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Nombre

Juan Isidro Solano

Matricula

2019-0368

Materia

Histología

Profesor

Norma Hernández

Fecha

04/04/2020

Introducción

El bienestar animal es un tema complejo con múltiples dimensiones científicas,

éticas, económicas, culturales, sociales, religiosas y políticas. Se trata de un asunto que


suscita un interés creciente en la sociedad civil y constituye una de las prioridades de la

OIE. La OIE, a solicitud de sus Países Miembros, es la organización internacional

responsable de la elaboración de normas en la materia. La estrategia mundial de bienestar

animal de la OIE se desarrolló a partir de las experiencias de las actividades realizadas en

las regiones y en los países y busca garantizar una orientación y coordinación constantes de

las actividades de la Organización en este campo. Adoptada en mayo de 2017 por todos los

países miembros, se elaboró con el objetivo de lograr “un mundo en el que el bienestar de

los animales se respete, promueva y avance, de manera que complemente la búsqueda de la

sanidad animal, el bienestar humano, el desarrollo socioeconómico y la sostenibilidad del

medio ambiente”.

Definición de bienestar animal de la OIE


 

Según las normas internacionales de la OIE, el bienestar animal designa “el estado

físico y mental de un animal en relación con las condiciones en las que vive y muere”.
Las directrices que guían a la OIE en materia de bienestar de los animales terrestres

incluyen también las «cinco libertades», enunciadas en 1965 y universalmente reconocidas,

para describir los derechos que son responsabilidad del hombre, es decir, vivir:

 libre de hambre, de sed y de desnutrición.

 libre de temor y de angustia.

 libre de molestias físicas y térmicas;

 libre de dolor, de lesión y de enfermedad;

 libre de manifestar un comportamiento natural.

En cuanto al bienestar de los animales acuáticos, la OIE formula recomendaciones

relativas a los peces de cultivo (excepto para las especies ornamentales) e insta a “recurrir a

métodos de manipulación que sean apropiados a las características biológicas del animal,

así como un entorno adaptado a sus necesidades” 

Normas de Animales Terrestres

Artículo 7.1.1.

Consideraciones Generales
El término bienestar animal designa el estado físico y mental de un animal en

relación con las condiciones en las vive y muere.

Un animal experimenta un buen bienestar si está sano, cómodo, bien alimentado, en

seguridad, y si no padece sensaciones desagradables como dolor, miedo o desasosiego y es

capaz de expresar comportamientos importantes para su estado de bienestar físico y mental.


Un buen bienestar animal requiere prevenir enfermedades, cuidados veterinarios

apropiados, refugio, manejo y nutrición, un entorno estimulante y seguro, una manipulación

correcta y el sacrificio o matanza de manera humanitaria. Mientras que el concepto

de bienestar animal se refiere al estado del animal, el tratamiento que recibe se designa con

otros términos como cuidado de los animales, cría de animales o trato compasivo.

Artículo 7.1.2.

Principios básicos en que se funda el bienestar de los animales

1. Que existe una relación crítica entre la sanidad de los animales y su bienestar.

2. Que las «cinco libertades» mundialmente reconocidas (vivir libre de hambre, de sed

y de desnutrición, libre de temor y de angustia, libre de molestias físicas y térmicas,

libre de dolor, de lesión y de enfermedad, y libre de manifestar un comportamiento

natural) son pautas que deben regir el bienestar de los animales.

3. Que las «tres erres» mundialmente reconocidas (reducción del número de animales,

perfeccionamiento de los métodos experimentales y reemplazo de los animales por

técnicas sin animales) son pautas que deben regir la utilización de animales por la

ciencia.

4. Que la evaluación científica del bienestar de los animales abarca una serie de

elementos que deben tomarse en consideración conjuntamente y que la selección y

apreciación de esos elementos implica a menudo juicios de valor que deben ser lo

más explícitos posibles.


5. Que el empleo de animales en la agricultura, la educación, la investigación, para

compañía, recreo y espectáculos contribuye de manera decisiva al bienestar de las

personas.

6. Que el empleo de animales conlleva la responsabilidad ética de velar por su

bienestar en la mayor medida posible.

7. Que mejorando las condiciones de vida de los animales en las explotaciones, se

aumenta a menudo la productividad y se obtienen por consiguiente beneficios

económicos.

8. Que la comparación de normas y recomendaciones relativas al bienestar de los

animales debe basarse más en la equivalencia de los resultados basados en criterios

de objetivos que en la similitud de los sistemas basados en criterios de medios.

Artículo 7.1.3.

Principios científicos en que se fundan las recomendaciones

1. El término «bienestar» designa, en sentido lato, los numerosos elementos que

contribuyen a la calidad de vida de un animal, incluidos los que constituyen las

«cinco libertades» arriba enumeradas.

2. La evaluación científica del bienestar de los animales ha progresado rápidamente en

los últimos años y es la base de las presentes recomendaciones.

3. Algunas medidas de bienestar de los animales comprenden la evaluación del grado

de deterioro de las funciones asociado a una lesión, una enfermedad o a la

desnutrición. Otras medidas informan sobre las necesidades de los animales y sobre

su estado de humor, indicando si tienen hambre, dolor o miedo gracias a la


medición de la intensidad de sus preferencias, incentivos y aversiones. Otras

evalúan los cambios o efectos que a nivel fisiológico, de comportamiento e

inmunológico manifiestan los animales frente a distintos retos.

4. Estas medidas pueden conducir a la definición de criterios y de indicadores que

ayudarán a evaluar en qué medida los métodos de manutención de

los animales influyen en su bienestar.

Artículo 7.1.4.

Principios básicos para el uso de medidas destinadas a evaluar el bienestar de los

animales.

1. Para que las normas de bienestar animal de la OIE se puedan aplicar a nivel

mundial, deberán hacer énfasis en resultados favorables para los animales, pese a

que en algunas circunstancias pueda ser necesario recomendar condiciones

específicas sobre el entorno y la gestión de los animales. Los resultados

generalmente se miden evaluando la forma cómo los animales experimentan las

«cinco libertades» descritas en el

Artículo 7.1.2.

1. Para cada principio enumerado en el Artículo 7.1.5. se deberán incluir en la norma

los criterios más importantes (o medibles), que incorporen idealmente medidas

basadas en el animal. Cualquier medida basada en el animal puede estar asociada a

más de un principio.
2. Siempre que sea posible, las recomendaciones deberán definir metas o umbrales

explícitos que se han de alcanzar para las medidas basadas en los animales. Estas

metas deberán cimentarse en la ciencia pertinente y en la experiencia de los

expertos.

3. Además de las medidas basadas en los animales, se pueden utilizar y definir

medidas basadas en los recursos y medidas basadas en la gestión a partir de

fundamentos científicos y de la experiencia de expertos que muestren que los

resultados de bienestar están claramente vinculados con un recurso o con un

procedimiento de manejo.

4. Entre las medidas enunciadas en la norma, los usuarios deberán elegir las medidas

basadas en el animal más apropiadas para su sistema o entorno de producción. Los

resultados pueden medirse mediante una evaluación de los animales individuales o

en grupos, o de una muestra representativa, empleando los datos sobre

las explotaciones, el transporte o los mataderos. Las autoridades

competentes deberán colectar todos los datos relevantes para que los usuarios

puedan definir metas y úmbrales específicos.

5. Cualquiera sea el fundamento de la medida, si los resultados no son satisfactorios,

los usuarios deberán considerar los cambios necesarios en los recursos o en la

gestión para mejorar dichos resultados.

Artículo 7.1.5.
Principios generales para el bienestar de los animales en los sistemas de

producción

1. La selección genética siempre deberá tener en cuenta la sanidad y el bienestar de

los animales.

2. Los animales escogidos para ser introducidos en nuevos ambientes deberán pasar

por un proceso de adaptación al clima local y ser capaces de adaptarse a las

enfermedades, parásitos y nutrición del lugar.

3. Los aspectos ambientales, incluyendo las superficies (para caminar, descansar, etc.),

deberán adaptarse a las especies con el fin de minimizar los riesgos de heridas o de

transmisión de enfermedades o parásitos a los animales.

4. Los aspectos ambientales deberán permitir un descanso confortable, movimientos

seguros y cómodos incluyendo cambios en las posturas normales, así como permitir

que los animales muestren un comportamiento natural.

5. El consentir el agrupamiento social de los animales favorece comportamientos

sociales positivos y minimiza heridas, trastornos o miedo crónico.

6. En el caso de los animales estabulados, la calidad del aire, la temperatura y la

humedad deberán contribuir a una buena sanidad animal y no ser un factor negativo.

Cuando se presentan condiciones extremas, no se debe impedir que

los animales utilicen sus métodos naturales de termorregulación.

7. Los animales deberán tener acceso a suficientes piensos y agua, acorde con su edad

y necesidades, para mantener una sanidad y productividad normales y evitar

hambre, sed, malnutrición o deshidratación prolongadas.


8. Las enfermedades y parásitos se deberán evitar y controlar, en la medida de lo

posible, a través de buenas prácticas de manejo. Los animales con problemas serios

de sanidad deberán aislarse y tratarse de manera rápida o sacrificarse en condiciones

adecuadas, en caso de que no sea viable un tratamiento o si tiene pocas

posibilidades de recuperarse.

9. Cuando no se puedan evitar procedimientos dolorosos, el dolor deberá manejarse en

la medida en que los métodos disponibles lo permitan.

10. El manejo de animales deberá promover una relación positiva entre los hombres y

los animales y no causar heridas, pánico, miedo durable o estrés evitable.

11. Los propietarios y operarios cuidadores deberán contar con habilidades y

conocimientos suficientes para garantizar que los animales se traten de acuerdo con

estos principios.

Normas para los animales acuáticos

Artículo 7.1.1.

Principios básicos

1. Considerando:

A. Que la utilización de peces para la pesca de extracción, la investigación y para

recreo (por ejemplo, especies ornamentales y acuarios) es un factor importante

del bienestar humano.

B. Que existe una relación crítica entre la salud de los peces de cultivo y su

bienestar.
C. Que mejorando las condiciones de vida de los peces, se aumenta a menudo la

productividad y se obtienen por consiguiente beneficios económicos.

2. La OIE elaborará recomendaciones sobre el bienestar de los peces de cultivo

(especies ornamentales excluidas) durante el transporte, sacrificio y destrucción con

fines sanitarios aplicando los siguientes principios:

A. El empleo de peces conlleva la responsabilidad ética de velar por su bienestar en

la mayor medida posible.

B. La evaluación científica del bienestar de los peces de cultivo abarca una serie de

elementos científicos y de juicios de valor que deben tomarse en consideración

conjuntamente y el proceso de esta evaluación debe ser lo más explícito posible.

Artículo 7.1.2.

Principios científicos en que se fundan las recomendaciones

1. Para garantizar el bienestar de los peces de cultivo se requiere, básicamente, recurrir

a métodos de manipulación que sean apropiados a las características biológicas del

animal, así como un entorno adaptado a sus necesidades.

2. Las piscifactorías cultivan numerosas especies, con características biológicas

diferentes. No resultaría práctico elaborar recomendaciones específicas para cada

una de ellas. Las presentes recomendaciones de la OIE, por consiguiente, tratan del

bienestar de los peces cultivados en general.


CAPÍTULO 7.2.

TRANSPORTE DE ANIMALES POR VÍA MARÍTIMA

Preámbulo: las presentes recomendaciones se aplican a los siguientes animales

domésticos vivos: bovinos, búfalos, cérvidos, camélidos, ovinos, caprinos, cerdos y

équidos, pero podrán aplicarse también a otros animales domésticos.

Artículo 7.2.1.

El tiempo que los animales pasen viajando deberá ser lo más corto posible.

Artículo 7.2.2.

1. Comportamiento de los animales

Los operarios cuidadores deberán tener experiencia y ser competentes en la

manipulación y el desplazamiento de ganado y comprender las pautas de

comportamiento de los animales y los principios básicos necesarios para

desempeñar su cometido.

El comportamiento de los animales, individualmente o en grupo, variará según su

raza, sexo, temperamento y edad y según como hayan sido criados y manipulados.

A pesar de estas diferencias, para manipular y desplazar a los animales se deberán

tener en cuenta las siguientes pautas de comportamiento que, en cierta medida, se

observan siempre en los animales domésticos.


La mayor parte del ganado doméstico vive en rebaños y sigue a un líder

instintivamente.

Los animales que puedan ser hostiles entre sí en grupo no deberán ser agrupados.

El deseo de algunos animales de controlar su espacio individual deberá tenerse en

cuenta a la hora de diseñar las instalaciones de carga y descarga, así como

los buques y contenedores de transporte.

Los animales domésticos intentarán escaparse si alguien se aproxima a más de cierta

distancia de ellos. Esta distancia crítica, que define la zona de escape, varía en

función de las especies y de los individuos de una misma especie y depende de su

contacto previo con los seres humanos. Los animales criados a proximidad de las

personas, o sea domésticos, tienen una zona de escape reducida, mientras que los

que se crían en pasto abierto o en sistemas extensivos pueden tener zonas de escape

que varían entre uno y varios metros. Los operarios cuidadores evitarán ingresar

bruscamente en la zona de escape, para no provocar una reacción de pánico que

pueda dar lugar a una agresión o a un intento de fuga y comprometer el bienestar de

los animales.

Los operarios cuidadores utilizarán el punto de equilibrio situado en el lomo de los

animales para desplazarlos, colocándose detrás de este punto para desplazarlos

hacia adelante y delante del punto para hacerles retroceder.

Los animales domésticos tienen una visión angular amplia, pero una visión frontal

limitada y escasa percepción de la profundidad. Eso significa que pueden detectar

objetos y movimientos junto a ellos y detrás de ellos, pero sólo calcular distancias

delante de ellos.
Los animales domésticos perciben una gama de frecuencias mayor que las personas

y son más sensibles a las frecuencias más altas. Tienden a alarmarse ante un ruido

fuerte y constante y ante ruidos repentinos, que pueden ocasionarles pánico. La

sensibilidad a este tipo de ruidos también deberá tenerse en cuenta cuando se

manipule a los animales.

2. Supresión de distracciones

Al diseñar instalaciones nuevas de carga y descarga o modificar instalaciones

existentes deberán reducirse al mínimo los elementos que puedan distraer a los

animales cuando se aproximen y les hagan detenerse bruscamente o darse la vuelta.

A continuación se exponen ejemplos de elementos frecuentes de distracción y

métodos para suprimirlos:

A. Reflejos sobre metales brillantes o suelos húmedos: desplazar un foco o cambiar de

sistema de iluminación.

B. Entradas oscuras: iluminar con luz indirecta que no se proyecte directamente en los

ojos de los animales que se aproximen.

C. Movimiento de la gente o de material delante de los animales: instalar laterales

sólidos o mamparas en las mangas y rampas.

D. Pasadizos sin salida: evitarlos a ser posible haciendo que terminen en curva o

creando una salida ilusoria.

E. Cadenas u otros objetos sueltos que cuelguen de las mangas o las cercas: retirarlos.

F. Suelos desiguales o un declive brusco en el suelo: evitar los suelos de superficie

desigual o instalar un sólido suelo falso para dar la impresión de una superficie

sólida y continua.
G. Silbido de aire de aparatos neumáticos: instalar silenciadores, utilizar un aparato

hidráulico o evacuar la alta presión hacia el exterior mediante un tubo flexible.

H. Golpeo y choque de objetos metálicos: instalar topes de caucho en las rejillas y

otros dispositivos para reducir el contacto entre metales.

I. Corrientes de aire de los ventiladores o cortinas de aire en la cara de los animales:

cambiar la orientación o la posición de los aparatos.

Artículo 7.2.3

Documentación

1. Los animales no se cargarán hasta que no se haya reunido previamente toda la

documentación exigida.

2. La documentación que acompañe la remesa deberá incluir:

A. El plan de viaje y el plan de gestión de emergencias

B. La hora, la fecha y el lugar de carga.

C. El diario de ruta: la consignación diaria de las inspecciones y de los hechos

destacables como los casos de morbilidad y mortalidad y las medidas adoptadas,

las condiciones meteorológicas, los alimentos y el agua consumidos, los

medicamentos administrados y los defectos mecánicos

D. La hora, la fecha y el lugar de arribo y de descarga.

E. La certificación veterinaria, cuando se exija.


F. La identificación de los animales para poder aplicar la trazabilidad de los

animales hasta el establecimiento de salida y, si es posible, hasta el

establecimiento de origen.

3. Cuando se exija que una certificación veterinaria acompañe las remesas de

animales, dicha certificación deberá informar sobre:

A. La desinfección efectuada, cuando se exijan detalles.

B. La aptitud de los animales para viajar.

C. La identificación de cada animal (descripción, número, etc.), y

D. El estado de sanidad de los animales, así como cualquier prueba, tratamiento

o vacunación a que hayan sido sometidos.

CAPÍTULO 7.3.

TRANSPORTE DE ANIMALES POR VÍA TERRESTRE

Preámbulo: las presentes recomendaciones se aplican a los siguientes animales

domésticos vivos: bovinos, búfalos, camellos, ovinos, caprinos, cerdos, aves de corral y

équidos, pero podrán aplicarse también a otros animales (cérvidos, otros camélidos y aves

corredoras, por ejemplo). Los animales silvestres y animales asilvestrados requerirán, por

lo general, condiciones distintas.

Artículo 7.3.1.

El tiempo que los animales pasen viajando deberá ser lo más corto posible.
Artículo 7.3.2.

1. Comportamiento de los animales

Los operarios cuidadores deberán tener experiencia y ser competentes en la

manipulación y el desplazamiento de ganado y comprender las pautas de

comportamiento de los animales y los principios básicos necesarios para desempeñar

su cometido.

El comportamiento de los animales, individualmente o en grupo, variará según su

raza, sexo, temperamento y edad y según como hayan sido criados y manipulados. A

pesar de estas diferencias, para manipular y desplazar a los animales se deberán tener

en cuenta las siguientes pautas de comportamiento que, en cierta medida, se observan

siempre en los animales domésticos.

La mayor parte del ganado doméstico vive en grupos y sigue a un líder

instintivamente.

Los animales que puedan hacerse daño unos a otros cuando estén en grupo no deberán

ser agrupados.

El deseo de algunos animales de controlar su espacio individual deberá tenerse en

cuenta a la hora de diseñar las instalaciones de carga y descarga, así como

los buques y contenedores de transporte.

Los animales domésticos intentarán escaparse si alguien se aproxima a más de cierta

distancia de ellos. Esta distancia crítica, que define la zona de escape, varía en función

de las especies y de los individuos de una misma especie y depende de su contacto


previo con los seres humanos. Los animales criados a proximidad de las personas, o

sea domésticos, tienen una zona de escape reducida, mientras que los que se crían en

pasto abierto o en sistemas extensivos pueden tener zonas de escape que varían entre

uno y varios metros. Los operarios cuidadores evitarán ingresar bruscamente en la

zona de escape, para no provocar una reacción de pánico que pueda dar lugar a una

agresión o a un intento de fuga y comprometer el bienestar de los animales.

Los operarios cuidadores utilizarán el punto de equilibrio situado en el lomo de los

animales para desplazarlos, colocándose detrás de este punto para desplazarlos hacia

adelante y delante del punto para hacerles retroceder.

Los animales domésticos tienen una visión angular amplia, pero una visión frontal

limitada y escasa percepción de la profundidad. Eso significa que pueden detectar

objetos y movimientos junto a ellos y detrás de ellos, pero sólo calcular distancias

delante de ellos.

Aunque la mayoría de los animales domésticos tienen un olfato sumamente sensible,

sus reacciones a los olores que perciben durante el viaje difieren. Al manipular los

animales se tendrán en cuenta los olores que les provocan reacciones negativas.

Los animales domésticos perciben una gama de frecuencias mayor que las personas y

son más sensibles a las frecuencias más altas. Tienden a alarmarse ante un ruido fuerte

y constante y ante ruidos repentinos, que pueden ocasionarles pánico. La sensibilidad

a este tipo de ruidos también deberá tenerse en cuenta cuando se manipule a los

animales.

2. Supresión de distracciones

Al diseñar instalaciones nuevas de carga y descarga o modificar instalaciones

existentes deberán reducirse al mínimo los elementos que puedan distraer a los
animales cuando se aproximen y les hagan detenerse bruscamente o darse la vuelta. A

continuación se exponen ejemplos de elementos frecuentes de distracción y métodos

para suprimirlos:

1. reflejos sobre metales brillantes o suelos húmedos: desplazar un foco o

cambiar de sistema de iluminación;

2. entradas oscuras: iluminar con luz indirecta que no se proyecte directamente

en los ojos de los animales que se aproximen;

3. movimiento de la gente o de material delante de los animales: instalar

laterales sólidos o mamparas en las mangas y rampas;

4. pasadizos sin salida: evitarlos a ser posible haciendo que terminen en curva

o creando una salida ilusoria;

5. cadenas u otros objetos sueltos que cuelguen de las mangas o las cercas:

retirarlos;

6. suelos desiguales o un declive brusco en el suelo: evitar los suelos de

superficie desigual o instalar un sólido suelo falso para dar la impresión de una

superficie sólida y continua;

7. silbido de aire de aparatos neumáticos: instalar silenciadores, utilizar un

aparato hidráulico o evacuar la alta presión hacia el exterior mediante un tubo

flexible;

8. golpeo y choque de objetos metálicos: instalar topes de caucho en las rejillas

y otros dispositivos para reducir el contacto entre metales;

9. corrientes de aire de los ventiladores o cortinas de aire en la cara de los

animales: cambiar la orientación o la posición de los aparatos.


Artículo 7.3.3.

Documentación

1. Los animales no se cargarán hasta que no se haya reunido previamente toda la


documentación exigida.
2. La documentación que acompañe la remesa deberá incluir:

a. El plan de viaje y un plan de gestión de emergencias;


b. La hora, la fecha y el lugar de carga y descarga.
c. La certificación veterinaria, cuando se exija;
d. La competencia del conductor en materia de bienestar animal (en estudio);
e. La identificación de los animales para poder aplicar la trazabilidad de los
animales hasta el establecimiento de salida y, si es posible, hasta el establecimiento
de origen.

CAPÍTULO 7.4.

Aspectos relativos al bienestar en el aturdimiento y la matanza de

peces de cultivo para consumo humano

Artículo 7.4.1.

Ámbito de aplicación

Las presentes recomendaciones se aplican al aturdimiento y a la matanza de las

especies de peces de cultivo destinados al consumo humano.

Estas recomendaciones atienden a la necesidad de garantizar el bienestar de los peces de

cultivo destinados al consumo humano durante las operaciones que preceden al

aturdimiento y a la matanza, incluidos su transporte y su estabulación inmediatamente

anterior al aturdimiento.
Este capítulo describe los principios generales que deben observarse para asegurarse del

bienestar de los peces para el consumo humano en el aturdimiento y la matanza, y se aplica

también a los peces de cultivo muertos con fines de control sanitario. Como principio

general, se deberá aturdir a los peces de cultivo antes de darles muerte, y el método de

aturdimiento deberá garantizar la pérdida de conciencia inmediata e irreversible. Si el

aturdimiento no es irreversible, los peces deben ser eliminados antes de que recobren

conciencia.

Artículo 7.4.2.

Personal

Las personas encargadas de la manipulación, del aturdimiento y de la matanza de

los peces desempeñan un papel importante en el bienestar de los mismos. El personal que

cuida de los peces para el aturdimiento y la matanza deberá tener experiencia y

competencia en su manipulación, comprender las pautas de comportamiento de los peces,

así como los principios básicos necesarios para desempeñar su labor. Algunos métodos de

aturdimiento y de matanza pueden plantear ciertos riesgos, por tanto la formación del

personal deberá abarcar las implicaciones para la salud ocupacional y la seguridad de los

métodos utilizados.

Artículo 7.4.3.

Transporte

Si los peces tienen que ser transportados antes de su aturdimiento y matanza, se

procederá conforme a las recomendaciones de la OIE sobre el bienestar de los peces de

cultivo durante el transporte.


Artículo 7.4.4.

Diseño de las instalaciones de estabulación

1. El diseño y la construcción de las instalaciones de estabulación deberá ser

específico para dar cabida a una determinada especie o un grupo de especies de peces.

2. Las instalaciones de estabulación deberán ser de un tamaño que permita estabular

un cierto número de peces para la transformación en un plazo dado sin que se

comprometa su bienestar.

3. Las operaciones se efectuarán de modo que se ocasione un mínimo de estrés o

lesiones a los peces.

4. Las siguientes recomendaciones podrán ser de utilidad para alcanzar este fin:

1. las redes y tanques deberán estar diseñados y ser mantenidos para minimizar

el riesgo de heridas físicas;

2. la calidad del agua deberá ser adecuada para la especie de peces y la

densidad de carga;

3. el equipo para el traslado de los peces, bombas y conductos incluidos,

deberá estar diseñado y ser mantenido para minimizar el riesgo de heridas.


CAPÍTULO 7.5.

SACRIFICIO DE ANIMALES

Artículo 7.5.1.

Principios generales

1. Objeto

Las presentes recomendaciones atienden a la necesidad de garantizar el bienestar de

los animales destinados al consumo humano durante las operaciones que preceden y

que permiten su sacrificio o matanza hasta su muerte.

Las presentes recomendaciones se aplican al sacrificio en mataderos de los animales

domésticos siguientes: bovinos, búfalos, bisontes, ovinos, caprinos, camélidos,

cérvidos, équidos, cerdos, aves corredoras, conejos y aves de corral. Los demás

animales, sea cual sea el lugar en que hayan sido criados, así como todos los animales

que sean sacrificados fuera de los mataderos, deberán ser manipulados de modo que

su transporte, estabulación, sujeción y sacrificio no les cause estrés innecesario, y los

principios en que se basan estas recomendaciones se aplican también a ellos.

2. Personal

Las personas encargadas de las operaciones de descarga, desplazamiento,

estabulación, cuidado, sujeción, aturdimiento, sacrificio y sangrado de los animales

desempeñan un papel importante en el bienestar de los mismos. Por este motivo, se

dispondrá de personal suficiente, que deberá ser paciente, considerado y competente y


conocer las recomendaciones formuladas en el presente capítulo y su aplicación en el

ámbito nacional.

La competencia exigida podrá adquirirse por medio de una formación oficial y/o de

experiencia práctica. La competencia se demostrará mediante presentación de un

certificado vigente expedido por la autoridad competente o por un organismo

independiente acreditado por la autoridad competente.

La gestión de los mataderos y de los Servicios Veterinarios velará por que el personal

de los mataderos lleve a cabo sus tareas de conformidad con los principios

del bienestar animal.

3. Comportamiento de los animales

Los operarios cuidadores deberán tener experiencia y ser competentes en la

manipulación y el desplazamiento de ganado, y entender las pautas de

comportamiento de los animales y los principios básicos necesarios para desempeñar

su labor.

El comportamiento de los animales, individualmente o en grupo, variará según su

raza, sexo, temperamento y edad y según como hayan sido criados y manipulados. A

pesar de estas diferencias, para manipular y desplazar a los animales se deberán tener

en cuenta las siguientes pautas de comportamiento que, en cierta medida, siempre

prevalecen en los animales domésticos.

La mayor parte del ganado doméstico vive en grupos y sigue a un líder

instintivamente.

Los animales que puedan hacerse daño entre sí en grupo no deberán ser agrupados en

el matadero.
El deseo de algunos animales de controlar su espacio individual deberá tenerse en

cuenta a la hora de diseñar las instalaciones.

Artículo 7.5.2.

Desplazamiento y manipulación de animales

1. Consideraciones de carácter general

Todos los mataderos tendrán la obligación de contar con un plan específico

de bienestar animal, cuyo objetivo será mantener un buen nivel de bienestar en

todos los estadios de la manipulación de los animales hasta que éstos sean objeto

de matanza. El plan deberá contener un procedimiento estándar de actuación para

cada etapa de la manipulación, a fin de garantizar que se respeta adecuadamente

el bienestar animal en función de los debidos indicadores; deberá incluir, asimismo,

acciones correctoras para casos de riesgos específicos, como cortes de suministro

eléctrico u otras circunstancias que pudieran resultar perjudiciales para el bienestar

animal.

Los animales serán transportados al lugar de sacrificio de manera que perjudique lo

menos posible su sanidad y bienestar, y el transporte se realizará de conformidad

con las recomendaciones de la OIE para el transporte de animales

(Capítulos 7.2. y 7.3.).
Los principios que deberán aplicarse a la descarga de los animales, su traslado a los

compartimentos de estabulación y su conducción al lugar de sacrificio son los

siguientes:

1. Se evaluará el estado de los animales a su llegada para detectar cualquier problema

de bienestar y de sanidad.

2. Se dará muerte de manera humanitaria y sin dilación a los animales heridos o

enfermos que requieran el sacrificio inmediato, de conformidad con las

recomendaciones de la OIE.

3. No se obligará a los animales a desplazarse a una velocidad superior a su ritmo de

marcha normal, a fin de reducir al mínimo las lesiones por caída o resbalón. Se

establecerán normas de rendimiento con puntuación numérica del porcentaje de

animales que resbalen o se caigan, para determinar si se deben mejorar los métodos

de desplazamiento o las instalaciones, o ambas cosas. En instalaciones debidamente

diseñadas, y construidas y dotadas de operarios cuidadores competentes, debería ser

posible desplazar al 99% de los animales sin que se caigan.

4. No se obligará a los animales destinados al sacrificio a pasar por encima de otros

animales.

5. Se manipulará a los animales evitando hacerles daño, angustiarles o herirles. Para

desplazar a los animales, los operarios cuidadores no recurrirán en ninguna

circunstancia a procedimientos violentos como aplastarles o quebrarles la cola,

agarrarles los ojos o tirarles de las orejas. Los operarios cuidadores no aplicarán

objetos cortantes ni sustancias irritantes a los animales y menos aún a sus partes

sensibles como los ojos, la boca, las orejas, la región anogenital o el vientre. No

estará permitido arrojar ni dejar caer a los animales, ni levantarlos o arrastrarlos por
partes del cuerpo como la cola, la cabeza, los cuernos, las orejas, las extremidades,

la lana, el pelo o las plumas. Estará permitido levantar manualmente a los animales

pequeños.

2. Consideraciones específicas para las aves de corral

La densidad de carga en las jaulas de transporte deberá adecuarse a las condiciones

climáticas y mantener la comodidad térmica específica de cada especie dentro de

los contenedores.

Será preciso tener especial cuidado durante la carga y descarga a fin de evitar que

ciertas partes del cuerpo queden atrapadas en las jaulas, lo que podría dar lugar a la

dislocación o fractura de huesos en aves conscientes; estas lesiones podrían afectar

negativamente al bienestar animal, y a la calidad de las canales y la carne. Los

sistemas modulares que impliquen arrojar aves vivas no son adecuados para

mantener un correcto bienestar animal. En caso de utilizarse, estos sistemas deberán

contar con un mecanismo que facilite el que las aves salgan del sistema de

transporte deslizándose, en lugar de dejarlas caer o descargarlas unas sobre otras

desde alturas de más de un metro.

Las aves pueden quedar atrapadas o sus alas o uñas pueden engancharse en las

fijaciones, las rejillas o los huecos en aquellos sistemas de transporte

deficientemente diseñados, construidos o mantenidos. En esta situación, los

operadores de descarga de las aves deberán asegurarse de liberar suavemente a las

aves atrapadas.

Capítulo 7.7.

CONTROL DE LAS POBLACIONES DE PERROS VAGABUNDOS


Preámbulo: las presentes recomendaciones versan sobre los perros

vagabundos y asilvestrados, que plantean graves problemas de salud humana así como de

sanidad y bienestar animal y tienen claras repercusiones socioeconómicas, ambientales,

políticas y religiosas en numerosos países. La salud humana, lo que incluye la prevención

de enfermedades zoonóticas, en particular la rabia, es una prioridad. La gestión de las

poblaciones caninas forma parte integrante de los programas de control de la rabia.

Además, la OIE considera importante controlar las poblaciones caninas sin causar a los

animales sufrimientos innecesarios. Los Servicios veterinarios deberán encabezar las

labores de prevención de enfermedades zoonóticas y a la vez garantizar el bienestar de los

animales, por lo que necesariamente deberán intervenir en el control de las poblaciones

caninas, en coordinación con otras instituciones u organismos públicos competentes.

Artículo 7.7.1.

Principios rectores

Las siguientes recomendaciones se basan en las establecidas en el Capítulo 7.1., a las

que se agregan algunos principios que resultan pertinentes:

1. El fomento de la propiedad responsable de los perros puede reducir

considerablemente el número de perros vagabundos y la incidencia de

enfermedades zoonóticas.
2. Dado que la ecología canina está vinculada a las actividades humanas, para que el

control de la población de perros resulte eficaz debe acompañarse de cambios en el

comportamiento humano.

Artículo 7.7.2.

Definiciones

Capacidad de carga: designa la máxima densidad de población canina que

determinado hábitat puede soportar atendiendo a los recursos existentes (alimentos, agua,

cobijo) y al grado de aceptación por parte de la población humana.

Persona: designa a un individuo o a un conjunto de ellos, en cuyo caso puede

tratarse de los miembros de una familia u hogar o de una organización.

Programa de control de la población canina: designa el programa encaminado a

reducir hasta determinado nivel y/o mantener en ese nivel el tamaño de una población

de perros vagabundos y/o a gestionarla para cumplir un objetivo preestablecido.

Artículo 7.7.3.

Objetivos de un programa de control de la población canina

Los objetivos de un programa de esta índole son en particular los siguientes:

1. Mejorar el estado de salud y bienestar de la población de perros, ya sean éstos

vagabundos o con propietario.

2. Reducir hasta un nivel aceptable el número de perros vagabundos.


3. Fomentar la propiedad responsable.

4. Ayudar a constituir y mantener una población canina inmune a la rabia o libre de

esta enfermedad.

5. Reducir el riesgo de enfermedades zoonóticas distintas de la rabia.

6. Combatir otros riesgos para la salud humana, por ejemplo la presencia de parásitos.

7. Evitar posibles daños al medio ambiente u otros animales.

8. Impedir el comercio y tráfico ilícitos.

CAPÍTULO 7.8.

UTILIZACIÓN DE ANIMALES EN LA INVESTIGACIÓN Y

EDUCACIÓN

Preámbulo: la finalidad del presente capítulo es brindar asesoría y asistencia a los

Países miembros que quieran formular requisitos reglamentarios, u otra forma de

supervisión, para el uso de animales vivos en la investigación y la educación. Cuando se

utiliza, el término «investigación» hace referencia a la investigación fundamental y

aplicada, la experimentación y la producción de material biológico; el término

«educación», por su parte, abarca las nociones de enseñanza teórica y práctica. Cada país

deberá integrar un sistema de supervisión de investigación animal. En la práctica, el sistema

empleado podrá variar de un país a otro, de acuerdo con factores culturales, económicos,

religiosos y sociales. No obstante, la OIE recomienda que sus Países miembros consideren

todos los elementos esenciales identificados en este capítulo para formular un marco

normativo adecuado a sus condiciones locales. La aplicación de dichas normas puede

requerir una combinación de jurisdicciones nacionales, regionales e institucionales y una

definición clara de las responsabilidades de los sectores público y privado.


La OIE reconoce la función esencial del uso de animales vivos en la investigación y

la educación. Las pautas de orientación de la OIE para el bienestar animal estipulan que

dicho uso aporta una importante contribución al bienestar humano y animal y subraya la

importancia de las Tres R (véase Artículo 7.8.3.). La mayoría de los científicos y del

público están de acuerdo con que sólo deberán emplearse animales cuando sea necesario y

haya una justificación ética (y así evitar una duplicación innecesaria de la investigación

basada en animales); cuando no exista otro método alternativo que no recurra a animales

vivos; que deberá utilizarse la menor cantidad posible de animales para alcanzar las metas

científicas o educativas; y que, cuando se utilicen animales para investigación científica, se

les ocasione el menor dolor y/o angustia posible. Además, a menudo, el sufrimiento de los

animales se reconoce independientemente del dolor y la angustia y deberá considerarse

junto con los demás daños prolongados que se les puede causar a los animales.

La OIE recomienda mantener a nivel institucional los registros de los animales

utilizados; según la institución, los proyectos de investigación propuestos y las especies

utilizadas. Los eventos e intervenciones principales deberán registrarse para ayudar a la

toma de decisiones y fomentar el bienestar animal y una correcta aplicación de la ciencia.

Para una mayor transparencia pública, un resumen de estos registros puede establecerse a

nivel nacional y publicarse sin por ello comprometer la seguridad del personal o la de los

animales, ni divulgar informaciones confidenciales.

Artículo 7.8.1.

Definiciones
Análisis de daños-beneficios: designa el balance entre los probables efectos

nocivos (daños) en los animales y los beneficios potenciales obtenidos de la investigación

propuesta.

Angustia: designa el estado de un animal que no ha podido adaptarse a los factores

de estrés y que manifiesta respuestas anormales, fisiológicas o comportamentales. Puede

ser aguda o crónica y convertirse en patológica.

Animal clonado: designa la copia genética de otro animal, vivo o muerto, creado

por transferencia nuclear de células somáticas o por otra tecnología reproductiva.

Animal de laboratorio: designa un animal destinado para utilizarse en la

investigación. En la mayoría de los casos, esos animales han sido criados para tener una

determinada condición fisiológica, metabólica, genética o libre de patógenos.

Biocontención: designa los sistemas y procedimientos diseñados para evitar la

liberación accidental de material biológico, incluyendo los alérgenos.

Bioexclusión: designa las medidas establecidas para prevenir una transferencia no

intencional de organismos adventicios que puede acarrear la consiguiente infección de los

animales y, por lo tanto, afectar su sanidad, con lo que serían inutilizables para toda

investigación.

Bioseguridad: designa el proceso continuo de evaluación y gestión del riesgo

destinado a minimizar o eliminar las infecciones microbiológicas causadas por organismos

adventicios que pueden provocar enfermedades clínicas en humanos o animales o impedir

que los animales sean aptos para la investigación biomédica.


Condicionamiento comportamental: designa la asociación que hace un animal

entre una respuesta particular (tal como presionar una barra) y un refuerzo particular que

puede ser positivo (un alimento de recompensa, por ejemplo) o negativo (por ejemplo, una

descarga eléctrica suave). Como resultado de esta asociación, puede modificarse un

comportamiento específico del animal (aumento o disminución de su frecuencia o

intensidad, por ejemplo).

Dolor: designa una experiencia sensorial y emocional desagradable, asociada con

daños, posibles o reales, en los tejidos. Puede desencadenar reacciones de defensa, evasión

o angustia aprendidas y modificar los rasgos de comportamiento de ciertas especies,

incluyendo el comportamiento social.

Enriquecimiento ambiental: designa el incremento de la complejidad del entorno

de un animal en cautiverio (por ejemplo con juguetes, accesorios para las jaulas, dándole

oportunidades de hurgar y alojarlo con otros de su misma especie) para incentivar la

expresión de los comportamientos típicos de su especie, reducir comportamientos

anormales y estimular sus funciones cognitivas.

Especies en peligro: designa la población de organismos en peligro de extinción

debido al escaso número de individuos que la componen o debido a los cambios en su

medioambiente o el aumento de los predadores.

Evaluación ética: designa la consideración de la validez de la investigación o la

justificación de emplear animales. Deberán detallarse: una evaluación y comparación de los

daños potenciales para los animales y los posibles beneficios derivados de su empleo y el

equilibrio entre ambos (véase, a continuación, análisis de daños y beneficios); y reflexiones


sobre el protocolo experimental, la implementación de las 3 R, la cría y el cuidado animal y

otros aspectos relacionados como la formación del personal. Los juicios éticos están

influenciados por la opinión pública.

Proyecto de investigación (a veces denominado protocolo): designa la

descripción escrita de un estudio, una experimentación, un programa de investigación o de

cualquier otra actividad que exponga los objetivos, caracterice la utilización de los animales

y aborde las consideraciones éticas.

Punto final humanitario: designa el momento en el que se evita, se reduce o se

pone fin al dolor y/o la angustia del animal experimental por medio de acciones tales como:

administrar un tratamiento para aliviar el dolor y/o la angustia, terminar un procedimiento

doloroso, retirar al animal del estudio o sacrificar un animal de modo compasivo.

Sufrimiento: designa un estado no deseado y desagradable, resultado del impacto

sobre un animal de una gran variedad de estímulos nocivos y/o de la ausencia de estímulos

positivos importantes. Se opone a la noción de bienestar animal.

Artículo 7.8.2.

Ámbito de aplicación

Este capítulo se aplica a los animales, con exclusión de las abejas, según la

definición del Código Terrestre criados, suministrados y/o utilizados en los procedimientos

de investigación (incluyendo las pruebas) y la enseñanza superior. También se aplican a los

animales destinados a la producción de materiales biológicos o sacrificados sin crueldad

con el objetivo principal de extraer sus células, tejidos y órganos con fines científicos. Al
implementar estas normas, los Países miembros deberán considerar tanto la especie como la

fase de desarrollo del animal.

Artículo 7.8.3.

La Regla de las Tres R

El principio internacionalmente aceptado, el de las Tres R, incluye las siguientes

alternativas:

1. Reemplazo, es decir, empleo de métodos que utilizan células, tejidos u órganos de

animales (reemplazo relativo), además de aquellos que no requieren el uso de

animales para alcanzar los objetivos científicos (reemplazo absoluto).

2. Reducción, es decir, métodos que permitan a los investigadores obtener niveles

comparables de información a partir de un menor número de animales u obtener

más información a partir del mismo número de animales.

3. Refinamiento, es decir, métodos para prevenir, aliviar o reducir al mínimo cualquier

dolor, angustia, malestar o daños duraderos, conocidos y eventuales, y/o mejorar el

bienestar de los animales utilizados. El refinamiento implica la selección apropiada

de las especies pertinentes con un grado menor de complejidad estructural y

funcional en su sistema nervioso y una menor capacidad aparente de experiencias

derivadas de esta complejidad. Las posibilidades de refinamiento deberán

considerarse e implementarse durante toda la vida del animal e incluyen, por

ejemplo, estabulación, transporte y eutanasia.

CAPÍTULO 7.12.
BIENESTAR DE LOS ÉQUIDOS DE TRABAJO

Artículo 7.12.1.

En muchos países, los équidos de trabajo, empleados para el transporte y la tracción,

contribuyen directa e indirectamente a la subsistencia de los hogares y benefician a las

comunidades en su conjunto. Los équidos de trabajo se pueden utilizar directa o

indirectamente en actividades de producción y comerciales.

Concretamente, participan en la producción agrícola y la seguridad de los alimentos

al acarrear, por ejemplo, agua y forraje para el ganado, madera y otros artículos necesarios

para los hogares, y productos agrícolas a los mercados. Asimismo, representan una fuerza

de tiro para las labores agrícolas y el transporte, y pueden aportar abono, leche, carne y

pieles para el uso doméstico o para la venta.

A menudo, el bienestar de estos équidos es bajo, ya que sus propietarios no cuentan

con los recursos suficientes para suplir sus necesidades, o carecen de los conocimientos

apropiados para cuidarlos. Algunos entornos de trabajo, como es el caso de la industria de

la construcción o ambientes adversos, pueden presentar un riesgo particular para su

bienestar.

Artículo 7.12.2.

Ámbito de aplicación

Este capítulo se refiere a los caballos, burros y mulas que se destinan, utilizan y

retiran de la vida activa en la tracción, el transporte y la generación de ingresos. Se

excluyen los équidos empleados en el ámbito de deporte y competencias, actividades de


ocio, investigación o mantenidos únicamente para la producción de carne o productos

médicos biológicos.

A efectos de este capítulo, los aperos incluyen todas las partes del arnés, la silla, la

brida y el freno que se usan para controlar el équido de trabajo, actuar como un sistema de

freno en caso de tracción de un vehículo, mantener la carga en su lugar y transmitir la

fuerza al vehículo o a los instrumentos de labranza.

Artículo 7.12.3.

Responsabilidades

Todas las organizaciones con responsabilidades definidas a continuación deberán

tener personal con los conocimientos requeridos y las habilidades para llevar a cabo sus

tareas.

1. Autoridad veterinaria

La autoridad veterinaria es responsable de aplicar las políticas, la legislación y los

programas en materia de sanidad y bienestar de los animales. Sin embargo, en el caso

de los équidos de trabajo, la responsabilidad se comparte con otros organismos

gubernamentales, instituciones y partes interesadas.

2. Otros organismos oficiales

Las responsabilidades de otros organismos gubernamentales dependen de la variedad

de utilizaciones y contextos de los équidos de trabajo.

Por ejemplo, las entidades responsables de reglamentar las actividades industriales y

de construcción, ya sea por razones de cumplimiento ambiental o de conformidad


laboral, pueden tener responsabilidad sobre los équidos de trabajo que se utilizan en la

industria.

En particular, en las áreas urbanas, tanto el ente regulador del transporte como otra

entidad responsable pueden tener la autoridad legislativa de ocuparse de la circulación

vial y la tarea de garantizar un entorno seguro para los équidos de trabajo, al igual que

para los usuarios de las carreteras.

Los organismos de protección ambiental podrán promulgar y aplicar medidas

destinadas a impedir que los équidos de trabajo tengan acceso a fuentes de

contaminación.

En el organismo responsable de la salud pública recae la potestad legislativa para

luchar contra las zoonosis.

Las autoridades educativas tienen una responsabilidad en las escuelas y en las

instituciones de formación en ciencias agrarias, veterinaria y paraveterinaria. En los

estudios de producción y sanidad animal se deberá incluir un componente sobre el

bienestar de los équidos de trabajo.

3. Administraciones locales

Las administraciones locales son responsables de diversos servicios y programas

relacionados con la salud, la higiene y los bienes públicos dentro de su jurisdicción.

En numerosos países, el ordenamiento jurídico otorga competencias a los organismos

públicos locales en relación con una serie de temas de transporte, agricultura, salud

pública, protección ambiental o actividades de inspección y aplicación de las normas,

incluyendo las medidas de sanidad animal y la responsabilidad de los animales

vagabundos abandonados.
En muchos países, incumbe a los organismos públicos locales la responsabilidad de

desarrollar y hacer cumplir la legislación relativa a las carretas tiradas por equinos y el

peso de la carga transportada, la identificación de los animales (registro), la concesión

delicencias y la eliminación de animales muertos.

4. Veterinarios privados

Los veterinarios privados tienen la responsabilidad de brindar servicios y asesoría a

los propietarios o cuidadores de équidos de trabajo; su función reviste una gran

importancia en materia de vigilancia de enfermedades porque pueden ser los primeros

en advertir que un équido padece una enfermedad de declaración obligatoria. Otra de

sus funciones (a menudo en colaboración con la policía y otras autoridades locales) es

ocuparse de casos de negligencia que generan problemas de bienestar.

Por ello, es muy importante la comunicación recíproca entre el veterinario privado y

la autoridad veterinaria, que suele pasar por una agrupación profesional

de veterinarios. Incumbe a la autoridad veterinaria establecer los mecanismos

apropiados para esta interacción.

Los veterinarios privados también tienen la responsabilidad de supervisar y coordinar

a los paraprofesionales de veterinaria que prestan servicios de sanidad animal

5. Organizaciones no gubernamentales

Las organizaciones no gubernamentales (ONG) y las organizaciones

intergubernamentales pertinentes deberán comprender la función de los équidos de

trabajo, y pueden ayudar a colectar y brindar información y datos que respalden la

formulación de políticas, la defensa y promoción de la salud y el bienestar de los

équidos de trabajo.
Las ONG locales son colaboradores de gran valor para los Servicios Veterinarios en el

desarrollo e implementación de los programas de sanidad y bienestar de los équidos

de trabajo.

Junto con los veterinarios y las autoridades competentes, también pueden contribuir a

educar al público sobre la importancia del bienestar de los équidos de trabajo.

Conclusión

El bienestar animal es una cuestión de interés general, compleja y de múltiples facetas que

tiene importantes dimensiones científicas, éticas, económicas y políticas. Dada su

importancia creciente para la sociedad, debe abordarse de manera creíble en términos

científicos. En la elaboración y aplicación de las normas de bienestar animal es esencial

contar con el respaldo de las partes interesadas con miras a garantizar que se tomen en

cuenta la diversidad cultural y religiosa, al igual que los aspectos económicos. Las normas

de la OIE se fundamentan en principios científicos que constituyen el punto de confluencia

para que las diversas normas se puedan cumplir y a su vez que tanto el animal como

quienes los manipulan puedan estar bajo un cuidado adecuado, incluyendo todos los

aspectos involucrados, es decir, que tanto los materiales, transportación, cría, consumo

puedan acoplarse a las normas.


https://www.oie.int/es/normas/codigo-terrestre/acceso-en-linea/?

htmfile=chapitre_aw_introduction.htm

https://www.oie.int/es/normas/codigo-acuatico/acceso-en-linea/?

htmfile=chapitre_welfare_introduction.htm

https://www.oie.int/es/normas/codigo-terrestre/acceso-en-linea/?

htmfile=chapitre_aw_land_transpt.htm

https://www.oie.int/es/normas/codigo-terrestre/acceso-en-linea/?

htmfile=chapitre_aw_working_equids.htm
https://www.oie.int/index.php?id=171&L=2&htmfile=chapitre_welfare_stunning_killing.htm

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