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Propagación de la grieta
La propagación de las grietas de fatiga pasa por dos momentos claramente diferenciados. En
una primera etapa, la grieta avanza por planos cristalográficos, bajo la acción de tensiones de
cizalladura, varía su orientación al pasar de un grano a otro y buscar otro plano cristalino. Tras
atravesar, la grieta se va orientando perpendicular a las tensiones locales de tracción que
están actuando. En una segunda etapa la grieta avanza en dirección normal a las tensiones
aplicadas. El crecimiento de la grieta no está ligado a los planos cristalinos de la red, sino a la
orientación de las tensiones aplicadas. La rotura es transcristalina.
En la Figura 8.20 se muestra la longitud de grieta, a, en función del número de ciclos de tensión
aplicados. Para un nivel de tensión dado, la velocidad de crecimiento de grieta, da/dN
(variación del tamaño de grieta, a, con cada ciclo de carga aplicado), que se corresponde con la
pendiente de la curva en cada punto, aumenta al aumentar el tamaño de la grieta. Para una
longitud de grieta dada, la velocidad de crecimiento de grieta aumenta a medida que aumenta
el nivel de tensiones aplicado.
Serie de factores que favorecen o inhiben los procesos de fatiga, actuando sobre la etapa de
nucleación de la grieta, la de propagación, o ambas.
La tensión media aplicada. Dos tipos: De tracción aceleran el fallo por fatiga, y las de
compresión, aumentan la vida a fatiga.
Factores de diseño. La existencia de cambios bruscos de sección en la pieza, así como
de filetes en roscas, entallas, taladros, o de cualquier punto donde pueda haber
concentración de tensiones, baja la vida a fatiga.
Condición superficial. Si es de mayor dureza, más difícil es nuclear la grieta, resulta
más difícil mover dislocaciones. Sin son capas blandas, bajan la vida a fatiga, activan la
formación de extrusiones e intrusiones y por tanto la nucleación de la grieta.
El acabado superficial. Un buen acabado superficial, con baja rugosidad, sin marcas o
entallas, sin corrosión y sin grietas preexistentes, alarga la vida a fatiga.
Calidad del material. La mala calidad implica la presencia de inclusiones, poros,
microgrietas, que son puntos de concentración de tensiones y por tanto favorece el
fallo por fatiga.
Plasticidad del material. Cuanto mayor es, más lentamente se propagan las grietas de
fatiga, lo que alarga la etapa de propagación y por tanto la vida a fatiga.
Influencia del medio ambiente. Puede producirse, por ejemplo, fatiga térmica o
interacción corrosión-fatiga.
La temperatura. Al subir la temperatura, bajan el límite elástico y la dureza del
material favoreciéndose la nucleación de la grieta, lo cual resulta perjudicial para la
vida a fatiga del componente.
8.3. Fluencia
8.3.1. Definición
La fluencia (creep) consiste en una deformación plástica del material, permanente y progresiva
con el tiempo, bajo la acción de una carga aplicada. Rn los materiales metálicos es un
importante problema tecnológico a partir de temperaturas del orden de 0,4 T 1 (temperatura
absoluta de fusión).
La fluencia a alta temperatura sí puede ser peligrosa para el material y provocar fallos en
servicio, ya sea debido a una deformación excesiva del componente que perjudica su
utilización, o a la rotura del material.
En esta etapa la velocidad de deformación decrece con el tiempo. La deformación total que
experimenta el material se obtiene mediante la siguiente expresión: