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Musa

En la mitología griega, las musas (en griego


antiguo Μοῦσα, μοῦσαι «mousai»; en
neogriego Μούσα, Μούσες; en latín Musae
[deae]) son, según los escritores más antiguos,
las divinidades inspiradoras de las artes: cada
una de ellas está relacionada con ramas
artísticas y del conocimiento. Son hijas de Zeus
y de Mnemósine, compañeras del séquito de
Apolo, dios olímpico de la música y patrón de
las bellas artes, quien tuvo romances con cada
una de ellas, dejando descendientes. Bajaban a
la tierra a susurrar ideas e inspirar a aquellos
mortales que las invocaran. En la época más Apolo y las Nueve Musas, John Singer Sargent, 1921.
arcaica eran las ninfas inspiradoras de las
fuentes, en las cuales eran adoradas.
Finalmente, alrededor del siglo viii-siglo vii a. C.1 ​, prevaleció en todo el territorio de la Hélade la
adoración de las nueve Musas, que son Calíope, Clío, Erató, Euterpe, Melpómene, Polimnia, Talía,
Terpsícore y Urania. El culto a las musas era originalmente de Tracia y Beocia, y fueron de vital
importancia para el desarrollo artístico en la Antigua Grecia.

Lista de musas
Hesíodo1 ​ es el primero que da los nombres de las nueve, que a partir de entonces pasaron a ser
reconocidos. Plutarco afirma que en algunos lugares las nueve eran llamadas por el nombre común de
Mneiae, ‘recuerdos’.

Las nueve musas canónicas son:

Calíope (Καλλιόπη, ‘la de la bella voz’); musa de la elocuencia, belleza y poesía épica o
heroica (canción narrativa), representada con una corona de laurel y portando una lira. Fue
madre de Orfeo y de Reso (rey que murió en la Guerra de Troya). Amante de Apolo, que dio
a luz con él dos hijos, Orfeo y Ialemo.
Clío (Κλειώ, ‘la que ofrece gloria’); musa de la Historia (epopeya). Su función era mantener
vivos los actos generosos y los triunfos. Se la representa con una trompeta y un libro
abierto.
Erató (Ἐρατώ, ‘la amorosa’); musa de la poesía lírica-amorosa (canción amatoria). Coronada
con rosas, se la representa portando una cítara. Siendo amante de Apolo, tuvieron un hijo
llamado Tamiris.
Euterpe (Εὐτέρπη, ‘la muy placentera’); musa de la música, especialmente del arte de tocar
la flauta. Se la representaba coronada de flores.
Melpómene (Μελπομένη, ‘la melodiosa’); musa de la tragedia. La tragedia como difícil arte
que despierta el ingenio y la imaginación. Se la representa ricamente vestida y portando
una máscara trágica como su principal atributo.
Polimnia (Πολυμνία, ‘la de muchos himnos’); musa de los cantos sagrados y la poesía sacra
(himnos). Se la representaba vestida de blanco.
Talía (Θάλεια o Θαλία, ‘la festiva’); musa de la comedia y de la poesía bucólica. Presidía los
banquetes y otras festividades, otorgando dones de abundancia.
Terpsícore (Τερψιχόρη, ‘la que deleita en la danza’); musa de la danza y poesía coral.
Representada con guirnaldas. Amante de Apolo, algunas versiones establecen que a su
hijo Lino lo engendró con ella, otras versiones creen que fue con Urania.
Urania (Οὐρανία, ‘la celestial’); musa de la astronomía, la poesía didáctica y las ciencias
exactas. Se la representa portando un globo terráqueo, que mide con un compás. La cuarta
musa amante de Apolo.
Homero nombra unas veces a una Musa (singular) y otras a unas Musas (plural), pero solo una vez2 ​ dice
que eran nueve. Sin embargo, no menciona ninguno de sus nombres.

Las nueve Musas

Calíope Clío Erató

Euterpe Melpómene Polimnia


Talía Terpsícore Urania

Genealogía
La genealogía de las Musas no es la misma en
todas las fuentes. La noción más común es que
eran hijas de Zeus, rey de los olímpicos, y
Mnemósine, diosa de la memoria, y que
nacieron en Pieria (Tracia), al pie del monte
Olimpo, por lo que a veces se les llamaba
Piérides, pero algunos autores como Alcmán,
Mimnermo y Praxila las consideraban más
primordiales, hijas de Urano y Gea. Pausanias
explica que había dos generaciones de Musas, Apolo y las Musas, (Neue Pinakothek, Múnich)
siendo las primeras y más antiguas hijas de
Urano y Gea y las segundas de Zeus y
Mnemósine.

Otras versiones afirmaban que eran hijas:

De Píero y una ninfa Pimplea (por lo que a veces se les llama Pimpleas o Pimpleides) a la
que Cicerón llama Antíope;
De Apolo;
De Zeus y Plusia;
De Zeus y Moneta, probablemente una simple traducción de Mnemósine o Mneme, de
donde son llamadas Mnemónides;
De Éter y Gea.
Se considera a Eufeme nodriza de las Musas y al pie del monte Helicón su estatua aparecía junto a la de
Lino.

Sobre su número
Por Pausanias3 ​ sabemos que originalmente se adoraba a tres Musas en el monte Helicón en Beocia:
Meletea (‘meditación’), Mnemea (‘memoria’) y Aedea o Aoide (‘canto’, ‘voz’). Se decía que su culto y
nombres habían sido introducidos por vez primera por Efialtes y Oto. Juntas formaban el retrato completo
de las precondiciones para el arte poético en las prácticas religiosas.
También se reconocía a tres en Sición, donde una de ellas llevaba el
nombre de Polimatía, y en Delfos, donde sus nombres eran
idénticos a los de las tres cuerdas de la lira, es decir, Nete, Mese e
Hípate, o Cefiso, Apolonis y Boristenis, que eran los nombres que
las caracterizaban como hijas de Apolo.

Como hijas de Zeus y Plusia se hallan menciones a cuatro Musas:


Telxínoe (‘deleite del corazón’), Aedea, Arque (‘comienzo’) y
Meletea. Algunas fuentes, en las que otra vez son consideradas hijas
de Píero, mencionan siete musas: Neilo, Tritone, Asopo, Heptapora,
Achelois, Tipoplo y Rhodia, y por último otras mencionan ocho,
que también se dice que era el número reconocido en Atenas.

Representaciones artísticas
Apolo y las Musas (Museo
En las obras de arte más antiguas se encuentran sólo tres Musas y Borgogna)
sus atributos son instrumentos musicales, tales como la flauta, la lira
o el barbitón.

En el arte romano, renacentista y neoclásico, cada una de las nueve Musas recibían al ser representadas en
esculturas o pinturas atributos y aptitudes diferentes, en función de la disciplina artística o científica con la
que eran asociadas, lo que permitía distinguirlas.

En algunas representaciones las Musas aparecen con plumas sobre sus cabezas, aludiendo a la competición
con las Sirenas. También aparecían en ocasiones acompañadas de Apolo.

Mitos
En los poemas homéricos se considera a las Musas diosas de la
música y la poesía que viven en el Olimpo. Allí cantan alegres
canciones en las comidas de los dioses, y en el funeral de Patroclo
cantaron lamentos. De la estrecha relación existente en Grecia entre
la música, la poesía y la danza puede también inferirse que una de
las ocupaciones de las Musas era el baile. Como se las adoraba en
el monte Helicón eran naturalmente asociadas con Dioniso y la
poesía dramática, y por esto eran descritas como sus acompañantes,
compañeras de juego o niñeras.

El poder que se les atribuye con más frecuencia es el de traer a la


mente del poeta mortal los sucesos que ha de relatar, así como
otorgarle el don del canto y dar elegancia a lo que recita. No hay
razón para dudar de que los poetas más antiguos eran sinceros en su
invocación a las Musas y que realmente se creían inspirados por Apolo y las Nueve Musas (G,
Moreau)
ellas, pero en épocas posteriores, al igual que en la actualidad, tal
invocación es una mera imitación. (Véase «Funciones en la
literatura» más adelante).
Al ser diosas del canto, están naturalmente relacionadas con Apolo, el dios de la lira, quien también instruía
a los bardos y era mencionado junto a ellas incluso por Homero. En épocas posteriores Apolo es situado en
muy estrecha relación con ellas, pues se le describe como jefe del coro de las Musas con el epíteto
Musageta (Μουσαγέτης).

Otra característica más de las Musas es su poder profético, que les pertenece en parte porque eran
consideradas como ninfas inspiradoras y en parte por su relación con Apolo, el dios profético de Delfos. De
ahí que instruyeran, por ejemplo, a Aristeo en el arte de la profecía.

Como los poetas y los bardos obtenían su poder de las Musas, y aunque la idea más general es que, como
las demás ninfas, eran divinidades virginales, algunos eran con frecuencia llamados sus discípulos o hijos:

Lino es llamado hijo de Anfímaro y Urania, o de Apolo y Calíope, o de Terpsícore;


Jacinto, hijo de Píero y Clío;
Orfeo, de Calíope o Clío;
Tamiris, de Erato.
Aunque las musas no tienen ciclo legendario propio, sí se les
atribuyen algunos mitos menores:

Marsias era un pastor frigio (en otras versiones, un


sátiro) que desafió a Apolo a un concurso de música.
Había encontrado un aulos inventado por Atenea que
esta había tirado porque le hacía hinchar sus mejillas.
Apolo tocó su lira y Marsias esta flauta, y ambos lo
hicieron tan bien que ni Midas, al que habían invitado
como juez, ni las Musas pudieron decretar un vencedor.
Entonces Apolo retó a Marsias a tocar el instrumento del
revés: él giró su lira y tocó, pero el aulos no podía
tocarse del revés. Entonces las Musas declararon
vencedor a Apolo, pero Midas objetó contra este
veredicto. Las Musas estaban en mayoría y se negaron a
Fresco intitulado Apolo. dios de la
ceder. Apolo, para castigar a Marsias por su soberbia y
luz, elocuencia, poesía, y la bellas
audacia al retar a un dios, le ató a un árbol y lo desolló
artes, con Urania, musa de la
vivo, dando su sangre origen al río Marsias (en otras
versiones, los faunos, los sátiros y las dríades le lloraron astronomía (Museo de Arte de
tanto que fueron sus lágrimas las que engendraron el Cleveland)
río). Seguidamente tocó la cabeza de Midas y las orejas
de este crecieron hasta ser como las de un burro.
Las Piérides eran nueve doncellas hijas del rey Píero de Pieria, en Tracia, muy hábiles en el
arte del canto que, orgullosas de su talento, desafiaron a las Musas. Las ninfas del Parnaso
fueron nombradas como jueces, y como era de esperar fallaron a favor de las Musas. Estas
castigaron a las Piérides transformándolas en urracas, tornando así sus voces en graznidos.
Tras ser asesinado por Dioniso, las Musas recogieron los trozos del cadáver de Orfeo, hijo
de Calíope, y los enterraron al pie del sagrado monte Olimpo, donde se dice desde
entonces que los ruiseñores cantan con más dulzura que en ningún otro lugar.
Tamiris, legendario cantor hijo de Filamón y la ninfa Argíope, desafió a las Musas, exigiendo
de salir vencedor unirse sucesivamente con las nueve. Las Musas vencieron, y cegaron a
Tamiris por su hibris.
Las Sirenas, que igualmente se atrevieron a competir con ellas, fueron privadas de las
plumas de sus alas, que las propias Musas se pusieron como adorno.

Funciones en la sociedad
La palabra griega mousa es un sustantivo común además de un tipo de diosa: significa literalmente
‘canción’ o ‘poema’. La palabra deriva probablemente de la raíz indoeuropea *men-, que es también el
origen del griego Mnemósine, del latín Minerva, y de las palabras castellanas mente y museo. O,
alternativamente, de *mont-, ‘montaña’, debido a su residencia en el monte Helicón, que es menos probable
en significado, pero más probable lingüísticamente.

Las Musas eran por tanto las personificaciones y las patrocinadoras de las representaciones de discursos en
verso o mousike (de donde proviene «música»), ‘arte de las Musas’. En el periodo arcaico, antes de que los
libros estuviesen ampliamente disponibles, esto incluía casi todas las formas de enseñanza: el primer libro
griego de astronomía, por Tales, estaba escrito en hexámetros dactílicos, igual que muchas otras obras de la
filosofía presocrática. Tanto Platón como los pitagóricos incluían explícitamente la filosofía como un
subgénero de mousike. Heródoto, cuyo principal medio de expresión era la recitación pública, llamó a cada
uno de los nueve libros de sus Historias con el nombre de una musa diferente.

Para el poeta y legislador Solón, las Musas era «la clave de la buena vida», pues traían tanto la prosperidad
como la amistad. Solón buscó la perpetuación de sus reformas políticas a través del establecimiento de la
declamación de su poesía (completada con invocaciones a sus Musas prácticas) por parte de chicos
atenienses en los festivales de cada año.

Funciones en la literatura
Las Musas son invocadas típicamente al principio, o cerca, de
un poema épico o historia clásica griega. Servían de ayuda a
un autor, o como auténtico orador del que el autor no era más
que la voz. Originalmente la invocación a las musas era una
indicación de que el orador se movía en la tradición poética, de
acuerdo a las fórmulas establecidas.

Algunos ejemplos clásicos son:

Comencemos nuestro canto por las Musas Heliconíadas,


que habitan la montaña grande y divina del Helicón,
donde forman bellos y deliciosos coros en la cumbre, Atenea junto a las musas, de Frans Floris
lanzando al viento su maravillosa voz, con himnos a (c. 1560).
Zeus, portador de la égida, a Hera, a Atenea, a Apolo, a
Artemisa, a Poseidón,a Afrodita, y a la restante estirpe
sagrada de sempiternos inmortales. Este mensaje a mi,
en primer lugar, me dirigieron las diosas, las Musas
Olímpicas, hijas nacidas del poderoso Zeus: Clío,
Euterpe, Talía, Melpómene, Terpsícore, Erato,
Polimnia, Urania y Calíope (...) ¡Tan sagrado es el don
de las Musas para los hombres! ¡Salud, hijas de Zeus!
Otorgadme el hechizo de vuestro canto.
Hesíodo, Teogonía, siglo VII-VIII a. C.
Cuéntame, Musa, la historia del hombre de muchos senderos,
que, después de destruir la sacra ciudad de Troya,
anduvo peregrinando larguísimo tiempo
Homero, Odisea I

Cuéntame, Musa, las causas; ofendido qué numen


o dolida por qué la reina de los dioses a sufrir tantas penas
empujó a un hombre de insigne piedad, a hacer frente
a tanta fatiga. ¿Tan grande es la ira del corazón de los dioses?
Virgilio, Eneida I

¡Oh musas, oh altos genios, ayudadme!


¡Oh memoria que apunta lo que vi,
ahora se verá tu auténtica nobleza!
Dante, La Divina Comedia, Infierno II

Canta, celeste Musa, la primera desobediencia del hombre. Y el fruto de aquel árbol prohibido
cuyo funesto manjar trajo la muerte al mundo y todos nuestros males con la pérdida del Edén,
hasta que un Hombre, más grande, reconquistó para nosotros la mansión bienaventurada
John Milton, El paraíso perdido I

Quién me diera una musa de fuego que os transporte al cielo más brillante de la imaginación;
príncipes por actores, un reino por teatro, y reyes que contemplen esta escena pomposa
William Shakespeare, prólogo de Enrique V

Estas que me dictó rimas sonoras, culta sí, aunque bucólica, Talía
Luis de Góngora, primeros versos de la Fábula de Polifemo y Galatea

Culto de las Musas


La adoración de las Musas señala originalmente a Tracia y Pieria
sobre el monte Olimpo, desde donde fue introducido a Beocia, de
tal forma que los nombres de las montañas, grutas y fuentes
relacionados con su culto fueron igualmente transferidos del norte al
sur. Cerca del monte Helicón, se decía que Efialtes y Oto (los
Alóadas) les ofrecieron los primeros sacrificios, y en el mismo lugar
había un santuario con sus estatuas, las fuentes Hipocrene y
Aganipe (por la que a veces eran llamadas Aganípedas), y sobre el
monte Leibethrion, que está relacionado con el Helicón, había una El Valle de las Musas visto desde el
gruta consagrada a ellas. Se decía que Píero, un macedonio, fue uno monte Helicón.
de los primeros en introducir la adoración a las nueve Musas desde
Tracia a Tespias, al pie del Helicón. Allí había un templo y estatuas,
y los tespios celebraban un solemne festival de las Musas en el Helicón, llamado Museia (Μουσεῖα). El
monte Parnaso estaba de igual forma consagrado a ellas, con la fuente de Castalia, cerca de la cual tenían un
templo, y la cueva Coricia, por las que eran a veces llamadas Castálidas, Corícides o Coricianas.

Desde Beocia, que se convirtió por tanto en el centro de adoración de las nueve Musas, se extendió más
tarde en las regiones adyacentes y más distantes de Grecia. Por esto se encuentra un templo de las Musas en
la Academia de Atenas; se les ofrecían sacrificios en Esparta antes de ir a la batalla; en Trecén, donde su
culto fue introducido por Ardalo, se les ofrecían sacrificios junto con Hipnos, el dios del sueño; en Corinto
tenían consagrada la fuente Pirene, la fuente de Pegaso; en Roma tenían un altar en común con Hércules,
quien también era considerado un Musageta, y poseían un templo en Ambracia adornado con sus estatuas.

La adoración a las Musas solía estar también relacionado con el culto heroico de poetas: tanto la tumba de
Arquíloco en Paros como las de Hesíodo y Tamiris en Beocia albergaban festivales en los que las
declamaciones poéticas eran acompañadas de sacrificios a las Musas.

Los sacrificios que se les ofrecían consistían en libaciones de agua o leche y de miel. Las diversos epítetos
con las que eran designadas por los poetas proceden en su mayor parte de los lugares que les estaban
consagrados o en los que eran adoradas, aunque algunos aluden a la dulzura de sus canciones.

Cuando Pitágoras llegó a Crotona, su primer consejo a los crotonienses fue que construyeran un altar a las
Musas en el centro de la ciudad, para impulsar la armonía cívica y el aprendizaje.

La biblioteca de Alejandría y su círculo de investigadores se formaron alrededor de un Mouseîon (‘museo’ o


altar de las Musas) cercano a la tumba de Alejandro Magno.

Muchas figuras de la Ilustración buscaron restablecer un «Culto a las Musas» en el siglo xviii. Una famosa
logia masónica en el París prerrevolucionario era llamada Les Neuf Sœurs (‘las nueve hermanas’, es decir,
las nueve Musas), y a ella asistieron Voltaire, Benjamín Franklin, Danton y otros personajes influyentes de
la época. Un efecto secundario de este movimiento fue el uso de la palabra museo (originalmente, ‘lugar de
culto a las Musas’) para referirse a un lugar destinado a la exhibición pública de conocimiento.

Culto en la actualidad
Las Musas son hoy en día inspiradoras de figuras en fuentes y salas
de arte. En los últimos años se ha dado un fenómeno religioso
conocido como helenismo, en Grecia y otras partes del mundo,
cuyos seguidores practican el culto a las divinidades olímpicas y las
escrituras antiguas, como las de Hesíodo y Homero.

Miscelánea
Las poetisas Safo de Lesbos y Sor Juana Inés de la Templo de las Musas, Instituto Neo
Cruz han sido apodadas como la «Décima Musa», en
pitagórico (Curitiba, Brasil)
sus respectivas épocas.
Actualmente, las Ciencias rinden honor a las musas,
nombrando a su mayoría en especies de mariposas y plantas.
La Constitución de 1920 de Gabriele D'Annunzio para el Estado libre de Fiume estaba
basado en torno a las 9 musas e invocaba a Energeia (‘energía’) como «la décima Musa».
En Nueva Orleans (EE. UU.) y Guadalajara (México) hay calles llamadas en honor de las
Musas.
Las musas tienen su equivalencia en la mitología romana, «camenas» (aunque estas tenían
otro significado).
El grupo µ's de la franquicia Love Live! encuentra su nombre inspirado en las nueve musas
de la mitología griega.
Extensas listas de videojuegos se inspiraron sobremanera en las musas, ejemplo de ello
sería Fortnite que grandes cantidades de "skins" son de las musas.

Las musas en el arte


A lo largo de la historia, las musas han sido objeto de inspiración en pinturas y esculturas, especialmente a
partir del Renacimiento.

Galería de estatuas, relieves y frescos

Véase también
Dioses olímpicos
Religión de la antigua Grecia
Teatro de la antigua Grecia

Referencias
1. Hesíodo: Teogonía 77 y ss. a partir del v. 77.
2. Odisea, xxiv.60.
Canto XXIV; texto español en Wikisource. Véanse los vv. 57 - 70 (en el texto griego, 56 -
69).
Texto griego.
3. PAUSANIAS: Descripción de Grecia ix.29.1 y ss.
Libro IX (http://www.historia-del-arte-erotico.com/Pausanias/libro9.htm); texto español.
Libro IX. 29 (http://remacle.org/bloodwolf/erudits/pausanias/beotie.htm#XXIX); texto
francés.
Texto griego (http://remacle.org/bloodwolf/erudits/pausanias/beotiegr.htm#XXIX).

Bibliografía
Smith, W., ed. (1867). «Musae». A Dictionary of Greek and Roman biography and mythology.
Boston: Little, Brown & Co. ii.1124 (http://www.hti.umich.edu/cgi/t/text/pageviewer-idx?c=mo
a;idno=ACL3129.0002.001;view=image;seq=1134)–1126 (http://www.hti.umich.edu/cgi/t/tex
t/pageviewer-idx?c=moa;idno=ACL3129.0002.001;view=image;seq=1136). OCLC 68763679 (htt
ps://www.worldcat.org/oclc/68763679).

Enlaces externos
Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre las musas.

«Muses» (http://www.maicar.com/GML/MUSES.html) en Greek Mythology Link (http://www.m


aicar.com/GML/) (en inglés)
«Mousai canónicas» (http://theoi.com/Ouranios/Mousai.html) y «Mousai arcaicas» (http://the
oi.com/Titan/Mousai.html) en Theoi Project (http://theoi.com/) (en inglés).
Las musas del Olimpo (http://www.cnice.mecd.es/eos/MaterialesEducativos/bachillerato/art
e/arte/vocabula/voc-mit3.htm).
Las musas cuentan a Atenea el ultraje de que han sido objeto por parte de Pireneo; en Las
metamorfosis, de OVIDIO: Libro V, 269 - 293 (en el texto latino, 269 - 294). Texto español en
Wikisource.
V: texto latino en Wikisource.

Himno homérico (XXV) a las Musas y a Apolo (Εις Μούσας και Απόλλωνα).
Texto español (https://web.archive.org/web/20130306100542/http://es.scribd.com/doc/22
490346/Homero-Himnos) en Scribd; pág. 78.
Traducción (https://fr.wikisource.org/wiki/Hymnes_hom%C3%A9riques/Aux_Muses_
et_%C3%A0_Apollon) de Leconte de Lisle al francés (1893), en Wikisource.
Texto inglés (http://www.perseus.tufts.edu/hopper/text?doc=Perseus%3Atext%3A199
9.01.0138%3Ahymn%3D25), con índice electrónico, en el sitio (http://www.perseus.tu
fts.edu) del Proyecto Perseus; en la parte superior derecha se encuentran los rótulos
activos "focus" (para cambiar al texto griego) y "load" (para el texto bilingüe).
Texto bilingüe griego - inglés (http://archive.org/stream/hesiodhomerichym00hesiuoft
#page/450/mode/2up) en Internet Archive; facsímil electrónico de la ed. de 1914 de
Hugh Gerard Evelyn-White de obras de Hesíodo y de Homero en la Loeb Classical
Library.
Texto griego en Wikisource.
Comentario en inglés (http://www.perseus.tufts.edu/hopper/text?doc=Perseus%3Atext%3
A1999.04.0029%3Atext%3Dcomm%3Apoem%3D25%3Acommline%3D3), con índice
electrónico, en el Proyecto Perseus.

Himnos órficos.
A las musas.
Texto inglés (http://www.theoi.com/Text/OrphicHymns1.html#0) en Theoi; trad. de
1792 de Thomas Taylor.
Thomas Taylor (1758 - 1835): neoplatónico inglés, el primero en traducir a su
idioma las obras de Platón, las de Aristóteles y los fragmentos órficos.
Texto inglés (http://www.sacred-texts.com/cla/hoo/hoo05.htm): otra edición, en el sitio
(http://www.sacred-texts.com/) Sacred Texts.
75: A las musas.
Texto inglés (http://www.theoi.com/Text/OrphicHymns1.html#0) en Theoi; trad. de
1792 de Thomas Taylor.
Texto inglés (http://www.sacred-texts.com/cla/hoo/hoo80.htm): otra edición, en el sitio
Sacred Texts.

Apolo y las musas (https://www.rtve.es/alacarta/audios/musica-antigua/musica-antigua-0203


12/1338488/): emisión del 2 de marzo del 2012 de Música antigua, programa de Radio
Clásica.
Apolo y las musas (II) (https://www.rtve.es/alacarta/audios/musica-antigua/siglo-21-bobby-w
omack-09-03-12-escuchar-ahora/1344841/): emisión del 9 de marzo del 2012 de Música
antigua.
Apolo y las musas (y III) (https://www.rtve.es/alacarta/audios/musica-antigua/musica-antigua-
apolo-musas-iii-16-03-12/1351105/): emisión del 16 de marzo del 2012 de Música
antigua.
Imágenes de las musas (https://iconographic.warburg.sas.ac.uk/vpc/VPC_search/results_ba
sic_search.php?p=1&var_1=Muses), en el sitio (https://iconographic.warburg.sas.ac.uk) del
Instituto Warburg.
Las musas, en el sitio del Proyecto Perseus: 1 (http://www.perseus.tufts.edu/hopper/searchre
sults?q=Muse); 2 (http://www.perseus.tufts.edu/hopper/searchresults?q=Muses).

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