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Alba Longa

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«Albalonga» redirige aquí. Para la variedad de uva, véase Albalonga (uva).

Pintura neoclásica de Jacques Louis David inspirada en la historia de los Horacios.

Alba Longa fue una antigua ciudad del Lacio, situada en los montes Albanos,


fundadora y cabeza de la Liga latina. Fue destruida por Roma alrededor de la
mitad del siglo VII a. C.

Índice

 1Historia legendaria
 2Reyes de Alba Longa
 3Datos arqueológicos e interpretación histórica
 4El santuario de Júpiter Laciar
 5Véase también
 6Referencias
 7Enlaces externos

Historia legendaria[editar]
Conforme a la leyenda, Alba Longa fue fundada por Ascanio, también conocido
como Julo, el hijo del héroe troyano Eneas, treinta años después de la fundación
de Lavinium. Cronológicamente esto habría sucedido una generación después de
la destrucción de Troya, la cual según Eratóstenes habría ocurrido en 1184 a. C.
A partir de Ascanio surgió una dinastía de reyes de los cuales los mejor conocidos
son Procas, y sus hijos Numitor y Amulio. La lucha de poder entre ambos es el
marco de la leyenda de la fundación de Roma, ya que Numitor, depuesto por
Amulio, es el abuelo materno de Rómulo y Remo.
Como consecuencia del auge del poder de Roma, ambas ciudades entraron en
conflicto y finalmente, bajo el reinado de Tulo Hostilio (a mediados del siglo VII a.
C.), una guerra entre ellas fue resuelta por el famoso combate entre los Horacios y
los Curiacios. La leyenda cuenta que los tres hermanos Horacios romanos
combatieron a los Curiacios de Alba Longa para determinar qué pueblo dominaría
al otro. El último de los Horacios mató a los tres Curiacios y obtuvo así el triunfo
para Roma. Alba Longa fue destruida para siempre y sus habitantes fueron
asentados en el monte Celio como ciudadanos romanos.

Reyes de Alba Longa[editar]


Artículo principal: Reyes latinos
Según Dionisio de Halicarnaso, los reyes de Alba Longa fueron el nexo directo que
unía a Ascanio y Rómulo, el fundador de Roma. Tito Livio nos informa de la
existencia de dos reyes más de Alba Longa, que no se encuentran en la lista de
Dionisio. Ambos habrían reinado durante la época del rey romano Tulo Hostilio. El
nombre del primero de estos reyes fue Cayo Cluilio, que murió durante una guerra
contra los romanos. Fue sucedido por Mecio Fufecio, que fue ejecutado por Tulo
Hostilio por traición.

Datos arqueológicos e interpretación histórica[editar]

Castel Gandolfo y el lago Albano, lugar donde se supone estuvo Alba Longa.

La localización de esta antigua ciudad latina ha sido muy debatida desde el


siglo XVI. El punto de partida es la leyenda de la fundación de Roma en Dionisio
de Halicarnaso que habla de un lugar entre el monte Cavo y el lago Albano.1 El
lugar ha sido relacionado en diversas ocasiones con el convento de San Pablo en
Palazzola cerca de Albano, con Coste Caselle al lado de Marino o, finalmente,
con Castel Gandolfo. De hecho el último de estos lugares ocupa el lugar de la villa
de Domiciano. Antiguas fuentes afirman a su vez que esta última había sido
construida en el arx (o ciudadela) de Alba Longa.
Los datos arqueológicos disponibles para la Edad del Hierro muestran la
existencia de una hilera de aldeas, cada una con su propia necrópolis, a lo largo
de la ribera suroeste del lago Albano. Cuando Roma destruyó estos pueblos
todavía debían de encontrarse en una fase preurbana. Estarían empezando a
agruparse alrededor de un centro que podría perfectamente haber sido Castel
Gandolfo, ya que la necrópolis allí es significativamente mayor, lo que sugiere una
ciudad más grande.
En el periodo republicano tardío, el territorio de Alba Longa (ager Albanus) se
pobló de nuevo con numerosas villas residenciales que se mencionan en las obras
literarias antiguas y cuyas ruinas se han conservado hasta la actualidad.

El santuario de Júpiter Laciar[editar]


En la cima de los montes Albanos se encontraba un santuario muy antiguo
consagrado a Júpiter Laciar. Floro (siglo II) señala que el lugar había sido elegido
por Ascanio, quien, tras haber fundado Alba Longa, invitó a todos los latinos a
celebrar en aquel lugar sacrificios a Júpiter. La costumbre que llevó a la
celebración de las feriae Latinae, en las que todas las ciudades que pertenecían a
la confederación latina se reunían bajo la égida de Alba Longa y sacrificaban un
toro blanco, cuya carne era distribuida entre todos los participantes.
Después de que Alba Longa fuera destruida y de que Roma asumiera su
liderazgo, la tradición recuerda la construcción, durante el reinado de Tarquinio el
Soberbio, de un gran templo dedicado a Júpiter Laciar en los montes Albanos, del
cual apenas se pueden contemplar hoy unos pocos vestigios de su perímetro
amurallado. También se han conservado sustanciales restos de la carretera
pavimentada que conectaba el santuario a la vía Apia cerca de Aricia.

Véase también[editar]
 Historia de la Roma Antigua

Referencias[editar]
1. ↑ Dionisio de Halicarnaso Antigüedades romanas I.66-67.

Enlaces externos[editar]
 Tito Livio, Ab urbe condita (Historia de Roma), Libro I (en inglés)

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