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Descripción breve
En este Manuel podrá encontrar información de componentes utilizados en la neumática a nivel
industrial, espero el documento sea de interés.
Alexander Putoy
Docente técnico
Elementos auxiliares del compresor
El grado de pureza del aire comprimido puede ser decisivo para el correcto funcionamiento
de los dispositivos neumáticos. Los delicados componentes que se utilizan, ya sean válvulas,
cilindros, reguladores, etc, hacen que su duración y buen funcionamiento cotidiano,
dependan de la calidad de dicho fluido. Para obtener un cierto grado de calidad, es preciso
dotar al compresor de una seria de elementos que filtren al aire de impurezas, lo enfríen y
después liberen de alguna forma el agua que contiene.
En la siguiente figura se muestra lo que podría ser un equipo convencional instalado con el
mismo compresor. Como puede apreciarse, el aire atmosférico es aspirado a través del
filtro, el cual se encarga de retener las impurezas que posee el aire en su seno, los
mecanismos del compresor deben ser engrasados con aceite, que crea los inconvenientes
antes mencionados, lo primero que se hace es separar dicho aceite residual del aire, en los
denominados separadores, y restituirlo al circuito de lubricación. Según la capacidad del
compresor, el aceite de lubricación es bombeado a través de un circuito donde es filtrado y
después enfriado en los radiadores correspondientes, por aire o por intercambiadores de
calor. El aire desprovisto ya de la mayor parte de aceite residual, es pasado por un radiador
donde, también por aire o por intercambiadores de calor, es enfriado hasta que finalmente
un decantador de humedad se encarga de separar el agua que posee.
Pero el proceso de purificación del aire no termina ahí, sino que, a lo largo de la instalación,
y hasta el propio punto de consumo, todavía continúa.
Acumulador
Las fluctuaciones de presión que se originan en los generadores, sobre todo en los
alternativos, así como las fluctuaciones en el consumo de los actuadores, deben ser
absorbidas por los depósitos y por los pequeños acumuladores intermedios. Otras
funciones que desempeñan estos elementos, son las de hacer de refrigeradores de aire y
también de condensadores. Efectivamente, la gran superficie de evacuación de los
depósitos hace que sean capaces de contribuir notablemente al enfriamiento del gas, para
ello, deben ser instalados en zonas protegidas del sol y perfectamente ventiladas, en el
El tamaño del depósito principal depende de la capacidad del compresor y del consumo
general en la planta. Tanto la capacidad del compresor, como la del depósito, deben ser
calculadas con cierta generosidad para poder abastecer posibles ampliaciones en cuanto a
equipos y máquinas neumáticas se refiere. Este grado de generosidad debe ser más
acentuado en el depósito, ya que, con un depósito mayor, y si se cuidan las fugas de las
tuberías, el compresor funcionará con menor frecuencia. El cálculo del volumen del
depósito puede realizarse del siguiente modo:
Siendo:
V = Volumen del depósito en m3
K = Constante variable entre 0,2 y 0,4
Q = Caudal del compresor en m3/min
Debe tenerse en cuenta que es éste un cálculo orientativo y práctico, el valor del volumen
del depósito depende también, del tipo de elementos consumidores y del número de
éstos. Pero a falta de tales datos, este cálculo puede servir. El volumen que resulte de esta
fórmula deberá ser ajustado a los tamaños más o menos normalizados del mercado.
Se llama red de distribución de aire comprimido, a todas las tuberías que partiendo del
depósito conducen el aire a presión hasta el lugar de trabajo. Desde el compresor se crea
una red principal que, a modo de parrilla se distribuye por toda la fábrica. Desde esta
conducción principal de mayor diámetro situada en la parte alta de la nave, se toman las
derivaciones o conducciones secundarias que distribuirán el aire hasta los diversos
consumidores. Unas y otras tuberías son de acero, y se unen entre sí mediante racores de
diversos tipos. Como cualquier otra conducción de fluidos, deben evitarse en lo posible
cambios bruscos en la sección de la
tubería, codos cerrados y cualquier
elemento que contribuya en exceso a
aumentar las caídas de presión.
Para estimar la sección necesaria en las tuberías deben tenerse en cuenta factores tales
como: caudal circulante de aire, velocidad del mismo, pérdidas admisibles de presión,
presión de trabajo en los consumidores, estrangulaciones existentes en toda la conducción
y longitud de tubería.
Al igual que ocurre con los depósitos y acumuladores, es difícil calcular con precisión el
diámetro de los tubos que deben emplearse en la instalación. El motivo es que no sólo se
tendrán en cuenta los consumos actuales conocidos sino las futuras ampliaciones que
Secador de aire
El tratamiento del aire, se realiza desde la admisión en el compresor hasta la toma final a
través de los enchufes rápidos (racores). Se ha filtrado en la entrada al compresor, se ha
decantado el aceite de restos de lubricación que posee en su seno, se debe de rebajar la
temperatura a través de enfriadores o intercambiadores de calor y, en el transcurso de
varias etapas, se ha procedido a separar el agua que forma parte del aire atmosférico y ha
sido engullida también por el compresor. Todo un largo proceso que ha permitido obtener
aire de mayor o menor pureza en las tomas de presión.
Pero los distintos elementos utilizados en los circuitos están constituidos por una mecánica
delicada que es preciso preservar. Las estrechas tolerancias de fabricación, el alto grado de
acabado superficial en los elementos deslizantes y el rozamiento entre las partes móviles,
hace que el aire empleado deba ser de la mayor calidad posible.
El aire ideal en este caso sería un aire exento totalmente de impurezas y agua, y con una
ligera dosis de lubricante que suavizará los movimientos interiores de correderas de
válvulas, émbolos y vástagos de cilindros.
En una instalación convencional como la descrita anteriormente, esto no es posible del todo
ya que el aire arrastra algunas impurezas de pequeño tamaño, que no han sido filtradas en
el origen: partículas metálicas desprendidas al montar los racores de unión y válvulas de
paso, restos de oxidaciones interiores de las tuberías y, también, restos de aceite de la
lubricación que no han podido eliminarse del todo en el proceso de decantación junto al
compresor. El agua, a pesar de las decantaciones sucesivas, sigue haciendo acto de
presencia, aunque ya en reducidas proporciones.
Es preciso, pues, someter el aire a un tratamiento final que lo haga apto para el consumo.
Para ello, y ya formando parte de la máquina neumática, se instalan en la entrada a los
mismos pequeños grupos concebidos para este fin.
En primer lugar, se instala el elemento de filtraje (1), cuya misión es la de liberar al aire de
impurezas y del agua en suspensión. Están dotados de un vaso transparente en cuyo
fondo se depositan dichas impurezas y el agua.
La evacuación se efectúa a través del purgador (6) que puede ser de apertura manual o
automática.
En el centro del grupo se monta el regulador de presión (2), cuyo objeto es mantener una
presión de trabajo a la salida, constante, pero inferior a la presión de entrada o de la red.
Dicha presión de salida es controlada mediante el pequeño volante incorporado. Sobre
este mismo componente se instala un manómetro que indica en todo momento el nivel
de la presión regulada.
Tubos
Los tubos son elementos que sirven para interconexiones los distintos componentes que
integran un circuito neumático. El fluido discurre por el interior de los mismos, unas veces
con presión para realizar un trabajo determinado, y otras, sin apenas presión, es conducido
para ser desalojado al exterior y formar parte del aire atmosférico.
Las leyes que rigen para este medio de transmisión energética son las mismas que las que
rigen para la conducción de cualquier fluido a presión. Esencialmente se trata de
transportar aire a presión de un lugar a otro, con pérdidas de presión mínimas y de la forma
más económica posible.
Las caídas de presión son indeseables y deben ser reducidas al máximo. Para disminuir estas
pérdidas es preciso tener en cuenta ciertos factores en el diseño de tuberías tales como:
No tiene en absoluto control sobre las pérdidas de carga en el resto de los componentes
neumáticos, cuya competencia corre a cargo del propio fabricante de estos aparatos. El
técnico sólo puede elegir el tamaño adecuado de dichos componentes neumáticos, dentro
de la amplia gama existente en el mercado.
La elección del diámetro del tubo no suele representar problema alguno ya que depende
normalmente, de la rosca de conexión de los distribuidores que alimentan a los actuadores.
El diámetro interior posible del tubo depende a su vez, de los racores montados en dichos
distribuidores, en general, la elección del tubo está condicionada por el tamaño de las
válvulas.
Las velocidades del fluido dentro de las mencionadas tuberías dependerán del caudal, de la
presión y de la sección interior del tubo. Normalmente las velocidades oscilan entre 8 y 30
mIs.
En la figura anterior se representa un circuito que contiene todas y cada una de las
funciones que desempeñan las tuberías.
La indicada con el número (3) es de alimentación con aire que procede de la red. Antes de
llegar al grupo de acondicionamiento del aire (D), el fluido se encuentra a la presión de dicha
red; después de atravesar éste, el aire estará sometido a la presión de trabajo que controle
el regulador de dicho grupo, y siempre igual o por debajo de la que proporcione la
mencionada red general. Todas las tuberías (3) son de alimentación y el aire circula en un
solo sentido; no existe en éstas retomo del fluido.
Las tuberías (1) son de distribución de aire hacia los cilindros y cumplen la doble función de
hacer de tuberías de alimentación a la presión de trabajo, y de tuberías de retorno a muy
baja presión, según se desplace el émbolo del cilindro en uno u otro sentido. El tramo de
estas tuberías está comprendido entre el distribuidor (B), y el cilindro o actuador (A). Son
las tuberías de mayor sección puesto que por ellas pasa todo el fluido que abastece a las
cámaras del cilindro.
Las tuberías auxiliares o de pilotaje (4) son tuberías encargadas de conducir el fluido que
proporcionará señal de mando a elementos tales como: válvulas distribuidoras,
temporizadores neumáticos, presostatos y otros. Suelen ser de pequeña sección de paso ya
Para finalizar esta primera clasificación, las tuberías con la referencia (2) se indican tramos
de tuberías de escape. Normalmente, y salvo algunos casos, estas tuberías apenas existen
ya que desde las mismas válvulas, el aire es expulsado al exterior, bien directamente por el
orificio de salida, o bien a través de silenciadores o reguladores de escape.
Si existe algún tramo de tubería de esta naturaleza, y las velocidades de los cilindros son
elevadas, conviene que la sección de dichas tuberías, esté ampliamente dimensionada para
facilitar el escape.
En la tabla anterior, se muestra tubería de acero de diversos diámetros. Como puede verse,
y a pesar de los reducidos espesores de pared, las presiones que pueden soportar son más
elevadas que las máximas usadas en neumática que, como se sabe, no superan en general
los 8 bar.
El montaje de estas tuberías se realiza mediante racores universales con anillo mordiente,
el acero debe ser lo más dúctil posible para que el anillo lo deforme con facilidad y pueda
producir la total estanqueidad.
En los circuitos neumáticos es muy poco utilizado los tubos de acero, debido a lo costoso
que resulta el montaje, y a la falta de flexibilidad, al igual que los tubos de cobre, estos
soportan muy altas temperaturas.
El gran auge experimentado por las uniones a base de racores rápidos o instantáneos, ha
hecho que, en la actualidad, y en equipos neumáticos industriales convencionales, los tubos
▪ Peso reducido
▪ Amplia gama de temperaturas de
utilización, que oscilan entre los -20 °c y
los +70 °C
▪ Elevada resistencia mecánica y buena resistencia a la humedad y a los ambientes
salinos
▪ También absorben bastante bien las vibraciones
▪ Y son resistentes a la abrasión
La superficie interior fina de sus paredes, hace que posean un débil coeficiente de
rozamiento. En la tabla se indican diámetros y presiones de trabajo para cada medida, estas
presiones deben entenderse para una temperatura normal de 20 oC. El grado de flexibilidad
de estos tubos puede apreciarse por el radio de curvatura mínimo que permiten.
Estos tubos se comercializan en varios colores: Negro, Verde, Rojo, Azul y Amarillo. El tubo
de poliamida se comercializa también en forma de espiral como se muestra en la siguiente
figura, sobre todo los de pequeño diámetro, y en aplicaciones donde uno de los extremos
del tubo se desplaza respecto al otro, como ocurre en mecanismos de carros deslizando
sobre bancadas o guías.
Comparados con los tubos anteriores, estos soportan menores presiones de trabajo, pero,
en cambio, son más flexibles. Las presiones indicadas son para temperaturas de 20 °C.
Tomas de presión
El macho (3) forma parte de la máquina o dispositivo neumático siendo el primer elemento
por el cual circula el aire a presión. La hembra, cuando está desconectada del macho,
impide, mediante una válvula antirretorno incorporada, la salida del aire al exterior de la
red. La conexión del macho se realiza ejerciendo una cierta presión sobre la hembra. Una
vez introducido a tope, queda automáticamente enclavado y se produce el paso de aire de
uno a otro elemento. Para desconectar el macho bastará con desplazar hacia afuera el anillo
(2) de la hembra y tirar del macho.
Como puede observarse, a través de estos elementos y de forma rápida, sin necesidad de
herramientas, se conecta el aire de la red al equipo consumidor de forma muy simple.
2.4.1 Racores más representativos y accesorios diversos
En la figura 28. (Dividida en: a, b, c, d, e y f), se muestran los tipos de Racores más
representativos. En cualquier caso, el proyectista de sistemas neumáticos encontrará en el
mercado, y en cualquier catálogo, una variada gama de formas y tamaños suficientes como
para resolver cualquier problema de unión de tuberías que se le presente.
En cuanto a los materiales empleados o los de uso más frecuente, como son los de acero,
acero inoxidable, latón y diferentes materiales plásticos. Las roscas de conexión más usadas
son las roscas GAS de paso fino y algo también las métricas. Las primeras oscilan entre RG
1/8 y RG 1/2, y las segundas son especialmente utilizadas en pasos inferiores a RG 1/8. y
son M3 y M5.
La base de conexión múltiple figura g (Distribuidor) posee una entrada y varias salidas y es
muy empleada cuando es preciso, por ejemplo, alimentar a la vez varios puntos de presión
neumática. Y para finalizar, en (h) se muestra una arandela de aluminio, cobre o latón, muy
útil para ayudar a conseguir estanqueidad en racores de unión. Las arandelas caucho-metal
(i) cumplen la misma función que las anteriores, constan de una arandela de acero, en cuya
parte cilíndrica interior se adhiere un pequeño anillo de caucho que es el que produce
realmente la estanqueidad.
Racores universales
Hasta hace poco tiempo, lo racores denominados universales eran los más utilizados en
montajes neumáticos. La aparición relativamente reciente de los racores instantáneos, los
ha postergado a un honroso segundo lugar.
Se conocen por racores universales por anillo, aquellos que utilizan para su montaje un
anillo metálico que, al apretar la tuerca del racor, comprime radialmente al tubo,
produciendo la consiguiente estanqueidad.
El racor universal por anillo, es la única solución posible para el montaje de tubos metálicos.
En tuberías de acero se emplean anillos de acero templado que deben “morder”
radialmente al tubo para producir el cierre, esto supone el empleo de tubos de aceros
especiales muy dúctiles; en cambio, cuando dicha tubería es de cobre o nylon se emplean
anillos de latón.
Este tipo de montaje por racor universal, tiene el inconveniente, de que el anillo no es
recuperable si se elimina la unión, si ésta se realiza
en otra parte del tubo, el anillo se pierde junto al
pequeño tramo de tubo abarcado por el anillo.
Racor instantáneo.
Existen diferentes tipos de conexión según los fabricantes. A continuación, se muestran dos
de las soluciones más empleadas en la actualidad. La primera se indica en la siguiente figura
y está basada en la estanqueidad que ofrece una simple junta tórica de caucho.
Este tipo de conexión es apta para una gran variedad de tubos tanto de poliamida como de
poliuretano y como puede apreciarse, la sección de paso del tubo se conserva íntegra en el
racor, lo cual significa que no existen pérdidas de carga en los racores rectos. Constan
esencialmente de un cuerpo principal (1) que se rosca al componente neumático respectivo,
una junta tórica (2) y una pinza extensible (3). El montaje del tubo (4) es muy sencillo; basta
con introducirlo hasta el tope final y después tirar de él manualmente. La pinza (3) se cierra
y muerde ligeramente el tubo evitando la salida accidental de éste mientras discurre el
fluido. Para el desmontaje bastará empujar ligeramente con el dedo desde el exterior a la
pinza (3) para desbloquear el tubo, y después tirar de éste hacia afuera. Todo ello, como se
ha indicado, sin ningún tipo de herramienta y de forma rápida.
Racor instantáneo
Este tipo de racor está formado por el cuerpo principal (1) con rosca para la conexión al
elemento neumático, por la junta de estanqueidad (2) o collarín, por las ganas de sujeción
(3) y por el anillo de desconexión (4).
Los racores con funciones neumáticas, son elementos de reciente creación dentro del
campo del aire comprimido. Son cada vez más utilizados debido al reducido espacio que
ocupan, y al montaje relativamente sencillo sobre los mismos cilindros o sobre los
distribuidores de mando.
Otras formas existentes permiten montarlos directamente sobre las mismas tuberías de
alimentación. Puede apreciarse, también a través del símbolo, que llevan incorporada una
válvula antirretorno y por tanto, son de regulación unidireccional.
Los racores de bloqueo, como el que se muestra en la figura 35, sirven para bloquear el
émbolo del cilindro en una determinada posición (1), y son también muy utilizados como
elementos de seguridad del movimiento del vástago ante cortes accidentales en la
alimentación del aire. Debe advertirse que el bloqueo es un tanto elástico debido a la
compresibilidad del aire.
Racor de bloqueo.
Este dispositivo se compone del cuerpo principal de la válvula (2), del cabezal de pilotaje
(1), del racor principal (3) y de la rosca de conexión
(4).
Los cilindros o actuadores se llenan poco a poco de aire a presión, hasta dejar la instalación
lista para su funcionamiento normal. Se montan sobre la válvula de entrada general de aire
a todo el circuito, o sobre el propio distribuidor del cilindro.