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DE LACLOS, Pierre Choderlos

Las amistades peligrosas


Tusquets
España
2014
57a reimpresión
399 páginas

Inicio de lectura: 8 de febrero de 2016


Fin de lectura: 5 de marzo de 2016

PRÓLOGO [ANDRE MALRAUX]

“Por profunda que sea la experiencia cristiana del mundo, culmina siempre en una soledad.
La importancia del tipo aumenta a medida que disminuye la del alma; los pecados permiten
a la vida cristiana prescindir de los tipos, por lo que Occidente pasa del alma al individuo.”
p. 9.

“Este libro, que únicamente habla de pasión, la ignora casi por completo.” p. 10.

“Los naipes parecen sencillos en este juego que sólo tiene dos colores: la vanidad y el deseo
sexual. Vanidad contra vanidad, vanidad contra deseo, deseo contra vanidad. Los matices y
el número de los naipes son aportados por los personajes. Unos seres se enfrentan, pero
¿qué fuerzas se enfrentan en ellos? El carácter dramático de la sexualidad queda
enmascarado bajo los antifaces de satén rosado y el propio deseo casi siempre queda
subordinado a la vanidad. Como la vanidad es el sentimiento sobre el que más eficacia
tienen las palabras, el problema técnico del libro estriba en saber lo que un personaje hará
creer a otro, con el fin de gobernar su acción; de ahí una visión bastante clara de la función
de la inteligencia. El mundo aprehensible por la razón es objeto de leyes. El hombre
superior es quien debe establecer esas leyes.” pp. 10 – 11.

“De todos los novelistas que han hecho actuar a sus personajes lúcidos y premeditados,
Laclos es el que a mayor altura coloca la idea que se forja de la inteligencia. Idea tal que le
llevará a esa creación sin precedentes: hacer que actúen personajes de ficción, en función
de lo que piensan.” p. 11.

“Lo que hay de nuevo en Laclos, lo que explica la acción fulminante del libro, es que,
simultáneamente, pinta a Don Juan y revela el truco.” p. 11.

“La mentira es tan sólo el medio más refinado de coacción: influenciar una parte del
espíritu de la persona a la que se debe seducir, para que esta parte coaccione a toda la
persona.” p. 17.

“erotización de la voluntad.” p. 18.

ADVERTENCIA DEL EDITOR

“ En efecto, muchos de los personajes que hace entrar en la escena tienen tan malas
costumbres, que es imposible suponer que hayan vivido en nuestro siglo, en este siglo
ilustrado, en que las luces derramadas por todas partes han hecho a los hombres tan
moderados y circunspectos, y a las mujeres tan modestas y comedidas.” p. 25. ¿ES LA
NOVELA UNA FORMA DE “ILUSTRACIÓN DEL EROTISMO”?
LAS AMISTADES PELIGROSAS

Carta II – La marquesa de Merteuil al vizconde de Valmont en la quinta de…

“ya ve vmd. que no me ciega el amor.” p. 36

Carta IV – El vizconde de Valmont a la marquesa de Merteuil, en París.

“El amor, que prepara mi corona, duda él mismo entre el mirto y el laurel, o más bien los
reunirá para honrar mi triunfo.” p. 38.

“Ya conoce vmd. a la presidenta de Tourvel, su devoción, su amor conyugal y sus


principios austeros. Todo eso es lo que me propongo atacar; ése es el enemigo digno de mí,
ése el fin que pretendo conseguir.” p. 38.

“Es preciso que yo logre a esta mujer para librarme de la ridiculez de amarla.” p. 39.

Valmont, no descarta la posibilidad de ceder ante las emociones por


completo, pero como una desgracia, como un final que busca evitarse.

“¡Qué felices somos los hombres de que las mujeres se defiendan tan mal!; no seriamos,
sino, cerca de ellas, más que tímidos esclavos. Siento en este instante un movimiento de
gratitud hacia las mujeres fáciles.” p. 39.

Carta V – La marquesa de Merteuil al vizconde de Valmont

“¿Sabe vmd., vizconde, que su carta es sumamente insolente y que tendría yo derecho a
enfadarme si quisiera? Pero he visto por ella claramente que había usted perdido la cabeza,
y sólo esto le libra de mi indignación. Amiga generosa y sensible, olvido mi propia injuria
para no pensar sino en el peligro de vmd., y por más que sea cosa fastidiosa el razonar,
cedo a la necesidad que tiene vmd, de ello en este momento. ¡Vmd. tener a la presidenta de
Tourvel! ¡Qué capricho tan ridículo!” pp. 39 – 40.
Carta IX – la señora de Volanges a la presidenta de Tourvel

“Aún más falso y peligroso que amable y seductor, jamás desde su primera juventud ha
dado un paso ni dicho una sola palabra sin tener un objeto, y jamás lo ha tenido que no
haya sido deshonesto o criminal.” pp. 46 – 47 SOBRE VALMONT

“Valmont no es así, y su conducta es el resultado de sus principios. Sabe calcular todo lo


más horrible que puede emprender sin comprometerse; y, pata ser cruel y ,alvado sin
peligro, ha escogido por víctimas las mujeres.” p. 47.

Carta XXXII – La señora Volanges a la presidenta de Tourvel

“El señor de Valmont, con un nombre ilustrado, una gran riqueza, y muchas cualidades
amables ha conocido muy pronto igual destreza de elogio y la sátira. Nadie le aventaja en
ambas cosas, seduce con la una, y se hacer temer con la otra. Ninguno le estima, pero todos
le acarician. Así vive, en medio de un mundo que, más prudente que atrevido, quiere más
bien contemplarle que combatirle.” ´p. 83.

Carta L – La presidenta de Tourvel al vizconde de Valmont

“¿Quién puede apetecer una dicha comprada a expensas de la razón, y cuyos placeres
fugitivos dejan siempre pesar, cuando no sea remordimiento?” p. 116.

Carta LI – Merteuiel a Valmont

“el verdadero medio de vencer los escrúpulos es el de no dejarles nada que perder, en este
particular, a los que tienen” p. 123.
Las epístolas funcionan como conductores de modalidades divergentes:
sólo las correspondencia entre Merteuiel y Valmont es reveladora, la que
concede al lector una directriz de verdad de las intenciones de los
personajes; las cartas entre Valmont y Tourvel son engañosas, sin saber
de las anteriores, creíriamos verdaderas las palabras del Valmont como
también es innegable que el rechazo de que expresa Tourvel en sus cartas
hacia Valmont tiene tras de sí un indicio de querer ceder ante las
peticiones de Valmont. Sólo las cartas entre Merteuirl y Valmont son
“verdaderas” como también la mucho menos trascendente correspondencia
de Cecilia Volanges con su amiga Sofia y con Danceny.

Carta LVI De Tourvel a Valmont

“Lo que vmd,. llama felicidad es sólo un alboroto de los sentidos, una tormenta de pasiones
cuyo espectáculo es horroroso, aun visto desde la playa.” p. 130.

Carta LXXVI –Valmont a Merteuil

“sabe que una mujer que consiente en hablar de amor, acaba por sentirlo, o al menos por
conducirse como si lo sintiese. Con este método, que idealmente he perfeccionado, gana
también el poder citar muchas veces a las mismas mujeres por testigos de su propia
rendición, y hablo a vmf. Así porque lo he visto.” p. 164.

CARTA LXXIX – Valmont a Merteuil

“La amo siempre como si fuese una mujer de razón.” p. 179.

CARTA LXXXI – Merteuil a Valmont

“el amor, que nos pintan como la causa de nuestros placeres, no es, cuando más, sino el
pretexto.” p. 186.

[Sobre el amor] “ veía yo no obstante que, para conseguirlo, bastaba juntar al ingenio de un
autor el talento de un cómico.” p. 186.

CARTA CXXX – Rosemone a Tourvel


“El hombre goza de la felicidad que experimenta, y la mujer de la que procura.” p. 310.

EL CONTEXTO ILUSTRADO, LA EROTIZACIÓN DE LA VOLUNTAD Y EL


ESTADIO ESTÉTICO EN LAS AMISTADES PELIGROSAS

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