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Capitulo V

Alicia Bugallo.

1- Introducción
Durante el siglo XX y lo que va del siglo XXI, las modificaciones del medio
debidas al aumento de la población mundial y al impacto de la civilización industrial, han
alcanzado proporciones inusitadas. Nuestro accionar actual puede afectar no sólo a los seres
con los cuales tenemos contacto directo, sino también al resto de la población mundial con
la cual jamás nos hemos encontrado, y aún a la que todavía no ha nacido, como las
generaciones futuras. Por otra parte, es indiscutible que las intervenciones de la ingeniería
ocupan un lugar eminente en las sociedades actuales desarrolladas o en vías de desarrollo.
Encontramos protagonismo de la ingeniería tanto en la planificación, diseño y construcción
como en la operación y mantenimiento de muchos objetos, procesos y servicios que
facilitan la vida moderna.
Muchos de los problemas ambientales están relacionados con las disciplinas de la
ingeniería, por lo que los futuros ingenieros y la sociedad en su conjunto, deben poner más
atención a los efectos acumulativos de las acciones tecnológicas sobre el medio, en el largo
plazo; es decir tener un compromiso con un desarrollo sustentable.
Establecer relaciones entre la ingeniería, las políticas ambientales y la sociedad
implica, al menos, considerar conjuntamente ideas y sucesos tales como: desastres
industriales, nociones de la ciencia ecológica, paradigmas de desarrollo, políticas socio-
económicas, aspectos de la globalización, sociedades de riesgo, etc. En efecto, no podemos
olvidar, por un lado, la ocurrencia de diversos accidentes de envergadura, tanto debido a
procesos industriales como al transporte de sustancias contaminantes, que fueron los
primeros síntomas manifiestos ante la opinión pública de un modo de operar productivo
que debía corregirse de modo urgente.
Es necesario tener en cuenta, además, los cambios conceptuales en el área de las

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que debería adoptarse en todo proyecto de innovación y producción tecnológica como así
también en la base de toda política ambiental. El ambiente debe ser concebido, hoy, como
un sistema complejo en el que interactúan los factores físicos (suelo, aire, agua, paisaje), los
factores bióticos (fauna y flora) y los factores socio-culturales (actividad económica,
patrimonio cultural, tipo de población, percepción del paisaje, etc.)
Al mismo tiempo, debe aceptarse que cualquier política de promoción industrial
involucra, en la actualidad, a todas las diversas disciplinas de la ingeniería, pero no como
variables autónomas sino como factores insertados en un modelo de desarrollo que podrá
ser más o menos sustentable desde el punto de vista de su viabilidad ambiental. Se siguen
abriendo importantes oportunidades laborales y profesionales, desde el nivel del diseño
hasta las aplicaciones ingenieriles, en áreas cada vez más numerosas dirigidas a la solución
o mitigación de los problemas ambientales.
Uno de los motivos por el cual las sociedades industriales contemporáneas son
consideradas sociedades de riesgo, es el fuerte impacto antrópico que producen sobre las
condiciones de mantenimiento de la vida planetaria al mediano y largo plazo. El uso de la
tecnología implica ciertos riesgos, y la crisis ambiental ha contribuido a desarrollar esta
conciencia naciente (aunque sería erróneo considerarla un simple fenómeno de la época
actual, ya que se la puede rastrear a lo largo de toda la historia humana).
Los profesionales de la ingeniería resultan sujetos activos en las transformaciones
ambientales. Los integrantes de la sociedad civil, por su parte, han ido tomando un mayor
protagonismo como contrapeso y contralor de tendencias que no parecen contemplar la
dificultad a la que nos enfrenta el progresivo deterioro ambiental, tanto local como regional
y global. El avance en la aplicación progresiva y responsable de las nuevas variantes de la
legislación ambiental, podrá tomarse como indicador del avance en la integración cada vez
más necesaria de la ingeniería, el ambiente y la sociedad.

2.- De cara a la problemática ambiental contemporánea


Los problemas ambientales antrópicos -inducidos por la actividad humana- pueden
ser de diverso tipo: por un lado están los catastróficos, como los que podrían devenir de una
guerra o su más temida consecuencia, el Invierno Nuclear; por otro lado están los problemas
agudos, que son breves y repentinos, como el caso de emisiones tóxicas o la liberación

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accidental de bacterias. Y por último, habría que considerar los problemas crónicos que se van
gestando a lo largo del tiempo, como la reducción de la capa de ozono, el efecto de
invernadero o la formación de lluvias ácidas.
En los últimos treinta años la preocupación por el ambiente ha trascendido el ámbito
local y aún el regional, para proyectarse como una cuestión global planetaria. Algunas de
sus manifestaciones ya crónicas- más preocupantes son:
Calentamiento global de la atmósfera efecto invernadero-, debido a emisiones
industriales y agrícolas (sobre todo dióxido de carbono, metano, óxido nitroso y
clorofluorocarbonos), que absorben la radiación de onda larga reflejada por la
superficie de la Tierra.
Adelgazamiento de la capa de ozono en la estratosfera, por la acción de productos
químicos basados en el cloro y el bromo, permitiendo la llegada de radiación
ultravioleta hasta la superficie del planeta.
Creciente contaminación del agua y los suelos por vertidos y descargas de residuos
industriales y agrícolas.
Deforestación progresiva, especialmente en los trópicos, por su uso para leña y la
expansión de áreas de cultivo.
Pérdida de biodiversidad, tanto animal como vegetal, por destrucción de hábitat
naturales, excesiva especialización de la agricultura, y la creciente presión sobre la
pesquería.

A partir de la primera crisis del petróleo, en 1972, se incorporaron las nociones de


agotamiento de los recursos naturales y de economía de la energía. Admitir todos estos de
nuestra realidad planetaria sugiere algunas reflexiones. En primer lugar, implica el
reconocimiento de que la sociedad humana no vive en sistemas -tecnosfera, sociosfera-
separados, sino que cada sistema vital interactúa en un sistema más amplio biosfera- del
cual es parte estructural y funcional. A nivel material (aunque también a nivel simbólico) el
incremento y la expansión de la activad antrópica trasciende sus dimensiones socio-
políticas espaciales y temporales. Una segunda consideración pone énfasis sobre el alto
riesgo de que la expansión económica e industrial incontrolada destruya la base natural

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sobre la cual se sustenta la estructura social y vital planetaria, haciendo peligrar las
posibilidades de desarrollo a mediano y largo plazo.

Es interesante recordar que el primer ambientalismo propiamente tal fue científico,


generado en la comunidad académica luego de finalizada la Segunda Guerra Mundial, a
partir de preocupaciones más o menos acotadas tales como la contaminación radioactiva
por pruebas nucleares o la contaminación con sustancias químicas, compuestos clorados,
etc. Figuras prominentes del ambientalismo científico fueron, por ejemplo, los
estadounidenses Barry Commoner, fisiólogo de plantas y Rachel Carson, Master en
genética, especialista en ecología marina. El primero tuvo gran participación en el Comité
para la Información Nuclear, creado en 1958, como parte de la campaña contra la radiación
en el planeta. Las pruebas nucleares estaban provocando una poderosa reacción moral,
poniendo en cuestión la supuesta neutralidad de la investigación científica y el carácter
pretendidamente siempre positivo de las aplicaciones tecnológicas.

Después de 1963 se constituyó el primer Comité para la Información ambiental. Por


su parte, Rachel Carson, autora del notable libro Primavera Silenciosa, 1962, advirtió que
la actividad antrópica estaba produciendo contaminación en el planeta con sustancias como
el DDT, los pesticidas clorados, el gamexane, etc. Según la autora, estos contaminantes
estaban afectando severamente la cadena de la vida, la cadena alimentaria, desde las
pequeñas diatomeas hasta los grandes mamíferos y al hombre mismo. Son sustancias que se
acumulan en los tejidos de plantas y animales, penetran en las células germinales, alterando
el material de la herencia, del cual dependen formas futuras.

El gran impacto producido por el libro, tanto favorable como desfavorable, atrajo la
atención pública a nivel local y global. Condujo a que USA aprobara la Ley de Agua
Limpia, Clean Water, y la prohibición del uso del DDT. La preocupación ambiental
emergente extendió su influencia a Europa y al resto del mundo, consolidándose en
movimientos de participación cívica y social no-gubernamentales, anhelantes de crear una
nueva cultura integrada y en armonía con la Naturaleza. Se trataba en este caso de
movimientos de desaprobación comprometidos en la tarea de generar alternativas en relación
al estilo hegemónico en las sociedades industrializadas. La Fundación Vida Silvestre
(WWF), primera ONG ambiental mundial, fue creada en 1961.

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A fines de 1969 se dictó en USA la Ley de la Política Ambiental Nacional (NEPA
National Environmental Policy Act), conocida como la Carta Magna del Medio Ambiente.
En 1970 se creó la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA
Environmental Protection Agency) que tiene a su cargo la revisión y el archivo de todos los
estudios efectuados por las Agencias Federales. (1)
Entre los diversos factores que pueden afectar el ambiente a partir de la actividad
antrópica y de la producción industrial se destacan especialmente los agentes:
Físicos, como la perturbación mecánica que causan las actividades de exploración y
extracción de minerales, el ruido y la vibración, el aumento de la temperatura de las
aguas receptoras de efluentes, la radioactividad, la luz artificial, etc.
Químicos, por la introducción de agentes químicos biológicamente activos en el
ambiente (derrames o pérdidas), operaciones industriales (efluentes) o acciones
deliberadas (aplicación de pesticidas o descarga de residuos en terrenos de relleno).

3.- Impactos notables del avance industrial


Los diversos accidentes ambientales agudos producidos por la actividad industrial
ocasionaron, además de impacto físico, químico o biológico negativo sobre el medio, un
gran impacto emocional y psicológico negativo entre la sociedad. Uno de los primeros
desastres ambientales en llamar la atención internacional fue el de la Bahía de Minamata,
Japón. Se considera que entre 1932 y 1968 se vertieron a las aguas del mar
aproximadamente 27 toneladas de compuestos con mercurio, provenientes de la
Corporación industrial Chisso. La planta producía primero fertilizantes nitrogenados, luego
se convirtió en una petroquímica y finalmente en productora de plásticos.
Si bien durante décadas se percibieron cada vez más síntomas como ceguera,
sordera, desmayos, comportamiento irracional, discursos irracionales, movimientos
involuntarios, a las víctimas se las trataba como si fueran locos. Ya en 1959, investigadores
de la Universidad local de Kumamoto determinaron que el consumo, por parte de la
población, de pescado y mariscos contaminados con metilmercurio, era la causa de las
enfermedades neurológicas cada vez más notables. Más de 3000 personas habían sufrido la
enfermedad de Minamata a causa de la afectación de toda una cadena alimentaria. (2)

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En ese contexto se generaron las primeras discusiones internacionales en torno de
la cada vez más conflictiva relación ambiente-progreso. En 1972, la Organización de las
Naciones Unidas (ONU) convocó a la Primera Conferencia Internacional sobre el Medio
Humano, en Estocolmo. Esta primera Cumbre de la Tierra, aún la escasa repercusión del
momento, generó una declaración de 26 principios ambientales y además creó el Programa
de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), aún vigente. Entre sus
recomendaciones se subrayaba que la biosfera y sus recursos son limitados y que por lo
tanto el crecimiento poblacional y el consumo de recursos naturales deben limitarse. Se
identificó a la educación ambiental como una de las armas más importantes para la
preservación de la Tierra.
Para julio de 1976 otro gran accidente industrial se produjo en Seveso, Italia, con el
estallido de una válvula de seguridad en la fábrica de la industria química suiza Meda. La
explosión se produjo durante la manufactura de trichlorophenol (TCP), lo cual liberó una
mezcla de productos químicos entre los que se encontraba la sustancia TCDD (2,3,7,8-
tetraclorodibenzo-p-dioxina), una de las dioxinas más peligrosas. Un aerosol de TCDD
llegó a cientos de personas, animales y vegetación en el área.
Se produjeron entonces 447 casos de quemaduras químicas agudas, 193 casos de
cloroacné (88% correspondía a niños), efectos crónicos sobre humanos (incremento de
mortalidad por enfermedades del corazón, relacionada con la mala experiencia del
accidente, con el stress psico-social y con la exposición a TCDD). Se registraron, a su vez,
efectos en la vida silvestre y en los animales de granja (incremento en la mortalidad de
animales poco tiempo después del accidente, altos niveles de mortalidad en animales de
granja alimentados con pasto proveniente del suelo contaminado, los niveles de TCDD en
la leche de vaca fueron más altos en áreas cercanas al accidente). (3)
En los registros de accidentes industriales se menciona la tragedia de Bhopal, en la
India, como el peor desastre químico de la historia de la humanidad. Ocurrida durante la
noche del 2 de diciembre de 1984, 40 toneladas de gases letales fueron liberados a la
atmósfera desde la fábrica de pesticidas de la empresa norteamericana Union Carbide.
Entre ellos, el Isocianato de Metilo y el Cianuro de Hidrógeno. La exposición directa a los
gases causó la muerte a 8.000 personas y produjo daños multisistémicos a otras 500.000
personas. Las muertes en los años siguientes llegaron a 16.000.

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Una de las razones de que este accidente se haya cobrado tantas víctimas fue que la
planta se encontraba cerca de un área densamente poblada, violando la zonificación de la
ciudad. Además, no contaba con las condiciones de seguridad y prevención de accidentes
que la firma instala en sus plantas de Estados Unidos. Hoy, más de 150.000 sobrevivientes
con enfermedades crónicas aún necesitan atención médica y una segunda generación de
niños enfrenta impactos en su vida o en su salud como consecuencia de ese legado de
contaminación industrial.
Y a estos sucesos les podríamos seguir agregando una larga lista, como los derrames
de petróleo del Exxon Valdéz o del Prestige, el colapso de la central nuclear de Chernobyl,
etc. Es probable que las condiciones de falta de seguridad industrial que desencadenaron
esta tragedia sigan existiendo en países subdesarrollados actualmente. Excepto Minamata,
estos desastres fueron producidos algunos años después de que el movimiento ecologista -
ambientalista tomara fuerza y parecían corroborar las predicciones de estos pensadores
quienes advertían grandes problemas ambientales de seguir con las formas imperantes de
producción industrial. Hoy en día se habla ya de una crisis ambiental planetaria,
considerando entre sus causas el crecimiento desmesurado de la población humana, la
acumulación material de sustancias físico-químicas y orgánicas sacadas de algún punto
natural, y reubicadas ahora en una tecnosfera que nos invade.

4.- Cambios conceptuales en el ámbito de la ecología


Antes de seguir adelante, deberíamos intercalar al menos una mínima consideración
sobre la evolución del objeto de estudio de la ecología durante el siglo XX, y su relevancia
Es sobre
todo la ecología quien ha cambiado profundamente la percepción de nuestra relación con el
medio. El término ecosistema fue propuesto ya en 1935 para representar la unidad de
estudio que comprende todas las interacciones entre el medio físico y las especies que lo
habitan. se habla de biosfera, (o también ecosfera) como el complejo
integrado de todos los ecosistemas del planeta, donde la humanidad interactúa con el resto
de las especies.
La biosfera, excepcional capa de vida que rodea el planeta, desciende hasta diez
kilómetros en las profundidades marinas y alcanza los siete kilómetros en la atmósfera,

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hasta donde vuelan las aves, las esporas y ciertos microorganismos transportados por el
viento. Se hace evidente que un paradigma ecosistémico, con su idea fuerte de
interdependencia de los elementos bióticos y abióticos, está alterando profundamente
nuestra relación con el ambiente. En este sentido, la incorporación del concepto de biosfera
ha sido muy significativa, pues impide dejar a la especie Homo sapiens afuera. A partir de
ahora será imposible no considerarla como integrante y protagonista cada vez más relevante
en los cambios que soporta el planeta. La tendencia es aceptar que los seres humanos
comparten con todas las demás especies una herencia genética y numerosos lazos
ecológicos que forman el contexto dentro del cual las sociedades humanas han desarrollado
un complejo conjunto de valores psicológicos, éticos y espirituales relativos a la
biodiversidad.(4)
Es un sistema vital planetario Hasta ahora estábamos acostumbrados a pensar en la
vida como una característica de los organismos individuales. Y es cierto que los individuos
están vivos, pero un individuo sólo, aislado, no puede sustentar la vida. La vida se sustenta
gracias a la abundancia de organismos de muchas especies y la existencia de un medio
apropiado. Juntos conforman una red de partes vivas y no vivas, que pueden mantener el flujo
de energía y el ciclo de los elementos químicos, que a su vez sustentan la vida.
¿Existe un umbral necesario de diversidad biótica por debajo del cual no podrían
mantenerse las condiciones mínimas requeridas para la vida? Al parecer, los sistemas simples
no perduran; quedan más expuestos a las plagas y a su degradación, como se ve en los casos
de monocultivo extensivo. El sistema de soporte vital planetario es complejo a cualquier
escala y en cualquier tiempo. Y necesita ser abundante y vigoroso si se aspira a mantener la
vida. Justamente ese vigor y potencia se sustenta, entre otras cosas, manteniendo la mayor
cantidad de diversidad biológica. (5)
El hombre ha ido dando otros valores diferentes a la biodiversidad. En primer lugar
tenemos sus valores de uso, que implican la utilización para el consumo directo, además de su
sentido recreativo. Junto al uso de los ecosistemas y de las especies, en los últimos años se ha
dado mucha importancia al aprovechamiento de la diversidad genética. La preservación del
potencial genético ofrece en el futuro a la humanidad el mayor número de opciones evolutivas
para enfrentar situaciones imprevisibles. Potentes intereses de la industria farmacológica y de

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biotecnología en general tienen puestos sus ojos sobre todo sobreviviente de aquél mundo
silvestre.
El valor de existencia hace referencia a la protección de un bien, independientemente
de su utilización actual y futura. Integra lo que dio en llamarse el valor de conservación para
las generaciones futuras. Con esta idea se intenta reforzar el principio ético de copropiedad
intergeneracional del patrimonio natural. Se trataría de integrar a todos los cálculos
económicos el principio de que el patrimonio natural pertenece no sólo a las generaciones
actuales sino también a las futuras.
Pero habría que resaltar el valor ecológico de la biodiversidad, a partir de los
servicios que presta sin cobrarnos nada-. Cada elemento de diversidad participa en el
funcionamiento de los ecosistemas y en la realización de procesos tan vitales como el
mantenimiento de los suelos, la regulación del clima o la producción de fotosíntesis. Entre los
servicios ecosistémicos podemos destacar:
fuente de alimentos y materias primas,
regulación y estabilización parcial del clima,
mitigación de sequías, control de erosión e inundaciones,
generación y preservación de los suelos y renovación de su fertilidad,
control de la amplia mayoría de las plagas potenciales de la agricultura,
detoxificación y descomposición de los residuos,
polinización de cultivos y de la vegetación natural,
dispersión de las semillas,
reciclado y movimiento de nutrientes,
purificación del agua y del aire,
fuente de recursos genéticos, mantenimiento de la biodiversidad,
protección de los rayos solares ultravioletas perjudiciales,
provisión de belleza estética y estímulo intelectual para el espíritu humano, etc. (6)
Los servicios de los ecosistemas, esenciales para el sostenimiento de la vida en la
biosfera incluyendo la humana, por cierto- operan a una escala tan extendida y de un
modo tan complejo y aún bastante desconocido, que la mayoría no podría ser reemplazada
tecnológicamente. Los daños ecológicos que producimos con nuestras actividades

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civilizatorias pueden ser, en el largo plazo, más costosos que el beneficio a corto plazo
obtenido con la desatención al ambiente.
Por ende, se considera que hay razones prudenciales y del más elemental sentido de
supervivencia para que el género humano en su totalidad acepte la necesidad de la
sustentabilidad de sus prácticas vitales. Un síntoma indudable de esta tendencia ha sido la
nueva Cumbre de la Tierra convocada por las Naciones Unidas en Río de Janeiro, en 1992.
Para la ocasión, asistieron delegados de 178 países, 120 jefes de Estado, más de 1500
Organizaciones No Gubernamentales y cerca de 10.000 periodistas. Fue la mayor
conferencia de la historia de la humanidad convocada para dirimir una problemática no
bélica. Algunos de sus logros fueron las convenciones sobre Biodiversidad y sobre Cambio
Climático y la llamada Agenda 21, programa internacional para poner en práctica sus
principios.

orientar las políticas de desarrollo y fortalecer los programas ambientales, ubicando al


hombre mismo y al concepto calidad de vida como centro de nuevos procesos de
reeducación y ética. A partir de Río '92 ningún gobernante responsable podrá aducir
ignorancia de los vínculos existentes entre ambiente y desarrollo. Sabemos, no obstante,
que los avances van siendo muy lentos pues existen intereses económicos y políticos que
afectan el cumplimiento de las estrategias sugeridas.

5.- De la noción de peligro a la noción de riesgo


La concientización que fue surgiendo ante sucesivas y contundentes
manifestaciones de la problemática ambiental, impuso un giro en nuestras consideraciones,
desde el concepto de mero peligro ante la emergencia de algún factor natural hacia la
noción más compleja de riesgo, socialmente construido. En efecto, en la conceptualización
del riesgo reconocemos cuatro componentes diferenciables analíticamente, pero
íntimamente vinculados entre sí:
peligrosidad: sería el potencial inherente al fenómeno mismo (inundación,
terremoto, incendio, tsunami, huracán, epidemia, contaminación, etc.)
exposición: distribución territorial de lo potencialmente afectable (personas, bienes
materiales, bienes culturales, seres vivos no humanos, etc.) En Bhopal, como

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vimos, la amplia exposición de personas se debió a que la empresa estaba instalada
en una zona urbanizada no apta para radicación industrial.
vulnerabilidad: condiciones socioeconómicas y aspectos normativos,
institucionales, ideológicos y culturales que hacen a la capacidad diferencial que
tienen las sociedades, o sectores de la misma, de reaccionar frente al riesgo. La
población de pescadores, en Minamata, resultó muy vulnerable a los manejos
inescrupulosos del dueño de la fábrica, debido a su falta de educación en cuanto a
las posibilidades de reclamar legalmente por la protección de su salud. Incluso,
firmaron acuerdos sin asesoramiento adecuado, por los cuales renunciaban a
posteriores reclamos ante los perjuicios económicos sufridos.
incertidumbre: involucra zonas grises del conocimiento científico y su traslado a la
toma de decisiones, falta de decisiones en políticas ambientales, superposición de
competencias ambientales que llevan a la inacción, etc. Los desastres ambientales
son muy diferentes de las pruebas que habitualmente se tratan en un laboratorio y
frente a las cuales los científicos y técnicos pueden ser exitosos. Indican además que
ya no es tan obvia la supremacía de los expertos, que suelen fracasar en sus intentos
por mejorar o paliar los efectos negativos de la tecnología.
El riesgo ante un desastre no deriva sólo de los fenómenos naturales sino que va
siendo construido social e históricamente, en un proceso continuo. El reciente episodio de
la Discoteca Cromagnon ha puesto en evidencia, una vez más, hasta qué punto los desastres
no son un producto final de causas fortuitas, sino procesos que pueden ir construyéndose
cotidianamente desde la negligencia, la indiferencia y la falta de una visión integral del
riesgo urbano, especialmente en las ciudades modernas. (7)
La seguridad y el bienestar ganados en el pasado por medio de las intervenciones
sobre la naturaleza, traen ahora como contrapartida la obligación de asumir los riesgos
inherentes a las actividades tecnológicas. La ingeniería no puede, por sí sola, corregir los
daños causados al ambiente por la larga tradición social de dominación desconsiderada del
medio. Será necesaria la concertación de los diferentes actores sociales, políticos y
económicos, para que la conciencia ambiental se traduzca finalmente en realizaciones
benéficas concretas en el largo plazo.

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Ya no hay dudas de que el riesgo se incrementa con la extensión de formas de
consumo insustentables y de patrones de vida propios de los sistemas industrializados. Es,
en principio, un efecto de la sociedad más opulenta sobre el medio global. Pero también se
deriva el riesgo ambiental de las condiciones de pobreza reinante en amplias zonas del
planeta. La agenda ambiental de los países desarrollados refleja variables distintas a las de
los países en desarrollo.

En la primera encontramos una creciente preocupación acerca del cambio climático,


la pérdida de biodiversidad o la creciente deforestación. En cambio, en la gran mayoría de
la población de los países en desarrollo que a duras penas logra sobrevivir, casi ni perciben
estas cuestiones. La provisión de lo cotidiano domina las consideraciones sobre el largo
plazo; lo concreto de hoy no deja ver lo probable de mañana. Temas sofisticados como el
uso de aerosoles y refrigerantes se circunscribe a las minorías y el deterioro de la capa de
ozono aparece como un problema abstracto y lejano. En inmensas regiones del planeta la
pobreza es la causa principal del estado crítico del medio. (8)

La población pobre o indigente se encuentra terriblemente expuesta y altamente


vulnerable a los riesgos ambientales; la pobreza implica una amenaza más directa sobre la
salud y la supervivencia. La interacción del ambiente con el desarrollo económico y social
se presenta, en los países en desarrollo, como la ardua tarea de utilizar el sistema natural
para solucionar rápidamente los urgentes problemas del presente. El sistema natural es
explotado no sólo para satisfacer las necesidades de la población local, sino además para
generar los recursos para financiar la expansión económica y el desarrollo social, para
adquirir tecnología, llevar a cabo obras de infraestructura básica y proporcionar educación
y salud.
Aunque cuestiones ambientales críticas como la erosión del suelo, la deforestación,
la contaminación de acuíferos, etc. significan a menudo reales amenazas para la población
y para un deseable desarrollo ambientalmente compatible, las autoridades de muchos países
en desarrollo tomas estos hechos como secundarios, ignorando a su vez el potencial riesgo
e impacto global. Y será en un contexto de concertación, sensible a las necesidades de los
pueblos y abierto al diálogo interdisciplinario, que el ingeniero podrá responder
adecuadamente a la esencia de su profesión. (9)

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6.- En el contexto de los modelos de desarrollo
La experiencia de más de doscientos años de expansión de la sociedad industrial
muestra que todo desarrollo tiene límites, ya sean los límites propios del nivel tecnológico y
social alcanzado por una región o nación, como los límites de los recursos naturales
necesarios para el desarrollo, que no son infinitos, sino en su mayoría agotables o no
renovables. En este respecto, se habla hoy en día de encausarlo hacia los principios del
desarrollo sustentable.
Esta expresión surgió del documento Nuestro Futuro Común, llamado también
Informe Brundtland, que la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo redactó en
1987 para las Naciones Unidas. El mismo lleva el nombre de la Sra. Gro Harlem Brundtland,
ex Primera Ministra de Noruega y en ese entonces presidenta de la mencionada Comisión.
Una de sus ideas principales indica que será desarrollo sustentable aquel que responda a las
necesidades del presente, sin por eso limitar la capacidad de las generaciones futuras de
satisfacer las suyas. (10)
El informe fue en su momento un buen diagnóstico de la situación global planetaria,
demostrando con datos técnicos las relaciones entre destrucción ambiental y desarrollo
económico. Apelaba a la moral y humanitarismo de los centros de poder mundial, suponiendo
que los países desarrollados estarían realmente dispuestos a ayudar a los más pobres. Centraba
la atención en estrategias prácticas para satisfacer las necesidades esenciales (alimentación,
agua, energía, trabajo, servicios sanitarios); para controlar el crecimiento poblacional; para
sustentar y, si fuera posible, acrecentar los recursos básicos.
Para octubre de 1999 la población mundial alcanzó la cifra de 6.000 millones,
cuadriplicando la cantidad de habitantes existentes cien años atrás. Hacia el 2050 se estima
que podría llegar a los 10.700 millones. Hoy en día, la mitad del género humano tiene
menos de veinticinco años. Sólo un veinte por ciento de mujeres y hombres viven en los
países desarrollados, sin embargo en ellos, también existen grandes bolsones de pobreza (el
llamado 4º mundo); sólo en USA hay más de nueve millones de pobladores sin techo que
viven en las calles. La explosión demográfica sigue generando desafíos e interrogantes.
Un aspecto importante de la perspectiva del Informe Brundtland fue el de ligar el
desarrollo sustentable a la inclusión de las futuras generaciones en el cálculo de los costos

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del desarrollo económico del presente. Resultaba explícito en un punto: al considerar las
necesidades esenciales, se le da particular importancia a las necesidades de los pobres del
mundo. Resaltaba también en qué medida las desigualdades enumeradas entre los países
prósperos y amplias regiones de pobreza se encuentran cada vez más mediatizadas y
acentuadas por el saber científico-tecnológico. En muchos casos equivalen a la desigualdad
entre el que sabe y el que no sabe, entre el experto y el inexperto.
Se reconocía, entonces, que la implementación de nuevas estrategias de
sustentabilidad requeriría de cambios en las estructuras económicas, sociales y políticas,
tanto en los límites de cada nación individual como a nivel internacional.
En cierto sentido, el desarrollo sustentable puede ser visto como una versión
actualizada de un movimiento anterior denominado tecnología apropiada (o alternativa),
pensadas para reorientar las tecnologías duras no amigas del ambiente- y manejar los
riesgos asociados a ellas; y para incluir las preocupaciones por el medio ambiente dentro de
los cálculos económicos. (11)
Con los años, la idea del desarrollo sustentable apareció a su vez integrada al nuevo
concepto fundamental de desarrollo humano. Frente a la postura meramente economicista
vigente, que concibe el Desarrollo como un aumento rápido y constante de la riqueza del
país, medida ésta sólo por el Producto Nacional Bruto o Producto Bruto Interno (PBI), el
bengalí Amartya Sen, Premio Nóbel de Economía 1998, sostiene la importancia del
desarrollo humano, centrado en la Persona Humana, cuyo fin último es no sólo acumular
riqueza, sino acrecentar la libertad de cada cual en la prosecución de sus aspiraciones
esenciales.
Para Sen, los indicadores crematísticos (de dinero, monetarios) no deberían tener un
valor en sí mismos, sino que deberían ser considerados un medio para llegar al máximo
logro de los indicadores de la calidad de vida, como: longevidad, salud, alimentación
equilibrada, educación básica, igualdad entre sexos, libertades políticas y sociales. Habría
que tener en cuenta no sólo el producto nacional, la oferta de bienes, el ingreso, sino
además las 'atribuciones' de la persona y las 'capacidades' que estas atribuciones generan.
Se deberían considerar entonces: si puede vivir mucho tiempo, si puede escapar de las
enfermedades evitables, si puede tener una buena nutrición, llegar a saber leer, escribir y

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comunicarse, y participar en actividades culturales, etc. Los índices materiales del
'progreso' no permiten por sí solos valorar el grado de realización de las personas. (12)
Desde esta perspectiva, entonces, los avances económicos deberían orientarse a
metas tales como proporcionar a toda la población un aumento de la esperanza de vida,
mejora de su calidad y ampliación de las oportunidades. Surge además la necesidad de
poner la pobreza en el centro de la economía. Si ello no se hace, seguirá creciendo. El
problema no es postergable, porque los efectos de la pobreza son en muchos casos
irreversibles. De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD), la consideración del desarrollo sustentable figura como uno de los objetivos
generales del desarrollo humano. Sintéticamente estos son:
reducir el porcentaje de la población que vive en extrema pobreza,
reducir el porcentaje de personas que padecen hambre,
aumentar el porcentaje de personas con acceso al agua potable,
ampliar la matrícula de los niños en la enseñanza primaria,
eliminar la disparidad entre los géneros en las enseñanzas primaria y secundaria,
reducir la mortandad infantil y materna,
proporcionar acceso universal a los servicios de salud reproductiva,
detener y comenzar a reducir la propagación del VIH/SIDA,
aplicar estrategias nacionales de desarrollo sustentable con el fin de reducir la
degradación ambiental.

7.- El rol del ingeniero ante los desafíos de un desarrollo ambientalmente viable.
Las intervenciones de la ingeniería ocupan un lugar eminente en la sociedad
contemporánea.
De acuerdo con la definición que los propios ingenieros suelen dar a su profesión, la
ingeniería es la aplicación de los principios científicos para la óptima conversión de las
fuerzas y los recursos naturales y del mundo artificial, en estructuras, máquinas, productos,
sistemas y procesos para el beneficio de la humanidad. La ingeniería no es considerada una
ciencia, sino más bien una práctica que requiere tanto de la habilidad y de la creatividad de
quien la ejerce. En ella debe darse la conjunción de conocimientos tecnológicos, de

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ciencias exactas y naturales, más (sería el ideal) una adecuada consideraciones de aspectos
contextuales, obtenidos a través del estudio sistemático, la experiencia y la práctica
concreta. (13)
Sin duda, la ingeniería trata de un campo de conocimiento profesional entendido
como una práctica orientada por el dinamismo y las potencialidades de la tecnología. Una
definición de la tecnología no debería reducirse sólo a su sentido artefactual. En efecto, por
tecnología no habría que entender sólo a las máquinas, herramientas o artefactos
(automóviles, heladeras, computadoras) ni tampoco sólo a los procedimientos técnicos o
medios auxiliares de los que se hace uso en la actividad productiva y de servicios. Tampoco
es apropiado reducirla a su vinculación con la ciencia y considerarla sólo como una ciencia
aplicada. Preferimos entender a la tecnología como sistema, a fin de resaltar las inevitables
relaciones entre tecnología-ingeniería y sociedad, desde las cuales se van conformando los
distintos sistemas tecnológicos. (14)
Es allí donde se inscribe el papel de la ingeniería en la sociedad, en la construcción
de los sistemas tecnológicos que producen grandes transformaciones sociales. Cuando un
conjunto de innovaciones se conjugan, tal combinación suele dar lugar a industrias o
servicios nuevos, a cambios en el sistema productivo, al surgimiento de nuevos hábitos y
costumbres sociales, lo que constituye un verdadero sistema técnico o tecnológico de partes
interrelacionadas, que se van influyendo unas a otras.
En relación al tema que estamos tratando, ya no es posible referirse al medio
construido o fabricado por el hombre sin hacer referencia al contexto más amplio del
ambiente natural. Todo esto conlleva importantes esfuerzos de investigación e innovación
para desarrollos (I+D) orientados a la generación de productos y tecnologías
ambientalmente compatibles, lo que compromete un significativo aporte de todas las
orientaciones de la ingeniería, como así también del trabajo conjunto entre diversas de
ellas.
Los profesionales de la ingeniería resultan sujetos activos en las transformaciones
ambientales dado que intervienen en la planificación, diseño, construcción, operación y
mantenimiento de numerosos medios que facilitan de la vida moderna. Gran parte de los
problemas ambientales están relacionados con las disciplinas de la ingeniería. Los futuros
ingenieros (y obviamente la sociedad en su conjunto), deben poner más atención a los

210
efectos acumulativos de las acciones tecnológicas sobre el medio, en el largo plazo; es
decir, deberán incrementar su sensibilidad y compromiso con un desarrollo más
sustentable.
Así suele entendérselo, por ejemplo, cuando se expresa que la reflexión e
innovación tecnológica hacia mecanismos de desarrollo limpio significan una
jerarquización de la ingeniería, otorgándole al ingeniero el rol de transformador de la
sociedad, incrementando al mismo tiempo sus responsabilidades. Se lo pudo apreciar en el

de 2006. Estas ideas están presentes también en los objetivos fundamentales de la UTN, en
tanto apunta a formar un ingeniero tecnológico que responda a los requerimientos del
medio y sea promotor de cambios en el mismo, teniendo como meta un proyecto de
crecimiento productivo.
No se trata sólo de ajustarse a normativas estrictas; el futuro ingeniero deberá
realizar su tarea en un contexto social cambiante, adaptándose a variables emergentes ante
el desafío ambiental. La formación del ingeniero supone estudios fundamentales de
matemática, física y química y las ramas propias de la profesión. Todo ello es acompañado
de un entrenamiento técnico para el diseño y construcción de nuevas infraestructuras, de
nuevos programas o prototipos para la solución de problemas. Por tal motivo, consideramos
que la problemática ambiental debe ser presentada al estudiante de ingeniería desde el
inicio de su formación, sin esperar a llegar al final de la carrera.
La UNESCO y el PNUMA organizaron en 1977 la Conferencia Intergubernamental
en Educación Ambiental, en Tbilisi (Rusia) de la que nació formalmente la educación
ambiental como una disciplina cuyos objetivos son: Generar una conciencia clara de la
interdependencia económica, social y ambiental y proveer a cada ser humano con las
oportunidades para adquirir conocimientos, valores y actitudes que les permitan modificar
sus patrones de comportamiento para proteger y mejorar su ambiente.
La educación ambiental debe ser considerada como un tipo de conocimiento
problemático entre los componentes del conocimiento tecnológico. Los conocimientos
problemáticos se refieren a los aspectos discutibles de la actividad tecnológica, como
pueden ser los impactos sociales y ambientales, dificultades que aparecen al adoptar una
innovación tecnológica, problemas que surgen cuando una tecnología diseñada para un

211
contexto es transferida a otro ambiente cultural distinto, etc. Para afrontar estos desafíos, el
tecnólogo y/o el ingeniero deben compartir puntos de vista con expertos de otras áreas del
saber, en un trabajo interdisciplinario.
Aspectos constitutivos de la tecnología, como la racionalidad y el virtuosismo
tecnológico, deberán quedar atravesadas por la dimensión ambiental, para seguir
constituyendo la regla de oro de cada nueva innovación tecnológica preferible a la vigente.
La educación en ingeniería se encuentra, en la mayoría de los casos, fuertemente
ligada a los modelos de crecimiento económico vigentes, pero que deberían reverse
profundamente. En general, permanecen asociados con la extracción y uso irrestricto de
recursos, a la expansión ilimitada de las infraestructuras y al uso de tecnologías de
producción y construcción ambientalmente inapropiadas. Los estudiantes en general y los
universitarios en particular deben ser conscientes de que las condiciones del medio
ambiente son resultado de condicionantes sociales, políticas y económicas, y no sólo de
condiciones físicas. Una de las estrategias de la Agenda 21 es precisamente la
incorporación de la dimensión ambiental en el formación del sector universitario.

8.- Aspectos de la gestión ambiental en el país


La política ambiental debe ir más allá de lo que hace el sector empresario o de I+D.
La Argentina tiene una inmensa tarea por delante para incorporar efectivamente en sus
agendas ambientales. Según el constitucionalista argentino Daniel Sabsay, desde la
transición democrática ocurrida en 1983, la cuestión ambiental se ha ido incorporando a las
constituciones, primero en las provinciales y luego en la nacional reformada en 1994.
En efecto, el Art. 41 afirma que:
ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades
productivas satisfagan las necesidades sin comprometer las de las generaciones futuras: y
tienen el deber de preservarlo. El daño ambiental generará prioritariamente la obligación
de recomponer, según lo establezca la ley.
Las autoridades proveerán a la protección de este derecho, a la utilización racional de los
recursos naturales, a la preservación del patrimonio natural y cultural y de la diversidad
biológica, y a la información y educación ambientales.

212
Corresponde a la Nación dictar las normas que contengan los presupuestos mínimos de
protección, y a las provincias, las necesarias para complementarlas, sin que aquellas
alteren las jurisdicciones locales.
Se prohíbe el ingreso en el territorio nacional de residuos actual o potencialmente

Pero Sabsay destaca que, si bien el ordenamiento jurídico de la mayoría de las


provincias y de los municipios incluye de manera prolífica la temática ambiental, el
panorama no se ve acompañado por políticas públicas adecuadas para el cumplimiento y la
aplicación de las mencionadas normas. Si bien se cuenta con una buena cantidad de
autoridades de gobierno en lo ambiental (direcciones o secretarías, tanto a nivel nacional,
provincial como municipal), al momento de averiguar qué hace cada repartición, si es que
hace algo, sobreviene una tremenda desilusión. La preocupación ambiental no ha tenido en
los últimos años el lugar de jerarquía institucional requerido. (15)
Si comparamos con la situación de hace treinta años atrás, hoy se cuenta ya con una
legislación bastante apropiada como para mitigar, evitar o reparar los daños ambientales del
avance industrial. Un sinnúmero de organizaciones internacionales, regionales, nacionales,
provinciales, municipales o de la sociedad civil se atribuyen compromisos con la
preservación del medio. Son frecuentes los términos como educación ambiental, derechos
al ambiente sano, eco-desarrollo, mirada ecosistémica, etc. La Constitución reformada en
1994 incorporó varios artículos (art. 41 y 43),
Sin embargo, la cuestión que nos ocupa, se mantiene en la Argentina demasiado
instalada en el plano declamatorio, mientras las acciones concretas se van manifestando de
forma incipiente y con cierta lentitud. Las inclinaciones ambientales en el país han estado
respondiendo preponderantemente a las exigencias de organismos internacionales de
crédito o a las conveniencias comerciales de obtener una certificación, pero no a objetivos
delineados por alguna política ambiental estatal.
En este sentido, resultan muy significativos los estudios del Centro de
Investigaciones para la Transformación, CENIT. Los mismos detallan cómo la apertura
económica mayor esfuerzo por hacer más
eficientes y competitivos los procesos productivos en el país. La tendencia que se está
instalando indica que, cuanto más exportadora es la empresa (especialmente a los países

213
industrializados), mayor importancia le está dando a la gestión ambiental, muchas veces
acompañada por la búsqueda de un sello ecológico para sus productos o una certificación
de normas de gestión ambiental, como las de la serie ISO 14000. Más información al
respecto puede hallarse en la Cámara Empresaria de Medio Ambiente, CEMA.
Contrariamente, en las empresas dedicadas sólo a la satisfacción del mercado
interno el tema ambiental tiene menor relevancia, siendo todavía muy escasa la exigencia
del consumidor local. No hay que olvidar que en la actualidad rige una estrategia de
comercialización que centra su atención en el consumidor. El punto de arranque del
planeamiento empresario ya no está centrado sólo en el método de producción (como en los
tiempos del taylorismo en la Segunda Revolución Industrial) sino que considera al mismo
tiempo las necesidades del consumidor. Entonces se define primero el producto y luego el
proceso que permitirá elaborarlo, de acuerdo a las exigencias o expectativas del usuario.
Ahora bien, gestión ambiental puede significar acciones y estrategias muy
diversas. En primer lugar, puede quedar reducida sólo al tratamiento de efluentes y residuos
al final del proceso de fabricación (end of the pipe). O puede implicar una estrategia más
integradora, que incorpore además el ahorro de energía, agua o recursos. Finalmente, en las
empresas que pudieron acceder a la reconversión de sus tecnologías, gestión ambiental
implica actividades de reducción de la generación de emisiones o efluentes desde el inicio
mismo de la cadena productiva (pollution prevention technology).

End of the pipe Optimización de los procesos Pollution prevention


productivos technology

214
Tratamiento de efluentes, Ahorro de energía. Tecnologías, procesos y
emisiones a la atmósfera y Ahorro de agua.
de residuos sólidos y Reaprovechamiento de Ecoeficiencia
semisólidos. insumos, subproductos y
residuos.
Sustitución de materias
primas o insumos

Corresponde a plantas más Corresponde a plantas que


Corresponde en general a nuevas. pudieron acceder a
las plantas más antiguas. El modernizaciones más
mero tratamiento de recientes. Las tecnologías
efluentes no es rentable, limpias son rentables, por las
significa una pérdida. ventajas competitivas que
otorgan a la empresa.

Fuente: Chudnovsky, Chediak, 1995.

Los estudios del CENIT fueron llevados a cabo sobre aspectos de la gestión
ambiental de las principales industrias altamente contaminantes del país como las
siderúrgicas, celulósico-papeleras, petroquímica o curtiembres. (16)
El sector que está más avanzado en materia ambiental es el siderúrgico, encabezado
por Alindar y Grupo Techint (al que pertenece Somisa). Cuando Techint compró la
siderúrgica estatal Somisa a principios de los 90, invirtió 50 millones de dólares a lo largo
de cinco años para actualizar la tecnología ambiental de la firma privatizada. Se destaca en
el área la labor del Instituto Argentino de Siderurgia, dedicado seriamente al tema
ambiental.
En una situación intermedia podría ubicarse a las industrias petroquímicas (en
especial las que adhieren al Programa de Cuidado Responsable que se hace a nivel
internacional, a través del Instituto Petroquímico Argentino). Como ejemplo puede

215
mostrarse el accionar del Grupo Pérez Companc, el cual registra logros en la eliminación de
algunos desechos químicos y en la recuperación de energía. También en la reducción de
emisiones tóxicas (dioxinas, nitrosaminas) al agua y al aire, reducción de ruidos y de
volúmenes de residuos sólidos y/o peligrosos. Aún no ha sido posible desarrollar materiales
plásticos biodegradables, o incrementar su reciclado a través de la regeneración de
monómeros o de su reaprovechamiento. (17)
En un extremo de mayor atraso se encontraría el sector de celulosa y papel, con
plantas viejas que no han reconvertido aún sus procesos de producción, altamente
contaminantes. Una excepción (Cenit, 1995) empresa Alto Paraná, en Puerto Esperanza,
Misiones, que ha incorporado el tratamiento de la pulpa de papel sin cloro, o Papelera
Massuh, caracterizadas por la obtención de pastas libres de cloro o de papeles con alto
contenido de estas o con fibras recicladas, la purificación de efluentes líquidos y el aumento
del reciclado.
Por su parte, las curtiembres con mayor orientación exportadora ya han
reemplazado el uso de pentaclorofenol (PCP) como funguicida por otras sustancias, a fin de
no dificultar el acceso de sus productos en el mercado europeo. Purificación de efluentes
líquidos (contenidos de cromo, etc.)
En los primeros tres rubros, se ha comprobado una estrecha relación entre la eficiencia
productiva y el control de la contaminación. En el sector de curtiembres se constata una
dificultad ya que la variable ambiental introduce dificultades financieras, al punto de no
poder asumirse las exigencias ambientales. Esto remite una vez más a la necesidad de
políticas públicas que amortigüen el impacto social y económico de la reconversión
ambiental de las empresas. Es imprescindible que desde el Estado se negocien,
conjuntamente con los sectores industriales, las metas ambientales indispensables, teniendo
en cuenta, entre otros aspectos, la posibilidad de implementar incentivos económicos a fin
de alcanzar las metas delineadas.

9.- La legislación ambiental como síntoma del cambio de conciencia


A nivel nacional, se pone en evidencia el lugar rezagado que ha ocupado la
problemática ambiental entre las prioridades de la política. No se ha internalizado
completamente que, a partir de la reforma constitucional en 1994, el país debe llevar

216
adelante sus programas productivos con la óptica de la sustentabilidad. Conforme a este
mandato, a partir de 2002 recién fueron dictándose varias leyes de presupuestos mínimos.
Entre ellas se cuenta la Ley 25.675 General del Ambiente, 2003, que considera una
multitud de temas relacionados con los aspectos fundamentales de la política ambiental y
establece los presupuestos mínimos para el logro de una gestión sustentable y adecuada del
ambiente, la preservación y protección de la diversidad biológica y la implementación del
desarrollo sustentable.
En el Art. 2, se fija que la política ambiental nacional deberá cumplir los siguientes
objetivos:
Asegurar la preservación, conservación, recuperación y mejoramiento de la calidad
de los recursos ambientales, tanto naturales como culturales, en la realización de las
diferentes actividades antrópicas;
Promover el mejoramiento de la calidad de vida de las generaciones presentes y
futuras, en forma prioritaria;
Fomentar la participación social en los procesos de toma de decisión
Promover el uso racional y sustentable de los recursos naturales;
Mantener el equilibrio y dinámica de los sistemas ecológicos;
Asegurar la conservación de la diversidad biológica;
Prevenir los efectos nocivos o peligrosos que las actividades antrópicas generan
sobre el ambiente para posibilitar la sustentabilidad ecológica, económica y social
del desarrollo;
Promover cambios en los valores y conductas sociales que posibiliten el desarrollo
sustentable, a través de una educación ambiental, tanto en el sistema formal como
en el no formal;
Organizar e integrar la información ambiental y asegurar el libre acceso de la
población a la misma;
Establecer un sistema federal de coordinación interjurisdiccional, para la
implementación de políticas ambientales de escala nacional y regional

217
Establecer procedimientos y mecanismos adecuados para la minimización de
riesgos ambientales, para la prevención y mitigación de emergencias ambientales y
para la recomposición de los daños causados por la contaminación ambiental.
A su vez el Art. 10 estatuye que
en cuenta los aspectos políticos, físicos, sociales, tecnológicos, culturales, económicos,
jurídicos y ecológicos de la realidad local, regional y nacional, deberá asegurar el uso
ambientalmente adecuado de los recursos ambientales, posibilitar la máxima producción y
utilización de los diferentes ecosistemas, garantizar la mínima degradación y
desaprovechamiento y promover la participación social, en las decisiones fundamentales
del desarrollo sustentable .
Como instrumentos de gestión, la Ley General del Ambiente reconoce, entre otros,
la participación ciudadana -con instancias obligatorias de consulta-, la evaluación de
impacto ambiental, el derecho al libre acceso a la información y el ordenamiento ambiental
del territorio. Es decir que se integra a otro paquete de leyes sobre presupuestos mínimos
sancionadas hasta la fecha, como:
Ley Nº 25.612 Ley de Gestión Integral de Residuos Industriales-.
Ley Nº 25.670 Ley de PCBs-.
Ley Nº 25.688 Ley de Aguas, Régimen de Gestión Ambiental-.
Ley Nº 25.831 Régimen de Libre Acceso a la Información Pública Ambiental-.
Ley Nº 25.916 Ley de Gestión de Residuos Domiciliarios-.
A modo ilustrativo indicaremos aspectos destacables de algunas de ellas. La Ley
25.612 de Gestión integral de residuos industriales y de actividades de servicios, 2002/03,
describe en su Art. 1 que:
Se entiende por proceso industrial, toda actividad, procedimiento, desarrollo u
operación de conservación, reparación o transformación en su forma, esencia,
calidad o cantidad de una materia prima o material para la obtención de un
producto final mediante la utilización de métodos industriales.
Se entiende por actividad de servicio, toda actividad que complementa a la
industrial o que por las características de los residuos que genera sea asimilable a
la anterior, en base a los niveles de riesgo que determina la presente.

218
A los efectos del trabajo ingenieril, es importante recalcar que
residuo industrial a cualquier elemento, sustancia u objeto en estado sólido, semisólido,
líquido o gaseoso, obtenido como resultado de un proceso industrial, por la realización de
una actividad de servicio, o por estar relacionado directa o indirectamente con la
actividad, incluyendo eventuales emergencias o accidentes, del cual su poseedor productor
o generador no pueda utilizarlo, se d
(Art. 2)
Y dado que las incumbencias profesionales del ingeniero abarcan no sólo
desarrollos tecnológicos sino también la responsabilidad de la gestión, habrá que tener en
cuenta que
servicio al conjunto de actividades interdependientes y complementarias entre sí, que
comprenden las etapas de generación, manejo, almacenamiento, transporte, tratamiento o
disposición final de los mismos, y que reducen o eliminan los niveles de riesgo en cuanto a
su peligrosidad, toxicidad o nocividad, según lo establezca la reglamentación, para
. (Art. 3)
En el Art. 4 se fijan como objetivos de la presente ley:
Garantizar la preservación ambiental, la protección de los recursos naturales, la
calidad de vida de la población, la conservación de la biodiversidad, y el equilibrio
de los ecosistemas;
Minimizar los riesgos potenciales de los residuos en todas las etapas de la gestión
integral;
Reducir la cantidad de los residuos que se generan;
Promover la utilización y transferencia de tecnologías limpias y adecuadas para la
preservación ambiental y el desarrollo sustentable;
Promover la cesación de los vertidos riesgosos para el ambiente
La Ley 25.612 deroga la anterior Ley 24051 provincial sobre manejo de Residuos
Peligrosos de 1992, dictada en el marco de la participación argentina en el Convenio de
Basilea. Al día de hoy, siguen siendo muy insuficientes las plantas de tratamiento y lugares
de disposición final para residuos peligrosos. No es posible transferir residuos peligrosos al
CEAMSE.

219
La Ley 25.670 de PCBs (Bifenilos Policlorados) establece los presupuestos
mínimos de protección ambiental para la gestión de los PCBs, en todo el territorio de la
Nación. Son finalidades de la presente:
La fiscalización de las operaciones asociadas a los PCBs.
La descontaminación o eliminación de aparatos que contengan PCBs.
La eliminación de PCBs usados.
La prohibición de ingreso al país de PCBs.
La prohibición de producción y comercialización de los PCBs. (Art. 2)
Hemos enfrentado en los últimos años numerosos conflictos frente a la existencia de
transformadores conteniendo PCB. En el informe elaborado en el 2000 por la Lic. Nélida
Harracá para la Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se hace
referencia al ocultamiento del PCB (por ejemplo el usado como refrigerante (tóxico) de
algunos transformadores eléctricos) en Ciudad de Buenos Aires y en las provincias de
Buenos Aires, Córdoba y La Pampa. Uno de los aspectos más preocupantes de la gestión de
los PCB´s sería, para Harracá, la secuencia ante las denuncias sobre el PCB, que siempre ha
sido la misma:
En primer término, se nie no tenemos
transformadores con PCB . Si la población se conforma con el desmentido, la
cuestión termina allí y el tóxico nunca existió.
Si la población no acepta la negativa y exige pruebas, si hay movilización de
vecinos y reclamos periodísticos, si aparecen suficientes casos de cáncer que
fundamenten la preocupación, finalmente las por si
acaso llegara a haber un poquito de PCB en alguna parte . (18)
Finalmente, aparecen transformadores contaminados por todas partes, y con mucha
frecuencia, la cantidad de PCB que se encuentra sigue siendo proporcional a la
intensidad del reclamo social. (19)

Teniendo en cuenta este riesgo tanto EDENOR como EDESUR, en la Ciudad de


Buenos Aires, han retirado todos los transformadores que contenían esta sustancia. Lo

220
mismo han hecho otros usuarios en forma espontánea, como la Facultad de Arquitectura y
Urbanismo de la UBA.
La normativa para nuestra Capital Federal tiene en cuenta todo lo que concerniente
o afecte a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que obre en poder del Gobierno de la
Ciudad, de cualquier autoridad, organismo e institución pública, incluyendo a sus
contratistas, concesionarias y empresas privadas que presten servicios públicos en su
territorio. Podríamos citar, en este breve repaso de nuevas normativas para la tutela y
protección del medio, la Ley 123 de Evaluación de Impacto Ambiental y Dto.
Reglamentario 1252/99 (modificada por la actual Ley 452). La misma se aplicaría a las
actividades comprendidas como:
de Alto Impacto Ambiental: las producen relevante efecto ambiental
de Mediano Impacto Ambiental: las categorizadas de este modo por la
reglamentación y que producen impactos relevantes
Aquellas en que la ciudadanía lo solicite, de acuerdo a la reglamentación
En primera instancia, la ley presume como de Alto Impacto Ambiental, a título
enunciativo, las siguientes actividades:
Las autopistas, ferrocarriles, subterráneos y sus estaciones
Los puertos comerciales y deportivos y lo relacionado con el tratamiento de los
desechos de los barcos.
Los aeropuertos y helipuertos
Los supermercados totales, supertiendas, centros de compra
Los mercados concentradores en funcionamiento
Las obras proyectadas sobre parcelas de más de 2.500 m2 que requieran el dictado
de normas urbanísticas particulares
Las centrales de producción de energía eléctrica
Los depósitos y expendedores de petróleo y derivados en gran escala
Las plantas siderúrgicas, elaboradoras o fraccionadoras de productos químicos,
depósitos de cereales, parques industriales incluyendo su infraestructura
La ocupación o modificación de la costa y de formaciones insulares sobre el Río de
la Plata y el Riachuelo

221
Las obras de infraestructura desarrolladas por entes públicos o privados y las plantas
de tratamiento de aguas servidas
Las plantas destinadas al manipuleo, transporte y disposición final de residuos
domiciliarios, patológicos o peligrosos derivados de la actividad medicinal
Por otro lado se consideran de Mediano Impacto Ambiental, a las siguientes
actividades:
La construcción de edificios con ajuste a la reglamentación
Las fábricas de productos alimenticios, bebidas y sus derivados y toda otra industria
que pueda generar gases o líquidos que se envíen a la atmósfera, las aguas
subterráneas o a la red cloacal o pluvial
Las actividades destinadas al tratamiento de productos intermedios de la química
Las actividades localizadas en áreas ambientalmente críticas
La construcción, modificación y ampliación de edificios que demanden la
modificación de la infraestructura o en la prestación de servicios públicos o de
equipamiento, en las condiciones establecidas por las normas.
Las estaciones de expendio de combustible a pequeña escala
Las obras que demanden la deforestación de terrenos públicos o privados, la
reducción del terreno absorbente o la modificación de la topografía
Las ferias, centros deportivos, salas de juegos y lugares de diversión.
Respecto al Estudio Técnico de Impacto Ambiental que deberá ser presentado por
un profesional inscripto en el registro o por Consultoras, la Ley 203 prevé la presentación,
como mínimo, de los siguientes datos de la obra a emprender:
La descripción general del proyecto y las exigencias previsibles a lo largo del
tiempo en términos de utilización de recursos. Su relación con las previsiones del
Código de Planeamiento Urbano y con la normativa relacionada con la materia del
proyecto.
Evaluación sobre los tipos y cantidad de residuos que se generarán como
consecuencia del funcionamiento del proyecto, formas previstas de tratamiento y
disposición final de los mismos.

222
Análisis y evaluación de los riesgos de inflamabilidad y emisión de materia o
energía como consecuencia del proceso y su forma de tratamiento y control.
Descripción y evaluación de los efectos previsibles sobre la población humana,
flora, fauna, el suelo, el aire y el agua, incluyendo el patrimonio cultural, artístico e
histórico.
Determinación de los impactos ambientales negativos generados y las medidas
previstas para su reducción, eliminación o mitigación.
Descripción de las medidas a adoptar para controlar impactos negativos durante la
etapa constructiva y la previa a la puesta en marcha de la operación del proyecto.
Informe sobre la incidencia del proyecto sobre los servicios públicos y la
infraestructura de servicios de la Ciudad y la propuesta para reducir o eliminar los
posibles impactos negativos que pudiesen producirse.
Descripción del entorno ambiental del área de implantación y de su entorno.
Elaboración del programa de vigilancia y monitoreo de las variables ambientales
durante el funcionamiento de la actividad.
Preparación de programas de recomposición y restauración ambientales.
Planes propuestos para situaciones de emergencia ocasionados por el desarrollo de
la actividad propuesta.
Elaboración de programas de capacitación ambiental para el personal ocupado en el
establecimiento.
Previsiones que deberán ser cumplidas en caso de cese, paralización o interrupción
de las actividades.
Una vez concluida la tramitación, se procederá a convocar a una Audiencia Pública
Temática a fin de permitir La participación ciudadana de todos los afectados y/o
interesados en el tema y podrán expresar sus opiniones al respecto. Con relación al rol y
participación de la sociedad en su conjunto ante las políticas ambientales y los responsables
de llevarlas adelante, es significativa también la Ley 303 de Información Ambiental. En el
Art. 1 se postula que

223
Se considera como información ambiental, entre otras cosas (Art. 3):
Cualquier tipo de investigación, dato, informe concerniente al estado del ambiente
y los recursos naturales;
Las declaraciones de impacto ambiental de obras públicas o privadas proyectadas
o en proceso de ejecución;
Los planes y programas, públicos y privados, de gestión del ambiente y de los
recursos naturales y las actuaciones o medidas de protección referidas al mismo.
Y tendrá derecho a solicitarla toda persona física o jurídica, pública o privada (Art. 4).
Al mismo tiempo
obstruyan el acceso del solicitante a la información requerida, la suministren en forma
incompleta, incorrecta o impidan de cualquier otro modo el cumplimiento de la presente
(Art. 6).
El medio ambiente irrumpe en la agenda. Prueba de ello es que la Secretaría de
Política Ambiental bonaerense clausuró en lo que va del año 86 plantas, frente a 74 de todo
2005. La Fundación Vida Silvestre resume en tres puntos la solución al problema
ambiental:
que se cumpla la ley,
que se desarrolle un plan de trabajo efectivo y confiable -las fábricas que estén
generando un daño grave a la salud humana deberían reconvertirse en uno o dos
años, mientras que el resto, en cuatro o cinco-
que se conceda la necesaria asistencia crediticia nacional e internacional para las
compañías (la implementación de un sistema de gestión ambiental como el de la
norma ISO 14.000 cuesta 10.000 dólares, antes de las inversiones físicas; una
pequeña modificación del tratamiento de efluentes de una pyme puede costar
100.000 dólares).

10.- Oportunidades del mercado ambiental en la Argentina


Una hipótesis interesante al respecto es la que planteara Michael Porter, famoso
gurú del management contemporáneo: el problema ambiental no debería ser un costo para
las empresas sino una oportunidad. Con un adecuado sistema de incentivos, debería dejar

224
de ser una carga en costos adicionales y transformarse en una oportunidad de moverse de
las tecnología end of the pipe hacia las pollution prevention technology.
La globalización y las tendencias del comercio internacional generan a su vez
oportunidades que sería necesario aprovechar. Los consumidores en muchas partes del
mundo están cada vez más preocupados por el origen y la calidad de los productos que
consumen y esta preocupación y exigencia se ha extendido a la calidad del proceso de
producción mismo. Esto ha promovido un sistema de certificaciones de productos y
procesos que tienen la potencialidad de incentivar la producción responsable bajo normas
de calidad controladas.
Al respecto podríamos citar los estudios aportados por Gustavo Fernández
Protomastro, director de la consultora ambiental Eco.Gestionar, los cuales señalan algunos
síntomas claros de la consolidación de un mercado ambiental en la Argentina. Según este
especialista argentino, la industria ambiental a nivel mundial factura alrededor de 300.000
millones de dólares anuales y el país no está ajeno a estas eco-tendencias.
Se indica que en Argentina ya están presentes las divisiones ambientales de
jugadores de la talla de Suez, Agbar, FCC/Vivendi, Dragados, Unión Fenosa, Waste
Management, y Azurix. A estas se le sumarán otros grupos de diversa envergadura en busca
de negocios, alianzas o compra de compañías locales, como ya lo están haciendo
fundamentalmente en Brasil, Méjico y Chile. Asimismo, los grandes grupos locales como
Techint, Roggio o Macri, entre otros, tendrán un rol clave en la próxima ola de inversión
(20)
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE, el
mercado mundial del sector ambiental se distribuye de la siguiente manera:
40,0 %: Gestión de Residuos (tanto urbanos, como asimilables y especiales)
39,0 %: Ciclo del Agua (Estaciones de Tratamiento de Aguas Potables, Estaciones
Depuradoras de Aguas Residuales, redes, colectores, canalizaciones, etc.)
8,0 %: Control y prevención de la contaminación
6,0 %: Consultoría e Ingeniería Ambiental
3,0 %: Regeneración de ambientes contaminados
4% restante: Instrumentos de Control, Energías Alternativas y otros.

225
Haciendo una proyección hacia el año 2010, Fernández Protomastro considera que
en los próximos años podría darse en la Argentina una fuerte inversión en la construcción,
modernización, automatización y/u operación eficiente en cada uno de los rubros
mencionados. Dentro de la industria ambiental local se estarían perfilando tres vectores de
negocio ambiental dominantes; Agua, Residuos y Control de la Contaminación.
Estos intentarían cubrir las necesidades reales de saneamiento básico, agua potable,
limpieza o mitigación/contralor de daños ambientales. El desafío que se abre implica
superar las carencias evidentes a nivel de tecnología de productos o procesos, a fin de
alcanzar estándares internacionales de bienestar, calidad de vida y desarrollo humano. La
satisfacción de estas falencias podría incentivar un flujo de inversiones tanto públicas como
privadas y planes de incentivo a la inversión gubernamental. Como impacto social positivo,
se destaca la generación de fuentes de trabajo importantes, tanto para personal técnico
especializado (ingenieros, biólogos, geólogos, etc.) como para personal auxiliar (recogida
de basura, transportes, gestión de depuradoras, etc.).
Todas estas opciones motivan campos de investigación, desarrollo tecnológico y
desempeño profesional para todas las especialidades de la ingeniería, civil, mecánica,
electrónica, química, etc. En efecto, habrá que realizar trabajos de construcción, instalación
y puesta en marcha de infraestructuras (como depuradoras, redes de agua potable,
vertederos, incineradoras, etc.). Igualmente será imprescindible la producción, instalación y
suministro de componentes de los equipos, máquinas y servicios (tales como filtros,
aereadores, centrífugas, hornos, bombas, metanizadores, reactivos, polielectrolitos,
camiones de recogida, etc.).
Los nuevos emprendimientos podrán estar en manos públicas, privadas o de
empresas mixtas. Para ello será necesario un marco legal sólido que permita diseñar
políticas ambientales realizables, coherentes, sostenibles y atrayentes para eventuales
inversores. En todo el mundo ha ido cambiando la forma de gestionar los residuos, tanto
por limitaciones técnicas como presupuestarias. La gestión argentina de residuos debe
acoplarse con las iniciativas de revalorización de residuos (reciclajes, reuso o
remanufactura), valorización energética (metanización de residuos orgánicos, generación de
electricidad o calor) e iniciativas de compostajes.

226
Ante estas dificultades, la I+D en ingeniería de los materiales viene indicando
algunas soluciones que están apareciendo, la asociación productiva con firmas de otros
sectores como la industria cementera, para tratar o vender los residuos para su reutilización
en nuevos materiales para la construcción. Podríamos citar, como ejemplo de logros dentro
de esta nueva ideología del tratamiento de residuos, los trabajos de investigación y
desarrollo que se llevan a cabo en el marco del

participan trece regionales de la Universidad Tecnológica Nacional, entre ellas la Regional


Buenos Aires.
Las distintas líneas de innovación para la inclusión de residuos en materiales
constructivos, abarcan posibilidades tales como la incorporación de residuos con asbestos
en materiales cerámicos, de distintos residuos no biodegradables o de trituración en
hormigones, el estudio de las propiedades mecánicas de mezclas de polipropileno y
poliestireno, etc.
según la
Cámara Argentina de la Construcción.
Por otro lado, se espera que se extienda por todo el país el cumplimiento de la Ley
24.051 de Residuos Peligrosos, incorporando las más modernas tecnologías de tratamientos
físico /químico /biológicos, incineración, neutralización o confinamiento seguro, entre
otras. Según Fernández Protomastro, la mencionada ley ha sido uno de los grandes
impulsores de las inversiones e incorporación de tecnología ambiental en los últimos años.
Se puede anticipar que, para los próximos años, tanto los generadores como los
transportistas y gestores de los residuos peligrosos irán haciendo una mejora continua en
sus procesos, adoptando los nuevos estándares de gestión y la mejor tecnología disponible.

11.- Otras vías para el desarrollo tecnológico sustentable en el país


Un campo novedoso y ambientalmente muy sensible es el de las energías alternativas. Por
un lado se trata de desarrollar recursos alternativos a los combustibles fósiles, para hacer
frente al alto precio del petróleo y a la baja de las reservas de ese recurso no renovable.
Pero también se enfrenta la tarea de frenar o mitigar los efectos alarmantes del cambio
climático (CC). La expansión de las sociedades industrializadas y el aumento notable de la

227
población humana han promovido el aumento de los gases de efecto invernadero en la
atmósfera y el calentamiento global de la atmósfera terrestre, fenómeno reconocido como
CC.

responsables de que la Tierra sea habitable, gracias a que impide que se pierda buena parte
del calor que el planeta recibe del Sol. Sin embargo, un exceso de CO2 en la atmósfera -
producto, principalmente, de la quema de combustibles fósiles, como el petróleo- podría
derivar en importantes aumentos de temperatura a nivel global. Los especialistas
pronosticaron que la temperatura global promedio se elevará entre dos y seis grados para el
año 2100, sobre todo a consecuencia de las emisiones de dióxido de carbono resultantes del
uso de combustibles fósiles para el transporte y la producción industrial. (21)
El Protocolo de Kyoto, firmado en 997, impone el compromiso formal a los países
que lo ratifiquen, de reducir sus emisiones de gases con efecto invernadero para el año
2012. La norma rige para el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el óxido nitroso
(N2O), teniendo como base el nivel de emisiones del año 1990. Y para los
hidrofluorocarbonos (HFCS), los perfluorocarbonos (PFCS) y el hexafluoruro de azufre
(SF6), tomando como referencia el año 1995.
El mundo ya ha comenzado a transitar un nuevo ciclo energético. La producción de
biodiesel crece en el mundo, impulsada por el alto precio del petróleo y la mayor demanda
de combustibles amigables con el medio ambiente. La Ley 26.093 de Biocombustibles
sancionada en nuestro país en 2006 promoverá desde el Estado la producción y el uso

bioetanol, biodiesel y biogás que se produzcan a partir de materias primas de origen


agropecuario, agroindustrial o desechos orgánicos, que cumplan los requisitos de calidad
que establezca la autoridad de aplicación. (Art. 5)
Según el Art. 7, para el 2010, todas las naftas y el gasoil que se comercialicen
deberán estar mezclados con al menos un 5% de derivados de cereales, oleaginosas o
deshechos orgánicos. El texto fija una serie de incentivos fiscales para el establecimiento de
plantas de biodiesel, bioetanol y biogás, en base a soja, colza, sorgo, papa, caña de azúcar y
remolacha, entre otros productos del agro.

228
Por su parte, el sur de la Argentina ha sido señalado como el centro del cambio
energético mundial. La Patagonia dispone de vientos de gran intensidad y alto potencial
energético, además de otros recursos renovables como el geotérmico, la biomasa, solar e
hidráulica, capaces de producir un impacto significativo a mediano plazo, por ejemplo para
la producción de energía eléctrica. La localidad santacruceña de Pico Truncado ha
implementado un programa energético basado en el hidrógeno. Su Planta Experimental de
Hidrógeno sería la primera en la Argentina y en América del Sur.
La idea es utilizar la energía del viento para obtener hidrógeno y oxígeno a partir del
agua, mediante electrólisis. El hidrógeno se puede comprimir y almacenar de manera de
servir como combustible. El emprendimiento plantea además la investigación básica y
aplicada, para estudios sobre pilas de combustión hidrógeno-aire, para calentamiento de
edificios e invernaderos. El oxígeno obtenido como subproducto se puede comprimir y
utilizar con fines medicinales.
La Asociación Argentina del Hidrógeno (AAH) que promueve estos proyectos,
asegura que el objetivo de la planta es producir hidrógeno bajo todas las normas de
seguridad, probarlo como generador de energía para equipos electrógenos, vehículos,
cocinas y máquinas industriales. El diagnóstico de situación es que el mundo marcha
inexorablemente hacia la sustitución de los hidrocarburos fósiles por otras formas
ambientalmente más benignas de energía. El hidrógeno envasado a presión, puede ser
transportado y utilizarse para los propósitos más variados, desde industriales hasta
domésticos.
Un uso más eficiente se logra alimentando pilas a combustible. Con relativamente
pequeñas plantas eléctricas a pilas de combustible pueden abastecerse fábricas y barrios, y
con sistemas más chicos, viviendas unifamiliares. El mundo va hacia pequeñas plantas
generadoras con pilas a combustible que se construyen en menos de un año. El uso para el
parque automotor permite que automóviles y camiones (tan silenciosos como la H de
hidrógeno) circulen a la velocidad permitida sin problema alguno.
Desde la AAH se vislumbra una Argentina con mucho potencial, aunque el Estado
debería fomentar estas líneas a largo plazo, con la participación de capitales privados a fin

229
delante la posibilidad de exportar hidrógeno producido en nuestras granjas eólicas, ya que
se estima que para 2010 se utilizará masivamente para los medios de transporte.
Europa es un comprador potencial destacado, ya que lo visualiza como un
combustible limpio que se obtiene por electrólisis de la molécula de agua. Al quemarlo
luego, en un dispositivo llamado celda o pila de combustible, se obtienen electricidad y,
como todo gas de escape, sólo vapor de agua. No hay contaminación aérea con carbono ni
efecto invernadero asociados. Europa ya está pensando a largo plazo en esta opción para el
transporte masivo. Ya existen algunas decenas de autobuses, taxis y vehículos de reparto de
correspondencia a hidrógeno en Alemania, Inglaterra y Estados Unidos. Se especula con
que la demanda de hidrógeno europea a partir de 2010 excederá su capacidad de
fabricación, lo que volvería rentable producirlo en la Patagonia en granjas eólicas gigantes
exportar viento a Europa.
En nuestro país se le está comenzando a prestar atención a las posibilidades de la
energía geotérmica. Se visualizan ya 42 áreas de interés geotérmico en el país, casi todas
cercanas a ciudades o industrias. Este dato no es un menor, ya que muchos de los
electroductos de larga distancia del país están saturados y no pueden llevar más corriente.
El 90% de la electricidad argentina depende del gas o del agua, o cual nos pone ante
una difícil encrucijada, ya que en varias regiones están faltando el gas y el agua. Pensar el
la variable geotérmica permitiría diversificar un poco más la alternativa energética
argentina. Además, contrariamente a lo que puede suceder con el gas, con una represa o
molino de viento, la distribución del recurso geotérmico sobre el territorio está cercana a
casi cualquier gran ciudad del Nor-oeste o del Centro-oeste del país.
La energía geotérmica se produce a partir de napas de agua a una temperatura de
hasta 300 grados. En la Argentina abundan estos yacimientos cerca de las zonas
cordilleranas. Está en estudio el proyecto de construcción de una central geotérmica de 100
megavatios en las termas de Copahue, Neuquén. La central, con capacidad de iluminar una
ciudad de 15.000 habitantes, podría construirse y entrar en línea dentro de apenas dos años.
Pero, además, podría ser la punta de lanza de varios otros aprovechamientos similares. La
idea es transformar los muchos yacimientos de calor subterráneo de la Argentina en
corriente eléctrica de alta disponibilidad, bajo costo y escaso impacto ambiental.

230
Se considera que el país cuenta con expertos calificados para todos estos temas
puntuales, pero resulta difícil generar una política ambiental coherente porque eso
implicaría elegir entre distintos proyectos de desarrollo, cada uno de los cuales refleja un
modo distinto de valorar las políticas públicas. Importantes oportunidades para la
construcción se abren, por ejemplo, con el desarrollo de los Mecanismos para el Desarrollo
Limpio (MDL). Estos están movilizando innovaciones en robótica ambiental o en proyectos
de reducción de emisiones o secuestro de carbono, tal como se llevan a cabo en otros
países en desarrollo. Desde 2005 se han presentado dentro de las líneas posibles de los
MDL numerosos proyectos en energía, producción industrial, agricultura y ganadería y
residuos. (22)

12.- A modo de síntesis


Hasta que los conflictos ambientales no cobraron un estado público más allá de los
parámetros habituales, esta situación no se empezó a revertir. Por ejemplo, recién cuando
en 2006 el enfrentamiento desatado por las organizaciones ambientalistas de Gualeguaychú
ante la construcción de las fábricas de pasta celulósica de Fray Bentos, Uruguay, desbordó
el escenario diplomático e instaló una inesperada crisis política entre Argentina y Uruguay,
recién entonces, el presidente de la Nación hizo pública su intención de incluir como parte
de las políticas de Estado a las políticas ambientales.
La oposición a las plantas de celulosa de Uruguay obligó al gobierno argentino a
mirar fronteras adentro la situación medioambiental. Simultáneamente, un fallo de la Corte
Suprema obligó a fines del mes pasado a los gobiernos nacional, porteño y bonaerense a
presentar un plan de saneamiento del Riachuelo y un estudio de impacto ambiental de 44
empresas, la mayoría grandes, entre ellas petroleras, químicas, alimentarias y curtiembres.
La Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable dejó entonces de funcionar, casi
sin protagonismo alguno, en medio de un gran Ministerio como el de Salud, para depender
ahora directamente del área de Jefatura de Gabinete de la Presidencia de la Nación. Es de
esperar que tal cambio derive en una mayor presencia de lo ambiental complejo en las
agendas políticas de funcionarios atentos, responsables y estudiosos. Desde el ámbito de las
políticas públicas se argumenta a menudo que primero ha ido teniendo prioridad la
desnutrición, luego se atendió al flagelo de la desocupación y ahora le tocaría el turno a los

231
exigentes problemas del ambiente a lo largo de todo el territorio nacional. Este podría ser
un argumento válido sólo en ciertos casos puntuales, pero no puede sostenerse como
Habría que dejar de
gobierna sólo desde lo coyuntural, e incorporar el mediano y largo plazo.
La realidad ambiental de las industrias es, como mínimo, inferior respecto del
estándar legal. Los sectores más críticos vienen siendo el químico, el curtidor, el de
galvanoplastia (tratamientos de metales), el frigorífico, el minero y el papelero. La nueva
Secretaría de Ambiente parece favorable a poner reglas de juego claras y controles
insoslayables a la producción nacional, al mismo tiempo que favorecer la reconversión
industrial, discriminando en principio grandes empresas y pymes. Efectivamente en el país
hay prioridades urgentes de empleo que deberán conciliarse con lo ambiental para hacer
una reconversión gradual y verificable. Desde el Centro Argentino de Ingenieros (CAI) se
calcula que la incorporación de tecnología limpia puede llevar cinco años a una gran
empresa y entre dos o tres a una pyme.
En base a los estudios del CENIT se puede informar que las grandes encuentran
obstáculos para hacerlo por los altos costos (54%) y la falta de tecnología ambiental
adecuada en el mercado local (21%), mientras que las pymes también estén limitadas por
los costos (39%) y por la escasa información acerca de las fuentes disponibles de
equipamiento (9%).
La incorporación de la sustentabilidad en el proceso de desarrollo exige un esfuerzo
sistémico, que implica cambios en las políticas económicas, una gestión apropiada de
recursos naturales, la innovación tecnológica, la participación de amplios sectores de la
población, la educación, la consolidación de instituciones, la inversión en investigación,
etc. La base estará en la educación ambiental, expresión que deberíamos tomar como
educación para el desarrollo sustentable. Algunos principios del desarrollo sustentable en
relación a las actividades del ingeniero son: anticipación y prevención, respuesta al costo
social y ambiental, toma de decisiones participativa, respeto por la naturaleza y los
derechos de las generaciones futuras.
Anticipación y Prevención.- Implica la acción de evitar la degradación del medio
social o natural, desde las etapas de planeamiento. Los ingenieros necesariamente deben
evaluar el amplio rango de consecuencias ambientales e implicaciones de sustentabilidad de

232
sus proyectos, con la participación de otros profesionistas y expertos en áreas relacionadas
con las ciencias sociales y naturales.
Respuesta al Costo Social y Ambiental.- Se refiere a los costos sociales y
ambientales originados por el deterioro. Por otra parte, los ingenieros deben prestar
atención a la protección del agua subterránea, las tierras húmedas, la vida silvestre, la
diversidad de las especies y el hábitat natural, en relación con su trabajo; es decir tienen que
considerar el impacto ambiental de los proyectos; además, tener en cuenta la disposición de
los desechos y su costo ambiental.
Toma Participativa de Decisiones.- Considera la planificación a largo plazo con un
carácter benéfico, incluyendo una participación efectiva de los distintos actores sociales
implicados en la elaboración de los planes y programas. Es necesario ser sensible a las
audiencias públicas, a la participación espontánea de los ciudadanos a favor o en contra de
una obra constructiva, etc.
Las ingenierías son profesiones de servicio a la sociedad, en el sentido de que todas
buscan, en principio, su bienestar. Los ingenieros contribuyen en gran parte a la calidad de
vida que actualmente tiene la sociedad. Pero también es cierto que muchos de los
problemas actuales de la sociedad están relacionados con disciplinas de la Ingeniería. Hoy
en día es necesario que los ingenieros incorporen en el desempeño profesional un
compromiso con el desarrollo sustentable, por ejemplo prestando más atención en los
efectos acumulativos o indeseables de sus acciones sobre el medio, no solo a corto plazo,
sino en el mediano y largo plazo.

Referencias Bibliográficas y documentales

1.- Sachs, Ignacy, 1991, 'El Desafío Ambiental' en: Salomon, Jean-Jacques´, Sagasti F. y C.
Sachs (comp.), Una búsqueda incierta. Ciencia, Tecnología y desarrollo, México,
Editorial de las Naciones Unidas, Centro de Investigación y Docencia Económicas,
Trimestre Económico, 1996.
2.- Desastres ambientales www.ecosur.net
3.- La alta toxicidad de la TCDD sobre animales y también su capacidad para causar cáncer
ya era conocida. Los derivados clorados y bromados de dioxinas y furanos (CDD, BDD,

233
CDF y BDF) son desechos de diversos procesos industriales. Por ejemplo, aparecen en
procesos de incineración y combustión de numerosos residuos (medicamentos, restos
biológicos y elementos peligrosos; producción de acero a alta temperatura, recuperación de
metales en altos hornos, combustión de carbón, madera, productos petrolíferos, etc.)
También aparecen como residuos de la industria química (producción de insecticidas,
herbicidas, etc.) y en la producción de papel y depuración de aguas. El actual conflicto con
la instalación de pasteras en Fray Bentos recuerda que los procedimientos de blanqueado de
papel mediante el empleo de cloro pueden conducir a la formación de CDD y CDF a partir
de los derivados polifenólicos presentes de forma natural en la pulpa de la madera
empleada en la producción de pasta de papel. Esto ocurre en todas las plantas de pasta de
celulosa, salvo el 5% a nivel mundial que utiliza procedimientos totalmente libres de cloro.
De igual manera, los lodos empleados en los procesos de depuración de aguas residuales
pueden concentrar cantidades apreciables de CDD y CDF. Por su parte, los
policlorobifenilos (PCB) son producidos en cantidades relativamente grandes para su uso
como agentes dieléctricos, fluidos hidráulicos, plásticos y pinturas.
4.- La ecología moderna: génesis de una ciencia del Hombre y de
la Naturaleza en Revista El Correo de la UNESCO, abril 1981.
5.- Bugallo, Alicia, 1995, De dioses, pensadores y ecologistas, Buenos Aires, Grupo Editor
Latinoamericano.
6.- Ehrlich, Paul, Lubchenco, Jane, et al.
: Issues in Ecology, Number 2, spring 1997:2-15,
Washington, Ecological Society of America, ESA.
7.- Estamos usando la noción de riesgo tal como la maneja el Programa de Investigaciones
en Recursos Naturales y Ambiente, PIRNA, Instituto de Geografía, Facultad de Filosofía y
Letras, UBA.
8.-
internacional y desarrollo sustentable. La expansión de las exportaciones argentinas en los

Buenos Aires, Centro de Investigaciones para la Transformación, CENIT.


9.- Guía de Estudio sobre 'Ética e Ingeniería con relación a los problemas ambientales y el
desarrollo tecnológico", 1996, CEIT, UTN-FRBA, a partir de la traducción realizada por la

234
Prof. Alicia Irene Bugallo del libro: Racine, Louis, Legault, Georges, Bégin, Luc. Ethique
et ingénierie, 1991, Montreal, Toronto, NY, McGraw-Hill.

10. - UNWCED, United Nations World Commission on Environment and Development,


Our Common Future, 1987 (conocido como Informe Brundtland), New York, Oxford
University Press.
11.- Bhalla, Ajit, 1996, Salomon J-J,
Sagasti F. y C. Sachs (comp.), op. cit.
12.- Sen, Amartya, 1997, Bienestar, justicia y mercado, Barcelona, Paidós. Ver también
Historia de las Ideas acerca del Desarrollo en: Salomon J-J,
Sagasti F. y C. Sachs (comp.), op. cit.
13.- Bressan Silvio, Bugallo Alicia y Masckauchán Marcelo, 2003, La función del
Ingeniero, Buenos Aires, CEIT, UTN-FRBA. (Para el Departamento de Ingeniería Civil)
14.- Quintanilla, Miguel Ángel, 2005, Tecnología: un enfoque filosófico y otros ensayos de
filosofía de la tecnología, México, Fondo de Cultura Económica.
15.- : FVSA La situación ambiental
argentina 2005, Buenos Aires, Fundación Vida Silvestre Argentina.
16.- Chudnovsky, Daniel, Chidiak Martina, Competitividad y medio ambiente. Claros y
oscuros de la industria argentina, Documento de Trabajo 17, abril de 1995, Buenos Aires,
Centro de Investigaciones para la Transformación, CENIT.
17.- En el Centro de Investigación y Desarrollo en Criotecnología de Alimentos (Cidca),
con sede en la Universidad Nacional de La Plata, científicos argentinos acaban de
desarrollar en 2006 un nuevo material biodegradable a partir de proteínas de soja y girasol.
El material tiene la gran ventaja de ser biodegradable, que es una característica contra la
que ningún plástico puede competir, aunque presenta la desventaja de que las proteínas son
permeables al agua, lo que a veces disminuye las aplicaciones que se le puede dar. Las
proteínas para elaborar el material se obtienen de las semillas de soja y de girasol y dado
que ambas se usan para obtener aceite comestible, se lo podría llegar a obtener
prácticamente a partir de los desechos de la industria aceitera. Los especialistas consideran
que su permeabilidad a los gases implica una ventaja para los alimentos envasados, en
relación a un mayor tiempo de conservación, en vistas a un mercado alimentos orgánicos

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que terminará exigiendo este tipo de materiales al mundo científico-tecnológico, pues para
ser sustentable deberá usar envases biodegradables.
18.- En la edición del diario Clarín del 27/11/01 se informa el fallecimiento del niño Nahuel
Lorenzo a causa de una leucemia contraída hace dos años, cuyo origen, debido a un agente
externo, estaría relacionado con la exposición a Bifenílos Policlorados provenientes de
pérdidas producidas en un transformador de EDENOR, próximo a su domicilio.
19.- Harracá, Nélida, Informe para la Defensoría del Pueblo Adjunta. Documento de
gestión 1999-2003. Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Material en CD.
20.- Fernández Protomastro, Gustavo, 2001, La consolidación del mercado ambiental
argentino; escenario 2001-2010, www.ecopuerto.com
21.- Proyecciones, Publicación de
Posgrado e Investigación de la Facultad Regional Buenos Aires, Vol. 4 nº 1 abril 2006.
22.- Los MDL están promovidos por intermedio de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo
Sustentable. Se puede ampliar información en www.medioambiente.gov.ar/cambio_climatico.

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