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Alfabeto Hebreo Y El Tarot
Alfabeto Hebreo Y El Tarot
La vocalización hebrea es externa a las letras, y se efectúa con una puntuación que
se coloca debajo, arriba o al costado de ellas. Esta vocalización fue realizada por los
rabinos Masoretas, hace aproximadamente 1500 años, es decir en la era cristiana,
especialmente para uniformar la lectura y posterior interpretación del Texto Bíblico.
Cabe tener en cuenta algunos factores que podríamos llamar externos e internos, que
también contribuyeron a la existencia del Hebreo como lenguaje y alfabeto diferente,
mágico.
Cada uno de esos 22 arquetipos ideales, es modelo intangible creado por el hombre.
Arcanos de Sabiduría inigualables, su conocimiento implica el conocerlo Todo, cosa
imposible de lograr, excepto para los Grandes Sabios. No es coincidencia que los
Arcanos Mayores sean también 22. Es por esto que cada letra hebrea se relaciona
con un Arcano Mayor.
Por esto podemos decir que el Alefbet es una representación del Todo, y que cada
una de las 22 letras es la veintidosava parte de ese Todo, y he aquí su infinitud y su
relación macrocósmica. Pero también la posibilidad de focalizarlo hacia lo diminuto,
mensurable y microcósmico, nos permitirá referirlo a elementos tan concretos o
espirituales como el hombre.
Entonces:
· Hay en el Alefbet un Génesis del hombre, desde su origen, energía inicial o Aleph;
hasta lo concreto, la intersección de la cruz de brazos iguales, Tau. Hay comienzo y
hay fin, en un ciclo permanente.
I) Letras Madres: son tres; la Aleph, Mem y Shim. (Vale recordar que en hebreo se
escribe de derecha a izquierda). Sus atribuciones son los Tres Elementos (Aire, Agua
y Fuego), los cuales conforman la vida en la Tierra.
I) Letras Dobles: son siete, Beith, Ghimel, Daleth, Khaf, Reish, Tau, Phé. Se
relacionan con los siete planetas de la antigua astrología hebrea y los siete días.
III) Letras Simples: son doce; He, Vav, Zain, Heith, Teith, Yod, Lamed, Noun,
Samekh, Ayn, Tsade y Qof y se relacionan con los 12 signos del zodíaco, los doce
meses del año y otros atributos.
En cuanto a las llamadas letras finales, aquellas que cambiaban su grafía cuando son
la última de una palabra (Mem final, Noun final, Tsade final, Phé final y Khaf final), no
son consideradas como participantes de la Creación por haber sido creadas por los
Profetas, es decir con posterioridad a la misma.
Es algo que te puede maravillar, aunque no hay que perder de vista nuestro estudio
del Tarot. Se tratará entonces de hacer analogías entre el significado de una
determinada letra y el Arcano correspondiente.
Alefbet y el Tarot
La relación entre las letras hebreas y los Arcanos Mayores del Tarot ha contribuido a
diferencias sustanciales entre diversos autores reconocidos del Tarot. Algunos le han
atribuido al Arcano El Loco la letra Aleph cuyo valor es 1. Desde mi punto de vista, el
valor numérico 1 le corresponde necesariamente al Arcano El Mago, detalle que ya
veremos más detenidamente. No hay que perder de vista que cada letra hebrea tiene
un significado como palabra y ésta se debe relacionar con el Arcano correspondiente.
Nombre
Letra Valor Valor Valor Significado Arcano Mayor
de la Absoluto Ordinal Reducido
Hebrea
Letra
Buey I - El Mago
א Aleph 1 o 1000 1 1
V - El Sumo
Ventana
ה Heh 5 5 5 Sacerdote
VI - Los
Gancho
ו Vau 6 6 6 Enamorados
X - La Rueda de la
Mano, señalar.
י Yod 10 10 1 Fortuna
XIIII - La
Pez
נ Nun 50 14 5 Templanza
cabeza detrás,
XVIIII - El Sol
ק Qoph 100 19 1 nuca
cabeza delante,
XX - El Juicio
ר Reish 200 20 2 rostro
ש Shim
Shim, Cristo entra en Jesús y la naturaleza divina y humana colaboran
conjuntamente en la salvación del universo material. El proceso evolutivo
Ghimel (3), Lamed (12), Shim (21), será: Dios opera en el inconsciente
del hombre (3); el hombre busca su divinidad sumergiendo su inteligencia
en las profundidades de la tierra para descubrir las leyes que mueven el
cosmos (12); Dios y el hombre han establecido contacto y ya no hay velo
alguno que oculte los misterios: el hombre conoce la Ley y actúa al
unísono con ella.
Nombre
Letra
de la Significado de la letra en función del Arcano Mayor
Hebrea
Letra
Entre los elementos, el Beith representa el segundo estadio del fuego, que
ב Beith podemos definir como iluminación interior. Es el choque luminoso que, al
vaciarse en nuestro fuero interno, nos purifica y transmuta. En el ciclo
zodiacal, el Beith corresponde al signo de Leo, que es el segundo signo de
fuego y también nº 2 en el orden de la manifestación zodiacal. En el orden
planetario, Beith corresponde a Urano, primero de los planetas emanados de
la nebulosa central representada por Kether-Sol oculto.
Al tercer día resucitó, dicen las sagradas escrituras: el Reish representa ese
tercer día, en el tercer ciclo, en el que lo que parecía muerto resucita, en el
que todo cobra una nueva vitalidad. Lo que en el Beith estaba
profundamente enterrado en el inconsciente del individuo, aquello que
empezó a exteriorizarse en el Khaf de una manera mundana, es en el Reish
resurrección de la espiritualidad, manifestándose como la semilla que
redimirá el mundo, es decir, nuestro pequeño mundo personal. La fuerza
regeneradora del Reish rendirá caducos los valores por los que se guiaba
nuestra vida y entronizará un nuevo sistema de valores. Aquí, el hombre
profano baja a la tumba y resucita de ella la personalidad sagrada. En las
antiguas escuelas iniciáticas, el Reish significaba la etapa del gabinete de
reflexión, donde se encerraba el neófito, se le despojaba de sus metales y se
le invitaba a renacer en un mundo en el que sus monedas ya no tenían
curso.
En el Reish, Binah, regente del ciclo, une sus fuerzas a las de Hochmah,
regente de la letra y de esa unión en el tercer ciclo, o sea, el ciclo Vav,
resulta que Hochmah devuelve a Binah la luz que ésta le cediera en el
estado creativo inicial; de ahí que en ese nuevo mundo renazca la pureza,
renazca Abel como fuerza activa, estructuradora del nuevo universo que
empieza.
En el Tarot, el Reish está representado por la lámina nº 20, que lleva el nombre del
Juicio. En ella vemos cómo un Ángel toca la trompeta y tres muertos salen de sus
tumbas, expresando así el proceso que acabamos de describir.
En el Tarot, el Tau está representado por la lámina 22, que lleva el nombre
del Mundo. En ella vemos una representación simbólica de los cuatro
elementos, con una figura femenina encercada por una corona. El Mundo
indica que algo ha alcanzado su pleno desarrollo y, por lo tanto, tras esa
perfección vendrá su inevitable desmantelamiento y el comienzo de un
nuevo ciclo.
נ Noun puede separarse del Aleph primordial, ya que a partir de ese punto se
producirá el retorno hacia la unidad.
LA NUMEROLOGÍA Y EL TAROT
La mayoría de los Arcanos Mayores del Tarot están numerados, excepto El Loco, al cual varios autores le
han asignado diferentes valores y posiciones dentro del orden de las cartas.
Es por esto que la pertenencia de un número a cada carta del Tarot nos lleva irremediablemente
a la numerología como disciplina que colabora activamente con el estudio de los Arcanos.
El origen de la Numerología como tal es hindú, aunque los registros nos hablen directamente de
Pitágoras y de su escuela tan nombrada. Según la escuela pitagórica, los números gobiernan
nuestra vida y el mundo.
Cada número posee valores cuantitativos y cualitativos que les confieren un significado particular
de orden físico, metafísico o moral. Según Carl Jung, "el número es la forma de expresión más
primitiva del espíritu", de manera que comprende la totalidad del conocimiento humano.
Pitágoras afirma que "el número no miente", que es verdad en sí mismo, que todo se organiza
según los números. Pero para comprender mejor el origen de los números, es conveniente
asociar a la numerologia con la cabala , ya que, esta última explica de
forma clara y contundente cuál es su origen y cómo se han ido formando los diferentes números.
Los número subsiguientes, hasta llegar al 9, surgen siempre de la suma del 1 a sí mismo, ya que
es él que derrama su energía originando todos los números restantes. A partir del número 10,
los números constituyen combinaciones que surgen de los 9 números iniciales, ya que el 10 = 1
+ 0 = 1. El 10, por lo tanto, constituye un regreso a la unidad. Este procedimiento se denomina
reducción teosófica.
Cada letra del alfabeto hebreo tiene su correspondencia con un número específico de acuerdo a
la Gematría. El valor de una palabra se obtiene por la suma de los valores correspondientes a
las distintas letras que la constituyen. Si la cifra resultante pasa de 9, se practica la reducción
teosófica.
Veremos a continuación la suma geomántica en las cartas del tarot y luego los valores
acordados en Gematría para las 22 letras hebreas.
17 Remite al número 8 y al concepto de karma y destino que se abre ante nosotros luego de
haberse producido el aprendizaje. También podemos verlo como el 10 + 7.
Se relaciona con el número 9, vuelve la atención sobre la búsqueda espiritual y el
18 recogimiento interno. Además, nos habla de creatividad y viajes internos producidos como
consecuencia de la búsqueda. Se puede ver también como 10 + 8.
Hacer referencia al 10 y al 1 por reducción teosófica. Se relaciona con el éxito, la
19 generosidad, la luminosidad, la energía y la nobleza. También puede verse como 10 + 9.
20 Remite al 2 + 0, por lo que significa la dualidad, la tensión, la relación entre dos mundos.
Se asocia con el 12 como ciclo completo y con el 3, por lo que indica estabilidad, éxito y
21 premio final por todo el camino recorrido.
GEMATRÍA HEBREA
La Gematría es la numerología hebrea. Los siguientes son los atributos y descripciones para cada uno de
las letras hebreas y los números, comenzando por el 1 aumentando el valor numérico hasta llegar al valor
de 400. La reducción teosófica sigue operando, aunque los dígitos resultantes de la suma total inicial
también nos brindan interesantes asociaciones.
1 A Aleph א
2 B Beth ב
3 G Gimel ג
4 D Daleth ד
5 E Heh ה
6 U Vau ו
7 Z Zain ז
8 H Cheth ח
9 TH Teth ט
10 I, J, Y Yod י
20 C, K, CH (dura como en "CHristian") Caph כ
30 L Lamed ל
40 M Mem מ
50 N Nun נ
60 X, KS Samech ס
70 O Ayin ע
80 P, F, PH Peh פ
90 TS, TZ, Ç Tzaddi צ
100 Q Qoph ק
200 R Resh ר
300 S, SH, CH (Blanda como en "CHIC") Shin ש
400 T Tau ת
El alfabeto hebreo está formado por 22 letras, las cuales se relacionan estrechamente con los Arcanos
Mayores del Tarot, tema que veremos más adelante. (El Hebreo se escribe de derecha a izquierda).
יהוה
Cuando estudiemos el alfabeto hebraico nos ocuparemos del significado de cada una de esas letras, y de
las demás. De momento retengamos que cada una de esas letras representa una fuerza activa en un
determinado período, tanto en lo que se refiere a la Creación como a nuestras vidas y asuntos en
particular.
El Yod י representa la semilla, la potencialidad que cada cosa debe tener si pretende ser
portadora de algo. El Yod representa el padre, el germen de todo, la simiente humana, el impulso
fundamental, la voluntad.
El Vav ו
representa el hijo, el resultado de la acción del Yod sobre el He; es el elemento activo y
actuante: el que recoge la potencialidad del Yod y la convierte en actos.
El segundo He ה es el resultado final de este ciclo de actividad: es el fruto que da el hijo, cuya
actividad modifica las condiciones en que se encontraban las cosas en el estadio Yod; de modo
que ese segundo He se convierte automáticamente en el Yod de un nuevo ciclo de creaciones
que se desarrolla ya un nivel inferior. Del mismo modo que el fruto lleva las semillas de un futuro
árbol, el segundo He lleva las semillas de nuevas realizaciones.
Esas nociones son fundamentales para la comprensión de los mecanismos de la vida y la comprensión
de la ley cósmica. Conviene que el estudiante medite sobre ellas y las comprenda en toda su dimensión,
ya que constituyen la clave de todas las ciencias esotéricas y sus correspondencias son activas a
cualquier nivel y se aplican a cualquier situación.
Kether es el Yod
Hochmah, el He
Binah, el Vav
Como este segundo He se convierte en el Yod de un nuevo ciclo, tendremos que en la segunda tríada de
Séfiras:
Gueburah, el He
Tiphereth, el Vav
Netzah, el segundo He.
Hod, el He
Yesod, el Vav
Kether-Yod es el regente del primer ciclo de Séfiras, que forman parte, en términos cabalísticos,
del mundo de las emanaciones.
Hochmah-He es el regente del segundo ciclo, -el formado por Hesed/Gueburah/Tiphereth-,
conocido cabalísticamente como mundo de las creaciones.
Binah-Vav es el regente del tercer ciclo, -formado por Netzah-Hod-Yesod-, conocido
cabalísticamente como mundo de formación.
Hesed-segundo He es el regente del mundo de acción, formado por Malkuth.
He es el agua COPAS
reyes, el Yod;
reinas, el He;
caballos, el Vav;
y sotas, el segundo He.
En los Arcanos Mayores ya señalaremos las correspondencias cuando los estudiemos en detalle.
ARCANOS MAYORES
Los Arcanos Mayores del Tarot o Triunfos tienen diferentes interpretaciones, tan numerosas y variadas
como autores existen sobre Tarot. Lo cierto es que estas cartas transmiten un mensaje, y cuando se las
relaciona con la Cábala, la Numerología y la Astrología, este mensaje se torna claro y accesible.
Si bien hay numerosos autores sobre Tarot, los que realmente nos pueden brindar una realidad sobre el
mensaje "oculto" son menos de los que imaginamos.
Ya brindaré una lista de textos y autores, pero lo más importante es remarcar que en nosotros está y
siempre ha estado toda la información, accesible, en nuestro código genético y en el inconsciente
colectivo, forjado por nuestros antepasados.
El Tarot puede parecernos simplemente divertido, un juego, aunque en realidad está cargado de
poderes y transmite una fuerza realmente efectiva a través de sus figuras simbólicas. El Tarot nos
mueve a fijar nuestra atención y hace que imaginemos. De esta forma, surge frente a nosotros un
mundo desconocido, con actores y circunstancias específicas de acuerdo al contexto. Estas cartas son
arquetipos que logran despertar a nuestro subconsciente.
De esta forma, los significados pueden variar en cada persona, debido al contenido arquetípico
presente. No obstante, siempre se llega a resultados similares, ya que la figura se fundamenta en
valores que son eternos y despierta un proceso de reflexión idéntico en todos los seres.
A continuación se abordará el simbolismo de cada carta. Es por esto que hay que tener en cuenta que
aquí todo es símbolo, desde las dimensiones de la carta, donde la altura dobla la medida de la base,
hasta la numerología, los colores y los signos que encontramos en las figuras y que estos símbolos no
son arbitrarios sino estables: nada está librado al azar.
Recordemos que las cartas no son buenas ni malas por sí solas. La carta que se acaba de tirar puede
ofrecer una orientación pero no adquiere su auténtico valor sino en función de las que la acompañan,
gracias a las cuales podrá revestir un verdadero sentido. La carta invertida no reúne un significado
negativo sino que atenúa el significado al derecho e informa sobre el comportamiento del consultante,
debido principalmente a un bloqueo de la energía característica del Arcano puesto en juego.
Todas las interpretaciones que surjan de la lectura, deben ser expuestas con claridad, prudencia y
opciones ya que es preciso que muevan al consultante a una toma de conciencia susceptible de
permitirle reaccionar. Una vez puesto en el camino de la comprensión, cada ser humano debe realizar
su trabajo interior; la toma de individuación a la que Jung hace referencia, es un estímulo para el
subconsciente y la propia imaginación.
1 - El Mago
El Mago es el número Uno, el número de la creación y de la individualidad; su poder
es la transformación por medio de la voluntad. El Mago puede tomar la nada de la
que surgió El Loco y darle forma de algo, haciendo Uno de Cero. Sin duda, éste es
un poder divino y, en realidad, el Mago es el conducto de un poder superior, que
domina todo el mundo material.
El nombre de esta carta puede parecer raro ya que la palabra Mago evoca la
imagen de un ilusionista, cuyo único poder es la habilidad manual y la
desorientación. Sin embargo, en muchos aspectos el Mago es también similar al
ilusionista. Él está seguro de su destreza y de su habilidad para producir los
efectos que desea. Su poder real proviene de fuerzas externas a él y no tiene
poder sin estas fuentes, pues depende de quien esté detrás del escenario. Sin un
conducto, el poder en sí mismo es impotente e inútil.
Con sus poderes el mago tiene influencia sobre todo: teoría y práctica, lógica y
emoción, pensamiento y acción. El símbolo del infinito indica su poder ilimitado, que
le viene de fuentes externas, pero está bajo su control. Su voluntad es un poder
que, aunque puede ser sometido, nunca podrá ser destruido. Mientras que el Loco
era el potencial, la posibilidad de lo positivo y de lo negativo, el mago es la unión de
lo positivo y negativo. Él crea y conserva; destruye y redime. El mago nos recuerda
que sólo desear no cambiará nada, pero una decisión puede cambiarlo todo. El
deseo de crear no es nada sin la habilidad de crear y viceversa. Cuando aparece el
mago, ello indica que usted está listo para convertirse en conducto del poder,
como él lo es. Ahora es el momento de actuar, si usted sabe lo que quiere lograr y
por qué. Si recientemente ha fracasado, ahora puede convertir ese fracaso en
éxito, tan fácil como el mago transforma el fuego en agua. El efecto exterior más
común de la influencia del mago es el no poder ser influenciado y la confianza
total. Darse cuenta de que el mundo está bajo su control es lo que inspira este
tipo de confianza. El mensaje del mago después de todo es sencillo. Su vida está
bajo su control. Su vida es lo que usted quiere que sea. Su vida es como usted la
hace.
El mago no sólo se vale del mundo físico para sus operaciones mágicas sino que
también crea el mundo, en el sentido de dar a la vida un significado y una
dirección. El mago es un pararrayos. Al abrirse al espíritu, lo atrae hacia sí, y
después esa mano que apunta hacia abajo, como un pararrayos hundido en el suelo,
hace que la energía defienda a la tierra, a la realidad.
Los significados adivinatorios del mago se derivan de ambas manos, la que recibe
el poder y la que lo dirige. La carta significa una conciencia del poder en la propia
vida, también puede significar la reacción del consultante frente a alguien que lo
acepta. Como El Loco, esta carta se refiere a los comienzos, pero aquí la
referencia es a los primeros pasos efectivos. Puede aludir tanto a la inspiración
para iniciar algún nuevo proyecto o fase de la vida, como al entusiasmo que nos
sostiene a lo largo del duro trabajo que ha de conducirnos a nuestro objetivo. En
segundo lugar, el mago representa el poder de la voluntad; la voluntad orientada y
unificada a objetivos.
Desde el punto de vista de la Cábala, el Aleph aparece bajo la imagen del Mago,
lámina nº 1, carta indicadora de potencialidades infinitas cuando aparece al inicio
de un juego. El Mago indicará que la persona es movida por una fuerza inconsciente
y que bajo ese impulso puede dar de sí algo extraordinario que sobrepasará su
medida humana. Si el Mago aparece "enterrado" en mitad de un juego, puede ser
anunciador de un peligro, ya que el Aleph, que es energía pura, cuando surge
inesperadamente en mitad de nuestra vida, lo que hace esa energía es destruir lo
edificado para volverlo a su estado primordial, como si una bomba atómica cayera
sobre nuestra realidad. Es muy difícil canalizar positivamente la energía del Aleph,
puesto que a través de él Dios insufla Su voluntad en el hombre, poniendo en su
alma un designio que lo impulsa a abandonarlo todo para proceder a su realización.
Dicen los cabalistas que Aleph es vida-muerte-vida, en el sentido de que, siendo la
fuerza que produce la vida, es también la que destruye toda cristalización.
Dado que las figuras de las sombras pueden aparecer disfrazadas de mil maneras,
luchar con ellas va a ser una batalla constante. Tan pronto como reconozcamos y
aceptemos uno de estos aspectos reflejado en una persona conocida o familiar,
surgirá de nuevo bajo una nueva forma. No será ya el vecino de la casa de al lado,
esta vez será un pariente lejano quién va a afilar nuestros dientes. Otra vez
vamos a sentirnos fascinados, obsesionados y embrujados. Esta vez, nos toma
precavidos. Antes de dejarnos tentar en vano, deberíamos consultar nuestro mago
interior y convencerle de que deje de jugarnos estas malas pasadas. Si lo hacemos
con firmeza pero con cortesía puede ser, incluso, que nos ayude a identificar esa
parte de nosotros que se halla fuera, al otro lado de la calle. Por suerte no vamos a
tener que identificar jamás al diablo como nuestra sombra, ni vamos a proyectar el
peso total de su sombra sobre ningún vecino.
Quizá nuestro vecino pueda, a veces, encarnar nuestra propia sombra pero el
diablo, en terminología Junguiana, representa siempre la sombra colectiva, lo que
significa una sombra tan grande y tan abarcadora que sólo la puede soportar
colectivamente toda la humanidad.
La prueba más evidente que tenemos de que somos nosotros los que vemos el
mundo objetivo, es la que ofrecen los científicos en sus experimentos referentes
a la luz.
Hay dos pruebas concluyentes de dos distintas tendencias (las dos igualmente
válidas), las cuales afirman que la naturaleza de la luz está constituida por ondas,
para unos, y para otros por corpúsculos. A pesar de los esfuerzos realizados,
estos hechos científicos tan diametralmente opuestos rechazan ser reconciliados.
La luz verdadera no va a darse a conocer a nosotros, la esencia última de la
naturaleza permanecerá velada, dicen los científicos; ¡No será la naturaleza la que
se revele a sí misma!
El defecto, dicen ellos, no estriba en los aparatos que el hombre ha hecho para
observar la realidad exterior, sino que está en el hombre, en sí mismo, en la
limitación de su aparato sensorial. No hay instrumento por perfecto que sea, capaz
de mostrarnos la realidad oculta. Parece que vamos a quedar condenados a
experimentar la naturaleza de la luz como ondas y como corpúsculos, lo cual no
atañe en absoluto al mundo de allá, pero sí al de aquí, nuestro mundo psicofísico.
Por ejemplo: casi todos nosotros podemos citar ejemplos de experiencias en las
que un modelo interior correspondió de repente a un hecho externo de modo
milagroso y sin que se pudiera establecer ninguna conexión causal entre los dos
hechos. En estas situaciones una imagen interior se materializa de repente como
realidad exterior, como por obra de un conjuro. Por ejemplo, a veces nos hemos
sentido perseguidos por la imagen de una amistad de la infancia a quien no veíamos
desde hacía más de veinte años y de repente, de no sabemos dónde, recibimos una
carta, una llamada o una visita de este amigo. Sincronicidad es la palabra que Jung
utilizó para describir este hecho, esta coincidencia entre un estado interno y una
realidad externa. Por fenómenos sincrónicos, Jung quiso significar la coincidencia
significativa de un hecho físico y otro psíquico que no pueden conectarse entre sí
y que están separados en el tiempo y en el espacio (por ejemplo, un sueño con la
realidad y el acontecimiento que predicen). Estas coincidencias surgen del hecho
de que para nuestra conciencia, espacio, tiempo y causalidad, que son
condicionantes discretos de un suceso, se relativizan o quedan abolidos en el
inconsciente, como ha quedado satisfactoriamente demostrado por los
experimentos de percepciones extrasensoriales de J. B. Rhine.
En su trabajo como pionero en este campo, Jung definió la sincronicidad como una
conciencia llena de significado. Después sustituyó la idea de significados pre-
existentes por el concepto más objetivo de desorden sin causa. En el mundo del
inconsciente colectivo, el arquetipo se ve como el factor que pone orden; el
significado es una cualidad que el hombre ha de crear por sí mismo. “La
experiencia nos muestra que los fenómenos de sincronicidad suelen darse cuando
nos encontramos cerca de un acontecimiento arquetípico, como la muerte, un
peligro mortal, crisis, catástrofes...”
No cabe duda entonces de que los acontecimientos sincrónicos se dan mucho más a
menudo de lo que nos imaginamos, y que todo parece probar que deberíamos estar
más atentos a ellos para nuestro provecho. Como suele suceder con estos hechos
milagrosos, el esfuerzo que hacemos para entender su significado real es muy
gratificador. Dado que estos hechos de sincronicidad son el mejor método que
tiene nuestro mago interior para comunicarse con nosotros, es importante
aprender a descifrar su oculto lenguaje. Por suerte, antes de que esta situación
nos haga sentir especiales, nos encontramos con la siguiente advertencia de Jung:
"Los milagros atraen solamente la comprensión de aquellos que no pueden percibir
su significado. Son simples sustitutos para la incomprendida realidad del espíritu.
No quiero decir con esto que la presencia viva del espíritu no se vea acompañada
ocasionalmente por el acontecer de hechos físicos maravillosos. Solamente quiero
subrayar que estos hechos no pueden ni reemplazar ni esclarecer la comprensión
del espíritu que es lo único esencial". Como dice Jung, cuando se producen
sincronicidades eso significa que se ha activado un poder arquetípico. Dado que los
arcanos del Tarot simbolizan estos poderes, es comprensible que estimulen
acontecimientos de este tipo. Si usted va a hacer un cuaderno de notas del Tarot,
es importante que coleccione todas las experiencias que se relacionen con estos
hechos.
Una antigua máxima de la alquimia dice: "lo que el alma imagina, sucede solamente
en la mente, pero lo que Dios imagina, sucede en la realidad". Cuando el mundo
unitario irrumpe en nuestro consciente, quizás es cuando vislumbramos por
momento el mundo tal como Dios lo imaginó. Las imágenes arquetípicas que
aparecen en nuestros sueños mientras nuestra mente consciente está
desconectada vienen de niveles más profundos de la psique y es más difícil
identificarlas. Aquí puede ayudarnos nuevamente el mago, enseñándonos el truco
por el cual introducirnos en su mundo del sueño.
El primer paso, es que recordemos nuestros sueños. Dado que estas imágenes
soñadas juegan un papel tan amplio en la conformación de nuestras vidas, nos
importa sobremanera conocerlas. Los veintidós arcanos del Tarot muestran
personalidades y situaciones arquetípicas. Al conocer estas figuras, aprendemos a
reconocerlas cuando aparezcan en nuestros sueños. El prestar atención a nuestros
sueños, aunque no hagamos otra cosa con ellos, tendrá un efecto sobre nuestras
vidas. Según nos comportemos con el inconsciente, así se comportará él con
nosotros. Los personajes de nuestros sueños, como los familiares y amigos han de
tomarse en serio. Les gusta sentir que sentimos interés por ellos y por lo que
hacen, que nos afecta tanto como a ellos. El mago es el que nos ayuda a
conectarnos con el mundo de los sueños. El loco entra y sale de nuestras vidas
ocasionalmente, el mago se queda adelante de nosotros. El loco puede traernos
sueños aparentemente imposibles, pero el mago los hará aparecer sobre la mesa
para someterlos a nuestra consideración. Es él quien nos ayuda a hacer que
nuestros sueños se hagan realidad. Entonces, ¿qué esperamos para lograrlo?
ARCANOS MENORES
ARCANOS MENORES
Uno de los inconvenientes que he encontrado al intentar estudiar las cartas de Tarot, ha sido
el enfoque totalmente predictivo. Otro gran obstáculo es la poca o ausente utilización de los
arcanos menores, e incluso de sus significados invertidos. Si bien cada carta representa un
estado de conciencia, un arquetipo, en las lecturas la aplicación es diferente. Se enriquece
sustancialmente con los significados invertidos.
Este enfoque del Tarot es totalmente Humanista, derivado no solamente de las verdades
esotéricas, sino también de las intuiciones de la moderna psicología postjunguiana, para dar
así una imagen más completa de quiénes somos, cómo actuamos y cuáles son las fuerzas
que nos configuran y nos dirigen. El objetivo del estudio del Tarot desde estos puntos de
abordaje no contempla significados fijos de las cartas, sino un método mediante el cual cada
persona pueda obtener una mayor penetración en la vida, y enriquecerse del conocimiento
de la experiencia humana.
De todos los mazos de cartas, el que más me llamó la atención ha sido siempre el mazo
Rider, creado por Arthur Edward Waite, indicado para quienes usamos las cartas
principalmente en la toma de conciencia de nosotros mismos y del mundo que nos rodea.
Incluso, dentro de algunas de las variantes del mismo, me encuentro especialmente atraído
por la versión del Tarot “Universal” de Waite. Este mazo es una “actualización” del Tarot de
Waite, en la que se han avivado los colores y se ha aumentado el detalle de las ilustraciones,
se han añadido letras hebreas en los Arcanos Mayores, aumentando la simbología.
Casi todos los Arcanos Mayores nos muestran una figura de pie o sentada; sólo el Loco y el
Mundo se mueven. Es más, bailan. Pero en los arcanos menores, todas las escenas
muestran algo que está sucediendo, como si fuera una fotografía tomada de una película.
Esto no es para nada accidental. Es debido a que los Arcanos Mayores representan fuerzas
arquetípicas más que a personas reales, mientras que los Arcanos Menores, en cambio,
muestran aspectos de la vida tal como realmente la vive la gente día a día. Por lo tanto, las
cartas de los arcanos menores representan las preocupaciones, actividades y emociones
que componen los dramas de nuestra vida cotidiana.
Los arcanos menores están constituidos por 56 cartas divididas en cuatro palos: Bastos
(Varas), Copas, Espadas y Pentáculos (Oros). Cada uno de estos palos representa un
enfoque particular de nuestra vida.
Si deseamos ver el mundo en función del número cinco en vez del cuatro, incluyendo el
Espíritu como centro, entonces los Arcanos Mayores representan el quinto elemento, el Éter.
El hecho de que los Arcanos Mayores estén apartados de los menores y representen el
Espíritu, simboliza que el Espíritu existe en un nivel diferente del nivel del mundo ordinario. Al
mismo tiempo, el hecho de que para las lecturas los mezclemos todos juntos nos ayuda a ver
que el Espíritu y la totalidad de los elementos de la materia operan en conjunto. Por lo tanto,
el Espíritu le confiere significado y unidad al mundo material.
También la psicología Junguiana utiliza los cuatro elementos, relacionándolos con maneras
básicas de vivenciar el mundo:
Fuego: representa la Intuición
Agua: el Sentimiento
Aire: el Pensamiento
Tierra: la Sensación.
En la Astrología y en el pensamiento Junguiano, los elementos representan tipos y
características. En el tarot vemos estos tipos reflejados en las cartas cortesanas (Sota o
paje, caballo o caballero, reina y rey).
Si comparamos el Tarot con otro conocido sistema simbólico, los Bastos y las Espadas
representan situaciones “yang” o activas, en tanto que las Copas y los Pentáculos
representan las que son “yin” o pasivas. Con referencia a los Arcanos Mayores, el Mago
representa el carácter yang (impar), mientras que la Suma Sacerdotisa el yin (par). Estas
características también se observan en los elementos. El Fuego y el Aire están en constante
movimiento (yang), mientras que el agua y la tierra tienden más a la inercia (yin).
Como se verá más adelante, tanto los Bastos como los Pentáculos se relacionan con los
negocios, pero tanto los Bastos como las Espadas indican conflicto. Copas y Bastos tienden
a las experiencias felices y positivas, mientras que los Pentáculos y las Espadas suelen
representar los aspectos más difíciles de la vida. Al mismo tiempo, Copas y Espadas
abarcan la gama general de las emociones, en tanto que Pentáculos y Bastos hacen
referencia a las actividades más físicas. Antes que mostrar separaciones totales y rígidas
que sólo nos limitarían, las cartas tienden a formar combinaciones y a difuminar las
diferencias.
Cada palo de los arcanos menores tiene un carácter específico y nuestras experiencias
cotidianas representan una fusión de estos cuatro enfoques. Las lecturas del Tarot nos
muestran el impacto que tienen las energías de los diferentes palos sobre tu vida en un
momento dado. Simplemente analiza si están presentes de una forma equilibrada los cuatro
palos, si notas la ausencia de uno o el exceso de otro. De esa forma, ya sabrás en qué áreas
determinadas debe trabajar el consultante.
Cartas de la Corte
Las cartas cortesanas representan a personas cuyas respectivas personalidades reflejan las
características de su palo y su rango. Nos muestran ciertas maneras de ser en el mundo
para que podamos emplearlos o evitarlos.
Masculino y femenino significan aquí: activo y pasivo. Cuando el Fuego, por ejemplo, indica
entusiasmo y motivación, entonces el Rey es un personaje que entusiasma y motiva a otros,
y la Reina que puede hacer lo mismo, en contraste, representa una persona a la que le gusta
ser entusiasmada y motivada. Está claro que tanto hombres como mujeres pueden asumir
ambos roles.
El rey es maduro y masculino. Representa el elemento yang, las cualidades activas del
elemento respectivo. Su atención se centra en el exterior, en los sucesos de la vida.
Demuestra autoridad, control y dominio en los terrenos asociados a su palo. Por lo
tanto, el estilo de un rey es fuerte y directo. Es activo y extrovertido. Se preocupa por
los resultados y las cuestiones prácticas, por cómo hacer las cosas. Por consiguiente,
todos los reyes representan al mismo tiempo el éxito, porque el rey es supremo.
En relación a los cuatro palos, los conceptos de masculino (activo, yang, Rey) y femenino
(pasivo, yin, Reina) se describen a continuación:
Las cartas de la corte no significan necesariamente un hombre, ni una mujer. Muestran las
cualidades y actitudes simbolizadas usualmente por esas figuras. Tradicionalmente, en el
tarot encontramos estas características, que te ayudarán en la lectura e interpretación:
Las características físicas también pueden ayudarte a la hora de elegir un significador, más
allá del signo solar astrológico que también es importante:
También debemos evitar la idea de que una carta podría simbolizar a un individuo durante
toda la vida, en el sentido de que se pueda decir de alguien "es la reina de copas", creyendo
que así se resume la vida de la persona. Alguien puede pasar durante un período de tiempo
por una fase de reina de copas y al mes siguiente convertirse en un caballero de oros o bien
tener simultáneamente ambas vivencias en diferentes aspectos de su vida.
En las lecturas, las cartas cortesanas son difíciles de leer e interpretar. Principalmente
porque una carta cortesana puede mostrar:
un lado de ti que se expresa o busca expresión. Tal vez se trate de una faceta que tú
valoras o que tienes descuidada. Puede ser un enfoque que reconozcas o tal vez uno
que niegues. La manera en que lo veas depende de la pregunta que haya formulado,
de las otras cartas que te salgan y de la situación en sí.
a otra persona. Si te sale una carta cortesana en una tirada y te dices a ti mismo: se
quien es, probablemente se tratará de esa persona que te ha venido a la mente.
También puede representar a alguien en quien aún no has reparado.
la atmósfera general. A veces, un entorno parece adoptar una personalidad propia que
coincide con un tipo de carta cortesana.
Y además, las cartas de la corte tienen una dimensión humana de la que carecen las otras,
de modo que pueden ofrecer mensajes claros sobre quién eres y qué quieres. El truco es
comprenderte a ti mismo y entender la situación para poder aceptar los mensajes cuando
lleguen.
CABALA
Tanto el Tarot como la Cábala, han tenido un importante auge en el presente,
principalmente porque muchos famosos han accedido a los conocimientos y ha trascendido
el concepto. Pero si nos preguntamos qué es la Cábala, la mayoría dudaríamos en
responder.
La palabra Cábala significa “tradición” o “eso que es recibido”. También se refiere a un
sistema muy específico de metafísica. Pero la "cábala" antigua tuvo un significado más
general, es decir, significa “las Leyes”. Podría significar la ley oral, como la ley de Moisés
desarrollada en los primeros cinco libros de la Biblia, La Tora (designada como Pentateuco
en griego).
Hay dos escuelas separadas de Cábala: una propia del Judaísmo y la otra, producto del
Renacimiento Italiano, llamada Cábala Hermética. El hebreo es el lenguaje esencial y los
textos principales son aquellos de la tradición judía. No obstante, mientras que la Cábala
Judía y la Cábala Hermética se refieren a las mismas procedencias literarias, hay fuertes
diferencias tanto en la interpretación textual como en el trabajo práctico o forma de
aplicación.
La diferencia más significativa tiene que ver con la representación gráfica. La ley mosaica
prohíbe mostrar la forma humana: "está asimismo prohibido trazar un esbozo de un
hombre, aun sólo la cara de un hombre...
Sin Embargo, sólo una cara completa está prohibida, es decir, cuando tiene dos ojos y una
nariz, pero un perfil no está prohibido". La idolatría de cualquier tipo es un sacrilegio, lo cual
puede explicar la renuencia de algunos estudiosos judíos para usar aun el árbol de la Vida
en sus publicaciones.
Salvo excepciones, en general, mientras un Cabalista místico o Hermético cristiano producía
una vista pictórica para favorecer la exploración interior, el místico judío buscaba una
experiencia directamente a través de la conciencia pura.
Hay, por supuesto, innumerables diferencias entre la Cábala judía y la Hermética,
principalmente la forma en la cual los Nombres Divinos son aplicados. Todas estas
diferencias se podrían comprender mucho más en términos del desarrollo histórico de
ocultismo occidental.
Historia de la Cábala
Una gran cantidad de Cabalistas trabajan, aun hoy, en el reclamo de que la Cábala fue un
cuerpo de conocimiento esotérico dado a Moisés en el Monte Sinaí, asociándolo así, al
mismo principio de las Leyes judías. La sugerencia es que Dios dictó los cinco libros de la
Biblia para Moisés, y entonces proveyó una llave secreta para su interpretación.
Otra tradición (popularizada en el siglo quince) y enseñada por la Golden Dawn a sus
miembros, manifiesta que la Cábala fue primero provista por ángeles para Adán, como la
manera de regresar al paraíso después de la Caída. MacGregor Mathers cita a Christian
Ginsburg en su introducción del libro “La Cábala Se Quitó el Velo”:
La Cábala fue primero enseñada por Dios, por sí mismo, para una compañía selecta de
ángeles, quien formó una escuela de teosofía en el Paraíso. Después de la Caída los
ángeles, graciosamente le comunicaron esta doctrina divina al niño desobediente de la
tierra, para proveer los medios de regresar a su felicidad y nobleza primitiva.
De Adán pasó a Noé, y en ese entonces a Abraham, el amigo de Dios, quien emigró hacia
Egipto, donde el patriarca dejó una porción de esta doctrina misteriosa fuera, ya que en
parte se filtró a los pueblos vecinos. De este modo, los egipcios obtuvieron algún
conocimiento de cábala, y las otras naciones del Este lograron introducirla en sus sistemas
filosóficos. Moisés, quien aprendió de toda la sabiduría de Egipto, fue primero iniciado en la
Cábala en la tierra de su nacimiento, pero se volvió más experto durante sus andanzas en
la tierra salvaje cuando él no sólo le dedicó a la Cábala las horas libres de los cuarenta años
en el desierto, sino las lecciones (admitidas por la mayoría) de un ángel.
Por la ayuda de esta ciencia misteriosa el donante de la ley fue facultado para solucionar las
dificultades que se levantaron durante la conducción de los Israelitas, a pesar de los
peregrinajes, guerras y frecuentes sufrimientos de la nación. Él, silenciosamente asentó los
principios de esta doctrina secreta en los primeros cuatro libros del Pentateuco, pero los
comprimió en el libro de Deuteronomio.
El segundo siglo fue testigo de la asociación de una gran cantidad de tendencias, y Scholem
dice rotundamente: "La Cábala en su significado histórico, puede ser definida como el
producto de la interpenetración del neoplatonismo y Gnosticismo judío".
Estos estudiosos rastrean las fuentes reales de ideas, que se disputaron por generaciones,
la cuál es la base de la Cábala Hermética moderna. Lo que es importante reconocer es que
no se necesita invocar la cortina de humo de la "tradición oral secreta" en la mayoría de los
aspectos. La mayor parte de los estudiosos que han contribuido a la Cábala han sido muy
explícitos acerca de su trabajo y de sus fuentes.
EL SEPHER YETZIRAH (EL LIBRO DE FORMACIÓN)
Este libro de seis capítulos muy breves, que data del siglo sexto A.D., es la piedra angular
de literatura Cabalística, y el documento en el cual la palabra Sephiroth aparece por
primera vez. Es un trabajo que describe la creación del universo en términos de las letras
del alfabeto hebreo, y en términos de números simbólicos, lo que indudablemente verifica
una relación con los neopitagóricos (Neopitagóricos, que se inician en el siglo I a. C. con Nigidio Fígulo
y continúan durante los siglos I y II d. C. con Apolonio, Moderato, Nicómaco, Numenio y los llamados escritos
herméticos).
El árbol de la Vida
El árbol de la Vida está dirigido a simbolizar el universo entero, una proposición tan vasta
en sus implicaciones que algunos pueden dudar de que tal símbolo sea posible. Es un
diagrama engañosamente simple compuestos de diez esferas designadas Sephiroth, y
veintidós líneas de conexión llamadas Caminos. En conjunto, los Sephiroth y los Caminos
son llamados los treinta y dos Caminos de la sabiduría.
Los 10 Sephiroth son:
1. KETHER: Corona
2. CHOKMAH: Sabiduría
3. BINAH: Inteligencia
Entre Binah y la siguiente Sephira hay una Sephira invisible conocida como Daath, o Conocimiento. No se
representa en el árbol, porque es un puente, construido por cada individuo a través del Abismo que existe
entre los Sephiroth superior y los inferiores.
4. CHESED: Misericordia
5. GEBURAH: Justicia
6. TIPHARETH: Belleza
7. NETZACH: Victoria
8. HOD: Gloria
9. YESOD: Fundación
10. MALKUTH: Reino
El árbol de la Vida, usado por los modernos Cabalistas - Herméticos, fue primero publicado
en el Oedipus Aegypticus de Kircher en 1652. Y mientras este árbol ha debido experimentar
un desarrollo tardío, sus raíces históricas dan la apariencia de estar sepultadas en el pasado
secreto de las religiones antiguas. Además, una secuencia para el desarrollo general del
árbol es difícil de establecer por las formas diferentes adoptadas por los Cabalistas Judíos.
La primera referencia para un "árbol secreto" está en el Bahir, apareciendo en Francia
alrededor de 1200. Sin embargo, si uno debiera dibujar un árbol con base en ese texto, sólo
ocho de los diez Sephiroth, Malkuth directo a Binah, serían incluidos, desde que se dice que
el árbol crece como esté regado por la Sabiduría (Chokmah). Algo del espíritu amorfo de
ese primer árbol se encuentra en el diagrama publicado por Robert Fludd en 1617. Pero es
curioso encontrar que un glifo de cien años anteriores a esta fecha sea conceptualmente
más desarrollado y sofisticado. Además, encontramos una ilustración judía posterior, cerca
de 1708 la cual toma un acercamiento diferente, indicando su adhesión al Sepher Yetzirah.
Este glifo es un símbolo compuesto que puede ser considerado en dos niveles: Es el
individuo, el Microcosmos (Dios en miniatura) y el Macrocosmos, el Universo Mayor en la
imagen de la cual el individuo es creado.
Cada Sephira está relacionada con alguna parte del cuerpo humano, y con una parte
correspondiente de un mayor Cuerpo Humano Sagrado.
El principio complejo es expresado por el axioma que a menudo repetiremos, "como es
arriba, es abajo".
Hay un número de áreas de la Cábala tradicional que puede estar algo confusa, pero las que
son en verdad muy simples. Una de estas áreas es la aplicación de "hombre" para el árbol,
e implica dos conceptos separados. El primer concepto es el de ADAM KADMON ("el Hombre
Antiguo y Grandioso de la Zohar"). Adam Kadmon incluye a los 10 Sephiroth, una gran
unidad orgánica, un cuerpo humano espiritual en el cual cada uno de nosotros podría ser
considerado una conducción unicelular de todos los atributos potenciales de la totalidad.
Concluyendo, Adam Kadmon quiere decir que todo el árbol de la Vida se imaginó como un
hombre.
El Plexo Solar es el centro solar en hombre, un enlace entre el individuo y los poderes
solares del universo. El centro físico tiene el potencial para ser inervado, transfiriéndole
conciencia, y el individuo en contacto directo con la energía pura que es, en el sistema
Cabalístico, llamada Tiphareth.
Una parte importante del trabajo práctico con la Cábala Hermética involucra el ejercicio del
Pilar Intermedio, donde las energías del Sephiroth son invocadas a propósito y construidas
dentro del individuo. En este ejercicio el Sephiroth es puesto al revés, i.e., Chesed está en
el hombro izquierdo, y Geburah está en el derecho, desde que son considerados
subjetivamente dentro del cuerpo humano en vez de ser mirados desde afuera.
El trabajo práctico en el árbol también implica viajar a través de los Caminos asociando a
los Sephiroth, los centros objetivos de energía. Los Caminos son la experiencia subjetiva de
pasar de un Sephiroth al siguiente. Hay un constante flujo y un movimiento dentro del
universo, hay un constante flujo de energía que pasa desde una Sephira a otra, desde abajo
hacia arriba, una y otra vez. El universo es como un circuito gigantesco, donde la potencia
fluye en Kether desde el no manifestado, desde abajo a través del árbol y hacia arriba otra
vez. Hay una renovación continua de energía. Así, mirados desde otro esquema de
referencia, los Caminos pueden ser considerados objetivos.
Son subjetivos para nosotros, pero son objetivos en lo referente a que acarrean un
constante flujo de energía de tal especificidad en lo que se refiere al poder como los
arcanos Mayores del Tarot. En otras palabras, podemos estudiar el árbol de la Vida
intelectualmente, o lo podemos construir nosotros mismos. Podemos acercarnos a las cartas
Tarot simbolizando los Caminos internos o externos.
Cuando las cartas se usan individualmente para una lectura astral, son símbolos gráficos y
subjetivos, como los experimentados en los Caminos entre los Sephiroth. Aquí también
podrían ser descritos como aquello que está obligado a pasar de un Sephiroth al siguiente.
Definen etapas de desarrollo personal. Por otra parte, cuando los Triunfos aparecen en un
pronóstico, están mirados desde afuera, y son fuerzas objetivas afectando la pregunta. Un
gran número de estos Triunfos, apareciendo en una tirada, indican fuerzas más allá del
control del consultante.
El árbol de la Vida impone un patrón decisivo sobre las calidades de la personalidad y el
trabajo de desarrollo personal que ya está en progreso. Así, uno siente afinidades o
antagonismos hacia ciertas cartas del Tarot, dependiendo de las lecciones que ya han sido
aprendidas. Por consiguiente, al estudiar y usar los Caminos, sujetamos nuestra apófisis
espiritual de aprendizaje, obteniendo la fuerza de atención para muchos Caminos
importantes que de otra manera podríamos elegir evitar.
Esto nos demuestra que existimos en un sistema racional y calificado. Sugiere de dónde
venimos y hacia dónde vamos. Y, como las partes simbólicas del cuerpo humano están
relacionadas con el árbol, así es también en los aspectos diversos del Alma. Vamos del
aspecto mínimo de manifestación hacia el más alto, el Yechidah de Kether, el Punto
Primitivo al cual aspiramos.
Todas las religiones principales enseñan que es nuestro patrimonio regresar a algún Punto
Primitivo del cual evolucionamos. Esto es expresado como "cielo," o "el nirvana," o
cualquier cosa que sea el estado feliz último que se nos promete por la fe.
Pero de todos los sistemas metafísicos disponibles en occidente, sólo la Cábala sugiere la
extensión mediante la cual progresamos a través de un curso natural de desarrollo, como a
través de una escuela, moviéndonos de un grado inferior a otro superior.
LOS CAMINOS "SECRETOS"
La idea de Caminos que son "secretos," o "escondidos" parece haber sido introducida (o al
menos popularizado) por Paul Case. En verdad, los Caminos Secretos no son nada más que
el de cada Sephira de conexión con cada otra Sephira, sugiriendo que cabe mover
directamente de cualquier forma de conciencia a cualquier. Esta teoría es una atenuación de
la idea dada a entender en el diagrama usual del árbol de la Vida, que debemos pasar a
través de una Sephira antes de que encontremos otra.
Estos Caminos asocian a cada Sephira con otra. Tiphareth ya tiene un Camino tradicional
para cada Sephira excepto Malkuth. Los Caminos "secretos" en el árbol de la Vida.
El Hexagrama Unicursal se derivó del árbol. El hexagrama se llama “unicursal” porque en
inglés significa que se puede realizar en un movimiento continuo, mediante una línea
continua que se prefiere a un movimiento interrumpido.