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EXPRESIÓN DE LA
VIDA NUEVA
Indice
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1. EL HOMBRE, IMAGEN DE DIOS
- Por consiguiente:
- ningún hombre puede estar en función de nada: ningún ser
humano puede ni debe “utilizar” a otro simplemente
como medio o instrumento para conseguir sus propios
fines. El hombre, cada hombre, tiene valor por sí mismo
- En consecuencia:
- si Dios es el Tú del hombre y, a su vez, el hombre es el
Tú de Dios en este mundo…
- el otro no puede ser para mí una cosa, sino una persona,
un Tú para Dios, por quien Dios está seriamente interesado
- cada hombre se comporta respecto a Dios según se comporta
respecto a su semejante, que es imagen suya (cf. 1Jn 4,20)
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1. EL HOMBRE, IMAGEN DE DIOS
- COMUNIÓN INTERPERSONAL
- no hay hombre sin comunidad: Dios no creó al hombre solitario
- somos “seres sexuados”: la vida humana toma cuerpo en dos realidades
somáticas y psicofísicas (varón-mujer) iguales en dignidad y complementarias, y
sobre esa polaridad está fundado el Matrimonio
Conclusión
Por ser imagen de Dios, cada ser humano tiene una dignidad
única, es único e insustituible, no puede estar en función de
nada, y no puede ser utilizado como medio e instrumento
El ser humano tiene un carácter unitario, y está llamado a
vivir en comunidad: la primera comunidad de vida y amor
es el Matrimonio, consorcio entre hombre y mujer
La vida misma
No es difícil tener presente violaciones a la dignidad humana:
¡basta asomarse a las noticias de cada día!
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2. LO MORAL, DIMENSIÓN DE LO HUMANO
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2. LO MORAL, DIMENSIÓN DE LO HUMANO
…
La libertad es fundamento de la dignidad de la persona humana
En la verdad y en el amor se afirma y crece la libertad: una
libertad madura es una libertad responsable y comprometida.
Cuando el hombre es plenamente libre, elige de acuerdo con lo
más profundo de sí mismo, es decir, con su vocación de imagen
de Dios. Y, a su vez, cuando elige de este modo, entonces su
libertad alcanza su plenitud
No de todos sus actos es igualmente responsable el hombre,
porque no todos le son igualmente imputables: la libertad hace al
hombre responsable de sus actos en la medida en que éstos son
voluntarios (cf. CIC 1734)
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2. LO MORAL, DIMENSIÓN DE LO HUMANO
Conclusión
El hombre tiene capacidad de realizar actos que le hacen
justo o injusto, digno o indigno, bueno o malo
La “libertad” es el fundamento de la moralidad
La vida misma
La libertad conlleva responsabilidad
Elegir es optar, y asumir las consecuencias
La libertad siempre es un riesgo
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3. LA CONCIENCIA Y LAS FUENTES
DE LA MORALIDAD
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3. LA CONCIENCIA Y LAS FUENTES
DE LA MORALIDAD
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3. LA CONCIENCIA Y LAS FUENTES
DE LA MORALIDAD
Conclusión
La conciencia es un saber práctico que Dios ha puesto en
lo profundo del corazón humano para que le dicte lo que
es bueno o malo
Es “falible”, y hay que formarla constantemente
Las fuentes de la moralidad de un acto son: el objeto, la
intención y las circunstancias
Aún cuando basta que una de ellas sea mala, para que el
acto sea malo, el objeto es determinante para la moralidad
de un acto humano
La vida misma
Será conveniente estar atento para no caer en la tentación
de creer que el fin justifica los medios…
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4. LAS VIRTUDES MORALES
PRUDENCIA
Consiste en la disposición firme para obrar aprehendiendo lo
que en cada caso es verdaderamente razonable
Es propio de la prudencia el juicio práctico acertado sobre una
situación moral concreta; es decir, aplicar los principios y criterios
morales a cada situación individual
La prudencia dispone en el hombre su razón práctica para discernir
Para acertar en la elección, el hombre prudente:
guarda en su memoria las experiencias de su vida pasada, cernidas y
rememoradas con la mayor objetividad posible
se deja enseñar humildemente por la verdad de la realidad y por otras
personas: es una mente siempre abierta de antemano a la realidad
se mantiene en toda ocasión alerta, por si la situación cambia, para dar
nuevas respuestas a situaciones nuevas
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4. LAS VIRTUDES MORALES
JUSTICIA
Es la disposición firme y constante de dar a cada uno lo suyo
El objeto, pues, de la justicia es darle a cada uno aquello a lo que
tiene derecho y se le debe
La justicia regula la vida social; así, mientras las otras virtudes
cardinales perfeccionan al hombre, ésta afecta a las relaciones
del individuo con el otro y con la comunidad, y viceversa.
Es una virtud eminentemente social
Como comunidad solidaria, la humanidad ha de estar orientada al
bien de todos y cada uno de los hombres, particularmente de los
más desfavorecidos. Lo exige la dignidad inviolable de cada uno
Las formas de la Justicia son: conmutativa, distributiva y legal.
Y hoy en día ha cobrado particular importancia la justicia social
FORTALEZA
Nos hace capaces de vencer el temor a los males -reales o
imaginarios- que nos amenazan, incluso la muerte, y nos da
ánimos para arrostrar las pruebas de la vida y las persecuciones
por seguir el camino del bien o por la fidelidad a Dios
Tal valor se muestra en el aguante y la resistencia y no en el ataque
violento. Es el caso del coraje de tantos en el testimonio de la fe o en
la defensa de una causa justa
Conduce a lo que podemos llamar “valor cívico”, es decir, libertad
y valentía para defender en público las propias convicciones,
independientemente de lo que se opina corrientemente
“La fortaleza es la virtud moral que asegura, en las dificultades, la
firmeza y la constancia en la búsqueda del bien” (CIC 1808)
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4. LAS VIRTUDES MORALES
TEMPLANZA
Es la moderación en la satisfacción de nuestras necesidades y
apetitos. “Asegura el dominio de la voluntad sobre los instintos y
mantiene los deseos en los límites de la honestidad…” (CIC 1809)
Conduce al dominio de sí mismo para encontrar la recta medida
en el disfrute de los bienes de este mundo
Con la templanza, el hombre se fija unos límites que favorecen
su realización, frente a unas apetencias disparadas sin límites
Así, el hombre conforma responsable y libremente su vida
La moderación es necesaria, además, para favorecer la justicia
social que procure la distribución equitativa de los bienes
superfluos, y aun los necesarios, en la sociedad
Conclusión
Las virtudes son actitudes o disposiciones firmes de la
persona para obrar el bien
Entre las virtudes morales se distinguen las 4 “virtudes
cardinales”: prudencia, justicia, fortaleza y templanza
Mediante ellas el hombre se hace dueño de sí mismo
La vida misma
Sería bueno y muy aconsejable consultar el diccionario
para conocer la definición que se da de virtud y de vicio
Es interesante hacer el ejercicio de contraponer cada
virtud a su vicio correspondiente
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5. LA LEY ETERNA, FUNDAMENTO
DE LAS NORMAS MORALES
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5. LA LEY ETERNA, FUNDAMENTO
DE LAS NORMAS MORALES
Conclusión
La ley natural ha sido infundida por Dios en los hombres
para distinguir el bien del mal
La moral natural, en la que coinciden creyentes y no
creyentes, es descubierta y prescrita por la ley natural
Tiene 2 características: “universalidad” e “inmutabilidad”
La vida misma
Una de las manifestaciones más notorias de aplicación de
la ley natural a la convivencia humana fue la aprobación
de la Declaración Universal de los Derechos Humanos
reconocidos por la ONU
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6. LA LEY REVELADA EN LA ANTIGUA
ALIANZA: EL DECÁLOGO
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6. LA LEY REVELADA EN LA ANTIGUA
ALIANZA: EL DECÁLOGO
Conclusión
Con la Ley revelada en la Antigua Alianza, Dios busca
hacer de Israel un pueblo libre, santo y justo, que se
convierta en luz de las naciones.
El Decálogo tiene una estructura “binaria”: la relación del
hombre con Dios y la relación de los hombres entre sí.
Es una ley santa y buena, pero imperfecta y provisional
La vida misma
Caer en la cuenta de la profunda unión que existe en la
Antigua Alianza entre la conducta con el prójimo y el
mundo y la relación con Dios
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7. LA LEY EVANGÉLICA,
PLENITUD DEL DECÁLOGO
JESÚS Y LA LEY
La Ley evangélica no ha quitado fuerza, sino que, por el contrario,
lleva a plenitud los mandamientos de la Ley (Mt 5, 17; Mt 19, 17)
Lo que sí hace Jesús es pronunciarse contra la forma legalista de
entender y llevar a la práctica la Ley; el “legalismo” es un riesgo
que corre la conciencia moral de todos los tiempos y lugares
El legalismo leva a una moral de mínimos, mientras Jesús, en el
Sermón de la Montaña, exalta otro tipo de moral: la perfección
El fruto de la ley nueva -evangélica- es una vida moral dinámica,
en progreso constante a impulsos del amor, por eso se trata de un
“mandamiento nuevo” (Jn 15, 12-13)
…
7. LA LEY EVANGÉLICA,
PLENITUD DEL DECÁLOGO
…
El amor es la síntesis de la Ley: amor a Dios y amor al prójimo,
dos mandamientos que Jesús une en una síntesis indivisible
Esta síntesis de amor es el núcleo vivo que sustenta, da
sentido, dirige y anima toda la enseñanza moral de Jesús.
Llevar a la práctica y a la vida esta síntesis de amor es llevar a
cumplimiento la Ley, que deja de ser, por tanto, un código de
preceptos sueltos
Tal síntesis de amor encuentra su inspiración inagotable y su
modelo en Jesús, en quien se unen el amor filial a su Padre y el
amor salvador de Dios en Él al hombre
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7. LA LEY EVANGÉLICA,
PLENITUD DEL DECÁLOGO
7. LA LEY EVANGÉLICA,
PLENITUD DEL DECÁLOGO
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7. LA LEY EVANGÉLICA,
PLENITUD DEL DECÁLOGO
LAS BIENAVENTURANZAS
Jesús llama al discípulo, a todo discípulo, a seguirle libremente en
este camino de perfección; y así, como pórtico del Sermón de la
Montaña (Mt 5, 1-12), le presenta las Bienaventuranzas, “un especie
de autorretrato de Cristo y, precisamente por esto, una invitación a
su seguimiento y a la comunión de vida con Él” (VS 16)
Son las actitudes y disposiciones básicas de la existencia del
discípulo que ha aceptado el Reino de Dios en Jesús y, por ellas,
los bienes del reino de Dios -a Dios mismo, felicidad del hombre-
el pobre, el afligido por el mal del mundo, hambriento y sediento de la
voluntad de Dios, no violento, dispuesto a perdonar, que comparte y
presta su servicio al otro, es transparente de corazón, creador de paz y
bien y perseguido por hacer la voluntad de Dios…
encontrará a Dios, que le consolará, le dará en posesión la nueva tierra,
le saciará, será misericordioso y se dejará ver por él y será su hijo
7. LA LEY EVANGÉLICA,
PLENITUD DEL DECÁLOGO
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7. LA LEY EVANGÉLICA,
PLENITUD DEL DECÁLOGO
Conclusión
El amor a Dios y al prójimo constituyen el “mandamiento
nuevo”, el “mandamiento mayor”, el núcleo que sustenta,
da sentido, dirige y anima la enseñanza moral de Jesús
Jesús invierte el sentido de “prójimo” en la parábola del
Buen Samaritano
Las Bienaventuranzas son un autorretrato de Cristo, una
invitación a su seguimiento y a la comunión de vida con Él
La vida misma
¿No ocurrirá demasiadas veces que nos quedamos en lo
superficial y olvidamos lo que de verdad es importante?
8. EL COMBATE CRISTIANO
LA INCLINACIÓN AL MAL
El cristiano vive unido a Cristo, tiene las primicias del Espíritu
Santo y es hijo de Dios, pero todavía camina por este mundo,
un camino que está lleno de luchas, sufrimientos y tentaciones
Las tentaciones prueban la autenticidad de nuestra entrega a Dios,
pero es evidente que la vida cristina exige un combate constante
contra las tendencias del hombre viejo (Col 3, 9-10; Rm 7, 19-21)
Hay una desarmonía en el hombre: tendencias y fuerzas está a
cada paso en conflicto con la orientación fundamental de la
persona. A este hecho le llamamos “concupiscencia”
El mandamiento del Señor está proporcionado a las capacidades
del hombre, un hombre a quien se la ha dado el Espíritu Santo; no
debiera olvidar nunca el cristiano que arranca, no de su pobreza
y debilidad, sino de la plenitud del Don de Dios
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8. EL COMBATE CRISTIANO
EL PECADO
El Evangelio es la revelación, en Jesucristo, de la misericordia de
Dios a los pecadores (Rm 5, 20s). Ahora bien, para llevar a cabo su
obra, la gracia de Dios debe sacar a la luz nuestro pecado
Hoy día, en las sociedades industriales y consumistas modernas
ha disminuido la conciencia de pecado
El pecado es una falta contra la conciencia recta; consiste en
faltar al verdadero amor a Dios y al prójimo
El pecado (amartía = errar el blanco):
es una ofensa a Dios, porque se hace el mal que Dios detesta
rompe la comunión con Dios, distorsiona el ser del hombre al
apartarlo de su último destino, introduce la división y el conflicto en
el interior del pecador, y lo enfrenta con su prójimo
desgarra a la familia y a la sociedad
8. EL COMBATE CRISTIANO
…
El pecado puede ser de acción (se hace lo que no se debe) y de
omisión (se deja de hacer lo que se debe)
El pecado mortal rompe con Dios, al preferir el hombre un bien
incomparablemente inferior
entraña la perdida de la caridad (amor) y del estado de gracia
presupone pleno conocimiento y entero consentimiento
para restablecer la comunión con Dios se necesita de una nueva
iniciativa de la misericordia de Dios y una conversión del corazón, que
se realiza, de ordinario, por el Sacramento de la Reconciliación
El pecado venial se comete cuando no se observa la norma moral
en materia leve, o cuando se la quebranta en materia grave pero
sin pleno conocimiento o sin entero consentimiento
no rompe la comunión con Dios, pero debilita la caridad e impide el
progreso espiritual y moral
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8. EL COMBATE CRISTIANO
ARREPENTIMIENTO Y CONVERSIÓN
Por muy profundamente que haya caído el hombre en el pecado y la
culpa, no tiene por qué permanecer en ese estado: la gracia y el amor
de Dios le llama siempre a la conversión, al perdón y la penitencia
Elemento imprescindible de la conversión es el arrepentimiento, el
rechazo del pecado cometido, junto con el propósito de no volver a
pecar
Si bien es cierto que no podemos eliminar el acto pecaminoso y, a
veces, sus consecuencias, sí podemos -en el arrepentimiento- cambiar
nuestra voluntad y deplorar el acto cometido, despegarnos de “lo malo”
y movernos hacia “el bien”
El hombre está expuesto a caer siempre de nuevo, y de hecho cae
frecuentemente en el pecado y en la culpa.
Por eso la conversión es una tarea permanente
8. EL COMBATE CRISTIANO
Conclusión
Hay una desarmonía en el hombre: la “concupiscencia”
El “pecado” rompe la comunión con Dios, distorsiona el ser
del hombre, apartándolo de su último destino, introduce la
división y el conflicto en el interior del pecador, y lo enfrenta
con el prójimo, desgarrando la familia y la sociedad
Sin embargo, más fuerte que el pecado es la Gracia de Dios
La vida misma
Observa la utilización que se hace de la palabra “pecado”:
¿se utiliza mucho?
y cuando se utiliza, ¿qué sentido se le da?
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9. LA GRACIA DEL ESPÍRITU SANTO
LA JUSTIFICACIÓN
En la Nueva Alianza no se trata de esfuerzos sobrehumanos: es
que es Dios mismo quien nos busca y nos encuentra pecadores,
absolutamente incapaces de entrar en comunión con Él, y, a pesar
de nuestra condición, nos hace justos, nos “justifica”
La justificación que Dios lleva a cabo en nosotros es una real
transformación del hombre: no solo nos declara Dios justos, o nos
perdona sin más, sino que hace que realmente seamos justos.
Incluye pues, el perdón y la santificación y renovación interior
Por la justificación quedamos unidos a Dios en Cristo por el
Espíritu Santo
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9. LA GRACIA DEL ESPÍRITU SANTO
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9. LA GRACIA DEL ESPÍRITU SANTO
Conclusión
Dios busca a los hombres, nos justifica en Cristo Jesús,
por quien nos perdona los pecados, y nos renueva
interiormente por la Gracia
Dios concede al hombre justificado unas disposiciones
permanentes para obrar como hijo suyo, las “virtudes
teologales”: la Fe, la Esperanza y la Caridad
La vida misma
Acércate a la biografía de cualquier santo y descubrirás
cómo se desarrollan en su vida las virtudes teologales
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EPÍLOGO FINAL
EPÍLOGO FINAL
“Os doy un mandamiento nuevo, que os améis unos a otros como yo os he amado.
En esto conocerán que sois mis discípulos: en que os amáis los unos a los otros”
(Jn 13, 34-35)
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