Está en la página 1de 1

Hoy enfrentarás tentaciones, pero no lo harás solo, porque un Espíritu guerrero vive

dentro de ti y lucha a tu favor.

Lo hice por mis hijos una y otra vez. En ocasiones ellos ni siquiera se percataban de que
lo había hecho. Lo hacía en momentos en que ellos no podían hacerlo por sí mismos. Lo
hice con dedicación y gozo porque sabía cómo era el mundo que los rodeaba y conocía
la vulnerabilidad de sus corazones. ¿Qué es esto que hacía como padre? Hacía todo lo
posible para proteger a mis hijos del mal. Yo sabía que ellos minimizarían u olvidarían
dos realidades muy importantes. Primero, no comprendían que habían nacido en un
mundo dramáticamente corrupto y que no funciona como Dios lo había diseñado.
Olvidaban que cada mañana despertaban en un mundo caído por causa del pecado,
donde la maldad existe. No entendían que esto significaba que enfrentarían muchos
tipos de tentaciones cada día de sus vidas. Sus ojos verían cosas que, en Su plan
original, Dios no tenía planeado que vieran. Sus oídos escucharían cosas que no
deberían escuchar. Los placeres seductores y
engañosos del pecado serían puestos a su disposición, una y otra vez. Segundo, ellos
también buscarían minimizar u olvidarían el pecado que habita en su interior. Parecían
no comprender que su mayor peligro no era el mal fuera de ellos, sino el pecado que
acechaba con poder en sus corazones. Esto significa que no entendían cuán vulnerables
eran ante las voces seductoras del pecado que les susurraban cada día. Y, cuando te
olvidas de cuán vulnerable eres, no tomas precauciones para tu protección. Así que yo
sabía que tenía que trabajar no solo para proteger a mis hijos del ambiente perverso,
sino que, más importante aún, debía también protegerlos de ellos mismos. Dios conoce
que todos somos muy parecidos a mis hijos. Nosotros también minimizamos la maldad
en nuestro mundo y minimizamos el poder del pecado y, cuando hacemos esto, no nos
protegemos de las tentaciones como deberíamos. ¿Acaso no es bueno saber que Dios, en
Su gracia, ha puesto a Su Espíritu guerrero dentro de nosotros Sus hijos? Él lucha a
favor nuestro, incluso en aquellos momentos que no nos percatamos que debemos
luchar (lee Gálatas5:16-26). ¿No es bueno saber que, a pesar de vivir en un mundo
corrupto y que tenemos aún pecado en nuestro interior, Dios constantemente lucha a
nuestro favor? ¡Eso es gracia!

Querido amigo que aun no le has entregado tu corazón a Cristo, esta es la realidad,
todos nosotros vivimos en un mundo que involuciona por causa del pecado, y tu y yo
somos pecadores, pero hay una diferencia entre tú y yo, y es que por medio de la fe en
Cristo mis pecados han sido perdonado, mi amigo, no sigas en enemistad con el Dios
vivo y verdadero, solo por medio de la fe en Cristo es que el hombre puede ser
justificado ante Dios, arrepiéntete de tus pecados y cree en Cristo como tu único Señor y
Salvador, y solo así también podrás experimentar el favor de Dios en tu vida.

Para profundizar y ser alentado: Isaías 42.

También podría gustarte