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Mónica B.

Hise

TARJETA DE CREDITO.-

SUMARIO: 1.- Introducción.- 2.- Normativa aplicable. 3.- Tarjetas de:

“Crédito – Débito – Compra”. 4.- Relaciones jurídicas necesarias para la

configuración del contrato. Sujetos intervinientes. 5.- Titular adicional o

beneficiario de extensiones. 6.- Perfeccionamiento del contrato. 7.-

Obligaciones entre el emisor y el usuario. 8.- Obligaciones entre el emisor y los

proveedores. Efecto cancelatorio. 9.- Obligaciones del usuario frente al

emisor, banco y comercio adherido al sistema. 10.- Obligaciones del

comerciante frente al emisor, banco y usuarios de las tarjetas. 11.-

Obligaciones entre el Banco y los usuarios. 12.- Resumen mensual e

impugnación del mismo. 13.- Preparación de la vía ejecutiva para la ejecución

del saldo deudor. 14.- Pérdida del plástico. Deberes y responsabilidades. 15.-

Cláusulas nulas.- 16.- Prescripción de las acciones. 17.- Sumarios Judiciales:

a.- Perfeccionamiento del contrato.- b.- Beneficiarios.- c.- Responsabilidad del

emisor por inhabilitación errónea.- d.- Recaudos que deben tomar los

comercios frente a los usuarios.- e.- Responsabilidad relativa a la calidad y

prestación de servicios en el supuesto de inducción a contratar con

determinada empresa.- f.- Indemnización por daño moral.- g.- Cláusulas

abusivas.- h.- Preparación de la vía ejecutiva.-

1.- INTRODUCCION.-

El sistema de tarjeta de crédito configura un fenómeno de conexidad

contractual, esto es, una serie de negocios jurídicos coordinados hacia un objetivo
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común: el contrato de emisión entre emisora y usuario; el contrato de provisión

entre emisora y proveedor; y finalmente, el contrato de consumo entre usuario y

proveedor donde la tarjeta constituye el medio de pago y el banco que liga con el

usuario1 a la empresa de tarjeta de crédito con el emisor (contrato de licencia o

franquicia), por medio del cual la empresa titular de la marca cede a la entidad

financiera la administración y financiamiento del sistema2.

Es posible considerar la presencia de otros sujetos involucrados en la

operatoria, como los usuarios adicionales o beneficiarios de extensiones, es decir,

aquellos a los que el titular habilita para operar con el sistema.

Intentaré brindar un panorama legislativo y jurisprudencial acerca de este

sistema socioeconómico y jurídico.

2.- NORMATIVA APLICABLE.-

La ley 25.065 regula el sistema de tarjeta de crédito. Supletoriamente se

aplican las normas de los Códigos Civil y Comercial de la Nación y La Ley de

Defensa del Consumidor (ley 24.240).

Con anterioridad a la entrada en vigencia de la ley de tarjeta de crédito, la

jurisprudencia se venía pronunciando por la aplicación de la ley de defensa del

consumidor a éste tipo de relaciones.

Al respecto se dijo:

“Dado que el contrato de tarjeta de crédito se encuentra celebrado entre

un comerciante profesional y un consumidor, rige el art. 4 de la ley 24.240, que

garantiza el derecho de éste a obtener información veraz, detallada, eficaz y


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suficiente sobre el negocio que realiza. Por ello, en ausencia de normas

específicas sobre la emisión y uso de tarjetas de crédito, las medidas generales de

protección al consumidor adquieren importancia particular, pues su objeto es

garantizar el reparto equitativo y justo de los riesgos y el respeto de sus derechos.

En el contrato de tarjeta de crédito el usuario del servicio se encuentra en

una situación de desigualdad estructural en la relación con el emisor. Por ello,

la empresa emisora tiene la obligación de alertar al adherente, y ponerlo al tanto

de las características del servicio que se obliga a brindarle, pues la información

es un bien apreciado que tiene valor jurídico y consecuentemente, protección

jurídica. Asimismo, el art. 2 de la ley 24.240 crea obligaciones respecto a los

proveedores de servicios por el solo hecho de prestarlos a consumidores o

usuarios de manera profesional”3

“Toda vez que el contrato de tarjeta de crédito establece una relación de

consumo entre un prestador y un consumidor final o usuario, se encuentra

comprendido en el ámbito de aplicación de la ley 24.240.

Los usuarios de un servicio de tarjeta de crédito, en cuanto han celebrado

el respectivo contrato en base a cláusulas predispuestas, se hallan protegidos por

la ley de defensa del consumidor, cuyo art. 4º le impone a la empresa prestadora

el deber de informar, en forma detallada y suficiente, sobre las ventajas y

desventajas de dicho servicio, a los efectos de que los primeros puedan realizar

una elección racional y fundada al momento de contratar”4

Esta ley –25.065- fue vetada parcialmente por el Decreto 15/99.5


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Luego el Congreso de la Nación insistió con las mayorías necesarias,

rechazó el veto y dispuso la vigencia de la ley tal como fue sancionada en

diciembre de 1998.

Pese a su defectuosa redacción, cabe interpretar, como lo ha hecho el Banco

Central (Comunicación “B” 6628 del 20/12/99 1999 ENTIDADES

FINANCIERAS Y ENTIDADES COMERCIALES), que la LTC diferencia a

los sujetos emisores, entre empresas financieras comprendidas en la ley 21.576 y

empresas que no lo son. La distinción entre ambas clases de sujetos tiene

importancia, por cuanto el “límite de los intereses compensatorios o financieros a

aplicar por los emisores si éstos son entidades financieras, es el del primer párrafo

del art. 16 de la ley 25.065”, según disposición del BCRA en su comunicación

antes citada.6

Esta ley ha sido modificada por la ley 26.010 B.O 11/01/2005, que sustituyó

el art. 15 por el siguiente texto:

“El emisor no podrá fijar aranceles diferenciados en concepto de

comisiones u otros cargos, entre comercios que pertenezcan a un mismo rubro o

con relación a iguales o similares productos o servicios.

El emisor de tarjeta de compra o crédito en ningún caso efectuará

descuentos ni aplicará cargos, por todo concepto, superiores a un TRES

PORCIENTO (3%) sobre las liquidaciones presentadas por el proveedor. Para las

tarjetas de débito bancario este porcentaje máximo será del UNO COMO CINCO

POR CIENTO (1,5%) y la acreditación de los importes correspondientes a las


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ventas canceladas mediante tarjeta de débito en las cuentas de los

establecimientos adheridos, se hará en un plazo máximo de TRES (3) días

hábiles”.

Y el DECRETO Nº 1387/2001 B.O. 02/11/2001 en su artículo 9º ha

modificado el art. 24 de la ley.

Por lo tanto el art. 24 de la ley 25.065 ha quedado redactado conforme el

siguiente texto:

“Domicilio de envío de resumen. El emisor deberá enviar el resumen al

domicilio o a la dirección de correo electrónico que indique el titular en el

contrato o el que con posterioridad fije fehacientemente”.

3.- TARJETAS DE: “CREDITO - DEBITO Y COMPRA” .-

La ley 25.065 en su artículo 2, distingue las tarjetas de crédito, débito y

compra.

* TARJETA DE CREDITO: Se denomina genéricamente tarjeta de crédito

al instrumento material de identificación del usuario, que puede ser magnético o de

cualquier otra tecnología, emergente de una relación contractual entre el titular y el

emisor.

Doctrinariamente se ha definido a la tarjeta de crédito diciendo que se trata

de un instrumento necesario que contiene los datos identificatorios de la persona

(llamada usuario o titular), que se encuentra legitimada para disponer del crédito
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que el emisor o la entidad bancaria interviniente le ha concedido durante un plazo

determinado7.

También se ha dicho que, es el documento emitido por una entidad mercantil

de carácter general especializada en estos tipos de negocios, mediante la cual una

persona, llamada titular, puede obtener una serie de prestaciones a crédito, del

propio emisor o de otras empresas relacionadas con éste, en vez de pagar su

importe con dinero o cheque8.

Otros dicen que, es un instrumento de identificación, cuya posesión habilita

a su titular a utilizar el crédito abierto a su favor por el banco emisor mediante una

apertura de crédito9.

* TARJETA DE DEBITO.- Aquella que las instituciones bancarias

entregan a sus clientes para que al efectuar compras o locaciones, los importes de

las mismas sean debitados directamente de una cuenta de ahorro o corriente

bancaria del titular.

Un ejemplo de éste tipo de tarjeta es VISA ELECTRON.

La utilización de ésta tarjeta sólo será posible si el usuario tiene fondos

depositados y disponibles en una caja de ahorro, o cuenta corriente bancaria,

fondos sobre los cuales se debitará el importe que se pague al comercio.

Mientras que una de las finalidades de la tarjeta de crédito es precisamente,

permitirle al usuario adquirir bienes o servicios sin necesidad de disponer de dinero

en su cuenta al momento de la adquisición, la tarjeta de débito sólo será utilizable

si el usuario dispone de dinero en su cuenta al momento de efectuar la compra o


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locación, dado que, el importe del gasto que se efectúa es debitado directamente de

su cuenta corriente o caja de ahorro.

Esta tarjeta también puede utilizarse para realizar extracciones en efectivo de

los cajeros automáticos adheridos al sistema, asimismo, se pueden efectuar

depósitos o movimientos de fondos.

Las tarjeta de débito se expandieron masivamente en nuestro país cuando se

implementó el llamado “corralito financiero” que atrapó los depósitos bancarios

fijando un límite de extracciones de dinero semanales, reduciendo de este modo el

efectivo en el mercado y forzando así la bancarización de la sociedad, proceso que

había comenzado tiempo atrás. Se puede señalar como trascendente en el inicio de

dicho proceso de bancarización, el establecimiento de la obligación de acreditar en

entidades financieras los salarios del personal en relación de dependencia en

“cuentas especiales para el pago de remuneraciones”10.

* TARJETA DE COMPRA: Aquella que las instituciones comerciales

entregan a sus clientes para realizar compras exclusivas en su establecimiento o

sucursales.

Se trata de tarjetas que autorizan al usuario a efectuar consumos y gastos

sólo en determinados establecimientos comerciales que, al mismo tiempo, son sus

emisores. Es frecuente que los grandes comercios o supermercados extiendan

tarjetas a sus clientes, tarjetas cuya emisión se publicita y promociona en los

propios establecimientos con el propósito de que esos clientes, si deciden utilizar el

sistema de crédito y financiación que una tarjeta supone, lo hagan mediante el uso
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de la tarjeta que pertenece al propio establecimiento, otorgando el mismo

empresario crédito a sus clientes, o recurriendo a una entidad bancaria o financiera.

En efecto, si bien los consumos deben ser pagados íntegramente al vencimiento de

cada período, por lo común mes a mes, ésta es la modalidad habitual, no se puede

decir que el usuario de la tarjeta no goce de un crédito, pues siempre el pago de los

consumidores quedará diferido11.

Estas tarjetas se publicitan y promocionan en los propios establecimientos

con el propósito de que sus potenciales clientes decidan utilizar el sistema de

crédito y financiación que ellos mismos ofrecen.

El beneficio de esta tarjeta para el comerciante, es que éste evita el pago de

comisiones, intereses o recargos administrativos que supone la aceptación de

tarjetas emitidas por otras empresas o bancos.

4.- RELACIONES JURIDICAS NECESARIAS PARA LA

CONFIGURACION DEL CONTRATO.- SUJETOS INTERVINIENTES.-

Podemos definir al sistema de tarjeta de crédito como un complejo de

contratos coligados o conexos en virtud del cual una entidad financiera (emisor)

posibilita al usuario (titular) la contratación de bienes y servios de determinados

comercios (proveedor), mediante el diferimiento de los pagos al emisor, quedando

a cargo de éste abonar al proveedor el importe de las operaciones celebradas en los

términos pactados con deducción de la comisión estipulados12.

En efecto, la tarjeta de crédito, jurídicamente hablando, constituye un

sistema integrado por una serie de relaciones jurídicas diversas, cada una con
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autonomía y regulación propias, celebradas entre diferentes partes contratantes y

que engendran derechos y obligaciones diversos en cada relación, aunque dirigidas

todas hacia un fin común13.

Los contratos a los cuales hacemos referencia en el párrafo precedente son

los celebrados entre:

 El ente bancario y cada usuario del sistema. EMISOR: Es la entidad financiera,

comercial o bancaria que emita Tarjetas de Crédito, o que haga efectivo el

pago. TITULAR DE TARJETA DE CREDITO: Aquel que está habilitado para

el uso de la Tarjeta de Crédito y quien se hace responsable de todos los cargos

y consumos realizados personalmente o por los autorizados por el mismo.

USUARIO, TITULAR ADICIONAL, O BENEFICIARIO DE EXTENSIONES:

Aquel que está autorizado por el titular para realizar operaciones con Tarjeta

de Crédito, a quien el emisor le entrega un instrumento de idénticas

características que al titular. –art. 2)

 La entidad emisora y cada comercio o establecimiento adherido. PROVEEDOR

O COMERCIO ADHERIDO: Aquel que en virtud del contrato celebrado con el

emisor, proporciona bienes, obras o servicios al usuario aceptando percibir el

importe mediante el sistema de Tarjeta de Crédito.

 El comerciante y el usuario.

5.- TITULAR ADICIONAL O BENEFICIARIO DE EXTENSIONES.-


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El adicional no queda obligado frente al emisor, ni siquiera habiendo

firmado la solicitud junto con el titular14. La responsabilidad recae siempre sobre el

titular (art. 2, inc. b, ley 25.065).

Cabe preguntarse entonces qué sucede cuando el beneficiario, además de

suscribir el convenio, asumió contractualmente en una simple adhesión en

formulario el carácter de garante o codeudor solidario.

Considero que la obligación del adicional queda exclusivamente limitada a

los consumos realizados con su tarjeta15. De otro modo, la cláusula se torna

vejatoria y desnaturalizadora. El usuario adicional no es naturalmente un deudor

del sistema, sino precisamente un tercero beneficiario de la estipulación en su

favor instituida por el titular, en los términos del art. 504 C.C., por lo que es

inaceptable, en el marco de un acuerdo predispuesto, colocarlo en la gravosa

situación de afianzar obligaciones futuras e indeterminadas, teniendo en cuenta las

posibles variaciones sustanciales en el objeto, en cuanto a los montos, sus

refinanciaciones y acrecidos, ampliaciones del límite de crédito, etc.

6.- PERFECCIONAMIENTO DEL CONTRATO.-

En lo que respecta al perfeccionamiento del contrato entre el banco y el

usuario conforme lo normado por el artículo 8 queda perfeccionado sólo cuando se

firma el mismo, se emiten las tarjetas respectivas y el titular las recibe de

conformidad16.

Al respecto la CSJN ha señalado que:


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“Es arbitraria la sentencia que rechazó una acción resarcitoria contra un

banco fundada en la indebida inclusión del actor en la base de datos del Banco

Central de la República Argentina, a causa de una deuda proveniente de una

tarjeta de crédito que aquél afirmó no haber solicitado, si omitió considerar que

-conforme art. 8 Ley 25.065- el contrato de Tarjeta de Crédito entre emisor y

titular queda perfeccionado sólo cuando se firma el mismo, se emiten las

respectivas tarjetas y el titular las recibe de conformidad, debiendo el emisor

entregar tantas copias del contrato como partes intervengan en el mismo (Del

dictamen de la Procuradora Fiscal Subrogante que la Corte hace suyo)17.

La solicitud de la emisión de la Tarjeta de Crédito, de sus adicionales y la

firma del codeudor o fiador no generan responsabilidad alguna para el solicitante,

ni perfecciona la relación contractual. (conforme artículo 9). Sobre este tema, el

Dr. Diego Zetner ha puntualizado que: La perfección del negocio acaece al

momento de prestar las partes el consentimiento, si bien el acuerdo se concluye en

forma segmentada: contrato de emisión; contrato de provisión; y contrato de

consumo. Entendemos que no obsta a tal calificación lo perceptuado por la ley

25.065 respecto del contrato de emisión que quedaría perfeccionado al momento

de suscribirse el instrumento respectivo, y recibir el titular las tarjetas emitidas

(artículos. 8º y 9º), por cuanto el plástico identificatorio no constituye la cosa

sobre la que versa el contrato (artículos. 1142, Código Civil). La norma solo

dispone un recaudo de tutela al usuario. De hecho, la solicitud de adhesión


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debidamente conformada por el titular y aceptada por la entidad, obliga a ésta a

la emisión de las tarjetas18.

Es frecuente que al firmar el contrato aparezcan en escena los beneficiarios,

también llamados usuarios adicionales, beneficiarios de extensiones, autorizados o

adherentes.

Se presentan cuando los titulares directos de tarjetas de crédito solicitan a la

entidad emisora que expida una nueva tarjeta, llamada adicional o extensión, a

favor de la persona por él indicada, de forma tal que el beneficiario pueda entrar al

sistema de tarjeta de crédito y gozar de sus ventajas. Así, se acercan los servicios

que brinda este sistema a todas aquellas personas que, por diferentes motivos, no

reúnen los requisitos para ser aceptados por los emisores en calidad de titulares

directos de tarjetas de crédito –por ejemplo: ingresos insuficientes, imposibilidad

de acreditar ingresos suficientes por trabajar en negro, falta de respaldo

económico-19.

En la práctica, el problema más frecuente que se presenta en relación a éste

tema, es el relativo a quien responde por la deuda contraída por el uso de la tarjeta.

En otras palabras, éstos beneficiarios, responden por la totalidad de los gastos

efectuados, o sólo por lo que ellos hubieren generado.

La cuestión es bastante compleja, dado que la jurisprudencia no es pacífica

en la solución20.

Señala al respecto el Dr. Mariano Esper que: la ley no resuelve el problema,

o por lo menos no de manera directa. Sin embargo, puede colegirse cierta


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interpretación de su art. 2 inc. b), que al definir al titular, dice que es “... quien se

hace responsable de todos los cargos y consumos realizados personalmente o por

los autorizados por él mismo”. De ello surge nítidamente que, frente al emisor, el

titular siempre es responsable, sea por sus propias deudas o por las de sus

autorizados. La pregunta que queda vacante es, si el autorizado también responde

por sus deudas, o por las del titular o por las de ambas. En este punto, la ley deja la

solución a lo que hayan pactado las partes21.

7.- OBLIGACIONES ENTRE EL EMISOR Y LA ADMINISTRADORA

DEL SISTEMS (BANCO), Y EL USUARIO.-

a.- Previo a detallar cuales son las obligaciones asumidas por el Emisor de la

tarjeta frente al usuario, corresponde hacer la siguiente aclaración:

La operatoria del sistema de tarjeta de crédito es una incumbencia que atañe

tanto a la empresa de franquicia como al banco emisor o administrador (en el caso

de las tarjetas emitidas por bancos), por lo que la presencia de la entidad bancaria

debe ser entendida como una intermediación financiera y comercial entre aquélla y

el público.

La circunstancia de que la administradora no contrate directamente con el

usuario, siendo que los efectos frente a éste deben ser interpretados en forma

sistemática. De otro modo, se favorecería la traslación de riesgos a terceros, en

perjuicio del consumidor22.

La ley no ha regulado el aspecto tocante a las relaciones entre la

administradora y el emisor. Ahora bien, el art. 40 de la ley 24.240 (según ley


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24.999), esclarece toda duda que pudiere surgir al respecto, ya que extiende el

deber de reparar los daños al consumidor derivados del vicio o riesgo de la cosa o

prestación del servicio, en forma concurrente, a todos los involucrados en la

cadena de producción y comercialización23, sin perjuicio de las acciones de

regreso24.

En el caso del sistema de tarjeta de crédito, este factor de atribución objetivo

recae tanto sobre el banco emisor como sobre la empresa administradora, sin

atender a la existencia o no de un vínculo directo con el usuario.

b.- El Emisor de la tarjeta de crédito deberá cumplir con las siguientes

obligaciones:

 Entregar al titular la tarjeta personalizada y codificada, con las especificaciones

del artículo 5º, asegurando su inviolabildad.

 Confeccionar y enviar mensualmente el resumen de operaciones ( art. 22), con

todos los requisitos legales (art. 23) y con una anticipación mínima de cinco

días al vencimiento (art. 25).

Al respecto nuestros Tribunales han señalado que: “Corresponde indemnizar el

daño moral sufrido por el titular de una tarjeta de crédito a quien el banco emisor

no remitió los resúmenes de cuenta al domicilio denunciado, lo que generó un

saldo deudor por gastos operativos y que se informara a una empresa proveedora

de informes comerciales que el actor era un deudor moroso, ya que se trata de un

profesional que tenía una posición jerárquica en su trabajo que correspondía

resguardar y conservar, la cual quedó afectada frente a sus empleados al


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conocerse el informe negativo en la dependencia en la que trabajaba, cuando en

realidad de la prueba colectada surge que exhibía un puntual cumplimiento

respecto de otras cuentas abiertas en el mismo banco y que se trataba de una

persona que cuidaba tanto su desempeño funcional y profesional como su imagen

personal” (CNCom., sala E, P., M. c. Bank Boston y otro –DJ, 2003-3-637).

 Disponer de un canal de comunicación telefónico durante las 24 horas para

conocer los saldos y el pago mínimo exigible (art. 25).

 Contar con un sistema de recepción telefónica de denuncias por tarjetas

sustraídas o perdidas durante las 24 horas, con debida registración (art. 51)25.

 Notificar al titular la fecha en que opera el vencimiento del contrato en los

últimos tres resúmenes anteriores al mismo (art. 10 in fine).

 Abstenerse de informar a las bases de datos de antecedentes financieros sobre

los beneficiarios de extensiones ante la mora del titular (art. 53).

 Respetar el tope de las tasas de interés compensatorio o financiero, la que no

podrá superar en más de un 25 % a la tasa del banco para operaciones de

préstamo personales, o al promedio de tasas del sistema publicadas por el

Banco Central, en el caso de los emisores no bancarios, debiendo exhibir al

público en todos los locales la tasa aplicada, todo ello bajo pena de sanción

(arts. 16 y 17), y computable desde el vencimiento del resumen (art. 20-a).

 Respetar el tope a las tasas de interés punitorio, la cual no puede exceder en

más de un 50 % a la efectivamente aplicada en concepto de interés


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compensatorio, no resulta capitalizable, y sólo es exigible ante la falta del pago

mínimo (arts. 18, 19 y 21).

 Usar un registro actualizado de los comercios adheridos.

 Abonar a los comercios adheridos las compras realizadas por el usuario.

La falta de pago de las compras realizadas por el usuario mediante la tarjeta

de crédito, constituye el principal incumplimiento del emisor ( art. 520 CC) que se

presume culposa (art. 512 CC).

En caso de rechazar indebidamente el uso de la tarjeta, deberá responder por

los daños y perjuicios que le ocasione al usuario:

“El banco emisor de una tarjeta de crédito debe responder por los daños

ocasionados a un usuario que fue inhabilitado y conceptuado como moroso en los

registros del Banco Central de la República Argentina debido a una deuda

derivada de un cargo no previsto en el contrato de tarjeta de crédito, pues dicha

acreencia se originó en un indebido proceder del banco, razón por la cual la

comunicación que motivó la inclusión del actor en los registros morosos,

constituye causa para responsabilizar al banco demandado en los términos de los

arts. 512 y 902 del Cód. Civil. (CNCom. sala E, E.,C.,G.E. c. Citibank N.A. DJ

2004/09/29).

8.- OBLIGACIONES ENTRE EL EMISOR Y LOS PROVEEDORES.-

EFECTO CANCELATORIO.-

Conforme la ley que regula el sistema, los emisores, frente a los proveedores o

comercios adheridos, deberán:


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 Abonar la liquidación de operaciones de cada período, en los plazos y

modalidades convenidos26.

 Suministrar los materiales e instrumentos de identificación y publicaciones

informativas (art. 32 a).

 Informar sobre el régimen de pérdidas y sustracciones al que se encuentran

sujetos (art. 32 b).

Rechazar toda operación con la tarjeta denunciada como extraviada o hurtada;

así lo ha dicho la jurisprudencia:

“El banco demandado debe reintegrar al actor las sumas que éste abonó

por los gastos que se realizaron con su tarjeta de crédito con posterioridad a la

denuncia de pérdida –en el caso, se admitió parcialmente la acción por

rectificación de cuentas-, pues el titular no responde por los gastos hechos por

terceros a partir de la hora cero del día de aviso de extravío”. (CNCom., sala E,

Dalton, Edgardo O. C. Argencard S.A. y otros) LL 2004/08/05.

 Mantenerlo informado sobre las cancelaciones de tarjetas (arts. 32 –c y 33).

 Autorizar las operaciones efectuadas por los usuarios, según corresponda,

mediante un sistema de terminales electrónicas (art. 35).

 Respetar el tope máximo a las comisiones del 5% de la liquidación,

absteniéndose de fijar aranceles que difieran en más de tres puntos entre

comercios de un mismo rubro o con relación a productos y servicios simialres,

evitando diferencias discriminatorias (art. 15).


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 Comunicar las altas y bajas de comercios adheridos.

Una cuestión que no podemos dejar de señalar es el relativo al efecto

cancelatorio conferido al pago efectuado al comerciante mediante el uso de la

tarjeta en legal forma, y desde luego, con virtualidad liberatoria para el usuario

( art. 725 y ccdtes. CC).

El reconocimiento del carácter de instrumento de pago sustitutivo del dinero

desecha cualquier condicionamiento que pudiera imponerse al titular para

desobligarse de su compromiso frente al comerciante adherido: simplemente paga

el precio con el uso del plástico, sea ello acompañado de su firma en el cupón, en

las operaciones tradicionales, o sin ella, por ejemplo, en las ventas telefónicas o

por internet.

Sorprendentemente, el art. 45 de la LTC –interpretado a contrario sensu-

parece conferir legitimación activa al comerciante para reclamar directamente al

titular el precio de la prestación, cuando el emisor no le hubiere abonado las cargas

( y el usuario tampoco las solventara oportunamente al emisor).

9.- OBLIGACIONES DEL USUARIO FRENTE AL EMISOR, BANCO Y

COMERCIO ADHERIDO AL SISTEMA.-

 Abonar las liquidaciones que resulten del uso de la tarjeta (art. 6º -n) y/o de las

adicionales extendidas, según el caso, dentro de los plazos pactados y sin

perjuicio de la facultad que le asiste de realizar el “pago mínimo” determinado

por el emisor.
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 Pagar los cargos administrativos y/u operativos y de permanencia (emisión y

renovación de tarjetas, confección y envío de resúmenes, cargos por tarjetas

adicionales, etc.), cuando así se estipulara (art. 6º - h).

 Acatar los límites de compra fijados por el emisor.

 Retirar el resúmen, o bien, notificarse del estado de su cuenta, para el caso de

falta de recepción de la liquidación antes del vencimiento.

 Suscribir con su firma; aclaración y DNI los cupones27.

10.- OBLIGACIONES DEL COMERCIANTE FRENTE AL EMISOR,

BANCO Y USUARIOS DE LAS TARJETAS.-

 Aceptar las transacciones de los clientes mediante el uso de las tarjetas que

cumplan con las disposiciones de la ley (art. 37. a.-).

 Verificar la identidad del portador de la tarjeta (art. 37.b.-)28.

 Respetar idénticos precios a los de las ventas de contado (art. 37. C.-).

 Solicitar autorización para las operaciones (a rt. 37.-d). Así lo ha establecido la

jurisprudencia: “Los establecimientos comerciales son responsables por las

operaciones que se realizaron en ellos con una tarjeta de crédito extraviada,

toda vez que omitieron controlar la identificación del portador de dicha tarjeta

–en el caso, algunos comercios no asentaron en los cupones el tipo y número

de documento del comprador-, impuesta a los vendedores por el “reglamento

de comerciantes”. (CNCom., sala E, Dalton, Edgardo O. c. Argencard S.A. y

otros LL 2004/08/05.
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 Abonar la comisión determinada por el emisor, con los límites dispuestos por

el art. 15.

11.- OBLIGACIONES ENTRE EL BANCO Y LOS USUARIOS.-

 Mantener abierta la cuenta con que se opera la tarjeta de crédito y establecer

con exactitud cuándo se deducen importes correspondientes a aquélla con la

debida información.

 Informar correctamente al BCRA los deudores de tarjetas y ser responsables

por los informes negligentes29.

12.- RESUMEN MENSUAL E IMPUGNACION DEL MISMO.

El Banco o en su caso el emisor de la tarjeta debe confeccionar y remitir el

resumen mensual de operaciones al usuario.

La LTC detalla una serie de recaudos imperativos que el mismo debe

contener (art. 23), en aras de un circunstanciado deber de información al

consumidor.

La solución de la LTC adolece de incoherencias. Por un lado, obliga al

emisor a enviar el resumen (art. 22) al domicilio indicado por el titular en el

contrato (art. 24), con una antelación mínima al vencimiento de cinco días (art. 25,

párrf. 1º). Hasta allí, una típica obligación contractual de resultado. Sin embargo, a

renglón seguido prescribe que “en el supuesto de la no recepción del resumen” el

titular dispondrá de un canal de comunicación telefónica para obtener el saldo de

su cuenta, encontrándose a su disposición la copia del resumen en la sucursal del

emisor (art. 25, párrf. 2º e in fine)30.


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Frente a la duda que suscita la interpretación de las normas cotejadas, nos

inclinamos por la solución más favorable al usuario (art. 3º, ley 24.240).

La ley ha reglado minuciosamente el procedimiento mediante el cual el

usuario puede cuestionar las cuentas detalladas en el resumen31.

El titular debe detallar claramente el error atribuido en el término de treinta

(30) días contados desde la recepción del resumen (art. 26). El emisor debe acusar

recibo de la impugnación dentro de los siete (7) días de recibida y corregir el error

si lo hubiere o explicitar claramente la exactitud de la liquidación dentro de los

quince (15) días siguientes (art. 37). Luego el usuario cuenta con quince (15) días

para observar las explicaciones del emisor, quien finalmente resolverá la cuestión

en forma fundada en un plazo de diez (10) días hábiles, vencidos los cuales

quedará expedida la vía judicial para ambas partes (art. 29).

Cabe puntualizar algunas cuestiones prácticas de importancia para el

usuario:

 Si el titular no impugna la liquidación, o bien, no cuestiona las explicaciones

dadas, se presume aceptadas las cuentas, quedando expedita la preparación de

la vía ejecutiva para el emisor. Ello no empece a su revisión judicial a través de

una acción autónoma de rectificación de cuentas (art. 790, C.Com.).

 Si el titular completa el procedimiento impugnatorio y el emisor insiste aún con

la acreencia, la ley igualmente, abre la puerta a la preparación de la vía

ejecutiva (arg. Art. 29, in fine, y 39 b, 2ª parte), inclusive por los cargos

cuestionados. La solución no satisface una adecuada tutela del consumidor,


Mónica B. Hise.- 22

quien sólo podrá ventilar las defensas de origen causal en la acción paralela

mencionada en el supuesto anterior. La norma debió impedir expresamente la

preparación de la vía ejecutiva en la hipótesis aquí comentada.

13.- PREPARACION DE LA VIA EJECUTIVO PARA LA EJECUCION

DEL SALDO DEUDOR.-

La ley 25.065, según lo aconsejara buena parte de la doctrina especializada,

prevé la posibilidad de “prepara la vía ejecutiva” (art. 39), de conformidad con las

normas procesales de cada jurisdicción, esto es, mediante la citación del deudor a

reconocer judicialmente los documentos integrativos del “título”, en nuestro caso,

el contrato de emisión (reconocimiento de firma inserta, y por ende, de su

contenido, art. 1028, Cód. Civil) y el resumen de operaciones. Asimismo, el emisor

debe acompañar sendas declaraciones juradas sobre la existencia de denuncia por

extravío o sustracción e inexistencia de cuestionamiento fundado y válido del

resumen, conforme el procedimiento prescripto por los arts. 27 y 28. Recién

cumplidos tales recaudos, queda habilitada la vía ejecutiva.

El legislador ha decidido prescindir de los cupones como soporte instrumental

imprescindible para el ejercicio de las acciones tendientes al cobro, en consonancia

con el criterio jurisprudencial que había validado su destrucción al cabo de cierto

tiempo por razones operativas. Aún así, no debe perderse de vista que la prueba de

las operaciones realizadas corresponde al emisor y la presencia de los mismos

puede resultar relevante frente al cuestionamiento de los cargos32.


Mónica B. Hise.- 23

Al respecto se ha señalado que: "No puedo silenciar el reproche que merece

la conducta del usuario codemandado al no advertir la desaparición del plástico o

al dejarlo en la "guantera de su auto" -como lo manifiesta-; empero, aprecio como

mucho más reprochable la conducta de la entidad quien no sólo no agregó los

cupones, sino que autorizó operaciones cuando excedían largamente el máximo

por ella misma fijado como límite de compras, generando perjuicios que pudo

evitar. Máxime cuando le era fácil advertir que el monto gastado en el mes de

marzo era totalmente distinto del promedio de gastos de todo el año anterior."

"Es decir, la actora se colocó en una indebida situación de riesgo, aunque en

parte se haya originado en la falta de cuidado del usuario."

"Además, es un hecho notorio que los negocios adheridos a las distintas

tarjetas incumplen de modo permanente y constante su obligación de pedir

documentos de identidad al tiempo de hacer firmar los cupones, incluso, casi

nunca la emisora solicita el número de documento al tiempo de otorgar la

autorización antes de acordarla, cuando con ello se aseguraría el cumplimiento

del recaudo de identificación. Es decir, la emisora consiente las constantes

transgresiones. Si a ello sumamos que negada la autenticidad de la operaciones la

falsedad no pudo ser demostrada por no haber sido acompañados los cupones

sobre los que la propia actora ofreciera prueba, ni haber podido obtenerlos de

"Argencard", entiendo que la pretensión no podrá prosperar."


Mónica B. Hise.- 24

Sin embargo, habida cuenta de las particularidades de esta contienda, la que

pudo ser evitada mediante el debido cuidado del plástico y la denuncia tempestiva

del extravío de la tarjeta;; atendiendo al hecho de que su uso inadecuado fue

aceptado por el sistema en razón de la falta de verificación de la identidad de su

portador, ponderando que no se acompañan los cupones y que la actora autorizó

gastos notoriamente superiores al límite concedido, sin tomar precaución alguna,

considero ello deberá influir en la condena en costas33.-

La ley veda expresamente el cobro ejecutivo directo de los saldos, tanto sea

ello a través de cuentas corrientes abiertas como ese fin exclusivo (art. 42), como

mediante cláusulas contractuales que así lo permitan (art. 14-h)34.

Al respecto la Jurisprudencia ha señalado que: “Corresponde desconocer

aptitud ejecutiva al certificado de saldo deudor en cuenta corriente bancaria que

incorpore acreencias derivadas del sistema de tarjeta de crédito, aún cuando la

cuenta en cuestión no haya sido abierta exclusivamente para debitar saldos que

reconozcan ese origen, pues conforme al art. 39 de la ley 25.065 (Adla, LIX-A, 62)

las únicas vías posibles para reclamar obligaciones que el titular de la tarjeta

adeude al emisor son la preparación de la vía ejecutiva o acción ordinaria”

(Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de San Martín, Sala II (CCiv.

ComSanMartín, SalaII; 14/12/2004, Banco Río de la Plata c. Cambareri, Luis M.,

LLBA 2005 (abril), 359). ”Es improcedente la ejecución del certificado de saldo

deudor existente en la cuenta corriente mediante la cual el demandado operaba


Mónica B. Hise.- 25

exclusivamente con los movimientos de una tarjeta de crédito y sus accesorios,

pues, en virtud de lo previsto en el art. 42 de la ley 25.065, dicho certificado es

nulo de nulidad absoluta como título ejecutivo, por lo cual se debe acudir a la vía

que establecen los arts. 38 y 39 de la citada ley” (Conf. Cámara de Apelaciones

en lo Civil y Comercial de San Martín, Sala II, 05.04.2005, Banco de la Provincia

de Buenos Aires c. Salis, Guillermo A., LLBA, 2005 (octubre), 1128).

Debemos aclarar sin embargo que más allá del tenor literal del art. 42 de la Ley

25.065, lo que el sistema instituido por la ley busca no es restar ejecutividad al

aludido certificado en función de índole de la cuenta sobre la cual se expide, sino

lisa y llanamente inhibir que puedan llegar a conformar títulos ejecutivos “per

se”, obligaciones nacidas al amparo del régimen allí consagrado. Esa conclusión

emerge nítidamente de lo establecido en el art. 14, inc. h), que expresamente

sanciona de nulidad las cláusulas que “permitan la habilitación directa de la vía

ejecutiva por cobro de deudas que tengan origen en el sistema de tarjeta de

crédito; este precepto, si bien fue originariamente observado con otros por el

Decreto del Poder Ejecutivo Nacional 15/99, fue luego confirmado por el

Congreso de la Nación en ejercicio que le otorga el art. 83 de la Constitución

Nacional, razón por la cual quedó sin efecto el veto parcial y se mantuvo la ley en

su redacción originaria (Ley 25.065)” [Del voto de la Dra. Scarpati en autos:

“Banco Río de la Plata c. Cambareri, Luis M.”, citado]35.


Mónica B. Hise.- 26

Una hipótesis no prevista por la ley es la inclusión de conceptos de tarjeta de

crédito en el saldo final de una cuenta corriente bancaria “genuina” u “operativa”,

es decir no abierta a ese único efecto: sólo entendemos viable aquí la ejecutividad-

coincidiendo con Muguillo –cuando la apertura da cuenta no haya sido condición

para la emisión de la tarjeta, ni se vulnere la normativa de la ley sobre intereses al

aplicar los propios del régimen de la cuenta corriente o bien capitalizarlos.

Para resguardar el equilibrio del sistema, la ley también ha previsto la

preparación de la vía ejecutiva del proveedor contra el emisor ( art. 40).

14.- PERDIDA DEL PLASTICO. DEBERES Y RESPONSABILIDADES.-

El extravío o sustracción de la tarjeta ha demostrado ser uno de los

inconvenientes más preocupantes del sistema. Tiene que ver con los consumos

realizados ilegítimamente como consecuencia de la pérdida o sustracción del

plástico y los deberes emergentes del mismo.

Desafortunadamente, la ley sólo contiene algunas disposiciones aisladas

sobre aspectos tangenciales, mas no regula el tópico en forma sistemática.

Por un lado, impone incluir en el contrato la descripción del procedimiento,

responsabilidades y cobertura en caso de pérdida o sustracción ( art. 6 – i y j), lo

que importa un reenvío a la autonomía de la voluntad36, luego sanciona con nulidad

las cláusulas que imponen costos por informar la no validez de la tarjeta por

pérdida o sustracción ( art. 14-d); y finalmente, obliga al emisor a arbitrar los

medios para la recepción telefónica de denuncias durante las veinticuatro horas del
Mónica B. Hise.- 27

día, mediante registración con hora y número correlativo ( art. 51), cuya prueba la

jurisprudencia ya había admitido en forma amplia37.

Si bien el tenor de las cláusulas contractuales ha ido variando con el

desarrollo del sistema, podemos decir que en la actualidad la mayoría de los

contratos predisponen, en el supuesto de extravío o desapoderamiento de la tarjeta,

la liberación del usuario desde la hora cero del día en que se formula la denuncia

por ante el emisor (generalmente por medios telefónicos que controla el emisor).

Otras entidades especializadas aseguran el riesgo limitado por una suma tope

la responsabilidad del titular, y debitan periódicamente una suma en concepto de

cargo por riesgos contingentes.

El usuario sigue cargando con las contingencias que puedan derivarse del

robo o extravío del instrumento, por aplicación del principio de la asunción

voluntaria del caso fortuito o fuerza mayor ( art. 513 Cód. Civil), situación que en

la práctica puede conducir a resultados injustos, en la medida que implica un

traslado de riesgos al consumidor38.

Sin embargo la jurisprudencia mayoritaria ha acogido la plena virtualidad de

la estipulación, rechazando pretensiones de los usuarios que alegaban la

falsificación de la firma en los cupones, aun cuando la pericia caligráfica así lo

probara, considerando ello irrelevante a los efectos de liberarlo de la obligación

asumida, por entender que la cláusula representa una razonable asunción del

riesgo, que no implica infracción a las reglas morales y de ejercicio regular de los

derechos, y que permite asimismo la evitación de fraudes39.


Mónica B. Hise.- 28

Desde luego que no es exigible una diligencia calificada al proveedor en el

cotejo de firmas más allá de la determinabilidad a simple vista, no es dable su

asimilación a la conducta de los empleados de las entidades bancarias respecto de

los cuenta correntistas, pero sí constituye una obligación del comerciante la de

controlar la identidad del portador de la tarjeta de crédito ( art. 37-b), de donde

nacería la eventual responsabilidad del proveedor frente al usuario ante consumos

fraudulentos efectuados por terceros.

Tampoco se ha regulado el supuesto de fraude perpetrado mediante el uso de

tarjetas falsificadas (“mellizas”).

No obstante la omisión legislativa, nos persuade el firme criterio de que este

tipo de maniobras importa una situación de caso fortuito ajeno al riesgo asumido

por el usuario, y que, por ende, debe ser absorbido por el emisor, aun frente a una

estipulación en contrario.

En ese orden de ideas, no debe escaparse que es el ente financiero quien

debe contar con los medios tecnológicos idóneos para la detección del fraude, así

como para evitar la fuga de información confidencial. Pesa sobre el emisor el deber

de proveer a la inviolabilidad del sistema y del propio plástico (art. 5-f),

consagrando así una especial obligación de seguridad que refuerza el deber

genérico de indemnidad plasmado en las normas de protección del consumidor

(art. 42. CN y ley 24.240)40.

15.- CLAUSUSLAS NULAS.-

La ley 25.065 sanciona con la nulidad las siguientes cláusulas:


Mónica B. Hise.- 29

 Las que faculten al emisor a modificar unilateralmente las condiciones del

contrato (art. 14 inc. b) por ejemplo se presenta este tipo de cláusulas cuando

las entidades cobran “cargos” indebidos41.

Al respecto se ha señalado que: En consecuencia habiéndose acreditado la

improcedencia del cargo por diferir pago que impuso la BANCA NAZIONALE

DEL LAVORO SA. a los usuarios y titulares de tarjetas de esta ciudad emitidas

por la misma, condénasela a fin de que proceda a restituirles las sumas de dinero

que le fueran cobradas a partir de las liquidaciones que enuncian los respectivos

resúmenes bajo tal concepto, con más los intereses a la tasa que aplicó la entidad

bancaria accionada durante la vigencia del cargo referido hasta su efectiva

restitución.- A fin de hacer efectiva la condena, deberá adjuntar la accionada una

nómina de todos los usuarios de tarjeta afectados por tal cargo durante su

vigencia, discriminando el monto comprometido con más los intereses indicados

precedentemente, en el término de diez días de quedar firme la presente.- En

cuanto al contralor que merece la medida, encomiéndase al Banco Central de la

República Argentina su implementación y su oportuna rendición de cuentas.

Finalmente resta pronunciarse respecto del cese del devengamiento del cargo en

cuestión, a lo que cabe acotar que en tanto con anterioridad al dictado del

presente la entidad bancaria demandada dejó de adicionarlo, deviene abstracta la

decisión jurisdiccional a su respecto42.

* Las que impongan un monto fijo por atrasos en el pago del resumen (art. 14-

c)43,
Mónica B. Hise.- 30

 Las que establezcan costos por informar la no validez de la tarjeta (art. 14-d);

 Las que autoricen al emisor la rescisión unilateral incausada (art. 14-f);

 Las que permitan la habilitación directa de la vía ejecutiva (art. 14-h);

 Las que importen prórroga a la jurisdicción establecida por la ley (arts. 14-i y

art. 52);

 Las que impliquen exoneración de responsabilidad de cualquiera de las partes

(art. 46) – la norma debió haber expresado únicamente “del emisor”.-

 Las adhesiones tácitas a sistemas anexos al sistema de tarjeta de crédito (art. 14

inc. j)44.

 Finalmente contempla dos fórmulas abiertas o “residuales”: las que importen

renuncia del titular a los derechos de la ley ( art. 14 inc. a), concordante con el

art. 37-c de la ley 24240, y las adicionales no autorizadas por la autoridad de

aplicación ( art. 14 inc. e).

16.- PRESCRIPCION DE LAS ACCIONES.-

La ley ha puesto fin al debate sobre la prescripción de la acción judicial.

Al respecto el artículo 47 dice que, prescribe al año (1) la acción ejecutiva y

a los tres (3) años las acciones ordinarias.

Es importante resaltar que la prescripción no opera de oficio sino que para

que la misma sea viable es necesario que la contraparte oponga tal excepción.

La Excma. Cámara Civil y Comercial Común, Sala I, integrada por los

vocales Dres. María E. Frías de Sassi Colombres y Augusto Fernando Avila, se


Mónica B. Hise.- 31

refirió a este tema en sentencia Nº 362 del 28 de Agosto de 2008 en los autos:

"CREDIMAS S.A C/Teran Posse Julio César S/ Cobros (Sumario)" - Expte.

N°1962/04 El Sr. Vocal AUGUSTO FERNANDO AVILA, dijo:

1) El caso: La parte actora reclama el pago del saldo impago por los servicios de la

tarjeta Credimas utilizados por el demandado, quien fue declarado rebelde en la

presente causa. Mediante sentencia de fecha 13/11/06, el juez de primera instancia

consideró que estando prescripta la acción de acuerdo a la ley de tarjetas de

crédito, la demanda debe ser desestimada. Apela la apoderada de la actora.

2) Agravios: A fs. 70/74, presenta memorial centrando la crítica, en lo esencial,

que la prescripción de la acción no es declarable de oficio.

3) Anticipando opinión, estima el suscripto que el recurso debe ser receptado

favorablemente, pues de acuerdo a lo expresamente normado por el art. 3964 del

CC, la prescripción debe ser opuesta al contestar la demanda -lo que no aconteció

en el caso en razón de haber sido declarado rebelde el demandado- o en la primera

presentación en el juicio de quien intenta oponerla y no produce efectos de pleno

derecho, ergo, no se puede declarar de oficio. Despejado el argumento empleado

por el juez de primera instancia para desestimar la acción, cabe abordar la

consideración de la procedencia de la acción y, en tal sentido, estima el suscripto

que la parte actora aportó prueba documental suficiente para demostrar la

procedencia de la demanda. En primer término, se destaca el contrato de adhesión

al sistema de la tarjeta Crédito, cuya autenticidad no fue controvertida. En segundo

término, obra una certificación de deuda, que guarda correspondencia con los
Mónica B. Hise.- 32

resúmenes de cuenta obrantes a fs. 15, en los que constan los cargos por el uso de

la tarjeta. En tercer término, citado en su domicilio real el demandado para

absolver posiciones, no compareció y, del contenido de las posiciones propuestas

surge el reconocimiento de la deuda reclamada. Por lo considerado, estimo que

corresponde revocar el fallo apelado, hacer lugar a la demanda y condenar a la

parte demandada al pago de la suma reclamada: $1.234,87 calculada al 25 de Julio

de 2001, con más los intereses pactados. 4) Costas: de ambas instancias a cargo de

la parte demandada (arts. 106 y 108 CPCCT).

17.- SUMARIOS JUDICIALES.-

Consideré que no podía cerrar el presente capítulo, sin efectuar una reseña

jurisprudencial de los fallos mas destacados en la materia.

Es por ello, que efectuaré una síntesis de jurisprudencia.

a.- Perfeccionamiento del contrato.-

“Los jueces integrantes de la Sala A de la Cámara Nacional de Apelaciones

en lo Comercial revocaron la sentencia del estrado inferior y rechazaron la

demanda instaurada por el actor contra el Banco Francés BBVA - Sucursal

Catalinas Norte-, que perseguía el resarcimiento de los daños y perjuicios

ocasionados por su inclusión en la base de datos del Banco Central de la República

Argentina, de la cual resultaba su condición de deudor de saldos por el uso de la

tarjeta de crédito Mastercard Nro. 5399042223130907, emitida por la entidad

bancaria a su nombre, sin su autorización ni conocimiento. Se solicitaba además


Mónica B. Hise.- 33

que la demandada publicase a página entera en los diarios de mayor circulación del

país, constancia que tal inclusión fue debida a un error a ella imputable.

Para así decidir, básicamente el tribunal a quo interpretó que en el caso la

situación encuadraba en un supuesto de responsabilidad contractual y que no se

había cumplido en la especie con la necesaria demostración del nexo causal para

poder vincular el daño directamente sufrido con el hecho e indirectamente con el

factor de imputabilidad subjetiva o de atribución objetiva del daño como fuente

generadora de la obligación a indemnizar.

Juzgó que no se habían probado los perjuicios alegados por el actor como

consecuencia del hecho que motivó el pleito.

Contra dicha sentencia, el accionante interpuso recurso extraordinario, cuya

denegatoria por la alzada motiva la presente queja.

Cabe advertir, primero, que los jueces de la Cámara omitieron considerar las

previsiones del Artículo 8º de la Ley Nº 25.065, en cuanto dispone que el contrato

de Tarjeta de Crédito entre emisor y titular queda perfeccionado sólo cuando se

firma el mismo, se emiten las respectivas tarjetas y el titular las recibe de

conformidad, debiendo el emisor entregar tantas copias del contrato como partes

intervengan en el mismo.

En segundo lugar la alzada también omitió tener en cuenta que conforme

surge de los antecedentes de la causa el Banco demandado admitió que no

correspondía la emisión a nombre del actor de la tarjeta Mastercard; que ella fue

robada antes de su entrega, que se realizaron diversos consumos, atribuidos


Mónica B. Hise.- 34

personalmente al peticionario, y principalmente que la entidad bancaria reconoció

el error cometido y se comprometió a regularizar la situación. Tampoco nada dijo

el tribunal acerca del hecho nuevo alegado por el peticionante a fojas 133 ni valoró

las conclusiones del perito contable, quién señaló que no se le exhibió copia de la

solicitud del contrato de la tarjeta de crédito; que el actor figuraba registrado como

moroso (según informe documental del 2/11/1998) de acuerdo a la calificación

realizada por el Banco Francés; que la entidad bancaria Citybank realizó una

consulta al Veraz y conforme al informe recibido no se le concedió al pretensor un

crédito. Por otra parte surge de los antecedentes de la causa que la inclusión del

actor en la base de datos del BCRA le provocó la frustración de un contrato

comercial, aspecto cuyos alcances no fueron estudiados como era menester por la

alzada.

Concluyo, entonces, que la sentencia de la ad quem satisface sólo en forma

aparente la exigencia de constituir una derivación razonada del derecho vigente

con arreglo a los hechos de la causa, por lo que, ante la relación directa entre lo

resuelto y las garantías constitucionales invocadas, se impone su descalificación

como acto jurisdiccional (Fallos: 301:472; 307:228, 320: 1847, entre otros). Por lo

expresado, entiendo que corresponde hacer lugar a la queja, declarar procedente el

recurso, dejar sin efecto la sentencia y disponer que vuelvan los autos al tribunal de

origen para que, por quien corresponda, se dicte un nuevo resolutorio con arreglo a

lo indicado. ... Vistos los autos: "Recurso de hecho deducido por Luis Oscar Pérez

en la causa Guixa, Carlos Patricio c/ Banco Francés BBVA", para decidir sobre su
Mónica B. Hise.- 35

procedencia. Considerando: Que esta Corte comparte los fundamentos expuestos

por la señora Procuradora Fiscal subrogante en su dictamen al que cabe remitirse

en razón de brevedad. Por ello, se hace lugar a la queja, se declara procedente el

recurso extraordinario y se deja sin efecto la sentencia con el alcance indicado.

Con costas. Vuelvan los autos al tribunal de origen a fin de que, por medio de

quien corresponda, proceda a dictar un nuevo fallo con arreglo a lo expresado. ...

Fdo.- Ricardo Luis Lorenzetti - Elena I. Highton de Nolasco - Carlos S. Fayt -

Enrique Santiago Petracchi - Juan Carlos Maqueda - E. Raul Zaffaroni. G. 511.

XLI. Recurso de hecho.

"Guixa, Carlos Patricio c/ Banco Francés BBVA".20/04/06.- En:

http://rapdigital.com/xnovedades_y_noticias.php?id=15804&pid=53

“Debe rechazare la acción tendiente a la percepción de ciertos cargos por uso

de una tarjeta de crédito pues no se probó que el plástico en cuestión hubiera sido

entregado al demandado – hecho que perfecciona la relación contractual y

constituye un presupuesto leal lógico de la factibilidad en el empleo de la tarjeta -,

máxime si no se exhibieron los pertinentes cupones que se emiten con cada

operación ni se aporto indicio alguno de compra de bienes o adquisición de

servicios con la tarjeta, no las constancias de la recepción de los resúmenes de

cuenta por parte del accionado, por lo que la obligación reclamada carece de causa

y la admisión de la demanda importaría un enriquecimiento sin causa – art. 499,

Cod. Civil-“. CNCom., sala C, Diners Club Argentina S.A. c. Marianovsky, León

J. Diario LA LEY, 2005/02/09.


Mónica B. Hise.- 36

“Debe rechazarse la acción promovida por el banco emisor de una tarjeta de

crédito, tendiente al cobro de ciertos cargos por consumos supuestamente

realizados con la misma, si no se probó la suscripción del respectivo contrato

-hecho cuya acreditación incumbe al accionante y que perfecciona la relación

contractual-, sin perjuicio de la incomparecencia del demandado, pues tal

circunstancia no obstaculiza inexorablemente la realización de una pericia

caligráfica.

Ante la falta de prueba sobre la suscripción del contrato de tarjeta de crédito,

los certificados de deuda expedidos por el banco emisor de la misma resultan

insuficientes para demostrar el saldo deudor que pretende cobrar dicha institución

bancaria, si se trata de meros instrumentos privados emitidos unilateralmente por

sus funcionarios, confeccionados en función de constancias registrales carentes de

eficacia probatoria al no estar respaldadas por documentación auténtica. (Cámara

Nacional de Apelaciones en lo Comercial, sala E.- 15/10/2004.- Banco Bansud c.

Mazariego, Martín V. .- LA LEY2005-A, 807

“Si el usuario suscribió la solicitud de tarjeta de crédito –que implica

adherirse a un régimen contractual, cuyas estipulaciones están impresas en ese

mismo instrumento- y ésta fue entregada y recibida por la empresa emisora sin que

hubiese mediado retracción, ni antes ni después, de las partes, cabe concluir que tal

recepción importó una tácita aceptación de la propuesta u oferta que cerró el ciclo

de perfeccionamiento del contrato. (arts. 1145 y 1146 Cód. Civil).


Mónica B. Hise.- 37

Si bien es cierto que, en el caso, no existe una constancia directa de la

recepción de la tarjeta por el demandado, ello no impide admitir la pretensión de

cobro del saldo deudor derivado del uso de la misma, pues existe en autos indicios

suficientes para presumir que la entrega se materializó y que el documento plástico

–peculiar título de legitimación- fue utilizado por el demandado, generando los

débitos reclamados. (CNCom. sala C 1998/12/04.- Diners Club Argentina S.A. c.

Wiszniewski Alberto) E.D. T. 185- 559.- Doctrina Judicial 1999-3-67.

b.- Beneficiarios.-

“La firma inserta por el usuario de una tarjeta de crédito adicional en el

formulario de solicitud de ésta no importa que haya asumido responsabilidad

solidaria por los gastos realizados por el titular, aun cuando en el contrato de

tarjeta de crédito se haya estipulado la referida solidaridad, pues para que una

obligación pueda ser considerada como solidaria debe estar expresada en términos

inequívocos — art. 701 del Cód. Civil— . (Cámara Nacional de Apelaciones en lo

Comercial, sala A(CNCom)(SalaA).- 08/06/2006.- Banco Río de la Plata c.

Najmanovich, Rubén y otro.- LA LEY 21/09/2006, 5 - LA LEY 2006-E, 487 - DJ

22/11/2006 con nota de Alejandro Drucaroff Aguiar DJ 22/11/2006, 844 LA LEY

19/02/2007 con nota de Alejandro Drucaroff Aguiar 19/02/2007.- LA LEY 2007-

B-1, con nota de Alejandro Drucaroff Aguiar

“Resultan responsables ante la emisora del sistema de tarjetas de crédito el

usuario titular y adicional por los débitos generados por la utilización de la tarjeta,

si las operaciones que éstos desconocen, alegando el extravío de la misma, fueron


Mónica B. Hise.- 38

efectuadas días antes de formulada la denuncia de pérdida pertinente” (CNCom.

sala E, Banco de la Ciudad de Buenos Aires c. Estrin, Ricardo Eleazar y otro

Diario DJ, 2004/09/29).

“El beneficiario de una tarjeta adicional que suscribió la respectiva solicitud

–contrato, no se constituye en obligado al pago total de la deuda que se registre en

la cuenta pues, salvo estipulación en contrario, auqella solo implica una

exteriorización de voluntad para aprovechar las ventajas concedidas por el emisor

y el solicitante” (CNCom. sala C. 2000/08/01.- Banco Sáenz c. Muñoz Carlos y

otros, LL 2001-B-94.- DJ 2001-1-423).

“Puede rechazar la demanda interpuesta contra el codemandado poseedor de

una adicional de tarjeta de crédito si del convenio suscripto entre el solicitante de

la tarjeta y la entidad emisora no emerge responsabilidad alguna. Ello es así, pues

la solidaridad en materia mercantil no se admite cuando no está expresamente

convenida” (CNCom. sala E 1998/03/25.- Diners Club S.A. c. Anastasio Pedro y

otro LL 1999-E-936 S- 42.000).

“Si se convino que el titular adicional respondería por los gastos efectuados

con la tarjeta emitida a su nombre, no está obligado solidariamente con el titular al

pago de la liquidación total de gastos derivados del uso de ambas tarjetas”.

(CNCom. sala C 2000/08/08.- Citibank N.A. c. Fernandez Juan C. Y otro.- Rev.

JA 1104/2001. Nro. 6241, p. 64.

c.- Responsabilidad del emisor por inhabilitación errónea.-


Mónica B. Hise.- 39

“El banco emisor de una tarjeta es responsable de los daños ocasionados por

un titular como consecuencia de la errónea inhabilitación de su tarjeta, si tal acto

fue realizado en forma intempestiva y sin previo aviso, lo cual implica un grave

incumplimiento del contrato, privando a su usuario la posibilidad de adoptar las

prevenciones necesarias –en el caso, los titulares se encontraban de viaje en

Europa –que ocasiona la falta de disponibilidad de crédito-.” (CNCom Sala B

2001/04/26- R.L.M. c Banco de Galicia de Buenos Aires) Doctrina Judicial 2001-

2-1257.

“La entidad administradora del sistema de tarjeta de crédito resulta

responsable por los daños sufridos por un titular como consecuencia de la errónea

inhabilitación de su tarjeta, pues si bien no existe vínculo contractual directo con

éste, por su carácter de organizadora del sistema es quien controla el límite de

compra, autoriza operaciones e inhibe las que superan el crédito acordado obtenido

con ello utilidades, lo cual conlleva el deber de prever las contingencias propias del

negocio y evitar con la debida diligencia las consecuencias dañosas para sus

usuarios”. (CNCom Sala B 2001/04/26- R.L.M. c Banco de Galicia de Buenos

Aires) Doctrina Judicial 2001-2-1257.

“La omisión del titular de tarjeta de crédito de comunicarse con el banco

emisor a fin de solucionar las dificultades que sufrió en la operatoria del uso de su

tarjeta, no exime de responsabilidad al banco emisor y la administradora del

sistema por la inhabilitación errónea de la tarjeta, pues si bien éste tiene la

obligación de colaborar activamente, no cabe endilgarle responsabilidad frente a


Mónica B. Hise.- 40

hechos que pudieron superar su capacidad de reacción –en el caso, el titular se

encontraba fuera del país- causándole una situación de incertidumbre y desamparo,

la cual debe meritarse en su justa dimensión”. (CNCom Sala B 2001/04/26-

R.L.M. c Banco de Galicia de Buenos Aires) Doctrina Judicial 2001-2-1257.

“La inhabilitación ilegítima de una tarjeta de crédito –en el caso, cuando el

usuario veraneando en el exterior del país –importa un incumplimiento contractual

y conlleva el deber de indemnizar por los daños y perjuicios sufridos por el

usuario. (CNCom Sala D 2000/08/23- M. N.B. c Diners Club S.A.) Doctrina

Judicial 2001-1-717.

d.- Recaudos que deben tomar los comercios frente a los usuarios.-

“Si las operaciones efectuadas con tarjeta de crédito fueron anteriores a la

denuncia de extravío, en principio, será responsable del pago su titular, mas si los

comerciantes observaron una actitud negligente y desaprensiva al no constar la

identidad del cliente ni cotejar las firmas al instrumentar las operaciones esa

responsabilidad no subsiste. (CNCom Sala B 25/11/1999.- Institución Financiera

Externa Internacional Bank (Uruguay) SA c Chedrese Gomez Carlos) Revista J.A.

14/02/2001.- Nro. 6233 pág. 53.-

e.- Responsabilidad relativa a la calidad y prestación de servicios en el

supuesto de inducción a contratar con determinada empresa.-

“No corresponde extender la cláusula de irresponsabilidad relativa a la

calidad y prestación de los servicios que contrata el socio de una tarjeta de crédito

cuando tiene la posibilidad de elegir un comercio de entre todos los que están
Mónica B. Hise.- 41

adheridos al emisor, al supuesto en que es inducido a contratar con una empresa

determinada –en el caso, una agencia de turismo que promociona viajes, los que no

pudieron realizarse debido a su concursamiento preventivo-, sin que dicha

circunstancia fuera advertida en la publicidad o en el contrato de adhesión.

Las promociones ofrecidas mediante publicidad a los socios de una tarjeta de

crédito –en el caso, la contratación de viajes turísticos que no pudieron realizarse

debido a la presentación en concurso preventivo de la empresa encargada de

prestar el servicio- difiere de la relación habida entre usuario y emisor de la tarjeta,

así como también de la que existe entre este último y el prestador del servicio

promocionado”. (CNFed. Contenciosoadministrativo Sala III 2000/03/23.- Diners

Club Argentina S.A. c. Secretaria de Comercio e Inversiones) Doctrina Judicial

2001-1-475.

f.- Indemnización por daño moral.-

“Cabe hacer lugar a la indemnización por el daño moral sufrido por el

usuario de una tarjeta de crédito que fue cancelada sin justificación válida, si la

retención y destrucción de ella se llevó a cabo en un comercio adherido al sistema,

por expresas instrucciones del banco emisor, lo que debió provocar en el ánimo del

actor un sentimiento de angustia y afectación del propio prestigio, originado

especialmente por la circunstancia de aparecer protagonizando un proceder

contrario a la ley ante la vista del vendedor y de quienes se hallaban

presumiblemente en el lugar”. (CNCom Sala C 26/04/1995).- LL 1996-E-649, S.

39.015.
Mónica B. Hise.- 42

g.- Clásusulas abusivas.-

La cláusula de un contrato de tarjeta de crédito que establece que el usuario

reconoce que será responsable por todos los gastos que se realicen mediante el uso

de las tarjetas extraviadas o robadas hasta las cero horas del día que formalice la

correspondiente denuncia ante la sociedad emisora, resulta abusiva y debe tenerse

por no convenida, ya que la misma, desnaturaliza la naturaleza de la obligación

emergente del seguro contratado para proteger, precisamente, al usuario de los

gastos efectuados con la tarjeta robada o perdida. Es necesario que las entidades

emisoras informen a los usuarios que existe un seguro en caso de robo o extravío

de la tarjeta y cómo se aplica el sistema de cobertura del mismo, pues,

normalmente, se sabe que es de 24 horas, pero se desconoce desde cuándo y como

corre ese seguro”. (CApel. CC Mar del Plata Sala II 30/12/1999.- Valentini,

Patricia E. C Banca Nazionale del Lavoro s/acción de amparo).- E.D. 189-245.

h.- Preparación de la vía ejecutiva.-

“La falta de recepción de las liquidaciones mensuales emitidas por la entidad

otorgante de la tarjeta de crédito no obsta la ejecución por saldo deudor de dicha

tarjeta, más aún cuando el titular se obligó a presentarse en dependencias de

aquella, antes del vencimiento de cada período para conocer el saldo adeudado y

requerir instrucciones para su pago”. (CNCom. Sala C 2000/03/03- Banco de la

Ciudad de Buenos Aires c Rott Ramón) Doctrina Judicial 2001-2-553.

“Cabe presumir que la firma inserta en los cupones de la tarjeta de crédito

pertenece al titular accionado, si éste negó haber realizado alguna de las compras
Mónica B. Hise.- 43

que se le atribuyen, desconociendo su firma y no compareció a la audiencia fijada

para la realización del peritaje caligráfico”. (CNFed. Civ y Com. Sala III

2000/02/08- Banco de La Nación Argentina c Rossi María) Doctrina Judicial

2001-2-530.
1
En el contrato de tarjeta de crédito el usuario del servicio se encuentra en una situación de desigualdad estructural en la
relación con el emisor. Por ello, la empresa emisora tiene la obligación de alertar al adherente, y ponerlo al tanto de las
características del servicio que se obliga a brindarle, pues la información es un bien preciado que tiene valor jurídico y
consecuentemente, protección jurídica. Asimismo, el art. 2 de la ley 24.240 crea obligaciones respecto a los proveedores de
servicios por el solo hecho de prestarlos a consumidores o usuarios de manera profesional”. (CNCom. Sala B 28/04/1998,
Finvercon S.A. Pierro Claudia A. Diario LL 11/06/19982).-
2
“Dentro de las relaciones que se generan en torno a la emisión y uso de una tarjeta de crédito, no puede soslayarse la
intervención directa que tiene la entidad organizadora, ya que, en cuanto “administradora del sistema” asume un papel
preponderante en la supervisión y control de funcionamiento de este último, por lo cual, puede y debe prever las
contingencias que se susciten durante la operativa y adoptar las prevenciones pertinentes, obrando con lealtad y con la
diligencia de un buen hombre de negocios”, pues se trata de la prestación de un servicio en forma profesional (art. 2, ley
24.240). CNCom., sala C, 21/05/1998.- Jaraguionis, Nefi c. Banco de Boston y otro s/ ordinario.- ED 180-324.
3
CNCom. Sala B 28/04/1998.- Finvercon S.A. c Pierro Claudia A. Diario LL.- 11/06/1998.-
4
CNCont.-Adm. Fed. Sala II, 04/11/1997.- Diners Club Argentina, S.A.C. y de T. c Secretaria de Comercio e Inversiones –
Disp. DNCI 165/97.- E.D. 176-175.-
5
WAYAR ERNESTO C., “Tarjeta de crédito y defensa del usuario”. p, 27, E.D. Astrea, Buenos Aires, 2000.- VETO
PARCIAL: El decreto 15/99: Después de la sanción del proyecto de ley por el Congreso de la Nación, pasó, como
correspondía, al Poder Ejecutivo para su promulgación. Este dictó el dec. 15/99, por el cual se promulgó parcialmente ese
proyecto. Según el decreto 15/99, fueron observados íntegramente los siguientes artículos: el art. 15, que fijaba límites y
topes a los aranceles que puede percibir el emisor y a los descuentos que se deben efectuar a los proveedores; el art. 20,
que se refería al cómputo de los intereses compensatorios o financieros; el art. 29, que se refería a la aceptación de las
explicaciones que deberá dar el emisor ante las impugnaciones del usuario de las liquidaciones; el art. 31, que confería al
usuario el derecho de pagar sus obligaciones en moneda extranjera, con moneda de curso legal; el art. 52, que
determinaba la competencia de los jueces y el art. 53, que prohíbía a las entidades emisoras informar a las bases de datos
los incumplimientos de los usuarios. También el decrto 15/99 observó parcialmente otros artículos de la ley. Así, del art. 6º
se suprimió el inc. K, que exigía la firma de personal apoderado de la empresa emisora para la celebración del contrato de
emisión; del art. 7º se observó íntegramente el inc. d, que sujetaba los contratos a la previa supervisión de la autoridad de
aplicación; del art. 14 se suprimieron íntegramente los inc. e, f, h, e, i, que se referían a la nulidad de ciertas cláusulas; del
art. 16 se suprimieron los dos primeros párrafos que ponían límites a los intereses compensatorios y financieros que
pueden cobrar los emisores; del art. 18 se suprimió el primer párrafo que ponía límites a los intereses punitorios; del art.
28 se observó el inc. b, referido a rubros no impugnados; del art. 37 se suprimieron los incs. A y c, referidos a las
obligaciones del proveedor de aceptar las tarjetas y no efectuar diferencias de precios entre operaciones al contado y con
tarjetas; del art. 38 se suprimió la obligación de que los contratos tipos entre emisor y proveedor debían ser aprobados por
la autoridad de aplicación; del art. 54 se suprimió el párrafo que autorizaba al Banco Central de la República Argentina a
imponer sanciones en caso de incumplimiento a la obligación de informar que correspondía a las entidades emisoras,
obligación que también fue suprimida.
6
WAYAR ERNESTO C., “Tarjeta de crédito y defensa del usuario”, p. 70, E.D. Astrea , Buenos aires, 2000. –
COMUNICACIÓN 2B” 6628/1999 DEL BCRA: “Ref. Ley 25.065 de tarjetas de crédito.- A las entidades financieras: Con
motivo de consultas recibidas sobre aspectos vinculados a la ley 25.065 de tarjetas de crédito, se informa que esta
Institución interpreta que la mencionada ley, al referirse a los emisores de tarjetas de crédito con diversos vocablos –v.g.
“entidad financiera”, “bancaria”, “comercial”, “bancarios”, “no bancarios”- diferencia a los mismos entre sociedades que
son entidades financieras comprendidas en la ley 21.526 y empresas que no lo son. Atento ello, el límite de los intereses
compensatorios y financieros a aplicar por los emisores si éstos son entidades financieras es el primer párrafo del artículo 16
de la ley 25.065”. Publicada en el B.O. 30/12/99.- Nro. 29304.- Pág. 25.-
7
WAYAR, ERNESTO C., “Tarjeta de crédito y defensa del usuario”, p. 154, Ed. ASTREA, Buenos aires, 2000.
8
RIPPE, SIEGBER, “Responsabilidad derivadda del uso de tarjetas de crédito”, en “Responsabilidad por daños en el tercer
milenio. Homenaje al Profesor Dr. Atilio Alterini”. Ed. ABELEDO – PERROT, Buenos Aires 1997.
9
VILLEGAS, CARLOS G., “Tarjeta de crédito. Ley 25.065”, p. 268, Ed. EDICIONES JURIDICAS CUYO, Mendoza,
1999.
10
CORREA, GISELLE, “Tarjeta de débito”, en “Tarjetas de débito y de crédito” Directores Ghersi – Weingarten, p. 31, Ed.
NOVA TESIS, Rosario, Prov. Santa Fe, 2007.
11
WAYAR, ERNESTO C., “Tarjeta de crédito y defensa del usuario”, p. 172, Ed. ASTREA, Buenos aires, 2000.
12
ZETNER, DIEGO, en Contratos Civiles y Comerciales –Parte general y especial- Tomo 2, 5ta. Edición actualizada y
ampliada 2002.-Carlos Alberto Ghersi., pág. 255. Astrea..
13
ESPER MARIANO, en La relación entidad administradora-entidad bancaria en el sistema de tarjeta de crédito y sus
efectos frente a terceros.- Revista J.A. 05/07/2000.- Nro. 6201. Pág. 19)
14
“El contrato de trajeta de crédito se complementa con otras relaciones contractuales que implican un negocio jurídico
complejo e ingresan en la categoría de los contratos conexos, es decir un conjunto de contratos unidos por una finalidad”.
(C. Contencioso admin. y Trib. de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, sala II Citibank N.A. c. Ciudad de Buenos Aires
RJLL on line).
15
“La cláusula que habilita al usuario adicional de tarjeta es una estipulación a favor de un tercero (art. 504, Cod. Civil) en
la que el banco emisor y el solicitante otorgan a un sujeto ajeno al contrato la facultad de utilizar el sistema de compras
mediante dicha tarjeta, asumiendo la responsabilidad por las deudas generadas en razón del uso tal extensión”. (CNCom.,
sala C, Banco Sáenz c. Muñoz, Carlos y otros, LL 2001-B, 94).
16
“Debe rechazarse la acción promovida por el banco emisor de una tarjeta de crédito, tendiente al cobro de ciertos cargos
por consumos supuestamente realizados con la misma, si no se probó la suscripción del respectivo contrato –hecho cuya
acreditación incumbe al accionante y que perfecciona la relación contractual-, sin perjuicio de la incomparecencia del
demandado, pues tal circunstancia no obstaculiza inexorablemente la realización de una pericia caligráfica” CNCom., sala
E, Banco Bansud c. Mazariego, Martín V. LA LEY 2005/02/16, 14.-
“Debe rechazare la ación tendiente a la percepción de ciertos cargos por uso de una tarjeta de crédito pues no se probó que
el plástico en cuestión hubiera sido entregado al demandado – hecho que perfecciona la relación contractual y constituye un
presupuesto leal lógico de la factibilidad en el empleo de la tarjeta -, máxime si no se exhibieron los pertinentes cupones que
se emiten con cada operación ni se aporto indicio alguno de compra de bienes o adquisición de servicios con la tarjeta, no
las constancias de la recepción de los resúmenes de cuenta por parte del accionado, por lo que la obligación reclamada
carece de causa y la admisión de la demanda importaría un enriquercimiento sin causa – art. 499, Cod. Civil-“. CNCom.,
sala C, Diners Club Argentina S.A. c. Marianovsky, León J. Diario LA LEY, 2005/02/09.
17
Deviene dogmático atribuir naturaleza contractual a la responsabilidad y valorar la falta de impugnación del primer
resumen de tarjeta de crédito si el contrato no ha quedado perfeccionado (Del dictamen de la Procuradora Fiscal Subrogante
que la Corte hace suyo).
No es derivación razonada del derecho vigente la sentencia que rechazó la demanda de daños y perjuicios contra
una entidad bancaria por la indebida inclusión del actor en la base de deudores del Banco Central de la República Argentina,
si ella omitió valorar la admisión por la entidad emisora de que no correspondía emitir la tarjeta a nombre del actor, que la
misma fue robada antes de su entrega y su compromiso de regularizar la situación. (Del dictamen de la Procuradora Fiscal
Subrogante que la Corte hace suyo).
Si bien el recurso extraordinario no tiene por fin revisar en una tercera instancia la apreciación otorgada a hechos y
pruebas incorporados al proceso o la interpretación asignada a normas de derecho común y procesal, propia de la facultad
de los jueces de la causa, no es menos cierto que ha admitido excepciones a tal criterio cuando la decisión cuestionada no
cumple con los requisitos mínimos que la sustenten como acto jurisdiccional válido en el marco de la doctrina de la
arbitrariedad de sentencia. (Del dictamen de la Procuradora Fiscal Subrogante que la Corte hace suyo). Corte Suprema de
Justicia de la Nación, 10/04/2007, Guixa, Carlos P. c. Banco Francés BBVA. Publicado en DJ 2007-II, 248 - IMP 2007-11
(junio), 1171
18
ZETNER, DIEGO, en Contratos Civiles y Comerciales –Parte general y especial- Tomo 2, 5ta. Edición actualizada y
ampliada 2002.-Carlos Alberto Ghersi., pág. 256. Astrea.
19
MARIANO ESPER, en Algunas reflexiones sobre la ley 25.065 de tarjeta de crédito.-Revista J.A. 23/02/2000.- Nro.
6182. P. 11.
20
“El beneficiario de una tarjeta adicional que suscribió la respectiva solicitud-contrato, no se constituye en obligado al
pago del total de la deuda que se registre en la cuenta pues, salvo estipulación en contrario, aquella solo implica una
exteriorización de voluntad para aprovechar las ventajas concedidas por el emisor y el solicitante”. (CNCom., sala C
2000/08/01.- Banco Sáenz c. Muñoz Carlos y otros) Doctrina Judicial 2001-1-423.
“Puede rechazar la demanda interpuesta contra el codemandado poseedor de una adicional de tarjeta de crédito si del
convenio suscripto entre el solicitante de la tarjeta y la entidad emisora no emerge responsabilidad alguna. Ello es así, pues
la solidaridad en materia mercantil no se admite cuando no está expresamente convenida”. (CNCom., sala E 1998/03/25.-
Diners Club S.A. c. Atanasio Pedro) Doctrina Judicial 2000-1-1890.
“Si se convino que el titular adicional respondería por los gastos efectuados con la tarjeta emitida a su nombre, no está
obligado solidariamente con el titular al pago de la liquidación total de los gastos derivados del uso de ambas tarjetas”.
(CNCom., sala C 2000/08/08.- Citibank N.A. c.Fernandez, Juan C. y otro).- Rev. J.A. 1104/2001. Nro. 6241. P. 74.
“Habiendo el deudor puesto su firma, asumió las obligaciones previstas en el contrato de tarjeta de crédito, que lo obligan
tanto a él como a su codeudora, pues rige el principio de solidaridad con el deudor principal”. (Conf. CNCom., sala C,
10/6/1997.- “Banco Ciudad de Buenos Aires v. Cerutti, Karina A. y otro s/ordinario” idem. CNCiv. y Com. Fed., sala 3ª
22/02/00.- Banco de la Nación Argentina v.Galarraga, Ignacio P. y otro). Rev. J.A. 14/02/01.- Nro. 6233. P. 38.
21
MARIANO ESPER, en Algunas reflexiones sobre la ley 25.065 de tarjeta de crédito.-Revista J.A. 23/02/2000.- Nro.
6182. P. 11.
22
Así lo entendieron nuestros Tribunales en un caso de inhabilitación de la tarjeta por razones ajenas al usuario, condenando
solidariamente al banco emisor y a la administradora de la marca, en la inteligencia de que ambos participan en el
funcionamiento del sistema y deben asumir conjuntamente el riesgo empresario (CNCom. sala C, 21/05/98, “Jaraguionis,
Nefi c/ Banco de Boston y otro” LL 1998-F-167).
23
“Corresponde hacer lugar a la acción de repetición entablada por el titular de una tarjeta de crédito contra quien posee el
adicional de dicha tarjeta, por gastos efectuados por éste y abonados por aquél, si se encuentra reconcidos por la propia
demandada tanto el pago efectuado por el reclamante como el propio consumo, pues no cabe presumir que se trata de una
liberalidad, quedando abierta la vía para el recupero de lo pagado en beneficio de otro” (Cciv., Com. y Garantías en lo Penal
de Necochea, 2003/12/16. Rosas, Mario A. C. Rosas, Patricia L. LLBA, 2004 (junio), 542).
24
“El banco emisor y el administrador de una tarjeta de crédito deben responder solidariamente ante el usuario al que
imputaron consumos fraudulentos, pese a la oportuna denuncia de extravío del plástico, habiéndoselo incluido en una base
de información crediticia en calidad de moroso, pues ambos conocieron o debieron conocer las impugnaciones sobre tales
consumos, sin que quepa apreciar su culpa con los parámetros aplicables a un neófito por tratarse de empresas con alto nivel
de especialización y superioridad técnica frente al co-contratante”. (CNCom. sala B, Paternoster, Agustín J. C. Banco Caja
de Ahorro y otro LL 2004/08/17.)
25
“Resultan responsables ante la emisora del sistema de tarjetas de crédito el usuario titular y el adicional por los débitos
generados por la utilización de la tarjeta, si las operaciones que éstos desconocen, alegando el extravío de la misma, fueron
efectuadas días antes de formulada la denuncia de pérdida pertinente”. (CNCom., sala E, Banco de la Ciudad de Buenos
Aires c. Estrin, Ricardo Eleazar y otro) Diario DJ 2004/09/29.
26
Debe responsabilizarse al administrador de un sistema de tarjetas de crédito por las ventas realizadas por el titular de un
comercio a favor del tenedor de una tarjeta “melliza”, toda vez que aquél autorizó previamente dichas operaciones de
compraventa y no se acreditó que el comerciante haya incurrido en una conducta negligente en el cumplimiento de las
obligaciones contractuales a su cargo”. (CNCom. sala E, Centune, Carlos, A c. Diners Club Argentina S.A.) DJ 2004/09/08.
27
“En el marco de una demanda por cobro de un saldo deudor de tarjeta de crédito, la ausencia del demandado no torna
abstracta la producción de prueba pericial caligráfica, ya que ante la imposibilidad de formar cuerpo de escritura, nada
impide producir la mentada prueba a través del cotejo de firmas indubitadas que existen en los registros oficiales”
(CNCom., sala D, Banco Bansud c. C., C.J. ) DJ 2004/11/24.
28
“Configura el delito de estafa en grado de tentativa en concurso ideal con falsificación de documento privado la conducta
del imputado que en el caso, valiéndose de una tarjeta de crédito fraguada, intentó efectuar una compra en un comercio,
pues ella constituye un instrumento representativo de una autorización de compra”. (CNCrim. Y Correc., sala I Miguez
Carlos V., DJ 2001-1-872).
29
“Es responsable el banco demandado por el daño causado por la información que brindó a una empresa dedicada a brindar
informes comerciales, a quien informó que el actor registraba deuda derivada de una tarjeta de crédito, en tanto dicho saldo
deudor correspondía a gastos operativos generados luego de que el propio banco comenzó a remitir los resúmenes de cuenta
a un domicilio que no era denunciado, modificando sin razón lo que venía haciendo hasta ese momento. (CNCom. sala E,
P., M. c. Bank Boston y otro, Diario DJ 2003-3,637).
30
“Es admisible la acción de amparo para que el banco informe al usuario de una tarjeta de crédito sobre la composición del
saldo deudor que fue debitado de su cuenta corriente, si éste no hubiere recibido adecuada información, pues la negativa de
la entidad a brindarla se presenta como de manifiesta arbitrariedad e ilegitimidad que en forma actual afecta el derecho a la
información adecuada y veraz, reconocidos a los usuarios de servicios por el art. 42 de la Constitución Nacional”. (CNCom.
sala D, Grodsinsky, Gustavo E. c/Bank Boston N.A. ) LL 2000-E-898).
31
La falta de impugnación de las liquidaciones de una tarjeta de crédito en tiempo oportuno, genera la inversión de la carga
probatoria, de manera tal que si el usuario de la tarjeta omite cuestionar los resúmenes dentro del plazo pactado, es él quien
debe acreditar las irregularidades o inexactitudes contenidas en los resúmenes antes aceptados en forma silente” (CNCom.
sala D, HSBC Bank Argentina c. Sierra Ortega, Manuel. DJ 2004/02/04).
32
“No es exigible el respaldo documental –en el caso, cupones originales de una tarjeta de crédito- de cada asiento contable
para la eficacia de la prueba de libros, pues ello desnaturalizaría el régimen de la misma reemplazándola por prueba
documental”. (CNCom. sala B V.,G.D. c. Citibank N.A. LL 2001-B).
33
CNCom., sala B 12/09/2003.- "Banco Roberts SA c/Honegger, Alberto Santiago s/ordinario".-
34
El ingenio empresarial ha llevado a promover el denominado “pacto de ejecutividad”. Consiste en estipular, lisa y
llanamente, el sometimiento anticipado al juicio ejecutivo para el cobro judicial de los saldos. Estamos frente a la creación
particular de un título ejecutivo, en el marco del art. 1197 del Cód. Civil. Cabe preguntarse sobre la validez de este tipo de
convenciones. Afirmarlo implicaría admitir que las normas procesales que establecen el tipo de procedimiento aplicable a
cada materia son dispositivas para las partes, tema que reservamos a la doctrina procesalista. Pero aún cuando la ley parece
no prohibir la creación convencional, lo cierto es que ésta debería siempre compadecerse con el derecho de defensa en
juicio. En este punto, no debe escaparse que las sumas consignadas en los resúmenes han sido fijadas unilateralmente por el
emisor, sin posibilidad de discutir su composición. Entendemos que este tipo de cláusulas, en el marco de condiciones
generales predispuestas, desquician el equilibrio contractual ( art. 37 – b, LDC), contrarían la buena fe, por lo tanto, son
pasibles de nulidad.
35
CACiv. y Com. Corrientes., sala IV 14/06/2006.- “Banco Francés s.A. c/ Hugo Carlos Collinet s/ proceso ejecutivo”
Expte. 2702.
36
La cláusula de un contrato de tarjeta de crédito que establece que el usuario reconoce que será responsable por todos los
gastos que se realicen mediante el uso de las tarjetas extraviadas o robadas hasta la hora cero del día que formalice la
correspondiente denuncia ante la sociedad emisora, resulta abusiva y debe tenerse por no convenida, ya que la misma,
desnaturaliza la naturaleza de la obligación emergente del seguro contratado para proteger, precisamente, al usuario de los
gastos efectuaados con la tarjeta robada o perdida. Es necesario que las entidades emisoras informen a los usuarios que
existe un seguro en caso de robo o extravío de la tarjeta y cómo se aplica el sistema de cobertura del mismo, pues,
normalmente se sabe que es de 24 horas, pero se desconoce cuándo y como corre ese seguro” (Capel. CC Mar del Plata sala
II 30/12/1999.- Valentini Patricia E. c/ Banca Nazionale del Lavoro s/ acción de amparo.- ED 189-245).
37
En el caso el tribunal tuvo por probada la denuncia telefónica por vía presuncional, ante la denuncia policial que había
radicado el titular estando en el exterior, pues quien hizo lo más bien debió hacer lo menos. CNCom. sala B, 02/04/07.-
“Diners Club Argentina c/ Marigo Raquel”. LL 1997-D-448.
38
Se entendió que la cláusula desnaturalizaba la obligación emergente del seguro contratado en un caso en que la usuaria
llevó a cabo la denuncia telefónica a las cero horas, treinta y cinco minutos, poco tiempo después de haber ocurrido el ilícito
(CCiv. Com. Mar del Plata, sala II, 30/12/99.- JA 2000-II-725).
39
Debe rechazarse la demandada promovida por un comerciante contra el administrador de un sistema de tarjetas de crédito
para cobrar un cupón por venta mediante dicho sistema, operación que fue realizada por una persona distinta del titular de la
tarjeta, si el actor omitió controlar adecuadamente que la tarjeta, que tiene una fotografía, perteneciera a su portador, ni que
la firma se correspondiera con la inserta en el plástico, pues tal control habría evitado el fraude perpetrado”. (CNCom. sala
B, Miller, Jorge y otros c. Diners Club International y otro.- LL 2004-04/07.)
40
Es improcedente la reparación de la privación de uso de la tarjeta ocasionada por la errónea inhabilitación de la misma
dispuesta por el banco emisor, si no fue acreditada la imposibilidad de efectuar compras o la frustración de operaciones,
máxime cuando está probado que el actor poseía otra tarjeta de crédito alternativa, pues lo contrario será admitir un
enriquecimiento sin causa. (CNCom. sala B R., L. M. c. Banco de Galicia y Buenos Aires y otro ED 194-570).
41
Resulta improcedente el débito de un cargo por uso de una tarjeta de crédito no convenido contractualmente –en el caso,
denominado “cargo anual”- , en tanto el art. 14, inc. b, de la ley 25.065 (Adla, LIX-A,62) establece la nulidad las
modificaciones contractuales efectuadas en forma unilateral por el emisor. (CNCom., sala E C., G. E. c. Citibank N.A.
Diario DJ, 2004/09/29).
42
"DIRECCION GENERAL DE DEFENSA DEL CONSUMIDOR G.C.B.A. c/ BANCA NAZIONALE DEL LAVORO
SA. s/sumarísimo", expediente registrado bajo el Nº 43.883 por ante la Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo
Comercial Nro. 18 Secretaria Nº 36 (31/08/04).- Publicado el Dial. Com. Biblioteca jurídica on line.
43
“Debe reducirse la tasa de interés que intenta percibir un banco –entre 4,50 y 4,70 % mensual – a través de su acreencia
derivada del saldo deudor de la tarjeta de crédito del concursado, toda vez que excede el límite de dos veces y media la tasa
que cobra el Banco de la Nación Argentina en operaciones de descuentos a treinta días –art. 565, Cód. de Comercio”.
(CNCom. sala E Bank Boston N.A. s/ inc. de rev. En Semino, Daniel E. s/ conc. Prev. LL 2004/04/08).
44
Ha proliferado la peligrosa tendencia de los emisores de incorporar al resumen de la tarjeta de ciertos negocios accesorios
o conexos, sin requerimiento previo del consumidor (tal el caso de los seguros, o de las revistas o publicaciones editadas
por la empresa), resultando, en muchos casos, prestaciones que no hacen a la economía y finalidad del contrato que el
consumidor ha tenido en miras celebrar. En el seguro de vida y de cobertura por pérdida se verifica asimismo un gran déficit
informativo sobre aspectos básicos, como la individualización de la aseguradora, el importe del premio o el alcance de la
cobertura, etc. Se valen del silencio del usuario como manifestación de voluntad (art. 919 C.C.), y así el empresario imputa
cargos indebidos a través del sistema de débito automático, lo que constituye un comportamiento ya explícitamente
prohibido por la ley 24.240 en su art. 35. La ley 25.065 consagra la ineficacia de este tipo de cláusulas (art. 14 inc. j.) Esper
Mariano, en Algunas reflexiones sobre la ley 25.065 de tarjeta de crédito, Revista J.A. 23/02/2000, Nro. 6182, p. 11.
“La cláusula inserta en un contrato de tarjeta de crédito que permite a la entidad emisora rescindirlo sin causa que lo
justifique, sin un razonable preaviso al usuario o sin responsabilidad por las consecuencias de su proceder, lesiona la buen fe
en la ejecución e inteligencia de las clásulas contractuales –en elcaso, el titular reclamó daños y perjuicios-, debiendo ser
declarada ineficaz en virtud de lo dispuesto por el art. 1198 del Cód. Civil y art. 37 de la ley de defensa del consumidor
(Adla, LIII-D, 4125)” (del voto en disidencia del doctor Monti). (CNCom., sala C. Baca Castex, Juan I. c. Diners Club
Argentina S.A., E.D. del 28/06/2001).

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