Está en la página 1de 7

Artículo completo: https://www.lavanguardia.

com/natural/20190617/462678309648/vivir-
ciudades-futuro-smart-city-barcelona-brl.html

¿Cómo será vivir en las ciudades del futuro?

ROMINA VALLÉS 17/06/2019 00:05 | Actualizado a 17/06/2019 11:17

Parques y campos de golf cubren como una gran alfombra el paisaje urbano. Los
rascacielos inteligentes obtienen toda la energía del sol. En casa, no hay un solo
interruptor de la luz ni un grifo porque todo funciona con sensores para ahorrar.
Los residuos de la ciudad se absorben a través de tuberías subterráneas, donde se
reciclan y queman para obtener combustible. A todas horas y en todas partes hay
bicicletas estacionadas ordenadamente esperando un conductor. Escaleras
mecánicas y semáforos se activan al detectar peatones cerca. No es una urbe de
novela de ciencia-ficción ni una utopía. Es una ciudad real, al suroeste de Seúl, en
Corea del Sur y se llama Songdo.

Considerada “la ciudad más inteligente del mundo”, es elegida por las familias
pudientes de la zona que buscan tranquilidad, conexión a internet en cualquier
rincón y una amplia oferta educativa de calidad. En 2022 se habrán invertido
alrededor de 40 mil millones de dólares en la construcción de esta metrópolis,
habitada ya por más de 120.000 habitantes y con un 40 % de sus 600 hectáreas en
forma de zona verde. Pese a lo exclusiva, vivir en ella es hasta un 40 % más
económico que en el exclusivo y famoso barrio de Seúl que dio nombre a la no
menos famosa canción Gangnam Style.

Tanto Songdo como Masdar pertenecen a la categoría de smart city o ciudad


inteligente, aquella cuyo desarrollo urbano se basa en una sostenibilidad capaz de
satisfacer, a la vez, necesidades de habitantes, empresas e instituciones, en aspectos
operativos, económicos, sociales y ambientales. Una ciudad inteligente facilita la
comunicación fluida de todos sus actores; la integración de las nuevas tecnologías
de la información y de la comunicación, la robótica y los sistemas inteligentes de
transporte, y basa su estructura energética en las renovables. Imaginemos una
inmensa red de comunicaciones eficientes, entre sus habitantes y con el entorno,
que flota sobre una base: una altísima calidad de vida. Eso es una smart city.

Una smart city, ¿nace o se hace?


Que nadie piense que las smart cities están aún muy lejos de ser una realidad: son,
ni más ni menos que la respuesta a una necesidad humana. La de la concentración
en las grandes urbes. Cada vez más personas vivirán en ciudades, “6,7 billones en
2050, cuando la urbanización alcanzará el 70 %”, explica Carsten Menke,
Responsable de Next Generation Research de la banca privada Julius Baer, que
estudia opciones sostenibles de inversión para el futuro.

Según la ONU, si hoy hay 33 megaciudades con más de 10 millones de habitantes,


en 2030 (diez años no son nada), habrá en el mundo 43. Un giro radical desde
1950, cuando los habitantes de las ciudades eran solo el 30 % de la población
global. ¿Resultado? (Más) contaminación, congestión, escasez de opciones de
vivienda y trabajo… Un mundo que ya no es sostenible.
Al lado de estas futuristas smart cities de nueva creación, ¿qué hacemos con las
grandes urbes ya existentes? “‘Aprovechar las infraestructuras que ya tienen y
poner el énfasis en sus debilidades, como la contaminación, la congestión o las
desigualdades sociales poniendo la tecnología al servicio de esto. Por ejemplo,
sustituir el alumbrado público por luces de LED. O descongestionar el tráfico del
centro urbano”, dice Menke. Hoy son ya 27 las ciudades que forman parte de la
lista de smart más importantes del mundo, de un total de 5.550 ciudades con más
de 100.000 habitantes, según un estudio de la Universidad de Glasgow. Londres,
Singapur y Barcelona van a la cabeza. Y son las mejores porque usan la tecnología
y los datos como arma para hacer frente a los desafíos económicos, sociales y
ambientales de la ciudad.

De urbe centenaria a smart city ¿Cómo?

Viena y Zurich han estado haciendo los deberes durante años para ser smart cities y
hoy encabezan el ranking de calidad de vida 2018 de la consultora Mercer. Y
siguen con esa voluntad de cambio constante para mejorarla aún más, cada una con
proyectos bien dibujados, como “Smart City Viena 2050”, una ciudad
autosuficiente energéticamente y con sus emisiones a cero para ese año. O el
“Zurich de los 2.000 vatios”, que quiere reducir el consumo de energía de la ciudad
a 2.000 vatios/persona o disminuir las emisiones anuales de CO2 a una
tonelada/persona para 2050.

La ciudad inteligente no es una meta, sino un camino continuo. Para iniciar la


transformación hacia ella, hay que tener en cuenta las fortalezas y debilidades de
cada ciudad; los factores demográficos, sus necesidades más acuciantes. Después,
decidir qué smart city se desea tener. Y hacerlo paso a paso y con buena letra, con
iniciativas específicas para cada caso. Una ciudad con población envejecida
debería priorizar los servicios sociosanitarios. Una con un consumo energético
ineficiente, pondría el acento en la sostenibilidad.
Es un proceso largo y nada fácil. Por eso es necesario un compromiso por parte de
las administraciones, fuerzas políticas, empresas de suministro energético,
servicios financieros o de transportes, y de la sociedad civil. “Las inversiones
privadas serán la clave en los próximos años, teniendo en cuenta que las cuentas de
gobiernos locales y centrales casi siempre están ya demasiado presionadas. Por ello
es básico alinear los intereses de corporaciones privadas o inversores y autoridades
públicas.

Barcelona y la apuesta de Julius Baer por las smart cities

Uno de los pilares para la transición hacia un mundo sostenible de smart cities es la
inversión socialmente responsable (ISR), una nueva forma de invertir para obtener
rendimientos competitivos a largo plazo, pero exclusivamente en compañías
innovadoras y sostenibles, poniendo el foco en criterios medioambientales y
sociales. Actualmente más del 50% de los clientes de Julius Baer ya utiliza o está
interesado en inversiones sostenibles, que la firma ofrece desde 2006. Y dónde
mejor que invertir de esta manera que en cualquier proyecto que contribuya al
desarrollo de una ciudad inteligente, como Barcelona, tercera en el rankin de la
Universidad de Glasgow.

Así, con la apertura de sus nuevas oficinas en la Ciudad Condal, Julius Baer
apuesta por una smart city de primera para establecer su cuartel general en España.
He aquí los motivos que justifican esa elección (los que hacen que Barcelona sea
una smart, según la consultora de big data e inteligencia artificial Bismart):

Innovación en Internet of Things. Si esperas el bus en Barcelona, sabrás en


todo momento cuántos minutos faltan para que llegue el siguiente gracias a los
paneles inteligentes instalados en las paradas. El alumbrado público, de tecnología
LED, se activa o apaga en función de si hay peatones, algo que supone un ahorro
de unos 30 millones de euros en electricidad al año. En total, hay 19.500 sensores
por toda la ciudad, que se han ido instalando desde 2012.

Wifi por todas partes. En Barcelona, es posible sentarse a trabajar con el


portátil en parques, bibliotecas o plazas. Más de 250.000 personas se conectan al
wifi gratuito cada mes. En 2013 extendió la longitud de su cable de fibra óptica por
toda la ciudad. El próximo reto es ofrecer wifi en el metro o los autobuses.

Conexión de los ciudadanos. Como Barcelona es una de las ciudades con un


uso más extendido de smartphones, se puede acceder a muchos servicios locales a
través de una app, por ejemplo, para ayudar a los ciudadanos a aparcar o para
encontrar el servicio más cercano que buscan. Monumentos, como el Parc Güell y
eventos, como La Mercè también tienen su aplicación propia.
Tecnología punta. El 22@ o el Parc Tecnològic del Vallès son lugares donde se
concentran algunas de las empresas más innovadoras y un tejido vivísimo de
startups. Las zonas de coworking o trabajo compartido crecen como setas
fomentando la unión de talentos y la creatividad. Barcelona tiene universidades
técnicas de alto nivel y está bien comunicada.

Eventos tecnológicos cruciales. Algunos de los más importantes del mundo han
sucedido en Barcelona, como el Mobile World Congress, el IoT Solutions World
Congress y la Smart City Expo.

“La ciudad introdujo rutas de tráfico hace algunos años, reduciendo la congestión y
las emisiones en el centro de la ciudad, o introduciendo el uso compartido de
bicicletas y mejorando su red de autobuses. Además, el alumbrado público se
sustituyó por un sistema de iluminación LED y un sistema equipado con sensores,
más eficientes energéticamente. La ciudad ha mejorado el sistema de reciclaje de
residuos gracias a los ‘contenedores inteligentes’ y ha ampliado su red de wifi
gratuito. Por eso es atractiva para Julius Baer”, añade Carsten Menke.

También podría gustarte