’’ interior, a un ‘’yo’’ ante la sociedad.
Según James (1980) todos somos conscientes en mayor o menor grado, y
es ahí en donde nace la autoestima. Destacando que la autoestima es
muy importante para el desarrollo del potencial de cada ser humano.
Craig (1994) considera a la autoestima como verse a uno mismo con
características positivas. Esto puede inducir a que las personas por si
solas se califiquen según sus triunfos o fracasos.
Además, Mejía, Pastrana y Mejía (2011) sostienen que tanto el auto
concepto como la autoestima van a favorecer el sentido de la propia
identidad, pues ambos procesos van a constituir marcos de referencia,
desde el cual interpretar la realidad externa y las propias experiencias
En los últimos años, la autoestima ha cobrado fuerte importancia en la
sociedad, ya que esta es vista como un valor para relacionar con los
demás en diferentes ámbitos de su vida, como también esencial para la
vida de los individuos, ya que vivimos en una etapa en la se registran
muchos problemas mentales, muchos actos indebidos, hoy en día las
personas no tienen claro el concepto de autoestima y no saben que el
carecer de esta puede generar una enfermedad mental.
La autoestima es considerada como la valoración que se tiene de sí
mismo, involucra emociones, pensamientos, sentimientos, experiencias y
actitudes que la persona recoge en su vida (Mejía, Pastrana y Mejía,
2011). Este proceso se va desarrollando, a lo largo del ciclo vital, a partir
de las interacciones que realice el sujeto con los otros, lo cual posibilita la
evolución del “Yo”, gracias a la aceptación e importancia que se dan las
personas unas a otras (Naranjo, 2007).
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Por ende, en la actualidad, damos mayor cavidad al reforzamiento de la
autoestima ya que estamos envueltos en varios factores de riesgo que
tenemos que superar, pero que muchas veces no tenemos una base de
valores y habilidades para concretar nuestros objetivos.

II.2. Dimensiones de la autoestima


Reasoner, R. (1982). Expone que existen otras dimensiones o áreas
específicas de la autoestima y Haeussler y Milicic (1998:18-20), también
indica las siguientes dimensiones de la autoestima que son muy
significativas en la edad escolar, son las siguientes:

 Dimensión física: Se refiere a los ambos sexos al hecho de


sentirse atractivo físicamente. Incluye también, en los niños
sentirse fuerte y capaz de defenderse, y en las niñas, el sentirse
armoniosa y coordinada.
 Dimensión social: Incluye el sentimiento de pertenencia, es decir
ser aceptado por los demás y sentirse parte de un grupo. También
se relaciona con el hecho de sentirse capaz de enfrentar con éxito
diferentes situaciones, por ejemplo, ser capaz de tomar iniciativa,
ser capaz de relacionarse con la persona del sexo opuesto y
solucionar conflictos interpersonales con facilidad.
 Dimensión afectiva: Se refiere a la auto-aceptación de la
personalidad, como sentirse: simpático o antipático; estable o
inestable; valiente o temeroso; tímido o asertivo; tranquilo o
inquieto; generoso o tacaño y equilibrado o desequilibrado.
 Dimensión académica: Se refiere a la auto-aceptación de la
capacidad para enfrentar con éxito las situaciones de la vida
académica y específicamente a la capacidad de rendir bien y
ajustarse a las exigencias sociales. Incluye también la
autovaloración de las capacidades intelectuales, como sentirse
inteligente, creativo y constantes, desde el punto de vista
intelectual.
 Dimensión ética: Se relaciona con el hecho de sentirse una
persona buena y confiable. También incluye atributos como
sentirse 20 - responsable, trabajador, etc. La dimensión ética
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depende de la forma en que el sujeto interioriza los valores y las
normas.

II.3. Características de la Autoestima


Basadre (1999), afirma que la autoestima se puede apreciar de diferentes
maneras clasificándolas, como positiva y negativa, en el primer caso se
refiere al cuidado propio de la persona.

Las personas de alta autoestima se caracterizan por:

- Ser cariñosas y colaboradoras.

- Poseen un elevado sentido de confianza en sí mismos para iniciar


actividades y retos.

- Establecen sus propios retos.

- Son curiosos.

- Hacen preguntas e investigan.

- Están ansiosos por experimentar cosas nuevas.

- Describen de manera positiva y se muestran orgullosos de sus trabajos y


logros.

- Se sienten cómodos con los cambios.

- Pueden manejar la crítica y burla.

- Aprenden con facilidad.

- Perseveran ante las frustraciones.

Las personas de baja autoestima se caracterizan por:


- No confían en sus ideas.

- Carecen de confianza para empezar retos.

- No demuestran curiosidad e interés en explorar.

- Prefieren rezagarse antes de participar.

- Se retiran y se sientan aparte de los demás.

- Se describen en términos negativos.

- No se sienten orgullosos de sus trabajos.


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- No perseveran ante las frustraciones.

Rosenberg la define como “la totalidad de los pensamientos y sentimientos de


la persona con referencia a sí misma como objeto”. Además de la autoestima,
la autoeficacia y la autoidentidad son una parte importante del concepto de sí
mismo. Para esto, Rosenberg elabora una escala que consta de 10
preguntas:

(Rosenberg, 1965; Antieza, Balaguer, & Moreno, 2000)

Estas diez preguntas nos harán dar cuenta de cómo tiene la autoestima la
persona, si tiene una autoestima bajo o elevado, si la persona se siente bien
consigo mismo.

II.4. Niveles de Autoestima


II.4.1. Alta autoestima
La persona que cree firmemente en ciertos valores y principios dispuesto
a defenderlos, capaz de obrar según crea más acertado y confiado en su
propio juicio, tiene confianza en su capacidad para resolver sus propios
problemas, se considera interesante y valioso, es sensible a las
necesidades de los demás, respeta las normas de convivencia. Por lo
tanto, las personas con alta autoestima gustan más de sí mismos que los
otros, quieren madurar, mejorar y superar sus deficiencias.
Crozier (2001). Es una consecuencia de un historial de competencia y
merecimiento altos. Existe una tendencia a evitarlas situaciones y
conductas de baja autoestima. Las personas tienen una sensación
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permanente de valía y de Capacidad positiva que les conduce a
enfrentarse mejor a las pruebas y a los retos de la vida, en vez de tender a
una postura defensiva. Se sienten más capaces y disponen de una serie
de recursos internos e interpersonales.
Esta clase de autoestima está fundada de acuerdo con dos sentimientos
de la persona para con sí misma: la capacidad y el valor. Los individuos
con una autoestima positiva poseen un conjunto de técnicas internas e
interpersonales que los hace enfrentar de manera positiva a los que deba
enfrentar, tienden a adoptar una actitud de respeto no solo con ellos
mismos sino con el resto. Por otro lado, en un sujeto con una autoestima
alta existen menos probabilidades de autocrítica, en relación con las
personas que poseen otro tipo de autoestima.

II.4.2. Baja autoestima


Implica a la persona un estado de insatisfacción, rechazo y desprecio de
sí mismo, presenta las siguientes características:
a) Vulnerabilidad a la crítica: se siente exageradamente atacado y herido,
echa la culpa de sus fracasos a los demás o a la situación, cultiva
resentimientos contra sus críticos.
b) Deberes: deseo excesivo de complacer, por el que no se atreve a decir
no, por miedo a desagradar y perder la benevolencia o buena opinión del
otro.
c) Perfeccionismo: auto exigencia esclavizadora de hacer perfectamente
todo lo que intenta, esta característica conduce a un desmoronamiento
interior cuando las cosas no salen con la posición exigida.
d) Culpabilidad neurótica: se acusa y se condena por conductas que no
siempre son objetivamente malas, exagera la magnitud de sus errores sin
llegar a perdonarse por completo.
e) Hostilidad flotante: siempre a punto de estallar aún por cosas de poca
monta, propia del crítico (excesivo) quien todo lo siente mal, todo le
disgusta, todo le decepciona, nada le satisface. f) Tendencias depresivas:
un negativismo generalizado en su vida, su futuro, y sobre todo una
inapetencia generalizad del gozo de vivir y de la vida misma.
Branden (1993, p. 57). Afirma que “aparte de los problemas biológicos, no
existe una sola dificultad psicológica que no está ligada a una autoestima
deficiente: depresión, angustia, miedo a la intimidad, miedo al éxito, abuso
de alcohol, drogadicción, bajo rendimiento escolar, inmadurez emocional,
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suicidio, etc. Y esto sucede porque el individuo está muy vulnerable y este
concepto está ligado íntimamente a una autoestima baja”.
Coopersmith (1999) señala los siguientes niveles; alta autoestima,
promedio autoestima y baja autoestima los mismos que son susceptibles a
aumentar o disminuir con el correr del tiempo dependiendo del aprecio,
afecto, aceptación, atención y autoconciencia de la persona.

II.5. Contexto Nacional del embarazo en adolescentes


Durante el año 2017, el 13,4% de adolescentes de 15 a 19 años fueron
madres o quedaron embarazadas por primera vez, lo que representó un
incremento del 0,7% con respecto al año anterior cuando el índice fue del
12,7%, reveló la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (Endes) 2017
del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).

El estudio del INEI detalló que, de ese porcentaje, el 10,6 % se convirtió


en madre ese mismo año, mientras que el 2,9% quedó embarazada por
primera vez. 

Precisó que este porcentaje ha venido experimentando ligeras


fluctuaciones en los últimos años. En el año 2013 se estimó en 14 %; en
el 2014 (14,6 %) y en el 2015 (13,6 %).

Asimismo, el informe Endes 2017 indica que, en el año 2017, el embarazo


de las adolescentes del área rural fue de 23,2 %, mientras que en el área
urbana fue de 10,7 %.

Sobre esta realidad, Walter Mendoza De Souza, analista del Fondo de


Población de las Naciones Unidas (UNFPA) Perú, consideró que no hay
cambios significativos en los índices de embarazos adolescentes en el
Perú en los últimos años.

Dijo, sin embargo, que la diferencia hoy en día cada es que cada vez más
adolescentes en el Perú no quiere quedar embarazada. Pero el drama
radica en que ellas no tienen la posibilidad de ejercer sus derechos.

“Los planes de vida de muchas adolescentes que quisieran postergar la


maternidad y el primer embarazo no se puede cumplir porque falta
educación sexual, una buena orientación, consejería y que los servicios de
salud sean amigables”, aseveró Mendoza en declaraciones a la Agencia
Andina.
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En base al informe del Endes 2017 y los registros del Ministerio de Salud
(Minsa) y del Reniec, Mendoza dijo que cuatro adolescentes menores de
15 años quedan embarazas diariamente en el Perú, mientras que 10 con
15 años exactos de edad se embarazan al día.

En tal sentido, el analista calculó en alrededor del 50 % el índice de


embarazos en adolescentes que no son deseados en el Perú.

“Lo cierto es que, en general, hay una brecha entre la fecundidad


observada y la fecundidad deseada. Es mayor la observada que la que
realmente se quisiera”, subrayó.

Mendoza dijo que Perú tiene uno de los niveles más bajos en el nivel de
uso de métodos modernos de planificación familiar a causa de problemas
de la logística, en la calidad del servicio o en los horarios de atención en
los centros de salud.

“No es aceptable que un país como Perú tenga niveles tan bajos porque,
en el marco de los objetivos del desarrollo sostenible, es fundamental el
derecho a decidir libre e informadamente cuándo y cuántos hijos tener”,
manifestó.

II.6. Conceptos generales sobre la adolescencia


La OMS define como adolescencia al "período de la vida en el cual el
individuo adquiere la capacidad reproductiva, transita los patrones
psicológicos de la niñez a la adultez y consolida la independencia socio ?
económica" y fija sus límites entre los 10 y 20 años.

Es considerada como un periodo de la vida libre de problemas de salud


pero, desde el punto de vista de los cuidados de la salud reproductiva, el
adolescente es, en muchos aspectos, un caso especial

En muchos países, los adolescentes llegan a representar del 20 al 25% de


su población. En 1980 en el mundo había 856 millones de adolescentes y
se estima que en el 2000 llegarán a 1,1 millones. La actividad sexual de
los adolescentes va en aumento en todo el mundo, incrementando la
incidencia de partos en mujeres menores de 20 años.

Por los matices según las diferentes edades, a la adolescencia se la


puede dividir en tres etapas:
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II.6.1. Adolescencia temprana (10 a 13 años)

Biológicamente, es el periodo peripuberal, con grandes cambios


corporales y funcionales como la menarca.
Psicológicamente el adolescente comienza a perder interés por los padres
e inicia amistades básicamente con individuos del mismo sexo.
Intelectualmente aumentan sus habilidades cognitivas y sus fantasías; no
controla sus impulsos y se plantea metas vocacionales irreales.
Personalmente se preocupa mucho por sus cambios corporales con
grandes incertidumbres por su apariencia física.
II.6.2. Adolescencia media (14 a 16 años)
Es la adolescencia propiamente dicha; cuando ha completado
prácticamente su crecimiento y desarrollo somático.

Psicológicamente es el período de máxima relación con sus pares,


compartiendo valores propios y conflictos con sus padres.

Para muchos, es la edad promedio de inicio de experiencia y actividad


sexual; se sienten invulnerables y asumen conductas omnipotentes casi
siempre generadoras de riesgo.

Muy preocupados por apariencia física, pretenden poseer un cuerpo más


atractivo y se manifiestan fascinados con la moda.

II.6.3. Adolescencia tardía (17 a 19 años)


Casi no se presentan cambios físicos y aceptan su imagen corporal; se
acercan nuevamente a sus padres y sus valores presentan una
perspectiva más adulta; adquieren mayor importancia las relaciones
íntimas y el grupo de pares va perdiendo jerarquía; desarrollan su propio
sistema de valores con metas vocacionales reales.

Es importante conocer las características de estas etapas de la


adolescencia, por las que todos pasan con sus variaciones individuales y
culturales, para interpretar actitudes y comprender a los adolescentes
especialmente durante un embarazo sabiendo que: "una adolescente que
se embaraza se comportará como corresponde al momento de la vida que
está transitando, sin madurar a etapas posteriores por el simple hecho de
estar embarazada; son adolescentes embarazadas y no embarazadas
muy jóvenes".
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II.7. Embarazo en la adolescencia
Se lo define como: "el que ocurre dentro de los dos años de edad
ginecológica, entendiéndose por tal al tiempo transcurrido desde la
menarca, y/o cuando la adolescente es aún dependiente de su núcleo
familiar de origen".

La "tasa de fecundidad adolescente (TFA)" ha ido disminuyendo desde los


años 50 pero en forma menos marcada que la "tasa de fecundidad general
(TFG)", condicionando un aumento en el porcentaje de hijos de madres
adolescentes sobre el total de nacimientos. En 1958 era del 11,2%; en
1980 del 13,3%; en 1990 del 14,2%; en 1993 del 15%. Este último
porcentaje se traduce en 120.000 nacidos vivos de mujeres menores de
20 años.

La fecundidad adolescente es más alta en países en desarrollo y entre


clases sociales menos favorecidas, haciendo pensar que se trata de un
fenómeno transitorio porque, de mejorarse las condiciones, ella podría
descender.

Para otros investigadores, la disminución de las tasas de fecundidad


adolescente está cada vez más lejos, ya que el deterioro de las
condiciones socioeconómicas globales hace que se dude sobre la
posibilidad de que la mayoría de los países realicen mayores inversiones
en sus sistemas educacionales y de salud, para alcanzar la cobertura que
el problema demanda.
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II.8. Consideraciones psicosociales en los embarazos adolescentes


El comportamiento sexual humano es variable y depende de las normas
culturales y sociales especialmente en la adolescencia, pudiendo clasificar
a las sociedades humanas de la siguiente manera:

a) Sociedad Represiva: niega la sexualidad, considerando al sexo como


un área peligrosa en la conducta humana. Considera una virtud la
sexualidad inactiva, aceptándola sólo con fines procreativos. Las
manifestaciones de la sexualidad pasan a ser fuentes de temor, angustia y
culpa, enfatizando y fomentando la castidad prematrimonial.

b) Sociedad Restrictiva: tiene tendencia a limitar la sexualidad, separando


tempranamente a los niños por su sexo. Se aconseja la castidad
prematrimonial, otorgando al varón cierta libertad. Presenta ambivalencia
respecto al sexo, siendo la más común de las sociedades en el mundo.

c) Sociedad Permisiva: tolera ampliamente la sexualidad, con algunas


prohibiciones formales (la homosexualidad). Permite las relaciones
sexuales entre adolescentes y el sexo prematrimonial. Es un tipo social
común en países desarrollados.

d) Sociedad Alentadora: para la cual el sexo es importante y vital para la


felicidad, considerando que el inicio precoz del desarrollo de la sexualidad
favorece una sana maduración del individuo. La pubertad es celebrada
con rituales religiosos y con instrucción sexual formal. La insatisfacción
sexual no se tolera y hasta es causal de separación de pareja.

Así se considera que el embarazo en adolescentes es un fenómeno


causado por múltiples factores, principalmente de orden psicosocial,
ocurriendo en todos los estratos sociales sin tener las misma
características en todos ellos, por lo que importan las siguientes
consideraciones:
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1.- Estratos medio y alto: la mayoría de las adolescentes que quedan
embarazada interrumpen la gestación voluntariamente.

2.- Estratos más bajos: donde existe mayor tolerancia del medio a la
maternidad adolescente, es más común que tengan su hijo.

Conocer los factores predisponentes y determinantes del embarazo en


adolescentes, permite detectar las jóvenes en riesgo para así extremar la
prevención. Además, las razones que impulsan a una adolescente a
continuar el embarazo hasta el nacimiento, pueden ser las mismas que la
llevaron a embarazarse.

II.8.1. Factores Predisponentes


1.- Menarca Temprana: otorga madurez reproductiva cuando aún no
maneja las situaciones de riesgo.

2.- Inicio Precoz De Relaciones Sexuales: cuando aún no existe la


madurez emocional necesaria para implementar una adecuada
prevención.

3.- Familia Disfuncional: uniparentales o con conductas promiscuas, que


ponen de manifiesto la necesidad de protección de una familia continente,
con buen diálogo padres ? hijos. Su ausencia genera carencias afectivas
que la joven no sabe resolver, impulsándola a relaciones sexuales que
tiene mucho más de sometimiento para recibir afecto, que genuino vínculo
de amor.

4.- Mayor Tolerancia Del Medio A La Maternidad Adolescente Y / O Sola

5.- Bajo Nivel Educativo: con desinterés general. Cuando hay un proyecto
de vida que prioriza alcanzar un determinado nivel educativo y posponer la
maternidad para la edad adulta, es más probable que la joven, aún
teniendo relaciones sexuales, adopte una prevención efectiva del
embarazo.

6.- Migraciones Recientes: con pérdida del vínculo familiar. Ocurre con el
traslado de las jóvenes a las ciudades en busca de trabajo y aún con
motivo de estudios superiores.

7.- Pensamientos Mágico: propios de esta etapa de la vida, que las lleva a
creer que no se embarazarán porque no lo desean.
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8.- Fantasías De Esterilidad: comienzan sus relaciones sexuales sin
cuidados y, como no se embarazan por casualidad, piensan que son
estériles.

9.- Falta O Distorsión De La Información: es común que entre


adolescentes circulen "mitos" como: sólo se embaraza si tiene orgasmo, o
cuando se es más grande, o cuando lo hace con la menstruación, o
cuando no hay penetración completa, etc.

10.- Controversias Entre Su Sistema De Valores Y El De Sus Padres:


cuando en la familia hay una severa censura hacia las relaciones sexuales
entre adolescentes, muchas veces los jóvenes las tienen por rebeldía y, a
la vez, como una forma de negarse a sí mismos que tiene relaciones no
implementan medidas anticonceptivas.

11.- Aumento en número de adolescentes: alcanzando el 50% de la


población femenina.

12.- Factores socioculturales: la evidencia del cambio de costumbres


derivado de una nueva libertad sexual, que se da por igual en los
diferentes niveles socioeconómicos.

2.8.2. Factores determinantes


1.- Relaciones Sin Anticoncepción

2.- Abuso Sexual

3.- Violación

2.9. Actitudes hacia la maternidad


El embarazo en la adolescente es una crisis que se sobre imponer a la crisis
de la adolescencia. Comprende profundos cambios somáticos y psicosociales
con incremento de la emotividad y acentuación de conflictos no resueltos
anteriormente.

Generalmente no es planificado, por lo que la adolescente puede adoptar


diferentes actitudes que dependerán de su historia personal, del contexto
familiar y social pero mayormente de la etapa de la adolescencia en que se
encuentre.

En la adolescencia temprana, con menos de 14 años, el impacto del


embarazo se suma al del desarrollo puberal. Se exacerban los temores por
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los dolores del parto; se preocupan más por sus necesidades personales que
no piensan en el embarazo como un hecho que las transformará en madres.
Si, como muchas veces ocurre, es un embarazo por abuso sexual, la situación
se complica mucho más. Se vuelven muy dependientes de su propia madre,
sin lugar para una pareja, aunque ella exista realmente. No identifican a su
hijo como un ser independiente de ellas y no asumen su crianza, la que queda
a cargo de los abuelos.

En la adolescencia media, entre los 14 y 16 años, como ya tiene establecida


la identidad del género, el embarazo se relaciona con la expresión del
erotismo, manifestado en la vestimenta que suelen usar, exhibiendo su
abdomen gestante en el límite del exhibicionismo. Es muy común que
"dramaticen" la experiencia corporal y emocional, haciéndola sentirse
posesiva del feto, utilizado como "poderoso instrumento" que le afirme su
independencia de los padres. Frecuentemente oscilan entre la euforia y la
depresión. Temen los dolores del parto, pero también temen por la salud del
hijo, adoptando actitudes de autocuidado hacia su salud y la de su hijo. Con
buen apoyo familiar y del equipo de salud podrán desempeñar un rol
maternal, siendo muy importante para ellas la presencia de un compañero. Si
el padre del bebé la abandona, es frecuente que inmediatamente constituya
otra pareja aún durante el embarazo.

En la adolescencia tardía, luego de los 18 años, es frecuente que el embarazo


sea el elemento que faltaba para consolidar su identidad y formalizar una
pareja jugando, muchas de ellas, el papel de madre joven.

La crianza del hijo por lo general no


tiene muchos inconvenientes.

En resumen, la actitud de una


adolescente embarazada frente a la
maternidad y a la crianza de su hijo,
estará muy influenciada por la etapa de
su vida por la que transita y, si es
realmente una adolescente aún,
necesitará mucha ayuda del equipo de
salud, abordando el tema desde un
ángulo interdisciplinario durante todo el
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proceso, incluso el seguimiento y crianza de su hijo durante sus primeros
años de vida.

III. MATERIALES Y MÉTODOS


En la investigación se empleó la metodología de la investigación científica
y la metodología de la investigación teórica, además el método dogmático,
con su nivel de investigación descriptiva y de diseño no experimental y
transversal.

Se utilizaron fuentes bibliográficas, evaluación de casos y simulaciones de


casos extraídas de páginas web.

IV. CONCLUSIONES
El embarazo en adolescentes es un serio problema psicosocial con
frecuentes connotaciones penales.
El aborto en las adolescentes es frecuente y con alta morbimortalidad
materna por lo avanzado de la edad gestacional, y las deficientes
condiciones técnicas, higiénicas y asépticas en que se realiza.
La prosecución del embarazo conlleva el abandono de los estudios por
parte de la adolescente y frecuentemente no los retoma luego del
nacimiento, generando desocupación y difícil reinserción laboral por falta
de capacitación.
El embarazo y parto en las adolescentes reconoce un alto riesgo de
morbimortalidad materna, fetal y neonatal.
El hijo de madre adolescente tiene alto riesgo de maltrato y abandono, con
frecuente cesión de adopción.
La reinserción y el respeto social de la adolescente luego de su embarazo
y parto, son difíciles y hasta irrecuperable.

V. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

 Alvarado, J. (2003). Estrategias y lineamientos básicos para la prevención


del embarazo en la adolescencia. República de Nicaragua, Ministerio de
Salud. Dirección de primer nivel de atención.  
“Año de la Universalización de la Salud”
 Coll A.: "Embarazo en la adolescencia" ? Clínicas Perinatológicas
Argentinas, Nº 4, 1997 ? Asociación Argentina de Perinatología
(ASAPER).

 Burgos, L., Carreño, R. (1995) Comparación de Factores de Riesgo en


dos poblaciones de Embarazadas Adolescentes Nulíparas. Depto.
Materno-Infanto- Juvenil, Tucumán, SIPROSA, 104.   
 García Sánchez M. H., Hernández Hernández M. L., Manjon Sánchez A.:
"Embarazo y adolescencia" - Dto. Obst. y Ginec. Hptal. Clín. Univers. de
Salamanca ? Rev. sobre Salud Sexual y Reproductiva Nº 2, año 2, junio
2.000, pág. 10-12 ? Asociación Argentina por la Salud Sexual y
Reproductiva (AASSER).

 Toro Merlo J., Uzcátegui Uzcátegui O.: "Embarazo en la adolescente" ?


Rodriguez Armas O.

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