Desde los inicios de la historia el embarazo y el parto eran procesos vinculados
exclusivamente con las mujeres, entre las que emergían aquellas que asumían el cuidado de la vida durante el embarazo, parto y puerperio a través del aprendizaje empírico, adquiriendo saberes específicos que les permitía reconocimiento social en las distintas culturas. A mediados del siglo XV y en lo que algunos entienden como un elemento de subordinación aprovechado por médicos y cirujanos para ascender profesionalmente, se iniciaron las exigencias de la formación, práctica, control y evaluación de la práctica de las matronas. En ´´Las parteras y/o comadronas del siglo XVI: el manual de Damiá Carbó´´ sugiere que el proceso resultó en la reapropiación masculina de saberes y experiencias que se extendió hasta fines del siglo XIX a la par de la sólida participación de las mujeres en ´´el arte de partear´´ Damià Carbó i Malferit, médico mallorquín, en el siglo XVI, escribió un manual destinado a enseñar ´´el arte y las reglas y las formas que tiene que tener para ser suficientes y en buena conciencia puedan tal arte velar y aconsejar para la salud de las preñadas, paridas y criaturas al servicio de Dios, Nuestro Señor y su Bendita Madre”. En el Manual, el autor definió actitudes y capacidades que, a su entender debían reunir las matronas: – experta en su arte – buen ingenio y discreción para encaminar los partos dificultosos y malos, y prever las cosas que pueden traer daños para ellos – Buenas formas naturales para sufrir el trabajo de la que pare. – Manos delgadas y mire las carnes que tiene que tratar – Ligera en el tacto y no haga lesión en las carnes delicadas – Buen ingenio para conocer el parto dificultoso y hacer previsiones en lo que fuere necesario – Moderada, es decir que tenga buenas costumbres y una buena complexión natural, es menester que tenga buena cara y que esté bien formada en sus miembros. – Alegre y gozosa, para que con sus palabras alegre a la que pare. – Honrada y casta para dar buenos consejos y ejemplos – Secreta, que es la parte más esencial El autor entendía que era importante que ´´tenga temor de Dios y sea buena cristiana para que todas las cosas le vengan bien, deje las cosas de sortilegios, supersticiones, agüeros y cosas semejantes, porque lo aborrece la Santa Iglesia” . El mismo autor recomendaba que la partera mantenga contacto con la madre a través de frecuentes visitas domiciliarias y que su trabajo, empezando antes de la embarazo, no termine hasta el destete del niños. Entre las normas para el amamantamiento aconsejaba “que no se le acune después de mamar para no excitar la leche y vomite, pero que se le cante con suavidad”. Casi 5 siglos después y sin dejar de reconocer que los avances de los conocimientos científico y la tecnología al alcance del embarazo y el parto ha impactado en la disminución de la mortalidad materno-infantil: Cual es el lugar actual de la obstétrica? Cuanto mantienen las obstétricas de ese reconocimiento social? Cuantas de las sugerencias de Damiá Carbó son, hoy, asumidas por las parteras? Cuantas de sus sugerencias? Cuanto de sus saberes fueron avasallados y subordinados a los saberes médicos en el modelo médico hegemónico, hospital-céntrico ?
En la actualidad, en la descripción de acciones propias de la especialidad la Obstétrica tiene un rol esencial en la Atención Primaria de la Salud. La Declaración de Alma Ata define entre las actividades la educación sobre los principales problemas de salud y sobre los métodos de prevención y de lucha correspondientes; la promoción del suministro de alimentos y de una nutrición apropiada, la asistencia materno infantil, con inclusión de la planificación de la familia; la inmunización contra las principales enfermedades infecciosas. El mismo documento considera que la Atención Primaria exige y fomenta en grado máximo la autorresponsabilidad a la vez que sugiere que debe estar asistida por sistemas de envío de casos integrados, funcionales y que se apoyen mutuamente, a fin de llegar al mejoramiento progresivo de la atención sanitaria completa para todos; y aclara que se basa, tanto en el plano local como en el de referencia y consulta de casos, en personal de salud, con inclusión según proceda, de médicos, enfermeras, parteras, auxiliares y trabajadores de la comunidad, así como de personas que practican la medicina tradicional, en la medida que se necesiten, con el adiestramiento debido en lo social y en lo técnico, para trabajar como un equipo de salud y atender las necesidades de salud expresas de la comunidad. En coherencia con el marco conceptual de la Declaración fundacional de la Atención Primaria, la Preparación Integral para la maternidad, considerando el respeto al bagaje cultural de la gestante, asume la gestación, el parto y el nacimiento como el principio y el punto de partida de la vida y por ello un proceso que afecta al resto de la existencia humana Desde estos principios la atención perinatal debe entenderse como un continuo, logrado entre los tres niveles de atención, una sinergia interinstitucional en la cual cada componente del sistema debe proveer la atención de mayor calidad, pero el grado de complejidad del estado de la embarazada, es el que determina donde y quien proveerá la atención. Así la obstétrica juega un papel importantísimo en la promoción de los controles puerperales y la preparación para la lactancia. Igual trascendencia debe darse a su incumbencia en la Consejería en salud sexual y procreación responsable, proceso que permite tomar una decisión informada aumentando la adhesión y satisfacción de la mujer, en tanto ciudadana, al decidir sobre la utilización de un método anticonceptivo, basándose en el principio de que cada individuo es libre de practicar o no la planificación familiar y elegir el método que desee utilizar. El profesional de la salud debe respetar y acompañar a cada persona en su toma de decisión.
En el marco de las competencias de las obstétricas y de su activa participación en los equipos de salud, se consideran funciones de la obstétrica: Referenciar a la gestante de riesgo al segundo nivel de atención, facilitando el acceso de la misma a la consulta y utilizando las estrategias disponibles para garantizar la atención oportuna de la gestante en el nivel de mayor complejidad que la misma requiera Implementar estrategias junto con promotores y el resto del equipo de salud, para facilitar el acceso de la embarazada tanto al primer nivel como al segundo. Actuar como nexo facilitador para la realización de exámenes complementarios (exámenes de laboratorios y ecografías) e interconsultas con otros profesionales y/o a otros servicios. Participar de reuniones de equipo interdisciplinarios del centro de salud, como así también, las que se realizan en articulación con otros centros de salud, centros barriales, instituciones educativas u otros programas municipales, provinciales o de nación. Trabajar en tareas de promoción y prevención de la salud de acuerdo a las propuestas que se prioricen en el centro de salud, la comunidad o ante situaciones de emergencia. Colaborar con la implementación de programas de salud, cumplirá con la entrega de datos estadísticos con los fines de planificación estratégica, estudios epidemiológicos y evaluaciones. Participar de capacitaciones, actualizaciones, estudios de investigación y/o publicaciones con el objetivo de garantizar la calidad técnica en la atención de las gestantes, las mujeres y la comunidad en general