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8.2.3.b.

Propagación de la grieta

La propagación de las grietas de fatiga pasa por dos momentos claramente diferenciados. En
una primera etapa, la grieta avanza por planos cristalográficos, bajo la acción de tensiones de
cizalladura, varía su orientación al pasar de un grano a otro y buscar otro plano cristalino. Tras
atravesar, la grieta se va orientando perpendicular a las tensiones locales de tracción que
están actuando. En una segunda etapa la grieta avanza en dirección normal a las tensiones
aplicadas. El crecimiento de la grieta no está ligado a los planos cristalinos de la red, sino a la
orientación de las tensiones aplicadas. La rotura es transcristalina.

En la Figura 8.20 se muestra la longitud de grieta, a, en función del número de ciclos de tensión
aplicados. Para un nivel de tensión dado, la velocidad de crecimiento de grieta, da/dN
(variación del tamaño de grieta, a, con cada ciclo de carga aplicado), que se corresponde con la
pendiente de la curva en cada punto, aumenta al aumentar el tamaño de la grieta. Para una
longitud de grieta dada, la velocidad de crecimiento de grieta aumenta a medida que aumenta
el nivel de tensiones aplicado.

8.2.3.C. Rotura final instantánea

Cuando en el fondo de la grietase alcanza un factor de intensidad de tensiones igual a


(tenacidad de fractura del material), se produce la propagación instantánea de la grieta y la
rotura catastrófica del material. Por tanto, la pieza falla cuando la grieta alcanza un tamaño
crítico, se verifica la expresión:
Aspecto de las superficies de rotura por fatiga. Macroscópicamente, se observarse líneas
aproximadamente concéntricas, conocidas como playas de fatiga (Figura 8.22.a y b). Cada vez
que se hace una parada y dejan de aplicarse cargas, queda marcada en la superficie una línea
que indica hasta dónde había progresado la grieta. Las playas de fatiga se ven a simple vista y,
permiten identificar el punto de origen de la grieta responsable del fallo. Microscópicamente,
el relieve característico de la fatiga son las denominadas estuaciones (Figura 8.22.c) Cada
estriación corresponde al avance de la grieta en un ciclo de carga. Solo se ven al microscopio
electrónico, y no siempre se forman o son observables.

8.2.4. Factores que afectan a la vida a fatiga

Serie de factores que favorecen o inhiben los procesos de fatiga, actuando sobre la etapa de
nucleación de la grieta, la de propagación, o ambas.

 La tensión media aplicada. Dos tipos: De tracción aceleran el fallo por fatiga, y las de
compresión, aumentan la vida a fatiga.
 Factores de diseño. La existencia de cambios bruscos de sección en la pieza, así como
de filetes en roscas, entallas, taladros, o de cualquier punto donde pueda haber
concentración de tensiones, baja la vida a fatiga.
 Condición superficial. Si es de mayor dureza, más difícil es nuclear la grieta, resulta
más difícil mover dislocaciones. Sin son capas blandas, bajan la vida a fatiga, activan la
formación de extrusiones e intrusiones y por tanto la nucleación de la grieta.
 El acabado superficial. Un buen acabado superficial, con baja rugosidad, sin marcas o
entallas, sin corrosión y sin grietas preexistentes, alarga la vida a fatiga.
 Calidad del material. La mala calidad implica la presencia de inclusiones, poros,
microgrietas, que son puntos de concentración de tensiones y por tanto favorece el
fallo por fatiga.
 Plasticidad del material. Cuanto mayor es, más lentamente se propagan las grietas de
fatiga, lo que alarga la etapa de propagación y por tanto la vida a fatiga.
 Influencia del medio ambiente. Puede producirse, por ejemplo, fatiga térmica o
interacción corrosión-fatiga.
 La temperatura. Al subir la temperatura, bajan el límite elástico y la dureza del
material favoreciéndose la nucleación de la grieta, lo cual resulta perjudicial para la
vida a fatiga del componente.

8.3. Fluencia
8.3.1. Definición

La fluencia (creep) consiste en una deformación plástica del material, permanente y progresiva
con el tiempo, bajo la acción de una carga aplicada. Rn los materiales metálicos es un
importante problema tecnológico a partir de temperaturas del orden de 0,4 T 1 (temperatura
absoluta de fusión).

8.3.2. Fluencia a baja temperatura

A temperaturas inferiores a 0.4 Tb aunque puede haber deformación progresiva, la velocidad


de deformación desciende rápidamente con el tiempo. La variación de la deformación total del
material por fluencia es muy pequeña (prácticamente despreciable) y sigue una ley de tipo
logarítmico. Denominando c, a la deformación total que experimenta un material al aplicar una
tensión dada, Cq a la deformación instantánea producida en el primer momento de aplicación
de la tensión (y que puede ser elástica o plástica, en función de que se haya superado o no el
límite elástico del material), y c, a la deformación que sufre el material por fluencia, se tiene:

8.3.3. Fluencia a alta temperatura

La fluencia a alta temperatura sí puede ser peligrosa para el material y provocar fallos en
servicio, ya sea debido a una deformación excesiva del componente que perjudica su
utilización, o a la rotura del material.

8.3.3.a. Primera etapa de fluencia

En esta etapa la velocidad de deformación decrece con el tiempo. La deformación total que
experimenta el material se obtiene mediante la siguiente expresión:

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