Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Por Fín Encontré A Mi Poder Superior
Por Fín Encontré A Mi Poder Superior
Bueno, os diré que a pesar del tiempo que llevo con vosotros (que por
cierto, a mi nunca me ha gustado decir el tiempo que llevo, porque no me
dicen nada si es que no me demuestro a mí misma que voy avanzando en el
trabajo diario de los Doce Pasos, que no es moco de pavo para mí, al menos,
que es un trabajo duro y arduo, pero que tengo que hacer para ir avanzando
aunque sea milímetro a milímetro, pero siempre para adelante sin parar
nunca.
Y os digo esto porque los siete años y medio me tiré sin beber y mis dos
días a la semana al grupo, pero tenía una lucha particular contra ese Dios
Católico que era el que me impusieron los curas; y entonces yo, que soy una
cabeza cuadrada, pues confundía la religión con el Poder Superior, y la
espiritualidad con aquel Espíritu Santo de la religión, con que cuando me
hablaba de este tema yo me fui construyendo una pared tan gruesa entre mi
mente y ese Poder Superior, y es que estaba tan obsesionada que mi mente
estaba completamente bloqueada.
*También os voy a decir que esos años no dejé de ir al grupo con todas mis
dudas y todo aquello me enganchó tanto, y además no bebía y me estaba
mejorando en todos los aspectos de la vida, ¡bueno!, en casi todos. Y eso
sí, me agarré a los servicios del grupo y a mis compañeros con todas mis
fuerzas que fue mi salvación en esos años.*
Eso fue así hasta que, por primera vez en esta Área, organizaron las
jornadas de reflexión, y mirad por donde que mi Poder Superior, harto de
aguantarme, supongo, me llevó a aquellas jornadas que yo no sabía de que iba
la cosa, sólo sé que un compañero me llamó y me dijo que había de sobra una
habitación y que si podía acompañarle para hacer café. Y por quedarme bien
le dije que si, pero a todo esto leía la literatura de A.A. y por todos
lados ponía que sin Poder Superior no hay posibilidad para una recuperación;
y yo decía: ¿dónde encontraré al Poder Superior?, porque empecé a buscar,
por tierra, mar y aire, pero nada, y, como digo, ya se debió cansar él de
tanta tontería mía y me llevó a aquellas benditas jornadas.
Pero desde esos días empecé a no sublevarme cuando hablaban de Dios o Poder
Superior, a ser más tolerante y aceptando sobre todo a los sacerdotes, que
hasta entonces no los podía ver. Ya estaba mucho más tranquila y ahí si que
empecé a dejarme llevar, porque yo escuchaba a mis compañeros «déjate
llevar». Antes eso me parecía una tontería, pero sin ningún esfuerzo fui
aceptando a mi Poder Superior que tanto le había buscado, pero fuera de mí,
claro. Y resulta que está dentro de mí y que ha estado siempre ayudándome,
lo que pasa que yo no le oía, estaba tan sorda y tan ciega que no dejé que
El se manifestase, porque yo estaba tan ensimismada con este mundanal ruido
que no paré para escuchar su susurro.
**
Lo que no quiero es perder esta paz interior que hoy me invade, que para mí
es la felicidad, este estar a bien conmigo misma, que es en realidad lo que
anduve buscando toda mi vida, pero claro, para todo esto tuve que sufrir un
montón, tocar fondo y empezar desde cero; por eso estoy compartiendo con
vosotros ya que yo os leo a vosotros y me he sentido en deuda y tenía que
poner en práctica lo que sentía y mi agradecimiento a todos los que
compartís en el Akron y Compartiendo. Un abrazo a todos y muchas 24 horas de
feliz sobriedad.
**