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Amala y Kamala: las niñas lobo

La historia de Amala y Kamala comienza en Midnapore, al oeste de Calcuta, en 1920.

Los nativos del poblado de Godamuri están  Asustados porque dicen haber visto en el
bosque a un fantasma, a un demonio, y que es necesario salir y darle caza. El misionero del
lugar, el reverendo Joseph Amrito Lal Singh acude con ellos al bosque en busca del
misterioso fantasma, y allí encuentran a dos niñas malnutridas y salvajes, protegidas por
una loba que se interponía entre las niñas y los nativos enseñando sus dientes. Los nativos
mataron de un disparo a la loba y cogieron por la fuerza a las niñas, que serían llevadas a un
orfanato dirigido por el reverendo Singh. Él las llamó Amala y Kamala. Amala era la más
pequeña, a la que se le estimaron unos tres años de edad, y Kamala la mayor, de unos 6
años. Las niñas no eran sociables con los humanos: arañaban, mordían a quién se acercase,
gruñían y sólo comían en el suelo con los perros carne cruda. Tampoco admitían ropa
alguna. Dice el reverendo, el cual tenía un diario de las niñas, que apenas experimentaban
sensación ante el frío y el calor, que tenían los dientes caninos y el olfato excesivamente
desarrollados y que además por las noches mientras aullaban como los lobos, sus ojos
brillaban en la oscuridad y se orientaban perfectamente. La sociabilización de las niñas era
imposible, su único  medio de comunicación eran los gruñidos. El reverendo y su mujer
intentaron averiguar más sobre las niñas. Descubrieron que en realidad no eran hermanas, y
que por lo tanto la loba debió admitirlas como suya en momentos diferentes. Un año
después del ingreso en el orfanato, Amala murió a causa de disentería, con cuatro años de
edad. Este hecho produjo en Kamala un signo de humanidad que nunca más volvió a verse
en la pequeña salvaje: kamala se acurrucó junto al féretro de Amala y lloró, siendo casi
imposible mover a la niña del lado de su ‘hermana’. Tras un periodo de luto que consistió
en aislarse en una esquina y aullar tristemente, Kamala comenzó a avanzar en su
sociabilización. Consiguió andar erguida en algunas ocasiones, aprendió conceptos como el
de cantidad y un vocabulario de unas 40 palabras con las que se comunicaba con el
reverendo y su mujer. En 1929, con quince años, Kamala murió de tifus.

Recientes investigaciones del autor francés Serge Aroles nos desvela en su libro ‘El enigma
de las niñas lobo’ (2007) que el diario de las niñas que el reverendo escribía día a día fue
escrito en 1935, seis años después de la muerte de Kamala. Su empeño hizo que salieran a
la luz los testimonios del cuadro médico del orfanato, en el que se desmentían las
afirmaciones del reverendo. Las niñas no caminaban a cuatro patas, no  tenían visión
nocturna ni unos caninos fuera de lo común. El médico desvelaba que Kamala padecía el
síndrome de Rett, que provoca serias lesiones motrices y cognitivas y además conlleva un
retraso mental importante. Además de esto, los testimonios recogidos revelan que el
reverendo maltrataba a Kamala para que se comportase como un animal y así, los visitantes
del orfanato conmovidos por la salvaje, colaborasen económicamente con el orfanato.
CASO DE NIÑOS LOBOS

ESTUDIANTE:

LAURA JUDITH PEÑA SIDRAY

DOCENTE:

ELOY HUAMANI

UNIVERSIDAD DE LA COSTA
PSICOLOGIA
FUNDAMENTOS DE LA PSICOLOGIA SOCIAL
2018

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