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Ruby. Los Ultimos 20 Años en Antropologia Visual PDF
Ruby. Los Ultimos 20 Años en Antropologia Visual PDF
vis.
Jay Ruby2
Introducción
En el siguiente artículo intento examinar críticamente los últimos 20 años del desarrollo en
el campo de la antropología visual, y de sugerir un futuro posible. Me centro
principalmente en las actividades de los Estados Unidos y el Reino Unido. Esta no es una
revisión objetiva. Durante los últimos 40 años he estado promoviendo una visión particular
en este campo y no puedo divorciarme de la convicción de que es la mejor. Expondré mi
postura claramente para que los lectores puedan juzgarla y evaluarla ellos mismos.
La Antropología Visual como cine etnográfico ha sido la mirada más antigua y reconocida
en la disciplina, y está presente todas las otras manifestaciones. Los últimos 20 años han
mostrado un impresionante aumento en este campo – en términos de su práctica (en
lugares como University of Manchester y University of Southern California), eventos
dedicados a la exhibición de películas (como las reuniones de la American
Anthropological Association y el Film Festival´s del Royal Antropological Institute),
organizaciones (como la Nordic Royal Anthropological Film Association y la revitalización
que ha hecho Asen Balicki de la International Commission on Visual Anthropology) y un
creciente interés en el tema por parte de los antropólogos culturales en Estados Unidos
(como se puede apreciar en las publicaciones sobre cine que aparecen en American
Anthropologist).
Comenzado con los trabajos de Robert Gardner, John Marshall y Tim Asch, el cine se ha
transformado en una herramienta educativa de gran utilidad para muchos antropólogos
culturales de los Estados Unidos. La era de estos “padres fundadores” está comenzando
1
Traducido por Francisca Pérez.
2
Jay Ruby Profesor de Antropología (R) de Temple University. Philadelphia, EE.UU.
ruby@temple.edu
a cerrarse. Asch murió en 1994. Gardner esta retirado y se encuentra trabajando en la
remasterización digital de su obra. En el 2004 Marshall realizó Kalahari Family, un film en
múltiples partes que resume 50 años de trabajo sobre los San de África del Sur
(http://der.org/films/a-kalahari-family.html). Desde la producción y distribución de las
primeras películas auto identificadas como etnográficas, ha existido una discusión sobre
la relación entre el cine etnográfico y la antropología y que es lo que caracteriza al cine
etnográfico (Ruby, 1975). Ha sido debatido enérgicamente si un realizador necesita o no
ser un antropólogo de formación para producir un film etnográfico creíble. Mientras que
tres de estos fundadores tienen algún grado de formación en antropología, Gardner y
Marshall se mantienen fuera de la academia y se ven principalmente como realizadores.
La posición de Asch en la universidad era la de Director de un programa de cine
etnográfico en la University of Southterm California. Ninguno de estos pioneros, así como
tampoco muchos de los realizadores que siguieron sus pasos se han ocupado de los
debates teóricos que han caracterizado los últimos 20 años de antropología cultural. Pese
a que yo y otros (Ruby, 2000; Lewis, 2003) hemos sugerido que Asch debiera ser
considerado un posmoderno prematuro por su película Ax Fight, aunque esta etiqueta ha
establecida por otros, no por Asch (Ruby, 1995b).
Existe un supuesto adicional que requiere mayor discusión. Para muchos productores y
usuarios de cine etnográfico, tanto en las aulas y como en televisión, existe el supuesto
de que exhibir a la audiencia imágenes positivas de gente desconocida, de alguna
manera tendría un efecto humanitario, incrementando su tolerancia a la diferencia. Debido
a que antropólogos y otros investigadores de la cultura visual demuestran poco interés en
estudiar el impacto de estas películas, hay poca seguridad de los beneficios de mostrarlas
exceptuando el poco conocido estudio de Martínez (1992), donde sugiere que muchas de
estas producciones actualmente tendrían el efecto de reforzar nociones etnocéntricas en
la audiencia. En síntesis, sin esas investigaciones no habría manera de sostener la
justificación de ver films etnográficos como actividad humanitaria.
Durante los 80’ y los 90’ los “festivales de film etnográfico” brotaron alrededor del mundo.
En los Estados Unidos está el Margaret Mead Film Festival y en el Reino Unido el festival
del Royal Anthropological Institute. El boletín de la Nordic Anthropological Film
Association cataloga docenas de exhibiciones, festivales y conferencias dedicadas al cine
documental etnográfico (NAFA es una organización que se enfoca en las “películas
documentales antropológicas”- un término que me parece confuso). Desde los años 70’,
las reuniones de la American Anthropological Association incluyen la proyección de
películas, y su publicación - The American Anthropologist- tiene una sección dedicada a
crítica de películas. El punto de vista de la mayoría de ellas, apunta a criticar las películas
en términos de su utilidad como recursos educativos. El término “etnográfico” es utilizado
en un sentido bastante amplio y de alguna manera obsoleto; la mayoría de estas
exhibiciones incluyen prácticamente cualquier documental que presente un retrato
empático de algún aspecto de una cultura, donde las representaciones del “otro exótico”
son más comunes que las de la cultura occidental dominante.
Mientras que esos eventos de exhibición y las revisiones han exaltado el uso de películas
en la educación, la realización de films etnográficos no ha sido considerada como una
actividad académica significativa por muchos antropólogos. Permítanme ofrecer dos
ejemplos. Según mi conocimiento, pocos antropólogos estadounidenses han obtenido
puestos o han sido promovidos a partir de su producción fílmica. (J. Jhala en la Temple
University sería una excepción). En segundo lugar, cuando los colaboradores de la
Writing Culture (Marcus y Clifford, 1986) comenzaron a discutir la “nueva” etnografía
multivocal y reflexiva, no existe certeza de que hayan considerado a los antropólogos y
realizadores franceses, como Jean Rouch, que había explorado las mismas ideas en sus
películas desde los tempranos 60` (ver Chronicle of a Summer de Rouch y Morin, 1962).
Sostengo que en la mente de muchos antropólogos, la antropología visual entendida
como cine etnográfico, está asociada más bien con el cine documental que con la
antropología cultural dominante. Se ha desarrollado un ghetto de cine etnográfico a partir
de exhibiciones, festivales y programas de formación, que no ha sido percibido por la
mayoría de de los antropólogos culturales, excepto cuando requieren una película para
sus clases. No conozco ninguna discusión teórica al interior de la antropología cultural
que incluya las contribuciones del cine etnográfico. Incluso el libro de Lucien Taylor
Visualizing theory, no está inspirado teóricamente por el cine etnográfico (1994). Como
todas las formas de no-ficción, el cine etnográfico permanece virtualmente como un
género no teórico.
No hay un camino fácil para resolver las diferencias de opinión sobre el rol del cine en la
antropología. Como he sugerido, la mayoría de las personas prefieren emplear una
definición amplia del cine etnográfico que incluya a la no- ficción, e incluso algunas
películas de ficción, como los trabajos del Neo-Realismo Italiano de finales de los 40`.
Desde esta posición ventajosa, el rol de los realizadores de cine etnográfico es hacer
retratos empáticos de las culturas, los que de alguna manera producirán una mayor
tolerancia a las diferencias culturales. Para algunos, la idea de que uno debiera esperar
que un film etnográfico sea producido por un etnógrafo entrenado, es tan irreal como
esperar que un film psicológico sea producido por un psicólogo entrenado. Aunque parece
difícil discutir con esta posición, sugiero que los antropólogos debieran experimentar con
otras aproximaciones para producir cine como vehículo para traspasar conocimiento
antropológico. Para explorar el potencial que tiene el cine/video, para comunicar
conocimiento antropológico, y no solamente sentimientos cálidos sobre la gente, se
requeriría que los antropólogos vieran esta cuestión como algo investigable. Con el
advenimiento de las nuevas tecnologías digitales está exploración parece más y más
factible.
Los últimos 20 años han mostrado una notable transformación en el mundo de las
imágenes. La tecnología de ver, como de reproducir imágenes, literalmente ha recorrido
el mundo. La investigación antropológica sobre medios de comunicación gráfica ha
tomado tres caminos ligeramente diferentes: la indagación histórica de fotografías,
generalmente sobre personas no occidentales, con el fin de revelar la ideología o la
cultura del creador y como eso se manifiesta dentro de la imagen; el estudio de medios
indígenas como producción de cultura; y finalmente, el estudio etnográfico de la recepción
de los medios de comunicación gráfica. Culturas que alguna vez fueron sujetos pasivos
del trabajo documental y etnográfico actualmente se están imaginando a si mismos, y
criticando las imágenes realizadas por otros. Después de ignorar los medios de
comunicación gráfica como un tema de investigación, los antropólogos finalmente han
visto su potencial para debatir con importantes temas de interés teórico, como la
globalización. Una antropología de los medios gráficos de comunicación actualmente es
cada vez más común y aceptada como tópico de investigación. Varias universidades
están ofreciendo carreras que instruyen en la investigación sobre medios de
comunicación. Con algunas excepciones (Turner 1991), la oportunidad de estar presente
cuando estas tecnologías fueron introducidas, así como ver su inicial impacto, se perdió.
A diferencia que con el cine o el video, los antropólogos no han mostrado mucho interés
en la utilización de la fotografía como una técnica que transmita sus investigaciones. Esto
es curioso, ya que uno de los clásicos de la antropología visual es la etnografía
fotográfica, Balinese character (1941) de Bateson y Mead. Por razones que no me son
claras, los sociólogos están más interesados en la fotografía etnográfica, y por ello son
más comunes los sociólogos visuales que son fotógrafos (Becker, 1981). Cada vez más
antropólogos utilizan la web y el CD-Rom para la producción de etnografías, y programas
como Picture Store y Power Point, hacen relativamente más fácil combinar palabras y
fotografías, por lo que asumo que la fotografía antropológica vendrá a jugar un rol más
importante (ver Coover y Da Silva y Pink 2004 como ejemplos de una dirección para la
antropología visual).
El estudio antropológico del cine y la televisión ha sido un interés más recurrente entre los
antropólogos interesados en los medios gráficos, particularmente los medios de
comunicación indígenas entre los aborígenes Australianos, los Inuit y los Kayapo. Existen
dos revisiones bibliográficas (Spitunik, 1993 y Dickey, 1997) y dos volúmenes editados
que cubren la literatura más significativa- Crawford y Haftensson (1996) y Ginsburg, Abu-
Lughod y Larkin (2002). A pesar de que hay algunos trabajos precursores como Study of
culture at a distance (1953) de Mead y Metraux y el proyecto de películas Navajo de
Worth y Adair (1972), es el trabajo pionero de personas como Ferry Turner (1991) con los
Kayapo y Faye Ginsburg (1991) los que establecieron la legitimidad de la temática .
Cuando Faye Ginsburg fue llevada a la New York University en 1988 para establecer un
programa de antropología visual decidió realizarlo en conjunto con los Estudios de Cine
de la universidad, de un modo ligeramente diferente que otros programas de antropología
visual. Para comenzar no los etiquetó como “antropología visual”, sino que más bien
como “programa en cultura y medios”. Ellos ofrecen un certificado para estudiantes que
están aspirando a grados de MA o de Ph.D. ya sea en Estudios de Cine o en
Antropología. El curso de un año provee formación tanto en cine etnográfico como en el
análisis antropológico de los medios de comunicación. Una vez que el certificado es
completado, los estudiantes continúan su trabajo de graduación como parte de los cursos
generales de antropología cultural o estudios de cine.
Mientras que la antropología de los medios de comunicación gráfica se vuelve cada vez
más aceptable, los antropólogos vinculados con su investigación parecen estar menos
inclinados a identificarse como antropólogos visuales. Lila Abu-Lughod y Sarah Dickey
serían dos ejemplos. Esto produce un interesante dilema. Algunos de nosotros hemos
desatendido por años el hecho de que la antropología visual haya sido ignorada y
marginada. Actualmente el trabajo de los antropólogos que estudian los medios parece
ser rehusado como antropología cultural, y todavía más, aquellos que hacen este trabajo
optan por no afiliarse a la antropología visual. Quizás sea por que la investigación sobre
medios es solamente uno de sus intereses de investigación, o porque la antropología
visual ha sido ampliamente asociada con la realización de films educativos. Como lo ha
indicado Faye Ginsburg, el programa de NYU es el primero en formar antropólogos que
estudien medios de comunicación gráfica: “Todos obtienen la categoría de Antropólogos
Ph.D en ningún modo distinta de otras, excepto de que muchos enfocan sus trabajos en
los medios” (Ginsburg, comunicación personal, 1 de Noviembre 2004). Como alguien que
ha puesto mucho esfuerzo en capacitar estudiantes para que su identidad profesional sea
la de antropólogos visuales, me parece irónico y molesto, pero no puedo producir un
argumento convincente de porqué esto es importante. Esta paradoja acarrea preguntas
de cómo el campo de la antropología visual logra perpetuarse (Ginsburg, 1998).
Lógicamente hay tres caminos: convertirse en autodidacta, como yo, esto es
entrenándose a si mismo, formándose en departamentos donde un antropólogo cultural
imparta el curso ocasional en antropología visual; o a través de universidades que tengan
cursos de estudios extensivos en antropología visual. En el presente eso significaría ir a
NYU, University of Kent en Canterbury o al Goldsmiths College en Londres (para discutir
a continuación).
3
Nota del traductor: BA (Hons) se traduce como grado de Bachiller con Honores.
Un Futuro para la Antropología Visual
Siempre es peligroso predecir la dirección que una disciplina académica debiera tomar.
Sin embargo, en este caso el futuro esta parcialmente presente y parece que va a
continuar de un modo un tanto predecible. Los medios de comunicación gráfica
indudablemente serán reconocidos más usualmente como parte importante de
prácticamente toda identidad cultural del ser humano. Y por lo tanto de algo que los
antropólogos pueden y deben estudiar. Quizás la dirección futura más importante será en
el desarrollo de etnografías digitales interactivas. La tecnología digital, los computadores,
el Internet y todos los sistemas de servicios digitales como la web, DVDs y Cd-roms
recién han comenzado a tener un impacto (Lyon, 1998; Fischer y Zeitlin 2003). No creo
que las nuevas tecnologías vayan a resolver todos nuestros problemas, más bien veo que
las innovaciones tecnológicas traen nuevas preguntas. Personalmente puedo atestiguar el
hecho de que los correos electrónicos, foros y sitios web, han alterado radicalmente el
modo como enseño, como he conducido las investigaciones, la interacción con las
personas que estoy estudiando y me han permitido difundir mi trabajo de maneras que
eran imposibles hace una década atrás (ver por ejemplo
http://astro.temple.edu/~ruby/opp/).
Los bajos costos en la producción de films realizados por antropólogos, así como su
incorporación a formatos multimedia e interactivos, tiene el potencial de cambiar
radicalmente el rol del cine en la antropología. Incluso parece ser posible sugerir que una
fantasía que tenía hace muchos años atrás actualmente puede pasar a ser un futuro no
tan distante:
… una fantasía en donde un cine antropológico exista- no
documentales sobre temas “antropológicos” pero si películas
diseñadas por antropólogos para transmitir ideas
antropológicas. Es un género bien articulado, diferente de las
limitaciones conceptuales del documental realista y del
periodismo de difusión. Toma prestado convenciones y técnicas
del cine en su conjunto – ficción, documental, animación y cine
experimental. Una multitud de estilos de films compiten por
sobresalir – igual que las posiciones teóricas encontradas en el
campo. Existen películas de audiencia general para la
televisión, así como trabajos altamente sofisticados diseñados
por profesionales. Mientras hay unas pocas películas previstas
para una audiencia general, desarrolladas en colaboración con
realizadores profesionales, la mayoría son producidas
únicamente por antropólogos profesionales, que utilizan el
medio para transmitir los resultados de sus estudios
etnográficos y su conocimiento etnológico. Los departamentos
universitarios generalmente enseñan teoría, historia, práctica y
crítica de la antropología de la comunicación – verbal, escrita y
gráfica – permitiendo tanto a alumnos, profesores, como a
alumnos graduados seleccionar el modo más apropiado a
través del cual publicar sus trabajos. Hay una variedad de
lugares de reunión donde estos trabajos son exhibidos
regularmente y sirven como una base para la discusión
académica. Un sistema de distribución de bajo costo para todos
estos productos antropológicos está firmemente establecido.
Videos/CD-Roms/DVDs son tan comunes como los libros en las
bibliotecas de los antropólogos, e internet y la world wide web
ocupan un lugar con cierta prominencia como recurso
antropológico. (Ruby 2000, 1-2).
Las últimas dos décadas han visto una impresionante explosión del interés en la
antropología visual. Una antropología de los medios de comunicación gráficos ha
emergido y se ha transformado en un tema de investigación aceptable. Estudios de
recepción televisiva, fotografía y cine entre el mundo occidental y no-occidental están
proliferando. Las nuevas tecnologías digitales se están volviendo cada vez más
interesantes como formas alternativas de publicar etnografías. Las publicaciones de la
disciplina están buscando artículos sobre antropología visual y los programas de
formación de nivel están en aumento. Luego de años de ser considerada como una
actividad marginal y minoritaria, la antropología visual en sus tres manifestaciones
principales ha vuelto a su lugar.
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