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En ol espacio de tres siglos que condujeron a Ia gran invusidn persn del 480 2.C., Grecia pasé de sor uns soctalad eampesina seneilla a2 ser una completa civilizacién que dowing Ins costas del Medivcerdnco hasta Siria y desde Criavea gipto: una cullura cuyos Jogros on p08 del ari, ciencia, Iilosoffa y po Mica estableverfan lot efinanes del mundo Occidental. Oswyn Murray slide este extrucrdinario desarrollo en sl contexio de Ia clviligacién ‘mediterrénea. Mucstra eéma el contaéio con sl Este nciud como eatulizndor para trans formay el arte y tu religidn, analiza to in, vencién del alfabeto y las cambios concep- luales que introdujo, describ la expausién de Greely en comertio y colonizscién ¢ in: vestiga Ins relaciones enira In tecnologia pillar y el progeesa polltic riionio de los gobicrnos ar Gran parte de los datos para realizar oste telratc de una sociedad vibrante y cou pleju han apstecida s6lo secientemente, Os. ‘wy Murray combina uo tratamiento com- parative con In infermacién detallada que ffrecen In arqueotogfa, In possia, el erie y los leadiciones orcles ‘ecopidas por Hero- oto para proporcionar un relalo nuevo de lu transformacién que dio comienzo. & le cultura oceldental “ Oswyn Murray Grecia Arcaica dutez (¢. 370-525) logr6 una peefecci6n artstca que la hizo famosa pa- ra siempre, Hacia el 530, una nueva técnica de pincura fue inventada cen Atenas, la técnica de a Figura Roja, en la que el fondo est pintado de negro y los detalles de las figuras estin dibujados a pincel. Tan indi viduales son los estilos de los distintos artistas de las técnicas de Figura Negra y Roja que, para distinguir sus manos, se pueden aplica los mis- mos métodos que fueron aplicados al Renacimienco y a los pintores posteriores, Loz trabajos de Sie Joho Beszley dieron por resultado Is identificaci6n més 0 menos segura de la obra de més de mil artistas, y su clasifcaci6n eronol6gica y en escuclas. Ademés del conacimiento de Ja cerdmica decorada como forma de arte, esto ha permitido una preci« sin cronolégica desconacida en cualquier otro campo de Ia arqueo- logia Tn términos mis generales, la contribucién de ta arqucologia al es tudio de Ia historia primitiva de Grecia ¢s muchisiono mayor que para Ja mayorfa de periodos de la historia, Ha explicado muchos aspectos de los origenes y el desarrollo de a cultura griega, sus iacerdependencias y vatiaciones locales, las influencias externas sobre ella y los medias a wa vés dels cles Gas se produjeron Aro uz sobre Is formas de cs rmercio y colonizacion y Jos progeesos importantes en el ejercicio de la guetra, que son el fundamento de la expansi6n geogrifica griega y de fh difusion del poder politico en un citeulo cada vex més amplic. La arqueologfa, por supucsto, tiene limitaciones evidentes, dado que s6lo puede'ofrecer uns visiOn parcial de los aspectos menos materiales de la vida, como son la religion, Ia politica, fa culeura y las ideas; pero es importante sefialar los’ {mbitos en los que todavia puede propor- ionar nuevas contibucioncs Los arqueGlogos han tenido tendencia 4 concentear su trabajo en el cambio més que en la continuidad y a diei- git su atencién a dececminados émbivos de la cultura matecil cuya Importancia en términos compacativos no resulta obvia, Asj¢3,quc to- dayia,sabemos més acesca.de os centeos.ucbanos que de los pueblos y ‘cgrca de los pucblgs.que del. campo, 9 acerca de armas més que acerca aeviiiplementos agcicolas. A pesar del hecho de que la arqueologia Ba se hi ‘ituido en modelo para ottos periodos, hasta el pre+ sente, mucho queda por hacer ain. Y lo hecho ilumminacé especialmen- te esos Ambitos en los que las fuentes literarias y epigréfieas permanc- Cen, en companion, stencisas, La luz avojada en estos afr sobre fa Edad Oseura es un ejemplo descollante de lo que puede ser logrado, 36 3 EL FIN DE LA EDAD OSCURA: LA ARISTOCRACIA Hacia fines del siglo vit, con Homero y Hesfodo, apatecieton los testimonios lteratios que sirven pata complementar los cescubrimicn: (0s de la arqueologia. Pero, en tanto que Hesfodo describe un mundo teal contemporineo de él mismo, es evidente, por elcarites de la ua dici6n pice oral gricga, que hay difcultades para utilizar los poemas de Homero dentto del émbito de la historia, En alguns aspectos so. cldad homie, con fod cidad, un ecin rata aia uuna tendencia natural de toda la Epica heroica el exagerar [a post] 3° {68 social y el comportamiento de todos los aludidos, de modo que los [petsonajes son, en general, pertenecicntes a a clase social ms elevada F poitedores de grandes viquesae y habilidades exravidinasias, en GBniraste impleito tespecto de las desigualdades ymiserias del lenipo Béesehte."Del misma modo se reconace que existen en los Boertas ho. ri€ric6# algunos elementos menotes situables en casi cualquier periode'& < La presencia 0 ausencia de fendmenos aislados, por tanto, no puede to- raise en Cuenta pate aceptar 0 rechazar una fecha especia. Se puede otorgara esta reple una extensién general negatva, toda vex que fa tra. dici6n Epica ora, conscente o inconscientemente, excuye dteasenteras de le experiencia, por considerarlas poco importantes 0 posterioes a la edad heroica: ast, todos los indicios de la llegada de los doris y de la rigracin jonia estén ausentes, como lo estin muchos apectos del pe- fiode mismo del poeta. En general, por muy amplias que sean, las omisiones modifican en muy poco la arguinentacin, Sin embargo, quetria sefalae que hay una base histriea para la so ciedad descrta en Homero, en la forma en que el poeta proyecta en el pasado las instituciones de'sus propios dias. Los tesimonios arqueolo- Bicos sugieren esto, Aunque los poemas muestran una cantidad de ele. Mentos micénicos supervivientes, las tablilas del Lineal B han revelado 37 tcsaurizacion y el Intercamibiq obsequioso de. galdergs y, tripodes de pore ta apenas a Ia’ casa homérica halla sus paralelos més cer una sociedad por completo diferente de Ia que pintara Homero; de ‘ual modo, los testimonios escasos acerca de Ja Edad Oscura son in, compatibles con la Giltara matetil dé los poemnas homer We epoca tate de la Edad Oscuca los testimonios arqueslégicos yl 6s eSidiehzad a der coincidentes'éon rexpecto ¢ ia amplio espeetio de Gris. Para tomar ejemplos que han sido’utilizados ca la discu HORdel Yeina, el énfasis dado a las fenicios como mescaderes remite ‘muy probablemente a un perfodo que media entre el 900 y el ‘mo también lo hace ¢l despliegue tlpico de siduetas aue Be 2d¥i 7 en el mismo perfodo, Las costumbtes funccatias homéricas son crematotias, lo que nos lleva desde Ia inhumacién micénica hasta la etapa tardia de la Edad Oscura y més adelante atin, aunque los ritos funeratios ‘en sf deben mucho a la invencién poétice que, a su vez. inflay6 sobre las précticas contempordineas. Los ejemplos mis antiguos ‘mAs norables al respecro se hallaron en Salamina (Chipre), cuy0s go- yemantes, en estrecha conexién con Eubea y poseedores de grandes ri- uezas, por ser vasallos de Asitia, practicaron complicados ritos funera- tos ehomeéricosé a partic de la segunda mitad del siglo vit, En la regiGn continental, las oftendas de esa época paco ms o menos, halladas den- tro de las tambas micénicas, sugieren que la Epica habfa creado un interés nuevo en el pasado heroico, que por si mismo influenci6 el des- arrollo del culto de los héroes. Por lo comin se admite que algunos aspectas centrales de Ia socie- dad homérica muestran una confusj6n bisica, En les descipciones de fas luchas, por ejemplo, el carro, que habfa desaparecido como arma de sgucrta hatia fines del pertédo micénico, es todavia un elemento esen- cial del armamento aristocritico; pera Ix tradicién gpiea ya no comprende su uso militar. El carro de guerra, pues, se ha convertido en ‘un vehiculo de transporte que lleva a los héroes de un punto a otro del ‘campo de batalla y que petmanece ocioso cuando ellos desmontan para luchae a pie: en algunos casos también asume los stribures de un ca ballo y realiza hazafias como las de saltar fosos. Esto parece see una combinaci6n de un arma micénica con les técticas de la infenteriz mon- tada aristocritica de fines de la Edad Oscura. El guecrero homérico lucha con una mezcolanza de armas pertenesientes a distintos perfo- dos: puede comenzar una batalla con un pat de atmas atrojadizas, ve- nablos 0 lanzas, y terminar peleando con una espada o pufial, El metal tilizado para las atmas es casi invariablemente el bronee, pero para los implementos agricolas ¢ industriales es el hierro: una combinacién jdesconocida en el mundo real, donde el reemplazo el bronce por el hietro se produjo antes en la esfera militar. Estos ejemplos, sin embar- {g0, no prucban el cardcter artificial de la sociedad homérica. Todos los elementos pertenecen, al parecer, a sociedades reales: s6lo su combina- 38 cin es artificial; y cuando los diferentes elementos pueden ser datados, ‘mucstran una tendencla a caer en dos categortas; palidos reflejos de las pricticas micénicas y una pintura mas clara del mundo de fines de ly Bdad Oscura Ouras consideraciones mis generales refuerzan esta conclusién. El proceso de un continuo recreatsque esta implicado en la ttadici6n épica Sra signifi que ls hechos que configura a bas dela Ela son o- «0 distintos de los que surgen en cualquier tradicin ora: el enfoque es ims incsivo en el caso de los fen6menos contemporfneos, pero la exis- tencia de ritmos lingiisticas fijos y de descripeiones convencionales conduce hacia el pasado; y dado que el poeta es consciente recreador del pasado, desecharé lo obviamente contemporsneo, y preservard los elementos que reconoce como mfs antiguos. La realidad de la sociedad resultante debe ser comprobada utllizands testimonios comparativos de otras culturas, para demostrar hasta qué punto son compatibles las diferentes instituciones descitas por Homero y si fa naturaleza total de la sociedad se asemeja a la de otras sociedades primitivas conocidas. Por ‘iltimo, existe una linea definida de desarrollo, a pattit de las instieu- ciones descritas en Homero hasta aquellas que existieron en la Grecia posterior. Las diferencias en Ia forma en que Homero y Hesfodo pintan a sociedad no han de ser explicadas por lo tanto cronol6gicamente: Ia so- ciedad de Homero esti idealizada, por supuesto, y se temonta en el tiempo a través de las generaciones de sus predecesores; Ia de Hestodo cs contemporinea por completo, ¥ las ciudades de Jonia. que ‘cuna de Homero eran, en muchos aspecios, ms sofisi ‘sy mMés conseryadoras qhie lag tensiones sociales dé las GaiMpesinas de la Beotia, Pero también Homero deséribe la soc desde artiba, desde xin plinto de vists atiatserdie®, en tanto que | Fin, de Hésiods es Is de los’ etiatos mis huimildes, iacapaz lina "peispectiva de’ cisnbié encral j obiesionada Con 1881) HHCGUIAAS del disteina Social 'y las cealidades' del cultive dE late Por esta taz6n no he planteado una diferenciacién estricta entre los @5- timonios de Homero y Hesfodo, sino que los he utilizado para crear una pintura compuesta de la sociedad hacia fines de la Edad Oscura, Dadas ls diferentes eacacteristicas de los dos tipos de épica es evidente, sin embargo, que las deducciones formuladas a partir de los textos de Hesfodo son'ms seguras que las obtenidas de la épica herolca El tema de la €pica homérica son las setividades de los grandes y su entorno social es el que est pintado con mayor clatidad, La palabra basileds, que es el ticalo normal del héroe homérico, llegé a sigaificar rey ef Ia lengua griega posterior; pero en las tablillas del Lineal B, el rey es:denominado con un titulo que sobrevive en ciertos pasajes de Homero, wiinax; muy por debajo, en cierto modo en le jerarquia a ni- % 3 3 of 17 ” vel local, existe un grupo de personas que éecibe un nombre que es cla- ee el posterior yorablo guiego aries; se presume que cuando idesapareci6 la economia de palacio, est08 Hombres quedaron en pi ion de Hideres en sus comunidades. En Homero y en Hesiodo la pt. labea asiledr se usa, en rigor, de un modo que esté mucho més cerca. f a da idea de una nobleza, una clase de aristGcratas, uno de los cuales ipuede ostentar % ‘mal “definida, y ‘quiz incémoda, de Isupremacia dentro de la comunidad. En Troya, Agamensn es el best Jets mis importante dentro de un grupo de iguales, cuyos podetes y atribuciones no son escacialmente distintos de los suyos, Cuando O: sc0 visita la tierra ideal de Feacia, se encuentra con muchos barilées que celebran una fiesta en el palacio de Alcinoo, quien dice: «Doce te. (basilées)ilustees goberntis la poblacién como pcincipes y yo soy el PBetimotrcron (Odires, VIII, 390-591). Los Aasilées a los que Hestodo ‘acude"en, busca, de justia consticuyed Un. grupo de nobles, 12 monafgiita; probablemente, dej6 de,ser un fenémeno general en Gre- ia'4 prineipios dé la Edad Oscura: una vex mds la amibivalencia de Hos iii’ deriva'de la combinaci6n de recuerdos micénicos con elemene jtos de la sociedad posterior, ps basilées de \a primitiva Grecia son un grupo de nobles de estir- fe, que heredan su titulo, en gran medida independientes los unos de os otros y sepacados del resto de la comunidad tanto por su estilo de vida cuante por sus riquezas, prestogativas o poder. Cad: seencyentra a la cabeza de un grupo que dos, niy distintas: en téminos de su génos 0 fainila, y en términos de patrimonio), ica.cs un grupo no demasiado extenso, Ea esencia, comprende al jefe de la casa, a su mujer ¢ hijos adultos con sus mujeres y nifios, junto con otros miembros de la familia inmediata, A la muer- te del jefe, Is propiedad se divide-en partes iguales entre sus hijos, que entonces establecen sus casas por sepacad; lo hijos vatones hacidos de smujetes esclavas en la mayorta de Jos easos tienen cierta posieién, aun: que siempre sea inferior a la de los hijos de la mujer legitima: en cierto momento Odiseo declara que es bastardo de Creta, que su padte le habia tratado con la misma consideracion que a sus demas hijos, peco He al motir cl anciano, el pattimonio fue pemartde entre los descen- licntes legitimos, en tanto que él mismo recibi6 poca cosa ademas de una casa (Odiiea, XIV, 202 y s.). La palabra gricga fundamental parm ldenominar la vierca de un hombre es é/éras, fo que ha heredado por jsorteo; sus posesiones més preciadas, las {yea abandonar y por ls fque luchard, son su familia, su oftor Hivos biade, XY. A9B; Qai- lea..XIV..64). Hesiodo y su hermano manienen un iigio acerca de los detalles de la divisién por suertes del patrimonio de su padre (Tre: Yajor y dias, 37) y Hesiodo pregame, quc se.debe yrabajar duro pats po- 3 4of17 a LETT f i lk ‘ ( det comprar el Aléros.de.ottos.y para que los dems no puedan comprar|_.7 au ve Ga). Mis alli del patentesco inmediato, el génos parece aber tenido poca significacién, las genealogtas no son importantes y rara vez se cemontan mis atris de 1a tercera generacién. Los nombres pata los Jazos de parentesco més distantes son pocos, aunque el ptentesco por matrimonio tiene especial terminologia, como ocurre con ciertos micin- : bros dea familia matemna. Un hombre puede esperat ayuda de su sue. gro o de su cuftado tal como de sus amigos, (Odisea, VIII, 581 y ss. Hestodo, Trabajos y dias, 345). Pero en general le que cuenta et If tilia igmediata; del dinero a pagar como compensacién por la muerte de un hombre se dice que cottesponde recibirlo 2 su hermano 0 4 $4 padre (Iiada, 1X, 632 y 35.), no 2 un grupo mayor, y cuando Odiseo mata a los pretendientes, el padre de uno de ellos incite a los demés 2 Jn venganza sangrienta con cits palabras; eseré una afrenta que sepan extas cosas las gencracioncs venideras; sin un castigo pata los asesinos de nuestros hijos y de nuestros hetmanos, no me serfa agcadable la vi- das (Oaltea, XXIV, 435 y 88,). Cutiosamente, s6lo el atesinata dentro de Ia familia compromete a un grupa mayor de familiares 0 partidarios hada, M1, 661 y 8; Odlten, XV, 272 y .), Pot lo tanto, es poo] eportune traducit gévos por clan en lugar de hacerlo pot Fatnilia. 1s nalualza paciaveal de Ia familia est demostada no slo pOP) Jas normas de tx herericia. Los matsimonias soa concertados par las ea- hheuas de los gené, 2 menudo por razones de amistad politica: [a nov roviene de Iz misma clase social, pero no necesatiamente ha de est ‘emparentada ni tiene que set de la misma comarca, Aquiles dice quesif regress de Teoys, su propio padre Peleo le busearé una esposa: emucRat agueas hay en la Hélade y en Pria, hijis de guerretas nobles que de- fienden sus cludadelas; a una de ellas, $i quicto, haré mi mujers (Ufa 4a, 1X, 394 y s.). La concertacion del matzimonio requiete la entrega de regalos para la novia (existe una pala especial pata denominatlos ‘adne) bechos por la familia del prometido a la de la joven, y propor | cionar una dote a la desposada, cosa que esté a cargo de los familiares de ésta, Se ha dicho que estas'pricticas resultan incompatibles y qu representan dos escratos hiscticos diferentes en Homero; pero, en sea: lidad, se las encuentra juntas en otras sociedades, El objetivo de'la dote «es fundar el pateimanio de la casa Futura; los presentes paca in desposa- da tienen tna finalidad distinta, que no es la de comprat a la novia ni Jn de inicise un intereammbio de regalos que la inichuya; mis bien se crata de impresionas a a Familia de la novia Gon Jas tiquezas y Ia pesiion de ‘a familia del novio, Esto se ve demostrado en Ia competici6n por una desposada particularmence deseable: Penélope se queja de que «...n0 se comportaban en ottos tiempos ast los pretendientes que solictan 2 una mujer noble ¢ hija de un hombre tica y eompiten entre si por ella: ellos son los que tran bueyes y ovejas gordas, como agasajo para los fa. miliaces de la desposada, ofrecen presentes magatficos y no comen de 4 los bienes ajenos sin dat algo a cambios (Odirea, XVIII, 275 y ss.). Los regalos de esos pretendiientes no tienen como condici6n la de obtener la mano de 1a novia: los perdedores Io pierden todo, de modo que no se trata de un intereambio acordado entee ambas partes, sino de una gna de presente, La mer ingesa ene génos desu marco: cuando relémaco llega al palacio de Menelao, se esté celebrando la fiesta de tuna doble boda: su hijo (bastardo) lleva a su desposada al hogar pater- 0a hij, argo emp atts prometid poe Menelao al je (bastr do) de Aquiles, se matcha del palacio (Oditea, IV, 1 y ss.), La inclu- sin de la esposs en la nueva familia de su suegro est demostrada por la supervivencia, en la Ifiada, de un t&rmino que sefala parentesco que también se encuentra en otras lenguas indoeuropeas, e(i)natér, aplica- do a la relacién entre las mujeres de los hermanos, gue por lo comén vivitfan juntas en la misma casa. La mayor de las cragedias es la muerte premacura del jefe de familia, quie deja x sus hijos demasiads jévenes ia defer sus derechos; eso es lo que Aridromaca tenié tespecto de su hijo en Troya, cuando Héctor ha sido muerto (Wiad, XXII, 484 8s.) y es esta lucha la que Telémaco aftonta en [taca cuando la pro- Tongads ausencia de sa padce hace cada vex ms verosimal la posiil aed dew muneste feos Sel ops Entre las clases més bajas de la escala social el matcimonio era un asunto prictico, en estrecha relaci6n con la herencia, Hesfodo considera 1 las mujeres como una maldici6n enyiada por Zeus, como un gran do- lor. para los mortales, como seres que viven con los hombres compar. yifiendo ne la pobreza temible, sino s6lo lz prosperidad, como zAnganos ‘en una colmena, pero necesarias para evitar el destino horrible de que ‘sotros se apoderen del patrimosiio’ (Tvogéints, 590-612). Un hombre se cabard 8 Tos Hines Gon vina Vicgen que Ese€ eh A GUIATS aio a partir de Ik pubertad (Trabajor y aa, 695 y ss.; una edad un tanto avanaad los catorce 0 dicciséis altos fue mis tarde la edad corriente del matrimo- nio de las j6venes) y tendrd un nico hijo, si es posible, aunque si el hombre vive lo bastante, obtendrS compensaciones si tiene més hijos (376 y's.), A pesar de la fuerza de ciertos rabies incestuosos, advertida a través del mito, la endogamia, cl matrimonio dentro de un efrculo de relaciones telativamente resttingido, era fa nocma ea Grecia y servia pa- a preservat los esquemas existentes de propiedad: en lz Atenas clasica ‘Una hesedera podfa ser reclamads en matrimonio por ley por el patien- fe var6n més cercano a su padre, comenzando por su fo; el procedi miento-determinaba que un heraldo invitara, de manera pGblica, presentarse a los posibles demandances. ‘Muchas de estas diferencias entre fa aristocracia y los ciudadanos co- munes petduraron. A lo largo del perfodo arcaico el matrimonio fuera de la comunidad era habitual entce los aristcratas y contribuyé en for- ma considerable a asentar su poder politico y 2 desarrollar las telaciones entre las ciudsdes; cuando 2 mediados del siglo ¥ Atenas vor una ley 2 Bef funa notma semejante no habsfan podido ser ciudadanos, i BEB gue determainaba que, en el fururo, Ios ciudadanos deblan ser de ori- Rigen ateniense por ambas partes; ello, obedeti6 2 una iniclativa popular Riantiaristocritica. Pericles, propulsor de esa ley, como otfos arist6cracas §S atenienses, tendrfa sin duda mischos antepasados en su familia que con #oq: Una rensiOn similar entre Ja aristocracia y el campesinado quizé A blique el desercollo de la posicl6n de las mujeres en la Grecia primi va. Hesfodo reflcja la actitud general de su tiempo y ta posterior; pero, sunqus los retraros de Penélope y Nausicaa estén idealizados, Homero Psupiere que hubo un tiempo en el que las mujeres de la aristoctacia go- ‘aban de tuna consideracién socal cleada y de una ibertad muy gean- de: se podfan mover libremente sin escolta, discutir en igualdad de condiciones con sus maridos ¢ incluso estar presentes en los banquetes, cn la sala central de la casa. Eran responsables de una gran parte de las tareas econmicis de Ia casa: tejer, moler el grano, supervisar a las cesclavas y manejar el almacén, Bn la sociedad griega posterior, las mu- jeres respetables permanecian confinadas dentro de sus habitaciones y casi no intervenfan en les actividades sociales masculinas, pablicas shogareas. Exe cambie de a stuac6n ee slacionado, que, con el aso de un vida centrada en la casa a uiia vida centrada en la ciudad’ la ‘ufbaifizacidn de la cultura priega, ea la mayorla de las commiidader, ptesencié la exclusién creciente de las mujeres de actividades iqmportan: tes como las atléticas, las polfticas, las fiestas y las discusiones intelec- tales; estas actividades de grupo caractetlsticamenté miasculinas dieron por resultado, en Ia mayorfa de las regiones, el crecimiento de ese tipi- Co fenémeno aristocrética gricgo, la homosexualidad masculina, aun- que en el Sirposio (182a) Plat6n menciona a Jonia como una excep- cin, Apatte tal vez de Aquiles y Patroclo y de Zeus y Ganimedes, Homere pinta a In sociedad griege primtiva como muy heteonenval las costumbres matrimoniales presentan aparentemente ua cambio similac; los presentes para la novia, can importantes en Homero, des- aparecen y en Ja Grecia clisica s6lo se conoce la doce. En otras ‘pala- bras, las miijetes Fieron valiosas ef otto tiempo como haber social, en una Epoca en que Ia familia y las alianzas por matrimonio eran| iis importantes; en la cindad-eado desarrllada dejaron de se tn requeridas : En torno al cfteulo familiar inmediato esta el offer, Bl antiguo basi- Jets gtiego trabajaba’en sus posesiones con la ayuda de los esclavos y de alguna mano de obra contratada ocasionalmente. La situaci6n social del trabsjador contratado (#héi) es fa peor de la tietea: ano quieras clo- giar la muerte ante mi —dice Aquiles a Odiseo, en Ia mansién de Hi des—, ... preferrfa estar en la tierca como jocnaleto de un hombre sin apenas recursos para vivir, antes que feinat sobre rodos los cuerpos de los muestoss (Oditea, XI, 488 y ss.). La vida de un erabsjador,asala- tiado 5 apenas difercate 2 la de uin mendigo, porque ambos son’ hom: Bay 17 eee bres libres que hun perdido su posici6n en Iz sociedad, tan completa: Hg, comd podian llegar a hacerlo, y dependen de ka fatidad de otto [aunque el mendigo est a salvo de fa muerte por inanicién gracias a la roteccién de Zeus); a manera de insulto, uno de los pretendientes de Penélope oftece al Odisea mendigo un tcabajo en sus tetra, a cambio de comida y vestidos (Ocivea, XVIML, 337 y s.). Usa actitud de consi erat el trabajo asalifiado como un infortunio en el aspecto privado y tuna deshonra,en el publico prevalecié en. general més tatde y tuvo un efecto profundos haver que la economis pasaca a depender del trabajo de los esclavos; cl tcabajo eventual o el artesanal canstitufan tipos acep- tables de empleo, pero los hombres libres no se aventan de buen prado ala sinusci6n de sometidos a la autoridad del otto, que resultaba dle st contrataci6n en forma regular, Por el contratio, el esclayo tenfa un v2~ lor y na posicién teconotida en la sociedad, toda vez que no cia tes pousable de su propio infortunio: «... por mi parte seré amo de mi ca. sa_y de los esclayos que el gran Odiseo ha captutado para mi, dice ‘Telemaco (Odisea, 1, 397 y ss.). En las incursiones y en ln guetta cca tadcgnal maa a mujeres ya ls nis el apo peta ye comercio eran también fuentes de abastecimienta: el fiel porquetizo Eumeo relata cémo su ciudad no fue saqueada ni él capturedo mientsas cuidaba los eebatios: Humco era hijo de un noble, raptado por merca detes fenicios con Ia ayuda de su nodriza feaieia (ella misma habia sido capuurads por piratas tafios) y vendido al padre de Odisea, quien lo bahia erado junto con su hija pequeta (Odse, XV. 352 ys.) Por ex 0s iotives, las mujeres eran ‘elativamente comunes como esclayas en ia casa; los hombres eran, menos, criados desde. la nines y,quy apte- (epoviia al frente de. las. granjas y se les permicia fundar st iente basiea de riquezas en lu Grecia antigua era ln agricultura, (| que.cambia, silo hace, con mucha Jentitud. La cebuda, a causa de su tesistencia, efg cl cultiyo fundamencal en Gcecia; el trigo eta us cereal de mievior impoctancia, Bl difundido uso del lino para las topas y para Ja Gabricaci6n de soges demuesten que tambiga esta planta text se cul: Aivaba, Las escenas pintadas en el escudo de Aquiles incluyen las tareas de arar, cosechat y yenditniae (IMiada, XVIML, 341-572}; la descripcion de Hesiodo del aito del labriego se refiere con amplitud a las mismas actividades (Teabajos y dias, 383-617); las faces de arat y sembrar de- ben joicinrse cuando Tas Pléyades se ponen cuand®.patag las grllas Ustcie) ia comieae dee oiscnde hvac’ otc one dich jo mis duro delafo, porque cl arado estaba echo de madera ligera gon una punta de hierto, que apenas si removia la superficie, sin dae wuelea la tierra, y el arador tenta que mantenetlo clavado en la tetra al tiempo que conducts a los bueyes. Hestodo fecomicnda tener prepara dos dos arados, para el caso de que uno se rompa, y un hombre fuerte de unos euarenta aos; en el escude de Aquiles el terreno es arado tees 44 veces y cada hombre recibe un trago cuando Ilega al final del surco; disco espera con ansiedad In puesta del sol, ecomo el hombre que piensa en i cena, después de haber roturado durante todo el dia, con sus dos bueyes negros y su arado, la tierra en batbecho; fe complace la caida del sol y, mientras regresa, sus rodillas tiemblan de cansancios (Odisea, XIN, 31 y ss.) ‘SB btofio y cl invierno son las estaciones para cortar la madera pare lis herramientas: no permitas que los bese eel fuego de la fragua Con Is apatici6n de Arcuro (febrero-matzo) comienza otra xez.el trabaia; los viedos fait de'Ser podados ante’ de qué Legreseh lis ° asi cod fs acoesconienan sub Ba pea (Gasx9) sf tmp, de init Ia csctba; Ja abate de © i) in, aque rade arene ane Jeon ce la 6 tiempo que Hesiodo recoraicnada para sl deadaan pesmi Bia, fuatS-¢ un ianantial, con vino y comida,.,. basta, Ja veadifnia, Seeger came Ques peinien nets ‘dal fimamento (Geb? dembre). poe RAS Ae estas. cosechas. pr sis ban ss te) wontalizas y TeRunsbies ties los h junto al palaeio dé Alet-| Hoe Hay Us essid Siete ban peBlee precals, mantanbe, igus y olives y también con legumbtes y. dos fuentes para el riego (Odi- sea, Vl, 112 y ss,).'Uno de'los frutos mencionados no habia obtenido adn la importancia central que tendefa més tarde: la aceitunna, Bl aceite de oliva ya cra utilizado para lavar (como jab6n), pero todavia no para iluminar y cocinar; Ia sala principal de la mansi6n de Aleinoo estf ilu- minada con brasetos y-antorchas, no con lémparas de aceite, y los fea- cios cocinan con grasa de animales. Al parecer,no existe un cultivo es- pecializado del olivo, que tendrla que csperaf hasta que se-produjera un cambio en los habitos de consumo y el:crecimiento del comerciode articulos de primera necesidad entre lasvdistintas ‘comatcas; porque In especializacién de Atiea en la producci6n de accie de oliva que tiene lugar a partic del siglo vt presupone un mercado local mayor y la posi- bilidad de organizar con eficacia la importaci6n de cereales, Otra cetactertstica de Ia agricultura griega primitiva ha geferado controversias desde tiempos lejanos, La Grecia elésiea era en gran medi da una cultura consumidora de cereales, que obtenfa proteinas de las legumbres (los atttiguos equivalentes de los vegetatianos, los pitag6ri- ot, se abscenfan de elles) el pescado y los productos leteor de eabtas ¥ ovejas, La carne se comnia cn especial durante los festivales, despues de haber sactficado ls ress en honor de los dioses y despues de haber ‘quemado sus entrafias como ofrendas. Pero-ya los antiguos sefialazon. que los héroes homéricos e1an fundamentalmente consumidores de ef ne. Ademés, la riqueza se media en cabezas de ganado: los esclavos, las armas, los etfpodes, los rescates y las mujeres eran valorados segan su equivalente en animales y los adjetivos genetales refctidos a la tiqueza 45 2 menudo aluden al ganado, Bumeo describe Iss riquezas de su amo: Doce vacadas son las de tierra firme y el mismo ndmero de hatos de ores yd pars yous tans manadat de abr, de muchas cabe> zas, hacen pastar allé los extranjeras y sus propios pastorese (es decic, ae y esclavos).(Oaiisea, XIV, 100 y ss,). En cambio, aunque el fpropio Hesiodo tuvo su vision mientras apacentaba ovejas en el Monte Helicén y no puede concebir nada mejor que la tietna carne de vaca 0 de cabra para acompafiar el queso y el vino durante los calores del vera- no, no da ninguna clase de instrucci6n acerca de la ctianza de los ani males: x. mul op, buever san ben de ian, ath abr productant lana: y Tacteos, pero todos eran elementos, accesoric GRA principal, lasgricultata. Las caBallos quedaban fuera del dé intérés de est autor, Pofque etan pocos y pertenecian a los arist6~ {critas, que los utiizaban sélo en los Reones fen It giton: Esto sefiala con clatidad que se produjo un desplazamiento en cl Enfasis desde la ganaderia hasta fa agricultura griega, pero el problema consiste en la forma de localizarlo en el‘ tiempo. Las tablillas del Li- eal B demuestran que los reyes micEnicos posefan mucho ganado, y al- [guns especialistas piensan que la transici6n se produjo tempranamen- te en la Edad Oscura. Pero resulta més verostmall Ia posibilidad de que sea un fendmeno tarda, casi contemporineo de Hesfodo. Los pueblos ‘en movimiento tienden a ser pastores mAs que agricultores; los huesos de animales hallados junco a las tumbas demuestran que lz earne conti- rnvaba siendo consumida con frecuencia en las celebraciones funerarias 2 lo largo-del perfodo geométrica y hay muchas figuras de terracota de animales domésticos dedicadas en santuatios de fecha temprana. Pero los animales eran poco productivos en Ia economia de base fondiatin; [Bisndo fa poblacion comenzé a ctecer, y hombres como el padie de. Fesiods sé ailadaron hacia lag tiercas labranttas, 1a érla'de animales icj6 ié"marieta gradual, al cultivo de Ja tierra, hasta que s6lo las. uedaton dedicadas a la erfa de-ovejas j cabras, Los arist6cra- ‘ag deBen de haBersido fos que posefan las tiers néeeiarias para man- tener la antigua’ costumbre durante mayor tiempo; y también es po- sible que en Asia Menor se pudieron, sncontrar pastizales tetra aden- Juche efa lable eh Corea sn las las, Homero y Hestodo, Sofidichtes obtis; registran la’ tansici6n, La forma fisica de Ja, casa del noble proporciona Ja clave para comprender la relaci6n entre Ia producci6n de riqueza y su uso para restablecer la posici6n social del basileis. Despojada de sus bellos atci- ‘butos heroicos (mucho més ficiles de etear con la palabra que con las primicivas récnicas de la Grecia primitiva), consiste esencialmente cn tun patio, establos, quizd una galerfa donde podfan dormir los huéspe- des, habitaciones paivadas para guardar las riquezas y las armas y pata alojamiento de las mujeres, y la gran sala 0 mégaron; un cuarto muy amplio con asientos junto a las patedes y una chimenea en el centro, El 46 amo de la casa puede ‘ener su propia habitact6n privada, como Ia tenia Odiseo, 0 puede dormir en la sala, Los testimonios arqueolégicos se refieren, en especial, al empl miento-de las ciudades y, por ende, a las construcciones cortientes; pk ro alin estas moradas de una sola habitacién preseatan anlogias —los asientos junto a las paredes y el hogar central de la aistocracia—, como si las grandes salas hubieran nacido de las pequetias o bien los eampesi ités estuvieran imitando a los nobles. La relativa ausencia' de casas més amplias y complejas preocupé a los arquéologos ¢ hizo que muchos tra- taran de relacionar la casa homérica, a través de Ia Edad Oscura, con el palacio micénico, Pero esa preocupacién puede ser infundada, porque al parecer muchos de los nobles no vivian en las ciudades, 0 sea que no sOrpreaide el Hecha de que Sus casas NO se" hija ehedAtfado, dado que la campitia de Anatolia, e incluso la de la Grecia continental, no han sido muy exploradas, Esencialmente, la economia de offor se otganiza en rorno a Ja gran hacienda y sugiere un periodo en el que los aristécra-| tas vivian apartados de la comunidad. Le transici6n 2 la vida de ciudad] fue parte del mismo desarrollo, cuyos efectos se lan visto en la posiciGn| social de las mujeres y en la agciculrura. En estos aspectos, Asia Menod puede haber sido mis conscrvadom que In Grecia continental, hasta ue los disturbios surgidos a partir del siglo Vil, con la invasi6n de los cimetios y los ataques de Lidia, impulsaron a los gtiegos*jonios haci sus cludades costeras, Aun entonces, al parecer, en ciertas regidnes los dominios rurales fortificados preservaron algo del antiguo estilo de vida. No tados los basilées vivian en el campo: la mansién de Alctnoo, por ejemplo, esté dentro de las murallas cle la ciudad (Odisea, VI y Vil). ¥ dos descubrimicntos arqueoldgicos dan realidad y proporcién 3 las descripeiones poéticas, En Zagora, en la isla de Andros, un complejo'de viviendas de fines del siglo Vil parece constituir una uni- dad; esté situado en un lugar prominente, en el centro del asentamien- to y cerca de un espacio abierto, asiento también de un tempio edifica- do tiempo después, En ese complejo, Ia habitscién principal es un cuadrado de unos ocho metros de lado, con un hogar en el centro y bancos a Jo largo de tres paredes, El emplazamiento de Emporio (si glo vin) en fa isla de Quios es rf interesante ain, Una primitiva mu- Talla de defeasa,-que no ha de haber tenido mis de dos metros de altu- ra, rodea la cima de la colina, abarcando unos seis acres; los dos tnicos edificios que habfa en el incetior eran un templo de fines del siglo Vil y. eonstruido dentro de la muralla y contemporinco de ella, un mépa- ron de dieciocho mestos de ancho con tres columnas centrales y un porche sostenido por otras dos columnas, Por bajo de las murallas se cextendia una aldea de unos quinientos habitantes, quiz4; las casas de tamafio mayor eran del mismo tipo del rzégaron, con colurnnas centra- les y wh hogar, otras tentan bancos de piedra junto a las paredes. Aqui 4a Yenemos, tal vez, la casa risticamente fortificada de alggin basileds lo- \ cal, un fefugio para sus ganados y para quienes vivian fuera de ella, gentes que habrin considerado al duetio del mégaron principal coma Rajete, Entre paredes toscas y ahurnadas como aquellas de Zagora y de mporio, fueron cantados, otiginalmente, los poemas de Homero, La sociedad gricga antigua no era feudal: no existe una clase que esté obligada con la atistoctacia 2 cambio de Ia tierra y no existe un | -Bmipe. social de-siervos separados de los esclavos, quienes siempre eran obteoidos fuera de a comunidad. Las formas diversas.y disperses de servidumbre obligada que se hallan mds tarde en [as comunidades do- sias como Esparta y Atgos, o en ciudades coloniales como Siracusa, o en | poblaci6n estable de Atenas, no son supervivencias espectficas de un. fen6meno ape U, sino desatcollos expeciale condicionados por la his- sors de ala ean, Hn penta rata > labtiepos libres

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