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Análisis Económico

ISSN: 0185-3937
analeco@correo.azc.uam.mx
Universidad Autónoma Metropolitana Unidad
Azcapotzalco
México

Klimovsky, Edith A.
Keynes y el enfoque clásico
Análisis Económico, vol. XIV, núm. 30, segundo semestre, 1999, pp. 95-111
Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Azcapotzalco
Distrito Federal, México

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Keynes y el enfoque clásico

Edith A. Klimovsky*

Desde el inicio de la Teoría general, sis ricardiano con relación al de sus conti-
Keynes aclara que el calificativo que figu- nuadores: “Ricardo nos ofrece la realiza-
ra en el título tiene como objetivo contras- ción intelectual suprema, que no pueden
tar sus argumentos y conclusiones con los alcanzar los espíritus más débiles, de adop-
de la “teoría clásica”1 de la ocupación, el tar un mundo hipotético distante de la ex-
interés y el dinero. Aun reconociendo el periencia como si fuera el de ésta y luego
riesgo de cometer solecismo, el autor adop- vivir en él sin contradicciones. Con la ma-
ta una definición muy personal de la es- yor parte de sus sucesores no se puede evi-
cuela clásica en la que incluye no sólo a tar que el sentido común penetre en ese
los fundadores de la teoría que culmina en mundo —con daño para su consistencia ló-
Ricardo, sino también a sus sucesores — gica”.3 Este juicio es tanto más significati-
por ejemplo, Mill, Marshall, Edgeworth y vo cuanto que la crítica que Keynes dirige
Pigou— que, en su opinión, recogieron y a toda la teoría económica que lo precede
desarrollaron el pensamiento ricardiano.2 es, en esencia, de carácter teórico.
Pese a considerar que la “teoría clásica” Por nuestra parte consideramos clásicos
constituye una unidad que ha ido perfec- sólo a aquellos economistas que, desde
cionándose, Keynes insiste en la superio- Cantillon y Quesnay, conciben la produc-
ridad de la consistencia interna del análi- ción como un proceso circular y el capita-
lismo como una sociedad asimétrica, cons-
*Profesora del Departamento de Economía de la UAM-
tituida por clases cuyos intereses pueden
Azcapotzalco y del Doctorado en Ciencias Económicas oponerse. Nos adherimos, así, a la interpre-
de la UAM. La autora agradece a Carlo Benetti sus valio- tación tradicional de la teoría clásica, cuya
sas observaciones. CE: ekb@hp9000a1.uam.mx
1
Keynes (1936: 17).
2 3
Keynes (1936: 17, nota 1). Keynes (1936: 187).

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versión contemporánea —originada en las piedades de un sistema económico que no
formalizaciones matemáticas de finales del dependen de variaciones en la escala de
siglo XIX y principios del XX—4 se desa- producción o en las proporciones de los
rrolla a partir de los años sesenta sobre la factores”.10 Destaca que “este punto de
base del libro de Sraffa5 que puede, por vista, que es el de los antiguos economis-
tanto, ser considerado como el exponente tas clásicos desde Adam Smith a Ricardo
moderno del pensamiento clásico. ha sido sumergido y olvidado desde el ad-
En el prefacio de la Teoría general de venimiento del método ‘marginalista’”,11 e
Keynes y en el de la Producción de mer- insiste en distinguirse de este último al
cancías de Sraffa se advierte claramente hacer notar que “en un sistema donde la
al lector acerca de la problemática que se producción continuara sin variación en
aborda en dichos textos y del marco teóri- estos aspectos, día tras día, el producto
co en el que se inscriben. marginal de un factor (o, alternativamen-
Keynes señala que su libro es “sobre te, el coste marginal de un producto) no
todo, un estudio de las fuerzas que deter- sólo sería difícil de encontrar, sino que
minan los cambios en la escala de produc- no habría donde encontrarlo”.12
ción y de ocupación como un todo”.6 Re- En suma, mientras que Keynes se pro-
calca que, desde su punto de vista, “el pone elaborar un análisis agregado sobre
dinero entra en el sistema económico de los cambios en la escala de producción y
una manera esencial”,7 observando que de ocupación en una economía moneta-
“una economía monetaria es, ante todo, ria, basándose en la acción recíproca de
aquella en que los cambios de opinión res- la oferta y la demanda, la finalidad de
pecto al futuro son capaces de influir en el Sraffa es construir una teoría de los pre-
volumen de ocupación”.8 Aclara asimismo cios reales, fundada en la noción de ex-
que su “método de analizar la conducta cedente, haciendo caso omiso del merca-
económica presente, bajo la influencia de do y la demanda.13
los cambios de ideas respecto al futuro, de- Lo anterior podría llevar a pensar que
pende de la acción recíproca de la oferta y ambos enfoques, clásico y keynesiano, no
la demanda”.9 tienen nada en común: los autores no sólo
Sraffa subraya que su “investigación se difieren en su objeto de estudio, sino que,
ocupa exclusivamente de aquellas pro-
10
Sraffa (1960: 11).
11
Sraffa (1960: 11).
4 12
Véase Dmitriev (1898) y Bortkiewicz (1906-1907 y Sraffa (1960: 11).
13
1907). Estas diferencias sustanciales en su objeto de estudio,
5
Ver Sraffa (1960). método de análisis y marco teórico pueden resultar sorpren-
6
Keynes (1936: 8). dentes, dada la cercana relación intelectual entre estos dos
7
Keynes (1936: 8). autores. Por lo demás, es bien sabido cómo Keynes brinda
8
Keynes (1936: 8). todo su apoyo a Sraffa para trabajar en Cambridge cuando
9
Keynes (1936: 9). este último decide dejar la Italia fascista.

96
además, el proyecto de Keynes se opone a mal’ y la preeminencia de una tasa de ren-
la escuela que, en su opinión, se desarro- dimiento sobre todas las demás. Estas no-
lló a partir de Ricardo, sobre el que se basa ciones adquieren en el texto de Keynes
el sistema elaborado por Sraffa. Un estu- un significado propio que difiere a veces
dio más riguroso conduce, sin embargo, a del que tienen en el enfoque clásico y que
conclusiones completamente distintas. vamos a destacar.
Nos proponemos mostrar que la teoría En este trabajo nos limitamos a examinar
keynesiana y la clásica concuerdan no las dos ideas económicas básicas y la vi-
sólo en su visión general del capitalismo sión general de la sociedad capitalista que
como una sociedad asimétrica sino tam- comparten la teoría keynesiana y la clásica
bién en dos ideas económicas básicas: así como aquellos aspectos particulares de
la Teoría general que se arraigan en el pen-
1) La separación entre, por una parte, el pro- samiento de los economistas clásicos. No
blema de la determinación de los precios discutimos la teoría de Keynes, que acepta-
relativos, que es estudiado por Sraffa y, mos como tal, ni analizamos la posibilidad
por la otra, la cuestión de la definición de su síntesis con la clásica, lo que requeri-
del nivel del producto, de la que se ocu- ría un estudio especial de la complemen-
pa Keynes. tariedad y oposición de las mismas, que
2) La concepción del equilibrio, indepen- excede el ámbito de este artículo.
dientemente del nivel del empleo, deri-
vada de la especificidad del trabajo con 1. Ideas básicas comunes
relación a las mercancías en general.
1.1 Precios relativos y nivel de actividad:
Estos dos importantes puntos de coin- dos cuestiones teóricas separadas
cidencia constituyen, muy probablemen-
te, la base principal de los intentos de sín- Como lo hemos recordado, Keynes se
tesis entre ambas teorías, consideradas opone a la escuela que él llama clásica,
como complementarias, que se desarro- en la que engloba a los economistas poste-
llan a partir de los años setenta.14 riores a Ricardo —en particular Marshall,
Asimismo, se encuentran en la Teoría ge- Edgeworth y Pigou— que, en su opinión,
neral algunos elementos de neta raigambre adoptaron y perfeccionaron dicha teoría.
clásica, como la homogeneización de los Existe, sin embargo, un punto fundamen-
distintos tipos de trabajo a través de los sa- tal en el que Keynes separa a Ricardo de
larios, la interpretación del consumo como estos economistas y a partir del cual cons-
una variable pasiva, la noción de ‘tasa nor- truye la Teoría general: la distinción en-
tre el problema de la asignación de un
14
Véase, por ejemplo, Roncaglia (1978) y Garegnani volumen dado de recursos entre sus dife-
(1979). rentes usos posibles y entre las clases, el

97 Análisis Ecomómico
cual está relacionado con la teoría de los Nótese la semejanza con Sraffa que, un
precios relativos y la cuestión del monto em- siglo y medio después, elabora la versión
pleado de los recursos disponibles.15 contemporánea de la teoría ricardiana de
En opinión de Keynes, el segundo de es- los precios en el supuesto de que las canti-
tos asuntos no ha sido examinado deteni- dades producidas están dadas.19
damente por la teoría dominante; general- Empero, esta afinidad esencial entre
mente se ha analizado sólo de manera Keynes y Ricardo no excluye diferencias
descriptiva.16 Como lo aclara en las Notas importantes entre ambos autores. En pri-
finales de la Teoría general, su crítica a la mer lugar, Keynes se adhiere explícitamen-
teoría clásica no es de carácter lógico. Su te, en el prefacio de su obra, al análisis neo-
principal reproche es que, debido a la au- clásico de los precios, fundado en la acción
sencia de un análisis del nivel de actividad, recíproca de la oferta y la demanda, mien-
esta teoría sólo es aceptable para las econo- tras que la teoría ricardiana hace abstrac-
mías en una situación de pleno empleo.17 ción en este punto de la noción de deman-
La distinción entre la teoría de los pre- da. Por lo demás, contrariamente a Ricardo,
cios y la del volumen de recursos emplea- que aborda la cuestión del valor para ex-
dos no es evidente hoy en día, dado el pre- plicar cómo se reparte el producto social
dominio de la teoría del equilibrio general, (dado) entre las clases, Keynes centra su
en cuyo marco se determinan simultánea- atención en la determinación del nivel de
mente los precios y las cantidades. Se tra- la actividad económica y considera a la
ta, en cambio, de una idea netamente de los precios como subsidiaria de su teo-
ricardiana, como lo recuerda Keynes en la ría general.20
primera nota del capítulo 2 al citar a este No obstante, la primera discrepancia es
autor: “No puede enunciarse ninguna ley susceptible de ser subsanada. En este senti-
respecto a cantidades, pero sí con bastante do, la Teoría general resulta más bien com-
exactitud para las porciones relativas. Cada plementaria que contraria al planteamiento
día me convenzo más de que la primera ricardiano. De hecho, Keynes dedica su li-
investigación es vana e ilusoria y la segun- bro a explicar lo que Ricardo y Sraffa to-
da es el verdadero objeto de la ciencia”.18 man como dato, sin ocuparse de la teoría de
los precios. Éste es, precisamente, uno de los
15
El capítulo 17 constituye una excepción al enfoque puntos fundamentales en que se apoya el pro-
general de Keynes de distinguir el nivel de empleo de los
recursos de la distribución de un monto dado de los mis- yecto de alianza entre los keynesianos y los
mos. En efecto, en este capítulo, se utiliza un mecanismo de clásicos modernos: los primeros aportan una
ajuste a través de los precios para determinar el nivel de
producción y de ocupación.
teoría de las cantidades producidas y los se-
16
Véase Keynes (1936: 18). gundos una de los precios.
17
Keynes (1936: 362-363).
18
Keynes (1936: 18, nota 1). Este párrafo ha sido extraí-
19
do de la carta que Ricardo dirige a Malthus el 9 de octubre de Véase Sraffa (1960: 11).
20
1820. Keynes (1936: 42-43).

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La relación entre Keynes y los economistas Pero rechaza el segundo. Su oposición
clásicos es aún más completa, ya que no sólo se apoya en dos objeciones: 1) la oferta de
puede llegar a ser complementario de Ricar- trabajo al salario corriente no se reduce ante
do, sino que en su teoría positiva del nivel de caídas del salario real, provocadas por un
actividad se presenta en cierto sentido a sí aumento de los precios, si los nominales no
mismo como el continuador de Malthus, otro varían; 2) los convenios sobre salarios no
de los grandes pensadores clásicos.21 fijan el nivel general de los salarios reales,
sino el de los nominales, razón por la cual
1. 2 Equilibrio con desempleo: resultado “los obreros en su conjunto no pueden dis-
de la especificidad del trabajo poner de un medio que les permita hacer
coincidir el equivalente del nivel general de
Keynes inicia la Teoría general recalcan- los salarios nominales en artículos para asa-
do su ruptura con la escuela clásica cuya lariados, con la desutilidad marginal del
teoría de la ocupación se apoya en dos volumen de ocupación existente”.24
“postulados fundamentales”: El rechazo del segundo postulado equi-
vale, según Keynes, a admitir la posibili-
1) El salario es igual a la productividad dad de la existencia de desempleo invo-
marginal del trabajo. luntario y a desechar la idea según la cual
2) La utilidad del salario, cuando se usa la oferta crea su propia demanda, cual-
determinado volumen de trabajo, es quiera que sea el nivel de producción.25
igual a la desutilidad marginal de ese En síntesis, para Keynes, el trabajo tiene
mismo volumen de ocupación.22 un carácter específico que lo distingue de
las otras mercancías y su precio se fija de
En realidad, no se trata de dos postulados una manera particular. En efecto, como
sino de las condiciones de primer orden de consecuencia del rechazo del segundo pos-
maximización de la función objetivo de los tulado se desactiva la función de oferta de
empresarios y de los trabajadores, respecti- trabajo. De esta forma, a diferencia de las
vamente, en competencia perfecta. mercancías en general, el trabajo ya no tie-
Keynes acepta el primero. Admite, así, ne un mercado, propiamente dicho, en el
que “en un estado conocido de organiza- cual la acción recíproca de la oferta y la
ción, equipo y técnica, el salario real que demanda determine simultáneamente pre-
gana una unidad de trabajo tiene una co- cio y cantidad, o sea, el salario real y el
rrelación única (inversa) con el volumen nivel de ocupación.
de ocupación”.23 ¿Qué consecuencias tiene el rechazo del
segundo postulado? O, en otros términos,
21
Keynes (1936: 43).
22 24
Keynes (1936: 19). Keynes (1936: 26).
23 25
Keynes (1936: 30). Keynes (1936: 34).

99 Análisis Ecomómico
¿cómo se determinan el nivel del empleo y representa verdaderamente un precio sino
del salario real en la Teoría general? La res- una variable de distribución. En consecuen-
puesta se encuentra en el capítulo 3. El sa- cia, el sistema de precios de producción tie-
lario nominal se supone dado por unidad de ne un grado de libertad, no pudiendo deter-
trabajo,26 o sea, es considerado como exó- minar al mismo tiempo los precios y las
geno, siendo el resultado de los convenios variables de distribución, una de las cuales
entre empresarios y trabajadores, mientras —ya sea la tasa de ganancia, ya sea el sala-
que “el volumen de ocupación está deter- rio— debe fijarse exógenamente.
minado por la intersección de la función de Como vimos, Keynes enfrenta una situa-
la demanda global y la de oferta global, ción similar cuando abandona el segundo
porque éste es el nivel preciso al cual las postulado fundamental, lo cual lo obliga a
esperanzas de ganancia del empresario al- fijar de manera exógena el salario nominal.
canzan el máximo”,27 y no tiene obviamen- En cambio, para los antiguos economistas
te por qué coincidir con el de pleno empleo. clásicos, el salario real, concebido como la
Surge así el problema de definir si, en la canasta de consumo de los trabajadores, cons-
situación de equilibrio, existe o no desem- tituye la variable independiente, mientras que
pleo involuntario. Keynes sostiene que Sraffa opta finalmente por definir de manera
“cuando existe desocupación involuntaria, exógena la tasa general de ganancia.
la desutilidad marginal del trabajo es ne- Al igual que en la Teoría general, en el
cesariamente menor que la utilidad del pro- sistema de precios de producción, el volu-
ducto marginal”.28 Aquí interviene la fun- men de ocupación está determinado por el
ción de oferta de trabajo, cuyo único papel nivel de la producción. Ahora bien, la si-
se limita entonces a la medida del desem- tuación de equilibrio no da ninguna infor-
pleo, determinado independientemente de mación acerca de si hay o no pleno empleo,
dicha función. pudiendo, en principio, ser compatible con
También en el sistema de precios de pro- la existencia de mano de obra desocupada.29
ducción el trabajo se distingue de las mer- Esta coincidencia entre la teoría keynesiana
cancías en general. En efecto, mientras que y la versión contemporánea de la teoría
cada una tiene su propia ecuación de pre- ricardiana de los precios, diferente de la neo-
cio, no es así para el trabajo. Esto se debe clásica, puede ser un elemento importante
a que, en la tradición clásica, el salario no de complementariedad de las mismas.

26
Keynes (1936: 38). Este supuesto no excluye que el
salario nominal pueda modificarse. De hecho, Keynes con-
sidera los posibles efectos de las modificaciones en estos
salarios en el capítulo 19. 29
Nótese que en los clásicos el desempleo no puede ser
27
Keynes (1936: 38). medido utilizando la función de oferta de trabajo, como
28
Keynes (1936: 128). en Keynes, ya que ésta simplemente no existe.

100
2. Aspectos particulares comunes tes de trabajo y empleo asalariado disfru-
ten de una remuneración relativa más o
2.1 Homogeneización de los distintos menos fija, la magnitud de la ocupación
tipos de trabajo a través de los salarios puede definirse bastante bien, para nues-
tro objeto, tomando una hora de empleo
La teoría de Keynes, como todo análisis del trabajo ordinario como unidad y pon-
agregado que se plantea la cuestión del derando una hora de trabajo especial pro-
empleo, debe solucionar el problema de la porcionalmente a su remuneración”.31
heterogeneidad del trabajo, a menos que in- La conclusión final de Keynes es que el
troduzca la hipótesis, por demás cuestiona- “supuesto de una unidad homogénea de tra-
ble, de que éste es físicamente homogéneo. bajo no comporta dificultades, a menos que
En el capítulo 4 de la Teoría general, haya mucha inestabilidad en la remunera-
Keynes aborda el problema de la homo- ción relativa de las diferentes unidades”.32
geneización de los distintos tipos de tra- Se sugiere así que los cambios en la es-
bajo para resolver la cuestión de la agre- tructura de los salarios de los distintos ti-
gación de la producción de las diferentes pos de trabajo altera la definición del ni-
ramas de la economía y obtener así un in- vel general de empleo. No obstante, un
dicador adecuado del producto global. mismo nivel general de empleo puede ser
Desde su perspectiva, como los produc- en ciertos casos —que dependen de las ca-
tores deciden cuánto van a producir con racterísticas de la matriz de requerimien-
un equipo dado, el nivel de producción se tos de trabajos— compatible con diferen-
relaciona directamente con la cantidad de tes estructuras de salarios.33
trabajo empleada. De hecho, el autor re- La idea de homogeneizar los distintos
conoce que para comparaciones a gran- tipos de trabajo a través de los salarios tie-
des rasgos o con fines descriptivos, el ni- ne su origen en Adam Smith y es recupe-
vel de empleo asociado a un equipo de rada luego por Ricardo en los Principios.34
capital dado constituye un índice satisfac- El que figura en el sistema de precios de
torio del producto total en el supuesto de producción es de calidad uniforme, no por-
“que ambos aumenten y disminuyan jun- que se haga el supuesto de que todo el tra-
tos, aunque no en una proporción numé- bajo es físicamente homogéneo, sino por-
rica definida”.30 que las “diferencias en calidad han sido
Empero, como existen distintos tipos de previamente reducidas a diferencias equi-
trabajo, éstos deben ser agregados. Para valentes en cantidad”35 a través de los sa-
ello, al igual que los antiguos economistas
clásicos, Keynes apela a los salarios: “en 31
Keynes (1936: 51).
32
la medida en que grados y clases diferen- Keynes (1936: 52).
33
Klimovsky (1997).
34
Smith (1776: 47) y Ricardo (1821:16).
30 35
Keynes (1936: 50). Sraffa (1960: 26-27).

101 Análisis Ecomómico


larios. De esta forma, el vector de canti- jo. Englobamos, por decirlo así, la no homo-
dades de trabajo homogéneo representa, geneidad de las unidades de trabajo de igual
o bien una cantidad de un tipo particular remuneración dentro del equipo, que juzga-
de trabajo, aquél cuyo salario es elegido mos cada vez menos adecuado para emplear
como unidad de medida de todos los sa- las unidades de trabajo disponibles según la
larios, o bien la distribución del trabajo ho- producción aumente, en vez de considerar
mogéneo de la sociedad entre las ramas, que estas unidades de trabajo disponibles se
cuando todos los salarios se expresan en adaptan cada vez menos al empleo de un
términos de la masa salarial de la econo- equipo productor homogéneo”.38
mía.36 En ambos casos se supone conocida Más adelante, en una nota al pie, reco-
la estructura de los salarios. Este punto noce que “quizá la razón para considerar
—duramente criticado por los economistas la eficacia variable del trabajo como si pro-
neoclásicos que lo interpretan como una de- cediera del equipo reside en el hecho de
ficiencia de la teoría—37 es el resultado de que en la práctica los sobrantes en aumen-
la concepción clásica de los salarios como to, que son consecuencia de la mayor pro-
variables de distribución y no como precios, ducción, van a dar principalmente a los
derivada de la distinción entre trabajos y propietarios del equipo y no a los trabaja-
mercancías en general. dores más eficaces (aunque éstos pueden
Keynes considera que las diferencias evi- obtener la ventaja de ser empleados con
dentes en la productividad de los distintos mayor regularidad y de ser ascendidos más
tipos de trabajo no acarrea dificultad alguna pronto); es decir, los hombres de diferente
para su homogeneización a través de los sa- productividad que trabajan en el mismo
larios “porque si la remuneración de los tra- empleo, rara vez son pagados fielmente en
bajadores es proporcional a su eficacia, las proporción a su eficacia”.39
diferencias se liquidan si consideramos que En virtud de la visión desagregada de la
los individuos contribuyen a la oferta de economía que tienen los clásicos, la diver-
mano de obra proporcionalmente a su remu- sidad de los trabajos se relaciona esencial-
neración; mientras que si, al aumentar la pro- mente con el tipo de mercancías que pro-
ducción, una empresa tiene que ocupar tra- ducen. Para Keynes, en cambio, que se
bajo cada vez menos eficaz para sus fines interesa en la economía como un todo, la
particulares por unidad de salario pagado, distinción entre los trabajos se funda más
esto no es sino uno de los varios elementos bien en las diferencias de habilidad de los
que conducen al rendimiento decreciente del trabajadores individuales y en su adecua-
uso del equipo productor, en términos de pro- ción para ocupaciones diversas.
ducción, a medida que se emplea más traba-

36 38
Klimovsky (1995:18-21). Keynes, (1936: 51).
37 39
Véase por ejemplo, Arrow y Hahn (1971: 15). Keynes (1936: 52, nota 7).

102
Un elemento esencial que distingue a de la riqueza sólo cambia lentamente.44
Keynes de los clásicos es que para éstos, Como en la Teoría general no se analizan,
la estructura de salarios es independiente salvo accidentalmente, los cambios de lar-
de la productividad: todos los trabajadores go plazo, puede considerarse que los facto-
que realizan un mismo tipo de tarea reci- res subjetivos están dados y que la propen-
ben el mismo salario. Como vimos, Keynes sión a consumir sólo depende de los
es más ambiguo en esta cuestión, pues ad- cambios en los objetivos.
mite que las remuneraciones pueden estar En cuanto a los principales factores ob-
o no vinculadas a la productividad. jetivos que afectan a la propensión a con-
sumir, se apuntan los seis cambios siguien-
2.2 Interpretación del consumo como tes:45 1) en la unidad de salario, 2) en la
una variable pasiva diferencia entre ingreso e ingreso neto, 3)
imprevistos en el valor de los bienes de
Según Keynes, el gasto de consumo de la capital no considerados al calcular el in-
sociedad depende de: “1) el monto de su greso neto, 4) en la tasa de descuento del
ingreso, 2) otras circunstancias objetivas que futuro,46 5) en la política fiscal, y 6) en las
lo acompañan y 3) las necesidades subjeti- previsiones acerca de la relación entre el
vas y las inclinaciones y hábitos psicológi- nivel presente y el futuro del ingreso.
cos de los individuos, así como de los prin- En la opinión de Keynes, “los cambios
cipios según los cuales se divide el ingreso imprevistos en el valor de los bienes de
entre ellos (lo que puede sufrir modifica- capital pueden hacer variar la propensión
ciones según aumenta la producción)”.40 a consumir, y las modificaciones sustan-
En la Teoría general, la propensión a ciales en la tasa de interés y en la política
consumir es definida como “la relación fiscal pueden producir ciertos efectos; pero
funcional entre [...] un nivel de ingreso los otros factores objetivos que pudieran
dado, medido en unidades de salario, y [...] afectarla, si bien no deben despreciarse, no
el gasto que para el consumo se toma de es probable que tengan importancia en cir-
dicho nivel de ingreso”,41 aclarándose más cunstancias ordinarias”.47
adelante que “el monto del consumo de- Lo anterior le permite concluir que, en una
pende del ingreso neto más que del ingre- situación determinada, la propensión a con-
so simplemente”.42 sumir puede considerarse como una función
Keynes estima que, en condiciones nor-
44
males, los factores subjetivos no presentan 45
Keynes (1936: 111).
Keynes (1936: 95-99).
cambios importantes43 y que la distribución 46
Keynes aclara que estos cambios pueden identificar-
se, en una primera aproximación, con la tasa de interés,
40
Keynes (1936: 94). aunque no son precisamente lo mismo porque tienen en
41
Keynes (1936: 94). cuenta las variaciones no previstas en el poder adquisitivo
42
Keynes (1936: 95-96). del dinero e incluyen también toda clase de riesgos.
43 47
Keynes (1936: 94-95). Keynes (1936: 99).

103 Análisis Ecomómico


relativamente estable, siempre y cuando se los cambios en la eficacia marginal del ca-
suponga el salario monetario constante, de pital.51 Keynes argumenta incluso que una
modo que el monto total de consumo de- fuerte caída de ésta repercute de manera
pende esencialmente del ingreso total, adversa sobre la propensión a consumir
ambos medidos en unidades de salario.48 porque da lugar a una baja importante en
Es así que propone la siguiente ley psico- el valor de mercado de los valores de ren-
lógica fundamental: a medida que aumen- dimiento variable cotizados en bolsa.
ta su ingreso, los hombres, en promedio, Así pues, el consumo desempeña en la
incrementan su consumo, aunque no en la Teoría general un papel puramente pasivo,
misma proporción.49 De lo cual resulta que pues la acumulación del capital y la inver-
la propensión marginal al consumo es po- sión son la clave, según Keynes, tanto para
sitiva e inferior a la unidad. la determinación de la posición de equili-
De esta forma, en la Teoría general, dada brio en un momento dado como para la ex-
la propensión a consumir, el nivel de ocu- plicación de las fluctuaciones económicas.
pación de equilibrio depende de la magni- Esta conclusión tiene una expresión ana-
tud de la inversión. Y, en virtud de la esta- lítica: mientras que la inversión es el resul-
bilidad de la propensión a consumir, la tado de un cálculo económico —basado en
ocupación sólo puede aumentar cuando la comparación de la eficacia marginal del
crece la inversión.50 capital y la tasa de interés en un marco de
La idea según la cual el consumo desem- incertidumbre—, el consumo es una mag-
peña un papel pasivo es recuperada luego nitud definida como porcentaje del ingre-
en el libro VI, en el que se presentan algu- so, cuya única justificación se funda en los
nas breves consideraciones sugeridas por la hábitos de los consumidores. Esto marca
Teoría general. En sus notas sobre el ciclo una diferencia importante con la teoría del
económico, Keynes sostiene que la misma equilibrio general, en la cual éstos repre-
teoría que determina el volumen de ocupa- sentan el agente maximizador fundamental
ción en un momento cualquiera, si es justa, y explica la crítica neoclásica acerca de la
debe también explicar los fenómenos del falta de fundamentos microeconómicos de
ciclo económico. Si bien reconoce que las la función de consumo.
variaciones de la propensión a consumir y La interpretación del consumo como una
de la preferencia por la liquidez desempe- variable pasiva es una idea de corte netamente
ñan un papel en los ciclos económicos, con- clásico. En efecto, los productores represen-
sidera que éstos se deben esencialmente a tan la figura central de la teoría ricardiana de
los precios, en la cual las decisiones de los
48
Keynes (1936: 99) consumidores no están presentes, ya que sólo
49
Keynes (1936: 99). el consumo productivo —o sea, los medios
50
Esta idea es desarrollada en el capítulo 10, en el que
se estudia la relación entre los ingresos y la inversión a
51
través del multiplicador. Keynes (1936: 301).

104
de producción especificados por la técnica y nerse del consumo presente. Es el ‘precio’
las cantidades producidas— desempeñan un que equilibra el deseo de conservar rique-
papel en la determinación de los precios y de za en forma de efectivo, con la cantidad
la variable de distribución endógena. disponible de este último”.55
El carácter pasivo del consumo reapare- En la Teoría general se distinguen tres
ce en los análisis clásicos de la reproduc- tipos de factores que incitan a los indivi-
ción. Estos trabajos, menos desarrollados duos a preferir mantener su riqueza en for-
que los estudios de la posición de equili- ma líquida: la necesidad de efectivo para
brio para recursos dados, dan también a la realizar sus transacciones personales o co-
demanda de medios de producción un lu- merciales, el deseo de seguridad frente a
gar esencial en la determinación de la evo- las contingencias futuras y la finalidad de
lución del sistema económico.52 Un ejem- beneficiarse por conocer mejor que el mer-
plo en este sentido es la definición de cado lo que el porvenir puede deparar. Los
Torrens en cuanto a la demanda efectiva.53 dos primeros motivos, llamados respecti-
vamente de transacción y de precaución,
2. 3 Noción de tasa normal dependen principalmente del nivel de in-
gresos, mientras que el último, conocido
La idea de una ‘tasa normal’ desempeña como de especulación, se funda en la in-
un papel fundamental en la teoría de la tasa certidumbre y está supeditado a la relación
de interés expuesta en los capítulos 13 y entre la tasa corriente de interés y el esta-
15 de la Teoría general. do de las previsiones.56
Keynes critica el punto de vista, gene- Según Keynes, las ideas que se forjan los
ralmente aceptado, que concibe la tasa de individuos acerca de la evolución futura
interés como la recompensa por no gastar, de la tasa de interés son, en general, dife-
en lugar de considerarla como lo que en rentes y todos aquellos cuya opinión no
realidad es: la recompensa por privarse de coincida con la predominante, expresada
liquidez.54 Así pues, en su opinión, “la tasa en las cotizaciones de mercado, se verán
de interés no es el ‘precio’ que pone en estimulados a conservar recursos líqui-
equilibrio la demanda de recursos para in- dos.57 Aquí entra la noción de una tasa nor-
vertir con la buena disposición para abste- mal, la cual no tiene por qué ser idéntica
52
para todos los individuos.58
Con relación a este punto, ver Benetti (1984), donde
se propone una reconstrucción de las indicaciones de
55
Torrens para el estudio de la sobreproducción general. Keynes (1936: 165).
53 56
Según Torrens “la demanda efectiva debe [...] consis- Keynes (1936: 167-168 y 194).
57
tir en el poder e inclinación a dar por una mercancía, ya Keynes (1936: 167).
58
sea por intercambio directo o indirecto, una cantidad de Es precisamente sobre esta base que Cartelier constru-
las otras mercancías requeridas en [su] producción, algo ye una curva descriptiva del estado de opinión de los indivi-
mayor de lo que [su] producción cuesta en realidad”. Véa- duos, la cual no es el resultado de un cálculo de
se Torrens (1821: 342), (traducción del autor). maximización bajo restricción, como es el caso de una fun-
54
Véase Keynes (1936: 164 y 171). ción habitual de demanda. Véase Cartelier (1995: 58-60).

105 Análisis Ecomómico


En efecto, de la idea según la cual la in- variables naturales que determinan la posi-
certidumbre respecto del curso futuro de ción de referencia y que deben estar pre-
la tasa de interés es la única explicación in- sentes de alguna manera en el mercado para
teligible de la preferencia por la liquidez por que pueda operar la segunda ley, la cual per-
el motivo de especulación, Keynes deduce mite que el mercado alcance de manera es-
que la cantidad de dinero guardada por tal pontánea los niveles de las variables natura-
motivo “no tendrá relación cuantitativa al- les definidos fuera del mismo. Esta
guna con una tasa de interés dada, r, lo que interpretación, en cuyo marco el mercado
importa no es el nivel absoluto de r, sino su aparece como el dispositivo que realiza es-
grado de divergencia respecto de lo que se pontáneamente una armonía preestablecida,
considera como un nivel aceptablemente se contrapone a la concepción neoclásica
seguro de r, teniendo en cuenta los cálculos según la cual una sola ley —la de la oferta y
de probabilidad que sirven de base”.59 la demanda— rige simultáneamente el pro-
Lo anterior lo lleva a afirmar que “la tasa ceso de ajuste y la posición de equilibrio.62
de interés es un fenómeno altamente psi- Los primeros antecedentes de esta idea se
cológico”,60 reconociendo, poco más ade- encuentran en Cantillon, que propone un
lante, que quizá sea más exacto conside- proceso de ajuste basado en la renta.63 Es
rarlo como uno muy convencional “porque desarrollada posteriormente por Smith64 que
su valor real está determinado en gran par- inaugura la tradición clásica de un meca-
te por la opinión que prevalezca acerca del nismo —representado en la “mano invisi-
valor que se espera irá a tener. Cualquier ble”— según el cual los cambios en el em-
nivel de interés que se acepte con suficiente pleo de los recursos resultan de confrontar
convicción como probablemente durade- las tasas de ganancias realizadas en cada
ro, será duradero; sujeto, en una sociedad etapa del proceso con la natural, que debe
cambiante, por supuesto, a fluctuaciones ser conocida y aceptada por los producto-
alrededor del nivel normal esperado debi- res que actúan conforme a ella, creando así
das a toda clase de motivos”.61 las condiciones de su realización.65 Esta tasa
En esta última conclusión, Keynes con- natural que comanda la gravitación de los
cuerda con la idea de los economistas clá-
sicos acerca de una tasa normal que sirve 62
Klimovsky (1990a: 12-15 y 1990b).
63
como base del proceso de gravitación de las Cantillon, (1755: 28-29, 47 y 80-81) y Klimovsky
(1992: 62-65).
variables de mercado en torno a los valores 64
Véase Smith (1776), capítulo VII del Libro I.
naturales. La teoría clásica se apoya en la 65
Los cambios en el empleo de recursos han sido tradi-
cionalmente interpretados como el resultado del abando-
existencia de dos leyes: una que regula las no de las actividades en que las tasas de ganancias son
bajas en pro de las más redituables. Lo mismo puede
obtenerse sin recurrir al desplazamiento de los capitales
59
Keynes (1936: 196), (subrayado por Keynes). entre las ramas mediante el cambio de la relación, en cada
60
Keynes (1936: 196). sector, entre el consumo productivo y el improductivo.
61
Keynes (1936: 197), (subrayado por Keynes). Véase Klimovsky (1990a: 12-15).

106
precios de mercado en torno a los precios rrador de las primeras proposiciones de esta
naturales, a diferencia de la ‘normal’ de obra, que Keynes había leído.70
Keynes, no es una tasa anticipada. La pro- En el artículo de 1932, Sraffa desarrolla
puesta de Smith es recuperada posterior- la idea de que existe una tasa propia de
mente por Ricardo en los Principios66 y interés para cada mercancía que tiene un
compartida luego por Marx67 que es, en mercado a futuro, la cual depende, por una
nuestra opinión, el autor que insiste con parte, de la tasa monetaria de interés y, por
más fuerza en la idea de que las variables la otra, de la relación entre el precio al con-
naturales son no sólo independientes del tado y el precio futuro. De la lectura de
mercado sino también la condición esen- este texto se infiere que, para la mercancía
cial para la inteligencia del mismo.68 j, dicha tasa es:
pfj
2.4 Preeminencia de una tasa de rj = i + l -
rendimiento sobre todas las demás pjc

En el capítulo 17 de la Teoría general, donde i representa la tasa de interés mone-


Keynes se propone aclarar por qué la tasa taria, pfj el precio futuro de la mercancía j,
monetaria de interés desempeña un papel pcj su precio al contado, y rj su tasa propia
peculiar en la fijación del volumen de pro- de interés.71
ducción y ocupación. Sraffa define el equilibrio como la igual-
A fin de explicar en qué consiste la parti- dad entre las tasas propias de interés de to-
cularidad del dinero, Keynes apela a la no- das las mercancías a un nivel que coincide
ción de tasa propia de interés, introducida con el de la tasa de interés monetaria. Esto
por Sraffa69 en su célebre crítica de la teoría implica que el precio al contado de cada uno
de Hayek. En 1932, momento de la publi- de los bienes concuerda con su precio futu-
cación de este trabajo, Sraffa no había com- ro, lo cual se justifica dada la interpretación
pletado aún su teoría de los precios de pro- del primero como de mercado y del segundo
ducción, que representa la versión como natural.72
contemporánea del sistema clásico y que En el capítulo 17, Keynes agrega que la
saldría a la luz en 1960. No obstante, como tasa de interés propia de cualquier bien es
se advierte en el prefacio de la Producción igual a su rendimiento por contribuir en al-
de mercancías, ya en 1928 existía un bo- gún proceso productivo o por procurar ser-
vicios a un consumidor, menos su costo de
66
Véase Ricardo (1821), capítulo IV, particularmente, p. 69. almacenamiento, más su prima de liquidez.
67
Un ejemplo en este sentido se encuentra en los desa-
rrollos de Marx en cuanto a la tasa de interés. Véase Marx
(1894: 342). 70
Sraffa (1960: 12).
68
Klimovsky (1990b: 18-19). 71
Sraffa (1932: 50).
69
Sraffa (1932). 72
Sraffa (1932: 50).

107 Análisis Ecomómico


En el caso particular del dinero, esta tasa ria es la que desempeña el papel rector, para
es igual a dicha prima debido a que el ren- el segundo las utilidades que reporta el
dimiento y el costo de almacenamiento del empleo del capital que no consiste en di-
mismo son despreciables.73 nero son las que regulan dicha tasa. Esta
En la opinión de Keynes, la importancia idea, que ya está presente en los primeros
de la tasa de interés monetaria es resulta- escritos77 de Ricardo, reaparece en los
do de la combinación, por una parte, de Principios, como lo muestra la cita trans-
las bajas o nulas elasticidades de produc- crita en la sección II del Apéndice del capí-
ción y de sustitución del dinero y, por la tulo 14 de la Teoría general,78 que Keynes
otra, de la preferencia por la liquidez que, consagra al análisis de las condiciones de
favorecida por sus bajos costos de alma- validez de la doctrina ricardiana.
cenamiento, provoca en determinadas cir- La posición de Keynes en cuanto a la
cunstancias la insensibilidad de la tasa de prioridad de la tasa monetaria de interés
interés monetaria frente a las variaciones se aproxima, en cambio, a la de Sraffa para
en la proporción existente entre la canti- quien la tasa de ganancia puede ser defini-
dad de dinero y la de otras formas de ri- da “desde fuera del sistema de producción,
queza.74 Llega, así, a la siguiente conclu- en especial por el nivel de los tipos mone-
sión: “La tasa monetaria de interés, al dar tarios de interés”.79
la pauta a todas las demás tasas mercancía
de interés refrena la inversión para produ- 3. Visión general de la sociedad
cirlas, sin que sea capaz de estimular la
necesaria para producir dinero, que, por En la teoría económica se encuentran dos
hipótesis no puede ser producido”.75 visiones opuestas del capitalismo: una que
La preeminencia de una tasa de rendimien- lo interpreta como una sociedad simétri-
to sobre todas las demás es una idea esencial ca, en la cual los resultados económicos
de la teoría ricardiana de los precios, tal como derivan del accionar de todos los indivi-
ha sido interpretada por Sraffa. En este mar- duos por igual y otra que la concibe como
co, dado el salario, los precios se establecen una asimétrica, integrada por grupos de in-
de modo que las tasas de ganancia de todas dividuos que no tienen el mismo poder de
las ramas sean iguales a la de ganancia de la decisión y en la cual la actividad econó-
mercancía homotética asociada al sistema.76 mica resulta, por lo tanto, de la acción pre-
Existe, no obstante, una diferencia impor- ferente de ciertos agentes particulares.
tante entre Keynes y Ricardo. Mientras que La primera de estas interpretaciones de
para el primero la tasa de interés moneta- la sociedad capitalista está en la base de la
73
Keynes (1936: 218). 77
Ricardo (1810-1811: 69).
74
Keynes (1936: 225). 78
Ricardo (1821: 271), transcrita por Keynes (1936:
75
Keynes (1936: 226). 185).
76
Benetti y Cartelier (1975: 23-24). 79
Sraffa (1960: 56).

108
teoría del equilibrio general, mientras que tente de bienes de capital y el costo co-
la segunda constituye el fundamento de la rriente de producción de los mismos sino,
tradición clásica y de la teoría de Keynes. también, de las previsiones actuales res-
En la Teoría general, la asimetría de la pecto del futuro rendimiento de los bienes
sociedad se funda esencialmente en el de capital”.83 Estas previsiones, cuya base
abandono de lo que Keynes llama segun- es muy precaria, desempeñan, según Keynes,
do postulado de la teoría clásica y en la un papel preponderante para determinar la
interpretación del consumo como una va- escala de la inversión en bienes durables.
riable pasiva. En su opinión, “resulta evidente que la tasa
La aceptación del primer postulado y el real de inversión corriente llegará hasta el
rechazo del segundo lleva a Keynes a con- punto en que ya no haya clase alguna de
cluir que “en un estado conocido de orga- capital cuya eficiencia marginal exceda de
nización, equipo y técnica, el salario real la tasa corriente de interés”.84 Lo anterior
que gana una unidad de trabajo tiene una le permite concluir que el incentivo para
correlación única (inversa) con el volumen invertir depende, por una parte, de la cur-
de ocupación”.80 Siendo así, los trabajado- va de demanda de inversión —también de-
res no intervienen en la determinación de nominada de eficacia marginal del capi-
su salario real, el cual se fija, una vez defi- tal— que relaciona la tasa de inversión
nido el nivel de empleo, de modo que se global con la correspondiente eficacia
verifique la condición de maximización de marginal del capital en general y, por la
las ganancias. otra, de la tasa corriente de interés. Esta
Ahora bien, como se vio, la interpretación última constituye la recompensa por pri-
del consumo como una variable pasiva, per- varse de liquidez y es, en la óptica de
mite afirmar que “el nivel de equilibrio de Keynes, un fenómeno convencional pues,
la ocupación [...] dependerá de la inversión como se vio, su valor real depende funda-
corriente”.81 Keynes construye la teoría de mentalmente del esperado por los agentes.
la inversión a partir de la noción de efica- En síntesis, a diferencia de los economis-
cia marginal del capital,82 la cual “no de- tas neoclásicos, la sociedad capitalista es
pende sólo de la abundancia o escasez exis- para Keynes asimétrica, en la cual las de-
cisiones de los empresarios respecto de la
80
inversión son esenciales para definir el ni-
Keynes (1936: 30).
81
Keynes (1936: 39). vel del ingreso y del empleo.
82
Esta tasa es definida como “la tasa de descuento que La interpretación del capitalismo como
lograría igualar el valor presente de la serie de anualida-
des dada por los rendimientos esperados del bien de capi-
una sociedad asimétrica es una idea funda-
tal, en todo el tiempo que dure, a su precio de oferta”, es mentalmente clásica. Para los economistas
decir, a su costo de reposición. Se obtienen así las efica-
cias marginales de los distintos tipos de bienes de capital,
83
la mayor de las cuales puede considerarse como la del ca- Keynes (1936: 303).
84
pital en general. Keynes (1936: 135). Keynes (1936: 136).

109 Análisis Ecomómico


clásicos, desde Adam Smith, la actividad fon-damenti della costruzione teorica di
económica es, en esencia, el resultado de la Marx nel terzo volume del Capitale”, en
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