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UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA UNAD

FILOSOFÍA NO OCCIDENTAL (GRUPO 401201_4)

ESCUELA DE CIENCIAS SOCIALES, ARTES Y HUMANIDADES

Actividad individual – fase 1

Por

Emil Gersain Massey Ramos – Código 91.079.991

Tutor:

Profesora Érika Castañeda Sánchez

Bogotá D.C., septiembre de 2020


PARMÉNIDES, HOMBRE – SER Y NATURALEZA

Para el desarrollo de este ejercicio académico partiré de la concepción que tenía el filósofo

presocrático de Elea, Parménides, un intelectual griego cuya concepción del hombre, del

universo y del conocimiento es fascinante, principalmente porque lo se conoce de ella es gracias

a los fragmentos de un poema, que se conoce como “El Poema Doctrinal de Parménides” y el

cual yo utilizaré para exponer lo que considero sus principales conceptos, resaltando, desde

luego, que dicho poema utiliza como muchas alegorías, que en concepto de los académicos

tienen unos simbolismos que aún son sujetos de debate.

Dado lo anterior, una de las primeras cosas que considero importante señalar es que

Parménides, llega a lo que él considera la verdad gracias a una especie de experiencia mística en

la que una diosa le hace una serie de revelaciones, de esta forma en uno de los versos del poema

se indica, “Oh joven, que como compañero de cocheros inmortales y de las yeguas que te llevan,

llegas a nuestra morada, alégrate, porque de ningún modo una parca funesta te envió a recorrer

es(te camino, que por cierto alejado de la huella de los hombres está, sino el derecho y la

justicia” (Zubiria, 2016, p.12), vemos así que ese camino, el del conocimiento que le va a ser

revelado a Parménides no se encuentra en el mundo finito y sensible, en la cotidianidad de las

opiniones, postulado que se refuerza cuando el mismo poema expresa “las opiniones de los

mortales, que no abrigan convicción verdadera” (Zubiria, 2016, p.12).

También Parménides en su poema señala, “Necesario <es> esto: declarar e inteligir que “lo

que es” es, pues tiene que ser. Y lo que no es, no es; tales cosas considerar te ordeno”(Zubiria,
2016, p.14), a lo que ya se había precedido el siguiente verso, “Por otro, cómo no es, y también,

cómo es necesario, no debe ser; esta vía, en efecto, te prevengo que es un sendero enteramente

privado de persuasión, porque ni conocerías lo que no es, pues ni <esto> es factible, ni podrías

mostrarlo” ((Zubiria, 2016, p.13); todo ello, se puede desglosar ampliamente en el sentido que

pretende establecer Parménides y es el cual la existencia es única, innegable e inmutable y así lo

confirma cuando dice lo que es, es y lo que no es no puede ser, como si en nuestros castizos

modos nos estuviera tratando de decir que algo que simplemente existe, es y no puede cambiar o

no puede dejar de ser, negando con ello no solo el cambio sino el movimiento; en este sentido,

vale la pena traer lo que indicó William K. C. Guthrie (2010), “Para éste, el movimiento y el

cambio eran las únicas realidades. Para Parménides, el movimiento era imposible, y el todo de la

realidad consistía en una sustancia simple, inmóvil e inmutable” (p.57).

Otro de los postulados de Parménides se remite al mundo sensible en el que viven los

hombres y se observa cuando en su poema señala, "pero también de este otro, por el que los

mortales que nada saben yerran bicéfalos, pues la perplejidad en sus pechos conduce una

inteligencia errante, y ellos son arrastrados aturdidos y cegatos a la vez, atolondrados,

muchedumbre sin decisión, para quienes esto: ser y no, es reputado ser lo mismo y no lo mismo”

(Zubiria, 2016, p.12), desde luego el verso funge como un reproche a los hombres, lo cual

descarta en ellos veracidad y capacidad inteligible, pero demostrado queda que aunque se

exponen tres postulados, solo uno de ellos es el acertado.

Ahora bien, las aportaciones de Parménides en la filosofía son de suma importancia y no solo

en la cosmogonía, sino también porque se convierte en uno de los principios más controversiales
en lo que conocemos como filosofía y metafísica, tal como lo señala Guthrie (2010), “después de

él, la filosofía griega no podía ser ya lo que había sido, porque todos, incluso Platón y

Aristóteles, advertían que había que tenerlo en cuenta y, digamos, apaciguar a su sombra o

espíritu” (p.57). De esta forma se logra comprender entonces que el eleata fundamentó, a través

de su poema, lo que se conoce como la vía del ser, de lo que es, lo cual tal como se señala en el

libro titulado Los Filósofos Griegos, está ligado a la existencia y a la naturaleza de la realidad

(Guthrie, 2010).
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Zubiria, M. (2016). El poema doctrinal de Parménides. Mendoza, Argentina: Universidad

Nacional de Cuyo. (p. 11-26). Recuperado de

http://bdigital.uncu.edu.ar/objetos_digitales/7654/elpoemadoctrinalparmenides.pdf

Guthrie, W. (2010). Los Filósofos Griegos de Tales a Aristóteles. México D.F., México: Fondo

de Cultura Económica.

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