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Un llamado a ser diferentes

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1 La diferencia entre Juan el bautista y los sacerdotes de la época…
2 ¿Qué decía Jesús de Juan?
3 Una caña sacudida por el viento
3.1 Arboles plantados y no cañas sacudidas

Predicas Cristianas Escritas

Versículo: Lucas 7:24 -27

Introducción:

La diferencia entre Juan el bautista y los sacerdotes de la época…

Las vestiduras de Juan eran muy particulares ya que su vestido estaba hecho de
pelo de camello y su cinto era fabricado en cuero, el cual, tenía alrededor de sus
lomos. (Marcos 1:6)

Se trata de un tejido ordinario fabricado con pelo de camello en vez de lana, era la
clase de vestidos que usaban las personas de escasos recursos.

Lo mismo pasaba con su comida, pues la miel y las langostas eran alimentos
comúnmente consumidos por las personas no pudientes.

Las langostas, después de quitarles la cabeza, piernas y alas, se hierven o asan,


siendo sazonadas de vez en cuando con mantequilla.

Se comen tanto frescas como disecadas o conservadas con sal.


Fotografía de una langosta

Juan no solamente vivió lejos de la sociedad hasta que empezara su ministerio,


también lo hizo cuando comenzó a predicar.

“ Y salían a él  toda la provincia de Judea, y todos los de Jerusalén; y eran


bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados.” (Marcos 1:5)

La frase “Salían a él” quiere decir que Juan aun permanecía lejos de la sociedad y
las personas lo buscaban a él.

Juan no llevaba vida social, pues vivía como ermitaño. Por eso lo veían como
alguien extraño a quien culpaban de tener alguna influencia diabólica. (Lucas 7:33)

Los que no querían aceptar el mensaje y bautismo de Juan, tenían que justificarse
de alguna manera; por eso, atacaban su vida ascética y rústica.
Decir que estaba loco y que no era digno de enseñar ni bautizar, era la manera de
“quitarle” autoridad de amonestar a los sacerdotes.

Los sacerdotes eran reconocidos por ser hombres dedicados al servicio y ser muy
sabios en las escrituras.

PUNTOS PRINCIPALES:

¿Qué decía Jesús de Juan?

Que tenía demonio y estaba loco, pero ¿Qué decía Jesús de Juan?

De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que
Juan el Bautista
(Mateo 11:11)

Los escribas y fariseos tenían gran renombre por ser sabios en las escrituras, pero
Jesús no tenía el mismo concepto de muchos de ellos.

¡Necios y ciegos! porque ¿cuál es mayor, la ofrenda, o el altar que santifica la


ofrenda?
(Mateo 23:19)

Una caña sacudida por el viento

¿Qué salisteis a ver al desierto? ¿Una caña sacudida por el viento?

Estas cañas crecían en abundancia cerca del Jordán donde Juan bautizaba,
alcanzaban tres o cuatro metros de altura, por ser frágiles se doblaban con el
viento.

Juan no era así, no era hombre débil, sin firmeza, variable, inconstante. No era
hombre vacilante, sin convicción, sin valor.

No era doblado ni por el aplauso ni por el desagrado del pueblo.

Si hubiera tenido ese carácter, habría elogiado al rey Herodes en lugar de condenar
su matrimonio adúltero. (Marcos 6:18-20)
¿Por qué Juan estaba en la cárcel?

En ese momento Juan estaba encarcelado por haber hecho lo que los escribas,
fariseos y otros líderes judíos no se atrevían a hacer: reprender el pecado del rey.

Juan no cedió a la opinión popular ni se comprometió con el pecado. Por ser todo
lo opuesto a una “caña sacudida por el viento”

Herodes estimaba a Juan (Marcos 6:20), si Juan se hubiera aprovechado de ese


aprecio que Herodes sentía por él, habría estado en el palacio en lugar de estar en
la cárcel.

Estaba en la cárcel porque Herodes Antipas lo encarceló por el hecho de censurar


su matrimonio adúltero con Herodías (Marcos 6:17)

Arboles plantados y no cañas sacudidas

Juan debería ser comparado con un “árbol plantado junto a corrientes de


aguas” (Salmos 1)

En la Biblia abundan ejemplos de personajes que no eran como cañas sacudidas


por el viento:

(1) Noé no había visto un diluvio, pero construyó el arca porque tenía fuerte
convicción que Dios cumpliría su palabra. (hebreos 11:7)

(2) Abraham estaba a punto de matar a su único hijo porque Dios le mandó
hacerlo. (hebreos 11:17)

(3) José, estando solo, con la oportunidad de pecar con una mujer dijo “¿cómo
haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?”  (Génesis 39:9)

(4) Satanás dijo, “todo lo que el hombre tiene dará por su vida”, pero no conocía a
Job. (Job 1:21)

(5) Caleb y Josué vieron los mismos gigantes que tanto asustaron a los otros diez
espías, pero dijeron: “los comeremos como pan”  (Números 14:9)

(6) En lugar de arrodillarse delante del ídolo del rey, los tres jóvenes hebreos
decidieron que era mejor entrar en el horno. (Daniel 3:16-17)
(7) Cuando los judíos amenazaron a Pedro y a Juan, éstos dijeron, “Es necesario
obedecer a Dios antes que a los hombres” (Hechos 5:29)

(8) Cuando el profeta dijo a Pablo que sería encarcelado en Jerusalén y los
hermanos le rogaban que no fuera allá, él respondió,
“¿Qué hacéis llorando y quebrantándome el corazón? Porque yo estoy dispuesto
no sólo a ser atado,
más aún a morir en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús”. (Hechos 21:13)

Conclusión:

Nuestro carácter como cristianos debe estar basado en la fidelidad a Dios, somos
fuertes para decirle no a la tentación, por el hecho de que DIOS nos ha dado poder
para hacerlo.

A Juan el bautista no lo movió la fama, ni el reconocimiento, cuando Dios nos use


grandemente,
que nuestro carácter denote que solo somos una voz que Dios usa en medio de
este mundo tan necesitado.

Seamos diferentes al mundo, recordemos que la vida en Cristo, se vive muriendo y


recibimos dando.

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