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Es importante que tanto el candidato como el entrevistador tengan en cuenta que lo más
importante es la objetividad con la que se va a realizar la entrevista, esto quiere decir que se
debe ser muy sincero y concreto para lograr que la entrevista no sea monótona y no se logré el
objetivo, el cual es para el entrevistador conseguir a la persona idónea para el cargo y para el
entrevistado lograr que lo contraten. Para que la entrevista sea un éxito es importante
prepararse, el profesional debe aprovechar la oportunidad para demostrar que es el más
calificado para el empleo.
Algunos tipos de entrevistas son: entrevista dirigida, donde el entrevistador hace preguntas muy
concretas al entrevistado, dándole poco margen para las respuestas; entrevistas semidirigidas,
el entrevistador hace preguntas concretas pero dejando algunas abiertas en la que el
entrevistado puede exponer de manera libre y espontánea, de esta manera el entrevistador
puede observar como se organiza mentalmente; entrevista grupal, donde se convivan varias
personas y se hace una simulación grupal en la que se ha de debatir un tema para llegar a una
conclusión, el objetivo de esta es obtener información sobre la capacidad de relación y el
comportamiento de los candidatos en un grupo.
Estructura de la entrevista de trabajo: las tres principales fases en las que se estructura una
entrevista son:
La buena actitud del candidato es una de las claves del éxito, como entrevistado debes ser
puntual, mostrar entusiasmo, vestir adecuadamente, ser amable, saber escuchar, expresarte
correctamente, mantener la atención, mostrarte positivo, ser tu mismo, ser dinámico.
También pueden haber motivos que estropeen una entrevista entre los cuales tenemos: