Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
CURSO: MICROECONOMIA
COLOMBIA
SANTANDER
2020
INTRODUCCION
En el costo de producción estos puedes ser fijos o variables. Cuando son fijos
dentro de ellos cabe destacar el costo del factor tierra (en dado caso de que la
tierra no sea del productor), costos de laboreo (preparación, siembra, trabajos
culturales y costo del equipo), costos variables, costos por cosecha. En los
costos de comercialización son esencialmente variables, algunos en función
del volumen comercializado y otros en función de los procesos, y se
relacionarán con los quintales de grano comercializado.
El producto total puede ser denominado como la cantidad total de bienes que se
obtienen de todos los trabajadores y los recursos o insumos que fueron utilizados
para realizar su producción.
En este caso hablaremos del café como producto total. La agricultura con el
tiempo se estableció como la actividad productiva más importante. Cuenta con
unos grandes y diversos cultivos de producción, pero el café se ha denominado
como uno de los más importantes para Colombia y para el mundo.
A nivel mundial Etiopía es el país con el mejor café, luego Brasil y en tercer lugar
Colombia. Sin embargo, esto no le ha impedido a Colombia catalogarse de ser el
país más productor de dicho bien. Esta relación puede deberse a factores como la
calidad, variedad, condiciones geográficas y procesos. Estos factores se
determinan en relación a los mecanismos para la excelente producción y calidad
de café. Son métodos limpios y estudiados detalladamente, desde la plantación, la
cosecha, el procesamiento, el curado, cata del café, el tueste, el molido hasta la
preparación del mismo. En cuanto a su variedad sólo se produce Arábica la cual
ha sido apreciada por su sabor y aroma. Una muestra de práctica de dichos
factores es la marca Juan Valdez como referente a los productores de Café en
Colombia.
Haciendo énfasis en el área productora según la Federación Nacional de
Cafeteros de Colombia la producción de café cerró el año 2019 en 14.8 millones
de sacos de 60 kilos, con una variación del 9% en cuanto al año anterior. En
diciembre de 2019 la producción creció 31% contando con una producción de 1.3
millones en el 2018 a 1.7 millones en el presente año.
El café es el producto más cultivado en Colombia y el mundo. Con este pequeño
índice de información nos damos cuenta las ventajas económicas de su
productividad especialmente en el país. Debido a la importancia significativa del
café podemos crear una pregunta contradictoria a la información anterior. ¿Qué
pasaría en la economía colombiana si se deja de cultivar y producir café?
En concreto podemos deducir a simple vista que no solamente la economía se
vería afecta si no también los caficultores y demás trabajadores que se benefician
directamente de producir y mercantilizar el cultivo que por mucho tiempo fue
trabajado con esfuerzo y cuidado. Así mismo se conoce que el café genera una
gran cantidad de empleo rural y actualmente urbano en aquellas empresas
encargadas de crear diversas marcas de café. En cuanto al contexto económico al
generarse una variación constante en los niveles de producción del café se
empezaría a desatar una decadencia de la economía colombiana afectando desde
los precios hasta la cantidad de café que comercializa y exporta el país. Justo en
este punto empieza el caos nacional.
Según la Organización Internacional del Café, el año cafetero 2017-2018 cerró con
una producción de Noviembre 26 de 2018 No. 1439 Con la colaboración de Juan
Sebastián Joya 164.8 millones de sacos, equivalente a una expansión del 5.7%
anual.
Ello obedeció a un crecimiento en la producción de Brasil (principal productor
mundial), la cual llegó a 57.7 millones de sacos (12%% anual), pese a que 2017-
2018 correspondió al año valle de su ciclo bienal.
Allí se presentaron expansiones tanto de la producción arábiga a 44.2 millones de
sacos (3.5%), como de la robusta a 13.5 millones de sacos (16.1%). Vietnam
(segundo productor y primer exportador mundial) alcanzó una producción de 28
millones de sacos (15.5%), favorecido por buenas condiciones climáticas. Entre
tanto, Centroamérica continuó incrementando su producción (7.1%) hasta los 19.6
millones de sacos, exhibiendo elevadas ganancias en productividad.
Por su parte, Colombia registró leves contracciones en su producción, situándose
en 13.8 millones de sacos al final del año cafetero 2017-2018 (-3.3% anual). Esto
como consecuencia de la menor productividad obtenida por el envejecimiento del
parque cafetero. Finalmente, la producción en Indonesia se mantuvo estable en
10.6 millones de sacos.
De otra parte, el consumo mundial de café alcanzó los 162.2 millones de sacos en
2017-2018, aumentando un 1.8% anual. Allí jugó un papel central la recuperación
de la economía mundial, particularmente de los países desarrollados. De esta
manera, el año cafetero 2017-2018 terminó con una oferta que superó la
demanda, lo cual implicó: i) un precio promedio del café de US$1.1/libra (vs.
US$1.31/libra un año atrás); y ii) un incremento de 2.6 millones de sacos en los
inventarios, para cerrar en 30 millones de sacos, según el Departamento de
Agricultura de Estados Unidos (USDA).
A lo largo del año cafetero 2017-2018, el precio internacional del café exhibió una
tendencia decreciente por los excesos de oferta (ya comentados), alcanzando su
precio máximo de US$1.2/libra en octubre de 2017 y cotizándose en su precio
mínimo de US$0.98/libra en septiembre de 2018. Así, el precio de los suaves
colombianos se situó en US$1.26/libra frente a los US$1.44/libra de un año atrás.
En este mismo período, los suaves brasileros cayeron de US$1.3/libra a
US$1/libra; los otros suaves pasaron de US$1.41/libra a US$1.21/libra; y los
robusta se redujeron de US$0.98/libra a US$0.77/libra.
Para el año cafetero 2018-2019, las estimaciones más recientes indican que la
producción a nivel global bordearía unos 171.2 millones de sacos (3.9% anual),
liderada principalmente por una mayor producción en Brasil (4.3%). Vietnam
(6.8%) e Indonesia (4.7%) también incrementarían su producción a 29.9 millones
de sacos y 11.1 millones de sacos (respectivamente), favorecidos por las buenas
condiciones climáticas previstas para el Sureste Asiático.
A su vez, Centroamérica repetiría una producción de 19.6 millones de sacos, en
línea con las elevadas ganancias en productividad de México. Finalmente,
Colombia podría ver reducida su producción hacia los 13.5 millones de sacos (-
3.6%), considerando las afectaciones que podría llegar a generar el Fenómeno de
El Niño.
A nivel global, se tendría un consumo de 163.2 millones de sacos (+0.6% anual),
con lo cual los inventarios mundiales crecerían en 8 millones de sacos. La mala
noticia es que, de cara a 2018-2019, esa buena dinámica de la producción y
relativa estabilidad del consumo estarían presionando nuevamente los precios
internacionales a la baja. En buena medida, la cotización del grano dependerá del
desempeño de la producción en Brasil y de la intensidad climática del Fenómeno
de El Niño durante 2019.
La producción cafetera nacional alcanzó los 13.8 millones de sacos al término del
año cafetero 2017-2018, equivalente a una reducción del -3.3% anual. Ello
obedeció a una menor productividad del parque cafetero colombiano, el cual
pasará de producir 18.7 sacos/hectárea en 2017 a seguramente 18.4
sacos/hectárea en 2018. Así, 166.000 hectáreas alcanzarían su madurez
productiva (3-5 años), mientras que 179.000 hectáreas se estarían considerando
envejecidas (más de 9 años), con lo cual en el neto el área cultivada con mayor
productividad disminuiría.
ANIF ha venido alertando, desde hace ya tiempo, del declive en la productividad
cafetera, asociada al envejecimiento del parque cafetero (ver Informe Semanal No.
1342 de noviembre de 2016). Afortunadamente, las 737.000 hectáreas
intervenidas por Fedecafé en 2010-2017 estarían garantizando un parque cafetero
todavía joven (84% del total) y con reducida exposición a plagas (70%).
Pero es importante continuar con las buenas prácticas cafeteras de apoyos al
programa de renovación cafetera y de subsidios a fertilizantes por cafeto
renovado, lo cual estará impulsando la renovación de otras 31.000 hectáreas en el
mediano plazo. Lo que va quedando claro es que esto deberá hacerse cada vez
más con los recursos propios que deja la retención cafetera de los 6 centavos y no
pensando que el gobierno estará apoyando este tipo de actividades desde el
Presupuesto Nacional, dada la precariedad de las finanzas públicas.
Esto será difícil de concretar a futuro, dado el descenso en los precios internos de
la carga (-11.1% anual), empujados por los excesos de oferta mundial.
Afortunadamente, la devaluación peso-dólar de los últimos meses (a ritmos del 5%
anual) ha permitido atenuar dicha reducción en los precios, devolviéndole algo de
rentabilidad al caficultor colombiano. En todo caso, el valor de la cosecha
disminuyó un -22.2% anual en términos reales, al pasar de $8.3 billones en 2016-
2017 (0.9% del PIB) a $6.5 billones en 2017-2018 (0.7% del PIB).
En 2018-2019, la producción cafetera colombiana se estaría reduciendo hacia los
13.5 millones de sacos.
Aquí los factores de riesgo provendrían de: i) la materialización del Fenómeno de
El Niño durante enero-febrero de 2019; y ii) los posibles descensos en la
productividad cafetera.
La rentabilidad cafetera es eje central de la sostenibilidad de la caficultura
colombiana. Para garantizarla se requieren: i) acciones de mejoramiento que
permitan una gestión más eficiente de los insumos y de la mano de obra, así como
el desarrollo de nuevas tecnologías; y ii) reformas transversales que permitan
reducir los costos de producción, resumidos en el vector que hemos llamado
“Costo Colombia” (sobrecostos de transporte, laborales, energéticos y logísticos).
En el primer aspecto, la Fedecafé ha venido adelantando acciones entre los
caficultores para la adopción de mejores prácticas agronómicas-empresariales.
Ello no solo incluye la renovación de cafetales, sino también el fortalecimiento de
la autogestión empresarial, los métodos de recolección asistida y el desarrollo de
nuevas variedades (incluso con la incursión reciente en la producción de café
robusta). De allí que la productividad haya repuntado de 11 sacos/hectárea en
2011 a 18 sacos/hectárea en 2018.
En donde se han tenido limitados avances es en el frente de reformas
transversales que permitan apuntalar una mayor competitividad del país. Colombia
mantiene: i) elevados costos de transporte, donde movilizar un contenedor en
Colombia cuesta unos US$1.700 (vs. US$1.100 promedio de la Alianza del
Pacífico); ii) sobrecostos no salariales de hasta el 50% (vs. 28% promedio de la
Alianza del Pacífico); iii) altos costos eléctricos (9₵/Kwh vs. 6₵/Kwh en referentes
de la Alianza del Pacífico); y iv) sobrecostos logísticos de hasta el 15% (vs. 14%
promedio de América Latina), ver Informe Semanal No. 1429 de septiembre de
2018.
En el caso específico de la caficultura, el flete continúa siendo el costo más alto.
Ello obedece a las escasas alternativas de transporte que existen en el país,
estando recargado casi en su totalidad en el transporte terrestre. Por esta razón se
ha puesto en marcha un plan piloto para transportar las primeras cargas de café
por vía férrea (cubriendo el trayecto La Dorada-Santa Marta), en un intento por
articular multimodalmente el transporte del grano de las trilladoras a los puertos.
Ello incluso ayudaría a descongestionar los terminales del país, reduciendo los
elevados costos de almacenamiento en puerto, especialmente altos durante las
temporadas de cosecha.
Otro frente en el que se debe trabajar activamente es en el abaratamiento de la
mano de obra. Fedecafé ha manifestado su apoyo al proyecto de Ley 123 de 2017
para la dignificación del trabajo rural y el establecimiento de un piso mínimo de
protección social. De aprobarse la iniciativa, se estaría flexibilizando el mercado
laboral rural al emplear el “Jornal Diario Integral Rural” como el nuevo referente de
cotizaciones a la seguridad social y no el de la rígida norma del Salario Mínimo
Legal, el cual supone tiempos laborales continuos.
Por ahora, la rentabilidad de la caficultura sigue estando sujeta a los vaivenes del
precio internacional. En este sentido, el ajuste estructural de la tasa de cambio es
más que bienvenido para el sector productivo del país y en particular para el
sector cafetero. Además, ello le estará dando un espacio fiscal adicional al
gobierno, que ya había aprobado subsidios al precio de comercialización hasta por
$100.000 millones cuando este se ubicara por debajo del precio mínimo de
sustentación.
Lo anterior deja en claro que la sostenibilidad de la caficultura colombiana
descansa sobre las ganancias en productividad y la reducción de costos de
producción. Hacia allá deberán dirigirse todos los esfuerzos del sector cafetero
para garantizar la rentabilidad de esta actividad económica, pues los apoyos
presupuestales serán cada vez más escasos.
Hoy el café hace presencia en todas las Provincias de Santander y son 51.196
hectáreas en 75 municipios, siendo El Socorro y otros municipios cercanos
quienes ostentan los primeros renglones de producción con características muy
diferentes, con tecnificación del 99.82%, mayores densidades, variedades
resistentes a la roya, plantaciones renovadas cambiando su edad desde 11 a 6,3
años, con 82% bajo sombra de excelente manejo, convirtiéndose así en una de las
caficulturas más jóvenes y productivas del país. Su producción tuvo un incremento
superior al 100% en los últimos 10 años, llegando a la fecha a 810.000 sacos por
año, ubicando a Santander en el séptimo departamento en área y el sexto en
producción con un 5.565% a nivel nacional.
La actividad cafetera en Santander es adelantada por 32.442 familias cafeteras en
37.820 fincas y genera el equivalente a 41.000 empleos directos en las zonas
rurales, aportando como ningún otro subsector razones de permanencia, arraigo y
fortalecimiento del tejido social en más de 1.012 veredas del departamento. Las
51.196 hectáreas sembradas en café, representan el 23% de la producción
agrícola departamental, convirtiéndola en una de las actividades que más
superficie utiliza, mayor mano de obra genera, y el producto con mayor
exportación del sector agropecuario en el departamento y el segundo después
de petróleo y combustibles.
Hoy somos primeros en adopción de tecnologías de Cenicafé, siendo fiel reflejo
tener más del 97%, de variedades resistentes a roya del café lo cual nos hace
líderes y ejemplo a nivel nacional y mundial, como lo certificó el ICA en el año
2012 declarando cuatro municipios (El Socorro, Palmas del Socorro, Páramo y
Valle de San José), como Área de Baja Prevalencia de Roya, única zona del
mundo en esta condición, lo cual enorgullece a sus cafeteros y al servicio de
extensión.
En el sector cafetero las familias caficulturas siempre van a ser las más afectadas
cuando hay una crisis en el sector. Ya sea por las variaciones de precios,
exportaciones o producción. Por lo que el gobierno ha generado programas de
apoyo para fortalecer el sistema y evitar el empobrecimiento de esta población por
variaciones en la economía del café.
En la clausura del 86 Congreso Nacional de Cafeteros, el presidente Iván Duque
ofreció hoy su apoyo al gremio para la financiación y puesta en funcionamiento de
un Fondo de Estabilización de Precios del Café, mejora de vivienda rural y vías
terciarias, y emprendimiento joven, entre otros temas cruciales. (Al Grano, 2018).
El Mandatario confirmó que los recursos por casi 100 mil millones de pesos
destinados al Incentivo Gubernamental para la Equidad Cafetera (IGEC), que no
fue necesario aplicar gracias a la recuperación del precio interno, se convertirán
en el capital semilla para un Fondo de Estabilización de Precios del Café. (Al
Grano, 2018).
“Esos 98 mil millones que quedan de esa intervención deben ser el capital semilla
para dar vida al Fondo de Estabilización de los Precios del Café”, dijo. “Este
Gobierno dará vida al Fondo de Estabilización de Precios del Café”. (Al Grano,
2018).
Este fondo de estabilización de precios del café es una gran noticia para el sector,
ya que esta es la solución en momentos de crisis del sector cafetero. Con este
fondo se busca prestar ayuda a los caficultores en momentos que el precio del
café disminuya para que no haya pérdidas y los caficultores recuperen el costo
invertido en su producción.
En materia de mejoramiento de vivienda rural, el Presidente puso a disposición de
los cafeteros los programas Semillero de Propietarios, para que puedan adquirir
vivienda con los recursos que destinan a arrendarla, y Casa Digna, Vida Digna,
que contempla 160 mil mejoramientos de vivienda rural en todo el país, los cuales
tendrán impacto en la región cafetera. (Al Grano, 2018).
En cuanto a vías terciarias y mejor conectividad de transporte, el Mandatario
destacó que su Gobierno ha destrabado algunos proyectos, lo que incluye el
transporte de café por tren al puerto de Santa Marta, y se mostró confiado en que
con recursos de regalías y la activa participación de comunidades cafeteras y
cooperativas de caficultores se pueda acelerar el mejoramiento de vías terciarias.
(Al Grano, 2018).
Los caficultores han sido por décadas gran parte del motor de la economía
colombiana, además la caficultura ha sido la principal fuente de ingresos
económicos de miles de familias campesinas y por esto los programas de
educación, capacitación, mejora de viviendas y carreteras son fundamentales para
evitar el empobrecimiento de esta población y el deterioro de este sector
económico en Colombia.
En la productividad marginal vemos que es la fase que está asociada a los
factores productivos, donde se deben tener en cuenta unos elementos en cuanto
al capital, trabajo y tierra. Actualmente el sector cafetero en nuestro país cuentas
con un área cercana a los 853,000 hectáreas en las que se producen café, con lo
que el país ha logrado estabilizar su producción un poco más de 14 millones de
sacos, lo que significó para el 2019, un valor de cosecha aproximadamente a los
$7,2 billones, teniendo en cuenta que este sector representa el 25% del PIB
agropecuario, los cual ha generado cerca de 2.2 millones de empleos, no obstante
en los últimos meses se ha dado una baja productividad dado a las causas del
COVID-19 y que no se está haciendo uso efectivo para la producción como lo son
los estudios constantes del suelo, fertilizantes, innovación y demás, una parte
importante que determina el costo de producción es los salarios de los
agricultores, la cual genera competitividad que se da por el café colombiano y
también genera rentabilidad por las exportaciones, pero a nivel interno no existe
una brecha de salarios entre las zonas urbanas donde el salario o jornal es de
$40,000, y el campo el jornal es de $25,000, esto quiere decir que la mano de
obra es mucho más barata, ya que el 70% de los costos para producir café se ve
representado por la recolección y fertilización, que se ven reflejados en $780,000
por una carga de 125 kilos, sin embargo no se ha podido innova, ni lograr una
buena inversión en la parte de recolección más tecnificada en la cual sus costos
se ven reflejados en un 2%. Esto afecta la estructura productiva del café, porque
posee unos costos de producción mayores y unos salarios bajos a comparación
de otros mercados. Para complementar y dar a conocer los costos de producción
del café sobre una hectárea, nos basaremos en los siguientes datos:
ACTIVIDAD VALOR
$
GERMINADOR 296.000
$
ALMACIGO 420.000
$
SIEMBRA 825.000
$
CRECIMIENTO Y PRODUCCION 687.000
$
CONTROL DE ARVENSES 65.000
$
FERTILIZACION 622.000
$
CONTROL FITOSANITARIO 70.000
CONTROL BROCA $
70.000
CONTROL ROYA -
$
COSECHA 367.000
TOTAL DE PRODUCCION DE CAFÉ $
POR HECTAREA 2.665.000
REFERENCIAS
Molina Olga (2017). Rentabilidad de la producción agrícola desde la perspectiva
de los costos reales: municipios Pueblo Llano y Rangel del estado Mérida,
Venezuela. https://www.redalyc.org/jatsRepo/4655/465552407013/html/index.html
Osorio Oscar. Los costos y las decisiones en agricultura una actividad olvidada
http://cutter.unicamp.br/document/?view=97
Federaciondecafeteros.org. https://federaciondecafeteros.org/static/files/Cardenas
%20-%20Industria%20del%20cafe%20en%20Colombia.pdf
Los 7 países con mejor café del mundo y que querrás probar
https://www.lugarnia.com/gastronomia/paises-con-mejor-cafe-del-mundo/