1.

VIVERISMO
1.1. Definición e importancia
• Rígidos pero flexibles
El vivero (Latin Vivarium) es el sitio donde se • Color oscuro para favorecer el calor
transplantan especies vegetales de interés • Resistentes a las condiciones
agrícola y forestal provenientes de semilleros ambientales (sol, agua, viento, etc.)
o almácigos con la finalidad de promover • Ligeros, para facilitar su manejo y
mediante prácticas adecuadas, mayor transporte
crecimiento y vigor a las mismas antes de ser • El sustrato debe ser poroso para facilitar
llevadas al sitio definitivo. La importancia del la aireación y buen drenaje del mismo
vivero radica en producir plantas en mayor • Que liberen fácilmente el cepellón o el
cantidad mediante el uso de diferentes sustrato
métodos de propagación, para este fin el
vivero puede presentar diversos grados de La forma, altura y volumen del recipiente
tecnificación (Figura 1), mismos que estarán afectan la velocidad del crecimiento de las
definidos con base a los recursos con los que plantas forestales, tipo de manejo al que se
se cuenta. Debido a esto, en función del someterán, además de influir en la capacidad
manejo proporcionado, las plantas pueden de retención de humedad del sustrato y los
tener mayor capacidad de crecimiento, vigor, costos de producción. Al aumentar las
y sanidad y con ello fortalecer los programas dimensiones de los recipientes, se
de plantación comercial, el fortalecimiento de incrementa el costo de producción debido a la
los programas de reforestación de zonas cantidad de sustrato necesario para llenarlos
desforestadas o con diverso grado de y al espacio requerido para mantener las
perturbación (Nicolas y Roche-Hamon, 1988; plantas.
Hartmann et al., 1990).
En México se prefieren recipientes resistentes
1.2. Recipientes para viveros a las condiciones ambientales, siendo los
forestales más empleados aquellos de polietileno negro
y tamaño aproximado de 7 cm de diámetro y
La mayor parte de las especies forestales 20 cm de altura.
pueden propagarse en recipientes desde la
siembra de la semilla; sin embargo, también
es posible establecer una cama-semillero a
partir de la cual se tomarán las plántulas que
se destinarán a un envase específico. El
periodo de permanencia de la planta en el
recipiente varía dependiendo de la especie
con que se trabaje y es común que durante la
primera fase se empleen envases pequeños
ya sean individuales o múltiples (Figura 2a, b
y c) y de consistencia rígida que pueden
reutilizarse en muchas ocasiones.
Posteriormente, para tener plantas más
vigorosas, éstas pueden transferirse a
envases de mayores dimensiones; sin
embargo, es preferible utilizar un solo
recipiente antes de realizar el transplante al
sitio definitivo. De manera general, las
características deseables en un recipiente
son las siguientes:

1
 a) b)

c) d)

e) f)

Figura 1. Grados de tecnificación y manejo de vivero en plantas forestales. (a, b) viveros rústicos con
producción de plantas en bolsas tradicionales de plástico; (c, d) viveros con nivel tecnológico
intermedio con producción de plantas en recipientes con media sombra; (e, f) viveros
altamente tecnificados con producción de plantas en recipientes de plástico con sistemas
automatizados de riego e inoculación de hongos micorrízicos.

2
 a) b)

c-1) c-2) c-3)

Figura 2. Recipientes para plantas comúnmente utilizados en viveros forestales: a) Vista frontal:
mostrando el número de envases por recipiente y diámetro del envase; b) Vista lateral: largo
(profundidad) de los recipientes; c1-3) Vista del interior de cada envase: Presencia de
costillas laterales (Flechas) que facilitan la extracción de las plantas al momento de realizar
el transplante al sitio definitivo, evitando mayor daño de las mismas por su manipulación en
ese proceso.

1.3. Importancia de los sustratos en • Porosidad adecuada que permita la

viveros forestales
El sustrato es el soporte para la vida de la
planta antes de llegar a la plantación
definitiva. Sus funciones son entre otras,
proporcionar un componente sólido, un
líquido y otro gaseoso (Figura 3) y, debido a
sus características físicas, químicas y
biológicas, algunas veces también participa
en el proceso de nutrición de la planta. La
clave en la selección de sustrato para viveros
forestales está en encontrar la mezcla que
reúna las mejores características, de tal
forma que al establecer la planta, sus
requerimientos y atenciones sean mínimos. A
continuación se mencionan algunas de las
características más importantes que deben
ser consideradas en la selección de un
sustrato o medio de crecimiento:
• Alta capacidad de retención de humedad
(el agua es el vehículo de los nutrimentos)
• Alta capacidad de intercambio catiónico
(CIC), favorable en la nutrición de las
plantas
difusión de gases (principalmente O2 y
CO2) y agua entre el sustrato y la planta
• pH ligeramente ácido, entre 5.0 y 6.0
• Libre de plagas y enfermedades
• Estructura adecuada (buen soporte físico)
• Baja concentración de sales
• Bajo costo de obtención
• Continua disponibilidad
• Facilidad de manejo (uniformidad,
densidad, estabilidad de dimensiones,
durabilidad, fácil mezclado y llenado de
envase, capacidad de rehumedecimiento
y para formar cepellón)
• Factible de esterilizarse con vapor o
procedimientos químicos sin efectos
negativos posteriores
• Proveer nutrimentos, especialmente
cuando la planta va a permanecer largo
tiempo en vivero

3
1.3.1. Materiales empleados en la
elaboración de medios de
crecimiento en viveros
Existe toda una gama de materiales
orgánicos e inorgánicos en el mercado, que
según las necesidades de cada viverista
pueden ser empleados como sustratos.
Algunos de ellos se mencionan a
continuación:
1.3.1.1 Materiales orgánicos
• Naturales: Sujetos a descomposición
biológica
• Sintéticos: Polímeros orgánicos no
biodegradables (espuma de poliuretano,
poliestireno expandido, etc.)
• Subproductos y residuos provenientes de
diferentes actividades agrícolas,
industriales y urbanas (residuos de
productos alimenticios, desperdicios
forestales, residuos sólidos urbanos, etc.).
La mayoría de ellos requieren de un
proceso de composteo antes de su
utilización
1.3.1.2 Materiales inorgánicos
• Naturales: obtenidos de rocas o minerales
(arena, grava, tezontle, piedra pómez,
etc.)
• Transformados o tratados: obtenidos de
rocas o minerales modificados mediante
tratamientos físicos o químicos (agrolita o
perlita, lana de roca, vermiculita, arcilla
expandida, etc.)
• Residuos y subproductos de tipo industrial
1.3.2 Sustratos orgánicos
Turbas (peat moss). Después del suelo
(Figura 4a), la turba es uno de los sustratos
más utilizados en los viveros tecnificados
(Figura 4d). Poseen alta capacidad de
retención de humedad (de 6 a 15 veces su
propio peso), pH ácido de 3 a 4.5 y cuenta
con aproximadamente 1 % de nitrógeno.
Tiene una densidad aparente de 0.06 a 0.50
g cm-3, de 95 a 80 % de espacio poroso total
y CIC de 100 a 250 cmol kg-1. El precio
4
elevado de venta constituye una de sus
principales limitantes.
Polvo de coco. Tiene excelentes
propiedades físicas y no es repelente al agua
como la turba u otros materiales orgánicos,
mejor retención de humedad que algunas
turbas. Una desventaja es su alto contenido
en cloro. También contiene potasio,
nutrimento esencial para las plantas, que es
liberado lentamente. Presenta además la
ventaja de poder ser reciclado y su vida útil
puede ser hasta de 18 meses con muy
buenos resultados.
Corteza de pino y aserrín. La corteza de
pino mejora la aireación de los sustratos. El
aserrín, siempre y cuando sea grueso, ofrece
esta función siempre, ya que una
granulometría fina provocaría asfixia a la raíz.
La utilización del aserrín requiere una
aplicación de nitrógeno adicional al destinado
al cultivo, debido a que durante el proceso de
descomposición los microorganismos
degradadores lo utilizan en sus actividades.
Debido a que algunas especies maderables
contienen fenoles, resinas, terpenos y
taninos, que son tóxicos para las plantas, es
recomendable compostearlo antes de su
utilización.
Compostas. Son el producto obtenido
después de la descomposición de los
residuos orgánicos (estiércoles, aserrín,
podas de jardín, basura de comida, etc.)
mediante el control de las condiciones
ambientales. Se consideran de gran utilidad
en los sustratos ya que al haber pasado por
un proceso previo de descomposición no se
inmovilizará el nitrógeno (no lo utilizarán los
microorganismos) que se destine a la
fertilización de las plantas. Aportan además
nutrimentos de lenta liberación.
 Agua
Materiales sólidos
Mineral
Figura 3. Componentes indispensables que conforman los sustratos empleados para el crecimiento
de plantas en vivero: a) sólido (mineral y orgánico), b) líquido (agua) y c) gaseoso (aire).
Vermicompostas. Son producto de la
modificación de las compostas. Para este
caso se utilizan lombrices durante el
proceso de composteo. La diferencia entre
compostas y vermicompostas está
relacionada con la disponibilidad de
nutrimentos útiles para las plantas y la
presencia de sustancias promotoras del
crecimiento contenidas en ellas.
1.3.3 Sustratos inorgánicos
Arena. Este material está compuesto de
partículas minerales con tamaño
aproximado entre 0.05 y 0.2 mm,
generalmente es inerte, no aporta
nutrimentos para la planta ni presenta CIC.
Se mezcla con material orgánico para
mejorar las características físicas de la
mezcla (densidad aparente y retención de
humedad).
Tezontle. Es un sustrato muy poroso que
mejora las propiedades físicas de los
Aire
Orgánico
sustratos, especialmente la aireación.
Generalmente carece de nutrimentos.
Piedra pómez. Por su porosidad se utiliza
como acondicionador físico de los sustratos.
Contiene nutrimentos como potasio, sodio,
además de trazas de calcio, magnesio y hierro.
Vermiculita. Este material es de peso muy
ligero (0.09 a 0.15 g cm-3) que presenta
diferentes tamaños, pH de reacción neutro y
con buenas propiedades amortiguadoras. Es
insoluble en agua pero tiene amplia capacidad
para absorberla (> 450 L m-3). Presenta alta
CIC y aporta calcio y magnesio en cantidades
suficientes para las plantas. Presenta la
característica de ser estéril debido a que se
obtiene con altas temperaturas (Figura 4e).
Perlita (Agrolita). Este material también es
muy ligero (0.1 g cm-3, aproximadamente) con
tamaño de partícula usualmente entre 1.6 y 3
mm. Atrapa de 3 a 4 veces su peso en agua.
Es esencialmente un material neutro (pH entre
5
6 y 8). Contiene algunos fluoruros. No tiene
capacidad amortiguadora, CIC, ni
nutrimentos para las plantas (Figura 4c).
Comúnmente se elaboran mezclas de este
material con la vermiculita, lo cual confiere
al sustrato mayor retención de humedad
(Figura 4b) y mayor porosidad.
a) b)
d) e)
Figura 4. Principales sustratos orgánicos (a y d) e inorgánicos (b, c y e) empleados en la elaboración
de mezclas para plantas producidas en viveros forestales.
1.3.4 Mezclas
Un sustrato adicional a los anteriores es la
“tierra de monte” que es una mezcla de
materiales orgánicos e inorgánicos
provenientes principalmente de los bosques.
Generalmente este sustrato se mezcla con
otros medios de crecimiento (corteza de pino,
tezontle, arena de río, etc.) con el fin de
obtener las características adecuadas para
crecer plantas en vivero. La ventaja adicional
al utilizar la “tierra de monte”, es la presencia
de propágulos de hongos micorrízicos que se
asocian a la planta, proporcionando los
beneficios que se discutirán en capítulos
posteriores de este manual.
Desgraciadamente el uso de esta “tierra de
monte” constituye un problema de erosión
(pérdida de suelo) al extraerla de los lugares
en que ya es escasa. Para disminuir este
problema, se plantea el uso de compostas y
la inoculación (aplicación) de hongos
micorrízicos (Hayman, 1982).
Lama de roca. Retiene una considerable
cantidad de agua y a la vez suficiente oxígeno
para el desarrollo de las plantas. Es un buen
sustituto de la turba cuando se adiciona la
fertilización.
c)
Actualmente en los viveros tecnificados de
México, los medios de crecimiento se forman
a partir de turba y corteza de pino en un 50 %
de cada material. O bien mediante el empleo
de corteza de pino composteada. En diversos
lugares donde se tienen programas de
fertilización se utiliza un 60 % de corteza de
pino composteada y el resto de vermiculita o
agrolita. Sin embargo, es conveniente utilizar
otros materiales de bajo costo obtenidos en la
región donde se encuentra ubicado el vivero.
La elaboración de medios de crecimiento
mediante la mezcla de sustratos se realiza
tomando en cuenta las características físicas,
químicas y biológicas de éstos,
principalmente porosidad, pH, CIC y que no
tenga microorganismos patógenos. A
continuación se da una breve explicación de
cada una de ellas (para una mayor
comprensión consulte a los expertos).
6
1.3.4.1 Características físicas
Una de las principales características de los
sustratos, si no la principal, es la porosidad.
Esta se encuentra íntimamente relacionada
con el tamaño de partícula y tipo de material
empleado en la elaboración del sustrato. De
esta característica dependerán otras también
importantes como la retención de humedad y
la aireación. Existen poros de diversos
tamaños formados entre los espacios que
dejan las partículas al agruparse unas con
otras. Por ejemplo, materiales con partículas
grandes como grava, perlita y corteza de pino
sin moler forman macroporos que no son
capaces de retener el agua (Figura 5a),
mientras que las turbas, aserrín y otros
materiales finos, provocan alta retención de
humedad en los microporos (Figura 5b), lo
que ocasiona problemas de aireación y de
intercambio de gases en la rizósfera (zona
influenciada por las raíces de las plantas).
Una mezcla de partículas de ambos tamaños
mejorará las características físicas de
aireación y retención de humedad, como
resultado de una cantidad y distribución de
poros adecuado (Figura 5c). Se ha
argumentado que una porosidad total de 75 a
90 % es la requerida para el desarrollo de las
plantas en vivero; sin embargo, a través del
tiempo la porosidad puede disminuir como
consecuencia de:
a)
Figura 5. Porosidad del sustrato a) macroporos debido a partículas gruesas; b) microporos por
partículas finas y c) mezcla de ambos. Los cilindros de la parte inferior contienen el mismo
peso y ejemplifican el volumen que ocuparían según la porosidad que representan.
• Compresión o compactación en el
momento de llenado, movimiento de los
recipientes e incluso durante el riego
(humedecimiento y secado)
• Degradación microbiológica de los
sustratos orgánicos, y
• Sedimentación de partículas finas que
obstaculizan el drenaje
Como ya se mencionó anteriormente, la
porosidad también influye en la capacidad de
retención de humedad del medio o sustrato.
En presencia de macroporos el agua es
gravitacional, drena fácilmente y no está
disponible para las plantas. Otro tipo de agua
es la higroscópica que rodea a las partículas
y que tampoco es aprovechada por las
plantas. Entre esta última y la anterior se
encuentra el agua capilar o pelicular, a la cual
también se le conoce como solución del suelo
y es la que realmente aprovechan las plantas
(Figura 6). En la solución se encuentran
algunos de los nutrimentos solubles que la
planta aprovecha. Es posible hablar aquí un
poco del mecanismo de nutrición relacionado
con una característica química muy
importante, la capacidad de intercambio
catiónico (CIC).
b) c)
7
 Agua
Gravitacional
Agua higroscópica Agua higroscópica

Partícula Partícula
sólida sólida

Agua Agua aprovechable

Agua Agua higroscópica Agua
Gravitacional Gravitacional

Partícula
sólida

Agua aprovechable

Figura 6. Clasificación del agua localizada en los poros que conforman los sustratos para plantas
producidas en viveros forestales.

1.3.4.2 Características químicas fosfato puede fijarse en algunos sustratos

La CIC (expresada como equivalentes por
metro cúbico de sustrato) es una
característica indicadora de la capacidad del
sustrato para retener algunos elementos
químicos para la nutrición de la planta y
aquellos adicionados en la fertilización. Esta
propiedad la proporcionan algunas partículas
inorgánicas (arcillas) y orgánicas cargadas
negativamente en su superficie (Figura 7).
Las cargas negativas generan una fuerza de
atracción hacia los elementos cargados
positivamente, sin reaccionar químicamente.
A este fenómeno se le conoce como
adsorción. Los fertilizantes son sales que en
la solución del suelo se disocian en iones
positivos (cationes), por ejemplo K+, Ca++,
Na+, Mg++, NH4+, H+ y negativos (aniones)
como NO3-, SO4=. Los aniones no son
adsorbidos en las partículas, aunque el
8
debido al pH.
Los nutrimentos aplicados vía fertilizante que
son retenidos en el sustrato se intercambian
con los que de manera natural se encuentran
en la solución del suelo (Figura 7) y de esta
manera las plantas pueden disponer de ellos.
Los sustratos poseen diferente capacidad de
retención de cationes (CIC). Así por ejemplo
se encuentra una gran CIC en sustratos
como las compostas, vermicompostas y
algunas turbas, mientras que otros carecen
de ella como es el caso de la perlita, fibras
minerales y arena, entre otros.
Anteriormente se hizo alusión a que el
hidrógeno (H+) que se encuentra en la
solución del sustrato es un catión por la
carga positiva que posee (también se le
conoce como protón, pues sólo posee un
protón). Su presencia en la solución produce
reacciones ácido-base lo que constituye el pH
de los sustratos, ya que existe un balance
entre los protones H+ adsorbidos a las
partículas del sustrato y los disueltos en la
solución. Esta característica de pH es de
suma importancia, puesto que la mayoría de
los elementos están disponibles para
diferentes especies forestales, en pH entre
5.5 y 6.0. Así mismo, la salinidad de un
+K
++Ca
Mg++
+H
K+
Mg++
+K
Figura 7. Esquematización de la capacidad de intercambio catiónico de un sustrato determinado para
su uso en viveros de plantas forestales.
1.3.4.3 Características biológicas
Aunque generalmente poco se habla de las
características biológicas de los sustratos
éstas se deben considerar, ya que están
relacionadas principalmente con la sanidad y
descomposición del sustrato. La sanidad
puede conseguirse mediante pasteurización o
aplicaciones de insumos químicos, situación
que se abordará con más detalle en el
apartado de sanidad de vivero. En cuanto a
la descomposición del sustrato es preferible
utilizar materiales previamente
composteados, de lo contrario se pueden
tener los siguientes problemas:
• Incremento en la compactación, reducción
de volumen y de la porosidad
• Disminución del contenido de aire y
aumento del contenido de agua
• Alteraciones en el tamaño de partículas
sustrato se expresa como la concentración de
sales disueltas en la solución (g L-1). La
salinidad en sustratos orgánicos es alta
debido a que se liberan los nutrimentos
durante el proceso de descomposición o
mineralización de la materia orgánica.
+H
Solución del suelo
Interfase
sólido-gaseosa +H
++Ca
+H
Partícula sólida
+N
++Ca
+N
Mg++
• Modificaciones en la composición de
gases debido a un incremento de CO2
• Aumento de pH y de CIC
• Incremento de la conductividad eléctrica
(concentración de sales) por
mineralización
• Síntesis de compuestos orgánicos que
pueden ser tóxicos o promover efectos
estimulantes
Uno de los aspectos importantes a considerar
en los sustratos de origen orgánico es
conocer la relación C/N que debe ser de 21:1
a 25:1. Esta característica nos permite
predecir una rápida descomposición de
material ya que el sustrato orgánico de origen
vegetal esta compuesto de lignina (un
compuesto químico de lenta descomposición)
y de polisacáridos como el almidón, la
hemicelulosa y la celulosa que son de más
fácil descomposición que la primera. Es
importante reiterar que si el sustrato a
9
emplear tiene un alto contenido de
compuestos de rápida biodegradación
tenderá a competir con la planta por el
fenómeno de inmovilización de nitrógeno,
siendo esto perjudicial para la planta. Por
todo lo anterior, una combinación de
materiales para formular el sustrato de
crecimiento debe tener características de
estabilidad en la degradación además de
otras características físicas, químicas y
biológicas ya mencionadas.
1.4. El germoplasma en los viveros
forestales
Los viveros forestales son la principal fuente
de plantas en los programas de reforestación
y para el abastecimiento en plantaciones
comerciales, tanto de las áreas tropicales
como de las templadas. El incremento en la
demanda de plantas para tales fines conduce
a un incremento en la demanda de material
para su propagación, el que debe ser de alta
calidad. Algunas especies usadas en los
viveros forestales se propagan
asexualmente, mientras que la mayoría de
ellas por semilla. Debido a ello, los viveros
forestales requieren del abastecimiento
continuo de semillas, por esta razón, los
programas de recolecta, extracción y
almacenamiento del germoplasma, permiten
tener buena disponibilidad, siendo este factor
importante para los programas forestales o
plantaciones comerciales (Prieta y Alarcón,
1998).
1.4.1. Obtención de semillas
En muchos viveros forestales la principal
fuente de semillas son sus recolecciones
locales. Así que el forestal que coordina la
recolección de semillas tiene que conocer los
hábitos reproductivos de la especie a
recolectar y de cómo éste puede ser afectado
por los factores ambientales. Dentro de esto,
las características más importantes a
considerar son: edad de la planta para
producir semillas, hábito de floración, y
dispersión de conos y frutos.
10
1.4.1.1. Fuente geográfica de las semillas
Es frecuente que las semillas de muchas
especies forestales recolectadas en sitios
geográficos distantes del área donde se van
a utilizar no respondan uniformemente. Más
común es el hecho de encontrar que las
semillas de fuentes de regiones frías no
respondan de la misma forma que las de
regiones más cálidas e indudablemente, no
se pueden utilizar especies de regiones frías
en regiones cálidas y viceversa. Por ejemplo,
se han comparado especies de pino y de
maple de áreas del norte y el sur de los
Estados Unidos y se han encontrado fuertes
diferencias en crecimiento, aclimatación y
madurez. Esto sugiere que es más
recomendable obtener semillas de las fuentes
más cercanas al lugar donde se van a utilizar.
1.4.1.2. Edad y hábitos reproductivos de
las especies a recolectar
Tal vez la edad de los árboles para producir
semillas no sea tan importante si las semillas
se recolectan en los bosques naturales, ya
que siempre se van a encontrar árboles que
producen semillas, pero esto adquiere
importancia cuando se trata de la recolecta
en plantaciones forestales. Las especies
forestales varían ampliamente en la edad
para producir semillas, algunas especies
como Leucaena leucocephala (leguminosa
arbórea de importancia para zonas áridas)
pueden producirlas antes de los 2 años de
edad, mientras que en otras especies sólo se
obtiene una apreciable cantidad de semillas
viables después de 20 años. Ejemplo de
estas últimas es la Araucaria cunninghamii.
Por tal razón, el conocimiento del tiempo en
que las diferentes especies forestales
producen sus semillas, es de singular
importancia.
Los hábitos de floración de las especies
forestales también difieren ampliamente. Para
el forestal es necesario conocer si las
especies son monoicas (flores masculinas y
femeninas en el mismo árbol) o dioicas (flores
masculinas y femeninas en árboles
separados), la periodicidad con que se
registra la floración y la influencia del
ambiente, así como los mecanismos y
duración de la polinización. Detalles del
comportamiento reproductivo de diferentes
especies forestales pueden encontrarse en
libros relacionados con el tema.
De especial interés es el conocimiento del
desarrollo del fruto (tamaño, apariencia,
cambio de color) y de la dispersión de
semilla, ya que éste permite determinar el
tiempo de recolecta de semillas con el
máximo rendimiento posible (Musálem y
Solis, 1999). En algunas especies es difícil la
obtención de su semilla, ya que cuando
alcanzan la madurez son rápidamente
dispersadas por el viento. Un ejemplo es
Pinus chiapensis, cuyas semillas son
dispersadas rápidamente por el viento 1 ó 2
días después de que los conos alcanzan la
madurez. Por otro lado, en los conos que se
recolectan prematuramente se puede
incrementar la dificultad de la extracción de
semillas y/o dar semillas de baja viabilidad.
En otras especies, en cambio, la recolecta de
frutos cuando están algo verdes y todavía se
encuentran en el árbol, permite un
almacenamiento más prolongado de las
semillas que si éstas se obtuvieran de frutos
caídos.
1.4.1.3. Fuente de semillas
La recolecta de semilla puede hacerse de
rodales naturales, rodales semilleros y de
huertos semilleros. En estos últimos la semilla
obtenida es la de mejor calidad. Los rodales
naturales son áreas de bosque que no han
sido manejadas para uso silvícola, los rodales
semilleros son áreas naturales que se han
seleccionado para producir semilla, y los
huertos semilleros son plantaciones
establecidas con árboles mejorados con el fin
de producir semilla más homogénea y de alta
calidad.
La recolecta de semillas de las fuentes
naturales (de rodales naturales y rodales
semilleros), como comúnmente se hace en
México y en otros países que no tienen
plantaciones forestales genéticamente
mejoradas para usarse como fuente de
semillas, debe hacerse de árboles de buen
fenotipo, cuyas características deseables
dependerán de los planes de uso que se
11
tengan para dichos árboles. Esas
características pueden incluir: buen
crecimiento, uniformidad, enramado fino, y
ausencia de enfermedades y plagas. El área
y/o los árboles seleccionados deben tener
abundante semilla para invertir el menor
tiempo posible en la recolecta. Una buena
forma de estimar si la fuente de semillas es
abundante es contar flores o conos en una
muestra de árboles, ya sea a simple vista o
con el uso de binoculares. La semilla de
especies latifoliadas usadas en áreas
urbanas comúnmente se recolecta en los
parques y jardines públicos donde estas
especies han sido plantadas. Ejemplo de
estas especies son Casuarina, Eucalyptus y
Jacaranda.
1.4.2. Período y método de recolecta
Un período de recolecta adecuado conducirá
a la obtención de semillas de mejor calidad,
período que debe coincidir con el tiempo en
que frutos y conos alcanzan la madurez,
puesto que las semillas completamente
maduras no sólo tienen la más alta viabilidad
sino también buenas reservas. La madurez
se alcanza normalmente en el momento en
que los agentes naturales empiezan a causar
la dispersión de semillas. La mejor guía para
estimar el tiempo de recolecta es mirar el
desarrollo del fruto o del cono, con frecuencia
un cambio en el color indica madurez. No
siempre los frutos de un mismo árbol
alcanzan la madurez en el mismo período y
pueden estar presentes frutos maduros e
inmaduros simultáneamente, por lo que se
tienen que separar aquellos verdes o
inmaduros. En algunas especies los frutos
maduros se retienen en el árbol por 1 ó 2
años y por lo tanto se pueden recolectar en
cualquier época.
Existen diversos métodos de recolectar
semillas. Uno de los más fáciles es la
recolecta de semillas caídas, la cual puede
hacerse con una manta o polietileno que se
coloca bajo el árbol. Este método se usa
comúnmente en especies que producen
semillas y frutos pesados. En ciertos casos la
sacudida manual o mecánica de árboles
puede ayudar a incrementar la caída de
semillas. Este método no puede usarse con
especies que germinan tan pronto como caen
al suelo, por lo que en este caso la recolecta
de semillas se efectúa directamente del árbol
un poco antes de que caigan, seguido por el
despulpado y secado que pueden retrasar la
germinación inmediata y permitir un
almacenamiento prolongado. Otra práctica es
la recolecta directa de frutos y conos, la cual
puede hacerse trepando a los árboles para
desprender éstos de las ramas, o bien desde
el suelo, usando un palo largo con gancho
para jalar y desprender los frutos. La
recolecta directa es esencial en muchas
especies de árboles, incluyendo Pinus,
Araucaria y Swietenia.
1.4.3. Extracción y limpieza de semillas
Una vez que los frutos se recolectan, se
separan las semillas de las otras partes que
componen el fruto o cono. En especies con
frutos pulposos o carnosos como Azadirachta
indica y Anthocephalus chinensis, para
extraer las semillas se secan los frutos al sol
y luego se remueve la parte carnosa manual
o mecánicamente. Otra forma es mojar y
macerar los frutos para separar las partes
carnosas de las semillas. En especies de
frutos secos, que incluye conos, cápsulas y
vainas, los frutos se secan para estimular que
se abran y después se separan las semillas
de la "cáscara" y de las impurezas. El tiempo
para que se abran los frutos es diferente para
cada especie, algunas abren en 1 ó 2 días, y
otras tardan entre 4 y 5 días. Los conos de
pino se necesitan sacudir para sacar las
semillas, otros como los de Abies y Araucaria
se desbaratan con cierta facilidad.
Después de la extracción se procede con la
limpieza, que permite remover todas las
impurezas como residuos de cápsulas,
conos, residuos de las mismas semillas, etc.
La limpieza puede hacerse de diversas
formas y depende del tamaño, las semillas de
pino por ejemplo, normalmente se "desalan"
(se les quitan las alas) y se tamizan, las
semillas grandes se limpian a mano y las
pequeñas pueden limpiarse sometiéndolas a
corrientes suaves de viento. En todo este
proceso de extracción y limpieza, las semillas
deben mantenerse lo mas secas posibles y
evitar el ataque de plagas.
12
1.4.4. Registro de la recolecta de semilla
Un mejor control de la semilla utilizada en el
vivero puede lograrse si se hacen registros
completos de todos los lotes de semilla
forestal recolectada, donde cada lote de
semillas sea correctamente identificado y
marcado. El colector de semilla debe proveer
de una identificación adecuada de ésta, en la
que se muestre cómo se identificó la
especie, donde y cuando se colectó la
semilla, así como de otra información
relacionada con la fuente de semilla como
pureza, número de semillas por kilogramo,
sanidad, contenido de humedad y
germinación. Cuando la semilla se adquiere
de importación o de compañías nacionales
que producen semilla, esta información
respalda lo que se conoce como certificado
de origen, y es valiosa para reclamos, sobre
todo cuando se tienen problemas de sanidad
o desarrollo de las plántulas. Comúnmente,
se recomienda que al menos se tenga el
doble de la cantidad de semilla que se
necesita en un año.
1.4.5. Calidad de la semilla recolectada
Para evaluar la calidad de la semilla
recolectada, se deben incluir ensayos de
viabilidad, contenido de humedad, pureza,
número de semillas por kilogramo y sanidad.
Una prueba indispensable es el ensayo de
germinación en muestras representativas.
Idealmente este ensayo debe hacerse bajo
condiciones controladas de luz, temperatura y
humedad. Si no se tiene el material
adecuado, puede emplearse una caja de
Petri con papel filtro humedecido y mantenido
a temperatura ambiente; también puede
sustituirse por toallas de papel humedecidas
y colocadas en charolas. La germinación se
expresa como la proporción de semillas que
han germinado satisfactoriamente después
de un número de días fijado, por ejemplo, 28
días para algunas especies de pino. Las
semillas grandes que vienen dentro de una
cubierta dura pueden cortarse y abrirse para
determinar el porcentaje de semillas vanas.
La prueba de germinación es una actividad
bastante útil para decidir la cantidad de
semillas que deberá sembrarse para obtener
las plantas requeridas.
1.4.6. Almacenamiento de semillas
Las semillas de las especies forestales varían
en su habilidad de permanecer viable bajo
condiciones naturales. Las semillas de testa
dura mantienen su viabilidad por mucho
tiempo en casi cualquier tipo de condiciones,
debido a que la cubierta dura las mantiene
secas y libres de insectos. En cambio, las
semillas de cubiertas delgadas están más
expuestas al ambiente y a factores biológicos
que pueden reducir su viabilidad. Por
consiguiente, muchas especies tienen
períodos más cortos de viabilidad en
condiciones naturales y se deben almacenar
con el mayor cuidado posible. El
almacenamiento de las semillas persigue
preservar las semillas bajo las condiciones
que les permitan conservar mejor la
capacidad germinativa y protegerlas del daño
causado por roedores, pájaros e insectos.
Puede señalarse que los almacenamientos
prolongados son sólo posibles con semillas
totalmente maduras y libres de cualquier
daño.
Para un buen almacenamiento, es necesario
considerar dos aspectos importantes:
temperatura y humedad, que pueden variar
de acuerdo con el origen geográfico de las
especies (de zonas templadas o tropicales).
Las semillas de muchas especies forestales
tropicales, llamadas recalcitrantes, no
soportan el secado o temperaturas menores
a 10ºC, entre las que se incluyen los géneros
Azadirachta, Dryabolanops, Swietenia,
Terminalia, Triplochiton. Para prolongar la
vida de almacenamiento de las semillas es
necesario hacer un buen manejo de la
temperatura, humedad y de sanidad.
Temperaturas cercanas al congelamiento
comúnmente prolongan la viabilidad siempre
y cuando se manejen temperaturas
constantes y se eviten las fluctuaciones
drásticas, o sea, diferencias muy altas entre
la temperatura mínima y máxima. Así por
ejemplo, la temperatura más adecuada de
almacenamiento es de 2-5ºC para la mayoría
de las especies, y 15-21ºC para especies
recalcitrantes. Las semillas que mantienen
bajos niveles de humedad pueden asegurar
un almacenamiento prolongado. La humedad
óptima de almacenamiento para la mayoría
13
de las especies es de 4 - 8%, niveles
mayores de 14% exponen a la semilla al
ataque de enfermedades. Así que, el control
de la temperatura y la humedad son
esenciales no sólo para mantener la
viabilidad de la semilla, sino también para
impedir el ataque de enfermedades y plagas.
La fumigación con plaguicidas puede ser útil
para evitar o erradicar plagas, pero es más
efectivo prevenir el ataque de plagas si la
semilla se almacena en recipientes sellados.
1.5 Fertilización y riego de vivero
1.5.1. Fertilización
El objetivo de la fertilización en la producción
de plantas, consiste en lograr mayor
rentabilidad por recipiente empleado,
mediante un incremento de la producción,
mejoramiento de la calidad de planta y
momento adecuado del transplante, con un
enfoque económico y sostenible. Estos
objetivos específicos, influyen también, en el
manejo de la fertilización.
Para obtener mayor crecimiento y desarrollo
de las plantas en vivero, éstas requieren de
elementos nutritivos (vitaminas y minerales)
que pueden ser adicionados en los sustratos
empleados en los viveros por medio de
fertilizantes inorgánicos o químicos (que es la
forma más común de fertilización) y orgánicos
(materia orgánica, compostas,
vermicompostas y aportación de
microorganismos entre los que destaca el
papel de los hongos micorrízicos) en
presentación sólida (granulados y polvos) o
líquida. En el caso de fertilizantes orgánicos,
aunque la concentración de nutrimentos es
baja, presenta la ventaja de influir
positivamente en los sustratos empleados.
Así por ejemplo, el contenido de N en las
compostas puede variar del 2 al 4% de
nitrógeno y 0.2 a 1-8% de P contrastando con
la alta cantidad de éstos en los fertilizantes
inorgánicos (46% de N para el caso de la
urea y 20% de P2O5 en el superfosfato simple
de calcio).
La presencia de microorganismos influye
significativamente en el crecimiento de las
plantas por la aportación de nutrimentos a
partir de él. Tal es el caso de los hongos
micorrízicos, que al actuar como una
extensión radical de las plantas, promueven
por un lado la disponibilidad de nutrimentos y
agua y, por otro, confieren resistencia contra
diversos patógenos. Sin embargo, para lograr
la máxima expresión benéfica de la simbiosis
micorrízica, debe tomarse en cuenta la fuente
y dosis de fertilizante empleadas. Los hongos
formadores de micorrriza responden mejor
con dosis bajas de fertilizantes o bien, con los
de lenta liberación (como es el caso de la
roca fosfórica), y generalmente son poco
efectivos cuando se emplea urea como
fuente de N.
Independientemente del tipo de fertilizante
que se desee emplear, es importante el
conocimiento de las características del
sustrato y agua de riego empleados, tales
como pH, conductividad eléctrica (CE) y
contenido de macro y micronutrimentos,
características que pueden ser identificadas
en cualquier laboratorio de análisis químico
de suelo, agua y planta.
1.5.1.1. Fuentes fertilizantes
Las fuentes fertilizantes más comunes se
presentan en forma de sales como los
sulfatos, nitratos, cloruros, etc., cuya
característica primordial es su alta solubilidad.
Por otra parte, su capacidad de absorción por
las plantas es relativamente lenta, por lo que
pueden perderse fácilmente por lavados
superficiales.
Una de las principales fuentes fertilizantes, es
aquella con alto contenido de nitrógeno,
como la urea. Este fertilizante se caracteriza
por ser absorbido en forma directa (no
disociada) o a través de su hidrólisis, además
de presentar el índice salino más bajo. Sin
embargo, un problema típico de la urea es
que a través de transformaciones químicas,
se puede formar biuret cuyo efecto para las
plantas es tóxico, sobre todo cuando se
presentan concentraciones mayores al 2%.
Otras fuentes de fertilizantes utilizadas son
los quelatos cuya composición orgánica
secuestra en su interior a un catión metálico.
Estos compuestos se caracterizan por poseer
14
carga neta cero y no son atraídos o
rechazados al entrar en la planta. Las
principales características que debe tener un
quelato para ser considerado como eficiente
se basan en su fácil absorción, translocación
y descomposición interna rápida, su ión
interno debe ser reemplazado, tener
resistencia a microorganismos, ser soluble en
agua, no debe reaccionar con otros
compuestos, su disponibilidad debe ser
inmediata y no causar problemas fitotóxicos.
De acuerdo con su poder secuestrante, los
agentes quelatantes se clasifican en: 1)
Fuertes (EDTA, HEEDTA, DTPA, EDDHA,
NTA), 2) Medios (Poliflavonoides, sulfonatos,
ácidos húmicos y fúlvicos, aminoácidos, ácido
glutámico y polifosfatos) y 3) Débiles (ácido
cítrico, ácido ascórbico, ácido tartárico).
1.5.1.2. Tipos de fertilizantes
Los fertilizantes se aplican para subsanar las
deficiencias de nutrimentos primarios,
secundarios o con menor frecuencia para
micronutrimentos (Cuadro 1). Las deficiencias
se pueden diagnosticar visualmente; sin
embargo, se deben confirmar con el análisis
químico de la planta, ya que otros problemas
se pueden confundir con carencias
nutrimentales.
Los nutrimentos contenidos en los
fertilizantes se expresan como porcentaje de:
nitrógeno (N), pentóxido de fósforo (P2O5),
óxido de potasio (K2O), Ca, Mg y S en forma
elemental, aunque algunas veces el calcio y
magnesio se expresan como óxidos (CaO,
MgO).
Como ejemplo, el análisis de sulfato de
amonio es 20.5-00-00-24 (N-P2O5-K2O-S).
Por otra parte, el análisis de un fertilizante no
se debe confundir con la dosis de
fertilización, la cual se refiere a los kg ha-1 de
N, P2O5 y K2O (representada comercialmente
como N-P-K) que se debe aplicar. La fórmula
fertilizante 100-90-60, se refiere a 100, 90 y
60 kg ha-1 de N, P2O5 y K2O,
respectivamente.
Cuadro 1. Clasificación, símbolo, forma absorbida y síntoma de deficiencia de los nutrimentos.
Clasificación Nombre y símbolo Forma absorbida Síntoma de deficiencia

Sin clasificación Carbono (C) CO2

Hidrógeno(H) H2O
Oxígeno(O) H2O, NO2

Primarios Nitrógeno(N) NH+4, NO-3 Clorosis en las hojas viejas

Fósforo(P) H2PO-4, HPO=4 Hojas con margen color púrpura
Potasio(K) K+ Hojas con márgenes cloróticos

Secundarios Calcio(Ca) Ca++ Achaparramiento y raíces cortas

Magnesio(Mg) Mg++ Hojas con clorosis intervenal
Azufre(S) SO=4 Hojas jóvenes cloróticas y poco
desarrolladas

Micronutrimentos Hierro(Fe) Fe++, Fe+++ Hojas con clorosis intervenal

Manganeso(Mn) Mn++ Clorosis intervenal
Boro(b) H3BO3 Poco crecimiento apical y puntas
cloróticas
Zinc(Zn) Zn++ Hojas jóvenes con clorosis intervenal
Cobre(Cu) Cu++ Hojas jóvenes amarillas y poco
desarrolladas
Molibdeno(Mo) MoO=4 Hojas con clorosis y achaparramiento
Cloro(Cl) Cl- Hojas marchitas cloróticas y raíz corta

1.5.1.2.1. Fertilizantes de liberación lenta 1.5.1.2.3. Fertilizantes inorgánicos de baja

Son comúnmente mezclados en los medio de
crecimiento e incluyen formulaciones de lenta
liberación o de liberación controlada
(Sanderson,1987). Se agrupan en cinco
diferentes categorías de las cuales tres son
de uso común (fertilizantes encapsulados
solubles en agua, fertilizantes inorgánicos de
baja solubilidad y fertilizantes orgánicos de
baja solubilidad), en viveros que producen
planta en recipientes.
1.5.1.2.2. Fertilizantes encapsulados
solubles en agua
solubilidad
Entre ellos tenemos al MagAmP (nombre
comercial), es un fertilizante comercial de tan
baja solubilidad, que puede ser pasado por
una esterilización con vapor y liberar pocos
nutrimentos. Este fertilizante esta disponible
en dos tamaños de partículas diferentes
(gruesa y mediana). El nitrógeno es
proporcionado como fosfato-amonio-
magnesio (de aquí el nombre comercial) y se
debe tener cuidado en la liberación de
nitrógeno debido a que ésta es muy baja para
algunas especies forestales.

Es un fertilizante sólido con componentes de 1.5.1.2.4. Fertilizantes orgánicos de baja

nitrógeno, fósforo y potasio encapsulados en
una esfera de resina plástica. La cápsula
permite al agua pasar hacia adentro y
disolver los nutrimentos, los cuales son
liberados osmóticamente a las plantas.
Ejemplos de estos son: el Osmocote, el
Nutricote y la Urea con cubierta de azufre.
15
solubilidad
Dentro de este grupo tenemos la urea-
formaldehído, las tabletas Agriform y el IBDU,
los cuales son lentamente descompuestos
por hidrólisis o por la actividad biológica de
los hongos micorrízicos. La liberación de los
nutrimentos de estos fertilizantes esta
controlada por el tipo de medio de
crecimiento, el pH del sustrato, la temperatura
y las poblaciones microbianas. La liberación
de nutrimentos es pobre en medios de
crecimiento que están a bajas temperaturas y
con bajas poblaciones microbianas, como es
el caso de los sustratos artificiales.
1.5.1.2.5. Incorporación de fertilizantes
con micronutrimentos
Existen varios fertilizantes comerciales y
dentro de ellos tenemos el Micromax, que es
una mezcla balanceada de micronutrimentos
en una forma de sulfato soluble, que es
lentamente liberado al mezclarlo con el
sustrato.
Los micronutrimentos FTE No. 555, son
mezclados previamente en el medio de
crecimiento, este fertilizante esta compuesto
de fracciones cristalinas que contienen todos
los micronutrimentos. Éstos son liberados
lentamente en la solución del medio de
crecimiento durante el desarrollo de las
plantas en los recipientes, proporcionando
una fuente constante y balanceada. El
Esmigran, consiste en una mezcla de
micronutrimentos absorbida en partículas de
arcilla, que liberan lentamente los nutrimentos
a la solución de los sustratos empleados. Una
marca comercial de la forma quelatada es el
Sequestrene, el cual es efectivo para la
disponibilidad de fierro.
Existen otras marcas de fertilizantes con
micronutrimentos quelatados que
corresponden a formas orgánicas ligadas con
fierro, manganeso, zinc y cobre los cuales se
ligan químicamente con fósforo, calcio, sodio
y bicarbonato. Sin embargo, este tipo de
fertilizantes tiene ciertas desventajas como la
de ser afectados por otros micronutrimentos,
además de su alto costo. No obstante, la
ventaja de estos fertilizantes es que pueden
ser empleados en viveros con problemas
provocados por el alto contenido de sales en
el agua de riego.
1.5.1.3. Formas de aplicación de
fertilizantes en vivero
Hay tres formas básicas para aplicar
fertilizantes en viveros que producen plantas
en contenedores pero la más común es
aquella en la que se incorpora un fertilizante
de lenta liberación dentro del sustrato
16
(Cuadro 2). Esta técnica es más utilizada en
plantas cultivadas en recipientes de gran
volumen, y tiene las siguientes ventajas:
• No se requiere de equipo de inyección de
fertilizante especializado
• Los costos en la elaboración de mezclas y
en las de aplicación son bajos
• El fertilizante también puede ser
mantenido durante los meses húmedos,
cuando el riego no se requiere y el
lixiviado de nutrimentos puede
representar un problema
Este sistema es necesario en los viveros que
no cuentan con sistemas de riego bien
diseñados o inyectores de nutrimentos.
Además, el costo involucrado en los trabajos
de incorporación de estos fertilizantes es
menor, debido a que esta labor se requiere
durante el proceso de mezclado inicial, en
comparación con los sistemas de inyección
de fertilizante liquido.
No obstante esta forma de aplicación también
presenta ciertas desventajas, ya que: 1)
resulta imposible controlar la concentración y
balance de los nutrimentos minerales en la
solución del medio de crecimiento, 2) es difícil
obtener una distribución uniforme de las
partículas de fertilizante en el sustrato
considerado el equipo comúnmente utilizado
para la mezcla y 3) la incorporación del
fertilizante, requiere de un mezclado extra del
sustrato, lo que puede provocar el
rompimiento de las partículas y originar
problemas de compactación.
En lo que respecta a la dosis ésta varía
ampliamente. En la zona noroeste de
Estados Unidos de América se recomienda la
dosis promedio de 224-126-103-9-136 kg/ha
de N, P, K, Mg y S, respectivamente, definida
a partir del manejo durante varios años de 19
viveros.
Cuadro 2. Fertilizantes de liberación lenta usados para incorporación de sustratos.
Nombre comercial Tipo de Análisis Tasa de Tasa sugerida de
fertilizante nutricional liberación incorporación
Macronutrimentos kg m3
Osmocote ® Gránulos con 17% N 70-90 días a 3-5
17-9-13 cubierta plástica 9% P2O5 21ºC
13% K2O
Osmocote Gránulos con 18% N 8-9 meses a 4-6
18-6-12 cubierta plástica 6% P2O5 21ºC
12% K2O
Superfosfato triple Granulado 46% P2O5 ---- 0.6-1.2
14% Ca
2% S
Dolomita Granulado 17% Ca ---- 3*
12% Mg 0-5
Micronutrimentos
Micromax ® Sulfatos Mezcla de Más de 18 0.6-1.2
micronutrimentos meses
más Azufre
Elementos traza Silicatos encerrados Mezcla de 6-9 meses 0.13
(residuales) en vidrio micronutrimentos
Esmigran ® Adsorbido en Mezcla de ---- 3-4
partículas de arcilla micronutrimentos
Fuente: Whitcomb (1984); *Matthews (1983): Tasa dependiente de la cantidad de Ca y Mg en el agua de riego.

1.5.1.3.1. Inyección de soluciones de 1.5.1.3.2. Tipos de sistemas de inyección

fertilizantes al sistema de riego
Este procedimiento es un método común
para aplicar fertilizantes en los viveros
forestales que producen planta en recipientes
y consiste en la inyección directa de
fertilizante líquido en el sistema de riego. Los
beneficios de este sistema se basan en el
control preciso de la concentración y del
balance de los trece nutrimentos minerales
en el agua de riego aplicada, la capacidad
para cambiar la solución nutritiva en cualquier
instante y poseer baja posibilidad de fertilizar
en exceso y de esta forma dañar por exceso
de sales al equipo empleado.
Por otra parte, las desventajas en el sistema
de inyección de fertilizante líquido se deben a
que se requiere de equipo especial de
inyección con elevados costos en el
mezclado y aplicación de fertilizantes
líquidos. Además, es importante un sistema
de riego automatizado bien diseñado, para
asegurar una aplicación uniforme de
fertilizante, lo que implica también un alto
costo.
Existen varios equipos de inyección de
fertilizantes para los viveristas que producen
en recipientes los cuales varían en términos
de características y costos. La elección se ve
influida, principalmente, por el costo, y el
precio puede oscilar desde 10 hasta 10,000
USD. El inyector debe ajustarse con el
sistema de riego y elegir un modelo
compatible con la disponibilidad de recursos y
el sistema de riego. Los componentes
básicos de un sistema de inyección se
presentan en la figura 8. El inyector no
deberá instalarse sobre la línea de riego
principal y si sobre una derivación del agua
de riego “limpia” y puede ser aplicada cuando
se desee. Debe instalarse un dispositivo que
prevenga el flujo en retroceso, con el fin de
evitar que accidentalmente se introduzca
fertilizante en los sistemas de agua
domésticos. Los sistemas de inyección
automatizados pueden diseñarse para
instalar un medidor de sales solubles en la
línea de salida, para la supervisión de la
solución de fertilizante aplicado.

17
Los principales sistemas de inyección
utilizados en viveros forestales poseen un
sistema de tanque y bomba que distribuyen el
fertilizante a través de un inyector de succión
Venturi. En el cuadro 3 se muestran modelos
y especificaciones técnicas de algunos
inyectores de fertilizante.

Dispositivo para prevenir

flujo en retroceso
Al invernadero
Fuente
de agua

Válvulas
Tanque de Medidor
mezclado de de CE
fertilizante

Inyector

Tanque de
almacenamiento
de la solución Fertilizante aplicado
a presión

Figura 8. Sistema típico de inyección de fertilizante, para un vivero de producción de plántulas en

recipientes (Modificado de Nelson, 1998).

Cuadro 3. Especificaciones técnicas de algunos inyectores de fertilizantes.

Marca Modo de acción Tasa de Presión de Tasas de Capacidad Costo en
flujo agua en inyección concentrada 1998
operación (US$)
(L min-1) (kg cm-2)
Hozon Venturi 11.35 Ninguna Fija Ninguna 10
1:16
Dosmatic Bomba de agua o Mayor de 0.562 – Ajustable Ninguna 250
(Profel) eléctrica 22.71 5.976 1:100-1:200
HPA* Bomba de agua o 189.25 – Mayor de Fija Ninguna 1,600-
eléctrica 1514.0 3.164 1:100-1:1600 5,000
Gewa* Desplazamiento Ninguna Ninguna Ajustable 15.14 - 98.41 400-1,000
1:20-1:300 litros
Fert-o- Bomba de agua o 7.57 – 1.41 –9.84 Fija Ninguna 1,000-
Ject* eléctrica 454.2 1:100-1:200 4,000
Smith* Bomba de agua 189.25 – Ninguna Fija Ninguna 1,000-
2649.5 1:100-1:1600 13,000
Anderson* Bomba desplaza- 3.78 – Más de Ajustable Ninguna 700-5,000
miento de agua 605.6 1.055
*Las especificaciones varían entre modelos (Modificado de Nelson, 1998).

18
1.5.1.4. Determinación de la dosis de
fertilización nitrogenada
Este paso, representa una decisión compleja
que depende de muchas variables, algunas
de las cuales ocurrirán posteriormente. Para
su determinación, es indispensable
considerar el objetivo de la producción, los
requerimientos nutrimentales del cultivo
(según la etapa de desarrollo y su potencial
productivo), así como de las características
de su sistema radical, del nivel de nitratos en
los sustratos empleados, el nivel de materia
orgánica, las condiciones físicas y químicas,
las condiciones climáticas durante el
desarrollo del cultivo, la eficiencia del manejo
del agua, de la especie forestal que se trate y
la cepa de hongos micorrízico inoculada
(Sanderson, 1987). Todo lo anterior afectará
la eficiencia del uso del nitrógeno tanto del
disponible y del que se mineralizará durante
el desarrollo de la planta, como del que
proviene del fertilizante.
Los requerimientos de nitrógeno para cada
especie forestal producida varían de acuerdo
con su época de crecimiento o desarrollo.
Para definir las dosis totales de fertilización
debe considerarse la extracción total de
nitrógeno que realiza la especie forestal, la
cual está en función de la concentración de
este nutrimento en la materia seca. Lo
anterior es producto de la interacción entre la
constitución genética de la planta, el
ambiente (temperatura, radiación solar y
suministro de riego), el manejo fitosanitario y
el manejo agronómico en general.
1.5.1.5. Definición del momento y época
de fertilización
En la selección del momento de fertilización
se deben considerar las condiciones
climáticas. La humedad relativa es
fundamental, y ésta debe ser
preferentemente de superior al 70%; se
deben evitar las temperaturas elevadas que
promuevan la evaporación rápida del agua
empleada en la preparación del producto, y
evitar con ello quemaduras en las plantas por
la concentración en las hojas del fertilizante
aplicado. Debido a ello se recomienda que
las aplicaciones se realicen en la primeras
19
horas de la mañana o muy avanzada la tarde
y en el caso de las foliares, cuando haya
poco viento.
Otra variable que debe ser tomada en cuenta
es la necesidad nutrimental de la especie en
cuestión de manera general o bien, la de
cada etapa de crecimiento. En coníferas por
ejemplo, se requiere mayor cantidad de
fertilizante nitrogenado durante el segundo
año de siembra, mientras que el fósforo debe
colocarse lo más cerca posible a las raíces y
para ello es necesario mezclarlo
perfectamente en el sustrato al momento de
la siembra.
1.5.1.6. Fertilización y riego de vivero
versus micorrizas: compatibilidad
e incompatibilidad
Los beneficios de la simbiosis micorrízica son
debidos principalmente a la mayor capacidad
de las raíces para absorber fosfatos y otros
iones móviles (Hayman, 1983; Haas et al.,
1986; Jakobsen et al., 2001 y Ezawa et al.,
2001) en el sustrato que se utiliza en el
vivero, propiciado por el micelio extrarradical
de los hongos. El mecanismo más importante
de incremento en la absorción de fósforo es
de naturaleza física debido a la capacidad de
las hifas para explorar mayor volumen de
sustrato con más eficiencia que el sistema
radical no micorrizado. Las hifas micorrízicas
pueden extenderse a mayor distancia que los
pelos radicales, fuera de la zona donde el
fósforo es fácilmente abatido, la cual tiene un
espesor de 1 a 2 mm y son capaces de
absorber y translocar eficientemente este
elemento hacia la raíz.
La formación de la micorriza induce cambios
fisiológicos en las plantas, los cuales
contribuyen a su vez a mejorar la absorción
de nutrimentos (Ferrera-Cerrato y González-
Chávez, 1997; Aguilera-Gómez et al., 1999),
mediante los mecanismos que a continuación
se resumen:
• Las raíces se mantienen funcionales por
más tiempo cuando están micorrizadas
• Las raíces micorrizadas pueden absorber
fósforo del suelo cuando este elemento se
encuentra en concentraciones tan bajas,
 que no pueden ser absorbidos por las no
micorrizadas
• Las raíces colonizadas son más activas
porque contienen más energía
metabólica, que les permite absorber
fósforo contra un gradiente de
concentración de menor (en el suelo) a
mayor (en las raíces micorrizadas). Como
consecuencia de su mayor capacidad de
absorber fósforo en sustratos con bajo
contenido, las plantas micorrizadas
tienen, por lo general, mayor desarrollo
radical, lo que les permite asimilar
mayores cantidades de otros elementos
para satisfacer su nueva demanda
nutrimental
• Los sitios de absorción de P en las raíces
micorrizadas tienen mayor afinidad hacia
este elemento en comparación con raíces
no micorrizadas
La adición de fertilizantes no fosfatados
puede afectar también a la simbiosis
micorrízica. Se ha reportado que la
aplicación de diferentes fuentes de nitrógeno
(NO3- ó NH4+) a los sustratos empleados en
los viveros pueden tener efectos deletéreos
sobre la colonización micorrízica. Por otra
parte, la aplicación de fuentes potásicas
puede inducir incrementos en la respuesta de
las plantas desarrolladas en el vivero con
hongos micorrízicos.
La fertilización con azufre puede disminuir el
contenido de carbohidratos solubles en el
sistema radical, lo que repercutiría en el
establecimiento y efectividad de los hongos
en las plantas. Es evidente que al igual que el
fósforo, la naturaleza del efecto de la
aplicación de los otros elementos sobre la
simbiosis micorrízica, depende en primer
término del nivel presente en los sustratos
empleados en los viveros (Hayman, 1982,
1983; Musálem y Solis, 2000; Rodríguez,
1996), así como de la especie fúngica a
utilizar.
En Pinus halepensis Mill. y Pinus pinea L.
inoculados con el hongo ectomicorrízico
Rhizopogon roseolus y fertilizados con
Osmocote, se encontró que la inoculación
influyó significativamente causando un
incremento del diámetro, altura de la planta y
20
longitud del sistema radical de ambas
especies de pino (De Miguel, 1999).
1.5.2 Riego
El agua es necesaria en el manejo de viveros
forestales para proveer humedad en el
sustrato y con ello, promover la germinación,
crecimiento y funciones fisiológicas
específicas de las plantas. También
interviene en el transporte e infiltración de
fertilizantes solubles y para drenar la
concentración excesiva de sales. Otra de sus
funciones es proporcionar protección a los
cultivos a condiciones extremas de sequía,
heladas y altas temperaturas, así como
minimizar la contaminación por diversos
plaguicidas. El principal factor que determina
la calidad agronómica del agua utilizada en
los viveros, además de su calidad
microbiológica) es su composición química
(sales solubles, contenido de elementos
tóxicos para las plantas y efecto probable del
sodio sobre las características físicas del
sustrato). De este modo, su uso en los
sistemas de irrigación debe considerar la
especie vegetal a irrigar, sustrato por regar
(orgánicos, inorgánicos o mezclas), drenaje
del suelo, condiciones climatológicas
imperantes en el lugar (humedad ambiental,
días soleados, nublados, lluviosos, etc.),
métodos de riego (manual o mecanizado),
prácticas de manejo del agua, del suelo y de
las plantas. Tanto el análisis químico y
microbiológico del agua, así como el físico y
químico del suelo, pueden realizarse en
cualquier laboratorio de análisis químico de
suelo, agua y planta. La aplicación del riego
puede ser manual o mecanizada y la
selección del sistema de riego está en
función del nivel de tecnificación de cada
vivero.
1.5.2.1. Importancia del riego
El agua es considerada como un factor que
limita o promueve del crecimiento de las
plantas forestales. Su disponibilidad
repercute en la fisiología de la planta,
propiciando mejor desarrollo incluso cuando
los hongos micorrízicos estén establecidos en
el sistema radical. Su función se resume en
los siguientes puntos:
• La planta contiene de 80 a 90 % de agua
en su biomasa
• Se le considera como transportador de
nutrimentos dentro de la planta por ser el
solvente universal
• Es el reactivo bioquímico en muchos
procesos fisiológicos de las plantas,
incluyendo la fotosíntesis
• La turgencia en las células vegetales es
mantenida por el agua, promoviendo la
expansión celular y el crecimiento vegetal
1.5.2.2. Contenido de humedad y calidad
del agua
El contenido de humedad de una planta se
visualiza en la representación de la
absorción, almacenamiento menos la
transpiración y esto se refleja en un balance
integrado; el cual está en un estado de
cambio durante el día. La diferencia entre la
absorción de agua y la pérdida de humedad,
crea tensión hídrica en la planta.
La tensión hídrica de la planta es una
condición fisiológica normal durante las horas
del día; si se permite que esta tensión
alcance niveles extremos durante largos
periodos, la tasa de crecimiento de la planta
se reduce y eventualmente ésta muere. En
los viveros forestales que producen planta en
recipiente, la tensión hídrica de las plantas se
mantiene a niveles bajos durante la etapa de
cultivo, mediante el uso de riego para
estimular el crecimiento. Desde el punto de
vista de la calidad, el agua utilizada en
viveros con producción de plantas en
recipientes puede proceder de dos fuentes:
agua subterránea y agua superficial.
La primera consideración en la selección de
la fuente de agua de riego es que se
encuentre disponible durante todo el ciclo de
producción de la planta en vivero. No
obstante, la cantidad de agua necesaria a
aplicar, depende de varios factores tales
como: clima, momento de aplicación, tipo de
sistema de riego, tipo de sustrato y
características de la planta.
La calidad del agua para riego depende de la
concentración y composición de sales
disueltas. Una sal es un compuesto químico
21
que libera partículas cargadas denominadas
iones, cuando son disueltas en agua, por
ejemplo: el nitrato de potasio libera dos iones,
un cation cargado positivamente, y otro
cargado negativamente que se denomina
anion, que en este caso es el nitrato. Las
sales pueden ser benéficas o perjudiciales
dependiendo de los iones específicos
involucrados, así como de su concentración
total. Existen varios términos y unidades que
han sido utilizadas para describir la salinidad
entre las que se tiene, la conductividad
eléctrica sobre una distancia especifica,
comúnmente un centímetro y temperatura de
25ºC. Las unidades más empleadas en la
calidad de agua de riego, son los micromhos
por centímetro (µmho cm-1) y las unidades del
sistema internacional son los microsiemens
por centímetro (µS cm-1).
Otro factor que se debe considerar es la
pureza del agua, generalmente determinada
por la ausencia de organismos fitopatógenos,
semillas de malezas, algas y posible
contaminación con plaguicidas.
1.5.2.3. Efectos de la salinidad en el
crecimiento de las plantas
En si, la salinidad puede alterar el crecimiento
de las plantas mediante la reducción de la
disponibilidad del agua y disminución de la
permeabilidad del suelo. En algunas
ocasiones, la presencia de ciertos iones,
como los iones Na2+, son fitotóxicos y pueden
alterar la disponibilidad de otros nutrimentos.
Además se pueden presentar otros efectos
no biológicos como la formación de costras
de sales sobre el follaje, cuya presencia
disminuye la calidad de las plantas
producidas en el vivero. En el cuadro 4, se
presenta una guía de calificación de salinidad
en el agua de riego para viveros forestales
que producen plantas en recipiente.
Cuadro 4. Estándares de calidad del agua de riego, para especies forestales producidas en
recipientes.
Índice de calidad Unidades Clasificación por calidad
Buena Marginal Pobre
Salinidad µS cm-1 0 – 500 500 – 1,500 > 1,500
µmhos cm-1

Efecto del sodio en la permeabilidad RAAS 0-6 6-9 >9

del suelo1
Umbral de Toxicidad
Iones Tóxicos
Sodio ppm/meq 50/2.2
Cloro ppm/meq 70/2.0
Boro2 ppm/meq 0.75/- -

Iones nutrimentos
Calcio ppm/meq 100/5.0
Magnesio ppm/meq 50/4.2
Sulfato ppm/meq 250/5.2

Iones que producen manchado foliar

Bicarbonato ppm/meq 60/1.0

Dureza total (Ca + Mg) ppm 206

Hierro meq 0.1

1
la razón ajustada de adsorción de sodio (RAAS), no es importante en los viveros que producen plantas en
recipientes a menos que se utilice suelo como medio de crecimiento.
2
El boro existe en varias formas iones y con ello los miliequivalentes no pueden ser determinados con precisión
(Fuente: Vetanovetz y Krauss, 1988).

1.5.2.4. Tipos de sistema de riego
De acuerdo con las dimensiones del vivero y
de las características de las especies
producidas en recipiente, se procederá el
diseño y selección del tipo de sistema de
riego. En general, la mayoría de los viveros
utilizan sistemas de riego mecanizado.
El riego manual es necesario para los viveros
forestales pequeños o para los que producen
especies con requerimientos de agua
radicalmente diferentes. En los viveros
ornamentales que producen planta en
recipientes, se utiliza comúnmente el riego
por aspersión, riego por goteo (a cada
recipiente) y sistema de subirrigación.
Los sistemas de riego móviles distribuyen
agua uniformemente en comparación con los
sistemas fijos, porque proporcionan una
cortina de agua sin ningún problema de
distribución. Sin embargo, son caros y
requieren de mantenimiento constante para
evitar fallas, además son poco eficientes para
la protección de heladas debido a que se
22
mueven lentamente, con lo que las plantas
regadas, carecen de una cubierta continua de
agua para protegerlas.
Por otra parte la aplicación uniforme del agua
en las plantas esta en función de cinco
factores principales:1) diseño de la boquilla,
2) tamaño del orificio de la boquilla, 3)
presión de agua en la boquilla, 4)
espaciamiento y patrón de distribución de las
boquillas y 5) viento.
1.5.2.5. Sistemas de riego automáticos
Este equipo permite a los viveristas
programar el riego y representa un ahorro en
mano de obra. Estos sistemas deben estar
supervisados directa y regularmente para
verificar la eficiencia en el riego y su efecto
en el crecimiento de las plantas.
1.5.2.6. Frecuencias de riego
Determinar el estado de la humedad del
sustrato en la mayoría de los recipientes
usados en los viveros forestales es un
problema porque es difícil observar o
muestrear el sustrato en los más pequeños.
Algunos recipientes, como el de tipo “libro”,
pueden ser abiertos y permiten hacer
observaciones directas del contenido de
humedad del medio. Por lo anterior, es
necesario supervisar regularmente el nivel de
humedad del medio de crecimiento en el
recipiente a causa del volumen limitado de
las reservas de humedad sobre todo en
aquellos más pequeños. Este aspecto, puede
ser indicativo de la presencia de tensiones
hídricas críticas.
De manera general, los riegos dependen de
la etapa de la plantación, desarrollo de las
plantas y los objetivos que se persigan. La
determinación de cuándo y cuánto regar, es
una de las decisiones más importantes que
comúnmente toma el viverista, debido a las
limitaciones físicas de los recipientes
pequeños empleados en los viveros
forestales. Actualmente no hay una forma de
verificar directamente el potencial hídrico del
sustrato dentro del recipiente. Con la
experiencia desarrollada y la habilidad
intuitiva de los viveristas, una alternativa para
determinar cuando se requiere el riego, es
evaluando la apariencia del sustrato al tacto,
así como el conocimiento del peso relativo
del recipiente. Cuando las plantas son más
grandes, puede usarse una cámara de
presión para medir el potencial hídrico de las
mismas. La cantidad de agua proporcionada
en cada riego esta en función de la etapa de
crecimiento de las plantas y de las
condiciones ambientales prevalecientes.
1.6. Sanidad de vivero
1.6.1. Enfermedades más comunes en los
viveros
Las enfermedades de mayor importancia en
los viveros forestales se originan en la raíz, y
son causadas principalmente por hongos
fitopatógenos del suelo, aunque no se
descartan otras enfermedades producidas
tanto por bacterias como por nematodos.
El “Damping off” o ahogamiento es
considerado como el principal problema de
23
las especies de vivero y suele presentarse de
manera pre y post-emergente. El ataque pre-
emergente es bastante visible ya que
ocasiona fallas en la siembra debido a la
pudrición en la semilla o plántula antes de
que ésta brote. En el ataque post-emergente
se observan daños en la parte más cercana a
la superficie del suelo de las plántulas recién
emergidas (cuello y tallo), lo que ocasiona
que éstas se marchiten, doblen y mueran
como consecuencia de la nula translocación
de nutrimentos y agua a la parte aérea
(Figura 9). Los hongos involucrados en este
problema pueden ser varios, pero más
comúnmente se encuentran: Pythium,
Rhizoctonia, Fusarium y/o Phytophthora.
Cuando la humedad es alta y el pH ácido, es
frecuente que el agente causal involucrado
sea Pythium spp. o Phytophthora spp.;
Rhizoctonia spp. se manifiesta en suelos
ligeramente alcalinos y con períodos de
menor humedad (condiciones de estrés),
mientras que Fusarium spp. con excesos de
humedad y altas temperaturas. Las
enfermedades fungosas pueden manifestarse
inmediata o tardíamente en las especies
forestales, como es el caso de la pudrición
radical por Fusarium spp. (F. acuminatum, F.
equiseti, F. oxysporum, F. sambucinum, F.
solani, etc.) (Figuras 10a-d). Generalmente,
cuando las plántulas son transplantadas ya
sea del almácigo al recipiente o al suelo
durante la fase de vivero (Figuras 10a y d) o
bien, directamente en campo durante su
establecimiento (Figura 10e), se producen
heridas que son puerta de entrada para las
enfermedades.
 a)

b)

Figura 9. Plantas de Pinus sp. con síntomas de "Damping off" reflejado en: a) poca uniformidad de
emergencia de plántulas en el almácigo y b) muerte de plántulas por la nula translocación de
nutrimentos.

24
 a) b)

c) d) e)

Figura 10. Plantas de Pinus sp. con diferentes síntomas de Fusariosis en vivero. (a)Pudrición de ápice
de plántula recién germinada y (b) en plantas listas para el transplante del germinador a otro
contenedor; (c) clásico síntoma de "cuello de ganso" promovido por Fusarium sp.
manifestado como una curvatura en el brote; (d y e) fusariosis detectada en plantas de
vivero antes de ser llevadas al terreno definitivo.

Las enfermedades pueden ser
transportadas y/o diseminadas fácilmente
en los viveros mediante diversas maneras
tales como: el material de propagación
(semilla, esquejes o varetas), el sustrato de
crecimiento (suelo, tierra de hoja,
composta, vermicomposta, turba, etc.),
herramienta empleada durante el manejo
(picos, palas, tijeras, recipientes, etc.), agua,
viento, animales y el hombre mismo (Figura
11). Las heridas causadas durante el
transplante en el vivero y/o terreno definitivo,
también constituyen una puerta de entrada a
las enfermedades.

25
 a) b)
Figura 11. Principales vectores o fuentes de inóculo de organismos patógenos: a) material de
propagación (semillas y material vegetativo), b) herramientas (palas, navajas y tijeras), c)
viento y agua, d) animales (saltamontes y hormigas entre otros) y, e) el hombre,
principalmente.
1.6.2. Medidas de control fitosanitario en
vivero
Lograr la obtención de plantas sanas no
depende de recetas mágicas, sino del
conocimiento y entendimiento de los factores
involucrados en cada caso (características y
necesidades de la especie forestal
involucrada, tipo de sustrato y condiciones
ambientales, principalmente), lo que permitirá
deducir la posible problemática y la
implementación de la mejor estrategia que
incluya tanto medidas preventivas como de
erradicación.
1.6.2.1. Medidas preventivas
Más que el control, la preocupación de los
viveristas debería ser la implementación de
medidas preventivas que impidan o
minimicen el establecimiento de las
enfermedades en las plantas (Bainbridge,
1995). Algunas de estas medidas son las
siguientes:
1.6.2.1.1. Tratamientos al sustrato
El sustrato está considerado como una de las
principales fuentes de inóculo de
enfermedades en el vivero. Para evitar tal
c) d) e)
problema, este debe ser sometido a
tratamientos físicos o químicos que
promuevan la eliminación de los
microorganismos nocivos antes de su
utilización. La aplicación de vapor y
fumigantes por ser de amplio espectro son
los más utilizados, aunque también es posible
el uso de soluciones fungicidas en los
sustratos.
Aplicación de calor al sustrato: El calor
puede aplicarse de manera directa a través
de un generador de vapor, o bien de manera
indirecta, mediante el proceso de composteo
y solarización (Figura 12). En el mercado
existen diversos modelos de equipos
generadores de vapor fijos y móviles, con los
cuales es suficiente exponer al sustrato
húmedo a 60°C durante 30 minutos para
lograr el abatimiento de los organismos
patógenos del suelo. Su empleo no es tan
generalizado por el costo del equipo, sin
embargo, esto es compensado por las
ventajas que ofrece (el sustrato puede
emplearse de manera inmediata y no produce
efectos colaterales al hombre ni al ambiente).
El composteo tiene como objetivo la
descomposición de desechos orgánicos
heterogéneos en un ambiente húmedo,
26
cálido y aeróbico para dar lugar al “humus”
como producto final, éste posee una alta
concentración de minerales y un balance
ideal de carbono y nitrógeno. Durante el
proceso de descomposición, la temperatura
oscila de 40 a 70°C en función del volumen
de la composta, que son suficientes para
eliminar a la mayoría de los patógenos pero
no a los organismos benéficos del suelo tales
como Trichoderma (hongo considerado como
antagonista de los agentes del “Damping off”)
que es eliminado con temperaturas mayores
de 70°C.
La solarización se recomienda durante los
meses más calientes del año. El sustrato de
interés, previamente humedecido es
cubierto con una o dos capas de plástico
transparente (el de calibre 150 ó de 37.5 µ es
bastante apropiado); se puede emplear
también la variante del empaquetado,
colocando para ello el sustrato en bolsas del
calibre antes mencionado. Esto origina
temperaturas de 35 a 55°C, letales o
subletales para la mayoría de
microorganismos patógenos (hongos,
bacterias y nematodos), insectos y malas
hierbas, pero no para los hongos micorrízicos
no para los hongos antagonistas a
patógenos, como los del género
Trichoderma. Este proceso presenta como
ventajas: ser menos costoso que la
fumigación además de no ser peligroso ni
dejar residuos químicos en los sustratos.
Para lograr mejores resultados, el sustrato
debe sellarse perfectamente y evitar
desgarramientos en el plástico empleado.
Aplicación de fumigantes al sustrato: Los
fumigantes tienen diferente grado de acción
sobre los microorganismos de los sustratos.
Aunque existen varios de estos productos en
el mercado, los más empleados son el
Bromuro de Metilo, Vapam, y formol.
El bromuro de metilo tiene una gran
aceptación entre los productores de todo el
mundo porque controla un amplio espectro
de organismos (hongos, nematodos, insectos
y maleza) (Marois et al., 1983; Banks, 1985).
Sin embargo, presenta un efecto negativo
sobre la capa de ozono (además de
considerarse tóxico para los humanos) y
27
debido a ello, su empleo ha sido restringido y
se espera abandonar su producción a partir
del 2001. El fumigante se inyecta al sustrato
perfectamente sellado con una cubierta de
plástico a una dosis de 333 mL o 0.6 kg m-3 y
se deja reposar de 24 a 48 horas antes de
retirar el plástico. Es recomendable remover
el sustrato durante una semana para
eliminar los residuos del fumigante.
El Vapam (dihidrato N-metiltiocarbamato
sódico) es un fumigante que al mezclarse con
el agua, sufre una rápida descomposición y
produce un gas muy penetrante. Dicho gas
elimina a la mayoría de hongos del suelo
(tanto dañinos como benéficos), nematodos y
maleza. En sustratos para almácigo se
recomienda 1 litro de formulación líquida de
Vapam disuelta en 8 a 12 litros de agua que
se aplica uniformemente en 9.5 m2 mediante
los sistemas de riego, equipo estándar de
inyección o regaderas. Posteriormente el
sustrato se sella con agua y puede ser
utilizado tres semanas después de la
aplicación. Aunque este producto se
considera de baja toxicidad a los humanos,
se debe evitar su inhalación o salpicaduras.
La utilización de formol elimina a varios
organismos. Se recomienda aplicar con una
regadera tres litros por m2 de sustrato de la
solución compuesta de una parte de formol
comercial (37%) y 50 partes de agua (por
ejemplo 1 litro de formol en 50 litros de agua).
Después de mantener el sustrato sellado con
plástico durante 24 a 48 horas éste se
descubre y ventila por 10 días.
El Basamid (Dazomet) constituye otra
alternativa para el control de varios
microorganismos dañinos encontrados en el
sustrato y ofrece la ventaja adicional de no
ser nocivo para los hongos micorrízicos. La
dosis recomendada es de 40 g por m2 de
sustrato y para mejores resultados, es
preferible inyectarlo a una profundidad de 20
cm.
 a) b)
c)
Figura 12. Aplicación de calor al sustrato: a) vapor, b) composteo y c) solarización con el objetivo de
eliminar o disminuir la presencia de organismos patógenos.
Aplicación de soluciones fungicidas al
sustrato: Las soluciones fungicidas pueden
aplicarse en el sustrato de germinación,
recipientes, terreno donde la planta vaya a
trasplantarse o donde ésta esté creciendo.
Dicha aplicación puede hacerse en la semilla,
la planta o en el sustrato en cuestión (Figura
13). El efecto de las soluciones estará en
función del fungicida seleccionado: Benomyl
es un fungicida sistémico que inhibe el
crecimiento de Rhizoctonia, Fusarium,
Cylindrocladium y Verticilium. El Diazoben
(sulfonato diazosódico de p-
deimetilaminobenceno), el Truban, así como
la mezcla en partes iguales de Captan y
PCNB (Pentacloronitrobenceno) son
efectivos contra Phytophthora y Pythium. El
Captán (2.5 g L-1 de agua) es efectivo para el
control de Pythium y Fusarium y un poco
para Rhizoctonia. Un fungicida de amplio
espectro es el Banrot, se emplea para el
control de Rhizoctonia, Fusarium, Pythium,
Phytophthora y Thielaviopsis. La dosis de la
mayoría de los fungicidas es de 1 a 2 g L-1 de
agua, aunque se recomienda seguir las
instrucciones del fabricante.
28
Aplicación de microorganismos al
sustrato: Los tratamientos tendientes a la
eliminación de patógenos también eliminan
microorganismos benéficos para las plantas
(bacterias, hongos y actinomicetos,
principalmente); en cuanto desaparece el
efecto del tratamiento, el sustrato puede ser
invadido por los microorganismos
provenientes del exterior, o bien del sustrato
mismo cuando el tratamiento no fue capaz de
eliminarlos completamente (Marois et al.,
1983). Si los microorganismos que se
establezcan fueran patógenos, el problema
podría incluso ser más grave que antes de la
aplicación del tratamiento. Debido a ello, es
recomendable que se reintroduzca a los
sustratos desinfectados, organismos
benéficos como hongos micorrízicos, así
como bacterias y hongos antagonistas y
promotores del crecimiento vegetal (Figura
14b) (Coosemans, 1989).
 Solución
fungicida
b)

d)
a)
c)

Figura 13. Aplicación de las soluciones fungicidas: (a) durante el establecimiento del almácigo, ya sea
directamente al sustrato; (b) aplicación a semillas; (c) al momento del transplante o (d)
durante el establecimiento de la planta.

El uso de hongos micorrízicos ofrece uno de
los mejores controles biológicos, que iguala o
supera la utilización de cualquier producto
químico. Su efecto exitoso ha sido
comprobado en varios cultivos y contra varios
patógenos, incluyendo hongos, bacterias y
nematodos. Por ejemplo, varias especies de
hongos micorrízicos arbusculares del género
Glomus inoculadas en el almácigo, son
capaces de suprimir el ataque de los hongos
involucrados en el complejo Damping off
(Fusarium, Pythium, Phytophthora y filamentosos
Rhizoctonia), el nematodo del género
Meloidogyne y algunas bacterias del género
Pseudomonas. En el caso de hongos
ectomicorrízicos, Paxilus involutus inoculado
en Pinus resinosa controla eficazmente a
Fusarium, en tanto que Pisolithus tinctorius
es usado para el control de Phytophthora en
Pinus taeda.
El efecto protector que los hongos
ectomicorrízicos proporcionan a las plantas
puede ser directo, al mejorar la disponibilidad
de agua y nutrimentos, la micorriza impide
situaciones de estrés. De manera indirecta
hacen que las plantas sean menos
susceptibles al ataque de patógenos, debido
a los cambios morfológicos que sufre la raíz,
de este modo la ectomicorriza además de
29
actuar como una barrera que impide de
manera directa el acceso de los patógenos a
las plantas, también promueve la producción
de sustancias químicas que constituyen una
barrera química que impide la entrada y
establecimiento de varios patógenos
(Linderman, 1994).
Existen otros microorganismos con
capacidad antagónica, entre los que
destacan los hongos denominados
endorrizosféricos que
contribuyen en el control de diversas
enfermedades incluyendo al Damping off.
Ejemplo de ellos son las especies no
patogénicas del género Trichoderma,
Penicillium, Gliocladium, Fusarium y Pythium.
En el caso de bacterias, éstas corresponden
a los géneros Pseudomonas y Bacillus,
principalmente. Aunque la proporción del uso
de los plaguicidas es mayor que el uso del
control biológico, los microorganismos
biocontroladores ya se expenden en el
mercado en diferentes presentaciones. Sin
embargo, el éxito de su aplicación estará en
función de la calidad del inoculante y del
manejo proporcionado por el viverista.
Con la finalidad de obtener plantas (ya sea
por semilla o propagación asexual) con un
“sistema radical protegido” contra organismos sistema radical, otorgando a sus
patógenos, deben utilizarse sustratos hospedantes mayor capacidad de
enriquecidos con microorganismos benéficos crecimiento en el vivero así como mayor
(Figura 14). Al desinfectar o fumigar el probabilidad de supervivencia al
sustrato, se favorece el establecimiento de establecerlas en el sitio definitivo.
los microorganismos antagónicos en el

b)
Hongos
a)
Fumigante
Antagonistas c) d)
Vapor
Micorrízicos

Actinomiceto
Solarización

Bacterias g)

e)
f)

Figura 14. Modelo de introducción de microorganismos benéficos (hongos micorrízicos, antagonistas,

fijadores de nitrógeno, etc.) a los sustratos para obtener plántulas o plantas con “sistema
radical protegido”. (a) Abatimiento o eliminación de población microbiana natural del
sustrato; (b) inoculación del sustrato con los microorganismos deseables; (c) el sustrato
inoculado puede ser empleado para el llenado de charolas de germinación o enraizamiento y,
(d y g) las plántulas obtenidas desarrollan un sistema radical “protegido” que no requiere
inoculaciones posteriores, tanto en el vivero como en el terreno definitivo. Por otro lado, el
sustrato inoculado con microorganismos deseables también puede ser empleado en el
transplante de plántulas (e) obtenidas en sustratos no inoculados con microorganismos
benéficos, de esta manera las plantas desarrollarán un “sistema radical protegido”, (f) antes
de ser conducidas al terreno definitivo (g). Ambas rutas de inoculación favorecen el
establecimiento exitoso de la planta en el terreno definitivo, la diferencia radica en que la
cantidad de inóculo microbiano es menor, al aplicarlo durante la germinación o
enraizamiento.

1.6.2.1.2. Tratamientos a la semilla fungicida seleccionado/litro de agua). Cabe

señalar que los fungicidas deben
La desinfección de la semilla previamente seleccionarse adecuadamente ya que
seleccionada puede hacerse sumergiéndola algunos pueden actuar negativamente con
de 1 a 2 minutos en hipoclorito de sodio al los hongos micorrízicos.
1% (1 parte de cloro comercial y 5 de agua)
antes de ser sembrada en un sustrato libre
de patógenos. Otra opción sería introducirla
en una solución de fungicida (1 ó 2 g del
30
1.6.2.1.3. Otras medidas preventivas En el caso de enfermedades causadas por
bacterias, se recomienda el uso de
Otras medidas consideradas como bactericidas y su aplicación se realiza
preventivas son principalmente de manejo, siguiendo las instrucciones de los fabricantes.
tales como: desinfección de herramientas Algunos de ellos podrían ser: Agrimicyn,
antes del inicio de cualquier labor Bactrol, Trioxil (300 g/100 litros de agua),
sumergiéndolas en hipoclorito de sodio al 1 ó caldo bordelés (1 parte de cal: 1 parte de
2% (Figura 15a) y eliminación de material sulfato de cobre:100 partes de agua), entre
enfermo, evitar las siembras profundas y el otros.
riego excesivo del sustrato (Figura 15b) y,
promover la nivelación y drenaje de los Para el control de nematodos pueden
almácigos y terrenos de siembra para evitar utilizarse entre otros el Nemacur, Temik y
encharcamientos (Figura 15c). De ser Dasanit, aunque su eliminación es difícil. Su
posible, se debe cuidar que el pH del agua de aplicación debe ser cuidadosa ya que son
riego sea mayor de 6 unidades, para prevenir tóxicos para el hombre.
y eliminar la presencia de hongos patógenos.
Otra medida de gran importancia en el
manejo de vivero y que la mayoría de las
veces pasa desapercibida, es el hecho de
manipular plantas sanas y enfermas de
manera indistinta, promoviendo con ello
contaminación de las plantas sanas. Esta
situación es agravada cuando los síntomas
de enfermedad no son tan palpables o bien,
se desconocen. Para disminuir o evitar dicha
contaminación, es recomendable desinfectar
la herramienta antes de pasar de una planta
a otra.

1.6.2.2. Medidas de erradicación

Si se siguen las medidas preventivas antes

mencionadas, la presencia de enfermedad en
los almácigos y viveros es poco probable. Sin
embargo, si hubiera necesidad de aplicar
medidas de control, el más común es la
aplicación de productos químicos, o bien la
eliminación de plántulas o plantas enfermas
cuando éstas son escasas. Para el control de
enfermedades radicales causadas por
hongos patógenos los fungicidas
recomendados serían los mencionados en el
apartado de medidas preventivas (soluciones
fungicidas) ya sea asperjadas al follaje de la
especie forestal en cuestión o bien, en
“drench” (riego al sustrato) tanto en fase de
almácigo como de vivero. El control de
algunas enfermedades foliares es el
siguiente: las royas, mediante la aplicación de
Daconil, Mancozeb y Feban, principalmente
mientras que las cenicillas, con sulfato de
cobre pentahidratado (Pitón 27), Azufre y
Rubigan AS.
31
 a) b)

c)

Suelo con buen drenaje Suelo con mal drenaje

Figura 15. Algunas prácticas culturales importantes para disminuir problemas fitopatológicos: a)
desinfección de herramientas con hipoclorito de sodio o fungicidas, b) siembra poco
profunda de semillas y/o plántulas y c) suelo bien nivelado para facilitar un buen drenaje.

32