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Guia de Apuntes 2016 PDF
Guia de Apuntes 2016 PDF
Forestal
(Fuente: CIEFAP)
Desarrollo programático
Introducción al Aprovechamiento:
Contenidos
Bibliografía de lectura:
**El Aprovechamiento Maderero .S. Vignote. Cáp.1, Mercados de los
aprovechamientos madereros. Edición Mundi-Prensa 2000.
**Estudios de tendencias y perspectivas del sector forestal en América latina al
año 2020.Informe Nacional Argentina. FAO, SAGyA. Gustavo Braier. 2004.
**El sector forestal argentino. Sociedad Rural Argentina, Fundación OKITA,
Bs.As.1997.
**Guía Forestal Argentina, SAGyA, 2°Edición.Bs.As 1997.
**Invertir en Argentina, Foresto-Industria. Agencia de Desarrollo de
Inversiones. www.inversiones.gov.ar
Contenidos
Bibliografía de lectura:
Bibliografía de consulta:
Sistemas de Aprovechamiento
Contenidos
Bibliografía de lectura:
**El Aprovechamiento Maderero. S. Vignote. Cáp. 3.1, Sistemas de
Aprovechamientos... Edición Mundi-Prensa 2000.
*Bases Forestales para la incorporación de tecnología en cosecha de madera. P. Mac
Donagh, Pág. 51-55, Primer Seminario de Actualización en sistemas de Cosecha
y Transporte Forestal, UNM, Actas.
*Sistemas de Aprovechamiento. Pág. 37-55, Planificación de carreteras forestales y
sistemas de aprovechamiento. FAO Montes 2.
**Rol de las empresas de servicio en la producción forestal. Exposición Empresa
Petrobrás.
Costos Operativos
Contenidos
Bibliografía de lectura:
**Metodología do custo-hora para máquinas florestais. Jorge R. Malinovski, Trabajo
presentado en ocasión del III Curso de Actualización sobre sistemas de Exploración y
Transporte Forestal, Curitiba, Brasil 1986 por el profesor Dr. Wilhem Dittmar Stöhr,
del convenio Freiburg/ UFPr. Traducido al español en cátedra Aprov. Forestal.
Bibliografía de consulta:
*Costos de elaboración forestal estándar. AfoA, H. F. Gomis, J. R. Scarpa. Afoa 1992.
*Cálculos de inversión y cambio de equipos forestales. Cáp. 4, pág. 73-96. H. Anaya P.
Christensen. Aprovechamiento forestal, análisis de apeo y transporte. Ed. IICA 1986.
*Impacto de algunas variables sobre el costo de aprovechamiento forestal. Ing. Agr. P.
Vivas. Congreso Forestal Argentino, Paraná, 1993.
*Costos de administración de la maquinaria agrícola. R. Frank. Ed. Hemisferio Sur
1977.
* “Cosecha mecanizada y transporte de salicáceas en la región delta y continental”, Ing.
Ftal Luis Martinelli. Silvoargentina II, Jornadas de cosecha y Transporte de madera
provenientes de Bosques cultivados, AfoA, AMAYADAP, Octubre 2001, El Dorado,
Misiones.
*Evaluación de costos de Extracción a partir de inventarios forestales en los trópicos,
Estudio FAO: Montes, 10/1 y 2, Roma 1978.
*Aprovechamiento de forestales implantados en Entre Ríos. Ing. Ftal. Maximiliano
Masut, Ing. Ftal. Luis Mestres. V° Jornadas Forestales de Entre Ríos. Septiembre 1990.
**Estudio de rendimientos y costos en reforestaciones y explotaciones forestal para
Misiones. Juan M. Kosarik, UN. Misiones, 1994, serie técnica N°4.
Corte
Contenidos
Bibliografía de lectura:
Bibliografía de consulta:
Carga y Extracción
Contenidos
1 Factores de influencia Lugar Especie Forestal Comunidad. 2 Medio de
Producción para la extracción No mecanizados, Manual, fuerza de gravedad,
animales, por agua Mecanizadas, tractores, Mini Skidder, Forwarder, Tractor a
oruga, camiones, cables aéreos, globos, helicópteros.
Bibliografía de lectura:
Bibliografía de referencia:
**Comparación técnica de los métodos de saca de madera en las islas del Delta del
Paraná. Papel Prensa. 1980.
**Introducción y desarrollo de nuevas técnicas de aprovechamiento forestal en el Bosque
Patagónico Argentino. Ing. Ftal. Pedro Pantenius.
**Transporte de madera con tractor agrícola. Manual Suecia.
**Ensayo de extracción de madera con helicóptero en el Delta. Papel Prensa.1980.
*Introducción a los equipos de cable empleados para la extracción de madera. Rudolf
Meyr. Pág. 205-210. FAO Montes 33, “La explotación maderera de bosques de
montaña”.
Carreteras Forestales
Contenidos
Definición de Red Vial, Tipos. 2. Parámetros de la Red Vial y su optimización. 3.
Estructura de la carretera forestal. 4. Aspectos económicos relacionados con la
construcción y mantenimiento. 5. Planeamiento de la Red Vial. 6. Secuencia de
planificación. 7. Evaluación de la planificación. 8. Impactos ambientales provocados por
la Red Vial.
Bibliografía de lectura:
Bibliografía de consulta:
Contenidos
Transporte por carreteras.2. Camiones. Características. 3. Normas de transporte por
carreteras públicas. 4. Carga y Descarga.5. Uso del ferrocarril. 6. Transporte por agua.
7. Transporte de rollizos o astillas. 8. Recepción en industria.
Bibliografía de lectura:
Contenidos
1 Sistemas de Planeamiento, -Diagrama de Gantt. -Análisis de Sistemas. 2 De la
infraestructura para la cosecha de madera., Fases: Inventario precorte Planeamiento de
los rodales Corte. Extracción Patios .Cargamento. Transporte .Red Vial. De las áreas de
corte en función de las restricciones...3 Para el corte.4 Para la extracción.
Racionalización. 5 Del patio. De maquinas y Mano de Obra. 6 Para la carga. 8 Para el
Transporte. Flota / Dimensiones/ Inversiones.
Bibliografía de lectura:
Contenidos
1 Manejo forestal sustentable. 2 Escalas. Criterios. Valores. Metas. Indicadores.
Objetivos. 3 Prácticas en el Aprovechamiento. 4 Disposiciones generales. Preparación
de sitios. Cosecha forestal. Caminos forestales. Transporte forestal. Manejo de
combustibles químicos y residuos. Condiciones laborales.
Bibliografía de lectura:
Bibliografía de lectura:
-La madera es uno de los recursos de más antiguo uso por el hombre, como
fuente de una energía y como materia prima.
Del latín materia “realidad primaria de las que están hechas las cosas”
o El Bosque y su ambiente(Sitio)
o Las maquinas y equipamientos(Tecnología)
o La Mano de Obra específica y capacitada.
o Soporte administrativo y operacional de manutención y logística.
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Proceso de Cosecha
Op. Volteo Ubicación de
Transp. Menor Equipos Cosecha
Op Playa
Op. Carga
Control del
Proceso Correcciones
Operacionales
Información
Gerencial
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-Agrícolas Ganaderas
-La industria
- Expansión Demográfica.
- Infraestructura (caminos, represas)
- Sobre explotación irracional.
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Abastecimento de
Madera
- Nativas = 65%
- Plantadas = 35%
Usos
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promoción para el sector por un lapso de 10 años. A partir de la dura crisis que
ha vivido la Argentina, los ritmos de plantación han bajado y es difícil hacer un
pronóstico sobre el futuro ritmo de plantaciones.
Se ha avanzado en la dirección correcta, pero no se advierte que los
objetivos hayan sido clara y explícitamente establecidos en el total de la
cadena comercial-productiva, que involucra tanto la formación de la cuenca
forestal, como su estrategia de industrialización y posterior comercialización
internacional.
Hay sí muchos programas e iniciativas individuales que posibilitaron que
se avanzara en, como se señaló, la dirección correcta. Se está generando una
oferta de madera que va a poner una gran presión en la obtención de una
demanda para que termine de cerrar el ciclo de riqueza que se impulsó desde
los incentivos a la forestación.
Se ha relevado la existencia de algunos proyectos industriales
significativos que se concretarían durante el principio de este período, más allá
de que la oferta de madera a generarse indica la necesidad de dichos
proyectos. De concretarse los mismos, que se resumirían en dos grandes
proyectos de pulpa de fibra larga y un proyecto de ampliación de una planta de
papeles marrones, la facturación del sector se incrementaría en más de 500
millones de dólares y una gran parte de ellos con destino al mercado externo.
Como es claro y necesario, estas grandes fábricas van a ir acompañadas del
cluster productivo forestal que termina por justificar la rentabilidad de las
cuencas.
Bosque implantado
Provincia / Región
Especies
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Bosque nativo
El país cuenta, desde fines del año 2002, con un producto parcial del
primer inventario realizado sobre la base de los bosques nativos de la
República Argentina, que involucra a la cartografía y a la superficie. Las
regiones analizadas son la Selva Misionera, el Parque Chaqueño, la Selva
Tucumano Boliviana, los Bosques Andino Patagónicos, el Monte y el Espinal.
En el caso de la Selva Misionera se cuenta con un inventario. Anteriormente,
sólo se contaba con información provincial no homogénea y estimaciones
parciales.
La superficie total relevada fue de 33.2 MM de hectáreas, mientras que
el número aproximado que se manejaba con anterioridad era de 36 MM de
hectáreas. En la Tabla se incluyen los resultados resumidos por regiones
forestales. La existencia de este inventario se considera una fuerza impulsora
del desarrollo del sector, porque gracias a su existencia va a ser posible la
planificación de políticas y el análisis de impactos, tal como fueron descriptos
en los objetivos del mismo.
Cuadro 6. Superficie de las distintas regiones forestales de monte nativo (ha)
Superficie Selva Selva Bosque Parque Monte Total
Misionera Tucumano Andino Chaqueño Espinal
Boliviana Patagónico
Tierras 914.823 3.697.483 1.985.495 22.040.637 2.488.066 31.126.504
Forestales
Bosques 538.558 29.352 - 1.327.347 168.681 2.063.983
Rurales
Total 1.453.381 3.726.835 1.985.495 23.367.984 2.656.747 33.190.442
Superficie
Bosque
Nativo
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Fuente: Elaboración propia sobre AFCP, SAGPyA, SAyDS y Estadística Forestal de Chaco.
1 Debe tenerse en cuenta que sólo el 50% del papel se origina en pastas de madera
2 Se elimina la usada para hacer papel en Argentina a fin de no duplicar valores.
3 No se lo incluye en las sumas
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Bibliografía de lectura:
Bibliografía de consulta:
• **Seguridad laboral y primeros auxilios. Cáp. 6. Manual sobre tecnologías intermedias para
operaciones forestales en los países en desarrollo. M. Kantola, K. Virtanen.
• **Hacia un modelo para la estimación de rendimientos de referencia en cosecha forestal. Elías Apud.
• **Análise fisiológica e biomecânica da funçao motosserrista. José Maria de Sene.
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Cátedra de Aprovechamiento Forestal
INTRODUCCION
Cuando se describe el medio ambiente, algunos especialistas destacan que es necesario considerar al menos dos ángulos: el de
los cientistas naturales y el de los cientistas sociales. Señalan también que los primeros se refieren al medio ambiente físico o
natural, enfatizando su degradación, mientras que los segundos al ambiente social o socio-cultural "subrayando las normas de
comportamiento social que conducirían al hombre en el futuro a situaciones en que su supervivencia sería puesta en peligro ".
A nuestro juicio, un aspecto fundamental que debería sumarse a los anteriores es el estudio del medio ambiente laboral cuyos
efectos sobre la población trabajadora no son futuro sino presente. Esto se ve reflejado en altas tasas de accidentes y
enfermedades ocupacionales, en baja productividad y en magros salarios que, sin duda, tienen una enorme importancia en las
conductas sociales y en el bienestar de la población.
El presente texto, tiene como propósito hacer algunas reflexiones, basadas en la experiencia adquirida en los 30 años de
existencia del Laboratorio de Ergonomía de la Universidad de Concepción, acerca de las necesidades ergonómicas actuales,
para mejorar las condiciones de trabajo, en particular en el sector forestal. La experiencia indica que para evitar los riesgos que
traerán consigo los sistemas automatizados del futuro, la preocupación porque estos sean ergonómicamente diseñados debe
comenzar en la actualidad. No se puede esperar que estos sistemas se encuentren en funcionamiento para preocuparnos de sus
efectos. Está claramente demostrado que, particularmente en países tecnológicamente dependientes, modificar sistemas de
sofisticadas características y alto costo es casi una utopía. Por ello, la preocupación por el futuro es un problema que debe
empezar a anticiparse desde ahora. Sin embargo, es preocupante ver como erróneamente muchas veces la Ergonomía sólo se
asocia a actividades mecanizadas. La pregunta es: ¿que sucede con los trabajadores en la América Latina de hoy?. Es fácil
comprobar cómo en el sector forestal sistemas altamente automatizados coexisten con formas muy simples de trabajo en que
el esfuerzo humano sigue siendo la fuente de energía más importante. Por ejemplo, estadísticas del Instituto Forestal de Chile,
revelan que en 1990 existían en el país 1.618 aserraderos. El contraste lo demuestra el hecho que 31.2 % de la madera de
pino aserrada para exportación era producida por 7 aserraderos de alta tecnología, mientras que un 35.2 % era elaborada por
1.107 aserraderos, la mayoría de ellos móviles que hacían uso de sistemas muy elementales. En consecuencia, la Ergonomía
en nuestro medio debe abarcar todo el espectro del trabajo humano, si el objetivo es mejorar las condiciones de seguridad,
salud y bienestar laboral e incrementar la eficiencia en nuestras empresas, sean estas pequeñas, medianas o de gran tamaño.
Desde un punto de vista ergonómico se considera que el hombre, en cualquier actividad que desempeñe actúa como una
"central de comunicación", que percibe información del ambiente, la elabora en base a conocimientos previamente adquiridos
y habitualmente ejecuta sus decisiones mediante su sistema efector, constituido por las cuatro extremidades. Mientras más
simple es un trabajo, por lo general, mayores son las necesidades de fuerza y movimiento. Por el contrario, en actividades
mecanizadas, aumentan las demandas de percepción y toma de decisiones, con un escaso componente de trabajo físico. Este
simple esquema, "percepción-decisión-acción", tiene una importancia básica en la ejecución de una actividad y se requieren
conocimientos de anatomía, fisiología y psicología humanas para establecer los límites de demanda que, en cada etapa de este
circuito, el trabajo puede exigir al hombre.
La baja eficiencia, numerosos accidentes atribuidos a acciones inseguras, la presencia de fatiga y muchas enfermedades,
pueden tener su causa en la imposición de demandas de percepción, de procesamiento de información y toma de decisiones o
de respuesta mecánica superiores a la capacidad del ser humano. En el análisis ergonómico también se considera el medio
físico en el cual se efectúa un trabajo. El ruido, las vibraciones, el calor, el frío, la altura, los productos tóxicos etc., cuando
exceden ciertos límites, pueden provocar enfermedades y alterar el bienestar. En algunos casos, aunque estos agentes se
mantengan bajo niveles que puedan provocar enfermedad, pueden ser causa de stress ocupacional y llegar a producir
problemas psicológicos en los trabajadores.
Lo destacado en el texto precedente, engloba los problemas inherentes al puesto de trabajo y el ambiente físico, pero hay
muchos otros factores que no dependen del lugar de trabajo en sí, sino que de la organización del sistema en que cada
actividad está inserta. De manera que, el concepto moderno de Ergonomía, considera el análisis de las actividades de un
trabajador como parte de un sistema que en su conjunto debe ser eficientemente diseñado.
Estos principios tan lógicos son difíciles de llevar a la práctica por diversas razones. Una de las más importantes es que no
existe un especialista único capaz de entender y dar solución a los múltiples y diferentes problemas laborales. Por esta razón,
el carácter multidisciplinario de la Ergonomía reviste cada vez más importancia y los motivos que el distinguido psicólogo
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británico .F.H. Murrell esgrimió en 1949, para proponer este término derivado del griego, tienen plena vigencia "es una
palabra simple, que se puede traducir a cualquier idioma y, lo más importante, que no otorga preponderancia a ninguna
especialidad en particular, lo que resalta su carácter multidisciplinario". En este contexto, es necesario hacer una diferenciación
entre lo que podríamos denominar estudios básicos, estudios ergonómicos aplicados y aplicaciones propiamente dichas. Si se
considera que el diseño ergonómico del trabajo apunta al buen uso de las capacidades del hombre con respeto por sus
limitaciones, es necesario investigar para conocer con la mayor certeza los límites humanos y así realizar acciones para evitar
que el trabajo sobrepase las capacidades física y mental de los trabajadores. Por otra parte, el puente entre el conocimiento
básico y las aplicaciones, lo constituyen las investigaciones ejecutadas con fines correctivos en actividades ya existentes y los
estudios anticipativos realizados en el estado de planificación de un trabajo. Por último, la acción final que implica
implementar sistemas de trabajo basados en resultados de los estudios multidisciplinarios previos, es una decisión que toman
los empresarios y, principalmente, los ingenieros involucrados en los procesos productivos.
La principal dificultad para transferir a la práctica las recomendaciones ergonómicas es la falta de información que, por lo
general, hace temer un incremento en los costos. Por otra parte, los trabajadores desconfían de los estudios ya que les
atemoriza que sus resultados puedan utilizarse para ponerles exigencias aún mayores. También es habitual la falta de diálogo
entre los especialistas preocupados de la protección de las personas y aquellos que tienen la tarea de cumplir con los
requerimientos de producción. Es peligroso caer en generalizaciones y, sin duda, existen excepciones, pero la falta de diálogo
es innegable. Desde este punto de vista, un modelo ergonómico exitoso sólo puede lograrse con criterios integrativos. En otras
palabras, no se puede conseguir una óptima productividad sin proteger a los trabajadores pero, también es cierto, que las
empresas, para interesarse en la protección de quienes realizan los distintos trabajos, necesitan visualizar que esto puede
lograrse sin deterioro de la productividad. Es obvio que el equilibrio sólo puede conseguirse en la medida que las empresas
asuman el real concepto de tecnología apropiada, definida como aquella que utilizando las capacidades del hombre, pero
respetando sus limitaciones, permite una alta productividad.
Por lo expuesto, la promoción de la Ergonomía requiere una seria labor de difusión, de manera que todas las personas
involucradas, desde trabajadores a ejecutivos, comprendan cuáles son los objetivos de los estudios ergonómicos y los
beneficios que se pueden lograr con su aplicación. No obstante, no son muchas las oportunidades de formación en esta
disciplina. En Chile, por ejemplo, el laboratorio de Ergonomía de la Universidad de Concepción desde su creación, viene
desarrollando actividades de extensión en la forma de charlas, demostraciones prácticas y cursos de Ergonomía, orientados a
diferentes estamentos de la industria. De igual importancia han sido los cursos curriculares de Ergonomía que se dictan a
estudiantes de Ingeniería, que han permitido que las nuevas generaciones de ingenieros egresados de nuestra casa de estudios
inicien su vida profesional con ideas claras sobre los problemas de adaptación del trabajo al hombre. Estos profesionales se
han incorporado a otras universidades, empresas e instituciones, lo que ha permitido ampliar la enseñanza y también la
ejecución de estudios ergonómicos que las mismas empresas solicitan cada vez con mayor frecuencia. Más importante aún,
es que los resultados de estos estudios se estén aplicando para beneficio de los trabajadores chilenos y que los ejemplos de
experiencias exitosas motiven a otras empresas a integrarse a la tarea de mejorar las condiciones laborales. Sin embargo, a
pesar de estos esfuerzos, la Ergonomía es aún una disciplina poco conocida y la capacitación necesita incrementarse a todos
los niveles.
Se ha señalado antes que en América Latina una parte importante de la población subsiste en base a su propio esfuerzo
muscular accionando herramientas de bajo costo, de corta vida útil y que, por ser cambiadas frecuentemente, pueden mejorarse
y reemplazarse sin que las empresas deban incurrir en grandes inversiones. Este es un tema no superado y en el que la
Ergonomía tiene aún mucho que aportar ya que se pueden lograr grandes incrementos en la productividad si a los trabajadores
se les provee con los elementos básicos para realizar sus tareas, se mejora la organización del trabajo y se adaptan
herramientas y accesorios a sus características. Sin embargo, no basta sólo con esto, sino que también se requiere considerar
otros aspectos tales como alimentación, provisión de elementos de seguridad adecuados, capacitación y exigencias de
rendimiento que no sobrepasen límites recomendables de esfuerzo físico. La adaptación ergonómica de los trabajos manuales
no es fácil, pero con estudios sistemáticos se puede ir motivando a los empresarios para introducir cambios simples que
incrementan el rendimiento laboral y el bienestar de sus trabajadores.
El ejemplo más claro es el desarrollo alcanzado en el sector forestal chileno que ha sido ampliamente analizado en dos libros
editados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT, 1989, 1995) y en un "Manual de Ergonomía Forestal"
recientemente publicado (Apud et al, 1999). Los primeros estudios en el campo forestal se orientaron a mejorar las condiciones
de vida en los campamentos, que son los hogares temporales para estos trabajadores. Los dormitorios, áreas de recreación y
comedores que habitualmente usaban estaban lejos de las condiciones mínimas de higiene y comodidad. Lo mismo ocurría
con la alimentación, que en trabajos manuales de alta intensidad, debe ser aportada en cantidad suficiente para equilibrar los
requerimientos calóricos y de nutrientes que demandan estas tareas.
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Cumplidos los requisitos básicos de vivienda, alimentación y recreación, los trabajadores requieren ser capacitados, siendo
esta la instancia precisa para reforzar técnicas seguras de trabajo. Las etapas descritas son una condición previa a la
adaptación ergonómica de herramientas, técnicas y métodos de trabajo. Los resultados hasta ahora obtenidos han sido
francamente auspiciosos. Para dar sólo un ejemplo, de los resumidos en el libro publicado por OIT (1995), cuando se iniciaron
los primeros estudios ergonómicos para evaluar carga fisiológica y rendimiento en faenas de plantación forestal, la cifra
promedio de rendimiento alcanzaba alrededor de 400 plantas por jornada. La adaptación ergonómica de una pala diseñada en
Nueva Zelandia para trabajadores muy distintos a los chilenos, la recomendación de aumentar la energía en la alimentación a
4.500 kilocalorías diarias, el rediseño de la caja para el transporte de plantas y una nueva forma de organización para la entrega
de las cajas con plantas en los lugares de trabajo, permitió aumentar el rendimiento medio a cifras cercanas a 800 plantas por
jornada, con una carga física dentro de márgenes aceptables para jornadas de ocho horas. Este aumento cercano al 100%,
benefició a empresarios y trabajadores, ya que éstos últimos han podido acceder a un mejor salario por el mayor rendimiento y
la calidad de su trabajo, Apud et al (1999).
Un criterio importante para la selección de alternativas tecnológicas, es que en nuestros estudios se ha evaluado la sobrecarga
fisiológica, mediante mediciones de consumo de oxígeno y frecuencia cardíaca, como indicadores de gasto de energía y carga
cardiovascular respectivamente, Apud Bostrand, Mobbs y Strehlke(1989). También se han realizado amplios estudios para
conocer la aptitud física de los forestales chilenos y así definir el rendimiento que se puede esperar de ellos, trabajando por
debajo de los umbrales de fatiga. A menudo los estudios tendientes a evaluar rendimientos de referencia frente al uso de
distintas herramientas y métodos de trabajo, se realizan sólo en base a estudios de tiempo. Sin embargo, lo más importante que
aportan los estudios fisiológicos, es que permiten establecer rendimientos de referencia basados en la capacidad de nuestras
propios trabajadores. En muchos casos, se trata de emular estándares extranjeros, sin considerar que han sido obtenidos en
poblaciones distintas y en condiciones de trabajo diferentes. Esta situación puede llevar a los trabajadores a enfrentar su diaria
tarea sometidos a niveles de sobreesfuerzo físico que se traducen en fatiga, lo que contribuye al aumento de los accidentes.
Los criterios aplicados en el estudio de trabajos físicos pesados, han permitido superar lo meramente descriptivo. En otras
palabras, la orientación no ha estado sólo en seguir cuantificando cuantos accidentes se producen, cuales son las deficiencias
de alimentación o de vivienda en los campamentos, etc., sino que sobre la base de los conocimientos existentes se han buscado
soluciones para superarlos con la participación de empresarios y trabajadores. A nuestro juicio los avances son perceptibles y
así lo demuestran los estudios que se han efectuado para cuantificar los cambios producidos en el sector forestal, (Apud e
Ilabaca 1991). Más aún, la mancomunión de esfuerzos entre Universidad y Empresas queda de manifiesto con la adjudicación
de un proyecto concursable, con recursos estatales del Fondo de Fomento (FONDEF), cuya principal fortaleza ha sido el apoyo
de 11 de las compañías forestales más grandes del país. Estos proyectos han aportado recursos para investigación, pero tan
importante como eso, para hacer una transferencia sistemática de conocimientos a trabajadores, contratistas y empresarios,
para mejorar las condiciones de trabajo e incorporar tecnologías apropiadas. Para los interesados en recabar información
detallada sobre los temas analizados se recomienda revisar el "Manual de Ergonomía Forestal" antes referido en la siguiente
pagina WEB: www.udec.cl/ergo-conce.
El calor, tiene efectos fisiológicos sobre los trabajadores, ya que su sistema cardiovascular no sólo se ve sobrecargado por
efecto del trabajo físico, sino que también, por las altas temperaturas que ellos deben soportar. En otras palabras, idéntico
trabajo efectuado en un ambiente templado resulta más liviano que en un ambiente de alta temperatura, por lo que
fisiológicamente hablando, el rendimiento debería ser inferior cuando se está expuesto al calor.
Durante el trabajo muscular liviano la producción de calor puede ser 2 a 4 veces más alta que en reposo, mientras que durante
el trabajo muscular pesado, puede alcanzar 8 a 20 veces el nivel de reposo. Como la temperatura óptima del cuerpo debe
mantenerse en un rango entre 36.5ºC y 37ºC, los seres humanos tienen mecanismos de regulación que les permiten disipar el
calor excesivo. Es importante mencionar que la eficiencia mecánica humana no es muy alta, lo que quiere decir que en muchas
actividades, de la energía generada por el trabajador, un porcentaje superior al 70% es energía calórica.
Para mantener la temperatura estable, el calor debe ser transportado desde los órganos que lo producen, básicamente los
músculos en trabajo, hacia la superficie que emite calor, representada por la piel. Este transporte de calor es ayudado por los
siguientes ajustes del sistema cardiovascular:
- Aumento del flujo sanguíneo
- Aumento de la frecuencia cardíaca
- Vasodilatación de los vasos sanguíneos de la piel.
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El calor, al llegar a la superficie del cuerpo se disipa al ambiente por convección y radiación. La cantidad de calor perdido por
convección depende de la gradiente entre la temperatura de la piel y del aire y de la velocidad del viento. El intercambio por
radiación se produce por las diferencias de temperatura entre la piel y las superficies circundantes.
Cuando la transferencia de calor al ambiente no es suficiente, debido a altas temperaturas del aire o radiantes, la evaporación
del sudor se transforma en la forma principal de eliminar calor. El grado de pérdida de calor por evaporación del sudor
depende de la diferencia de presión de vapor de agua entre la piel y la atmósfera circundante. También está influenciada por el
movimiento del aire. Es conveniente mencionar que una alta humedad puede imponer severas limitaciones a la disipación del
calor metabólico, especialmente en actividades que requieren un alto gasto de energía. Esto es particularmente verdadero si la
humedad está combinada con altas temperaturas del aire o radiantes. En tales casos, puede incluso ser imposible realizar
cualquier trabajo físico.
La tensión y el riesgo originado por el calor debido a las condiciones térmicas, dependen del efecto combinado de la
temperatura ambiente, la humedad, la velocidad del aire y la radiación, así como también del esfuerzo físico, del vestuario y de
las características propias del trabajador.
Los efectos psicológicos que el calor produce en las personas se relacionan con su eficiencia para desarrollar funciones
mentales y para rendir en trabajos físicos, aumentando la percepción de incomodidad e insatisfacción, la irritabilidad,
disminución del estado de alerta y de concentración, aumento de las decisiones erróneas, sueño y fatiga.
Los signos y síntomas que más se destacan son:
- Calambres por calor. Pueden ocurrir cuando hay déficit de agua y de sal y son a menudo una etapa temprana del
agotamiento por calor. Los síntomas son espasmos dolorosos en los músculos esqueléticos, siendo generalmente las
piernas y abdomen los primeros en verse afectados
- Agotamiento por calor. Es una forma de desorden térmico, que puede ocurrir después de varios días de trabajar en el calor y
por pérdidas de agua, pérdidas de sal o ambas. Los síntomas son una brusca elevación de la temperatura, lo que produce una
vasodilatación periférica, con aumento de la frecuencia cardiaca y posible fallo de la presión arterial. De seguir trabajando, la
persona puede sufrir náuseas o desmayo, la piel se pone pálida y fría y la sudoración es profusa
- Golpe calórico. Ocurre cuando fallan los mecanismos de control de la temperatura en el organismo. Se presenta en personas
aparentemente normales que se desmayan repentinamente, sin presentar sudoración. Por el contrario, la piel se seca, está
caliente y roja, la temperatura es de alrededor de 40ºC con tendencia a subir, el pulso es rápido y fuerte y pueden haber signos
de alteraciones cerebrales, como confusión mental, delirio, convulsiones o inconsciencia. El golpe por calor es una de las
alteraciones más serias, pudiendo ser fatal.
Se ha demostrado en diversas ocasiones que el rendimiento es menor cuando el trabajo se realiza en ambientes de alta
temperatura. A manera de ejemplo, presentaremos antecedentes de un estudio realizado en motosierristas que realizaban
labores de raleo en época de primavera-verano. Su labor consistía en voltear, trozar y desramar árboles que luego eran
engavillados en el bosque. Al hacer un análisis de los factores que influían en el rendimiento laboral, mediante un proceso de
regresión múltiple, se encontró que el 85% de la variación en el rendimiento podía ser explicado por cuatro variables. El
volumen promedio de los árboles y la dedicación a las actividades principales demostró una influencia positiva, mientras que el
número promedio de ramas por verticilo y la temperatura de bulbo seco tendieron a disminuir el rendimiento. El coeficiente de
correlación simple, entre metros cúbicos promedio por hora de trabajo y la media de la jornada de la temperatura de bulbo seco
alcanzó a - 0.69. Esta relación es clara en demostrar que a mayor temperatura menor es el rendimiento.
Otro ejemplo que demuestra el efecto negativo de trabajar en ambientes de alta temperatura, se constató en un grupo de
hacheros que desramaban en verano en algunos días de intenso calor. En la figura 1 se observa la carga cardiovascular, el
rendimiento, el porcentaje de tiempo dedicado a pausas y la temperatura ambiente para la jornada de la mañana y de la tarde.
Como se puede verificar, tanto en la mañana como en la tarde la temperatura fue alta, aún cuando en la tarde es
extremadamente alta para las condiciones habituales en Chile. Al comparar los resultados del trabajo efectuado en la mañana y
en la tarde se puede ver que, en la tarde, a pesar que aumentan las pausas y disminuye el rendimiento, revelando que el trabajo
efectuado es inferior al de la mañana, la carga cardiovascular aumenta significativamente de 39 a 45%, lo que es un fenómeno
común durante la exposición a calor.
Figura 1. Promedio de carga cardiovascular, tiempo de pausas, temperatura ambiente y rendimiento expresado en metros
cúbicos por hora, durante trabajos de desrame con hacha. Resultados verificados en la mañana y en la tarde en días de verano
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de intenso calor
Tres índices valiosos para la evaluación de la carga de trabajo en ambientes calurosos son la temperatura corporal, la
frecuencia cardíaca y la sudoración.
Aunque en teoría la medición de la temperatura corporal parece fácil, en la práctica la situación es diferente. El problema es
que la temperatura del cuerpo no es uniforme. Las mayores gradientes se encuentran entre la piel y las áreas centrales
profundas. Con el propósito de estudiar la carga de trabajo se requiere conocer esta última temperatura, la cual no es fácil de
registrar. En su reemplazo, se ha intentado medir temperatura sublingual o axilar. Sin embargo, en la práctica, es fácil obtener
valores más bajos que los reales, lo que lleva a subestimar la carga de trabajo. En la actualidad, existen sensores que se han
usado experimentalmente para evaluar la temperatura interna, pero son de alto costo y, por lo tanto, difíciles de recomendar
para evaluaciones de rutina.
Un buen método para evaluar la intensidad de un trabajo realizado en un ambiente caluroso es la frecuencia cardíaca. El gasto
energético que demanda una actividad y la frecuencia cardíaca tienen una relación lineal. Sin embargo, la frecuencia cardíaca
también aumenta por efecto del calor ambiental. Astrand y Rodahl (1986), muestran un buen ejemplo del efecto de la
temperatura ambiental en la respuesta humana al trabajo. Ellos sometieron a ejercicio a un sujeto en una bicicleta ergométrica
durante 45 minutos en un ambiente frío y en una fundición, donde la temperatura oscilaba entre 40 y 45ºC. A pesar de que en
ambos lugares el consumo de oxígeno fue 1.5 lt/min, la frecuencia cardíaca en la pieza fría alcanzó a 104 latidos por minuto,
mientras que en el ambiente caluroso fue de 166 latidos por minuto. Este experimento sólo confirma que la frecuencia cardíaca
es uno de los mejores indicadores para demostrar la intensidad de esfuerzos en que se combina trabajo muscular y exposición
al calor. En otras palabras, la frecuencia cardíaca revela no sólo la carga en el sistema cardiovascular para transportar oxígeno,
sino que también, el esfuerzo extra para llevar calor desde el interior del cuerpo hacia la piel. El límite aceptable para trabajo
manual realizado en un ambiente caluroso, es el 40% de carga cardiovascular, lo que para sujetos jóvenes equivale a 115
latidos cardíacos por minuto.
Se ha señalado que la sudoración se puede transformar en la forma más importante de eliminar el calor en un ambiente de alta
temperatura. Consecuentemente, la medición de la cantidad de sudor, es otro índice útil de la sobrecarga fisiológica.
Información del Laboratorio de Ergonomía de la Universidad de Concepción, derivada de una recopilación de estudios de
diversos autores, permite afirmar que una sudoración de 350 gramos por hora, como promedio de una jornada de 8 horas,
indica que la carga calórica ha llegado a un nivel crítico.
La sudoración puede estar asociada, algunas veces, con disminución del contenido de agua en el cuerpo, lo que ocurre en
aquellos casos en que los líquidos perdidos no son repuestos, pudiendo según la magnitud, producir deshidratación. Desde este
punto de vista, la medición de la sudoración, además de permitir la estimación de la carga de trabajo, puede ayudar a establecer
la necesidad de reponer los líquidos perdidos.
Una forma laboriosa pero simple, que ha sido probada en Chile (Apud et al, 1999), para estimar la sudoración, es a partir de
mediciones de peso corporal antes y después del trabajo y pesando los alimentos y líquidos ingeridos durante la jornada, como
asimismo la orina y las deposiciones.
Habiendo analizado los métodos fisiológicos más comunes para evaluar la carga calórica, es necesario señalar que las
mediciones de calor ambiental y humedad son útiles para establecer como contribuyen estas variables a la carga de trabajo. Los
factores ambientales que se evalúan generalmente son:
- Temperatura del aire. Si la temperatura de la piel es más alta que la del aire, entonces el enfriamiento se producirá por
convección
- Velocidad del aire. La velocidad del aire también afecta la convección y evaporación del sudor
- Humedad relativa. El aire saturado de humedad reduce la evaporación del sudor
- Temperatura radiante. Es la temperatura media de todos de los objetos adyacentes, incluida la radiación solar, e influye en el
intercambio directo de calor entre el ser humano y dichos objetos.
Ha habido numerosos intentos por combinar las diferentes variables mencionadas, buscando un índice que las integre para
determinar la sobrecarga térmica. Entre ellos, han tenido amplia difusión los índices de temperatura efectiva, la sudoración
previsible en 4 horas (SP4 H) y el índice de Belding y Hatch y el índice de temperatura de globo y bulbo húmedo (TGBH).
Todos tienen algunas limitaciones, principalmente en la estimación del calor producido por el metabolismo durante el trabajo,
el que generalmente es estimado de tablas de referencia que tienen bastante error.
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En trabajos al aire libre hay cuatro factores muy importantes a considerar para mejorar el rendimiento sin poner en riesgo a los
trabajadores. Estos son:
- Programación de pausas durante la jornada
- Buena hidratación
- Vestuario que permita una buena ventilación
- Limitación del trabajo físico a las horas de mayor temperatura
Pausas
Con respecto a las pausas, de acuerdo a criterios desarrollados en el Laboratorio de Ergonomía, se pudo establecer la
frecuencia cardíaca de recuperación después de un período promedio de 12 minutos de trabajo pesado, a partir de la
frecuencia cardíaca alcanzada al momento de iniciar la recuperación. Esto se puede observar en la tabla 1
Tabla 1. Frecuencias cardíacas de recuperación al primero, segundo y tercer minutos de descanso, según nivel de frecuencia
cardíaca alcanzado al iniciar la recuperación.
Los resultados incluidos en la tabla 1 revelan que la recuperación es más lenta mientras más alto el nivel alcanzado al momento
de iniciarla. Esto tiene una enorme importancia en los tiempos de trabajo, la intensidad del esfuerzo y, consecuentemente en el
rendimiento que se puede esperar de un trabajador forestal, ya que va teniendo un efecto acumulativo. Por ejemplo, un
trabajador que se detiene a descansar un minuto cuando su frecuencia cardíaca llega a 170 latidos por minutos, iniciará el
siguiente período de trabajo con una frecuencia cardíaca del orden de 147 latidos por minuto. En otras palabras, sin
recuperarse. Si trata de mantener el mismo ritmo se irá cansando cada vez más hasta llegar a un punto en que no podrá
continuar. Respaldando esta afirmación, en ensayos que duraron 1 hora con períodos de 15 minutos de trabajo y 3 minutos de
descanso intercalados, hubo una clara tendencia a que la frecuencia cardíaca de trabajo y la de recuperación fueran
incrementando a medida que pasaba el tiempo. Un claro ejemplo se puede ver en la figura 2, que muestra las variaciones de
frecuencia cardíaca trabajando en las condiciones descritas.
Como se puede observar en la figura 2, la carga cardiovascular fue incrementándose después de cada período de trabajo,
producto de que la recuperación fue siendo cada vez más incompleta. Este trabajador terminó agotado y en el cuarto período
trabajó sólo diez minutos. En consecuencia, la dosificación de pausas es fundamental. Estas deben hacerse frecuentemente ya
que, en la medida que el esfuerzo se prolongue, la recuperación toma más tiempo y el rendimiento disminuye progresivamente.
En cosecha, cuando es posible, se debe instruir a los trabajadores para que hagan las pausas a la sombra. En casos, como por
ejemplo el trozado u otras labores realizadas en canchas, se puede instalar toldos para que los trabajadores se protejan en los
descansos.
Figura 2. Carga cardiovascular promedio para 15 minutos de trabajo seguidos de 3 minutos de recuperación.
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Hidratación
Como se señaló antes, cuando las pérdidas de calor por radiación y convección se ven limitadas por las altas temperaturas, la
única forma en que el organismo puede disipar el calor es a través de la evaporación de sudor. A este respecto es importante
señalar que no es el sudor que se produce el que tiene poder de enfriamiento sino que el que se evapora.
Las personas expuestas a calor y trabajo físico están muy propensas a sufrir deshidrataciones severas, particularmente cuando
se trabaja a presión. Esto se debe a que la sed suele ser un mecanismo muy engañoso, de manera que si las personas no son
estimuladas a beber, en muchos casos no lo hacen hasta sufrir algún grado de deshidratación. Los síntomas de deshidratación
se pueden resumir como sigue:
Deshidratación Síntomas
1% Sed
2% Sed fuerte, incomodidad, sensación de opresión, perdida de apetito
3% Reducción de la orina, boca seca
4% Mayor cansancio durante el trabajo, piel roja, impaciencia, somnolencia, apatía, nauseas,
inestabilidad emocional
5% Dificultad para concentrarse
6% Aumento del pulso y la frecuencia respiratoria
8% Mareos, dificultad para respirar y para hablar, sensación de debilidad, confusión mental
10% Espasmos musculares. Incapacidad para mantener el equilibrio con los ojos cerrados,
incapacidad general, delirio, lengua hinchada
11% Insuficiencia circulatoria, disminución del volumen de sangre y falla de la función renal
15% Muerte
Algunos trabajadores expuestos al calor señalan beber poco agua durante largos períodos y después ingerir grandes cantidades
de líquido. Esta es una muy mala práctica, ya que el agua demora 20 a 30 minutos en distribuirse en el organismo Es
recomendable que la persona antes de exponerse beba un vaso de agua (aproximadamente 200cc) y si la sudoración es alta
debería beber cantidades equivalentes cada 15 minutos.
A continuación se describirán algunos ensayos realizados en Chile para evaluar la sudoración durante trabajos forestales
pesados. Los ensayos se hicieron entre las 14 y las 15.30 horas. Las temperaturas de bulbo húmedo, bulbo seco y de globo, se
pueden ver en la tabla 3 .
En la tabla 4 se incluyen los valores de sudoración expresados en kilogramos por hora. La pérdida promedio de líquido
alcanzó un 1.7 g, siendo el valor más alto registrado de 3.0 kg. La figura 3, que presenta la distribución porcentual de esta
variable, refleja que el 52% de los trabajadores evaluados perdieron entre 1.5 y 2 kg. De sudor por hora, mientras que un 16%
perdió entre dos y tres kg. De líquido.
Tabla 4. Perdidas de sudor en 48 trabajadores evaluados durante construcción de líneas. El trabajo se organizó en 4 períodos
de 15 minutos seguido cada uno de tres minutos de pausas.
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Por eso la hidratación de los trabajadores es de primordial importancia. Para ver el efecto de la hidratación adecuada,
realizamos una serie de ensayos en construcción de líneas, en que se calcularon, los resultados sobre la carga física de
trabajo y de recuperación con los trabajadores ingiriendo agua regularmente. En dicho caso, se les pidió que bebieran
250 cc, 15 minutos antes de comenzar a trabajar. En general, la gran mayoría manifestó que en ese momento no
necesitaban líquido. Luego se hizo un esquema de trabajo con herramientas manuales en que las personas trabajaban
15 minutos y descansaban 3. Esto se repitió en 4 oportunidades. Se hizo otro ensayo, sin ningún tipo de bebida,
señalándoles que al momento de sentir sed ingerieran líquido. Ninguno lo hizo. En la figura 4 se puede ver las
variaciones en el porcentaje de carga cardiovascular y en el rendimiento alcanzado en el período total, bajo las dos
condiciones evaluadas.
Figura 4. Porcentaje de carga cardiovascular y metros de línea construidos durante 1 hora de trabajo con pausas intercaladas
de 3 minutos de duración, cuando el trabajo se hizo bebiendo agua y sin ingestión de líquido.
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Si se observa la figura 4, se pueden ver las diferencias entre el trabajo realizado sin beber agua e ingiriendo este elemento. La
carga cardiovascular media bajó de 75% a 68%, mientras que el rendimiento se incrementó de 753 a 816 metros por hora.
La información contenida en la figura 4 revela dos aspectos importantes. Primero, la carga de trabajo es mucho más alta
cuando los trabajadores no se hidratan, lo que ha sido demostrado en investigaciones de laboratorio en que se ha encontrado
que una pérdida de líquido de un litro, implica un aumento de alrededor de 8 latidos por minuto para igual trabajo. Esto se debe
a que al no reemplazar el líquido se pone una carga indebida en el corazón que resulta en un deterioro del sistema de
enfriamiento del cuerpo que es la circulación sanguínea. El resultado es un aumento de la temperatura interna, una disminución
del rendimiento y riesgos de presentar síntomas severos.
Cuando se trabaja en ambientes de alta carga térmica, no sólo es básico reemplazar los líquidos perdidos, sino que
también hay que considerar la temperatura de estos. Un aspecto muy importante es que las bebidas tienen que ser
frescas. En estudios de terreno se ha podido detectar que el agua normalmente está a temperaturas altas, por lo que no
resulta agradable al ser ingerida. Una forma de evitar el pasaje de la radiación calórica es utilizar elementos que la
reflejen. El aluminio posee una alta reflectividad que supera el 90%. Ensayos realizados en el Laboratorio de
Ergonomía de la Universidad de Concepción demostraron que la temperatura del agua almacenada en contenedores
plásticos y expuesta a radiación calórica, no aumenta significativamente de temperatura cuando los contenedores son
forrados en materiales aluminizados, a diferencia de la exposición sin protección, en que el agua sometida a idénticas
condiciones, aumentó 16º C en 1 hora.
El principal problema con el vestuario, es que sólo considera los factores externos. Sin embargo, un sujeto expuesto a trabajos
físicos intensos, genera grandes cantidades de calor que, como se analizó antes, tiene que ser eliminado al ambiente. En otras
palabras, cuando una persona experimenta una sensación de calor, esto se debe principalmente a las dificultades que tiene para
eliminar el calor que produce. De manera que en el caso de los trabajadores forestales existen problemas en ambas
direcciones. Por una parte, hay que evitar riesgos de exposición directa a la radiación solar, pero al mismo tiempo hay que
facilitar la eliminación del calor que producen.
Una de las principales falencias detectadas en el vestuario, es la absoluta carencia de salidas de ventilación de la ropa de
trabajo. Esto genera un problema bastante serio, ya que como ha sido observado y señalado por los propios trabajadores,
después de un tiempo de trabajo expuestos a calor terminan con su ropa mojada.
Con respecto al sudor que queda atrapado en la ropa, es importante señalar nuevamente que no es el sudor producido el que
tiene poder de enfriamiento para el cuerpo humano, sino que el que se evapora. Cuando el cuerpo está completamente
cubierto, no es sino hasta el momento en que el sudor atraviesa la barrera de la ropa cuando empieza a evaporarse.
Como una forma de analizar la cantidad de líquido atrapada en el vestuario, durante los estudios de hidratación antes
referidos, se realizaron ensayos para su evaluación. Los resultados se resumen en la tabla 5. Se puede observar que el
40% del sudor queda retenido en la ropa. En otras palabras, si producen 1,7 kg de sudor por hora, sólo evaporan
aproximadamente 1 g. En los casos extremos, con temperaturas del aire muy altas, en que no haya otra forma de
eliminar el calor, la barrera del vestuario puede tornarse crítica y producirse un aumento de la temperatura interna de
estas personas, que puede llevar al golpe de calor.
Por lo señalado, una de las normas más básicas en personas expuestas a calor es que las partes del cuerpo no expuestas queden
descubiertas para facilitar la rápida evaporación de sudor. Como esto en muchos trabajos forestales es imposible, debe
entonces considerarse que la ropa tenga al menos salidas de ventilación. Sobre esta base, se elaboró el prototipo que se
presenta en la figura 5. Como se puede ver en la figura 5, a la camisa se le incorporaron, 4 salidas para ventilación en la
espalda. Por su parte, el prototipo de pantalón, que se observa en la figura 5, se diseñó con cuatro salidas de ventilación en la
parte posterior en cada una de las piernas, lo que es particularmente importante para los motosierristas, que en su parte anterior
deben protegerse con perneras anticorte, lo que impone una barrera adicional para la eliminación del calor. Cabe señalar que,
en las salidas de ventilación de camisa y pantalón, se tuvo cuidado en que su amplitud no fuera tal que facilitara los enganches.
Por esta razón, en el pantalón, que también lleva una ventilación adicional en la zona de los genitales (figura 5), esta se hizo
en la forma de ojales cubiertos, para evitar el riesgo mencionado.
Habiendo revisado el tema de las pausas, la hidratación y el vestuario, es importante señalar que estos elementos son paliativos
frente a situaciones que pueden tornarse bastante críticas. Sin embargo, si a estos factores se agregan otras medidas
ergonómicas tales como alimentación suficiente en cantidad y calidad, número correcto de trabajadores por función, rotación
entre tareas pesadas y livianas, herramientas adecuadas y técnicas eficientes de trabajo, en conjunto ayudan significativamente
a mejorar el medio ambiente laboral y la productividad.
Innovación tecnológica
Lo que se ha señalado para trabajos manuales tradicionales, es también válido para la innovación tecnológica. A menudo,
cuando se planifica la mecanización de un sistema de trabajo existe bastante claridad respecto a costos y niveles de producción
esperables, pero son escasas, las ocasiones en que los planificadores pueden responder sobre los efectos que dichos sistemas
tendrán sobre la seguridad y salud de los trabajadores. Como el costo de la mecanización es alto, cuando las maquinarias se
adquieren sin pensar en los operadores, si su diseño es inadecuado, los trabajadores deben continuar expuestos a los riesgos
hasta que la máquina termine por destruirse. Modificar estos elementos para reducir problemas tangibles derivados, por
ejemplo, de la postura de trabajo, visibilidad de los equipos, diseño de controles e indicadores, ruido, vibraciones, etc. rara vez
se realizan. Esto tiene consecuencias directas para la población laboral, que se manifiestan en niveles críticos de
accidentabilidad, deterioro de la salud y subutilización de las maquinarias por la inadecuada adaptación de ellas a los usuarios.
Mientras esto siga ocurriendo parece improcedente hablar de desarrollo tecnológico y más bien debería mantenerse el término
mecanización. Desde un punto de vista ergonómico, el desarrollo tecnológico sólo se consigue en la medida que la
mecanización, además de producir aumentos en la producción, no presente riesgos para los trabajadores. Cuando esto no se
logra, el recurso humano aparece como un término abstracto desconectado de los elementos que lo integran que son personas.
Esta es una barrera que es necesaria superar y, a nuestro juicio, la Ergonomía puede contribuir porque, por definición,
propende a un trabajo multidisciplinario donde cada integrante del equipo tiene algo que aportar en materias específicas, que
ayuden al logro del objetivo central que es la protección del hombre.
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BIBLIOGRAFIA
Apud, E., Bostrand, L., Mobbs, I. and Strehlke, B. 1989. "Guidelines on ergonomic study in forestry". Ed.: OIT, Ginebra,
Suiza.
Apud, E. e Ilabaca C. 1991. " Diagnóstico del estado actual de la mano de obra en algunas empresas de servicio". En: Actas
Tercer Taller de Producción Forestal. Ed.: Fundación Chile, Concepción, Chile.
Apud1 E. y Valdés,S.1995. "Ergonomics in forestry. The Chilean Case" , International Labour Office (ILO), Geneva.
Apud, E., Gutierrez, M., Lagos, S., Maureira, F., Meyer, F., Espinoza, J. 1999. "Manual de Ergonomia Forestal" Ed.:
FONDEF, Concepcion, Chile.
Astrand, P., Rodahl, . 1986. "Textbook of Work Physiology". Ed.: McGraw-Hill,
New York.
Ley 19587
Art. 1- Las condiciones de higiene y seguridad en el trabajo se ajustaran, en todo el territorio de la república, a las normas de la
presente ley de las reglamentaciones que en su consecuencia se dicten.
Sus disposiciones se aplicaran a todos los establecimientos y explotaciones, persigan o no fines de lucro, cualesquiera sean la
naturaleza económica de las actividades, el medio donde ellas se ejecuten, el carácter de los centros y puestos de trabajo y la
índole de las maquinarias, elementos, dispositivos o procedimientos que se utilicen o adopten.
Art. 2- A los efectos de la presente ley los términos "establecimiento", "explotación", "centro de trabajo " o "puesto de trabajo "
designan todo lugar destinado a la realización o donde se realicen tareas de cualquier índole o naturaleza con la presencia
permanente, circunstancial, transitoria o eventual de personas físicas y a los depósitos y dependencias anexas de todo tipo en
que las mismas deban permanecer o a los que asistan o concurran por el hecho o en ocasión del trabajo o con el consentimiento
expreso tácito del principal. El término empleador designa a la persona, física o jurídica, privada o pública, que utiliza la
actividad de una o más personas en virtud de un contrato o relación de trabajo.
Art. 3- Cuando la prestación de trabajo se ejecute por terceros, en establecimientos, centros o puestos de trabajo del dador
principal o con maquinarias, elementos o, dispositivos por el suministrados, este será solidariamente responsable del
cumplimiento de las disposiciones de esta ley.
Art. 4- La higiene y seguridad en el trabajo comprenderá las normas técnicas y medidas sanitarias, precautorias, de tutela o de
cualquier otra índole que tengan por objeto: a) Proteger la vida, preservar y mantener la integridad psico-física de los
trabajadores; b) Prevenir, reducir, eliminar o aislar los riesgos de los distintos centros o puestos de trabajo;
c) Estimular y desarrollar una actitud positiva respecto de la prevención de los accidentes o enfermedades que puedan
derivarse de la actividad laboral.
Art. 5- A los fines de la aplicación de esta ley se consideran como básicos los siguientes principios y métodos de ejecución:
a) Creación de servicios de higiene y seguridad en el trabajo, y de medicina del trabajo de carácter preventivo y asistencial;
b) Institucionalización gradual de un sistema de reglamentaciones, generales o particulares, atendiendo a condiciones
ambientales o factores ecológicos y a la incidencia de las áreas o factores de riesgo;
c) Sectorialización de los reglamentos en función de ramas de actividad, especialidades profesionales y dimensión de las
empresas;
d) Distinción a todos los efectos de esta ley entre actividades normales, penosas, riesgosas o determinantes de vejez o
agotamiento prematuros y/o las desarrolladas en lugares o ambientes insalubres;
e) Normalización de los términos utilizados en higiene y seguridad, estableciéndose definiciones concretas y uniformes para la
clasificación de los accidentes, lesiones y enfermedades del trabajo;
f) Investigación de los factores determinantes de los accidentes y enfermedades del trabajo especialmente de los físicos,
fisiológicos y sociológicos g) Realización y centralización de estadísticas normalizadas sobre accidentes y enfermedades del
trabajo como antecedentes para el estudio de las causas determinantes y los modos de prevención;
h) Estudio y adopción de medidas para proteger la salud y la vida del trabajador en el ámbito de sus ocupaciones,
especialmente en lo que atañe a los servicios prestados en tareas penosas, riesgosas o determinantes de vejez o agotamientos
prematuros y/o las desarrolladas en lugares o ambientes insalubres;
i) Aplicación de técnicas de corrección de los ambientes de trabajo en los casos en que los niveles de los elementos agresores,
nocivos para la salud, sean permanentes durante la jornada de labor;
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j) Fijación de principios orientadores en materia de selección e ingreso de personal en función de los riesgos a que den lugar
las respectivas tareas, operaciones y manualidades profesionales;
k) Determinación de condiciones mínimas de higiene y seguridad para autorizar el funcionamiento de las empresas o
establecimientos;
l) Adopción y aplicación, por intermedio de la autoridad competente, de los medios científicos y técnicos adecuados y
actualizados que hagan a los objetivos de esta ley;
m) Participación en todos los programas de higiene y seguridad de las instituciones especializadas, públicas y privadas, y de las
asociaciones profesionales de empleadores, y de trabajadores con personería gremial;
n) Observancia de las recomendaciones internacionales en cuanto se adapten a las características propias del país y ratificación,
en las condiciones previstas precedentemente, de los convenios internacionales en la materia;
ñ) difusión y publicidad de las recomendaciones y técnicas de prevención que resultan universalmente aconsejables o
adecuadas;
o) Realización de exámenes médicos pre-ocupacionales y periódicos, de acuerdo a las normas que se establezcan en las
respectivas reglamentaciones.
Art. 6 - las reglamentaciones de las condiciones de higiene de los ambientes de trabajo deberán considerar primordialmente:
a) Características de diseño de plantas industriales, establecimientos, locales, centros y puestos de trabajo, maquinarias,
equipos y procedimientos seguidos en el trabajo;
b) Factores físicos: cubaje, ventilación, temperatura, carga térmica, presión, humedad, iluminación, ruidos, vibraciones y
radiaciones ionizantes;
c) Contaminación ambiental: agentes físicos y/o químicos y biológicos;
d) Efluentes industriales.
Art. 8 - todo empleador debe adoptar y poner en práctica las medidas adecuadas de higiene y seguridad para proteger la vida y
la integridad de los trabajadores, especialmente en lo relativo:
a) A la construcción, adaptación, instalación y equipamiento de los edificios y lugares de trabajo en condiciones ambientales y
sanitarias adecuadas;
b) A la colocación y mantenimiento de resguardos y protectores de maquinarias y de todo género de instalaciones, con los
dispositivos de higiene y seguridad que la mejor técnica aconseje;
c) Al suministro y mantenimiento de los equipos de protección personal;
d) A las operaciones y procesos de trabajo.
Art. 9 - sin perjuicio de lo que determinen especialmente los reglamentos, son también obligaciones del empleador:
a) Disponer el examen pre-ocupacional y revisión médica periódica del personal, registrando sus resultados en el respectivo
legajo de salud;
b) Mantener en buen estado de conservación, utilización y funcionamiento, las maquinarias, instalaciones y útiles de trabajo;
c) Instalar los equipos necesarios para la renovación del aire y eliminación de gases, vapores y demás impurezas producidas en
el curso del trabajo;
d) Mantener en buen estado de conservación, uso y funcionamiento las instalaciones eléctricas, sanitarias y servicios de agua
potable;
e) Evitar la acumulación de desecho y residuos que constituyan un riesgo para la salud, efectuando la limpieza y
desinfecciones periódicas pertinentes;
f) Eliminar, aislar o reducir los ruidos y/o vibraciones perjudiciales para la salud de los trabajadores;
g) Instalar los equipos necesarios para afrontar los riesgos en caso de incendio o cualquier otro siniestro;
h) Depositar con el resguardo consiguiente y en condiciones de seguridad las sustancias peligrosas;
I) Disponer de medios adecuados para la inmediata prestación de primeros auxilios;
j) Colocar y mantener en lugares visibles avisos o carteles que indiquen medidas de higiene y seguridad o adviertan
peligrosidad en las maquinarias e instalaciones;
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k) Promover la capacitación del personal en materia de higiene y seguridad en el trabajo, particularmente en lo relativo a la
prevención de los riesgos específicos de las tareas asignadas;
I) Denunciar accidentes y enfermedades del trabajo.
Art. 10.- Sin perjuicio de lo que determinen especialmente los reglamentos, el trabajador estará obligado a:
a) Cumplir con las normas de higiene y seguridad y con las recomendaciones que se le formulen referentes a las obligaciones
de uso, conservación y cuidado del equipo de protección personal y de los propios de las maquinarias, operaciones y procesos
de trabajo;
b) Someterse a los exámenes médicos preventivos o periódicos y cumplir con las prescripciones e indicaciones que a tal efecto
se le formulen;
c) Cuidar los avisos y carteles que indiquen medidas de higiene y seguridad y observar sus prescripciones;
d) Colaborar en la organización de programas de formación y educación en materia de higiene y seguridad y asistir a los cursos
que se dictaren durante las horas de labor.
Art. 11.- El Poder Ejecutivo Nacional dictara los reglamentos necesarios para la aplicación de esta ley y establecerá las
condiciones y recaudos según los cuales la autoridad Nacional de aplicación podrá adoptar las calificaciones que correspondan,
con respecto a las actividades comprendidas en la presente, en relación con las normas que rigen la duración de la jornada de
trabajo.
Hasta tanto continuaran rigiendo las normas reglamentarias vigentes en la materia.
Art. 12.- Las infracciones a las disposiciones de la presente ley y sus reglamentaciones serán sancionadas por la autoridad
nacional o provincial que corresponda, según la ley 18608, de conformidad con el régimen establecido por la ley 18694.
Art. 13.- Comuníquese, publíquese, dese a la Dirección Nacional del Registro oficial y archívese.
Nota: la ley 19587 ha sido reglamentada por decreto 351 del 5 de febrero de 1979 y su extenso articulado ha sido publicado en
el Boletín oficial del 22 de mayo de 1979.
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Bibliografía de lectura:
• **Metodología do custo-hora para máquinas florestais. Jorge R. Malinovski, Trabajo presentado en
ocasión del III Curso de Actualización sobre sistemas de Exploración y Transporte Forestal, Curitiba,
Brasil 1986 por el profesor Dr. Wilhem Dittmar Stöhr, del convenio Freiburg/ UFPr. Traducido al
español en cátedra Aprov. Forestal.
Bibliografía de consulta:
• *Costos de elaboración forestal estándar. AfoA, H. F. Gomis, J. R. Scarpa. Afoa 1992.
• *Cálculos de inversión y cambio de equipos forestales. Cáp. 4, pág. 73-96. H. Anaya P. Christensen.
Aprovechamiento forestal, análisis de apeo y transporte. Ed. IICA 1986.
• *Impacto de algunas variables sobre el costo de aprovechamiento forestal. Ing. Agr. P. Vivas.
Congreso Forestal Argentino, Paraná, 1993.
• *Costos de administración de la maquinaria agrícola. R. Frank. Ed. Hemisferio Sur 1977.
• * “Cosecha mecanizada y transporte de salicáceas en la región delta y continental”, Ing. Ftal Luis
Martinelli. Silvoargentina II, Jornadas de cosecha y Transporte de madera provenientes de Bosques
cultivados, AfoA, AMAYADAP, Octubre 2001, El Dorado, Misiones.
• *Evaluación de costos de Extracción a partir de inventarios forestales en los trópicos, Estudio FAO:
Montes, 10/1 y 2, Roma 1978.
• *Aprovechamiento de forestales implantados en Entre Ríos. Ing. Ftal. Maximiliano Masut, Ing. Ftal.
Luis Mestres. V° Jornadas Forestales de Entre Ríos. Septiembre 1990.
• **Estudio de rendimientos y costos en reforestaciones y explotaciones forestal para Misiones. Juan M.
Kosarik, UN. Misiones, 1994, serie técnica N°4.
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1- Introducción.
Tanto para la planificación y control del empleo de máquinas como para la comparación de
diversas alternativas de inversión en maquinaria es sumamente necesario tener una noción lo mas
precisa posible de los costos de utilización de las máquinas. Estos deben ser fácilmente calculables,
siguiendo un esquema que permita su comparación.
Para estos fines, en 1956 un comité para técnicas de trabajo forestal y enseñanza de operarios
forestales de FAO/ ECE, desenvolvieron un esquema para cálculos de costos.
El citado esquema fue aceptado por la mayoría de los países europeos y utilizado desde
entonces satisfactoriamente, con una leve modificación en 1971, hecha por el Instituto de Técnicas
de Investigación y trabajos en el bosque (KWF).
Este esquema tiene como base la división de los costos, en costos fijos, semifijos y variables.
Esta división es especialmente ventajosa en los casos que se desea calcular los costos por hora de
una máquina que no alcanzó su aprovechamiento de su capacidad de producción.
Una división de los costos en fijos y variable, no considera está circunstancia. Existen
también, otros esquemas para cálculos de costos, siendo más complicados.
El esquema propuesto por la FAO/ECE/KWF, es valido tanto para cálculos previos como
intermedios y posteriores de la maquinaria. En el primer caso se utiliza valores estimados, en el
segundo valores estimados y reales y en el tercero solo los reales.
Los valores estimados se basan en valores obtenidos en la práctica, válidos para condiciones
medias. El momento oportuno de averiguación de estos valores, es aquel en el cual los costos totales
medios son mínimos, quiere decir, cuando los costos marginales superan a los costos totales medios.
Considerando el hecho de que muchas máquinas forestales son aún nuevas en el mercado y no se
dispone de datos suficientemente confiables, o la empresa esta en fase de adquisición de maquinaria
y no tuvo experiencias propias en sus forestaciones con ellas, se presenta el problema de no poder
realizar los cálculos de costos a “posterior” y obtener datos para los cálculos “ previos”. Así solo
resta la posibilidad de estimar los diversos parámetros y corregir estos a través de cálculos de costos
intermedios.
Para disminuir la incertidumbre que engloban los cálculos previos, debido a la estimación a
“grosso modo” de los valores de parámetros de entrada, se recomienda utilizar el método interactivo
para los datos más o menos inseguros.
Este método implica una serie de cálculos de la misma máquina en el cual los valores
inseguros son variados individualmente de acuerdo a los posibles valores que ellos puedan alcanzar.
Un ejemplo típico, son las horas efectivas de uso anual (hf) de una máquina, pues se utiliza poco, el
costo de hora de uso aumenta y viceversa. ( Fig. 1).
En los cálculos de costos la unidad de referencia será la hora de uso (hu) de máquina.
La FAO/ECE recomendó la hora de funcionamiento de motor, en muchas ocasiones las
máquinas o parte de las horas con motor detenido. Por eso se recomienda basar los cálculos en hora
de uso, que no hay diferencia si el uso de la máquina acontece con motor en marcha o detenido,
pues lo importante es que la máquina esta siendo utilizada, por ejemplo durante la instalación de
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una descortezadora mecánica el motor de ella (o del tractor) esta parado, pero la instalación hace
parte de la operación de descortezado.
* Trabajo presentado en ocasión del III Curso de Actualización sobre sistemas de Exploración y Transporte forestal
por el profesor Dr. Wilhem Dittmar Stöhr, del convenio Freiburg/ UFPr
Cuanto mayor y más complicada es la máquina (ej.: equipos móviles de teleféricos, etc.) tanto
mayor será el tiempo para su montaje o desmontaje (STHÖR, 1974).
La ventaja del esquema a ser presentado es su gran versatilidad y facilidad de trabajo, sin por
eso dejar de ser preciso.
El esquema para cálculos de costos, prevé para una mayor transparencia la influencia de los
costos parciales en los costos totales, una agrupación de las entradas: costos de máquina (costos
fijos, semifijos y variables), costos de personal, costos de administración y si fuera el caso, costo de
contratista.
Es interesante observar que el comportamiento de los diferentes costos de la máquina varía
con los años de uso. La figura 2 ilustra esquemáticamente, que los costos fijos (intereses, impuestos
y seguros) –curva A- permanecen constante a través del tiempo, parte de los semifijos (amortización)
-curva B- disminuyen y los variables (combustible, lubricante) y otra parte de los semifijos
(reparaciones) -curva C- aumentan con el tiempo de uso (Strehlke et al. 1970)
La curva D de la figura 2, representa los costos totales, representa a medida que avanza el
tiempo una disminución para luego aumentar nueva nuevamente.
Estos costos son calculados por año y luego divididos por las horas de uso anual de la
máquina. Hacen parte de estos costos:
• Interés
• Seguros
• Impuestos
• Tinglado de protección.
Interés:
Estos se calculan mediante la multiplicación del valor a nuevo (Va) por la tasa de interés simple (j) y
por un factor de corrección (f).
I = Va x j x f
Valor de adquisición: (Va) de la máquina corresponde al precio de fábrica incrementado por los
aranceles, fletes y comisiones de la venta.
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Tasa de interés simple: (j) como la tasa de interés se puede considerar de dos manera, una como el
valor de interés bancario en la toma de un préstamo, y la segunda como el interés que se deja de
percibir al optar por una inversión u otra. Es una variable macroeconómica de gran incidencia en la
estructura de costos.
El factor de corrección: (f) en el cálculo de costos de interés tiene por finalidad corregir el modo del
cálculo por los itereses simples, ya que si se usa el interés compuesto a través de la formula de
anualidades veríamos que los costos son superiores a aquellos calculados por los intereses simples
(KUNZE, 1973).
TOMINGER (1974) determinó que este factor varía entre 0,55 y 0,75 dependiendo de la
importancia del valor de adquisición, de la tasa de interés y del período de amortización.
KUNZE sugiere usar, sobre condiciones europeas, un factor de corrección de 0,63. En tanto BENDZ
et al. (1974) sugiere en sus estudios sobre exploración forestal en las regiones tropicales un factor de
0,6.
Hasta ahora el valor de adquisición era multiplicado por 0,5, porque el interés simple era
aplicado en la mitad del período de amortización de la máquina (Speidel, 1966).
Seguros:
Debido al constante peligro a que están expuestas las máquinas durante los trabajos forestales es
recomendable asegurarlas contra pérdidas parciales y totales.
Impuestos:
En este ítem se anotan los costos debido al pago de tasas de patentes y mantenimientos de
caminos y otras.
Tinglado de protección:
Generalmente las máquinas forestales disponen de instalaciones cubiertas donde son
guardadas y reparadas. Por lo tanto debe considerarse una alícuota proporcional de estas
instalaciones.
Los costos semifijos son calculados por hora de uso (hu), los ítems
que forman estos costos son:
• Amortización (D)
• Reparaciones (R)
Tanto la amortización como las reparaciones pueden ser calculadas en forma sumaria tanto para la
máquina como sus accesorios y equipos adicionales, o en forma individual en caso que las diferentes
partes presenten un desgaste desigual.
Amortización (D):
Corresponde a la distribución de los costos de adquisición de la máquina y/o sus partes por
separado en las horas de uso de la máquina.
Esta forma de amortización para el calculo de rentabilidad del empleo de la máquina no debe ser
confundido con la amortización contable, que obedece a razones fiscales.
En el calculo de los costos de amortización se distinguen los siguientes conceptos:
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Tiempo Total de Uso (H): corresponde al período de uso de la máquina en horas, o sea la vida útil
después de la cual no vale la pena continuar usándola debido al aumento sobre proporcional de los
costos de reparación.
Envejecimiento técnico (N): Corresponde al máximo tiempo de uso en años en el cual la máquina
puede ser usada económicamente. Sucede que muchas máquinas son usadas solo algunas veces
durante el año, no alcanzando su vida útil (horas) dentro del plazo del envejecimiento técnico.
Después de este plazo ella puede seguir en buenas condiciones de uso, pero técnicamente envejecida
para competir con las máquinas nuevas del mercado, o la carrocería comenzó a oxidarse, sin embargo
el motor no tiene logrado el tiempo total de uso y se encuentra por lo tanto todavía en buen estado.
Valor residual (Vr): después de completar el tiempo total de uso o de su envejecimiento técnico, la
máquina esta aún muchas veces en condiciones de servir en las mismas operaciones en que trabajó
pero en forma temporal o más leve por uno o más años. En este caso la máquina tiene un valor de
reventa que es importante introducir en los cálculos de los costos por hora, ya que esto hace
disminuir los costos de amortización y por consiguiente los costos por hora.
Horas efectivas de uso (hf): Son las horas de uso que se logra en la máquina como media en un año,
250 días útiles disponibles en el año (excluidos: sábados, domingos y feriados nacionales) y que el
régimen de trabajo son 8 horas al día, tendríamos un máximo de 2000 horas de uso anual. Pero estas
2000 horas deben ser reducidas por lo menos un 15 % debido a lluvias, reparaciones,
mantenimientos (1800 horas).
Se considera todavía un buen grado de eficiencia operativa si la máquina trabaja 67% de las posibles
horas de uso, esto sería 1400 horas al año. Lógicamente esto es valido para un turno de 8 horas.
Cuanto más onerosa es la máquina tanto más importante es que se consiga depreciarla antes de quedar
obsoleta. En estos casos se recomienda trabajar 1 ½ hasta 2 turnos al día (12-16 horas).
Límite de uso anual (U): Este parámetro, también llamado umbral, indica el período mínimo de uso
al año que garantiza completar el tiempo total de uso (especificado por la fábrica) antes de que la
máquina quede obsoleta o sea sobrepasado el plazo de envejecimiento técnico. Este valor se calcula
a través del cociente:
H
U=
N
Si este cociente fuera mayor que las horas efectivas de uso anual o el tiempo se logra después del
envejecimiento técnico y si fuese menor el tiempo total de uso se logra antes de quedar obsoleta.
a) D= Va- Vr / H, cuando U≤ hf
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a) H= 10.000 hs
N= 6 años
hf= 1.800 hs
U= H/N= 1667 hs/año.
El periodo de amortización (10.000 hs/1800 hs/año) de 5,6 años, por consiguiente se amortiza
antes del plazo de envejecimiento técnico (6 años). En este caso la amortización se calcula.
D= (Va-Vr)/ H
b) H= 10.000 hs
N= 6 años
hf =1400 hs/año
U= H/ N= 1667 hs/año.
El periodo de depreciación (10.000 hs/1400 hs/año) de 7,1 años, por consiguiente no alcanza
la amortización antes del plazo de envejecimiento técnico, ella se amortizara en 8.400 hs en vez de
10.000 hs, por lo tanto el costo de amortización por hora se calcula:
Reparaciones (C):
Durante el periodo de amortización la máquina deberá ser reparada por diversas razones. Estos costos
se calculan a través del producto: costos de amortización y el coeficiente de reparaciones.
C= D x c, cuando U≤ hf
En el caso que las horas efectivas sean menores que el umbral, entonces se deberá corregir
estos costos a través del cociente:
N x hf / H
Pues si la máquina no alcanza el tiempo total de uso porque las horas efectivas son menores
que el umbral, el desgaste de la máquina también será menor, por lo tanto es de esperar que las
reparaciones disminuyan en la misma proporción:
El método explicado para determinar los costos de reparación corresponde al calculo lineal en
el tiempo. Pero es posible calcular los costos de reparación en forma progresiva, cuanto más vieja es
la máquina, tanto mayor es el aumento de las reparaciones.
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El coeficiente de reparación (c) depende del tipo de trabajo a ser efectuado por la máquina ,del
grado de mantenimiento a realizar durante la vida útil y, si los accesorios e equipamientos
adicionales son depreciados en forma conjunta o separada, pues como es lógico cada parte tiene su
propio coeficiente de reparación.
Combustible:
Si se calcula a través del consumo por hora del motor, este valor puede ser estimado a través
de un incremento de 10 % a 20 % del consumo indicado por el fabricante o por el factor de consumo
0,12 - 0,14 litros de gasoil por hora por HP (BENDZ et al, 1974).
En el caso de calcular los costos por hora de uso del motor se deberá reducir el consumo de
combustible en aproximadamente 10 a 20 %.
Lubricante:
Los costos de lubricante se estiman, por acuerdo internacional, en aproximadamente el 20 %
de los costos de combustible (exceptuando la motosierra).
Estos costos son igualmente costos variables y están formados por los costos de operación
(maquinistas, ayudantes) y otros costos de manutención.
Costos de mantenimiento:
Estos costos se estiman por acuerdo en un 15 % al 25 % del costo por hora del maquinista,
dependiendo del tipo de maquinaria.
Todo el trabajo forestal como cualquier otro, además precisa el control del trabajo, de los
medios de transporte y de la infraestructura, administración central (contador, jefe de personal,
gerentes, etc.)
El costo de administración se puede calcular también por convención como un porcentaje de
los costos directos, o sea de la suma de los costos de la máquina y personal. Se sugiere usar 5 a 15%
de los costos directos.
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En el caso que un trabajo sea efectuado por un tercero (contratista) y no por la propia
empresa (propietario de la forestación), se deberá acrecentar los costos totales de $/hora en:
5-10% por riesgo
10-15% de lucro
un X % de impuestos fiscales
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Encendido: sistema electrónico que tiene ventajas con respecto al sistema clásico (platinos): mayor duración,
permite lograr mas revoluciones por minuto; facilita el arranque; aporta mayor duración a la bujía.
Mezcla carburante: el motor de dos tiempos trabaja con una mezcla carburante de gasolina y aceite. El deposito
oscila entre 700 y 1.400 cm3, según el modelo. El deposito tiene dos dispositivos especiales:
a) un tubo flexible con un contrapeso en el extremo libre, tubo que continua con otro que aspira la mezcla hacia
el carburador; el contrapeso asegura el flujo de combustible en cualquier posición del tanque;
b) una comunicación con el cárter, para que las presiones de éste se transmitan al depósito, con lo que el
combustible se mantiene almacenado bajo presión, mejorando su entrada al carburador.
Normalmente la mezcla carburante se prepara con gasolina y aceite especial para motores de dos tiempos. Para un
motor ablandado la incorporación de aceite oscila alrededor del 5% del volumen de gasolina, es decir que para 20
a 25 lts de gasolina se agrega un litro de aceite. Cuando la motosierra es nueva la mezcla deberá tener un
porcentaje mayor de aceite.
El uso correcto de aceite, tanto en calidad como en porcentaje, tiene la mayor importancia para el uso y la vida del
motor de la motosierra. Cuando la mezcla carburante entra al motor, el aceite lubrica las piezas que toca, como
cigüeñal, biela, pistón, anillos, etc. Si la mezcla carburante contiene un porcentaje de aceite mayor que el
necesario o si el aceite no es de buena calidad, se pueden producir diversos inconvenientes:
• El motor producirá carbón en exceso que depositara en la bujía, cámara de combustión, cabeza del pistón,
lumbrera de escape, silenciador y válvula de descompresión.
• Al ensuciarse la bujía el motor tendrá dificultades para funcionar.
• Al ensuciarse la cámara de combustión y la cabeza del pistón, el motor produce menor potencia.
• El exceso de carbón producirá puntos calientes que causaran la preignicion del combustible. El motor
funcionara a temperaturas muy elevadas.
• Al ensuciarse la lumbrera de escape y el silenciador, se reducirá la salida de gases quemados, lo que reduce la
potencia del motor.
Por otro lado, una mezcla carburante con insuficiencia de aceite, también puede acarrear problemas:
- Las partes del motor que han sido citadas antes, no recibirán lubricación en la cantidad necesaria y ello se
traducirá en un desgaste prematuro.
- El motor puede funcionar a temperaturas excesivas.
Filtro de aire: Se trata de otro elemento muy importante en el motor de la motosierra, ya que su función es retener
las partículas de polvo y de aserrín que arrastra el aire de admisión; al retener esas partículas, se disminuye el
desgaste de las piezas del motor.
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Dispositivo de embrague: Su función es la de ligar el motor con el órgano cortante. Para eso, el dispositivo de
embrague entra a funcionar solamente cuando la velocidad de giro del motor sobrepasa un valor que esta entre
2.600 y 2.800 revoluciones por minutos (rpm).
El embrague centrifugo se integra con zapatas o contrapesos, que se acoplan a la campara cuando se sobrepasan
las rpm anteriormente dichas, transmitiendo el movimiento del eje del motor al eje del piñón (el embrague integra
una unidad con el piñón donde engrana la cadena). Cuando el motor no funciona o lo hace en régimen de marcha
en vacío (<2.600 r.p.m.), los contrapesos están en posición de descanso; en ese momento los resortes ejercen
una tracción sobre los contrapesos, que es mayor que la fuerza centrifuga.
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c) Dientes de apoyo: son dos chapas con forma de dientes, ubicadas a cada lado de la espada. Su utilización es
en operaciones de desrame y trozado.. Sirve para evitar que la motosierra salga despedida hacia atrás al
penetrar la madera.
ANEXOS:
También encontramos elementos de seguridad como dispositivos antivibratorios (motor separado de las zonas
donde se apoyan las manos del operarios), protección contra rotura de cadena (mango ensanchado) y protector de
punta de cadena (que evita el rebote de la motosierra)
LA MOTOSIERRA EN FUNCIONAMIENTO
Cuando se compra una motosierra, normalmente se recibe una caja que contiene:
El block con motor, dispositivo de arranque, piñón, acelerador, tanque para combustible, tanque para aceite
lubricador de cadena y algunos otros elementos.
Un guía (= barra o espada).
Una cadena.
Una tapa para recubrir el piñón y el extremo de la barra que quedará junto al piñón; a veces se acompaña de
una chapa o placa, vinculada a la barra y a la cadena.
Dos tuercas con las que se fijará la tapa anterior.
Una herramienta llave-destornillador.
Para conseguir que la motosierra funcione, lo primero será armar los elementos detallados antes.
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cadena lo arrastra. Cuando falta o cuando falla la lubricación automática, es necesario que el operario acciones
una bomba presionando con un dedo.
La calidad del aceite que se utilice es un factor importante para la duración del órgano de corte. En general, hay
que descartar los aceites usados, que ya no tienen efecto lubricante. Si es posible, es mejor emplear aceite
especial para cadenas. No disponiéndose de esta calidad, puede usarse aceite para motores a explosión de altas
revoluciones, adoptando una viscosidad relacionada con las temperaturas normales en la región y en la época del
año de que se trate. A ese fin, el criterio a aplicar es el siguiente:
Para temperaturas superiores a 10ºC, aceite SAE 30.
Para temperaturas inferiores a 10ºC, aceite SAE 20.
Si por problemas de temperatura el aceite se vuelve demasiado espeso, puede mezclarse con algo de querosén.
Una solución similar es recomendable cuando se debe hacer el apeo y tronzado de pinos resinosos, debido al
efecto espesante de la resina en cadena y espada.
3. Arranque
Cumplidas las operaciones precedentes, se está en condiciones de poner en funcionamiento la motosierra,
mediante el dispositivo de arranque.
Antes de concretar el arranque, tomar en cuenta algunas precauciones:
Alejar el depósito de combustible del lugar donde se arrancará la motosierra.
Comprobar que en el lugar de arranque no hay ramas o piedras o algún otro obstáculo cerca de la cadena.
No arrancar la motosierra sin que estén colocadas la barra y la cadena.
Si la motosierra trae freno de cadena, hay que bajar el protector de la mano izquierda, para bloquear la
cadena.
Los dispositivos de arranque tienen diferencias entre marcas y modelos, pero hay varios elementos que están
normalmente y que se detallan a continuación:
Soga de arranque, con mango o empuñadura.
Llave de contacto o interruptor; generalmente es de dos posiciones (on-off), pero hay algún modelo que tiene
tres (arranque en frío o choke; arranque en caliente o Stara; parada o stop).
Toma de aire o estrangulador.
Gatillo del acelerador.
Bloqueador o traba del acelerador.
Descompresor (en algunos modelos antiguos con motores grandes).
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a) Seleccionar una cepa recién cortada y limpiarla de aserrín y otros residuos; también se
puede elegir un pedazo de suelo sin vegetación o extender algún diario o revista.
b) Comprobar que el depósito de aceite lubricante tiene cantidad suficiente.
c) Dirigir la punta de la espada sobre la superficie elegida y acelerar el motor.
d) Si el dispositivo de lubricación funciona correctamente, cobre esa superficie debe quedar la
marca de una línea de aceite; si no es así, hay que hacer revisar la bomba de lubricación. Si fuera
imprescindible seguir trabajando con la motosierra, hacer funcionar el inyector de aceite manual (a
dedo).
Mantenimiento preventivo
Use la siguiente lista de verificación y calendario para dar mantenimiento a la sierra. Para obtener una descripción
detallada, haga clic en los títulos.
Mantenimiento Frecuencia
Comprobar y ajustar la tensión de la cadena cada vez que se use
Comprobar y reparar el sistema de lubricación de la cadena cada vez que se use
Apretar todos los tornillos y elementos de sujeción cada vez que se use
Inspeccionar el sistema de combustible cada vez que se use
Inspeccionar el mecanismo de freno de la cadena
cada vez que se use
(si lo hay)
Inspeccionar el amortiguador de contragolpe (si lo hay) cada vez que se use
Limpiar o reemplazar el filtro de aire. Tras 10 horas de uso
Lubricar el extremo de la rueda motriz Tras 10 horas de uso
Dar la vuelta al brazo de la sierra Tras 10 horas de uso
Inspeccionar y limpiar o cambiar la bujía Tras 10 horas de uso
Inspeccionar y limpiar o cambiar la rejilla apagachispas Tras 10 horas de uso
Cambiar el filtro del combustible Tras 20 horas de uso
Otros procedimientos de mantenimiento Cuando sea necesario
Sugerencia práctica: Para poder tenerla a la mano cuando la necesite, compre una cadena de
repuesto antes de que le haga falta.
4. Si el tornillo ya no gira más y la cadena aún está floja, será necesario cambiarla.
5. Una vez ajustada la cadena, vuelva a apretar las tuercas de sujeción del brazo de la sierra, manteniéndola en
su posición más elevada.
Comprobar y reparar el sistema de lubricación de la cadena
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Muchas motosierras vienen equipadas con un sistema de lubricación de la cadena manual o automático. El aceite
sirve para evitar que se generen fricción y calor excesivos entre la cadena y el brazo de la sierra. Además, facilita
el movimiento fluido de los eslabones de la cadena a grandes velocidades.
1. Para comprobar el sistema de lubricación, sujete la sierra 2" o 3" por encima de un papel blanco y hágala
girar unas cuantas veces. Si el sistema es de control manual, apriete la palanca del aceite mientras hace
girar la sierra. Al hacerlo, debe producirse una leve nebulización de aceite sobre el papel. Si esto no
ocurre, es señal de que el sistema no funciona bien.
2. Asegúrese de que el tanque de aceite esté lleno.
3. Retire la cadena y compruebe los conductos de aceite del brazo de la sierra. Si está sucio, límpielo con un
trapo de taller.
4. Compruebe las salidas de aceite situadas junto a la unión del embrague y la rueda motriz, detrás del
soporte del brazo. A menudo esta zona queda embarrada de una pasta de aserrín y aceite después del
uso. Una limpieza minuciosa suele bastar para restaurar el correcto funcionamiento del sistema de
lubricación. Consulte el manual de uso para ver las ubicaciones específicas de las salidas de aceite de su
sierra.
5. Si después de seguir los pasos descritos anteriormente el sistema sigue sin funcionar bien, lleve la máquina
a un servicio técnico oficial.
Apretar todos los tornillos y elementos de sujeción
Compruebe cuidadosamente todos los elementos de sujeción y apriételos cuando sea necesario. Las motosierras
soportan vibraciones fuertes, que pueden aflojar estos elementos fácilmente. Preste especial atención a los
elementos que sujetan la barra de seguridad, la cadena y los guardacuchillas.
Inspeccionar el sistema de combustible
Antes de utilizar la herramienta, compruebe si hay pérdidas de combustible en la zona del tapón del tanque, cerca
del carburador o en la base de la caja del motor. Si encuentra alguna, llévela a un servicio técnico oficial. Nunca
use la sierra si tiene una fuga de combustible.
Inspeccionar el mecanismo de freno de la cadena (si lo hay)
El mecanismo de freno de la cadena está diseñado para detener la sierra si se produce un contragolpe, es decir, el
choque de la sierra contra un objeto fijo, lo que hace que se balancee violentamente contra el operador. Antes de
cada uso, asegúrese de que el mecanismo funcione correctamente. Si el mecanismo falla, siga las instrucciones de
mantenimiento del fabricante o lleve la herramienta a un servicio técnico oficial para su reparación. No desarme o
intente arreglar el mecanismo de freno de la cadena usted mismo.
Inspeccionar el amortiguador de contragolpe (si lo hay)
El amortiguador de contragolpe cubre la cadena en la punta del brazo de la sierra, frente a la rueda motriz. Al
evitar el contacto con objetos fijos, los protectores evitan también los contragolpes. Por ello, no debe moverlos ni
retirarlos. Si, por cualquier motivo, estuvieran defectuosos, cámbielos. El incumplimiento de estas medidas puede
ocasionar lesiones graves.
Filtro de espuma limpio antes de reinstalar la tapa del ventilador.
Limpiar o reemplazar el filtro de aire.
El mantenimiento regular del filtro de aire permite que la sierra se mantenga más fría y gaste menos combustible.
1. Localice el filtro de aire en su sierra (suele estar detrás de una cubierta desarmable con una ventila situada
cerca de la parte trasera del motor).
2. Retire la cubierta y saque el filtro con cuidado.
3. Limpie o reemplace el filtro en caso necesario. Limpie los elementos de espuma con agua jabonosa y
enjuáguelos con agua limpia. Deje secar y vuelva a colocarlos en su lugar. Cambie los elementos de papel.
Nunca utilice la sierra sin filtro de aire.
Lubricar el extremo de la rueda motriz
Debe lubricar la rueda motriz situada al final del brazo de la sierra según las instrucciones del fabricante. En la
mayor parte de las sierras hace falta una herramienta especial con una gran aguja de medición, un depósito de
grasa y un émbolo, que se puede adquirir en las tiendas de refacciones para la sierra. Inyecte la grasa en el orificio
de lubricación situado cerca del eje central de la rueda motriz. La acumulación de pequeñas cantidades de grasa
en los bordes del brazo de la sierra, cerca de la rueda motriz, indica que la lubricación se ha completado.
Dar la vuelta al brazo de la sierra
Para que las partes superior e inferior del brazo de la sierra se desgasten de manera uniforme, dele la vuelta y
reinstálelo cada 10 horas de uso. Si ya está muy desgastada o dañada, cámbiela por otra antes de usar la sierra de
nuevo. Para darle la vuelta al brazo de la sierra, siga estas instrucciones:
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1. Retire el refuerzo que cubre el embrague y la rueda motriz de la cadena, sacando las dos tuercas de
sujeción del brazo.
2. Disminuya la tensión de la cadena aflojando el tornillo de ajuste de tensión en el sentido contrario a las
manecillas del reloj. Este tornillo se encuentra en la parte delantera de la caja del motor, cerca del extremo
del brazo.
3. Retire la cadena.
4. Retire la placa de protección del brazo. Tome nota de su ubicación para volver a colocarla correctamente.
5. Retire el brazo de la sierra, dele la vuelta y vuelva a instalarla.
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3. Para quitar el filtro, hale suavemente el extremo del tubo receptor de combustible hacia la abertura de la
parte superior del tanque. No desconecte el tubo de la sierra. Si esto ocurriera, lleve la herramienta a un
servicio técnico oficial.
4. Separe el filtro viejo del tubo, con cuidado, halando y girando el marco del filtro suavemente mientras
sujeta el extremo del tubo con fuerza. Coloque el filtro nuevo del mismo modo. Llene el tanque con mezcla
recién preparada de aceite y combustible.
Otros procedimientos de mantenimiento
Dependiendo del uso que se les dé, algunas motosierras requieren cuidados especiales. Para asegurar el mejor
rendimiento de su máquina y prolongar su vida útil, lleve a cabo las siguientes tareas de mantenimiento.
Procedimientos de almacenamiento
Si no piensa usar la sierra durante más de 30 días, guárdela siguiendo estas instrucciones.
1. Vacíe el tanque de combustible. La gasolina sin plomo se desestabiliza en 30 días o menos, lo que dificulta
el arranque de la sierra.
2. Mantenga el motor encendido hasta que se pare, a fin de limpiar el carburador de combustible. Si quedan
restos de combustible usado en el carburador se puede ensuciar la bujía, y los conductos de combustible
se pueden tapar, lo que dificultaría el arranque de la sierra.
3. Una vez que se haya enfriado el motor, quite la bujía y vierta una cucharada de aceite para motor de dos
tiempos en la cámara de combustión. El aceite desplaza el vapor de agua y evita la formación de óxido.
4. Hale lentamente la cuerda de arranque un par de veces para cubrir todas las partes internas.
5. Cambie la bujía.
Sacar la sierra del lugar de almacenamiento
1. Hale enérgicamente la cuerda de arranque para expulsar el aceite de la cámara de combustión.
2. Limpie la bujía y vuelva a calibrar el claro.
3. Llene el tanque con mezcla recién preparada de aceite y combustible.
4. Inspeccione el sistema de lubricación, la cadena, el brazo de la sierra y todos los elementos de seguridad
antes de utilizar la herramienta.
Ajustar el carburador
Los carburadores de las motosierras están ajustados de fábrica para conseguir un rendimiento y una eficiencia
óptimos, por lo que es raro que necesiten reajustes. Si piensa que el de su sierra necesita un reajuste, llévela a un
servicio técnico oficial. Si se ajusta de manera incorrecta, el motor puede funcionar con un quemado pobre, lo que
impide que llegue aceite a los componentes internos y ocasiona que se agarrote el motor.
Afilar la cadena
Durante el uso normal, los eslabones de corte de la cadena se van desgastando, por lo que debe afilarlos
periódicamente. Si desea hacerlo usted mismo, siga las instrucciones del fabricante.
Una motosierra es una inversión de la que obtendrá el mejor rendimiento y una larga vida de servicio a cambio de
unos sencillos cuidados.
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Bibliografía de lectura:
• Carreteras Forestales, Capitulo 3. Heinrich, R.; Dennis P. Dykstra. “Código modelo de prácticas de
aprovechamiento forestal de la FAO”. ISBN 92-5-303690-7. FAO, Roma (Italia)
• **Caminos forestales, Sección 3. J. Galloso; M. Acuña. Pág. 1-30. “Mejores practicas de manejo
forestal”. UACh.; Chile 1999.
Bibliografía de consulta:
• *Principios generales sobre planificación de redes de carreteras forestales. Otto Sedlak. Pág. 27-48.
FAO Montes 33. “La explotación de madera de bosques de montaña”.
• *Trazado y construcción de caminos forestales. Cáp. 2. Pág. 41-68. H. Anaya P. Cristensen.
• **Estradas florestais. Publicaçoes técnicas do Colégio Florestal de Irati. J. R. Malinovski. W. C.
Perdoncini. Irati 1990.
• **Técnicas de estabilizaçao de solos com fim rodoviario. B. Souza Bueno – D. Cardoso Lima.
• **Recentes desenvolvimentos na colheita de madeira e sua repercussao na rede viária florestal. R.
Grammel.
• **Trazado y cálculo del coste de las carreteras forestales. Otto Sedlak. Pág. 49-66. FAO Montes 33.
“La explotación maderera de bosques de montaña”.
• *Clasificación de las carreteras forestales. Introducción FAO 33.
• *Planificación de carreteras forestales y sistemas de aprovechamiento. Pág. 8-38. FAO Montes 2.
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Cátedra de Aprovechamiento Forestal
Definición
La ingeniería de las carreteras forestales comprende la especificación de las pautas de diseño así como
diseño, trazado, construcción y mantenimiento de los caminos forestales y de las estructuras
complementarias, como puentes y tuberías de drenaje.
Orientaciones generales
Los caminos forestales son complejas estructuras de ingeniería de las que dependen el transporte eficiente
y el acceso seguro al bosque. Sin duda, son el aspecto más problemático de las operaciones de
explotación maderera porque una parte importante de la erosión del suelo cabe atribuirla directamente a
las carreteras, en muchos casos por deficiencias de diseño, construcción o mantenimiento. Ahora bien,
excepto cuando es posible utilizar cursos de agua caudalosos, los caminos forestales son indispensables
tanto para la extracción de madera industrial como para facilitar el acceso al bosque, para su ordenación y
control. En algunos casos, los caminos forestales pueden formar parte incluso de la red viaria general
adquiriendo, por lo tanto, una gran importancia en el desarrollo de la infraestructura nacional.
Los caminos forestales han de ser diseñados y trazados sobre el terreno por ingenieros competentes,
conscientes de que es necesario perturbar el suelo lo menos posible, establecer un sistema de drenaje
adecuado y evitar, cuando sea posible, el cruce de los cursos de agua.
La construcción y mantenimiento de los caminos forestales es una tarea especializada que ha de ser
supervisada por ingenieros y realizada por operarios con una formación técnica específica.
Objetivos
Los caminos forestales bien diseñados, construidos con técnicas de ingeniería respetuosas del medio
ambiente y que son objeto de un mantenimiento correcto deben:
• permitir, con un bajo costo, el acceso al bosque para el transporte de los productos forestales y
para contribuir a atender las necesidades de ordenación y protección de los bosques, beneficiando
al mismo tiempo a las comunidades locales;
• reducir al mínimo la erosión del suelo que ocasionan las carreteras y, por tanto, limitar la
sedimentación de los arroyos;
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• evitar las zonas de importancia cultural, religiosa o paisajística y aquellas en las que el tráfico
pueda perturbar la vida silvestre y la existencia de las poblaciones indígenas;
• velar por la seguridad de los trabajadores y de los usuarios en general que puedan utilizar los
caminos o resultar afectados por el tráfico que los frecuenta.
Consecuencias que pueden acarrear el diseño, construcción y mantenimiento inadecuados de los
caminos forestales
Entre las consecuencias que puede acarrear el diseño, construcción y mantenimiento inadecuados de los
caminos podemos mencionar:
• elevados costes de construcción, mantenimiento y transporte;
• corta vida útil de los caminos, lo que obligará a construir otras cuando se efectúen nuevas
operaciones de aprovechamiento en la misma zona;
• sedimentación excesiva de los cursos de agua, con graves efectos potenciales sobre el
abastecimiento de agua, la vida acuática y las poblaciones de flora y fauna silvestres;
• excesiva erosión del suelo, con la consiguiente pérdida de productividad en las zonas forestales
próximas a las carreteras;
Prácticas recomendadas
La construcción de caminos forestales exige la tala de vegetación y el movimiento de tierras y rocas para
conseguir estructuras capaces de soportar el paso de vehículos pesados aun en los períodos de condiciones
ambientales adversas. Esas actividades ocasionan casi inevitablemente un aumento de la erosión. Para
reducirla y limitar sus efectos destructivos, se recomiendan las siguientes prácticas:
• Recurrir a ingenieros competentes para que estudien el trazado y supervisen la construcción.
• Limitar al mínimo indispensable la longitud de los caminos forestales. De esta forma, no sólo se
reduce al mínimo su erosión sino también la tala del bosque y se incrementa la rentabilidad, al ser
menor el coste de la construcción y mantenimiento de los caminos.
• En condiciones idénticas, la longitud total de caminos necesarios para las operaciones de saca de
madera por arrastre es dos o tres veces mayor que la que se necesita en los sistemas de saca con
cable aéreo o con vehículos que transportan la carga levantada del suelo. En los sistemas de saca
aérea, por ejemplo con helicópteros, la densidad de carreteras es aún menor. Hay que decir, no
obstante, que los sistemas de cable aéreo son más costosos que los sistemas de arrastre, excepto
cuando el terreno es sumamente abrupto o empinado. Por tanto, si a una mayor densidad de
carreteras le corresponde un mayor coste de construcción, cuando la densidad es menor aumenta
el costo de extracción.
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• Reducir al mínimo la zona alterada al construir los caminos. Las directivas que se han formulado
para los bosques hidrofíticos tropicales del norte de Australia especifican que en los terrenos de
pendiente suave donde el movimiento de tierras es escaso, la anchura máxima del desmonte debe
ser inferior a 7, 5 m para los caminos de saca principales y de menos de 5 m para los secundarios.
El desmonte ha de ser mayor cuando el terreno es más abrupto, pues se han de excavar taludes de
terraplenes y se han de talar las zonas donde las precipitaciones son especialmente intensas, para
que penetre la luz del sol y se sequen los caminos después de las tormentas. Aunque pueden
aplicarse sistemas distintos según las regiones, el principio general es el de compatibilizar una
anchura limitada de los caminos forestales con una construcción y mantenimiento adecuados para
efectuar el desembosque con eficacia y seguridad. De esta forma se reduce la erosión del suelo y
la superficie de bosque destinada a infraestructuras.
• Evitar, cuando sea posible, las zonas de suelos húmedos y propensas a la erosión. El costo de las
carreteras en esas zonas es muy elevado, tanto por lo que respecta a su construcción inicial como a
los trabajos más intensos de mantenimiento que serán necesarios.
• Reducir en la medida de lo posible los desmontes y terraplenes. En las laderas muy abruptas y
erosivas deben utilizarse excavadoras hidráulicas que eviten que el material excavado sea arrojado
lateralmente. Cuando es necesario realizar voladuras han de utilizarse las técnicas apropiadas y el
material excavado será depositado en zonas estables alejadas de los cursos de agua.
• Revestir lo antes posible de vegetación los taludes laterales de la carretera una vez terminada su
construcción. Es mejor una vegetación baja y arbustiva o de gramíneas que los árboles de
crecimiento rápido que sombrean la superficie del camino e impiden que se sequen tras los
períodos de lluvia. En muchas regiones tropicales, puede ser necesario controlar las especies
arbóreas pioneras, de crecimiento rápido, que brotan aceleradamente tras el desmonte en los
bordes de los caminos, para que éstos puedan secarse adecuadamente.
• Procurar que las carreteras y zonas alteradas estén alejadas de los cursos de agua y de las fajas
de amortiguación contiguas a los arroyos. Cuando es necesario atravesar un arroyo se debe diseñar
la estructura de cruce después de haber realizado un estudio detallado del lugar y perturbar lo
menos posible el cauce del arroyo durante la construcción.
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• Cuando se utilizan tuberías de desagüe o estructuras similares para el drenaje transversal o en los
lugares de cruce de los arroyos, determinar el tamaño adecuado de las estructuras y los intervalos
entre éstas en función de la intensidad de las precipitaciones y de la tasa de escorrentía.
• Trazar la carretera con la pendiente mínima, compatible con la necesidad de permitir un acceso
adecuado al bosque. En algunos países se recomienda que la pendiente máxima oscile entre el 10
y el 20% (6-11°) salvo en algunos tramos cortos en los que la pendiente ha de ser mayor para
permitir el acceso a los lugares de mayor altitud. En las zonas montañosas son preferibles los
caminos con pendientes relativamente elevadas a las carreteras más llanas, que exigen trabajos
más intensos de construcción. Sin embargo, a mayor pendiente mayores son los costos de
mantenimiento y los problemas de erosión.
• Cuando sea posible, trazar las carreteras por zonas elevadas estables, salvo en los casos en que
se han de utilizar cables aéreos de larga distancia en combinación con carreteras en el fondo de los
valles.
• Mantener adecuadamente la superficie de los caminos, las cunetas, las estructuras transversales
de drenaje y los cruces de los cursos de agua. Los caminos secundarios pueden cerrarse si no se
han de utilizar hasta el siguiente ciclo de corta; se puede eliminar el pavimento de la carretera si y
plantar gramíneas o arbustos. En todas las carreteras que se consideran indispensables para la
ordenación o protección del bosque se ha de efectuar un trabajo adecuado de mantenimiento que
permita utilizarlas en todo momento.
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Sistemas de Aprovechamiento
Bibliografía de lectura:
• **El Aprovechamiento Maderero. S. Vignote. Cáp. 3.1, Sistemas de Aprovechamientos. Pag.
375. Edición Mundi-Prensa 2000.
Bibliografía de consulta:
• *Bases Forestales para la incorporación de tecnología en cosecha de madera. P. Mac Donagh, Pág.
51-55, Primer Seminario de Actualización en sistemas de Cosecha y Transporte Forestal,
UNM, Actas.
• *Sistemas de Aprovechamiento. Pág. 37-55, Planificación de carreteras forestales y sistemas de
aprovechamiento. FAO Montes 2.
• **Rol de las empresas de servicio en la producción forestal. Exposición Empresa Petrobrás.
Bibliografía de lectura:
• **El Aprovechamiento Maderero. E. Tlosana; S. Vignote. Cap 3.1, Bases para la planificación
y Control del Aprovechamiento maderero. Pág. 369-401. Edición Mundi-Prensa 2000.
Bibliografía de consulta:
• *Planificación de sistemas de trabajo para el aprovechamiento de madera en regiones de montaña.
Winfried Egger. Pág. 121-130. FAO Montes 33.
• *Aplicación de tecnologías intermedias en el aprovechamiento de madera en países en desarrollo. E.
Heinrich. Pág. 131-146. FAO Montes 33.
• *Sistemas de trabajo y costes de aprovechamiento de madera y su influencia sobre el trabajador
forestal y el bosque. O. Frauenholz. Pág. 147-152. FAO Montes
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Es importante tener también en cuenta factores de mercado, relacionados con la evolución previsible de
precios en función de la coyuntura de la industria o industrias de destino y del sector de que se trate, así como
valorar la época de entrada de la madera en relación con las dificultades de aprovisionamiento, la situación de
los parques de almacenamiento (stocks), la evolución previsible de los precios en el mercado de los productos
acabados y la existencia o no de factores distorsionantes del mercado (existencia de abundante madera de
incendios, etc.).
Entre los principales factores extrínsecos cabe destacar:
- PREVISIÓN DE CONDICIONANTES LEGALES: sobre el transporte y el propio aprovechamiento:
restricciones impuestas por la legislación general, la normativa autónoma, las ordenanzas
municipales, etc. Por supuesto, en caso de aprovechamiento en montes gestionados por la
administración, es imprescindible el conocimiento de las condiciones técnicas recogidas en los
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pliegos y el cambio de impresiones en previsión de problemas o puntos de conflicto con los gestores
y/o la propiedad del monte.
- PREVISIÓN DE ASPECTOS LOGÍSTICOS: lugares de alojamiento y comida para el personal,
existencia de talleres para pequeñas reparaciones de emergencia o gasolineras para el suministro de
gasoil, forma más rápida de actuación para el caso de averías graves, hospitales o centros
ambulatorios para el caso de accidentes, responsables técnicos de la administración o de sus
empresas contratistas para la lucha contra incendios, localización de retenes o centros de bomberos,
puntos de agua, formas de comunicación de los operarios o sus responsables con la empresa
(teléfono móvil, radio, etc.) y localización en la comarca de palas, retroexcavadoras, motoniveladoras
u otros medios para la apertura de pistas o su reparación, etc.
- Por supuesto, es fundamental también la disponibilidad de medios humanos y materiales por la
propia empresa, incluyendo su adaptabilidad a distintos esquemas de trabajo que en ocasiones es
reducida, o las opciones de contratación de medios auxiliares en la zona.
En función de dichos condicionantes previstos, es muy conveniente la planificación previa de los siguientes
aspectos de la ejecución del aprovechamiento:
Localización y forma de ejecución de pistas, permanentes y/o temporales, si es necesaria su apertura.
Puntos de carga de la madera por los medios de transporte: borde de pista o carretera, cargaderos, etc.
Previsión, en caso de necesidad, de la preparación de cargaderos o del uso de un medio de transporte
intermedio.
Forma de la red de trochas, calles o arrastraderos. La planificación previa de las trayectorias de las
máquinas, incluyendo las previsiones de resolución de dificultades puntuales (zonas encharcadas, barrancos,
etc.) no sólo mejora los rendimientos y previene los incidentes o accidentes de trabajo, sino que reduce los
efectos desfavorables de la intervención sobre el medio.
Planificación del apeo y elaboración: posibilidad de uso de sistemas de apeo planificado, o al menos de
apeo dirigido, grado de elaboración de la madera y sistemas o técnicas de trabajo a emplear (previsión de
instrucciones sobre la dirección de apeo, altura del tocón, direcciones y formas de enganche o carga,
direcciones de desembosque, etc.)
Coordinación entre los diversos medios de apeo y elaboración con los de desembosque, y de éstos con los
de transporte.
Planificación temporal de la ejecución de las distintas fases del trabajo, en que se pueden emplear
métodos de gestión de proyectos.
EL PROCESO DE PLANIFICACIÓN
Para llevar a cabo una correcta planificación de las operaciones del aprovechamiento, es muy conveniente contar
con cartografía (1:10000 o mejor 1:5000). En caso de no existir, es posible su elaboración sencilla por medio de
GPS.
Es imprescindible, no obstante, llevar a cabo un recorrido del área de corta, que puede ser simultáneo con el
inventario o estimación de existencias. A partir de este análisis in situ, se debe registrar en el mapa o croquis:
La red de vías y posibles cargaderos.
Las zonas con dificultades especiales o con restricciones ambientales.
Si hay diferencias, la división del área de corta en zonas, suficientemente extensas, adecuadas a
distintos sistemas o técnicas.
La apertura o modificación, si es necesaria, de nuevas vías o cargaderos.
Los puntos condicionantes de las vías de acceso y otras limitaciones para los medios de transporte.
La definición del progreso sobre el terreno de las operaciones, direcciones o sentidos de saca,
trayectos a pista o cargadero, etc.
Otros datos significativos.
Independientemente de ello, como se ha señalado:
Se debe prever los condicionantes legales, así como los aspectos logísticos.
Es conveniente, sobre bases racionales, prever los rendimientos y costos.
Este tipo de análisis necesita una considerable experiencia. El plan debe ser explicado y discutido sobre el terreno
con el personal del aprovechamiento.
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SISTEMAS DE APROVECHAMIENTO
Como se ha indicado, los aprovechamientos forestales de madera están compuestos de una serie de operaciones.
Antes de entrar en su descripción, conviene no perder de vista la necesaria planificación conjunta de cada
operación como parte de un proceso más amplio. Por ello, para no perder la perspectiva global, se va a intentar
dar una visión de cómo el conjunto de estas fases se suele asociar para formas grandes Sistemas de
Aprovechamiento.
Un aprovechamiento maderero se puede concebir como una serie de operaciones de transformación y transporte
del material que es la madera. Dado que estas operaciones son diversas, no siempre se realizan todas ellas ni se
ejecutan con los mismos medios, y no siempre en el mismo orden ni en los mismos lugares, tiene gran interés para
su estudio la clasificación de los aprovechamientos formando sistemas, o combinaciones de operaciones, lugares y
medios más comunes.
Se puede comenzar por hacer una relación de las operaciones, los lugares y los medios más comunes:
Las operaciones:
- Operaciones previas (apertura de vías, desbroce, poda baja, señalamiento, etc.)
- Apeo
- Desramado y despunte
- Tronzado y descortezado
- Reunión/Apilado en monte (y posible primera clasificación)
- Desembosque (carga, extracción, descarga)
- Apilado en cargadero o borde de pista
- Clasificación
- Carga en camión/otro medio de transporte
- Transporte por pista/carretera/vía férrea/río o canal
- Descarga en parque o cargadero intermedio
- Recarga en nuevo medio de transporte y transporte
- Descarga en parque de fábrica
- Eliminación de residuos y operaciones posteriores (tratamientos sanitarios, reparación de pistas,
preparación del terreno, repoblación, etc.)
Los lugares:
- Pie de tocón/lugar de reunión
- Área de corta
- Cargadero/borde de pista
- Cargadero secundario/parque de fábrica
Los medios: dejando de lado, de momento, las operaciones previas y posteriores como un poco aparte del
aprovechamiento, las combinaciones más comunes de operaciones y medios se muestran en la siguiente tabla.
Este esquema, aunque simplificado, permite hacerse una idea de la complejidad de organización y clasificación
del aprovechamiento de madera.
TRACCIÓN A
OPERACIONES - MEDIOS MANUAL MECANIZADO
SANGRE
Cosechadora- Cosechadora-
APEO Operario + motosierra -- Cosechadora
apiladora transportadora
PROCESADO Operario + motosierra -- Procesadora -- --
Parcial, ciertas Parcial, ciertas Parcial, ciertas
Operario con espacies espacies espacies
DESCORTEZADO --
herramientas manuales
Descortezadoras portátiles o fijas
Cosechadora-
REUNIÓN / APILADO EN Operario con Reunión con tracción Cosechadora --
apiladora
MONTE herramientas manuales animal (mulas, caballos)
Winch de tractor de arrastre
ASTILLADO -- -- Astilladoras acoplables a tractor o camión
Tractor de arrastre o agrícola adaptado
Tractor autocargador o agrícola adaptado
Operarios con o sin Con tracción animal
DESEMBOSQUE ANIMAL Cable de desembosque
medios auxiliares (mulas, caballos)
Camión todo terreno con grúa
Cosechadora-transportadora
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Aunque este mundo es sumamente diverso y evoluciona a gran velocidad, por lo que es difícil su
sistematización, hay una clasificación generalmente aceptada, en función de la forma en que la madera se
extrae de los montes: como árboles completos, fustes enteros o madera corta (trozas de longitud adecuada al
ancho de la caja de los camiones de transporte). De estos tres sistemas fundamentales se derivan, como se
verá, algunos otros.
Los sistemas de aprovechamiento se relacionan fundamentalmente con el destino de la madera (y, por ello, con
sus dimensiones y calidad), por lo que los sistemas que extraen la madera en grandes longitudes (árboles
completos, fustes enteros) se relacionan con industrias que requieren la madera en tal forma como materia prima
(postes, sierra de calidad para cierto usos) o en los requerimientos dimensionales y de calidad son elevados, por lo
que el tronzado y clasificación cuidadosos de la madera tienen una gran importancia económica (sierra, chapa);
mientras que los sistemas de madera corta se asocian con destinos industriales poco exigentes en dimensiones o
calidad (desintegración).
Además, hay una cierta relación entre condiciones fisiográficas y sistemas de aprovechamiento. Los sistemas de
madera corta se asocian frecuentemente con el apilado manual de la madera después de su tronzado y con el
empleo de medios de saca de gran capacidad pero movilidad y maniobrabilidad reducidas. Por ello, se suelen
emplear en condiciones favorables, mientras que en zonas con mala movilidad, en que la reunión se complica y el
tronzado de la madera supondría una dificultad adicional para su recogida y extracción, se prefieren sistemas de
árboles completos o fustes enteros, por lo que se emplean con más frecuencia los tractores de arrastre o cables
que sacan “en largo”.
En España, el medio de corta más usual para este sistema es manual (con motosierra), y los medios de saca
pueden ser animales de tiro, tractores de arrastre con cable o incluso cables aéreos de desembosque. La
utilización de tractores autocargadores o agrícolas adaptados con remolque y grúa se limitaría al caso de pies de
muy pequeño tamaño (aclareos).
Este sistema se aplica cada día más en los países forestalmente desarrollados, porque reduce al mínimo las
operaciones manuales a pie de tocón, de mayor costo y penosidad. En Norteamérica, por ejemplo, su aplicación
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Se trata del sistema de aprovechamiento en que la madera se extrae del monte sin más preparación que su
desramado y despunte. Es un sistema relativamente económico en operaciones manuales, pues, aunque el
desramado es la operación más costosa, se evitan el tronzado y apilado manuales.
En España, el medio de corta más usual para este sistema es el manual (con motosierra), y los medios de saca
pueden ser los mismos que en el sistema de árboles completos; animales de tiro y, sobre todo, tractores de
arrastre con cable. También es posible el empleo de los cables aéreos de desembosque.
La saca con animales, al igual que en el caso de árboles completos, se restringe a las zonas en que aún se
encuentran, y por razones de costos, a las pendientes difícilmente abordables por los tractores (más del 50-60%),
en que trabajan por trochas de arrastre con respecto a la máxima pendiente, y a distancias cortas (no más de 150-
200m). En estas condiciones, entran en competencia con los cables ligeros de desembosque.
La saca con tractores forestales de arrastre, con o sin la reunión previa por animales que es frecuente en las
montañas del interior de la Meseta, es la principal alternativa para este sistema de aprovechamiento. También es
frecuente el empleo de tractores agrícolas adaptados, tractores de cadenas de obras públicas con cabrestante y
otras adaptaciones caseras de operatividad más o menos restringida.
Los tractores de arrastre sacan la madera en semiarrastre, la reúnen arrastrándola con el propio cabrestante del
que disponen y pueden desemboscarla por calles o arrastraderos, a través de zonas con malas condiciones de
movilidad, gracias a su pequeño tamaño, tracción total, dirección articulada y capacidad de superar obstáculos del
terreno al independizarse de la carga, soltándola y después volviéndola a reunir con el cable desde una posición
más segura.
En condiciones fisiográficas más desfavorables, como se ha indicado, a veces se emplean los tractores para el
arrastre en calles orientadas en máxima pendiente, cableando desde las pistas, sin entrar a las masas.
La saca con cables ligeros (100-200m de longitud) consiste en el transporte de madera semiarrastrada a lo largo
de calles estrechas en máxima pendiente, y tiene la ventaja de reducir el dañino arrastre total de la madera a la
reunión lateral, en distancias que no suelen superar los 20m. Este sistema se usa mucho en países con fisiografías
montañosas, y es sustituido por los grandes cable (teleféricos forestales) allí donde no es posible la apertura de la
red de vías que le debe servir de base.
Las posibilidades más comunes son las que se resumen en la siguiente tabla:
OPERACIÓN - LUGAR PIE DE TOCÓN ÁREA DE CORTA CARGADERO
Apeo Desembosque Carga
Orden de operaciones
Desrame y despunte Limpieza de residuos Transporte
Descortezado
Otras operaciones menos
Descortezado -- Tronzado
frecuentes
Clasificación
Tractor de arrastre
Maquinaria utilizada Manual con motosierra
Manual por quema
Cables aéreos
Cortadora-apiladora +
Tracción animal
procesadora Camión de transporte
Otras opciones menos Pies pequeños
frecuentes Autocargador
Cosechadora
Astilladora o trituradora
Cosechadora-transportadora de fustes enteros
El sistema de fustes enteros, con cualquiera de estas tecnologías, conjuga algunas ventajas del sistema de
árboles completos (como la limitación del número de operaciones manuales a realizar en el monte, la facilidad de
tronzado y clasificación fuera del monte de madera valiosa o requerida en grandes longitudes, o la adaptación a
medios escabrosos, en que el tronzado sólo supondría dificultad adicional para la reunión y enganche de la
madera), con otras ventajas propias del sistema de madera corta (reducción relativa de los costos del
desembosque y de parte de sus efectos desfavorables).
Sus inconvenientes se relacionan con los mayores costos de las operaciones manuales y la dificultad en la
eliminación de los residuos (frente al sistema de árbol completo) y con los mayores costos de saca (frente al
sistema de madera corta).
Por ello, sus condiciones de aplicación son las siguientes:
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Las principales ventajas del sistema de madera corta son la economía y transporte, pues se usan medios de gran
capacidad (especialmente autocargadores), se aumenta el coeficiente de apilado y se evita el potencialmente
dañino arrastre de la madera, que sustituye por su reunión y apilado manuales.
Los inconvenientes son los complementarios a las ventajas de los métodos anteriores, como los problemas de
eliminación de residuos, la mayor elaboración en monte o la imposibilidad de uso si se requiere un destino de
grandes longitudes para la madera. Este último inconveniente ha sido paliado, como veremos, en los sistemas de
apeo y apilado mecanizados, que tiene el handicap de sus restringidas condiciones de aplicación (pendientes
menores al 20-25%).
Como respuesta a la dificultad de aplicación del sistema a la obtención de madera para usos en longitudes
superiores y, a la modificación de la demanda por las industrias de trituración hacia longitudes de troza mayores,
se han desarrollado sistemas que son variantes del de madera corta, pero en que todas o parte de las trozas
tienen mayor longitud de la estándar de 2 a 2,5m.
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INTRODUCCIÓN
El presente apartado se refiere a la selección de medios para la ejecución de las distintas fases del
aprovechamiento maderero, y a la coordinación espacial de dichas fases, una vez decidido el sistema de
aprovechamiento. En otras palabras, a las formas de ejecución de las operaciones elementales del
aprovechamiento de tal modo que se optimice la economía conjunta del mismo.
Se ha considerado como medio más adecuado para la exposición de las formas de organización más comunes, su
exposición en forma de esquemas jerárquicos, basados en los siguientes criterios:
Tipo de corta (corta a hecho, o casi, frente a cortas parciales).
Medio de apeo (apeo manual con motosierra, frente al apeo mecanizado).
Sistema de aprovechamiento.
Condiciones fisiográficas.
El elemento clave a la hora de elegir una forma de organización del aprovechamiento es el medio y modalidad
de desembosque, muy relacionado generalmente con el sistema de aprovechamiento. La saca mediante tracción
animal, utilizando los distintos tipos de tractores, empleando cables, etc., va a exigir ciertas formas de reunión,
dado que la utilización eficiente de dichos medios requieren que se encuentre la madera (apeada y más o menos
elaborada) agrupada y concentrada de forma que su enganche o carga sea sencilla.
Las principales limitaciones en cuanto a fisiografía de los medios de apeo, elaboración y saca se presentan en la
siguiente tabla:
CONDICIONES FISIOGRÁFICAS TIPO DE TRACTOR DE DESEMBOSQUE
Sentido de Arrastrador Arrastrador Autocargador
Pendiente Escabrosidad Adherencia Agrícola
saca de orugas de ruedas forestal
Buena ** ** ** **
Baja
Mala ** ** ** **
0 – 10% Indiferente
Buena -- * ** **
Alta
Mala -- * ** *
Hacia arriba ** < 15% ** < 35% ** < 25% **< 25%
Buena
Hacia abajo ** < 25% ** ** < 45% ** < 35%
Baja
Hacia arriba -- ** < 25% * * < 20%
Mala
Hacia abajo * < 35% ** * < 45% ** < 35%
10 - 50%
Hacia arriba * < 15% * < 35% * < 25% * < 25%
Buena
Hacia abajo * < 25% * ** < 45% ** < 35%
Alta
Hacia arriba -- ** < 35% *** < 35% ** < 35%
Mala
Hacia abajo * < 15% * * < 45% ** < 35%
Hacia arriba -- -- -- --
Buena
Hacia abajo -- * < 60% * < 60% * < 60%
Baja
Hacia arriba -- -- -- --
Mala
Hacia abajo -- * < 60% * < 60% --
> 50%
Hacia arriba -- -- -- --
Buena
Hacia abajo -- * < 60% * < 60% * < 60%
Alta
Hacia arriba -- -- -- --
Mala
Hacia abajo -- * < 60% * < 60% --
** Condiciones óptimas de utilización
* Condiciones de utilización con dificultades
-- No es aconsejable su utilización
En la tabla, la información se refiere a tractores forestales y agrícolas no adaptados. Los tractores agrícolas con
doble tracción y, en su caso, tracción en el remolque, tienen un campo de actuación más reducido que los
tractores forestales autocargadores. La tabla se refiere a la actuación en condiciones óptimas de seguridad, por lo
que no es extraño que se sobrepasen los límites indicados, que en cualquier caso son orientativos.
El siguiente sistema de valoración de las condiciones fisiográficas ha sido establecido por IUFRO, según recogen
Sundberg y Silversides (1989):
Pendiente: se debe medir en tramos de más de 50m.
Escabrosidad: hace referencia a la existencia de obstáculos (rocas, tocones, zanjas, etc.) de más de 50
cm de altura o profundidad. La escabrosidad se considera alta cuando la distancia media entre dichos
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obstáculos (que incluyen los árboles de la masa remanente) es de menos de 3 m, lo que tiene correspondencia
con el ancho de la maquinaria y, por tanto, sus posibilidades de maniobra.
Capacidad portante: se considera en general buena para los suelos de fricción (rocosos, arenosos secos,
etc.) y mala para los suelos cohesivos (limosos, arcillosos e incluso francos cuando la humedad es elevada).
Ello obliga a tener en cuenta la condición de humedad de los suelos en el momento del aprovechamiento, y
por ello al régimen esperado de precipitaciones.
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TEMA 7: Corte
Bibliografía de lectura:
Bibliografía de consulta:
• * La introducción y adaptación del harvester en las plantaciones forestales de Papel Prensa. Ing.
Pablo N. Vivas, pág.27-36. Primer seminario de actualización en sistemas de cosecha y
transporte forestal. UNM, Actas 1996.
• **Corta de árboles. Cáp. 4, pág. 47-87. Manual sobre tecnologías intermedias para operaciones
forestales en los países en desarrollo. M. Kantola, K. Virtanen.
• **La motosierra. Su uso y mantenimiento. Timo A. Heikkila. Pág. 271-344. Asociación Forestal
Nacional Suecia.
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EL HACHA
Es una herramienta de filo, de corte por impacto. Consta de un mango de madera y un hierro o cabeza. En este
último se distinguen: filo (frontal, que debe ser la porción de mejor calidad), la testa (trasera) y el ojo (que aloja la
parte superior del mango). El mango se mete por arriba hasta hacer tope. La especie que se suele recomendar es
la misma que la que se pretende cortar, aunque por su tacto y cualidades tecnológicas suelen ser frecuentes los
mangos de fresno o de haya.
Existen los siguientes tipos de hachas: para apeo de coníferas, para apeo de frondosas, hacha de dos cabezas y
rajadores.
APEO DESRAMADO PODA RAJADORA
Longitud 80 cm 80 cm 50 cm 80 cm
Mango
Forma Curva Curva Recta Recta
Peso 2 kg 1,3 kg Ligera 3 kg
Cabeza
Filo Recto/curvo Curvo Combinado
El hacha, aunque en bastante menor medida que hace unas décadas, sigue siendo una herramienta utilizada en
operaciones de poda, rajado de leña, desramado y en ciertos usos complementarios (calce de la propia hacha en la
sección de corte con la motosierra a modo de cuña, como herramienta de impacto para introducir cuñas, etc.)
El mantenimiento básico consiste en el afilado con muela y en la sustitución de mangos, acuñando bien el ojo para
evitar que la cabeza pueda salirse del mango y alisando las rebabas de las testas machacadas con la sierra de
cortar metales.
EL TRONZADOR O CORVINA
Es una herramienta de sierra de corte por vaivén que consta de dos mangos extremo (cada uno de los cuales es
accionado por un operario) y una hoja de acero (de longitud equivalente al diámetro a cortar más un metro) que
presenta en su borde convexo dientes, unos triangulares isósceles para abrir la vía de corte y otros de tipo garlopa
para arrancar la madera.
Hay también tronzadores con mango curvo (sierras de arco), en que la hoja trabaja bajo tensión, diseñados para
ser usados por un solo operario y para cortar madera de pequeña dimensión. Suelen tener dientes triangulares.
Hoy en día tienen escasa utilizada en el monte.
LA MOTOSIERRA MODIFICADA
Son motosierras a las que se ha incorporado un asidero peculiar, en forma de triángulo, para cortar sin agacharse
(felling frame). Su diseño se adecua a la corta de árboles de pequeño diámetro, de forma que el motosierrista
esté de pie y empuje más fácilmente al árbol para dirigir convenientemente su caída.
Tienen el inconveniente de que la longitud del brazo de torsión genera fuertes momentos que pueden ser difíciles
de controlar, con cierto peligro para las piernas del operador. En los montes españoles prácticamente no se han
utilizado.
LA MOTODESBROZADORA
Es una máquina de corte por diente, con movimiento circular de alta velocidad, que se emplea para la limpieza del
monte (desbroce), pero que puede también utilizarse para el apeo de árboles de pequeño tamaño (hasta 15 cm de
diámetro en la base).
Las características de esta máquina son muy parecidas a las de la motosierra, sobre todo en cuanto al conjunto
motor. La diferencia estriba en la transmisión y en el órgano de corte. La primera se consigue por medio de un
embrague centrífugo (igual que en la motosierra), que va seguido por un poco más de un metro de longitud y de
una caja reductora de engranajes cónicos, que mueven el órgano de corte.
Al órgano de corte, para su empleo en el apeo, se le pueden acoplar los siguientes accesorios:
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Sierra circular convencional: se trata de una sierra con dientes adaptados al corte transversal de
madera, que pueden ser de varios tipos: dientes de carburo de tungsteno de paso pequeño (con perfil loro) o
dientes de acero HSS de perfil triangular (con afilado alterno a cada lado del diente).
Sierra circular con dientes en forma de gubia (similares a los de la motosierra).
Accesorios de tres cuchillas: para desbroce.
Hilos cortantes: para segado de herbáceas.
MAQUINARIA AUTOMOTRIZ PARA EL APEO Y PROCESADO DE LA MADERA
Se caracteriza, en general, por formar parte de un tractor o ir acoplada al mismo. El tractor proporciona a este
tipo de máquinas, por una parte, la capacidad de movimiento necesaria para aproximarse a los árboles a cortar o
procesar y, por otra, la fuerza motriz necesaria para efectuar el apeo y otras funciones de procesado.
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- GUILLOTINA: su elemento de corte consiste en una sola cuchilla de doble filo (biselado) que, en
lugar de girar, se desplaza en su plano, guiada por unas deslizaderas. También debe disponer de
una contracuchilla en el lado opuesto.
- CIZALLAS: (tijeras) el elemento de corte se compone de dos cuchillas que giran en sentidos
opuestos alrededor de un pasador común.
- DOBLE GUILLOTINA: su elemento de corte se compone de dos cuchillas de doble filo, que se
mueven en un mismo plano, en sentidos opuestos, guiadas por una deslizadera.
La elección entre uno u otro de los diferentes tipos de cabezales de corte se puede basar en las ventajas e
inconvenientes de cada uno de ellos:
Peso del cabezal: los cabezales de corte mediante sierra de cadena son notablemente más ligeros
que los de cuchillas. Es una ventaja de los primeros si el cabezal se monta en punta de grúa, dado que un
mayor peso puede originar desequilibrios, especialmente al alejar el cabezal de la máquina base, con lo que el
alcance efectivo de la grúa se reduce si se emplea cabezal de cuchillas.
En el caso de los tractores con el cabezal de corte incorporado a su chasis a través de un dispositivo hidráulico
de volteo (sin grúa), un menor peso puede ser una desventaja, dado que la máquina base gana estabilidad
frente a los empujes debidos a los esfuerzos de apeo y desplazamiento de los árboles.
Velocidad de corte: la velocidad de corte es mayor en las cuchillas que en la sierra de cadena; así,
para cortar un árbol de 30 cm de diámetro se tardará apenas dos segundos con un cuchilla de cizalla, de tres a
cuatro segundos con una guillotina y unos seis si se utiliza una sierra de cadena.
Calidad del corte: mientras que la sierra de cadena efectúa un corte limpio, las cuchillas dejan una
sección de corte muy deteriorada, con aparición de fendas y deformaciones en la madera hasta una altura de
25 cm. En el caso de que el destino de la madera sea la industria de desintegración, este deterioro no es un
inconveniente, pero en los demás casos (aserrío, desenrollo, postes y apeas) puede ser inaceptable al afectar a
la troza basal, la parte más valiosa del árbol.
Mantenimiento del útil: las cuchillas, por su robustez, tienen un mantenimiento menos frecuente y
más fácil que las sierras de cadena.
Aprovechamiento del fuste: la mayor robustez de la cuchilla hace que el maquinista no tenga tanto
reparo en aproximarse al suelo, y por lo tanto aproveche unos centímetros más de fuste, lo que supone una
cantidad de madera que en algún caso llega al 5% del total del volumen de la explotación.
Potencia requerida: la energía necesaria para el corte mediante cuchillas es de tres a cinco veces
más elevada que mediante sierra de cadena y aumenta con el diámetro del árbol a cortar. Ello obliga a
disponer de una máquina base muy potente, o a utilizar acumuladores hidráulicos que permitan liberar de
forma instantánea una gran cantidad de energía.
En resumen, vistas las ventajas e inconvenientes que presentan cada uno de los tipos de cabezales de corte, no
existe una clara diferencia que permita señalar un tipo como idóneo en todas las circunstancias. El mercado
parece orientarse cada día más hacia las sierras de cadena, porque su calidad de corte proporciona mayor
polivalencia, al poderse aplicar tanto en el apeo de madera de sierra como de desintegración, lo que no ocurre con
los cabezales de cuchilla.
Existen diversos tipos de máquinas cortadoras-apiladoras. Los cabezales de corte de estas máquinas pueden
situarse en el extremo de una grúa o bien en la parte frontal de la máquina, uniéndose a ella mediante dos brazos
de volteo. Esta diferencia de diseño lleva consigo una forma diferente de actuación y un ámbito de aplicación
distinto, por lo que es la característica principal que se utiliza para clasificarlas:
Cortadora-apiladora con cabezal en punta de grúa: es una máquina que no necesita sitiarse en la
base del árbol para apearlo, bastando colocarse a una distancia de entre 6 y 14 m de la misma (alcance de la
grúa). Su procedimiento operativo consiste en el posicionamiento de la máquina a esta distancia del árbol en
una posición estable, y la aproximación por medio de la grúa, del cabezal al árbol, situándolo en su base con
las garras abiertas alrededor del fuste. Tras el cierre de las garras de sujeción alrededor del árbol, el elemento
de corte actúa y lo apea.
Cortado el árbol, la máquina lo levanta ligeramente con la grúa y lo voltea, depositándolo finalmente en el
suelo. Sin mover el tractor, el maquinista vuelve a dirigir la grúa a otro árbol y, tras apearlo, lo coloca sobre el
anterior formando una pila. De esta forma la máquina tala y apila los árboles situados dentro del radio de
acción de la grúa sin necesidad de moverse.
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Estas máquinas suelen considerarse adecuadas para cortas de árboles de hasta 50 cm de diámetro, si bien las
basadas en máquinas de ruedas de envergadura media raramente actúan con árboles de más de 30 cm, las
grandes cortadoras-apiladoras americanas, sobre máquinas de cadenas, pueden cortar árboles mayores. Los
riesgos de vuelco debido a los momentos ocasionados por las cargas en el extremo del brazo dificultan su
utilización, en el caso de máquina base de envergadura media, en pendientes superiores al 25% aunque este
límite depende del peso de los árboles.
Normalmente los trabajos se planifican cortando por fajas de ancho variable con el alcance de las grúas (entre
6 y 14 m). Su utilización en cortas de entresaca, claras o aclareos está muy restringida porque la
productividad baja de forma muy notable y la ventaja que le proporciona el brazo articulado sólo es
aprovechada en contadas ocasiones.
La base tractora más utilizada por esta máquina es parecida al autocargador en el que ha sido sustituida la
caja, en el semichasis trasero, por una grúa hidráulica. Esta solución tiene inconvenientes como la poca
visibilidad del operario o la falta de peso suficiente en el semichasis trasero para compensar los momentos que
se producen.
Otro tipo de unidad tractora es la denominada de cabina giratoria. Esta máquina dispone una plataforma
giratoria que contiene la cabina de mandos, la grúa y, en ocasiones, el motor. El tractor se completa con el
tren de rodaje, frecuentemente de cadenas.
Cortadora-apiladora con cabezal incorporado al chasis: se caracteriza por tener que situarse al lado
de cada árbol para poder efectuar su apeo, lo que obliga a desplazamientos y maniobras que consumen mucho
tiempo. Este grave inconveniente hizo evolucionar a estas máquinas hacia la especialización en trabajos de
claras, aunque están casi en desuso. En tal caso, se disponen sobre un tractor de dimensiones muy reducidas,
que facilita su movimiento por el interior del monte.
La forma de operar es la siguiente: el tractorista conduce la máquina hasta la base del primer árbol a cortar,
actúa sobre las garras de sujeción para rodearlo por su base y después sobre el elemento de corte para llevar
a cabo su apeo. Se puede proceder como en el caso anterior, volteándolo y depositándolo en una pila, pero
hay máquinas de apeo múltiple, que sin soltar el primer árbol apeado, se dirigen al segundo, lo cortan, y sin
soltarlos se dirigen a un tercer árbol y así sucesivamente. Una vez que una máquina de este tipo tiene un haz
de árboles suficientemente grande, gira el cabezal de corte depositándolos en el suelo y repite el ciclo.
Su ámbito de aplicación estricto es el de las claras tempranas, talando árboles de alrededor de 15 a 30 cm de
diámetro. El terreno no puede ser escabroso, ni tener una pendiente superior al 20%.
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de forma, etc., características muy difíciles de objetivar, y por tanto de automatizar. Por ello, caso
de tronzarse en monte, deberá ser el maquinista de la procesadora en que decida en cada caso la
longitud de tronzado más adecuada.
- DEPÓSITO DE APILADO: en algunas procesadoras, a continuación (o debajo) de la tronzadora se
dispone un pequeño depósito donde la madera, una vez tronzada, se va apilando. Cuando el
depósito se encuentra completo, se abre por su fondo y deja apilada la madera, perfectamente
reunida sobre el terreno.
El apilado en estos depósitos suele hacerse únicamente cuando la madera tiene como destino la
industria de desintegración, dado que en este caso toda la madera tiene la misma longitud. Cuando
alguna troza tenga como destino la industria de aserrado (trozas basales de árboles de tamaño
medio), al madera pasa directamente de la tronzadora al suelo, para lo cual el depósito posee medio
fondo abatible en los dos sentidos: cuando se abate hacia el terreno toda la madera apilada cae,
pero cuando se abate hacia arriba permite, por una parte sujetar la madera anteriormente apilada, y
por otra que caiga al suelo la troza recién aserrada.
En el procedimiento operativo de la elaboración de madera mediante procesadora, la máquina circula por el monte
hasta situarse próxima a la primera pila de árboles apeados, en cuyo momento se estaciona y empieza a trabajar.
La grúa se aproxima a la pila y atrapa, mediante la pinza o grapa, uno de los árboles previamente reunidos,
alineándolo con la testa más gruesa entre los rodillos de sistema de alimentación. Éstos se cierran, aprisionándolo
y comienzan a girar, con lo que le obligan a pasar por los útiles de desrame y de tronzado.
Mientras se lleva a cabo el desrame y el tronzado del árbol, el maquinista dirige de nuevo la grúa para capturar y
aproximar el segundo árbol al sistema de alimentación. Procesado el primer árbol, el operario deposita el segundo
sobre los rodillos, volviendo a emplear la grúa para enganchar el tercero. Mientras agarra y aproxima el tercer
árbol, los rodillos alimentadores obligan a pasar el segundo fuste por la desramadora y tronzadora, reiniciándose el
ciclo.
el desrame del árbol en la longitud recorrida por la garra. Al recogerse el émbolo, se queda fija la garra
desramadora moviéndose el resto del cabezal de nuevo e ciclo.
Las cosechadoras de brazo extensible son las que obtiene una mejor calidad de desrame para ramas de
tamaño promedio (alrededor de 5 cm de diámetro) pero a costo de una mayor lentitud de desrame y de
mayores problemas mecánicos. También se les achaca una mayor dificultad para el desramado de árboles
tortuosos.
En el procedimiento operativo para el trabajo de cosechadoras forestales se distinguen diferentes técnicas de
funcionamiento, según el tipo de máquina:
Cosechadoras con cabezal de apeo y procesado en punta de grúa: la máquina circula por el monte
hasta situarse al alcance del árbol a cosechar. Se estaciona y, operando la grúa, sitúa el cabezal en la base del
árbol. El cabezal corta el árbol y lo voltea, posicionándolo horizontalmente, momento a partir del cual empieza
a funcionar como procesador, desramándolo y tronzándolo. Sólo cuando ha concluido de procesar el árbol, la
máquina puede iniciar el apeo de otro.
Cosechadoras con cabezal de apeo en punta de grúa y plataforma de procesado independiente: el
posicionamiento y el apeo se realizan de la misma forma que en el caso anterior. Talado el árbol, el
maquinista lo sitúa mediante la grúa en el sistema de alimentación de la plataforma procesadora. Una vez que
el árbol se está procesando, el maquinista puede dirigir la grúa hacia otro árbol y talarlo, sin necesidad de
esperar a que concluya el procesado del anterior.
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automáticamente y el resto baja hasta el pie del mástil para repetir la actuación. Mientras tanto, el operador
ha vuelto a actuar sobre la grúa para agarrar un nuevo árbol, reiniciando el ciclo.
De acuerdo con las guías del Consejo de Seguridad Forestal de la British Forestry Comission (1990), las principales
normas de seguridad específicas, además de las genéricas para el empleo de tractores en trabajos forestales, son
las siguientes.
MANTENIMIENTO Y REPARACIONES
Se deben cumplir estrictamente las instrucciones que figuren en el manual de mantenimiento suministrado por
el fabricante.
Antes de las operaciones de mantenimiento o limpieza (remoción de malezas de la máquina o limpieza de las
células fotoeléctricas), hay que parar el motor y disponer todos los elementos de trabajo de la máquina de
modo que resulten fácilmente accesibles.
Cuando sea posible, el operario debe asegurarse que el aceite hidráulico en los sistemas que deben ser
reparados u objeto de mantenimiento no se encuentre bajo presión antes de comenzar el trabajo. Cuando no
sea posible descargar el aceite de presión una vez parado el motor, se debe tener gran cuidado para aflojar
cuidadosamente las juntas liberando gradualmente la presión.
No hay que utilizar las manos para comprobar pérdidas de aceite. Es preferible emplear un trozo de papel o
cartón. El aceite hidráulico a presión puede penetrar a través de la piel. En caso de que se sospeche esta
posibilidad, hay que requerir inmediatamente atención médica, dado que se puede producir gangrena.
Hay que retirar los residuos inflamables que puedan engancharse en los bajos de la máquina u otras áreas
similares.
No se deben elevar manualmente los tanques de combustible para reponer. Si se requiere alimentación por
gravedad para dicha operación, los bidones deben situarse de forma segura sobre pilas de madera bien
formadas, bordes de talud, etc.
Se debe cortar inmediatamente cualquier vertido de aceite o urea.
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Hay que reparar o renovar la cadena con la debida periodicidad, manteniendo todos sus elementos (incluyendo
los limitadores de profundidad) de acuerdo con las instrucciones del fabricante.
Es necesario asegurarse del buen funcionamiento del sistema de lubricación de la cadena.
PROCEDIMIENTOS DE EMERGENCIA
Es importante que una persona responsable, además del maquinista, conozca el plan de trabajo diario, y que se
establezca un procedimiento de actuación en caso de emergencia. Cuando sea posible, puede ser útil un sistema
de comunicación mediante radios, incluyendo la definición de una señal de emergencia.
ESTACIONAMIENTO DE LA MÁQUINA
Hay que estacionar el terreno llano siempre que sea posible. Si se hace en pendiente, es conveniente calzar
las ruedas. Si la máquina se estaciona para pasar la noche, se debe inmovilizar.
Es obligatorio utilizar el freno de estacionamiento cuando se para la máquina.
Hay que asegurarse de que los equipos hidráulicos queden en la posición más baja posible, y que la presión
hidráulica de todo el sistema se deje descargada (si su diseño lo permite). También hay que cerciorarse de
que la espada quede escondida o de que las cuchillas queden en una posición segura.
REGLAS DE CONDUCCIÓN
Se debe llevar a cabo una inspección previa del área de trabajo para identificar los lugares de riesgo.
Hay que planear el trabajo de modo que las ramas y puntas ayuden al movimiento de la máquina por terrenos
difíciles.
Se debe emplear cadenas y/o semiorugas de acuerdo con las condiciones del terreno, y teniendo en cuenta los
posibles cambios meteorológicos.
Es necesario utilizar cinturón de seguridad y no dejar objetos sueltos en la cabina.
AL conducir la cosechadora, hay que respetar los límites indicados en el manual suministrado por el fabricante.
Durante la marcha, se debe evitar la pendiente lateral excesiva. Si es inevitable en un momento dado, es
conveniente extender la grúa hacia el lado más alto para ganar estabilidad.
El maquinista tiene que asegurarse de que la grúa está en la posición de transporte correcta antes de poner la
máquina en movimiento.
Para reducir los riesgos si se producen situaciones inesperadas (climáticas, topográficas o mecánicas) es
conveniente conocer las técnicas de conducción de emergencia, que sólo se deben emplear para mover la
máquina hasta una posición segura.
Si la máquina patina conduciendo hacia abajo, hay que soltar los frenos, incrementar gradualmente la
velocidad y continuar en línea recta hacia delante hasta que se recupere la tracción.
Hay que evitar conducir, salvo que no haya más remedio, sobre árboles apeados o trozas.
Es fundamental mantener las ventanillas y puertas cerradas durante las conducción, apeo y procesado.
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No se debe operar la grúa cuando cualquier parte de la máquina o del árbol a abatir esté dentro de un
radio de 15m de una línea eléctrica de alta tensión (con torres de acero) o de 9m en el caso de líneas
suspendidas de postes.
No se debe operar la sierra en dirección a la cabina, independientemente del grado de protección del
tractorista. Tampoco se debe operar la sierra en dirección a ninguna persona que se encuentre en un radio de
200m.
En condiciones normales de trabajo, se debe interrumpir la tarea inmediatamente si cualquier persona o
máquina entra en la zona de peligro especificada para la máquina, generalmente en un radio igual a la
longitud de la grúa más dos veces la altura de los árboles. Puede haber excepciones en momentos de
supervisión, entrenamiento o estudio de tiempos.
Cuando alguna máquina (que debe tener, en todo caso, protección suficiente para su operador) necesite
trabajar dentro de este radio, hay que evaluar el riesgo y planificar un sistema de trabajo lo más seguro
posible en cada caso.
No se debe sobrecargar la máquina, dado que se perdería estabilidad. No se debe manipular con la grúa
árboles pesados o de tamaños superiores a los indicados por el fabricante o recomendados por la experiencia.
Hay que dejar el material procesado en una posición segura y estable, con una acceso seguro para la
maquinaria de saca.
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Bibliografía de lectura:
• **El Aprovechamiento Maderero. E. Tlosana; S. Vignote. Cáp. 2.2, Maquinaria de saca.
Edición Mundi-Prensa 2000.
• ** Los Tractores en la Explotación Forestal. Vignote Peña. Ministerio de Agricultura Pesca y
Alimentación, España.Mundi-Prensa.1993.
Bibliografía de referencia:
• *Aprovechamiento de forestales implantados en Entre Ríos. Ing. Ftal. Maximiliano Masut, Ing.
Ftal. Luis Mestres. V° Jornadas Forestales de Entre Ríos. Septiembre 1990.
• *Sistemas de maderero con cables. Pág. 106-111. FAO Montes 2.
• *Instrucciones de trabajo para el funcionamiento de tractores de ruedas y cabrestantes de cable
rastrero. Anton Trzesniowski. Pág. 217-219. Requisitos de los tractores de ruedas empleados en el
trabajo forestal. Pág. 220-224. FAO Montes 33, “La explotación maderera de bosques de montaña”.
• **A utilizaçao de animaes em operaçoes de extraçao floresta. Oscar K. Tanaka. Pág. 119-132.
Simpósio sobre exploraçao, transporte, ergonomía e segurança em reflorestamentos. Año
1987.
• **Utilizaçao de feller-bunchers e autocarregáveis na exploraçao florestal. Equipe técnica da
Duraflora S/A. Pág. 325-348. I Simpósio Brasileiro sobre exploraçao e transporte florestal.
Año 1991.
• **Comparación técnica de los métodos de saca de madera en las islas del Delta del Paraná. Papel
Prensa. 1980.
• **Introducción y desarrollo de nuevas técnicas de aprovechamiento forestal en el Bosque Patagónico
Argentino. Ing. Ftal. Pedro Pantenius.
• **Transporte de madera con tractor agrícola. Manual Suecia.
• **Ensayo de extracción de madera con helicóptero en el Delta. Papel Prensa.1980.
• *Introducción a los equipos de cable empleados para la extracción de madera. Rudolf Meyr. Pág.
205-210. FAO Montes 33, “La explotación maderera de bosques de montaña”.
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MAQUINARIA DE SACA
Los requerimientos impuestos a un tractor de saca por su medio y por su trabajo son bastante estrictos. El tractor agrícola no responde en su
concepción a dichas exigencias, por lo que su uso supone un descenso de rendimiento de las operaciones y una menor seguridad para los
trabajadores. No obstante, dado el pequeño tamaño de la mayor parte de las empresas de explotación, que conlleva una capacidad de
inversión limitada, este tipo de tractor realiza un gran porcentaje de la saca en los aprovechamientos españoles.
Aunque en términos generales, su reducida productividad conduce a una menor rentabilidad, en el caso de aprovechamientos de pequeño
volumen, la pérdida de competitividad económica no es tan clara, dado los mayores costos fijos de las empresas de cierto tamaño que emplean
maquinaria forestal con respecto a las familiares, que emplean con frecuencia la agrícola (costos de gestión de compra, de contratación y
transporte de máquinas, etc.).
Por tanto, si bien el tractor agrícola no es una máquina adaptada a las condiciones forestales, su utilización está en muchos casos justificada,
aunque conviene equiparlo y tomar una serie de precauciones en su utilización, buscando una mayor seguridad del tractorista y un aumento de
su eficiencia en las operaciones.
b) Remolque para transporte de madera. Este apero es el más utilizado, por ser también útil en labores agrícolas y porque se
adapta al transporte de madera tronzada en longitudes cortas. Los remolques pueden ser de tipo carretón o trailer.
c) Remolque tipo carretón. Preferido cuando el uso habitual es el desembosque de madera, monta un único eje. Proporciona una
mayor adherencia al tractor, pues carga su peso cobre su eje trasero. Ester remolque debe disponer de los siguientes
elementos: eje (preferiblemente con ruedas bogies, para ganar estabilidad), plataforma adaptada a la carga de madera
(transversal o longitudinal; la base está formada por dos o más perfiles de acero longitudinales y dos o más transversales;
además tiene barras intercambiables para sujeción de la carga).
d) Remolque tipo trailer. Es el que mejor se adapta cuando se combina el desembosque con el transporte, tanto forestal como
agrícola. Su característica principal es el disponer de al menos dos ejes. Este tipo de remolque presenta la ventaja de su mayor
estabilidad, aunque puede presentar problemas de adherencia cuando circula por terreno forestal, al no ceder apenas carga
sobre el eje de tracción del tractor, que puede por ello presentar problemas de adherencia. Una solución relativamente sencilla
ofrecida por algunos constructores para resolver los problemas de escasa adherencia, consiste en dotar de tracción al eje trasero
del remolque, incorporando los siguientes elementos: árbol de transmisión de suficiente longitud como para conectar la toma de
fuerza al diferencial, diferencial, mecanismo de tracción (rodillo estriado inclinable manualmente hacia abajo o arriba, según se
quiera dar o no tracción al eje trasero), eje tipo bogie de ruedas en tándem.
e) Grúa de carga. En un tractor agrícola es posible instalar dos tipos de grúas, según su accionamiento: grúa mecánica (la más
sencilla y económica de instalar; sirve para reunir y para cargar madera, pero es lenta de manejar. Casi no se usa) o grúa
hidráulica (rápida y sencilla para cargar la madera; es más cara, requiere mayor potencia y tiene un mantenimiento más
complejo. Uso generalizado). Para instalar una grúa hidráulica en un tractor agrícola es necesario disponer de una bomba
hidráulica acoplable a la toma de fuerza del tractor, un depósito de aceite del circuito hidráulico, un distribuidor de presión, la
grúa propiamente dicha, una sujeción para transporte en carretera y un acoplamiento robusto al chasis del tractor en su parte
más baja, patas extensibles de accionamiento manual o hidráulico, mangueras, tuberías y válvulas de presión. En cualquier
caso, es conveniente que la grúa disponga de un pequeño cabrestante auxiliar para acceder a la madera cuando se encuentre
en una situación poco accesible.
Otros dispositivos: además de los elementos señalados, es conveniente incorporar herramientas y equipos auxiliares. Entre otros, se
debe disponer de los siguientes:
- Motosierra y equipo complementario de la máquina.
- Cable de maniobra, para accionar a distancia el embarque o freno del torno del cabrestante o la grúa, cuando su accionamiento es
mecánico.
- Cadenas y piezas de enganche para el enganche de las trozas.
- Ganchos, palancas y/o tijeras de tracción para el manejo de madera.
- Poleas de derivación.
OTRAS CONSIDERACIONES
En cuanto a las condiciones de utilización y formas de organización del trabajo de desembosque mediante tractores agrícolas, dependen de que
su adaptación se oriente al trabajo por arrastre o a la carga en remolque, pero en ambos casos son las mismas que en el caso de los tractores
forestales, con las salvedades de que no pueden entrar en el monte cuando la pendiente supera el 15-20% (en este caso, se pueden usar para
cablear la madera desde una pista) y de que su productividad se reduce mucho con respecto a aquellos.
Los rendimientos de la saca con tractor agrícola adaptado, en su forma más común en España (con grúa y remolque), dependen de los
mismos factores que la saca con autocargador, aunque son siempre más reducidos por su menor capacidad de carga y peor adaptación a los
terrenos forestales, lo que implica también que tiene limitado su campo de actuación.
De acuerdo con Vignote, S. et al. (1999), en la saca de los cuatro primeros aclareos con tractor agrícola adaptado, los rendimientos obtenidos
en las explotaciones en que se emplearon, el tractor fue de 6,4 m3/h productiva, como se puede apreciar, bastante menores que con
autocargador o skidder. Además, los coeficientes de tiempo productivo sobre tiempo de trabajo (62,5% como media) y sobre tiempo de
presencia (41,4%) son también bastante menores.
Las capacidades de carga observadas de las máquinas variaron entre 5,8 y 7,4 m3 con corteza (media de 6,4) y, a pesar de que los aclareos
tenían volúmenes muy variables (entre 21 y 157 m3/ha con corteza), y de que las pendientes medias también lo fueron (entre 0 y 41%, media
de 22%), los rendimientos se vieron condicionados básicamente por la distancia de desembosque.
Por lo que respecta a las medidas de seguridad en su utilización, además de lo indicado al tratar de los dispositivos de protección y de las
técnicas de conducción para evitar el vuelco longitudinal (encabritamiento), es de aplicación lo indicado para tractores forestales.
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El medio más adecuado para el desembosque de madera es el tractor forestal en alguna de sus modalidades. También es frecuente la
utilización de otros medios, como el tractor agrícola, camión todo terreno o carretón, pero su escasa adaptación a las dificultades del medio
forestal circunscriben su uso a los trabajos de cableo desde pistas o a terrenos más accesibles y, aún en estos casos, se presentan problemas
de productividad y de seguridad con respecto a los tractores forestales.
- DIMENSIONES: el ancho del tractor raramente supera los 2,5 m, siendo frecuentes los 2 m e incluso existen tractores aún más
estrechos, especialmente diseñados para cortas de mejora. En cuanto a su longitud, oscila entre los 3 m en tractores para aclareos y
los 8 m de algunos autocargadores.
- RADIO DE GIRO: para el caso de tractores oruga, el giro se logra inmovilizando un lateral del tren de rodaje, con lo que el radio de giro
equivale a la longitud del tren de rodaje.
En los tractores de ruedas, el radio de giro sería muy grande si se montaran una dirección convencional como la de los vehículos de
carretera, dado que poseen ruedas de grandes dimensiones. Para evitarlo, los tractores forestales de ruedas se diseñan incorporando
un sistema articulado de dirección, consistente en disponer los ejes en dos semichasis independientes unidos por una articulación que
hace de eje de giro. EL giro no se consigue variando el ángulo de las ruedas con respecto al chasis (de hecho, las ruedas son siempre
paralelas a cada semichasis), sino por el movimiento, mediante uno o dos cilindros hidráulicos de doble efecto, de un semichasis con
respecto al otro.
Una última ventaja del sistema es que las ruedas traseras describen la misma trayectoria que las delanteras. De esta forma, el
conductor sólo tiene que preocuparse, al salvar los obstáculos, de superarlos con las ruedas delanteras.
- TRANSMISIÓN: es seguramente el sistema del que existe más diversidad en los tractores forestales. La transmisión clásica, formada
por un embrague monodisco (o con mucha frecuencia dos embragues, uno al eje de la caja de cambios y otro al eje de la toma de
fuerza), una reductora y una caja de cambios, presenta los siguientes inconvenientes en su aplicación a los tractores forestales:
a) Dificultad de aprovechamiento de la potencia del motor. Sea un tractor con V velocidades, que al par máximo le permiten
desarrollar las fuerzas ET1,… Etx; sólo cuando los requerimientos de fuerza del tractor sean iguales a estos valores se
aprovecha toda la potencia del motor, pero en los valores intermedios, el tractor deberá funcional proporcionando esfuerzos
inferiores a los que podría desarrollar el motor.
b) Dificultad de conducción. Los continuos cambios de pendiente y obstáculos que presenta el terreno requieren una adaptación
continua de la fuerza de tracción que obliga a un cambio ininterrumpido de velocidades si se quiere aprovechar su potencia al
máximo (o a conducir a velocidades reducidas para tener una reserva de fuerza). El cambio frecuente hace la conducción
incómoda y además desgasta rápidamente el embrague, pudiendo incluso poner en peligro la estabilidad longitudinal del
tractor.
Estos inconvenientes pueden soslayarse con la incorporación del convertidor de par a la transmisión, en lugar del embrague
convencional. Se conoce entonces como transmisión hidrodinámico-mecánica.
El convertidor de par es un embrague en el que se intercalan, entre el impulsor (movido por el motor) y el rotor (que mueve la
transmisión), unos álabes que, de acuerdo con los requerimientos de potencia del tractor, pueden cambiar de orientación modificando la
velocidad del fluido que circula por el embrague y, por tanto, aumentando o disminuyendo la velocidad del tractor a costo de disminuir
o aumentar el esfuerzo de tracción disponible. Se consiguen así las siguientes ventajas:
a) Se necesita un número mínimo de revoluciones del motor (y por tanto del impulsor) para que el fluido sea capaz de mover el
rotor. A partir de este régimen (aproximadamente 500 rpm) el movimiento del rotor es paulatinamente creciente, no
entrando bruscamente en movimiento como un embrague clásico. Es por tanto, imposible que se cale el motor.
b) Cuando el tractor se encuentra con un obstáculo o una pendiente que exige una mayor potencia, automáticamente los álabes
cambian de inclinación haciendo que el rotor gire más despacio (pero con más fuerza rotatoria), funcionando el tractor como
si hubiese cambiado a una velocidad inferior.
No es que con el convertidor de par se pueda prescindir del cambio de velocidades, pero sí puede hacer que se necesiten menos
marchas, y desde luego, no es necesario realizar cambio con tanta frecuencia, perdiendo tiempo e impulso, dado que en cada marcha
se amplifica el rango de velocidades y esfuerzos de tracción.
El convertidor de par tiene, sin embargo, las siguientes desventajas:
a) Su costo es mayor que el embrague mecánico.
b) Tiene un rendimiento de potencia inferior, derivándose de ello un mayor consumo de combustible.
c) Produce ciertos problemas cuando se requiere reducir en las cuestas abajo.
Cuando se dispone de un convertidor de par, la caja de cambios suele ser diferente a la clásica, dado que no es necesario disponer de
tantas marchas y además, porque si bien al ralenti el motor no tiene fuerza para mover el eje primario, habría tendencia (si las
velocidades no estuvieran engranadas) a acuñarse los piñones de las marchas y dificultar su manejo.
Es por ello por lo que la caja de cambios, después del convertidor de par, es del tipo denominado servotransmisión, formada por tres a
cinco juegos de engranajes (funciones: marcha corta, marcha larga, marcha atrás, marcha adelante).
La transmisión hidrodinámico-mecánica es una de las más empleadas en vehículos forestales, montándose en numerosos tractores de
arrastre y en buen número de autocargadores.
Otra solución menos común para la transmisión es el denominado multiembrague. EL embrague está integrado por tantos discos
como marchas tiene el motor, resultando el cambio de marchas un simple cambio de disco de embrague.
La cadena cinemática más evolucionada es la transmisión hidrostática, bien de forma parcial, o bien en su totalidad:
a) Transmisión hidrostática parcial. (= hidrostático-mecánica) Está formada por una bomba hidráulica que transforma el
movimiento de rotación del cigüeñal en movimiento de fluido a presión en el interior de un circuito de transmisión formado
por conductos flexibles llamados latiguillos.
En dicho circuito, la relación caudal-velocidad del aceite hidráulico equivale a la relación esfuerzo de tracción-velocidad en una
transmisión clásica. La regulación, por medio de electroválvulas y distribuidores de flujo, de estos parámetros, es mucho más
sencilla y continua que en una transmisión mecánica o hidrodinámico-mecánica. El circuito hidráulico finaliza en un motor
hidráulico, que vuelve a transformar el flujo de aceite en movimiento de rotación, comenzando aquí un final de transmisión de
tipo mecánico, en que se puede intercalar un servocambio.
b) Transmisión hidrostática propiamente dicha. Está formada por una bomba hidráulica, un circuito hidráulico que conduce el
aceite a presión a tantos motores hidráulicos como ruedas y tomas de fuerza tenga el tractor. Presenta las siguientes
ventajas: la regulación de la relación fuerza de tracción-Velocidad es prácticamente continua. Ello no sólo permite reducir
cambios de marcha, sino que suaviza la transición, consiguiendo una adaptación progresiva al régimen necesario, con lo que
se reduce el desgaste de los neumáticos o cadenas y los daños al suelo. Además el régimen del motor puede ser
prácticamente continuo, no requiriéndose acelerarlo para elevar el régimen y el par cuando se necesita aumentar el esfuerzo.
Ello supone, en teoría, un menor mantenimiento del motor y una mayor duración. Por otro lado, la inexistencia de
transmisión mecánica a partir de la bomba elimina la necesidad de ejes de transmisión, arquetas de distribución, diferenciales,
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palieres, etc. Ello supone que la geometría de la máquina puede ser variable, modificando la posición relativa de las ruedas
en cualquier sentido imaginable (el chasis se mantiene horizontal, desplazándose en cualquier terreno minimizando el riesgo
de vuelco lateral).
- MANDOS DE LA DIRECCIÓN: ya se indicó que el cambio de dirección se lleva a cabo por medio de uno o dos émbolos que desplazan un
semichasis con respecto al otro: para que esta acción no requiera de esfuerzo por parte del conductos, los tractores forestales disponen
(independientemente de cual sea su tipo de transmisión) de un circuito hidráulico (con su bomba, depósito de aceite, latiguillos, válvulas
y distribuidores) mediante el cual, al variar la posición del volante o de la palanca de dirección, varía la carrera de los émbolos y con ello
se produce el giro.
Dentro de los mandos de dirección, el volante presenta ventajas por precisión, debida a la desmultiplicación del giro. Ello supone
ventajas en la maniobra a cierta velocidad (por ejemplo, en pista). A cambio, es más incómodo de manejar, dado lo frecuente de las
maniobras en los trabajos forestales.
El mando de palanca tiene las ventajas e inconvenientes complementarios. Tiene menor precisión en el giro (lo que es menos
importante para circular a baja velocidad, en el monte) pero su manejo es muy cómodo. Hay algunas máquinas que montan mando
doble, pudiéndose elegir uno u otro, según las condiciones de utilización.
- FRENOS: dada la envergadura de las cargas desplazadas por los tractores, la eficacia de los frenos es fundamental para la seguridad del
conductor. Asimismo, la acción de frenado debe facilitarse en la mayor medida al conductor, por esas mismas razones de seguridad,
por lo que normalmente se realiza a través de un circuito hidráulico o por aire comprimido, por presión de una zapata sobre los discos
de las ruedas o sobre el eje de transmisión.
Como factor de seguridad en el frenado del tractor, se dispone, además de un freno de estacionamiento, el de la pala frontal, que
puede ser aplicada al suelo inmovilizando el tractor.
Seguridad: los principios de seguridad en el trabajo con tractores forestales tienen lugar durante la saca en sentido descendente o, en
terrenos en pendiente, por el riesgo de vuelco lateral o incluso longitudinal.
Como elemento de seguridad pasiva, el tractor debe estar diseñado adecuadamente para que, en caso de vuelco, se proteja la integridad
del operario. A este respecto, debe cumplir con la normativa internacional de homologación de cabinas antivuelco. Otras medidas
preventivas en relación con el peligro de vuelco son las siguientes:
- ESTABILIDAD EN SENTIDO TRANSVERSAL: el tractor mantendrá la estabilidad transversal siempre que el cociente entre la mitad de su
ancho y la altura sobre el suelo de su centro de gravedad, sea inferior al valor de la pendiente (expresado en tanto por uno). Por tanto,
el tractor será tanto más estable cuanto más ancho sea y cuanto más bajo sea el centro de gravedad, pero ni el ancho se puede
aumentar indefinidamente (porque disminuye la movilidad), ni la altura del centro de gravedad se puede reducir (porque disminuye la
capacidad de salvar obstáculos).
En su construcción se opta por una solución intermedia donde en teoría la estabilidad está garantizada en pendientes laterales del 35%,
aunque en la realidad el límite es muy inferior, debido a la existencia de obstáculos que desequilibran al tractor y a que el centro de
gravedad del tractor articulado cambia de posición desfavorablemente cuando éste gira hacia la pendiente.
Una vez más, el desarrollo de los trenes de rodaje ha mejorado en gran medida la estabilidad transversal. Dotando al tren de rodaje de
bogies, se consigue una disminución de los desequilibrios porque, al sobrepasar un obstáculo, el eje del bogie sólo se levanta sobre el
suelo en una altura equivalente a la mitad de la del obstáculo.
- ESTABILIDAD EN EL SENTIDO DE LA MARCHA: el tractor será más estable cuanto más bajo y adelantado se sitúe su centro de
gravedad. Por ello, al contrario de lo que sucede en los tractores agrícolas, la mayor parte del peso se sitúa en la parte delantera del
tractor. Con el tractor sin carga, al eje delantero le corresponden dos tercios del peso del vehículo y al trasero el tercio restante.
Robustez: por último, otra importante condición que se exige a un tractor forestal es su robustez, como consecuencia de la dureza de los
trabajos que realiza y de las condiciones en las que se desarrolla dicho trabajo.
Ello obliga a disponer de un chasis especialmente resistente para proteger los órganos de la máquina de los golpes, así como del polvo y
barro que pueden deteriorarlos.
Es particularmente interesante dotar al tractor de una pala frontal para eliminar pequeños obstáculos o abrir trochas, además de otras
funciones (apilar madera, anclaje, etc.).
Con respecto al motor, la robustez implica:
- EL MOTOR DEBE SER DIESEL: además de su mayor vida, consumen menos y del combustible más barato. También, al ser más pesado,
proporciona una mayor tara, mejorando la adherencia.
- EL MOTOR DEBE SER LENTO: (más robustos, económicos y pesados que los rápidos) con relación carrera-diámetro del émbolo pequeña
(más fiables y económicos, pero más ligeros que los de relación alta), y con un número de cilindros elevado a costo de un menor
volumen, pues aunque proporcionen peor rendimiento de la combustión, son más robustos y pesados.
- TURBOALIMENTACIÓN: la elección no siempre es muy clara: a las ventajas de los motores turboalimentados (invariabilidad de la
potencia con la altitud, economía y mayor aceleración), se contraponen su mayor ligereza e inferior robustez a igualdad de potencia.
extraordinariamente la transitabilidad del tractor y es la causa de que, con mucha frecuencia, se presentes situaciones límite de estabilidad
como de adherencia.
Se espera de un neumático forestal que proporcione seguridad, fiabilidad y alto rendimiento (adherencia) a la máquina bajo la que se monta.
Por consiguiente, se le exige que sea duro, para resistir los sobre-esfuerzos a que se ve sometido al acometer obstáculos; que sea resistente a
los pinchazos y a los cortes de las rocas; que sea elástico para absorber los esfuerzos derivados del tránsito sobre un medio heterogéneo; que
sea polivalente para adaptarse a situaciones diversas, y que sea lo más barato posible, para que los costos de reposición no sean tan altos que
obliguen a utilizar unos neumáticos más horas de las que serían recomendables siguiendo criterios de seguridad.
En definitiva, a un neumático se le piden demasiadas cosas, y algunas de ellas son antagónicas. El diseño y fabricación de un neumático
contemplan y tratan de conjugar todas estas exigencias y, para ello, los fabricantes utilizan tecnologías muy sofisticadas que, en general, son
desconocidas e infravaloradas por el usuario. Es por esta causa por lo que los neumáticos destinados a los tractores forestales deberían
escogerse cuidadosamente, de acuerdo con la función que tengan que desarrollar.
Los tractores forestales son vehículos cuya potencia oscila entre 100 y 175 CV, con 4, 6 u 8 ruedas, en general todas tractoras, que desarrollan
velocidades pequeñas (entre 1 y 20 km/h), con chasis articulado y dirección de giro de un semichasis respecto del otro. El tipo de trabajo
desarrollado depende del tipo de tractor. Los autocargadores están diseñados para transportar la madera totalmente suspendida sobre el
remolque, mientras que los tractores arrastradotes desemboscan la madera arrastrándola sobre el suelo forestal. Circunstancialmente pueden
realizar trabajos de empuje con la cuchilla delantera. El terreno por donde circulan es suelo forestal, distinguido por la elevada pendiente, la
abundancia de obstáculos (tocones, restos de material leñoso, piedras rocas y otros materiales de carácter abrasivo y cortante), así como por
su escasa adherencia y su relativa facilidad de deformación y, por tanto, compactación.
Los neumáticos forestales son los únicos diseñados para trabajar en tales circunstancias. Son neumáticos anchos con una amplia superficie de
contacto con el suelo que permite distribuir mejor el peso y reducir la compactación, favoreciendo la capacidad tractora de la máquina. Su
escultura, a base de tacos altos, resistentes al arranque, permite el anclaje sobre el suelo paliando en parte la falta de adherencia del conjunto
suelo-neumático.
Su estructura admite una capacidad de carga elevada como resultado del trabajo que realizan. Esta característica es la causa de que
prácticamente todas las cubiertas tengan una arquitectura convencional reforzada. No utiliza la arquitectura radial.
La presión de inflado del neumático es una característica determinante del comportamiento del mismo y está estrechamente ligada a la
arquitectura de la cubierta y a la carga. Los neumáticos forestales deben transmitir bajas presiones al suelo para evitar su compactación, pero
al mismo tiempo, deben soportar cargas muy altas. Los fabricantes, en sus catálogos, exponen la presión ideal de trabajo en función de la
carga y la velocidad. Una presión más baja de la recomendada mejora la movilidad del tractor al adaptarse a los obstáculos, sin embargo la
cubierta sufre unas deformaciones que disminuyen su vida útil. Una sobre-presión aumenta la profundidad de las rodadas y la compactación
del suelo, dificultando la superación de obstáculos y la conducción.
Es imprescindible una elevada resistencia a cortes y perforaciones, tanto en la banda de rodamiento como en los flancos y en la unión entre la
cubierta y la llanta. Esto exige que la estructura de la cubierta esté reforzada habitualmente con mallas de cable de acero por debajo de la
banda de rodamiento. Los flancos son, generalmente, los puntos débiles del neumático y deben ser objeto de especial atención utilizando
gomas más anchas y más resistentes.
La unión entre el talón y la llanta, así como la válvula de inflado deben estar protegidos para impedir la entrada de cuerpos extraños.
A pesar del desarrollo de la investigación y de las constantes innovaciones tecnológicas, la fabricación de un neumático forestal es un proceso
muy complicado donde intervienen muchas variables. Es, por tanto, muy recomendable dejarse aconsejar por expertos cuando se trata de
montar unos neumáticos nuevos, cuyo costo puede representar el 10% del costo total del tractor. Una vez montados, seguirá siendo preciso
atender a las sugerencias del fabricante en cuanto a presión de inflado y capacidad de carga, para obtener un óptimo rendimiento en el trabajo.
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Los tractores arrastradotes o skidders se caracterizan por desemboscar la madera por arrastre. Lo más frecuente es que el extremo basal del
fuste se suspenda del tractor, mientras que el otro es arrastrado en contacto con el suelo.
Sólo en el caso de que la madera sea corta (longitud < 2,5 m) y haya sido reunida previamente en pilas de 3 a 6 estéreos, el transporte se
realiza con las trozas totalmente suspendidas.
PROCEDIMIENTO OPERATIVO
En este tipo de tractor se emplean diversos sistemas de desembosque que se describen brevemente:
Caso general: desembosque por semiarrastre con el tractor transitado en el interior del monte. El tractor se acerca a la zona
de trabajo y se detiene y ancla en la posición más favorable para reunir la carga. El tractorista o su ayudante toma el extremo del cable y
lo extiende hasta la madera a desemboscar. Engancha las trozas al cable tractor y da orden al maquinista (o usa el mando de control
remoto) para recoger el cable y arrastrar la madera hasta la trasera del tractor esquivando árboles y tocones remanentes. Una vez allí,
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accionando el cabrestante, se elevan las testas sobre el suelo y el tractor se desplaza, transportando la madera semiarrastrada hasta el
cargadero. Se descarga y regresa para iniciar el ciclo. Es corriente, al encontrar algún obstáculo de consideración en este trayecto a
cargadero, liberar el cable dejando la carga en tierra, superar el obstáculo y luego recoger la carga por arrastre desde una posición más
estable.
La técnica tiene dos variantes:
- Para sacar la madera de ciertas dimensiones (últimos raleos, cortas de aclareo o a hecho): enganche de fustes, árboles o trozas largas
“de uno en uno” con distintos ganchos o bucles, aunque se pueden reunir de una vez varias piezas.
- Para sacar fustes o árboles completos de menor dimensión (generalmente raleos), se reúnen previamente mediante tracción animal,
manualmente o con ayuda de la pala frontal en “haces” de 3 a 8 trozas que se enganchan en el mismo bucle.
Desembosque por cableo desde la pista: si existe una red de vías de saca suficientemente densa para que pueda sacarse la madera
sin necesidad de que el arrastrador transite fuera de ellas, el skidder circula por una vía y el tractorista lo fija en la posición más cercana a
la madera. El ayudante (o el mismo tractorista, si dispone de control remoto) aproxima el extremo libre del cable a la madera,
enlazándola. Posteriormente se recoge el cable, reuniendo las trozas en la vía de saca o sus proximidades (talud). Una vez allí, el
ayudante o el propio tractorista desengancha la madera y vuelve a tirar del cable tractor para iniciar un nuevo ciclo.
Este método es propio de pendientes muy fuertes o terrenos muy difíciles por otros motivos (afloramientos rocosos, escabrosidad) en que
se arrastra la madera desde pistas temporales abiertas según líneas de nivel separadas 40-80 m y generalmente en sentido ascendente
(por ser más fácil la extensión del cable y más controlado el arrastre de la carga), aunque en este caso se trata de un tractor agrícola
adaptado al trabajo como arrastrador.
Es un sistema que puede producir muchos daños, tanto por la apertura de pistas necesaria como por los daños causados por la madera en
arrastre total en largas distancias (especialmente si hay masa residual). Por ello, debe limitarse su uso a los casos en que sea
imprescindible y los daños causados sean moderados.
En realidad, este sistema puede considerarse, más que un tipo de desembosque con skidder, una variante de desembosque con cable,
concretamente el sistema conocido como “a cabo perdido”.
Desembosque por cableo cerrado desde la pista: se trata de una variante del caso anterior, en el que el tractor funciona únicamente
como elemento motriz del torno, disponiendo de un doble cabrestante. Uno de accionamiento del cable tractor y el otro que soporta un
cable de retorno para así, una vez que se desenganchen las trozas, hacer volver al cable tractor hasta la zona d corta sin necesidad de que
el ayudante acompañe a la madera durante el arrastre. Mientras tanto puede lazar las siguientes trozas a extraer.
arrastrados en nuestras latitudes oscila entre 3 y 4 dependiendo de su dimensión y del sentido de saca, para maderas de cortas finales, y
puede superar los 20, enganchados en atados de 10 fustes o árboles, para madera de pequeñas dimensiones.
El número de operaciones de reunión por cada ciclo es también variable (entre una sola y más de cinco), dependiendo sobre todo de la
densidad de corta (a mayor, menor número de reuniones), del tipo de corta (menor en cortas a hecho) y de si hay o no algún tipo de
reunión previa.
Descarga de la madera: suele consumir el restante 10-15% del tiempo. Es sencilla, pues basta con soltar el cable y desenganchar los
bucles, recuperar las cadenas o lingas y luego aplicar con la pala delantera si es necesario.
Se puede ganar tiempo con un operario auxiliar en cargadero, que suelte el conjunto de bucles del tractor y se quede desenganchando la
madera mientras este se aproxima a volver a cargar. Ello no suelo ser rentable salvo que haya otras funciones para dicho operario en el
cargadero (procesado, descortezado, etc.).
El desembosque con skidder en semiarrastre de fustes enteros, los parámetros condicionantes de los rendimientos son los generales para las
operaciones de desembosque: la distancia de desembosque, la fisiografía (pendiente), el sentido ascendente o descendente del desembosque,
el volumen medio de la carga, la espesura media de la masa remanente y la densidad de corta.
En el caso de que el desembosque de fustes enteros con skidder u otro medio se lleve cabo por cableo desde pista, el rendimiento depende
básicamente de la potencia de la máquina empleada para arrastrar la madera, la distancia media de extensión del cable, la densidad de corta,
la espesura de la masa remanente y el tamaño medio de los fustes.
Si, como ocurre con cierta frecuencia, el mismo tractor tiene que arrastrar la madera por pista hasta un parque, el rendimiento de esta fase de
la operación de desembosque dependerá del tipo de tractor, su potencia y capacidad de carga, y de la distancia media a recorrer por la pista y
su estado.
Las medidas organizativas para reducir el tiempo de desplazamiento son similares a las indicadas en las modalidades de saca “en largo”. En
todo caso, el desplazamiento consume menos tiempo, pues la velocidad del tractor se eleva algo al transportar cargas menos voluminosas.
En cuanto al tiempo de carga, depende de si la pila estaba previamente preparada, con la cadena o cable pasado de modo que sólo hay que
hacer el enganche al cable principal del tractor; si el tractorista debe bajar y preparar el bucle a tractor parado el tiempo se dobla. Esta medida
de organización constituye la principal mejora en cuanto a tiempos de carga.
Hay dos prácticas que pueden ser espacialmente dañinas desde el punto de vista medioambiental, y son el arrastre de pilas en distancias largas
la formación de pilas de tamaño excesivo, que se transportan arrastrando por el suelo. También es peligroso trabajar con calles estrechas,
pues se producen daños en la masa residual.
En cuanto al desembosque con skidder en paquetes, los parámetros condicionantes de los rendimientos son la distancia de desembosque, la
fisiografía (principalmente la pendiente), y en caso de que haya pendientes condicionantes, el sentido ascendente o descendente del
desembosque. Además y por último, es una variable explicativa del rendimiento el volumen medio de la pila (relacionado también con la
potencia y estado del tractor y con la pendiente y el sentido del desembosque).
- Llevar botiquín. Es necesario que los operarios tengan nociones de primeros auxilios.
- La formación es esencial: el conocimiento de los riesgos y de las prácticas y utensilios para evitarlos es básico.
Seguridad activa:
- Evitar pendientes laterales (incluyendo las maniobras de giro en pendientes fuertes).
- Evitar el arrastre de carga en direcciones muy alejadas del eje del vehículo.
- Controlar la velocidad en los viajes en vacío. Es cuando se producen más accidentes.
- Evitar bajar pendientes fuertes prolongadas controlando la velocidad mediante el freno; es preferible aprovechar la retención de la caja
de cambios reduciendo convenientemente.
- No transportar objetos suelos en la cabina. No dejar las cadenas arrastrando cuando se viaja en vacío.
- No trabajar con el cable cuando haya gente dentro del radio de peligro (dos veces la extensión del cable más la longitud de la carga).
- Correcto engrase, mantenimiento y uso del cable. Vigilar la aparición de deshilachados, cocas, etc. Informar de cualquier problema a la
dirección de otra.
- Si se apila la madera, la altura de las pilas no debe superar un metro i va a haber posterior manipulación por operarios, o los dos metros
en caso de utilizar.
Los tractores autocargadores o forwarders se caracterizan porque llevan a cabo el desembosque transportando la madera totalmente
suspendida sobre el semichasis trasero, dentro de una caja o remolque que se llena de trozas por medio de una grúa.
El rendimiento de la saca con autocargador varía fundamentalmente con la capacidad de carga de la máquina, la distancia de desembosque y
las condiciones fisiográficas. Su rendimiento es óptimo cuando se trata de desemboscar la madera corta, de unos dos a dos metros y medio en
cargas transversales, y de cuatro metros y medio o más en cargas longitudinales. El apilado previo de las troza hace que el ciclo de trabajo se
complete en forma óptima. Sólo en montes de difícil acceso y con pendientes superiores al 30%, su rendimiento disminuye fuertemente y,
entonces, puede ser ventajosa la utilización de otro medio de desembosque.
PROCEDIMIENTO OPERATIVO
EL maquinista conduce el tractor a través del monte, dirigiéndolo hacia una posición en que pueda acceder con seguridad, a las primeras trozas
o pilas (de forma que el mayor número de éstas queden al alcance de la grúa). Fijado el tractor en una posición estable y, actuando sobre los
mandos de la grúa,, carga la madera sobre la caja en una serie de ciclos de aproximación-enganche-transporte y elevación-depósito. Cargada
la primera tanda de pilas, cuando ya no puede acceder con la grúa a ninguna más en condiciones de seguridad, vuelve a poner en movimiento
el vehículo para dirigirse a un nuevo grupo de pilas e iniciar un nuevo ciclo de carga.
Completada la capacidad de carga del tractor, regresa al cargadero donde realiza la descarga de la madera mediante la grúa, bien en el suelo o,
preferiblemente, en un remolque de camión. El ciclo de trabajo de estas máquinas se puede esquematizar de la siguiente forma:
Cabe distinguir, entre las posibles modalidades de utilización de la máquina, las siguientes:
Desembosque de madera corta: (2 a 2,5m) saca la madera dispuesta transversalmente en el remolque. Normalmente, la madera
corta estará dispuesta en pilas formadas manualmente o por medio de una máquina que haya realizado el apeo mecanizado, en el borde
de calles separadas normalmente entre 15 y 24m. EL tamaño de estas pilas oscila entre 0,3 y 1m3 según la densidad de corta. Para
optimizar el uso del autocargador, conviene que dichas pilas tengan un tamaño igual o menor que la capacidad de carga de la grapa (o
que un múltiplo de la misma) para evitar en lo posible operaciones de carga de trozas sueltas.
Desembosque de madera larga: (4,5 a 7m) saca de la madera longitudinalmente dispuesta en el remolque. El apilado sólo se suele
realizar cuando el apeo es mecanizado, mientras que en caso de apeo manual, la madera se encontrará más o menos reunida mediante
apeo dirigido hacia las calles, pero en general no perfectamente apilada. En este caso, las calles no deben separarse mucho más el doble
del alcance de la grúa, puesto que ésta debe acceder a las trozas al pie de los tocones.
En cuanto a los desplazamientos, es muy importante asegurar una buena red de calles apoyada en pistas no muy alejadas, especialmente si
hay pendiente.
En este caso, es conveniente que los desplazamientos a través de la masa (por dichas calles) comiencen y acaben en una pista con salida de la
calle lo más cómoda posible. En caso contrario, el autocargador deberá entrar marcha atrás y, normalmente hacia arriba, y cargar de vuelta,
con las consiguientes pérdidas de tiempo. Las distancias de desembosque, incluyendo desplazamientos por pistas hasta el cargadero, no deben
ser muy largas, especialmente, para autocargadores hidrostáticos con ruedas de baja presión, que no pueden desarrollar velocidades elevadas
en pista. Si, como ocurre en España, esta es una circunstancia frecuente, puede ser útil mejorar las pistas para reducir esta distancia, o contar
con un vehículo para desembosque por pista, aunque esto obligue a una operación de carga y descarga adicional.
Las recomendaciones más importantes para las operaciones de carga y descarga se contemplan en el siguiente apartado, al describir la grúa
como elemento de trabajo característico.
Los autocargadores constituyen el sistema de saca más empleado, asociado con sistemas de madera larga, en el centro y norte de Europa. Su
mayor precio con respecto a los tractores de arrastre es compensado por su mayor velocidad y capacidad de carga (además de resultar una
máquina menos agresiva que aquellos para el medio forestal).
En España, se emplea aún relativamente poco sobre todo en esquemas de madera corta en el norte de la península.
No obstante, el crecimiento de este parque es porcentualmente muy superior al de otros tipos de máquinas forestales, al aumentar la capacidad
de inversión de las empresas de aprovechamiento. Otra peculiaridad importante es la utilización frecuente de camiones todo-terreno
modificados, con grandes capacidades de carga, como autocargadores.
ELEMENTOS CARACTERÍSTICOS
Como se deduce de la forma de trabajo, los elementos propios de este tipo de tractores con la grúa y la caja, si bien pueden poseer otros
elementos accesorios tales como cabrestante, pala frontal, etc.
La grúa: está formada por un soporte base, rígido, por el que se une al chasis de tractor, un pie giratorio, dos brazos articulados (el
segundo suele ser telescópico) y una grapa que, en el extremo, se une a través de un rotator, al segundo brazo. El movimiento se obtiene
gracias al sistema de rotación del pie, a las dos articulaciones, al alargamiento del segundo brazo y al rotator.
Todos estos elementos se mueven por accionamiento hidráulico, a través de una línea de presión que alimenta una bomba conectada con
los elementos de transmisión del tractor y que reparte el fluido mediante un distribuidor hidráulico.
La grúa puede situarse en el semichasis delantero o bien en el trasero.
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En el primer caso, el maquinista tiene más y mejor visibilidad, sobre todo cuando la grúa se aloja sobre a cabina. Además como el
semichasis delantero lleva el peso del motor, los desequilibrios que se originan por el uso de la grúa son absorbidos con más facilidad. Sin
embargo, aunque la probabilidad de vuelco es menor, cuando éste ocurre entraña un mayor peligro para la máquina y, sobre todo, para el
maquinista.
Con la segunda opción se tiene la ventaja de dar mas peso y por tanto más adherencia al semichasis trasero cuando va vacío; sin
embargo, su menor peso en relación al delantero le hace ser más susceptible de vuelco por los momentos generados durante la operación
de carga, cuando aún está vacío o casi. Aunque esta probabilidad de vuelco es mayor, el peligro para el maquinista y la máquina es más
pequeño, y la operación de devolverlo a la posición de partida es muy rápida y sencilla: simplemente accionando la grúa, utilizando el
suelo como apoyo.
Los elementos de la grúa tienen las siguientes características:
- PIE GIRATORIO: suele tener una ligera inclinación con respecto a la vertical, para compensar parte del momento que crea la carga y,
por tanto, disminuir los esfuerzos sobre el soporte de la grúa. Está movido, generalmente, por un piñón central, que rota por el
desplazamiento tangencial de dos cremalleras accionadas por dos cilindros hidráulicos contrapuestos. Se permiten giros completos, e
incluso superiores a los 360º.
- BRAZOS: estos elementos deben ser lo suficientemente robustos como para resistir los elevados momentos a que están sometidos. Los
brazos están unidos entre sí mediante articulaciones y pueden moverse respecto de dichas articulaciones gracias a la acción de émbolos
hidráulicos dispuestos de forma que se obtenga una máxima movilidad, rapidez de movimiento y robustez. El segundo brazo puede ser
telescópico; además, su base puede estar articulado con el extremo distal del primer brazo o bien deslizar a lo largo de unas guías
(grúas de arrastre o de largo alcance). Este último tipo de grúas tienen, por tanto, dos posibles alargamientos, el de la posición del
segundo brazo y el de su longitud.
- GRAPA: este elemento es el que permite recoger la madera gracias a las pinzas, que se abren y cierran por la acción de uno o varios
émbolos hidráulicos. Además, gracias a la ayuda de un rotor, las pinzas pueden girar sobre su eje hasta 360º, con lo disponerse mejor
para recoger la madera.
Las características más interesantes de las grúas se pueden deducir del análisis de tiempos empleados en la realización de las operaciones
básicas, supuesto que el autocargador es manejado por una persona experimentada. Así, para un tipo de explotación con distancia de
desembosque reducida, los tiempos de cada una de las operaciones básicas del autocargador se distribuyen de la siguiente forma:
Desplazamiento 5 8%
Parada 6 10%
Carga 50 60%
Descarga 28 34%
Del elevado porcentaje de tiempo dedicado a la carga, se deduce que lo que se debe exigir a la grúa del autocargador es que realice las
operaciones de carga y descarga lo más rápidamente posible. El tiempo de carga y descarga depende, a igualdad de otras condiciones,
del número de ciclos necesarios para cargar y descargar la caja y de la velocidad en la ejecución de cada ciclo. El primero es función de la
capacidad de carga de la grapa y la segunda de la movilidad y rapidez de acción de cada uno de los elementos de la grúa.
- CAPACIDAD DE CARGA: la capacidad de carga de la grapa depende de su sección y de la longitud de las trozas, aumentando con
ambas. Naturalmente, la sección no puede agrandarse indiscriminadamente, pues tendría que verse correspondida con un incremento
adecuado de potencia y robustez del equipo hidráulico, con todo lo que ello implica. Por ello, a la hora de elegir la sección de la rapa
más conveniente se debe tener en cuenta el peso de la madera. Si la madera tiene poca densidad y es de pequeña longitud, puede
optarse por grapas de gran sección (mueven mucho volumen y poco peso); sin embargo, si la madera es densa y larga, deben
considerarse las grapas de sección más pequeña.
- RAPIDEZ DE MOVIMIENTOS: el tiempo invertido en cada operación de carga con grúa oscila entre 0,45 y 0,6 minutos, mientras que el
tiempo por cada operación de descarga (de una grapa cargada) es de 0,42 a 0,48 minutos (FAO, 1987, datos explotaciones suecas). La
rapidez de movimientos de la grúa depende de la velocidad de movimiento de sus elementos y del propio diseño de los brazos y sus
articulaciones. Si la grúa está dimensionada para grandes alcances, la duración de la fase de carga será mayor, por ser mayores las
distancias que deben recorrer sus elementos. Por ello, debe optarse siempre por grúas que tengan un alcance adecuado a la
disposición espacial de la madera en el monte. Puede ser preferible mover el tractor para poder alcanzar un pequeño porcentaje de
madera que queda en el suelo a dotar al autocargador de una grúa de gran alcance.
Tampoco puede aumentarse a capricho la velocidad de movimientos de los elementos de la grúa. A mayor rapidez, se requiere mayor
potencia y/o menor capacidad de carga.
Respecto al tiempo de parada del tractor, debe decirse que depende del número de estacionamientos necesarios para cargar el tractor y
del tiempo consumido en realizar casa estacionamiento.
El número de estacionamientos depende, a su vez, del alcance de la grúa. Supuesta una distribución uniforme de las trozas en la
superficie de corta, el número de estacionamientos necesarios para cubrir una hectárea de monte y el alcance de la grúa están
relacionados según:
Alcance (m) 5 6 7 8 9 10 11 12
Nº estac/ha 125 92 70 56 45 38 32 27
Como puede apreciarse, el número de estacionamientos disminuye marcadamente al aumentar el alcance de la grúa, pudiendo llegar a
pensar que es conveniente que éste sea siempre grande. Sin embargo, como se ha indicado, al aumentar el alcance disminuye la
velocidad de ciclo de carga y descarga; además, y esto es aún más importante, a igualdad de potencia la capacidad de carga disminuye
con el alcance.
Es por ello por lo que se debe optar por grúas de alcance no excesivo. Sólo para casos de desembosque de madera procedente de raleos,
donde por cuestiones socioeconómicas excepcionales es difícil realizar la reunión de la madera por calles (o en segundos raleos, u
operaciones posteriores en que la madera no se puede reunir en pilas), puede interesar incorporar grúas de gran radio de acción.
Otro factor que debe tenerse en cuenta en la elección de la máquina y grúa es el tiempo que tarda en realizarse cada estacionamiento
(entre 0,3 y 0,8 minutos/parada, de acuerdo a FAO). Este depende del tipo y situación de los mandos de la grúa. Si éstos están
integrados en la cabina del tractor, el tiempo de accionamiento es muy pequeño, pero pueden presentarse problemas de falta de
visibilidad. En caso contrario, es decir si están fuera de la cabina, junto a la grúa, los tiempos llegan a ser más del doble de los
consumidos en el caso anterior, pudiendo afectar gravemente a la productividad del autocargador.
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Un último factor que influye en la operatividad del tractor es el peso de la propia grúa, pues a medida que éste aumenta, resta capacidad
de tracción del tractor, además de subir el centro de gravedad de éste, con aumento de su inestabilidad. Esta característica, unida a la
propia robustez que debe tener la grúa, obliga a diseñarla a base de materiales especialmente resistentes y ligeros.
La caja o remolque: la caja de un autocargador debe diseñarse en consideración las siguientes circunstancias:
- EL TIPO DE MADERA A DESEMBOSCAR: la utilización en sistemas de madera corta o larga condiciona el diseño de la caja.
a) Transporte de madera larga. La caja debe adaptarse a esta circunstancia (apilado longitudinal), contar con vástagos de acero
para contener la madera llamados teleros a ambos lados y disponer de elementos que impidan el deslizamientos de las trozas,
protegiendo la cabina y la propia grúa, e incluso en la parte trasera, para impedir que puedan caerse durante el trayecto.
b) Transporte de madera corta. Lo normal es apilarla transversalmente en la caja, cuyo ancho debe estar en consecuencia con
la longitud de la madera. No tienen especial sentido los teleros laterales, mientras que sí es necesaria su presencia en la
parte trasera de la caja. EL uso del autocargador para saca de madera corta, a pesar de ser el más corriente en España,
conlleva ciertos inconvenientes como el mayor tiempo invertido en la operación de carga (menor volumen de cada carga de la
grúa) y la necesidad de operaciones complementarias de cuadrado de la carga en remolque, golpeando lateralmente las
trozas con la grúa para que no sobresalgan excesivamente por los laterales de la caja.
- LA FUERZA TRACTORA DEL VEHÍCULO: sería absurdo diseñar una caja de capacidad superior a la que el tractor, a plena carga y en
circunstancias normales, podría desplazar. En función de la capacidad de carga de la caja, relacionada con la potencia y envergadura
de la máquina, está extendida la siguiente clasificación, que se refiere a madera verde de coníferas:
a) Autocargadores ligeros. < 8 tn.
b) Autocargadores medios. 8 a 12 tn.
c) Autocargadores pesados. > 12 tn.
- LA ESTABILIDAD DEL TRACTOR: si se hiciera una caja muy alta, aumentaría la altura del apilado de la madera y, por consiguiente, el
centro de gravedad del conjunto tractor-carga se desplazaría hacia arriba, incrementándose el peligro de vuelco. Podría darse más
ancho para contrarrestar la pérdida de estabilidad, pero entonces se limitarían en muchos casos, las zonas accesibles al tracto.
- LA MANIOBRABILIDAD: a medida que aumenta la longitud de la caja, el vehículo se hace más largo y, por consiguiente, se dificulta la
maniobrabilidad al aumentar el radio de giro.
Además de estos factores, el diseño de la caja está condicionado por el tipo de tren de rodaje, sobre todo si el tractor dispone de bogies,
dado que se debe tener previsto un espacio donde las ruedas puedan realizar sus movimientos oscilantes.
En cuanto a la constitución estructural de la caja, su base está formada por dos perfiles de acero rígidamente instalados en toda la
longitud del semichasis trasero. Cada uno de ellos está separado, respecto del eje longitudinal, ¼ del ancho del tractor. Si se quiere
disponer la carga longitudinalmente, es preciso dotar a la caja con un suplemento de perfiles de acero transversales y añadir un juego de
teleros para evitar que rueden las trozas en las oscilaciones laterales del tractor.
Una robusta rejilla en la parte delantera de la caja se encarga de proteger a la grúa y a la cabina de los golpes debidos al desplazamiento
de las trozas en las pendientes descendentes y en los frenados bruscos del vehículo.
En el caso de la saca de madera larga, puede disponerse de otra rejilla trasera para evitar que la madera se caiga, pero tiene el
inconveniente de limitar la longitud de la madera a transportar, por lo que no suele ser frecuente. La Forestry Comission (1993) ha
ensayado la utilización de residuos de corta sobre la parte trasera de la “cama” para elevar la carga y evitar su deslizamiento cuando se
saca hacia arriba en zonas con fuertes pendientes.
Si hay que cambiar algún latiguillo, codo, etc. del circuito hidráulico, apagar el motor, desconectar la bomba y liberar la presión. Es
necesario asegurarse de la compatibilidad de las conexiones antes de ajustar los nuevos elementos del circuito.
El desembosque con cable se puede definir como la extracción de madera en que se emplean cables como vía de saca o como elemento de
transmisión de tracción.
En un sentido amplio, el desembosque mediante tractor de arrastre de cabrestante es un sistema de desembosque por cable, al menos en la
fase de reunión, en que la carga se agrupa empleando el cable del tractor para su arrastre sobre el terreno y, desde luego, en los casos en que
se “cablea” la madera desde las pistas forestales, sin que el tractor entre al monte.
No obstante, su estudio se suele realizar dentro de los tractores de desembosque, dado que el desembosque lo realiza por semiarrastre (con un
extremo suspendido y solidario con la propia máquina).
En la mayor parte de los casos, sin embargo, el cable de desembosque propiamente dicho, que puede extraer madera a lo largo de una
trayectoria lineal (abierta) o formando un círculo cerrado, posee una infraestructura para este fin, si bien no es una infraestructura permanente
sino que va cambiando de posición y reinstalando para atender a parcelas o franjas de explotación de forma sucesiva.
Los cables de desembosque son uno de los primeros sistemas de extracción mecanizada de la madera que el hombre empleó, datando el inicio
de su utilización de hace más de un siglo. Su utilidad es generalmente doble: actuar como pistas de transporte donde éstas sean escasas y
trabajar como sistemas de desembosque donde otros sistemas serían prohibitivamente caros o simplemente no podrían emplearse.
La necesidad de instalación (apertura de calles, montaje de anclajes finales y apoyos intermedios, extensión y tensado, etc.), la obligatoriedad
de un mantenimiento frecuente y estricto, los requerimientos de una proporción elevada de operarios manuales y de una alta calificación de
este personal, hacen más costoso el desembosque con cable, con respecto a la utilización de tractores de desembosque, incluso en los sistemas
más ligeros. Este elevado costo conduce a delimitar hoy en día sus condiciones de utilización, que son las siguientes:
Explotaciones en que la pendiente, escabrosidad o encharcamiento del terreno no permitan la utilización de tractores: por
ello son sistemas empleados en zonas montañosas (Norteamérica, Japón, Suiza, Austria, Noruega, etc.). El uso de cables suele asociarse
no sólo con unas malas condiciones de movilidad, sino también con un valor de la madera, intensidad de corta y extensión del
aprovechamiento suficientes, dado su costo. Ello no es óbice para que pueda emplearse en tratamientos silvícolas de difícil mecanización,
aunque la madera no sea valiosa (en España se usa para raleos en zonas aterrazadas o de gran pendiente).
Zonas extensas en que no existen vías de saca: y el tamaño o urgencia de explotación (derribos por viento en grandes áreas,
incendios), unidos al valor de la madera, hacen que el empleo de grandes cables compense frente a la construcción de vías o a la elección
de sistemas de desembosque aéreo.
LOS CAMIONES
Los camiones, tanto de carretera como los todo-terreno, pueden también efectuar la saca.
Los primeros llevan a cabo el desembosque en unas condiciones del terreno poco comunes en los montes: buen poder portante, buena
adherencia y escasa pendiente o escabrosidad. Dadas estas condiciones particulares de utilización, su uso no va a ser considerado en el
presente texto, aunque tienen cierta importancia en algunas explotaciones de España, especialmente en choperas en tiempo seco y con buen
acceso a carretera.
Por el contrario, el camión todo-terreno presenta la suficiente capacidad de adaptación a ciertos medios forestales como para asumir esta
operación en un porcentaje significativo de los aprovechamientos.
El camión todo-terreno tiene como características más destacables:
Es un camión rígido, de caja pequeña, de forma que se sacrifica la capacidad de carga para conseguir una mayor maniobrabilidad.
Su chasis se diseña lo más alto posible. Hay incluso camiones en los que los palieres enlazan con los ejes a través de una corona dentada,
de forma que éstos adquieren una posición más elevada consiguiendo una altura de chasis más alta.
Los ángulos de ataque y salida son grandes, para poder superar desniveles bruscos.
La transmisión es, con frecuencia, hidrodinámica-mecánica, o lo que es lo mismo, el sistema de embrague es un convertidos de par.
Las reductoras se presentan no sólo en la caja de cambios o sistema planetario, sino también en los cubos de las ruedas (para evitar que
la excesiva fuerza de tracción proporcionada por la transmisión muy desmultiplicada pudiese dañar las juntas homocinéticas). Ello permite
una desmultiplicación de hasta 80 veces, proporcionando así una muy elevada fuerza de tracción.
Tienen tracción a los dos ejes para conseguir una mejor adherencia y reducir así el patinado.
Sus neumáticos son especiales para conseguir mejor adherencia.
La suspensión se diseña mediante ballestas especialmente elásticas, con amortiguadores telescópicos o tipo ballestín, que proporcionan al
vehículo tanto elasticidad y adherencia como robustez.
Suelen contar con varias tomas de fuerza auxiliares que permiten incorporar cabrestantes, grúas u otros elementos para permitir que el
camión todo-terreno efectúe los trabajos de saca de la madera.
Todas estas características hacen posible que este tipo de camión supere pendientes longitudinales de hasta el 100%, en lugar del 25% que
supera un camión de carretera. Además, ganan estabilidad transversal, maniobrabilidad, fuerza detracción y adherencia.
Trabajan en dos modalidades:
Con cabrestante: cableando la madera desde las pistas y después cargándola mediante grúas hidráulicas, a modo de autocargadores (de
este modo se emplean bastante en áreas de cornisa).
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Cargando la madera directamente con la grúa: en general sin salir de pistas temporales (abiertas con buldózer, o incluso con la pala
de un tractor de arrastre) que en algunas zonas reciben el nombre de trochas, o de vías de mayor importancia.
limitada en la práctica por la circunstancia más desfavorable que se encuentre a lo largo de todo el trayecto, y ésta puede ser difícil de
prever, es evidente la importancia de las medidas tomadas para reducir la fricción entre carga y terreno.
Para este fin, se pueden emplear diversas prácticas o dispositivos:
- APUNTADO DE LAS TESTAS: desbastando los cantos con hacha.
- CONOS METÁLICOS O CAPUCHONES: en este caso fabricados en materiales sintéticos, de uso muy común en el centro y norte de
Europa.
- PALAS DE ARRASTRE: planchas metálicas con un travesaño dentado en que se clavan las testas.
- DESLIZADORAS: similares a trineos, si bien su uso no está limitado a terrenos nevados.
- ARCOS DE RUEDAS: se utilizan en terrenos con muy buenas condiciones de movilidad, o para el transporte por pistas con pendientes
reducidas. Son dos lanzas que se conectan a los tiros, un travesaño que las une y en el se clavan o enganchan las trozas, y dos ruedas,
o incluso carros de ruedas.
La necesidad de alimentación y refugio: en los animales de tiro (y, en concreto de las mulas), es ésta una de sus principales
características diferenciales con la maquinaria, pues la entrada de energía es aquí un gasto fijo, independiente de que los animales
trabajen o no, al menos hasta cierto límite. La ración alimenticia tiene, además, una importancia fundamental en el rendimiento y la vida
útil de loa animales, no solamente por su composición, sino también por su forma de administración. Es el caso de las mulas, deben
recibir diariamente varios piensos. Es conveniente suministrarles agua antes de los mismos y dejar un reposo de una hora después de
cada ración. También se debe suministrarles sal.
La ración óptima para la alimentación en la jornada de trabajo se puede calcular a partir del peso del animal y de sus necesidades
nutritivas en materia seca y en los distintos principios inmediatos (glúcidos, lípidos y prótidos), observando ciertas limitaciones en la
proporción entre unos y otros.
Se señala como aceptable para el trabajo de mulas en arrastre de madera, raciones diarias de trabajo de 6kg de cebada, 4kg de paja y
2kg de alfalfa para mulas ligeras (360kg) y 7kg de cebada, 4 de paja y 3kg de habas para mulas pesadas (450kg).
La fijación precisa de raciones óptimas desde el punto de vista económico es un problema que se puede abordar mediante técnicas de
programación lineal, a partir de las limitaciones nutritivas y de los precios de los distintos alimentos.
En arrastre, las mulas deberían trabajar 5 días por semana, 8 hs diarias, aunque hay aprovechamientos en que trabajan a ritmos más
intensos, lo que acorta su vida útil y rendimiento.
Los días que no trabajan, se debe reducir su ración a un 70-75% de la de trabajo, por sus menores necesidades. En general, se suelen
reducir los alimentos más caros (y nutritivos), de modo que la paja suele ser la base de la ración los días de descanso.
Además de los alimentos, es fundamental el agua, especialmente en otros equinos menos frugales (yeguas o caballos) a los que, en teoría,
habría que suministrar agua cada 2 hs, siendo normal que el animal ingiera más de 50 l diarios. Generalmente, a las mulas sólo se les
aporta agua en el establo, antes y después del trabajo.
Es también importante la estabulación en tiempo frío, la limpieza de los establos o cobertizos, el cepillado del ganado, el cuidado de los
herrajes, la cura de las heridas o rozaduras, y la vacunación y control veterinario.
Limitaciones de uso: las mulas y los caballos pueden trabajar en pendientes entre 30%, cuesta abajo y 18% hacia arriba, aunque se
trata de pendientes de las trayectorias de arrastre (la máxima pendiente puede ser bastante mayor, dado que, como se recordará,
trabajan en trochas oblicuas con respecto a la misma).
Con winch: en sistemas de fustes enteros pequeños. Estos pequeños fustes son reunidos con el winch de 0,4 tn de esfuerzo de tracción
máximo, y se transportan en semiarrastre o en suspensión con la ayuda de un carrillo con un par de ruedas.
Como recomendaciones para su uso, se indica que es fundamental mantener las trochas libres de residuos de corta, y que se deben evitar las
distancias de saca a 100m, que pueden provocar estrés postural en el operario.
Con condiciones de uso parecidas, existen en el mercado desde pequeños arrastradotes de cadenas, hasta máquinas basadas en motocicletas,
y que se conducen el forma similar. Los limitantes para su uso y los problemas derivados son similares a los que se han descrito para la mula
mecánica (uso restringido).
En cuanto a otras posibles alternativas a los medios de tracción animal, como medio para realizar la reunión en cortas dispersas en lugares
difíciles, podrían pasar por el empleo de cabrestantes ligeros (acoplables a motosierra) que concentraran la madera al alcance de los tractores
de desembosque. Esta alternativa presenta ventaja de no tener casi limitación por causa de la pendiente.
Como principales inconvenientes, su necesidad de anclaje, normalmente en árboles en pie, reduce su rendimiento, y el requerimiento de prever
un trayecto rectilíneo y libre de obstáculos para la carga limita su uso a distancias bastante cortas, con lo que parece ser que la alternativa
definitiva a los animales, en la mayor parte de las circunstancias, no ha aparecido aún.
No obstante, esta última máquina puede ser de gran utilidad en trabajos forestales, especialmente en terrenos complicados, como atestigua su
frecuente uso desde hace pocos años para trabajos silvícolas. Su uso no se limita al transporte de madera sino que se extiende a otras
funciones (auxiliar en trabajos de apeo, transporte de materiales, etc.). Se trata de un apero acoplable a un cuerpo de motosierra de cierta
potencia, que proporciona esfuerzos de tracción desde algo más de media hasta una tonelada fuerza, con una alcance normal de 50 a 75m.
FORMAS DE DESLIZAMIENTO
Existen básicamente tres: sobre el terreno, por medio de lanzaderas (canales artificiales) y sobre elementos portadores.
Deslizamiento sobre el terreno: las trozas deslizan directamente sobre el suelo, por lo que el deslizamiento depende, además de la
pendiente, de las características del suelo (sobre todo de la humedad) y de la preparación de las trozas.
En general, en caso de suelos húmedos (tiempo lluvioso), la madera desliza bien por pendientes del 10 al 20%, mientras que en tiempo
seco, se requieren pendientes mayores (20 – 30%). La presencia de nieve (hasta cierto límite) o hielo favorece el deslizamiento.
El deslizamiento se produce con la coz por delante y, dependiendo de la pendiente, el grado de desramado o descortezado, se favorecerá
o dificultará el deslizamiento (mediante el coeficiente de rozamiento), lo que puede ser aprovechando según nos interese. Si la pendiente
no es muy grande, puede ser interesante la preparación de la testa o la colocación de capuchones para impedir que las trozas se claven.
Esta forma de desembosque (usualmente hasta una vía de saca, un cargadero, un cable o un curso de agua) tiene la ventaja de su costo,
pero presenta el inconveniente del peligro de daños a la propia madera a desemboscar y en los árboles en pie, que tienen consecuencias
peores en época de savia movida, por lo que deben evitarse estos métodos en cortas selectivas en la estación de crecimiento. Además,
obviamente, hay que tener especial cuidado con los posibles daños al suelo, que son muy importantes si se encuentra húmedo, se lanzan
grandes cantidades de madera por el mismo sitio o las distancias de desembosque son grandes (> 100m).
En España, es un sistema asociado al procesado-mecanizado de eucalipto en zonas abruptas, en que se lanzan hasta una pista temporal,
donde serán procesados y apilados mecanizadamente.
Deslizamiento por lanzadores: (canales artificiales) Los lanzaderas son trayectos preparados para el deslizamiento de la troza hasta
un punto de reunión (vía de saca, cable, cargadero o cauce para su saca por flotación). Se usan habitualmente para pendientes > 30%,
pero sin superar el 60%. Por debajo del 10% no se produce deslizamiento.
Su trazado se debe planificar dependiendo de la pendiente y del coeficiente de rozamiento entre la madera y el material que forma el
lanzadera, no siempre por la máxima pendiente y no siempre sobre el terreno (suele ser necesario elevar el trazado para evitar obstáculos,
hoyos, y si la pendiente es grande, para la construcción de tramos de frenado).
Cada uno de los tramos del lanzaderas no debe superar los 250m, y deben situarse operarios en puntos intermedios (cada 40 o 50m) para
controlar las trozas. Igual que en el deslizamiento por el terreno, las trozas deslizarán con la coz por delante pudiendo ir preparadas
mediante capuchones, etc. Los rendimientos usando piezas prefabricadas oscilan entre los 20 y los 40 m3/día, aunque se han llegado a
mencionar 70 m3/día.
Los materiales empleados para construir los lanzaderas pueden ser:
- PIEZAS PREFABRICADAS EN FORMA DE CANALETAS: unidas mediante pestañas y fabricadas en materiales metálicos (láminas de zinc) o
sintéticos (poliéster, resinas de polietileno de alta densidad) para el desembosque de madera de dimensiones no muy grandes
(generalmente diámetros < 30-35cm y con frecuencia longitudes de troza propias de la leña: 1 – 2,5m). Son materiales elásticos que
además permiten curvas de radio de giro amplio, como las canaletas de fibra. En ocasiones se emplean láminas metálicas de otros
materiales que sin ser específicamente destinadas a usarse como lanzaderas pueden aplicarse para este fin.
- TRONCOS DE LA PROPIA CORTA: con varios tipos de perfil. Las piezas deben unirse mediante uñas, etc., para que encajen
adecuadamente y no se desplacen. Estos lanzaderas se van desmontando desde arriba, recuperando los troncos por el propio
lanzadera. Es un sistema en desuso porque el montaje de los lanzaderas requiere mucho tiempo y mucha mano de obra especializada.
En ocasiones se han realizado desvíos de manantiales hasta el deslizadero, ya que el agua disminuye el coeficiente de rozamiento. En este
caso, la madera nunca debe descortezarse. El posible efecto ecológico de la desviación del cauce debe tenerse muy en cuenta.
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Deslizamiento sobre elementos portadores: en este caso, el desembosque se lleva a cabo sobre esquís o trineos que son los que
realmente se deslizan. Este método se usa en zonas heladas o nevadas, siendo lo usual abrir sendas (pistas de deslizamiento). Es poco
usado.
DESEMBOSQUE AÉREO
En los últimos años, y sobre todo en Norteamérica, se han empleado medios aéreos (helicópteros, dirigibles) para el desembosque en áreas
extensas no accesibles por otros sistemas o en aquellos casos en que requisitos medioambientales hacen preferible evitar otros medios.
En España, prácticamente no se han aplicado estos medios. Tienen muy elevados costos y exigen madera de gran valor o tamaño, extensiones
amplias y condiciones de trabajo favorables la mayor parte del año. Desde el punto de vista económico, si no está garantizado que al menos el
75% del tiempo potencial de trabajo se dan estas condiciones, es preferible desistir de su empleo.
La seguridad es por tanto un factor clave si se quiere emplear estas máquinas a gran escala. La mejor recomendación sobre esto es que se
debe evitar cualquier situación de riesgo. Siempre que se emplea maquinaria ruidosa, pesada y compleja para actuaciones que se realizan con
gran rapidez, el peligro de accidentes es muy alto. Además, en esta actividad los pilotos van al límite más frecuentemente por el alto número
de vuelos y ciclos. Debe por tanto, extremarse el cumplimiento de las normas de seguridad haciendo ver a los operarios que es responsabilidad
de todos. Pero además es básico realizar cursos de formación continuados similares a los que se imparten en las compañías aéreas a personal
de vuelo y tierra.
En definitiva, la actuación de helicópteros permite mantener en las zonas en explotación baja densidad de caminos, lo que en áreas de valor
excepcional medioambiental puede justificar su uso. En zonas de los EEUU, el uso del helicóptero y tractor de arrastre para la saca frente a los
sistemas tradicionales por vías de saca, reduce la densidad de pistas a la mitad. Igualmente puede ser una solución en bosques montañosos de
madera valiosa, donde ningún sistema tradicional sea factible, si bien la pendiente o escabrosidad no deben impedir la preparación de
cargaderos. Disminuye la densidad de corta por exigir madera de más valor y evitar la saca de los pies de menos calidad. Además reduce los
daños a la masa remanente, se evita el impacto visual de las calles de cables de saca o de las de arrastre por skidder. Elimina problemas en
zonas socialmente valoradas y en terrenos frágiles. Las condiciones de calidad de la madera también mejoran dado que el tiempo transcurrido
entre corta y saca, si se realiza la operativa correctamente, disminuye.
Sus principales inconvenientes radican en ser un medio que exige alta inversión inicial, que incrementa el riesgo de graves accidentes laborales,
que permite acceder a áreas históricamente inaccesibles (lo que no siempre es positivo) y que tiene un costo muy superior a sistemas
convencionales. En países en desarrollo se ha denunciado su negativo efecto sobre la mano de obra nacional, al preferirse personal extranjero
por la alta especialización necesaria. También se incrementan los costos de gestión del monte por disminuir la densidad de pistas y puede
eliminar el efecto beneficioso sobre la regeneración de algunas especies provocada por la remoción de suelo propia de los sistemas
tradicionales de desembosque. Como precisa zonas de carga en monte, provoca la corta de árboles hasta abrir el espacio necesario para el
helicóptero. Es difícil controlar por realizar la saca en zonas alejadas y con rapidez, exigiendo un seguimiento posterior de la madera más
intensivo. Deja más restos de corta en monte, ya que al volumen habitual de raberones y leñas hay que agregar el de troncos rechazados por
dificultades de carga y embarque, los mal tronzados que dificultan el transporte o aquellos con falta de valor suficiente para amortizar un
sistema tan caro. Por último, la incidencia de averías es muy alta.
TEMA 9: Transporte
Bibliografía de lectura:
• **El Aprovechamiento Maderero. E. Tlosana; S. Vignote. Cáp. 2.2, Maquinaria de saca.
Edición Mundi-Prensa 2000.
• Apunte ADMINISTRACIÓN DEL TRANSPORTE DE CARGA. Cátedra de Aprovechamiento Forestal
2003.
• Un Sistema de Programación del Transporte Forestal Principal Objetivando la Minimizacion
de Costos. Julio Eduardo Arce; Celso Carnieri; Jefferson Bueno Mendes. R. Alm.
Tamandar_e, 1995 { CEP 80.040-010, Curitiba-PR, BRASIL
• **Transporte forestal, Sección 4. J. Galloso; M. Acuña. Pág. 1-13. “Mejores practicas de manejo
forestal”. UACh.; Chile 1999.
• Revista Ecologia. Misiones. 2007
Bibliografía de referencia:
1
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1. INTRODUCCIÓN
Escoger el vehículo adecuado a una determinada función está íntimamente relacionado alas condiciones a que se lo someterá
cuando entre en operación.
Entonces, es necesario que se analicen cuidadosamente todos los factores relativos al tipo de actividad; a las condiciones del
trayecto a recorrer y a las características peculiares del sitio donde se va a operar.
Tipo: El tipo de carga indica si ésta es sólida, líquida o a granel. Cada tipo definirá una carrocería más apropiada para
transportarla.
Peso específico: Cargas con peso específico elevado son más fáciles de transportar en vehículos con distancias entre ejes
menor y consecuentemente con carrocerías más cortas. Las cargas con bajo peso específico requieren vehículos con menor
capacidad de carga pero que a su vez cuentan con gran volumen útil en la carrocería.
Condiciones de conservación: Muchas veces la carga a transportar determina condiciones mínimas de conservación, humedad
admisible, temperatura máxima. Esto influye sobre el tipo de carrocería a utilizar.
Legislación: Algunos tipos de carga, como por ejemplo el carbón, tienen transporte reglamentado por leyes que determinan las
condiciones de acondicionamiento de la misma; los tipos adecuados de carrocerías y las características específicas del
vehículo.
Determinación de la demanda y frecuencia de abastecimiento: Éste es un punto vital para calcular la cantidad de vehículos
necesarios en la flota para efectuar el transporte.
Identificación de los puntos de origen y destino: Con esta información se podrá trazar el trayecto más adecuado que permita el
viaje en el menor tiempo y distancia.
Sistema de carga y descarga: Los sistemas de carga y descarga se deben identificar para evitar que se produzca
incompatibilidad entre ellos.
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Tiempo de carga y descarga: Aquí debe considerarse no apenas el tiempo gastado efectivamente para carga y descarga,
también los tiempos perdidos en espera, pesajes, expedición de documentación, o sea, todos los tiempos en que el vehículo
para en el origen y/o en el destino.
Tipo de carretera: Conocer el tipo de pavimento y el flujo del tráfico de las carreteras, permitirá definir el tipo de tracción,
llantas más adecuadas y estimar la velocidad operacional del vehículo.
Topografía: Las pendientes máximas y la altitud de las carreteras que el vehículo podrá enfrentar determinará la elección del
motor y transmisión.
Límites de altura
Distancia máxima entre puntos de abastecimiento y asistencia técnica: Estas informaciones son importantes especialmente en
trayectos largos; ellas determinan la necesidad de tanques de combustible con mayor capacidad y la localización de puntos de
apoyo de la empresa a lo largo del trayecto.
3. LEGISLACIÓN VIGENTE
PESOS MÁXIMOS POR EJE
PESO
TIPO DE EJE
Eje aislado (1 simple) 6 Ton
Eje aislado (1 dual) 10,5 Ton
Doble eje (2 simples) 10 Ton
Doble eje ( 1 dual + 1 simple) 14 Ton
Doble eje (2 duales) (1) 18 Ton
Triple eje (2 duales + 1 simple) 21 Ton
Triple eje (3 duales) (2) 25, 5 Ton
(1) Para ser considerado conjunto de ejes dobles, la distancia entre los centros
de los mismos debe ser mayor a 1,20 m.
(2) Para el conjunto triple la distancia entre los ejes extremos debe ser mayor a
2,40 m.
3
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En función de las características de la carga, la operación y de las rutas levantadas en el capítulo anterior, se podrán
determinar entonces las características técnicas que deberá poseer el vehículo para poder desempeñar la tarea de
transporte.
A continuación se citan algunas de las características técnicas principales y los criterios de elección a utilizar.
Tipo de tracción: El tipo de tracción adecuada al vehículo varía según el tipo de terreno donde se opera.
En suelos pavimentados generalmente se usan vehículos con tracción 4x2 o 6x2, mientras que en trayectos o sitios donde se
realizan operaciones de carga y descarga y los cuales pueden presentar terrenos inconsistentes o de poca adherencia, los
vehículo 6x4 y 4x4 presentarán mejor desempeño.
Relaciones de transmisión: En topografías planas se utilizan relaciones de transmisión más reducidas a fin de aumentar la
velocidad operacional y reducir el consumo de combustible. En topografías accidentada, las relaciones de transmisión deben
ser mayores para que el vehículo pueda vencer aclives acentuados.
Distancia entre ejes: Vehículos con menos distancia entre ejes cuentan con un círculo de viraje menor. Ello proporciona
mejor maniobrabilidad. Sin embargo, cuentan con menor longitud disponible en la plataforma, caracterizándose por transportar
cargas concentradas. Los vehículos con mayor distancia entre ejes cuentan con las características contrarias; son indicados para
el transporte de cargas voluminosas y necesitan sitios apropiados para operar por contar con un círculo de viraje mayor.
Tipo de composición: El trayecto y los sitios de carga y descarga podrán presentar restricciones técnicas o legales relacionadas
a las dimensiones y pesos de los vehículos indicados para transportar la carga, o sea, qué tipo de vehículos podrán utilizarse.
Tipo de motor: Diversos modelos de vehículos comerciales ofrecen opción de motores aspirados y turboalimentados.
Los motores turboalimentados, además de poseer mayor par y potencia, ofrecen la ventaja de mantener el desempeño
inalterado con la variación de altitud que sufren; esto no sucede con los motores aspirados que pierden 1% de potencia por
cada 100 m de altitud. Los motores turboalimentados, dotados de post-refrigerados o intercooler, con un pequeño aumento de
peso ofrecen potencia y par aún más elevado.
Equipo opcional:
Eje trasero con reducción mayor: Proporciona más par motor en las ruedas y consecuentemente más capacidad en
pendientes.
Eje trasero de dos velocidades: Dotado de engranaje normal y otro más reducido, proporciona más flexibilidad de
utilización, es indicado en trayectos mixtos, o sea, en topografías planas, accidentadas y en todo terreno.
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Llantas radiales sin cámara: Proporcionan más seguridad por su lento vaciamiento cuando se perforan; más
ventilación del sistema de frenos y más estabilidad por su bajo perfil; también permiten el aumento de carga útil por el menor
peso del conjunto y son más durables.
5. EVALUACIÓN DE ALTERNATIVAS
Siguiendo la secuencia de planeamiento de la flota, el siguiente paso será determinar la cantidad de vehículos necesarios para
suplir la demanda de carga considerada en cada alternativa seleccionada, esto es, calcular el tamaño de la flota.
El cálculo del tamaño de la flota se puede efectuar de dos formas distintas: por el método analítico o por el método gráfico.
Método gráfico: Consiste en disponer gráficamente en una escala de tiempo las operaciones de (ida y regreso) y de carga y
descarga de cada vehículo en el transcurso de una jornada útil de trabajo. La ventaja de este método consiste en la posibilidad
de establecer un cuadro de horarios que muestra continuamente donde se encuentra cada vehículo. Complementa al método
analítico.
PLANEAMIENTO Y RACIONALIZACIÓN
1. COMPARATIVO ECONÓMICO
EL comparativo económico consiste en el análisis de las inversiones necesarias y de los respectivos costos mensuales de
operación de las diversas alternativas consideradas técnicamente adecuadas para solucionar el problema de transporte.
En el resultado de la comparación de dos alternativas pueden encontrarse las situaciones que se analizan a continuación:
• Inversión flota equivalente y costo mensual flota diferente: En esta situación, la decisión recae naturalmente
sobra la alternativa de menor costo mensual flota.
• Inversión flota diferente y costo mensual flota equivalente: En el presente caso, la mejor alternativa a tomar es
aquella que presenta la menor inversión flota.
• Inversión flota equivalente y costo mensual flota equivalente: Aún tratándose de una situación que se presenta
raramente, es claro que la decisión solo podrá tomarse con base en el análisis de las ventajas y desventajas de
cada alternativa.
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• Inversión flota diferente y costo mensual flota diferente: Ésta es la situación más común y se subdivide en dos
alternativas: Una de ellas es muy simple, donde tanto la inversión flota como el costo mensual flota de una
alternativa son mayores que en la otra. La segunda posibilidad recae sobre la situación en donde una de las
alternativas requiere una inversión flota mayor mas un costo mensual flota menor. Por ello, hay que verificar en
cuanto tiempo retorna la inversión adicional por la economía de costos que proporcione. Es claro que si la
inversión regresa en un período de tiempo mayor que el pretendido para la utilización del vehículo, la decisión
recaerá sobre la alternativa que presente una menor inversión flota.
Además de este criterio descrito, la decisión podrá sufrir la influencia del análisis de las ventajas y desventajas que presente
cada una de las alternativas.
Independientemente de la inversión y el costo de operación de la flota, existen otros aspectos que deben analizarse
paralelamente para orientar mejor la decisión entre varias alternativas como:
• Versatilidad de la flota
• Calidad y disponibilidad de la asistencia técnica
• Intercambiabilidad de piezas y componentes
• Disponibilidad de piezas de repuesto
• Posibilidad de uniformización de la flota
• Vida útil comprobada históricamente
• Cantidad y nivel de capacitación de la mano de obra necesaria para el mantenimiento y operación
• Compatibilidad del nivel de la mano de obra existente con la tecnología de los equipos que serán adquiridos
• Asesoría prestada por el fabricante
3. FORMAS DE RACIONALIZACIÓN
En todos los procesos productivos el transporte es una pieza fundamental porque conecta el proveedor con la industria, ésta al
comercio y finalmente, éste al consumidor final.
Por ello, todos los esfuerzos realizados en cada una de esas etapas para aumentar la productividad, pueden quedar
comprometidos por una posible ineficiencia en el transporte propio o en el prestado por terceros.
El principal instrumento de trabajo del transporte de carga es el camión. Es la máquina que produce transporte y por ello debe
considerarse un bien de producción.
Si se quiere aumentar la productividad de esa máquina, en primer lugar hay que conocer su producto, denominado transporte,
pero el cual puede entenderse como la conjugación de dos factores: el kilometraje recorrido y la carga transportada.
El aumento del kilometraje por vehículo puede obtenerse de cuatro formas distintas:
Aumento de la jornada de trabajo: La influencia del aumento de la jornada de trabajo sobre la utilización del vehículo y
sobre el tamaño de la flota, es independiente de la distancia recorrida en un viaje.
Las ganancias consecuentes de este efecto, también se manifiesta en las distancias cortas y largas.
Si el promedio diario de utilización de un camión es de 8 horas, significa que este solamente es productivo durante un
tercio del día, durante los dos tercios restantes, el propietario debe asumir los costos fijos sin esperar remuneración.
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Aumento de la velocidad operacional: Otra forma de aumentar la utilización de un vehículo es aumentando la velocidad
operacional.
La idea no es aumentar la velocidad máxima que pueda alcanzar el vehículo, pero sí tratar que trafique a velocidades
operacionales elevadas durante el mayor tiempo posible para aumentar la velocidad media obtenida por viaje.
El aumento de la velocidad operacional es un factor que influye más en distancias largas, en donde las ganancias por
utilización y la reducción de la flota son más significantes.
La velocidad operacional puede aumentarse utilizando motores turboalimentados con intercooler. Éstos ofrecen más ventajas
en relación a los de aspiración natural: más potencia y par motor en cualquier topografía.
Hay que tener el cuidado de verificar que el vehículo esté equipado con la relación de transmisión adecuada para la ruta en
donde va a operar.
Otra forma de aumentar la velocidad operacional de un vehículo, es aumentando la relación potencia/peso.
Dicha relación exprime la cantidad de potencia disponible, en caballos, por cada tonelada de peso bruto total del vehículo.
Tanto mayor sea esta relación, tanto más caballos de potencia quedarán disponibles para mover una tonelada. Esto también
acarreará en una velocidad operacional más elevada.
Por último es recomendable el cuidado de la aerodinámica, no sólo para reducir el consumo de combustible y mejorar la
estabilidad, sino para el aumento de la velocidad operacional del vehículo.
Reducción del tiempo de carga y descarga: Es conveniente señalar que el tiempo de carga y descarga no es sólo el empleado
en poner la mercancía sobre el camión o la plataforma de descarga; también se deben incluir los tiempos que mantienen al
camión estacionado en filas de espera, pesaje, expedición de documentos, amarre, colocación de lona y liberación.
Normalmente, utilizar carrocerías inadecuadas para la carga o para la operación es el factor responsable por los tiempos
elevados de carga y descarga.
También es posible reducir los tiempos de carga y descarga utilizando flotas desvinculadas, o sea, utilizar un número mayor de
semiremolques que de vehículos de tiro, ya que el vehículo de tiro permanecerá parado apenas el tiempo necesario para
desacoplar un equipo y acoplar otro.
Un aspecto que muchas veces es dejado de lado son los sitios de carga y descarga. Operar en sitios apropiados o terminales
bien diseñadas posibilita aumentar la velocidad de flujo de vehículos y mercancías, evitando que se desperdicie tiempo
buscando un lugar para estacionar, lo que muchas veces ocasiona trastornos en el tráfico.
Aumento de disponibilidad: La productividad de un vehículo será mayor tanto más tiempo esté operando. El período de
operación de un vehículo determina su disponibilidad. Esta disponibilidad es dada por el número de días hábiles durante el
mes, substrayendo el promedio de días en que el vehículo para por encontrarse en mantenimiento.
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Como el número de días hábiles por mes no se puede modificar, se debe entonces buscar el aumento de la disponibilidad del
vehículo, a través de la reducción del número de días que este para por la necesidad de mantenimiento. Una forma de
aumentar la disponibilidad del vehículo es implantando el mantenimiento preventivo programado, en donde el conocimiento
previo por parte de los mecánicos al ejecutar los servicios preestablecidos pasado un kilometraje determinado, permite la
reducción de tiempo en relación al que se gasta en una intervención correctiva.
Otra forma es usando componentes vitales de repuesto, como motores, cajas de cambio y ejes de tracción, esto permite que el
vehículo continúe en movimiento mientras se realiza la reparación del componente original.
No hay que olvidar que la utilización de herramientas especiales y el entrenamiento de los mecánicos, contribuye
significativamente en la reducción del tiempo de mantenimiento.
4. CONSIDERACIONES FINALES
No es suficiente apenas aumentar la productividad del transporte, también es necesario mejorar la calidad del producto,
“transporte”.
La calidad del transporte puede medirse por un conjunto de parámetros entre los que se destacan:
- GRADO DE OCUPACIÓN DE LA FLOTA: Se mide a través del aprovechamiento de la capacidad de carga que ofrece la
flota, se ella por peso o volumen.
- ÍNDICE DE AVERÍAS DE LA CARGA: Este índice es causado principalmente por el uso de vehículos con carrocerías
inadecuadas, mala distribución de la carga y por el empleo de métodos primitivos de carga y descarga.
- DISPONIBILIDAD DE LOS VEHÍCULOS DE LA FLOTA: Los accidentes y las averías afectan sensiblemente la
disponibilidad de los vehículos de la flota. Estos factores ciertamente se relacionan a una carencia de entrenamiento del
personal operativo y de mantenimiento; también a la utilización de vehículos inapropiados para determinadas operaciones.
La medida se tomó en virtud de la normalización de las actividades del personal del Ministerio.
Se establece un plazo de 72 horas, a partir del 8 de agosto, para regularizar la situación documental de los
certificados forestales y remitos de Transporte R y realizar el pago de los derechos correspondientes como
inspección, sellados, etc. correspondiente a lo transportado durante la vigencia de la Disposición Nº 134/7 de la
Dirección General de Bosques y Forestación.
Los propietarios y/o titulares de los permisos deberán presentarse en las delegaciones de Bosque del Ministerio de
Ecología, según la jurisdicción que le corresponda. La falta de cumplimiento por parte de industriales y propietarios
de lo establecido, determinará las actuaciones administrativas de acuerdo a la legislación vigente.
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Bibliografía de lectura:
Bibliografía de consulta:
1
SmartWood es el programa de certificación de manejo forestal y productos de Rainforest Alliance,
organización sin fines de lucro con sede en 65 Bleecker Street, 6th Floor, New York, New York 10012. La
oficina central de SmartWood se encuentra en 65 Millet Street, Richmond, Vermont 05477, Teléfono 802-434-
5491, FAX 802-434-3116, sitio web: www.smartwood.org. El Forest Stewardship Council (FSC), es una
organización internacional sin fines de lucro que audita y acredita a SmartWood. Para mayor información, visite
el sitio www.fscglobal.net.
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SmartWood es el programa de certificación de manejo forestal y productos de Rainforest Alliance,
organización sin fines de lucro con sede en 65 Bleecker Street, 6th Floor, New York, New York 10012. La
oficina central de SmartWood se encuentra en 65 Millet Street, Richmond, Vermont 05477, Teléfono 802-434-
5491, FAX 802-434-3116, sitio web: www.smartwood.org. El Forest Stewardship Council (FSC), es una
organización internacional sin fines de lucro que audita y acredita a SmartWood. Para mayor información, visite
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SmartWood es el programa de certificación de manejo forestal y productos de Rainforest Alliance,
organización sin fines de lucro con sede en 65 Bleecker Street, 6th Floor, New York, New York 10012. La
oficina central de SmartWood se encuentra en 65 Millet Street, Richmond, Vermont 05477, Teléfono 802-434-
5491, FAX 802-434-3116, sitio web: www.smartwood.org. El Forest Stewardship Council (FSC), es una
organización internacional sin fines de lucro que audita y acredita a SmartWood. Para mayor información, visite
el sitio www.fscglobal.net.
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INTRODUCCIÓN
En el último tiempo, los esfuerzos más importantes del sector forestal, principalmente de algunas
empresas, han apuntado a mejorar las técnicas de trabajo y aumentar la conciencia de cada uno de
los individuos de la organización, respecto de los impactos producidos por las operaciones sobre los
distintos componentes ambientales. En este sentido, los primeros pasos estuvieron abocados a la
realización de auditorías ambientales, cuyo trabajo permitió posteriormente a las empresas, hacer un
diagnóstico de las prácticas utilizadas e introducir conceptos y mejoras un tanto desconocidos hasta
entonces.
Posteriormente, y producto de la mayor presión mundial sobre la sustentabilidad de los
bosques de donde provienen los distintos productos forestales, se reconoce a la certificación
forestal como un medio para salvaguardar los recursos naturales y poder enfrentar de
manera más exitosa la comercialización de los productos en los mercados internacionales.
Esto ha llevado a la adopción de sistemas de gestión ambiental dentro de las organizaciones,
lo cual ha significado entre otras cosas, la planificación e implementación de políticas
ambientales, la medición y evaluación del desempeño ambiental, y la puesta en marcha de
procesos de auditoría ambiental.
Proceso de Montreal
El Proceso de Montreal es la unión de varios países que poseen bosques templados y boreales con el
fin de contribuir al manejo sustentable de los mismos.
La máxima instancia del Proceso de Montreal es el Grupo de Trabajo, creado en Ginebra, Suiza, en
junio de 1994 con la misión de establecer e implementar Criterios e Indicadores de Manejo Forestal
Sustentable, aceptados internacionalmente, para la conservación y el manejo sustentable de los
bosques templados y boreales.
¿Qué es un criterio?
Es una categoría que agrupa valores relacionados o similares, a través de la cual puede ser evaluada
la sostenibilidad del manejo forestal. El criterio nos dice qué aspecto del bosque es importante.
¿Qué es un indicador?
Es una medida cuantitativa o cualitativa que midiéndola periódicamente indica la dirección del cambio
en un criterio. El indicador nos dice si avanzamos en la dirección deseada o no.
¿Para qué sirven los criterios e indicadores?
El manejo forestal sostenible es el proceso de manejar el bosque obteniendo productos y servicios
deseados, sin disminuir sus valores, su productividad futura y sin causar efectos indeseables en el
entorno físico y social. Las herramientas útiles para describir, estimar y evaluar los avances hacia el
manejo forestal sostenible son los criterios e indicadores, que incluyen atributos y funciones vitales
como biodiversidad, productividad, salud de los bosques, protección de los recursos suelo y agua y
ciclo del carbono; beneficios socioeconómicos como madera, recreación y valores culturales; y las
leyes y reglamentos que constituyen el marco jurídico de los bosques.
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Existe a escala mundial una presión creciente para mejorar la calidad del manejo forestal.
Preocupaciones acerca de cuestiones ambiéntales y sociales asociadas a las prácticas forestales, tal
como los efectos sobre la biodiversidad, el cambio del clima, la desertificación, las inundaciones, los
conflictos sobre los derechos de uso de la tierra y el desarrollo sustentable han llevado a celebrar
acuerdos internacionales para reducir los impactos de los aprovechamientos forestales y mejorar las
estrategias del manejo forestal.
Aunque existe un acuerdo general que el manejo forestal sustentable debe ser ambientalmente
responsable, socialmente benéfico y económicamente viable, se tiene que definir más precisamente
el concepto de sostenibilidad y seleccionar criterios de evaluación confiables.
En 1992, la Cumbre de la Tierra de Río adoptó la “Declaración de Principios Forestales” y desde
entonces, se han puesto en marcha una serie de actividades nacionales é internacionales para
mejorar el manejo de bosques a nivel mundial. Hoy en día más de 100 países de seis continentes,
que poseen la mayoría de los bosques del mundo y realizan comercio internacional de productos
forestales, están implicados en la selección y seguimiento de criterios é indicadores para el manejo
forestal sustentable (Wijewardana y al, 1997).
El presente documento describirá los principales aspectos relacionados con la determinación de
criterios é indicadores requeridos para evaluar la sustentabilidad de proyectos de manejo forestal, a
saber:
1. História de la aparición del concepto de criterios é indicadores
2. Definición y entorno del manejo forestal sustentable
3. Marco metodológico para la elaboración de criterios é indicadores
4. Criterios é indicadores definidos en el Proceso de Montreal, de cual se adhirió Argentina en
1995.
Reseña Histórica
La Cumbre de la Tierra, de Río
a Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (CNUMAD), celebrada en Río en
junio de 1992, fue la mayor reunión jamás celebrada de dirigentes mundiales y particulares para discutir la
relación entre el medio ambiente y el desarrollo, lo que llamamos ahora el “desarrollo sostenible”. En este
contexto, la Conferencia centró la atención mundial por primera vez sobre la “ordenación forestal sostenible”
como componente fundamental del desarrollo sostenible.
La Cumbre de la Tierra reconoció que los bosques son fundamentales para asegurar el bienestar de las
poblaciones locales a largo plazo, y sostener las economías nacionales y la biosfera terrestre en su
conjunto. Al adoptar la Declaración de Principios Forestales, anexada al Capítulo 11 de la Agenda 21, se
señaló claramente la importancia del manejo sustentable de todo tipo de bosques (incluyendo los bosques
templados y los boreales) y para todo tipo de beneficios a fin de atender las necesidades de las
generaciones actuales y futuras.
Aunque Río situó la noción del manejo forestal sustentable en el primer plano de las discusiones políticas
internaciones, el concepto en aquel momento no era bien comprendido técnicamente. Se aceptó en
términos generales que el desarrollo sostenible representa el paradigma del manejo de los bosques como
ecosistemas complejos que proporcionan al hombre un amplio conjunto de bienes y servicios económicos y
ambientales. Sin embargo, se tenía poca comprensión de lo que implica realmente el manejo sustentable ó
cómo lograrlo.
Después de Río, países de todo el mundo anunciaron sus compromisos para ordenar sosteniblemente sus
bosques. Se comenzó así a definir lo que significa realmente la sostenibilidad y cómo caracterizarla en un
contexto científico, técnico y político. Tras la Conferencia, una de las medidas más importantes y uniformes
adoptadas por los países (y que todavía están utilizadas para evaluar el éxito de los compromisos y dar
sentido al concepto del desarrollo sostenible) es la definición de criterios é indicadores para el manejo
forestal sustentable (Wijewardana y al, 1997).
Varias organizaciones internacionales, nacionales ó grupos de individuos han tentado definir estándares de
evaluación del manejo forestal sustentable. Estos estándares atañen diversos objetivos y son aplicados a
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escalas diferentes: internacional, regional, nacional o a la unidad de manejo forestal. Es importante notar
que los estándares utilizados para el monitorio y la evaluación a nivel regional y nacional no son
necesariamente plenamente compatibles con los estándares de evaluación para la calidad del manejo
forestal al nivel de la unidad del manejo forestal. Sin embargo, resulta que la tendencia consiste en utilizar
principios similares para todos los niveles, aunque principios adicionales pueden ser requeridos para niveles
específicos. En términos conceptuales se reconocen tres tipos de procesos: los políticos, los operacionales
(certificación) y los científicos.
Procesos políticos
La Organización Internacional de Madera Tropical (OIMT)
La Organización Internacional de Madera Tropical (OIMT) agrupa en su seno los
países que producen y consumen maderas tropicales. Su vocación es de suscitar
reflexiones, intercambiar informaciones y desarrollar políticas sobre todos los aspectos
de la economía de los maderas tropicales del mundo. En enero de 1998, OIMT tenía
50 miembros representando 95% del comercio mundial y 75% de los bosques
tropicales del mundo.
Cabe destacar que cuando los países se preparaban para la Cumbre de la Tierra, la Organización
Internacional de Madera Tropical (OIMT) desarrollaba, por su parte, trabajos pioneros sobre “Criterios
para la medición de la ordenación sostenible del bosque tropical”, que se terminaron en 1992. Este
esfuerzo inicial distinguió cinco criterios y 27 “indicadores posibles” enfocados en gran parte sobre las
“herramientas” legales é institucionales necesarias para promover la ordenación forestal sostenible a
escala nacional. También distinguió criterios é indicadores análogos para su aplicación a nivel de la
unidad de ordenación forestal. Consecuentemente al mandato y enfoque de OIMT, se hacía más
hincapié en los bosques productores de madera tropical que en la serie completa de beneficios
múltiples forestales. No obstante, la iniciativa de OIMT llevó el concepto (y la terminología) de
“criterios é indicadores” al primer plano internacional y ayudó a establecer el escenario para trabajos
posteriores en este campo (Wijewardana y al., 1997).
En 1998, la OIMT presentó un nuevo conjunto revisado de “criterios e indicadores de la OIMT para
la ordenación sostenible de los bosques tropicales naturales” sobre la base de la experiencia
adquirida en la práctica.
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En junio de 1994 se adoptó una serie fundamental de seis criterios y 27 indicadores cuantitativos
apropiados para la ordenación forestal sostenible a escala nacional. Además, se aceptó en Antalya, en
enero de 1995, una lista provisional de indicadores descriptivos para evaluar la existencia y aplicación de
los instrumentos de política y para ayudar el desarrollo adicional de criterios é indicadores nacionales.
Dentro del proceso ministerial, los países han compartido sus experiencias individuales sobre la aplicación
nacional de los criterios é indicadores mediante la elaboración de políticas y demostración pública de los
logros en manejo forestal sustentable.
Desde la Conferencia de Helsinki, la mayoría de los países han formulado ó están formulando políticas
forestales nacionales bajo el concepto del desarrollo sostenible, la protección ambiental y la conservación
de la biodiversidad dentro del espíritu de las resoluciones H1 y H2. Las diferencias en el desarrollo y
aplicación de los criterios é indicadores nacionales dependen de las condiciones particulares de cada país:
valores culturales y tradicionales, marco reglamentario y estructura del sector forestal.
El Proceso de Montreal
El Grupo de Trabajo sobre Criterios é Indicadores para la Conservación y el Manejo
Sustentable de los Bosques Templados y Boreales (“Proceso de Montreal”) fue constituido
en Ginebra en junio de 1994, para impulsar el desarrollo de criterios é indicadores
internacionalmente aceptados y aplicables a escala nacional, para la conservación y el
desarrollo sustentable de los bosques templados y boreales. Los miembros del Grupo de
Trabajo fueron Australia, Canadá, Chile, China, los Estados Unidos de América, la Federación Rusa, Japón,
México, Nueva Zelandia y la República de Corea. En las reuniones del Grupo de Trabajo participaron
varios organismos internacionales y organizaciones no gubernamentales, así como algunos países no
integrantes del Grupo. Tomados en su conjunto, esos países de los cinco continentes representan un 90%
de los bosques boreales y templados del mundo y un 60% de la superficie total de bosques. Asimismo,
representan un 45% del comercio mundial y productos de madera y un 35% de la población mundial.
En febrero de 1995 en Santiago de Chile, los países antes indicados, otorgaron su respaldo a un conjunto
amplio y completo de 7 criterios y 67 indicadores de conservación y manejo sustentable de bosques, para
uso de sus encargados de formulación de políticas. (ver sitio Web del “Proceso de Montreal”:
http://www.mpci.org/).
En octubre de 1995, otras dos naciones se sumaron al grupo: Argentina y Uruguay, incrementando a 12 el
número actual de países miembros.
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adoptan los gobiernos. El comité de Evaluación de la Conformidad de las normas ISO (CASCO) está
encargado de asegurar disposiciones armonizadas y adecuadas con fines de certificación y
acreditación.
Algunos sectores a nivel internacional han mantenido fuertes expectativas acerca del papel que
puede jugar la serie de normas ISO 14 000 sobre el manejo ambiental, mediante una harmonización
internacional de criterios y de procedimientos de la certificación forestal.
ISO 14 000 es una serie evolutiva de normas genéricas que permiten desarrollar estrategias para
disminuir los impactos y riesgos ambientales. Los instrumentos actuales pueden dividirse en tres
grupos:
(i) ordenación de la organización, como sistemas de ordenación del medio ambiente
(SOA),
(ii) instrumentos de examen y evaluación del rendimiento,
(iii) evaluación del producto, inclusive la evaluación del ciclo de vida, ecoetiquetas y los
aspectos ambientales de las normas de productos.
ISO 14000 cubre un territorio similar a la certificación del manejo forestal, salvo que no especifica
estándares de resultados para el manejo de bosques y no permite emitir un “label” sobre los
productos. Pues, no es el bosque que se certifica sin mas bien el sistema de manejo ambiental.
Procesos científicos
CIFOR
El Centro de Investigación Forestal Internacional (CIFOR), en colaboración con varias
organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, está trabajando sobre un
proyecto de definición de criterios é indicadores del manejo forestal sustentable a nivel de
la unidad de manejo. La meta de ese proyecto consiste en identificar un conjunto mínimo
de criterios é indicadores que sean objetivos, rentables (relación beneficios / costos) y pertinentes
para la evaluación del manejo forestal sustentable.
Basado en esta investigación, CIFOR ha producido un grupo de guías (“caja de herramientas”) que
proporciona técnicas de evaluación a los asesores potenciales:
No. 1: Guía para desarrollar, probar y seleccionar criterios é indicadores para el manejo forestal
sustentable
No. 2: Plantilla Genérica de Criterios é Indicadores de CIFOR
No. 3: CIMAT (Herramienta de adaptación y modificación de Criterios é Indicadores) (CD-ROM +
manual del usuario)
No. 4: Libro de base de datos de Criterios é Indicadores de CIFOR (CD-ROM + manual del usuario)
No. 5: BAG (Guía de evaluación básica del bienestar humano)
No. 6: Bolsa de compras: Métodos complementarios para evaluar el bienestar humano
No. 7: Guía de puntaje y análisis para evaluar el bienestar humano
No. 8: ¿Quiénes importan más? Evaluando el bienestar humano en el manejo forestal sustentable.
No. 9: Guía de aplicación del análisis multicriterio a la evaluación de criterios é indicadores
No. 10: Metodologías para evaluar indicadores ecológicos en el manejo forestal sustentable (versión
preliminar – en desarrollo).
Iniciativas nacionales
Varios países han comenzado el proceso de desarrollar sus propios estándares nacionales, basados
sobre una combinación de diversos estándares.
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DESARROLLO É IMPLEMENTACION DE CRITERIOS É INDICADORES (C&I) PARA EL MANEJO FORESTAL SUSTENTABLE
GLOBAL Principios forestales de la CNUMAD
Implementación de C&I
Aplicación de C&I desarrollados regionalmente ó internacionalmente Prueba
a las condiciones nacionales
− Adaptación directa del conjunto desarrollado internacionalmente - Aplicabilidad
/regionalmente
NACIONAL − Adaptación ulterior del conjunto desarrollado internacionalmente /
regionalmente con algunas modificaciones y/o integración de
indicadores complementarios para ajustar el conjunto a las
condiciones nacionales
Recolección de datos para los indicadores é informes (como un
proceso y/o individualmente) Demostración de
Uso de la información obtenida para la toma de decisiones en política manejo forestal
forestal sostenible dentro del
marco de C&I
− Areas demostrativas
− Proyectos pilotos
− Bosques modelos,
C&I genéricos desarrollados para el nivel Procedimiento dentro del país hacia etc.
de unidad de manejo dentro de las los niveles sub-nacional y UMF
SUB-NACIONAL iniciativas internacionales / regionales - Nivel nacional de C&I como un
/ UMF - OIMT y Propuesta de Tarapoto marco
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Durante los últimos años se han desplegado considerables esfuerzos hacia el desarrollo é implementación
del concepto de sustentabilidad y manejo forestal sustentable. Anteriormente se aplicaba un concepto de
rendimiento sostenido de madera sin abarcar las funciones ambientales y socioeconómicas de los bosques.
Actualmente, la presión del mercado internacional es una de las influencias principales que obliga a los
encargados del bosque a mejorar estándares de gerencia. Los clientes quieren asegurarse que las
compañías forestales que le proveen productos de madera y de papel producen impactos ambientales y
sociales mínimos. Por lo tanto, las compañías que aplican reglas de manejo forestal sustentable pueden
acceder a los nuevos mercados cerrados a las compañías que no se adaptan.
7. Presión financiera:
Los inversionistas y los aseguradores se preocupan tradicionalmente más del margen de beneficio que de
los impactos ambientales y sociales de las industrias que soportan. Sin embargo, frente a la presión de
grupos ecológicos y los riesgos de sufrir ó tener una publicidad muy negativa por no respetar las cuestiones
ambientales y sociales, los inversionistas y aseguradores se preocupan ahora de mantener una imagen
“verde” sin manchas. Esta preocupación se ve reforzada por legislaciones más severas que obligan a
reducir los impactos negativos al ambientel y sociedades locales.
Cuadro no 1
Elementos del manejo forestal sustentable
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El bienestar de la población
23. Procesos de consultación y participación
24. Evaluación del impacto social
25. Reconocimiento de derechos y cultura
26. Relaciones con los empleados
27. Contribución al desarrollo
Cuadro No. 2
Ilustración sobre los logros y ventajas relativas de desarrollo de criterios é indicadores para el manejo forestal
sostenible.
Logros y ventajas internacionales:
Internacionalización de la discusión
Número creciente de países involucrados actualmente en discusiones comunes
Estímulo a la colaboración
Se ha involucrado un gran número de grupos interesados
Movimiento hacia la generación de consenso
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Proporciona una medida (en un área del esfuerzo nacional) del progreso hacia el desarrollo del manejo
forestal sostenible
Mejoramiento de la calidad de la información y preparación de informes
Contribución potencial a otros ejercicios similares (por ejemplo indicadores de desarrollo sostenible)
Fortalecimiento de la confianza mutua
Criterios
38. Una categoría de condiciones ó procesos por los cuales se puede evaluar el manejo forestal sostenible.
39. Un criterio está caracterizado por un conjunto de indicadores relacionados que son monitoreados
periódicamente con el fin de determinar los cambios.
40. Un aspecto que es considerado importante y mediante el cual se podrá juzgar su éxito ó fracaso. El papel
de los criterios consiste en caracterizar ó definir los elementos esenciales ó el conjunto de condiciones o
procesos mediante los cuales se puede evaluar el manejo forestal sostenible.
Los criterios contestan a la pregunta "¿cuál aspecto es importante?". Son simplemente unas categorías
amplias que ayudan a agrupar los valores que son similares o estan relacionados.
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Cátedra de Aprovechamiento Forestal
Valores
Los valores contestan a la pregunta "¿porqué el bosque es importante?". Algunos de los valores pueden
parecer obvios, pero es provechoso reconocer la diversidad de las razones por las cuales se consideran los
bosques como importantes. Es especialmente importante identificar los diversos valores desde el principio
a fin de fijar metas que sean significativas é importantes.
Metas
Las metas contestan a la pregunta "¿qué deseamos hacer?". Una meta nos dice la dirección que
deseamos seguir para utilizar ó realzar cierto valor. Muchas de las metas nunca pudieron ser alcanzadas
completamente, pero esto significa que pueden seguir siendo válidas durante mucho tiempo. Si hemos
fijado una meta en el horizonte distante, entonces no necesitamos necesariamente alcanzarla
inmediatamente; apenas deseamos ver las muestras visibles que estamos progresondo hacia ella.
Indicadores
Una medida cuantitativa, cualitativa ó descriptiva. Que se mide periódicamente y se monitorea, revela la
dirección del cambio.
Los indicadores cuantitativos proporcionan información principalmente sobre las condiciones de los
bosques y sus funciones y sobre los valores y beneficios asociados con los bienes y servicios que producen
los bosques.
Los indicadores descriptivos proveen información sobre la existencia de instrumentos de política forestal y
sobre la magnitud en que estos instrumentos apoyan el manejo forestal sostenible. Conjuntamente a los
indicadores cualitativos, se necesita esta información para interpretar si ha ocurrido un progreso hacia el
manejo forestal sostenible y como se ha realizado.
Los indicadores nos dicen "cómo sabemos si estamos avanzado en la dirección deseada". Un
indicador útil, será cual que nos dirá que si o no nos indique si nos dirigimos hacia nuestras metas eligidas.
Un grupo de indicadores debe decirnos si un valor determinado se esta tratando adecuadamente ó no.
Objetivos
Un objetivo se relaciona de cerca con una meta pero es más específico. En detalle, los objetivos contestan a
la pregunta "¿qué debo hacer para conseguir donde deseamos ir? ". Un objetivo es siempre algo que es
realizable y no debe ser ambiguo ó abierto a la interpretación. Debe ser posible de establecer con
certidumbre si se ha alcanzado un objetivo determinado ó no.
Prácticas
Las prácticas nos dicen como vamos a lograr nuestros objetivos y por lo tanto describen las cosas reales
que se harán en el sitio.
Los criterios, valores y metas se relacionan todos con lo que desea la población. El objetivo y las prácticas,
por otra parte, se refieren a lo que realmente hace la gente. Los indicadores están en el centro y son quizás
la característica más importante de un marco de criterios é indicadores. Un indicador es solamente una
medida, pero cuando los indicadores se eligen bien, ellos proporcionan una conexión creíble entre los
conceptos magníficos y las declaraciones idealistas que son a menudo parte de planes estratégicos y las
actividades prácticas que son realizadas realmente en el bosque. Cuando medimos, basados sobre un
amplio conjunto de indicadores prácticos, creíbles y significativos, estamos realizando una "verificación de la
realidad" una prueba si qué estamos moviendo está en la dirección que deseamos ir.
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indicadores debe ayudar en términos generales a determinar si las intervenciones de ordenación están
colectivamente llevando al país hacia la ordenación sostenible o apartándolo de ella. Esta interpretación
debe ayudar a determinar los ajustes de política y las correcciones de dirección necesarias para mejorar la
ordenación forestal. De este forma, los indicadores forestales son en teoría algo parecidos a los indicadores
económicos, como las tasas de inflación, empleo ó interés, que utilizan muchos países para “indicar” la
salud general de las economías nacionales y estimular los ajustes políticos apropiados para lograr los
objetivos económicos.
La utilización de los criterios é indicadores debe mejorar mucho la calidad de la información sobre los
bosques y los efectos de los sistemas de manejo forestal y debe estar a disposición de los responsables de
las decisiones y del público y contar con un debate de política forestal más informado y menos retórico, a
escala local, nacional, regional é internacional (Wijewardana y al., 1997).
Los criterios é indicadores son esenciales para el planeamiento estratégico del desarrollo forestal
sustentable y como herramienta útil para medir los avances hacia la sostenibilidad de los bosques a nivel
nacional, de la unidad de manejo forestal y a nivel global.
Los criterios é indicadores deben ser considerados como herramientas (es decir, instrumentos operativos de
política) para alcanzar el manejo forestal sostenible. Se los puede usar de varias maneras para apoyar la
formulación de la política forestal nacional, por ejemplo, para clarificar prioridades, ó como fundamento para
la formulación, implementación y monitoreo de las estrategias forestales sostenibles, políticas, pautas y
planes de acción de un país.
Se presentan en el próximo cuadro ejemplos de usos posibles de los criterios é indicadores.
Cuadro No. 3
Ejemplos de usos posibles de los criterios é indicadores
Nivel Internacional
Para orientar la recolección y difusión de información sobre el estado de los bosques del mundo y sobre del
manejo forestal (por ejemplo, la Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales de la FAO)
Para demostrar los progresos realizados a las organizaciones internacionales, CSD, OIMT, etc.;
Apoyo al desarrollo y seguimiento de las pautas internacionales y/o disposiciones legales
Como una referencia internacional para quienes formulan la pauta para la política nacionale
Para la clarificación de temas relativos al comercio internacional de productos provenientes de bosques
manejados de manera sostenible, incluyendo la certificación de madera.
Para proporcionar información sobre la que se pueda basar la cooperación internacional y el financiamiento
par el manejo forestal sostenible; y
Para aumentar la confianza mutua.
Nivel nacional
Proporcionar elementos por redacte los informes sobre los cambios y las tendencias, sobre el estado ó
condiciones de los bosques y del manejo forestal
Ayudar a las discusiones y orientar sobre la política forestal nacional
Ayudar el monitoreo del manejo forestal al indicar las amenazas y debilidades emergentes (alerta temprana)
Formar una base para el inventario y evaluación de información vital, relacionada a los bosques y al manejo
forestal;
Ayudar a la toma de decisiones (orientación de políticas) hacia el manejo forestal sostenible mediante:
1. detección y orientación de las metas de política forestal
2. la identificación y mejoramiento de instrumentos políticas existentes, para ser usados en el logro del
manejo forestal sostenible
3. la identificación y la especificación de las prácticas que podrían promover el manejo forestal sostenible,
enfocando la relevancia, efectividad y eficiencia de la implementación de acciones y
4. realzando el potencial de consenso político y asociación entre los grupos interesados al proporcionar
datos creíbles sobre el estado de los bosques y del manejo forestal
Sirve como una referencia (provee una sólida prueba de las tendencias) en las posiciones nacionales en la
negociación
Sirve como una referencia internacional para quienes fijan políticas en la formulación de las políticas
nacionales
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Ayuda a la comunicación entre los diferentes grupos interesados y con el público sobre el manejo forestal
sustentable
Sirve como un elemento adicional en el desarrollo de los planes y programas forestales nacionales y en la
evaluación de sus impactos
Asiste en la planificación estratégica de las organizaciones públicas forestales (orientación de actividades)
Ayuda a evaluar la factibilidad y el efecto de nuevos instrumentos de regulación
(leyes/instrucciones/recomendaciones) cuando se preparan é implementan
Guía la investigación (prioriza necesidades de investigación)
Fuente: Seminario Intergubernamental sobre Criterios e Indicadores para el Manejo Forestal Sostenible.
19-22 de Agosto de 1996. Helsinki, Finlandia.
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Al trabajar sobre una base común y abierta a ampliaciones se acelera así el proceso decisional aunque
algunos participantes pueden tener desacuerdos sobre algunos valores y metas.
En este caso, se recomienda al moderador de concentrarse en la resolución de los desacuerdos
("disputado") solamente después que un conjunto inicial de metas y de valores hayan sido identificados y
refinados. A veces, los participantes pueden desear hacer unos cambios simples pero significativos en la
fraseología, sin considera que el valor o meta esta "disputado".
Los indicadores cuantitativos son generalmente preferibles a los indicadores cualitativos ó descriptivos,
dado que están menos sujetos a interpretación y es más fácil comparar las previsiones contra los resultados
reales. Sin embargo, puede ocurrir que no se logre definir ó utilizar indicadores cuantitativos. En estos
casos, es mejor elegir otros indicadores más apropiados en lugar de elegir indicadores sin significado
particular únicamente porque se expresan en términos numéricos. Por ejemplo, un indicador cuantitativo
como "el número de gente que asiste a una reunión pública" puede ser un indicador mensurable, pero esta
medida no significa una implicación ó influencia directa sobre el manejo de bosques. Puede ser más útil
recopilar informaciones descriptivas sobre la extensión de la implicación pública que ha tenido un impacto
sensible en practicas reales, en lugar de basarse únicamente en el número de participantes.
Es generalmente necesario identificar varios indicadores por cada valor. De esta manera se permite
analizar un valor en su totalidad sin tener que procesar la lista completa de indicadores. Se recomiendas
buscar las siguientes características para cada conjunto de indicadores:
47. Credibilidad: Un buen conjunto de indicadores debe dar una medida completa y creíble de un
valor determinado.
48. Viabilidad: La tarea de recopilar los datos para un conjunto de indicadores debe ser práctica y factible,
relativo de apremios realistas en recursos financieros, humanos y técnicos.
Normalmente se necesita disponer de muchos indicadores para proporcionar una descripción
razonablemente y completa de los valores que forman parte del manejo sustentable del bosque. Sin
embargo, es importante considerar que alguien tendrá que recoger la información sobre cada uno de estos
indicadores: una lista demasiado larga puede finalizar olvidada ó rechazada.
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Existen varias maneras posibles de desarrollar un conjunto de objetivos, de las cuales se destacan las dos
opciones siguientes:
La opción “A” es el método recomendado en el estándar del manejo forestal sustentable de la asociación
canadiense de los estándares. El cuadro que sigue da un ejemplo práctico de este método. Es un proceso
metódico y riguroso para la gestión de proyectos. Sin embargo puede ser difícil ponerlo en práctica si los
indicadores seleccionados no son fácilmente "previsibles”, por no ser cuantificables ó por sufrir influencias
de varios factores fuera del control del gestor del bosque.
Ejemplo: Identifique objetivos para cada indicador
CRITERIO: Biodiversidad
VALOR: Paisaje representativo
META: Tener áreas protegidas de tamaño suficientemente grande y distribuida adecuadamente para
representar a cada una de las regiones ecológicas del país.
INDICADOR: Proporción de cada región ecológica bajo protección.
OBJETIVO: tener por lo menos 12% de la superficie forestal protegida antes del año 2010.
En el ejemplo anterior, el objetivo elegido no se relaciona directamente con el indicador, pero está dirigido
más hacia la realización de la meta. El indicador es una manera útil de controlar si el objetivo es eficaz para
lograr la meta.
Tanto para la opción “A” y “B”, es importante observar que cada objetivo debe tener las características
siguientes:
49. Específico: significando que debe ser posible decir si un objetivo determinado se ha realizado o no;
50. Claro donde el objetivo se aplica: es el que se aplicará a nivel nacional ó solamente en localizaciones
específicas;
51. marco del tiempo específico para cada objetivo. La indicación que un objetivo está simplemente "en
curso" es la muestra de un objetivo débil.
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56. Incertidumbres:
Los indicadores presentan a menudo un cuadro interesante pero incompleto de un cierto aspecto del
manejo del bosque sustentable. A una mente inquisitiva, la nueva información planteará generalmente más
preguntas que respuestas, requiriendo investigaciones adicionales.
Sugerencia:
Se debe que clarificar si los indicadores se desarrollar como herramienta para dirigir el manejo de bosque, ó
para guiar investigaciones futuras y más detalladas. Estas actividades - gerencia é investigación - son
compatibles y pueden apoyarse mutuamente pero funcionan a menudo en diversos escalas de tiempo. El
responsable de recursos naturales tiene que tomar decisiones ahora, usando la mejor información
disponible y muchas veces no puede diferir sus decisiones hasta que se ha recogido la información
adicional. Mientras se identifican las áreas relacionadas con el manejo sustentable que necesitan más
investigación, es importante asegurarse que los recursos estarán disponibles para realizar este trabajo
antes de iniciarlo.
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El proceso de Montreal
Las informaciones siguientes provienen del sitio WEB de “El Proceso de Montreal” (http://www.mpci.org).
Se anima a consultar este sitio regularmente para conocer los últimos avances.
Países miembros
Los países miembros del Proceso de Montreal son:
58. Argentina
Argentina está ubicada en la parte sudeste del continente sudamericano. Limita con Chile al oeste y con el
Océano Atlántico al este. Cubre una superficie aproximada de 277 millones de Ha. de las cuales el 12,4%
(33.942.000 Ha.) están cubiertas por bosques. Desde el punto de vista físico, el país puede dividirse en
cuatro regiones: los Andes al oeste (con cuencas áridas, estribaciones, montañas glaciales y el Distrito de
los Lagos), las tierras fértiles del norte (con bosques subtropicales húmedos), las Pampas en el centro (una
extensa planicie con amplias zonas húmedas y secas) y la Patagonia (una combinación de estepas de
pastoreo y regiones glaciales). Argentina tiene varias zonas climáticas: subtropical en el norte, húmeda y
caliente en el centro, templada y fría en el sur.
http://siiap.sagyp.mecon.ar/
http://siiap.sagyp.mecon.ar/home/english.htm
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59. Australia
Australia es una isla ubicada al sur de Indonesia, entre el Océano Pacífico y el Índico. Su extensión es de
769 millones de Ha., de las cuales 156 millones (el 20% del total) son zonas forestales y arboladas, y tiene
plantaciones que cubren más de un millón de Ha. Eucaliptos, con más de 700 especies, dominan en los
bosques y zonas arboladas y dan lugar a una multiplicidad de ecosistemas variados en su composición
florística, estructura y fauna.
http://www.affa.gov.au/affa/forestry.html
60. Canadá
Canadá, ubicado en América del Norte, al norte de Estados Unidos, limita al oeste con el Océano Pacífico y
al este con el Atlántico. Es el segundo país del mundo por su extensión, con una superficie de 997 millones
de Ha. de las cuales 417,6 (el 42%) son bosques, lo cual representa el 10% de los bosques del mundo. Es
un país constituido principalmente por lagos, ríos y bosques. La cubierta forestal de Canadá se compone de
praderas, bosques templados y boreales y la tundra ártica en el norte.
http://nrcan.gc.ca/cfs/index.html
61. Chile
Chile, ubicado en la zona sudoeste del Cono Sur de América, se extiende hasta el continente Antártico y
comprende la Isla de Pascua hacia el oeste. Su territorio abarca una superficie de 75,7 millones de Ha., de
las cuales 33,8 millones (el 44,6%) están clasificadas como tierras forestales. Debido a su extensión
geográfica de norte a sur, abarca las siguientes zonas climáticas: desértica, esteparia, central, de lluvias
templadas moderadas, de lluvias marítimas, de estepas frías y de la tundra y la región polar. La variedad de
altitud y latitud permite la formación de una gran diversidad de vegetación.
Los recursos forestales, compuestos de bosques naturales, plantaciones y combinaciones de ambos,
abarcan un área total aproximada de 14.208.569 Ha. Se han identificado ocho regiones vegetacionales:
desierto, estepa alto-andina, matorrales y bosques esclerófilos, bosques cadicifolios, bosques laurifolios,
bosques andino-patagónicos, bosques siempreverdes y turberas y estepas patagónicas.
http://www.minagri.gob.cl/
62. China
China es el tercer país del mundo en extensión con una superficie continental de 960 millones de Ha. Está
ubicada en el nordeste de Asia y limita al norte con Mongolia y con los mares de la China Oriental y de la
China Meridional al este. Su geografía abarca zonas de montañas, praderas y desiertos. Su clima varía de
subártico en el norte a tropical en el sur.
63. Japón
Japón está constituido por una cadena de islas ubicadas al este del Continente euroasiático. Las islas se
extienden a través de 3.000 Km. de norte a sur y abarcan una superficie aproximada de 38 millones de Ha.
La topografía en general es de elevada altitud, alcanzando entre 2.000 y 3.000 metros sobre el nivel del mar
en la parte central de las cuatro islas principales. La mayor parte del país está bajo la influencia climática
húmeda del monzón y tiene cuatro estaciones diferentes. Las condiciones climáticas varían no sólo de
acuerdo a la latitud, sino también a la topografía y la altitud. Los bosques cubren aproximadamente 25
millones de Ha., ocupando el 67% de la superficie total del país. Bosques boreales, templados y
subtropicales cubren la geografía japonesa que se extiende de norte a sur. En 1995, las zonas boscosas
forestadas de Japón cubrían 10,4 millones de Ha., es decir el 41% de la superficie del país y los bosques
naturales abarcaban 13,4 millones de Ha., es decir el 53% de la superficie.
http://www.maff.go.jp/index.html
http://www.maff.go.jp/eindex.html
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templada, pero también los hay en la zona semitropical de las regiones del sur y en la semiboreal del norte
de la península.
http://www.foa.go.kr
http://www.foa.go.kr/ext/eng/frame.htm
65. México
México está ubicado en la parte sur de América del Norte. Limita al norte con Estados Unidos y tiene una
superficie aproximada de 197 millones de Ha., de las cuales el 72% son tierras forestales cubiertas con
bosques templados, selvas tropicales y áreas con vegetación de zonas áridas y semiáridas. Los bosques
templados abarcan una superficie de 30 millones de Ha. y están compuestos de masas de coníferas
homogéneas, masas de coníferas mixtas y masas de frondosas. Estos bosques crecen en las regiones
montañosas del país en terrenos de distintas altitudes que se ubican entre 800 y 3.000 m sobre el nivel del
mar.
http://www.semarnap.gob.mx/
69. Uruguay
Uruguay, ubicado en la coste este de sudamérica, limita al norte con Brasil, al oeste con Argentina y al este
con el Océano Atlántico. Su superficie es de aproximadamente 17 millones de Ha. Tiene un paisaje
ondulado y clima templado todo el año. Sus bosques naturales cubren una superficie de 667.315 Ha. y las
zonas forestadas abarcan 495.540 Ha. De estas últimas, 344.920 Ha. están calificadas como bosques
comerciales y 150.620 Ha. como bosques protectores. Durante los últimos tres años, dentro del marco de
una política forestal, la forestación ha alcanzado un ritmo de 60.000 Ha. por año. Los bosques naturales
cubren el 3.3% del territorio nacional y están ubicados en las márgenes de los ríos, en las zonas de sierras,
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en los valles húmedos ondulados, en parques y palmares, y en los terrenos arenosos de la costa. La
vegetación es de distintos tipos, que corresponden a las zonas de prados, montañas y praderas bajas,
especies propias de las praderas, chorcales, pasmofitas y halofitas, de prados con vegetación boscosa,
ambientes pantanosos y acuáticos.
Declaración de Santiago
a
En la VI Reunión del Grupo de Trabajo del Proceso de Montreal celebrada en Santiago, Chile, en febrero
de 1995, los gobiernos de diez países ratificaron un amplio conjunto de criterios e indicadores para la
conservación de los bosques y el manejo sustentable. Esa declaración de respaldo se conoce con el
nombre de “Declaración de Santiago”. En octubre de 1995 otras dos naciones se sumaron al grupo:
Argentina y Uruguay, completando así el número actual de doce países miembros.
La Declaración de Santiago representa un importante paso para llevar a la práctica los Principios Forestales
de la CNUMAD y la Agenda 21, y para consolidar el compromiso conjunto contraído por los países
consumidores de maderas tropicales en enero de 1994, en el sentido de lograr la meta del manejo
sustentable de sus respectivos bosques para el año 2000.
SECCIÓN 1
INTRODUCCIÓN
1.0
Los bosques son esenciales para el bienestar de largo plazo de las poblaciones locales, la solidez de las
economías nacionales y la subsistencia de la biósfera terrestre en general. Al adoptar la Declaración sobre
Principios Forestales y el Capítulo 11 del Programa 21, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre
Ambiente y Desarrollo (CNUMAD) de 1992, reconoció la importancia del manejo sustentable de todo tipo de
bosques, con el fin de proveer a las necesidades de las generaciones presentes y futuras.
1.1
El desarrollo de criterios e indicadores para la conservación y el manejo sustentable de los bosques
templados y boreales, es un paso importante para la puesta en práctica de los Principios Forestales de la
Conferencia de Río y del Programa 21, y se vincula con las Convenciones de Naciones Unidas sobre
Diversidad Biológica, Cambio Climático y Desertificación. También es un paso importante para impulsar el
compromiso conjunto adoptado por los países consumidores de maderas tropicales en enero de 1994, de
mantener o lograr para el año 2000, el manejo sustentable de sus respectivos bosques.
1.2
Los criterios e indicadores señalados en las Secciones 3 y 4, se aplican en forma amplia a los bosques
templados y boreales. Con ellos se pretende proporcionar una concepción compartida y aceptada sobre lo
que debe entenderse como manejo forestal sustentable. Ellos también proveen un marco común para
describir, estimar y evaluar el progreso de un país hacia la sustentabilidad a nivel nacional. No es su
propósito proporcionar una estimación de la sustentabilidad a nivel de la unidad de manejo de bosques.
Como tales, los criterios e indicadores deberían ayudar a proporcionar una referencia internacional para los
encargados de la formulación de políticas a nivel nacional y a crear una base para la cooperación
internacional tendiente a apoyar el manejo forestal sustentable. Criterios e indicadores internacionalmente
aceptados podrían también ayudar a clarificar las conversaciones en marcha, relacionadas con el comercio
internacional de productos provenientes de bosques manejados sustentablemente.
1.3
El enfoque de manejo forestal reflejado en los criterios e indicadores es el manejo de los bosques como
ecosistemas. Considerados en su conjunto, los criterios e indicadores sugieren una definición implícita de la
conservación y el manejo sustentable de los ecosistemas forestales a nivel de país. Se reconoce que
ningún criterio o indicador por si solo es un signo de sustentabilidad. Más bien, los criterios e indicadores
individuales deben ser considerados en el contexto de los demás criterios e indicadores.
1.4
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1.5
Cada país es único en términos de la cantidad, calidad, características y descripción de sus bosques. Los
países también difieren en términos de la condición de sus bosques en relación con la población nacional,
como por ejemplo la cantidad de bosques por habitante, la cantidad de reforestación anual por habitante o
el crecimiento anual de los bosques por habitante. Las circunstancias nacionales también difieren con
respecto a las etapas de desarrollo económico, los patrones de propiedad de la tierra, los patrones de
poblamiento, las formas de organización social y política y las expectativas sobre la forma en que los
bosques debieran contribuir a, o relacionarse con, la sociedad.
1.6
Dadas las amplias diferencias entre países en relación a sus condiciones naturales y sociales, la aplicación
específica y la medición periódica de los criterios e indicadores, así como la capacidad de aplicarlos, será
distinta de país en país, de acuerdo a circunstancias nacionales. Se espera que los países individualmente
debieran desarrollar sistemas específicos de medida, apropiados a las condiciones nacionales, para
resolver la forma en que se debieran recolectar los datos. Los términos cualitativos como "significativo" o
"bajo", que se usan en algunos casos como descriptores de indicadores, también debieran definirse sobre la
base de condiciones nacionales. A pesar de estas diferencias, debieran hacerse esfuerzos para armonizar
los enfoques de los países en relación a la medición e información sobre los indicadores.
1.7
Los cambios del estado de conservación de los bosques y otras condiciones relacionadas a lo largo del
tiempo, así como el sentido del cambio, son relevantes para evaluar la sustentabilidad. Por lo tanto, debe
entenderse que los indicadores debieran tener una dimensión temporal. Esto significa que ellos deberán ser
medidos como tendencia (es decir, en determinados instantes en el tiempo) o con una perspectiva histórica
para establecer tendencias. La medición y evaluación periódica y sistemática de los cambios en los
indicadores, será esencial para evaluar si existe progreso y cuanto es, en relación a la sustentabilidad del
manejo de bosques a nivel nacional.
1.8
Pese a que sería deseable disponer de indicadores cuantitativos que sean fácilmente medibles o para los
cuales ya existan mediciones, tales indicadores por si solos no serán suficientes para denotar la
sustentabilidad del manejo de los bosques. Algunos indicadores importantes pueden requerir la recolección
de datos nuevos o adicionales, un nuevo programa de muestreo sistemático o incluso la realización de
investigación básica. Más aun, algunos indicadores de un criterio determinado pueden no ser cuantificables.
En los casos de indicadores respecto de los cuales no existen medidas cuantitativas razonables, los
indicadores cualitativos o descriptivos son importantes. Estos podrían requerir juicios subjetivos en relación
a lo que constituyen condiciones, o tendencias en las condiciones, que son efectivas, adecuadas o
apropiadas a nivel nacional, en relación al indicador.
1.9
Los conceptos de manejo de bosques evolucionan a lo largo del tiempo basados en el conocimiento
científico de como funcionan los ecosistemas forestales y de la forma en que responden a las intervenciones
humanas, así como en respuesta a las cambiantes demandas del público por productos y servicios
forestales. Los criterios e indicadores deberán ser revisados y refinados en forma continua para reflejar
nuevas investigaciones, avances tecnológicos, mejoramiento de la capacidad de medir indicadores y una
mejor comprensión de lo que constituyen indicadores apropiados de manejo forestal sustentable.
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SECCIÓN 2
DEFINICIONES
2.0
Criterio:
Una categoría de condiciones o procesos por medio de los cuales puede evaluarse el manejo sustentable
de los bosques.
Un criterio se caracteriza por un conjunto de indicadores relacionados, que son medidos periódicamente
para evaluar el cambio.
2.1
Indicador:
Una medida de un aspecto del criterio.
Una variable cuantitativa o cualitativa que puede ser medida o descrita y que cuando se observa
periódicamente demuestra tendencias.
2.2
Medición periódica y sistemática:
La medición y evaluación periódica y sistemática del cambio de un indicador.
2.3
Tipo forestal:
Una categoría de bosque definida por su vegetación, particularmente composición y/o factores de la
localidad, de acuerdo a la categorización que cada país haga en un sistema adecuado a su situación
2.4
Ecosistema:
Un complejo dinámico de comunidades de plantas, animales, hongos y microorganismos y el ambiente
abiótico asociado, con el cual interactúan.
SECCIÓN 3
CRITERIOS E INDICADORES PARA LA CONSERVACIÓN Y EL MANEJO SUSTENTABLE DE LOS
BOSQUES TEMPLADOS Y BOREALES — CRITERIOS 1 AL 6
3.0
Los seis criterios siguientes y sus indicadores asociados, caracterizan la conservación y el manejo
sustentable de los bosques templados y boreales. Se relacionan específicamente con condiciones, atributos
o funciones del bosque y con los valores y beneficios asociados con los bienes y servicios ambientales y
socioeconómicos que proporcionan los bosques. El propósito o significado de cada criterio es clarificado por
sus respectivos indicadores. La secuencia en que se indican los criterios e indicadores no significa prioridad
u orden de importancia entre ellos.
3.1
Criterio 1: Conservación de la diversidad biológica
La diversidad biológica incluye los elementos de la diversidad de ecosistemas, la diversidad interespecífica y
la diversidad genética intraespecífica.
Indicadores:
Diversidad de ecosistemas
1
a. Superficie por tipo forestal en relación a la superficie total de bosques-(a);
b. Superficie por tipo forestal y por clase de edad o etapa de sucesión-(b);
2
c. Superficie por tipo forestal en las categorías de áreas protegidas definidas por UICN u otros sistemas de
clasificación-(a);
d. Superficie por tipo forestal en áreas protegidas, de acuerdo a las clases de edad o etapas de sucesión
(b);
e. Fragmentación de los tipos forestales-(b).
Diversidad de especies
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3.2
Criterio 2: Mantenimiento de la capacidad productiva de los ecosistemas forestales
Indicadores:
a. Superficie de terrenos forestales y superficie neta de terrenos forestales disponibles para la producción
de madera-(a);
b. Volumen total de especies de árboles comerciales y no comerciales en terrenos forestales disponibles
para la producción de madera-(a);
c. Superficie y volumen de plantaciones de especies nativas y exóticas-(a);
d. Extracción anual de productos madereros en comparación al volumen determinado como sustentable-
(a);
e. Extracción anual de productos forestales no madereros (por ejemplo animales pelíferos, frutos, hongos,
caza), en comparación con el nivel determinado como sustentable-(b).
3.3
Criterio 3: Mantenimiento de la sanidad y vitalidad de los ecosistemas forestales
Indicadores:
a. Superficie y porcentaje de bosques afectados por procesos o agentes más allá del rango de variación histórica,
por ejemplo por insectos, enfermedades, competencia de especies exóticas, incendios, tormentas, despeje de
tierras, inundación permanente, salinización y animales domésticos-(b);
b. Superficie y porcentaje de terrenos forestales sujetos a niveles de contaminantes específicos del aire
(por ejemplo sulfatos, nitratos, ozono) o radiación ultravioleta B que pueda causar impactos negativos en el
ecosistema forestal-(b);
c. Superficie y porcentaje de terrenos forestales con componentes biológicos menoscabados, lo que indica
cambios en procesos ecológicos fundamentales (por ejemplo reciclaje de los nutrientes del suelo, dispersión
de semillas, polinización) y/o en la continuidad de procesos ecológicos (medición periódica y sistemática de
especies funcionalmente importantes tales como hongos, epífitas de árboles, nemátodos, coleópteros,
avispas, etc.)-(b).
3.4
Criterio 4: Conservación y mantenimiento de los recursos suelo y agua
Este criterio incluye la conservación de los recursos suelo y agua y las funciones de protección y producción
de los bosques.
Indicadores:
a. Superficie y porcentaje de terrenos forestales con erosión significativa del suelo-(b);
b. Superficie y porcentaje de terrenos forestales manejados principalmente para cumplir funciones de
protección. Por ejemplo cuencas, protección contra inundaciones, protección contra avalanchas, zonas
ribereñas-(a);
c. Porcentaje de kilómetros de cursos de aguas en cuencas forestadas, en los cuales el caudal y la
periodicidad del flujo se ha desviado significativamente del rango histórico de variación-(b);
d. Superficie y porcentaje de terrenos forestales con disminución significativa de la materia orgánica del
suelo y/o cambios en otras propiedades químicas del suelo-(b);
e. Superficie y porcentaje de terrenos forestales con una compactación o cambio significativo de las
propiedades físicas del suelo a causa de actividades humanas-(b);
f. Porcentaje de cuerpos o cursos de agua en áreas forestales (kilómetros de ríos, hectáreas de lagos) con
una variación significativa de su diversidad biológica respecto del rango histórico de variabilidad-(b);
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g. Porcentaje de masas o cursos de agua en áreas forestales (kilómetros de ríos, hectáreas de lagos) con
una variación significativa respecto del rango histórico de variabilidad del pH, oxígeno disuelto, contenido de
sales (conductividad eléctrica), sedimentación o cambio de temperatura-(b);
h. Superficie y porcentaje de terrenos forestales que están experimentando una acumulación de sustancias
tóxicas persistentes-(b).
3.5
Criterio 5: Mantenimiento de la contribución de los bosques al ciclo global del carbono
Indicadores:
a. Biomasa total de los ecosistemas forestales y acumulación de carbono, si es pertinente, por tipo forestal,
clase de edad y etapa de sucesión-(b);
b. Contribución de los ecosistemas forestales al balance global total de carbono, incluyendo absorción y
emisión de carbono (biomasa en pie, desechos forestales, turba y carbono en el suelo)-(a o b);
c. Contribución de los productos forestales al balance global de carbono-(b).
3.6
Criterio 6: Mantenimiento y mejoramiento de los múltiples beneficios socioeconómicos de largo
plazo para cubrir las necesidades de las sociedades
Indicadores:
Producción y consumo
a. Valor y volumen de la producción de madera y productos de la madera, incluyendo el valor agregado a
través del procesamiento secundario-(a);
b. Valor y cantidad de producción de productos forestales no madereros-(b);
c. Abastecimiento y consumo de madera y productos de la madera, incluyendo consumo por habitante-(a);
d. Valor de la producción de productos de madera y no madereros como porcentaje del Producto Nacional
Bruto-(a o b);
e. Grado de reciclaje de productos forestales-(a o b);
f. Abastecimiento y consumo/uso de productos no madereros-(a o b).
Recreación y turismo
a. Superficie y porcentaje de terrenos forestales manejados para recreación general y turismo, en relación a
la superficie total de terrenos forestales-(a o b);
b. Número y tipo de instalaciones disponibles para recreación general y turismo, en relación a la población
y superficie de bosques-(a o b);
c. Número de visitantes-día atribuidos a la recreación y turismo, en relación a la población y superficie de
bosques-(b).
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1: Los indicadores seguidos de una "a" son aquellos para los cuales la mayor parte de los datos están
disponibles. Los indicadores seguidos de una "b" son aquellos que pueden requerir la recolección de datos
nuevos o adicionales o un nuevo programa de muestreo sistemático o de investigación básica.
2: Las categorías de UICN incluyen: I. Protección estricta, II. Conservación de ecosistemas y turismo, III.
Conservación de características naturales, IV. Conservación a través de manejo activo, V. Conservación de
paisajes terrestres o marinos y recreación, VI. Uso sustentable de ecosistemas naturales.
SECCIÓN 4
CRITERIOS E INDICADORES PARA LA CONSERVACIÓN Y EL MANEJO SUSTENTABLE DE LOS
BOSQUES TEMPLADOS Y BOREALES — CRITERIO 7
4.0
El criterio 7 y los indicadores asociados, se relacionan con el marco general de política de un país, que
puede facilitar la conservación y el manejo sustentable de los bosques. Se incluyen las condiciones y
procesos de la sociedad en general, que a menudo son externos a los bosques mismos, pero que pueden
apoyar los esfuerzos para conservar, mantener o mejorar una o más de las condiciones, atributos, funciones
y beneficios indicados en los criterios 1 al 6. La secuencia en que se señalan los indicadores no implica
prioridad u orden entre ellos.
4.1
Criterio 7: Marco legal, institucional y económico para la conservación y el manejo sustentable de
bosques
Indicadores:
Grado en el cual el marco legal (leyes, reglamentos, instrucciones) apoya la conservación y el manejo
sustentable de los bosques, incluyendo la forma en que se:
a. Clarifican los derechos de propiedad, proporcionan arreglos apropiados de tenencia de la tierra,
reconocen los derechos tradicionales y consuetudinarios de los pueblos indígenas y se proveen medios
para resolver disputas de propiedad mediante un debido proceso;
b. Proveen revisiones periódicas de la planificación, evaluación y políticas relativas a los bosques, que
tomen en consideración todo el rango de valores provenientes de estos, incluyendo la coordinación con
otros sectores relevantes;
c. Proveen oportunidades para la participación del público en la toma de decisiones públicas y en la
generación de políticas relativas a los bosques, así como para el libre acceso del público a la información;
d. Impulsa la aplicación de recomendaciones sobre las mejores prácticas para el manejo forestal;
e. Hace posible el manejo de bosques para conservar valores especiales de carácter ambiental, cultural,
social y/o científico.
Grado en el cual el marco institucional apoya la conservación y el manejo sustentable de los bosques,
incluyendo la capacidad para:
a. Proveer actividades de participación pública, programas de educación, creación de conciencia y
extensión, así como la publicación de información relativa a los bosques;
b. Emprender y poner en práctica revisiones periódicas de la planificación, evaluaciones y políticas relativas a los
bosques, incluyendo la planificación y la coordinación intersectorial;
c. Desarrollar y mantener la capacitación de los recursos humanos en las disciplinas que sean relevantes;
d. Desarrollar y mantener una infraestructura física eficiente para facilitar el abastecimiento de productos y
servicios forestales y para apoyar el manejo forestal;
e. Aplicar las leyes, reglamentos e instrucciones.
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Grado en el cual el marco económico (medidas y políticas económicas) apoya la conservación y el manejo
sustentable de los bosques a través de:
a. Políticas de inversión e impuestos y un ambiente de regulación que reconozca la naturaleza de largo
plazo de las inversiones y que permita el flujo de capital hacia y desde el sector forestal en respuesta a
señales de mercado, evaluaciones económicas en ausencia de precios de mercado y decisiones de política
pública adoptadas con el fin de satisfacer demandas de largo plazo por productos y servicios forestales;
b. Políticas de comercio no discriminatorias para los productos forestales.
Capacidad para medir y evaluar en forma periódica y sistemática los cambios en la conservación y el
manejo sustentable de los bosques, incluyendo:
a. Disponibilidad y cantidad de datos actualizados, estadísticas y otra información importante para medir o
describir los indicadores asociados con los criterios 1 al 7;
b. Amplitud, frecuencia y confiabilidad estadística de los inventarios forestales, mediciones y evaluaciones
periódicas y sistemáticas y otra información relevante;
c. Compatibilidad con otros países en la medición, en la evaluación periódica y sistemática y en la
publicación de resultados sobre los indicadores.
Capacidad para llevar a cabo y aplicar la investigación destinada a mejorar el manejo forestal y la
generación de bienes y servicios forestales, incluyendo:
a. Desarrollo de una comprensión científica de las características y funciones de los ecosistemas
forestales;
b. Desarrollo de métodos para medir e integrar los costos y beneficios ambientales y sociales en las
políticas públicas y los mercados, así como para reflejar la disminución o incremento de las existencias de
recursos forestales en los sistemas de cuentas nacionales;
c. Nuevas tecnologías y la capacidad para evaluar las consecuencias socioeconómicas asociadas con la
introducción de tales tecnologías;
d. Mejoramiento de la habilidad para predecir los impactos de las intervenciones humanas sobre los
bosques;
e. La capacidad para predecir el impacto de posibles cambios climáticos sobre los bosques.
APENDICE
Notas Aclaratorias sobre Algunos Criterios e Indicadores
Las siguientes notas aclaratorias proporcionan una explicación adicional acerca del sentido de algunos de los
criterios e indicadores y de las razones por las cuales se considera que estos son importantes para evaluar la
conservación y el desarrollo sustentable. Tal como se indica en el párrafo 1.3, "ningún criterio o indicador por sí
solo es un signo de sustentabilidad. Más bien, los criterios e indicadores individuales deben ser considerados en el
contexto de los demás criterios e indicadores".
3.1
Criterio 1: Conservación de la diversidad biológica
El objetivo final de la conservación de la diversidad biológica es la supervivencia de las especies y de la
variabilidad genética dentro de dichas especies. Las poblaciones reproductivamente viables, incluyendo su
variabilidad genética natural, forman parte de sistemas o procesos físicos y biológicos interdependientes -
comunidades o ecosistemas. La condición y la distribución de las comunidades de bosques, son
importantes para un conjunto de procesos y sistemas ecológicos fundamentales, así como para el futuro de
la diversidad biológica asociada a los bosques.
Diversidad de ecosistemas
a. Los procesos ecológicos y las poblaciones viables de especies características de los ecosistemas
forestales, dependen de uno o más ecosistemas de una cierta extensión mínima no interrumpida. La
diversidad genética dentro de la población de una especie, depende del mantenimiento de subpoblaciones y
de la existencia de ecosistemas forestales que cubran una gran parte de su rango natural de distribución.
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Los bosques pueden constituir ya sea la totalidad o una parte del habitat necesario para la supervivencia de
una especie.
b. Los procesos ecológicos y las especies asociadas a esos procesos, dentro de cualquier tipo o ecosistema
forestal, están asociadas con ciertas estructuras vegetacionales (edad de los componentes de la vegetación, su
diámetro y altura) y estados sucesionales (variación en las especies que constituyen la vegetación).
c/d. La extensión de un ecosistema forestal sujeto a cierto sistema de reserva bajo algún tipo de área
protegida, es una medida de la prioridad que la sociedad asigna a mantener áreas representativas de dicho
ecosistema forestal.
e. La fragmentación de un tipo forestal en pequeños segmentos, puede alterar algunos procesos ecológicos
y la disponibilidad de habitat. Dichos fragmentos de bosques pueden ser demasiado pequeños para
mantener poblaciones reproductivamente viables de especies. La distancia entre los fragmentos de bosque
puede interferir con la polinización, la dispersión de semillas, así como con la reproducción de la fauna
silvestre y su movimiento entre fragmentos. En último término, la fragmentación excesiva puede contribuir a
la pérdida de especies de plantas y de animales que son incapaces de adaptarse a esas condiciones. En
áreas que en el pasado se convirtieron a usos agrícolas, los fragmentos remanentes del bosque original
pueden proveer refugio para muchos, aunque no todos, de los componentes de la diversidad original.
Diversidad de especies
a. La prospección del número de especies es necesaria con el fin de estimar la diversidad biológica.
b. Los procesos ecológicos y las especies asociadas con dichos procesos, dentro de cualquier tipo forestal,
pueden variar de acuerdo a la extensión, condición o fragmentación de dicho tipo forestal.
Diversidad genética
a. Las especies dependientes del bosque con bajos niveles de población o con una significativa reducción
de sus rangos de distribución, corren el riesgo de perder importantes rasgos genéticos (alelos) de su
patrimonio de genes. En el caso de especies con una distribución naturalmente dispersa, esto puede
suceder a nivel de subpoblaciones localmente adaptadas, teniendo como resultado una reducción en la
habilidad de las especies para adaptarse a los cambios del ambiente.
b. La medición y evaluación periódica y sistemática de los niveles de población de especies
representativas de determinados habitat o ecosistemas, a través de su rango de distribución, proporciona un
indicador de la habilidad de dichos habitat para sostener a otras especies y subpoblaciones de dichas
especies, que dependan de habitat similares.
3.2
Criterio 2: Mantenimiento de la capacidad productiva de los ecosistemas forestales
a. En muchos países, el cálculo tradicional de la producción potencial de madera se basa en la superficie de
bosques disponibles para la producción de productos forestales comerciales. En esos países, los terrenos
forestales no se consideran disponibles para la cosecha de madera si no alcanzan estándares mínimos
aceptables de regeneración, crecimiento del volumen comercial o accesibilidad. También es posible que un alto
valor educacional, científico, recreacional o espiritual se considere de mayor prioridad que la producción de bienes.
La comparación de la superficie neta de bosques disponibles para la producción de madera en relación a la
superficie total de bosques, proporcionará una medida de cuan apropriados son, o cuan disponibles están los
bosques para la producción forestal comercial, con el fin de proveer las demandas de madera de la sociedad. En
referencia a los bosques manejados, hay quienes consideran que estos son también un indicador de areas de
bosques cuyas características ecológicas o genéticas pudieran estar modificadas.
b. La medida del volumen comercializable y no comercializable proporciona una indicación de las oportunidades
de abastecimiento de madera.
c. Los bosques plantados pueden ser una fuente importante de productos forestales y pueden reemplazar o
aumentar el uso de los bosques naturales para la generación de productos forestales madereros y no madereros.
En otros países, el manejo de los bosques naturales se emplea como alternativa a las plantaciones. El área de
plantaciones de bosques proporciona una medida de la eficiencia del manejo forestal y de la menor dependencia
futura respecto de los bosques naturales para la producción comercial de productos forestales. Adicionalmente,
hay quienes consideran que esta es también un indicador de areas de bosques cuyas características ecológicas o
genéticas pudieran estar modificadas. Sin embargo, muchas plantaciones forestales se han establecido para
recuperar tierras degradadas donde la cubierta forestal ya había desaparecido.
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d/e. La medición y evaluación permanente y sistemática del volumen de extracción anual de productos
forestales madereros y no madereros, en relación a la cantidad que puede extraerse sustentablemente,
proporciona una indicación de la capacidad de los bosques para proporcionar un abastecimiento continuo de
productos forestales y de oportunidades económicas y de manejo forestal.
3.3
Criterio 3: Mantenimiento de la sanidad y vitalidad de los ecosistemas forestales
a. La gente tiene efectos múltiples sobre los ecosistemas forestales. Los impactos humanos incluyen la
conversión de tierras, cosechas, introducción de especies, supresión de ciclos naturales de incendios e
inundaciones, así como la introducción de especies no nativas, especialmente de patógenos. Esto a su vez
influencia los procesos ecológicos y en último término a las especies de plantas y animales dependientes
del bosque.
b. Se supone que los contaminantes del aire tienen un impacto acumulativo significativo sobre los
ecosistemas de bosques, al afectar la regeneración, productividad y composición de especies. La
correlación de estadísticas de inventario y sanidad forestal con datos de contaminación del aire,
proporcionará más información sobre los efectos de estos contaminantes. El aumento de la radiación
ultravioleta, causada por cambios en la atmósfera terrestre, también se ha demostrado que produce daños a
las plantas.
c. La medición y evaluación permanente y sistemática de la estructura del bosque o de macro especies
tales como los vertebrados (Criterio NO. 1) tenderá a detectar cambios en los procesos ecológicos, décadas
después que han comenzado. La evaluación de especies de vida muy corta asociadas a procesos
ecológicos específicos, tales como la descomposición y el reciclaje de nutrientes, proporciona una
información más inmediata sobre cambios en los procesos ecológicos de importancia potencial para los
bosques.
3.4
Criterio 4: Conservación y mantenimiento de los recursos suelo y aguas
a. El recurso suelo es un recurso básico de todos los ecosistemas terrestres. La pérdida de suelo
influenciará la vitalidad y la composición de especies de los ecosistemas forestales. Grandes extensiones de
suelos erosionados pueden tener un efecto de magnitud en los ecosistemas acuáticos asociados con los
bosques, las oportunidades recreacionales, el abastecimiento de agua potable y la vida útil de la
infraestructura ubicada en los ríos, como por ejemplo las represas.
b. Este indicador proporciona una medida de los terrenos forestales destinados primordialmente a la
protección de aspectos ambientales valiosos asociados con el aire puro, el agua, el suelo, la protección
contra inundaciones y avalanchas, etc. (Funciones de salud y seguridad pública).
c. Los bosques juegan un rol importante en los ciclos hidrológicos de la Tierra. Son particularmente importantes
en la regulación del flujo superficial y subterráneo de las aguas. Los cambios en los caudales históricos y en la
estacionalidad de esos caudales, que ocasionen inundaciones y/o desecación de los cursos de agua, pueden
reflejarse en la sanidad de los ecosistemas acuáticos, así como en el manejo y la conservación de las áreas de
bosques asociadas y en áreas agrícolas ubicadas aguas abajo.
d. La materia orgánica del suelo es importante para la retención de humedad, la acumulación de carbono y la
existencia de los organismos del suelo y es una indicación del estado de los nutrientes de este. Los cambios en la
materia orgánica del suelo pueden afectar la vitalidad de los ecosistemas forestales, a través de la disminución de
la capacidad de regeneración de los árboles, menores tasas de crecimiento y cambios en la composición de
especies.
e. La disponibilidad de agua y nutrientes para la vegetación forestal, depende de la capacidad física de las raíces
para crecer y acceder a los nutrientes, agua y oxígeno del suelo. Esto a su vez, depende de la textura y estructura
del suelo. La hidrología subsuperficial también puede ser afectada por la compactación del suelo resultante de
extensas actividades humanas.
f. Esto es frecuentemente una medida de poblaciones bentónicas, es decir, de organismos que viven en el fondo
de las masas de agua. La fauna bentónica es sensible a una variedad de posibles cambios en los ecosistemas
acuáticos, tales como sedimentación, niveles de oxígeno y temperatura. Estas modificaciones pueden ser el
resultado de cambios en las áreas forestales ubicadas aguas arriba.
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g. La medición y evaluación permanente y sistemática de la calidad del agua sobre áreas extensas, sirve como
indicación inicial que ciertas actividades, ya sea dentro o fuera de las áreas de bosques, pueden estar afectando la
sanidad de los ecosistemas.
3.5
Criterio 5: Mantenimiento de la contribución de los bosques al ciclo global del carbono
a/b. La acumulación de biomasa como vegetación viviente, desechos, turba y carbono en los suelos, es una
función importante de los bosques en la regulación del carbono atmosférico. La tasa de producción de biomasa es
también una medida de la sanidad y vitalidad de los bosques.
c. El manejo ecológico y sustentable de los bosques de producción y la durabilidad de los productos forestales,
pueden ser un factor en el control de la cantidad de carbono que entre a la atmósfera terrestre.
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Sitios Web:
OIMT: http://www.itto.or.jp/
Centro Internacional para la Investigación Forestal (Center for International Forestry Research (CIFOR)):
http://www.cgiar.org/cifor
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Oficina Regional para América Latina y el
Caribe: http://www.rolac.unep.mx/
SD Gateway: http://sdgateway.net/
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