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VIRUS DE LA GRIPE AVIAR

Datos y cifras
 El ser humano puede contraer el virus de la gripe aviar y otros virus de la
gripe de origen zoonótico, como el virus de la gripe aviar de los subtipos
A(H5N1), A(H7N9) y A(H9N2) y el virus de la gripe porcina de los subtipos
A(H1N1) y A(H3N2).
 Las infecciones humanas se contraen principalmente a través del contacto
directo con animales infectados o medios contaminados, aunque no dan
lugar a una transmisión eficiente de los virus entre las personas. No hay
datos que indiquen que el virus de la gripe aviar y otros virus de la gripe de
origen zoonótico puedan infectar a las personas si los alimentos que
consumen han sido bien cocinados.
 Los virus de la gripe aviar y porcina y otros virus gripales de origen
zoonótico pueden afectar a los humanos, causando enfermedades que van
desde infecciones leves de las respiratorias superiores (fiebre y tos) hasta
neumonía, choque séptico, síndrome de distrés respiratorio agudo o incluso
la muerte. También se han descrito grados variables de conjuntivitis,
síntomas gastrointestinales, encefalitis y encefalopatía, dependiendo del
subtipo de virus.
 La mayoría de los casos de infección humana por los virus A(H5N1) y
A(H7N9) se han relacionado con el contacto directo o indirecto con aves de
corral infectadas, vivas o muertas. El control de la enfermedad en los
animales es fundamental para reducir el riesgo para el ser humano.
 Los virus de la gripe, que hallan un amplio reservorio silencioso en las aves
acuáticas, son imposibles de erradicar. La infección humana por los virus de
la gripe de origen zoonótico puede seguir produciéndose. Para minimizar el
riesgo de salud pública, es esencial asegurar una vigilancia cualitativa de las
poblaciones humanas y animales, una investigación exhaustiva de cada caso
de infección humana y una planificación de la pandemia basada en los
riesgos.
Hay tres tipos de virus de la gripe: A, B y C. Los virus gripales de tipo A infectan a los humanos y
animales muy diferentes. Los virus gripales de tipo B solo circulan entre las personas y causan las
epidemias estacionales. Los virus gripales de tipo C pueden infectar tanto a las personas como a
los porcinos, pero la infección suele ser leve y por lo general no se notifica.

Los virus de la gripe A son los de mayor importancia para la salud pública debido
a su potencial pandemiógeno. Los virus de la gripe de tipo A se dividen en
subtipos según las combinaciones de diferentes subtipos dedos proteínas de
superficie, a saber, la hemaglutinina (H) y la neuraminidasa (N). Hay 18 subtipos
diferentes de hemaglutinina y 11 de neuraminidasa. En función del huésped
original, los virus de la gripe de tipo A se pueden clasificar como aviares, porcinos
o de otros animales. Algunos ejemplos son los virus de la gripe aviar A(H5N1) y
A(H9N2) o los de la gripe porcina A(H1N1) y A(H3N2). Todos esos virus gripales
de origen animal de tipo A difieren de los virus de la gripe humana y no se
transmiten fácilmente entre las personas.

Las aves acuáticas son el principal reservorio natural de la mayoría de los subtipos
de los virus de la gripe A. La mayoría de estos causan una infección leve o
asintomática en las aves, y los síntomas diferirán en función de las propiedades
del virus de que se trate. Los virus que causan enfermedades graves en las aves y
que conllevan elevadas tasas de letalidad se conocen como virus de la gripe aviar
hiperpatógenos. Los virus que causan brotes en las aves de corral pero que no se
asocian en general a enfermedades graves se conocen como virus de la gripe
aviar hipopatógenos.

Signos y síntomas en humanos


Los virus de la gripe aviar y porcina y otros virus gripales de origen zoonótico
pueden afectar a los humanos, causando enfermedades que van desde
infecciones leves de las respiratorias superiores (fiebre y tos) hasta neumonía,
choque séptico, síndrome de distrés respiratorio agudo o incluso la muerte. Los
síntomas gastrointestinales son más frecuentes en los casos de infección por virus
A(H5N1). Con los virus A(H7) se han descrito casos de conjuntivitis. La infección
se manifiesta principalmente con síntomas respiratorios. Algunas características,
como el periodo de incubación, la gravedad de los síntomas y el desenlace clínico
varían en función del virus causante.

En muchos pacientes infectados por los virus de la gripe aviar A(H5) o A(H7N9), la
enfermedad ha seguido una evolución clínica agresiva. Los síntomas iniciales
comunes son fiebre alta (igual o superior a 38°C) y tos. Se han notificado signos y
síntomas de afección de las vías respiratorias inferiores como la disnea o
dificultades para respirar. Los síntomas de afección de las vías respiratorias
superiores como la faringoamigdalitis o el coriza son menos comunes. También se
han notificado otros síntomas como diarrea, vómitos, dolor abdominal, sangrado
por la nariz y las encías y dolor torácico en la evolución clínica de algunos
pacientes. Entre las complicaciones que puede presentar la infección están la
hipoxemia, disfunción orgánica múltiple e infecciones secundarias bacterianas y
fúngicas. La tasa de letalidad de las infecciones por el virus del subtipo A(H5) y
A(H7N9) en las personas es muy superior a la de las infecciones por el virus de la
gripe estacional.

En el caso de las infecciones humanas por los virus de la gripe aviar A(H7N7) y
A(H9N2), la enfermedad suele ser leve o subclínica. Solo se ha notificado una
infección humana letal por el virus A(H7N7) en los Países Bajos 3. En cuanto a las
infecciones humanas por los virus de la gripe porcina, la mayoría de los casos han
sido leves, pocos han precisado hospitalización y se han notificado muy pocas
defunciones

Epidemiología de las infecciones humanas


Se han notificado infecciones humanas por virus de la gripe aviar y virus de la
gripe de origen zoonótico. Las infecciones humanas se contraen principalmente
mediante el contacto directo con los animales infectados o medios contaminados,
pero no dan lugar a una transmisión eficiente de los virus entre las personas.

En 1997, se notificaron casos de infección humana por el virus


hiperpatógeno A(H5N1) durante un brote en aves de corral en Hong Kong (Región
Administrativa Especial de China). Desde 2003, este virus de la gripe aviar se ha
propagado de Asia a Europa y África, y se ha arraigado en las poblaciones de
aves de corral en algunos países. Los brotes han producido millones de casos de
infección de estos animales, varios cientos de casos humanos y la muerte de
numerosas personas.

Los brotes en las aves de corral han tenido graves repercusiones en los medios de
sustento de la población, la economía y el comercio internacional de los países
afectados. Otros virus de la gripe aviar de subtipo A(H5) también han originado
brotes de la infección en aves de corral y seres humanos.

En 2013, se notificaron casos de infección humana por el virus


hipopatógeno A(H7N9) en China. Desde entonces, el virus se ha propagado entre
la población de aves de corral en todo el país y ha causado varios cientos de
casos humanos y muchas defunciones.
Otros virus de la gripe aviar, en particular los virus A(H7N7) y A(H9N2), han
provocado infecciones humanas esporádicas. Algunos países han notificado
también infecciones humanas esporádicas por virus de la gripe porcina, en
particular de los subtipos A(H1) y A(H3).

En cuanto a los factores de riesgo de infección humana: 

 El principal factor de riesgo de infección humana por los virus de la gripe


aviar parece ser la exposición directa o indirecta a aves de corral
infectadas, enfermas o muertas, o a entornos contaminados como los
mercados de aves vivas. El sacrificio, desplume, manipulación de las
carcasas y preparación para el consumo de aves de aves de corral
infectadas, especialmente en el entorno doméstico, probablemente sean
también factores de riesgo. No hay datos que indiquen que los virus A(H5),
A(H7N9) u otros virus de la gripe aviar se puedan transmitir al ser humano a
través de la carne o los huevos de ave bien cocinados. Algunos casos
humanos de virus de la gripe A(H5N1) se han relacionado con el consumo
de platos hechos con sangre cruda de aves contaminadas.

 El control de la circulación de los virus de la gripe aviar en las aves de


corral es esencial para reducir el riesgo de infección humana. Dada la
persistencia de los virus A(H5) y A(H7N9) en algunas poblaciones de aves
de corral, el control exigirá un compromiso a largo plazo por parte de los
países y una estrecha coordinación entre las autoridades de salud pública y
de sanidad animal.

En lo referente a los virus de la gripe porcina, en la mayoría de los casos humanos


se ha notificado una estrecha proximidad a cerdos infectados o una visita a
lugares en los que se expone a cerdos, aunque la transmisión entre personas ha
sido limitada.

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