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M a r í a
d e
S i e r v o s
SUPERAR CON DIOS LAS INSEGURIDADES
O r d e n
(Jeremías 1, 4-10)
Busca la manera
de estar con Jeremías
un momento,
en particular
mientras Dios lo llama,
dejando que
M a r í a
las circunstancias
de su llamado
d e
te toquen el corazón
S i e r v o s
mientras tratas
de experimentar
al Señor
O r d e n
que te llama.
M a r í a
d e
S i e r v o s
(Jer 1, 5).
O r d e n
¿Cómo Dios me ha conocido
antes que fuera concebido por mis padres?
M a r í a
¿Qué experimento al saber
d e
S i e r v o s
que estoy vivo y conozco a Dios?
O r d e n
desea compartir la vida conmigo?
Dios consagró a Jeremías en la totalidad de su ser para su servicio:
M a r í a
te consagré como profeta
d e
para las naciones
S i e r v o s
(Jer 1, 5).
O r d e n
Considerando tu personalidad:
¿Cuáles son mis talentos
y habilidades personales?
M a r í a
dones espirituales tengo?
d e
S i e r v o s
¿Cómo mi relación con Dios hace evolucionar
más dones naturales y espirituales?
O r d e n
¿Cómo creo que mi familia,
la sociedad y la educación que he recibido me
hayan ayudado a ser la persona que ahora soy?
M a r í a
¿Cómo me veo dentro de diez años?
d e
S i e r v o s
¿Cómo creo que la vocación pudiera mejorar o
cambiar mi vida?
O r d e n
Te consagré como profeta para las naciones…
pues irás a donde yo te envíe
y dirás lo que yo te mande
(Jer 1, 5. 7).
M a r í a
Un profeta habla en nombre de Dios.
d e
S i e r v o s
A tu manera y según tu misión en la vida, tú también eres profeta
porque estás bautizado, eres hijo de Dios pero también lo puedes
O r d e n
hacer por medio de la vida consagrada.
Trata de recorrer los momentos de tu vida
deteniéndote en las principales etapas
y decisiones que la han marcado:
M a r í a
para prepararme a la misión?
d e
S i e r v o s
¿Qué acontecimientos de éxito o de fracaso en mi vida
me dicen que el Señor no sólo me ha elegido para
O r d e n
vivir, sino para compartir su misión de salvación?
¿A dónde me siento llamado para ir?
M a r í a
¿Qué puedo ofrecer a los demás
d e
S i e r v o s
con los hechos, las palabras
e incluso con el silencio?
O r d e n
miedos
De frente a los
O r d e n S i e r v o s d e M a r í a
Jeremías sabía cuánto lo amaba Dios y supo también
reconocer en el momento de la llamada sus límites humanos,
por lo que sintiéndose espantado e indigno, le dijo al Señor:
M a r í a
Pero Señor mío,
d e
yo no sé expresarme,
S i e r v o s
porque a penas
soy un muchacho
O r d e n
(Jer 1, 6).
M a r í a
Trata de pensar en tu vida actual,
d e
en las tareas que desempeñas en casa,
S i e r v o s
en el trabajo, en la parroquia, etc.
O r d e n
en los que te sientes con miedo, inseguro, con dudas
y sabes que esto te puede blocar.
¿Qué personas, situaciones, retos, riesgos hacen que a
veces diga: “soy demasiado joven e inexperto”?
M a r í a
¿Delante de quién o qué me siento a veces indigno,
d e
S i e r v o s
no preparado, inseguro e incapaz?
O r d e n
de inferioridad e inseguridad?
Detente un momento
y trata de reconocer tus miedos,
tus inseguridades;
trata de identificarte con ellos:
M a r í a
¿Soy capaz de ofrecerlo a Dios?
d e
S i e r v o s
¿De pedirle que sea Él mi única seguridad?
O r d e n
Deja que
por medio de su gracia
te haga capaz
de superar tus limitaciones
y de sentir
M a r í a
que te dice:
d e
No digas
S i e r v o s
que eres un muchacho…
no tengas miedo
porque yo estoy contigo
O r d e n
para protegerte
(Jer 1, 7-8).