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CAPITULO 01

EL DERECHO INTERNACIONAL

1.- DENOMINACIÓN. DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO Y PRIVADO

Tradicionalmente se definió al derecho internacional público como el conjunto de normas que


regulan las relaciones jurídicas entre los Estados.

Actualmente, la doctrina lo define como el conjunto de normas que regulan las relaciones jurídicas
entre los sujetos de la comunidad internacional.

El objeto del derecho internacional no consiste solamente en las relaciones de los Estados entres sí,
sino también las de éstos con ciertas entidades que, sin ser Estados, tienen personalidad jurídica
internacional, es decir, que son sujetos del derecho internacional (Ej.: organismos internacionales
como la ONU, OEA, etc.)

El derecho internacional privado tiene en cuenta relaciones estatales y el derecho internacional


público, relaciones interestatales.

El derecho internacional privado está formado por aquellas normas estatales que delimitan el
derecho privado de un estado y prescribe cuando los jueces del estado deben aplicar normas
extranjeras del derecho privado. El derecho internacional público no sólo regula relaciones
interestatales, sino también con individuos en lo que respecta a los derechos humanos y también las
relaciones provienen de normas internacionales como las convenciones internacionales que
contienen leyes uniformes.

2.- CARACTERÍSTICAS DEL DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO

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3.- FUNDAMENTOS DEL DERECHO INTERNACIONAL

En el derecho internacional se requiere la construcción de sujetos y que éstos admitan, entre ellos, la
existencia de relaciones jurídicas o de cualquier clase.

Se han planteado distintas doctrinas acerca del fundamento del derecho internacional.

Doctrina Voluntarista

Concibe que el derecho internacional se funda en el consentimiento de los Estados y en la voluntad


de los sujetos, por lo que también se llama subjetivista.

Doctrina Objetivista

Trata de encontrar el fundamento de la obligatoriedad del Derecho Internacional fuera de la


voluntad de los Estados. Kelsen sostiene que el derecho internacional se funda en una norma
fundamental; su doctrina conduce al monismo, con predominio del derecho internacional sobre el
derecho interno.

Doctrina de la autolimitación

Para esta doctrina el derecho internacional se hallaba entremezclado con la realpolitik y que los
tratados eran sólo trajes a la medida de los más poderosos.

Hegel afirmaba que la soberanía del Estado implica que no existe subordinación alguna más allá de
las creadas por su propia capacidad para obligarse a sí mismo y, en consecuencia, el Estado puede
desobligarse. Consideraba que el derecho internacional era la suma de los derechos estatales
externos, y esa consideración implica negar la existencia del derecho internacional.

Doctrina de la voluntad común

Por medio de esta doctrina se afirma que no basta la voluntad de un solo Estado, sino que es
necesaria la concurrencia de por lo menos dos voluntades. Esto significa que no hay derecho
internacional si no hay aprobación entre los Estados. De acuerdo a esta doctrina, la voluntad de los
Estados sólo se concreta por medio de tratados o costumbres internacionales.

Esta posición da origen a las doctrinas dualistas, que consideran que el derecho interno y el derecho
internacional son dos sistemas de normas completamente distintos y recíprocamente
independientes.

Doctrina de la ex Unión Soviética

Esta doctrina se halla muy cerca del positivismo, y exalta la soberanía y el Estado, y tiende a un
derecho internacional también de carácter voluntario. El derecho internacional no puede obligar al
Estado sin que ellos presten su expreso consentimiento, se requiere como condición indispensable,
el consentimiento y el acuerdo de voluntades.

Doctrinas del derecho natural

El fundamento del Derecho Internacional es su calidad de Derecho derivado de la ley natural o de la


ley divina, ya sea esta revelada o descubierta a través de la razón humana. Los llamados Derechos

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Naturales o Principios Fundamentales serán normas positivas cuando así lo reconozcan y acepten los
sujetos del Derecho Internacional.

La Teoría Normativa

Fundamenta la validez de los tratados, en una norma de Derecho Internacional Consuetudinario:


Pacta Sunt Servanda, según la cual los tratados se concluyen para ser cumplidos, la costumbre está
constituida por actos de los estados. La norma básica de Derecho Internacional tiene que ser una
norma que admita a la “costumbre” como un hecho creador de normas. Los distintos acuerdos o
convenciones entre Estados, en los que consiste el Derecho internacional, tienen su propia voluntad
común distinta de la de cada Estado. Los derechos y deberes configurados por las reglas
internacionales son derechos y deberes en el ámbito del Derecho internacional y vinculan solamente
a los Estados. Las normas de los derechos internos son irrelevantes en el orden jurídico internacional.
Para que una norma internacional produzca efectos en el ámbito de un Derecho interno es necesario
un acto formal de transformación por el que la regla internacional pasa a ser parte integrante del
sistema jurídico que la incorpora.

Doctrinas contemporáneas: necesidad de universalidad

El mundo contemporáneo está organizado sobre la base de la coexistencia de Estados y sólo


mediante su acción ocurrirán los cambios. Por esta vía sugiere que el Estado, solo o en coordinación
con los demás, es el que va a conferir la categoría de sujetos.

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CAPITULO 02
LAS FUENTES DEL DERECHO INTERNACIONAL

1.- INTRODUCCIÓN

Uno de los temas que hacen a la ingeniería del derecho internacional es el que se refiere a la
formación de las normas de este ordenamiento.

Algunos autores entienden las fuentes como medios de expresión del derecho y en este género se
comprenden

 Fuentes escritas: la fuente escrita por excelencia en el derecho internacional está constituida
por los tratados.
 Fuentes no escritas: son la costumbre

Otros autores se refieren a las fuentes materiales y formales. Las materiales corresponden a criterios
generales políticos, económicos, sociales, históricos, que se corresponden con elaboraciones
sociológicas. Por otra parte, las fuentes formales consisten en los diversos procedimientos por los
que se crean normas jurídicas internacionales y, dentro de estas vertientes doctrinarias, existen
quienes distinguen la fuente como proceso normativo de creación y otros que la definen como un
proceso para reconocer la norma preexistente.

2.- FUENTES DEL DERECHO INTERNACIONAL

La mayor parte de la doctrina coincide en que las fuentes del derecho internacional están enunciadas
en el artículo 38 del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia, el cual dispone:

1. La Corte, cuya función es decidir conforme al derecho internacional las controversias que
le sean sometidas, deberá aplicar:
a. Las convenciones internacionales, sean generales o particulares, que establecen
reglas expresamente reconocidas por los Estados litigantes;
b. La costumbre internacional como prueba de una práctica generalmente aceptada
como derecho;
c. Los principios generales de derecho reconocidos por las naciones civilizadas;
d. Las decisiones judiciales y las doctrinas de los publicistas de mayor competencia de
las distintas naciones, como medio auxiliar para la determinación de las reglas de
derecho, sin perjuicio de lo dispuesto en el Artículo 59.
2. La presente disposición no restringe la facultad de la Corte para decidir un litigio ex
aequo et bono (según la equidad), si las partes así lo convinieren.

Así surge una nueva clasificación de las fuentes:

 Fuentes Primarias: los tratados internacionales, la costumbre y los principios generales del
derecho
 Fuentes Auxiliares: la jurisprudencia y la doctrina

El estatuto enumera las fuentes clásicas de Derecho Internacional, pero esta enumeración no es
taxativa, ya que no menciona todas las fuentes de Derecho Internacional. Sin embargo, ha sido

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reproducido en muchos tratados, y sus directivas se consideran aplicables a cualquier tribunal que
decida un caso de Derecho Internacional.

El orden dado por el este artículo no indica una jerarquización entre las fuentes. De manera que,
todas las fuentes principales gozan de la misma jerarquía.

A.- COSTUMBRE

La costumbre es una fuente de derecho que le confiere dinamismo y flexibilidad al derecho


internacional.

Es posible observar que las normas de carácter universal contenidas en algunos tratados son
costumbres que han sido cristalizadas mediante la codificación.

La costumbre internacional es la fuente más clásica y antigua. Su origen se remonta al hecho de que
algunos Estados se comportaban de una misma manera ante una relación que a ellos afectaba.

Para verificar de qué manera pasan de simples actos a costumbres internacionales se han señalado
diversos requisitos para que la práctica se convierta en regla general:

 En el espacio debe tener un grado de generalidad y se debe apreciar el número y la


importancia de los Estado que la hubieran aceptado.
 En el tiempo, las acciones deben repetirse y durar cierto lapso
 Debe responder a una necesidad jurídica
 No debe significar un acto de cortesía

La costumbre internacional consiste en la expresión de una práctica seguida por los sujetos
internacionales y generalmente aceptada por éstos como derecho.

La costumbre está conformada por dos elementos: material y psicológico

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Una costumbre internacional puede ser general o particular. Para que sea considerada general deben
haber participado en su formación la mayoría de los Estados que conforman la Comunidad
Internacional. En cambio cuando dos Estados se rigen por una norma consuetudinaria determinada
entre ellos se entiende que se trata de una costumbre internacional particular.

B.- PRINCIPIOS GENERALES DEL DERECHO

La segunda fuente son los principios generales del derecho, los principios fundamentales comunes a
los sistemas jurídicos de los diversos estados. Según el art. 38 del Estatuto de la Corte Internacional
de Justicia deben aplicarse los principios reconocidos por las naciones civilizadas, y al llamarlas de
esa manera se quiere hacer un alcance acerca de la madurez del sistema jurídico y no una valoración
peyorativa.

Entre ellos se pueden mencionar:

 Principio pacta sunt servanda


 Principio de orden público
 Principio del respeto de los derechos adquiridos
 Principio de enriquecimiento sin causa
 Principio de ley posterior deroga ley anterior
 Principio del respeto a la cosa juzgada
 Principio non bis in idem

Todas estas reglas no pertenecen al derecho de un Estado determinado sino que constituyen
principios universalmente reconocidos en toda relación jurídica y por ello son fuentes del derecho
internacional.

Los principios generales del derecho internacional son reglas consuetudinarias que surgen de la
relación de los Estados entre sí.

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Los principios generales del derecho no son fuente del derecho internacional por sí mismos como sí
lo son los principios generales de derecho reconocidos por las naciones civilizadas.

La condición para aplicar los principios generales del derecho es que sean uniformemente aplicados
en la mayoría de los Estados y que sean considerados obligatorios y necesarios, con lo cual adquiere
una consolidación consuetudinaria. De esta manera, los principios generales del derecho no operan
solamente como rueda de auxilio ante la falta de otras fuentes, sino que generan valores y
comportamientos necesarios en el plano internacional.

Como principios generales del derecho internacional se puede mencionar:

 Principio de respeto mutuo entre Estado


 Principio de identidad
 Principio de libertad de mares

C.- JURISPRUDENCIA INTERNACIONAL

En la doctrina tradicional del derecho internacional y en al art. 39 del Estatuto de la CIJ, las fuentes
son los tratados, la costumbre y los principios generales del derecho. La doctrina de los publicistas y
la jurisprudencia son medios auxiliares para la determinación de las reglas de derecho, sirven para
comprender las normas aportadas por las fuentes principales.

La jurisprudencia no es fuente de derecho internacional pero puede constituir un elemento material


de formación de una norma consuetudinaria. Como medio auxiliar significa que en caso de
dificultada para hallar tratados, costumbres o principios generales del derecho, la jurisprudencia y la
doctrina serán los instrumentos idóneos para determinar las fuentes.

La jurisprudencia tiene valor como medio auxiliar para la determinación de las reglas de derecho
obligatoria para las partes del litigio y en el caso particular.

D.- DOCTRINA DE LOS PUBLICISTAS

El art. 38 del Estatuto de la CIJ se ha referido a las doctrinas de los publicistas de mayor competencia
de las distintas naciones. De esta manera, no solamente se trata de doctrinas, sino también de
articularlas en los distintos escenarios y geografías mundiales porque de esta manera se va
estableciendo un consenso racional y general.

Es un medio auxiliar para determinar las reglas del derecho, no es una fuente de derecho.

E.- EQUIDAD (EX AEQUO ET BONO)

En los términos de la CIJ, la equidad, en cuanto a noción jurídica, procede directamente de la idea de
justicia. El tribunal, cuya tarea consiste por definición en administrar justicia, no podría dejar de
aplicarla.

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Es importante distinguir entre aplicación de principios equitativos y el hecho de pronunciar una
decisión ex aequo et bono, que el tribunal puede hacer únicamente si las partes así lo convienen (art.
38 párr. 2 del Estatuto CIJ).

En estos casos el tribunal debe aplicar principios equitativos como parte integrante del derecho
internacional y valorar cuidadosamente las diversas consideraciones que estime pertinentes para
que pueda llegar a un resultado equitativo, y ello en tanto las partes de la controversia así lo soliciten
conjuntamente.

En los hechos, la Corte aplica la equidad con frecuencia como principio general aunque no lo
convengan las partes.

Como concepto se pueden distinguir 3 clases de equidad.

Uno de los ámbitos en que más se recurre a la equidad es en el campo de la delimitación marítima,
ya que el recurrir a la equidad está expresamente señalado en el Tratado de la ONU sobre el tema.

F.- ACTOS UNILATERALES DE LOS ESTADOS

El art. 38 del Estatuto de la CIJ no hace referencia alguna a esta clase de actos.

Estos actos son manifestaciones de voluntad que realiza un Estado, tendientes a producir ciertos
efectos jurídicos sin necesidad de la aceptación, réplica o reacción por otro Estado (Ej.: adherirse a un
tratado, denunciarlo, etc.). La intención del Estado que realiza estás manifestaciones debe ser
inequívoca.

Representan una cuña entre las costumbres y los tratados y producen una tensión en todo el
conjunto. Los diversos actos y reacciones, positivas o de abstención, producirán efectos en la vida
misma de los tratados o de la costumbre.

En muchos casos estos actos unilaterales generan nuevas costumbres que se superponen a las
anteriores, o bien a los tratados vigentes, y por la fuerza derogatoria recíproca generan una nueva de
derecho, en este caso, de carácter consuetudinario.

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Por lo general estos actos se presentan en especial en lo que se refiere al territorio del Estado, la
delimitación de áreas bajo su jurisdicción e incluso la declaración misma de la independencia y
autodeterminación.

Hay ciertos actos dependientes, se realizan en virtud de otro instrumento del derecho internacional,
por lo cual no existen en forma autónoma. Así, por ejemplo, la ratificación de un tratado es un acto
unilateral condicionado por la existencia de un tratado, es un mecanismo para poner en ejecución lo
establecido en un tratado.

Otros actos son autónomos, valen por si mismos. El más usado es el reconocimiento, que es el acto o
conjunto de actos por los cuales un Estado comprueba y acepta un hecho, una situación, un acto o
una pretensión.

El reconocimiento puede constituir prueba del hecho o situación, pudiendo llegar a impedir que el
Estado que lo otorga objete después la existencia o validez de la situación reconocida. El
reconocimiento tiene aplicación amplia: se puede reconocer un Estado, un gobierno, la validez de un
tratado, etc. El reconocimiento puede ser expreso o tácito. Es tácito cuando se deduce de cierto
hecho o práctica.

Otro acto unilateral es la protesta, acto expreso por medio del cual un Estado declara su intención de
no reconocer una situación. Es lo contrapuesto al reconocimiento. Tiene consecuencias jurídicas
respecto del que se opone. La ausencia de protesta da lugar al reconocimiento tácito o aquiescencia.

También es un acto unilateral la renuncia, la manifestación de voluntad de abandonar un derecho o


facultad, provocando la extinción del derecho o pretensión que es objeto de ella. La renuncia debe
ser expresa. Se puede renunciar a una porción del territorio, a la inmunidad de los agentes
diplomáticos, etc. La renuncia nunca se presume.

Otro ejemplo es la promesa, una declaración de voluntad con la clara intención de obligarse a
adoptar cierto comportamiento respecto de otros Estados.

Los actos unilaterales eventualmente pueden dar origen al nacimiento de derechos a favor de
terceros, pero de la misma manera, a veces no son oponibles a terceros.

G.- ACTOS DE LOS ORGANISMOS INTERNACIONALES.

Es la segunda fuente no enumerada en el art. 38, hay que distinguir:

 Actos de carácter obligatorio o Decisiones.


 Actos no obligatorios o Recomendaciones.

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CAPITULO 03
EL DERECHO INTERNACIONAL DE LOS TRATADOS

1.- INTRODUCCIÓN

Hoy en día, el tratado como fuente de derecho internacional, formador de este ordenamiento y
como expresión de derechos y obligaciones, es la clave de las relaciones internacionales
contemporáneas, habiendo dotado al derecho internacional de una característica novedosa: la
seguridad jurídica, sobre todo a partir de los procesos de codificación y desarrollo progresivo que han
tenido lugar bajo el auspicio de la Carta de las Naciones Unidas.

2.- TRATADOS INTERNACIONALES. DEFINICIONES

A.- DEFINICIONES AMPLIAS

Hay diversas definiciones de carácter amplio. Rousseau define el tratado como un acuerdo entre
sujetos de derecho de gentes destinado a producir determinados efectos jurídicos y, en sentido
amplio, incluye todo acuerdo concluido entre miembros de la comunidad internacional.

El mismo autor, en la definición de tratado en sentido estricto, se inclina por aquellos criterios que
atienden a su forma y no a su contenido, poniendo el acento en el procedimiento utilizado para
formularlo o concluirlo.

De allí es posible formular una primera clasificación entre tratados en buena y debida forma y
tratados o acuerdos simplificados.

Los tratados de en buena y debida forma son aquellos que en su procedimiento completan todas las
fases de negociación, firma y ratificación, generalmente con aprobación previa por parte del Poder
Legislativo.

Los acuerdos o tratados simplificados tienen la característica de ser directamente concluidos por el
presidente o bien por los ministros de relaciones exteriores. La crítica que reciben esta clase de
tratados es que gran parte de las relaciones internacionales quedan centralizadas en el Poder
Ejecutivo, sin intervención del Legislativo. También se pueden incluir dentro de los acuerdos
simplificados, pero sin efectos jurídicos obligatorios, los compromisos de honor.

Otros autores señalan que cuando dos o más Estados se ponen de acuerdo sobre un objeto
determinado y desean darle valor jurídicamente vinculatorio a dicho acuerdo, celebran un tratado y,
entre las pautas a tener en cuenta para la definición establecen que debe existir una manifestación
de voluntad común de dos sujetos de derecho internacional o más con capacidad suficiente,
tendiente a establecer una regla de derecho en el orden jurídico internacional, regida directamente
por el derecho de gentes.

En sí, en sentido amplio se puede definir a un tratado como una manifestación de voluntad entre
sujetos de derecho internacional destinada a crear, modificar o extinguir relaciones jurídicas
internacionales según las reglas del derecho internacional.

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B.- DEFINICIÓN RESTRINGIDA

La Convención de Viena sobre Derechos de los Tratados de 1969 contiene en su artículo 2° una serie
de definiciones de los principales términos empleados en ella.

“Para los efectos de la presente Convención se entiende por "tratado" un acuerdo internacional
celebrado por escrito entre Estados y regido por el derecho internacional, ya conste en un
instrumento único o en dos o más instrumentos conexos y cualquiera que sea su denominación
particular”.

Así surge que la Convención ha establecido una definición restringida, esto es, limitada a los tratados
celebrados entre Estados.

3.- TERMINOLOGÍA

Cualquiera sea la denominación que se emplee no altera de manera alguna el concepto ni el alcance
de las normas de la Convención de Viena. Establece el sentido y el alcance que a sus efectos tendrán
los siguientes términos: tratado, notificación, aceptación, aprobación, adhesión, plenos poderes,
reserva, estados negociados, Estado contratante, parte, tercer Estado, organización internacional
(art. 2), y aclara la disposición que los términos expuestos tendrán sin perjuicio del empleo o del
sentido que se les pueda dar en el derecho interno de cualquier Estado.

En cuanto a los sujetos, quedan solo comprendidos en el ámbito de aplicación de la Convención


aquellos acuerdos que hayan sido celebrados por Estados, excluyendo de tal modo cualquier
convención o pacto cuya creación corresponda a otros sujetos de derecho internacional.

En consecuencia, la Convención solo regirá para los acuerdos en los cuales todas las partes sean
Estados (sujeto y agente primordial en la generación de normas internacionales). En cuanto a su
forma, la Convención solo reconoce dentro de su ámbito de aplicación aquellos acuerdos que tengan
forma escrita.

La definición restringida de la Convención tiene por único y exclusivo objeto la demarcación de su


propio ámbito de aplicación. Por ello quedan expresamente excluidos del ámbito de la convención:

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 Los acuerdos internacionales celebrados entre Estados y otros sujetos de derecho
internacional
 Los acuerdos internacionales celebrados entre sujetos de derecho internacional que no sean
Estados
 Los acuerdos internacionales, aun si fueran celebrados entre Estados, que no tengan forma
escrita
 Cualquier acuerdo internacional celebrado entre Estados y por escrito que no se encuentre
regido por el derecho internacional

Sin perjuicio de ello, la Convención aclara de modo expreso:

Art. 3.- Acuerdos internacionales no comprendidos en el ámbito de la presente Convención. El hecho


de que la presente Convención no se aplique ni a los acuerdos internacionales celebrados entre
Estados y otros sujetos de derecho internacional o entre esos otros sujetos de derecho internacional,
ni a los acuerdos internacionales no celebrados por escrito, no afectara:
a. Al valor jurídico de tales acuerdos;
b. A la aplicación a los mismos de cualquiera de las normas enunciadas en la presente
convención a que estuvieren sometidos en virtud del derecho internacional
independientemente de esta convención;
c. A la aplicación de la convención a las relaciones de los estados entre si en virtud de acuerdos
internacionales en los que fueren asimismo partes otros sujetos de derecho internacional.

Art.5.- Tratados constitutivos de organizaciones internacionales y tratados adoptados en el ámbito de


una organización internacional. La presente Convención se aplicara a todo tratado que sea un
instrumento constitutivo de una organización interna nacional y a todo tratado adoptado en el
ámbito de una organización internacional, sin perjuicio de cualquier norma pertinente de la
organización.

4.- CLASIFICACIONES GENERALES DE LOS TRATADOS

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5.- ÁMBITO DE APLICACIÓN DE LOS TRATADOS

6.- ESTRUCTURA Y ELEMENTOS COMUNES DE LOS TRATADOS


INTERNACIONALES

Hay dos criterios en los tratados internacionales: uno es el de la ingeniería general y el otro es el
carácter arquitectónico.

La ingeniería general trata los elementos comunes y especiales dentro de los que se puede
denominar la ingeniería de detalle.

Por otra parte se halla el criterio arquitectónico que relaciona esa suma de elementos y se expresan
en la estructura y la forma.

Por lo tanto hay requisitos necesarios, ciertos elementos que articulan las premisas generales.

 Necesidad de un documento escrito: Es un elemento de carácter formal que se relaciona con


la seguridad jurídica. Sin embargo la doctrina tradicional considera que pueden existir
acuerdos no escritos.
 Necesidad de producir efectos jurídicos: esta es la distinción entre los acuerdos
programáticos y los de carácter operativo. Los acuerdos programáticos no crean reglas de
derecho, sino que establecen criterios generalmente de carácter político, desprovistos de
obligaciones jurídicas.

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 Necesidad de estar regido por el derecho internacional: se trata de una conditio sine qua
non. Se refiere al Estado que actúa como tal en el ejercicio de sus atribuciones como persona
de derecho público en el ámbito nacional o internacional.

7.- LA CONVENCIÓN DE VIENA DE 1969 SOBRE EL DERECHO DE LOS


TRATADOS

La Convención, llamada “el tratado delos tratados”, permite hablar del derecho de los tratados. Se ha
producido una sistematización que produce el efecto referido en cuanto al orden jurídico de los
tratados.

Su punto más saliente es que se han contemplado todos los ordenamientos jurídicos mundiales y se
han comprendido las reglas de derecho interno y las reglas de derecho internacional, haciendo de
ellas un todo coherente.

En la Convención se define como una norma aceptada y reconocida por la comunidad internacional
de Estados en su conjunto, no admite acuerdo en contrario y que sólo puede ser modificada por una
norma ulterior de derecho internacional general que tenga el mismo carácter (art. 53).

El principio general es que los Estados, como sujetos y agentes generadores de normas jurídicas, son
los que llevan adelante el proceso normativo. Las normas de la Convención se aplican para llenar los
silencios normativos en determinadas cuestiones y de esa manera llenar los vacíos que pudieran
presentarse en los diferentes acuerdos.

En aquellos puntos no convenidos por los Estados, siempre queda la válvula de escape de aplicar la
Convención y de allí deriva su carácter supletorio. Desde ya que esa posibilidad existe en la medida
en que no se trate de normas obligatorias o de ius cogens de las que el Estado no puede apartarse.

Es el artículo 53 de la Convención de Viena sobre Derecho de los Tratados, el que define el Ius
Cogens como el conjunto de normas imperativas de derecho internacional general, establecidas por
la comunidad internacional de Estados en su conjunto. Las normas de ius cogens no pueden ser
derogadas, salvo por otra norma del mismo rango. Cualquier tratado internacional contrario a una
norma de ius cogens es nulo.

Aunque no existe ningún catálogo oficial de normas imperativas, se considera que lo son, entre otras,
la prohibición del uso de la fuerza, la prohibición del genocidio, la prohibición del racismo y el
apartheid, el derecho de autodeterminación de los pueblos, la prohibición de la tortura, así como las
normas fundamentales del Derecho humanitario.

Las normas de ius cogens generan obligaciones frente a todos los sujetos de la comunidad
internacional, por lo que el alcance de la responsabilidad derivada de la violación de una norma
imperativa es más amplio que la que surge de un ilícito común.

En síntesis, el Estado como sujeto creador de normas jurídicas internacionales no tendrá restringida
su voluntad en materia de tratados, sin perjuicio de lo cual, si pretendiere justificar el cese o la
invalidez de alguna obligación derivada de un tratado en el que es parte, deberá adecuar su
invocación a los términos de la Convención.

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8.- CELEBRACIÓN DE LOS TRATADOS INTERNACIONALES

El término celebración referido al tratado internacional remite a las diversas etapas que conducen a
su formación y que anteceden necesariamente su eventual entrada en vigor.

A.- ETAPAS DE LA CELEBRACIÓN DE LOS TRATADOS INTERNACIONALES

Primera Etapa: negociación

Esta primera etapa no se encuentra expresamente regulada en la Convención. Ello obedece a que el
comienzo del proceso es absolutamente informal y no habría, en principio, cuestión alguna que
prever al respecto.

Esta primera etapa puede iniciarse de modo intencional o de modo espontáneo a partir de
conversaciones entre funcionarios.

Al iniciar la negociación de un tratado hay que identificar a los plenipotenciarios que tomarán parte
de la negociación, constituyendo la etapa de los plenos poderes. Estos plenos poderes se representan
por documentos emanados del estado, o por el cargo del negociador como canciller o presidente
donde se presume la facultad para negociar el tratado, pero no para ratificarlo. Aprobados los
poderes empieza la negociación del texto. Cuando se logra un acuerdo se elabora un texto.

Se trata de todo tipo de tratativas, iniciadas y eventualmente desarrolladas en cualquier ámbito, sea
que se haya convocado a los Estados a ese efecto o bien que espontáneamente éstas comiencen a
partir de un interés común que regular.

Si la negociación resulta fructífera, se procederá a redactar por escrito el contenido de dichas


tratativas, con formato y estructura normativa y, en tal supuesto, hacia el final de esta etapa, existiría
un texto, como conclusión de lo negociado.

Segunda Etapa: adopción del texto

La Convención regula esta etapa del procedimiento en su art. 9: “Adopción del texto.

1. La adopción del texto de un tratado se efectuara por consentimiento de todos los Estados
participantes en su elaboración, salvo lo dispuesto en el párrafo 2.
2. La adopción del texto de un tratado en una conferencia internacional se efectuara por
mayoría de dos tercios de los Estados presentes y votantes, a menos que esos Estados
decidan por igual mayoría aplicar una regla diferente.”

En la negociación, si ésta fue positiva, como resultado se habrá logrado un texto, esto es, la
redacción de enunciados con técnica normativa, en los cuales se ha desarrollado el contenido base
del acuerdo obtenido en esa etapa informal y preliminar.

Sin embargo, esos enunciados con formato de norma jurídica no constituyen todavía un tratado en
términos jurídicos, sino meramente un sistema lógico de proposiciones normativas, sin efecto
jurídico alguno.

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Un estado que adopta un texto no está obligado por él mismo, pero tiene obligaciones como no
celebrar actos que priven al tratado de su efectividad.

Atenta la supletoriedad del régimen establecido en la Convención, la forma en que el texto será
adoptado se regirá por la voluntad de los Estados intervinientes.

Sin embargo, la Convención establece como principio general que la adopción tendrá lugar mediante
el consentimiento unánime de todos aquellos Estados que hubieran participado en su elaboración.

Asimismo la Convención prevé que en el ámbito de las conferencias internacionales, dicha adopción
tendrá lugar mediante la conformidad de las 2/3 partes de los Estados que se encuentren presentes
en el momento de la votación y que por demás tengan derecho a votar en él.

El concepto de Estado votante dependerá en general de las pautas que resulten del reglamento de
cada conferencia internacional al respecto.

La adopción del texto importa el reconocimiento expreso de los Estados hasta ahora intervinientes,
de que dichos enunciados se corresponden con el contenido de lo negociado en la etapa preliminar,
sin perjuicio de que no se determina la existencia de obligación alguna de estos Estados, atento que
la celebración del tratado requiere el desarrollo de etapas todavía pendientes de cumplimiento.

Tercera Etapa: autenticación del texto

La adopción del texto tiene lugar en el momento en que los Estados negociadores consienten en que
ese texto coincide con el contenido de la negociación previa efectuada.

Es necesario que los Estados establezcan algún procedimiento posterior a fin de certificar de algún
modo sobre un texto escrito, que es coincidente e idéntico con aquel que fue adoptado en la etapa
previa.

Por ello la Convención dispone en su art. 10 que dicha etapa conducirá a que el texto –
anteriormente adoptado – quede establecido como auténtico y definitivo.

Art. 10.- Autenticación del texto. El texto de un tratado quedara establecido como auténtico y
definitivo:
a. Mediante el procedimiento que se prescriba en él o que convengan los Estados que hayan
participado en su elaboración; o
b. A falta de tal procedimiento, mediante la firma, la firma "ad referéndum" o la rúbrica puesta
por los representantes de esos Estados en el texto del tratado o en el acta final de la
conferencia en la que figure el texto.

A partir de la autenticación del texto comenzarán automáticamente a operar las cláusulas del tratado
que expresan la voluntad de los Estados intervinientes en cuanto al modo en que esos Estados, y tal
vez otros que no participaron de la celebración, podrán obligarse, y aquellas que disponen qué
condiciones habrán de cumplirse a fin de que el tratado entre en vigor en el futuro.

Los Estados, en las habituales cláusulas finales del tratado, suelen disponer la sujeción de la entrada
en vigor a diferentes tipos de condiciones, de distinto tenor como por ejemplo que ocurra en una
fecha determinada o una vez que manifiesten su consentimiento a obligarse por el tratado una
determinada cantidad de Estados participantes, o una combinación de ambas.

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En cuanto a la forma o el procedimiento a seguir a los fines de la autenticación, se están nuevamente
ante una disposición supletoria, esto es, que regirá en caso de no haber una decisión distinta de los
Estados al respecto. En consecuencia, a falta de determinación de algún procedimiento se dispone el
inc. b del art. 10

La firma ad referéndum es aquella puesta por el representante pero que no tendrá efecto alguno en
caso de no ser confirmada por la autoridad competente del Estado.

La rúbrica es por lo general las iniciales del representante.

Todas las formas de autenticación del art. 10 son meramente ejemplificativas y que por costumbre se
han aplicado tradicionalmente. Por lo tanto los Estados podrán adoptar otros métodos alternativos.

Cuarta Etapa: manifestación del consentimiento en los tratados. Formas

Las formas de manifestación del consentimiento de un Estado en obligarse por un tratado son las
siguientes: firma, canje de instrumentos que constituyan un tratado, ratificación, aceptación,
aprobación, adhesión o cualquier otra forma que se hubiere convenido.

En general se entiende por ratificación, aceptación, aprobación y adhesión, según el caso, el acto
internacional así denominado por el cual un Estado hace constar en el ámbito internacional su
consentimiento en obligarse por un tratado.

La Convención, pese a su carácter supletorio, dispone una serie de formas posibles, habituales en la
práctica del derecho internacional.

 Adopción del texto. Se efectuará por consentimiento de todos los Estados participantes en su
elaboración, salvo que ésta se efectúe en una conferencia internacional, donde se requiere
una mayoría de 2/3 de los Estados presentes y votantes.
 Autenticación del texto. Es el procedimiento por el cual el texto de un tratado queda
establecido como auténtico y definitivo. Las bases de ese procedimiento están prescriptas en
el tratado o bien pueden ser convenidas por los Estados participantes en su elaboración. En
caso de no existir tales reglas de procedimiento, la adopción del texto se efectivizará
mediante la firma, la firma ad referéndum o la rúbrica puesta por los representantes de esos
Estados en el texto del tratado o en el acta final de la conferencia en la que figure el texto
 El consentimiento de un Estado en obligarse por un tratado se manifestará mediante la firma
de su representante cuando el tratado disponga que la firma tendrá ese efecto o conste de
otro modo que los Estados negociadores han convenido que la firma tenga ese efecto.
También cuando la intención del Estado de dar ese efecto a la firma se desprenda de los
plenos poderes de su representante o se haya manifestado durante la negociación.
 Firma ad referéndum. Es el acto por el que un representante del Estado suscribe el tratado
sujeto a la aprobación de su Estado. Equivaldrá a la firma definitiva del tratado si su Estado la
confirma.
 Canje de notas reversales o de instrumentos que constituyen un tratado. Dicha modalidad es
de aplicación habitual y tradicional en el marco de tratados bilaterales y se desarrolla
mediante la propuesta y aceptación en un texto sobre el cual se asientan las firmas de los
representantes de los Estados. El consentimiento de los Estados en obligarse por un tratado
constituido por instrumentos canjeados entre ellos se manifestará mediante este canje

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 18


cuando los instrumentos dispongan que su canje tendrá ese efecto o conste de otro modo
que esos Estados han convenido que el canje de los instrumentos tenga ese efecto.
 Ratificación internacional. Es el acto jurídico internacional por el cual el Estado, por medio de
sus representantes, manifiesta su consentimiento de obligarse por el tratado. En la
Convención se define con los mismos términos la aceptación o la aprobación, aunque se
trataría de formas abreviadas del mismo acto.

En la actualidad, el gobierno, en las democracias, cuenta con un representante dotado de plenos


poderes para negociar, autenticar y en algunos casos firmar el tratado.

En los tratados en buena y debida forma, esos actos quedan reservados al PE y luego el PL debe
completar lo que en la Argentina se denomina “el acto complejo federal”, por el cual se integra
totalmente la voluntad política del Estado para obligarse por el tratado. En ese caso, su función es
aprobar o desechar el tratado, sin poder proponer otras cuestiones más que la aprobación o no de
aquel (art. 75 inc. 22 CN). Pero allí no termina la cuestión, pues es el PE, luego de las etapas
descriptas el que debe ratificar internacionalmente, esto es, debe manifestar, en ese caso
externamente, la voluntad del Estado en obligarse por el tratado (art. 99 inc. 11 CN).

Hay que diferenciar la ratificación internacional de la aprobación legislativa. Generalmente dentro de


los procedimientos constitucionales, la aprobación es un acto jurídico de carácter interno, en lo
interno, netamente diferenciado de la ratificación, que es un acto jurídico internacional, para afuera.

Recapitulando, de acuerdo con la estructura constitucional del Estado de que se trate, previo a la
ratificación, procede el acto de aprobación constitucional que debe distinguirse de la ratificación
internacional. La aprobación constitucional es el acto de derecho público interno por el que se
aprueba el tratado internacional en al ámbito interno en caso de así establecerlo la Constitución del
país de que se trate. Luego de ese proceso de orden constitucional interno continúa la ratificación
internacional dentro de los llamados tratados en buena y debida forma por medio de un acto jurídico
internacional que se origina dentro del ámbito del Poder Ejecutivo (acto complejo federal).

Una vez cumplida la etapa de aprobación legislativa y la debida ratificación por el PE, la norma se
encuentra incorporada al ordenamiento interno, independientemente de su aplicabilidad, debido a
que debe tenerse en cuenta si ha entrado en vigor (si se ha verificado el número de ratificaciones
para que el tratado entre en vigor).

La Convención (art. 14) establece expresamente los alcances de la ratificación y, por tanto se
considera que el consentimiento de un Estado en obligarse por un tratado se manifestará mediante
la ratificación:

a. Cuando cl tratado disponga que tal consentimiento debe manifestarse mediante la


ratificación
b. Cuando conste de otro modo que los estados negociadores han convenido que se exija la
ratificación
c. Cuando el representante del estado haya firmado el tratado a reserva de ratificación, o
d. Cuando la intención del estado de firmar el tratado a reserva de ratificación se desprenda de
los plenos poderes de su representante o se haya manifestado durante la negociación.

Una vez que se ha manifestado el consentimiento por cualquiera de los medios expuestos se produce
la entrada en vigor, en caso de así corresponder conforme lo previsto por el propio tratado. La norma
general consiste en que los tratados tendrán vigor inmediatamente después de haberse hecho

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 19


constar los consentimientos pertinentes a menos que el tratado disponga otra cosa al respecto. El
principio es que los tratados entran en vigor de la manera y en la fecha que en ellos se disponga o
que acuerden los Estados negociadores. Si no hay disposición o acuerdo, el tratado entrará en vigor
tan pronto como haya constancia del consentimiento de todos los Estados negociadores en obligarse
por el tratado.

Dentro de la cuarta etapa hay distintas acciones que se ejecutan dentro del tratado a fin de
manifestar el consentimiento en obligarse por éste.

De acuerdo con lo previsto en la Convención, la manifestación del consentimiento en obligarse por


un tratado es un acto jurídico internacional, efectuado por un Estado contratante - o por otro que,
sin serlo, tenga derecho a ser parte -, cuyo objeto es expresar la intención y la voluntad del Estado de
obligarse por un tratado.

La realización de dicho acto, salvo que se trate de un tratado en forma simplificada o en los
supuestos de canje, tendrá lugar necesariamente a partir de que el texto del tratado se encuentre
debidamente autenticado.

El depósito consiste en las acciones que se ejecutan en el caso de los tratados multilaterales en el
que uno de los Estados parte o una entidad recibe los instrumentos de ratificación y/o adhesión
según corresponda (art. 16).

En general el depositario del tratado es quien contabiliza los Estados que lo van ratificando para la
entrada en vigor, en caso de que se requiera un número determinado de Estados.

Pueden ser depositarios un Estado, una persona o una organización internacional que expresamente
se designe en el tratado.

Las funciones del depositario comprenden, en particular las siguientes:

a. Custodiar el texto original del tratado y los plenos poderes que se le hayan remitido
b. Extender copias certificadas conformes del texto original y preparar todos los demás textos
del tratado en otros idiomas que puedan requerirse en virtud del tratado y transmitirlos a las
partes en el tratado y a los estados facultados para llegar a serlo
c. Recibir las firmas del tratado v recibir y custodiar los instrumentos, notificaciones y
comunicaciones relativos a éste
d. Examinar si una firma, un instrumento o una notificación o comunicación relativos al tratado
están en debida forma y, de ser necesario, señalar el caso a la atención del estado de que se
trate
e. Informar a las partes en el tratado y a los estados facultados para llegar a serlo de los actos,
notificaciones y comunicaciones relativos al tratado
f. Informar a los estados facultados para llegar a ser partes en el tratado de la fecha en que se
ha recibido o depositado el número de firmas o de instrumentos de ratificación, aceptación
aprobación o adhesión necesario para la entrada en rigor del tratado
g. Registrar el tratado en la secretaría de las naciones unidas

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 20


B.- REPRESENTACIÓN DE LOS ESTADOS. PERSONAS

La Convención define las personas, a quienes se les reconocerá la representación del Estado, sea en
cualquiera de las etapas de celebración reguladas por la Convención o bien para obligar al Estado en
la oportunidad de manifestar el consentimiento a tal fin.

Durante toda la vida del tratado, los plenos poderes tienen un rol superlativo, pues durante la
negociación, para la adopción y la autenticación se requieren plenos poderes.

Plenos Poderes

Los plenos poderes consisten en documentos que emanan de la autoridad competente de un Estado
y por el que se designa a una o varias personas para representar al Estado en la negociación, la
adopción o la autentificación del texto de un tratado, para expresar el consentimiento del Estado en
obligarse por un tratado o para ejecutar cualquier otro acto con respecto de a un tratado. (art. 2 inc.
c).

Se trata de la representación que invisten aquellos que se hallan en las condiciones de negociar
tratados internacionales.

En la Convención se establecen las condiciones bajo las cuales se considera en derecho internacional
que una persona representa a su Estado para la ejecución de actos relativos a la celebración de un
tratado.

Art 7.- Plenos poderes.

1. Para la adopción la autenticación del texto de un tratado, para manifestar el consentimiento del
Estado en obligarse por un tratado, se considerará que una persona representa a un Estado:
a. Si se presentan los adecuados plenos poderes, o
b. Si se deduce de la práctica seguida por los estados interesados. O de otras circunstancias,
que la intención de esos estados ha sido considerar a esa persona representante del
estado para esos efectos y prescindir de la presentación de plenos poderes.
2. En virtud de sus funciones, y sin tener que presentar plenos poderes, se considerará que
representan a su Estado:
a. Los Jefes de Estado, Jefes de Gobierno y Ministros de relaciones exteriores, para la
ejecución de todos los actos relativos a la celebración de un tratado;
b. Los Jefes de misión diplomáticas, para la adopción del texto de un tratado entre el
Estado acreditante y el Estado ante el cual se encuentran acreditados;
c. Los representantes acreditados por los Estados ante una conferencia internacional o
ante una organización internacional o uno de sus órganos, para la adopción del texto de
un tratado en tal conferencia, organización u órgano.

En todos los caso se puede ejecutar la confirmación ulterior de un acto ejecutado sin autorización. El
principio general es que un acto relativo a la celebración de un tratado ejecutado por una persona
que no pueda considerarse autorizada para representar con tal fin a un Estado no surtirá efectos
jurídicos a menos que sea ulteriormente confirmado por ese Estado (Art. 8).

La acreditación de los plenos poderes se trata de un documento emanado de la autoridad


competente del Estado con el objeto de otorgar un determinado mandato que puede comprender

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 21


sólo algunas de las etapas de celebración o bien todas e inclusive la de realizar el acto jurídico
internacional de obligar al Estado.

Respecto de los plenos poderes, será autoridad competente para su otorgamiento aquella que, de
acuerdo con las normas correspondientes del derecho interno del Estado, tenga a su cargo el manejo
de las relaciones internacionales. En Argentina dicha atribución, definida como manejo de las
relaciones exteriores, le corresponde al Poder Ejecutivo, y ello es así por expresa disposición
constitucional (art. 99 inc. 11 CN).

C.- RESERVAS

La Convención de 1969 establece lo siguiente: se entiende por reserva una declaración unilateral,
cualquiera sea su enunciado o denominación, hecha por un Estado al firmar, ratificar, aceptar o
aprobar un tratado o al adherirse a él, con objeto de excluir o modificar los efectos jurídicos de
ciertas disposiciones del tratado en su aplicación a ese Estado (art. 2, parr. 1 inc. d).

También se puede definir a una reserva como una declaración unilateral de un estado al momento
de firmar, ratificar o aprobar un tratado y cuyo fin es excluir o modificar los efectos jurídicos de
alguna disposición del tratado en la aplicación al estado que hace la reserva. No se modifica el
texto general, sino que individualmente respecto de un sólo Estado. La reserva ha flexibilizado la
ratificación de tratados y ha permitido aumentar el número de países que ratifican los tratados.

Hay que señalar que en un tratado hay partes fundamentales que no pueden reservarse.

Un efecto de la reserva es que el precepto reservado no se puede invocar en contra de terceros.

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 22


En los casos de tratados bilaterales, por ser una relación vis á vis, en principio, no existen
inconvenientes; sí uno de los Estados opone una reserva y el otro Estado parte la acepta, el tema no
es materia de reserva, sino que se trata de un nuevo tratado.

En los tratados multilaterales se han formulado reglas y sistemas para atender los casos de reservas a
los tratados y, especialmente, para asegurar que entren en vigor.

a.-Regla Básica

Estados A, B, C, D y E: Estados ratificantes del Tratado


R: Estado Reservante del Tratado
Si todos los Estados aceptan la reserva, hay un nuevo tratado con el Estado R como estado parte

Estados A, B, C, D y E: Estados ratificantes del Tratado


R: Estado Reservante del Tratado
El Estado R no queda vinculado al Tratado por NO existir aceptación unánime. Queda excluido; el
tratado obliga sólo a los Estados A, B, C, D y E

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b.- Sistema Panamericano

Los sistemas panamericanos, relacionados con las reservas internacionales, confieren mayor
flexibilidad a los efectos de permitir la entrada en vigor del tratado. Hay un sistema panamericano
mínimo y un sistema máximo.

R: Propone una Reserva


Estados A y B: Aceptan la Reserva
Estados C, D y E: Objetan la Reserva
En consecuencia los Estados A, B, C, D y E conservan la relación jurídica.
El Estado Reservante tiene vínculo jurídico en el tratado con la reserva con los Estado A y B; mientras
que no existe vínculo jurídico con los Estados C, D y E porque objetaron la reserva

R: Propone una Reserva


Estados A y B: Aceptan la Reserva
Estados C, D y E: Objetan la Reserva
En consecuencia los Estados A, B, C, D y E conservan la relación jurídica.
El Estado Reservante tiene vínculo jurídico en el tratado Con la reserva con los Estado A y B; mientras
que con los Estados C, D y E existe relación jurídica en el tratado Sin la reserva. Se aplica Todo el
tratado Excepto la parte reservada

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c.- Reservas en casos especiales. Derechos humanos

La sección II de la Convención de Viena sobre Derecho de los Tratados (art. 19 al 23) regula las
reservas en los tratados internacionales.

Existe una obligación general en materia de tratados que es la obligación de no frustrar el objeto y el
fin de un tratado; y la misma puede extenderse a los tratados aun antes de su entrada en vigor.

La Convención se aplica en los casos en que el Estado debe abstenerse de actos en virtud de los
cuales frustren el objeto y el fin de un tratado; si ha firmado el tratado o ha canjeado instrumentos
que constituyen el tratado, a reserva de ratificación, aceptación o aprobación, mientras no haya
manifestado su intención de no llegar a ser parte del tratado, o si ha manifestado su consentimiento
en obligarse por éste, durante el período que preceda a su entada en vigor y siempre que el referido
consentimiento no se retarde indebidamente.

La CIJ ha sostenido que un Estado que ha hecho y mantenido una reserva que ha sido objetada por
una o más de las partes de un tratado pero no por otras, puede ser considerado como parte del
tratado si la reserva es compatible con el objeto y propósito del tratado, caso contrario ese Estado no
puede ser considerado como parte del mismo.

El ejercicio de la compatibilidad de la reserva con el tratado obliga a adecuarla al objeto y finalidad


del mismo.

Debe tenerse en cuenta que los tratados que regulan derechos humanos tienen características
especiales destinadas a protegerlos. Esto es, el análisis de compatibilidad de la reserva con el objeto
y fin del tratado, por tanto, debe ser estricto.

d.- Oportunidad para la formulación de reservas

La reserva se trata de una manifestación hecha por la sola voluntad expresa de cada uno de los
Estados contratantes, que no requiere, al efecto de su formulación, de consentimiento o
participación alguna de terceros Estados – contratantes o no -.

Para formular una reserva, en principio hay sólo una oportunidad que es en el momento en que el
Estado contratante manifiesta su consentimiento en obligarse por el tratado por cualquiera de las
formas reguladas en la Convención.

Sin perjuicio de ello, si un Estado hubiera formulado una reserva en algún momento anterior – en
particular en oportunidad de firmar un tratado que se encuentre sujeto a ratificación, aprobación o
aceptación ulterior - , el Estado autor de la reserva deberá confirmarla y se interpretará como
efectuada en la fecha de su confirmación (art. 23 inc. 2).

El objeto de la declaración del Estado en ocasión de formular la reserva habrá de consistir en excluir
o modificar determinadas consecuencias jurídicas de ciertas disposiciones y ello, solamente, en
cuanto a la aplicación de aquéllas al Estado reservante.

La Convención establece como principio general que será procedente la formulación de reservas en
todos los tratados y en cualquier supuesto (art. 19). Sin perjuicio de ello, la misma clausula dispone
ciertas excepciones a dicho principio.

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 25


Art. 19.- Formulación de reservas. Un Estado podrá formular una reserva en el momento de firmar,
ratificar, aceptar o aprobar un tratado o de adherirse al mismo, a menos:
a. Que la reserva esté prohibida por el tratado;
b. Que el tratado disponga que únicamente pueden hacerse determinadas reservas, entre las
cuales no figure la reserva de que se trate; o
c. Que, en los casos no previstos en los apartados a) y b), la reserva sea incompatible con el
objeto y el fin del tratado.

El inc. c constituye una clave importante dentro del régimen de reservas a fin de impedir que un
Estado pretenda utilizar la denominación de reserva para una declaración que significaría el
incumplimiento del tratado de forma solapada.

e.- Procedimiento para su formulación y retiro

La Convención dispone el procedimiento y la forma para formular y retirar las reservas (art. 23).

Para formular la reserva se establece dos requisitos

 Que la reserva se formule por escrito


 Que la reserva sea comunicada a los Estados contratantes y a los demás Estados que
estuvieran facultados para llegar a ser partes del tratado

Para retirar la reserva, la Convención establece el carácter escrito como único requisito.

Sin perjuicio de ello, conforme a lo dispuesto por los incs. 1 y 3 del art. 22, dicho retiro podrá tener
lugar en cualquier momento y sólo tendrá efectos respecto de los restantes Estados contratantes, a
partir de que cada uno de ellos haya recibido la notificación correspondiente.

f.- Efectos de las reservas. Principios Generales

Aceptación de las reservas

La aceptación de una reserva por parte de otro Estado contratante o de un Estado con facultad para
llegar a ser parte podrá ser expresa o tácita.

La Convención establece que se entenderá que una reserva ha sido aceptada por otro Estado si éste
no ha formulado objeción alguna dentro de los 12 meses siguientes a la recepción de la notificación
de la reserva o bien, si no lo hubiere hecho al obligarse, si la fecha de esta última manifestación de
consentimiento fuere posterior (art. 20 inc. 5).

Por su parte se regulan aspectos de forma en cuanto a la denominada aceptación expresa,


estableciendo que ésta habrá de formularse por escrito y comunicarse a los Estados contratantes y a
aquellos que se encuentren facultados para llegar a ser parte (art. 23).

Como principio general, teniendo en cuenta que ya existiera al menos un Estado que haya aceptado
la reserva los efectos de la aceptación de la reserva, sea expresa o tácita, consistirán en que:

a. El Estado autor de la reserva y el que la hubiera aceptado serán parte en sus relaciones
bilaterales, si el tratado se encontrara vigente o bien cuando ello ocurriera

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 26


b. La cláusula objeto de reserva regirá entre ambos conforme lo previsto en la declaración que
constituye la reserva
c. Los efectos indicados no alterarán las relaciones bilaterales del Estado aceptante respecto de
los demás Estados contratantes o que se encuentren facultados para llegar a ser parte en el
tratado.

Objeción a las reservas

Los Estados restantes podrán dentro de los 12 meses de haber sido notificados de la reserva o en el
acto de obligarse, según el caso, realizar una objeción a la reserva formulada (art. 20 inc. 4).

Este acto deberá formularse por escrito y corresponde notificar de ésta al Estado autor de la reserva
(art. 22 inc. 2).

Como principio general, teniendo en cuenta que ya hubo al menos una aceptación, los efectos de la
objeción consistirán en que:

a. El estado autor de la reserva y el que la hubiera objetado serán partes en sus relaciones
bilaterales, si el tratado se encontrara vigente o bien cuando ello ocurra
b. La cláusula objeto de reserva no regirá entre ambos, ni con los efectos propios previstos en
el tratado, ni tampoco según lo previsto en la declaración que constituye la reserva
c. Ninguno de dichos efectos afectará las relaciones bilaterales del Estado aceptante respecto
de los demás Estados contratantes o que se encuentren facultados para llegar a ser parte en
el tratado.

Salvo que el tratado contenga alguna norma específica al respecto, las objeciones formuladas a una
reserva podrán ser retiradas en cualquier momento, acto que tendrá efecto a partir de la notificación
al Estado autor de la reserva (art. 22 inc. 3).

Rechazo inequívoco de las reservas

Además de la mera objeción, existe una segunda alternativa consistente en que, al realizar la
objeción, el Estado que la efectúa procede a manifestar expresamente su intención de impedir la
entrada en vigor del tratado respecto del Estado autor de la reserva. Si ello fuera planteado en tales
términos y de modo inequívoco, los efectos de dicho rechazo consistirán:

a. El Estado autor de la reserva y el que la hubiera rechazado inequívocamente serán parte, si el


tratado se encontrara vigente o bien cuando ello ocurriera, pero no existirá relación alguna
entre ellos respecto del tratado
b. Ninguno de dichos efectos afectará las relaciones bilaterales del Estado aceptante respecto
de los demás Estados contratantes o que se encuentren facultados para llegar a ser parte en
el tratado.

En cuanto al procedimiento correspondiente al rechazo inequívoco es el mismo al de la mera


objeción.

 Deberá efectuarse por escrito


 Deberá comunicarse al Estado autor de la reserva y a los restantes Estados contratantes y a
aquellos facultados para llegar a ser parte

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 27


El rechazo inequívoco se podrá retirar en cualquier momento, también por escrito lo cual tendrá
efectos a partir que el Estado autor de la reserva sea notificado.

g.- Reservas en situaciones especiales

h.- Declaraciones Interpretativas

Algunos Estados han utilizado la técnica de las declaraciones interpretativas para precisar el
contenido de aplicación de las normas internacionales en el ámbito nacional o internacional.

Están plenamente diferenciadas de las reservas.

El Estado que hace una declaración interpretativa declara que a su juicio hay que interpretarse de un
modo determinado el tratado o uno de sus artículos.

D.- ENTRADA EN VIGOR DE LOS TRATADOS INTERNACIONALES

El problema básico que plantea la entrada en vigor de los tratados es determinar en qué momento
éstos adquieren fuerza obligatoria.

La Convención regula en su art. 24 la determinación en que los tratados entrarán en vigencia,


estableciendo como principio general que ello ocurrirá dela manera y en la fecha que el propio
tratado disponga o que, de otro modo, hubiere sido acordado por los Estados negociadores. Por
tanto, hay tres momentos en los que se produce la entrada en vigor:

 La firma
 El canje de instrumentos
 El depósito en caso de los tratados multilaterales

Art. 24. Entrada en vigor.


1. Un tratado entrará en vigor de la manera y en la fecha que en el se disponga o que acuerden
los Estados negociadores.
2. A falta de tal disposición o acuerdo, el tratado entrara en vigor tan pronto como haya
constancia del consentimiento de todos los Estados negociadores en obligarse por el tratado.

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 28


3. Cuando cl consentimiento de un Estado en obligarse por un tratado se haga constar en una
fecha posterior a la de la entrada en vigor de dicho tratado, este entrará en vigor con relación
a ese Estado en dicha fecha, a menos que el tratado disponga otra cosa.
4. Las disposiciones de un tratado que regulen la autenticidad de su texto, la constancia del
consentimiento de los Estados en obligarse por el tratado, la manera o la fecha de su entrada
en vigor, las reserva, las funciones del depositario y otras cuestiones que se susciten
necesariamente antes de la entrada en vigor del tratado se aplicarán desde el momento de la
adopción de su texto.

El principio general expuesto en el art 24 requiere de la expresión de voluntad de los Estados en el


texto del tratado.

En el supuesto de que nada hubiera dispuesto el tratado respecto de la fecha y la manera de entrada
en vigor se requerirá la unanimidad de los Estados negociadores en la manifestación del
consentimiento en obligarse por el tratado.

Así, ante el silencio de los Estados negociadores en el texto del tratado será interpretado como
requerimiento de la unanimidad en la obligación. Así, a partir de que todos los negociadores se
obliguen, automáticamente, el tratado adquirirá vigencia para todos.

E.- OBSERVANCIA DE LOS TRATADOS. PACTA SUNT SERVANDA

El verdadero eje del cumplimiento de los tratados es la efectividad del principio pacta sunt servanda,
que es el pilar sobre el que se asienta la aplicación de los tratados internacionales. Es un principio
que afirma un elemento básico del derecho que es la seguridad jurídica.

Art. 26.- Pacta sunt servanda. Todo tratado en vigor obliga a las partes y debe ser cumplido por ellas
de buena fe.

La cuestión es en qué circunstancias este principio se puede dejar de cumplir este principio clave, y
se encuentra regulada en la sección 3 de la Convención de Viena, en especial lo que respecta al
cambio fundamental en las circunstancias (art. 62).

El cambio fundamental de las circunstancias es similar a lo planteado por la Teoría de la Imprevisión:


no cabe compeler al cumplimiento de la obligación concertada en época normal si, a la fecha de su
ejecución, circunstancias extraordinarias imprevisibles hacen que la prestación resulte
excesivamente ruinosa o gravosa para el obligado o para el acreedor.

En materia de tratados un cambio fundamental en las circunstancias, ocurrido con respecto a las
existentes en el momento de la celebración de un tratado y que no fue previsto por las partes, no
podrá alegarse como causa para dar por terminado el tratado o retirar de él, a menos que:

 La existencia de esas circunstancias constituyan una base esencial del consentimiento de las
partes en obligarse por el tratado y,
 Ese cambio tenga por efecto modificar radicalmente el alance de las obligaciones que todavía
deban cumplirse en virtud del tratado

No podrá alegarse si el tratado establece una frontera o bien si el cambio fundamental resulta de
una violación por parte de quien lo alega de una obligación nacida del tratado o de toda otra
obligación internacional con respecto a cualquier otra parte en el tratado.
Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 29
F.- PRINCIPIO DE BUENA FE EN LOS TRATADOS. INTERPRETACIÓN

En el derecho internacional clásico (Art. 38 del Estatuto de la CIJ) se ha sintetizado las reglas de la
interpretación en seis principios:

 De la interpretación por texto


 Del sentido natural y ordinario
 De la integración
 Del efecto útil
 Del recurso a la práctica subsiguiente
 De contemporaneidad

Estos principios internacionales no excluyen los principios de interpretación internos y constituyen


un punto de partida.

Asimismo, el artículo 31 de la Convención establece una Regla General de Interpretación

1. Un tratado deberá interpretarse de buena fe conforme al sentido corriente que haya de atribuirse a
los términos del tratado en el contexto de estos y teniendo en cuenta su objeto y fin.
2. Para los efectos de la interpretación de un tratado. el contexto comprenderá, además del texto,
incluidos su preámbulo y anexos:
a. Todo acuerdo que se refiera al tratado y haya sido concertado entre todas las partes con
motivo de la celebración del tratado

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 30


b. Todo instrumento formulado por una o más partes con motivo de la celebración del
tratado y aceptado por las demás como instrumento referente al tratado
3. Juntamente con el contexto, habrá de tenerse en cuenta:
a. Todo acuerdo ulterior entre las partes acerca de la interpretación del tratado o de la
aplicación de sus disposiciones:
b. Toda práctica ulteriormente seguida en la aplicación del tratado por la cual conste el
acuerdo de las partes acerca de la interpretación del tratado:
c. Toda forma pertinente de derecho internacional aplicable en las relaciones entre las
partes.
4. Se dará a un término un sentido especial si consta que tal fue la intención de las partes.

En el proceso interpretativo, debe tenerse en cuenta el texto de los tratados. Por tal motivo, debe
entenderse que el texto es la manifestación auténtica de la intención de las partes y el punto de
partida de la interpretación consiste en dilucidar su sentido. Debe interpretarse del contexto del
tratado y teniendo en cuenta su objeto y fin. Sin perjuicio de ello, si fuera voluntad de las partes
otorgar a una palabra un sentido especial, distinto de aquel que de modo corriente se le atribuye,
éste habrá de interpretarse conforme dicho sentido, siempre con observancia de su objeto y fin.

A los fines de la interpretación de un tratado, también debe considerarse el contexto de éste, que
debe ser entendido de acuerdo con el alcance del art. 31 de la convención.

Art. 31.- Regla general de interpretación.


1. Un tratado deberá interpretarse de buena fe conforme al sentido corriente que haya de atribuirse a
los términos del tratado en el contexto de estos y teniendo en cuenta su objeto y fin.
2. Para los efectos de la interpretación de un tratado. el contexto comprenderá, además del texto,
incluidos su preámbulo y anexos:
a. Todo acuerdo que se refiera al tratado y haya sido concertado entre todas las partes con
motivo de la celebración del tratado:
b. Todo instrumento formulado por una o más partes con motivo de la celebración del tratado y
aceptado por las demás como instrumento referente al tratado;
3. Juntamente con el contexto, habrá de tenerse en cuenta:
a. Todo acuerdo ulterior entre las partes acerca de la interpretación del tratado o de la
aplicación de sus disposiciones:
b. Toda práctica ulteriormente seguida en la aplicación del tratado por la cual conste el acuerdo
de las partes acerca de la interpretación del tratado:
c. Toda forma pertinente de derecho internacional aplicable en las relaciones entre las partes.
4. Se dará a un término un sentido especial si consta que tal fue la intención de las partes.

La Convención previene la posibilidad de que la regla general de interpretación del artículo 31 no


resulte idónea a los fines de la interpretación en los supuestos de que aplicando esos principios el
sentido de los términos quede ambiguo u oscuro y que el resultado de la interpretación resulte
irrazonable o absurdo.

En estos casos el artículo 32 autoriza a emplear como medios complementarios, entre otros, los
trabajos preparatorios del tratado y las circunstancias en que tuvo lugar su celebración.

En cuanto a los idiomas en que habitualmente se redactan los tratados multilaterales, el art. 33 de la
Convención establece las siguientes pautas que rigen supletoriamente a la voluntad de las partes:

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 31


1. El texto hará igualmente fe en cada idioma, a menos que el tratado disponga o las partes
convengan que en caso de discrepancia prevalecerá uno de los textos.
2. Una versión del tratado en idioma distinto de aquel en que haya sido autenticado el texto
será considerada como texto auténtico únicamente si el tratado así lo dispone o las partes así
lo convienen.
3. Se presumirá que los términos del tratado tienen en cada texto auténtico igual sentido.
4. Sí la comparación de los textos auténticas revele una diferencia de sentido inconciliable, se
adoptará el sentido que mejor concilie esos textos, habida cuenta del objeto y fin del
tratado.

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 32


G.- NORMAS DEL DERECHO INTERNO CONTRARIAS A UNA OBLIGACIÓN
INTERNACIONAL

El art. 27 de la Convención establece como principio general que un Estado parte del tratado, una vez
vigente el mismo, no podrá invocar las disposiciones de su derecho interno como justificación del
incumplimiento de un tratado. Las normas internas de los Estados, para los efectos del ámbito del
derecho internacional, son “meros hechos”.

Art. 27.- El derecho interno y la observancia de los tratados. Una parte no podrá invocar las
disposiciones de su derecho interno como justificación del incumplimiento de un tratado. Esta norma
se entenderá sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 46.

El artículo 46 regula un supuesto específico de nulidad de tratados internacionales que tendrá lugar
si el consentimiento de un Estado, en obligarse por un tratado, hubiera sido prestado en violación
manifiesta a una disposición interna relativa a la competencia para celebrar tratados y, además, esta
violación afectara una norma de importancia fundamental del derecho interno.

Esta violación manifiesta debe resultar objetivamente evidente para cualquier Estado que proceda
en la materia conforme a la práctica usual y de buena fe.

H.- LOS TRATADOS Y LOS TERCEROS ESTADOS

Hay una máxima denominada pacta tertiis nec nocent nec prosunt, los estados terceros no pueden
ser obligados sin su consentimiento. Esta norma se apoya en la soberanía e independencia de los
Estados, que al ser iguales entre ellos, no pueden generar relaciones de subordinación.

Así, como regla general, los tratados solo regulan las relaciones de los Estados que son parte de él, no
tienen aptitud para generar derechos ni obligaciones hacia terceros Estados que no han intervenido
en su formación ni adhieran posteriormente.

Art. 34.- Norma general concerniente a terceros Estados. Un tratado no crea obligaciones ni derechos
para un tercer Estado sin su consentimiento.

Esta norma sin embargo admite excepciones mediante el régimen específico en los arts. 35 a 37 de la
Convención.

Art.35.- Tratados en que se prevén obligaciones para terceros Estados. Una disposición de un tratado
dará origen a una obligación para un tercer Estado si las partes en el tratado tienen la intención de
que tal disposición sea el medio de crear la obligación y si el tercer Estado acepta expresamente por
escrito esa obligación.

Art. 36.- Tratados en que se prevén derechos para terceros Estados.


1. Una disposición de un tratado dará origen a un derecho para un tercer Estado si con ella las
partes en el tratado tienen la intención de conferir ese derecho al tercer Estado o a un grupo
de Estados al cual pertenezca, o bien a todos los Estados y si el tercer Estado asiente a ello. Su
asentimiento se presumirá mientras no haya indicación en contrario, salvo que el tratado
disponga otra cosa.
2. Un Estado que ejerza un derecho con arreglo al párrafo I deberá cumplir las condiciones que
para su ejercicio estén prescritas en el tratado o se establezcan conforme a éste.

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 33


Art. 37.- Revocación o modificación de obligaciones o de derechos de terceros Estados.
1. Cuando de conformidad con el artículo 35 se haya originado una obligación para un tercer
Estado, tal obligación no podrá ser revocada ni modificada sino con el consentimiento de las
partes en el tratado y del tercer Estado, a menos que conste que habían convenido otra cosa
al respecto.
2. Cuando de conformidad con el artículo 36 se haya originado un derecho para un tercer
Estado, tal derecho no podrá ser revocado ni modificado por las partes si consta que se tuvo
la intención de que el derecho no fuera revocable ni modificable sin el consentimiento del
tercer Estado.

I.- ENMIENDA Y MODIFICACIÓN DE LOS TRATADOS

El texto de un tratado se torna definitivo a partir de su autentificación y así se mantendrá una vez
que entre en vigor. Sin embargo, encontrándose ya vigente, los Estados parte podrán efectuar
reformas mediante un acuerdo que se celebre por el idéntico procedimiento seguido para su
celebración.

La eventual reforma del contenido del tratado podrá tener lugar mediante dos alternativas,
dependiendo del alcance del acuerdo que a tal efecto se logre: enmienda o modificación.

La enmienda consiste en el procedimiento por el que todas las partes intervinientes en el tratado
acuerdan producir algún cambio que implica modificar las disposiciones dentro de las cláusulas del
tratado. Para este efecto se requiere el acuerdo entre las partes, pues se trata de un tratado nuevo.

Las propuestas de enmienda deben ser notificadas a todos los Estados contratantes, los que tendrán
derecho a participar.

Los Estados contratantes que no lleguen a ser parte del tratado enmendado continuarán obligados
entre sí y respecto de los Estados que lleguen a ser parte de él en la forma original del tratado.

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 34


En cuanto a la modificación, la Convención prevé con carácter excepcional la facultad de los Estados
parte de un tratado multilateral a celebrar acuerdos para modificar el régimen del tratado o de
algunas de sus disposiciones, solamente en sus relaciones recíprocas y sin afectar las relaciones de
cada uno de ellos respecto de los demás Estados parte.

La diferencia con la enmienda trata acerca de la participación entre todas las partes del tratado o
entre alguna de las partes exclusivamente en lo que se refiere a sus relacione mutuas. Esta última
consiste en la modificación del tratado, limitado a los que la han aceptado y siempre y cuando exista
la posibilidad de esa modificación, o bien, que no se halle prohibida.

Para que la modificación sea posible debe estar expresamente prevista la posibilidad en el tratado y:

 No debe afectar el disfrute de los derechos de las partes restante ni el cumplimiento de sus
obligaciones
 Debe ser compatible con el objeto y el fin del tratado

J.- NULIDAD, TERMINACIÓN Y SUSPENSIÓN DE LOS TRATADOS


INTERNACIONALES

La Convención de Viena regula los principios generales que habrán de regir respecto de aquellos
tratados que, en virtud de un vicio, defecto o situación existente al momento de la celebración, o que
hubieran surgido con posterioridad a su entrada en vigor, podrá interpretarse como nulo, darse por
terminado o bien suspenderse en su aplicación temporariamente (art. 42 a 45).

a.- Nulidad de los tratados internacionales

La nulidad consiste en la invalidez de un acto jurídico derivada de algún vicio o defecto que lo afecta
desde el momento mismo de su nacimiento o celebración. Las causales que producen nulidades se
refieren a la capacidad de quien se obliga, al objeto del acto o al consentimiento prestado sin
discernimiento, intención o libertad por el sujeto obligado.

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 35


En cuanto a los supuestos de vicios del consentimiento, los tratados son nulos desde el momento
mismo de su entrada en vigor, al igual que los tratados que se opongan a una norma imperativa de
derecho internacional general (ius gogens).

En cuanto a las consecuencias de la nulidad, las disposiciones de un tratado nulo carecen de fuerza
jurídica. Para el supuesto en que se hayan ejecutado actos basándose en tal tratado las
consecuencias son:

 Toda parte podrá exigir de la otra, en sus relaciones mutuas, que restituya la situación
anterior previa a la nulidad
 Los actos ejecutados de buena fe, antes de alegarse la nulidad, no resultan ilícitos por el solo
hecho de la nulidad del tratado
 Se produce la pérdida del derecho de alegar una causa de nulidad, terminación, retiro o
suspensión de la aplicación de un tratado

Ius Cogens

Según la Convención se define como una norma imperativa de derecho internacional general
aceptada y reconocida por la comunidad internacional en su conjunto, que no admite acuerdo en
contrario y que sólo puede ser modificada por una norma ulterior de derecho internacional general
que tenga el mismo carácter. (Art. 53)

Pérdida del derecho a alegar: estoppel

El estoppel consiste en una institución similar a la preclusión de derecho procesal, que implica la
aceptación de las posiciones de la parte contraria mediante actos que no sólo son contradictorios
con la posición propia sino, además, inconsecuentes y, por lo tanto, lo perjudican por esa misma
aceptación.

Nadie puede negar y aceptar al mismo tiempo y, menos, ejecutar actos que vayan en contradicción
con sus posiciones (no se puede afirmar blanco y negro a la vez).

En cuanto a la naturaleza jurídica y el alcance del estoppel, se afirma que es un efecto de los actos
unilaterales.

El art. 45 de la Convención dispone que dicha facultad será perdida por aquellos Estados que, luego
de haber tenido conocimiento de los hechos fundantes de terminación, suspensión o nulidad ,
hubieran realizado las siguientes acciones:

a. Haber manifestado expresamente que el tratado es válido, permanece en vigor o continúa


en aplicación
b. Ejecutar actos expresos que impliquen consentir la validez del tratado o a su continuación en
vigor o en aplicación según el caso.

La limitación a alegar una causa de nulidad no resulta de aplicación automática. Por tanto quedan
excluidos los siguientes supuestos:

 Coacción del Estado o a su representante por medio de amenaza o uso de la fuerza


 Oposición a una norma de ius cogens

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 36


 Terminación, retiro o suspensión de un tratado, por consentimiento entre las partes o según
disposiciones del tratado
 Reducción del número de Estados partes en un tratado multilateral a un número inferior al
necesario para su entrada en vigor
 Celebración de un tratado posterior sobre la misma materia entre las mismas partes
 Imposibilidad subsiguiente de cumplimiento del tratado
 Ruptura de relaciones diplomáticas o consulares

Violación Grave

Las violaciones del derecho internacional constituyen disfuncionalidades de dicho ordenamiento.


Generalmente se refieren a casos vinculados con los derechos humanos o derechos humanitarios.

Se entiende por violación grave de un tratado, un rechazo de éste no admitido por la Convención o la
violación de una disposición esencial para la consecución del objeto o fin del tratado.

b.- Terminación de los tratados

Los tratados pueden terminar:

 Como resultado de sus propias disposiciones


 Por haber vencido el plazo
 Por consentimiento de las partes.

En caso de que no exista disposición alguna acerca de la terminación deberá atenerse a la intención
de las partes o bien inferir ese derecho de la naturaleza del tratado. En esos casos es necesario
preavisar a los demás Estados con 12 meses de anticipación

En los casos en que la terminación de un tratado opere en virtud de sus disposiciones o conforme
con lo establecido por la Convención de Viena se deberá cumplimentar, en lo que se refiere a la vida
del tratado, lo siguiente:

 Las partes quedarán eximidas de la obligación de seguir cumpliendo el tratado


 Se debe tener en cuenta no afectar derecho, obligación o situación jurídica alguna de las
partes por la ejecución del tratado antes de su cumplimiento

En caso de silencio y fuera del supuesto de consentimiento unánime, la Convención prevé que para
que un Estado pueda retirarse del tratado o denunciarlo debe resultar de la intención de las partes o
bien que resulte o pueda inferirse dicha posibilidad de la naturaleza del tratado.

De modo tácito podrá inferirse que un tratado se ha terminado si todas las partes celebran con
posterioridad un tratado sobre la misma materia en tanto cumplan con las siguientes condiciones:

 Que la intención de los Estados conste de algún modo en el tratado posterior


 Que la incompatibilidad entre las cláusulas de ambos sea absoluta, de modo tal que no
puedan aplicarse simultáneamente.

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 37


Asimismo, la Convención también prevé otras causales como cuando se produce una violación grave
al tratado o que la parte que alegue la terminación sea por imposible cumplimiento futuro del
contenido del tratado.

A los fines de su admisión deberán cumplirse todos los requisitos establecidos en el art. 61 incs 1 y 2:

 La imposibilidad de cumplir un tratado deberá ser definitiva. Si la imposibilidad es temporal,


podrá alegarse únicamente como causa para suspender la aplicación del tratado.
 La imposibilidad de cumplir resulta de la desaparición o destrucción definitivas de un objeto
indispensable para el cumplimiento del tratado
 La imposibilidad de cumplimiento no podrá resultar de una violación del tratado o de toda
otra obligación internacional con respecto a cualquier otra parte en el tratado.

El último supuesto previsto por la Convención consiste en la aparición de una norma de ius cogens
con posterioridad a la entrada en vigor del tratado que resulte incompatible con el contenido de la
norma imperativa. En ese caso, el tratado es nulo y terminará.

En cuanto al Cambio fundamental de las circunstancias, si las razones que se tomaron en cuenta para
ratificar el tratado cambian, se puede terminar con el tratado cuando se cumplen dos requisitos
copulativos:

 La circunstancia que cambia constituye la base fundamental para dar el consentimiento.


 Que el cambio de circunstancias transforma radicalmente las obligaciones de las partes.

c.- Suspensión

La suspensión total o parcial de la vigencia de un tratado podrá ser invocada por las mismas causales
y en las mismas condiciones que las causales de terminación total o retiro de una de las partes.

Los Estados partes podrán celebrar acuerdos con el objeto de suspender temporalmente el tratado
en sus relaciones recíprocas, salvo que ello esté prohibido expresamente en el tratado o que, aún
estando permitido, pueda afectar los derechos de las partes restantes y las obligaciones derivadas
del tratado hacia todas las partes o bien sea incompatible con el objeto y fin del tratado.

En el supuesto de violación grave, la Convención prevé dos supuestos especiales:

 La suspensión podrá solicitarla una parte especialmente afectada por la violación para sus
relaciones con el Estado que incumplió el tratado
 La suspensión podrá solicitarla cualquier Estado parte, excepto aquel que hubiera violado el
tratado.

No se admitirá la suspensión en el supuesto de aparición de una norma de ius cogens posterior a su


celebración

K.- DIVISIBILIDAD E INDIVISIBILIDAD DE LOS TRATADOS


INTERNACIONALES

La Convención regula la divisibilidad e indivisibilidad de las disposiciones de un tratado, a los efectos


de su invalidez o inaplicabilidad.

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 38


El principio general de la Convención consiste en la indivisibilidad de las citadas disposiciones.

9.- LOS TRATADOS INTERNACIONALES Y ARGENTINA

Hay tres etapas sobre la evolución de los Tratados Internacionales por la Jurisprudencia.

La primera comprende el período que se extiende desde 1853 hasta 1963, durante ese lapso no se
llegó a plantear por la CSJN la cuestión del rango constitucional de los tratados, aunque se
pronunciaron en cuestión en la causa Pedro Ferreyra C/ Nación Argentina. En esta etapa sólo se
discutió el status de los tratados siendo el Art. 31, 27 y 100 CN su trípode.

El 27 prescribe que el gobierno federal tiene la obligación de afianzar relaciones de paz y comercio
con gobiernos extranjeros, por lo tanto colocaba a los tratados dentro del control de
constitucionalidad.

La segunda etapa inicia en 1963 con el fallo Marín y Cía C/ Administración de Puertos. Se establece la
supremacía del derecho federal en bloque sobre el provincial, y la supremacía de la CN sobre todo
orden jurídico derivado. En verdad, surge con claridad que el criterio de la CSJN era anacrónico para
la época y estaba en abierta contradicción con los principios universales, reconocidos en el régimen
internacional de los tratados.

La tercera etapa inicia en 1992, con el fallo Edmekdjian C/ Sofovich donde la CSJN sostendría que un
tratado internacional constitucionalmente celebrado es orgánicamente federal; la derogación de un
tratado por una ley del congreso violenta la distribución de las competencias impuesta por la CN,
porque mediante una ley se podría derogar el acto de la celebración de un tratado. Fundamenta su
fallo el en Art. 27 de la Convención de Viena sobre derecho de los tratados, que impone a los órganos
del Estado asignar primacía al tratado ante un eventual conflicto con cualquier otra norma interna
contraria.

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 39


Reforma Constitucional de 1994

A los tratados se refiere el Art. 75,22CN: al Congreso corresponde aprobar o desechar tratados
concluidos con las demás naciones y con las organizaciones internacionales y los concordatos con la
Santa Sede. Los tratados y concordatos tienen jerarquía superior a las leyes: están encima de las
leyes federales y debajo de la CN.

No pasa desapercibida la inclusión de tratados entre los instrumentos que consagren derechos y
garantías, cuya lesión, alteración o amenaza puede dar lugar a la acción de amparo. La enumeración
de los instrumentos (CN, tratado, ley) no es casual sino sustancial y se adecúa a la jerarquización de
los tratados efectuada por el Art. 75,22CN.

Se ha mantenido la facultad del Congreso para aprobar o desechar y tratados, y la del Presidente de
la Nación la de concluir y firmarlos con otras naciones, para el mantenimiento de buenas relaciones
con las organizaciones internacionales y las naciones extranjeras.

En 1994, se le dio jerarquía constitucional a algunos tratados y declaraciones. El mismo Art. 75,22CN
dice: “La declaración americana de los derechos y deberes del hombre, la declaración universal de
DDHH, la convención americana sobre DDHH, el pacto internacional de derechos económicos,
sociales y culturales, el pacto de derechos civiles y políticos (y su protocolo facultativo), la convención
sobre la prevención y sanción del delito de genocidio; la convención internacional sobre la
eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, la convención contra la tortura y
otros tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes, la convención sobre los derechos del niño,
en las condiciones de su vigencia, tienen jerarquía constitucional, no derogan artículo alguno de la
primera parte de la CN y deben entenderse complementarios de los derechos y garantías por ella
reconocidos. Solo podrán ser denunciados, en su caso, por el Poder Ejecutivo, previa aprobación de
las dos terceras partes de la totalidad de los miembros de cada cámara. Los demás tratados y
convenciones sobre DDHH, luego de ser aprobados por el Congreso, requerirán el voto de 2/3 de la
totalidad de cada cámara para gozar jerarquía constitucional.

La CN incluye una enumeración taxativa de los instrumentos internacionales de desigual naturaleza


jurídica a los cuales decide ponerlos a la par de la CN, como complementarios.

La CN dice “sólo pueden ser denunciados en su caso”, parece que recepta la diferencia entre las
declaraciones y tratados, pues los últimos son los únicos que pueden ser denunciados. De ahí que
una interpretación estricta permitiría sostener que las declaraciones incorporadas tienen carácter
definitivo y sólo podrán excluirse o modificarse por el procedimiento ordinario de enmiendas a la CN.
De la misma forma solo podrán agregarse nuevas declaraciones solo respecto a DDHH.

Respecto a las condiciones de su vigencia, se refiere a la vigencia internacional del tratado: si se


encuentran en vigor, y a las condiciones en que esos instrumentos entran en vigor en nuestro país.

Los tratados de integración surgen del Art. 75,24CN: corresponde al Congreso “Aprobar tratados de
integración que deleguen competencias y jurisdicción a organizaciones supraestatales en condiciones
de reciprocidad e igualdad, y que respeten el orden democrático y los derechos humanos. Las
normas dictadas en su consecuencia tienen jerarquía superior a las leyes”.

La aprobación de estos tratados respecto a Estados latinos, requerirá la mayoría absoluta de cada
cámara, y respecto a otros Estados mayoría de miembros presentes en cada cámara.

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 40


La denuncia de los tratados referidos a este inciso exigirá la previa aprobación de la mayoría absoluta
de la totalidad de los miembros de cada cámara.

La importancia radica por una parte en la expresa previsión de la delegación de competencias,


jurisdicción o poderes a órganos supranacionales a través de tratados que igualmente tendrán
jerarquía superior a las leyes según el Art. 75,22CN y en el otorgamiento de la misma jerarquía al
derecho emanado de los órganos creados por los acuerdos marco.

Por la reforma de 1994, el Art. 124 establece que “las provincias podrán también celebrar convenios
internacionales en tanto no sean incompatibles con la política exterior de la Nación y no afecten las
facultades delegadas al gobierno federal, o el crédito público de la Nación, con conocimiento del
Congreso Nacional. La ciudad de Buenos Aires tendrá el régimen que se establezca a tal efecto”.
Surge que hay tres limitaciones para la facultad de las provincias: que no sean incompatibles con la
nación, no afecten facultades delegadas al gobierno federal ni el crédito público de la nación.

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 41


CAPITULO 04
EL DERECHO INTERNACIONAL Y EL DERECHO INTERNO

1.- INTRODUCCIÓN

Uno de los temas más relevantes del derecho internacional es el referente a su relación con el
derecho interno.

El objetivo es operar con lo existente. De esta manera, se presenta, por una parte, el derecho interno
que opera a través del derecho constitucional clásicamente, y por la otra, el derecho internacional
que actúa en el ámbito interno, pero sin reconocer la situación de ese orden interno cuando
interfiere con los demás órdenes internos a través de normas de derecho internacional.

Es necesario armonizar los sistemas nacionales y producir una mutua convergencia entre normas
internas e internacionales.

Cada Estado genera, con potestad soberana en su orden jurídico interno, y participa con los demás
Estados en una relación de igualdad jurídica, en la elaboración de normas internacionales. De la
coexistencia de estos sistemas jurídicos, uno internacional y muchos internos, derivan problemas
atinentes a sus relaciones.

a. Determinar si el derecho internacional puede ser aplicado directamente en el ámbito interno


de los Estados o si necesita para ello una norma de derecho nacional que lo integre a este
sistema jurídico;
b. Establecer su relación jurídica con las demás normas del derecho nacional.

Los estados al regular el método de integración de las normas del Derecho Internacional en su
Derecho Interno, pueden disponer la directa integración de aquellas o bien establecer que las
normas internacionales deben ser incorporadas a través de disposiciones de Derecho Interno que
operen la transformación de las normas internacionales en normas internas. Puede darse el caso de
sistemas constitucionales que integren directamente las normas consuetudinarias y los Principios
Generales de Derecho y que requieran para los tratados un acto interno de transformación.

2.- MONISMO

La Teoría Monista, bajo el presupuesto de la unidad del derecho, propone la existencia de dos
subsistemas jurídicos relacionados jerárquicamente. Esta unidad implica que las normas se hallan
subordinadas unas a otras formando un sólo ordenamiento jurídico.

Existen dos subclasificaciones:

a. El derecho interno prima sobre el internacional, estando este último subordinado al derecho
interno de los Estados donde fundamenta su existencia. La crítica es que una norma de
derecho internacional general establece que los cambios producidos dentro del orden
jurídico de los Estados no modifican sus obligaciones internacionales. En consecuencia, si se
produjese una ruptura del orden constitucional por una revolución, el Estado seguiría
obligado por sus compromisos internacionales. Esto probaría que el orden jurídico
internacional no deriva su fuerza obligatoria del derecho interno.

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 42


b. El derecho internacional prevalece sobre el derecho interno, el cual está subordinado y
condicionado por éste. Tal postura, a través de una formulación extrema, llevaría a la nulidad
automática de las normas jurídicas inferiores, contrarias a las internacionales. Esta
consecuencia dejaría sin explicación la realidad de actos lícitos del derecho interno, que
constituyen sin embargo ilícitos internacionales.

3.- DUALISMO

La teoría dualista propone la coexistencia de dos órdenes jurídicos independientes: el derecho


internacional y el derecho interno, cada uno con su propio ámbito de validez y su propio campo de
acción con diferentes sujetos y fuentes.

En ese caso, para que una norma pueda ser aplicada, se requiere el procedimiento de recepción o
incorporación, esto es, la transformación del derecho internacional en derecho interno, la
“nacionalización del derecho internacional”.

El derecho Internacional y el derecho interno son dos sistemas independientes: uno emana de los
acuerdos entre Estados, y el otro de la voluntad exclusiva de un Estado. En consecuencia, para que
una norma de Derecho Internacional obligue en un Estado debe transformarse en una norma
interna. Se sigue además que no pueden existir conflictos entre las normas de uno y otro, ya que ello
sería tan inexacto como hablar de conflictos entre leyes de diversos Estados. Es una teoría
consensualista.

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 43


CAPITULO 05
LOS PRINCIPIOS DEL DERECHO INTERNACIONAL

Los principios generales de derecho internacional constituyen una categoría diferente a los principios
generales de derecho, ya que los primeros tienen su origen, y son producto, de ese complejo
entramado de interconexiones constantes al que se ha denominado relaciones internacionales. No
obstante lo anterior, y a pesar de su origen y naturaleza, los principios de derecho internacional
consagran y encarnan la idea de derecho y de justicia, en este caso, en el ámbito internacional.

Habitualmente cuando se alude a los principios de derecho internacional, una primera aproximación
se refiere a los principios generales que se expresan en el art. 38 del Estatuto de la CIJ. Esos
principios generales constituyen una necesidad para evitar que una cuestión litigiosa no pueda dejar
de jugarse.

Los principios del Derecho están constituidos por normas en las que se fundamenta su estructura, las
cuales han sido partícipes en la historia del derecho internacional público. Estas normas o principios
son llamados Ius Cogens: "Normas Jurídicas Internacionales admitidas universalmente e imperativas
que se dirigen por el alto grado de generalización de los preceptos expresados en ellos y son
fundamentales y rectores para todas las demás normas jurídicas internacionales".

Entre los principios que forman el Ius Cogens, se encuentran los siguientes:

 Prohibición de recurrir a la amenaza o al uso de la guerra.


 Obligación de arreglar las controversias por medios pacíficos.
 No intervención en los asuntos de la jurisdicción interna de los Estados.
 Igualdad de derecho y libre determinación de los pueblos.
 Igualdad soberana de los Estados.
 Obligación de cumplir de buena fe las obligaciones contraídas.

Los principios formulados en el artículo 2 de la Carta de la ONU de 1945 establecen las obligaciones
principales a que se somete la conducta de los órganos y de los miembros de las Naciones Unidas.
Son reglas de organización muy generales que pretenden enmarcar jurídicamente el
comportamiento de los órganos de la ONU y las relaciones entre los Estados miembros, con el
objetivo de propiciar la paz y la seguridad internacionales. Inicialmente eran cinco, a los que se
incorporaron posteriormente dos más mediante la Resolución 2625 de la Asamblea General de 24 de
octubre de 1970, que incluye como anexo la Declaración donde se proclama que estos principios
“constituyen principios básicos de derecho internacional”.

La Resolución 2625, sobre todo, declara y desarrolla progresivamente normas de DI ya existentes,


como los cinco principios incluidos en la Carta de 1945, y que son, por tanto, comunes a ambas:

 Principio de igualdad soberana de los Estados.


 Principio de buena fe.
 Principio del arreglo pacífico de las controversias.
 Principio de la prohibición de la amenaza o del uso de la fuerza.
 Principio de la igualdad de derechos y de la libre determinación de los pueblos.

A estos cinco principios hay que sumar dos más, que son privativos de la Resolución 2625, porque no
aparecen recogidos taxativamente en la Carta:

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 44


 Principio de no intervención en los asuntos internos
 Principio de la cooperación pacífica entre los Estados.

El Capítulo IV de la Carta de la OEA titulado Derechos y Deberes fundamentales de los Estados


comienza diciendo que “Los Estados son jurídicamente iguales, disfrutan de iguales derechos e igual
capacidad para asegurar su ejercicio, sino del simple hecho de su existencia como persona de
derecho internacional”. Los Estados deben respetar los derechos de que disfrutan los demás Estados
de acuerdo al derecho internacional, y observar fielmente los tratados. Se debe abstener de
intervenir, directa o indirectamente y cualquiera sea el motivo en los asuntos internos o externos de
cualquier otro Estado y de aplicar las medidas coercitivas de carácter económico y político para
forzar la voluntad soberana de otro Estado y obtener de éste ventajas de cualquier naturaleza y de
recurrir al uso de la fuerza, salvo en la legítima defensa. Como derecho establece el de tener
existencia política independiente de su reconocimiento por los demás Estados, de proteger y
desarrollar su existencia sin ejecutar actos injustos contra otro Estado, de ejercer su jurisdicción
sobre todos los habitantes, de desenvolver libremente su vida cultural, política y económica y de
conservar la soberanía sobre su territorio.

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 45


CAPITULO 06
LAS PERSONAS EN EL DERECHO INTERNACIONAL

1.- SUBJETIVIDAD INTERNACIONAL

En principio, sujeto de derecho es un instituto jurídico por el cual a una persona se le atribuye
derechos y obligaciones.

La personalidad jurídica exige el desdoblamiento del ser humano y las normas.

Las personas necesitan del derecho como técnica social específica, y se reúnen dentro del Estado
reconociendo identidades, fines culturales, sociales, políticos, etc.

En el Estado, las personas han creado un orden jurídico interno que rige sus relaciones, por medio de
derechos, obligaciones, ejercicio de competencias y jurisdicciones dentro del ámbito espacial de sus
normas. Para alcanzar los fines esenciales de los seres humanos, se ha producido un desdoblamiento
hombre – persona – Estado, esto es, el hombre en su relación con Estado dentro del marco del
derecho internacional, y no en sí mismo.

La subjetividad jurídica internacional se presenta vinculada con la titularidad de derechos y


obligaciones internacionales.

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 46


Conforme a una concepción dinámica del derecho internacional, debe admitirse que las necesidades
propias de la comunidad jurídica internacional, han aconsejado o exigido atribuir personalidad
internacional a determinadas organizaciones internacionales, entidades que si bien no son Estados
tienen características que podrían asimilarse a las estatales (Ej. la Santa Sede, sujetos beligerantes
como los de liberación nacional)

La comunidad internacional reconoce distintos sujetos de derechos, aunque el grado de capacidad


internacional para hacer valer sus derechos ante instancias internacionales o para incurrir en
responsabilidad internacional, no tiene la misma extensión en todos los casos.

Los Estados conservan su carácter de sujetos originarios y agentes generadores de normas jurídicas y
poseen una capacidad plena, mientras que los demás, en general, tienen una capacidad restringida.

2.- SOBERANÍA Y DERECHO INTERNACIONAL

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La soberanía territorial se define como el derecho de disposición de un Estado sobre un determinado
territorio fundado en el derecho internacional.

La supremacía territorial es parecida a la posesión del derecho interno. Es el señorío que ejerce el
Estado en un determinado espacio, generalmente el del propio Estado y el de sus buques y
aeronaves. En forma excepcional, ese señorío puede extenderse a territorios extraños.

Si un Estado soberano le confiere a otro el derecho de ejercer la supremacía territorial, este último
no ejerce supremacía a nombre del primero, sino a nombre propio. Un Estado puede ser
nominalmente soberano internacionalmente y puede no ejercer de hecho esa soberanía por carecer
de viabilidad económica o protección militar. (Ej. La base militar de Guantánamo)

Se infiere entonces que la soberanía constituye una facultad jurídico internacional de disposición
sobre un territorio y no el señorío efectivo sobre éste. Además, esa facultad jurídico internacional se
presenta frente a otros Estados. Por el contrario la supremacía territorial indica el señorío de un
Estados sobre sus habitantes y consiste en actos de legislación, administración y jurisdicción.

En la Carta de la ONU se establece el principio de igualdad soberana y, de la misma manera, en la


Carta de la OEA se indica que los Estados consagran la organización para defender su soberanía, su
integridad territorial y su solidaridad. Así la soberanía queda limitada por el derecho internacional,
que es norma de conducta de los Estados en sus relaciones recíprocas.

La soberanía plantea la existencia de poderes de jurisdicción y de control, que implican el ejercicio de


ésta sobre el territorio. El ejercicio de soberanía se encuentra ligado al ejercicio de la jurisdicción y el
control sobre un territorio determinado.

Del concepto de soberanía derivan algunos de los principios fundamentales del derecho
internacional, en especial el de la igualdad soberana y el principio de no intervención en los asuntos
internos de otros Estados, que articulan la comunidad internacional.

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 48


La igualdad soberana también implica que, entre los Estados de la comunidad internacional, no existe
autoridad política superior a ellos. De esta regla se deriva el principio de no intervención, que
consiste en el deber de los Estados a no inmiscuirse, directa ni indirectamente, en los asuntos
internos o externos de otro con el propósito de modificar la voluntad de este último y lograr que
subordine el ejercicio de sus derechos soberanos.

Este principio se refiere no solamente a la intervención armada, también a cualquier otra forma de
injerencia o de amenaza atentatoria a la personalidad del Estado o de los elementos políticos,
económicos y cultural; por ello prohíbe el uso de medidas económicas, políticas o de cualquier orden
para coaccionar a otro Estado a fin de lograr que éste subordine el ejercicio de su soberanía.

3.- AUTODETERMINACIÓN DE LOS PUEBLOS: LA BASE DEL ESTADO


CONTEMPORÁNEO

Hay otra parte del Estado en la que se expresa la relación entre el territorio y las personas que lo
habitan; se crea así un vínculo que se expresa por medio de actos en los que participan las personas,
dentro de una estrecha relación con los derechos humanos. Se trata de la autodeterminación de los
pueblos, que consiste en una forma moderna de considerar la independencia de los Estados.

Sin libertad política no es posible respetar plenamente los derechos civiles y no se puede garantizar
la igualdad de todas las personas ante la ley, a menos que se reconozcan como iguales las naciones a
las cuales éstas pertenecen. El derecho de los pueblos a la libre determinación reviste el mismo valor
universal que los demás derechos humanos.

La autodeterminación de los pueblos se halla estrechamente ligada con los principios de igualdad,
independencia, libertad, justicia y paz.

4.- ESTADO

El Estado representa una de las formas de organización de las sociedades políticas, cuyo nacimiento
en los planos ideológico y político se centra geográficamente en Europa Occidental en el S. XIV y XV.

Para considerar a un Estado se deben dar determinados caracteres, y recién ahí se transformará en
destinatario de normas internacionales.

 La población se encuentra constituida por un conjunto de individuos sobre los cuales la


Organización Estatal ejercita un conjunto de poderes de hecho
 El territorio, el ámbito espacial en el cual la organización ejercita su potestad de gobierno)
tiene la exclusión de análogos poderes por parte de otro sujeto de derecho internacional
 La organización política es un elemento complejo: supone la existencia de un gobierno a
través de los cuales se manifiesta la existencia de una organización política eficaz que ejerza
poder sobre el territorio y la población
 La soberanía o independencia supone que el Estado ejerza su actividad internacional por su
propio poder, y que pueda obrar inmediata y directamente sobre todos los elementos que
forman el Estado: se manifiesta hacia el exterior por una única libertad de decisión para el
ejercicio de su actividad en las relaciones internacionales; y hacia el interior, pues el Estado
posee la plenitud de jurisdicción para reglamentar lo referente a su territorio y población.

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 49


A.- COMPETENCIAS DEL ESTADO

Son los poderes jurídicos que le confiere el Derecho Internacional a los Estados. Pueden ejercerse
tanto dentro como fuera del territorio, sin embargo lo más corriente sea que se ejerciten dentro de
él.

Se pueden reconocer las siguientes competencias:

Competencia territorial

Es inherente a la soberanía, y se ejerce mediante la legislación, jurisdicción, reglamentación, etc.


Abarca tanto a nacionales como extranjeros, salvo que éstos se encuentren afectos a la inmunidad
de jurisdicción. Es excluyente, vale decir, la ejerce sólo un Estado respecto de su territorio; lo
contrario sería una violación al principio de no intervención.

Ella se extiende a los recursos naturales, riquezas y actividades económicas, fundamentalmente a


virtud de que luego de la Revolución Industrial se tomó conciencia de su importancia y se los
consideró innatos a la soberanía. En seguida, si la soberanía no es enajenable, tampoco lo son los
recursos naturales.

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 50


Competencia personal

El Estado contrae derechos y obligaciones con las personas que mantienen un vínculo con él. De
todos, el más común es la nacionalidad, que genera derechos y obligaciones entre un nacional y el
Estado. Su determinación es absoluta competencia de los Estados, y todos ellos tienen la capacidad
necesaria para ello. Con todo, estos sistemas de determinación serán oponibles a otros estados tanto
como se observen en su materialización los principios, reglas y costumbre internacional. Para efectos
internacionales, la nacionalidad es importante porque ante cualquier violación de los derechos de un
nacional perpetrada por otro Estado, no es el afectado quien recurre ante la CIJ, sino el Estado en su
representación (protección diplomática en estado extranjero).

B.- JURISDICCIÓN DEL ESTADO.

Rigen los siguientes principios sobre la materia:

5- OTROS SUJETOS DEL DERECHO INTERNACIONAL

A.- ORGANIZACIONES INTERNACIONALES

Las organizaciones internacionales se han ido consolidando a través de los años. En la actualidad,
junto con los actores tradicionales que son los Estados, desempeñan un papel importante en el
sistema internacional, detentan independencia respecto de los Estados miembros y se encuentran en
condiciones de tomar decisiones autónomas y desempeñar funciones específicas.

Han logrado grandes transformaciones en el derecho internacional como consecuencia de las


necesidades de los Estados, derivadas de la interdependencia y de las exigencias de cooperación
internacional.

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 51


Las OI son asociaciones voluntarias de Estados establecidas por acuerdo internacional, dotadas de
órganos permanentes, propios e independientes, encargados de gestionar intereses colectivos y
capaces de expresar una voluntad jurídicamente distinta de sus Estados.

Se pueden distinguir seis rasgos diferenciales de las OI:

1. Carácter interestatal
2. Base voluntaria
3. Órganos permanentes
4. Voluntad autónoma
5. Competencia propia
6. Cooperación entre sus miembros a efectos de la satisfacción de intereses comunes

La personalidad de las OI está afectada al principio de especialidad, esto es, limitada al logro de los
objetivos y a la misión que le fueron confiados a la OI y que surgen o pueden deducirse de su tratado
constitutivo.

Una de las manifestaciones de la subjetividad internacional de las OI se advierte en la medida en que


éstas gozan del derecho de celebrar tratados internacionales; esta facultad se halla reconocida en la
Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados entre Estados y Organizaciones
Internacionales o entre Organizaciones Internacionales de 1986.

Otra de las expresiones de su subjetividad internacional consiste en la capacidad que tienen las OI
para incurrir en responsabilidad internacional, por aquellos actos ilícitos cometidos en el marco de su
participación en las relaciones internacionales.

Asimismo, las OI pueden someterse a los procedimientos de solución de controversias previstos en el


derecho internacional, participan de las relaciones diplomáticas internacionales ya que gozan de
legislación pasiva y activa como los Estados.

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 52


B.- PERSONAS SINGULARES DEL DERECHO INTERNACIONAL

La situación de la Santa Sede y la Ciudad del Vaticano

La Santa Sede, por estar a la cabeza de ella el Papa, es el ente central supremo de la Iglesia Católica.
La Subjetividad de la misma en la Sociedad Internacional se remonta al nacimiento de la misma. Pese
a la desaparición de los Estados Pontificios en 1870, continúa siendo destinataria de normas
internacionales y ejerciendo el derecho de legación activo y pasivo (recibiendo y enviando
diplomáticos), aparte, ha participado en la conclusión de negocios jurídicos internacionales, y su
potestad se ha manifestado no sólo en los Concordatos sino en la estipulación de tratados
internacionales.

Se reconoce a la Santa Sede la plena propiedad, potestad y jurisdicción sobre la Ciudad del Vaticano,
tiene:

 Soberanía (a través de seis leyes orgánicas)


 Organización política (monarquía electiva encabezada por el papa)
 Territorio (44 hectáreas dentro de la ciudad de roma
 Población (formada por los ciudadanos con residencia estable allí).

El Estado del Vaticano se caracteriza por ser un Estado neutro incondicional, perpetua e
irrevocablemente.

El punto de unión entre la Santa Sede y la Ciudad del Vaticano es la existencia de un órgano común a
ambas: el Papa, quien es la cabeza de la Santa Sede y es soberano de la ciudad del Vaticano. Si la
relación aparece clara en el orden interno, también es clara en el derecho internacional, pues son
dos sujetos del ordenamiento internacional. La Santa Sede y el Estado de la ciudad del Vaticano son
dos personas jurídicas internacionales distintas

Valiéndose de dicha personalidad, se estipuló el acuerdo que dio nacimiento al acuerdo. Este puede
calificarse como un pactum in favore tertii: la subordinación entre Vaticano y Santa Sede hace que la
unión entre los dos pueda llevarse a la figura general de las uniones internacionales.

La Soberana Orden de Malta

Se trata de una orden religiosa, dependiente de la Santa Sede y regulada por el ordenamiento
canónico.

Tiene su sede en Roma, mantiene relaciones diplomáticas con varios Estados. Es neutral, imparcial y
apolítica, y es apta para intervenir como mediadora entre Estados.

Tiene personalidad internacional ya que puede asumir derechos y deberes de carácter internacional
frente a terceros Estados, que la reconocen como sujeto de derecho internacional. Puede concluir
tratados, establecer relaciones diplomáticas y extender pasaportes. Su gran maestre ceremonial es
similar a la figura de un jefe de Estado.

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 53


CAPITULO 07
LOS ORGANOS DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES.
DIPLOMATICOS Y CONSULES

1.- SUJETOS, ORGANOS Y NORMAS DE DERECHO INTERNACIONAL

Los sujetos del derecho internacional se relacionan a través de sus representantes. En el caso de los
Estados, éstos son los jefes de Estado y de Gobierno y los ministros de Relaciones Exteriores. Sin
perjuicio de ello, la ejecución de la política exterior se efectúa por medio de funcionarios
diplomáticos y consulares. No solo los Estados recurren a estos funcionarios especializados, sino
también diversos sujetos de derecho internacional.

Las relaciones exteriores son encabezadas también por agentes ad hoc que pueden encargarse de
problemas políticos determinados o de problemas técnicos. El desarrollo de las organizaciones
internacionales dio lugar a una actividad diplomacia multilateral, y ante tales organizaciones los
Estados se encuentran representados por misiones permanentes diplomáticas o de observación o
delegados ante órganos o conferencias convocadas por la organización u observadores en tales
órganos o conferencias.

Los órganos del Estado, los jefes de Estado y de Gobierno, los ministros de Relaciones Exteriores
pueden ejercer funciones diplomáticas directamente y sin necesidad de designación, pero siempre
junto a ellos, en la ejecución de la política exterior, hay diplomáticos y cónsules.

Los jefes de Estado, de Gobierno y, en su representación directa, los ministros de Relaciones


Exteriores, ejercen funciones en materia de política exterior en virtud del mandato político que han
recibido, en su calidad de representantes o mandatarios del pueblo. Estos funcionarios políticos
responsabilizan al Estado por sus actos.

Las directivas de los Jefes de Estado, de Gobierno y cancilleres son ejecutadas por los funcionarios
diplomáticos y cónsules. La Ley Orgánica del Servicio Exterior de la Nación establece que el Servicio
Exterior, como organización fundamental del Estado nacional para el desarrollo de sus relaciones con
la comunidad internacional, es el instrumento de ejecución de la política exterior nacional.

2.- JEFES DE ESTADO, DE GOBIERNO Y MINISTROS DE RELACIONES


EXTERIORES

Hay Estados, como el argentino, en los que jefe de Estado y de Gobierno son la misma persona; en
otros, en especial de organización parlamentaria, suele diferenciarse uno del otro. La diferencia entre
las jefaturas deriva de la organización constitucional de cada Estado.

Una de las funciones en materia de política exterior de los jefes de Estado o de Gobierno es que
designan los diplomáticos y que los diplomáticos extranjeros se acreditan ante estos jefes.

Los Jefes de Estado y de Gobierno representan a su país en el plano internacional y tienen los mismos
privilegios e inmunidades cuando están en un territorio extranjero debido a la función que
desarrollan:

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 54


 Inviolabilidad de la persona: protección de su persona y de su honor contra cualquier ataque
físico o verbal
 Inmunidad de jurisdicción: inmunidad absoluta en materia penal
 Exención de impuestos directos y tasas: salvo sobre bienes poseídos a título personal

Este trato extraordinario no se funda en la extraterritorialidad, sino en razones de recíproca cortesía.

El Ministro de Relaciones Exteriores ejecuta la política exterior del país, bajo la dirección del Jefe de
Estado o Jefe de gobierno y tiene autoridad para hablar y comprometer su Estado
internacionalmente. Las comunicaciones de representantes extranjeros, salvo circunstancias
excepcionales, deben ser dirigidas al Ministro de Relaciones Exteriores. El Ministro de Relaciones
Exteriores en muchos países coadyuva a la justicia declarando, a pedido de parte o del juez, sobre la
condición de soberano de un Estado extranjero, su jefe o su propiedad, sobre el reconocimiento de
gobiernos o Estados extranjeros, sobre la condición de individuos que reclaman inmunidades
diplomáticas. Su información en estos casos es concluyente para el juez. Goza de todas las
inmunidades que el derecho internacional ha conferido a los diplomáticos.

3.- AGENTES DIPLOMÁTICOS. DERECHO DE LEGACIÓN. FACULTADES


DEL ESTADO

Son agentes diplomáticos las personas que ejercen la representación oficial de un Estado en otro
Estado, ya sea de modo general y permanente, o bien con carácter ad hoc, para un determinado
asunto.

La facultad de enviar y recibir diplomáticos pertenece a los Estados, y se llama derecho de legación
activo o pasivo. Se discute si los Estados están obligados a enviar o recibir tales agentes. Si los envía,
es una facultad sujeta a la discreción del Estado en cuestión, en cambio si los recibe, debe
distinguirse si se trata del establecimiento de una misión permanente (y que requiere
consentimiento mutuo) o si es una misión especial donde el Estado no puede rehusarse a recibirla.

El derecho de legación es ejercido acreditando un agente diplomático, Jefe de Misión acompañado


por los miembros de la misión: consejeros, secretarios, militares. El conjunto de los jefes de misión
acreditados ate un gobierno constituye el Cuerpo Diplomático que no ejerce funciones políticas sino
protocolares.

La Convención de Viena de 1961 define a la misión diplomática como el grupo de personas enviadas
a otro Estado para que ejerzan una representación diplomática permanente ante ese Estado.

Divide a los Jefes de Misión en tres clases:

1. Embajadores o nuncios acreditados ante los Jefes de Estado y otros jefes de misión
2. Enviados, ministros o internuncios acreditados ante los Jefes de Estado
3. Encargados de negocios acreditados ante los Ministros de Relaciones Exteriores.

Los dos primeros se acreditan por cartas credenciales, y el último por cartas consulares.

Aparte de los Jefes de Misión, cada Estado da a sus agentes diplomáticos las denominaciones
convenientes.

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 55


La ley 20957 de Servicio Exterior de la Nación establece que hay: embajador extraordinario, ministro
plenipotenciario de primera y de segunda clase, consejero de embajada y cónsul general, secretario
de embajada y cónsul de primera, segunda y tercera clase.

Funciones de la misión

Las funciones del agente diplomático son la misión de representación, negociación, observación y
protección.

Aparte, debe fomentar las relaciones amistosas y desarrollar las relaciones económicas, culturales y
científicas entre el Estado acreditante y el receptor.

En el desempeño de sus funciones, el agente diplomático tratará los asuntos oficiales con el
Ministerio de Relaciones Exteriores o con el ministro que se haya convenido. En la práctica,
excepcionalmente puede tratar los asuntos importantes con el Jefe de Estado o el Jefe de Gobierno
con su anuencia previa y la intervención del Ministro de Relaciones Exteriores.

Asentimiento del Estado receptor

La costumbre internacional ha establecido como requisito previo para la designación de un Jefe de


Misión diplomática consultar confidencialmente al Gobierno ante el cual ha de ser acreditado, si el
candidato es una persona grata.

El gobierno consultado puede responder en sentido negativo, sin tener que expresar los motivos. No
se requiere igual consulta para la designación de los demás funcionarios que integran el personal
oficial de la misión diplomática, salvo para los agregados militares.

Sobre la nacionalidad del agente, en principio ha de tener la nacionalidad del Estado acreditante.
Además, salvo que el Estado receptor se oponga, el acreditante puede nombrar una misma persona
como agente diplomático ante dos o más Estados.

La precedencia entre los jefes de misión se establece siguiendo el orden de la fecha y hora en que
hayan asumido sus funciones mediante la presentación de credenciales. Las modificaciones de las
mismas no entrañan cambio de clase ni alteran su orden de precedencia.

La misión diplomática se instala en la sede del Gobierno del Estado Receptor, aunque se pude
establecer, con el consentimiento del Estado receptor, oficinas que formen parte de la misión en
otras localidades.

El Estado receptor deberá facilitar al Estado acreditante la adquisición de los locales necesarios para
el funcionamiento de la misión. En los locales de su misión, el Estado podrá colocar la bandera y el
escudo de su Estado tanto en la residencia como en sus medios de transporte, impedir la entrada de
agentes del Estado receptor sin su consentimiento, impedir todo registro, embargo o ejecución, y no
abonar impuestos y gravámenes nacionales, regionales o municipales sobre estos.

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 56


Deberes del Estado receptor. Libertad de circulación, tránsito y comunicación.
Inviolabilidad de la persona

El Estado receptor tiene que adoptar las medidas necesarias para proteger a los locales de la misión
contra toda intrusión o daño, y respetar la inviolabilidad de los locales y de los archivos y
documentos de la misión.

A los miembros de la misión diplomática, el Estado debe garantizar una libreta de circulación y
tránsito, que se otorgará sin perjuicio de las leyes y reglamentos referentes a zonas de acceso
prohibido por seguridad.

Se reconoce el derecho de libertad de comunicación para fines oficiales, utilizando correos


diplomáticos, mensajes en clave, etc. Esta correspondencia es inviolable, por tanto las valijas
diplomáticas no pueden contener más que objetos y documentos de uso oficial. Los correos gozan de
inviolabilidad: no pueden ser objeto de detención o arresto. La valija confiada al comandante de una
aeronave no es correo diplomático.

La persona del agente diplomático es inviolable, y no puede ser objeto de actos de coerción por
parte del Estado receptor. No puede ser objeto de ninguna forma de detención o arresto. La
inviolabilidad se extiende a su residencia, documentos, correspondencia y bienes.

Inmunidad de jurisdicción – Exención de impuestos y gravámenes – Prestaciones personales

La inmunidad de jurisdicción local impide que los agentes diplomáticos sean sometidos a juicio, tanto
en materia penal, civil o administrativa, o sea objeto de medidas de ejecución.

La inmunidad de jurisdicción penal es absoluta, y la de jurisdicción civil y administrativa tiene tres


excepciones:

 Acción real sobre un inmueble privado situado en el territorio del Estado receptor
 Caso de una acción sucesoria en que el diplomático figure a título privativo
 Caso de cualquier acción referente a cualquier actividad profesional o comercial.

La inmunidad es irrenunciable.

El Estado acreditante goza de exención fiscal de todos los impuestos sobre los locales de la misión de
que sean propietarios o inquilinos, salvo los que constituyan el pago de servicios particulares. El
agente diplomático está exento de todos los impuestos directos. Esta norma está sujeta a varias
excepciones: impuestos indirectos, impuestos sobre inmuebles privados, impuesto a las sucesiones, a
ingresos privados, por servicios particulares, derecho de registro, aranceles y timbres. Goza de
exención aduanera y está exento de las normas que rigen la seguridad social. El agente diplomático
está exento de prestaciones personales, como servicios públicos, o cargas militares.

Inmunidades y privilegios de los miembros de la familia del agente diplomático, del


personal de la misión

Los miembros de la familia del agente diplomático que formen parte d su casa, gozarán de los
privilegios e inmunidades de que goza el agente diplomático, siempre que no sean nacionales.

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 57


Los miembros del personal de servicio que no sean nacionales del Estado gozan de inmunidad por los
actos realizados en el desempeño de sus funciones, exención de impuestos y exención de las
disposiciones de seguridad social.

Los criados particulares extranjeros estarán exentos de impuestos, pero gozarán de privilegios e
inmunidades en la medida reconocida por dicho Estado, que podrá ejercer su jurisdicción sobre las
personas si no estorba el desempeño de sus funciones.

Agente diplomático en tránsito – Comienzo y fin de las inmunidades y privilegios

Si el agente diplomático y su familia atraviesan el territorio de un tercer Estado o estuvieran en él


para ir a tomar posesión de su cargo o volver al país, dicho Estado le concederá inviolabilidad y las
inmunidades necesarias. La correspondencia oficial y los correos gozarán la misma protección a que
se halla el Estado receptor. Toda persona que tenga derechos a privilegios e inmunidades gozará de
ellos desde que entre en el territorio del Estado receptor para tomar la posesión de su cargo, o desde
que su nombramiento haya sido notificado al ministro de Relaciones Exteriores.

Los privilegios cesan en el momento en que la persona salga del país, o expire el plazo concedido
para su salida, en el caso de ser declarada persona no grata, o que se rompan las relaciones
diplomáticas entre los dos países.

Los actos realizados en el ejercicio de las funciones como miembro de la misión, continuarán
gozando de inmunidades aún después del cese de las funciones de los miembros de la misión.

Caso de conflicto armado y fin de las funciones diplomáticas

La misión diplomática pude terminar por cierre temporal o definitivo, sin ruptura de relaciones, por
el conflicto armado o por la ruptura de relaciones diplomáticas.

En todos los casos, existiendo conflicto armado, el Estado receptor deberá facilitar la salida del
personal y sus familias lo más pronto posible, poniendo a su disposición los medios de transporte
indispensables, si ello fuera necesario, y respetar los locales de la misión, sus bienes y archivos.

Las funciones diplomáticas termina cuando el Estado acreditante comunique al Receptor que las
funciones del agente diplomático han terminado, o cuando el Receptor comunique al Estado
acreditante que se niega a reconocer al agente diplomático como miembro de la misión.

4.- AGENTES CONSULARES

Los cónsules son funcionarios oficiales de un Estado que actúan en territorio de otro, con
consentimiento del primero, ejerciendo en lo que respecta al tráfico comercial y a las transacciones
privadas con su país así como a sus nacionales domiciliarios, residentes o transeúntes, ciertos actos
administrativos que surten efecto en su propio país. Además, trabajan a favor del intercambio entre
los Estados, informan sobre su gobierno y auxilian a los nacionales en circunstancias personales
extraordinarias. No son agentes diplomáticos.

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 58


Clasificación. Convención de Viena sobre Relaciones Consulares

Cada Estado clasifica a sus funcionarios consulares como cónsules generales, cónsules, vicecónsules.

Se distingue a los cónsules de carrera de los que no son: los primeros pertenecen al Servicio Exterior
en el carácter de funcionarios públicos permanentes, mientras que los segundos han sido nombrados
por algunos Estados para regentear un consulado de poca importancia, escogiéndose a una persona
residente en la localidad, a quien se asigna una de las categorías inferiores en la escala consular, y
ese cargo, honorario o escasamente remunerado, no es incompatible con el ejercicio de actividades
lucrativas de orden privado.

La Convención de Viena de 1963 ha codificado las normas relativas a la institución consular. La


distinción afecta las facilidades, privilegios e inmunidades que se otorgan a uno y a otro.

La convención prevé cuatro tipos de jefes consulares:

 Cónsul general
 Cónsul
 Vicecónsul
 Agente consular

La procedencia entre los jefes de oficina se determina por la fecha de concesión del exequatur. Los
jefes de oficina que sean cónsules honorarios, seguirán a los jefes de carrera.

El Establecimiento de relaciones consulares entre Estados se efectuará por consentimiento mutuo.


Sin embargo, dado que el establecimiento de relaciones no trae aparejado consecuencias políticas,
se pueden tener consulados en territorios de Estados no reconocidos o bajo el control de regímenes
no reconocidos, o en territorios no autónomos o ante un gobierno no reconocido.

Aunque el consentimiento se concede en tratados de amistad y comercio o en tratados consulares, el


establecimiento de relaciones diplomáticas implica el consentimiento para establecer relaciones
consulares.

Las funciones de los cónsules son muy diversas, pero no son solo representativos, entre ellas están:

 Fomento de las relaciones comerciales, económicas, culturales y científicas, facultando al


funcionario para informarse de la evolución de la vida económica del país e informar a su
gobierno
 Supervisión de la navegación y aeronavegación, ejerciendo derechos de control o inspección,
prestando ayuda a buques y aeronaves, y examinando y refrendado los documentos de
abordo
 Protección del Estado que envía y de sus nacionales, extendiendo pasaportes a sus
nacionales, prestando ayuda y asistencia. Vigilan que sus nacionales gocen de los derechos
acordados por el derecho internacional y las leyes locales
 Pueden actuar en las mismas condiciones que un notario o funcionario del registro civil en su
país de origen.

El establecimiento de relaciones consulares no supone la autorización automática para la apertura de


una oficina consular, porque el Estado que envía puede establecer varias oficinas consulares en

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 59


diversas ciudades y zonas del Estado receptor, dadas sus funciones de promoción del comercio y
protección de los intereses nacionales.

Dicho Estado receptor, por razones de seguridad nacional, puede negarse a la apertura de
consulados. Si hay una única oficina consular, esta actúa para todo el país, pero el Estado que envía
puede establecer circunscripciones consulares. El funcionario consular podrá ejercer sus funciones
fuera de la circunscripción extraordinariamente, con consentimiento del Estado receptor.

Se denomina circunscripción consular al ámbito territorial donde la oficina consular ejerce sus
funciones y sus límites no pueden alterarse sin el consentimiento del Estado receptor. La
circunscripción consular se fija en la carta patente del funcionario consular.

Persona declarada non grata

El Estado receptor podrá comunicar en todo momento al Estado que envía, que un funcionario
consular es una persona no grata o que cualquier otro miembro de su personal ya no es aceptable.

El Estado deberá retirar a esa persona, o poner término a sus funciones en la oficina consular. Si el
Estado se niega o no ejecuta en un plazo razonable las obligaciones que incumben, el Estado
receptor podrá retirar el exequatur a dicha persona, o dejar de considerarla miembro del personal
consular.

Una persona designada miembro de la oficina puede ser declarada no aceptable antes de su llegada,
o antes de iniciar sus funciones, y el Estado que envía deberá retirarle el nombramiento. El Estado
receptor no está obligado a exponer los motivos de su decisión.

Facilidades, privilegios e inmunidades de la oficina consular

El Estado receptor concederá todas las facilidades para el ejercicio de las funciones de la oficina
consular.

 Uso de la bandera y escudo nacional: el Estado que envía tendrá derecho a usar su bandera y
escudo en el Estado receptor
 Inviolabilidad de los locales consulares: las autoridades del Estado receptor no podrán
penetrar en la parte de los locales que se utilicen para el trabajo de la oficina, y no podrán
ser objeto de requisa. La residencia del jefe de la misión consular está excluida de estas
normas. Los archivos y documentos consulares son siempre inviolables
 Exención fiscal: los locales consulares y la residencia están exento de impuestos y
gravámenes
 Libertad de tránsito y comunicación: tienen libertad, salvo a zonas de acceso prohibidas por
razones de seguridad personal
 Comunicación con los nacionales del Estado que envía: podrán comunicarse libremente con
sus nacionales, visitarlos y ser visitados. Deberá informar a la oficina consular, sin retraso, el
arresto, detención o prisión de un nacional
 Información en casos especiales: el receptor deberá comunicar sin retraso a la oficina
consular el fallecimiento de un nacional, el nombramiento de un tutor, y el lugar del
accidente de un buque o aeronave.

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Facilidades, privilegios e inmunidades de los funcionarios consulares de carrera

Protección de los funcionarios consulares, inviolabilidad personal, arresto, detención preventiva o


instrucción de un procedimiento penal: los funcionarios consulares no podrán ser detenidos o
puestos en prisión preventiva, salvo que se trate de un delito grave y por decisión de la autoridad
judicial competente. Cuando se instruya un procedimiento penal contra un funcionario consular,
estará obligado a comparecer ante las autoridades competentes. Las diligencias se practicarán con la
deferencia debida al funcionario consular, en razón de su posición oficial, y de manera que no
perturbe el ejercicio de las funciones consulares. Cuando se arreste a un miembro del personal
consular, el receptor deberá comunicarlo sin demora al jefe de la oficina consular, y si se arresta al
jefe, deberá comunicarlo al Estado que envía, por vía diplomática.

Inmunidad de jurisdicción: los cónsules y empleados no están sometidos a la jurisdicción de


autoridades judiciales y administrativas por actos ejecutados en el ejercicio de las funciones
consulares, salvo en un procedimiento civil que resulte de un contrato concertado por el cónsul no
como agente del Estado. Tampoco hay inmunidad en accidentes de tránsito.

Obligación de comparecer como testigo: no está obligado a dar testimonio, pero si los miembros del
consulado fueran llamados como testigos, podrán hacerlo. La autoridad que requiera su testimonio
no deberá perturbar al cónsul en el ejercicio de sus funciones. No están obligados a exhibir
correspondencia ni documentos, ni explicar las leyes del país que representan.

Exención fiscal y otras franquicias: los cónsules y empleados gozan de exención fiscal respecto a
impuestos personales o reales, salvo los indirectos, imponibles sobre bienes inmuebles de propiedad
privada, sucesiones, ingresos privados, determinados servicios por Estados, y derecho de registro,
aranceles judiciales, hipotecas y timbres. En materia aduanera están exentos de impuestos los bienes
destinados al uso personal del cónsul o los demás empleados o su familia. Los miembros de la oficina
están exentos de todo servicio público, cargas militares, requisas, contribuciones y alojamiento de
militares.

Incumbe al Estado la renuncia a los privilegios e inmunidades que otorga la Convención a los
miembros de la oficina consular, que deberá ser expresa, presumiéndola en caso de reconvención.
Además la renuncia a la inmunidad de jurisdicción, no implica renuncia a inmunidad de ejecución,
que requiere una nueva renuncia.

Los privilegios e inmunidades comienzan cuando los miembros de la oficina consular entran en el
territorio del Estado receptor, o desde que asumen sus funciones, y terminan cuando abandonen
dicho territorio.

Los funcionarios consulares no ejercerán en provecho propio ninguna actividad profesional o


comercial en el Estado receptor. Los privilegios e inmunidades no se concederán a los empleados
consulares o miembros del personal que ejerzan una actividad privada lucrativa, a los miembros de
su familia o al personal privado.

5.- MISIONES ESPECIALES

Son misiones diplomáticas temporales que representando al Estado son enviadas a otro Estado (con
consentimiento de éste) con el propósito de tratar con él asuntos determinados o de realizar ante él
un cometido determinado.

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 61


Se caracterizan por ser:

 Temporales
 Representativas del Estado
 Limitadas a un propósito
 Deben ser aceptadas por el Estado receptor

Para enviar una misión especial ante otro Estado es preciso obtener por vía diplomática el
consentimiento de éste último. Para el envío de la misión especial a otro país no es necesaria la
existencia de relaciones diplomáticas o consulares.

El Estado que envía la misión debe informar al Estado receptor quienes integran la misión especial. El
Estado receptor podrá, en cualquier momento y sin exponer el motivo, declarar que algún miembro
de la misión es persona non grata. El Estado que envía debe retirar a esa persona, de lo contrario, el
Estado receptor podrá negarse a reconocerla como miembro de la misión especial.

Las funciones de la misión especial serán determinadas por consentimiento mutuo del Estado que
envía y el receptor, y comenzarán cuando la misión entra en contacto oficial con el Ministerio de
Relaciones Exteriores u otro órgano del Estado receptor que se haya convenido.

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 62


CAPITULO 08
LA RESPONSABILIDAD EN EL DERECHO INTERNACIONAL

1.- RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL DEL ESTADO POR HECHOS


INTERNACIONALMENTE ÍLICITOS

A.- RESPONSABILIDAD: PREMISAS BÁSICAS

El punto central es el análisis de la violación de una norma de derecho internacional. En ese caso,
surge una nueva relación entre: el sujeto que es imputable de la mencionada violación por acción o
por omisión y que debe responder mediante la reparación, y por otra parte, el sujeto que va a
reclamar la reparación por el incumplimiento.

Es un principio del derecho internacional y un concepto general del derecho que cualquier
incumplimiento de un compromiso impone la obligación de efectuar una reparación.

La Comisión de Derecho Internacional (CID) consolidó un texto ordenado que expresa los principios
esenciales que rigen el tema de la responsabilidad.

Como sujetos originarios del internacional, los Estados han sido tradicionalmente creadores de
normas y, a su vez, sujetos obligados por éstas. De este modo, cuando un Estado lleva a cabo un acto
contrario al derecho internacional en perjuicio de otro Estado o bien cuando determinada acción u
omisión pone en peligro bienes o valores que la comunidad internacional considera primordiales, se
puede considerar que es responsable y, consecuentemente, surge la obligación de reparar el daño
causado.

La premisa básica del sistema es, entonces, que todo hecho internacionalmente ilícito del Estado
genera responsabilidad internacional.

Las cuestiones vinculadas con la responsabilidad internacional pertenecen al derecho


consuetudinario.

Los elementos del acto ilícito internacional son la existencia de una conducta con relevancia en el
plano jurídico internacional, el hecho de que con esa conducta se viole una obligación, la posibilidad

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 63


de atribuir dicha conducta a un sujeto del derecho internacional, y la circunstancia de haberse
producido un perjuicio o daño como consecuencia de la acción u omisión.

El elemento subjetivo alude a la posibilidad de atribuir una conducta a un determinado sujeto del
derecho. El elemento objetivo es el hecho de que el comportamiento atribuible al Estado sea una
violación de una obligación internacional.

La obligación es una exigibilidad de una conducta impuesta por la norma del derecho, y se viola
cuando un acto del Estado no sea conforme a lo que exige esa obligación.

Para calificar un de ilícito a un acto, es indistinto cual sea el origen o fuente de la obligación violada:
tan ilícito es un acto contrario a una obligación de origen consuetudinario, como uno que contradiga
un comportamiento basado en un tratado o en una fuente de otro tipo, y también es indiferente el
contenido u objeto de la misma, si bien no dejará de repercutir en ciertos casos.

Para poder clasificarlo como ilícito es necesario que la obligación de dicho acto esté en vigor al
tiempo de la realización de este respecto del sujeto responsable.

En los distintos sectores del Estado se puede incurrir en violaciones de las reglas internacionales, por
ejemplo:

 Poder Legislativo: Cuando un Estado incurre en responsabilidad internacional, como


resultado, bien de la promulgación de una legislación incompatible con sus obligaciones
internacionales, o por la falta de legislación necesaria para el cumplimiento de dichas
obligaciones. Respecto a la regla negativa, hay responsabilidad internacional por dejar de
aprobar la legislación tan solo en los casos en que se dispone específicamente que hay que
aprobar una ley especial como el único medio de cumplir una obligación contenida en un
tratado, en cambio, en otros casos la responsabilidad surge por dejar de cumplir una
obligación determinada ya se deba a la falta de legislación o a cualquier deficiencia en la
maquinaria del Estado. La mera aprobación de la ley puede servir de base para una queja
cuando la ley cause un daño directo al Estado, o la responsabilidad se genera con su
aplicación.
 Poder Ejecutivo: actos u omisiones de los funcionarios por los que se violen obligaciones
internacionales
 Poder Judicial: mediante el dictado de sentencias, denegación o incluso retardo de la justicia

Así, se verifica la plena vigencia de la norma consuetudinaria que establece que los Estados no
pueden alegar normas de derecho interno para violar obligaciones internacionales.

Con respecto al daño, hay autores que consideran que el daño es un elemento constitutivo de la
responsabilidad internacional. Hay otros que sostienen que todo hecho ilícito da lugar a
responsabilidad, aunque no todo hecho ilícito genera daño.

La CID estima que el daño inherente a todo hecho internacionalmente ilícito es el inherente a toda
violación a una obligación, considerando comprendido el factor daño en el elemento objetivo del
acto internacionalmente ilícito.

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 64


B.- RESPONSABILIDAD Y CULPA

Actualmente, el derecho interno acepta el principio de responsabilidad por el riesgo creado. Esto
significa que quien, por su propio placer o utilidad introduce algo peligroso a la sociedad, es
responsable de cualquier accidente que de él se derive, aun cuando no se le pueda imputar culpa o
negligencia alguna.

En el derecho internacional, la teoría del riesgo se aplica de manera similar. En esta situación se
atribuye responsabilidad al Estado, de manera objetiva, simplemente por el riesgo de las actividades
que plantea, tal es así como actividades espaciales, nucleares, establecidas concretamente en
tratados internacionales.

C.- CRIMENES Y DELITOS INTERNACIONALES. RAZONES Y ORIGEN. LA


CLASIFICACIÓN DE LA COMISIÓN DE DERECHO INTERNACIONAL

Si bien todo acto estatal que constituye una violación a una obligación internacional es un acto ilícito,
hay actos que son más graves, y es necesario distinguir los crímenes de otros actos ilícitos de menor
gravedad calificados como delitos internacionales.

Todo hecho internacionalmente ilícito que no sea un crimen internacional, será un delito
internacional.

Se entienden como tales las violaciones flagrantes y sistemáticas de normas de ius cogens. Entre los
criterios que pueden considerarse para medir la gravedad de una infracción se encuentran la
intención de violar la norma, el número de violaciones individuales o la gravedad de las
consecuencias que se acarree a las víctimas.

Toda norma de ius cogens tiene alcance erga omnes, por lo que todos los Estados pueden adoptar
medidas lícitas para poner fin a la violación. Además, los artículos de la CDI afirman que ningún
Estado reconocerá como lícita una situación creada por una violación grave, ni prestará ayuda o
asistencia para su mantenimiento.

La CID establece que “el hecho de un Estado que constituye una violación de una obligación
internacional es un hecho ilícito sea cual fuere el objeto de la obligación internacional violada. El
hecho ilícito resultante de una violación por un Estado de una obligación esencial para los intereses
fundamentales de la comunidad internacional, su violación es un crimen internacional”.

Un crimen internacional resulta de:

 Una violación grave de una obligación de importancia para el mantenimiento de la paz y la


seguridad;
 Una violación grave de una obligación para el mantenimiento de la libre determinación de los
pueblos
 Una violación grave a una obligación para la salvaguardia del ser humano
 Una violación de una obligación para la salvaguardia de la protección del medio ambiente.

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 65


D.- RESPONSABILIDAD DEL ESTADO POR ACTOS SUFRIDOS POR LOS
PARTICULARES. VIOLENCIA EN TURBAS, INSURRECCIONES Y GUERRAS
CIVILES

Los individuos, dentro del territorio de un Estado, pueden efectuar actos que afecten adversamente
los derechos de otros Estados, tales como delitos contra el soberano o embajadores, y las ofensas a
la bandera de un Estado.

La respuesta primitiva a tales actos se basa en la noción de la solidaridad de un grupo: la colectividad


es responsable de los delitos cometidos por cualquiera de sus miembros contra otro grupo o contra
los individuos que lo componen.

La doctrina moderna dice que la responsabilidad del Estado por los actos de los individuos no es la de
complicidad con el autor, sino en el hecho de que el Estado deja de cumplir su deber internacional de
impedir el acto ilícito. La responsabilidad surge si los órganos no evitaron la ofensa o no reparan al
Estado o persona extranjera perjudicado por ella.

Los principios rigen la responsabilidad estatal en relación a daños causados por personas privadas
(individual o en grupo) como en la violencia o motines de las turbas. Existe una situación donde los
Estados han demostrado disposición a aceptar su responsabilidad, que es cuando la turba se ha
dirigido contra los nacionales de un Estado, o a los extranjeros.

El problema de saber si un Estado responde por los daños contra extranjeros en las insurrecciones y
guerras civiles. No se responsabiliza al Estado por los actos revolucionarios, aunque existe
responsabilidad si se alega que las autoridades dejaron de emplear la diligencia para impedir los
daños de los revolucionarios, como al conceder indulto. Se responsabiliza si los revolucionarios se
convierten en el gobierno estatal.

E.- RESPONSABILIDAD EN LA CID

En cuanto al enfoque general de la responsabilidad, la CID establece en su art. 1° que todo hecho
internacionalmente ilícito del Estado genera su responsabilidad internacional, y en su art. 12 dispone
que hay violación de una obligación internacional por un Estado cuando un hecho de ese Estado no
está en conformidad con lo que de él exige esa obligación, sea cual fuere el origen o la naturaleza de
esa obligación.

Este nuevo enfoque hace una distinción conceptual entre normas primarias y secundarias.

Las normas primarias son las que el derecho internacional impone a los Estados. Por su parte, las
normas secundarias son las que nacen de la violación de una obligación primaria. Ejemplo: No se
debe usar el territorio para fines contrarios a los derechos de otros Estados (norma primaria).
Cuando se da tal uso al territorio, se incurre en responsabilidad internacional (norma secundaria).

Atribución de la Responsabilidad

En cuanto a la atribución de la responsabilidad, según el art. 13 debe haber una obligación


internacional en vigencia (norma primaria) respecto del Estado para que un hecho suyo pueda
constituir una violación y resultarle atribuirle.

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 66


El Estado, por su naturaleza, actuará siempre por medio de sus agentes o representantes. Se
considera hecho atribuible al Estado el provocado por el comportamiento de cualquiera de sus
órganos, incluso aunque éstos se excedan en sus competencias. También los de las personas o
entidades que, sin ser órganos del Estado, estén facultadas por el Derecho interno para ejercer
atribuciones del poder público y actúen en el ejercicio de dicha capacidad. Finalmente, el Estado será
responsable por los hechos cometidos por particulares bajo sus instrucciones o control, o si
reconoce, ampara o comparte la actuación de aquéllos. Es posible invocar la responsabilidad
internacional respecto de un Estado en relación con las actuaciones de otro Estado. En primer lugar
cuando un estado ayuda o presta asistencia a otro en la comisión de un hecho internacionalmente
ilícito. En segundo lugar cuando dirige y controla a otro Estado en la comisión de un hecho
internacionalmente ilícito. Finalmente cuando coacciona a otro Estado para la comisión de un hecho
internacionalmente ilícito.

Espacio de tiempo en que se produce la violación

La violación de la obligación internacional se produce en el momento mismo en que tiene lugar el


hecho violatorio del Estado, aunque sus efectos perdures. Sin embargo, si se trata de un hecho de
carácter continuo, la violación se extiende durante todo el período en que el hecho continúa y su
falta de conformidad se mantiene con la obligación internacional.

En el caso de las obligaciones de prevenir, la violación comienza cuando se produce el


acontecimiento que debía prevenirse y se extiende durante todo el tiempo en el cual el
acontecimiento continúa y se mantiene su falta de conformidad con la obligación.

Circunstancias de excusión de la ilicitud

Asimismo la CID ha establecido cuales son las circunstancias que excluyen la ilicitud:

Consentimiento: El consentimiento valido de un Estado a la comisión por otro estado de un hecho


determinado excluirá la ilicitud de tal hecho en relación con el primer Estado siempre que el hecho
permanezca dentro de los límites de dicho consentimiento.

Cumplimiento de normas Imperativas: La ilicitud de un hecho de un estado quedara excluida si, en


las circunstancias del caso, el hecho exigido por una norma imperativa de derecho
internacional general.

Legítima defensa: La ilicitud de un hecho de un estado quedara excluida si ese hecho constituye una
mediad ilícita de legítima defensa tomada de conformidad con la carta de las Naciones Unidas.

Contramedidas respecto de un hecho internacional ilícito: La ilicitud del hecho de un Estado que no
esté en conformidad con sus obligaciones internacionales para con otro Estado quedara excluida en
la medida en que el hecho constituya una medida dirigida a ese otro estado.

Fuerza mayor: La ilicitud de un hecho de un Estado que no esté en conformidad con una obligación
internacional de ese Estado quedara excluida si ese hecho se debió a una fuerza mayor, es decir a
una fuerza irresistible o a un acontecimiento imprevisto, ajeno al control del estado, que hace
materialmente imposible cumplir con la obligación en las circunstancias del caso.

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 67


Peligro extremo: La ilicitud de un hecho de un Estado que no esté en conformidad con una
obligación internacional de ese Estado quedara excluida si el autor de ese hecho no tenía
razonablemente otro medio, en una situación de peligro extremo, de salvar su vida o la vida de otras
personas confiadas a su cuidado.

Estado de necesidad: Ningún Estado podrá invocar el Estado de necesidad como causa de exclusión
de la ilicitud de un hecho que no esté en conformidad con una obligación internacional de ese Estado
a menos que ese hecho:

a. Sea el único medio para salvaguardar un interés esencial contra un peligro grave e
inminente.
b. No afecte gravemente a un interés esencial del Estado o de los Estados respecto de los cuales
existía la obligación, o de la comunidad internacional en su conjunto.

En todo caso ningún Estado podrá invocar el estado de necesidad como causa de exclusión de la
ilicitud si:

a. La obligación internacional en cuestión dimana de una norma imperativa de derecho


internacional general.
b. La obligación internacional en cuestión excluye la posibilidad de invocar el Estado de
necesidad.
c. El estado que invoca el Estado necesidad ha contribuido a que se produzca el Estado de
necesidad.

Ninguna de las circunstancias establecidas “justificaría” la actitud del Estado al incumplir con las
obligaciones del derecho internacional.

Consecuencias Jurídicas del hecho internacionalmente ilícito

El Estado que incurre en responsabilidad internacional queda sujeto a una serie de consecuencias
jurídicas.

En primer lugar, no cesa el deber de cumplir con la obligación violada. El Estado debe también poner
fin a la conducta infractora, si ésta continúa; y a ofrecer garantías de que no se repetirá.

Adicionalmente, el Estado está obligado a reparar el perjuicio causado, tanto material como moral,
incluyendo éste el honor, dignidad y prestigio de un Estado.

Según la naturaleza y el contenido de la obligación internacional violada y las circunstancias de la


violación, las obligaciones de reparar pueden existir con relación a otro Estado, a varios Estados o a la
comunidad internacional en su conjunto.

En cuanto a la reparación, sabido es que el principio dominante en la responsabilidad por ilicitud es


el de la in integrum restitutio, “borrar las consecuencias del hecho ilícito y restablecer la situación
que hubiera existido si el hecho no hubiera tenido lugar”

La reparación íntegra del perjuicio causado por el hecho internacionalmente ilícito adoptará la forma
de restitución, de indemnización y de satisfacción, ya sea de manera única o combinada.

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 68


F.- MODOS DE HACER EFECTIVA LA RESPONSABILIDAD.

La CID recoge las medidas que pueden adoptar los Estados ante la violación de una obligación
internacional para asegurar que el Estado infractor cumple las obligaciones que conforman el
contenido de la responsabilidad.

Invocación de la responsabilidad

Un Estado tendrá derecho como Estado lesionado a invocar la responsabilidad de otro Estado si la
obligación violada existe:

a. Con relación a ese Estado individualmente; o


b. Con relación a un grupo de Estados del que ese Estado forme parte, o con relación a la
comunidad internacional en su conjunto, y la violación de la obligación:
 Afecta especialmente a ese Estado; o
 Es de tal índole que modifica radicalmente la situación de todos los demás Estados con
los que existe esa obligación con respecto al ulterior cumplimiento de ésta.

La invocación de la responsabilidad consiste en la adopción de medidas relativamente oficiales, como


la presentación de una reclamación o la incoación de un proceso jurisdiccional o cuasijurisdiccional;
la mera protesta no debe entenderse como invocación de responsabilidad.

La invocación deberá notificarse al Estado infractor, pudiendo especificar el comportamiento que


debería adoptar éste y la forma que debería adoptar la reparación, según el Estado que reclame.

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 69


La invocación es un derecho del Estado lesionado. Si son varios los afectados, cada uno podrá invocar
la responsabilidad por separado.

Un Estado está legitimado para invocar la violación de una obligación que el Estado infractor tiene
frente a un grupo de Estados o frente a toda la comunidad internacional si le afecta especialmente o
si la violación es de tal índole que condiciona el cumplimiento por las demás partes, como es el caso
del incumplimiento de un tratado de desarme.

La responsabilidad del Estado no podrá ser invocada:

a. Si la reclamación no se presenta de conformidad con las normas aplicables en materia de


nacionalidad de las reclamaciones;
b. Si la reclamación está sujeta a la norma del agotamiento de los recursos internos y no se
han agotado todas las vías de recurso internas disponibles y efectivas.

Es posible renunciar a este derecho. La falta de reacción del Estado ante la violación se puede
presumir como renuncia tácita.

Además, el artículo 48 afirma que un Estado podrá invocar la responsabilidad de otro, aunque no
pueda entenderse lesionado.

Podrá, en primer lugar, si la obligación existe en relación con un grupo de Estados del que el Estado
invocante forma parte y ha sido establecida para tutelar un interés colectivo del grupo.

En segundo lugar, si la obligación existe frente a la comunidad internacional: es decir,


obligaciones erga omnes en sentido estricto. Como ejemplos de esto cabe destacar la prohibición de
los actos de agresión y genocidio, el cumplimiento de los "principios y normas relativos a los
derechos fundamentales del ser humano, incluida la protección contra la esclavitud y
la discriminación racial"; también el derecho de los pueblos a la libre determinación.

En estos casos cabe invocar la responsabilidad y solicitar la cesación de la conducta y la reparación de


los daños, pero no pueden adoptarse contramedidas, sino sólo aquellas medidas que serían lícitas en
todo caso.

Medidas de aplicación coactiva del Derecho internacional.

A diferencia del derecho interno en el Derecho Internacional no existe un sistema institucionalizado


de aplicación coercitiva del derecho.

Lo cierto es que en el derecho internacional impera la autotutela a la hora de aplicar coercitivamente


el derecho en la resolución de los conflictos.

Así, ante la comisión de un ilícito internacional el infractor es obligado por otro sujeto de derecho
internacional que busca la cesación del ilícito y su reparación.

Retorsiones

Es la realización de un acto que entra dentro de la legalidad internacional, pero no dentro de las
buenas prácticas, es decir que son legales en su totalidad pero deben realizarse con responsabilidad.

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 70


Contramedida o represalias

El Estado lesionado, para obtener la cesación y reparación del hecho ilícito, puede realizar
determinados actos que, en condiciones normales, serían contrarios a sus obligaciones
internacionales. Estos actos se denominan contramedidas o represalias, que son un elemento de un
sistema descentralizado que trata de hacer efectivos los derechos de los Estados.

No obstante, al tratarse de una forma de autotutela, las contramedidas se prestan a abusos. Así se
establecen límites y condiciones a su ejercicio.

a. El Estado lesionado solamente podrá tomar contramedidas contra el Estado responsable del
hecho internacionalmente ilícito con el objeto de inducirlo a cumplir las obligaciones que le
incumban en virtud de lo dispuesto en la segunda parte.
b. Las contramedidas se limitarán al incumplimiento temporario de obligaciones
internacionales que el Estado que toma tales medidas tiene con el Estado responsable.
c. En lo posible, las contramedidas serán tomadas en forma que permitan la reanudación del
cumplimiento de dichas obligaciones.

Las contramedidas no afectarán:

a. La obligación de abstenerse de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza, como está


enunciada en la Carta de las Naciones Unidas;
b. Las obligaciones establecidas para la protección de los derechos humanos fundamentales;
c. Las obligaciones de carácter humanitario que prohíben las represalias;
d. Otras obligaciones que emanan de normas imperativas del derecho internacional general.

El Estado que tome contramedidas no quedará exento del cumplimiento de las obligaciones que le
incumban:

a. En virtud de cualquier procedimiento de solución de controversias aplicable entre dicho


Estado y el Estado responsable;
b. De respetar la inviolabilidad de los agentes, locales, archivos y documentos diplomáticos o
consulares.

Las contramedidas deben ser proporcionales al perjuicio sufrido, teniendo en cuenta la gravedad del
hecho internacionalmente ilícito y los derechos en cuestión.

Se pondrá fin a las contramedidas tan pronto como el Estado responsable haya cumplido sus
obligaciones en relación con el hecho internacionalmente ilícito de conformidad con lo dispuesto en
la segunda parte.

La protección diplomática.

Mediante la protección diplomática un Estado hace suyas las reclamaciones de sus nacionales contra
otro Estado, convirtiéndose en el único que puede calificar la conveniencia de la reclamación, su
monto y hacer con ella lo que crea oportuno.

Este último aspecto es importante para el derecho interno, pues para el internacional basta con que
se entregue el monto de la reclamación y lo que se haga con ella queda a discrecionalidad del Estado
reclamante.

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 71


Los tres requisitos que se necesitan para ejercer la protección diplomática son:

 Que se ejerza a favor de personas que ostenten la nacionalidad del estado reclamante,
siendo un caso de excepción que se ejercite por personas que no son nacionales del Estado
reclamante, pero posible como sería la situación de un estado en protectorado. Este criterio
ha sido confirmado por la Corte Internacional de Justicia, en su opinión consultiva acerca de
“Reparación por daños sufridos al Servicio de las Naciones Unidas”.
 Que la persona sujeto de la protección diplomática, haya agotado los recursos internos del
Estado ante el cual se hará la reclamación, es decir, se requiere que se haya acudido ante los
tribunales y que no haya obtenido satisfacción después de haber agotado las vías legales que
tenía abiertas. Si la persona reclamante no tuvo acceso a los tribunales, o los tuvo pero su
reclamación no fue recibida, o habiéndola recibido la autoridad se observan irregularidades
en su resolución, entonces tenemos lo que comúnmente se conoce como “Denegación de
Justicia”.
 La tercera condición es que la conducta de la persona reclamante sea “limpia”, es decir que
no haya propiciado con una actuación ilegal, la producción de los hechos que dieron origen a
la protección diplomática, lo cual se conoce con el término anglosajón de “Clean hands” o
manos limpias.

2.- RESPONSABILIDAD DEL ESTADO POR LAS CONSECUENCIAS


PERJUDICIALES POR ACTOS NO PROHIBIDOS POR EL DERECHO
INTERNACIONAL

El derecho internacional no conocía, hasta hace relativamente poco tiempo, otra forma de
responsabilidad que la consecuente al hecho ilícito. El desarrollo de la actividad espacial, el
transporte de ciertas sustancias - principalmente por mar – la actividad nuclear, todo el desarrollo
tecnológico que produce o crea un riesgo de producir daños transfronterizos y con ellas ciertas
convenciones internacionales que imponen formas de responsabilidad causal. Pero no había normas
de derecho internacional general en la materia, ni convención alguna que lo codificará o intentara
desarrollar progresivamente.

En 1973 la CID decidió considerar separadamente todo lo atinente a la responsabilidad por riesgo
bajo el nombre "Responsabilidad internacional por las consecuencias perjudiciales de los actos no
prohibidos en el derecho internacional"

La responsabilidad por el riesgo creado es perfectamente conocida en el derecho interno. Se utiliza


generalmente en relación con ciertas actividades que presentan un riesgo superior al normal de
causar daños a terceros, pero que son permitidas porque su utilidad social excede ampliamente los
perjuicios que causan. Estos daños deben ser indemnizados independientemente de la culpa y
cualquiera sea el grado de diligencia empleada para evitar el acontecimiento que los provocó. Son las
llamadas actividades de riesgo o peligrosas.

Pero no es esta la única forma de responsabilidad sin hecho ilícito. Son estas actividades las que
plantean los problemas contemporáneos más graves, como lo es el de la contaminación
transfronteriza.

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 72


La responsabilidad causal, es una técnica jurídica destinada a restablecer el desequilibrio de intereses
alterado por la producción de un daño. No en todos los casos puede prohibirse la producción de un
daño, y en realidad el derecho no los prohíbe. En este tema existen por lo menos dos formas lícitas
de daños: aquellos que no sobrepasan el nivel de tolerancia, llegan a ser apenas una molestia; y los
que sobrepasan ese nivel, es decir, el daño significativo o sensible, que siendo estadísticamente
inevitable y resultando de una actividad que no está prohibida, debe por ende ser aceptado, siempre
y cuando medie una reparación.

Podría concebirse otra variante para este último tipo de daños: la prohibición de la actividad cuando
los daños son de tal naturaleza que sobrepasan las ventajas que la actividad podría arrojar. Ese fue el
caso de los ensayos nucleares en la atmósfera, en el espacio cósmico y bajo el agua, ya que sus
beneficios, cualesquiera fuesen, resultaban considerablemente inferiores a los daños causados y a
los riesgos que creaban. Así se llegó al Tratado de prohibición correspondiente en 1969. Pero
naturalmente que la prohibición nos llevaría a la responsabilidad por ilicitud en caso de
incumplimiento.

3.- RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL DEL INDIVIDUO

El individuo no es sujeto normal de las relaciones regidas por el orden jurídico internacional, aunque
excepcionalmente pueda serlo en la medida en que algunas de las reglas del derecho internacional le
atribuyan derechos y obligaciones de carácter internacional. Salvo supuestos excepcionales, sólo a
través del Estado pueden las reglas del derecho internacional llegar a afectar al individuo.

En principio, no existe obstáculo para considerar al individuo como sujeto de una conducta que
represente en sí misma un hecho internacionalmente ilícito. A este respecto, Kelsen distingue entre
el individuo-sujeto del hecho ilícito y el sujeto de la responsabilidad, lo que vendría a significar que,
no obstante poder el individuo infringir una regla jurídico- internacional que establezca ciertas
obligaciones a su cargo, normalmente no será responsable por ello en el plano internacional: sólo
excepcionalmente el acto ilícito del individuo puede suscitar su responsabilidad directa en este plano
en razón de la índole y de la gravedad del acto.

El individuo tiene capacidad para contraer responsabilidad internacional por hechos ilícitos y, en
concreto, existe la posibilidad de su incriminación internacional. No obstante, se ha observado que
en la generalidad de los supuestos de los llamados delicta iuris gentium (piratería, trata de esclavos,
tráfico de drogas, delitos contra personas internacionalmente protegidas u otros actos terroristas de
diversa índole), las sanciones se aplican a los culpables en virtud de reglas internas (dictadas por los
Estados en consonancia con sus obligaciones jurídico-internacionales) y a través del ejercicio de la
jurisdicción nacional eventualmente ampliada con arreglo a las previsiones de ciertos convenios a los
fines de una más eficaz represión de este tipo actos. Es decir, la incriminación no trasciende en tales
casos el plano del derecho interno, por más que se apoye en reglas internacionales convencionales
que estipulan una colaboración entre Estados a los citados fines represivos.

No obstante, el aspecto institucional de la sanción es básico en relación con la cuestión de la


responsabilidad del individuo en el plano del derecho internacional. Este aspecto está ligado al de la
existencia de una jurisdicción internacional penal. De ahí la excepcional relevancia de ciertos casos
en los que la responsabilidad según el derecho internacional se ha imputado directamente al
individuo y éste ha sido penado mediante un procedimiento internacional.

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 73


Solo el acto ilícito del individuo puede suscitar su responsabilidad directa en este plano, en razón de
la índole y la gravedad del acto.

Crímenes de guerra, contra la paz y la humanidad

A poco de concluir la segunda guerra mundial, para enjuiciar a los responsables de los crímenes de
guerra, se concertó estatuto que incorporaba una carta del Tribunal Militar Internacional encargado
de juzgar los delitos que se agrupan en cuatro categorías:

Crímenes contra la paz: preparación, desencadenamiento y prosecución de una guerra de agresión,


participación en un plan concertado para realizar tales actos

Crímenes de guerra en sentido estricto: asesinatos, malos tratos, o deportación de poblaciones


civiles a territorios ocupados, asesinato o malos tratos de prisioneros de guerra o rehenes,
destrucción de ciudades sin motivos

Crímenes contra la humanidad: asesinato, exterminio, reducción a esclavitud, deportación o


cualquier otro acto inhumano cometido contra poblaciones civiles, antes o durante la guerra,
persecuciones por motivos políticos, religiosos o raciales en relación con un crimen que caiga en la
competencia de este tribunal

Conspiración y complot: abarca a los dirigentes, provocadores, organizadores y cómplices que


hubieran participado en un plan para cometer cualquiera de los crímenes definidos.

Tras los Juicios de Nüremberg, la Asamblea General de la ONU encargó a la Comisión de Derecho
Internacional la formación de los principios de Nüremberg en un proyecto de Código Internacional de
Delitos Contra la Paz y Seguridad de la Humanidad que recién fue sancionado en 1991, y establece:

 La responsabilidad penal del individuo


 La obligación de juzgar y conceder la extradición
 La imprescriptibilidad de esos crímenes
 La no exención de responsabilidad del autor que haya cometido el crimen con carácter
oficial.

También trata los crímenes contra la paz y seguridad d la humanidad propiamente dichos entre los
que se encuentran la agresión, amenaza, de agresión, fomento, ayuda o financiación de
organizaciones subversivas o terroristas en otro Estado o el suministro de armas para tales
actividades, dominación colonial, genocidio, apartheid, violaciones de DDHH, tráfico de
estupefacientes y daños al medio ambiente.

La creación del Tribunal de la Haya en 1993 para el enjuiciamiento de los responsables de las
violaciones al derecho humanitario en Yugoslavia desde 1991, llevaron a la actualización práctica de
dichos principios.

A pesar de todo, lo normal es que sea el Derecho Interno a través de los órganos y procedimientos
estatales, el que se encarga de dilucidar las consecuencias de la comisión por el individuo de delitos
internacionales.

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 74


Genocidio

La Convención para la prevención y la sanción del delito de genocidio de 1948 declaró que el
Genocidio, ya sea cometido en tiempo de paz o de guerra, es un delito de derecho internacional que
las partes se obligan a prevenir y a sancionar en el plano legislativo y jurisdiccional.

Genocidio es cualquiera de los actos mencionados a continuación, cometidos con el propósito de


destruir total o parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso tales como:

 Matanza de los miembros del grupo


 Producción de grave daños corporales o mentales a los miembros del grupo
 Sumisión deliberada del grupo a condiciones de vida calculadas para producir su destrucción
física total o parcial
 Imposición de medidas encaminadas a evitar los nacimientos dentro del grupo
 Transferencia forzada de niños de un grupo a otro.

La Convención configura al genocidio como un delito individual, por el que se responderá sea cual
fuere la calidad ostentada por el gobernante, con exclusión del Estado. Si no existe una jurisdicción
internacional ad hoc, la Convención solo podrá aplicarse a actos genocidas ordenados por un
gobierno después de un cambio revolucionario de gobierno o de la derrota del adversario por la
potencia vencedora.

Terrorismo internacional

En la expresión terrorismo internacional suelen englobarse ciertas formas de violencia que ponen en
peligro o causan la pérdida de vidas inocentes, o comprometen la libertad de las personas.

Desde una perspectiva jurídica, en un sentido amplio cabe entender por delito de terrorismo
cualquier acto o amenaza de violencia cometida por un individuo o grupo contra personas,
organizaciones, lugares, sistemas de transporte y comunicación internacionalmente protegidos, con
la intención de causar daño o muerte y el objeto de forzar a un Estado a tomar determinadas
medidas u otorgar determinadas concesiones.

Sobre la vertiente genérica de terrorismo, se ha distinguido entre terrorismo de derecho común,


terrorismo político y terrorismo de Estado. En el ámbito regional, se sancionó el Convenio para
prevenir y sancionar actos del terrorismo, firmado en Washington en 1971. En el ámbito
internacional, se firmó el Convenio de Nueva York sobre la toma de rehenes de 1979. En todos los
convenios, se prevé que los Estados incluyan al terrorismo en sus leyes, lo penen y juzguen a los
actores.

Derecho Internacional Público – J. A. Travieso Página 75

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